Cuando te veo (FIN)
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Castle y Beckett
josemg95
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenos días! ¿Qué tal un capítulo mañanero?
A ver si esta tarde antes de irme de vacaciones de nuevo, puedo subir otro trocito.
GRACIAS por vuestros comentarios.
Me alegro mucho de que os haya gustado!
El escritor asintió mordiéndose fuerte el labio y notó cómo Kate cogía sus manos y colocaba sobre sus caderas para que empezara cuanto antes el recorrido. Posaron sus miradas en la del otro y Castle empezó a subir sus manos por el cuerpo de Kate, acariciando cada rincón: sus caderas, abdomen, cintura, costillas y ahí bajo por su espalda, lentamente, alargando al máximo el momento de llegar a sus pechos. Sabía que la espera excitaría aún más a Beckett, y así estaba siendo. Bajó hasta su trasero y lo apretó, suavemente pero con firmeza, entre sus manos. Kate, con los ojos cerrados y espalda y cabeza echadas hacia atrás, no pudo contener un jadeo cuando el escritor agarró su trasero.
Castle se mordió más el labio sintiendo su hombría crecer con rapidez y fuerza tras el baile, sus manos sobre Kate y los gemidos de ella. Respiró hondo y volvió a subir sus manos por la espalda de Kate hasta los hombros. Allí, las posó un rato mientras se inclinó para delante y le dio un par de besos en la clavícula izquierda. Se sonrieron y el escritor volvió a bajar las manos, esta vez por delante, pero saltándose de nuevo los pechos de la inspectora. Ella soltó un pequeño gruñido de frustración, deseando que la tocara ahí. Rick rió por el sonido que había salido de los labios de Kate y sin querer hacerla esperar más, llevó sus manos a los pechos de ella. Kate se tensó, de deseo, ansiando sentir sus manos aprisionar sus pechos. La espera no se hizo de rogar. Pronto las expertas manos del escritor masajearon y acariciaron sus pechos. El único sonido de aquella casa era sus respiraciones aceleradas y los gemidos de ambos. La música había parado hacía un rato.
Cuando Kate notó que su espalda empezaba a reclamar una superficie en la que apoyarse, abrió los ojos para mirar a Castle y agarró una de sus manos. “Ven”. Susurró mientras soltaba un jadeo al notar la otra mano de él aún acariciando su pecho izquierdo.
Se levantó de encima de él tirando de su mano para que se levantara. Se sentó en el centro de la cama haciendo que él también se sentara, frente a ella. En un ágil movimiento, se colocó sobre él haciendo que sus sexos entrar en contacto y que ambos soltaran un fuerte gemido.
“Uff… ¡Kate!”. Jadeó Richard al notarla sobre él, moviéndose muy lentamente y logrando que su miembro aumentara considerablemente de tamaño.
Beckett sonrió al ver la cara de satisfacción de Castle. Le mordió el labio y paró aquel baile de caderas sobre él. Se bajó y se puso de rodillas en la cama. Alzó las manos hacia arriba y le miró con una ceja ligeramente alzada. “Te doy permiso para desnudarme”. Se mordió el labio esperando la reacción de Rick.
Castle estaba tan sorprendido como encantado con lo que veía y escuchaba. La dura Kate Beckett, su musa, compañera, novia y mujer a la que amaba le había hecho un baile erótico así vestida, o no vestida, y ahora le pedía que la desnudara él, lo que significaba que le estaba cediendo el mando aquella noche. Sonrió con picardía y se colocó también él de rodillas, frente a ella. Agarró los tirante del picardías que llevaba mientras su labios besaban, lamían y marcaban el cuello de la inspectora. Le bajó los tirantes y sacó por la cabeza el picardías, dejándola desnuda de cintura para arriba. Admiró sus pechos una vez más antes de dirigir su boca a allí. Le lamió los pezones hasta conseguir endurecerlos del todo. Después, llevó también sus manos a los pechos de una Kate totalmente entregada a él y se los masajeó mientras le mordía ligeramente un pezón y después pasaba al otro.
Los gemidos de Kate inundaron la estancia, sentía que no podía más con lo que él le estaba haciendo, que en cualquier momento iba a estallar de placer, de deseo. Le agarró del pelo a él haciendo que parara un momento. Él la miró preocupado por si se había pasado, pero la sonrisa de ella le indicó que estaba perfectamente y entonces comprendió que quería que siguiera desnudándola porque si seguía con aquel juego sobre sus pechos, no iba a poder aguantar mucho tiempo más.
Rick le hizo caso, sonriente y paró aquel juego sobre los pechos de Kate. Llevó sus manos a las caderas de ella y le bajó las medias hasta pasar su trasero. La obligó a sentarse en la cama y fue sacando poco a poco las medias por sus piernas, admirando sus largas y bronceadas piernas. Era un punto de su anatomía que le encantaba. Bueno, a decir verdad le encantaba toda su anatomía entera.
Kate se mordía el labio mirando cómo la desnudaba. Cuando pensó en hacer aquello para él, lo hizo únicamente pensando en el placer que le daría al escritor, pero ella también estaba excitándose con aquel juego. Cuando le terminó de quitar del todo las medias, se puso de rodillas de nuevo, sólo con el tanga puesto, y empapado por su humedad. “Espérame un momento aquí”. Susurró levantándose ágilmente y salió corriendo por la puerta, bajando las escaleras hasta la cocina.
Un par de minutos después, llegó de nuevo al cuarto, con un plato en las manos. Rick frunció el ceño sin comprender lo que había dentro, hasta que lo dejó sobre la mesita de noche. Entonces vio que traía hielos, y unas imágenes vinieron a su mente: cuando Beckett le contó que sabía hacer unos trucos muy buenos con cubitos de hielo. Se relamió sólo de pensarlo, totalmente excitado. Alzó la mirada de los hielos y se encontró con la de Kate que le miraba divertida.
“Veo que has entendido para qué son los hielos”. Comentó divertida pero con la voz ronca por el deseo. Se sentó de nuevo en la cama, encima de él, con sus sexos en contacto. Pasó sus brazos por el cuello del escritor, colocando sus manos sobre el pelo de él. Empezó a besarle con ganas, dejando que sus lenguas se encontraran y se exploraran. Ambos jadeaban por el contacto de sus cuerpos, sus lenguas y sus sexos por encima de las telas. Rick llevó las manos a las caderas de ella y le quitó el tanga dejándola libre y totalmente desnuda ante él. Siguieron besándose y rozándose con ganas y tras unos minutos así, Beckett se separó y alargó la mano hasta la mesita de noche. Abrió el cajón de arriba y sacó algo que Rick no pudo ver porque lo escondió detrás de su espalda. Se quitó de encima de él y se puso de pie al lado de la cama. “Ponte tumbado, por favor”. Se mordió fuerte el labio observándole.
Rick obedeció tumbándose y ella se colocó sobre él. Le bajó los boxers lanzándolos a alguna parte de la habitación y entonces descubrió lo que había escondido: unas esposas. Castle abrió los ojos como platos. Beckett cogió una mano del escritor y le puso una esposa. Estiró ese brazo de él sobre su cabeza, pasó la otra esposa por un barrote del cabecero y estiró el otro brazo del escritor hasta enganchárselo a la otra esposa.
¿Qué tal va la cosa? jajajjaa
A ver si esta tarde antes de irme de vacaciones de nuevo, puedo subir otro trocito.
GRACIAS por vuestros comentarios.
Me alegro mucho de que os haya gustado!
El escritor asintió mordiéndose fuerte el labio y notó cómo Kate cogía sus manos y colocaba sobre sus caderas para que empezara cuanto antes el recorrido. Posaron sus miradas en la del otro y Castle empezó a subir sus manos por el cuerpo de Kate, acariciando cada rincón: sus caderas, abdomen, cintura, costillas y ahí bajo por su espalda, lentamente, alargando al máximo el momento de llegar a sus pechos. Sabía que la espera excitaría aún más a Beckett, y así estaba siendo. Bajó hasta su trasero y lo apretó, suavemente pero con firmeza, entre sus manos. Kate, con los ojos cerrados y espalda y cabeza echadas hacia atrás, no pudo contener un jadeo cuando el escritor agarró su trasero.
Castle se mordió más el labio sintiendo su hombría crecer con rapidez y fuerza tras el baile, sus manos sobre Kate y los gemidos de ella. Respiró hondo y volvió a subir sus manos por la espalda de Kate hasta los hombros. Allí, las posó un rato mientras se inclinó para delante y le dio un par de besos en la clavícula izquierda. Se sonrieron y el escritor volvió a bajar las manos, esta vez por delante, pero saltándose de nuevo los pechos de la inspectora. Ella soltó un pequeño gruñido de frustración, deseando que la tocara ahí. Rick rió por el sonido que había salido de los labios de Kate y sin querer hacerla esperar más, llevó sus manos a los pechos de ella. Kate se tensó, de deseo, ansiando sentir sus manos aprisionar sus pechos. La espera no se hizo de rogar. Pronto las expertas manos del escritor masajearon y acariciaron sus pechos. El único sonido de aquella casa era sus respiraciones aceleradas y los gemidos de ambos. La música había parado hacía un rato.
Cuando Kate notó que su espalda empezaba a reclamar una superficie en la que apoyarse, abrió los ojos para mirar a Castle y agarró una de sus manos. “Ven”. Susurró mientras soltaba un jadeo al notar la otra mano de él aún acariciando su pecho izquierdo.
Se levantó de encima de él tirando de su mano para que se levantara. Se sentó en el centro de la cama haciendo que él también se sentara, frente a ella. En un ágil movimiento, se colocó sobre él haciendo que sus sexos entrar en contacto y que ambos soltaran un fuerte gemido.
“Uff… ¡Kate!”. Jadeó Richard al notarla sobre él, moviéndose muy lentamente y logrando que su miembro aumentara considerablemente de tamaño.
Beckett sonrió al ver la cara de satisfacción de Castle. Le mordió el labio y paró aquel baile de caderas sobre él. Se bajó y se puso de rodillas en la cama. Alzó las manos hacia arriba y le miró con una ceja ligeramente alzada. “Te doy permiso para desnudarme”. Se mordió el labio esperando la reacción de Rick.
