Fin de Semana en Los Hamptons

Castle abrió cuidadosamente la puerta que daba a la terraza esperando que nadie los viera salir. Respiraron profundamente y salieron tan calmados como entraron, intentando olvidar lo ocurrido en aquel lugar.
-Al parecer nadie nos vio- Comentó victorioso caminando a paso seguro.
Pero Beckett pudo ver a lo lejos que alguien los observaba. Era una mujer vestida del mismo color de la servidumbre, que en un abrir y cerrar de ojos desapareció sin más.
-¿Viste eso?- Preguntó Beckett ignorando el comentario de su compañero.
-¿Qué?- preguntó dándose cuenta del cambio de expresión de Kate.
-Alguien nos acaba de ver.- Indicó con una mirada el lugar donde estaba la mujer hacía unos segundos.
-¿Estás segura?- Preguntó al no ver nada.
-Segurísima.- Afirmó centrándose al medio de la terraza en dónde había unas parejas bailando.
De pronto Will se acercó a ellos solitario con ánimos de conversar.
-¿Han podido averiguar algo? Me di cuenta de que abandonaron la terraza por un momento- Comentó en tono discreto
-Bueno, la verdad…
-Nada Sr. En cuanto sepamos algo se lo comunicaremos. –Interrumpió dejando a Castle con las palabras en la boca.
-Gracias Kate- Dijo con tono apagado.
-Will querido, ahí estás. –Dijo su mujer integrándose al grupo. –Es la hora de tus remedios. –Recordó llamándole la atención. –Karen te espera en tu despacho.
- Ya voy, Ya voy. –Respondió Will, disculpándose con Castle y Beckett y marchando con su señora rumbo a su despacho.
Castle cogió dos copas de champaña de la bandeja de un mozo y le dio una a Becket.
-¿Por qué no le dijiste lo que viste?- Quiso saber
-Castle, ese hombre está destrozado pensando que alguien de su familia quiere matarlo, no puedo decirle que me parece haber visto a alguien sospechoso. Necesito algo más concreto. – Explicó rápidamente al ver que Matt y su mujer se acercaban nuevamente a ellos.
-Kate –llamó Matt sonriente acercándose. –Espero que tu novio no se moleste porque te saco a bailar. –Miró a Rick esperando su consentimiento.
-No lo creo.- sonrió Kate algo incómoda y accediendo a tomar su brazo.
-Siempre y cuando tu no tengas inconvenientes de que yo baile con tu mujer. –sonrió Castle.
Matt simplemente negó con la cabeza. Y ambas parejas se ubicaron junto a otras que lentamente se movían al ritmo de la música.
-Asumo que lo tuyo con Rick va en serio. –Comento Matt rompiendo el silencio.
-¿Por qué lo dices?- Preguntó sonriendo ante el tema de conversación.
-Bueno del tiempo que conozco a Rick, nunca había presentado a alguien tan seriamente como su novia. Espero que no te moleste pero las únicas dos veces fueron posteriormente sus esposas. –Concluyó tratando de no incomodarla.
- Si, bueno, tal vez ha cambiado. –Trató de llevar la conversación a lo menos personal posible.
- Eso ya lo veo, es cosa de mirarte. – Rio.
-¿De mirarme?- Sonrió contagiándose.
-Sí, las anteriores seguían un patrón. Ya sabes. Rubias, celebridades en busca de fama. Tú pareces diferente. Real. Una mujer que lo trae de vuelta a la tierra. – Kate de pronto dejo de bailar para poner todos sus sentidos en la explicación del hombre. – Yo soy escritor y como escritor dejo que mi mente vuele, y mi mujer es la que me trae de vuelta a la realidad. Por eso me enamoré de ella. Es mi otra mitad, mi complemento. -

Kate siempre había querido saber la razón por la cual Castle había decidido trabajar con ella en el precinto. Y tal como Esposito le había mencionado, esa razón iba más allá de investigaciones para sus libros. Beckett volvió su mirada a Castle. A sus ojos. Su sonrisa. Y sintió que todo estaba mucho más claro.

-No me extrañaría que terminen como nosotros – Añadió volviendo a captar toda la atención de Kate.
-Castle y yo… nosotros no hemos… hablado de matrimonio. –Respondió nerviosa.
-Tampoco lo habíamos hecho nosotros hasta dos semanas antes de casarnos.- Sonrió.

