Mr. Brightside (Terminado)

HOLA NUEVAMENTEEEEEEEEEEEEEEEE
COMO EXTRAÑABA TU FIC!!!!!!!!!
Gracias por volver a alegrarnos con mas capitulos!!!!!!!!!!
Muy buenooooooooo

Esposito y Ryan se repartieron el diario y llegaron a la conclusión de que los nombres que más veces aparecían eran los de los tres sospechosos y el de Zack. De ahí que Beckett construyera la pizarra así.

Por lo que habían logrado averiguar interrogándolos por separado y tras varias semanas era que, el actor principal, Andrew O’Hara y Kim Dean tenían constantes peleas de divas:

- Le pedimos amablemente una muestra de su ADN.
- Pueden coger de mi todo lo que quieran, yo no maté a esa perra.
- Le veo muy seguro – Continuo Esposito.
- Estoy convencidísimo de dos cosas, no tienen nada contra mi y yo no soy el padre de esa criatura.
- Me parece admirable su convención – Dijo con algo de guasa.
- Soy gay.

La forma en la que la actriz trataba al actor secundario, Sean Babcock, fue descrita por todos los miembros del equipo como horrible:

- ¿Mató usted a Kim Dean?
- No, no lo hice, aunque soñara con hacerlo miles de veces - Cruzó las manos sobre la mesa de interrogatorios.
- ¿Por qué se llevaban tan mal?
- Esa puta loca, no podía llevarse bien con nadie. Ella era la maldita estrella, intentó seducir a Andrew, cuando el pobre no hace más que ir soltando purpurina por ahí, y cuando él la rechazó entró en cólera. Como si se acabara el mundo. Y decidió pagarlo conmigo.

- ¿No le importará darnos una muestra de su ADN para descartarle?
- No pienso darles ni los buenos días sin que mi abogado haya leído la orden correspondiente.

El ultimo interrogatorio lo tuvieron con el director del film, Dave Acron, mientras Beckett y Castle interrogaban a Zack en otra sala:

- Señor Acron, le pedimos una muestra de su ADN para descartarle como sospechoso – Y este casi se ríe al instante.
- Ni de coña.
- ¿Perdone?
- Tengo mujer e hijos, una vida familiar encaminada en el mundo del cine es casi imposible. Mi mujer es como un perro de presa, sabe todos mis movimientos, me controla por el puto GPS del móvil. Vivo día a día en la casa de la pradera. Sin posibilidad de un respiro entre medias. Ni si quiera me arriesgo a llegar más tarde de las 10.
- ¿Y a que se debe todo eso?
- A un contrato matrimonial, en el que si se demuestra que he estado respirando cerca de otra mujer me quedo en la calle y sin un duro. Mi suegro es muy inteligente. Si les doy una muestra de ADN es suficiente para que esta noche duerma en la calle. Cuando vengan con una orden les doy hasta a uno de mis hijos.

Beckett era quien hacía preguntas, y Castle se dedicaba a inspeccionar las reacciones y el movimiento corporal de Zack esperando que el tipo fuera transparente:

- ¿El bebe que esperaba Kim no era suyo?
- No, pueden llevarse las muestras que quieran. Ella fue muy clara, estaba embarazada y el crío no era mío.
- ¿Y usted se lo tomó bien?
- Todo lo bien que te lo puedes tomar cuando quieres a alguien con toda tu alma y te viene con una cosa así.
- Es decir, nada bien.
- Estuve casi 1 mes sin hablarle, sin querer verla. Yo no puedo tener niños, ¿Sabe? – Beckett miró la cara de tristeza del representante – Eso era lo más cerca que iba a estar de formar una familia con ella. Sopesé los pros y los contra y decidí hacerme cargo de lo que viniera como si fuera mío.
- ¿Así de simple? – Preguntó Castle y Zack se mostró incomodo.
- La quería.
- Te vi decirle eso mismo a alguien y después abandonarla.
- Meredith me abandonó a mi, una mañana volvió a la ciudad y no me dijo nada.
- Que penita me das.
- Está claro que en el pasado no he hecho las cosas bien, pero quería a Kim.


Más tarde en una reunión donde estaban con el capitán compartieron información:

- Seguimos igual de perdidos que antes.
- Por lo menos hemos descartado a Andrew O’Hara, acaban de llegar las muestras del laboratorio. No coincide.
- Genial – Bufó Castle.
- Lo que necesitamos son pruebas más firmes para conseguir el ADN de Acron y Babcock.
- ¿El de Zack no coincide? – Preguntó Ryan.
- No – Mustió Beckett – También nos ha llegado su historial medico, es cierto que es estéril.
- Bien, y ¿Cómo lo hacemos?
- Nosotros nos encargamos del director y vosotros del señor Babcock – Beckett dejó los informes sobre el escritorio – Seamos concienzudos, hasta el milímetro. Nos jugamos mucho – Todos asintieron.
- Venga chicos – Dijo Montgomery – Estáis en el buen camino, estoy convencido.