Castle estaba tan sorprendido como encantado con lo que veía y escuchaba. La dura Kate Beckett, su musa, compañera, novia y mujer a la que amaba le había hecho un baile erótico así vestida, o no vestida, y ahora le pedía que la desnudara él, lo que significaba que le estaba cediendo el mando aquella noche. Sonrió con picardía y se colocó también él de rodillas, frente a ella. Agarró los tirante del picardías que llevaba mientras su labios besaban, lamían y marcaban el cuello de la inspectora. Le bajó los tirantes y sacó por la cabeza el picardías, dejándola desnuda de cintura para arriba. Admiró sus pechos una vez más antes de dirigir su boca a allí. Le lamió los pezones hasta conseguir endurecerlos del todo. Después, llevó también sus manos a los pechos de una Kate totalmente entregada a él y se los masajeó mientras le mordía ligeramente un pezón y después pasaba al otro.
Los gemidos de Kate inundaron la estancia, sentía que no podía más con lo que él le estaba haciendo, que en cualquier momento iba a estallar de placer, de deseo. Le agarró del pelo a él haciendo que parara un momento. Él la miró preocupado por si se había pasado, pero la sonrisa de ella le indicó que estaba perfectamente y entonces comprendió que quería que siguiera desnudándola porque si seguía con aquel juego sobre sus pechos, no iba a poder aguantar mucho tiempo más.
Rick le hizo caso, sonriente y paró aquel juego sobre los pechos de Kate. Llevó sus manos a las caderas de ella y le bajó las medias hasta pasar su trasero. La obligó a sentarse en la cama y fue sacando poco a poco las medias por sus piernas, admirando sus largas y bronceadas piernas. Era un punto de su anatomía que le encantaba. Bueno, a decir verdad le encantaba toda su anatomía entera.
Kate se mordía el labio mirando cómo la desnudaba. Cuando pensó en hacer aquello para él, lo hizo únicamente pensando en el placer que le daría al escritor, pero ella también estaba excitándose con aquel juego. Cuando le terminó de quitar del todo las medias, se puso de rodillas de nuevo, sólo con el tanga puesto, y empapado por su humedad. “Espérame un momento aquí”. Susurró levantándose ágilmente y salió corriendo por la puerta, bajando las escaleras hasta la cocina.
Un par de minutos después, llegó de nuevo al cuarto, con un plato en las manos. Rick frunció el ceño sin comprender lo que había dentro, hasta que lo dejó sobre la mesita de noche. Entonces vio que traía hielos, y unas imágenes vinieron a su mente: cuando Beckett le contó que sabía hacer unos trucos muy buenos con cubitos de hielo. Se relamió sólo de pensarlo, totalmente excitado. Alzó la mirada de los hielos y se encontró con la de Kate que le miraba divertida.
“Veo que has entendido para qué son los hielos”. Comentó divertida pero con la voz ronca por el deseo. Se sentó de nuevo en la cama, encima de él, con sus sexos en contacto. Pasó sus brazos por el cuello del escritor, colocando sus manos sobre el pelo de él. Empezó a besarle con ganas, dejando que sus lenguas se encontraran y se exploraran. Ambos jadeaban por el contacto de sus cuerpos, sus lenguas y sus sexos por encima de las telas. Rick llevó las manos a las caderas de ella y le quitó el tanga dejándola libre y totalmente desnuda ante él. Siguieron besándose y rozándose con ganas y tras unos minutos así, Beckett se separó y alargó la mano hasta la mesita de noche. Abrió el cajón de arriba y sacó algo que Rick no pudo ver porque lo escondió detrás de su espalda. Se quitó de encima de él y se puso de pie al lado de la cama. “Ponte tumbado, por favor”. Se mordió fuerte el labio observándole.
Rick obedeció tumbándose y ella se colocó sobre él. Le bajó los boxers lanzándolos a alguna parte de la habitación y entonces descubrió lo que había escondido: unas esposas. Castle abrió los ojos como platos. Beckett cogió una mano del escritor y le puso una esposa. Estiró ese brazo de él sobre su cabeza, pasó la otra esposa por un barrote del cabecero y estiró el otro brazo del escritor hasta enganchárselo a la otra esposa.
¿Qué tal va la cosa? jajajjaa
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Hola holita!
Vengo con sorpresa! jajajaja
Me ha venido la inspiración de golpe y he tenido tiempo de plasmarla... así que, antes de irme, vuelvo a colgar otro trocito!
¡Espero que os guste!
“¿Estás cómodo?”. Preguntó acariciándole un brazo suavemente, preocupada por si la postura con las esposas no era la mejor.
“Sí, sigue, por favor”. Jadeó sólo de pensar lo que vendría después.
Escritor e inspectora se sonrieron con picardía y Kate se inclinó sobre él, poniendo las manos sobre los hombros de él y alcanzando su cuello con sus labios. Empezó a besárselo con ganas mientras acariciaba los hombros y los pectorales del escritor. Sus manos fueron bajando por todo el torso de él mientras sus labios se dedicaban a explorar y humedecerle el cuello. Cuando llegó a su sexo, decidió saltárselo y seguir con las caricias por las piernas mientras bajaba los besos por sus pectorales y su abdomen. Los jadeos de Rick eran, a cada segundo, más audibles. Los besos y las caricias e Kate le estaban volviendo totalmente loco.
“¡Ohh Kate, por favor!” Gimió el escritor cuando ella volvió a subir hacia arriba con las caricias saltándose de nuevo su miembro. Arqueó la espalda lo que pudo al tener los brazos esposados y consiguió rozar su sexo con el de ella. “Agghh”. Gimió fuerte al sentirlo y volvió a arquear más fuerte la espalda reclamando más atención en aquella zona. “Kate… déjame tocarte”. Pidió él entrecortadamente.
“Mmmm…” Jadeó ella también al notar el contacto y se mordió fuerte el labio. Llevó un dedo a los labios de Rick pidiéndole que esperara un poco más. “Shh… Paciencia”. Susurró acercándose a los labios de él para besarle con ansias. “Te prometo que te va a encantar”. Le mordió el labio con ganas mientras se quitaba de encima de él para ponerse de rodillas sobre la cama. Alargó el brazo y cogió un hielo del plato que había dejado en la mesita de noche. “Esto… no ha hecho más que empezar”. Le miró alzando una ceja, divertida, fogosa, totalmente excitada.
Rick abrió la boca para decir algo pero las palabras no le salían. Estaba totalmente entregado a ella y dispuesto a que su musa hiciera con el lo que quisiera. Volvió a cerrar la boca y se concentró en cada movimiento de Beckett.
Ella, cogió el hielo con dos dedos de la mano derecha y colocada a la izquierda del escritor fue rozando el cuerpo de él con el hielo: pasó por el cuello, la clavícula, el pecho, el abdomen; rozó ligeramente su miembro logrando que gimiera con fuerza y después siguió bajando con el hielo por las piernas de él. Cuando casi todo el cuerpo de Castle estaba empapado por el hielo, volvió a colocarse sobre él y comenzó a besar y lamer todo el reguero de agua fría que le había ido dejando. Aquello estaba excitando aún más a Rick, que sentía que en cualquier momento iba a desfallecer de tanto placer y de tanta expectación. Pero no quería que parara, deseaba ver hasta donde iba a seguir.
Kate se metió en la boca el hielo ya casi totalmente derretido y se inclinó sobre el cuerpo de Rick para besarle, con el hielo en la boca. Se besaron con ansias, pasándose el hielo de una boca a otra, acariciándolo con sus lenguas, jugando entre ellos. Cuando el hielo se derritió del todo, Kate cogió otro y se incorporó sobre él, mirándole con lascivia. Agarró el hielo como antes y, esta vez, en vez de pasárselo a él, fue acariciando su propio cuerpo con el hielo, posándolo sobre sus senos y logrando que estos se erizaran por el contacto con la superficie fría. Soltó un ligero gemido cuando sus pezones estuvieron totalmente erectos y continuó bajando el hielo hasta su intimidad. Lo frotó suavemente allí arqueando la espalda y ladeando la cabeza para hacer que Rick desde su posición pudiera ver perfectamente lo que ella hacía con el hielo. Sus gemidos inundaron la habitación y cuando sitió que estaba lista, paró y posó el hielo en el miembro de Rick, en la punta, sujetándolo con una mano mientras la otra abarcaba toda la hombría del escritor, de arriba abajo, haciéndole subir casi hasta el cielo y rozar las estrellas.
“Kate... Oh…” Jadeó intentado pedirle que parara si no quería que acabara allí mismo.
Beckett sonrió entendiéndolo y soltó su miembro retirando el pequeño pedacito de hielo que quedaba. Se lo restregó por el cuerpo acercándose a besarle con ganas. “¿Estás listo?”. Susurró en sus labios mientras le mordía el labio inferior. Rick asintió volviendo a atrapar los labios de su amada.
Entonces, Kate volvió a coger otro hielo y se lo pasó a él por el cuerpo, acariciándolo y besándolo. Después, se lo pasó a sí misma por su cuerpo volviendo a lograr que sus pezones, aún algo erectos, volvieran a endurecerse del todo. Ambos jadeaban, llenos de placer, deseosos de llegar al cielo y agarrar todas las estrellas posibles. Ella, colocó, de nuevo, el hielo medio derretido sobre la punta del miembro de Castle y con cuidado, se puso sobre él haciendo que tanto el hielo como el miembro de Rick se introdujeran en su interior.
