De vuelta a nosotros. Nuevo. Capitulo 20. actualizado. 06-01-15. Completo- Epilogo.

Bien, siento decir que este es el ultimo capitulo, de esta historia... a menos que decida hacer un epilogo, ustedes decidirán. No pensaba terminarla aquí pero ya esta hecho. Solo espero que les guste.

¡¡¡Y pasen un Feliz año nuevo!!!

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-Hola, Esther- dijo la mujer con una sonrisa malvada en su rostro.

Al escuchar esa voz la niña se tenso y sus manos comenzaban a temblar.

-¿Es que te has olvidado de tu mami? - volvió habla la mujer.

El pequeño Max que estaba al lado de Esther, miro a su hermana y luego a la mujer que había interrumpido sus juegos, el niño intento ponerse de pie , pero fue detenido por Elizabeth agarrandolo por un brazo.

-¿A donde crees que vas?- pregunto.

-¡Suéltalo! - le grito Esther al ver como sujetaba fuertemente a su hermano, le había gritado pero se moría de miedo.


-¿Que te he dicho sobre hablar alto?- le recrimino la mujer, y la niña agacho la cabeza.

-Quiero ir con mi mami- dijo Max comenzando a llorar mientras trataba de soltarse.

-Suéltalo- dijo Esther nuevamente, esta vez mas bajo.

-¡¡NO!!- grito Kate al momento que  despertaba sobresaltada.

-Kate- dijo Richard que también se despertó, preocupado por el grito de su mujer. -¿Estas bien?

-No, no - dijo y se levanto de la cama.

-¿Que sucede?- pregunto al verla entrar a la habitación de su hijo.

-Estas bien- dijo Kate acariciando el rostro del pequeño, cuando comprobó que estuviera bien, se dirigió a la de su hija, seguida por Rick, su hija también estaba durmiendo tranquilamente en su habitación, de la cual salieron abrazados.

-Kate... ¿que sucede?- quiso saber Castle.

-Yo... soñé que ellos venían por mis hijos... la mujer quería llevárselos, a los dos- dijo abrazado mas fuerte si podía a su esposo.

-Nada, de eso sucederá, te lo prometo- le dijo y se dirigieron a su habitación.

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Un mes después.

-Esto es ilegal- grito la mujer.

El hombre de pie delante de ella la miro -Si, esto es totalmente ilegal - rió- y es la mejor parte.  Estoy seguro de que usted no tiene ningún problema con las cosas ilegales, secuestro y maltrato a un menor, eso no es muy legal que digamos.

La mujer abrió los ojos como platos.

-No... no se de que me esta hablando- intento hacerse la desentendida.

- Ese juego no funciona conmigo- dijo el hombre- enojado, dirigió su vista al otro lado de la habitación en donde estaban,  observo como su compañero apretaba con fuerza los dedos del hombre que estaba en una silla atado de manos y pies, igual que Elizabeth.

De pronto la puerta se abrió dando paso a Kate y Rick. Desde que Castle había regresado de su viaje, no habían vuelto a ver el carro estacionado en frente de su casa, pero eso no impidió que ellos decidieran dar con el paradero de esos maleante. Kate había sentido un miedo terrible, cuando se dio cuenta de que estaban merodeando los alrededores.

Luego de mirar la escena unos segundos sonrieron y se acercaron saludando a sus amigos.

-Tenemos solo diez minutos, hay que llevarlos a la estación- Dijo Esposito.

-Ok- dijo Rick.

-Bien - dijo Kate acercándose a la mujer. Dos bofetada, que resonaron en la habitación, fueron dadas a Elizabeth. Todos los presentes dirigieron la vista hacia ella - Supongo que no es suficiente para ti, pero estamos comenzando. Busco una silla y se sentó frente a la mujer.

-No- dijo Elizabeth.

-Bien porque tengo mas - dijo torciendo los dedos de la mujer- no es lo que quisiera dedicarte, por lo que has hecho.-  La mujer no grito.