Esto se pone interesante!!!
Como le duele todavía a Castle que Zack se le haya llevado a la esposa jajaja
Muy bueno!!!

genial capitulooooooooooooooo

- Voto por el director – Castle se reclinó en sus silla con una expresión de obviedad.
- ¿Y eso? Deslúmbranos con tu sabiduría – Ella podía llegar a ser muy mala.
- Un matrimonio que no te atrapa, te absorbe. Una actriz despampanante, y una oportunidad. Simple.
- Ya – Sonrió ella – Me imagino que en todo este tiempo por aquí aún no te has dado cuenta de que necesitamos una causa probable para pedirle ADN.
- Tecnicismos, ya sabes mi punto de vista; tu sacas la pistola, le apuntas a la cabeza y yo le meto el bastoncillo a la fuerza por la garganta.
- Yo también creo que es él, pero de momento no podemos hacer nada, sobre todo si Ryan y Esposito no vuelven con algo nuevo.

Cuando por fin los detectives volvieron Castle terminaba de dejar una taza de café humeante en el escritorio para ella, mientras luchaba por no abrasarse la lengua:

- Tengo los pies destrozados – Esposito se dejaba caer en una silla cerca de ellos mientras Ryan reía.
- Años en el cuerpo y aún no entiende que no puedes estrenar zapatos cuando te toca llamar a todas las puertas.
- No puedes darme lecciones Kevin, yo soy más alto, más guapo, y mejor que tu.
- Ya lo veo – Acercó una silla y sacó su libreta.
- ¿Tenéis algo? – Castle parecía ansioso.
- La confirmación de algo que ya sabíamos, Kim trataba mal al señor Babcock, pero mal, mal.
- Por lo visto era bastante desagradable con él – Castle hizo un gesto como de agotamiento.
- Pero – Ryan volvió a tener a Beckett y Castle pendientes – Comparándolo con las fechas del diario, dejo de ser tan mala en cuanto supo que estaba embarazada.
- Y así lo corroboran algunos compañeros del equipo. No es que de repente fuera la madre de Calcuta con él, pero dejó de putearle.
- ¿Creéis que podría ser el padre?
- Creo que merece la pena intentar buscar algo más por ese camino.

Habían estado investigando la vida de Dave Acron, el director del film, mientras Ryan y Esposito hacía lo propio con Babcock. Y habían encontrado poco más de lo que este les había contado en el primer interrogatorio.

Su mujer y él eran de clase acomodada cuando se casaron, por eso a Acron le pareció buena idea la repartición de vienes, y estaba lo bastante enamorado como para firmar todas las cláusulas que su suegro le puso en letra pequeña. Pero después de 11 años juntos, tres hijos en común y una casa en los Hamptons, empezó a aburrirse. Sobre todo cuando la empresa de sus padres se arruinó y él tuvo que ponerse a trabajar para llevar dinero a casa, ya que su suegro solo aceptaba que su hija estuviera sin hacer nada, no ambos.

Castle argumentó que cuando te fuerza a acostumbrarte a una vida que no te gusta, y a comer el mismo pavo reseco todos los Días de acciones de gracia, rodeado de esa gente que te agobia, quizás tengas ganas de tener una aventura con la actriz principal de tu reparto:

- ¿Deberíamos de considerar también sospechosa a su mujer? – Se acomodó un poco más en el asiento del coche.
- Deberíamos sospechar hasta de sus suegro.
- ¿Has tenido más problemas en comisaría? – Ella guardó silencio durante varios segundos, los suficientes para que él pensara que no iba a contestar.
- Logan no está siendo muy amable y tampoco me está poniendo las cosas fáciles, pero al fin y al cabo él lleva 35 años en el cuerpo y era su caso.
- Y tu eres la mejor detective de Nueva York, creo que debería de fiarse si tienes dudas – Ella le miró y sonrió, alagada sobre todo al ver que Castle no le daba importancia a lo que acababa de decir, simplemente le parecía evidente.
- Aún así comprendo que sea un poco terco – Continuo conduciendo.
- No sé porque no vamos a hablar con él, que sea de la vieja escuela no quiere decir que no pueda decirle que le partiré las piernas si no para – Eso ultimo lo dijo con acento mafioso y ella no pudo aguantar la risa – Le haré una oferta que no podrá rechazar.
- Quiero hacer bien mi trabajo, y que si tengo razón se vea reflejado en eso.

