Cuando te veo (FIN)
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Castle y Beckett
josemg95
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Re: Cuando te veo (FIN)
Buenos días!
Un pequeño susto que, efectivamente, servirá para que Kate ande con más cuidado.
Gracias por leer, comentar y todas vuestras palabras de ánimo para que siga escribiendo!
Sigamos!
Cuando la joven entró casi corriendo en el hospital, se encontró a Kate y a su abuela sentadas en la sala de espera. Ninguna hablaba. Martha estaba inclinada hacia delante con un codo apoyado en su pierna y la otra mano sobre la pierna de Kate. Y la inspectora, estaba echada hacia atrás en la silla, dejando reposar su espalda, con una mano sobre la de Martha y la otra sobre su abdomen.
“¡Abuela, Kate!”. Saludó la joven en cuanto llegó.
Beckett se puso en pie rápidamente y se abrazó con fuerza a la pelirroja. Alexis correspondió al abrazo con fuerza. Kate besó su mejilla y la soltó para que pudiera saludar a su abuela. Martha y Alexis se fundieron en un cariñoso abrazo y la actriz se movió un lugar en las sillas para dejar a Alexis en medio.
“¿Cómo está?”. Preguntó.
“Le están operando”. Respondió Kate. “No creo que tarden mucho más”. Volvió a sentarse en la silla con una mano en su aún casi plana tripa y la otra en la pierna de Alexis.
“¿Qué ha pasado?”. Preguntó la adolescente apretando la mano de Kate.
“No creo que eso importe ahora demasiado”. Respondió Martha antes de que Kate pudiera decir nada.
La inspectora miró a la actriz y después a Alexis y negó. “Sí que importa”. Cogió aire mordiéndose el labio y bajó la cabeza mirando al suelo para responder. “Tu padre se abalanzó sobre mí para evitar que una bala me diera. Y la recibió él en el hombro”. Se secó la lágrimas que empezaban a caer de sus ojos.
Alexis la abrazó con fuerza. “No es tu culpa Kate”. Contestó adivinando lo que la inspectora no podía dejar de pensar.
“En realidad sí que lo es”. Se abrazó a la joven. “No le hice caso. Me tendría que haber puesto el chaleco y así habría evitado todo esto”.
“Pues yo creo que aunque llevaras el chaleco puesto, él habría reaccionado igual”. Comentó la joven. “Ya sabes cómo es de protector, Kate. Y contigo sobre todo”. Besó su mejilla con cariño. “Él es así. Y por eso lo queremos como lo queremos”. Le sonrió a la inspectora con cariño.
Kate le devolvió la sonrisa con más debilidad y cerró los ojos sintiéndose reconfortada por el abrazo y las palabras de Alexis. Tal vez tenía razón.
Poco rato después, un médico salió a buscarlas. “¿Familiares de Richard Castle?”.
“Nosotras”. Contestó Kate poniéndose en pie rápidamente y agarrando la mano de Alexis. “¿Cómo está?”. Preguntó con ansias de saber su estado.
“Fuera de peligro”. Anunció con una sonrisa el doctor y las tres respiraron aliviadas. “La intervención ha salido muy bien. Hemos podido sacar la bala sin problema y por suerte, los músculos que tocó en su camino se podrán recuperar. Necesitará algo de rehabilitación, pero pronto podrá volver a hacer vida normal”.
“¿Podemos verlo?”. Preguntó esta vez Alexis.
“Lo están acomodando en una habitación. En cuanto terminen una enfermera vendrá a buscaros”.
“Gracias doctor”. Dijo Kate con una pequeña sonrisa abrazando a Alexis por los hombros.
Las tres mujeres volvieron a sentarse a esperar a que las llevaran a ver a Rick. Beckett recibió una llamada de Espósito y la atendió explicándole que Castle ya estaba fuera de peligro. El detective prometió que más tarde se pasarían Lannie, Ryan y él para verlos.
La misma enfermera que había atendido a Kate con el ataque de ansiedad se acercó para llevarlas a la habitación de Castle. Martha y Alexis entraron rápidas y la enfermera frenó a Kate antes de que entrara.
“¿Cómo se encuentra?”. Preguntó con sincera preocupación.
“Mejor, mucho mejor. Gracias”. Sonrió la inspectora mirando de reojo la puerta de la habitación deseando entrar.
“Bien, me alegro. Su marido no tardará mucho en despertarse. Cuídense”. Le dijo la chica y después se fue para dejarla entrar.
Kate entró en la habitación y vio a Martha y Alexis al lado derecho de Castle, agarrando su mano y acariciando su frente. Se acercó despacio por el otro lado y agarró la mano izquierda del escritor.
“Me ha dicho la enfermera que no tardará mucho en despertarse”. Informó sin poder dejar de mirarle y acariciar los mechones de pelo de su frente.
“Kate”. La llamó Alexis.
“Dime”. Alzó la cabeza para mirarla.
“En cuanto se despierte y veas que está bien, te llevo a casa para que descanses”.
Kate se quedó mirando a la joven y después alternó su mirada entre la actriz y Alexis. Suspiró mordiéndose el labio y asintió. “Está bien… Así veo también a Aly”.
“¿Dónde está la niña?”. Preguntó Martha.
“Con mi padre”. Contestó Kate volviendo a fijar la vista en Rick que empezaba a moverse y a abrir los ojos.
“Kate…”. Murmuró el escritor casi inaudiblemente. Pero la inspectora lo escuchó y entendió y no pudo evitar sonreír.
“Estoy aquí”. Susurró agachándose un poco para besar su frente. “No te muevas mucho anda…”. Apretó su mano buena con ternura.
El escritor poco a poco fue abriendo los ojos y consiguió enfocar primero a Kate y después a su madre y a Alexis. Les sonrió a las tres con un poco de debilidad y apretó como pudo, con su mano derecha, la mala, la mano de Alexis.
“¿Cómo estás, papá?”. Le acarició la mano.
“Rodeado de las tres mujeres más bonitas del mundo”. Bromeó con una pequeña sonrisa. Dirigió la mirada a Kate que no dejaba de mirarlo ni de agarrar su mano con ternura.
“Creo que está perfectamente”. Sonrió Martha ante la broma de su hijo.
“Menos mal…”. Susurró Kate mordiéndose el labio y besando la mano de Rick.
“¿Estás bien?”. Le preguntó el escritor a su mujer. Se había quedado preocupado, a pesar de haber conseguido interponerse entre la bala y el cuerpo de Kate.
“Ahora que veo tus ojos, sí”. Se inclinó suavemente para besar sus labios con ternura. Ambos cerraron los ojos disfrutando del roce de sus labios.
“Mejor os dejamos solos un poco”. Dijo Martha agarrando a Alexis del brazo para salir de la habitación.
“Kate”. Le dijo Alexis desde la puerta. La inspectora la miró sin soltar la mano de Castle. “Diez minutos”. Avisó y Kate asintió con una pequeña sonrisa.
“Ey”. La saludó el escritor con una pequeña sonrisa levantando su mano buena y acariciándole la mejilla.
“Ey”. Le devolvió el saludo cerrando los ojos al sentir sus caricias y suspiró con amor. Abrió los ojos unos segundos después con cierta culpabilidad.
Él lo notó y bajó la mano hasta agarrar la de ella y apretársela con cariño. “No fue tu culpa”.
Kate bajó la cabeza sintiendo nuevamente cómo las lágrimas se agolpaban en sus ojos para escaparse. “Sí que lo fue. Lo siento, Rick. Soy… demasiado cabezota”. Suspiró esta vez dejando que las lágrimas salieran. “Te tendría que haber hecho caso, haberme puesto el chaleco”. Apretó la mano de él con cierta fuerza.
“Kate…”. La llamó él con suavidad y ella elevó la cabeza para mirarle a los ojos. “Aunque hubieras llevado el chaleco puesto, habría actuado exactamente igual”. Afirmó besando su mano con suavidad. “No sabía hacia donde saldría la bala y por si acaso, habría actuado igual”. La miró a los ojos con intensidad. “Así que no, no fue culpa tuya”.
Kate se mordió el labio con fuerza y se sentó en una silla alta al lado de él, sin soltarle la mano.
“Acércate y dame un beso, por favor”. Pidió con mimo y ella sonrió acercándose hasta sus labios y besándolo suavemente. “¿Cómo estás, Kate?”. Preguntó tras el dulce beso.
“Bien, ahora estoy bien”. Le sonrió secándose las lágrimas. “Estuve muy preocupada, tuve un pequeño ataque de ansiedad… Pero se me pasó rápido y ahora estoy tranquila”. Apretó su mano con cariño. “Incluso me he obligado a comer un sándwich y a beber un zumo”. Rick sonrió con cariño. “Y Alexis me va a llevar ahora a casa para que descanse un poco”. Informó.
“Bien hecho”.
“Pero pienso volver en unas horas”.
“Te echaré de menos”. Le sonrió el escritor.
“Y yo a ti”. Volvió a besarlo con ternura y durante el beso, Rick soltó la mano de ella y la colocó sobre el abdomen de Kate. La inspectora sintió un dulce escalofrío recorrerla de arriba abajo al sentir sus caricias en su tripa y sonrió ampliamente.
Unos minutos después, Alexis entró para llevarse a Kate a casa. Allí estaban Jim y Alyson esperándola. Kate le contó a su padre por encima lo que había pasado y éste prometió quedarse con la niña para que pudiera descansar y después volver a ver a Rick.
Pronto, más!
Un pequeño susto que, efectivamente, servirá para que Kate ande con más cuidado.
Gracias por leer, comentar y todas vuestras palabras de ánimo para que siga escribiendo!
Sigamos!
Cuando la joven entró casi corriendo en el hospital, se encontró a Kate y a su abuela sentadas en la sala de espera. Ninguna hablaba. Martha estaba inclinada hacia delante con un codo apoyado en su pierna y la otra mano sobre la pierna de Kate. Y la inspectora, estaba echada hacia atrás en la silla, dejando reposar su espalda, con una mano sobre la de Martha y la otra sobre su abdomen.
“¡Abuela, Kate!”. Saludó la joven en cuanto llegó.
Beckett se puso en pie rápidamente y se abrazó con fuerza a la pelirroja. Alexis correspondió al abrazo con fuerza. Kate besó su mejilla y la soltó para que pudiera saludar a su abuela. Martha y Alexis se fundieron en un cariñoso abrazo y la actriz se movió un lugar en las sillas para dejar a Alexis en medio.
“¿Cómo está?”. Preguntó.
“Le están operando”. Respondió Kate. “No creo que tarden mucho más”. Volvió a sentarse en la silla con una mano en su aún casi plana tripa y la otra en la pierna de Alexis.
“¿Qué ha pasado?”. Preguntó la adolescente apretando la mano de Kate.
“No creo que eso importe ahora demasiado”. Respondió Martha antes de que Kate pudiera decir nada.
La inspectora miró a la actriz y después a Alexis y negó. “Sí que importa”. Cogió aire mordiéndose el labio y bajó la cabeza mirando al suelo para responder. “Tu padre se abalanzó sobre mí para evitar que una bala me diera. Y la recibió él en el hombro”. Se secó la lágrimas que empezaban a caer de sus ojos.
Alexis la abrazó con fuerza. “No es tu culpa Kate”. Contestó adivinando lo que la inspectora no podía dejar de pensar.
“En realidad sí que lo es”. Se abrazó a la joven. “No le hice caso. Me tendría que haber puesto el chaleco y así habría evitado todo esto”.
“Pues yo creo que aunque llevaras el chaleco puesto, él habría reaccionado igual”. Comentó la joven. “Ya sabes cómo es de protector, Kate. Y contigo sobre todo”. Besó su mejilla con cariño. “Él es así. Y por eso lo queremos como lo queremos”. Le sonrió a la inspectora con cariño.
Kate le devolvió la sonrisa con más debilidad y cerró los ojos sintiéndose reconfortada por el abrazo y las palabras de Alexis. Tal vez tenía razón.
