Cuando te veo (FIN)
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josemg95
25 participantes
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: Cuando te veo (FIN)
Perfecto!!!! De verdad, me encanta!!!!! Adoro cómo escribes!!!! Estoy enganchadísima a tu fic!!! Sigue prontoo!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Que penita me da Beckett.
No creo que Castle dure mucho más sin decirle nada.
Sigueeee
No creo que Castle dure mucho más sin decirle nada.
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueee, esta genial
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigue me encanta la historia!! Pero pobre beckett, que castle le haga algo romantico!!
casckett_life- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 31/05/2015
Edad : 26
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches!
Traigo un nuevo capítulo! A ver qué os parece!
Gracias por todas vuestras palabras hacia este fic y hacia mi!!
“¿Has hablado con Aly, tu madre y Alexis?”. Preguntó de pronto la inspectora que hasta ahora se había concentrado únicamente en llevarse algo a la boca y sumergirse en sus pensamientos.
“Sí”. Respondió él mirándola directamente a los ojos. “Están disfrutando de la piscina, la playa y el no tener que hacer nada”.
“¿Están bien?”. Preguntó ella de nuevo, esta vez con tono preocupado.
“Sí cariño, están perfectamente”. Agarró su mano dulcemente por encima de la mesa, se la llevó a los labios y besó sus nudillos uno a uno.
Kate sonrió ante aquel gesto, algo más calmada ya. “Podríamos ir con ellas esta semana”. Comentó apretando la mano de él con cariño.
Rick sonrió ante la proposición de ella. “Haremos lo que tú quieras”. Afirmó apretando él también la mano de ella con firmeza. Era su forma de hacerle saber que estaba con ella.
Kate sonrió y miró su plato que aún estaba bastante lleno. “No tengo más hambre”. Anunció y se levantó para recoger su plato medio lleno y el de Rick que ya se había terminado la cena.
Él le dejó hacer. No era momento para obligarla a comer algo. Se quedó sentado mirando cómo recogía y limpiaba los platos y cuando terminó, se acercó a ella agarrándola nuevamente de la cintura. “¿Vamos a dormir?”. Preguntó con mimo acercando su frente a la de ella.
Kate se mordió el labio y apoyó también su frente en la de él. “Te necesito a ti… Necesito sentirte, a ti”. Pidió con la voz entrecortada al recordar inevitablemente las manos de Tyson sobre ella.
“¿Estás segura?”. Preguntó Rick acercando sus labios a los de ella despacio y mirándola a los ojos.
“Sí”. Afirmó asintiendo y en un movimiento rápido y feroz, le agarró del cuello y se lanzó a besarle con ansia.
“Vamos a la cama”. Pidió el escritor respondiendo rápidamente a su beso.
Caminaron hasta la habitación besándose con devoción. Las manos de Beckett volaban por el cuerpo de Castle, desnudándolo con premura mientras no dejaban de besarse. Rick aún no se había atrevido a desnudarla. No estaba del todo seguro de que aquello fuese lo correcto después de lo que había pasado.
Cuando llegaron a la habitación, Beckett empujó al escritor sobre la cama y se colocó sobre él para continuar besándole. “Desnúdame. Tócame”. Pidió casi sin separarse de sus labios. “Rick, por favor..” Pidió con lágrimas en los ojos.
Ella sólo necesitaba sentirle a él, a su hombre, a su escritor, a su futuro marido, a la persona que amaba.
Rick al verla en ese estado, no lo dudó ni un momento. La agarró de la cintura y la tumbó a ella sobre la cama besándola y saboreándola mientras le quitaba la bata y el camisón y acariciaba su cuerpo como él sabía que a ella le volvía loca. Los ojos de Kate permanecieron todo el rato abiertos, perdidos en la azulada mirada de él. Y él, no dejó de observarla en ningún momento mientras se deshacía de su ropa e iba acariciándola.
Cuando los dos estuvieron completamente desnudos, Rick se inclinó sobre ella y besó acarició y lamió cada rincón de su piel. Los jadeos de Kate eran cada vez más audibles. Su cuerpo, que al principio estaba tenso, poco a poco iba relajándose y empezaba a disfrutar de verdad.
Ella también lo acariciaba a él, sus brazos, su espalda. Los dos disfrutaban de ese momento íntimo y se estaban olvidando del mal rato que habían pasado.
Rick, bajó sus beso por el abdomen de Kate hasta llegar a su sexo. Lo besó, lamió y jugó con su clítoris haciéndola jadear y gemir con fuerza. Quería que se olvidara completamente de todo, que volviera a ser ella, su dura inspectora. La penetró con la lengua, jugando con su sexo mientras acariciaba sus pezones ya erectos.
Kate se agarró a las sábanas al sentirle dentro y gimió con fuerza. Un par de minutos después que él seguía torturándola con su lengua llegó al clímax estallando en un fuerte gemido y corriéndose en él. Dejó caer su cuerpo en la cama nuevamente. Su respiración era rápida y fuerte, pero su cuerpo le pedía más.
Rick se recostó con ella a su lado acariciando su pelo tiernamente. “Te quiero”. Susurró en sus labios besándoselos con suavidad.
Kate aprovechó su cercanía para agarrarlo del cuello y profundizar el beso mientras se colocaba sobre él. “Dame más”. Exigió con la voz ronca por el deseo y sin que a él le diera tiempo a reaccionar, agarró sus manos, las apoyó en la cama y se introdujo el miembro de él en su interior. Ambos jadearon a la vez al sentir su conexión.
Beckett empezó a moverse con ansias sobre él. Necesitaba más y más de él, y sólo de él. Castle correspondía sus movimientos arqueándose y moviéndose en círculos para aumentar el placer de ambos. Pronto, los dos estallaron en un sonoro orgasmo que los dejó tendidos en la cama intentando normalizar sus respiraciones.
Más repuestos del esfuerzo y el ejercicio que acababan de hacer, Kate se pegó a Rick y se abrazó a él apoyando la cabeza sobre su pecho. “Yo también te quiero…”. Susurró acariciando su pecho suavemente.
Rick sonrió pasando un brazo por debajo de ella y abrazándola más.
Permanecieron en silencio un buen rato, dedicándose suaves y cariñosas caricias. Los dos desnudos, en su cama, abrazados.
“Gracias por venir a por mi”. Alzó la cabeza sin despegarla de su pecho para mirarle a los ojos.
“Siempre”. Contestó él besando tiernamente sus labios.
Se separaron con una pequeña sonrisa y Kate volvió a acomodarse sobre él. “Creía que no saldría de allí…”. Susurró abrazándose más a él inconscientemente.
“No pensaba dejarte sola”. Murmuró él acariciando ahora su cabeza. “No sabía qué hacer, pero de brazos cruzados no me iba a quedar”. Besó su pelo dulcemente.
“He pasado tanto miedo Rick…” Susurró nuevamente cerrando los ojos un momento y volviendo a abrirlos casi de inmediato. “Al final no me quedó más remedio que fingir que yo también quería lo mismo que él… Conseguí que se quitara el chaleco”. Tragó saliva. “Era… lo primordial en aquel momento. No salir volando por los aires”. Suspiró y se secó una lágrima que resbalaba por su mejilla. “No sé cómo, hice que se concentrara sólo en mí y antes… antes de que pudiera ir a más, saqué la pistola y… disparé”. Rick le besó el pelo conmovido por todo lo que ella le estaba contando. “Me temblaba todo el cuerpo…”. Susurró de nuevo con más lágrimas en los ojos. “No sabía qué hacer, te llamé y fue cuando escuché tu teléfono al otro lado de la puerta y entraste”. Se pegó más a él. “Fuiste mi salvación”. Cerró los ojos dejando salir más lágrimas.
Rick la colocó más arriba en la cama, le levantó la cabeza con ternura agarrándola del mentón y le secó las lágrimas con dulzura. “Te lo he dicho muchas veces, pero nunca me cansaré de repetírtelo. Eres la mujer más valiente y fuerte que conozco”. Besó sus labios tiernamente y volvió a mirarla a los ojos. “Me siento tan afortunado de tenerte a mi lado que estoy deseando gritarle al mundo que eres mi mujer, que te amo y que nada ni nadie conseguirá separarnos jamás”.
Kate sonrió entre lágrimas y apoyó su frente contra la de él. “Pronto seré la señora de Castle… y tú, el señor de Beckett…”. Bromeó haciendo que los dos sonrieran.
“Falta menos de un mes cariño”. Besó sus labios nuevamente. “Y ahora, vamos a dormir. Mañana saldremos para los Hamptons sin prisa”. Acarició su espalda y la volvió a colocar con la cabeza sobre su hombro.
Beckett se abrazó a él, se taparon con una fina sábana y abrazados se terminaron quedando dormidos.
¿Qé os parece?
Traigo un nuevo capítulo! A ver qué os parece!
Gracias por todas vuestras palabras hacia este fic y hacia mi!!
“¿Has hablado con Aly, tu madre y Alexis?”. Preguntó de pronto la inspectora que hasta ahora se había concentrado únicamente en llevarse algo a la boca y sumergirse en sus pensamientos.
“Sí”. Respondió él mirándola directamente a los ojos. “Están disfrutando de la piscina, la playa y el no tener que hacer nada”.
“¿Están bien?”. Preguntó ella de nuevo, esta vez con tono preocupado.
“Sí cariño, están perfectamente”. Agarró su mano dulcemente por encima de la mesa, se la llevó a los labios y besó sus nudillos uno a uno.
Kate sonrió ante aquel gesto, algo más calmada ya. “Podríamos ir con ellas esta semana”. Comentó apretando la mano de él con cariño.
Rick sonrió ante la proposición de ella. “Haremos lo que tú quieras”. Afirmó apretando él también la mano de ella con firmeza. Era su forma de hacerle saber que estaba con ella.
Kate sonrió y miró su plato que aún estaba bastante lleno. “No tengo más hambre”. Anunció y se levantó para recoger su plato medio lleno y el de Rick que ya se había terminado la cena.
Él le dejó hacer. No era momento para obligarla a comer algo. Se quedó sentado mirando cómo recogía y limpiaba los platos y cuando terminó, se acercó a ella agarrándola nuevamente de la cintura. “¿Vamos a dormir?”. Preguntó con mimo acercando su frente a la de ella.