Castle sabía de sobra que tanto Montgomery, como Ryan y Esposito se habían ofrecido a lo mismo. Y es que le daba mucho coraje, verla triste solo porque un maldito detective de 50 años, y casi 100 kilos intentaba minarle las ganas de trabajar:

- Alexis me ha dicho que ya le has entregado el borrador a tu editora – Castle la miró – Hablamos por teléfono, tenía unas consultas que hacerme.
- Me han enseñado bien, no me meteré en cosas de chicas – Pero lo cierto es que se moría de ganas - ¿Quieres venir a cenar con nosotros esta noche?
- No creo que sea el momento.
- Oh venga, es noche de Cluedo, lo que tienes es miedo es que te dejemos en evidencia. A lo mejor no eres tan buen detective – Y consiguió lo que quería, que ella entornara los ojos.
- Acepto el reto – Y él se quedó entusiasmado.

No quería mostrarse impaciente con ella, pero se daba cuenta de que no tenía suficiente. Siempre que daban un paso más él estaba ansioso por el siguiente, y tenerla entre sus brazos era demasiado gratificante para no querer más.

Últimamente se le había hecho mucho más fácil escribir, sentirse inspirado. Gina y Paula casi se ponen a llorar cuando les entregó el manuscrito, era la primera vez que entregaba uno tan pronto. Ni siquiera su primera novela le salió tan deprisa, pero que podía decir, estaba de buen humor y a gusto.

yeahhh! capítulo nuevo...
a ver quien gana al Clue, amo ese juego jajaja
Muy buen capitulooo =)

excelente capitulo

Después de una vida de desfase Kim Dean había decidido quedarse embarazada, pero en el mundo en el que se movía parecía demasiado complicado encontrar un hombre dispuesto a cargar con todas las responsabilidades, maduro y leal.

El nombre de hombre que la dejó embarazada no aparecía a lo largo de las casi 200 paginas de su diario, pero en casi todas las hojas salía el nombre de Zack. Por lo que parecía, cuando por fin había encontrado al hombre que buscaba este no podía darle descendencia, y eso la consumía por dentro:

- Tuvo que ser difícil negar el amor que sientes hacía alguien, para poder tener lo que te completa – Aquella frase no parecía de Ryan por eso los tres se le quedaron mirando – Quiero decir – Se vio algo contrariado con todos esos ojos mirándole – Estaba enamorada de Zack eso es obvio.
- Como se nota que estás a punto de dar el gran paso, todo lo que sale de tu boca son cursilerías – Esposito se rió con una sonora carcajada.

Incluso con eso Zack la había perdonado, iba a hacerse cargo de ese bebe, y entendía perfectamente las necesidades de ella al respecto, y eso había sido muy difícil, Zack lo había dejado claro:

- Ese tal Simons ha vuelto a llamar – Una compañera de la comisaría dejaba el papel con el aviso en el escritorio de Beckett mientras Castle carraspeaba incomodo – Que le llames en cuanto puedas, por lo visto es urgente – Puso los ojos en blanco y se alejó.
- Por lo visto siempre es urgente – Esposito no lo decía con maldad pero Castle se sintió todavía más incomoda, y ella lo vio clarísimo por el rabillo del ojo.
- Todavía no tengo nada que contarle así que lo le voy a llamar.


- Hice lo que me pediste, revisé todas las denuncias que la victima había realizado en el ultimo año – Esposito se sentaba en el sitio de Castle mientras este charlaba con Ryan no muy lejos de allí.
- Si no encontraste nada, habrá que mirar en los últimos dos años – Beckett parecía agotada.
- Eso pensaba yo, pero si encontré algo interesante – Esposito levantó las cejas divertido.

Habían cenado comida china en la mesa de reuniones, y prácticamente estaban solos en la comisaría, todos había vuelto a casa con sus familias:

