Cuando te veo (FIN)
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Castle y Beckett
josemg95
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Re: Cuando te veo (FIN)
Qué tensión!!! Espero que a Beckett le dé tiempo!!!! Pues las escenas de acción te quedan tan perfectas como el resto de tu fic!!!!! Impresionante como siempre, adoro tu forma de escribir!!!! Qué bien que hayas disfrutado del viaje!!! Sigue cuando puedaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches!
Sé que vengo tarde con el capítulo, pero esto de los exámenes y encima estando mala, me puede...
Perdonadme. Intentaré estar más por aquí.
Pero bueno, aquí tenéis el de hoy y espero que os guste!
Aquello hizo que Kate volviera a introducirse dentro y mirara a Lannie desde encima de Castle. “¿Qué ha sido eso?”. Preguntó confusa.
Castle se fijó en un pequeño contador que había cerca de los altavoces y tembló. “Un contador… Queda una hora… para que… probablemente… explote una bomba”. Señaló el cronómetro mientras en su cara se podía ver perfectamente una expresión de pánico e incertidumbre.
“¿¡Qué!?”. Gritó la forense mirando hacia donde Castle señalaba con tremendo miedo.
Beckett saltó al suelo acercándose hacia el contador, pero al estar a la misma altura que los altavoces, no llegaba. “Castle, súbeme”.
El escritor se acercó a ella volviendo a ayudarla a que se subiera. “¿Ves algo?”.
Kate estuvo un rato examinando aquel contador y adonde podría estar atado. “No veo nada… Si hay una bomba, está escondida”.
“Igual simplemente es el tiempo que nos queda para salir de aquí”. Intentó pensar en positivo la forense.
“O para que entre por esa puerta y acabe con nosotros”. Dijo Castle más pesimista mientras ayudaba a que Kate bajara de encima de sus hombros.
“Tengo que ir a pedir ayuda”. Dijo la inspectora mirando hacia las ventanas y volviendo la mirada a sus compañeros, angustiada.
“Ve”. Animó Castle a Beckett. “Estaremos bien. Confiamos en ti”.
Kate tragó saliva y se acercó a Lannie. La abrazó fuerte para transmitirle ánimo para que aguantara. Después se acercó a Rick y lo abrazó aún más fuerte de lo que lo había hecho con la forense. Le dio un profundo beso en los labios y se subió a sus hombros. Los miró por última vez sintiendo una fuerte opresión en el pecho. “Volveré pronto”. Fue sacando poco a poco el cuerpo por la ventana y cuando estuvo fuera, se cercioró de que no había nadie alrededor y saltó para salir corriendo a buscar ayuda.
“Tranquila Lannie, encontrará la forma de sacarnos de aquí”. Se aupó cómo pudo para intentar ver por el agujero por el que Kate había salido y corroboró que aquella ventana era demasiado pequeña para que los dos que quedaban dentro pudieran salir por ella.
La forense se sentó en el suelo cruzando las piernas. Apoyó los codos sobre sus rodillas y dejó reposar la cabeza sobre sus manos. Le iba a estallar la cabeza de la tensión y los nervios que estaban pasando.
Castle se dedicó a recorrer la habitación varias veces en busca de algo que les pudiera ayudar a salir.
De repente, la voz del Triple Asesinó los sacó de sus pensamientos y ambos levantaron la cabeza hacia los altavoces.
“Os aviso de que en menos de 5 minutos voy a entrar ahí dentro. Y no quiero que hagáis ninguna tontería. Ni usted inspectora, ni el escritorzuelo ni la forense. ¿Estamos?”. Avisó con tono grave y fuerte.
“Estamos”. Contestaron en un susurró los dos que quedaban en aquella estancia. Rick respiró con alivio al ver que Tyson no se daba cuenta de que Beckett ya no estaba con ellos y que había salido a pedir ayuda.
“Bien. Me vais a ayudar a limpiar esta estancia para que no quede ni un rastro de una huella dactilar. Después, llevaremos el cuerpo adonde yo os diga”.
“¿Para qué queda una hora?”. Preguntó el escritor antes de que aquel hombre se fuera.
“Vaya, veo que ya ha saltado el contador. Eso es mi sorpresa final”. Rió vilmente. “Depende de vosotros estar ahí dentro o no cuando el temporizador llegue a 0. Sólo puedo adelantaros que habrá mucho, mucho calor ahí dentro”. Volvió a reír y cortó la comunicación.
Castle y Lannie se miraron con angustia. ¿Cómo tenían que librarse de abrasarse vivos? Y… ¿Qué pasaría cuando aquel hombre entrara en la habitación y viera que Beckett había saltado por la ventana que supuestamente estaba tapiada?
La forense se puso en pie y empezó a moverse nerviosa por la habitación. Castle se quedó de pie frente a la puerta, apoyado en la pared y palpando con una mano la pistola que Kate le había dado. Tenía la opción de dispararle. Pero seguro que él también llevaba una pistola . Sólo le quedaban 4 minutos para idear un plan y acabar con el 3XA.
“Lannie”. Llamó su atención el escritor. Ella lo miró sin dejar de moverse en círculos. “¿Tienes algo muy afilado en el maletín?”. Preguntó agachándose donde había dejado ella los materiales.
La médico forense frunció el ceño ligeramente pero se acercó a él abriendo el maletín y buscando lo que él le había pedido. “¿Esto?”. Le enseñó un bisturí algo más largo y afilado de lo normal.
“¿Esto puede servir para cortarle el cuello a alguien?”. Preguntó cogiendo la herramienta.
“Sí”. Respondió ella mirándolo a los ojos con miedo. “¿Qué piensas hacer con eso Castle?”. Preguntó cada vez más angustiada.
“Sólo quiero tener una segunda arma por si acaso”. Se la guardó en el bolsillo del pantalón poniéndose en pie. “No sabemos cómo de armado va a entrar, porque si algo sé, es que va a entrar armado. Y tenemos que estar preparados”. Cogió otra herramienta como la que ella le había dado a él y se la tendió. “Guárdate esta en el bolsillo. Tenemos que estar los dos bien preparados”.
Lannie la cogió temblorosa e hizo lo que él le decía, poniéndose también en pie.
Escucharon unos pasos que se acercaban a ellos y se aproximaron entre sí, agarrándose fuerte de la mano. Alguien introdujo una llave en la cerradura d ela puerta donde estaban encerrados y la abrió. La manilla cedió y dejó paso a un Tyson que los dejó con la boca abierta y con la enorme sensación de que no iban a salir de allí vivos y de que Beckett no iba a llegar a tiempo a por ellos.
“Veo que os gusta mi traje… Una orden que no acatáis y todo acabará”. Se burló el Triple Asesino acercándose más a ellos. Vio que tenían las manos agarradas y sonrió con malicia. “Qué bien, me vais a facilitar el trabajo. Veamos…”. Sacó unas esposas de su pantalón y se acercó a aquellos cuerpos que intentaban controlar sus temblores. Esposó la mano izquierda de Lannie a la derecha de Castle. “Así me aseguro de que no hacéis ninguna tontería”. Se giró para buscar a la inspectora y al no verla su cara se empezó a poner roja de rabia. “¿Dónde está la inspectora Beckett?”. Gritó mirándolos a los dos.
Escritor y forense permanecieron callados, sin atreverse a decir nada, de pie, frente al asesino.
Jerry Tyson llevaba un chaleco lleno de explosivos pegado a su cuerpo. En su mano derecha apretaba un mando que en cuanto soltara haría que los explosivos estallaran, supuso Castle. Aquello los había dejado en estado de shock.
¿Qué pasará? ¿Qué tendrá planeado Tyson?
¿Irá a por Beckett?
Sé que vengo tarde con el capítulo, pero esto de los exámenes y encima estando mala, me puede...
Perdonadme. Intentaré estar más por aquí.
Pero bueno, aquí tenéis el de hoy y espero que os guste!
Aquello hizo que Kate volviera a introducirse dentro y mirara a Lannie desde encima de Castle. “¿Qué ha sido eso?”. Preguntó confusa.
Castle se fijó en un pequeño contador que había cerca de los altavoces y tembló. “Un contador… Queda una hora… para que… probablemente… explote una bomba”. Señaló el cronómetro mientras en su cara se podía ver perfectamente una expresión de pánico e incertidumbre.
“¿¡Qué!?”. Gritó la forense mirando hacia donde Castle señalaba con tremendo miedo.
Beckett saltó al suelo acercándose hacia el contador, pero al estar a la misma altura que los altavoces, no llegaba. “Castle, súbeme”.
El escritor se acercó a ella volviendo a ayudarla a que se subiera. “¿Ves algo?”.
Kate estuvo un rato examinando aquel contador y adonde podría estar atado. “No veo nada… Si hay una bomba, está escondida”.
“Igual simplemente es el tiempo que nos queda para salir de aquí”. Intentó pensar en positivo la forense.
“O para que entre por esa puerta y acabe con nosotros”. Dijo Castle más pesimista mientras ayudaba a que Kate bajara de encima de sus hombros.
“Tengo que ir a pedir ayuda”. Dijo la inspectora mirando hacia las ventanas y volviendo la mirada a sus compañeros, angustiada.
“Ve”. Animó Castle a Beckett. “Estaremos bien. Confiamos en ti”.
Kate tragó saliva y se acercó a Lannie. La abrazó fuerte para transmitirle ánimo para que aguantara. Después se acercó a Rick y lo abrazó aún más fuerte de lo que lo había hecho con la forense. Le dio un profundo beso en los labios y se subió a sus hombros. Los miró por última vez sintiendo una fuerte opresión en el pecho. “Volveré pronto”. Fue sacando poco a poco el cuerpo por la ventana y cuando estuvo fuera, se cercioró de que no había nadie alrededor y saltó para salir corriendo a buscar ayuda.
“Tranquila Lannie, encontrará la forma de sacarnos de aquí”. Se aupó cómo pudo para intentar ver por el agujero por el que Kate había salido y corroboró que aquella ventana era demasiado pequeña para que los dos que quedaban dentro pudieran salir por ella.
La forense se sentó en el suelo cruzando las piernas. Apoyó los codos sobre sus rodillas y dejó reposar la cabeza sobre sus manos. Le iba a estallar la cabeza de la tensión y los nervios que estaban pasando.
Castle se dedicó a recorrer la habitación varias veces en busca de algo que les pudiera ayudar a salir.
De repente, la voz del Triple Asesinó los sacó de sus pensamientos y ambos levantaron la cabeza hacia los altavoces.
“Os aviso de que en menos de 5 minutos voy a entrar ahí dentro. Y no quiero que hagáis ninguna tontería. Ni usted inspectora, ni el escritorzuelo ni la forense. ¿Estamos?”. Avisó con tono grave y fuerte.
“Estamos”. Contestaron en un susurró los dos que quedaban en aquella estancia. Rick respiró con alivio al ver que Tyson no se daba cuenta de que Beckett ya no estaba con ellos y que había salido a pedir ayuda.
“Bien. Me vais a ayudar a limpiar esta estancia para que no quede ni un rastro de una huella dactilar. Después, llevaremos el cuerpo adonde yo os diga”.
“¿Para qué queda una hora?”. Preguntó el escritor antes de que aquel hombre se fuera.
“Vaya, veo que ya ha saltado el contador. Eso es mi sorpresa final”. Rió vilmente. “Depende de vosotros estar ahí dentro o no cuando el temporizador llegue a 0. Sólo puedo adelantaros que habrá mucho, mucho calor ahí dentro”. Volvió a reír y cortó la comunicación.
Castle y Lannie se miraron con angustia. ¿Cómo tenían que librarse de abrasarse vivos? Y… ¿Qué pasaría cuando aquel hombre entrara en la habitación y viera que Beckett había saltado por la ventana que supuestamente estaba tapiada?
La forense se puso en pie y empezó a moverse nerviosa por la habitación. Castle se quedó de pie frente a la puerta, apoyado en la pared y palpando con una mano la pistola que Kate le había dado. Tenía la opción de dispararle. Pero seguro que él también llevaba una pistola . Sólo le quedaban 4 minutos para idear un plan y acabar con el 3XA.
“Lannie”. Llamó su atención el escritor. Ella lo miró sin dejar de moverse en círculos. “¿Tienes algo muy afilado en el maletín?”. Preguntó agachándose donde había dejado ella los materiales.
La médico forense frunció el ceño ligeramente pero se acercó a él abriendo el maletín y buscando lo que él le había pedido. “¿Esto?”. Le enseñó un bisturí algo más largo y afilado de lo normal.
“¿Esto puede servir para cortarle el cuello a alguien?”. Preguntó cogiendo la herramienta.
“Sí”. Respondió ella mirándolo a los ojos con miedo. “¿Qué piensas hacer con eso Castle?”. Preguntó cada vez más angustiada.
“Sólo quiero tener una segunda arma por si acaso”. Se la guardó en el bolsillo del pantalón poniéndose en pie. “No sabemos cómo de armado va a entrar, porque si algo sé, es que va a entrar armado. Y tenemos que estar preparados”. Cogió otra herramienta como la que ella le había dado a él y se la tendió. “Guárdate esta en el bolsillo. Tenemos que estar los dos bien preparados”.
Lannie la cogió temblorosa e hizo lo que él le decía, poniéndose también en pie.
Escucharon unos pasos que se acercaban a ellos y se aproximaron entre sí, agarrándose fuerte de la mano. Alguien introdujo una llave en la cerradura d ela puerta donde estaban encerrados y la abrió. La manilla cedió y dejó paso a un Tyson que los dejó con la boca abierta y con la enorme sensación de que no iban a salir de allí vivos y de que Beckett no iba a llegar a tiempo a por ellos.