Poco rato después, un médico salió a buscarlas. “¿Familiares de Richard Castle?”.
“Nosotras”. Contestó Kate poniéndose en pie rápidamente y agarrando la mano de Alexis. “¿Cómo está?”. Preguntó con ansias de saber su estado.
“Fuera de peligro”. Anunció con una sonrisa el doctor y las tres respiraron aliviadas. “La intervención ha salido muy bien. Hemos podido sacar la bala sin problema y por suerte, los músculos que tocó en su camino se podrán recuperar. Necesitará algo de rehabilitación, pero pronto podrá volver a hacer vida normal”.
“¿Podemos verlo?”. Preguntó esta vez Alexis.
“Lo están acomodando en una habitación. En cuanto terminen una enfermera vendrá a buscaros”.
“Gracias doctor”. Dijo Kate con una pequeña sonrisa abrazando a Alexis por los hombros.
Las tres mujeres volvieron a sentarse a esperar a que las llevaran a ver a Rick. Beckett recibió una llamada de Espósito y la atendió explicándole que Castle ya estaba fuera de peligro. El detective prometió que más tarde se pasarían Lannie, Ryan y él para verlos.
La misma enfermera que había atendido a Kate con el ataque de ansiedad se acercó para llevarlas a la habitación de Castle. Martha y Alexis entraron rápidas y la enfermera frenó a Kate antes de que entrara.
“¿Cómo se encuentra?”. Preguntó con sincera preocupación.
“Mejor, mucho mejor. Gracias”. Sonrió la inspectora mirando de reojo la puerta de la habitación deseando entrar.
“Bien, me alegro. Su marido no tardará mucho en despertarse. Cuídense”. Le dijo la chica y después se fue para dejarla entrar.
Kate entró en la habitación y vio a Martha y Alexis al lado derecho de Castle, agarrando su mano y acariciando su frente. Se acercó despacio por el otro lado y agarró la mano izquierda del escritor.
“Me ha dicho la enfermera que no tardará mucho en despertarse”. Informó sin poder dejar de mirarle y acariciar los mechones de pelo de su frente.
“Kate”. La llamó Alexis.
“Dime”. Alzó la cabeza para mirarla.
“En cuanto se despierte y veas que está bien, te llevo a casa para que descanses”.
Kate se quedó mirando a la joven y después alternó su mirada entre la actriz y Alexis. Suspiró mordiéndose el labio y asintió. “Está bien… Así veo también a Aly”.
“¿Dónde está la niña?”. Preguntó Martha.
“Con mi padre”. Contestó Kate volviendo a fijar la vista en Rick que empezaba a moverse y a abrir los ojos.
“Kate…”. Murmuró el escritor casi inaudiblemente. Pero la inspectora lo escuchó y entendió y no pudo evitar sonreír.
“Estoy aquí”. Susurró agachándose un poco para besar su frente. “No te muevas mucho anda…”. Apretó su mano buena con ternura.
El escritor poco a poco fue abriendo los ojos y consiguió enfocar primero a Kate y después a su madre y a Alexis. Les sonrió a las tres con un poco de debilidad y apretó como pudo, con su mano derecha, la mala, la mano de Alexis.
“¿Cómo estás, papá?”. Le acarició la mano.
“Rodeado de las tres mujeres más bonitas del mundo”. Bromeó con una pequeña sonrisa. Dirigió la mirada a Kate que no dejaba de mirarlo ni de agarrar su mano con ternura.
“Creo que está perfectamente”. Sonrió Martha ante la broma de su hijo.
“Menos mal…”. Susurró Kate mordiéndose el labio y besando la mano de Rick.
“¿Estás bien?”. Le preguntó el escritor a su mujer. Se había quedado preocupado, a pesar de haber conseguido interponerse entre la bala y el cuerpo de Kate.
“Ahora que veo tus ojos, sí”. Se inclinó suavemente para besar sus labios con ternura. Ambos cerraron los ojos disfrutando del roce de sus labios.
“Mejor os dejamos solos un poco”. Dijo Martha agarrando a Alexis del brazo para salir de la habitación.
“Kate”. Le dijo Alexis desde la puerta. La inspectora la miró sin soltar la mano de Castle. “Diez minutos”. Avisó y Kate asintió con una pequeña sonrisa.
“Ey”. La saludó el escritor con una pequeña sonrisa levantando su mano buena y acariciándole la mejilla.
“Ey”. Le devolvió el saludo cerrando los ojos al sentir sus caricias y suspiró con amor. Abrió los ojos unos segundos después con cierta culpabilidad.
Él lo notó y bajó la mano hasta agarrar la de ella y apretársela con cariño. “No fue tu culpa”.
Kate bajó la cabeza sintiendo nuevamente cómo las lágrimas se agolpaban en sus ojos para escaparse. “Sí que lo fue. Lo siento, Rick. Soy… demasiado cabezota”. Suspiró esta vez dejando que las lágrimas salieran. “Te tendría que haber hecho caso, haberme puesto el chaleco”. Apretó la mano de él con cierta fuerza.
“Kate…”. La llamó él con suavidad y ella elevó la cabeza para mirarle a los ojos. “Aunque hubieras llevado el chaleco puesto, habría actuado exactamente igual”. Afirmó besando su mano con suavidad. “No sabía hacia donde saldría la bala y por si acaso, habría actuado igual”. La miró a los ojos con intensidad. “Así que no, no fue culpa tuya”.
Kate se mordió el labio con fuerza y se sentó en una silla alta al lado de él, sin soltarle la mano.
“Acércate y dame un beso, por favor”. Pidió con mimo y ella sonrió acercándose hasta sus labios y besándolo suavemente. “¿Cómo estás, Kate?”. Preguntó tras el dulce beso.
“Bien, ahora estoy bien”. Le sonrió secándose las lágrimas. “Estuve muy preocupada, tuve un pequeño ataque de ansiedad… Pero se me pasó rápido y ahora estoy tranquila”. Apretó su mano con cariño. “Incluso me he obligado a comer un sándwich y a beber un zumo”. Rick sonrió con cariño. “Y Alexis me va a llevar ahora a casa para que descanse un poco”. Informó.
“Bien hecho”.
“Pero pienso volver en unas horas”.
“Te echaré de menos”. Le sonrió el escritor.
“Y yo a ti”. Volvió a besarlo con ternura y durante el beso, Rick soltó la mano de ella y la colocó sobre el abdomen de Kate. La inspectora sintió un dulce escalofrío recorrerla de arriba abajo al sentir sus caricias en su tripa y sonrió ampliamente.
Unos minutos después, Alexis entró para llevarse a Kate a casa. Allí estaban Jim y Alyson esperándola. Kate le contó a su padre por encima lo que había pasado y éste prometió quedarse con la niña para que pudiera descansar y después volver a ver a Rick.
Pronto, más!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueeee me encanta!!!
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes!
Os traigo una pequeña continuación!
A ver si os gusta!
Gracias por seguir ahí!
“¡Papá!”. Gritó Alyson cuando escuchó la puerta abrirse y se levantó corriendo para ir a abrazar al escritor que llegaba a casa tras haber pasado 3 días en el hospital.
“Hola pequeña”. Respondió sonriente él agachándose para que la niña pudiera abrazarlo, con cuidado de no pegarla demasiado a su brazo malo, sujeto por un cabestrillo.
“Aly, cariño. Ten cuidado y no le abraces muy fuerte que le puedes hacer daño en la herida”. Aconsejó Kate entrando detrás del escritor y cerrando la puerta del loft.
“Tranquila que no me hace daño”. Dijo Rick guiñándole el ojo a Alyson que se abrazaba a Kate un rato después de haberlo abrazado a él.
“¿Te duele mucho?”. Preguntó la niña agarrándose a la mano de él y conduciéndolo al sofá para que se sentara a su lado.
Castle caminó hasta el sofá sonriendo dejándose llevar por Alyson y se sentó con ella. “Ahora mismo no. Pero todavía no puedo hacer muchos movimientos con el brazo. Tengo que tenerlo reposando un tiempo”. Informó con cariño.
Mientras la niña y Rick charlaban en el sofá, Kate se acercó a la cocina para saludar a Martha que estaba concentrada preparando la cena. “¿Ha llegado ya Alexis a la universidad?”. Preguntó mientras picoteaba algo de fruta que había sobre la mesa.
“Sí. Me acaba de llamar justo antes de que vosotros llegarais. Iba a repasar un poco las asignaturas que se ha perdido estos días y después a dormir. Ha hablado un rato con Alyson y me ha dicho que mañana os llamará a vosotros para ver qué tal sigue Richard”. Dijo Martha.
“Bien. Gracias Martha”. Le sonrió agradecida. “¿Cuándo sale tu avión?”.
“Mañana temprano”. Informó la actriz. “Estaré fuera unos 10 días. Pero prometedme que si pasa algo, me llamaréis”. Alzó las cejas mirando a Kate.
“Prometido. Pero espero no tener que llamarte porque algo pase”. Sonrió guiñándole un ojo y tras coger otro pedazo de fruta se encaminó a su habitación.
Estaba agotada. Había estado esos 3 días yendo a trabajar, llamando a Rick cada rato para asegurarse de que estuviera bien y pasando con él las tardes en el hospital para después ir a casa a dormir y vuelta a empezar. Y ese día había sido especialmente agotador en comisaría. Decidió que se daría un relajante baño de espuma mientras su suegra terminaba la cena. Se desvistió mientras la bañera se llenaba de agua caliente. Cerró el grifo, echó unas sales al agua y antes de meterse en la bañera, se miró al espejo. Se mordió el labio cuando sus ojos se focalizaron en su abdomen. Sonrió colocándose las dos manos en la tripa y soltó un suave suspiro. Aún no notaba nada, ni apenas se le notaba. Pero el simple hecho de saber que dentro de ella nacía el fruto de su amor con Rick, la llenaba de vida, de felicidad.
Se estremeció al sentir el cuerpo de él pegarse a su espalda y su brazo sano abrazarla por la cintura desde detrás hasta colocar la mano sobre las de ella, sobre su barriga.
“¿Vas a darte un baño?”. Preguntó en un susurro el escritor.
“Sí”. Le sonrió a través del espejo cuando sus ojos se encontraron. “Lo necesito antes de cenar”.
Rick besó su cabeza con ternura apretando el abrazo un poco más. “Entonces te dejo que te relajes”. Le sonrió también a través del espejo y se movió con intención de soltarla y dejar que se tomara el baño.
Pero Kate agarró su mano entrelazando sus dedos y se giró para quedar frente a él. Le sonrió ampliamente y tras ponerse ligeramente de puntillas besó sus labios. “Gracias…”. Susurró con cariño.
“¿Por qué?”. Preguntó hablando también con voz baja, sonriente.
“Por estar conmigo, por darme fuerzas siempre, por haber hecho posible esto”. Llevó la mano de él hasta su tripa y ambos sonrieron tontamente. “Me ha hecho falta estar al borde de perderte, pero me he dado cuenta de que tengo que ir con más cuidado, cuidarme y ahora también cuidarte a ti. Al menos hasta que te recuperes del todo”.
“Yo sólo quiero lo mejor para ti y para el bebé”. Susurró él apoyando su frente contra la de ella.
Kate cerró los ojos al sentirlo tan cerca. “Lo sé...”.
Acarició la tripa de Kate con ternura, rozó su nariz con la de ella, besó sus labios suavemente y se separó un poco de su cara para mirarla a los ojos. “Date ese baño que te esperamos para cenar”.
“No tardaré mucho”. Respondió ella con una pequeña sonrisa y cuando él la soltó, se metió en la bañera echando la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y dejando que todo su cuerpo se relajara en el agua caliente.
Cenaron los cuatro y Martha se fue pronto a su casa para descansar. Alyson se quedó viendo la tele un rato sentada en el sofá con RIck y Kate recogió los platos de la cena para después unirse con ellos en el sofá.
“Mami”. Dijo la niña acurrucada en el pecho de Rick con las piernas apoyadas sobre las de Kate.
