(+18) La primera noche
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Re: (+18) La primera noche
Espero que no dejes nunca de escribir María porque es una maravilla leer lo que escribes. Los capítulos que más me gustan casi siempre suelen ser los del viaje de esta parejita, me encanta como describes cada ciudad que visitan, casi puedo imaginarme andando por esas calles de Roma. Fue gracioso imaginarme a Kate con ese reloj de pinocho, parece que el viaje los ha devuelto a la infancia, bueno, más bien la ha devuelto a ella porque él siempre está en la infancia jaja
Estupendo María, continualo pronto
Estupendo María, continualo pronto
______________________
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Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: (+18) La primera noche
Maria me encanta como siempre! Adoro tus capítulos con romanticismo y rutas turísticas al mismo tiempo eres grande!!
cris_beckett- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 33
Localización : Madrid
Re: (+18) La primera noche
Me gusta mucho!! En el último trozo la ilusión de los dos se contagia!! gracias por hacerlo posible!
Zeny_Mackenzie- Moderador
- Mensajes : 1226
Fecha de inscripción : 07/06/2011
Edad : 41
Re: (+18) La primera noche
Jorja escribió:Hermoso capítulo! Kate toda infantil jajajaja quiero conocer esa tienda!
La tienda se llama Bartolucci. No sé si donde vives la hay, pero por internet hay algunas fotos, como estas =). Te pondría las que hice yo este septiembre, pero no se subirlas -.-
La moto te deja con la boca abierta por los detalles.
En la última foto se ve el reloj de Pinocho. Era monisimo y se lo compramos para el bebé de una amiga, además tirando de la cuerda sonaba una nana. Otra cosa graciosisima que compramos para mi prima era una especie de lapicero con el muñeco y letrerito que ponía "Cuando se me cae el diente, una moneda". Era un vaso para dejar los dientes para el ratoncito Peres Me enamoré, quien pudiera ser niña de nuevo
PD:Gracias a todos por comentar, iba a responderos uno a uno, pero seguro que preferís que escriba la próxima escena, sobretodo alguien
Re: (+18) La primera noche
Wow, que buena tienda! Acá del otro lado del charco no se si habra (se que en mi ciudad no hay)... Creo que no me va a quedar otra que ir algún día a Europa ... Gracias por mostrar la tienda!
En espera de la siguiente escena! =)
En espera de la siguiente escena! =)
Re: (+18) La primera noche
Ánimo María, sigue escribiendo, aunque con el calor que tiene que estar haciéndote .... ufss.... doble ánimo...
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: (+18) La primera noche
Anver escribió:Ánimo María, sigue escribiendo, aunque con el calor que tiene que estar haciéndote .... ufss.... doble ánimo...
Calor en Andalucía??? que va hombre se está tan a gustito,,,, XDDDD Gracias Anver, aunque en Madrid también tendreis lo vuestro
Re: (+18) La primera noche
Este tiene que ser para Skyscraper, no podía ser de otra manera. Espero que lo disfruteis, me ha costado varios vasos de agua fría y un día entero escribirlo. Si os gusta comentad, que es gratis!
Es de noche, Rick no ha cumplido su promesa de subir las temperaturas, y eso es raro, muy raro… hemos bajado a cenar y dado un paseo, la Piazza Navona es preciosa de noche, con las fuentes iluminadas. Hemos comprado una lámina pintada a mano, que refleja la belleza de Roma y luego nos hemos tomado un helado en una de las innumerables heladerías romanas. Ahora volvemos a estar en el hotel, en el ascensor, subiendo. Está muy callado, puede que esté cansado, lo tomo de la mano y se la acaricio. Tarda unos segundos en responder a mi caricia, pero cuando lo miro a los ojos me pierdo en ellos. No veo cansancio, fatiga ni nada por el estilo y tampoco veo el azul claro, no, lo que hay es algo muy distinto, lujuria.
Desde que salimos de la juguetería he tenido que luchar conmigo mismo para no abalanzarme contra ella y arrancarle la ropa, pero he conseguido mi propósito. Hoy voy a devolverle un poco de todo lo que ella me está regalando, quiero darle una noche especial, pero sus constantes susurros, sonrisas y caricias no me ayudan. Esa caricia ha vuelto a despertar todas las células de mi cuerpo, pero ahora no importa, es de noche, por el balcón de nuestra habitación se ve la luna llena y con suerte en el hotel se han ocupado de todo lo que encargué. Ha llegado el momento de darle esa noche. Hoy no importo yo, solo ella.