Kate se mordió el labio y apoyó también su frente en la de él. “Te necesito a ti… Necesito sentirte, a ti”. Pidió con la voz entrecortada al recordar inevitablemente las manos de Tyson sobre ella.
“¿Estás segura?”. Preguntó Rick acercando sus labios a los de ella despacio y mirándola a los ojos.
“Sí”. Afirmó asintiendo y en un movimiento rápido y feroz, le agarró del cuello y se lanzó a besarle con ansia.
“Vamos a la cama”. Pidió el escritor respondiendo rápidamente a su beso.
Caminaron hasta la habitación besándose con devoción. Las manos de Beckett volaban por el cuerpo de Castle, desnudándolo con premura mientras no dejaban de besarse. Rick aún no se había atrevido a desnudarla. No estaba del todo seguro de que aquello fuese lo correcto después de lo que había pasado.
Cuando llegaron a la habitación, Beckett empujó al escritor sobre la cama y se colocó sobre él para continuar besándole. “Desnúdame. Tócame”. Pidió casi sin separarse de sus labios. “Rick, por favor..” Pidió con lágrimas en los ojos.
Ella sólo necesitaba sentirle a él, a su hombre, a su escritor, a su futuro marido, a la persona que amaba.
Rick al verla en ese estado, no lo dudó ni un momento. La agarró de la cintura y la tumbó a ella sobre la cama besándola y saboreándola mientras le quitaba la bata y el camisón y acariciaba su cuerpo como él sabía que a ella le volvía loca. Los ojos de Kate permanecieron todo el rato abiertos, perdidos en la azulada mirada de él. Y él, no dejó de observarla en ningún momento mientras se deshacía de su ropa e iba acariciándola.
Cuando los dos estuvieron completamente desnudos, Rick se inclinó sobre ella y besó acarició y lamió cada rincón de su piel. Los jadeos de Kate eran cada vez más audibles. Su cuerpo, que al principio estaba tenso, poco a poco iba relajándose y empezaba a disfrutar de verdad.
Ella también lo acariciaba a él, sus brazos, su espalda. Los dos disfrutaban de ese momento íntimo y se estaban olvidando del mal rato que habían pasado.
Rick, bajó sus beso por el abdomen de Kate hasta llegar a su sexo. Lo besó, lamió y jugó con su clítoris haciéndola jadear y gemir con fuerza. Quería que se olvidara completamente de todo, que volviera a ser ella, su dura inspectora. La penetró con la lengua, jugando con su sexo mientras acariciaba sus pezones ya erectos.
Kate se agarró a las sábanas al sentirle dentro y gimió con fuerza. Un par de minutos después que él seguía torturándola con su lengua llegó al clímax estallando en un fuerte gemido y corriéndose en él. Dejó caer su cuerpo en la cama nuevamente. Su respiración era rápida y fuerte, pero su cuerpo le pedía más.
Rick se recostó con ella a su lado acariciando su pelo tiernamente. “Te quiero”. Susurró en sus labios besándoselos con suavidad.
Kate aprovechó su cercanía para agarrarlo del cuello y profundizar el beso mientras se colocaba sobre él. “Dame más”. Exigió con la voz ronca por el deseo y sin que a él le diera tiempo a reaccionar, agarró sus manos, las apoyó en la cama y se introdujo el miembro de él en su interior. Ambos jadearon a la vez al sentir su conexión.
Beckett empezó a moverse con ansias sobre él. Necesitaba más y más de él, y sólo de él. Castle correspondía sus movimientos arqueándose y moviéndose en círculos para aumentar el placer de ambos. Pronto, los dos estallaron en un sonoro orgasmo que los dejó tendidos en la cama intentando normalizar sus respiraciones.
Más repuestos del esfuerzo y el ejercicio que acababan de hacer, Kate se pegó a Rick y se abrazó a él apoyando la cabeza sobre su pecho. “Yo también te quiero…”. Susurró acariciando su pecho suavemente.
Rick sonrió pasando un brazo por debajo de ella y abrazándola más.
Permanecieron en silencio un buen rato, dedicándose suaves y cariñosas caricias. Los dos desnudos, en su cama, abrazados.
“Gracias por venir a por mi”. Alzó la cabeza sin despegarla de su pecho para mirarle a los ojos.
“Siempre”. Contestó él besando tiernamente sus labios.
Se separaron con una pequeña sonrisa y Kate volvió a acomodarse sobre él. “Creía que no saldría de allí…”. Susurró abrazándose más a él inconscientemente.
“No pensaba dejarte sola”. Murmuró él acariciando ahora su cabeza. “No sabía qué hacer, pero de brazos cruzados no me iba a quedar”. Besó su pelo dulcemente.
“He pasado tanto miedo Rick…” Susurró nuevamente cerrando los ojos un momento y volviendo a abrirlos casi de inmediato. “Al final no me quedó más remedio que fingir que yo también quería lo mismo que él… Conseguí que se quitara el chaleco”. Tragó saliva. “Era… lo primordial en aquel momento. No salir volando por los aires”. Suspiró y se secó una lágrima que resbalaba por su mejilla. “No sé cómo, hice que se concentrara sólo en mí y antes… antes de que pudiera ir a más, saqué la pistola y… disparé”. Rick le besó el pelo conmovido por todo lo que ella le estaba contando. “Me temblaba todo el cuerpo…”. Susurró de nuevo con más lágrimas en los ojos. “No sabía qué hacer, te llamé y fue cuando escuché tu teléfono al otro lado de la puerta y entraste”. Se pegó más a él. “Fuiste mi salvación”. Cerró los ojos dejando salir más lágrimas.
Rick la colocó más arriba en la cama, le levantó la cabeza con ternura agarrándola del mentón y le secó las lágrimas con dulzura. “Te lo he dicho muchas veces, pero nunca me cansaré de repetírtelo. Eres la mujer más valiente y fuerte que conozco”. Besó sus labios tiernamente y volvió a mirarla a los ojos. “Me siento tan afortunado de tenerte a mi lado que estoy deseando gritarle al mundo que eres mi mujer, que te amo y que nada ni nadie conseguirá separarnos jamás”.
Kate sonrió entre lágrimas y apoyó su frente contra la de él. “Pronto seré la señora de Castle… y tú, el señor de Beckett…”. Bromeó haciendo que los dos sonrieran.
“Falta menos de un mes cariño”. Besó sus labios nuevamente. “Y ahora, vamos a dormir. Mañana saldremos para los Hamptons sin prisa”. Acarició su espalda y la volvió a colocar con la cabeza sobre su hombro.
Beckett se abrazó a él, se taparon con una fina sábana y abrazados se terminaron quedando dormidos.
¿Qé os parece?
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Wow precioso espero que ya llegue la boda o que se vea una escena caskett con aly
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 27/06/2014
Edad : 28
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Me ha encantado por que Kate ha sufrido por que siendo onesta yo antes de que el 3xa tocase a Kate yo le ubiera matado no se como pero lo ubiera echo. Sigueee
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Son adorables!!!!! Me encanta que Beckett le haya contado a Castle como pasó todo!!!! Perfecto, adoro tu fic y cómo escribes!!! Sigue cuando puedaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Que bien que al final Beckett se haya atrevido a soltarlo todo y contárselo a Castle.
Sigueeee
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes a todos!
Gracias por vuestras palabras hacia este fic y hacia mi persona!
Me alegro de que os esté gustando!
Vengo con un poquito más y pronto... ¡LA BODA!
El viaje a los Hamptons, efectivamente, o hicieron sin prisa. Salieron a media mañana para allí con dos pequeñas maletas y tardaron casi una hora más de lo normal en llegar. Pero no había prisa, así que a ninguno le importó.
Kate estaba más tranquila, más receptiva e incluso más sonriente. Aunque seguían sin probar mucho bocado de comida. Rick estaba todo el rato pendiente de ella, mimándola y atento a cada cosa que necesitara. Incluso le dio las llaves del coche para que condujera un rato. Sabía lo que a ella le gustaba conducir y no le iba a privar de ello.
Martha, Alexis y Alyson habían sido avisadas aquella misma mañana de que irían una semana. Las dos pelirrojas se sorprendieron, pues sabían que Beckett tenía que trabajar. Castle les dijo que le habían dado una semana de vacaciones y que querían aprovecharla pasándola con ellas. No iban a decirles la verdad, al menos, no de momento. La adolescente y la actriz no se lo terminaron de creer, pero no hicieron más preguntas. Estaban felices por tenerlos con ellas unos días allí.
Cuando llegaron, Rick aparcó frente a la casa, se bajó del coche y fue sonriente a abrirle la puerta a Kate. Ella salió del coche con una pequeña sonrisa y cuando estuvo a su altura, le dio un dulce beso en los labios. Rick le sonrió más ante el beso y agarró su mano para entrar en la casa.
Las tres chicas estaban esperándoles en el jardín, tomando el sol.
“¡Kate! ¡Papá!” Exclamó Alexis contenta en cuanto los vio salir al jardín. Se levantó corriendo de la hamaca en la que estaba tirada y se fue a abrazar a su padre y después a ella.
Alyson al oír que ya habían llegado salió de la piscina, se secó como pudo con una toalla y se lanzó a los brazos de Castle que ya la esperaba agachado para cogerla en brazos. “¡Hola!”. Exclamó contenta dándole un beso en la mejilla y abrazándose fuerte a él.
“Me estás empapando con el bañador, Aly”. Rió el escritor con la niña aún en brazos.
Ella se desternilló de risa mientras él le bajaba al suelo. “¡Kate!”. Saludó la niña yendo hasta su lado.
Beckett sonrió con ganas cuando vio a la niña y se agachó para abrazarla con fuerza. “Hola princesa”. Saludó cerrando los ojos tras el abrazo. Pensar que el Triple Asesino pudiera haberle hecho algo a la pequeña la removía por dentro.
Aly correspondió aquel abrazo encantada. Aunque con Martha y Alexis se lo pasaba en grande, echaba de menos a “su papá y su mamá”. Besó la mejilla de Kate cuando ella la soltó y le agarró la mano. “Mira, mira qué he aprendido a hacer”. La llevó de la mano hasta la piscina para enseñarle cómo hacía el pino en el agua.
Kate saludó a Martha que estaba allí y se centró en atender a lo que la niña le enseñaba en la piscina.
La actriz salió del agua para acercarse a saludar a su hijo. “Richard”. Lo abrazó con fuerza y él le correspondió el abrazo.