-Lastima, con Esther teníamos mucho tiempo- se rió.

-No menciones a mi hija.

-No es por ella que estamos aquí- una bofetada. -No pegas nada mal, debería probar con tus hijos a ver que piensan. Esther decía que los mio dolían mucho- dijo y recibió un golpe en la cabeza que la dejo inconsciente.

Kate vio a la persona detrás de la mujer, era Castle.

-Malditos- grito Carlos y recibió un par de golpes en el abdomen por parte de Ryan y su compañero, al no ser los primero que recibía el hombre esto provoco que sangre saliera de su boca- escupió.- Sabes como la paso tu hija los primeros días... llamándolos, gritaba por su mami y su papi.


Un balde de agua fría cayo sobre la mujer, segundo después comenzaba a despertarse  y vio como su esposo era golpeado en el rostro por Rick, dirigió su vista a Kate.

-¿Como se llama el desconocido que golpeo a mi hija, delante de ustedes?- le pregunto.

-Veo, que la mocosa es una chismosa, no deben permitir que siga diciendo mentiras, con decirle que comience a contar, la tendrán obedeciendoles instantáneamente- dijo y  el puño de  Kate choco contra su rostro.

-El nombre- le grito.

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-Mami, papi han vuelto- dijeron los pequeños a la vez, mientras corrian hacia sus padres. Johanna quien se habia quedado con los pequeños, se retiro dejandoles a solas.

-Si, ya estamos aquí- dijo Castle alzando a los niños en brazos- los quiero mucho a ambos- dijo y le dio un beso a cada uno en la mejilla.

-¿Papi, que le paso a tu mano?- pregunto Esther al ver la mano derecha de su padre vendada, Rick miro a Kate sin saber que decir.

-No es nada niños, estoy bien- les dijo con una sonrisa, cuando la verdad es que tuvo que vendarse la mano por lo que había sucedió con los secuestradores de su hija.

-Mami tiene que darte en tu mano un besito para que te cures papi- dijo Max, mientras este se sentaba en el sofá.

-A ver - dijo  sentándose en el sofá, Kate tomo su mano vendada y le dio un beso.

-Ya no te duele papi, verdad.

-No, campeón no me duele nada.

-No, porque mami tiene besos de cura cura- rió el pequeño, y él simplemente los abrazo mas a él- yo los amo mucho- les volvió a decir.

Kate se disculpo diciendo que iría al baño y Rick noto en su voz que algo no estaba bien.

Cuando entro al baño no aguanto mas y comenzó a llorar, no se arrepentía de  las cosas que ella y Castle habían hecho a los agresores, era por su hija, pero escuchar como esas personas hablaban de las cosa que le había hecho a su Amalia, eso, no lo soportaba.

-¿Porque se la llevaron? -Carlos rió mostrando sus diente manchado de sangre.

-No fue nada en su contra- los miro- en serio, solo fue cuestión de dinero -dijo.

-Cien millones, mas lo que recibíamos cada mes.- dijo Elizabeth.

-Lo malo es que los cien millones solo lo tendríamos hasta que ella cumpliera los dieciocho, antes de saber esa información la devolveríamos pero nos conformamos,  la lucha que nos dio desde que la llevamos a casa, uuff tenia que pagar de algún modo, sabes, la leche y los pañales no son baratos- dijo Elizabeth- como tampoco lo son la ropa y todas esa cosas, ustedes me entienden, verdad- dijo y Kate le dio una bofetada, otra mejor dicho.-  Regresara no se volvió una opción aun pidiendo un recaste.

Sentía el ardor en su mano todavía.

-Recuerdas cuando se quemo tratando de freír unos huevos- rió Carlos.

-La muy tonta agarro el sarten sin nada con que evitar una quemadura- agrego Elizabeth, feliz de como el rostro de Kate cambiaba de expresiones, de dolor por su hija.

-Vuelvo y te digo, tu solo tienes que hacerla contar y te obedecerá inmediatamente.