“Veo que os gusta mi traje… Una orden que no acatáis y todo acabará”. Se burló el Triple Asesino acercándose más a ellos. Vio que tenían las manos agarradas y sonrió con malicia. “Qué bien, me vais a facilitar el trabajo. Veamos…”. Sacó unas esposas de su pantalón y se acercó a aquellos cuerpos que intentaban controlar sus temblores. Esposó la mano izquierda de Lannie a la derecha de Castle. “Así me aseguro de que no hacéis ninguna tontería”. Se giró para buscar a la inspectora y al no verla su cara se empezó a poner roja de rabia. “¿Dónde está la inspectora Beckett?”. Gritó mirándolos a los dos.
Escritor y forense permanecieron callados, sin atreverse a decir nada, de pie, frente al asesino.
Jerry Tyson llevaba un chaleco lleno de explosivos pegado a su cuerpo. En su mano derecha apretaba un mando que en cuanto soltara haría que los explosivos estallaran, supuso Castle. Aquello los había dejado en estado de shock.
¿Qué pasará? ¿Qué tendrá planeado Tyson?
¿Irá a por Beckett?
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Madre mía!!!!! Más vale que Beckett llegue pronto y que Tyson no haga ninguna tontería!!!! Perfecto, impresionante, me encanta!!!!! Espero que te mejores pronto y que te vaya bien con los exámenes!! Sigue cuando puedaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Que angustia estoy pasando con el maldito 3xa espero que muera ya sin ofender pero me gustaba más cuando escribías de días felices o discusiones un poco tontas pero con reconciliación, sigueee
love.C.and.B.Marbele- As del póker
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Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
No creo que al 3XA le de tiempo a seguir a Beckett, ya irá muy adelantada, yo creo que se conformará con hacerle daño a Lanie y Castle.
Sigueeee
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigue me tienes intigrada
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes! He conseguido sacar un ratito para escribir un poco más y aquí está el resultado.
Espero que os guste la continuación!
Gracias por vuestras palabras y por la paciencia hasta que acaben mis exámenes y pueda volver a retomar el fic con normalidad!
Lannie y Castle no han sido capaces de articular palabra. Tyson cada vez está más cerca de ellos, enfurecido, rabioso. Levanta la mano derecha para enseñarles mejor el mando. “O me contestáis ahora, o salimos los tres volando por los aires”. Pero no hizo falta que ninguno contestara. Una ráfaga de viento entró por la apretura de la ventana y resonó en toda la estancia. El asesino levantó la cabeza y pornto comprendió lo que acababa de pasar. “¡Maldita sea!”. Gritó. “Le dije a la doctora que cerrara bien la ventana… ¡y no lo hizo!. Pues se acabó…”. Exclamó. “Vosotros dos, a partir de ahora seréis mis ayudantes. Dejaré que ella se pudra en la cárcel”. Agarró a los chicos por las esposas y les hizo caminar frente a él por dónde él les iba dirigiendo.
“¿Dónde vamos?”. Preguntó el escritor al ver que les hacía salir de la habitación.
“A un sitio donde no nos podrán encontrar. Y recordad que soy una bomba humana así que seguid mis instrucciones”. Los condujo hasta la sala contigua donde estaba situada la bomba cuyo contador habían visto y oído. “Pero antes…quiero que la desconectéis. Esa zorra de Nieman no se merece que borre sus huellas con la explosión como pensaba hacer”.
“¿Quieres que… desconectemos la bomba?”. Preguntó Lannie atónita.
“Exacto”. Corroboró Tyson.
“Pero nosotros no tenemos ni idea de hacer esto”. Replicó el escritor.
“¿No te gusta jugar a ser poli? Pues atente a las consecuencias. Ahora tienes que desactivar esa bomba antes de que el contador llegue a cero o saldréis volando por los aires”. Los dejó allí cerrando con llave la puerta de esa nueva habitación.
Lanie y Castle se miraron en silencio y después los dos dirigieron la mirada a la bomba. ¿Cómo narices iban a desactivarla?.
“¿Alguna vez has hecho esto con Beckett, Castle?”. Preguntó la forense intentando mantener la calma.
“Sólo una. Y cuando quedaban 5 segundos arranqué todos los cables. Sorprendentemente la bomba se desactivó”. Suspiró mirando aquel cacharro que tenía otro contador igual al de la habitación en la que primero los había encerrado Tyson. Quedaban 50 minutos.
“Me da a mi que ésta no se parará tirando de los cables…”. Murmuró Lannie.
“Tenemos que encontrar la forma de salir de aquí. No tenían pensado encerrarnos en esta habitación, así que seguro que es más fácil salir de aquí que de allí”. Tiró del brazo por el que estaba esposado a Lannie y la hizo moverse por la habitación para buscar algún lugar por el que escapar.
La forense alzó la mirada y vio que las ventanas eran iguales que en la otra habitación, sólo que esta vez estaban más bajas. “¿Has probado a ver si tienes cobertura en tus súper-móvil?”.
Castle sacó el móvil del bolsillo y se acercaron a las ventanas para ver si desde allí encontraban mejor cobertura. Apareció una pequeña rallita que hizo que los ojos de los dos brillaran de emoción.
“Llama a Beckett, corre”. Animó la forense empezando a ponerse más nerviosa.
“No creo que pueda. Hay demasiada poca cobertura. Un mensaje saldrá con más facilidad”. Tecleó con la mayor rapidez que pudo y le dio a enviar. Los dos permanecieron en silencio mientras veían cómo el aparato intentaba mandar el mensaje para que la destinataria lo recibieran.
“¿Qué le has puesto?”. Preguntó ella mientras seguían mirando cómo cargaba.
“Que estamos en la habitación de al lado y le he avisado del contador de esta bomba y del hombre-bomba que ahora mismo no sabemos dónde está”.
“¿No podemos dispararle la próxima vez que entre?”. Preguntó la forense.
Rick negó y sonrió cuando vio que el mensaje había salido por fin de su teléfono y estaría viajando ahora mismo hacia el de Beckett. “¿Te has fijado en el mando que lleva en la mano derecha?”. Lannie asintió y él prosiguió. “En cuanto lo suelte, explotará. Si le disparamos puede que deje de hacer presión sobre el botón y salgamos volando por los aires”.
La forense suspiró bajando la cabeza y aprentado los labios. “Espero que Kate se de prisa”.
“Lo hará”. Le animó él. Lannie alzó la cabeza para mirarle. “Creo que ya sé por qué ha hecho todo esto”. Informó tras un rato en el que se miraron en silencio.
“¿Por lo que dijiste de su madre?”.
“Eso justifica, de algún modo, los asesinatos de las mujeres rubias. Pero no justifica la obsesión que ha cogido conmigo y con Beckett”. Miró la bomba antes de volver a mirarla a ella y continuar. “Creo que, de algún modo, se ha enterado de que tenemos a Alyson. Una niña rubia, muy mona, como lo sería su madre. Si mal no recuerdo, aunque no estoy seguro, creo que también tenía una hermana, rubia como la madre, y que también falleció como la madre. Víctima de violencia por el mismo hombre”.
“Pero debe de haber miles de niñas rubias por Nueva York. ¿Por qué la vuestra? ¿Por qué vosotros?”. Preguntó Lannie.
“Muy sencillo. Ya nos conoce y le conocemos. Preparar todo esto junto a Nieman les ha dado placer, les ha gustado. Haberlo hecho con alguien desconocido también les habría gustado, pero no tanto”. Suspiró mordiéndose el labio.
“Pero Aly no está aquí. Está en los Hamptons”.
“Sí, eso es cierto. Pero supongo que habría acabado con nosotros dos o con alguno de los dos. Y eso habría hecho que mi madre, Alexis y Alyson volvieran de los Hamptons para… nuestro funeral… Habría aprovechado ese momento para acabar con ella también, supongo”. Suspiró llenándose de tristeza.
Lannie agarró la mano de Castle y se la apretó con fuerza intentando transmitirle ánimo. “Nada de eso va a pasar”. Rick la miró. “Con todo lo que os ha costado, como que me llamo Lannie que vosotros dos acabáis casados y con hijos”. Bromeó la forense consiguiendo sacar una sonrisa al escritor.
Ahora tan sólo podían esperar. Rezar porque Tyson no volviera a entrar y porque Beckett llegase a tiempo, hubiera leído el mensaje de Castle y los sacara de allí antes de que la bomba estallara o de que el 3XA hiciera alguna de las suyas.
PD: Si yo fuese Lannie, ya me habría entrado un ataque de ansiedad...
¿Cómo creéis que saldrán de ahí? Porque... saldrán, ¿no?
Espero que os guste la continuación!
Gracias por vuestras palabras y por la paciencia hasta que acaben mis exámenes y pueda volver a retomar el fic con normalidad!
Lannie y Castle no han sido capaces de articular palabra. Tyson cada vez está más cerca de ellos, enfurecido, rabioso. Levanta la mano derecha para enseñarles mejor el mando. “O me contestáis ahora, o salimos los tres volando por los aires”. Pero no hizo falta que ninguno contestara. Una ráfaga de viento entró por la apretura de la ventana y resonó en toda la estancia. El asesino levantó la cabeza y pornto comprendió lo que acababa de pasar. “¡Maldita sea!”. Gritó. “Le dije a la doctora que cerrara bien la ventana… ¡y no lo hizo!. Pues se acabó…”. Exclamó. “Vosotros dos, a partir de ahora seréis mis ayudantes. Dejaré que ella se pudra en la cárcel”. Agarró a los chicos por las esposas y les hizo caminar frente a él por dónde él les iba dirigiendo.
“¿Dónde vamos?”. Preguntó el escritor al ver que les hacía salir de la habitación.
“A un sitio donde no nos podrán encontrar. Y recordad que soy una bomba humana así que seguid mis instrucciones”. Los condujo hasta la sala contigua donde estaba situada la bomba cuyo contador habían visto y oído. “Pero antes…quiero que la desconectéis. Esa zorra de Nieman no se merece que borre sus huellas con la explosión como pensaba hacer”.
“¿Quieres que… desconectemos la bomba?”. Preguntó Lannie atónita.
“Exacto”. Corroboró Tyson.
“Pero nosotros no tenemos ni idea de hacer esto”. Replicó el escritor.
“¿No te gusta jugar a ser poli? Pues atente a las consecuencias. Ahora tienes que desactivar esa bomba antes de que el contador llegue a cero o saldréis volando por los aires”. Los dejó allí cerrando con llave la puerta de esa nueva habitación.
Lanie y Castle se miraron en silencio y después los dos dirigieron la mirada a la bomba. ¿Cómo narices iban a desactivarla?.
“¿Alguna vez has hecho esto con Beckett, Castle?”. Preguntó la forense intentando mantener la calma.
“Sólo una. Y cuando quedaban 5 segundos arranqué todos los cables. Sorprendentemente la bomba se desactivó”. Suspiró mirando aquel cacharro que tenía otro contador igual al de la habitación en la que primero los había encerrado Tyson. Quedaban 50 minutos.
“Me da a mi que ésta no se parará tirando de los cables…”. Murmuró Lannie.
“Tenemos que encontrar la forma de salir de aquí. No tenían pensado encerrarnos en esta habitación, así que seguro que es más fácil salir de aquí que de allí”. Tiró del brazo por el que estaba esposado a Lannie y la hizo moverse por la habitación para buscar algún lugar por el que escapar.
La forense alzó la mirada y vio que las ventanas eran iguales que en la otra habitación, sólo que esta vez estaban más bajas. “¿Has probado a ver si tienes cobertura en tus súper-móvil?”.
Castle sacó el móvil del bolsillo y se acercaron a las ventanas para ver si desde allí encontraban mejor cobertura. Apareció una pequeña rallita que hizo que los ojos de los dos brillaran de emoción.
“Llama a Beckett, corre”. Animó la forense empezando a ponerse más nerviosa.
“No creo que pueda. Hay demasiada poca cobertura. Un mensaje saldrá con más facilidad”. Tecleó con la mayor rapidez que pudo y le dio a enviar. Los dos permanecieron en silencio mientras veían cómo el aparato intentaba mandar el mensaje para que la destinataria lo recibieran.
“¿Qué le has puesto?”. Preguntó ella mientras seguían mirando cómo cargaba.
“Que estamos en la habitación de al lado y le he avisado del contador de esta bomba y del hombre-bomba que ahora mismo no sabemos dónde está”.
“¿No podemos dispararle la próxima vez que entre?”. Preguntó la forense.
Rick negó y sonrió cuando vio que el mensaje había salido por fin de su teléfono y estaría viajando ahora mismo hacia el de Beckett. “¿Te has fijado en el mando que lleva en la mano derecha?”. Lannie asintió y él prosiguió. “En cuanto lo suelte, explotará. Si le disparamos puede que deje de hacer presión sobre el botón y salgamos volando por los aires”.
La forense suspiró bajando la cabeza y aprentado los labios. “Espero que Kate se de prisa”.
“Lo hará”. Le animó él. Lannie alzó la cabeza para mirarle. “Creo que ya sé por qué ha hecho todo esto”. Informó tras un rato en el que se miraron en silencio.
“¿Por lo que dijiste de su madre?”.
“Eso justifica, de algún modo, los asesinatos de las mujeres rubias. Pero no justifica la obsesión que ha cogido conmigo y con Beckett”. Miró la bomba antes de volver a mirarla a ella y continuar. “Creo que, de algún modo, se ha enterado de que tenemos a Alyson. Una niña rubia, muy mona, como lo sería su madre. Si mal no recuerdo, aunque no estoy seguro, creo que también tenía una hermana, rubia como la madre, y que también falleció como la madre. Víctima de violencia por el mismo hombre”.
“Pero debe de haber miles de niñas rubias por Nueva York. ¿Por qué la vuestra? ¿Por qué vosotros?”. Preguntó Lannie.