“Hola madre”. Dijo besándole la mejilla.
Entraron en la casa dejando a Kate con Alexis y Alyson fuera.
“¿Qué ha pasado, hijo?”. Preguntó Martha cuando estuvieron en la cocina cada uno con un vaso de zumo en la mano.
“Nada”. Respondió el escritor dando un trago a su zumo.
“Richard, no me chupo el dedo. Sé que algo ha pasado y por eso estáis aquí esta semana”. Miró a los ojos a su hijo esperando que éste le contara qué era lo que pasaba. Pero Rick se centró en su vaso y no abrió la boca. “La cara de Kate no es la misma que cuando nos vinimos aquí y os dejamos en la ciudad”.
Castle suspiró y negó con la cabeza. “¿Te acuerdas de Jerry Tyson, el Triple Asesino?”. Preguntó el escritor en un susurro por si entraba Kate. Su madre asintió. “Pues volvió a matar, esta vez a dos personas que se habían operado para ser exactamente iguales a Kate y a mi. Después jugó con nosotros y sobre todo con Kate. Gracias a Dios ella sacó fuerzas no sé de donde y pudo acabar con él antes de que la cosa fuera a más”. Informó el escritor sin entrar en más detalles, emocionándose y sintiendo escalofríos al acordarse de todo lo que les había hecho sufrir Tyson en tan poco tiempo.
Martha entendió que su hijo no quería contar más y simplemente se acercó a él y lo abrazó. “Descansad esta semana, cuídala, mímala y volved a finales de mes para preparar la boda del año”. Le guiñó el ojo y salió al jardín de nuevo dispuesta a disfrutar de su familia.
Castle se quedó un rato más en la cocina bebiendo su zumo, después fue al coche a por las pequeñas maletas que habían llevado y las subió a su habitación. Cuando colocó todo en su sitio salió de nuevo al jardín y allí se encontró a Kate sentada en la mesa bajo la sombra mirando su móvil. Alyson y Alexis en la piscina y Martha en una hamaca.
Se acercó a la inspectora y besó su cabeza sentándose a su lado. “He subido las maletas arriba y he sacado todas las cosas”. Informó poniendo una mano sobre la rodilla de ella.
Kate sonrió al sentirle a su lado y dejó caer la cabeza sobre el hombro del escritor. “Gracias”. Cerró los ojos dejando el móvil sobre la mesa sin hacerle caso aunque pitó un par de veces seguidas.
“¿Con quién hablabas?”. Preguntó tras un rato.
“Con Lannie”. Besó la mejilla de Castle y volvió a coger el móvil para responder a su amiga. “Quería saber dónde estábamos y si estábamos bien”.
Rick asintió y pasó el brazo por detrás de ella sujetándola por la cintura. “Nos ponemos el bañador y nos metemos a la piscina con las chicas?”. Preguntó con ternura acariciando su cintura.
“Dame 10 minutos que llamo a mi padre para decirle que estoy aquí y subo a cambiarme”. Le miró con una pequeña sonrisa.
“Vale, te espero arriba”. Besó sus labios y subió a la habitación de arriba a cambiarse.
10 minutos después, y tras informar a su padre de que estaban en la casa de los Hamptons subió ella también a ponerse el bañador y disfrutar de esos días.
El humor de Beckett y su sonrisa fueron volviendo a la normalidad durante aquella semana. Y aquellos días también sirvieron para que Castle se tranquilizara después de todo lo que habían vivido. Aunque, por supuesto, ninguno podría olvidar jamás la imagen de sus propias caras y cuerpos inertes en el suelo, ni el sufrimiento que Tyson había provocado en ellos.
Volvieron a Nueva York con las pilas cargadas y cada día más unidos como amigos, compañeros y pareja. Tan sólo quedaban 3 semanas para volver a la casa de los Hamptons y celebrar allí su boda con la familia y amigos.
Gracias, gracias, gracias, por seguir ahí con esta pequeña historia!
Gracias por vuestras palabras hacia este fic y hacia mi persona!
Me alegro de que os esté gustando!
Vengo con un poquito más y pronto... ¡LA BODA!
El viaje a los Hamptons, efectivamente, o hicieron sin prisa. Salieron a media mañana para allí con dos pequeñas maletas y tardaron casi una hora más de lo normal en llegar. Pero no había prisa, así que a ninguno le importó.
Kate estaba más tranquila, más receptiva e incluso más sonriente. Aunque seguían sin probar mucho bocado de comida. Rick estaba todo el rato pendiente de ella, mimándola y atento a cada cosa que necesitara. Incluso le dio las llaves del coche para que condujera un rato. Sabía lo que a ella le gustaba conducir y no le iba a privar de ello.
Martha, Alexis y Alyson habían sido avisadas aquella misma mañana de que irían una semana. Las dos pelirrojas se sorprendieron, pues sabían que Beckett tenía que trabajar. Castle les dijo que le habían dado una semana de vacaciones y que querían aprovecharla pasándola con ellas. No iban a decirles la verdad, al menos, no de momento. La adolescente y la actriz no se lo terminaron de creer, pero no hicieron más preguntas. Estaban felices por tenerlos con ellas unos días allí.
Cuando llegaron, Rick aparcó frente a la casa, se bajó del coche y fue sonriente a abrirle la puerta a Kate. Ella salió del coche con una pequeña sonrisa y cuando estuvo a su altura, le dio un dulce beso en los labios. Rick le sonrió más ante el beso y agarró su mano para entrar en la casa.
Las tres chicas estaban esperándoles en el jardín, tomando el sol.
“¡Kate! ¡Papá!” Exclamó Alexis contenta en cuanto los vio salir al jardín. Se levantó corriendo de la hamaca en la que estaba tirada y se fue a abrazar a su padre y después a ella.
Alyson al oír que ya habían llegado salió de la piscina, se secó como pudo con una toalla y se lanzó a los brazos de Castle que ya la esperaba agachado para cogerla en brazos. “¡Hola!”. Exclamó contenta dándole un beso en la mejilla y abrazándose fuerte a él.
“Me estás empapando con el bañador, Aly”. Rió el escritor con la niña aún en brazos.
Ella se desternilló de risa mientras él le bajaba al suelo. “¡Kate!”. Saludó la niña yendo hasta su lado.
Beckett sonrió con ganas cuando vio a la niña y se agachó para abrazarla con fuerza. “Hola princesa”. Saludó cerrando los ojos tras el abrazo. Pensar que el Triple Asesino pudiera haberle hecho algo a la pequeña la removía por dentro.
Aly correspondió aquel abrazo encantada. Aunque con Martha y Alexis se lo pasaba en grande, echaba de menos a “su papá y su mamá”. Besó la mejilla de Kate cuando ella la soltó y le agarró la mano. “Mira, mira qué he aprendido a hacer”. La llevó de la mano hasta la piscina para enseñarle cómo hacía el pino en el agua.
Kate saludó a Martha que estaba allí y se centró en atender a lo que la niña le enseñaba en la piscina.
La actriz salió del agua para acercarse a saludar a su hijo. “Richard”. Lo abrazó con fuerza y él le correspondió el abrazo.
“Hola madre”. Dijo besándole la mejilla.
Entraron en la casa dejando a Kate con Alexis y Alyson fuera.
“¿Qué ha pasado, hijo?”. Preguntó Martha cuando estuvieron en la cocina cada uno con un vaso de zumo en la mano.
“Nada”. Respondió el escritor dando un trago a su zumo.
“Richard, no me chupo el dedo. Sé que algo ha pasado y por eso estáis aquí esta semana”. Miró a los ojos a su hijo esperando que éste le contara qué era lo que pasaba. Pero Rick se centró en su vaso y no abrió la boca. “La cara de Kate no es la misma que cuando nos vinimos aquí y os dejamos en la ciudad”.
Castle suspiró y negó con la cabeza. “¿Te acuerdas de Jerry Tyson, el Triple Asesino?”. Preguntó el escritor en un susurro por si entraba Kate. Su madre asintió. “Pues volvió a matar, esta vez a dos personas que se habían operado para ser exactamente iguales a Kate y a mi. Después jugó con nosotros y sobre todo con Kate. Gracias a Dios ella sacó fuerzas no sé de donde y pudo acabar con él antes de que la cosa fuera a más”. Informó el escritor sin entrar en más detalles, emocionándose y sintiendo escalofríos al acordarse de todo lo que les había hecho sufrir Tyson en tan poco tiempo.
Martha entendió que su hijo no quería contar más y simplemente se acercó a él y lo abrazó. “Descansad esta semana, cuídala, mímala y volved a finales de mes para preparar la boda del año”. Le guiñó el ojo y salió al jardín de nuevo dispuesta a disfrutar de su familia.
Castle se quedó un rato más en la cocina bebiendo su zumo, después fue al coche a por las pequeñas maletas que habían llevado y las subió a su habitación. Cuando colocó todo en su sitio salió de nuevo al jardín y allí se encontró a Kate sentada en la mesa bajo la sombra mirando su móvil. Alyson y Alexis en la piscina y Martha en una hamaca.
Se acercó a la inspectora y besó su cabeza sentándose a su lado. “He subido las maletas arriba y he sacado todas las cosas”. Informó poniendo una mano sobre la rodilla de ella.
Kate sonrió al sentirle a su lado y dejó caer la cabeza sobre el hombro del escritor. “Gracias”. Cerró los ojos dejando el móvil sobre la mesa sin hacerle caso aunque pitó un par de veces seguidas.
“¿Con quién hablabas?”. Preguntó tras un rato.
“Con Lannie”. Besó la mejilla de Castle y volvió a coger el móvil para responder a su amiga. “Quería saber dónde estábamos y si estábamos bien”.
Rick asintió y pasó el brazo por detrás de ella sujetándola por la cintura. “Nos ponemos el bañador y nos metemos a la piscina con las chicas?”. Preguntó con ternura acariciando su cintura.
“Dame 10 minutos que llamo a mi padre para decirle que estoy aquí y subo a cambiarme”. Le miró con una pequeña sonrisa.
“Vale, te espero arriba”. Besó sus labios y subió a la habitación de arriba a cambiarse.
10 minutos después, y tras informar a su padre de que estaban en la casa de los Hamptons subió ella también a ponerse el bañador y disfrutar de esos días.