Se coloca detrás de mí cuando salimos del ascensor, sus manos en mi cintura y murmura. –Gracias por compórtate como una niña para hacerme sentir bien, eres extraordinaria. –Quiero responderle, decirle que no me tiene que dar las gracias, pero no me deja hablar, siento su aroma, es excitante. –Esta noche es para ti Kate, quiero que la grabes en tu memoria para siempre. –Creo que eso va a ser fácil, caminamos por el pasillo, llegando a la puerta de nuestra suite. –Abre la puerta, sin soltarme y me hace caminar hasta el centro de la estancia. -¿Confías en mí? –He oído demasiadas veces esa frase en este viaje, pero nunca como ahora. Su voz es ronca, sexy y a la vez, tierna y romántica. Asiento sin dudarlo. –No te muevas de aquí. –Va hacia el dormitorio y vuelve con un pañuelo de seda, malva. Lo interrogo con la mirada, me sonríe. –Quítate los pendientes, cariño. –Obedezco y los dejo en la mesa que está junto a nosotros. Me besa suavemente, mordiendo mi labio y me pide que me dé la vuelta.
Noto cierto nerviosismo en ella, acaricio suavemente sus hombros. –Tranquila amor, esta noche va a ser única. –Dejo su cabello a un lado y coloco el pañuelo en sus ojos, no aprieto, solo lo suficiente para que no se caiga. Agito un par de veces la mano delante de ella, que no inmuta. No ve, perfecto. Oigo su respiración acelerada. Beso sus hombros. –Deja que te guíe. –La llevo hasta la habitación y la ayudo a sentarse en la cama. –Este olor… es agradable… -Murmura. Sonrío y la beso, lo sé, respondo. Me agacho a su lado y le quito los tacones, acariciando sus pies, la oigo suspirar de alivio. Miro el vestido, corto, turquesa, escotado, otra muestra más de sus métodos de tortura. Me río. -¿Qué?
-Eres irresistible. Y lo peor es que lo sabes. –No contesto, siento sus manos corriendo por mis piernas y no puedo hablar. Me quita el vestido lentamente, sin ninguna prisa, la temperatura aumenta varios grados, sus manos pasean por mi cuerpo y lo encienden. Lo oigo suspirar. –Dios Kate, me lo estás poniendo difícil. –Supongo que se refiere a mi lencería, ojalá pudiera ver su cara ahora mismo, pero estoy cegada y es… excitante. Escucho un ruido, algo cae al suelo y creo que es su cinturón, unos segundos después se echa sobre mí, solo lleva sus bóxers de seda. Su piel está ardiendo, igual que la mía. –Hoy voy a ser tu amante, Kate, te voy a llevar al límite, voy a volverte loca, voy a reclamar tu cuerpo como mío y tú, tú vas a rogar para que esta noche no acabe nunca. –Mi cuerpo estalla en llamas.
-Estás ardiendo… -Es puro fuego. Cada centímetro de su piel es una pequeña muestra de su excitación. Le quito el sujetador, sus pechos, endurecidos, cremosos, contrastan con el suave bronceado que ha adquirido. Los acaricio y se agita. Me deshago de la última prenda que la cubre y ahora sí, ya tengo a mi diosa lista para esta noche. Cubro todo su cuerpo con el mío, hablo en su oído. –La clave para ser un buen amante es fijarse en los detalles, oír a tu compañera, escuchar sus gemidos, sus suspiros, sentir su cuerpo arquearse, memorizarlo todo… pero contigo Kate… todo tu cuerpo se centra en el placer… y hoy, amor mío, voy a recorrerlo por completo.
No puedo más, necesito que deje de hablar y haga algo. Y de repente siento como va cumpliendo su promesa. Su lengua se desliza por mi cuello, sus labios dejan besos, sus dientes muerden con suavidad, bajan lentamente por mis pechos, quiero que se centre en ellos, pero tiene otros planes, se limita a morderlos unos segundos y continuar su erótico viaje. Quiere volverme loca, siento que voy a empezar a arder. Besa mi abdomen, mi ombligo, su lengua hace círculos alrededor, gimo. Viaja por mis piernas, sigue dejando rastros de saliva en todo mi cuerpo y luego vuelve a ascender, hasta llegar a mis labios. Me besa suavemente, pero necesito más y lo atraigo, acariciando su pelo, profundizo el beso, mi lengua juega con la suya, sus dientes se chocan con los míos, nos quedamos sin aire, se separa. –Date la vuelta.-Susurra. Obedezco y empieza de nuevo, deja pequeños rastros de fuego en mis hombros, mi espalda, me hace estremecer. Muerde mis nalgas, juega con ellas, sigue bajando, me arqueo, no quiero suplicar, se ríe sobre mi piel y vuelve a besarme hasta que de nuevo llega a mi cuello, me hace girar. –Tu cuerpo es mío Kate, todo mío. –Sí, mi cuerpo es suyo, y el suyo es mío. –Rick…
No contesto, me limito a besar de nuevo sus pechos. Gime de placer, paro, suelta un gruñido de frustración, sonrío. –Me gustan tus pechos Kate, quiero saborearlos… -No responde, pero se arquea, es una invitación. Este juego está consiguiendo lo que quería, que ambos perdamos la cordura. Beso y muerdo uno de ellos, pellizco el otro, solloza, sonrío y continúo. Saben a cerezas y son sensibles, muy sensibles. Me centro en ellos, me olvido de todo lo demás. Su respiración empieza a agitarse, sus gemidos acarician mis oídos, es demasiado y quiero liberarla. Muerdo con fuerza de nuevo, pellizco y ahí es mía y a la vez, libre.