“Muy sencillo. Ya nos conoce y le conocemos. Preparar todo esto junto a Nieman les ha dado placer, les ha gustado. Haberlo hecho con alguien desconocido también les habría gustado, pero no tanto”. Suspiró mordiéndose el labio.
“Pero Aly no está aquí. Está en los Hamptons”.
“Sí, eso es cierto. Pero supongo que habría acabado con nosotros dos o con alguno de los dos. Y eso habría hecho que mi madre, Alexis y Alyson volvieran de los Hamptons para… nuestro funeral… Habría aprovechado ese momento para acabar con ella también, supongo”. Suspiró llenándose de tristeza.
Lannie agarró la mano de Castle y se la apretó con fuerza intentando transmitirle ánimo. “Nada de eso va a pasar”. Rick la miró. “Con todo lo que os ha costado, como que me llamo Lannie que vosotros dos acabáis casados y con hijos”. Bromeó la forense consiguiendo sacar una sonrisa al escritor.
Ahora tan sólo podían esperar. Rezar porque Tyson no volviera a entrar y porque Beckett llegase a tiempo, hubiera leído el mensaje de Castle y los sacara de allí antes de que la bomba estallara o de que el 3XA hiciera alguna de las suyas.
PD: Si yo fuese Lannie, ya me habría entrado un ataque de ansiedad...
¿Cómo creéis que saldrán de ahí? Porque... saldrán, ¿no?
livingmylife- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Qué tensión!!!!! Esperemos que Beckett lea el mensaje!!!! Más vale que consigan salir de ahí a tiempo y acaben con Tyson!!!! Perfecto, increíble, me encanta como siempre, adoro cómo escribes!!!! Gracias por sacar tiempo para continuarlo!!!! Sigue cuando puedaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Me dejas con una intriga de que pasará, pero se como eres y se que no matarás a rick y Lanie (o eso espero) pero se que al final habrá un final feliz (creo yo) sigueee
love.C.and.B.Marbele- As del póker
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Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Hola!
Veo que la intriga os gusta a la vez que os desespera un poquillo... jajaaj Pero.. es necesario algo de drama!
¡Sigo!
Siguieron buscando por la habitación algún modo de escapar, pero el hecho de estar esposados minimizaba todas las posibilidades. La puerta estaba completamente cerrada y era imposible, siquiera, forzarla.
De repente, escucharon unos pasos al otro lado de la puerta. Pero no parecían los de Tyson. Los dos se pusieron tensos e intentaron pegar la oreja a la puerta para saber de quién se trataba.
Cuando estuvo seguro de que no era el 3XA, Castle empezó a golpear con furia la puerta y a gritar. “¡Aquí! ¡Aquí! ¡Estamos aquí!”. Sintieron cómo desde fuera intentaban mover la manilla para abrir la puerta. Miró al contador y vio que sólo faltaban 20 minutos para que aquello explotase y golpeó con más furia preso de los nervios.
“¡Castle! Cállate o harás que Tyson venga hasta aquí”. Escucharon la voz de Beckett desde fuera.
“¡Kate!”. Exclamaron los dos de dentro a la vez. Más esperanzados.
“Estoy intentando abrir la cerradura. Pero puede que tarde. Manteneos calladitos, por favor”. Pidió la inspectora con nerviosismo desde fuera.
“Ten cuidado Kate, es un hombre bomba ahora mismo”. Avisó el escritor temiendo porque al verla allí, se pusiera nervioso y soltara el mando.
La inspectora no respondió y siguió con la tarea de intentar abrir la puerta. Pasaron un par de minutos y dejaron de oír los ruidos en la cerradura. Beckett había parado de intentar abrirla. Lannie y Rick se miraron intentando averiguar qué pasaba. Pero ninguno dijo nada.
“Rick… toma…”. Susurró Kate desde fuera pasándole por debajo de la puerta un par de ganchos. “Intentad abrirla vosotros desde dentro. Creo que viene. Está casi abierta. Cuando lo consigas, salid sin pensarlo. Yo os cubriré”.
Lannie cogió los ganchos del suelo y se los dio al escritor.
“Kate… No. Es un suicidio para ti y lo sabes”. Murmuró el escritor intentando hablar también en voz baja mientras se quedaba con los ganchos en la mano sin saber qué hacer.
“Castle, hazlo”. Ordenó la inspectora desde fuera aunque su voz sonaba más lejana. “Y ahora, cállate y antes de salir empuña el arma por si acaso”. Sintieron que se alejaban los pasos de ella.
Castle miró a Lannie, Lannie miró a Castle y ambos suspiraron a la vez. No les quedaba otra alternativa. Pero él no iba a dejar que Kate se quedara sola cubriéndoles. Se agachó lo justo para llegar a la cerradura y empezó a moverla como le habían enseñado años atrás para una de sus novelas de Derrick Storm. Hacía siglos que no lo practicaba, pero necesitaba que fuera efectivo para salir de ahí.
Un minuto después, consiguió abrir la cerradura. No se escuchaba ningún ruido proveniente de fuera. Eso los relajó un poco. Si Tyson se estuviera acercando a ellos, oirían los pasos tal y como lo habían hecho las veces anteriores. Rick sacó la pistola de la cinturilla del pantalón y la empuñó hacia fuera mientras abría suavemente y con cuidado la puerta.
El pasillo estaba oscuro. Apenas veían nada y tuvieron que esperar unos segundos hasta que sus ojos se acostumbraron a la falta de luz. Castle fue primero, por delante de Lannie y ambos salieron de aquella habitación tras fijarse en que sólo faltaban 15 minutos para que aquella bomba explotara. Con el corazón bombeando a mil por hora y un gran nudo en la garganta y el estómago, se encaminaron hacia la derecha del pasillo, por odnde recordaban que habían llegado hasta allí.
Rick iba buscando en cada esquina a Kate, pero no la veía. Y tampoco escuchaba nada que indicase que ella o el 3XA andaban cerca. Miró hacia atrás para cerciorarse de que Lannie iba con él y justo en las breve milésimas de segundos que giró la cabeza hacia la forense, sintió un fuerte golpe en la cabeza que lo hizo caerse al suelo de inmediato, perdiendo el conocimiento.
“¡Castle!”. Gritó Lannie asustada que no había visto el golpe que había recibido el escritor. Se agachó rápidamente donde él dispuesta a averiguar qué le pasaba y salir de allí lo antes posible, pero el sonido de cómo alguien quitaba el seguro de una pistola la hizo pararse en seco y mirar hacia arriba con las manos alzadas.
Se encontró con la mirada profunda y asesina de la doctora Nieman. ¿Pero no se suponía que aquella mujer estaba ya en comisaría detenida? ¿Cómo narices se había escapado?. Se levantó lentamente mientras no dejaba de mirar cómo Kelly la apuntaba con una pistola. La doctora, sin dejar de empuñar el arma hacia Lannie, se agachó y cogió la pistola que a Richard se le había caido tras recibir el golpe que ella le había dado en la cabeza.
“¡Suelta las dos pistolas!”. Exclamó la inspectora Beckett saliendo de un oscuro pasillo y caminando hacia ellos con su pistola en alto apuntando a Nieman. Trató de no mirar para abajo y que el cuerpo de Castle semi-inconsciente en el suelo no le nublase la vista.
“Inspectora… la creía más inteligente”. Se burló ella. Lannie las miraba a las dos como si se encontrara en un partido de tennis y se estuvieran pasando la pelota la una a la otra sin cesar.
“Nieman, baja la pistola. Nadie tiene por qué salir herido. No tenéis por qué hacer más daño a nadie. No se lo merecen”. Intentó entrar en razón con ella.
“Ah… ¿Y nosotros sí nos lo merecíamos?”. Preguntó con rabia la doctora sin dejar de mirar fijamente a Beckett.
“No, tampoco”. Respondió rápidamente Kate aún sin saber muy bien a qué se refería la doctora. Sólo quería empatizar con ella y hacer que soltara las pistolas y dejase de apuntar a Lannie. “No hagas que nadie más pase por vuestro sufrimiento”.
“Pero si no tiene ni idea de qué está hablando, inspectora Beckett”. Casi escupió Nieman. “Aléjese, despacito y bajando la pistola o no dudaré en disparar las dos contra su prometido y su amiga”.
Beckett tragó saliva con nerviosismo. Estaba en una encerrona. No sabía qué hacer. Tantos años como inspectora le habían enseñado muchas cosas, pero no a guardarse los sentimientos ante una situación así. Apretó los labios y fue bajando poco a poco la pistola obedeciendo a Kelly Nieman.
Observó que la doctora, mientras ella bajaba las manos con la pistola, hacía lo mismo con las suyas, bajando la guardia. Se mordió fuerte el labio y cuando casi tenían las dos los brazos paralelos al cuerpo, alzó de nuevo con rapidez la pistola disparando dos veces al cuerpo de ella, una en cada brazo. Logró que las balas únicamente rozaran sus hombros.
Aquello pilló por sorpresa tanto a Lannie como a Nieman. La primera se agachó al escuchar los disparos y la segunda, a pesar del dolor que sentía consiguió elevar un brazo y apuntar con su pistola a Beckett.
GRACIAS por seguir ahí!
Veo que la intriga os gusta a la vez que os desespera un poquillo... jajaaj Pero.. es necesario algo de drama!
¡Sigo!
Siguieron buscando por la habitación algún modo de escapar, pero el hecho de estar esposados minimizaba todas las posibilidades. La puerta estaba completamente cerrada y era imposible, siquiera, forzarla.
De repente, escucharon unos pasos al otro lado de la puerta. Pero no parecían los de Tyson. Los dos se pusieron tensos e intentaron pegar la oreja a la puerta para saber de quién se trataba.
Cuando estuvo seguro de que no era el 3XA, Castle empezó a golpear con furia la puerta y a gritar. “¡Aquí! ¡Aquí! ¡Estamos aquí!”. Sintieron cómo desde fuera intentaban mover la manilla para abrir la puerta. Miró al contador y vio que sólo faltaban 20 minutos para que aquello explotase y golpeó con más furia preso de los nervios.
“¡Castle! Cállate o harás que Tyson venga hasta aquí”. Escucharon la voz de Beckett desde fuera.
“¡Kate!”. Exclamaron los dos de dentro a la vez. Más esperanzados.
“Estoy intentando abrir la cerradura. Pero puede que tarde. Manteneos calladitos, por favor”. Pidió la inspectora con nerviosismo desde fuera.
“Ten cuidado Kate, es un hombre bomba ahora mismo”. Avisó el escritor temiendo porque al verla allí, se pusiera nervioso y soltara el mando.
La inspectora no respondió y siguió con la tarea de intentar abrir la puerta. Pasaron un par de minutos y dejaron de oír los ruidos en la cerradura. Beckett había parado de intentar abrirla. Lannie y Rick se miraron intentando averiguar qué pasaba. Pero ninguno dijo nada.
“Rick… toma…”. Susurró Kate desde fuera pasándole por debajo de la puerta un par de ganchos. “Intentad abrirla vosotros desde dentro. Creo que viene. Está casi abierta. Cuando lo consigas, salid sin pensarlo. Yo os cubriré”.
Lannie cogió los ganchos del suelo y se los dio al escritor.
“Kate… No. Es un suicidio para ti y lo sabes”. Murmuró el escritor intentando hablar también en voz baja mientras se quedaba con los ganchos en la mano sin saber qué hacer.
“Castle, hazlo”. Ordenó la inspectora desde fuera aunque su voz sonaba más lejana. “Y ahora, cállate y antes de salir empuña el arma por si acaso”. Sintieron que se alejaban los pasos de ella.
Castle miró a Lannie, Lannie miró a Castle y ambos suspiraron a la vez. No les quedaba otra alternativa. Pero él no iba a dejar que Kate se quedara sola cubriéndoles. Se agachó lo justo para llegar a la cerradura y empezó a moverla como le habían enseñado años atrás para una de sus novelas de Derrick Storm. Hacía siglos que no lo practicaba, pero necesitaba que fuera efectivo para salir de ahí.
Un minuto después, consiguió abrir la cerradura. No se escuchaba ningún ruido proveniente de fuera. Eso los relajó un poco. Si Tyson se estuviera acercando a ellos, oirían los pasos tal y como lo habían hecho las veces anteriores. Rick sacó la pistola de la cinturilla del pantalón y la empuñó hacia fuera mientras abría suavemente y con cuidado la puerta.
El pasillo estaba oscuro. Apenas veían nada y tuvieron que esperar unos segundos hasta que sus ojos se acostumbraron a la falta de luz. Castle fue primero, por delante de Lannie y ambos salieron de aquella habitación tras fijarse en que sólo faltaban 15 minutos para que aquella bomba explotara. Con el corazón bombeando a mil por hora y un gran nudo en la garganta y el estómago, se encaminaron hacia la derecha del pasillo, por odnde recordaban que habían llegado hasta allí.
Rick iba buscando en cada esquina a Kate, pero no la veía. Y tampoco escuchaba nada que indicase que ella o el 3XA andaban cerca. Miró hacia atrás para cerciorarse de que Lannie iba con él y justo en las breve milésimas de segundos que giró la cabeza hacia la forense, sintió un fuerte golpe en la cabeza que lo hizo caerse al suelo de inmediato, perdiendo el conocimiento.
“¡Castle!”. Gritó Lannie asustada que no había visto el golpe que había recibido el escritor. Se agachó rápidamente donde él dispuesta a averiguar qué le pasaba y salir de allí lo antes posible, pero el sonido de cómo alguien quitaba el seguro de una pistola la hizo pararse en seco y mirar hacia arriba con las manos alzadas.