El humor de Beckett y su sonrisa fueron volviendo a la normalidad durante aquella semana. Y aquellos días también sirvieron para que Castle se tranquilizara después de todo lo que habían vivido. Aunque, por supuesto, ninguno podría olvidar jamás la imagen de sus propias caras y cuerpos inertes en el suelo, ni el sufrimiento que Tyson había provocado en ellos.
Volvieron a Nueva York con las pilas cargadas y cada día más unidos como amigos, compañeros y pareja. Tan sólo quedaban 3 semanas para volver a la casa de los Hamptons y celebrar allí su boda con la familia y amigos.
Gracias, gracias, gracias, por seguir ahí con esta pequeña historia!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Que bien que todo poco a poco haya vuelto a la normalidad
TENGO MUCHAS GANAS DE BODA!!!
Sigueeeee
TENGO MUCHAS GANAS DE BODA!!!
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writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta que quede tan poco para la boda!!!!!! Precioso, perfecto sigue cuando puedaaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes a todos!
¿Preparados para una boda por todo lo alto? Empezamos hoy y seguiré pronto!
Espero, de corazón que os guste y estar a la altura de la situación.
Gracias nuevamente por estar pendientes de esta historia, leerla, apoyarla y comentarla!
El día había llegado. El 1 de septiembre amaneció soleado y sin exceso de calor. La casa de los Hamptons era un auténtico caos desde primerísima hora de la mañana. Los novios habían dormido separados, por eso de las tradiciones. Castle se había ido a una habitación de invitados mientras que Beckett se quedó en su cama de matrimonio y pidió a Alyson que durmiera con ella. La niña aceptó encantada. Estaba feliz porque sus “padres” se casaban. Jim había llegado el día anterior y también se había quedado allí a dormir.
A las 7 de la mañana Martha y Alexis ya estaban organizando todo en el jardín para dejarlo lo más precioso posible. Mesas, sillas y todo estaba preparado para las 9 de la mañana. Fue cuando ellas entraron en la casa a ducharse y vestirse para poder recibir a los invitados que no tardarían en empezar a llegar.
“¡Mami, mami!”. Gritó la pequeña en cuanto se despertó, abrazándose a Kate en la cama. “Es la hora. Tienes que ducharte o no te va a dar tiempo”. Apremió la niña a la inspectora que aún estaba tumbada en la cama, aunque despierta y con una sonrisa enorme. Era el día, su día.
“Ya voy, ya voy”. Se giró para mirar a Aly y la abrazó con cariño besándole la mejilla. “Pero primero te tenemos que duchar a ti”. Acarició su pelo tiernamente.
“Vale, pero rápido. Que van a venir Martha y Alexis a ayudarte a peinarte en menos de media hora”. Exclamó la pequeña casi más nerviosa que la propia Kate. Aquello hizo reír a Beckett.
“Está bien, vamos a ducharte y después mientras yo me ducho, tú te secas el pelo, ¿vale?”. Besó su mejilla nuevamente y se levantaron de la cama para meterse en la ducha.
Media hora después, Alyson ya estaba duchada y con el pelo seco y Kate salía de la ducha envuelta en una toalla y con el pelo húmedo cayendo sobre sus hombros. Se acercó a la ventana y vio todo lo que Martha y Alexis habían organizado en el jardín para su boda. Sonrió con nerviosismo y jugueteó con sus manos sin dejar de observar por la ventana. La niña se acercó a ella y le encantó lo que vio. En ese momento, llamaron a la puerta.
Aly se lanzó corriendo a la puerta y antes de abrir, preguntó. “Papá, no serás tú, ¿no? Ya sabes que no puedes ver a la novia antes de tiempo”.
Una carcajada salió de los labios de Kate y otra del escritor que se encontraba, efectivamente al otro lado de la puerta. “Sólo quería saber qué tal ibais”.
“Yo sólo tengo que hacerme una trenza en el pelo y ahora van a venir Martha y Alexis a peinar a Kate”. Anunció la niña viendo cómo Kate se acercaba a la puerta.
“Hola, Rick”. Saludó mimosa la inspectora pegando la oreja a la puerta.
“Hola cariño”. Devolvió el saludo un sonriente Castle. “¿Cómo has dormido?”.
“Poco pero bien”. Sonrió a la niña que no quitaba la mano del pomo de la puerta para impedirles abrirla y que se vieran. “¿Y tú?”.
“Mal”. Respondió rápidamente el escritor. “Te he echado mucho de menos”. Ambos sonrieron como tontos.
“En un par de horas me verás y seré tuya para siempre”. Se mordió el labio cerrando los ojos.
“Lo sé. Y me muero de ganas de verte”.
Se escucharon más pasos que se acercaban a la puerta. “¿Se puede saber qué estás haciendo aquí Richard? No puedes pasar a ver a Kate. Traería mala suerte”. Le regañó su madre y se escuchó la carcajada de Kate imaginándose la situación.
“Papá, ve a terminar de vestirte que tenemos que peinar a Kate”.
“Vale, vale. Ya me voy. Pero dejádmela guapa eh”. Bromeó abrazando feliz a su hija.
“Tranquilo, confía en nosotras”. Le guiñó el ojo su madre.
“Es precisamente en quienes no confío”. Bromeó él de nuevo y besando sonoramente las mejillas de su madre y su hija volvió a acercarse a la puerta. “Te veo pronto, cariño. Te quiero”.
“Y yo a ti”. Respondió Kate desde dentro y escuchó cómo él se alejaba y la puerta se abría dejando paso a Martha y Alexis ya vestidas, peinadas y maquilladas.
“¡Wow!”. Exclamaron Alyson y Kate a la vez al verlas.
“Estáis preciosas”. Aduló la inspectora haciendo que las dos giraran sobre sí mismas para observarlas al completo.
“Gracias, gracias”. Sonrieron las dos.
“Bueno, empezaré yo contigo”. Dijo Martha agarrando del brazo a Kate y llevándola al baño.
“Yo te haré una trenza Aly”. Dijo Alexis sentándola sobre la cama y empezando a peinar su rubia cabellera.
“Martha, me gustaría llevar un recogido sencillo”. Pidió la inspectora mirando cómo la actriz ya había empezado a peinarle y secarle el pelo.
“Tranquila. Te voy a dejar preciosa”. Se sonrieron a través del espejo y continuaron con sus tareas.
Con Alyson ya preparada del todo y Kate con el recogido prácticamente acabado, sonó la puerta de la habitación.
“Hija, soy yo”. Se escuchó la voz de Jim desde fuera. “Te traigo el vestido”.
Alyson corrió a abrir la puerta y Jim se lo acercó a Kate que estaba en el baño todavía mientras Martha le colocaba la última orquilla para sujetar el recogido.
“Dadme 10 minutos. Me visto, me maquillo y salgo”. Pidió Kate cogiendo el vestido que su padre le ofrecía y los echó a todos del baño cerrando la puerta para tener intimidad y poder vestirse tranquilamente.
Se quitó la toalla que aún rodeaba su cuerpo, se puso la fina y sexy ropa de interior que se había comprado especialmente para ese día y se acercó al espejo para maquillarse como a ella y a Rick les gustaba: sencilla. 5 minutos después, se puso el vestido de novia, aunque no pudo terminar de cerrar del todo la cremallera. Se miró al espejo y se mordió fuerte el labio. Es cierto, estaba preciosa. Pero lo que más destacaba de cómo iba, eran sus ojos que brillaban de felicidad.
Salió del baño y se encontró con Martha, Alexis, Alyson, Jim y Lannie que acababa de llegar y no podía esperar a ver a la novia. Todos se quedaron boquiabiertos a ver a Kate ya vestida, peinada y maquillada.
¿Qué os va pareciendo?
¿Preparados para una boda por todo lo alto? Empezamos hoy y seguiré pronto!
Espero, de corazón que os guste y estar a la altura de la situación.
Gracias nuevamente por estar pendientes de esta historia, leerla, apoyarla y comentarla!
El día había llegado. El 1 de septiembre amaneció soleado y sin exceso de calor. La casa de los Hamptons era un auténtico caos desde primerísima hora de la mañana. Los novios habían dormido separados, por eso de las tradiciones. Castle se había ido a una habitación de invitados mientras que Beckett se quedó en su cama de matrimonio y pidió a Alyson que durmiera con ella. La niña aceptó encantada. Estaba feliz porque sus “padres” se casaban. Jim había llegado el día anterior y también se había quedado allí a dormir.
A las 7 de la mañana Martha y Alexis ya estaban organizando todo en el jardín para dejarlo lo más precioso posible. Mesas, sillas y todo estaba preparado para las 9 de la mañana. Fue cuando ellas entraron en la casa a ducharse y vestirse para poder recibir a los invitados que no tardarían en empezar a llegar.
“¡Mami, mami!”. Gritó la pequeña en cuanto se despertó, abrazándose a Kate en la cama. “Es la hora. Tienes que ducharte o no te va a dar tiempo”. Apremió la niña a la inspectora que aún estaba tumbada en la cama, aunque despierta y con una sonrisa enorme. Era el día, su día.
“Ya voy, ya voy”. Se giró para mirar a Aly y la abrazó con cariño besándole la mejilla. “Pero primero te tenemos que duchar a ti”. Acarició su pelo tiernamente.
“Vale, pero rápido. Que van a venir Martha y Alexis a ayudarte a peinarte en menos de media hora”. Exclamó la pequeña casi más nerviosa que la propia Kate. Aquello hizo reír a Beckett.
“Está bien, vamos a ducharte y después mientras yo me ducho, tú te secas el pelo, ¿vale?”. Besó su mejilla nuevamente y se levantaron de la cama para meterse en la ducha.
Media hora después, Alyson ya estaba duchada y con el pelo seco y Kate salía de la ducha envuelta en una toalla y con el pelo húmedo cayendo sobre sus hombros. Se acercó a la ventana y vio todo lo que Martha y Alexis habían organizado en el jardín para su boda. Sonrió con nerviosismo y jugueteó con sus manos sin dejar de observar por la ventana. La niña se acercó a ella y le encantó lo que vio. En ese momento, llamaron a la puerta.
Aly se lanzó corriendo a la puerta y antes de abrir, preguntó. “Papá, no serás tú, ¿no? Ya sabes que no puedes ver a la novia antes de tiempo”.
Una carcajada salió de los labios de Kate y otra del escritor que se encontraba, efectivamente al otro lado de la puerta. “Sólo quería saber qué tal ibais”.