- Seis meses antes de que Kim muriera, entraron en su casa de Nueva York – Leía el informe policial – Forzaron la puerta y lo destrozaron todo, incluyendo un bonito graffiti – Les dejó la foto encima del escritorio – con un lema que nunca pasará de moda “jodete puta” – Sacudió la cabeza algo incrédulo – Por aquella época estaban a punto de quitarle el papel en su ultima película, porque había dado positivo en un control de drogas que hizo la productora.
- ¿A que dio positivo? – Ryan mordió el boli que bailaba en sus manos mientras Esposito buscaba.
- Vicodina y otros calmantes, según ella tenía dolor crónico, pero ningún medico lo determinó, las conseguía en el mercado negro.
- ¿No hubiera sido mejor untar a algún medico?
- Con el historial de Kim Dean – Habló Beckett – Y un positivo en un control, a su medico le mirarían con lupa, nadie se juega tanto por alguien – Volvió a mirar a Esposito – De todas maneras no entiendo que tiene que ver esto con…
- Paciencia – Sonrió con algo de maldad – Entre los innumerables destrozos provocados en la propiedad de la actriz, y el gran graffiti, le dejaron otra perla – Todos miraron impacientes – Se mearon en su alfombra.
- Pero en la orina no hay ADN – Castle se aguantaba la risa a duras penas – Me parece una idea genial, en plan, “y ahora te meo la alfombra”.
- Según el reporte de daños, una alfombra de 12.000 dólares – El escritor casi se atraganta – De todas formas tienes razón, en una persona sana, la orina no lleva ADN, pero – Miro a Castle para que se preparara para hacer un redoble de tambor y el escritor no defraudo – Había sangre en la orina de la alfombra, eso reflejan las muestras.
- ¿Alguna coincidencia? – Beckett veía una nueva puerta abierta.
- No – Y parecía rotundo – Pero… - Le hizo otro gesto parecido a Castle y este volvió a hacer un redoble de tambor hasta que ella le dio en la mano con una de las carpetas que había encima de su escritorio.
- Auch – Se quejó mirándola ofendido.
- Soy un hombre prudente y busqué algo relacionado con el director o el actor secundario en esa época.

Todos se quedaron esperando más información, mientras Castle aún se lamentaba:

- Mucho antes de que Kim Dean diera positivo en el control. Cuando se estaban contratando a los actores secundarios y al director, y todavía estaban en tramites con las estrellas principales, alguien casi no entra por tener una infección urinaria, para ser más explícitos cálculos en la vejiga.
- Auch – Solo imaginarlo ya le dolía. Ella le miró para que callara.
- El ganador es…Babcock.
- Lo sabía – Ryan casi choca la mano consigo mismo.

Fue entonces cuando todo empezó a cuadrar. Babcock no daba una muestra de ADN por si salía reflejado el caso abierto. Probablemente después del arrebato de rabia y que se pusiera a miccionar a duras penas sobre la alfombra, porque como recordó Castle aquello tenía que quemar como el mismísimo infierno:

- No me miréis así, para un capitulo de Derrick Storm….
- Claro, claro – Le interrumpió Esposito.

El actor caería en la cuenta de que si miccionaba sangre, esta con su ADN, debía de estar paseándose por toda la alfombra. Suerte que esa era una causa probable que les daba acceso al ADN de primera mano. Las cosas parecían encauzarse.

Más del caso, esto se pone interesante!!!

mmmmm.... interesante

genial capitulo

Capitulo 12


Beckett permanecía de pie dando una especie de paseo y manteniéndose en silencio:

- Lo cierto es que he aceptado su “reunión” – Dijo con rintintin – Porque estaba realmente intrigado por sus avances en la muerte de la señorita Dean.

Castle y Simons estaban al otro lado del espejo de la sala de interrogatorios, viendo como el director del film Dave Acron, se erguía en la silla:

- Por lo visto no han podido coger al tonto de Babcock y han decidido jugar otra carta, ¿Me equivoco?

Beckett seguía en silencio, no era la primera vez que se enfrentaba a un sospechoso que se creía demasiado listo:

- No tienen nada, pero es mejor pasearse con la cabeza alta como si tuvieran la mejor baza de su vida – Rió orgulloso entre dientes - ¿Qué tiene que decirme detective? ¿Qué han descubierto sus chicos?
- Usted no valía nada en la vida de Kim Dean – Continuaba con su tranquilo paseo – En 200 paginas ni siquiera le nombró. No como a Babcock u O’Hara, incluso la chica que limpiaba su piso sale más que usted, y creo entender porque.
- ¿Qué vas a entender tu? - Ella le miró con la expresión de que no tenía permiso para tutearla.

Fuera de esa sala Castle apretaba los puños y se desbrochaba, agobiado, un botón de la camiseta. Nunca se iba a acostumbrar a que alguien pudiera tratarla así. Pero ella le tenía justo donde quería:

- ¿Estaba enamorado de la señorita Dean?
- ¿Señorita? – Soltó una risotada desagradable – Se tiraba todo lo que se movía, y luego era una maldita bruja. Quería tener el control, y lo único que se lo daba era la droga o el alcohol. Era la mayor zorra de todos los tiempos.

Zack se encuadró, también estaba molesto, conocía de primera mano a Kim, la había escuchado llorar, la había consolado y habían hablado durante horas acerca de lo horrible que había sido su padre con ella, o como su madre era alcohólica, como se crió con su abuela que no la quería y la consideraba un estorbo:

- ¿Qué es lo que le enfadó exactamente? – Se paró al otro lado de la mesa, colocó las manos en la misma y le miró entornando los ojos.
- Era incapaz de llegar al plató a su hora, de estar sobria… - Ella le interrumpió.
- Pero lo cierto es que en los últimos tres meses eso cambió, se volvió responsable, profesional…
- Era un puta – Sentenció después de interrumpirla – Sea quien sea le ha hecho un favor a la humanidad, incluso a esa maldito niño.
- ¿Ese fue el motivo?


