De vuelta a nosotros. Nuevo. Capitulo 20. actualizado. 06-01-15. Completo- Epilogo.

Nadie está verdaderamente preparado para decirle a un hijo que su vida ha sido que ¿una mentira? Pero peor aun es cuando ese hijo ha estado viviendo una vida que no tendría que haber vivido, solo por el hecho que unas personas te lo habían arrebatado.

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Kate y Rick no sabían cómo decirle a su hija que ellos eran sus verdaderos padres, lo único que querían era que ella lo supiera y que nunca dejaron de buscarla.

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La madre de Kate se había ido hacia una hora, no pudo evitar abrazar a su nieta durante varios minutos, hasta que sintió que la niña no estaba cómoda, le fue difícil, pero se despidió de su familia, dejando a Kate y Castle pensando en cómo decirle a Esther que era su hija, la hija que habían perdido hace cinco años y que ahora estaba otra vez con ellos.

La pareja había estado ideando una forma de cómo decirle a la niña que ellos eran sus verdaderos padres, pero al caer la tarde aun no sabían cómo.

-No sé de qué forma debemos decírselo Rick -dijo Kate mientras cerraba la puerta de la habitación de su hijo que se había quedado dormido.

-Yo tampoco pero… -se interrumpió al pasar por la habitación donde estaba su hija, la niña estaba sentada, en el suelo, en una esquina de la habitación, hablando con su oso de peluche. Era la tercera vez desde que la había encatrado que la escuchaban que tenia conversaciones con el muñeco, pero las veces anteriores a esta hablaba tan bajito que no alcanzaban a oír lo que decía, pero esta vez la niña no estaba hablando bajito.

-Sí, te lo he dicho muchas veces, me gusta estar aquí -le diecia la niña al peluche - Aquí no es como en la otra casa, aquí podemos jugar -decía con una sonrisa -ya no tenemos que escuchar esas cosas feas, verdad o tú la has escuchado aquí, yo todavía no y espero, nunca, nunca escucharlas otra vez sino, nos vamos, verdad, donde nadie nos encuentre, y vivimos juntos ara siempre -abrazo a su peluche ero la señora Kate es muy buena y el señor Rick también estos sonrieron al escuchar lo ultimo no son como mamá y papá - Kate decidió entrar en la habitación no quería que su hija se pusiera triste al hablar de esas personas, como cuando había asado otras veces. Rick se quedo en la puerta, mirándolas.

-Hey- dijo cuando la niña la miro- ¿qué haces? - Esther la miro con una tímida sonrisa.

-Estoy hablando con mi amigo.

-Ah y que hablabas con él, digo, si se puede saber.


-Le he dicho que… que me gusta estar aquí.

-Qué bien porque a mí me gustas que estés aquí -le sonrió.

-¿De verdad?

-Sí, mucho, de hecho se me acaba de ocurrir algo- miro a su esposo y de nuevo a su hija- Max está dormido, y me preguntaba si a ti te gustaría, no sé, ver una película con Rick y conmigo.

-Si -dijo mientras asentía.

-Bien - se puso de pie tendiéndole una mano a su hija -vamos - dijo y los tres fuero hasta la plata de abajo.

Kate agradeció a que tenía una película de princesas de su sobrina, la hija mayor de su hermano Peter. Castle mientras preparaba unas palomitas de maíz, cuando estaban lista fue a sentarse con sus chicas y disfrutar de un buen rato con su hija y su esposa.

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Fueron dos hora cargadas de alegría y risas para los tres, cuando la pelicula termino comenzó una guerra de cosquillas.

-No detente- le decía Kate entre risas a su esposo que se le había unido a su hija. - No se vale dos contra uno, es trama por favor deténganse- les dijo y ellos hicieron caso aun riendo. Hasta que el teléfono de Castle sonó- Me vengare les dijo y Rick tomo a su hija en brazos y fue en dirección a sus estudio que era donde estaba su teléfono, Kate los siguió cerrando la puerta al entrar, hasta que el tomo la llamada.

-Hola.


-Richard.