Se encontró con la mirada profunda y asesina de la doctora Nieman. ¿Pero no se suponía que aquella mujer estaba ya en comisaría detenida? ¿Cómo narices se había escapado?. Se levantó lentamente mientras no dejaba de mirar cómo Kelly la apuntaba con una pistola. La doctora, sin dejar de empuñar el arma hacia Lannie, se agachó y cogió la pistola que a Richard se le había caido tras recibir el golpe que ella le había dado en la cabeza.
“¡Suelta las dos pistolas!”. Exclamó la inspectora Beckett saliendo de un oscuro pasillo y caminando hacia ellos con su pistola en alto apuntando a Nieman. Trató de no mirar para abajo y que el cuerpo de Castle semi-inconsciente en el suelo no le nublase la vista.
“Inspectora… la creía más inteligente”. Se burló ella. Lannie las miraba a las dos como si se encontrara en un partido de tennis y se estuvieran pasando la pelota la una a la otra sin cesar.
“Nieman, baja la pistola. Nadie tiene por qué salir herido. No tenéis por qué hacer más daño a nadie. No se lo merecen”. Intentó entrar en razón con ella.
“Ah… ¿Y nosotros sí nos lo merecíamos?”. Preguntó con rabia la doctora sin dejar de mirar fijamente a Beckett.
“No, tampoco”. Respondió rápidamente Kate aún sin saber muy bien a qué se refería la doctora. Sólo quería empatizar con ella y hacer que soltara las pistolas y dejase de apuntar a Lannie. “No hagas que nadie más pase por vuestro sufrimiento”.
“Pero si no tiene ni idea de qué está hablando, inspectora Beckett”. Casi escupió Nieman. “Aléjese, despacito y bajando la pistola o no dudaré en disparar las dos contra su prometido y su amiga”.
Beckett tragó saliva con nerviosismo. Estaba en una encerrona. No sabía qué hacer. Tantos años como inspectora le habían enseñado muchas cosas, pero no a guardarse los sentimientos ante una situación así. Apretó los labios y fue bajando poco a poco la pistola obedeciendo a Kelly Nieman.
Observó que la doctora, mientras ella bajaba las manos con la pistola, hacía lo mismo con las suyas, bajando la guardia. Se mordió fuerte el labio y cuando casi tenían las dos los brazos paralelos al cuerpo, alzó de nuevo con rapidez la pistola disparando dos veces al cuerpo de ella, una en cada brazo. Logró que las balas únicamente rozaran sus hombros.
Aquello pilló por sorpresa tanto a Lannie como a Nieman. La primera se agachó al escuchar los disparos y la segunda, a pesar del dolor que sentía consiguió elevar un brazo y apuntar con su pistola a Beckett.
GRACIAS por seguir ahí!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
No puede ser!!!!!!! Cómo odio a Nieman y a Tyson!!!!! Espero que no dispare a Beckett!!! Me encanta la tensión que consigues hacer!!! Impresionante, como siempre!!!! Adoro tu fic y tu forma de escribir!!!! Sigue cuando puedaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Me gusta mucho como va la trama. Como puede Nieman seguir teniendo fuerza cuando le han disparado no can acabr con ella nunca
Sigueeee
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes!
He estado escribiendo un ratito y me ha salido esto. Espero que os guste!
Y sólo puedo adelantaros que la trama Tyson/Nieman está llegando a su fin. Creo que en 2 capítulos más estará solventada.
GRACIAS por seguir ahí y por animaros a comentar!
Sigamos!!
Antes de que el herido brazo de la doctora pudiera disparar a Beckett, Castle desde el suelo y aún sin haberse recompuesto del todo del golpe, la enganchó por las piernas y la tiró al suelo provocando que las dos pistolas se escaparan de sus manos. Se tumbó sobre ella con rabia inmovilizándola. Beckett reaccionó unos segundos después acercándose a ellos y esposándola como pudieron a causa de las heridas de bala de los brazos.
“¿Estás bien?”. Preguntó Kate preocupada cuando el escritor se levantó del suelo y se agarró a la pared algo mareado.
Rick asintió miró a las dos. “Tenemos que salir de aquí cuanto antes. Los disparos habrán advertido a Tyson”.
Beckett sujetó con fuerza a Nieman para levantarla del suelo y llevarla con ellos. “Lannie, por favor, agarra a Rick”. Le pidió mirándole a él con preocupación.
Lannie se agarró al brazo del escritor para ayudarle a caminar y él, sorprendentemente no rechistó. Bastante mal se tenía que encontrar para no decir ni mú.
Beckett cogió las tres pistolas y le dio una a Castle, la otra se la guardó en el pantalón y la tercera la empuñó hacia el frente mientras se adentraban por el pasillo los 4.
No llevaban ni 20 metros caminados cuando sintieron que unos pasos se aproximaban a ellos. Nieman quiso empezar a gritar para avisar a Tyson de que estaba allí, herida y esposada. Pero Castle anduvo más listo y puso la punta de la pistola bajo la barbilla de la doctora. “Quería dejar que te pudrieras en la cárcel. Te ha encandilado para nada. Pensaba dejarte tirada como a una basura. No te va a salvar ahora. Y como grites, te juro que aprieto el gatillo”. Espetó el escritor sin apartar la vista de Nieman, mirándola con seriedad y dureza.
Nieman tragó saliva con fuerza por las palabras del escritor y el dolor que sentía en sus brazos a causa de los disparos. Optó por callarse y dejar que Beckett la metiera en una habitación con ellos para intentar evitar que Jerry Tyson descubriera dónde estaban.
Los cuatro permanecían en silencio, escuchando únicamente sus respiraciones y los pasos lentos de alguien que andaba por el pasillo. Esa persona entró en la habitación despacio, apuntando al interior con una linterna para ver mejor. Los chicos contuvieron las respiraciones intentando pasar desapercibidos, pero al ver de quién se trataba, respiraron aliviados.
“Javi”. Dijo Lannie lanzándose a sus brazos y soltando al escritor.
“Lannie”. La abrazó el moreno con fuerza y miró al resto. “¿Estáis bien?”. Beckett y Castle asintieron dedicándole una sonrisa agradecida de que los hubiera encontrado.
Castle fue a mirar el reloj de su muñeca pero vio que con la caída al suelo cuando Nieman lo golpeó se había roto, al igual que la pantalla de su móvil. Cogió la muñeca izquierda de Beckett y miró en la oscuridad el reloj de su padre que ella nunca se quitaba. Contuvo nuevamente la respiración y sintió como su corazón se paraba. Su cara cambió por completo hasta perder el poco color que le quedaba.
“¿Qué pasa?”. Preguntó Kate al ver que miraba su reloj y se ponía pálido.
“Quedan 3 minutos…”. Susurró y miró a Javi y Lannie que ya se habían separado.
“Vámonos”. Dijo Espo agarrando a Nieman de las esposas para que Beckett ayudara a Rick caminar, aunque él al principio se resistió.
Caminaron fuera de aquel edificio y sorprendentemente no se encontraron con Tyson por el camino. Todos los agradecieron. Pero cuando estaban acercándose a los coches que Espo y Beckett habían llevado hasta allí, sintieron unos disparos y se giraron a mirar al edificio del que acababan de salir.
“¡Quietos todos!”. Gritó el Triple Asesino saliendo de un edificio contiguo muy cercano a los coches, y por ende, a ellos.
Los chicos obedecieron y se giraron mirándolo horrorizados cuando descubrieron que seguía llevando el chaleco-bomba y el mando apretado en lo alto dispuesto a soltarlo cuando alguno hiciera alguna tontería.
“Escucha Tyson. Tú no quieres esto”. Intentó mediar con él la inspectora acercándose unos pasos a él.
“¡Claro que quiero esto!”. Gritó él preso de los nervios. Sus planes se estaban yendo al garete y eso lo ponía furioso y lo sacaba de sus casillas. “¡Y estate quieta si no quieres ser la primera en abrasarte!”. Espetó con rabia.
Beckett detuvo sus pasos mirándolo fijamente. Sin girarse para atrás, elevó la voz ordenando. “Iros, todos, ¡ya!”.
Ninguno de sus compañeros se movió. Rick intentó acercarse a ella pero al ver que Tyson levantaba el brazo con el mando, se paró.
“Castle, vuelve para atrás”. Ordenó ella sin ni siquiera mirarlo. Lo conocía demasiado bien y sabía que se estaba intentando acercar a ella.
“Pero Kate…”. Protestó el escritor pero ella no le dejó seguir.
“¡Castle, para atrás!”. Gritó aún de espaldas a ellos. “Tyson”. Dijo con firmeza dirigiendo su mirada a él. “Sé que lo único que quieres es justicia por lo que le pasó a tu madre, pero ni tú tienes la culpa ni las víctimas a las que has asesinado la tienen. El único culpable es el hombre que le hizo aquello a tu madre”. La cara del 3XA se descompuso totalmente al escuchar las palabras de la inspectora. Pero ella continuó. “Lo que no llego a entender es la obsesión que tienes ahora por nosotros”. Comentó dando un paso al frente y acortando la distancia con él. Pero el asesino, dio un paso para atrás para volver a alejar a Beckett de él.
“Es por Alyson.”. Dijo Castle desde detrás. Beckett giró la cabeza un segundo para mirar al escritor con el ceño fruncido al no entender aquella afirmación del escritor.
Ese segundo le bastó a Tyson para acercarse a Beckett rodearla con el brazo en el que no llevaba el mando y apretarla a su cuerpo para que sintiera los explosivos en su espalda. Los ojos de la inspectora se abrieron de par en par por la sorpresa y el miedo, pero se mantuvo quieta. Si aquel hombre soltaba el mando no sólo moriría ella, sino también Espo, Lannie y Rick. No se lo podía permitir, no podía permitir que ellos murieran.
“Estate quietecita”. Avisó el Triple Asesino que conocía bien a la inspectora y sabía que en cualquier momento ella podía sorprenderle a él. Pero esta vez, él tenía las de ganar con la bomba pegada a su cuerpo.
“¡Kate!”. Gritó el escritor preso de los nervios al verla pegada a Tyson y a los explosivos.
“Castle, quieto”. Ordenó el detective agarrándolo por el brazo para impedirle que se acercara, o sería peor.
Beckett no decía nada. Tragó saliva mirando a los ojos a Rick. No quería que se moviera ni que hiciera nada para salvarla. Y se lo hizo saber con su mirada. Siempre se habían entendido bien hablándose a través de los ojos.
“Muy bien. Y ahora, tú y yo nos vamos a ir poco a poco caminando hacia atrás. Cuando estemos solos, te explicaré por qué hago todo esto para que lo entiendas. Total, acabaré contigo en menos que canta un gallo y nadie, jamás, podrá saberlo. Y a ti te ahorraré el sufrimiento de tener que aguantar al escritorzuelo. Todos son iguales, ¡todos!”. Dijo el 3XA sujetando mejor a Beckett por el cuello y obligándola a caminar poco a poco hacia atrás con él.
“Si somos los hombres los que tenemos la culpa, ¿por qué acabas con las mujeres?”. Preguntó Rick dando un paso para adelante dispuesto a no dejar que ellos se alejaran más.
“Castle, quieto”. Pidió la forense que se estaba poniendo nerviosa pensando en su amiga y en la bomba que aquel hombre llevaba pegada a su cuerpo.
Pero Castle no hizo caso y dio otro paso al frente mirando fijamente a Tyson y omitiendo la mirada de súplica de Kate de que no se acercara más.
“¡Estate quieto!”. Pidió el asesino dando otro paso para atrás con Beckett. “Ellas tienen que descansar y no sufrir…”. Murmuró aquel hombre.
“No… Ellos tienen que pagar por lo que hacen. Nosotros tenemos que pagar por lo que hacemos. Tendrías que acabar con los hombres, no con las mujeres”. Vio cómo Tyson fruncía el ceño sopesando lo que le estaba diciendo. “Llévame a mí. Castígame a mí. Ella no tiene la culpa de nada”.
Esto se pone interesanteeee....!!!!
He estado escribiendo un ratito y me ha salido esto. Espero que os guste!
Y sólo puedo adelantaros que la trama Tyson/Nieman está llegando a su fin. Creo que en 2 capítulos más estará solventada.
GRACIAS por seguir ahí y por animaros a comentar!
Sigamos!!
Antes de que el herido brazo de la doctora pudiera disparar a Beckett, Castle desde el suelo y aún sin haberse recompuesto del todo del golpe, la enganchó por las piernas y la tiró al suelo provocando que las dos pistolas se escaparan de sus manos. Se tumbó sobre ella con rabia inmovilizándola. Beckett reaccionó unos segundos después acercándose a ellos y esposándola como pudieron a causa de las heridas de bala de los brazos.
“¿Estás bien?”. Preguntó Kate preocupada cuando el escritor se levantó del suelo y se agarró a la pared algo mareado.
Rick asintió miró a las dos. “Tenemos que salir de aquí cuanto antes. Los disparos habrán advertido a Tyson”.
Beckett sujetó con fuerza a Nieman para levantarla del suelo y llevarla con ellos. “Lannie, por favor, agarra a Rick”. Le pidió mirándole a él con preocupación.
Lannie se agarró al brazo del escritor para ayudarle a caminar y él, sorprendentemente no rechistó. Bastante mal se tenía que encontrar para no decir ni mú.
Beckett cogió las tres pistolas y le dio una a Castle, la otra se la guardó en el pantalón y la tercera la empuñó hacia el frente mientras se adentraban por el pasillo los 4.
No llevaban ni 20 metros caminados cuando sintieron que unos pasos se aproximaban a ellos. Nieman quiso empezar a gritar para avisar a Tyson de que estaba allí, herida y esposada. Pero Castle anduvo más listo y puso la punta de la pistola bajo la barbilla de la doctora. “Quería dejar que te pudrieras en la cárcel. Te ha encandilado para nada. Pensaba dejarte tirada como a una basura. No te va a salvar ahora. Y como grites, te juro que aprieto el gatillo”. Espetó el escritor sin apartar la vista de Nieman, mirándola con seriedad y dureza.