Me cuesta unos largos minutos volver a la realidad y controlar mi respiración. Él ha notado mi cuerpo temblar, mis labios gemir y gritar su nombre al mismo tiempo, pero yo no. He perdido el sentido, con él cada orgasmo es único, irrepetible e intenso, tanto como para olvidarme de mi nombre. Me siento mareada, aún sigo temblando. Cuando puedo volver a razonar me doy cuenta de que ya no está sobre mí, está tumbado, a mi lado, tiene cogida mi mano y me la acaricia suavemente, haciendo círculos con el pulgar. -Eres sorprendente. –Comenta. Pero no puedo responder, mi cerebro se ha desconectado con el resto del cuerpo, no puedo pensar ni hablar. Ahora mismo, solo hay una cosa que quiero, o mejor dicho, solo hay un escritor al que quiero.
Parece más tranquila, perfecto, porque esta noche va a ser así. La necesito completamente relajada para que se centre en mis movimientos. Me echo de nuevo sobre ella, que suspira. –Rick, te necesito, por favor. –¿Mi diosa rogando? No está mal… -Aún no cariño… esta noche no ha acabado. –Si no estuviera vendada me echaría una de sus miradas, lo sé. Se cruza de brazos. -¿Y bien?, ¿vas a hacer algo o no? –Impaciente… la miro con malicia y murmuro. –Sienta bien que ruegues… es agradable para variar. –Aprieta los dientes como una niña pequeña. Infantil… Beso su cuello y muerdo el lóbulo de su oreja. –Vamos mi amor, dame ese gusto… te compensaré… -Acaricio distraído su clítoris y sus caderas vuelan, literalmente, de la cama ante el suave toque. Siento como palpita, está caliente y húmedo, muy húmedo. -¿No? –Niega, es testaruda. Suspiro y dejo de acariciarla. -Es una lástima, te hubiera gustado… -Comento con falso pesar y con arrogancia. –Castle te juro que te voy a mat… -Aprieto mis labios con los suyos, haciéndola callar. –No se le dice esas cosas a un amante. –La reprendo, divertido. Me encanta verla así, desesperada, furiosa, excitada y a la vez, tan enamorada. Pero de repente veo algo más, malicia. Su mano vuela con rapidez, entra sobre mis bóxers y aprieta mi erección. Suelto un gruñido de excitación. –No hagas trampas, preciosa. –Cojo su mano y aunque me muero porque siga acariciándome así la coloco por encima de su cabeza, sujetándola junto con la otra, mientras que beso su cuello. –Kate…
Dios, no puedo más, necesito que me toque, pero él sigue centrado en mi cuello, besando mi punto sensible. Me retuerzo y me escucho a mi misma suplicar, gemir y llorar al mismo tiempo. –Rick, por favor… no puedo más… -No quiero imaginar la chulería que reflejarán sus ojos, pero no tengo tiempo para pensar en ello porque de repente noto su lengua sobre mi clítoris. -¿Sabes? Los antiguos romanos consideraban que esto era una deshonra… que un hombre no debía centrarse en darle placer a una mujer… pero para mí… esto es un regalo… poder saborearte… tener tu placer en mis manos, ser dueño de tus gemidos… -Habla en susurros, lamiendo entre frases, frotando suavemente con su pulgar. Enredo mis piernas en sus hombros, aprieto con todas mis fuerzas las sábanas, siento que voy a caer por un acantilado, un peligroso acantilado, que me llevará al abismo, pero él está ahí para sujetarme. Noto como dos de sus dedos entran en mi interior, el abismo se acerca con asombrosa rapidez, sus dedos salen, vuelven a entrar, su lengua acaricia mi palpitante clítoris, siguen saliendo y entrando hasta que de repente exploto y ya no pueden moverse.
Atrapa mis dedos con fuerza, los humedece, noto como se derrite en mi boca de placer. Me deleito en cada movimiento, cada gemido, cada temblor, su boca entreabierta, hermosa… aparto mis dedos con cuidado y saboreo su sabor. Luego beso su frente, suelta un último suspiro, de felicidad. Acaricio su mejilla, sus labios, su pelo. Sé que le gustan estos pequeños gestos mientras que hacemos el amor, es apasionada, pero también romántica. Toma mi mano con la suya y la besa, entrelaza nuestros dedos. –Mi amor… -Me conmueve. Nunca, en todos mis años de conquistas de una noche o relaciones de unos pocos meses he sentido lo que siento por esta mujer. Quizás por eso quiero que esta noche sea única, especial, suya. Me deshago de la ropa interior y me coloco sobre ella, que tiene las piernas separadas, esperándome, sonriendo con ternura. -¿Juntos? –Pregunta. –Siempre.