-Ah hola Paula -dijo y miro a Kate que le sonreía -Si lo sé…. Ahora no puedo, pero seguro que tal vez mañana si… - Esther aun estaba en los brazos de su padre y estaba observando la habitación detenidamente, nunca había estado allí antes, se fijo en las fotografías que habían en el escritorio de Castle y pudo ver la misma niña de las fotografías que había visto en la casa de la playa.

-¿Ha sido por lo del lanzamiento de tu libro? – le pregunto Kate cuando termino la llamada.

-Sí.

-¿Lo vas a volver a aplazar?- Hacia mucho que había terminado el libro, pero aun no quería que saliera a la venta.

-Si lo sigues haciendo, no te dejara en paz.

-Lo sé…

-Señor Rick- los interrumpió su hija ¿Quién es esa niña? – dijo mientras señalaba la foto.

Rick tomo la fotografía y se dirigió al sofá que tenían en su estudio, Kate los siguió y se sentó al lado, tal vez era una oportunidad para iniciar a contar la historia.

-Bueno -comenzó Castle.

-¿Era la misma de la otra casa verdad?- dijo mirando a Kate.

-Sí, es la misma –respondió Kate.

-¿Y quién es? volvió a preguntar.

Kate tomo aire antes de hablar- Es… es nuestra hija- Dijo.

-Tienes una hija -la miro y ellos sonrieron al ver como abrió sus ojos asombrada.
-Si –dijeron los dos.

-¿Y… donde esta?

Pensaron que se acercaba la parte difícil, contarle que ellos eran sus padres, pero la voz de su hijo les interrumpió.

-Mami -grito su voz sonaba un poco llorosa.

-Se ha despertado Max- dijo Rick y miro a Kate.

-Qué tal si hablamos antes de que vayas a dormir -le pregunto a Esther esta simplemente se encogió de hombros.

-Mami, papi…

-Que le pasara -dijo Kate levantándose. Cuando salió vio a su hijo corriendo hacia ella -¿Que sucede cariño?

-¿Dónde estabas mami?- alzo los brazos para que lo cargara.

-Estaba con papá y Esther.

-Pero no te vi -se abrazo a su madre.

-Lo siento cariño -le dijo, a Max no le gustaba despertarse y encontrarse solo, siempre terminaba llorando. Castle salió de su estudio con su hija.

-Hey campeón has despertado- el niño asintió.

-Tengo hambre- dijo el niño.

-Sí, pues porque no me ayudan a hacer la cena- miro a su familia.

- Bueno, se me ha ocurrido algo, para ya sabes, pero tiene dos pequeños ayudante aquí verdad

-Siii - dijeron los niños

-Bien- pues vamos a ver qué hacemos- le dijo a sus hijos.

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Castle se dirigió nuevamente a su estudio, busco entre los cajones donde tenían guardado unos video y comenzó con su plan.

-A ver primero a lavarse las manos- les instruyo, tomando uno por uno a los niños para alzarlos y que alcanzaran para lavarles las manos.

-Bien, ahora… la verdad es que no se qué hacer, así que acepto sugerencias- les sonrió.

-Helado -dijo Max saltando emocionado.

-Eso no es cena cariño.

-Podemos hacer pasta -dijo Esther.

-Y jugo de manzana mami.

-Suena bien, pero Max el jugo de manzana se termino aunque, tenemos algunas podemos hacer un jugo nosotros, si.

-Si.

-Bien. - sentó a los niños en los asiento altos y comenzó a sacar de la nevera los ingredientes que iban a necesitar, junto con las manzanas.

-Puedo cortar las cebollas o tras cosas- dijo Esther.

-Estás segura que quieres contar cebollas- Esther asintió.

-Mami eso pica verdad - dijo señalando las cebollas que tenia Esther.

-Si toma -le dio un cuchillo de mesa a su hija.

-Señora Kate esto no corta - mirándola.

-Bueno, no corta tus dedos pero si cortara los ingredientes.

-Ah…

Así entre charlas los tres comenzaron a hacer la cena.