“Dime cielo”. Le sonrió con cariño.
“Cuando nazca el bebé, ¿con quién dormirá?”. Se colocó bien el sofá, sentada entre los dos y puso una mano en el vientre de Kate.
Ella sonrió y llevó también su mano hasta su vientre, agarrando la de Aly con cariño. “Al principio tendrá que dormir con nosotros porque será muy pequeñín. Pero después tendrá su propio cuarto”.
“¿Dormirá en la cama con vosotros?”. Preguntó dejando reposar la cabeza sobre el pecho de Kate.
“No princesa”. Respondió con cariño abrazándola para pegarla más a ella. “Dormirá en su cunita”.
La niña preció contentarse con aquella respuesta y poco a poco se fue quedando dormida entre los brazos de Kate.
Rick las observaba con una pequeña sonrisa. Acarició el pelo de Alyson y besó su cabeza. “Se ha quedado dormida…”. Susurró mirando a Kate.
“Sí…”. Habló bajito también ella sonriendo a Rick.
“Déjala dormir aquí”. Sugirió el escritor. “Yo no puedo cargar con ella y tú no deberías hacerlo”. Se acercó más a ellas para besar los labios de Kate. “El sofá es suficientemente grande para ella”.
“Está bien”. Se movió con cuidado para no despertarla y se puso en pie tumbándola en el sofá, con la cabeza apoyada en un cojín. Cogió una manta y la arropó con cariño. “¿Vamos a la cama?”. Preguntó con una pequeña sonrisa acercándose a Rick, poniéndose frente a él y agachándose para besar sus labios.
“Vamos a la cama”. Corroboró el escritor levantándose del sofá. Agarró a su mujer por la cintura para pegarla a él y besó sus labios repetidas veces. Ambos sonrieron. “¿Trabajas este fin de semana?”. Preguntó caminando con ella agarrada.
“Estoy de guardia. Pero si hay suerte y no me necesitan, no me llamarán”. Sonrió apoyándose ligeramente en su hombro sano cuando se sentaron en la cama. “¿Tendrás que hacer rehabilitación para el brazo?”. Preguntó cerrando los ojos en la misma postura.
“Es probable. Pero no creo que tarde más de un mes en estar al cien por cien”. Besó su pelo tiernamente. “Y ahora, deja de preocuparte por mi brazo y vamos a dormir. Que tienes que estar agotada”. Se levantó del borde de la cama para meterse entre las sábanas.
Kate lo imitó acurrucándose de inmediato en él, intentando no hacerle daño. “La verdad es que sí, estoy cansada”. Murmuró cerrando los ojos y colocando una mano sobre el pecho del escritor.
“Pues a descansar”. La apretó con el brazo bueno para acomodarla mejor y cerró él también los ojos, quedándose dormido poco después que ella.
Intentaré pasarme mañana y continuar!
Gracias!
Os traigo una pequeña continuación!
A ver si os gusta!
Gracias por seguir ahí!
“¡Papá!”. Gritó Alyson cuando escuchó la puerta abrirse y se levantó corriendo para ir a abrazar al escritor que llegaba a casa tras haber pasado 3 días en el hospital.
“Hola pequeña”. Respondió sonriente él agachándose para que la niña pudiera abrazarlo, con cuidado de no pegarla demasiado a su brazo malo, sujeto por un cabestrillo.
“Aly, cariño. Ten cuidado y no le abraces muy fuerte que le puedes hacer daño en la herida”. Aconsejó Kate entrando detrás del escritor y cerrando la puerta del loft.
“Tranquila que no me hace daño”. Dijo Rick guiñándole el ojo a Alyson que se abrazaba a Kate un rato después de haberlo abrazado a él.
“¿Te duele mucho?”. Preguntó la niña agarrándose a la mano de él y conduciéndolo al sofá para que se sentara a su lado.
Castle caminó hasta el sofá sonriendo dejándose llevar por Alyson y se sentó con ella. “Ahora mismo no. Pero todavía no puedo hacer muchos movimientos con el brazo. Tengo que tenerlo reposando un tiempo”. Informó con cariño.
Mientras la niña y Rick charlaban en el sofá, Kate se acercó a la cocina para saludar a Martha que estaba concentrada preparando la cena. “¿Ha llegado ya Alexis a la universidad?”. Preguntó mientras picoteaba algo de fruta que había sobre la mesa.
“Sí. Me acaba de llamar justo antes de que vosotros llegarais. Iba a repasar un poco las asignaturas que se ha perdido estos días y después a dormir. Ha hablado un rato con Alyson y me ha dicho que mañana os llamará a vosotros para ver qué tal sigue Richard”. Dijo Martha.
“Bien. Gracias Martha”. Le sonrió agradecida. “¿Cuándo sale tu avión?”.
“Mañana temprano”. Informó la actriz. “Estaré fuera unos 10 días. Pero prometedme que si pasa algo, me llamaréis”. Alzó las cejas mirando a Kate.
“Prometido. Pero espero no tener que llamarte porque algo pase”. Sonrió guiñándole un ojo y tras coger otro pedazo de fruta se encaminó a su habitación.
Estaba agotada. Había estado esos 3 días yendo a trabajar, llamando a Rick cada rato para asegurarse de que estuviera bien y pasando con él las tardes en el hospital para después ir a casa a dormir y vuelta a empezar. Y ese día había sido especialmente agotador en comisaría. Decidió que se daría un relajante baño de espuma mientras su suegra terminaba la cena. Se desvistió mientras la bañera se llenaba de agua caliente. Cerró el grifo, echó unas sales al agua y antes de meterse en la bañera, se miró al espejo. Se mordió el labio cuando sus ojos se focalizaron en su abdomen. Sonrió colocándose las dos manos en la tripa y soltó un suave suspiro. Aún no notaba nada, ni apenas se le notaba. Pero el simple hecho de saber que dentro de ella nacía el fruto de su amor con Rick, la llenaba de vida, de felicidad.
Se estremeció al sentir el cuerpo de él pegarse a su espalda y su brazo sano abrazarla por la cintura desde detrás hasta colocar la mano sobre las de ella, sobre su barriga.
“¿Vas a darte un baño?”. Preguntó en un susurro el escritor.
“Sí”. Le sonrió a través del espejo cuando sus ojos se encontraron. “Lo necesito antes de cenar”.
Rick besó su cabeza con ternura apretando el abrazo un poco más. “Entonces te dejo que te relajes”. Le sonrió también a través del espejo y se movió con intención de soltarla y dejar que se tomara el baño.
Pero Kate agarró su mano entrelazando sus dedos y se giró para quedar frente a él. Le sonrió ampliamente y tras ponerse ligeramente de puntillas besó sus labios. “Gracias…”. Susurró con cariño.
“¿Por qué?”. Preguntó hablando también con voz baja, sonriente.
“Por estar conmigo, por darme fuerzas siempre, por haber hecho posible esto”. Llevó la mano de él hasta su tripa y ambos sonrieron tontamente. “Me ha hecho falta estar al borde de perderte, pero me he dado cuenta de que tengo que ir con más cuidado, cuidarme y ahora también cuidarte a ti. Al menos hasta que te recuperes del todo”.
“Yo sólo quiero lo mejor para ti y para el bebé”. Susurró él apoyando su frente contra la de ella.
Kate cerró los ojos al sentirlo tan cerca. “Lo sé...”.
Acarició la tripa de Kate con ternura, rozó su nariz con la de ella, besó sus labios suavemente y se separó un poco de su cara para mirarla a los ojos. “Date ese baño que te esperamos para cenar”.
“No tardaré mucho”. Respondió ella con una pequeña sonrisa y cuando él la soltó, se metió en la bañera echando la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y dejando que todo su cuerpo se relajara en el agua caliente.
Cenaron los cuatro y Martha se fue pronto a su casa para descansar. Alyson se quedó viendo la tele un rato sentada en el sofá con RIck y Kate recogió los platos de la cena para después unirse con ellos en el sofá.
“Mami”. Dijo la niña acurrucada en el pecho de Rick con las piernas apoyadas sobre las de Kate.
“Dime cielo”. Le sonrió con cariño.
“Cuando nazca el bebé, ¿con quién dormirá?”. Se colocó bien el sofá, sentada entre los dos y puso una mano en el vientre de Kate.
Ella sonrió y llevó también su mano hasta su vientre, agarrando la de Aly con cariño. “Al principio tendrá que dormir con nosotros porque será muy pequeñín. Pero después tendrá su propio cuarto”.
“¿Dormirá en la cama con vosotros?”. Preguntó dejando reposar la cabeza sobre el pecho de Kate.
“No princesa”. Respondió con cariño abrazándola para pegarla más a ella. “Dormirá en su cunita”.
La niña preció contentarse con aquella respuesta y poco a poco se fue quedando dormida entre los brazos de Kate.
Rick las observaba con una pequeña sonrisa. Acarició el pelo de Alyson y besó su cabeza. “Se ha quedado dormida…”. Susurró mirando a Kate.
“Sí…”. Habló bajito también ella sonriendo a Rick.
“Déjala dormir aquí”. Sugirió el escritor. “Yo no puedo cargar con ella y tú no deberías hacerlo”. Se acercó más a ellas para besar los labios de Kate. “El sofá es suficientemente grande para ella”.
“Está bien”. Se movió con cuidado para no despertarla y se puso en pie tumbándola en el sofá, con la cabeza apoyada en un cojín. Cogió una manta y la arropó con cariño. “¿Vamos a la cama?”. Preguntó con una pequeña sonrisa acercándose a Rick, poniéndose frente a él y agachándose para besar sus labios.
“Vamos a la cama”. Corroboró el escritor levantándose del sofá. Agarró a su mujer por la cintura para pegarla a él y besó sus labios repetidas veces. Ambos sonrieron. “¿Trabajas este fin de semana?”. Preguntó caminando con ella agarrada.
“Estoy de guardia. Pero si hay suerte y no me necesitan, no me llamarán”. Sonrió apoyándose ligeramente en su hombro sano cuando se sentaron en la cama. “¿Tendrás que hacer rehabilitación para el brazo?”. Preguntó cerrando los ojos en la misma postura.
“Es probable. Pero no creo que tarde más de un mes en estar al cien por cien”. Besó su pelo tiernamente. “Y ahora, deja de preocuparte por mi brazo y vamos a dormir. Que tienes que estar agotada”. Se levantó del borde de la cama para meterse entre las sábanas.
Kate lo imitó acurrucándose de inmediato en él, intentando no hacerle daño. “La verdad es que sí, estoy cansada”. Murmuró cerrando los ojos y colocando una mano sobre el pecho del escritor.
“Pues a descansar”. La apretó con el brazo bueno para acomodarla mejor y cerró él también los ojos, quedándose dormido poco después que ella.
Intentaré pasarme mañana y continuar!
Gracias!
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Que mona Aly preguntadoles sobre el bebe
Me ha encantado
Me ha encantado
Última edición por writerdetective47 el Lun Jul 13, 2015 10:04 am, editado 1 vez
writerdetective47- Actor en Broadway
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Re: Cuando te veo (FIN)
Que capítulo tan tierno
Espero el siguiente con ganas!
Espero el siguiente con ganas!
rikala- Escritor - Policia
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Localización : Conquistando el mundo ù.ú
Re: Cuando te veo (FIN)
Son adorables!!! Me ha encantado!! Sigue cuando puedaas!!
Castle y Beckett- As del póker
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Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes!
Gracias por seguir al pie del cañón leyendo y comentando! Me alegro de verdad de que os guste!
¿Seguimos un poquito más?
Pero.... no me matéis, por favor!
Un mes había pasado desde que Castle se interpusiera entre la bala y el cuerpo de Kate. El escritor había estado yendo a rehabilitación varios días a la semana y podía decirse que prácticamente había recuperado la movilidad total de su brazo. Además, cada vez volvía a pasar más tiempo en comisaría ayudando a los chicos y a Beckett en su trabajo.