Esa “reunión” había ido subiendo de tono, y Beckett le tenía contra la espada y la pared. Zack apretaba los puños y su respiración estaba agitada, Castle le sujetaba del hombro, dándole apoyo. Y aquellos instantes en que Beckett había lanzado la pregunta y Acron había agachado la cabeza parecían eternos.

Cuando Acron volvió a levantar la cabeza lo hizo con un gesto que Beckett no esperaba. Quizás era demasiado optimista, pero pensaba que él se iba a derrumbar y a confesarlo todo, pero lejos de eso. Se volvió a encuadrar y sonrió con orgullo, casi con una carcajada marcada en los labios, incapaz de tener los mismos cerrados, y de resultar tan hiriente.

Zack apartó la vista del cristal y se dio la vuelta para no tener que ver a aquel monstruo salir por la puerta y llegar hasta la salida. Beckett le siguió los pasos mientras el abogado pagado por el suegro del director caminaba junto a él sin que se le quitara la sonrisa de superioridad de la cara.

Zack se rompió y Castle no supo que decir. Se frotaba los ojos como si estuviera indefenso en el peor momento de su vida, y fue entonces cuando el escritor entendió que no solo había perdido a alguien a quien amaba, también había perdido a un hijo que ya quería antes de nacer:

- Entiendo que pienses que quiero algo más de Beckett – Había llegado un momento en que la confianza con la detective era tan grande que había empezado a llamarla por su nombre de pila y eso había crispado a el escritor – Entiendo que no quieras perderla, y lo importante que es para ti.
- Tranquilo – Sus ojos huían de los suyos en un vago intento para que nadie lo viera más vulnerable aún.
- Yo…Yo la quería…Quería a Kim – Sollozó – Quería que fuera mi esposa, quería hijos, y alguien me la quitó, y ahora ya no siento más que dolor.

El escritor no pudo más que abrazarle y dejar que se desahogara.


- Quiero sabes hasta que talla de pantalones utiliza.

Esposito y Ryan asintieron y salieron a toda prisa, necesitaba encontrar respuestas, cualquier hilo del que tirar para relacionar al director con la muerte de la actriz.

Castle se acercaba al escritorio, había acompañado a Zack, cuando este se había repuesto, a coger un taxi:

- ¿Crees que podemos tener algo?
- Solo sé que sabía que estaba embarazada, y eso no lo sabían casi nadie.
- Espero que podamos pillar a ese cabrón.
- ¿Cómo esta? – Se sentó en el escritorio, más cerca de él.
- Mal – Se pasó la mano por la frente – Fatal, esta tomando antidepresivos.

Ambos miraron a otra parte y guardaron un instante de silencio:

- Me ha llamado mi padre para ir a cenar a su casa y ver el partido. ¿Posponemos nuestra cena?
- Claro.

que fuerte increíble capitulo me gusta muchas gracias por otra historia

La verdad esq leer este fic es como ver los capitulos, muy reales y muy Castle... Muchas gracias!

Buen capítulo! Como me gusta este fic!!!

Cuando llamaron a las enormes puertas blancas de la mansión de las afueras de la gran ciudad ya sabían de sobra que el director se encontraba rodando en Los Ángeles.

Habían tenido mucha suerte al poder concertar una cita con la señora Acron. Una chica del servicio que se planchaba con las manos la solapa del uniforme les abrió la puerta:

- Buenos días – Dijo con un acento marcado – Acompáñenme al salón, la señora no tardará en llegar.

El escritor dejó que la detective fuera delante. Cuando la chica abandonó el salón, y mientras Castle paseaba aburrido mirando las fotos, Beckett se mostraba serena y con una pose segura, de pie casi en mitad de la habitación:

- A esta mujer le han hecho más veces la cara, que a las camas del Holiday Inn – Murmuró y ella le lanzó una mirada para que dejara la foto de la familia Acron en su sitio.

De la puerta que daba a la piscina entró una mujer en bañador, con un pareo a la cintura, que llevaba una gran pamela, unas gafas oscuras y una copa de margarita en la mano:

- Encantada de conocerles – Estrecho sus manos con su manicura de mil dólares y se sentó en una butaca de diseño, invitándoles a que se sentaran en el sofá de enfrente.