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Cuando llego la hora de dormir Rick se encargo de bañar y acostar a su hijo, y Kate a su hija, cuando hubo terminado, le dijo que fuera a cambiarse, mientras ella tomaba una ducha, la niña le hizo caso y fue a su habitación, comenzó a buscar ropa para dormir, pero no encontraba nada, así que se quedo sentada en su cama, envuelta en una toalla, hasta que Kate fuera a donde ella.

Cuando Kate fue a donde Esther la encontró sentada en la cama.

-Hey… porque no te has puesto el pijama.

-Es… es que no, no encuentro uno -Kate la miro y recordó que no tenían ropa suficientes para ella.

-Ah… ven conmigo, amos a buscar algo que puedas ponerte -dijo y salieron de la habitación, hacia la de Kate, esta busco una camiseta de ella que le sirviera como bata, a su hija, le ayudo a ponérsela y luego se sentó en medio de la cama y comenzó a trenzar el largo cabello de su hija. Estaba un poco nerviosa, en pocos minutos le dirían a Esther que ellos son sus verdaderos padres, Rick había dicho que había preparado algo, aun no sabía que era, solo esperaba que todo estuviera bien.

Diez minutos después, Castle, entro en la habitación, con su lapto en las manos.

-¿Listas?- pregunto, Kate asintió- Pues háganme un lado en la cama- dijo mientras se acercaba.
Kate abrazo a su hija, la sentó en sus piernas- Te quiero mucho- le dio mientras besaba su cabeza, no sabía porque pero sentía una necesidad enorme de abrazarla fuertemente y no soltarla. Castle las miraba con una sonrisa tonta en su rostro, ellos habían soñado muchas veces con el momento de volver a tenerla con ellos.

-Kate… - la llamo al ver que aun abrazaba a su hija.

--Estoy lista cariño.

-Bien… Hmm… Esther…- Abrió su lapto mostrando una foto de su hija- Bien…

-Es la niña- dijo Esther y ellos sonrieron.

-Si -contesto él.

-Recuerdas que te dije que era hija nuestra- dijo mientras señalaba a Castle y a ella misma.

-Si… pero… donde está su hija Señora Kate.


-Es algo que queremos decirte – hablo Rick- Pero… primero, me gustaría que vieras algo ¿sí?- La niña asintió. Y el bajo la atenta mirada de su esposa, dio a play al video que había preparado.
Estaban nerviosos, si, hacía cinco años y medio que les habían arrebatado a su hija, y ahora, después de haberla encontrado, iban a decirle que ellos eran sus verdaderos padres.

Ninguno de los dos pudo evitar llorar mientras veían y escuchaban todo lo que sucedía en el video. Que comenzó con una pequeña introducción del embarazo, y continuaba con pequeños momentos de cada mes de la niña.

-Ma- ma – ma – decía la pequeña Amalia de unos ocho meses mientras agitaba sus bracitos para que su madre la tomara en brazos.

-Hola cariño- has extrañado a mami- la beso en la cabecita, y la niña balbuceaba.

-Sí, si cariño, lo sé- le decía a modo de respuesta.

-Jajajaja es muy graciosa- dijo Esther mirándolos a ambos.

-Si – dijeron ambos a la vez. Continuaron viendo el video, hasta que este término, y ambos adultos tenían sus rostros llenos de lágrimas.

-¿Qué pasa?- pregunto Esther la verlos así.

-No pasa nada- dijo Castle y le dio un beso en la cabeza- Te he extrañado mucho –le dijo bajito.

–pero porque lloran… yo… lo siento no debí preguntar –dijo mientras negaba con la cabeza– lo siento.

–No pasa nada cariño –le dijo Castle.

–No quería que lloraras.

–Estoy bien ves –le sonrió e hizo un esfuerzo aguantando las lagrimas. Esther miro a Kate, que aun seguía llorando.

–No llore señora Kate. Por favor siento haber preguntado.

–Sabes, no lloro porque has preguntado, todo lo contrario, ero si, lloro por mi niña, por ti.

–¿Que le paso, donde esta?

–Te voy a contar algo, es de lo que te había dicho que Rick y yo queríamos hablar contigo –Tomo aire.
–Hace alguno años… –se detuvo no sabía cómo continuar y miro a su esposo.