Por su parte, la inspectora Beckett había dejado atrás las náuseas y los malestares a causa del embarazo. En el trabajo no se excedía ni un solo día. Intentaba no salir tanto y si lo hacía, siempre andaba con más cuidado, sin olvidarse ni una sola vez de su chaleco. Su barriga estaba cada vez más pronunciada pero ella se sentía bien. Seguía haciendo algo de deporte algunas mañanas, pero siempre en su justa medida.
Con todo el tema de la rehabilitación de Castle, apenas habían sacado tiempo para los dos. Además, el escritor se iba de la comisaría todas las tardes para poder recoger a Alyson del colegio y estar con ella en casa hasta que llegara Beckett después de trabajar.
Aquella tarde Rick estaba en casa con la niña, ayudándola a hacer sus deberes y le había prometido que si terminaba pronto irían a recoger a Kate a comisaría y cenarían fuera después de dar un paseo por Central Park. Así que Aly se puso manos a la obra deseando acabar sus deberes cuanto antes.
Kate estaba sentada en la silla de su escritorio, concentrada rellenando algo de papeleo. Ese era su día a día desde el susto que se llevaron cuando Castle recibió el balazo por ella. Era aburrido pero prefería eso a volver a correr ningún riesgo y salir lastimada ella o su marido.
Tras un buen rato dedicándose al papeleo, su concentración empezó a bajar. Se mordió el labio leyendo una línea por tercera vez y sin llegar a enterarse de la mitad de lo que ahí decía. Suspiró con resignación y decidió tomarse un pequeño descanso. Para ello, agarró una revista que Lannie le había comprado para los ratos en los que se aburría y se fue a la sala de descanso a tomarse un té mientras la ojeaba.
Tuvo que apoyar la taza de té sobre la mesa cuando sus ojos se fijaron en una imagen del interior de la revista. Su estómago dio un vuelco al leer el pie de foto. Sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas y apretó el puño con fuerza para no llorar. No daba crédito a lo que estaba viendo ni leyendo. Dejó la taza allí mismo, en mitad de la mesa, agarró la revista arrugándola un poco y salió casi corriendo hacia su escritorio, cogiendo su chaqueta y su bolso y largándose de la comisaría lo más rápido que pudo. Sus compañeros vieron cómo se iba y aunque la llamaron, no consiguieron detenerla ni saber qué ocurría.
Kate llegó a la calle y decidió dejar allí el coche. Necesitaba caminar, que le diera el aire. Ni siquiera se puso la chaqueta, a pesar de que las temperaturas no eran muy altas. Caminó sin rumbo fijo, y casi sin darse cuenta, acabó en Central Park, donde solía ir cuando sentía que su vida se quebraba o cuando tenía que hacer una difícil decisión. Se sentó en la hierba, sobre su chaqueta para que no se le humedeciera el pantalón y se acurrucó en sí misma contemplando cómo el aire mecía las hojas de los árboles. Sentía la necesidad de estar sola, pensar, aclarar sus pensamientos y sus sentimientos.
Poco rato después de que Beckett se hubiera ido, llegó Castle a la comisaría con Alyson de la mano. Se acercaron al escritorio de Kate encontrándolo vacío. Rick vio que tenía todavía papeles sobre la mesa y que no había apagado el ordenador. Supuso entonces que estaría o en el baño o tomándose un descanso.
Ryan y Espo los vieron desde sus sillas. Si bien habían sospechado que algo pasaba cuando vieron salir a Beckett corriendo sin decir nada, ahora al ver a Castle allí con la niña, lo corroboraban. Se miraron entre sorprendidos y preocupados entre ellos y Ryan fue quien se levantó y se acercó a saludarlos. “Hey, ¡hola!”. Se agachó sonriendo a la pequeña.
“Hola tío Kevin”. Saludó la niña abrazándolo con cariño.
Espo también se levantó y se acercó. Castle los saludó también y tras echar un vistazo en la sala de descanso y comprobar que estaba vacía, se dirigió a sus compañeros y amigos. “¿Y Beckett?”.
Espo cogió a la niña de la mano y sin decir nada, pero mirando a Ryan se alejó con ella a la sala de descanso para que el escritor y el detective pudieran hablar tranquilos.
“¿No ha ido a casa?”. Devolvió la pregunta Ryan.
“¿A casa?”. Preguntó Rick frunciendo el ceño. “No. Venimos de allí. ¿Se ha ido hace mucho?”.
“Hará una media hora”. Confirmó el detective tras mirar la hora en su reloj. “Ve a buscarla, bro”. Dijo colocando una mano en el hombro de Rick. “Parecía nerviosa y preocupada. Salió corriendo después de tomarse un té”. Informó con una mueca de preocupación al ver la cara de Rick y pensando que algo podría pasarle a Kate.
“¿Salió corriendo? ¿Qué estaba haciendo antes de irse?”. Preguntó a cada segundo más preocupado mientras sacaba el móvil y la llamaba al suyo.
El teléfono de Beckett comenzó a sonar sobre su escritorio y el escritor se acercó allí y suspiró cuando entendió que se lo había dejado.
“No lo sé. Se fue a tomarse un descanso. Se sentó allí con una revista y salió corriendo al de un rato”.
Castle se llevó la mano a la cabeza intentando pensar qué podría haber pasado y dónde podría estar. Su cabeza no dejaba de dar vueltas. ¿Y si no se encontraba bien y había ido al médico? ¿O a Alexis? No, se lo habría dicho. Desde el accidente siempre se contaban todo, hasta el detalle más pequeño e insignificante. Pero ¿y si no quería preocuparlo y por eso se lo había ocultado?. Suspiró con frustración y miró a la niña que charlaba entretenida con el moreno en la sala de descanso. No podía ir a buscarla con ella pero tampoco tenía con quién dejarla.
Ryan giró la cabeza para saber a qué miraba y comprendió su problema. “No te preocupes, nosotros nos quedamos con ella. Hemos terminado nuestro horario y el papeleo está todo hecho. Ve a buscarla”. Palmeó su hombro para darle ánimo.
“Sí, gracias chicos. En cuanto la encuentre os llamo”. Cogió el móvil de Beckett de su escritorio y salió de la comisaría con la cabeza echa un lío.
¿Dónde la buscaba? ¿Dónde estaría? Miró a ambos lados de la calle y empezó a caminar hacia la calle en la que habían vivido en el piso que alquilaron. Aunque se habían mudado al loft, aún no habían dejado el alquiler, por si Alexis o Martha lo necesitaban. A lo mejor estaba allí.
De camino a aquel piso fue llamando a todos los hospitales de la zona y preguntó por ella. Pero no había constancia de Kate en ninguno de ellos. Aquello, en cierta forma lo tranquilizó. Significaba que no le pasaba nada físico, ni a ella ni al bebé. Sino Beckett no habría dudado en ir a urgencias. Pero por otra parte, lo inquietó aún más pues se le estaban empezando a agotar las ideas de dónde podría estar.
Llegó al piso y llamó a la puerta insistentemente. No obtuvo repuesta. Abrió con sus llaves y encontró el piso tal y como lo habían dejado ellos: vació. Por si acaso entró y la buscó en todos los rincones, pero allí no había nadie. Salió de casa cerrando la puerta con llave y volvió a bajar a la calle.
Respiró hondo intentando tranquilizarse. Si fuera algo grave, ya se habría enterado, ¿no?.
¿Qué creéis que ha visto Beckett en la revista para salir corriendo?
¿La encontrará Castle?
Se admiten apuestas!
¡Hasta pronto!
Gracias por seguir al pie del cañón leyendo y comentando! Me alegro de verdad de que os guste!
¿Seguimos un poquito más?
Pero.... no me matéis, por favor!
Un mes había pasado desde que Castle se interpusiera entre la bala y el cuerpo de Kate. El escritor había estado yendo a rehabilitación varios días a la semana y podía decirse que prácticamente había recuperado la movilidad total de su brazo. Además, cada vez volvía a pasar más tiempo en comisaría ayudando a los chicos y a Beckett en su trabajo.
Por su parte, la inspectora Beckett había dejado atrás las náuseas y los malestares a causa del embarazo. En el trabajo no se excedía ni un solo día. Intentaba no salir tanto y si lo hacía, siempre andaba con más cuidado, sin olvidarse ni una sola vez de su chaleco. Su barriga estaba cada vez más pronunciada pero ella se sentía bien. Seguía haciendo algo de deporte algunas mañanas, pero siempre en su justa medida.
Con todo el tema de la rehabilitación de Castle, apenas habían sacado tiempo para los dos. Además, el escritor se iba de la comisaría todas las tardes para poder recoger a Alyson del colegio y estar con ella en casa hasta que llegara Beckett después de trabajar.
Aquella tarde Rick estaba en casa con la niña, ayudándola a hacer sus deberes y le había prometido que si terminaba pronto irían a recoger a Kate a comisaría y cenarían fuera después de dar un paseo por Central Park. Así que Aly se puso manos a la obra deseando acabar sus deberes cuanto antes.
Kate estaba sentada en la silla de su escritorio, concentrada rellenando algo de papeleo. Ese era su día a día desde el susto que se llevaron cuando Castle recibió el balazo por ella. Era aburrido pero prefería eso a volver a correr ningún riesgo y salir lastimada ella o su marido.
Tras un buen rato dedicándose al papeleo, su concentración empezó a bajar. Se mordió el labio leyendo una línea por tercera vez y sin llegar a enterarse de la mitad de lo que ahí decía. Suspiró con resignación y decidió tomarse un pequeño descanso. Para ello, agarró una revista que Lannie le había comprado para los ratos en los que se aburría y se fue a la sala de descanso a tomarse un té mientras la ojeaba.
Tuvo que apoyar la taza de té sobre la mesa cuando sus ojos se fijaron en una imagen del interior de la revista. Su estómago dio un vuelco al leer el pie de foto. Sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas y apretó el puño con fuerza para no llorar. No daba crédito a lo que estaba viendo ni leyendo. Dejó la taza allí mismo, en mitad de la mesa, agarró la revista arrugándola un poco y salió casi corriendo hacia su escritorio, cogiendo su chaqueta y su bolso y largándose de la comisaría lo más rápido que pudo. Sus compañeros vieron cómo se iba y aunque la llamaron, no consiguieron detenerla ni saber qué ocurría.
Kate llegó a la calle y decidió dejar allí el coche. Necesitaba caminar, que le diera el aire. Ni siquiera se puso la chaqueta, a pesar de que las temperaturas no eran muy altas. Caminó sin rumbo fijo, y casi sin darse cuenta, acabó en Central Park, donde solía ir cuando sentía que su vida se quebraba o cuando tenía que hacer una difícil decisión. Se sentó en la hierba, sobre su chaqueta para que no se le humedeciera el pantalón y se acurrucó en sí misma contemplando cómo el aire mecía las hojas de los árboles. Sentía la necesidad de estar sola, pensar, aclarar sus pensamientos y sus sentimientos.
Poco rato después de que Beckett se hubiera ido, llegó Castle a la comisaría con Alyson de la mano. Se acercaron al escritorio de Kate encontrándolo vacío. Rick vio que tenía todavía papeles sobre la mesa y que no había apagado el ordenador. Supuso entonces que estaría o en el baño o tomándose un descanso.
Ryan y Espo los vieron desde sus sillas. Si bien habían sospechado que algo pasaba cuando vieron salir a Beckett corriendo sin decir nada, ahora al ver a Castle allí con la niña, lo corroboraban. Se miraron entre sorprendidos y preocupados entre ellos y Ryan fue quien se levantó y se acercó a saludarlos. “Hey, ¡hola!”. Se agachó sonriendo a la pequeña.
“Hola tío Kevin”. Saludó la niña abrazándolo con cariño.
Espo también se levantó y se acercó. Castle los saludó también y tras echar un vistazo en la sala de descanso y comprobar que estaba vacía, se dirigió a sus compañeros y amigos. “¿Y Beckett?”.