Tras ella entró un hombre más mayor, de pelo canoso y sonrisa reluciente, que parecía el patrón de un barco de lujo:

- Este es mi padre el Dr. Nicholas Moore – Aquel hombre hizo una especie de revencia antes de apoyarse en uno de los reposabrazos de la butaca.
- Tenemos mucha curiosidad acerca de su visita – Se tomó un instante y dejó ver sus relucientes dientes con el contraste de su piel tostada– Cuando Dave volvió de su reunión lo hizo bastante malhumorado.
- No era nuestra intención incomodarle.
- Yo creo que si, ¿Y sabe qué? – Beckett se quedó algo desconcertada – Me alegro, a ese chico hay que ponerle las pilas.

Aquella mujer que permanecía en silencio mientras otro hablaba por ella, parecía que llevaba toda la vida haciéndolo. Su cuerpo esculpido a base de operaciones estéticas dejaba ver una gran inseguridad, y su gesto cansado, daba a entender que no estaba de humor para cuestionar la fidelidad de su marido.

Cuando el servicio dejó el juego de las tazas de té que combinaban con las cortinas, la mujer seguía callada y el hombre ya hondaba en otro tipo de conversación. Así pues mientras Beckett permanecía atenta y participe, Castle se dedicaba a observar. Al fin y al cabo siempre había sido bueno con el lenguaje corporal:

- Lily también pasó por su época rebelde, ¿Verdad cielo? – Pero antes de que contestará siguió hablando – Y cuando vino a casa embarazada de un director de cine independiente, no nos quedó más remedio que abrir nuestras puertas.

Tomó un largo sorbo de té y continuo mirando a Beckett de la misma manera en que miras a alguien apasionado por escucharte:

- Dave es un vago, él insite en llamarse artista, pero no es más que eso. Siempre hay que estar encima de él, promoviendo que se corte el pelo, que se mantenga erguido, etc… Lily tuvo que dejar sus estudios cuando se quedó embarazada de Matty, y menos de un año después estaba embarazada de Annie. Nos costó horrores que volviera a las clases.

Era fácil leer entre líneas, Lily Acron se había quedado embarazada demasiado pronto. Sin oficio ni beneficio, no le quedó más que llamar a la puerta de la casa de sus padres y pedir asilo para los tres. Abandonó los estudios en una de las mejores universidades del país para conocer, en una de las obras en las que se empeñaba en participar para llegar a ser actriz, a un director de cine independiente. Que más tarde sería obligado a casarse con ella y a formar parte de una gran familia, donde no tenía ni voz ni voto:

- No sería la primera vez que Dave engaña a Lily, su hijo pequeño, Sean, es en realidad hijo de la sirvienta.
- Perdone que interrumpa – Castle se aclaró la garganta – Estoy abrumado por su sinceridad.
- Odio a Dave, creo que han notado que no es ningún secreto, pero adoro a mis nietos.
- ¿Y por qué no deja que se vaya sin nada?
- Porque ese pobre imbécil le robó los mejores años de la vida a mi niña – Ella se mantuvo tras las gafas de sol y escondida tras su margarita – Y se ha pasado la vida mintiéndole. Así que no me molesta tenerlo cogido con una correa a la puerta de mi casa, y decirle como de lejos puede mear.
- ¿Tuvo una aventura con la señorita Dean? – El hombre de la sonrisa brillante se colocó bien la chaqueta antes de contestar.
- A veces me cuesta tenerlo atado. Pero a grandes males, grandes remedios. Contraté un detective privado que le sigue los pasos las 24 horas del día, y que me manda un informe al móvil cada 30 minutos.
- Vaya, eso si que es desconfiar – Castle se terminó su taza de té.
- Señor Castle, a veces la gente no quiere lo real.

Daba igual a cuantas operaciones se hubiera sometido Castle estaba seguro de que hacía meses que Acron no tocaba a su mujer, y esta se ocultaba tras unas gafas oscuras para que nadie viera su tristeza:

- ¿Me está preguntando que si creo que la mató? – No se inmutó al decir esas palabras – Puede.

El doctor le entregó a Beckett una copia del informe de la noche en que Kim Dean murió, la dirección del detective, y los datos de la aventura de Acron con Dean.

Golpeó el volante hastiada sin llegar a desaparecer de delante de la mansión:

- No me lo puedo creer – Murmuró.
- Ese hombre está podrido y no solo de dinero – Castle se acomodaba en su asiento – Oh vamos ¿No me digas que te has creído esa chorrada acerca del honor de su hija?
- Es sincero.
- Claro que es sincero, ese imbécil ha intentado quedarse con su patrimonio, y quiere castrarlo antes de que el cáncer le gane el pulso – Ella se quedó desconcertada – Nadie tiene el pelo tan bonito, ni la dentadura tan perfecta, ni la piel tan bien tratada.
- ¿Qué?
- Lleva peluca, los dientes no son suyos, y el morenazo es para que no se noten tanto las manchas en la piel. ¿Rayos UVA en Nueva York? Casi tan inútil como ir en bañador sin ser temporada.
- ¿Entonces?
- Mienten, fue uno de ellos dos.
- ¿Qué? – Cada vez parecía más perdida.
- Te han dado un montón de información para que tires de unos hilos que te llevaran directa a Acron. Meterás entre rejas a un imbécil, pero no a un asesino.