Castle abrió los ojos de par en par y apretó las manos al sentir aquella mezcla del frío del hielo y el calor de sus cuerpos. Jamás pensó que una sensación así pudiera ser tan placentera. Gimió con fuerza, acompasando sus limitados movimientos a los de la inspectora que cabalgaba suavemente sobre él intentando aún que su interior se acostumbrase al miembro de Rick y al hielo juntos. Continuaron un baile lento, ella sobre él; él ligeramente arqueado; ambos disfrutando como nunca tras aquel juego que la inspectora había planeado y llevado a cabo para él. Kate apoyó sus manos sobre los pechos de él para ayudarse en cada movimiento y se inclinó también para besar sus labios con adoración mientras seguía moviéndose sobre él. Vio cómo Castle quiso tirar de sus brazos para acariciarla pero no pudo a causa de las esposas. Entonces, alargó sus manos sin dejar de moverse, ahora en círculos, y le soltó las manos de las esposas dejándole completamente libre. Rick llevó directamente sus manos a la espalda de ella, acariciándola con adoración y después las posó en su trasero ayudándola con los movimientos.
Ambos llegaron juntos a los más alto, estallando en un profundo y sonoro orgasmo. Llegaron al clímax mirándose a los ojos, con amor, con deseo y de la mejor forma que jamás ninguno hubiera experimentado antes. Cuando consiguieron tranquilizar sus respiraciones, Rick salió del interior de ella y le hizo tumbarse a su lado, abrazándola con ternura y apoyando la cabeza de ella sobre su pecho. Se dedicó a acariciarle el pelo y la espalda mientras ambos continuaban intentando respirar pausadamente, con una sonrisa enorme en el rostro.
“Gracias…”. Susurró Rick medio dormido, abrazado a ella.
“Feliz cumpleaños cariño…”. Le besó el pecho cerrando los ojos y quedándose dormida entre sus brazos. “Te quiero…”. Susurró ya prácticamente entregada a Morfeo.
Castle sonrió ampliamente al ver que se quedaba dormida. “Yo también te quiero…”. Le susurró y estiró las sábanas de manera que ambos cuerpos quedaron tapados. Se abrazó más a ella quedándose dormido al de nada.
¿Bien?
Vengo con sorpresa! jajajaja
Me ha venido la inspiración de golpe y he tenido tiempo de plasmarla... así que, antes de irme, vuelvo a colgar otro trocito!
¡Espero que os guste!
“¿Estás cómodo?”. Preguntó acariciándole un brazo suavemente, preocupada por si la postura con las esposas no era la mejor.
“Sí, sigue, por favor”. Jadeó sólo de pensar lo que vendría después.
Escritor e inspectora se sonrieron con picardía y Kate se inclinó sobre él, poniendo las manos sobre los hombros de él y alcanzando su cuello con sus labios. Empezó a besárselo con ganas mientras acariciaba los hombros y los pectorales del escritor. Sus manos fueron bajando por todo el torso de él mientras sus labios se dedicaban a explorar y humedecerle el cuello. Cuando llegó a su sexo, decidió saltárselo y seguir con las caricias por las piernas mientras bajaba los besos por sus pectorales y su abdomen. Los jadeos de Rick eran, a cada segundo, más audibles. Los besos y las caricias e Kate le estaban volviendo totalmente loco.
“¡Ohh Kate, por favor!” Gimió el escritor cuando ella volvió a subir hacia arriba con las caricias saltándose de nuevo su miembro. Arqueó la espalda lo que pudo al tener los brazos esposados y consiguió rozar su sexo con el de ella. “Agghh”. Gimió fuerte al sentirlo y volvió a arquear más fuerte la espalda reclamando más atención en aquella zona. “Kate… déjame tocarte”. Pidió él entrecortadamente.
“Mmmm…” Jadeó ella también al notar el contacto y se mordió fuerte el labio. Llevó un dedo a los labios de Rick pidiéndole que esperara un poco más. “Shh… Paciencia”. Susurró acercándose a los labios de él para besarle con ansias. “Te prometo que te va a encantar”. Le mordió el labio con ganas mientras se quitaba de encima de él para ponerse de rodillas sobre la cama. Alargó el brazo y cogió un hielo del plato que había dejado en la mesita de noche. “Esto… no ha hecho más que empezar”. Le miró alzando una ceja, divertida, fogosa, totalmente excitada.
Rick abrió la boca para decir algo pero las palabras no le salían. Estaba totalmente entregado a ella y dispuesto a que su musa hiciera con el lo que quisiera. Volvió a cerrar la boca y se concentró en cada movimiento de Beckett.
Ella, cogió el hielo con dos dedos de la mano derecha y colocada a la izquierda del escritor fue rozando el cuerpo de él con el hielo: pasó por el cuello, la clavícula, el pecho, el abdomen; rozó ligeramente su miembro logrando que gimiera con fuerza y después siguió bajando con el hielo por las piernas de él. Cuando casi todo el cuerpo de Castle estaba empapado por el hielo, volvió a colocarse sobre él y comenzó a besar y lamer todo el reguero de agua fría que le había ido dejando. Aquello estaba excitando aún más a Rick, que sentía que en cualquier momento iba a desfallecer de tanto placer y de tanta expectación. Pero no quería que parara, deseaba ver hasta donde iba a seguir.
Kate se metió en la boca el hielo ya casi totalmente derretido y se inclinó sobre el cuerpo de Rick para besarle, con el hielo en la boca. Se besaron con ansias, pasándose el hielo de una boca a otra, acariciándolo con sus lenguas, jugando entre ellos. Cuando el hielo se derritió del todo, Kate cogió otro y se incorporó sobre él, mirándole con lascivia. Agarró el hielo como antes y, esta vez, en vez de pasárselo a él, fue acariciando su propio cuerpo con el hielo, posándolo sobre sus senos y logrando que estos se erizaran por el contacto con la superficie fría. Soltó un ligero gemido cuando sus pezones estuvieron totalmente erectos y continuó bajando el hielo hasta su intimidad. Lo frotó suavemente allí arqueando la espalda y ladeando la cabeza para hacer que Rick desde su posición pudiera ver perfectamente lo que ella hacía con el hielo. Sus gemidos inundaron la habitación y cuando sitió que estaba lista, paró y posó el hielo en el miembro de Rick, en la punta, sujetándolo con una mano mientras la otra abarcaba toda la hombría del escritor, de arriba abajo, haciéndole subir casi hasta el cielo y rozar las estrellas.
“Kate... Oh…” Jadeó intentado pedirle que parara si no quería que acabara allí mismo.
Beckett sonrió entendiéndolo y soltó su miembro retirando el pequeño pedacito de hielo que quedaba. Se lo restregó por el cuerpo acercándose a besarle con ganas. “¿Estás listo?”. Susurró en sus labios mientras le mordía el labio inferior. Rick asintió volviendo a atrapar los labios de su amada.
Entonces, Kate volvió a coger otro hielo y se lo pasó a él por el cuerpo, acariciándolo y besándolo. Después, se lo pasó a sí misma por su cuerpo volviendo a lograr que sus pezones, aún algo erectos, volvieran a endurecerse del todo. Ambos jadeaban, llenos de placer, deseosos de llegar al cielo y agarrar todas las estrellas posibles. Ella, colocó, de nuevo, el hielo medio derretido sobre la punta del miembro de Castle y con cuidado, se puso sobre él haciendo que tanto el hielo como el miembro de Rick se introdujeran en su interior.
Castle abrió los ojos de par en par y apretó las manos al sentir aquella mezcla del frío del hielo y el calor de sus cuerpos. Jamás pensó que una sensación así pudiera ser tan placentera. Gimió con fuerza, acompasando sus limitados movimientos a los de la inspectora que cabalgaba suavemente sobre él intentando aún que su interior se acostumbrase al miembro de Rick y al hielo juntos. Continuaron un baile lento, ella sobre él; él ligeramente arqueado; ambos disfrutando como nunca tras aquel juego que la inspectora había planeado y llevado a cabo para él. Kate apoyó sus manos sobre los pechos de él para ayudarse en cada movimiento y se inclinó también para besar sus labios con adoración mientras seguía moviéndose sobre él. Vio cómo Castle quiso tirar de sus brazos para acariciarla pero no pudo a causa de las esposas. Entonces, alargó sus manos sin dejar de moverse, ahora en círculos, y le soltó las manos de las esposas dejándole completamente libre. Rick llevó directamente sus manos a la espalda de ella, acariciándola con adoración y después las posó en su trasero ayudándola con los movimientos.
Ambos llegaron juntos a los más alto, estallando en un profundo y sonoro orgasmo. Llegaron al clímax mirándose a los ojos, con amor, con deseo y de la mejor forma que jamás ninguno hubiera experimentado antes. Cuando consiguieron tranquilizar sus respiraciones, Rick salió del interior de ella y le hizo tumbarse a su lado, abrazándola con ternura y apoyando la cabeza de ella sobre su pecho. Se dedicó a acariciarle el pelo y la espalda mientras ambos continuaban intentando respirar pausadamente, con una sonrisa enorme en el rostro.
“Gracias…”. Susurró Rick medio dormido, abrazado a ella.
“Feliz cumpleaños cariño…”. Le besó el pecho cerrando los ojos y quedándose dormida entre sus brazos. “Te quiero…”. Susurró ya prácticamente entregada a Morfeo.
Castle sonrió ampliamente al ver que se quedaba dormida. “Yo también te quiero…”. Le susurró y estiró las sábanas de manera que ambos cuerpos quedaron tapados. Se abrazó más a ella quedándose dormido al de nada.
¿Bien?
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Impresionante!!!!!!! Me encanta, cada vez más!!!!! Pasalo bien de vacaciones!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Has vuelto!!
Me encantan todos los capis que has subido
Sigue pasandolo genial
Me encantan todos los capis que has subido
Sigue pasandolo genial
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¿Hola? ¿Hay alguien? jajaja
Vengo con lo último que tengo escrito. Me voy ya mismo de vacaciones y allí no tengo casi ni internet, así que vuelvo el domingo o el lunes, como tarde!
Disfrutad de la semana y... GRACIAS por seguir leyendo y por todos vuestros comentarios!