–Hace algunos anos, Kate y yo teníamos a nuestra a hija Amalia… éramos muy felices los tres, pero un día, algo horrible sucedió… alguien… se la llevo –se limpio las lagrimas que comenzaban a salir, sin embargo Kate no hacía nada por limpiar las de ella y abrazaba mas fuerte a su hija pero sin hacerle daño mientras le escuchaba –se la llevaron cuando tenía solo una año… Kate y yo la buscamos por todas partes, pero no la encontramos… Te juro que hicimos todo lo posible por encontrarte Esther, todo.

– ¿porque a mí? – pregunto la niña.

La pareja suspiro había llegado el momento.

–Porque… –hablo Kate– porque, eres tú –le dijo– tu eres nuestra niña eres mi hija –le dijo entre lagrimas –eres la niña que perdimos hace muchos años… la que nos quitaron.

Esther los miro, no entendía muy bien a que se referían, pero los recuerdos de su ultimo día en la casa en que creció, aparecieron en su mente, los golpes, los gritos, llorando en su habitación, el momento en que decidió escapar de esa vida, la conversación de sus supuestos padres, lo que habían dicho sobre ella.

–Amalia –dijo recordando el nombre que Rick había dicho y sin que ellos pudieran evitarlo incluso Kate que la tenia brazada, Esther salió corriendo de la habitación.

Castle y Kate se quedaron pensando que había sucedido para que saliera corriendo así, se asustaron un poco y salieron lo mas raido que pudieron y fueron tras su hija.

Entraron en la habitación, no estaba a su vista, pero si podían escuchar sus sollozos que provenían del armario, por sus rostros aun corrían lágrimas.

–En cuanto me entere de quienes hicieron todo esto, pagaran muy caro, Kate– Dijo Castle mientras se acercaban al armario. Rick abrió una de las puertas de este, y pudieron ver a su hija agachada en una esquina llorando abrazada a sus piernas. Kate se coloco a la altura de su hija.

–Esther… –La llamo Kate y la niña la miro.

–Cierra la puerta por favor, no quiero que vengan, no quiero que me encuentren– le dijo.

–No mi amor, nadie no te van a encontrar.

–No quiero que los engañen –le dijo, ellos no compendian a que se refería –los escuche, cuando me fui, por favor Señora Kate cierre la puerta.

–Que no cariño, nadie va a encontrarte, lo que he dicho antes es verdad, eres nuestra hija… no dejaremos que nadie vuelva a hacerte daño –Esto provoco que Esther llorara más fuerte, y ellos sintieron que se les partía el corazón al ver a su niña así. Kate se acerco más a su hija para intentar sacarla, Esther Negó con la cabeza pero luego no se resistió más y Kate pudo sacarla y tomándola en brazos se acerco a la cama, se sentó y coloco a su hija en frente de ella, Rick se puso a su lado. Esther miraba a todos lados y estaba asustada.

–Esther, mírame cariño por favor, necesito que entiendas que ya nada te va a suceder, te vamos a cuidar, te vamos a proteger, somos tus adres de verdad, mi amor–dijo Kate y la abrazo y Rick a ambas.

– ¿Eres mi mama de verdad ?– le pregunto entre lloros.

–Si cariño soy tu mama, soy tu mama de verdad.

–Y tu eres mi papa de verdad –miro a Rick que le sonrió.

–Sí, soy tu papa de verdad –la beso en la frente– no debes de tener miedo, está a salvo.

–¿pero como sabes que eres… como saben que son mis papas de verdad?

–Tenemos un papel que lo dice se limpio las lagrimas y tienes algo que yo también tengo y… además mírate, eres hermosa igual que tu madre –le sonrió y volvió a abrazarla – Mira– le mostro su pie donde estaba su marca de nacimiento.

–Yo… yo tengo una… –le dijo Esther lo que provoco la risa de sus padres.

–Si… Max también tiene una igual.

–De verdad don mis papas, no los otros, no quiero que ellos vuelvan a ser mis papas, no quiero– sollozo.

–Nosotros somos tus únicos padres, solo nosotros, nadie más lo es, solo Rick y yo…

–Los escuche hablar –dijo Esther

–¿A quiénes?