Espo cogió a la niña de la mano y sin decir nada, pero mirando a Ryan se alejó con ella a la sala de descanso para que el escritor y el detective pudieran hablar tranquilos.
“¿No ha ido a casa?”. Devolvió la pregunta Ryan.
“¿A casa?”. Preguntó Rick frunciendo el ceño. “No. Venimos de allí. ¿Se ha ido hace mucho?”.
“Hará una media hora”. Confirmó el detective tras mirar la hora en su reloj. “Ve a buscarla, bro”. Dijo colocando una mano en el hombro de Rick. “Parecía nerviosa y preocupada. Salió corriendo después de tomarse un té”. Informó con una mueca de preocupación al ver la cara de Rick y pensando que algo podría pasarle a Kate.
“¿Salió corriendo? ¿Qué estaba haciendo antes de irse?”. Preguntó a cada segundo más preocupado mientras sacaba el móvil y la llamaba al suyo.
El teléfono de Beckett comenzó a sonar sobre su escritorio y el escritor se acercó allí y suspiró cuando entendió que se lo había dejado.
“No lo sé. Se fue a tomarse un descanso. Se sentó allí con una revista y salió corriendo al de un rato”.
Castle se llevó la mano a la cabeza intentando pensar qué podría haber pasado y dónde podría estar. Su cabeza no dejaba de dar vueltas. ¿Y si no se encontraba bien y había ido al médico? ¿O a Alexis? No, se lo habría dicho. Desde el accidente siempre se contaban todo, hasta el detalle más pequeño e insignificante. Pero ¿y si no quería preocuparlo y por eso se lo había ocultado?. Suspiró con frustración y miró a la niña que charlaba entretenida con el moreno en la sala de descanso. No podía ir a buscarla con ella pero tampoco tenía con quién dejarla.
Ryan giró la cabeza para saber a qué miraba y comprendió su problema. “No te preocupes, nosotros nos quedamos con ella. Hemos terminado nuestro horario y el papeleo está todo hecho. Ve a buscarla”. Palmeó su hombro para darle ánimo.
“Sí, gracias chicos. En cuanto la encuentre os llamo”. Cogió el móvil de Beckett de su escritorio y salió de la comisaría con la cabeza echa un lío.
¿Dónde la buscaba? ¿Dónde estaría? Miró a ambos lados de la calle y empezó a caminar hacia la calle en la que habían vivido en el piso que alquilaron. Aunque se habían mudado al loft, aún no habían dejado el alquiler, por si Alexis o Martha lo necesitaban. A lo mejor estaba allí.
De camino a aquel piso fue llamando a todos los hospitales de la zona y preguntó por ella. Pero no había constancia de Kate en ninguno de ellos. Aquello, en cierta forma lo tranquilizó. Significaba que no le pasaba nada físico, ni a ella ni al bebé. Sino Beckett no habría dudado en ir a urgencias. Pero por otra parte, lo inquietó aún más pues se le estaban empezando a agotar las ideas de dónde podría estar.
Llegó al piso y llamó a la puerta insistentemente. No obtuvo repuesta. Abrió con sus llaves y encontró el piso tal y como lo habían dejado ellos: vació. Por si acaso entró y la buscó en todos los rincones, pero allí no había nadie. Salió de casa cerrando la puerta con llave y volvió a bajar a la calle.
Respiró hondo intentando tranquilizarse. Si fuera algo grave, ya se habría enterado, ¿no?.
¿Qué creéis que ha visto Beckett en la revista para salir corriendo?
¿La encontrará Castle?
Se admiten apuestas!
¡Hasta pronto!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
que sera lo que vio Kate?? tan grave es?? por que siempre se encierra en ella??
Ruth Maria- Policia de homicidios
- Mensajes : 565
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Re: Cuando te veo (FIN)
Wow es muy bonito el fic y espero que Castle encuentre a Kate
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
- Mensajes : 249
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Edad : 28
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
:O Que habrá leído? Esperemos que Castle la encuentre pronto porque la conoce muy bien y seguro q sabe sus lugares favoritos para estar en paz.
Sigueeee
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
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Re: Cuando te veo (FIN)
Que habrá en esa revista?? Espero que no sea nada muy malo!!! Sigue cuando puedaas!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
22:33:3207.14.2015
Wow simplemente wow...sigueleeeeeeee
Wow simplemente wow...sigueleeeeeeee
BRIGITTEALWAYSBELIEVE- As del póker
- Mensajes : 420
Fecha de inscripción : 15/06/2015
Localización : BOGOTA
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes!
Os dejé un poco intrigados en el último capítulo, ¿no? jajaja
Espero que este nuevo también os guste!
Gracias por vuestras palabras!
Llamó a Alexis mientras caminaba con rapidez hacia su casa para coger el coche y salir a buscarla.
“¡Papá, hola!”. Saludó contenta su hija.
“Alexis, ¿has hablado hoy con Kate?”. Preguntó el escritor mientras caminaba con rapidez hasta su casa.
“No. Hablamos anoche cuando llamé para hablar con vosotros”. Contestó extrañada. “¿Por qué? ¿Ha pasado algo?”. Se preocupó.
“No lo sé”. Suspiró. “Quiero decir, hoy todo estaba siendo normal. He estado esta mañana trabajando con ella después de la rehabilitación y de llevar a Aly al colegio y por la tarde me he ido a buscar a la niña y a hacer los deberes con ella. Y hace un rato hemos ido a buscarla a la comisaría y me han dicho Ryan y Espo que la han visto salir corriendo de la comisaría hará cerca de una hora. Pero no saben por qué ni adónde iba”. Contó atropelladamente y casi ahogado porque estaba medio corriendo por la calle para llegar cuanto antes a su coche.
“¿Has llamado a Jim?”. Propuso Alexis. “A lo mejor le ha pasado algo a él”.
“Pero me lo habría dicho, ¿no crees?”.
“No lo sé papá, pero inténtalo”.
“Sí, lo llamo ahora mientras cojo el coche”.
“Ten cuidado y por favor, avísame con lo que sea”.
“Tranquila Lex, yo te llamo en un rato. Gracias”. Colgó entrando al garaje de su casa y se metió en el coche.
Arrancó, conectó el móvil al manos libres del coche y se puso el cinturón mientras se adentraba en el tráfico de Nueva York. Marcó el teléfono de Jim mientras conducía y la buscaba con la mirada por todas las calles cercanas al loft.
“Rick, qué alegría recibir una llamada vuestra”. Contestó con familiaridad el abogado.
Rick apretó los labios al escuchar a su suegro. Si le respondía la llamada de aquella forma, dudaba que supiera nada de Kate, y tampoco que le hubiera pasado algo a él. “Jim… ¿Sabes algo de Kate hoy?”. Preguntó con prudencia sin dejar de mirar a todos lados por si la veía.
“No. No sé nada de ella desde que comimos juntos hace una semana. ¿Por qué? ¿Ha pasado algo? ¿Ella está bien?”. Preguntó con angustia su padre.
“No sé dónde está, Jim”. Contestó con sinceridad y le contó la misma historia que a Alexis.
“¿Has mirado en Central Park?”. Sugirió Jim mientras se ponía una chaqueta para salir a buscar a su hija.
“No”. Dijo el escritor dando un volantazo para dirigirse en dirección contraria a la que iba y acercarse al parque a mirarla. “Pero tienes razón, puede que haya ido allí”.
“Estoy saliendo de casa”. Explicó. “Voy a pasarme por los sitios a los que solíamos ir Johanna y yo con ella a ver si hay suerte y la veo”.
“Gracias Jim”.
“Rick, ¿habéis discutido o algo?”.
“No, no. Para nada. Todo está bien, o eso creía hasta que he llegado a comisaría esta tarde”. Suspiró con frustración.
“Tranquilo, la encontraremos. Seguramente necesitara despejarse y pensar un rato. Ya sabes cómo es”. Intentó tranquilizarlo el abogado y, de paso, tranquilizarse él mismo.
“Sí, espero que sea eso. Estoy llegando a Central Park. Te llamo en un rato. Y haz tú lo mismo si la ves, por favor”.
“Descuida”. Los dos hombres colgaron la llamada.
“Hay que darse prisa, está empezando a llover y si está en la calle…”. Suspiró con preocupación hablando para sí mismo.
Jim empezó a visitar aquellos lugares a los que solían ir los tres juntos y que hacía siglos que no pisaba.
Castle aparcó donde pudo el coche y se bajó con rapidez entrando al parque y empezando a buscarla por todos los sitios. Hasta que se acordó de aquel lugar que había ido con ella hacía un tiempo, donde ella le había confesado que iba cuando necesitaba sentirse tranquila y pensar. Corrió hacia donde recordaba que era mirando al cielo y rezando porque no empezara a diluviar y Kate estuviera en la calle.
Cuando iba a darse por vencido porque no la veía, su instinto le dijo que siguiera acercándose más hacia un lago y allí la vio sentada en el suelo, con las piernas encogidas y abrazándose a ellas, con la vista fija en el agua.
Sintió que su corazón daba un vuelco. Parecía tan indefensa... ¿Qué demonios le había ocurrido para irse así de comisaría y estar allí de aquella forma? Respiró hondo para tranquilizar su respiración después de la carrera que se había pegado por casi todo Central Park y se acercó despacio a ella, por su espalda.
Se agachó cuando llegó a su altura y tocó con suavidad su hombro sin querer sobresaltarla. “Kate…”. Susurró preocupado mientras algunas gotas de lluvia empezaban a mojarlos.
La inspectora cerró los ojos al sentir y escuchar a Castle. Se movió lo justo para que la mano del escritor dejara de tocarla y se mantuvo en silencio.
“Kate, cariño. Llevo un buen rato buscándote. ¿Qué ha pasado?”. Preguntó él sentándose a su lado. Llevó una mano a la espalda de ella, sin importarle que antes le hubiera rehuido la caricia.
Beckett cogió la revista que estaba en la hierba y se la pasó, sin ni siquiera mirarle, abierta por una página. Él la cogió tras quitar la mano de la espalda de ella. En la revista se podía ver a Castle con Gina, ambos sonrientes entrando a un hotel. El pie de foto decía así: “¿El famoso escritor Richard Castle retomando el contacto íntimo con su editora y exesposa durante el embarazo de su actual mujer?”. Suspiró con frustración al ver la foto y al leer aquello y dejó la revista sobre la hierba nuevamente, con mala gana.
“¿Desde cuándo haces caso de lo que dice la prensa rosa?”. Espetó enfadado y sin poder dar crédito ni a lo que sus ojos habían visto ni a la reacción de su mujer.
“No creo lo que dicen, sino lo que ven mis ojos en esa foto”. Respondió también con enfado.
Castle cogió aire intentando calmarse y después habló con toda la tranquilidad que pudo. “Está bien. Fijémonos en la foto. Sí, soy yo con Gina. ¿Qué pasa con eso? Es mi editora y lo sabes. Lleva siéndolo años, ¡años! ¿Y por qué no me preguntas a mí en vez de salir corriendo y hacer que nuestros amigos y familiares anden buscándote como locos?”.
“¿Desde cuándo os reunís en un hotel?”. Preguntó secándose una lágrima que se había escapado de sus ojos e ignorando la pregunta de él.
¿Qué significará esa foto?
¿Qué le contestará Castle?
Os dejé un poco intrigados en el último capítulo, ¿no? jajaja
Espero que este nuevo también os guste!
Gracias por vuestras palabras!
Llamó a Alexis mientras caminaba con rapidez hacia su casa para coger el coche y salir a buscarla.
“¡Papá, hola!”. Saludó contenta su hija.
“Alexis, ¿has hablado hoy con Kate?”. Preguntó el escritor mientras caminaba con rapidez hasta su casa.
“No. Hablamos anoche cuando llamé para hablar con vosotros”. Contestó extrañada. “¿Por qué? ¿Ha pasado algo?”. Se preocupó.