Nieman tragó saliva con fuerza por las palabras del escritor y el dolor que sentía en sus brazos a causa de los disparos. Optó por callarse y dejar que Beckett la metiera en una habitación con ellos para intentar evitar que Jerry Tyson descubriera dónde estaban.
Los cuatro permanecían en silencio, escuchando únicamente sus respiraciones y los pasos lentos de alguien que andaba por el pasillo. Esa persona entró en la habitación despacio, apuntando al interior con una linterna para ver mejor. Los chicos contuvieron las respiraciones intentando pasar desapercibidos, pero al ver de quién se trataba, respiraron aliviados.
“Javi”. Dijo Lannie lanzándose a sus brazos y soltando al escritor.
“Lannie”. La abrazó el moreno con fuerza y miró al resto. “¿Estáis bien?”. Beckett y Castle asintieron dedicándole una sonrisa agradecida de que los hubiera encontrado.
Castle fue a mirar el reloj de su muñeca pero vio que con la caída al suelo cuando Nieman lo golpeó se había roto, al igual que la pantalla de su móvil. Cogió la muñeca izquierda de Beckett y miró en la oscuridad el reloj de su padre que ella nunca se quitaba. Contuvo nuevamente la respiración y sintió como su corazón se paraba. Su cara cambió por completo hasta perder el poco color que le quedaba.
“¿Qué pasa?”. Preguntó Kate al ver que miraba su reloj y se ponía pálido.
“Quedan 3 minutos…”. Susurró y miró a Javi y Lannie que ya se habían separado.
“Vámonos”. Dijo Espo agarrando a Nieman de las esposas para que Beckett ayudara a Rick caminar, aunque él al principio se resistió.
Caminaron fuera de aquel edificio y sorprendentemente no se encontraron con Tyson por el camino. Todos los agradecieron. Pero cuando estaban acercándose a los coches que Espo y Beckett habían llevado hasta allí, sintieron unos disparos y se giraron a mirar al edificio del que acababan de salir.
“¡Quietos todos!”. Gritó el Triple Asesino saliendo de un edificio contiguo muy cercano a los coches, y por ende, a ellos.
Los chicos obedecieron y se giraron mirándolo horrorizados cuando descubrieron que seguía llevando el chaleco-bomba y el mando apretado en lo alto dispuesto a soltarlo cuando alguno hiciera alguna tontería.
“Escucha Tyson. Tú no quieres esto”. Intentó mediar con él la inspectora acercándose unos pasos a él.
“¡Claro que quiero esto!”. Gritó él preso de los nervios. Sus planes se estaban yendo al garete y eso lo ponía furioso y lo sacaba de sus casillas. “¡Y estate quieta si no quieres ser la primera en abrasarte!”. Espetó con rabia.
Beckett detuvo sus pasos mirándolo fijamente. Sin girarse para atrás, elevó la voz ordenando. “Iros, todos, ¡ya!”.
Ninguno de sus compañeros se movió. Rick intentó acercarse a ella pero al ver que Tyson levantaba el brazo con el mando, se paró.
“Castle, vuelve para atrás”. Ordenó ella sin ni siquiera mirarlo. Lo conocía demasiado bien y sabía que se estaba intentando acercar a ella.
“Pero Kate…”. Protestó el escritor pero ella no le dejó seguir.
“¡Castle, para atrás!”. Gritó aún de espaldas a ellos. “Tyson”. Dijo con firmeza dirigiendo su mirada a él. “Sé que lo único que quieres es justicia por lo que le pasó a tu madre, pero ni tú tienes la culpa ni las víctimas a las que has asesinado la tienen. El único culpable es el hombre que le hizo aquello a tu madre”. La cara del 3XA se descompuso totalmente al escuchar las palabras de la inspectora. Pero ella continuó. “Lo que no llego a entender es la obsesión que tienes ahora por nosotros”. Comentó dando un paso al frente y acortando la distancia con él. Pero el asesino, dio un paso para atrás para volver a alejar a Beckett de él.
“Es por Alyson.”. Dijo Castle desde detrás. Beckett giró la cabeza un segundo para mirar al escritor con el ceño fruncido al no entender aquella afirmación del escritor.
Ese segundo le bastó a Tyson para acercarse a Beckett rodearla con el brazo en el que no llevaba el mando y apretarla a su cuerpo para que sintiera los explosivos en su espalda. Los ojos de la inspectora se abrieron de par en par por la sorpresa y el miedo, pero se mantuvo quieta. Si aquel hombre soltaba el mando no sólo moriría ella, sino también Espo, Lannie y Rick. No se lo podía permitir, no podía permitir que ellos murieran.
“Estate quietecita”. Avisó el Triple Asesino que conocía bien a la inspectora y sabía que en cualquier momento ella podía sorprenderle a él. Pero esta vez, él tenía las de ganar con la bomba pegada a su cuerpo.
“¡Kate!”. Gritó el escritor preso de los nervios al verla pegada a Tyson y a los explosivos.
“Castle, quieto”. Ordenó el detective agarrándolo por el brazo para impedirle que se acercara, o sería peor.
Beckett no decía nada. Tragó saliva mirando a los ojos a Rick. No quería que se moviera ni que hiciera nada para salvarla. Y se lo hizo saber con su mirada. Siempre se habían entendido bien hablándose a través de los ojos.
“Muy bien. Y ahora, tú y yo nos vamos a ir poco a poco caminando hacia atrás. Cuando estemos solos, te explicaré por qué hago todo esto para que lo entiendas. Total, acabaré contigo en menos que canta un gallo y nadie, jamás, podrá saberlo. Y a ti te ahorraré el sufrimiento de tener que aguantar al escritorzuelo. Todos son iguales, ¡todos!”. Dijo el 3XA sujetando mejor a Beckett por el cuello y obligándola a caminar poco a poco hacia atrás con él.
“Si somos los hombres los que tenemos la culpa, ¿por qué acabas con las mujeres?”. Preguntó Rick dando un paso para adelante dispuesto a no dejar que ellos se alejaran más.
“Castle, quieto”. Pidió la forense que se estaba poniendo nerviosa pensando en su amiga y en la bomba que aquel hombre llevaba pegada a su cuerpo.
Pero Castle no hizo caso y dio otro paso al frente mirando fijamente a Tyson y omitiendo la mirada de súplica de Kate de que no se acercara más.
“¡Estate quieto!”. Pidió el asesino dando otro paso para atrás con Beckett. “Ellas tienen que descansar y no sufrir…”. Murmuró aquel hombre.
“No… Ellos tienen que pagar por lo que hacen. Nosotros tenemos que pagar por lo que hacemos. Tendrías que acabar con los hombres, no con las mujeres”. Vio cómo Tyson fruncía el ceño sopesando lo que le estaba diciendo. “Llévame a mí. Castígame a mí. Ella no tiene la culpa de nada”.
Esto se pone interesanteeee....!!!!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me acabas de matar con este capitulo
NECESITO CONTINUACIÓN YA!!!
Me encanta que Castle siempre intente sacrificarse por Beckett solo espero que convezca pronto al 3xA y que antes de que la bomba explote Beckett consiga deshacerse de su agarre y que Castle no este cerca de Tyson antes de la explosión.
Sigueeee
NECESITO CONTINUACIÓN YA!!!
Me encanta que Castle siempre intente sacrificarse por Beckett solo espero que convezca pronto al 3xA y que antes de que la bomba explote Beckett consiga deshacerse de su agarre y que Castle no este cerca de Tyson antes de la explosión.
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes de nuevo!
Vengo con un capítulo nuevo!
Gracias writerdetective47 por tu comentario a éste último!
Este capítulo... creo que os va a matar... pero espero que no me matéis vosotras a mí y me dejéis terminarlo y seguir con que fic...
En ese momento, la bomba del interior del edificio estalló haciendo que todos se agacharan al suelo y se cubrieran como podían. Pero la onda de la bomba apenas llegó hasta ellos. La bomba no era tan potente como habían pensado en un principio. Segundos después, se pusieron en pie y Jerry volvió a agarrar con fuerza a Kate.
La explosión parece que hizo reaccionar a Jerry Tyson que siguió con la rara conversación que estaba teniendo con Castle. “¡No, no!”. Gritó. “Tú tienes que pagar por el daño, ellos tiene que pagar por el daño. Merecen sufrir, no morir. Con la muerte el sufrimiento se acaba. Ellas, descansan y ellos sufren”. Concluyó el asesino volviendo a caminar hacia atrás con Beckett.
Se acercaron al coche de Beckett y se paró. Ella cerró los ojos para controlar la rabia y el miedo que se estaban instalando en su cuerpo. Pero estaba dispuesta a dejarse llevar por aquel hombre y morir si hacía falta para salvar la vida de los demás.
“Dame las llaves”. Pidió rudamente el 3XA.
“Las tengo yo”. Mintió el escritor tratando de acercarse nuevamente con rabia e impotencia al ver que no iba a poder hacer nada para evitar que se la llevaran.
“¿Te crees que soy imbécil?”. Espetó Tyson enfadado. “Sé perfectamente que la inspectora Beckett ha conseguido escapar y que ha cogido su coche para ir a pedir refuerzos”. Apretó más a Beckett haciendo que ésta casi se clavara un explosivo en la espalda. “Dame las llaves”. Repitió más enfadado.
Ella, despacio metió la mano en su bolsillo, agarró las llaves del coche y se las dios casi temblando. Jerry cogió las llaves y abrió el coche. Abrió la puerta del copiloto y acercó el cuerpo de Beckett a ella indicándole que entrara.
“Kate…”. Dijo el escritor mirando con pánico aquella escena.
Beckett cogió aire, miró a Rick a los ojos, soltó el aire despacio y dijo. “Tranquilo, todo saldrá bien”. Tyson volvió a empujar su cuerpo hacia dentro del coche y ella se fue introduciendo en él lentamente sin apartar la mirada de los ojos del escritor.
“Ni se te ocurra moverte o suelto el mando”. Amenazó el asesino rodeando el coche para abrir la puerta del conductor e introducirse en él.
El 3XA encendió el motor del coche y condujo con agilidad y rapidez sin dejar de apretar el mando en su mano derecha. Se alejaron bajo la atenta mirada de Castle, Lannie y Espo.
En cuanto los perdieron de vista, el escritor se giró furioso mirando a Espo. “Llama a Ryan y localiza el móvil de Beckett para saber adónde van”.
Espósito fue a contestarle enfadado por el tono que Castle había usado con él, pero Lannie lo paró. Todos estaban demasiado nerviosos. “Hazle caso y no discutáis, por favor. Beckett nos necesita a todos juntos”. Dijo la forense mirando a Javi a los ojos a punto de llorar.
“Tranquila nena, la sacaremos de ésta”. Intentó tranquilizarla el moreno mientras la abrazaba y sacaba el teléfono para llamar a Ryan. Mientras ella llamaba a una ambulancia para que atendieran a Nieman.
“Tenemos que idear un plan…” Susurró el escritor apretando los puños para intentar controlarse. “Va a hacer con ella lo que quiera como no los encontremos rápido y la saquemos de allí”. Murmuró el escritor dándole vueltas a la cabeza para intentar averiguar cómo salir de aquello.
“Ryan viene de camino con una patrulla. Ha avisado a Gates y está también de camino aquí”.
“La ambulancia está llegando”. Avisó la forense mientras se acercaba a Nieman y le taponaba las heridas que tenía.
Espo toqueteó su móvil en busca de algo y cuando lo obtuvo se lo ofreció al escritor. “Ese es el recorrido que están haciendo”.
Castle cogió el móvil y vio cómo un puntito rojo se movía a bastante velocidad por las calles de Nueva York. “Vale”. Se quedó con el móvil en las manos siguiendo su recorrido e intentando adivinar adónde se estarían dirigiendo cuando tuvo un pálpito al ver las calles que estaban tomando. “¡Espo!”. Le llamó y el moreno se acercó rápidamente a él. “Creo que ya sé dónde van”. En ese momento llegó la ambulancia y se pusieron a atender a Nieman con Lannie. “Adonde tenía la doctora Nieman la consulta”. Le ofreció el móvil para que viera que efectivamente parecía que se estaban acercando a aquel lugar.
Tras la ambulancia llegó una patrulla y enseguida custodiaron a la doctora.
“Vamos”. Dijo el detective con rapidez cogiéndole el móvil a Castle y metiéndose en su coche. Castle le imitó sentándose en el asiento del copiloto. “Avisaré a Ryan por radio para que vaya allí en vez de aquí”.
En el coche de Beckett, la inspectora iba mirando a la carretera intentando adivinar hacia dónde se dirigían y tras ver qué calles estaba tomando el Triple Asesino, tuvo el mismo pálpito que el escritor. Su estómago se contrajo y un nuevo sentimiento de miedo volvió a atenazarla. Tembló ligeramente y cerró los ojos unos segundos intentando tranquilizarse. Tenía que ser fuerte e intentar salir de allí como fuera o al menos no dejar que Castle ni sus compañeros salieran heridos.
“¿Dónde vamos?”. Preguntó por primera vez en todo el trayecto. Empezaba su táctica de intentar empatizar con él.
“A jugar un rato”. Contestó Tyson con una sonrisa que a Kate le provocó náuseas.
“¿Jugar?”. Consiguió articular tras haberse recompuesto.
“Sí bonita. Eres preciosa y antes de hacerte descansar para siempre quiero jugar un rato contigo, que lo pases bien, que lo pasemos bien. Ésa será tu despedida de este mundo”. Respondió el 3XA con picardía.