–A ellos… a los malos –dijo con voz ronca por el llanto– te querían engañar ti y a ti –los señalo –escuche, que… mi nombre era Amalia, pero no sé ¿me llamo Esther?

–Cuando naciste… te llamamos Amalia, pero cuando te encontramos dijiste que te llamabas Esther–dijo Rick.

–Me gusta Amalia– dijo un poco más calmada abrazándose a Kate.

–A mí también– dijo Kate.

– Y a mi –agrego Rick.

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Minutos después, los tres aun seguían en la habitación de su hija, ninguno podía dormir, por fin le habían dicho que eran sus padres y ella al fin lo sabía, pero los que sucedió antes de que le aclararan todo, los tenía muy preocupado, desde que estaba con ellos no la habían visto así, ni siquiera cuando tubo la pesadilla donde le pegaba aquel extraño, esta vez había mas miedo si es que fuera posible en su ojos, y la forma en que miraba a todos lados, como si hubiera alguien a su alrededor a parte de ellos, los preocupaba aun mas. Ahora mientras abrazaban a su hija, no podían pensar en más que protegerla.

– ¿Son mis papas de verdad?–volvió a preguntar lo había estado repitiendo los últimos cinco minutos.

–Si mi amor, somos tus papas, tus papas de verdad… –le dijo Rick.

-¿Kate? ¿estas bien?- pregunto Rick acercándose a ella que estaba fuera, en el jardín, la abrazo por la espalda cuando estuvo lo suficientemente cerca.

-Si- contesto mientras apoyaba la cabeza en el hombro de él- Solo... solo estaba pensando.

-¿En que?

-En los últimos cinco años, en todo lo que ha pasado- suspiro -en todas las peleas que tuvimos, que casi nos divorciamos, en tener a Max- sonrió cuando dijo lo ultimo.

-Tener a Max fue lo mejor de todo.

-Si, si que lo fue- dijo dando la vuelta para quedar de frente a él- Max es mi salvador, sabes, es mi luz a final de túnel.

-Nuestro, el mio también. No sabes lo mal que me sentía cada vez que te gritaba o que no soportaba tenerte cerca...
-Rick...- dijo ella, hablar de eso le traía malos recuerdos.

-Lo se, pero, es que me recordabas mucho a ella.

-Y tu a mi, no quería seguir...

-Mejor cambiemos de tema- sugirió él.

-Esta bien- ella asintió.

-Bien. Mejor hablemos de cosas alegres.

-De acuerdo, ¿que sugieres?

-Déjame pensar- dijo mientras fruncía el entrecejo, cosa que a ella le parecía adorable, ver su cara cuando estaba pensando -Ahh cuando te conocí, esa es una de la mejores cosas que me ha pasado.

-Ya lo creo ¿Dime una cosa? ¿te divertiste mucho arrojándome a esa piscina, cierto?

-La verdad es que si- le dijo sonriendo, pero luego se quejo ya que ella le había pisado.- Es que me gusta ver tu cara de enojada, no puedes mantenerla- ella lo miro seria- como ahora vez, eres adorable cuando finges estar enojada.

-Esa agua estaba helada- dijo ella.

-Hey que yo lo se muy bien, ya que la señora aquí presente, se vengo lanzándome a mi también- sonrieron al recordar.

-Te digo algo- acerco sus labios a los de el, pero sin tocarlos- Admito que me gustaste, desde el primer día en que te vi, aquella vez en los columpios- dijo y termino besándolo.

-A mi... tam...bien me gustaste, des...de el primer ... día- dijo entre besos.
-Rick- gimió ella.

-Lo se cariño, yo también te extraño- la beso apasionadamente- por que mejor no vamos a dentro- dijo.
-Si- dijo ella y entre besos y tratando de ser silenciosos subieron a su habitación y a dar riendas sueltas a su amor.

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La tarde del siguiente día y mientras los niños jugaban en el salón de juegos, Kate decidió ver un poco de televisión.

En los titulares de hoy " Aun sin rastros de la niña desaparecida desde  hace aproximadamente un mes" - Se muestra una foto- "La menor que responde a nombre de Esther, desapareció en la tarde según relatan sus padres".