“No lo sé”. Suspiró. “Quiero decir, hoy todo estaba siendo normal. He estado esta mañana trabajando con ella después de la rehabilitación y de llevar a Aly al colegio y por la tarde me he ido a buscar a la niña y a hacer los deberes con ella. Y hace un rato hemos ido a buscarla a la comisaría y me han dicho Ryan y Espo que la han visto salir corriendo de la comisaría hará cerca de una hora. Pero no saben por qué ni adónde iba”. Contó atropelladamente y casi ahogado porque estaba medio corriendo por la calle para llegar cuanto antes a su coche.
“¿Has llamado a Jim?”. Propuso Alexis. “A lo mejor le ha pasado algo a él”.
“Pero me lo habría dicho, ¿no crees?”.
“No lo sé papá, pero inténtalo”.
“Sí, lo llamo ahora mientras cojo el coche”.
“Ten cuidado y por favor, avísame con lo que sea”.
“Tranquila Lex, yo te llamo en un rato. Gracias”. Colgó entrando al garaje de su casa y se metió en el coche.
Arrancó, conectó el móvil al manos libres del coche y se puso el cinturón mientras se adentraba en el tráfico de Nueva York. Marcó el teléfono de Jim mientras conducía y la buscaba con la mirada por todas las calles cercanas al loft.
“Rick, qué alegría recibir una llamada vuestra”. Contestó con familiaridad el abogado.
Rick apretó los labios al escuchar a su suegro. Si le respondía la llamada de aquella forma, dudaba que supiera nada de Kate, y tampoco que le hubiera pasado algo a él. “Jim… ¿Sabes algo de Kate hoy?”. Preguntó con prudencia sin dejar de mirar a todos lados por si la veía.
“No. No sé nada de ella desde que comimos juntos hace una semana. ¿Por qué? ¿Ha pasado algo? ¿Ella está bien?”. Preguntó con angustia su padre.
“No sé dónde está, Jim”. Contestó con sinceridad y le contó la misma historia que a Alexis.
“¿Has mirado en Central Park?”. Sugirió Jim mientras se ponía una chaqueta para salir a buscar a su hija.
“No”. Dijo el escritor dando un volantazo para dirigirse en dirección contraria a la que iba y acercarse al parque a mirarla. “Pero tienes razón, puede que haya ido allí”.
“Estoy saliendo de casa”. Explicó. “Voy a pasarme por los sitios a los que solíamos ir Johanna y yo con ella a ver si hay suerte y la veo”.
“Gracias Jim”.
“Rick, ¿habéis discutido o algo?”.
“No, no. Para nada. Todo está bien, o eso creía hasta que he llegado a comisaría esta tarde”. Suspiró con frustración.
“Tranquilo, la encontraremos. Seguramente necesitara despejarse y pensar un rato. Ya sabes cómo es”. Intentó tranquilizarlo el abogado y, de paso, tranquilizarse él mismo.
“Sí, espero que sea eso. Estoy llegando a Central Park. Te llamo en un rato. Y haz tú lo mismo si la ves, por favor”.
“Descuida”. Los dos hombres colgaron la llamada.
“Hay que darse prisa, está empezando a llover y si está en la calle…”. Suspiró con preocupación hablando para sí mismo.
Jim empezó a visitar aquellos lugares a los que solían ir los tres juntos y que hacía siglos que no pisaba.
Castle aparcó donde pudo el coche y se bajó con rapidez entrando al parque y empezando a buscarla por todos los sitios. Hasta que se acordó de aquel lugar que había ido con ella hacía un tiempo, donde ella le había confesado que iba cuando necesitaba sentirse tranquila y pensar. Corrió hacia donde recordaba que era mirando al cielo y rezando porque no empezara a diluviar y Kate estuviera en la calle.
Cuando iba a darse por vencido porque no la veía, su instinto le dijo que siguiera acercándose más hacia un lago y allí la vio sentada en el suelo, con las piernas encogidas y abrazándose a ellas, con la vista fija en el agua.
Sintió que su corazón daba un vuelco. Parecía tan indefensa... ¿Qué demonios le había ocurrido para irse así de comisaría y estar allí de aquella forma? Respiró hondo para tranquilizar su respiración después de la carrera que se había pegado por casi todo Central Park y se acercó despacio a ella, por su espalda.
Se agachó cuando llegó a su altura y tocó con suavidad su hombro sin querer sobresaltarla. “Kate…”. Susurró preocupado mientras algunas gotas de lluvia empezaban a mojarlos.
La inspectora cerró los ojos al sentir y escuchar a Castle. Se movió lo justo para que la mano del escritor dejara de tocarla y se mantuvo en silencio.
“Kate, cariño. Llevo un buen rato buscándote. ¿Qué ha pasado?”. Preguntó él sentándose a su lado. Llevó una mano a la espalda de ella, sin importarle que antes le hubiera rehuido la caricia.
Beckett cogió la revista que estaba en la hierba y se la pasó, sin ni siquiera mirarle, abierta por una página. Él la cogió tras quitar la mano de la espalda de ella. En la revista se podía ver a Castle con Gina, ambos sonrientes entrando a un hotel. El pie de foto decía así: “¿El famoso escritor Richard Castle retomando el contacto íntimo con su editora y exesposa durante el embarazo de su actual mujer?”. Suspiró con frustración al ver la foto y al leer aquello y dejó la revista sobre la hierba nuevamente, con mala gana.
“¿Desde cuándo haces caso de lo que dice la prensa rosa?”. Espetó enfadado y sin poder dar crédito ni a lo que sus ojos habían visto ni a la reacción de su mujer.
“No creo lo que dicen, sino lo que ven mis ojos en esa foto”. Respondió también con enfado.
Castle cogió aire intentando calmarse y después habló con toda la tranquilidad que pudo. “Está bien. Fijémonos en la foto. Sí, soy yo con Gina. ¿Qué pasa con eso? Es mi editora y lo sabes. Lleva siéndolo años, ¡años! ¿Y por qué no me preguntas a mí en vez de salir corriendo y hacer que nuestros amigos y familiares anden buscándote como locos?”.
“¿Desde cuándo os reunís en un hotel?”. Preguntó secándose una lágrima que se había escapado de sus ojos e ignorando la pregunta de él.
¿Qué significará esa foto?
¿Qué le contestará Castle?
livingmylife- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Espero que Castle tenga una buena explicación!! Sigue cuando puedaas!!
Castle y Beckett- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Como siempre Kate sacando conclusiones apresuradas! estoy segura que rick jamas la engañaria como ella esta pensando, en tanto tiempo y todavia los chismes de la prensa le afectan.
Si Rick se enfada es con justa razon porque a pesar del tiempo que llevan juntos no tiene plena confianza en el. Espero que continues pronto y no nos dejes con esta intriga
Si Rick se enfada es con justa razon porque a pesar del tiempo que llevan juntos no tiene plena confianza en el. Espero que continues pronto y no nos dejes con esta intriga
Ruth Maria- Policia de homicidios
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Re: Cuando te veo (FIN)
Uffff , q dificil explicar eso pero seguro q hay un explicación para eso y además estoy segura de q castle nunca engañaria a Beckett , la quiere demasiado
Sigueeee y resuelve pronto este lío porfi
Sigueeee y resuelve pronto este lío porfi
writerdetective47- Actor en Broadway
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Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches!
Quería haber actualizado hoy antes pero me ha sido completamente imposible. Pero bueno, aquí estoy nuevamente!
Gracias por seguir esta historia y veamos como solucionan esto.
Rick suspiró mordiéndose el labio. “Esta discusión es absurda. Tus celos son totalmente infundados”. Murmuró con frustración poniéndose en pie.
“¡¿Que son infundados?!”. Exclamó alzando la voz. “¡No sé si te habrás quedado ciego de repente, pero lo que se ve en la foto está muy claro! ¿O acaso no es lo que parece?”.
“Suena a tópico pero no, no es lo que parece. Intentaría explicártelo pero dudo que ahora mismo me vayas a escuchar”. Cerró los ojos con fuerza y al abrirlos se dio cuenta de que empezaba a llover con más fuera. Cambió su expresión de enfado por una más tranquila y conciliadora. “Y no, no estoy ciego. Veo perfectamente que se está poniendo a llover. Por favor, vámonos a casa y hablemos esto allí con más calma”. Pidió preocupado porque se enfriara.
“No voy a ir contigo a ningún lado”. Dijo ella con enfado.
“Pues al menos levanta de ahí y ponte mi abrigo”. Se lo quitó y le ofreció la mano para ayudarla a levantarse.
“Puedo yo sola, gracias”. Respondió con ironía levantándose por sí misma.
Rick no dijo nada, apretó los labios en señal de frustración y se quitó su abrigo poniéndoselo a ella sobre los hombros.
Kate agradeció en silencio el abrigo. No se había dado cuenta pero entre que no llevaba la chaqueta puesta y que estaba algo mojada por la lluvia, su cuerpo estaba helado. Tembló ligeramente al introducir los brazos en las mangas del abrigo.
Rick lo notó y se acercó a ella abrazándola para que el abrigo hiciera más contacto con su piel y entrara antes en calor. Beckett, a pesar del enfado y del ataque de celos que tenía, se dejó hacer. Realmente necesitaba sentir que empezaba a entrar en calor.
Justo cuando Castle iba a repetirle que por favor se fueran a casa, sonó su móvil. Deshizo el abrazo con Kate y sacó el teléfono del bolsillo. “Es tu padre. Se quedará más tranquilo si te oye a ti”. Le dijo a ella ofreciéndole el teléfono.
Kate lo sopesó durante unos segundos. No quería dejar de lado su enfado con él, pero no tampoco podía dejar a su padre preocupado. Así que cogió el móvil de Rick y descolgó la llamada. “Papá, soy yo”.
“Katie, por el amor de Dios, ¿dónde estabas?”. Preguntó con preocupación aún su padre.
“No te preocupes. Salí a dar un paseo por Central Park y perdí la noción del tiempo. Estoy bien”. Respondió rehuyendo la mirada del escritor que no dejaba de mirarla fijamente.
“¿De verdad estás bien?”. Insistió el abogado algo más tranquilo al escucharla.
“Sí papá, de verdad. No te preocupes. Te llamo en otro momento, ¿vale?”.
“Vale, cariño. Cuídate. Y te quiero”. Contestó tras entender que no era un buen momento para hablar con ella.
“Y yo a ti”. Respondió y tras colgar la llamada suspiró devolviéndole el móvil a Castle. Sin mirarle ni decirle nada más empezó a andar por el parque.
Rick se apresuró a seguirla cuando guardó el móvil en el bolsillo y se dio cuenta de que aunque intentaba disimularlo, estaba empezando a llorar. “Kate…”. Susurró por detrás de ella agarrándola con cariño del brazo y haciendo que frenara. Ella paró pero no se giró para mirarlo. “De verdad… te estás llevando un mal rato sin sentido. Vamos a casa antes de que empiece a llover y te lo explico. Por favor…”. Habló en voz baja, cerca de ella, aún sujetándola por el brazo y mirándola a los ojos con preocupación y tristeza.
“¿Para qué quieres ir conmigo a casa?”. Preguntó entre lágrimas. “Apenas tenemos tiempo para nosotros, yo cada día estoy más gorda y más cansada y dudo que te apetezca pasar rato conmigo y mis cambios de humor”. Se secó las lágrimas soltándose de él y caminó de nuevo hacia delante. Pero él la siguió. “Mejor ve con Gina. Ella siempre está impecable y aún conserva su perfecta figura”. Espetó más con tristeza que con enfado.