Por la mañana, el primero en abrir los ojos fue Castle. Sonrió al recordar la noche anterior, el baile que ella le había dedicado, cómo le había encantado el juego con los hielos y la forma en la que se habían amado. Besó el pelo de Kate que seguía acurrucada entre sus brazos, completamente dormida. Se quedó observando cómo dormía completamente desnuda abrazada a él y tapada únicamente por un pedazo de sábana. Le dio dulces caricias en la espalda, muy suaves tratando de no despertarla. Se mordió el labio pensando en cuánto la quería y en que, a pesar de todo, esa huída les había unido aún más como pareja. Soltó un suave suspiro cargado de amor y con cuidado de no perturbar el sueño de la inspectora, deshizo el abrazo levantándose de la cama para preparar el desayuno. Se puso únicamente los boxers y bajó a la cocina a hacer el desayuno.
Mientras Castle estaba abajo cocinando, el sueño de Kate se vio interrumpido por un sonido que al principio no reconoció. Frunció el ceño intentando espabilarse y comprobar de dónde venía. Abrió los ojos pero tuvo que volver a cerrarlos para que la luz que entraba por la ventana no le cegara. Se restregó los ojos y los fue abriendo poco a poco hasta acostumbrarse a la luminosidad. Se sentó en la cama sin importarle que las sábanas resbalaran por su cuerpo y se quedara desnuda. Buscó el causante de aquel sonido y lo encontró en la mesita de noche al lado del plato en el que por la noche había subido los hielos y en el que ahora sólo quedaba agua derretida. Frunció fuerte el ceño mirando el teléfono móvil que no paraba de sonar. Aquella llamada sólo podía ser de Gates, que era la única que conocía ese teléfono. Se puso nerviosa sólo de pensar qué tendría que contarles la capitana. Tragó saliva, estiró el brazo y descolgó la llamada.
“¿Si?”. Contestó mordiéndose el labio e intentando permanecer atenta a todos los sonidos que escuchara por el otro lado de la línea.
“Señorita Wilson…”. Kate reconoció de inmediato la voz de la capitana y su corazón dio un pequeño vuelco. Agudizó el oído intentando descubrir a qué se debía esa llamada. “Le llamo desde Nueva York para informarle de que tanto usted como su marido tienen que regresar a la ciudad. Su padre ha despertado del coma en el que se encontraba desde hacía casi un año”. Al oír aquello, Kate soltó todo el aire que había estado guardando mientras escuchaba la voz de Gates. Inmediatamente se tranquilizó. Esa frase era la que habían acordado antes de huir. Sólo sería pronunciada en caso de que el juicio contra Bracken se hubiera celebrado y tanto él como todos sus secuaces estuvieran en prisión y, por lo tanto, ellos podían volver a sus casas.
“Gracias, en cuanto podamos cogeremos el primer vuelo”. Sonrió ampliamente mordiéndose fuerte el labio. Aquello había terminado y podrían volver con sus familias y comenzar una vida juntos. “¿Cómo está él?”. Preguntó esperando que su capitana entendiera la pregunta.
“Se encuentra bien señorita. Su familia le está esperando. Hasta pronto”. Colgó la llamada lo antes posible para que, en caso de que alguien les estuviera espiando, no lograran localizar a Castle y Beckett.
Kate se quedó con el móvil en la mano, mirándolo pero sin verlo realmente. Tenía una pequeña sonrisa dibujada en sus labios. Le acababan de decir que se había acabado el huir. Que podía volver con su padre, que todos se encontraban bien y que tanto Castle como ella podían regresar a casa y seguir con sus vidas.
Así la encontró Castle cuando llegó a la habitación cargando la bandeja con el desayuno. Frunció el ceño al verla así, mirando el teléfono. Si no fuera por la sonrisa que tenía, pensaría que algo grave acababa de ocurrir. Dejó la bandeja en la otra mesita de noche y se sentó a su lado en la cama, acariciándole la espalda suavemente.
“Kate… ¿todo bien?”. Le dio un beso en el pelo observándola un poco preocupado, aunque aquella sonrisa le decía que estuviera tranquilo.
Beckett salió de su ensoñación y miró a Castle con los ojos ligeramente humedecidos por las lágrimas que pujaban por salir. Sin decir nada, se abrazó muy fuerte a él cerrando los ojos y dejando salir las lágrimas. “Nos volvemos a casa Rick”. Consiguió pronunciar tras unos segundos abrazados. “Me… me acaba de llamar Gates”. Se separó de él para mirarle a los ojos con una gran sonrisa y con los ojos llenos de lágrimas, lágrimas de emoción y felicidad. Agarró la cara del escritor con las dos manos y le besó profundamente. “Me ha dicho la frase y podemos volvernos a casa cariño”. Le miró a los ojos esperando la reacción de él.
“¡¿De… de verdad?!”. Exclamó bastante alto debido a la emoción del momento. Kate asintió enérgicamente. “Amor, ¡eso es genial! Podemos volver a casa, con nuestras familias y empezar una vida juntos allí”. Le sonrió ampliamente y él también derramó un par de lágrimas.
Se volvieron a abrazar con fuerza y cuando consiguieron calmarse un poco y decidir que saldrían en el vuelo de por la noche, desayunaron en la cama, sin dejar de sonreír en ningún momento.
Compraron los billetes para Nueva York, recogieron todas sus cosas, guardándolas en las maletas y salieron a hacer una visita rápida de la ciudad y sus alrededores. Comieron por allí y hacia las 6 de la tarde volvieron a coger las maletas, las cargaron en el coche que habían alquilado y condujeron hasta el aeropuerto. Allí dejaron el coche, facturaron y se sentaron a esperar a que les llamaran para embarcar.
¡GRACIAS POR CADA LECTURA Y CADA COMENTARIO!
Prometo volver!
Decidme qué os va pareciendo la historia o qué esperáis que ocurra en Nueva York!
Vengo con lo último que tengo escrito. Me voy ya mismo de vacaciones y allí no tengo casi ni internet, así que vuelvo el domingo o el lunes, como tarde!
Disfrutad de la semana y... GRACIAS por seguir leyendo y por todos vuestros comentarios!
Por la mañana, el primero en abrir los ojos fue Castle. Sonrió al recordar la noche anterior, el baile que ella le había dedicado, cómo le había encantado el juego con los hielos y la forma en la que se habían amado. Besó el pelo de Kate que seguía acurrucada entre sus brazos, completamente dormida. Se quedó observando cómo dormía completamente desnuda abrazada a él y tapada únicamente por un pedazo de sábana. Le dio dulces caricias en la espalda, muy suaves tratando de no despertarla. Se mordió el labio pensando en cuánto la quería y en que, a pesar de todo, esa huída les había unido aún más como pareja. Soltó un suave suspiro cargado de amor y con cuidado de no perturbar el sueño de la inspectora, deshizo el abrazo levantándose de la cama para preparar el desayuno. Se puso únicamente los boxers y bajó a la cocina a hacer el desayuno.
Mientras Castle estaba abajo cocinando, el sueño de Kate se vio interrumpido por un sonido que al principio no reconoció. Frunció el ceño intentando espabilarse y comprobar de dónde venía. Abrió los ojos pero tuvo que volver a cerrarlos para que la luz que entraba por la ventana no le cegara. Se restregó los ojos y los fue abriendo poco a poco hasta acostumbrarse a la luminosidad. Se sentó en la cama sin importarle que las sábanas resbalaran por su cuerpo y se quedara desnuda. Buscó el causante de aquel sonido y lo encontró en la mesita de noche al lado del plato en el que por la noche había subido los hielos y en el que ahora sólo quedaba agua derretida. Frunció fuerte el ceño mirando el teléfono móvil que no paraba de sonar. Aquella llamada sólo podía ser de Gates, que era la única que conocía ese teléfono. Se puso nerviosa sólo de pensar qué tendría que contarles la capitana. Tragó saliva, estiró el brazo y descolgó la llamada.
“¿Si?”. Contestó mordiéndose el labio e intentando permanecer atenta a todos los sonidos que escuchara por el otro lado de la línea.
“Señorita Wilson…”. Kate reconoció de inmediato la voz de la capitana y su corazón dio un pequeño vuelco. Agudizó el oído intentando descubrir a qué se debía esa llamada. “Le llamo desde Nueva York para informarle de que tanto usted como su marido tienen que regresar a la ciudad. Su padre ha despertado del coma en el que se encontraba desde hacía casi un año”. Al oír aquello, Kate soltó todo el aire que había estado guardando mientras escuchaba la voz de Gates. Inmediatamente se tranquilizó. Esa frase era la que habían acordado antes de huir. Sólo sería pronunciada en caso de que el juicio contra Bracken se hubiera celebrado y tanto él como todos sus secuaces estuvieran en prisión y, por lo tanto, ellos podían volver a sus casas.
“Gracias, en cuanto podamos cogeremos el primer vuelo”. Sonrió ampliamente mordiéndose fuerte el labio. Aquello había terminado y podrían volver con sus familias y comenzar una vida juntos. “¿Cómo está él?”. Preguntó esperando que su capitana entendiera la pregunta.
“Se encuentra bien señorita. Su familia le está esperando. Hasta pronto”. Colgó la llamada lo antes posible para que, en caso de que alguien les estuviera espiando, no lograran localizar a Castle y Beckett.
Kate se quedó con el móvil en la mano, mirándolo pero sin verlo realmente. Tenía una pequeña sonrisa dibujada en sus labios. Le acababan de decir que se había acabado el huir. Que podía volver con su padre, que todos se encontraban bien y que tanto Castle como ella podían regresar a casa y seguir con sus vidas.
Así la encontró Castle cuando llegó a la habitación cargando la bandeja con el desayuno. Frunció el ceño al verla así, mirando el teléfono. Si no fuera por la sonrisa que tenía, pensaría que algo grave acababa de ocurrir. Dejó la bandeja en la otra mesita de noche y se sentó a su lado en la cama, acariciándole la espalda suavemente.
“Kate… ¿todo bien?”. Le dio un beso en el pelo observándola un poco preocupado, aunque aquella sonrisa le decía que estuviera tranquilo.