Kate quedo atónita por que que acaba de ver en la televisión, la imagen que mostraron era idéntica a su hija a pesar de tener menos edad.

-¡RICK!- lo llamo muy fuerte para su agrado, solo esperaba que los niños no la hayan escuchado.

-Kate ¿Que pasa?- pregunto al acercarse a ella.

-Es... es...es ella- finalmente dijo.

-¿Ella? ¿quien?

-Nuestra hija, estaba en la televisión hace un momento, estoy segura de que era ella, y eso criminales la están buscando.

-¿Kate, estas segura?

-Si, estoy segura.

-Han dicho...

-No, no han dicho sus nombre, joder no han dicho nada prácticamente- dijo enojada. Lo que no se habían dado cuenta es que su hija había escuchado su conversación, sintiendo que en cualquier memento alguien vendría por ella.

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Estaban sentados todos en la mesa, era de noche, Rick había hecho espaguetis con queso. Kate miro a sus hijos, Max tenia la cara sucia por la salsa, muy contrario a su hermana que apenas había comido algo, y ahora solo jugaba son el tenedor.

-¿Que sucede, cariño por que no comes?- pregunto preocupada.

-Es que no tengo hambre-dijo Esther.

-Pero tienes que comer algo...

-¿Puedo subir a acostarme?- la interrumpió.

-Esther, intenta comer algo por lo menos- dijo Castle.

-¡Pero no quiero!- grito, dejando a sus padres sorprendidos-¡No quiero, no quiero!- repitió. Kate se levanto de su asiento para acercarse mas a ella, Esther hizo lo mismo e iba a dirigirse hacia las escaleras, pero Kate la tomo del brazo deteniéndola. El rostro de la niña estaba lleno de lagrimas . Kate sintió que su corazón se partía en  pequeños pedazos, su niña sufría y ella no sabia que hacer,  no hablaba con ella, ni con su padre, con nadie, por un momento pensó que había sido mala idea lo de dejar de ir al psicólogo.

-Suéltame, por favor- dijo Esther mirando a su madre soltó la mano de su hija, Kate la miro, no entendía porque su hija había reaccionado así.

-Lo siento- le dijo, Esther no hizo caso y subió directo a su habitación, dejando a sus padres preocupados.
La niña subió las escaleras lo mas rápido que pudo, hasta llegar al pequeño vestíbulo que había y daba dirección a su habitación, abrió y cerro la puerta con cuidado y poniendo el seguro, mientras lloraba y negaba con la cabeza, se acerco a la cama donde estaba su oso de peluche, lo tomo en brazos y lo abrazo fuertemente contra su pecho, mientras se acostaba en la cama.

-¡Mami- grito segundos después.

En la planta de abajo, Kate no se había movido de donde estaba, hasta que su esposo se acerco a ella abrazándola.

-Estará bien solo... - el grito de su hija lo interrumpió y en menos de lo que podía pensar, su esposa ya estaba subiendo las escaleras.

Iba a tocar fuerte la puerta, pero se debuto no quería asustar mas a su hija.

-Esther- la llamo- Esther cariño abre por favor, soy yo, Kate, abre la puerta por favor- dijo llorando, pero no obtuvo respuesta del otro lado.

Esther trato de calmar sus gritos, volviéndolo mas silenciosos, quería abrir y que Kate la abrazara, quería sentirse protegida en sus brazos, pero había algo en su interior que se lo impedía, escuchaba a la mujer que le había dado mas amor que sus "padres" en tan poco tiempo y quien era en verdad su madre, no quería que la alejaran de ella, no ahora que los había encontrado. Iba a abrirle la puerta cuando de repente recuerdos, recuerdos dolorosos, invadieron su mente.

"¡Esther abre la maldita puerta ahora mismo!- grito su "madre" furiosa, odiaba que ella se escondiera cuando quera descargar su ira en ella.

-¡No! -grito desde la habitación.

-Sera mejor que abras por las buenas, te lo advierto.

-Esther- la llamo Kate, abre por favor.