Y despacio, como si fuera la primera vez, entra y por fin en esta increíble noche me siento completa. Para durante unos segundos, disfrutamos de la sensación de ser uno y empieza a moverse. Se retira y vuelve a llenarme, una y otra vez, poniendo especial cuidado en acariciar justo donde debe hacerlo, mientras que no deja de besarme. Puede que esta noche sea para mí, pero yo también quiero que disfrute y por eso no me quedo quieta, lo acaricio, juego con su pelo, su espalda, aprieto sus nalgas, arqueo mi cuerpo con cada embestida. Nuestros cuerpos están húmedos y calientes, casi pegados por el sudor, del esfuerzo y de la excitación. Ahogo gemidos y suspiros, algunos en mi garganta, porque me está dejando sin aire, otros en su boca, porque necesito que sepa lo increíble que está siendo para mí. Me habla. –Te espero mi amor… -Y, puede que llevada por su generosidad, o tal vez porque no puedo soportar más placer me dejo ir por tercera vez esta noche, pero esta vez acompañada por mi amante. -¡Kate! –Grita mi nombre, pero no lo oigo, no puedo oír nada, no puede decir nada, solo puedo sentirle. Cuando me recupero lo siento sobre mí, aunque tiene cuidado con no aplastarme. Acaricio su espalda, completamente satisfecha.
-Rick… ¿puedo quitarme el pañuelo? –Su voz es muy suave y ronca, está agotada, igual que yo, ha sido intenso. Le desanudo el pañuelo y sonrío. Parpadea un par de veces, me mira, medio dormida. –Hola… -La beso, con cariño y me separo, tumbándome a su lado, abrazándola. –Rick… esto es… ¡vaya! –Me río, me había olvidado. Acaricio su mano. –Esta noche es toda tuya.
La luna llena, los pétalos de rosas y las velas, colocadas por toda la habitación, son otro de sus regalos. Algunas ya están apagadas pero da igual. Se equivoca, esta noche es de los dos, nuestra.
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Es de noche, Rick no ha cumplido su promesa de subir las temperaturas, y eso es raro, muy raro… hemos bajado a cenar y dado un paseo, la Piazza Navona es preciosa de noche, con las fuentes iluminadas. Hemos comprado una lámina pintada a mano, que refleja la belleza de Roma y luego nos hemos tomado un helado en una de las innumerables heladerías romanas. Ahora volvemos a estar en el hotel, en el ascensor, subiendo. Está muy callado, puede que esté cansado, lo tomo de la mano y se la acaricio. Tarda unos segundos en responder a mi caricia, pero cuando lo miro a los ojos me pierdo en ellos. No veo cansancio, fatiga ni nada por el estilo y tampoco veo el azul claro, no, lo que hay es algo muy distinto, lujuria.
Desde que salimos de la juguetería he tenido que luchar conmigo mismo para no abalanzarme contra ella y arrancarle la ropa, pero he conseguido mi propósito. Hoy voy a devolverle un poco de todo lo que ella me está regalando, quiero darle una noche especial, pero sus constantes susurros, sonrisas y caricias no me ayudan. Esa caricia ha vuelto a despertar todas las células de mi cuerpo, pero ahora no importa, es de noche, por el balcón de nuestra habitación se ve la luna llena y con suerte en el hotel se han ocupado de todo lo que encargué. Ha llegado el momento de darle esa noche. Hoy no importo yo, solo ella.
Se coloca detrás de mí cuando salimos del ascensor, sus manos en mi cintura y murmura. –Gracias por compórtate como una niña para hacerme sentir bien, eres extraordinaria. –Quiero responderle, decirle que no me tiene que dar las gracias, pero no me deja hablar, siento su aroma, es excitante. –Esta noche es para ti Kate, quiero que la grabes en tu memoria para siempre. –Creo que eso va a ser fácil, caminamos por el pasillo, llegando a la puerta de nuestra suite. –Abre la puerta, sin soltarme y me hace caminar hasta el centro de la estancia. -¿Confías en mí? –He oído demasiadas veces esa frase en este viaje, pero nunca como ahora. Su voz es ronca, sexy y a la vez, tierna y romántica. Asiento sin dudarlo. –No te muevas de aquí. –Va hacia el dormitorio y vuelve con un pañuelo de seda, malva. Lo interrogo con la mirada, me sonríe. –Quítate los pendientes, cariño. –Obedezco y los dejo en la mesa que está junto a nosotros. Me besa suavemente, mordiendo mi labio y me pide que me dé la vuelta.
Noto cierto nerviosismo en ella, acaricio suavemente sus hombros. –Tranquila amor, esta noche va a ser única. –Dejo su cabello a un lado y coloco el pañuelo en sus ojos, no aprieto, solo lo suficiente para que no se caiga. Agito un par de veces la mano delante de ella, que no inmuta. No ve, perfecto. Oigo su respiración acelerada. Beso sus hombros. –Deja que te guíe. –La llevo hasta la habitación y la ayudo a sentarse en la cama. –Este olor… es agradable… -Murmura. Sonrío y la beso, lo sé, respondo. Me agacho a su lado y le quito los tacones, acariciando sus pies, la oigo suspirar de alivio. Miro el vestido, corto, turquesa, escotado, otra muestra más de sus métodos de tortura. Me río. -¿Qué?