-¡¡Basta!! -le grito a la mujer y salio de la habitación.

-Kate, abre la puerta por favor- llamo Rick, ella no se molesto en limpiarse las lagrimas, él sabia que estaba llorando, abrió la puerta y le dejo entrar con ella. Él la abrazo, no tenían que decirse palabra alguna, los dos  sabían y sentían los sentimientos del otro en ese momento.

Diez minutos después salieron del baño mas tranquilos, tenían que estarlo  dos personitas que dependían de ellos, no se podían dar el lujo de que sus hijos se preocuparan. Las cosas iban a mejorar para ellos, y todo el peso de la ley caerá sobre Elizabeth y Carlos, lo único que les preocupaba es que tal vez su hija tendría que declarar los abusos a los que fue sometida.

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-¿Mami? - escucho la voz de su hija, dejo lo que estaba haciendo y se acerco a ella.

-¿Que sucede cariño?- le pregunto al ver que su hija estaba pensativa.

-Es... es que... donde la abuela Jo Max...- negó con la cabeza- voy a mi cuarto.

-No cariño, ven- tomo un de los peluches que su hija tenia y la tomo de la mano -¿Max y papá aun están jugando? - pregunto mientras se dirigían a la habitación de la pequeña.

Esther asintió- a las luchas, no me gusta jugar eso - dijo y Kate vio como al decir eso abrazaba al osito que tenia.
Se acercaron a la cama y Kate sentó a su hija a su lado.

-A ver quiero que me digas lo que ibas a decirme, no me importa si te tomas tu tiempo, y entenderé si al final no quieres- le sonrió.

Esther suspiro  y miro a su madre.

-En la casa... de abue Mariana... Max dijo... que tus besos tienen cura cura- dijo escondiendo su cara a un costado de su madre. Kate entendió lo que quería dejar dicho.

-¿Te duele algo?-

-No, pero antes si, en todas partes- dijo sacando la cara de su "escondite"

-¿Quieres un beso cura cura?

-No, un abrazo cura cura- dijo mirando a su madre a los ojos- es mas rápido -Kate abrió los brazos y Esther se lanzo a ellos.
-Siento, no haber estado antes- le dio un beso en la cabeza, no quería llorar delante de su hija. -Me encanta este abrazo cura cura- le dijo haciendo reír a la niña- ¿te gusta?

-Si, me gusta mucho- dijo  le dio un beso en la mejilla su madre, que no se lo esperaba.

-¡Ah! gracias- le dijo esta sonriendo.

-De nada- respondió Esther. Kate la miro, sus ojitos brillaban y eso era suficiente para ella, le hacia recordar cada vez que los veía así cuando era mas pequeña, su hija estaría bien, ellos lo estarían. - ¿Mami en que piensas? -pregunto.

-En ti, en Max en papá, en nosotros.

-¿Como conociste a papá?-pregunto arrugando un poco la frente, Kate sonrió y paso un dedo desde la frente de la niña hasta la punta de su nariz haciendo que esta vuelva a reír.

-Uhhh lo conocí en la escuela, en el primer año de secundaria, él tiro todos mis libros, y yo le regañe por eso.

-¿Pidio disculpas?

- Si, hasta me llevo a mi salón, él ya conocía la escuela.

-¿Era grande tu escuela mami?

-Si, muy grande, yo no sabia a donde tenia que ir.

-Hasta que este príncipe encantado te rescato de tu laberinto- la voz de Castle las sorprendió a ambas. -Siento interrumpir, su charla chicas, bueno lo sentimos, verdad campeón - dijo mirando a su hijo- el niño asintió.

-¿Y te gusto tu escuela mami?- siguió preguntando Esther.

-Si, me encanto, la escuela- dijo y luego miro a su esposo que le sonreía.

-¿Y... y como... es una escuela?- pregunto en voz baja. Los adultos compartieron una mirada.

-Es grande- dijo su padre- muy bonita, hay muchos niños, maestros que enseñan a los niños.