Beckett no dijo nada más, el tema la distraía de lo que andaba haciendo realmente en ese lugar.
Continuó bailando con Matt, hasta que la canción finamente terminó. Castle caminó hacia ellos con Emma del brazo. Kate lo seguía con la mirada, pensando en lo que Matt había dicho.
Castle subió la mirada y se encontró con la de Kate y pudo ver la misma expresión de aquel día cuando hablaban en el precinto, minutos antes de que partiera a los Hamptons con Gina.

-Un gusto Emma. –Dijo Castle soltándola del brazo.
-Siempre es un gusto Rick. –Sonrió ella amistosamente.
Matt repitió el gesto pero sólo con gestos agradeció a Kate. Se despidieron y salieron de la terraza rumbo a sus habitaciones tal como otras parejas habían hecho.
Beckett contemplaba la vista a la playa de aquella terraza. La vista era como una pintura, de esas que vale la pena comprar.
Castle la tomó de la mano, y con una vuelta la obligó a acercarse a él y bailar. La tomó por la cintura y ella por encima del hombro y continuaron así durante unos segundos, en completo silencio.
-¿Qué es lo que haremos mañana? – preguntó Castle rompiendo el hielo.
- Hablaremos con la gente que nos falta, la enfermera y el socio. Al menos hoy podemos descartar a uno. – Explicó mientras seguían bailando lentamente.-
-Esto es como una mala partida de Clue.- se lamentó. –Lo bueno es el baile. –Halago discretamente.
Beckett desvió la mirada, tratando de pasar por alto el comentario. Y ahí estaba otra vez la mujer que los había visto antes. Los observaba sólo a ellos e ignoraba al grupo de mujeres conversando y al grupo de hombres bebiendo y fumando sus puros
-Castle, ahí está la mujer de nuevo. –Dijo dando vueltas rápidamente para que Rick pudiera verla.-Está junto a la ventana de la cocina.
Castle fijó su vista en la dirección que Beckett le dio y efectivamente pudo ver a una mujer que los miraba fijamente.
-Tal vez solo espera a que nos vallamos para poder limpiar este lugar. –Trató de bajarle el perfil.
Beckett negó con la cabeza.
-No lo creo. – admitió.
- ¿Crees que Will esté en su despacho?- Preguntó Castle con una idea en mente
-No lo creo, se veía agotado.- trató de leer los ojos de Castle.
-Vamos. –dijo sin más.

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Kate siguió a Castle tratando de hacer el menor ruido posible con sus zapatos. Caminaron por el pasillo en donde estaban colgadas las fotos, pudieron darse cuenta de que iban bien encaminados.
Castle se detuvo frente a una puerta, e intentó abrirla. Pero estaba con llave. Le dedicó una mirada a Beckett y esta se acercó, rápidamente busco algo en su bolso, lo metió en la cerradura y en dos tiempos la puerta estaba abierta.

-¿Cómo hiciste eso?- Interrogó Castle. Beckett le dejo ver un pequeño y alargado artículo, sonriendo.
-¿Qué buscamos acá, Castle?- Kate lo miraba mientras comenzaba a abrir los cajones del escritorio.
- Recuerdo que una vez hice una gran fiesta en mi departamento hace un par de años. Había mucha gente invitada. Celebridades, autores, actores, entre otros.- Beckett esperaba atentamente la explicación de “hacia dónde iba todo esto”. – un total de 65 personas. –Calculó.- El asunto es que necesitaba gente para atender a mis invitados, que tuviera todo listo cuando ellos llegaran, que los atendieran mientras estuvieran ahí y que limpiaran todo cuando se hubieran ido. –Beckett seguía esperando. – Llamé a una agencia y me enviaron a un staff de personas, pero antes me enviaron una ficha con sus nombres y especialidades. –Concluyó finalmente como si fuera obvio.
-¿Tú crees que en algún lugar hay una ficha de aquella mujer?- trató de seguirlo.
-Así es.- contestó
-Podemos buscar a esta mujer y enviarle los datos a Esposito, a lo mejor nos puede decir algo más.- Pensó en voz alta mientras Castle cerraba el último cajón y comenzaba a revisar los estantes.

Beckett miró sobre el escritorio y de pronto vio una carpeta que tenía la fecha del día en su portada. La abrió y leyó con letras claras y grandes “servicios”. Miró a Castle, que estaba tan entusiasmado buscando, que había olvidado mirar delante de su nariz.