-Eres irresistible. Y lo peor es que lo sabes. –No contesto, siento sus manos corriendo por mis piernas y no puedo hablar. Me quita el vestido lentamente, sin ninguna prisa, la temperatura aumenta varios grados, sus manos pasean por mi cuerpo y lo encienden. Lo oigo suspirar. –Dios Kate, me lo estás poniendo difícil. –Supongo que se refiere a mi lencería, ojalá pudiera ver su cara ahora mismo, pero estoy cegada y es… excitante. Escucho un ruido, algo cae al suelo y creo que es su cinturón, unos segundos después se echa sobre mí, solo lleva sus bóxers de seda. Su piel está ardiendo, igual que la mía. –Hoy voy a ser tu amante, Kate, te voy a llevar al límite, voy a volverte loca, voy a reclamar tu cuerpo como mío y tú, tú vas a rogar para que esta noche no acabe nunca. –Mi cuerpo estalla en llamas.
-Estás ardiendo… -Es puro fuego. Cada centímetro de su piel es una pequeña muestra de su excitación. Le quito el sujetador, sus pechos, endurecidos, cremosos, contrastan con el suave bronceado que ha adquirido. Los acaricio y se agita. Me deshago de la última prenda que la cubre y ahora sí, ya tengo a mi diosa lista para esta noche. Cubro todo su cuerpo con el mío, hablo en su oído. –La clave para ser un buen amante es fijarse en los detalles, oír a tu compañera, escuchar sus gemidos, sus suspiros, sentir su cuerpo arquearse, memorizarlo todo… pero contigo Kate… todo tu cuerpo se centra en el placer… y hoy, amor mío, voy a recorrerlo por completo.
No puedo más, necesito que deje de hablar y haga algo. Y de repente siento como va cumpliendo su promesa. Su lengua se desliza por mi cuello, sus labios dejan besos, sus dientes muerden con suavidad, bajan lentamente por mis pechos, quiero que se centre en ellos, pero tiene otros planes, se limita a morderlos unos segundos y continuar su erótico viaje. Quiere volverme loca, siento que voy a empezar a arder. Besa mi abdomen, mi ombligo, su lengua hace círculos alrededor, gimo. Viaja por mis piernas, sigue dejando rastros de saliva en todo mi cuerpo y luego vuelve a ascender, hasta llegar a mis labios. Me besa suavemente, pero necesito más y lo atraigo, acariciando su pelo, profundizo el beso, mi lengua juega con la suya, sus dientes se chocan con los míos, nos quedamos sin aire, se separa. –Date la vuelta.-Susurra. Obedezco y empieza de nuevo, deja pequeños rastros de fuego en mis hombros, mi espalda, me hace estremecer. Muerde mis nalgas, juega con ellas, sigue bajando, me arqueo, no quiero suplicar, se ríe sobre mi piel y vuelve a besarme hasta que de nuevo llega a mi cuello, me hace girar. –Tu cuerpo es mío Kate, todo mío. –Sí, mi cuerpo es suyo, y el suyo es mío. –Rick…
No contesto, me limito a besar de nuevo sus pechos. Gime de placer, paro, suelta un gruñido de frustración, sonrío. –Me gustan tus pechos Kate, quiero saborearlos… -No responde, pero se arquea, es una invitación. Este juego está consiguiendo lo que quería, que ambos perdamos la cordura. Beso y muerdo uno de ellos, pellizco el otro, solloza, sonrío y continúo. Saben a cerezas y son sensibles, muy sensibles. Me centro en ellos, me olvido de todo lo demás. Su respiración empieza a agitarse, sus gemidos acarician mis oídos, es demasiado y quiero liberarla. Muerdo con fuerza de nuevo, pellizco y ahí es mía y a la vez, libre.
Me cuesta unos largos minutos volver a la realidad y controlar mi respiración. Él ha notado mi cuerpo temblar, mis labios gemir y gritar su nombre al mismo tiempo, pero yo no. He perdido el sentido, con él cada orgasmo es único, irrepetible e intenso, tanto como para olvidarme de mi nombre. Me siento mareada, aún sigo temblando. Cuando puedo volver a razonar me doy cuenta de que ya no está sobre mí, está tumbado, a mi lado, tiene cogida mi mano y me la acaricia suavemente, haciendo círculos con el pulgar. -Eres sorprendente. –Comenta. Pero no puedo responder, mi cerebro se ha desconectado con el resto del cuerpo, no puedo pensar ni hablar. Ahora mismo, solo hay una cosa que quiero, o mejor dicho, solo hay un escritor al que quiero.