Beckett salió de su ensoñación y miró a Castle con los ojos ligeramente humedecidos por las lágrimas que pujaban por salir. Sin decir nada, se abrazó muy fuerte a él cerrando los ojos y dejando salir las lágrimas. “Nos volvemos a casa Rick”. Consiguió pronunciar tras unos segundos abrazados. “Me… me acaba de llamar Gates”. Se separó de él para mirarle a los ojos con una gran sonrisa y con los ojos llenos de lágrimas, lágrimas de emoción y felicidad. Agarró la cara del escritor con las dos manos y le besó profundamente. “Me ha dicho la frase y podemos volvernos a casa cariño”. Le miró a los ojos esperando la reacción de él.
“¡¿De… de verdad?!”. Exclamó bastante alto debido a la emoción del momento. Kate asintió enérgicamente. “Amor, ¡eso es genial! Podemos volver a casa, con nuestras familias y empezar una vida juntos allí”. Le sonrió ampliamente y él también derramó un par de lágrimas.
Se volvieron a abrazar con fuerza y cuando consiguieron calmarse un poco y decidir que saldrían en el vuelo de por la noche, desayunaron en la cama, sin dejar de sonreír en ningún momento.
Compraron los billetes para Nueva York, recogieron todas sus cosas, guardándolas en las maletas y salieron a hacer una visita rápida de la ciudad y sus alrededores. Comieron por allí y hacia las 6 de la tarde volvieron a coger las maletas, las cargaron en el coche que habían alquilado y condujeron hasta el aeropuerto. Allí dejaron el coche, facturaron y se sentaron a esperar a que les llamaran para embarcar.
¡GRACIAS POR CADA LECTURA Y CADA COMENTARIO!
Prometo volver!
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livingmylife- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Me sigue pareciendo perfecta!!!!!!! Disfruta de las vacaciones!!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta el transcurso de la fistoria espero que cuando esten en NY beckett se quede embarazada o castle le pida matrimonio y que becket vaya a visitar la tumba de su madre con castle y le diga que esta con el y que el culpable ya esta entre rejas
Me encantaria que fuera asi pero se que pongas lo que pongas estara fenomenal
mucha suerte
Me encantaria que fuera asi pero se que pongas lo que pongas estara fenomenal
mucha suerte
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
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Edad : 28
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta el transcurso de la fistoria espero que cuando esten en NY beckett se quede embarazada o castle le pida matrimonio y que becket vaya a visitar la tumba de su madre con castle y le diga que esta con el y que el culpable ya esta entre rejas
Me encantaria que fuera asi pero se que pongas lo que pongas estara fenomenal
mucha suerte
Me encantaria que fuera asi pero se que pongas lo que pongas estara fenomenal
mucha suerte
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 27/06/2014
Edad : 28
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Dios, muero de emocion!! :33 Ya van a volver YEIH! Que disfrutes de tus vacaciones! Estare aqui esperando tu actualizacion con muchas ansias ksadnasdnsa
Geovita:33- Ayudante de policia
- Mensajes : 81
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love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡¡QUE GUAY VUELVEN A CASA!!
Que emocionante será el reencuentro
Yo espero que Castle le pida que se vaya a vivir con él o que le pida matrimonio que sería mejor
Sigue disfrutando de tus vacaciones te estaremos esperando
Que emocionante será el reencuentro
Yo espero que Castle le pida que se vaya a vivir con él o que le pida matrimonio que sería mejor
Sigue disfrutando de tus vacaciones te estaremos esperando
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Que bien que vuelvan ya
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
Ajbdjejfjdjebciwn sin palabraaaaas me encanto!!!
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Muy buenas! ¡Estoy de vuelta! Y traigo un cachito de la vuelta de ellos a casa... jajajaa
Espero que hayáis pasado unas buenas vacaciones. Volvemos a la rutina!
GRACIAS, gracias, gracias por todos los comentarios y todas las sugerencias... Tengo algo bonito en mente que espero que os guste!
¿Seguimos?
Estaban sentados el uno al lado del otro. Kate jugaba con la pulsera que le había regalado Richard. Estaba bastante callada, aunque no dejaba de sonreír.
“¿Estás nerviosa?”. Preguntó él tras unos largos minutos en los que ella no decía nada.
“Un poco, sí”. Respondió concentrada en la pulsera que tenía entre sus manos y se mordió el labio alzando la mirada para mirar a Castle. “Confió en Gates y sé que si nos ha avisado de que podemos volver es porque no hay ningún peligro, pero esa gente ya sabemos cómo es y tengo un poco de miedo de que quede alguien y nos hagan la vida imposible”. Suspiró soltando el aire despacio.
“Aunque no me caiga muy bien, sé que hace su trabajo mejor que nadie. Gates se habrá asegurado de que no quede nadie libre, Kate. Habrá atado todos los cabos, ya lo verás”. Le besó el pelo pasando su brazo por los hombros de ella para abrazarla con cariño.
Kate se dejó hacer apoyando su cabeza sobre el hombro del escritor. “Hay otra cosa en la que no puedo dejar de pensar…”. Susurró cerrando un momento los ojos.
“¿Cuál es?”. Preguntó él también en un susurro, aunque creía saber lo que sería. Empezó a acariciar el brazo de la inspectora para darle ánimo a que se abriera a él.
Kate cogió aire antes de hablar. “Todos estos días juntos nos han unido muchísimo y…”. Se mordió el labio para continuar. “Allí cada uno tiene su casa, yo siempre he sido muy solitaria y ahora mismo tengo sentimientos encontrados... Sé que te echaré de menos en cuanto pise mi apartamento y sienta la soledad, pero no sé si estoy preparada para vivir juntos de repente y dejar atrás todo el silencio que me ha acompañado siempre en mi casa, en mi vida..”. Le miró un momento para comprobar cómo estaban sentando sus palabras al escritor y vio que él le sonreía un poco. Aquello le tranquilizó y decidió seguir hablando. “Sé que este tiempo huyendo ha sido como si viviéramos juntos, pero no es lo mismo. Aquello es mi casa, tu casa, tu familia, mi padre, mi trabajo y el tuyo. Son nuestras vidas, que lo han sido siempre por separado y aunque me muero de ganas por estar contigo a cada momento…”. Respiró hondo. “Necesito que durante un tiempo, vivamos cada uno en su casa y veamos cómo nos lo montamos”. Le miró a los ojos y le acarició la mejilla con cariño. “Aunque eso no quiere decir que algún día yo me quede en tu casa a dormir o que tú vengas a la mía”. Concluyó con una pequeña sonrisa, lo que hizo que Castle ampliara la suya.
“Kate, te lo dije una vez y te lo vuelvo a repetir. Después de haber esperado tanto tiempo, no me importa esperar un poco más. Porque ahora te tengo y eso me da todas las fuerzas del mundo. Iremos con calma, hablaremos siempre de nuestros miedos y dudas y conseguiremos que esto funcione”. Le besó con cariño cerrando los ojos para demostrarle así, una vez más, el amor que sentía por ella. “Te quiero”. Le susurró aún pegado a sus labios.
“Gracias…”. Le acarició la mejilla con infinita ternura. “Yo también te quiero”. Le susurró volviéndole a besar con cariño.
Justo en ese momento escucharon cómo por los altavoces del aeropuerto llamaban a los pasajeros de su vuelo para que embarcaran. Así que se levantaron cogidos de la mano y fueron hasta la puerta de embarque.
Durante el vuelo ambos se quedaron dormidos. Estaban cansados por el viaje, pero sobre todo, por la emoción y los nervios de volver a casa. Cuando apenas faltaban 20 minutos para que el avión aterrizara en el aeropuerto, Castle se despertó. Se desperezó y sonrió al ver por le rabillo del ojo cómo Beckett seguía dormida con la cabeza apoyada en su hombro. Anunciaron que en breves el avión descendería y decidió que era mejor despertarla para que se fuera espabilado y preparando para llegar a casa.
“Kate, cariño… despierta que ya casi estamos llegando”. Le besó el pelo y agarró su mano con ternura acariciándosela haciendo que ella fuera abriendo poco a poco los ojos. “Acaban de avisar que enseguida aterrizaremos”. Comentó cuando vio que ella alzaba la cabeza y le miraba con una pequeña sonrisa, aún medio adormilada.
Kate se estiró con una media sonrisa consiguiendo desentumecer sus músculos. “Me he quedado dormida, no pensaba que podría”. Sonrió más para darle un beso en la mejilla a Rick. “¿Tú has conseguido dormir?”.
“Uhum… Me acabo de despertar también”. Le sonrió y vio que pedían que se abrocharan los cinturones de seguridad. Ató el suyo y mientras Kate se retocaba un poco el pelo se inclinó sobre ella para atarle el cinturón.
“Gracias”. Le sonrió ella mientras se retocaba también el maquillaje mirándose a un pequeño espejito que siempre llevaba en su bolso. “Es usted todo un caballero, señor Castle”. Comentó divertida abriendo ligeramente los labios mientras se daba un poco de rimel.
“Con usted siempre señorita Beckett”. Le sonrió con cariño y cuando ésta acabó su tarea y cerró el espejito, se acercó a sus labios y se los beso intensamente.
“Mmm… ¿Y esto?”. Le mordió el labio tirando de él suavemente. Ambos se sonreían atontados.
“Es que me estaban llamando y pidiendo a gritos que los besara”. Se excusó levantando los hombros como un niño pequeño y fijó la vista en el pasillo, muy sonriente.
“Tendrás morro…”. Murmuró ella golpeándole el brazo y soltando una carcajada.
“Un poco, pero jamás admitiré haber reconocido eso”. Rió el también y entrelazaron sus manos preparándose para el aterrizaje.
El avión pisó tierra sin ningún problema y antes de lo que pensaban, estaban esperando a sus maletas. No sabían si alguien iría a recibirlos o si tendrían que volver solos. Y de ir alguien al aeropuerto, no estaban seguros de si sería únicamente Gates o también sus familias.
Cuando divisaron sus maletas, las agarraron sacándolas de la cinta que las transportaba y las posaron en el suelo. Kate se colgó el bolso y agarró su maleta. Miró a Castle que ya había agarrado la maleta. “¿Preparado?”. Él asintió y caminaron uno al lado del otro hacia la salida.
Y.... PRÓXIMAMENTE MÁS!