-Creo que encontré algo. –Dijo Beckett mostrándole la carpeta al mismo tiempo en que Castle tomaba otra del estante.
Beckett comenzó a hojear las fichas de las personas trabajando, pero por lo visto parecía que toda la gente era gente de mediana edad. Al mismo tiempo Castle hojeaba pacientemente la carpeta que tenía en sus manos.
-No, creo que hemos fallado, no está dentro de esta carpeta. Debe haber otra en aquel lugar. –Beckett levantó su mirada para ver a un Castle con la mirada totalmente perdida en su lectura. - ¿Castle?
-Laura Harrison. –Dijo entregándole su carpeta.
Beckett la abrió y vio una pequeña foto de la mujer hace varios años atrás. Castle miró la siguiente ficha para darse cuenta de que era Karen Robinson, la enfermera personal de Will.
-Laura Harrison es la madre del socio de Will, Chris.- Ambos se miraron tratando de buscar una explicación.
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Al cabo de un rato, escuchando teorías del porqué Laura los tenía en la mira, Kate y Rick salieron del despacho camino a su propia habitación. Kate pasó una mano por su brazo tratando de quitar la capa de frío que la invadió de pronto. Castle se puso frente a ella sobresaltándola. Se quitó la chaqueta y la puso sobre sus hombros. Kate miró fijamente a Castle y agradeció el gesto. Rick sólo sonrió y como acto reflejo Kate comenzó a acercarse poco a poco, lo que tentó a Castle a acercarse aún más. No había contacto, ninguna parte de sus cuerpos se tocaban, y sus vistas estaban clavadas en los labios del otro. De pronto el sonido de una puerta abrirse hizo que Kate subiera su vista hasta los ojos de Castle y se arrepintiera en el último minuto de lo que iba a ocurrir.
-Buenas noches.- Se despidió uno de los hombres que quedaban en la terraza cuando ellos se fueron.
-Buenas noches.- Respondió Rick con las manos en los bolsillos maldiciendo la interrupción.
El hombre cerró la puerta de su habitación y una vez más eran solo los dos en el largo pasillo.
-Creo que mejor seguimos caminando.- Indicó Beckett tratando de ignorar lo que ahí había pasado.
-Sí. – Fue lo único que articuló Castle.
Caminaban a paso lento en completo silencio hasta llegar a su puerta. La abrieron y ahí estaba LA cama que debían compartir. Habían estado tan ocupados que habían olvidado totalmente el “nuevo” problema que los aquejaba.
-¿Te molesta compartir la cama?- Preguntó evitando mirarla.
-Sí. Pero no sería justo que yo durmiera solamente en ella. Somos adultos.-Dijo tratando de convencerse a sí misma en que no había nada de malo compartir la cama con él. – Además no hay sillones.
-De acuerdo.- Dijo mientras Beckett tomaba sus cosas para ir a cambiarse al mismo cuarto dónde lo había hecho antes.
Castle se quitó la camisa quedando en una sudadera blanca y cambio su pantalón por un pantalón a rayas delgado. Colgó sus cosas y se recostó boca arriba.
A los pocos segundos Beckett salió del baño con un pantalón y una polera poco llamativos. Colgó sus cosas y ocupó el lugar desocupado. Se recostó en la misma posición que Castle, se arropó hasta la cintura y estiró su brazo para apagar la lámpara de la mesa de noche. Por enésima vez en el día estaban a oscuras y lo único que se escuchaban eran sus respiraciones. Castle intentó cerrar los ojos pero la presencia de Beckett a su lado lo perturbaba. Quería darse vuelta, pero temía que un movimiento brusco la pondría en alerta. Así que comenzó a deslizarse sobre su costado poco a poco para quedar sobre su costado izquierdo.
Kate sonrió en la oscuridad ante la actuación de Castle. Se preguntaba si era natural o si lo hacía simplemente para causarle gracia.
-¿Castle, Que estás haciendo?- Castle sonrió al darse cuenta del tono divertido de Kate en su pregunta.
-Me doy vuelta. –respondió imitando un tono serio
-Solo hazlo.- Permitió.
Castle accedió, y le dio la espalda y volvió a cerrar los ojos tratando de dormir. Beckett estiró sus piernas y se volvió al lado contrario de Castle e intento hacer lo mismo.