De nuevo las ganas de vomitar al ver cómo aquel hombre la miraba de arriba abajo al parar en un semáforo en rojo. Beckett tragó saliva y sacó fuerzas de donde no las tenía para conseguir salir adelante. No dijo nada más y esperó pacientemente a que Tyson llegara al edificio donde Kelly Nieman tenía su oficina.
Él se bajó del coche tras decirle que no se moviera. Rodeó el coche, se acercó a la puerta de ella, la abrió y la obligó a salir volviéndola a pegar a él para que sintiera los explosivos y no se le ocurriera hacer ninguna tontería. Caminaron al interior del edificio. Sorprendentemente apenas había gente por la calle. El calor de esa época en Nueva York era insoportable y los ciudadanos intentaban salir a la calle el menor tiempo posible.
Jerry dirigió a Beckett hasta las oficinas de Nieman y una vez allí, cerró la puerta principal con llave y entraron en una habitación donde sólo había una camilla y una alfombra. “Siéntate en la camilla y no se te ocurra hacer ninguna tontería”. Amenazó nuevamente mientras la soltaba para que se sentara sobre la camilla.
Beckett obedeció sin rechistar y sin decir nada se sentó en la camilla mirando al frente de la habitación, hacia la puerta.
Tyson cerró también aquella puerta y se acercó a Kate con una mirada y una sonrisa que de nuevo volvieron a provocar náuseas en la inspectora. “Vamos a disfrutar inspectora”. Sonrió más el triple asesino pegándose a ella, obligándola a abrir las piernas y colocando su mano izquierda sobre el muslo interno de Beckett para empezar a acariciarle la pierna. La mano derecha seguía apretando el mando del chaleco repleto de explosivos.
Beckett se tensó con nunca antes lo había hecho al sentir la mano del 3XA sobre su cuerpo acariciándola. Tragó saliva, apretó los labios e intentó respirar con tranquilidad para calmarse. Pero era imposible relajarse cuando tenía la mano de Tyson recorriendo sus muslos de arriba abajo una y otra vez.
Ups...
De verdad, no me matéis.
Prometo.. solucionarlo...
¿Demasiado fuerte?
Opinad, por favor.
Intentaré volver esta noche, y sino, mañana, sin falta!
GRACIAS de nuevo!!
Vengo con un capítulo nuevo!
Gracias writerdetective47 por tu comentario a éste último!
Este capítulo... creo que os va a matar... pero espero que no me matéis vosotras a mí y me dejéis terminarlo y seguir con que fic...
En ese momento, la bomba del interior del edificio estalló haciendo que todos se agacharan al suelo y se cubrieran como podían. Pero la onda de la bomba apenas llegó hasta ellos. La bomba no era tan potente como habían pensado en un principio. Segundos después, se pusieron en pie y Jerry volvió a agarrar con fuerza a Kate.
La explosión parece que hizo reaccionar a Jerry Tyson que siguió con la rara conversación que estaba teniendo con Castle. “¡No, no!”. Gritó. “Tú tienes que pagar por el daño, ellos tiene que pagar por el daño. Merecen sufrir, no morir. Con la muerte el sufrimiento se acaba. Ellas, descansan y ellos sufren”. Concluyó el asesino volviendo a caminar hacia atrás con Beckett.
Se acercaron al coche de Beckett y se paró. Ella cerró los ojos para controlar la rabia y el miedo que se estaban instalando en su cuerpo. Pero estaba dispuesta a dejarse llevar por aquel hombre y morir si hacía falta para salvar la vida de los demás.
“Dame las llaves”. Pidió rudamente el 3XA.
“Las tengo yo”. Mintió el escritor tratando de acercarse nuevamente con rabia e impotencia al ver que no iba a poder hacer nada para evitar que se la llevaran.
“¿Te crees que soy imbécil?”. Espetó Tyson enfadado. “Sé perfectamente que la inspectora Beckett ha conseguido escapar y que ha cogido su coche para ir a pedir refuerzos”. Apretó más a Beckett haciendo que ésta casi se clavara un explosivo en la espalda. “Dame las llaves”. Repitió más enfadado.
Ella, despacio metió la mano en su bolsillo, agarró las llaves del coche y se las dios casi temblando. Jerry cogió las llaves y abrió el coche. Abrió la puerta del copiloto y acercó el cuerpo de Beckett a ella indicándole que entrara.
“Kate…”. Dijo el escritor mirando con pánico aquella escena.
Beckett cogió aire, miró a Rick a los ojos, soltó el aire despacio y dijo. “Tranquilo, todo saldrá bien”. Tyson volvió a empujar su cuerpo hacia dentro del coche y ella se fue introduciendo en él lentamente sin apartar la mirada de los ojos del escritor.
“Ni se te ocurra moverte o suelto el mando”. Amenazó el asesino rodeando el coche para abrir la puerta del conductor e introducirse en él.
El 3XA encendió el motor del coche y condujo con agilidad y rapidez sin dejar de apretar el mando en su mano derecha. Se alejaron bajo la atenta mirada de Castle, Lannie y Espo.
En cuanto los perdieron de vista, el escritor se giró furioso mirando a Espo. “Llama a Ryan y localiza el móvil de Beckett para saber adónde van”.
Espósito fue a contestarle enfadado por el tono que Castle había usado con él, pero Lannie lo paró. Todos estaban demasiado nerviosos. “Hazle caso y no discutáis, por favor. Beckett nos necesita a todos juntos”. Dijo la forense mirando a Javi a los ojos a punto de llorar.
“Tranquila nena, la sacaremos de ésta”. Intentó tranquilizarla el moreno mientras la abrazaba y sacaba el teléfono para llamar a Ryan. Mientras ella llamaba a una ambulancia para que atendieran a Nieman.
“Tenemos que idear un plan…” Susurró el escritor apretando los puños para intentar controlarse. “Va a hacer con ella lo que quiera como no los encontremos rápido y la saquemos de allí”. Murmuró el escritor dándole vueltas a la cabeza para intentar averiguar cómo salir de aquello.
“Ryan viene de camino con una patrulla. Ha avisado a Gates y está también de camino aquí”.
“La ambulancia está llegando”. Avisó la forense mientras se acercaba a Nieman y le taponaba las heridas que tenía.
Espo toqueteó su móvil en busca de algo y cuando lo obtuvo se lo ofreció al escritor. “Ese es el recorrido que están haciendo”.
Castle cogió el móvil y vio cómo un puntito rojo se movía a bastante velocidad por las calles de Nueva York. “Vale”. Se quedó con el móvil en las manos siguiendo su recorrido e intentando adivinar adónde se estarían dirigiendo cuando tuvo un pálpito al ver las calles que estaban tomando. “¡Espo!”. Le llamó y el moreno se acercó rápidamente a él. “Creo que ya sé dónde van”. En ese momento llegó la ambulancia y se pusieron a atender a Nieman con Lannie. “Adonde tenía la doctora Nieman la consulta”. Le ofreció el móvil para que viera que efectivamente parecía que se estaban acercando a aquel lugar.
Tras la ambulancia llegó una patrulla y enseguida custodiaron a la doctora.
“Vamos”. Dijo el detective con rapidez cogiéndole el móvil a Castle y metiéndose en su coche. Castle le imitó sentándose en el asiento del copiloto. “Avisaré a Ryan por radio para que vaya allí en vez de aquí”.
En el coche de Beckett, la inspectora iba mirando a la carretera intentando adivinar hacia dónde se dirigían y tras ver qué calles estaba tomando el Triple Asesino, tuvo el mismo pálpito que el escritor. Su estómago se contrajo y un nuevo sentimiento de miedo volvió a atenazarla. Tembló ligeramente y cerró los ojos unos segundos intentando tranquilizarse. Tenía que ser fuerte e intentar salir de allí como fuera o al menos no dejar que Castle ni sus compañeros salieran heridos.
“¿Dónde vamos?”. Preguntó por primera vez en todo el trayecto. Empezaba su táctica de intentar empatizar con él.
“A jugar un rato”. Contestó Tyson con una sonrisa que a Kate le provocó náuseas.
“¿Jugar?”. Consiguió articular tras haberse recompuesto.
“Sí bonita. Eres preciosa y antes de hacerte descansar para siempre quiero jugar un rato contigo, que lo pases bien, que lo pasemos bien. Ésa será tu despedida de este mundo”. Respondió el 3XA con picardía.
De nuevo las ganas de vomitar al ver cómo aquel hombre la miraba de arriba abajo al parar en un semáforo en rojo. Beckett tragó saliva y sacó fuerzas de donde no las tenía para conseguir salir adelante. No dijo nada más y esperó pacientemente a que Tyson llegara al edificio donde Kelly Nieman tenía su oficina.
Él se bajó del coche tras decirle que no se moviera. Rodeó el coche, se acercó a la puerta de ella, la abrió y la obligó a salir volviéndola a pegar a él para que sintiera los explosivos y no se le ocurriera hacer ninguna tontería. Caminaron al interior del edificio. Sorprendentemente apenas había gente por la calle. El calor de esa época en Nueva York era insoportable y los ciudadanos intentaban salir a la calle el menor tiempo posible.
Jerry dirigió a Beckett hasta las oficinas de Nieman y una vez allí, cerró la puerta principal con llave y entraron en una habitación donde sólo había una camilla y una alfombra. “Siéntate en la camilla y no se te ocurra hacer ninguna tontería”. Amenazó nuevamente mientras la soltaba para que se sentara sobre la camilla.
Beckett obedeció sin rechistar y sin decir nada se sentó en la camilla mirando al frente de la habitación, hacia la puerta.
Tyson cerró también aquella puerta y se acercó a Kate con una mirada y una sonrisa que de nuevo volvieron a provocar náuseas en la inspectora. “Vamos a disfrutar inspectora”. Sonrió más el triple asesino pegándose a ella, obligándola a abrir las piernas y colocando su mano izquierda sobre el muslo interno de Beckett para empezar a acariciarle la pierna. La mano derecha seguía apretando el mando del chaleco repleto de explosivos.
Beckett se tensó con nunca antes lo había hecho al sentir la mano del 3XA sobre su cuerpo acariciándola. Tragó saliva, apretó los labios e intentó respirar con tranquilidad para calmarse. Pero era imposible relajarse cuando tenía la mano de Tyson recorriendo sus muslos de arriba abajo una y otra vez.
Ups...
De verdad, no me matéis.
Prometo.. solucionarlo...
¿Demasiado fuerte?
Opinad, por favor.
Intentaré volver esta noche, y sino, mañana, sin falta!
GRACIAS de nuevo!!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
No puede ser!!!!!!!! Dios, que tensión!!!!!!Tienen que encontrar a Beckett ya!!!!!!!! Cómo odio a Tyson!!!!! Qué asco da!!!! Como siempre, increíble, perfecto!!!! Me encanta!!!!! Sigue prontoo!!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
NO! Espero que Tayson no sea capaz de violar a Beckett por que seguro que Castle, ryan o Espo se lo cargarán con sus propias manos. Espero que se den la suficiente prisa como para salvar a Beckett de ese psicopata!!
Sigue
Sigue
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
Por favor continualo pero que salga todo bien
suerte con la inspiración
suerte con la inspiración
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 27/06/2014
Edad : 28
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Me has vuelto a matar con este capitulo
Como Tyson se atreva hacerle algo a Beckett yo misma me meto en tu historia y le corto los huevos. Solo espero que Castle y los chicos sean lo suficientemente rápidos y lleguen antes de que el 3xA le haga algo a Beckett.
Sigueeee
Como Tyson se atreva hacerle algo a Beckett yo misma me meto en tu historia y le corto los huevos. Solo espero que Castle y los chicos sean lo suficientemente rápidos y lleguen antes de que el 3xA le haga algo a Beckett.
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Estoy de acuerdo con writerdetective47 a mi me hace eso el 3xa y le meto los explosivos en sus partes y hago que explote todo o le doy una patada que lo dejo kao, como no mateis al 3xa voy yo misma y lo paso pero antes le torturó. Sigueee
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes!
Veo que, como había imaginado, este capítulo os mató un poquito... pero, al menos, os han entrado ganas de matar a Tyson y no a mí... jajaja
GRACIAS por vuestros comentarios!
Vengo con la continuación. Espero que os guste y que os deje más tranquilos!
“Tienes que relajarte o te acabaré haciendo daño”. Comentó Tyson mientras se acercaba peligrosamente a los labios de Beckett. Ésta, instintivamente se echó hacia atrás para evitar el beso. Pero el 3XA, con la mano en la que aún sostenía el mando apretado, la agarró por la espalda y la obligó a pegarse más a él logrando besarla.
Beckett cerró los ojos con fuerza e intentó no pensar en lo que le estaba haciendo aquel hombre. Cogió aire como pudo y pensó lo más rápido que le fue posible la mejor manera de acabar con todo aquello. Sólo había una. Suspiró, tomó aire hondo un par de veces y abrió los ojos. Miró a Tyson que había parado de besarla para empezar a desabrocharle los botones de la camisa. Inició una cuenta atrás para empezar con su plan: Tres… Cogió aire despacio. Dos… Soltó el aire con suavidad. Uno…
Llevó sus manos hasta la espalda de Jerry y lo pegó más a ella. Buscó sus labios y los besó tratando de parecer desesperada por sentir su contacto. Él, al principio se sorprendió pero enseguida se rindió ante los besos de la inspectora y se los devolvió con ansias.
“Vaya, vaya inspectora… Veo que su escritor no le da lo que necesita…”. Murmuró demasiado pícaramente él, haciendo que Kate se estremeciera.