Gracias de nuevo por seguir leyéndome!
Espero que hayáis pasado unas buenas vacaciones. Volvemos a la rutina!
GRACIAS, gracias, gracias por todos los comentarios y todas las sugerencias... Tengo algo bonito en mente que espero que os guste!
¿Seguimos?
Estaban sentados el uno al lado del otro. Kate jugaba con la pulsera que le había regalado Richard. Estaba bastante callada, aunque no dejaba de sonreír.
“¿Estás nerviosa?”. Preguntó él tras unos largos minutos en los que ella no decía nada.
“Un poco, sí”. Respondió concentrada en la pulsera que tenía entre sus manos y se mordió el labio alzando la mirada para mirar a Castle. “Confió en Gates y sé que si nos ha avisado de que podemos volver es porque no hay ningún peligro, pero esa gente ya sabemos cómo es y tengo un poco de miedo de que quede alguien y nos hagan la vida imposible”. Suspiró soltando el aire despacio.
“Aunque no me caiga muy bien, sé que hace su trabajo mejor que nadie. Gates se habrá asegurado de que no quede nadie libre, Kate. Habrá atado todos los cabos, ya lo verás”. Le besó el pelo pasando su brazo por los hombros de ella para abrazarla con cariño.
Kate se dejó hacer apoyando su cabeza sobre el hombro del escritor. “Hay otra cosa en la que no puedo dejar de pensar…”. Susurró cerrando un momento los ojos.
“¿Cuál es?”. Preguntó él también en un susurro, aunque creía saber lo que sería. Empezó a acariciar el brazo de la inspectora para darle ánimo a que se abriera a él.
Kate cogió aire antes de hablar. “Todos estos días juntos nos han unido muchísimo y…”. Se mordió el labio para continuar. “Allí cada uno tiene su casa, yo siempre he sido muy solitaria y ahora mismo tengo sentimientos encontrados... Sé que te echaré de menos en cuanto pise mi apartamento y sienta la soledad, pero no sé si estoy preparada para vivir juntos de repente y dejar atrás todo el silencio que me ha acompañado siempre en mi casa, en mi vida..”. Le miró un momento para comprobar cómo estaban sentando sus palabras al escritor y vio que él le sonreía un poco. Aquello le tranquilizó y decidió seguir hablando. “Sé que este tiempo huyendo ha sido como si viviéramos juntos, pero no es lo mismo. Aquello es mi casa, tu casa, tu familia, mi padre, mi trabajo y el tuyo. Son nuestras vidas, que lo han sido siempre por separado y aunque me muero de ganas por estar contigo a cada momento…”. Respiró hondo. “Necesito que durante un tiempo, vivamos cada uno en su casa y veamos cómo nos lo montamos”. Le miró a los ojos y le acarició la mejilla con cariño. “Aunque eso no quiere decir que algún día yo me quede en tu casa a dormir o que tú vengas a la mía”. Concluyó con una pequeña sonrisa, lo que hizo que Castle ampliara la suya.
“Kate, te lo dije una vez y te lo vuelvo a repetir. Después de haber esperado tanto tiempo, no me importa esperar un poco más. Porque ahora te tengo y eso me da todas las fuerzas del mundo. Iremos con calma, hablaremos siempre de nuestros miedos y dudas y conseguiremos que esto funcione”. Le besó con cariño cerrando los ojos para demostrarle así, una vez más, el amor que sentía por ella. “Te quiero”. Le susurró aún pegado a sus labios.
“Gracias…”. Le acarició la mejilla con infinita ternura. “Yo también te quiero”. Le susurró volviéndole a besar con cariño.
Justo en ese momento escucharon cómo por los altavoces del aeropuerto llamaban a los pasajeros de su vuelo para que embarcaran. Así que se levantaron cogidos de la mano y fueron hasta la puerta de embarque.
Durante el vuelo ambos se quedaron dormidos. Estaban cansados por el viaje, pero sobre todo, por la emoción y los nervios de volver a casa. Cuando apenas faltaban 20 minutos para que el avión aterrizara en el aeropuerto, Castle se despertó. Se desperezó y sonrió al ver por le rabillo del ojo cómo Beckett seguía dormida con la cabeza apoyada en su hombro. Anunciaron que en breves el avión descendería y decidió que era mejor despertarla para que se fuera espabilado y preparando para llegar a casa.
“Kate, cariño… despierta que ya casi estamos llegando”. Le besó el pelo y agarró su mano con ternura acariciándosela haciendo que ella fuera abriendo poco a poco los ojos. “Acaban de avisar que enseguida aterrizaremos”. Comentó cuando vio que ella alzaba la cabeza y le miraba con una pequeña sonrisa, aún medio adormilada.
Kate se estiró con una media sonrisa consiguiendo desentumecer sus músculos. “Me he quedado dormida, no pensaba que podría”. Sonrió más para darle un beso en la mejilla a Rick. “¿Tú has conseguido dormir?”.
“Uhum… Me acabo de despertar también”. Le sonrió y vio que pedían que se abrocharan los cinturones de seguridad. Ató el suyo y mientras Kate se retocaba un poco el pelo se inclinó sobre ella para atarle el cinturón.
“Gracias”. Le sonrió ella mientras se retocaba también el maquillaje mirándose a un pequeño espejito que siempre llevaba en su bolso. “Es usted todo un caballero, señor Castle”. Comentó divertida abriendo ligeramente los labios mientras se daba un poco de rimel.
“Con usted siempre señorita Beckett”. Le sonrió con cariño y cuando ésta acabó su tarea y cerró el espejito, se acercó a sus labios y se los beso intensamente.
“Mmm… ¿Y esto?”. Le mordió el labio tirando de él suavemente. Ambos se sonreían atontados.
“Es que me estaban llamando y pidiendo a gritos que los besara”. Se excusó levantando los hombros como un niño pequeño y fijó la vista en el pasillo, muy sonriente.
“Tendrás morro…”. Murmuró ella golpeándole el brazo y soltando una carcajada.
“Un poco, pero jamás admitiré haber reconocido eso”. Rió el también y entrelazaron sus manos preparándose para el aterrizaje.
El avión pisó tierra sin ningún problema y antes de lo que pensaban, estaban esperando a sus maletas. No sabían si alguien iría a recibirlos o si tendrían que volver solos. Y de ir alguien al aeropuerto, no estaban seguros de si sería únicamente Gates o también sus familias.
Cuando divisaron sus maletas, las agarraron sacándolas de la cinta que las transportaba y las posaron en el suelo. Kate se colgó el bolso y agarró su maleta. Miró a Castle que ya había agarrado la maleta. “¿Preparado?”. Él asintió y caminaron uno al lado del otro hacia la salida.
Y.... PRÓXIMAMENTE MÁS!
Gracias de nuevo por seguir leyéndome!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Gracias por seguir tan rápido!! Espero que hayas disfrutado de tus vacaciones!! Me encanta!!! Perfecto, como siempre!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Meeeee encantaaaaaaa ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta y espero capi cuanto antes
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes!
Os traigo otro nuevo trocito!
GRACIAS por cada lectura y cada comentario!
Salieron junto con el resto de pasajeros y entre la multitud, Castle pudo distinguir a su hija y a su madre esperando con el padre de Kate y la capitana. Por detrás, llegaban Ryan con Jenny y Espósito con Lannie. Sonrió feliz de verlos a todos allí. Agarró la mano libre de Kate y le dio un pequeño apretón para llamar su atención. Cuando ésta le miró, le señaló con la cabeza hacia donde se encontraban sus familias. Cuando la inspectora los vio a todos, incluido su padre, no pudo evitar sonreír completamente y soltando la mano de Castle echar casi a correr, maleta arrastras, para abrazar con fuerza primero a su padre y después al resto, incluyendo a Martha y a Alexis, por su puesto. Incluso dio un pequeño abrazo a Gates, quien lo aceptó entre sorprendida y agradecida.
Castle la siguió por detrás dejando que fuera ella la que saludara primero. Después, abrazó y besó a su madre y a Alexis, abrazó a Lannie y apretó la mano del resto, incluido el padre de Kate.
“¿Cómo estáis, queridos?”. Preguntó Martha un poco emocionada al tener de vuelta a su hijo, y a Kate.
“Bien”. Contestaron los dos casi al unísono, creando las carcajadas del resto.
“Cansados y deseando volver, la verdad”. Siguió Castle mirando a Beckett, quien asintió con una sonrisa.
Jim Beckett se acercó a su hija y la abrazó apretándola fuerte entre sus brazos. Ésta se dejó mimar por su padre, con una gran sonrisa.
“¿Cómo están las cosas por aquí? ¿Qué tal estáis todos?”. Preguntó Kate mientras caminaban hacia fuera y Castle llevaba su maleta.
“¡Bien! Sin echaros de menos ni nada de eso”. Comentó Espósito sonriente y ganándose un codazo de la forense.
“No le hagas ni caso. Se han estado quejando todo el tiempo de lo que te echaban de menos en comisaría”. Castle fue a hablar para preguntar qué pasaba con él pero Lannie se adelantó respondiéndole. “De tu falta no se han quejado tanto Castle, pero también lo han hecho alguna que otra vez”. Le sonrió guiñándole el ojo y creando de nuevo las carcajadas de todos.
“¿Y qué ha sido del caso?”. Preguntó la inspectora, directa, sin poder aguantar más y mirando directamente a la capitana Gates.
“Lo sabrá a su debido tiempo, inspectora”. Le contestó ésta. “Ahora imagino que querrá descansar. Mañana le espero en comisaría para informarle de todo”. Miró al escritor y añadió. “A usted también, señor Castle. Al fin y al cabo, usted también se ha visto involucrado en todo esto”. Éste asintió en señal de afirmación y de agradecimiento por informarle también a él. “De momento sólo les adelanto que está todo bien y que, precisamente por eso, les he dejado volver”. Posó una mano en el hombro de Kate y le sonrió. La inspectora le devolvió la sonrisa. “Y ahora, les dejo que me esperan para cenar”. Se montó en su coche ya en el aparcamiento y se despidió de todos marchándose.