“Yo sólo tengo que hacerme una trenza en el pelo y ahora van a venir Martha y Alexis a peinar a Kate”. Anunció la niña viendo cómo Kate se acercaba a la puerta.
“Hola, Rick”. Saludó mimosa la inspectora pegando la oreja a la puerta.
“Hola cariño”. Devolvió el saludo un sonriente Castle. “¿Cómo has dormido?”.
“Poco pero bien”. Sonrió a la niña que no quitaba la mano del pomo de la puerta para impedirles abrirla y que se vieran. “¿Y tú?”.
“Mal”. Respondió rápidamente el escritor. “Te he echado mucho de menos”. Ambos sonrieron como tontos.
“En un par de horas me verás y seré tuya para siempre”. Se mordió el labio cerrando los ojos.
“Lo sé. Y me muero de ganas de verte”.
Se escucharon más pasos que se acercaban a la puerta. “¿Se puede saber qué estás haciendo aquí Richard? No puedes pasar a ver a Kate. Traería mala suerte”. Le regañó su madre y se escuchó la carcajada de Kate imaginándose la situación.
“Papá, ve a terminar de vestirte que tenemos que peinar a Kate”.
“Vale, vale. Ya me voy. Pero dejádmela guapa eh”. Bromeó abrazando feliz a su hija.
“Tranquilo, confía en nosotras”. Le guiñó el ojo su madre.
“Es precisamente en quienes no confío”. Bromeó él de nuevo y besando sonoramente las mejillas de su madre y su hija volvió a acercarse a la puerta. “Te veo pronto, cariño. Te quiero”.
“Y yo a ti”. Respondió Kate desde dentro y escuchó cómo él se alejaba y la puerta se abría dejando paso a Martha y Alexis ya vestidas, peinadas y maquilladas.
“¡Wow!”. Exclamaron Alyson y Kate a la vez al verlas.
“Estáis preciosas”. Aduló la inspectora haciendo que las dos giraran sobre sí mismas para observarlas al completo.
“Gracias, gracias”. Sonrieron las dos.
“Bueno, empezaré yo contigo”. Dijo Martha agarrando del brazo a Kate y llevándola al baño.
“Yo te haré una trenza Aly”. Dijo Alexis sentándola sobre la cama y empezando a peinar su rubia cabellera.
“Martha, me gustaría llevar un recogido sencillo”. Pidió la inspectora mirando cómo la actriz ya había empezado a peinarle y secarle el pelo.
“Tranquila. Te voy a dejar preciosa”. Se sonrieron a través del espejo y continuaron con sus tareas.
Con Alyson ya preparada del todo y Kate con el recogido prácticamente acabado, sonó la puerta de la habitación.
“Hija, soy yo”. Se escuchó la voz de Jim desde fuera. “Te traigo el vestido”.
Alyson corrió a abrir la puerta y Jim se lo acercó a Kate que estaba en el baño todavía mientras Martha le colocaba la última orquilla para sujetar el recogido.
“Dadme 10 minutos. Me visto, me maquillo y salgo”. Pidió Kate cogiendo el vestido que su padre le ofrecía y los echó a todos del baño cerrando la puerta para tener intimidad y poder vestirse tranquilamente.
Se quitó la toalla que aún rodeaba su cuerpo, se puso la fina y sexy ropa de interior que se había comprado especialmente para ese día y se acercó al espejo para maquillarse como a ella y a Rick les gustaba: sencilla. 5 minutos después, se puso el vestido de novia, aunque no pudo terminar de cerrar del todo la cremallera. Se miró al espejo y se mordió fuerte el labio. Es cierto, estaba preciosa. Pero lo que más destacaba de cómo iba, eran sus ojos que brillaban de felicidad.
Salió del baño y se encontró con Martha, Alexis, Alyson, Jim y Lannie que acababa de llegar y no podía esperar a ver a la novia. Todos se quedaron boquiabiertos a ver a Kate ya vestida, peinada y maquillada.
¿Qué os va pareciendo?
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Woww precioso pero continua y que todo salga bien que no haya accidentes de rick ni nada okayy sino mueressss
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
- Mensajes : 249
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Edad : 28
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Qué bonito, me encanta!!!! Por fin llegó el día!!!!! Parece que va a ser una boda perfecta!!!! Sigue cuando puedaaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta
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writerdetective47- Actor en Broadway
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Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Necesito más!!!
casckett_life- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 31/05/2015
Edad : 26
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes!
Traigo otro cachito de la boda! Siento no haberme pasado ayer, pero ya sabéis, los exámenes...
¿Seguimos?
“Hija, estás preciosa”. Se acercó a ella su padre agarrándola de la mano para que diera una vuelta sobre sí misma y poder observarla al completo.
“Tu madre tenía un gusto increíble”. Afirmó la actriz y todos sonrieron.
“Sí, es cierto que lo tenía”. Corroboró la forense acercándose a Kate para abrazarla con fuerza. “Vas a ser la novia más guapa de todas, Kate”.
“Gracias”. Agradeció de corazón Beckett mordiéndose el labio para intentar no derramar ninguna lágrima y no estropear su maquillaje.
“A ver, deja que termine de abrocharte el vestido”. Se ofreció la joven acercándose por detrás a Kate y terminando de cerrar la cremallera y el diminuto botón que tenía en la parte de arriba.
“Sólo me quedan los zapatos”. Dijo Kate mirando a Aly.
La niña corrió al armario y sacó los preciosos zapatos de tacón a juego con el vestido y se los dio. “Toma”.
Beckett se puso los zapatos y volvió a girar sobre sí misma para que todos la miraran vestida ya al completo.
“¿Me dejáis un momento a solas con ella?”. Pidió Jim mirando a los demás.
Todos asintieron y los dejaron a solas en la habitación. Salieron a recibir a los familiares y amigos que ya empezaban a llegar.
“Papá, gracias”. Dijo Kate agarrando sus manos. “Sin ti no hubiera encontrado el vestido adecuado y éste, es perfecto”. Se sonrieron ampliamente.
“Estás preciosa cariño”. La abrazó con fuerza y cuando se separó de ella la miró a los ojos. “No quiero que estés triste hoy, ¿vale? Tu madre te está viendo esté donde esté. La tendremos presente pero sin dejar de sonreír”. Pidió el abogado.
“Eso haremos”. Se volvieron a sonreír y Kate le enseñó su mano en la que llevaba dos anillos: el anillo con el que Castle le había pedido matrimonio y el de su madre ajustado a su medida.
Los ojos de Jim se abrieron de sobremanera al reconocer el anillo de su difunta Johanna. “¿Y esto?”. Preguntó cogiendo la mano de su hija y acariciando el anillo.
“Siempre lo he llevado colgado, ya lo sabes. Pero Rick me dio una sorpresa. Lo había mandado ajustar a mi tamaño para que lo pudiera llevar hoy y así tener a mamá presente durante todo el día”. Confesó con una bonita sonrisa.
“Ese hombre es alucinante y está locamente enamorado de ti”. Sonrió Jim abrazando de nuevo a su hija.
“Sí, y yo de él”. Confesó sonriente correspondiendo su abrazo.
Tras unos minutos más de confidencias, la puerta de la habitación se abrió y entró Martha con Lannie.
“Chicos, esa gente de ahí fuera tiene hambre y se están empezando a impacientar. La hora ha llegado”. Informó la forense con una radiante sonrisa.
“Te dejo para que termines de arreglarte”. Besó Jim la mejilla de Kate. “Te espero abajo para llevarte al altar”. Se sonrieron mutuamente y el abogado se fue seguido de Lannie.
“Kate, me gustaría darte algo”. Dijo Martha acercándose a ella con una cajita de terciopelo en las manos.
“Marta… No es necesario..”. Murmuró mirando la caja y mordiéndose el labio.
“Sí, sí que lo es”. Abrió la caja mostrándole unos preciosos pendientes azules. “Estos pendientes han pasado por la mujer más fuerte de cada generación de mi familia. Siempre soñé con tener una hija y dárselos el día de su boda, pero eso no ocurrió. Y tú, eres lo más parecido a una hija que he tenido nunca. Así que me gustaría que los llevaras tú el día de tu boda. Te han estado esperando a ti, Katherine”. Dejó la caja con los pendientes sobre la mano de Kate apretándosela ligeramente.
“Martha yo… no tengo palabras, gracias”. Se abrazó a ella con fuerza y se acercó rápidamente al espejo para colocárselos. Se observó unos segundos con ellos puestos. “Son preciosos”. Sonrió mirando a su suegra a través del espejo.
“Mi hijo es muy afortunado de tenerte a su lado. Quería darte las gracias por hacerlo feliz”. Agarró las manos de la novia cuando ésta se giró para mirarla de frente.
“Soy yo la que os tengo que agradecer todo a vosotros. Me habéis acogido como una más en la familia, me dais un cariño inmenso y me haceis feliz”. Apretó también ella las manos de Martha.
“Venga, salgamos antes de que las dos comencemos a llorar”. Rió la actriz provocando que la inspectora también riera.
Richard Castle ya estaba en el jardín al lado de su hija esperando a Katherine Beckett. Todos los invitados habían tomado asiento, incluida su madre que había bajado la última tras entretenerse un poco hablando con Kate. Una suave melodía empezó a sonar y pronto pudo vislumbrar a su futura mujer del brazo de Jim y de la mano de Alyson que no se quería separar de ella. Sus ojos se encontraron y se sonrieron, al igual que sus labios. Los dos estaban radiantes, sonrientes, felices.
Kate avanzó por el pasillo entre las sillas del brazo de su madre y agarrando la mano de Aly. No podía dejar de sonreír y sólo tenía ojos para él, para Rick Castle, su futuro marido. Cuando llegaron al improvisado altar, se soltó del brazo de Jim y de la mano de la niña, se abrazó y besó a los dos y también dio un fuerte abrazo a Alexis antes de colocarse al lado de Castle, de espaldas a los invitados y frente a la personan que los iba a casar.
“Hola…”. Saludó en un susurró al escritor cuando estuvo a su lado.
“Hola”. Le devolvió él el saludo sin que ninguno de los dos pudiera dejar de sonreír. “¿Nerviosa?”. Preguntó.
“Atacada”. Confesó sonriente. “¿Y tú?”. Preguntó alzando una ceja.