Parece más tranquila, perfecto, porque esta noche va a ser así. La necesito completamente relajada para que se centre en mis movimientos. Me echo de nuevo sobre ella, que suspira. –Rick, te necesito, por favor. –¿Mi diosa rogando? No está mal… -Aún no cariño… esta noche no ha acabado. –Si no estuviera vendada me echaría una de sus miradas, lo sé. Se cruza de brazos. -¿Y bien?, ¿vas a hacer algo o no? –Impaciente… la miro con malicia y murmuro. –Sienta bien que ruegues… es agradable para variar. –Aprieta los dientes como una niña pequeña. Infantil… Beso su cuello y muerdo el lóbulo de su oreja. –Vamos mi amor, dame ese gusto… te compensaré… -Acaricio distraído su clítoris y sus caderas vuelan, literalmente, de la cama ante el suave toque. Siento como palpita, está caliente y húmedo, muy húmedo. -¿No? –Niega, es testaruda. Suspiro y dejo de acariciarla. -Es una lástima, te hubiera gustado… -Comento con falso pesar y con arrogancia. –Castle te juro que te voy a mat… -Aprieto mis labios con los suyos, haciéndola callar. –No se le dice esas cosas a un amante. –La reprendo, divertido. Me encanta verla así, desesperada, furiosa, excitada y a la vez, tan enamorada. Pero de repente veo algo más, malicia. Su mano vuela con rapidez, entra sobre mis bóxers y aprieta mi erección. Suelto un gruñido de excitación. –No hagas trampas, preciosa. –Cojo su mano y aunque me muero porque siga acariciándome así la coloco por encima de su cabeza, sujetándola junto con la otra, mientras que beso su cuello. –Kate…
Dios, no puedo más, necesito que me toque, pero él sigue centrado en mi cuello, besando mi punto sensible. Me retuerzo y me escucho a mi misma suplicar, gemir y llorar al mismo tiempo. –Rick, por favor… no puedo más… -No quiero imaginar la chulería que reflejarán sus ojos, pero no tengo tiempo para pensar en ello porque de repente noto su lengua sobre mi clítoris. -¿Sabes? Los antiguos romanos consideraban que esto era una deshonra… que un hombre no debía centrarse en darle placer a una mujer… pero para mí… esto es un regalo… poder saborearte… tener tu placer en mis manos, ser dueño de tus gemidos… -Habla en susurros, lamiendo entre frases, frotando suavemente con su pulgar. Enredo mis piernas en sus hombros, aprieto con todas mis fuerzas las sábanas, siento que voy a caer por un acantilado, un peligroso acantilado, que me llevará al abismo, pero él está ahí para sujetarme. Noto como dos de sus dedos entran en mi interior, el abismo se acerca con asombrosa rapidez, sus dedos salen, vuelven a entrar, su lengua acaricia mi palpitante clítoris, siguen saliendo y entrando hasta que de repente exploto y ya no pueden moverse.
Atrapa mis dedos con fuerza, los humedece, noto como se derrite en mi boca de placer. Me deleito en cada movimiento, cada gemido, cada temblor, su boca entreabierta, hermosa… aparto mis dedos con cuidado y saboreo su sabor. Luego beso su frente, suelta un último suspiro, de felicidad. Acaricio su mejilla, sus labios, su pelo. Sé que le gustan estos pequeños gestos mientras que hacemos el amor, es apasionada, pero también romántica. Toma mi mano con la suya y la besa, entrelaza nuestros dedos. –Mi amor… -Me conmueve. Nunca, en todos mis años de conquistas de una noche o relaciones de unos pocos meses he sentido lo que siento por esta mujer. Quizás por eso quiero que esta noche sea única, especial, suya. Me deshago de la ropa interior y me coloco sobre ella, que tiene las piernas separadas, esperándome, sonriendo con ternura. -¿Juntos? –Pregunta. –Siempre.
Y despacio, como si fuera la primera vez, entra y por fin en esta increíble noche me siento completa. Para durante unos segundos, disfrutamos de la sensación de ser uno y empieza a moverse. Se retira y vuelve a llenarme, una y otra vez, poniendo especial cuidado en acariciar justo donde debe hacerlo, mientras que no deja de besarme. Puede que esta noche sea para mí, pero yo también quiero que disfrute y por eso no me quedo quieta, lo acaricio, juego con su pelo, su espalda, aprieto sus nalgas, arqueo mi cuerpo con cada embestida. Nuestros cuerpos están húmedos y calientes, casi pegados por el sudor, del esfuerzo y de la excitación. Ahogo gemidos y suspiros, algunos en mi garganta, porque me está dejando sin aire, otros en su boca, porque necesito que sepa lo increíble que está siendo para mí. Me habla. –Te espero mi amor… -Y, puede que llevada por su generosidad, o tal vez porque no puedo soportar más placer me dejo ir por tercera vez esta noche, pero esta vez acompañada por mi amante. -¡Kate! –Grita mi nombre, pero no lo oigo, no puedo oír nada, no puede decir nada, solo puedo sentirle. Cuando me recupero lo siento sobre mí, aunque tiene cuidado con no aplastarme. Acaricio su espalda, completamente satisfecha.