Beckett miró a Castle, perdida por las palabras de la capitana. Éste le devolvió la mirada dedicándola una pequeña sonrisa, escondida a los ojos de los demás, intentando tranquilizarla. Ella le correspondió mínimamente y se giró hacia Ryan y Espo. “Chicos, ¿vosotros no podríais adelantarme nada?” Preguntó Beckett cuando vio que le coche de Gates se perdía de su vista.
“Lo creas o no, Gates no nos ha dejado involucrarnos. Sólo ella sabe, a ciencia cierta, todo lo que ha pasado y lo que ha dejado de pasar. Ella os informará Beckett”. Le contestó Espósito sonriéndola para animarla. Kate suspiró mordiéndose el labio sin poder ocultar su nerviosismo.
“Venga, que seguro que queréis a descansar”. Ryan y Jenny se despidieron de ellos y Espo también se fue tras despedirse.
Martha, Alexis, Jim y Lannie comenzaron a charlar de camino a sus coches.
Rick miró a Kate sin saber qué hacer. Lannie no sabía de su relación, aunque sus padres si lo hicieran. Y no quería presionar a la inspectora. Además, quería pedirle a Kate que fuera a casa con ellos, que prepararían algo de cenar y celebrar la vuelta. Pero no se atrevía. La inspectora se mordió el labio al sentir la mirada de Castle. Sabía que algo rondaba por su cabeza, al igual que en la de ella misma. Sus sentimientos estaban encontrados. Necesitaba descansar pero tampoco quería alejarse de él. Suspiró casi inaudiblemente.
Ninguno se había percatado, pero Lannie había dejado de hablar con el resto y se dedicaba a mirarles en silencio. Enseguida supo que entre ellos pasaba algo pero se calló y decidió observar cómo actuaban ellos.
“Kate hija, ¿por qué no te vienes esta noche a casa y me cuentas cómo han sido estos meses? Tengo muchas cosas que contarte. ¡Nuestro equipo de béisbol ha mejorado su juego y podríamos ser campeones este año!”. Le comentó Jim feliz a su hija, por tenerla de nuevo de vuelta, sana y salva.
Beckett miró a su padre y le sonrió con cariño. Tal vez pasar la noche en casa de su padre le venía bien. Pero antes de aceptar el plan, miró a Castle, con cierta duda. Éste, comprendió entonces lo que le pasaba y le sonrío asintiéndole suavemente para informarle de que le parecía bien. “Está bien papá. Pero hago yo la cena”. Jim la abrazó y ella le dio un beso en la mejilla.
“¿Me podéis acercar a mí a casa?”. Preguntó la forense mirando a Jim y a Kate. “He venido en taxi pero ahora parece que no queda ninguno libre por aquí”.
“Claro, nosotros te llevamos”. Le sonrió Kate contenta también de poder pasar un rato más con su amiga.
“Papá, ¿qué te parece si pedimos nuestras pizzas favoritas y vemos alguna peli?”. Alexis se agarró al brazo de su padre sonriente, esperando una respuesta afirmativa ante su propuesta.
“¡Claro calabaza!”. Rick le sonrió a su hija besándole el pelo. “Las pediremos de camino a casa para no tener que esperar”. Miró a su madre y se sonrieron. Después, miró a Kate que no dejaba de mirarle. Alexis le soltó el brazo, contenta y se metió en el coche para atender a su móvil que no paraba de sonar. Rick aprovechó aquello para acercarse a Kate y abrazarla con fuerza.
Aquello pilló tan por sorpresa a la inspectora que al principio no pudo reaccionar. Pero después, abrazó ella también con fuerza a Castle, cerrando los ojos y relajándose.
¿No son adorables? jajaja
Os traigo otro nuevo trocito!
GRACIAS por cada lectura y cada comentario!
Salieron junto con el resto de pasajeros y entre la multitud, Castle pudo distinguir a su hija y a su madre esperando con el padre de Kate y la capitana. Por detrás, llegaban Ryan con Jenny y Espósito con Lannie. Sonrió feliz de verlos a todos allí. Agarró la mano libre de Kate y le dio un pequeño apretón para llamar su atención. Cuando ésta le miró, le señaló con la cabeza hacia donde se encontraban sus familias. Cuando la inspectora los vio a todos, incluido su padre, no pudo evitar sonreír completamente y soltando la mano de Castle echar casi a correr, maleta arrastras, para abrazar con fuerza primero a su padre y después al resto, incluyendo a Martha y a Alexis, por su puesto. Incluso dio un pequeño abrazo a Gates, quien lo aceptó entre sorprendida y agradecida.
Castle la siguió por detrás dejando que fuera ella la que saludara primero. Después, abrazó y besó a su madre y a Alexis, abrazó a Lannie y apretó la mano del resto, incluido el padre de Kate.
“¿Cómo estáis, queridos?”. Preguntó Martha un poco emocionada al tener de vuelta a su hijo, y a Kate.
“Bien”. Contestaron los dos casi al unísono, creando las carcajadas del resto.
“Cansados y deseando volver, la verdad”. Siguió Castle mirando a Beckett, quien asintió con una sonrisa.
Jim Beckett se acercó a su hija y la abrazó apretándola fuerte entre sus brazos. Ésta se dejó mimar por su padre, con una gran sonrisa.
“¿Cómo están las cosas por aquí? ¿Qué tal estáis todos?”. Preguntó Kate mientras caminaban hacia fuera y Castle llevaba su maleta.
“¡Bien! Sin echaros de menos ni nada de eso”. Comentó Espósito sonriente y ganándose un codazo de la forense.
“No le hagas ni caso. Se han estado quejando todo el tiempo de lo que te echaban de menos en comisaría”. Castle fue a hablar para preguntar qué pasaba con él pero Lannie se adelantó respondiéndole. “De tu falta no se han quejado tanto Castle, pero también lo han hecho alguna que otra vez”. Le sonrió guiñándole el ojo y creando de nuevo las carcajadas de todos.
“¿Y qué ha sido del caso?”. Preguntó la inspectora, directa, sin poder aguantar más y mirando directamente a la capitana Gates.
“Lo sabrá a su debido tiempo, inspectora”. Le contestó ésta. “Ahora imagino que querrá descansar. Mañana le espero en comisaría para informarle de todo”. Miró al escritor y añadió. “A usted también, señor Castle. Al fin y al cabo, usted también se ha visto involucrado en todo esto”. Éste asintió en señal de afirmación y de agradecimiento por informarle también a él. “De momento sólo les adelanto que está todo bien y que, precisamente por eso, les he dejado volver”. Posó una mano en el hombro de Kate y le sonrió. La inspectora le devolvió la sonrisa. “Y ahora, les dejo que me esperan para cenar”. Se montó en su coche ya en el aparcamiento y se despidió de todos marchándose.
Beckett miró a Castle, perdida por las palabras de la capitana. Éste le devolvió la mirada dedicándola una pequeña sonrisa, escondida a los ojos de los demás, intentando tranquilizarla. Ella le correspondió mínimamente y se giró hacia Ryan y Espo. “Chicos, ¿vosotros no podríais adelantarme nada?” Preguntó Beckett cuando vio que le coche de Gates se perdía de su vista.
“Lo creas o no, Gates no nos ha dejado involucrarnos. Sólo ella sabe, a ciencia cierta, todo lo que ha pasado y lo que ha dejado de pasar. Ella os informará Beckett”. Le contestó Espósito sonriéndola para animarla. Kate suspiró mordiéndose el labio sin poder ocultar su nerviosismo.
“Venga, que seguro que queréis a descansar”. Ryan y Jenny se despidieron de ellos y Espo también se fue tras despedirse.
Martha, Alexis, Jim y Lannie comenzaron a charlar de camino a sus coches.
Rick miró a Kate sin saber qué hacer. Lannie no sabía de su relación, aunque sus padres si lo hicieran. Y no quería presionar a la inspectora. Además, quería pedirle a Kate que fuera a casa con ellos, que prepararían algo de cenar y celebrar la vuelta. Pero no se atrevía. La inspectora se mordió el labio al sentir la mirada de Castle. Sabía que algo rondaba por su cabeza, al igual que en la de ella misma. Sus sentimientos estaban encontrados. Necesitaba descansar pero tampoco quería alejarse de él. Suspiró casi inaudiblemente.
Ninguno se había percatado, pero Lannie había dejado de hablar con el resto y se dedicaba a mirarles en silencio. Enseguida supo que entre ellos pasaba algo pero se calló y decidió observar cómo actuaban ellos.
“Kate hija, ¿por qué no te vienes esta noche a casa y me cuentas cómo han sido estos meses? Tengo muchas cosas que contarte. ¡Nuestro equipo de béisbol ha mejorado su juego y podríamos ser campeones este año!”. Le comentó Jim feliz a su hija, por tenerla de nuevo de vuelta, sana y salva.
Beckett miró a su padre y le sonrió con cariño. Tal vez pasar la noche en casa de su padre le venía bien. Pero antes de aceptar el plan, miró a Castle, con cierta duda. Éste, comprendió entonces lo que le pasaba y le sonrío asintiéndole suavemente para informarle de que le parecía bien. “Está bien papá. Pero hago yo la cena”. Jim la abrazó y ella le dio un beso en la mejilla.
“¿Me podéis acercar a mí a casa?”. Preguntó la forense mirando a Jim y a Kate. “He venido en taxi pero ahora parece que no queda ninguno libre por aquí”.
“Claro, nosotros te llevamos”. Le sonrió Kate contenta también de poder pasar un rato más con su amiga.
“Papá, ¿qué te parece si pedimos nuestras pizzas favoritas y vemos alguna peli?”. Alexis se agarró al brazo de su padre sonriente, esperando una respuesta afirmativa ante su propuesta.
“¡Claro calabaza!”. Rick le sonrió a su hija besándole el pelo. “Las pediremos de camino a casa para no tener que esperar”. Miró a su madre y se sonrieron. Después, miró a Kate que no dejaba de mirarle. Alexis le soltó el brazo, contenta y se metió en el coche para atender a su móvil que no paraba de sonar. Rick aprovechó aquello para acercarse a Kate y abrazarla con fuerza.