“Más que en toda mi vida”. Agarró la mano con la que no sujetaba el ramo de flores con ternura y se dispusieron a prestar atención.
Llegó el momento de pronunciar los votos y la pareja se giró para quedar de frente. Sus ojos volvieron a encontrarse y sus sonrisas eran inmensas. Kate se estiró para dejarle el ramo a Alexis y poder tener las manos libres.
Castle fue el primero en empezar a hablar. Cogió las manos de Kate y sin dejar de mirarla a los ojos pronunció aquellas palabras. “Desde el momento en que te conocí, mi mundo cambió por completo. Mi vida empezó a cobrar sentido a tu lado. Me enseñaste a ser mejor persona; que la vida no siempre es color de rosa pero que merece la pena vivir cada momento y disfrutar de cada segundo. Y hoy, después de casi 6 años a tu lado, cuando te veo, cada vez que te veo, me siento el hombre más afortunado del planeta. Gracias por ser extraordinaria y por convertir en extraordinarios cada uno de mis días a tu lado”. En ese momento apareció Alyson frente a ellos con los anillos y le ofreció uno a él. Rick lo cogió y se lo colocó a Kate junto con el de su madre. “Te quiero, Katherine Beckett, con todo mi corazón. Ahora y siempre”. Terminó de colocárselo y besó su mano con ternura sin despegar la mirada de los ojos de ella que brillaban de manera especial.
Beckett tomó aire lentamente. Las palabras de Castle le habían llegado muy hondo y se sentía en una especie de nube. Le sonrió con complicidad y cogió el otro anillo que le ofrecía la niña. Empezó a hablar mientras iba colocando el anillo en el dedo de Rick. “Desde el momento en que te conocí, mi mundo cambió por completo. Me enseñaste a convertir mis debilidades en mis puntos fuertes. Me ayudaste a levantarme cuando me caía, e incluso antes de que me cayera tú ya estaba ahí para sujetarme con fuerza. Cuando te veo y recuerdo todos los momentos que hemos pasado juntos, malos o buenos, me siento la mujer más afortunada del planeta. Gracias por tenerme tanta paciencia, por enamorarme y por amarme a cada segundo. Te quiero, Richard Castle, con todo mi corazón. Ahora y siempre”. Acarició el anillo de él ya completamente colocado en su dedo. Ahora eran los ojos de los dos los que demostraban la emoción del momento.
Pero no sólo ellos dos se habían emocionado. Parte de los invitados también luchaban por controlar las lágrimas de felicidad tras escuchar sus palabras y ver sus miradas. Entre ellos se encontraban Martha y Alexis, Lannie e incluso Jim.
En cuanto escucharon las palabras clave “os declaro marido y mujer” la pareja se besó ante todos. Al principio fue un beso tierno y dulce, durante el cual Rick agarró a Kate por la espalda pegándola a él y ella lo sujetó por el cuello besándolo, enredando sus dedos en el pelo de él. Después, el beso se tornó más pasional, dejando paso a sus lenguas y pegando más sus cuerpos. Todos aplaudieron y vitorearon a la recién casada pareja mientras ésta no dejaba de sonreír durante el beso.
Aiis... espero que os guste!
Opinad, por favor.
Gracias por todas vuestras palabras!
Traigo otro cachito de la boda! Siento no haberme pasado ayer, pero ya sabéis, los exámenes...
¿Seguimos?
“Hija, estás preciosa”. Se acercó a ella su padre agarrándola de la mano para que diera una vuelta sobre sí misma y poder observarla al completo.
“Tu madre tenía un gusto increíble”. Afirmó la actriz y todos sonrieron.
“Sí, es cierto que lo tenía”. Corroboró la forense acercándose a Kate para abrazarla con fuerza. “Vas a ser la novia más guapa de todas, Kate”.
“Gracias”. Agradeció de corazón Beckett mordiéndose el labio para intentar no derramar ninguna lágrima y no estropear su maquillaje.
“A ver, deja que termine de abrocharte el vestido”. Se ofreció la joven acercándose por detrás a Kate y terminando de cerrar la cremallera y el diminuto botón que tenía en la parte de arriba.
“Sólo me quedan los zapatos”. Dijo Kate mirando a Aly.
La niña corrió al armario y sacó los preciosos zapatos de tacón a juego con el vestido y se los dio. “Toma”.
Beckett se puso los zapatos y volvió a girar sobre sí misma para que todos la miraran vestida ya al completo.
“¿Me dejáis un momento a solas con ella?”. Pidió Jim mirando a los demás.
Todos asintieron y los dejaron a solas en la habitación. Salieron a recibir a los familiares y amigos que ya empezaban a llegar.
“Papá, gracias”. Dijo Kate agarrando sus manos. “Sin ti no hubiera encontrado el vestido adecuado y éste, es perfecto”. Se sonrieron ampliamente.
“Estás preciosa cariño”. La abrazó con fuerza y cuando se separó de ella la miró a los ojos. “No quiero que estés triste hoy, ¿vale? Tu madre te está viendo esté donde esté. La tendremos presente pero sin dejar de sonreír”. Pidió el abogado.
“Eso haremos”. Se volvieron a sonreír y Kate le enseñó su mano en la que llevaba dos anillos: el anillo con el que Castle le había pedido matrimonio y el de su madre ajustado a su medida.
Los ojos de Jim se abrieron de sobremanera al reconocer el anillo de su difunta Johanna. “¿Y esto?”. Preguntó cogiendo la mano de su hija y acariciando el anillo.
“Siempre lo he llevado colgado, ya lo sabes. Pero Rick me dio una sorpresa. Lo había mandado ajustar a mi tamaño para que lo pudiera llevar hoy y así tener a mamá presente durante todo el día”. Confesó con una bonita sonrisa.
“Ese hombre es alucinante y está locamente enamorado de ti”. Sonrió Jim abrazando de nuevo a su hija.
“Sí, y yo de él”. Confesó sonriente correspondiendo su abrazo.
Tras unos minutos más de confidencias, la puerta de la habitación se abrió y entró Martha con Lannie.
“Chicos, esa gente de ahí fuera tiene hambre y se están empezando a impacientar. La hora ha llegado”. Informó la forense con una radiante sonrisa.
“Te dejo para que termines de arreglarte”. Besó Jim la mejilla de Kate. “Te espero abajo para llevarte al altar”. Se sonrieron mutuamente y el abogado se fue seguido de Lannie.
“Kate, me gustaría darte algo”. Dijo Martha acercándose a ella con una cajita de terciopelo en las manos.
“Marta… No es necesario..”. Murmuró mirando la caja y mordiéndose el labio.
“Sí, sí que lo es”. Abrió la caja mostrándole unos preciosos pendientes azules. “Estos pendientes han pasado por la mujer más fuerte de cada generación de mi familia. Siempre soñé con tener una hija y dárselos el día de su boda, pero eso no ocurrió. Y tú, eres lo más parecido a una hija que he tenido nunca. Así que me gustaría que los llevaras tú el día de tu boda. Te han estado esperando a ti, Katherine”. Dejó la caja con los pendientes sobre la mano de Kate apretándosela ligeramente.
“Martha yo… no tengo palabras, gracias”. Se abrazó a ella con fuerza y se acercó rápidamente al espejo para colocárselos. Se observó unos segundos con ellos puestos. “Son preciosos”. Sonrió mirando a su suegra a través del espejo.
“Mi hijo es muy afortunado de tenerte a su lado. Quería darte las gracias por hacerlo feliz”. Agarró las manos de la novia cuando ésta se giró para mirarla de frente.
“Soy yo la que os tengo que agradecer todo a vosotros. Me habéis acogido como una más en la familia, me dais un cariño inmenso y me haceis feliz”. Apretó también ella las manos de Martha.
“Venga, salgamos antes de que las dos comencemos a llorar”. Rió la actriz provocando que la inspectora también riera.
Richard Castle ya estaba en el jardín al lado de su hija esperando a Katherine Beckett. Todos los invitados habían tomado asiento, incluida su madre que había bajado la última tras entretenerse un poco hablando con Kate. Una suave melodía empezó a sonar y pronto pudo vislumbrar a su futura mujer del brazo de Jim y de la mano de Alyson que no se quería separar de ella. Sus ojos se encontraron y se sonrieron, al igual que sus labios. Los dos estaban radiantes, sonrientes, felices.
Kate avanzó por el pasillo entre las sillas del brazo de su madre y agarrando la mano de Aly. No podía dejar de sonreír y sólo tenía ojos para él, para Rick Castle, su futuro marido. Cuando llegaron al improvisado altar, se soltó del brazo de Jim y de la mano de la niña, se abrazó y besó a los dos y también dio un fuerte abrazo a Alexis antes de colocarse al lado de Castle, de espaldas a los invitados y frente a la personan que los iba a casar.
“Hola…”. Saludó en un susurró al escritor cuando estuvo a su lado.
“Hola”. Le devolvió él el saludo sin que ninguno de los dos pudiera dejar de sonreír. “¿Nerviosa?”. Preguntó.
“Atacada”. Confesó sonriente. “¿Y tú?”. Preguntó alzando una ceja.
“Más que en toda mi vida”. Agarró la mano con la que no sujetaba el ramo de flores con ternura y se dispusieron a prestar atención.
Llegó el momento de pronunciar los votos y la pareja se giró para quedar de frente. Sus ojos volvieron a encontrarse y sus sonrisas eran inmensas. Kate se estiró para dejarle el ramo a Alexis y poder tener las manos libres.
Castle fue el primero en empezar a hablar. Cogió las manos de Kate y sin dejar de mirarla a los ojos pronunció aquellas palabras. “Desde el momento en que te conocí, mi mundo cambió por completo. Mi vida empezó a cobrar sentido a tu lado. Me enseñaste a ser mejor persona; que la vida no siempre es color de rosa pero que merece la pena vivir cada momento y disfrutar de cada segundo. Y hoy, después de casi 6 años a tu lado, cuando te veo, cada vez que te veo, me siento el hombre más afortunado del planeta. Gracias por ser extraordinaria y por convertir en extraordinarios cada uno de mis días a tu lado”. En ese momento apareció Alyson frente a ellos con los anillos y le ofreció uno a él. Rick lo cogió y se lo colocó a Kate junto con el de su madre. “Te quiero, Katherine Beckett, con todo mi corazón. Ahora y siempre”. Terminó de colocárselo y besó su mano con ternura sin despegar la mirada de los ojos de ella que brillaban de manera especial.