-¿A que les enseñan papi?

-Bueno, a muchas cosas, a leer, escribir, a contar, ciencias...- de detuvo al ver que la sonrisa de su hija desapareció.-¿Que sucede?

-Dijiste a... a contar, no me gusta- se abrazo a su madre y esta pudo sentir como las lagrimas de su hija traspasaban la tela de su blusa.

Ellos sabían el motivo.

-Esther, cariño, mírame, por favor- dijo su madre- se... que no te gusta contar, pero...- pensó- para aprender sumas, restas y otras cosas hay que contar- la niña seguía sin mostrar su rostro- no, no solo es para... para algo malo,  mi amor, míranos y te mostrares que no es para lo que piensas.

-No, no me gusta , no quiero- dijo llorando. Max al ver a su hermana así también, comenzó a llorar, Rick intento calmar a su hijo, pero nada de lo que hacia, funcionaba, así que opto por salir de la habitación con el niño, dejando a su esposa e hija, para que la ultima pueda calmarse.

Había sido mala idea lo de hablar de contar, y se maldijo por eso.

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Las ultimas noches no habían sido fáciles para ellos, Esther, se había encerrado un poco mas con ellos, miedo de acercarse a ellos, al día siguiente, de lo ocurrido y por sino no fuera poco una pesadilla esa misma noche habia inerrumpido sus sueño, ellos no se dieron cuenta hasta la mañana siguiente.

Pero después de dos días las cosas parecían volver a la normalidad.

Kate estaba  preparando el desayuno, todavía estaba en pijama, cuando escucho pasos que provenían de las escaleras. Sonrió al ver que se  trataba de su hija.

La niña no dijo nada, simplemente se acerco a su madre abrazándola por la cintura, Kate dejo lo que estaba haciendo y alzo a su hija en brazos.

-Buenos días cariño- le dijo dándole un beso en la mejilla.

-Buenos días mami- respondió esta.

-¿Quieres ayudarme a terminar el desayuno?- la niña asintió.- Pues bien- la sentó en la encimera, les dio un huevo, la niña lo quebró, con cuidado y lo vertió en el recipiente y entre risas hicieron el desayuno.

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-Hoy iremos al parque- anuncio Castle provocando que su hijo menor saltara de alegría.

-Si, bien, ahora todo mundo a ponerse los zapatos- dijo Kate y ambos niños corrieron hasta la entrada donde estaban su zapatos deportivos.

Luego de colocarse el suéter salieron de a casa.

Richard corría detrás de sus hijos mientras estos trataban de impedir de que su padre los atrapara, la risa de sus hijos, les era contagiosa por lo que ellos no podían evitar reír también, aunque con menos intensidad que los pequeños. Kate los observaba desde un banco.

-Mama ayúdanos- le grito Max corriendo en dirección a ella, quien se puso de pie antes de que su hijo aterrizara a sus pies, lo alzo en brazos y corrió un poco hasta su esposo.

-Rick ya tengo a uno- dijo y el niño abrió los ojos sorprendido.

-Mami es trampa- le dijo su hijo entre risas.

-No, no lo es- dijo ella- A ver Castle, cuando comienza la guerra de cosquillas- dijo al momento que su esposo  alcanzaba a su hija.

-¡¡Te tengo!!- le dijo y la risa de su hija era mas fuerte y ambos comenzaron a hacerles cosquillas.

Las personas a su alrededor les miraban con una sonrisa en el rostro "Que hermosa familia" "Que tiernos" " se ven tan lindo" eran los pensamientos de sus espectadores, sin que ninguno supiera que para esa familia poder estar así, tuvieron que vencer muchos obstáculos.

Un nuevo comienzo, les esperaba como familia, nuevas risas y acontecimientos que compartir, juntos como una familia.

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Fin.


-Bien como ya dije hasta aquí llego esta historia, espero que les haya gustado.
Doy gracias a todos los que me acompañaron (leer o comentar) de verdad gracias.