Rick se quedó helado con aquellas palabras. ¿Cómo podía pensar que se iría con Gina por sus cambios de humor, causados por las hormonas del embarazo? ¿Acaso no le había demostrado esos meses que sólo le importaban ella y el bebé? La agarró nuevamente del brazo y esta vez hizo que se frenara del todo. Tiró del brazo de ella con cariño hasta abrazarla con ternura. Ella se resistió al principio a aquel abrazo, pero terminó cediendo y se dejó abrazar mientras lloraba. “Escúchame bien, Kate. Nunca, jamás, me iría con Gina o con ninguna otra mujer, ni por tus cambios de humor ni aunque hubiéramos tenido la discusión más grande de nuestra relación”. Acarició su espalda cuando la sintió temblar por el llanto. La lluvia caía todavía algo suavemente sobre ellos. “Te amo, Kate. Con todo mi corazón. Métetelo en la cabeza y no dejes que una foto, una frase desafortunada, las hormonas, o los celos te hagan dudar de ello. Sólo me importas tú. Nada más que tú, cariño”. Besó su cabeza con dulzura, roto por los llantos de ella.
Si bien en un principio se había enfadado con ella por dudar de él y de su amor, ahora que había comprendido que se trataba de algo referente a ella, a su cambio físico y a sus hormonas, sintió que la quería aún más si eso podía ser y que quería protegerla de todo y de todos.
Apretó más el abrazo y al sentir que las piernas de ella empezaban a aflojarse por el cansancio y el llanto optó por tomarla en brazos y llevarla como pudo hasta el coche. Ella se agarró a su cuello durante el trayecto que hizo en brazos. En el coche, la sentó en el asiento trasero y le quitó el abrigo que ya estaba mojado. Fue al maletero y de allí sacó una chaqueta que solía dejar por si acaso. Volvió donde ella y se la puso con cariño. “Nos vamos a casa”. Besó su frente y se metió todo empapado en el asiento del conductor, arrancando y conduciendo hasta el loft.
Beckett fue todo el trayecto en silencio. Su cabeza repetía una y otra vez las palabras del escritor y su mente recordaba la foto y la frase de la revista. Se sentía estúpida. Por dudar de él, de cuánto la quería y la amaba. Pero tras haber visto aquella foto, volvieron con fuerza los sentimientos que llevaba un mes intentando ignorar. Sentía que estaba descuidando a Rick. Que a pesar de haberlo cuidado tras el disparo, después se había centrado más en trabajar y en cuidarse ella misma. Por no hablar de las relaciones íntimas, que no habían tenido desde antes de que la bala alcanzara a Castle.
Mañana, más!
¿Qué os va pareciendo?
¿Tendrá Castle un buen motivo para esa foto?
Quería haber actualizado hoy antes pero me ha sido completamente imposible. Pero bueno, aquí estoy nuevamente!
Gracias por seguir esta historia y veamos como solucionan esto.
Rick suspiró mordiéndose el labio. “Esta discusión es absurda. Tus celos son totalmente infundados”. Murmuró con frustración poniéndose en pie.
“¡¿Que son infundados?!”. Exclamó alzando la voz. “¡No sé si te habrás quedado ciego de repente, pero lo que se ve en la foto está muy claro! ¿O acaso no es lo que parece?”.
“Suena a tópico pero no, no es lo que parece. Intentaría explicártelo pero dudo que ahora mismo me vayas a escuchar”. Cerró los ojos con fuerza y al abrirlos se dio cuenta de que empezaba a llover con más fuera. Cambió su expresión de enfado por una más tranquila y conciliadora. “Y no, no estoy ciego. Veo perfectamente que se está poniendo a llover. Por favor, vámonos a casa y hablemos esto allí con más calma”. Pidió preocupado porque se enfriara.
“No voy a ir contigo a ningún lado”. Dijo ella con enfado.
“Pues al menos levanta de ahí y ponte mi abrigo”. Se lo quitó y le ofreció la mano para ayudarla a levantarse.
“Puedo yo sola, gracias”. Respondió con ironía levantándose por sí misma.
Rick no dijo nada, apretó los labios en señal de frustración y se quitó su abrigo poniéndoselo a ella sobre los hombros.
Kate agradeció en silencio el abrigo. No se había dado cuenta pero entre que no llevaba la chaqueta puesta y que estaba algo mojada por la lluvia, su cuerpo estaba helado. Tembló ligeramente al introducir los brazos en las mangas del abrigo.
Rick lo notó y se acercó a ella abrazándola para que el abrigo hiciera más contacto con su piel y entrara antes en calor. Beckett, a pesar del enfado y del ataque de celos que tenía, se dejó hacer. Realmente necesitaba sentir que empezaba a entrar en calor.
Justo cuando Castle iba a repetirle que por favor se fueran a casa, sonó su móvil. Deshizo el abrazo con Kate y sacó el teléfono del bolsillo. “Es tu padre. Se quedará más tranquilo si te oye a ti”. Le dijo a ella ofreciéndole el teléfono.
Kate lo sopesó durante unos segundos. No quería dejar de lado su enfado con él, pero no tampoco podía dejar a su padre preocupado. Así que cogió el móvil de Rick y descolgó la llamada. “Papá, soy yo”.
“Katie, por el amor de Dios, ¿dónde estabas?”. Preguntó con preocupación aún su padre.
“No te preocupes. Salí a dar un paseo por Central Park y perdí la noción del tiempo. Estoy bien”. Respondió rehuyendo la mirada del escritor que no dejaba de mirarla fijamente.
“¿De verdad estás bien?”. Insistió el abogado algo más tranquilo al escucharla.
“Sí papá, de verdad. No te preocupes. Te llamo en otro momento, ¿vale?”.
“Vale, cariño. Cuídate. Y te quiero”. Contestó tras entender que no era un buen momento para hablar con ella.
“Y yo a ti”. Respondió y tras colgar la llamada suspiró devolviéndole el móvil a Castle. Sin mirarle ni decirle nada más empezó a andar por el parque.
Rick se apresuró a seguirla cuando guardó el móvil en el bolsillo y se dio cuenta de que aunque intentaba disimularlo, estaba empezando a llorar. “Kate…”. Susurró por detrás de ella agarrándola con cariño del brazo y haciendo que frenara. Ella paró pero no se giró para mirarlo. “De verdad… te estás llevando un mal rato sin sentido. Vamos a casa antes de que empiece a llover y te lo explico. Por favor…”. Habló en voz baja, cerca de ella, aún sujetándola por el brazo y mirándola a los ojos con preocupación y tristeza.
“¿Para qué quieres ir conmigo a casa?”. Preguntó entre lágrimas. “Apenas tenemos tiempo para nosotros, yo cada día estoy más gorda y más cansada y dudo que te apetezca pasar rato conmigo y mis cambios de humor”. Se secó las lágrimas soltándose de él y caminó de nuevo hacia delante. Pero él la siguió. “Mejor ve con Gina. Ella siempre está impecable y aún conserva su perfecta figura”. Espetó más con tristeza que con enfado.
Rick se quedó helado con aquellas palabras. ¿Cómo podía pensar que se iría con Gina por sus cambios de humor, causados por las hormonas del embarazo? ¿Acaso no le había demostrado esos meses que sólo le importaban ella y el bebé? La agarró nuevamente del brazo y esta vez hizo que se frenara del todo. Tiró del brazo de ella con cariño hasta abrazarla con ternura. Ella se resistió al principio a aquel abrazo, pero terminó cediendo y se dejó abrazar mientras lloraba. “Escúchame bien, Kate. Nunca, jamás, me iría con Gina o con ninguna otra mujer, ni por tus cambios de humor ni aunque hubiéramos tenido la discusión más grande de nuestra relación”. Acarició su espalda cuando la sintió temblar por el llanto. La lluvia caía todavía algo suavemente sobre ellos. “Te amo, Kate. Con todo mi corazón. Métetelo en la cabeza y no dejes que una foto, una frase desafortunada, las hormonas, o los celos te hagan dudar de ello. Sólo me importas tú. Nada más que tú, cariño”. Besó su cabeza con dulzura, roto por los llantos de ella.
Si bien en un principio se había enfadado con ella por dudar de él y de su amor, ahora que había comprendido que se trataba de algo referente a ella, a su cambio físico y a sus hormonas, sintió que la quería aún más si eso podía ser y que quería protegerla de todo y de todos.
Apretó más el abrazo y al sentir que las piernas de ella empezaban a aflojarse por el cansancio y el llanto optó por tomarla en brazos y llevarla como pudo hasta el coche. Ella se agarró a su cuello durante el trayecto que hizo en brazos. En el coche, la sentó en el asiento trasero y le quitó el abrigo que ya estaba mojado. Fue al maletero y de allí sacó una chaqueta que solía dejar por si acaso. Volvió donde ella y se la puso con cariño. “Nos vamos a casa”. Besó su frente y se metió todo empapado en el asiento del conductor, arrancando y conduciendo hasta el loft.
Beckett fue todo el trayecto en silencio. Su cabeza repetía una y otra vez las palabras del escritor y su mente recordaba la foto y la frase de la revista. Se sentía estúpida. Por dudar de él, de cuánto la quería y la amaba. Pero tras haber visto aquella foto, volvieron con fuerza los sentimientos que llevaba un mes intentando ignorar. Sentía que estaba descuidando a Rick. Que a pesar de haberlo cuidado tras el disparo, después se había centrado más en trabajar y en cuidarse ella misma. Por no hablar de las relaciones íntimas, que no habían tenido desde antes de que la bala alcanzara a Castle.
Mañana, más!
¿Qué os va pareciendo?
¿Tendrá Castle un buen motivo para esa foto?
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Ay estas hormonas!!
Muy buen capítulo, como siempre, claro
Muy buen capítulo, como siempre, claro
rikala- Escritor - Policia
- Mensajes : 2043
Fecha de inscripción : 16/07/2012
Localización : Conquistando el mundo ù.ú
Re: Cuando te veo (FIN)
Q mierda esto de las hormonas y encima ligado a las inseguridades de Beckett y tenemos una mezcla explosiva. Esperemos q Castle y ella se acuesten pronto y se le quiten todas las tonterías
Sigueeee me encanta
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writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Hola cuanto tiempo!! Quería pedir disculpas por no comentar, pero es que me ido de vacaciones y no tenía Internet por que el Móvil se me rompió y e tenido que llevarlo arreglar, bueno llendo a lo importantee he leído los últimos capítulos y vaya, con las hormonas,etc. En general me han encantado,quien no quiere a un Castle como el de esta historia,por que yo me lo comería a besos si lo tuviera.
love.C.and.B.Marbele- As del póker
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Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
definitivamente lo que le falta a kate es una muy buena sesion de sexo para que se acaben estas dudas de una vez por todas!! esperando con ansias la continuaciòn! Rick es un sol porque es vez de enfadarse la entiende y la consiente
Ruth Maria- Policia de homicidios
- Mensajes : 565
Fecha de inscripción : 14/11/2012
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta, perfecto, como siempre!!! Espero que cuando Castle se lo explique se quede más tranquila!! Sigue cuando puedaas!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Uno de los mejores fics que he leído en este foro livingmylife.
Te doy la enhorabuena. Sigue así... o llamo a una amiga mía que es forense y desaparecerás..,. JAJAJAJAJA
P.D: Es broma todo. Soy muuuuuuy pacífico LOL
Te doy la enhorabuena. Sigue así... o llamo a una amiga mía que es forense y desaparecerás..,. JAJAJAJAJA
P.D: Es broma todo. Soy muuuuuuy pacífico LOL
Rick Castle- Actor en Broadway
- Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 01/06/2015
Edad : 25
Localización : Asturias/ Soñando con una vida en Nueva York
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches!
Gracias, gracias, gracias por todos vuestros buenos comentarios hacia esta historia! De verdad, me animáis a seguir escribiendo!
¿Seguimos?
“¿Dónde está Aly?”. Preguntó Kate cuando se dio cuenta de que faltaba la niña.
“La dejé con Espo y Ryan en comisaría para ir a buscarte a ti”. Contestó bajándose del coche cuando aparcó en el garaje. “Se iba a quedar con Ryan hasta que yo le llamara”. Abrió la puerta de Kate y le ofreció su mano para ayudarla a salir.
“Rick…”. Susurró ella sintiendo que las lágrimas volvían nuevamente a sus ojos. Se quedó mirándolo, sin atreverse a darle la mano para bajarse.