Beckett se mordió con fuerza el labio y se echó un poco para atrás. Llevó sus manos a su blusa y empezó a desabrochársela lentamente. La mirada de Tyson se dirigió, sin ningún pudor a los pechos de ella, que a cada segundo estaban más liberados de aquella camisa. Kate empezó a jugar con él. Se mordía el labio con picardía, se soltaba despacio los botones intentando calentarlo, y lográndolo. Se deshizo de la camisa dejando al aire su sujetador. Le agarró por el cuello y lo acercó nuevamente a ella.
“Tócame…”. Pidió lo más sensual que pudo.
Los ojos de Tyson no daban crédito a lo que estaba viendo y viviendo. Rápidamente y sin hacerse esperar demasiado, llevó su mano libre al pecho derecho de la inspectora y lo apretó.
Lo hizo con demasiada fuerza, para el gusto de Beckett, pero ésta no se quejó ni se movió. Se dejó hacer. Sólo quería calentarlo y excitarlo. Consiguió soltar algo similar a un jadeo. Aquello terminaría por volverlo loco. “Con las dos manos… te necesito sentir al completo”. Pidió ella susurrando en su oído y después le mordió el cuello.
Jerry Tyson, miró su mano derecha donde aún apretaba el mando. Soltó el pecho de Kate y con la mano izquierda, movió un pequeño botoncito del mando. Era como el seguro de una pistola. Al ponerlo, no podría disparar o, en este caso, al activar ese botón, por mucho que soltara el mando, el chaleco no explotaría. Seguro de lo que estaba haciendo, soltó el mando mientras Beckett contuvo la respiración temiendo que, aún así, explotara. Pero nada de eso sucedió. Cuando soltó el mando volvió a los pechos de Beckett, pero esta vez con las dos manos.
Ella se dejó hacer durante un par de minutos en los que mantuvo sus manos en los brazos de él, acariciándoselos de arriba abajo repetidas veces. “Tu piel.. necesito sentir tu piel”. Volvió a pedir mordiendo esta vez el lóbulo de su oreja.
El Triple Asesino, sin dudarlo ni un momento, se deshizo del chaleco cargado de explosivos, lo dejó en el suelo y se quitó la camiseta y el pantalón, quedándose únicamente en bóxers.
“Eso es…”. Murmuró Kate al ver que, con entrega, él volvía a acercarse a ella y la besaba con intensidad y volvía a acariciarla. Se volvió a tensar, pero consiguió disimularlo soltando un par de fingidos gemidos.
Tyson, que ya estaba totalmente fuera de sí, bajó los pantalones de Kate antes de que ella pudiera frenarlo. Acarició ahora sus piernas sin el pantalón de por medio y se fue acercando peligrosamente a su entrepierna.
La respiración de Kate se cortó de inmediato. Pero no por placer. Aunque estaba aterrada tenía que seguir con ese plan. Enloquecerlo un poco más hasta poder acabar con él. Se dejó acariciar mientras calculaba mentalmente la fuerza que podría tener él. Indudablemente, era más fuerte que ella. Tendría que pillarlo más despistado. Llevó las manos al pecho de él y lo acarició como pudo intentando controlar el temblor de sus manos.
Minutos después, un más que excitado Jerry Tyson empezó a bajarse los bóxers dispuesto a acabar con lo que habían empezado. Aquello fue la señal que Kate había estado esperando todos estos minutos. Se mordió fuerte el labio controlando el asco que le daba aquella situación y con rapidez, se agachó a la bota que llevaba, sacó la pistola que allí tenía escondida y sin darle tiempo a reaccionar, le disparó directamente en la cabeza.
El cuerpo de aquel hombre cayó al suelo, inerte, muerto. Beckett cogió aire con fuerza mientras aún empuñaba la pistola entre sus más que temblorosas manos. Le puso el seguro a la pistola como pudo y se le escurrió de las manos cayendo al suelo. Se agarró al borde de la camilla. No sólo le temblaban las manos, sino las piernas también. La cabeza le daba vueltas. Inspiró hondo varias veces intentando calmarse. Cuando consiguió estabilizar su respiración y que las piernas no le temblaran tanto se bajó de la camilla sin soltarse de ella. No se fiaba de sí misma y muy posiblemente acabaría en el suelo si se soltaba. Se recompuso los pantalones como pudo y entonces sintió su móvil en el bolsillo. Lo sacó y marcó el número de Castle. Frunció el ceño cuando escuchó el sonido del móvil del escritor al otro lado de la puerta en la que ella se encontraba.
Castle había subido allí en cuanto el coche de Espo paró frente a aquel edificio y reconocieron el coche de Beckett. No tenía ningún plan, a lo mejor era demasiado descabellado subir sólo y sin saber qué hacer. Pero no se podía quedar de brazos cruzados en el coche. Había tenido que tirar la puerta principal abajo para poder entrar y se había entrado en un par de habitaciones en busca de Beckett y Tyson, pero en ninguna los había encontrado. Sin embargo, cuando se disponía a abrir la tercera, un disparo le había frenado. Estaba paralizado. ¿Y si ese disparo lo había recibido Kate? ¿Su Kate? Su cuerpo temblaba sin control. Pero cuando escuchó el móvil vibrar y sonar reaccionó. Lo sacó del bolsillo y vio que era Beckett.
Parado frente a la puerta tras la que ella estaba, tiró el móvil al suelo y pegó una patada a la puerta rompiéndola. Lo primero que vio fue el chaleco y la ropa de Jerry Tyson en el suelo. Después, su cuerpo yacía muerto con un balazo en la cabeza. Alzó la mirada y la vio. Sin su camisa, con la mirada perdida en la puerta que él acababa de derribar. Sin moverse. Temblando.
“Kate…”. Susurró el escritor acercándose despacio a ella y conteniendo las ganas que tenía de abrazarla con fuerza al ver que se encontraba en una especie de estado de shock.
Ella al escuchar su nombre elevó la cabeza y la mirada despacio. Miró a Castle, se centró en sus ojos, tragó saliva y no pudo contener las lágrimas que llevaba deseando soltar desde que había llegado a aquella habitación con Tyson y se había visto obligada a hacer lo que había tenido que hacer.
Rick continuó acercándose a ella despacio y cuando estuvo a su lado, únicamente elevó la mano, le acarició la mejilla dulcemente, la agarró suavemente por la nuca y la atrajo despacio a él dejando que ella apoyara la frente en su hombro.
Pobre Beckett... ¿Cómo reaccionará después de lo que ha vivido?
Veo que, como había imaginado, este capítulo os mató un poquito... pero, al menos, os han entrado ganas de matar a Tyson y no a mí... jajaja
GRACIAS por vuestros comentarios!
Vengo con la continuación. Espero que os guste y que os deje más tranquilos!
“Tienes que relajarte o te acabaré haciendo daño”. Comentó Tyson mientras se acercaba peligrosamente a los labios de Beckett. Ésta, instintivamente se echó hacia atrás para evitar el beso. Pero el 3XA, con la mano en la que aún sostenía el mando apretado, la agarró por la espalda y la obligó a pegarse más a él logrando besarla.
Beckett cerró los ojos con fuerza e intentó no pensar en lo que le estaba haciendo aquel hombre. Cogió aire como pudo y pensó lo más rápido que le fue posible la mejor manera de acabar con todo aquello. Sólo había una. Suspiró, tomó aire hondo un par de veces y abrió los ojos. Miró a Tyson que había parado de besarla para empezar a desabrocharle los botones de la camisa. Inició una cuenta atrás para empezar con su plan: Tres… Cogió aire despacio. Dos… Soltó el aire con suavidad. Uno…
Llevó sus manos hasta la espalda de Jerry y lo pegó más a ella. Buscó sus labios y los besó tratando de parecer desesperada por sentir su contacto. Él, al principio se sorprendió pero enseguida se rindió ante los besos de la inspectora y se los devolvió con ansias.
“Vaya, vaya inspectora… Veo que su escritor no le da lo que necesita…”. Murmuró demasiado pícaramente él, haciendo que Kate se estremeciera.
Beckett se mordió con fuerza el labio y se echó un poco para atrás. Llevó sus manos a su blusa y empezó a desabrochársela lentamente. La mirada de Tyson se dirigió, sin ningún pudor a los pechos de ella, que a cada segundo estaban más liberados de aquella camisa. Kate empezó a jugar con él. Se mordía el labio con picardía, se soltaba despacio los botones intentando calentarlo, y lográndolo. Se deshizo de la camisa dejando al aire su sujetador. Le agarró por el cuello y lo acercó nuevamente a ella.
“Tócame…”. Pidió lo más sensual que pudo.
Los ojos de Tyson no daban crédito a lo que estaba viendo y viviendo. Rápidamente y sin hacerse esperar demasiado, llevó su mano libre al pecho derecho de la inspectora y lo apretó.
Lo hizo con demasiada fuerza, para el gusto de Beckett, pero ésta no se quejó ni se movió. Se dejó hacer. Sólo quería calentarlo y excitarlo. Consiguió soltar algo similar a un jadeo. Aquello terminaría por volverlo loco. “Con las dos manos… te necesito sentir al completo”. Pidió ella susurrando en su oído y después le mordió el cuello.
Jerry Tyson, miró su mano derecha donde aún apretaba el mando. Soltó el pecho de Kate y con la mano izquierda, movió un pequeño botoncito del mando. Era como el seguro de una pistola. Al ponerlo, no podría disparar o, en este caso, al activar ese botón, por mucho que soltara el mando, el chaleco no explotaría. Seguro de lo que estaba haciendo, soltó el mando mientras Beckett contuvo la respiración temiendo que, aún así, explotara. Pero nada de eso sucedió. Cuando soltó el mando volvió a los pechos de Beckett, pero esta vez con las dos manos.
Ella se dejó hacer durante un par de minutos en los que mantuvo sus manos en los brazos de él, acariciándoselos de arriba abajo repetidas veces. “Tu piel.. necesito sentir tu piel”. Volvió a pedir mordiendo esta vez el lóbulo de su oreja.
El Triple Asesino, sin dudarlo ni un momento, se deshizo del chaleco cargado de explosivos, lo dejó en el suelo y se quitó la camiseta y el pantalón, quedándose únicamente en bóxers.
“Eso es…”. Murmuró Kate al ver que, con entrega, él volvía a acercarse a ella y la besaba con intensidad y volvía a acariciarla. Se volvió a tensar, pero consiguió disimularlo soltando un par de fingidos gemidos.
Tyson, que ya estaba totalmente fuera de sí, bajó los pantalones de Kate antes de que ella pudiera frenarlo. Acarició ahora sus piernas sin el pantalón de por medio y se fue acercando peligrosamente a su entrepierna.
La respiración de Kate se cortó de inmediato. Pero no por placer. Aunque estaba aterrada tenía que seguir con ese plan. Enloquecerlo un poco más hasta poder acabar con él. Se dejó acariciar mientras calculaba mentalmente la fuerza que podría tener él. Indudablemente, era más fuerte que ella. Tendría que pillarlo más despistado. Llevó las manos al pecho de él y lo acarició como pudo intentando controlar el temblor de sus manos.
Minutos después, un más que excitado Jerry Tyson empezó a bajarse los bóxers dispuesto a acabar con lo que habían empezado. Aquello fue la señal que Kate había estado esperando todos estos minutos. Se mordió fuerte el labio controlando el asco que le daba aquella situación y con rapidez, se agachó a la bota que llevaba, sacó la pistola que allí tenía escondida y sin darle tiempo a reaccionar, le disparó directamente en la cabeza.
El cuerpo de aquel hombre cayó al suelo, inerte, muerto. Beckett cogió aire con fuerza mientras aún empuñaba la pistola entre sus más que temblorosas manos. Le puso el seguro a la pistola como pudo y se le escurrió de las manos cayendo al suelo. Se agarró al borde de la camilla. No sólo le temblaban las manos, sino las piernas también. La cabeza le daba vueltas. Inspiró hondo varias veces intentando calmarse. Cuando consiguió estabilizar su respiración y que las piernas no le temblaran tanto se bajó de la camilla sin soltarse de ella. No se fiaba de sí misma y muy posiblemente acabaría en el suelo si se soltaba. Se recompuso los pantalones como pudo y entonces sintió su móvil en el bolsillo. Lo sacó y marcó el número de Castle. Frunció el ceño cuando escuchó el sonido del móvil del escritor al otro lado de la puerta en la que ella se encontraba.
Castle había subido allí en cuanto el coche de Espo paró frente a aquel edificio y reconocieron el coche de Beckett. No tenía ningún plan, a lo mejor era demasiado descabellado subir sólo y sin saber qué hacer. Pero no se podía quedar de brazos cruzados en el coche. Había tenido que tirar la puerta principal abajo para poder entrar y se había entrado en un par de habitaciones en busca de Beckett y Tyson, pero en ninguna los había encontrado. Sin embargo, cuando se disponía a abrir la tercera, un disparo le había frenado. Estaba paralizado. ¿Y si ese disparo lo había recibido Kate? ¿Su Kate? Su cuerpo temblaba sin control. Pero cuando escuchó el móvil vibrar y sonar reaccionó. Lo sacó del bolsillo y vio que era Beckett.
Parado frente a la puerta tras la que ella estaba, tiró el móvil al suelo y pegó una patada a la puerta rompiéndola. Lo primero que vio fue el chaleco y la ropa de Jerry Tyson en el suelo. Después, su cuerpo yacía muerto con un balazo en la cabeza. Alzó la mirada y la vio. Sin su camisa, con la mirada perdida en la puerta que él acababa de derribar. Sin moverse. Temblando.
“Kate…”. Susurró el escritor acercándose despacio a ella y conteniendo las ganas que tenía de abrazarla con fuerza al ver que se encontraba en una especie de estado de shock.