Beckett tomó aire lentamente. Las palabras de Castle le habían llegado muy hondo y se sentía en una especie de nube. Le sonrió con complicidad y cogió el otro anillo que le ofrecía la niña. Empezó a hablar mientras iba colocando el anillo en el dedo de Rick. “Desde el momento en que te conocí, mi mundo cambió por completo. Me enseñaste a convertir mis debilidades en mis puntos fuertes. Me ayudaste a levantarme cuando me caía, e incluso antes de que me cayera tú ya estaba ahí para sujetarme con fuerza. Cuando te veo y recuerdo todos los momentos que hemos pasado juntos, malos o buenos, me siento la mujer más afortunada del planeta. Gracias por tenerme tanta paciencia, por enamorarme y por amarme a cada segundo. Te quiero, Richard Castle, con todo mi corazón. Ahora y siempre”. Acarició el anillo de él ya completamente colocado en su dedo. Ahora eran los ojos de los dos los que demostraban la emoción del momento.
Pero no sólo ellos dos se habían emocionado. Parte de los invitados también luchaban por controlar las lágrimas de felicidad tras escuchar sus palabras y ver sus miradas. Entre ellos se encontraban Martha y Alexis, Lannie e incluso Jim.
En cuanto escucharon las palabras clave “os declaro marido y mujer” la pareja se besó ante todos. Al principio fue un beso tierno y dulce, durante el cual Rick agarró a Kate por la espalda pegándola a él y ella lo sujetó por el cuello besándolo, enredando sus dedos en el pelo de él. Después, el beso se tornó más pasional, dejando paso a sus lenguas y pegando más sus cuerpos. Todos aplaudieron y vitorearon a la recién casada pareja mientras ésta no dejaba de sonreír durante el beso.
Aiis... espero que os guste!
Opinad, por favor.
Gracias por todas vuestras palabras!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Woww es esprecioso continua pronto que sinome muero
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
- Mensajes : 249
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Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta!!! Estoy enamorada de esta historia!!
casckett_life- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 31/05/2015
Edad : 26
Re: Cuando te veo (FIN)
Que bonito, me ha encantado y al menos en esta boda no ha pasado nada malo , me he leído tres capítulos que tenia pendientes por tema de exámenes y me han encantado sobretodo este ultimo pero en general te doy un 10 y como siempre te dijo escribes realmente bien .
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Me ha encantado el momento padre hija, Beckett con Matha y los votos.... en fin todo jajajaja.
Te ha quedado genial!!! Y por fin se han casado
Sigueee
Te ha quedado genial!!! Y por fin se han casado
Sigueee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Ha sido perfecto!!!!!! Me ha encantado cada momento de la boda!!!! Impresionante!!!! Y como siempre, tu forma de escribir increíble!!! Sigue cuando puedaas!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
La boda ha sido increíble me han gustado mucho los dos capitulos que le has dedicado
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas!
No sabéis cuanto me alegra saber que os ha gustado la boda!
Traigo un nuevo capítulo correspondiente al final de la boda!
Gracias por seguir leyendo y comentando! No dudéis en seguir haciéndolo, por favor.
Kate y Rick bajaron del pequeño altar improvisado cogidos del brazo. No dejaban de sonreír a todos. Alexis se acercó a la pareja y le dio el ramo de flores a Beckett. Ella sonrió sabiendo lo que veía en ese momento. Besó los labios de su marido, se soltó de su brazo y se puso en mitad del jardín.
“Poneos todas detrás de mí”. Pidió dándose la vuelta y sujetando el ramo de flores con las dos manos. Todas las invitadas obedecieron expectantes a que lanzara el ramo. “¿Preparadas?. Allá va”. Exclamó Kate alzando los brazos. “Una… dos… y tres”. Lanzó el ramo dándoles la espalda a todas y escuchó cómo se creaba un pequeño alboroto mientras las chicas intentaban pillar el ramo.
Cuando se dio la vuelta para descubrir a quién le había caído, no pudo evitar reírse y aplaudir. Lannie tenía el ramo de flores entre sus manos y miraba boquiabierta a Kate. La inspectora ladeó la cabeza divertida y le guiñó el ojo. Se acercó a ella y la abrazó con fuerza. “Ya sabes lo que se dice. Tú serás la próxima”. Besó su mejilla y se alejó de ella riendo.
Fue el turno de las fotos de rigor. Con los amigos, con la familia, solos, con Alyson, la novia con el padre, el novio con la madre y la hija, todos juntos…
A continuación, todos se sentaron a la mesa para disfrutar del abundante banquete. Después la banda empezó a tocar diferentes estilos de música que hizo que la mayoría de invitados se pusieran en pie y bailaran hasta agotarse.
Rick se levantó ofreciéndole la mano a Kate. “¿Me concede este baile señorita Castle?”. Se sonrieron.
“Será un honor, señor Beckett”. Agarró su mano levantándose y juntos sin soltarse se acercaron al centro de la pista donde comenzaron a bailar agarrados una canción lenta y suave. Todos a su alrededor disfrutaron de ellos y les hicieron fotos.
La música siguió sonando y Castle se acercó a Alexis para bailar con ella y Beckett fue donde su padre para bailar con él. Ninguno podía dejar de sonreír. Todo era perfecto, su día estaba siendo perfecto. Rodeados de familiares y amigos y teniéndose el uno al otro, ahora sí que sí, para siempre.
Empezaba a anochecer cuando Kate se alejó un poco de toda la gente y se quedó observando las preciosas vistas desde el jardín de la casa. El sol estaba cayendo y teñía el cielo de distintos colores y tonalidades. Sonrió pensando en ese día mientras en sus manos sostenía sus dos anillos: el de casada y el de su madre. Los apretó y se mordió fuerte el labio.
“Te quiero mamá y te echo mucho de menos…”. Susurró prácticamente para sí misma sin dejar de mirar el horizonte. Cogió aire sonriendo y se colocó los anillos dispuesta a volver a la fiesta y seguir bailando hasta que sus pies no pudieran más.
Pero justo cuando se iba a dar la vuelta para volver con los demás, unos fuertes brazos ya muy familiares para ella la rodearon desde atrás. Sonrió y sin necesitar girarse para saber quién era se apoyó en él dejando reposar la cabeza sobre su hombro.
“Hola…”. Murmuró él en su oído besándole el cuello con ternura mientras la apretaba entre sus brazos.
“Hola”. Correspondió ella cerrando los ojos y dejándose abrazar.
“¿Qué hacías aquí tan solita?”. Agarró sus manos entrelazando los dedos de ambos mientras le daba más besos en el cuello.
“Necesitaba alejarme durante un momento de tanto baile”. Apretó sus manos con cariño. “Pero iba a volver ahora mismo”.
“Pues vamos a bailar una última vez antes de irnos”.
“¿Irnos?”. Preguntó girándose entre sus brazos para quedar frente a él y poder mirarle a los ojos.
“No creerás que vamos a pasar aquí nuestra noche de bodas…”. Sonrió con picardía el escritor.
Kate se mordió el labio. “Pensaba que sí”. Sonrió. “¿Dónde me vas a llevar?”. Preguntó curiosa.
“A un sitio que te va a encantar”. Besó sus labios suavemente.
Kate posó su mano en la mejilla de él acariciándole y le sonrió. “Vamos a bailar y a despedirnos de todos”.
De la mano volvieron al centro del jardín donde todavía quedaban muchos invitados dándolo todo en la improvisada pista de baile. Danzaron un rato más hasta que Rick la cogió del brazo e hizo que se empezara a despedir de todos.
“Aly, cariño”. Abrazó Kate a la niña. “Volveremos mañana, ¿vale?”. Sonrió a la pequeña que asintió encantada. “Pórtate bien”. Le aconsejó sonriente.
“Sí mamá. Y ahora, ¡iros!”. Dijo Aly provocando la risa del escritor que se agachaba también para abrazar a la niña.
“La próxima vez te llevamos a ti también”. Besó la mejilla de la niña abrazándola mientras Kate seguía despidiéndose.
“Adiós Martha, adiós Alexis”. Dijo la inspectora abrazándose fuerte a ellas. “Gracias por todo. Ha sido perfecto”. Las tres chicas se abrazaron con fuerza mientras Castle se despedía ahora de Jim.
“Disfrutad chicos”. Dijo la actriz despidiéndose de la pareja.
Beckett se acercó a su padre y lo abrazó con fuerza. “Gracias por todo papá”. Besó su mejilla sin separarse del abrazo. “Te llamo dentro de unos días”.
“Adiós hija”. Le devolvió el abrazo y el beso en la mejilla y sonrió junto a Martha y Alexis mientras los veían caminar hacia dentro de la casa para coger el coche que esperaba al otro lado.
En la entrada principal de la casa les esperaba una preciosa limusina. Kate miró boquiabierta al escritor y éste le guiñó un ojo mientras le abría la puerta para que entrara. Ella se levantó el vestido lo justo para poder entrar con comodidad a la limusina y después Rick entró a su lado cogiendo su mano.
“Podemos irnos”. Indicó el escritor al chófer que esperaba en el asiento delantero.
El coche arrancó y empezó a conducir por las carreteras cercanas a los Hamptons.
Rick levantó la ventanilla para dejarlos separados del chófer y miró a Kate agarrando sus manos. Entonces ella se dio cuenta de un detalle en el que hasta ese momento no se había fijado. El reloj de la muñeca izquierda de Rick le sonaba.
“Ese reloj…” Dijo sin quitarle la vista al adorno de su muñeca. “Me suena”. Elevó la mirada para encontrarse con los preciosos ojos azules del escritor.
Rick sonrió abiertamente y la besó con dulzura. “Pensaba que no te ibas a dar cuenta”. Acarició sus dedos suavemente. “Me lo ha regalado tu padre justo antes de la boda”.
“¿De verdad?”. Dijo Kate sorprendida.
“Sí”. Asintió él mirando ahora el reloj. “Le he dicho varias veces que no era necesario, pero él ha insistido”.
“Tu madre me ha regalado estos pendientes”. Comentó la inspectora señalando sus pendientes y sonriendo.
“Lo sé y estás preciosa con ellos”. Sonrientes se acercaron poco a poco a sus labios hasta terminar de juntarlos en un tierno beso.