-¡No!- grito.

-Rick deprisa por favor- le dijo a su esposo que estaba buscando las llaves.

No quería presionarla, pero necesitaba, ver a su hija calmarla, decirle que estaba segura.

Dentro de la habitación Esther luchaba con los demonios de su pasado, quería sacar todo lo malo de su cabeza, recordaba los gritos, los golpes, las injusticias que cometieron sobre ella, como el humo del cigarrillo inundaba sus pulmones impidiéndole respirar, tal y como lo sentía ahora mismo. Tomo una bocanada de aire para llenar sus pulmones, pero le era difícil, su respiración se volvió agitada, le faltaba el aire, intento llamar a Kate pero no pudo articular palabras, todo comenzaba a volverse borroso a su alrededor, segundos después pudo ver como Kate y Richard entraban en su habitación.

-Esther- dijo Kate asustada al ver a su hija con dificultades para respirar- ¡Oh Dios mio! - su hija se retorcía.

Castle se puso al otro lado de la cama también asustado, mientra Kate trataba de calmar lo movimientos de su hija- Respira, cariño, respira - Esther fijo su mirada en la de Kate, y esta vio el miedo en los ojos de su pequeña- Vamos, tranquila, respira, Rick llama una ambulancia- este saco su teléfono lo mas rápido que pudo y marco el numero con manos temblorosas. Kate podía ver como como de a poco la respiración de Esther se calmaba- Eso, es respira - le seguía diciendo hasta que vio como se normalizaba.  - Gracias a Dios - dijo y abrazo a su hija, pero su corazón se detuvo cuando sintió el cuerpo de su hija ligero en sus brazos -¡Esther!- la separo para verla, pero se se dio cuenta de que su hija estaba desmayada en sus brazos, eso la asusto.

-¿Mami?- dijo el pequeño Max con lagrimas en su rostro, el niño había sido testigo de lo sucedido en esa habitación.

-La ambulancia ya viene- dijo Castle que se acerco a su esposa y tomo a su hija en brazos y salio de la habitación lo mas rápido posible.

Kate le siguió, cogiendo en brazos a su hijo que estaba asustado.

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-¿Como esta?- pregunto Kate cuando vio acercarse al doctor que atendió a su hija.

-Ahora mismo esta dormida, le hemos hecho unos estudios, todo salio bien, a pesar de su anemia.

-¿Pero por que se a desmayado y por que...- estaba asustada y sus manos le temblaban.

-Mejor vamos a sentarnos un rato- dijo el doctor guiándola hacia donde estaban las sillas de espera- Señora...

-¡Kate!- la llamo Castle que regresaba de la cafetería con Max en brazos- Doctor - dijo cuando se acerco a ellos.

-Señor Castle que bueno que también esta usted aquí.

-¿Como esta la niña?

-De eso iba a hablar con su esposa, de acuerdo a lo que nos han dicho que lo que ha sucedido con su hija es que ha tenido un ataque de pánico.

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Había sido algo que le había estado perturbando a su hija, acerca de su vida, estaban seguros.


Entraron en la habitación donde estaba su hija dormida, se acercaros a la cama y cada uno dejo un dejo en la frente de su hija.

Max estaba dormido en los brazos de su padre.

-¿Por que no llamas a tu madre para que vega por Max?- le pregunto Kate mientras lo tomaba en brazos y se sentaba en unos de los sillones que había. Rick asintió mientras marcaba el numero.

Media hora después Martha y Jacson - los padres de Rick tocaban a la puerta. Castle se acerco y la abrió encontrándose a sus padres con cara de preocupados.

-Richard, que ha pasado -dijo la mujer nada mas ver a su hijo.

-Esther a sufrido un ataque de pánico- dijo y la mujer vio a la niña en la cama de hospital.

-Eso es horrible- dijo su padre.

-Si, lo es pero estar bien, solo...

-No tienes que darnos explicaciones hijo, solo espero que este bien.

-Mamá, papá, pueden quedarse con Max, no queremos que pase la noche aquí, no es un lugar para él.

-No te preocupes, nosotros nos haremos cargo del niño- dijo Jackson.