-Rick… ¿puedo quitarme el pañuelo? –Su voz es muy suave y ronca, está agotada, igual que yo, ha sido intenso. Le desanudo el pañuelo y sonrío. Parpadea un par de veces, me mira, medio dormida. –Hola… -La beso, con cariño y me separo, tumbándome a su lado, abrazándola. –Rick… esto es… ¡vaya! –Me río, me había olvidado. Acaricio su mano. –Esta noche es toda tuya.
La luna llena, los pétalos de rosas y las velas, colocadas por toda la habitación, son otro de sus regalos. Algunas ya están apagadas pero da igual. Se equivoca, esta noche es de los dos, nuestra.
Última edición por maria_cs el Jue Dic 27, 2012 4:02 pm, editado 5 veces
Re: (+18) La primera noche
Sigo el fic desde que empezaste y aun no habia comentado
Me encanta como escribez, los detalles y la manera de relatar
Y sobre el ultimo capitulo ¿sabia que estamos sufriendo una ola de calor como para que subas mas la temperatura?
Lo dicho, fantastico, sigue asi!!
Me encanta como escribez, los detalles y la manera de relatar
Y sobre el ultimo capitulo ¿sabia que estamos sufriendo una ola de calor como para que subas mas la temperatura?
Lo dicho, fantastico, sigue asi!!
Invitado- Invitado
Re: (+18) La primera noche
PRECIOSOOOOOO
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: (+18) La primera noche
Espectacular!!!!! me encanta como escribes!! gracias por compartir con nosotros esta maravillosa historia!!
solo puedo decir sigue prontoooooooo!!
solo puedo decir sigue prontoooooooo!!
karlaguilarodgers- As del póker
- Mensajes : 257
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Re: (+18) La primera noche
bravo! bravo! Bravisimo! muy bueno, rómantico, ecxitantante y detalista, continùa así.
mary angel 02- Escritor novato
- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 25/03/2012
Re: (+18) La primera noche
Eso estuvo... muy... H O T ! Jajaja
esa es la palabra correcta...
pero por alguna razon siempre esos capitulos son los buenos viniendo de ti maria me encantan tus fics!
esa es la palabra correcta...
pero por alguna razon siempre esos capitulos son los buenos viniendo de ti maria me encantan tus fics!
DannyyFranco- Policia de homicidios
- Mensajes : 686
Fecha de inscripción : 24/01/2012
Edad : 31
Re: (+18) La primera noche
Lo leí anoche, fue subirlo y justo leerlo, solo que estaba desde el movil y no te pude comentar.
Que me he encantado, dios mio Nathan es insaciable y Kate mira que se deja hacer JAJAJAJAJAJAJA
I M P R E S I O N A N T E Como de costumbre....Continualo pruebe.....
Que me he encantado, dios mio Nathan es insaciable y Kate mira que se deja hacer JAJAJAJAJAJAJA
I M P R E S I O N A N T E Como de costumbre....Continualo pruebe.....
Invitado- Invitado
Re: (+18) La primera noche
Querida... que has hecho... esto es inhumano... tu sabes que aqui en mi ciudad ayer hubo termometros que llegaron a marcar 59 grados y ahora voy y leo este capitulo y... una ducha... que me asfixio... dios... ¡SOCORRO!
amnigl- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 23/02/2011
Edad : 55
Localización : Córdoba
Re: (+18) La primera noche
Q caloorrr! Ay María, estas escenas no son lo más recomendable con este calor jajajaja Aún así, ha sido perfecta! Has descrito cada detalle, cada pensamiento y cada sensación tan bien... Me encantaaaaaa!!!!
No dejes de escribir guapa!
No dejes de escribir guapa!
cris_beckett- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 33
Localización : Madrid
Re: (+18) La primera noche
Genial el capítulo, esto de estar en invierno y leer estas cosas ayuda...
Re: (+18) La primera noche
Madre mia María, que calor!!
Como me gusta este fic, vaya con el juegecito de Castle, para no haber llegado a leer Cincuenta sombras de grey he de decirte que me recuerda bastante a una de las escenas del libro Es impresionante este fic, que manera de volver de las vacaciones, me encanta.
Por cierto, en estas vacaciones que he estado por Málaga me he acordado mucho de ti, en muchas tiendas de souvenirs que había junto a la playa de Torremolinos había marionetas, llaveros, peluches, ... de pinocho jaja
Espero que lo continues muy pronto, este capítulo me ha gustado muchisimo
Como me gusta este fic, vaya con el juegecito de Castle, para no haber llegado a leer Cincuenta sombras de grey he de decirte que me recuerda bastante a una de las escenas del libro Es impresionante este fic, que manera de volver de las vacaciones, me encanta.