“¿Me vas a decir adónde vamos o voy a tener que interrogarte?”. Preguntó con una sonrisa la inspectora.
“Preferiría que no lo hicieras. Aunque… tiene su morbo verte tan seria y tan metida en el papel de inspectora dura”. Dijo alzando una ceja con picardía.
“Serás tonto”. Rió ella golpeándole amistosamente el brazo.
Rick también rió y la besó fugazmente. “Vamos a una pequeña casita rústica que he alquilado. Esta en una montaña”.
“¿Cómo la que tiene mi padre?”. Preguntó Kate sonriente.
“Sí, muy parecida a la de tu padre”.
“Gracias”. Besó ella ahora sus labios y apoyó la cabeza en su hombro esperando ansiosa a llegar a la casa.
Tras media hora más de trayecto llegaron a su destino. Castle se bajó primero de la limusina, la rodeó y abrió la puerta de Beckett ofreciéndole su mano para que saliera de ella. Cuando la inspectora estuvo fuera y de pie a su lado, pasó un brazo por detrás de su espalda y el otro por detrás de sus rodillas y la cogió en brazos.
“¡Rick!”. Gritó ella sorprendida agarrándose a su cuello. “¿Qué haces?”. Rió.
“Llevarte como es debido”. Besó sus labios acercándose a la puerta de la entrada, la abrió con agilidad y entraron en la estancia en la que disfrutarían de su primera noche casados, dando rienda suelta al amor y la pasión.
¿Qué os parece esta pareja de tortolitos?
No sabéis cuanto me alegra saber que os ha gustado la boda!
Traigo un nuevo capítulo correspondiente al final de la boda!
Gracias por seguir leyendo y comentando! No dudéis en seguir haciéndolo, por favor.
Kate y Rick bajaron del pequeño altar improvisado cogidos del brazo. No dejaban de sonreír a todos. Alexis se acercó a la pareja y le dio el ramo de flores a Beckett. Ella sonrió sabiendo lo que veía en ese momento. Besó los labios de su marido, se soltó de su brazo y se puso en mitad del jardín.
“Poneos todas detrás de mí”. Pidió dándose la vuelta y sujetando el ramo de flores con las dos manos. Todas las invitadas obedecieron expectantes a que lanzara el ramo. “¿Preparadas?. Allá va”. Exclamó Kate alzando los brazos. “Una… dos… y tres”. Lanzó el ramo dándoles la espalda a todas y escuchó cómo se creaba un pequeño alboroto mientras las chicas intentaban pillar el ramo.
Cuando se dio la vuelta para descubrir a quién le había caído, no pudo evitar reírse y aplaudir. Lannie tenía el ramo de flores entre sus manos y miraba boquiabierta a Kate. La inspectora ladeó la cabeza divertida y le guiñó el ojo. Se acercó a ella y la abrazó con fuerza. “Ya sabes lo que se dice. Tú serás la próxima”. Besó su mejilla y se alejó de ella riendo.
Fue el turno de las fotos de rigor. Con los amigos, con la familia, solos, con Alyson, la novia con el padre, el novio con la madre y la hija, todos juntos…
A continuación, todos se sentaron a la mesa para disfrutar del abundante banquete. Después la banda empezó a tocar diferentes estilos de música que hizo que la mayoría de invitados se pusieran en pie y bailaran hasta agotarse.
Rick se levantó ofreciéndole la mano a Kate. “¿Me concede este baile señorita Castle?”. Se sonrieron.
“Será un honor, señor Beckett”. Agarró su mano levantándose y juntos sin soltarse se acercaron al centro de la pista donde comenzaron a bailar agarrados una canción lenta y suave. Todos a su alrededor disfrutaron de ellos y les hicieron fotos.
La música siguió sonando y Castle se acercó a Alexis para bailar con ella y Beckett fue donde su padre para bailar con él. Ninguno podía dejar de sonreír. Todo era perfecto, su día estaba siendo perfecto. Rodeados de familiares y amigos y teniéndose el uno al otro, ahora sí que sí, para siempre.
Empezaba a anochecer cuando Kate se alejó un poco de toda la gente y se quedó observando las preciosas vistas desde el jardín de la casa. El sol estaba cayendo y teñía el cielo de distintos colores y tonalidades. Sonrió pensando en ese día mientras en sus manos sostenía sus dos anillos: el de casada y el de su madre. Los apretó y se mordió fuerte el labio.
“Te quiero mamá y te echo mucho de menos…”. Susurró prácticamente para sí misma sin dejar de mirar el horizonte. Cogió aire sonriendo y se colocó los anillos dispuesta a volver a la fiesta y seguir bailando hasta que sus pies no pudieran más.
Pero justo cuando se iba a dar la vuelta para volver con los demás, unos fuertes brazos ya muy familiares para ella la rodearon desde atrás. Sonrió y sin necesitar girarse para saber quién era se apoyó en él dejando reposar la cabeza sobre su hombro.
“Hola…”. Murmuró él en su oído besándole el cuello con ternura mientras la apretaba entre sus brazos.
“Hola”. Correspondió ella cerrando los ojos y dejándose abrazar.
“¿Qué hacías aquí tan solita?”. Agarró sus manos entrelazando los dedos de ambos mientras le daba más besos en el cuello.
“Necesitaba alejarme durante un momento de tanto baile”. Apretó sus manos con cariño. “Pero iba a volver ahora mismo”.
“Pues vamos a bailar una última vez antes de irnos”.
“¿Irnos?”. Preguntó girándose entre sus brazos para quedar frente a él y poder mirarle a los ojos.
“No creerás que vamos a pasar aquí nuestra noche de bodas…”. Sonrió con picardía el escritor.
Kate se mordió el labio. “Pensaba que sí”. Sonrió. “¿Dónde me vas a llevar?”. Preguntó curiosa.
“A un sitio que te va a encantar”. Besó sus labios suavemente.
Kate posó su mano en la mejilla de él acariciándole y le sonrió. “Vamos a bailar y a despedirnos de todos”.
De la mano volvieron al centro del jardín donde todavía quedaban muchos invitados dándolo todo en la improvisada pista de baile. Danzaron un rato más hasta que Rick la cogió del brazo e hizo que se empezara a despedir de todos.
“Aly, cariño”. Abrazó Kate a la niña. “Volveremos mañana, ¿vale?”. Sonrió a la pequeña que asintió encantada. “Pórtate bien”. Le aconsejó sonriente.
“Sí mamá. Y ahora, ¡iros!”. Dijo Aly provocando la risa del escritor que se agachaba también para abrazar a la niña.
“La próxima vez te llevamos a ti también”. Besó la mejilla de la niña abrazándola mientras Kate seguía despidiéndose.
“Adiós Martha, adiós Alexis”. Dijo la inspectora abrazándose fuerte a ellas. “Gracias por todo. Ha sido perfecto”. Las tres chicas se abrazaron con fuerza mientras Castle se despedía ahora de Jim.
“Disfrutad chicos”. Dijo la actriz despidiéndose de la pareja.
Beckett se acercó a su padre y lo abrazó con fuerza. “Gracias por todo papá”. Besó su mejilla sin separarse del abrazo. “Te llamo dentro de unos días”.
“Adiós hija”. Le devolvió el abrazo y el beso en la mejilla y sonrió junto a Martha y Alexis mientras los veían caminar hacia dentro de la casa para coger el coche que esperaba al otro lado.
En la entrada principal de la casa les esperaba una preciosa limusina. Kate miró boquiabierta al escritor y éste le guiñó un ojo mientras le abría la puerta para que entrara. Ella se levantó el vestido lo justo para poder entrar con comodidad a la limusina y después Rick entró a su lado cogiendo su mano.
“Podemos irnos”. Indicó el escritor al chófer que esperaba en el asiento delantero.
El coche arrancó y empezó a conducir por las carreteras cercanas a los Hamptons.
Rick levantó la ventanilla para dejarlos separados del chófer y miró a Kate agarrando sus manos. Entonces ella se dio cuenta de un detalle en el que hasta ese momento no se había fijado. El reloj de la muñeca izquierda de Rick le sonaba.
“Ese reloj…” Dijo sin quitarle la vista al adorno de su muñeca. “Me suena”. Elevó la mirada para encontrarse con los preciosos ojos azules del escritor.
Rick sonrió abiertamente y la besó con dulzura. “Pensaba que no te ibas a dar cuenta”. Acarició sus dedos suavemente. “Me lo ha regalado tu padre justo antes de la boda”.
“¿De verdad?”. Dijo Kate sorprendida.
“Sí”. Asintió él mirando ahora el reloj. “Le he dicho varias veces que no era necesario, pero él ha insistido”.
“Tu madre me ha regalado estos pendientes”. Comentó la inspectora señalando sus pendientes y sonriendo.
“Lo sé y estás preciosa con ellos”. Sonrientes se acercaron poco a poco a sus labios hasta terminar de juntarlos en un tierno beso.
“¿Me vas a decir adónde vamos o voy a tener que interrogarte?”. Preguntó con una sonrisa la inspectora.
“Preferiría que no lo hicieras. Aunque… tiene su morbo verte tan seria y tan metida en el papel de inspectora dura”. Dijo alzando una ceja con picardía.
“Serás tonto”. Rió ella golpeándole amistosamente el brazo.
Rick también rió y la besó fugazmente. “Vamos a una pequeña casita rústica que he alquilado. Esta en una montaña”.
“¿Cómo la que tiene mi padre?”. Preguntó Kate sonriente.
“Sí, muy parecida a la de tu padre”.
“Gracias”. Besó ella ahora sus labios y apoyó la cabeza en su hombro esperando ansiosa a llegar a la casa.
Tras media hora más de trayecto llegaron a su destino. Castle se bajó primero de la limusina, la rodeó y abrió la puerta de Beckett ofreciéndole su mano para que saliera de ella. Cuando la inspectora estuvo fuera y de pie a su lado, pasó un brazo por detrás de su espalda y el otro por detrás de sus rodillas y la cogió en brazos.
“¡Rick!”. Gritó ella sorprendida agarrándose a su cuello. “¿Qué haces?”. Rió.
“Llevarte como es debido”. Besó sus labios acercándose a la puerta de la entrada, la abrió con agilidad y entraron en la estancia en la que disfrutarían de su primera noche casados, dando rienda suelta al amor y la pasión.
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