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Eran eso de las 5:30 am cuando los primeros rayos del sol iluminaban la cara de Castle. Intentó abrir los ojos, pero el sueño y la comodidad de la cama eran más fuertes. Recordó de pronto que tenía compañía y el solo susto de poder estar invadiendo el lugar de Beckett lo hizo despertar de golpe.
Miro hacia al frente y ahí estaba ella, a solo un par de centímetros de él. Sus cuerpos estaban lo más cerca posible, pero sin ningún contacto. La contempló un par de segundos antes de mirar el reloj de la mesa de noche para ver la hora. Su respiración parecía algo apresurada para una persona que duerme. Aunque su expresión denotaba tranquilidad.
Sin previo aviso, de su espalda provino un estridente sonido que termino de despertar a ambos por completo. < ¡Papá, Papá, Papá!>
Los ojos de Beckett se abrieron de par en par, y lo descubrió ahí mirándola detenidamente.
-¿No vas a contestar?- Preguntó ella al ver que Castle no dejaba de mirarla.
-Hey, cariño. –Dijo contestando rápidamente.
-Sí, bien. Bueno ya sabes….
-Seguro, ¿Por qué no?....
-¿Cómo están?...
-No lo dudo….
De acuerdo, Dile hola a tu abuela por mi…
De acuerdo, te quiero.
Adiós
Castle se volvió a Beckett quién permanecía mirándolo con la misma expresión que él a ella antes de que sonara el móvil.
-Buenos días. –Saludó Rick como si hubieran despertado miles de veces así.
-Buenos días. ¿Qué hora es?- Castle miró de nuevamente la pantalla de su celular.
-5:35, justas. ¿Cómo dormiste? –Quiso saber si es que en algún momento de la noche había invadido su espacio en la cama.
-Bien. – dijo al momento en que Castle tomaba sus cosas para tomar una ducha y vestirse. – Hubiese dormido mejor si no hubieras roncado.- Lo encaró intentando parecer disgustada.
-Ha!, yo no ronco. –Se defendió
- ¿Ah no? ¿Y me puedes decir que es esto? – Beckett tomó su móvil de la mesa de noche y le dio play a una grabación.
-¿grabaste mis ronquidos?- Se detuvo a escuchar sus ronquidos.
-Sí, tenía la impresión de que me lo ibas a negar. – Dijo volviéndose y mirando al techo.
-Bueno, deberías saber que tu respiración cuando duermes no es normal.- Acusó también para no quedarse sin decir nada.
-¿Cómo que no es normal?- Se ofendió.
-Sí. Respiras demasiado rápido. Y te mueves demasiado. – Dijo entrando sin más al baño para ducharse.
Kate quedó mirando la puerta cerrada con una sonrisa. Lo que le hizo pensar que “tal vez”, sólo tal vez, debería darse la oportunidad de despertar así más seguido.
Al cabo de unos cuantos minutos, Castle salió del baño dejándolo habilitado para Beckett. Ella tomó sus cosas y entró, mientras Castle salió de la habitación.
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Richard se dirigió solo a la terraza en busca de Will, quería hacerle unas preguntas acerca de su relación con la mujer que trabajaba tiempo completo en aquel lugar. En el inició del pasillo había un hombre que le indicó que el desayuno era en el salón del lugar y que Will ya se encontraba ahí. Castle agradeció amablemente y se dispuso a encontrarlo.
Para cuando llegó al salón, Había tres o cuatro parejas tomando desayuno, sin contar a Will y su esposa quienes se encontraban en una mesa algo alejados del centro del salón. A medida que se iba a cercando a ellos, se dio cuenta de que Will y su señora compartían su mesa con una mujer rubia que estaba de espalda y conversaba con ellos como si se conocieran de toda la vida.
Al verlo acercarse, Will se disculpó con las dos mujeres y se apresuró a él.
-Will. –Saludó con un apretón de manos.
-Richard, me temo que tenemos un problema. – Dijo con tono preocupado y guiando a Richard en frente a la mujer con la que conversaba animadamente.
Richard miró a la mujer que tenía enfrente y sintió como si un balde de agua fría le hubiera caído por la espalda.
-¿Rick?- Llamó ella algo aturdida.
-Gina. – Frunció el ceño sintiéndose atrapado.

CONTINUARA...