Por cierto, en estas vacaciones que he estado por Málaga me he acordado mucho de ti, en muchas tiendas de souvenirs que había junto a la playa de Torremolinos había marionetas, llaveros, peluches, ... de pinocho jaja
Espero que lo continues muy pronto, este capítulo me ha gustado muchisimo
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: (+18) La primera noche
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-¿Cómo se lo vamos a decir? –Los oigo hablar, mirarse, preocupados… tengo en mis manos las fotos, fotos antiguas, de hace dieciséis años. Es curioso como algo sucedido hace más de quince años puede causar tanto dolor, me pregunto que sentirá ella cuando sepa esto. Quizás no deba decírselo, no es relevante, pero sus amigos se lo dirán, si no lo hicieran y se enterara… prefiero no pensarlo, sería un huracán, un huracán que lo destruiría todo. No sé porque me preocupo por esto, al fin y al cabo, yo solo soy la jefa, la dama de hierro, no soy amiga de mis inspectores, ni de los que fueron, pero yo querría saberlo, necesitaría saberlo y ella también necesita saberlo, necesita la verdad tanto como a ese escritor suyo. -¿Señor?, ¿va a llamarla? –Levanto la cabeza, ahora mismo estarán en Roma, disfrutando de la tranquilidad que un romance de verano puede entregar, es una suerte que al final le pidiese a Castle que me mantuviese informada sobre el destino… pienso en Emma y en mi, nuestro primer viaje romántico, en Paris, ciudad de la Luz y del Amor, ellos ahora están en Roma, la otra ciudad del amor y a nadie le gustaría que le dieren una horrible noticia. Niego. –Esperaremos a septiembre, hablaré con ella cuando vuelvan, ahora no quiero estropearles el viaje. –Me miran con sorpresa, otra vez esa expresión, empiezo a estar harta, harta. ¿Tanto les sorprende que me comporte como una persona con corazón? Pienso en Emma, ambas en la Torre Eiffel, mirando la noche de Paris, sus manos abrazando mi cintura. “Eres hermosa, Vicky, ojalá todos te conocieran como yo lo hago, algún día se darán cuenta de lo hermosa que eres y no me refiero al exterior”. Me pregunto si cuando me dejó pensaba lo mismo. -¿Señor? –Me vuelven a interrumpir, los interrogo con la mirada. -¿Soltamos al senador entonces? –Asiento con la mirada, hacen una inclinación con la cabeza y se van, dejándome sola. El senador… que equivocados hemos estado con ese hombre… tengo sus ojos, llenos de dolor y desesperación, en mi mente. “Jamás le haría daño a Joy, la amaba. Le pedí que no siguiera con ello, que abandonara, pero se empeñó…”, lágrimas, “…durante todos estos años me he odiado a mí mismo, si la hubiera protegido, debí… debí hacer algo mas, yo la quería, no debí permitir que fuera sola a ese maldito callejón… “ y mas lágrimas… en cierto modo me recuerda a Beckett, la muerte de Johanna cambió muchas vidas. Su amante dedicó el resto de su vida a la política, pensando que algún día tendría poder para encontrar al asesino y hacer justicia. Su hija dejó la universidad y cambió sus apuntes por una placa. Su marido se dedicó a otra esposa, envenenadora y fría, hasta que su hija lo alejó de ello. ¿Hubiera sufrido igual por la muerte de su mujer sabiendo que le engañaba? ¿Hubiera sufrido más? ¿Menos? Miro las fotos… una hermosa Johanna sonríe en una cama, con una flor en el pelo, las sabanas tapan todo su cuerpo, salvo los hombros, en otra besa a su amante, que la abraza y la protege, estirando el otro brazo para sostener la cámara. Son la viva imagen del amor. Pero… pensaría Johanna Beckett en el dolor que un día le causaría a su hija y a su marido… ¿pasaría algunas noches llorando, en silencio, junto a su esposo, dormido? ¿se odiaría a si misma por las mañanas, desayunando junto a una sonriente hija a punto de graduarse? Johanna ya no podrá pedir perdón por ello, pero ahora… será el momento de saber que siente Kate cuando le cuente que su madre no era quien ella pensaba. Y una vez más, me odio a mí misma, por hacerle daño a esa vulnerable mujer.
Última edición por maria_cs el Jue Nov 01, 2012 2:13 am, editado 1 vez
Re: (+18) La primera noche
sigueee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: (+18) La primera noche
Ohhh por dios!!!! me has dejando en shock!!! , ahora k pasara!!!!!!!!!!!!!!!!
Re: (+18) La primera noche
Dioooos...
Pero como se que ve que Victoria tiene sentimientos me encanta, una duda, ¿Victoria es lesviana? Es que no entiendo porque se imagina con una persona llamada Emma ¿es nombre de chica no?
Espero que Kate disfrute, porque le espera una buena luego
Continuaaaa....
Pero como se que ve que Victoria tiene sentimientos me encanta, una duda, ¿Victoria es lesviana? Es que no entiendo porque se imagina con una persona llamada Emma ¿es nombre de chica no?
Espero que Kate disfrute, porque le espera una buena luego
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Invitado- Invitado
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