Ella al escuchar su nombre elevó la cabeza y la mirada despacio. Miró a Castle, se centró en sus ojos, tragó saliva y no pudo contener las lágrimas que llevaba deseando soltar desde que había llegado a aquella habitación con Tyson y se había visto obligada a hacer lo que había tenido que hacer.
Rick continuó acercándose a ella despacio y cuando estuvo a su lado, únicamente elevó la mano, le acarició la mejilla dulcemente, la agarró suavemente por la nuca y la atrajo despacio a él dejando que ella apoyara la frente en su hombro.
Pobre Beckett... ¿Cómo reaccionará después de lo que ha vivido?
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Woww ha sido espectacular
me ha encantado sigue porfavor
me ha encantado sigue porfavor
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 27/06/2014
Edad : 28
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Menos mal que por fin está muerto!!! pero creo que a Beckett le costará un poco volver a la normalidad... Perfecto, impresionante, me encanta como siempre!!!! Sigue cuando puedaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Me ha gustado mucho el capi. Menos mal q el 3xA ya esta muerto. Espero q Beckett no vuelva a crear un muro en su corazón y q aunq le cueste le pueda contar todo a Castle.
Sigueeee
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches!
Wow, gracias por vuestros comentarios! Me alegro mucho de que os haya gustado el capítulo!
¿Un poquito más?
Espo y Castle se llevaron a Beckett a comisaría para hacer cuanto antes el papeleo necesario y acabar con el caso Jerry Tyson de una vez por todas. La inspectora no decía nada. Simplemente se dejaba llevar por ellos. Rellenó los papeles que fueron necesarios sin cambiar ni un gesto de su cara y cuando terminó, se los entregó a Gates. La capitana, al ver el estado de su mejor inspectora de homicidios le obligó a cogerse una semana para descansar en condiciones. Beckett, ni siquiera rechistó.
Todos estaban preocupados por ella. Lannie había intentado que hablara, pero tan sólo había conseguido que se abrazara a ella. Espo y Ryan la habían estado observando mientras terminaba el papeleo, respetando su espacio. Y Castle lo había hecho desde su silla, sin quitarle el ojo de encima ni un segundo.
El escritor, la agarró por la cintura pegándola a él y se despidió de sus compañeros y amigos para llevarse a Kate a casa y que pudiera descansar. Su estado los tenía bastante preocupados a todos, pero en especial, a su futuro marido.
Cuando llegaron a casa, Rick sin decir nada agarró la mano de Kate y la llevó hasta el baño. Respetaba el silencio que ella estaba guardando, pero a cada segundo que pasaba en el que ella no decía nada, más nervioso se iba poniendo. Se colocó tras ella y la abrazó por la espalda como llevaba deseando hacer desde que había visto cómo se la llevaba Tyson en su coche.
El cuerpo de Beckett se tensó ante el contacto del escritor, pero no se movió. Castle apretó un poco más el cuerpo de ella entre sus brazos y le dio un par de besos en el hombro y en el cuello.
“Vamos cariño, te voy a preparar el baño como a ti te gusta”. Acarició su cintura suavemente volviendo a besar su hombro. Deshizo el abrazo y se puso a preparar el baño para ella.
Kate se quedó parada en mitad del baño observando cómo Rick iba preparándole el agua calentita y echaba las sales que a ella le gustaban. Inevitablemente una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios cuando vio que preparaba una mesita pequeña donde solían colocar las copas de vino cuando se bañaban. Lo vio salir a la cocina y regresar con una copa llena de vino que dejó sobre esa mesita.
“El baño está listo”. Anunció él acercándose a ella de frente y agarrándola de la cintura con mimo. “Te dejo sola para que lo disfrutes”. Rozó su nariz con la de ella sin atreverse a besarla. Aún no sabía qué había pasado exactamente en aquella habitación con el 3XA, pero por las condiciones en las que los encontró y por cómo seguía ella, podía hacerse una ligera idea.
Kate cerró los ojos y se pegó más al cuerpo del escritor. “Abrázame…”. Pidió en un susurró que conmovió a Rick.
Él, sin dudarlo puso las manos en su espalda y la atrajo más hacia él abrazándola. Kate se agarró a la espalda del escritor con fuerza dejando reposar la cabeza sobre el hombro de él. Cerró los ojos y aspiró su aroma durante unos minutos. Necesitaba sentir el contacto de él y no de nadie más. Controló las lágrimas que luchaban por salir de sus ojos y se separó despacio de él.
“Voy a bañarme”. Anunció en voz baja sin decir nada más.
“Vale”. Contestó él encaminándose a la puerta. “Te espero con algo de cena cuando acabes”. Se giró para mirarla cuando llegó a la puerta, le sonrió dulcemente y salió del baño cerrando la puerta tras él.
Kate, al quedarse sola, se acercó al espejo y miró su reflejo en él. Tenía mala cara. Se soltó el pelo y éste cayó sobre sus hombros. Empezó a desabrocharse la camisa y aquello le recordó a lo que había vivido horas antes con Jerry Tyson. Su estómago se revolvió casi tanto como cuando estaba en aquella habitación con él. Logró controlarse y como pudo se desnudó entera tirando la ropa al suelo. Se metió en la bañera despacio, dejando que el calor del agua calentase su cuerpo, que a pesar de las altas temperaturas que hacía esas fechas en Nueva York, ella se sentía helada. Se recostó en la bañera y cerró los ojos intentando no pensar en nada. Pero era imposible. De nuevo más imágenes de él tocándola le vinieron a la mente. Y entonces, en ese momento, no pudo controlar las lágrimas y lloró con amargura, dentro de la bañera.
Cuando estuvo algo más calmada, introdujo la cabeza en el agua mojándose todo el pelo y la sacó unos segundos después. Miró la copa de vino, la cogió y le dio un pequeño trago. Necesitaba recomponerse y el baño, las lágrimas y la copa de vino le estaban ayudando a conseguirlo. El agua se había empezado a enfriar así que decidió que era momento de enjabonarse y después aclararse. Y así lo hizo, con lentitud disfrutando del tacto del jabón y del champú en su piel y en su pelo respectivamente.
45 minutos después de que Castle hubiera salido del baño, Beckett salía también con el pelo a medio secar y vestida únicamente con un camisón y una bata. Encontró al escritor en la cocina preparando algo de cenar. Cuando lo vio, volvió a sonreír, aunque no muy ampliamente. Aquel hombre era tan importante para ella que incluso, llegado el momento, daría su vida por él.
Rick, al verla parada en el salón observándole, dejó todo lo que estaba haciendo, se limpió las manos y se acercó a ella con una pequeña sonrisa. Le cogió la copa de vino ya vacía que llevaba en la mano y le recolocó el mechón de pelo detrás de la oreja. “La cena está casi lista”. Le guiñó el ojo con cariño y sujetándola por la espalda con firmeza la condujo hasta la mesa para que se sentara a esperar la cena.
Beckett se dejó llevar y se sentó a observar cómo terminaba de preparar algo para cenar. 10 minutos después los dos degustaban la cena en silencio con un par de copas de vino nuevamente llenas.
Castle no se atrevía a decir ni a preguntar nada. Sabía, de sobra, que Kate necesitaba su tiempo para asimilar las cosas y pensaba dárselo. Pero el silencio de ella le estaba empezando a matar. Necesitaba hacerle saber que la quería, que él estaría con ella siempre, que sentía horrores todo por lo que ella había tenido que pasar. Pero en cambio, sólo la miraba de reojo mientras ella comía algo, apenas nada, de su cena.
Vuelvo mañana!
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GRACIAS!
Wow, gracias por vuestros comentarios! Me alegro mucho de que os haya gustado el capítulo!
¿Un poquito más?
Espo y Castle se llevaron a Beckett a comisaría para hacer cuanto antes el papeleo necesario y acabar con el caso Jerry Tyson de una vez por todas. La inspectora no decía nada. Simplemente se dejaba llevar por ellos. Rellenó los papeles que fueron necesarios sin cambiar ni un gesto de su cara y cuando terminó, se los entregó a Gates. La capitana, al ver el estado de su mejor inspectora de homicidios le obligó a cogerse una semana para descansar en condiciones. Beckett, ni siquiera rechistó.
Todos estaban preocupados por ella. Lannie había intentado que hablara, pero tan sólo había conseguido que se abrazara a ella. Espo y Ryan la habían estado observando mientras terminaba el papeleo, respetando su espacio. Y Castle lo había hecho desde su silla, sin quitarle el ojo de encima ni un segundo.
El escritor, la agarró por la cintura pegándola a él y se despidió de sus compañeros y amigos para llevarse a Kate a casa y que pudiera descansar. Su estado los tenía bastante preocupados a todos, pero en especial, a su futuro marido.
Cuando llegaron a casa, Rick sin decir nada agarró la mano de Kate y la llevó hasta el baño. Respetaba el silencio que ella estaba guardando, pero a cada segundo que pasaba en el que ella no decía nada, más nervioso se iba poniendo. Se colocó tras ella y la abrazó por la espalda como llevaba deseando hacer desde que había visto cómo se la llevaba Tyson en su coche.
El cuerpo de Beckett se tensó ante el contacto del escritor, pero no se movió. Castle apretó un poco más el cuerpo de ella entre sus brazos y le dio un par de besos en el hombro y en el cuello.
“Vamos cariño, te voy a preparar el baño como a ti te gusta”. Acarició su cintura suavemente volviendo a besar su hombro. Deshizo el abrazo y se puso a preparar el baño para ella.
Kate se quedó parada en mitad del baño observando cómo Rick iba preparándole el agua calentita y echaba las sales que a ella le gustaban. Inevitablemente una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios cuando vio que preparaba una mesita pequeña donde solían colocar las copas de vino cuando se bañaban. Lo vio salir a la cocina y regresar con una copa llena de vino que dejó sobre esa mesita.
“El baño está listo”. Anunció él acercándose a ella de frente y agarrándola de la cintura con mimo. “Te dejo sola para que lo disfrutes”. Rozó su nariz con la de ella sin atreverse a besarla. Aún no sabía qué había pasado exactamente en aquella habitación con el 3XA, pero por las condiciones en las que los encontró y por cómo seguía ella, podía hacerse una ligera idea.
Kate cerró los ojos y se pegó más al cuerpo del escritor. “Abrázame…”. Pidió en un susurró que conmovió a Rick.
Él, sin dudarlo puso las manos en su espalda y la atrajo más hacia él abrazándola. Kate se agarró a la espalda del escritor con fuerza dejando reposar la cabeza sobre el hombro de él. Cerró los ojos y aspiró su aroma durante unos minutos. Necesitaba sentir el contacto de él y no de nadie más. Controló las lágrimas que luchaban por salir de sus ojos y se separó despacio de él.
“Voy a bañarme”. Anunció en voz baja sin decir nada más.
“Vale”. Contestó él encaminándose a la puerta. “Te espero con algo de cena cuando acabes”. Se giró para mirarla cuando llegó a la puerta, le sonrió dulcemente y salió del baño cerrando la puerta tras él.
Kate, al quedarse sola, se acercó al espejo y miró su reflejo en él. Tenía mala cara. Se soltó el pelo y éste cayó sobre sus hombros. Empezó a desabrocharse la camisa y aquello le recordó a lo que había vivido horas antes con Jerry Tyson. Su estómago se revolvió casi tanto como cuando estaba en aquella habitación con él. Logró controlarse y como pudo se desnudó entera tirando la ropa al suelo. Se metió en la bañera despacio, dejando que el calor del agua calentase su cuerpo, que a pesar de las altas temperaturas que hacía esas fechas en Nueva York, ella se sentía helada. Se recostó en la bañera y cerró los ojos intentando no pensar en nada. Pero era imposible. De nuevo más imágenes de él tocándola le vinieron a la mente. Y entonces, en ese momento, no pudo controlar las lágrimas y lloró con amargura, dentro de la bañera.
Cuando estuvo algo más calmada, introdujo la cabeza en el agua mojándose todo el pelo y la sacó unos segundos después. Miró la copa de vino, la cogió y le dio un pequeño trago. Necesitaba recomponerse y el baño, las lágrimas y la copa de vino le estaban ayudando a conseguirlo. El agua se había empezado a enfriar así que decidió que era momento de enjabonarse y después aclararse. Y así lo hizo, con lentitud disfrutando del tacto del jabón y del champú en su piel y en su pelo respectivamente.
45 minutos después de que Castle hubiera salido del baño, Beckett salía también con el pelo a medio secar y vestida únicamente con un camisón y una bata. Encontró al escritor en la cocina preparando algo de cenar. Cuando lo vio, volvió a sonreír, aunque no muy ampliamente. Aquel hombre era tan importante para ella que incluso, llegado el momento, daría su vida por él.
Rick, al verla parada en el salón observándole, dejó todo lo que estaba haciendo, se limpió las manos y se acercó a ella con una pequeña sonrisa. Le cogió la copa de vino ya vacía que llevaba en la mano y le recolocó el mechón de pelo detrás de la oreja. “La cena está casi lista”. Le guiñó el ojo con cariño y sujetándola por la espalda con firmeza la condujo hasta la mesa para que se sentara a esperar la cena.
Beckett se dejó llevar y se sentó a observar cómo terminaba de preparar algo para cenar. 10 minutos después los dos degustaban la cena en silencio con un par de copas de vino nuevamente llenas.
Castle no se atrevía a decir ni a preguntar nada. Sabía, de sobra, que Kate necesitaba su tiempo para asimilar las cosas y pensaba dárselo. Pero el silencio de ella le estaba empezando a matar. Necesitaba hacerle saber que la quería, que él estaría con ella siempre, que sentía horrores todo por lo que ella había tenido que pasar. Pero en cambio, sólo la miraba de reojo mientras ella comía algo, apenas nada, de su cena.
Vuelvo mañana!
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