Castle siempre muy observador, muy bueno!!!

genial capitulo

ME ENCANTAAAAAAAAAA
ME LO HE LEÍDO DEL TIRÓN!!


QUIERO MÁS!

ME ENCANTAAAA!! QUIERO MAS!!!!
Esta super bien, de las mejores historias que he leido sin duda. gracias! =)

Ella recogía su escritorio mientras él la esperaba. Aquello pintaba bien, ella invitándole a cenar en su casa, y él comprando una buena botella de vino para celebrarlo:

- No puedo creer que todavía exista gente como Acron.
- Te sorprendería la de gente que tiene una aventura y después vuelve a casa con su mujer y sus hijos y dice: “¿qué hay de cena?” – Ella se mordió el labio inferior dándole un ultimo vistazo a la pizarra.
- ¿Crees que podremos sacar algo con lo que inculparles? – Se acercó a donde él la esperaba.
- Espero con ansias el momento en el que les pongas las esposas.


Aquel tipo no parecía ni peligroso y un detective experimentado como los de las pelis. Estaba claro que no esperaba encontrarse con un apuesto doble de 007, pero aquel tipo ni siquiera llegaba al metro sesenta. Mascaba chicle como si deseara tener un cigarro en la boca todo el tiempo, y a penas paraba quieto un segundo:

- Entonces señor Noce, ¿Acron mató a Kim Dean? – Aquel tipo recogía papeles mientras Castle y la detective estaban sentados observándole.
- Ya se lo he dicho, esta todo en el informe. La noche que Dean murió Acron fue a buscarla pero nadie le abrió la puerta.
- ¿Sobre qué hora?
- Deberían de ser las dos de la madrugada o así.
- Eso es muy tarde para una visita de cortesía – Castle intentó que Noce se relajara.
- Había estado tomándose varios lingotazos en el bar de la esquina, supongo que intentando encontrar el valor para tocar al timbre.
- ¿Y simplemente, se fue a casa?
- Miren, después de seguir durante 2 años a ese patan solo les puedo decir que el rollo ese bohemio funcionaba en los 60, ahora es como si se hubiera quedado anticuado.
- ¿Eso quiere decir que…? – El escritor no tenía ni idea de donde quería llegar.
- En algún momento, hace tiempo, fue un rompe corazones, pero en los últimos 5 años, no tenía ninguna aventura, y no porque su suegro le comprara un collar de perro con su nombre, si no porque había dejado de resultar atractivo – Miro a Beckett como si ella le entendiera mejor – Se esta quedando calvo, necesita gafas, y esta desarrollando una postura totalmente anti erótica – Se rió buscando algo en sus cajones.
- ¿Entonces…? – Aquel tipo para ser tan nervioso se andaba demasiado por las ramas.
- Kim Dean era su ultimo tren para sentirse el hombre más deseado del planeta, y ella simplemente le usó. Para que me entiendan, no sé si han visto a su mujer. Ella realmente se ha esforzado para que él la mire, realmente ha intentado seducir a un hombre que la dejó embarazada sin querer.

De repente se paró, y con gesto cansado se sentó en la silla tras su escritorio, cosa que el escritor y la detective agradecieron:

- Se enamoró de ella, y ella no le devolvía las llamadas. El cazador, cazado. Se pasó gran parte de su vida dejando mujeres de una sola noche atrás y ahora le habían dado con su propia medicina.
- ¿Y qué hizo?
- Se fue a la colina…
- ¿Y? – Castle estaba demasiado intrigado.
- Lloró como un bebe, supongo que consciente de su mala suerte, al tener que envejecer al lado de una mujer que no ama – Castle tuvo que taparse la boca para no reír.
- Esta seguro que en ningún momento de la noche el señor Acron volvió al apartamento.
- Estoy tan seguro que casi le compro yo mismo los kleenex. Lloró como un bebe y volvió a casa arrastrando los pies.
- ¿Y qué nos dice de el doctor y su hija?

Noce tomó aire.

Oiiis síguelooooooo!! ^^

Formaron un corro con la información nueva entre las manos:

- Así que ese detective ha aclarado lo del informe.
- Si, y ha confirmado lo que esperábamos. Supongo que el Doctor Moore, y su hija no esperaban que él tuviera copias de los informes que entrega.
- Ni que fuera tan profesional – Ryan levantó una ceja mientras seguía leyendo el informe y Castle ya se sabía de memoria.
- El tío es muy minucioso ¿Eh? – El escritor sonreía – Dejó claro que le gusta hacer bien su trabajo y esos informes solo lo confirman.
- Lo que no entiendo muy bien es ¿Por qué investigo también a la familia?
- Dejo claro que no era la primera vez que investiga a alguien y resulta ser el peor de sus males, así que prefiere cubrirse las espaldas. De ahí que sea tan minucioso.