“Vamos a casa Kate, por favor. Sé lo que estás pensando y sí, tenemos mucho de qué hablar. Pero primero quiero que entres en calor”. Agarró su mano sin darle opción a replicar y la ayudó a bajarse. “Por Dios, estás helada”. La abrazó con fuerza.
Subieron a casa sin decir nada. Pero Castle no dejó de abrazarla en ningún momento y ella, aunque seguía confundida y enfadada, lo agradeció. Realmente no se encontraba bien. Entre el descubrimiento de esa foto, las dudas, el comerse la cabeza, el llanto y haber estado todo el día trabajando, se sentía agotada.
Rick le quitó la chaqueta en cuanto entraron en casa y fue al baño a llenarle la bañera de agua caliente. Después volvió junto a ella que se había quedado de pie en mitad del salón. “Ven, date un baño caliente”. La agarró de la mano y quiso darle un beso en los labios, pero no llegó a hacerlo porque no sabía hasta qué punto llegaba el enfado de ella.
Kate lo siguió hasta el baño y casi como una autómata se desnudó mientras él echaba unas sales aromáticas en el agua. Se metió en la bañera y cerró los ojos al sentir el agua caliente empezar a templar su cuerpo. Se mordió fuerte el labio y se tumbó dejando reposar la cabeza sobre el borde de la bañera. Hasta aquel momento no se había dado cuenta realmente de lo cansada que se sentía.
Rick se acercó a ella después de recoger su ropa mojada y se agachó para besar tu frente. “Aprovecha y descansa. Te aviso en un rato para que no se te enfríe el agua”. Acarició su mejilla con ternura mirándola con cierta tristeza y tras suspirar se levantó y salió del baño.
Mientras Beckett tomaba el baño, Castle puso a lavar la ropa de ellos que estaba empapada y se subió al piso de arriba a darse una ducha rápida y caliente. Su cuerpo también se había quedado frío después de la lluvia. Cuando terminó y se puso ropa cómoda llamó a Ryan que le aseguro que Alyson estaba bien y que se quedaría a dormir con ellos en casa para que pudieran arreglar las cosas. Se lo agradeció por activa y por pasiva y tras colgar habló con Alexis para que se quedara tranquila.
Entró despacio en el cuarto de baño queriendo no hacer ruido por si ella se había quedado dormida. Se mordió el labio al descubrir que la espuma que le había preparado casi se había diluido del todo y se podía ver su cuerpo casi perfectamente. La cabeza fuera apoyada en el borde, las piernas estiradas y las manos alrededor de su barriga. Estaba preciosa. Suspiró recordando la discusión y, más concretamente, el motivo que los había llevado a esa situación. Si algo le pasaba a ella o al bebé por culpa de una maldita foto no lo soportaría jamás.
Se acercó despacio a la bañera y comprobó que el agua, efectivamente, se había enfriado. Se sentó en el borde de la bañera con el albornoz de Kate en la mano y acarició con ternura la frente de la inspectora. “Kate… Siento despertarte pero te vas a quedar fría”. Susurró con cariño aproximándose a su frente para besársela con amor.
“Mmm…” Murmuró ella desperezándose ligeramente. Abrió los ojos y al focalizarlos en Rick todos los sentimientos encontrados de su discusión tras haber visto la foto se reflejaron en sus ojos.
Rick suspiró al comprender lo que le pasaba y tras colocarle un mechón de pelo detrás de la oreja se levantó, dejó el albornoz en una silla cerca de la bañera y se acercó a la puerta. “Te espero fuera con algo de cena”. Avisó saliendo del baño y dejando que saliera de la bañera.
Kate salió del baño un rato después, envuelta en su albornoz y secándose el cabello con una toalla. Se puso ropa cómoda y salió a la cocina intentando mantener la mente en blanco y no pensar en nada de lo que tanto la estaba dañando.
Castle la vio salir como con la mirada perdida y suspiró. Colocó los platos sobre la mesa y sacó la comida del fuego llevándola a la mesa también. “He hablado con Ryan. Aly se quedará a dormir con ellos. Estaba encantada de poder jugar con Sarah”. Informó el escritor como si nada, terminando de poner la mesa.
Beckett no dijo nada. Se sentó a la mesa cerrando los ojos al dejar caer su cuerpo y sentirse relajada. Él sirvió la cena para los dos y agua para ella y vino para él. Necesitaba una buena copa para afrontar la charla que tenían que tener sí o sí aquella noche.
Cenaron en silencio. O más bien, Rick removió su cena y Kate se la comió haciendo un esfuerzo porque sabía que tenía que alimentarse correctamente para que nada le sucediera a ella ni al bebé. Castle recogió los platos y Kate se sentó en una butaca en el salón, con la cabeza poyada en el respaldo, las piernas dobladas como si fuera un indio y las manos sobre su tripa.
Rick se sentó en el sofá y la contempló durante unos segundos. Ella lo miró al sentirse observada y ambos notaron la pena y el cierto enfado en los ojos del otro. Castle se levantó dejando de mirarla a los ojos y entró a la habitación.
Beckett cerró los ojos sintiendo cómo las lágrimas se asomaban por sus ojos. ¿Cómo habían llegado a esa situación?. Respiró hondo un par de veces para calmarse y de pronto volvió a notar la presencia del escritor frente a ella. Abrió los ojos con pesadez cuando lo sintió sentarse en el sofá nuevamente.
“Toma”. Dijo él tendiéndole un sobre y mirándola con seriedad.
“¿Qué es esto?”. Preguntó ella con temor mientras tomaba el sobre entre sus manos.
¿Qué será? ¿Cómo conseguirán arreglarse?
¡GRACIAS NUEVAMENTE!
Gracias, gracias, gracias por todos vuestros buenos comentarios hacia esta historia! De verdad, me animáis a seguir escribiendo!
¿Seguimos?
“¿Dónde está Aly?”. Preguntó Kate cuando se dio cuenta de que faltaba la niña.
“La dejé con Espo y Ryan en comisaría para ir a buscarte a ti”. Contestó bajándose del coche cuando aparcó en el garaje. “Se iba a quedar con Ryan hasta que yo le llamara”. Abrió la puerta de Kate y le ofreció su mano para ayudarla a salir.
“Rick…”. Susurró ella sintiendo que las lágrimas volvían nuevamente a sus ojos. Se quedó mirándolo, sin atreverse a darle la mano para bajarse.
“Vamos a casa Kate, por favor. Sé lo que estás pensando y sí, tenemos mucho de qué hablar. Pero primero quiero que entres en calor”. Agarró su mano sin darle opción a replicar y la ayudó a bajarse. “Por Dios, estás helada”. La abrazó con fuerza.
Subieron a casa sin decir nada. Pero Castle no dejó de abrazarla en ningún momento y ella, aunque seguía confundida y enfadada, lo agradeció. Realmente no se encontraba bien. Entre el descubrimiento de esa foto, las dudas, el comerse la cabeza, el llanto y haber estado todo el día trabajando, se sentía agotada.
Rick le quitó la chaqueta en cuanto entraron en casa y fue al baño a llenarle la bañera de agua caliente. Después volvió junto a ella que se había quedado de pie en mitad del salón. “Ven, date un baño caliente”. La agarró de la mano y quiso darle un beso en los labios, pero no llegó a hacerlo porque no sabía hasta qué punto llegaba el enfado de ella.
Kate lo siguió hasta el baño y casi como una autómata se desnudó mientras él echaba unas sales aromáticas en el agua. Se metió en la bañera y cerró los ojos al sentir el agua caliente empezar a templar su cuerpo. Se mordió fuerte el labio y se tumbó dejando reposar la cabeza sobre el borde de la bañera. Hasta aquel momento no se había dado cuenta realmente de lo cansada que se sentía.
Rick se acercó a ella después de recoger su ropa mojada y se agachó para besar tu frente. “Aprovecha y descansa. Te aviso en un rato para que no se te enfríe el agua”. Acarició su mejilla con ternura mirándola con cierta tristeza y tras suspirar se levantó y salió del baño.
Mientras Beckett tomaba el baño, Castle puso a lavar la ropa de ellos que estaba empapada y se subió al piso de arriba a darse una ducha rápida y caliente. Su cuerpo también se había quedado frío después de la lluvia. Cuando terminó y se puso ropa cómoda llamó a Ryan que le aseguro que Alyson estaba bien y que se quedaría a dormir con ellos en casa para que pudieran arreglar las cosas. Se lo agradeció por activa y por pasiva y tras colgar habló con Alexis para que se quedara tranquila.
Entró despacio en el cuarto de baño queriendo no hacer ruido por si ella se había quedado dormida. Se mordió el labio al descubrir que la espuma que le había preparado casi se había diluido del todo y se podía ver su cuerpo casi perfectamente. La cabeza fuera apoyada en el borde, las piernas estiradas y las manos alrededor de su barriga. Estaba preciosa. Suspiró recordando la discusión y, más concretamente, el motivo que los había llevado a esa situación. Si algo le pasaba a ella o al bebé por culpa de una maldita foto no lo soportaría jamás.
Se acercó despacio a la bañera y comprobó que el agua, efectivamente, se había enfriado. Se sentó en el borde de la bañera con el albornoz de Kate en la mano y acarició con ternura la frente de la inspectora. “Kate… Siento despertarte pero te vas a quedar fría”. Susurró con cariño aproximándose a su frente para besársela con amor.
“Mmm…” Murmuró ella desperezándose ligeramente. Abrió los ojos y al focalizarlos en Rick todos los sentimientos encontrados de su discusión tras haber visto la foto se reflejaron en sus ojos.
Rick suspiró al comprender lo que le pasaba y tras colocarle un mechón de pelo detrás de la oreja se levantó, dejó el albornoz en una silla cerca de la bañera y se acercó a la puerta. “Te espero fuera con algo de cena”. Avisó saliendo del baño y dejando que saliera de la bañera.
Kate salió del baño un rato después, envuelta en su albornoz y secándose el cabello con una toalla. Se puso ropa cómoda y salió a la cocina intentando mantener la mente en blanco y no pensar en nada de lo que tanto la estaba dañando.
Castle la vio salir como con la mirada perdida y suspiró. Colocó los platos sobre la mesa y sacó la comida del fuego llevándola a la mesa también. “He hablado con Ryan. Aly se quedará a dormir con ellos. Estaba encantada de poder jugar con Sarah”. Informó el escritor como si nada, terminando de poner la mesa.
Beckett no dijo nada. Se sentó a la mesa cerrando los ojos al dejar caer su cuerpo y sentirse relajada. Él sirvió la cena para los dos y agua para ella y vino para él. Necesitaba una buena copa para afrontar la charla que tenían que tener sí o sí aquella noche.
Cenaron en silencio. O más bien, Rick removió su cena y Kate se la comió haciendo un esfuerzo porque sabía que tenía que alimentarse correctamente para que nada le sucediera a ella ni al bebé. Castle recogió los platos y Kate se sentó en una butaca en el salón, con la cabeza poyada en el respaldo, las piernas dobladas como si fuera un indio y las manos sobre su tripa.
Rick se sentó en el sofá y la contempló durante unos segundos. Ella lo miró al sentirse observada y ambos notaron la pena y el cierto enfado en los ojos del otro. Castle se levantó dejando de mirarla a los ojos y entró a la habitación.
Beckett cerró los ojos sintiendo cómo las lágrimas se asomaban por sus ojos. ¿Cómo habían llegado a esa situación?. Respiró hondo un par de veces para calmarse y de pronto volvió a notar la presencia del escritor frente a ella. Abrió los ojos con pesadez cuando lo sintió sentarse en el sofá nuevamente.
“Toma”. Dijo él tendiéndole un sobre y mirándola con seriedad.
“¿Qué es esto?”. Preguntó ella con temor mientras tomaba el sobre entre sus manos.
¿Qué será? ¿Cómo conseguirán arreglarse?
¡GRACIAS NUEVAMENTE!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Pero que es??? No me dejes así!!! Sabes eres muy mala , espero que cuelgues capi cuanto antes!
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
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