-Gracias- dijo y se acerco a su esposa, que no se había inmutado a la visita de sus suegros- Kate, mis padres han venido por Max- dijo.

-Esta bien - le dio un beso y un abrazo a su hijo antes de dárselo a Rick, quien se lo entrego a su padre, el niño no se quejo por el movimiento.

-Gracias otra vez- dijo Castle.

-No es nada- dijo su madre y luego miro a su nuera- ¿Kate esta bien?- pregunto preocupada, no era usual en la esposa de su hijo estar tan ausente como la veía en aquel momento.

Castle miro a su esposa- Lo estará. Madre... sera mejor que lleven a Max a casa.

-Si, sera lo mejor- dijo la mujer y se fueron. Él se acerco a su esposa abrazándola, mientras lloraban en el brazo del otro.

-Rick...

-Si Kate, les voy a llamar.

-Que sea pronto- dijo esta.

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A la mañana siguiente Esther se despertó, con dos pares de ojos mirándola fijamente.

-Hola- dijo Rick. Esther los miro a ambos y luego inspecciono el lugar con la mirada, dándose cuenta que estaba en un hospital.

- Hola hermosa ¿Como te sientes?- pregunto ahora Kate. La niña simplemente aparto la mirada de ellos volteándose y quedando boca abajo- Esther- la llamo triste Kate- Perdóname cariño... no quería...- Su hija se volteo mirándolos.

-No- dijo mientras negaba con la cabeza- no es tu culpa, es mía siempre he sido yo.

-No cariño, tu no eres culpable de nada- dijo Rick.

-Pero es que no escucho, soy una ton...

-No digas que eres una tonta, por favor- dijo Castle- porque no lo eres, entendiste- dijo y su hija asintió.

-Lo siento por gritar- comenzó a llorar- no quería, de verdad.

-Esta bien cariño, no pasa nada- dio Kate abrazándola.

Una semana después de lo ocurrido Rick y Kate habían tenido una conversación acerca de todo, lo que había pasado. Y de otras cosas. Ahora esperaban respuestas.  Fue doloroso para ellos ver a su hija como la había encontrado aquella noche.

Ahora su relación con ella podrida decirse que era un poco mas fuerte, a pesar de que la niña no quería hablar de sus agresores, ellos no querían presionarla con mas preguntas, porque encontrarían una forma de encontrarlos ellos mismo.

Se habían sorprendido cuando esa mañana su hija les había dicho que quería conocer a su familia. La pequeña buscaba mas medios de protección a través de sus familiares y si todos eran como sus padres y su hermano se sentiría un poco mas segura, con mas personas como ellos a su alrededor.


-¿Kate, sucede algo?- pregunto Lanie al otro lado de la linea.

-No, bueno si, es algo que a Rick y a mi nos gustaría decirte.

-¿Que es? mira que me estas asustando.

-No, no es nada malo, pero no te diré hoy.

-¿Que? eso no se vale, ya me has sembrado la duda.

-Si que se vale, por cierto, informale a tu esposo, también tiene que venir mañana contigo.

-¿Y que a que hora tenemos que estar ?

-Como a las cuatro.

-¿Kate, segura que esta todo bien?

-Segurisima Lanie -dijo y termino  la llamada antes de que su amiga siguiera preguntándole, sabia que en cuanto le dijera le reclamaría, por no habérselo dicho antes.

Miro a su esposo que estaba armando un rompecabezas con los niños.

-Listo, Lanie ya lo sabe y ella y  Javi vendrán.

-Ya le has informado a tus padres.

-Si, al igual que a Kevin y a su esposa.

-Bien, mis Padres y mi hermano también ya lo saben.

-¿Papa esta es la pieza?- interrumpió Max y su padre observo lo que el niño le mostraba.

-Si. Bien hecho campeón- le sonrió.

-¿Juegas con nosotros Kate? - pregunto Esther, la había vuelto a llamar Kate, señora Kate, después de que habían llegado del psicólogo, deseaba que la volviera a llamar mamá, aunque tampoco se atrevía a decírselo a su hija.

-Claro que si- dijo mientras se sentaba junto a ellos.