Cuando el señor Acron volvió a cruzar las puertas de la comisaría ya no lo hizo en calidad de sospechoso, y aún así no terminaba de fiarse del todo. Como si todo aquello fuera demasiado:

- Detective – Se quedó allí de pie, y ya no parecía aquel hombre de mirada fría y arrogante.
- Pase a la sala, allí estaremos más cómodos – Dejó que Esposito le acompañara dentro.
- Ahora si que veo todo lo que decía Noce.

Ella también podía verlo, igual que Castle. Quizás después de todo puede que Acron también tuviera corazón, y también se lo hubieran roto.

Ella aguardó un segundo antes de empezar a hablar, quizás aquel hombre lo único que necesitaba era un poco de sinceridad:

- ¿Me va a volver a preguntar si yo la maté?
- No – La expresión de ella tampoco era la que tenía la otra vez, era algo arriesgado mirarle con esa especie de ternura – Estoy convencida de que estaba enamorado de ella, pero ella le usó.
- Y es normal que se sintiera traicionado – Castle puso las manos sobre la mesa.
- ¿Saben? Cuando empecé la universidad pensaba que me pasaría el día rodeado de actrices que se moriría por trabajar conmigo y acabar en mi cama – Rió con desgana – Supongo que la vida nunca es como uno se la espera.
- Sabemos que estuvo en su puerta la noche que la mataron – Él parecía algo sorprendido.
- Llevo tiempo sospechando que el viejo Nicholas me ha puesto a alguien para que me siga, por eso fui tan cuidadoso y arriesgado con Kim.
- ¿Qué pasó? – Castle también se mostraba comprensivo y aquel hombre ya no se parecía en nada al que había estado sentado allí mismo.
- Odio a mi mujer – Tomó aire – Amo a mis hijos pero odio a esa zorra que me ha encerrado en una jaula solo para que la entretenga. Es su venganza por joderle sus estudios de medicina. La niña de papa no siguió sus pasos y ahora esos dos quieren ver como me deshago poco a poco, pero les juro que yo no maté a Kim.

Parecía obvio ver como aquel contrato blindado y su vida desganada había hecho de él alguien que no quería ser:

- Su padre se conformó con que estudiara enfermería. Pero nadie se separa de ella, eso su padre me lo dejó claro desde el primer día – Suspiró alto y bebió agua para continuar – Admito que al principio fui un pésimo marido y un peor padre, intenté tirarme todo lo que se movía, pero cuando renovamos nuestros votos, y ese mamonazo me obligo a firmar la cláusula, solo me he estado marchitando. Y supongo que eso las mujeres lo huelen, porque no se me volvió a acercar ninguna. Pero de repente Kim dejó de comportarse como una bruja y a ser tierna conmigo. Y…demonios, ¿Cómo no caer? Era preciosa, y un cielo y yo…
- ¿Le dijo que estaba embarazada?
- Me dijo que ya tenía de mi todo lo que quería y que hiciera el favor de dejarla en paz.
- ¿Le dijo que era suyo?
- No, me dijo que era de Simons, que daba igual quien fuera el donante de esperma, ella iba a jurar hasta la tumba que el bebe era de Simons. Y yo me lo tomé fatal. Me emborraché y volví a casa, y se me fue de las manos.

Se quitó su alianza y la puso encima de la mesa, como si ese gesto fuese común en él:

- Le dije a mi mujer que ya no la aguantaba más, que estaba harto, que se podía quedar todo el dinero, y hasta mi jodida alma – Se iba alterando dejándose llevar por el rencor – Y que me iba a marchar. Hasta saqué la maleta.
- ¿Por qué no lo hizo antes? – Al fin el escritor volvía a participar en la conversación.
- Al principio el lujo, los coches caros, las casas con piscina, son mucho más atrayentes que la honradez y los principios…Pero luego ya no tienes honradez ni principios y todo lo demás te aburre.
- ¿Qué dijo su mujer? – Beckett buscaba seguir la línea de la investigación.
- Nada, ella no habla, se queda ahí, te mira fijamente y llama a su padre. No saben cuando me arrepiento de haberme emborrachado en aquella fiesta en la universidad y que me la presentaran. No hay día que no me quemen las tripas.

me gusta el capi

Buen capítulo!!! A ver quien termina siendo el asesino... No me fio en el padre xD

Eso si que es odiar a tu cónyuge... u.u