Aquello pilló tan por sorpresa a la inspectora que al principio no pudo reaccionar. Pero después, abrazó ella también con fuerza a Castle, cerrando los ojos y relajándose.
¿No son adorables? jajaja
livingmylife- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Dios, sigueeeeee!!!!! Me encantaaaa!!!!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Que bonito te ha quedado me ha gustado mucho sigueee
love.C.and.B.Marbele- As del póker
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Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Hola! Vengo con otro trocito!
Sigamos!
Ese abrazó únicamente sorprendió a Lannie, pero al fin y al cabo, habían pasado unos meses solos, huyendo y supuso que los habría unido más. Aunque su instinto le decía que ahí había algo más. Ya tendría tiempo de interrogar a su amiga.
“Gracias por cada momento que hemos pasado juntos…”. Le susurró el escritor de manera que sólo ella pudiera escucharlo. Le dio un beso en la mejilla.
Antes de que se soltaran del abrazo, Kate le respondió. “Gracias a ti por haberme hecho sentir tan especial, a pesar de la situación en la que estábamos”. Le sonrió con cariño dándole un pequeño beso en el hombro. Deshizo el abrazo, pero antes de separarse del todo de él, volvió a susurrarle. “Te llamo luego…” Se mordió el labio ya completamente separados y aquello sacó un gran sonrisa al escritor.
Se despidieron del resto y cada uno fue a su casa, dejando Jim y Kate primero a Lannie en la suya. La forense había decidido hablar con la inspectora al día siguiente. No quería hacerlo delante de Jim.
A la mañana siguiente, Castle y Beckett habían quedado para desayunar juntos antes de ir a comisaría y hablar con Gates. La noche anterior sólo habían hablado un momento por teléfono para contarse lo que habían hecho con sus respectivas familias y para concretar el desayuno juntos por la mañana.
Kate esa noche apenas había podido dormir. Además de nerviosa, se sentía extraña, y no por estar en casa de su padre. Todo ese tiempo huyendo, se había acostumbrado a dormir entre los brazos del escritor y ahora que le faltaban, notaba que le faltaba algo. Así que sólo pudo dormir unas tres horas. Por ello, para disimular su falta de sueño, se había maquillado un poco más de lo habitual.
Rick después de hablar por teléfono con ella, se metió en la cama y también le costó mucho dormirse, aunque al final consiguió hacerlo algo más de lo que había logrado la inspectora, aunque una terrible pesadilla lo había despertado en mitad de la noche. Él fue el primero en llegar a la cafetería en la que habían quedado, una cercana a la comisaría. Se sentó en una mesa y fue pidiendo sus dos cafés. Esperaría a Kate para pedir algo de comer.
Una bastante nerviosa Beckett llegó justo a la hora en la que habían quedado y no pudo evitar sonreír y sentirse más tranquila al verlo ahí, esperándola con dos cafés y a sabiendas de que estaría con ella en comisaría para enterarse de lo que había pasado con el caso. La puerta quedaba a la espaldas de Castle, por lo que éste no se enteró de que ella había entrado. Estaba pensativo, concentrado en romper en cachitos pequeños una servilleta. Kate aprovechó esa ventaja para acercarse despacio a él por detrás y sin que él sospechara, pasar sus brazos por el cuello del escritor pegando su cuerpo a la espalda y la silla de él y darle un cariñoso beso en la mejilla.
“¡Hey!”. Exclamó Rick sorprendido pero con una enorme sonrisa por el saludo de Kate.
“Hola…”. Susurró con una pequeña sonrisa y se sentó frente a él cogiendo entre sus manos la taza de café que la estaba esperando. “Estabas muy concentrado. ¿En qué pensabas?”. Preguntó dando un corto sorbo y después le miró mordiéndose el labio esperando su respuesta.
“En ti”. Contestó él con franqueza levantando la mirada de la servilleta completamente triturada. “En ti, en mi, en nosotros”. La miró a los ojos con intensidad y le sonrió con cariño.
“Umm.. ¿Y qué pensabas sobre nosotros?”. Le miró con cariño dedicándole una sonrisa.
Antes de que Rick pudiera contestar, una camarera se acercó a ellos preguntándoles que querrían desayunar.
“Yo un cruasán tostado por favor”. Pidió Kate casi sin dejar de mirar a Castle.
“Yo una tortilla francesa con tocino”. Dijo Rick mirando a la camarera un momento.
Ésta, tomó nota y enseguida desapareció de su vista para encargar lo que ambos habían pedido.
Cuando se quedaron solos, sus miradas volvieron a encontrarse. Ambos se miraban con intensidad. Cada uno con unas ideas y unos miedos en la cabeza y en el corazón.
Antes de que Castle respondiera a la pregunta de Beckett, ésta alargó su mano y cogió la de él jugueteando suavemente con sus dedos, acariciándoselos. “¿Sabes? Te he echado de menos esta noche. Apenas he podido pegar ojo. Entre que estoy nerviosa por la conversación con Gates y que no estabas a mi lado abrazándome, apenas he dormido un par de horas”. Le miró mordiéndose el labio sin dejar de acariciar su mano. Castle sonrió ligeramente.
Castle sonrió sin poder evitarlo ante aquella confesión. Apretó la mano de Beckett con ternura y suspiró suavemente. “Yo tampoco he dormido mucho la verdad. Te he echado de menos y también estoy nervioso por lo que Gates vaya a decirnos”.
“¿Eso es lo que has estado pensando sobre nosotros?”. Enfatizó aquella última palabra. Sabía que había algo que preocupaba al escritor y quería saber qué era, ayudarle.
“Sí y no”. Contestó con sinceridad y le dedicó una pequeña sonrisa. Kate frunció el ceño sin entender bien aquella respuesta. Al verla, Rick decidió explicarse y aclararle lo que le pasaba. “Verás, esta noche, he tenido una pequeña pesadilla.. Por lo visto, no todo había acabado como Gates se pensaba y alguien iba a por ti sin que yo pudiera hacer nada por protegerte”. Soltó el aire despacio. “Tengo una angustia continua en el pecho desde que me desperté empapado de sudor”. Confesó bajando la mirada. “Jamás me perdonaría que nada te pasara”.
“Rick, nada va a pasarme”. Le apretó las manos con cariño. Sentía una gran ternura al verlo tan preocupado por ella. “Hablaremos con Gates y si hace falta, seremos nosotros mismos los que corroboremos que todos y cada uno de los ayudantes de Bracken están en la cárcel”. Castle levantó la cabeza para mirarla a los ojos intentando serenarse con sus palabras. Kate le dedicó una sonrisa. “Y además, si algo me pasase, no sería culpa tuya”. Cogió mejor una de sus manos y se la llevó a sus labios dándole un suave y húmedo beso en ella. Le miró a los ojos con cariño y entonces pudo ver cómo una pequeña sombra cruzaba la mirada del escritor aunque éste le sonriera un poco.
“Siempre me sentiré culpable si algo te pasa Kate. No puedo evitarlo. Fui yo el que volvió a abrir el caso de tu madre y ya sabes que nunca he podido dejar de sentirme culpable por el disparo que recibiste y por todo lo que has sufrido después de que yo metiera las narices donde nadie me había llamado”.
“Pues ya puedes empezar a dejar de sentirte culpable o tendremos problemas”. Contestó Kate con seriedad borrando su sonrisa de la cara. “Gracias a que metiste las narices, como tú dices, hemos conseguido encerrar a Bracken y a todos sus enlaces. Gracias a ti he conseguido cerrar esa gran herida que llevaba conmigo desde hacía años. Gracias a eso también, estamos juntos y puedo, a partir de ahora, dedicarme a ti por completo”. Fue alzando un poco la voz a medida que iba hablando. “¡Así que deja de sentirte culpable por el disparo y por todo eso o acabaremos mal!”.
Castle abrió los ojos sorprendido y tenso por sus palabras y por el tono que éstas había tomado.
Upss....!
¡Gracias por cada comentario!
No olvidéis seguir haciéndolo!
Sigamos!
Ese abrazó únicamente sorprendió a Lannie, pero al fin y al cabo, habían pasado unos meses solos, huyendo y supuso que los habría unido más. Aunque su instinto le decía que ahí había algo más. Ya tendría tiempo de interrogar a su amiga.
“Gracias por cada momento que hemos pasado juntos…”. Le susurró el escritor de manera que sólo ella pudiera escucharlo. Le dio un beso en la mejilla.
Antes de que se soltaran del abrazo, Kate le respondió. “Gracias a ti por haberme hecho sentir tan especial, a pesar de la situación en la que estábamos”. Le sonrió con cariño dándole un pequeño beso en el hombro. Deshizo el abrazo, pero antes de separarse del todo de él, volvió a susurrarle. “Te llamo luego…” Se mordió el labio ya completamente separados y aquello sacó un gran sonrisa al escritor.
Se despidieron del resto y cada uno fue a su casa, dejando Jim y Kate primero a Lannie en la suya. La forense había decidido hablar con la inspectora al día siguiente. No quería hacerlo delante de Jim.
A la mañana siguiente, Castle y Beckett habían quedado para desayunar juntos antes de ir a comisaría y hablar con Gates. La noche anterior sólo habían hablado un momento por teléfono para contarse lo que habían hecho con sus respectivas familias y para concretar el desayuno juntos por la mañana.
Kate esa noche apenas había podido dormir. Además de nerviosa, se sentía extraña, y no por estar en casa de su padre. Todo ese tiempo huyendo, se había acostumbrado a dormir entre los brazos del escritor y ahora que le faltaban, notaba que le faltaba algo. Así que sólo pudo dormir unas tres horas. Por ello, para disimular su falta de sueño, se había maquillado un poco más de lo habitual.
Rick después de hablar por teléfono con ella, se metió en la cama y también le costó mucho dormirse, aunque al final consiguió hacerlo algo más de lo que había logrado la inspectora, aunque una terrible pesadilla lo había despertado en mitad de la noche. Él fue el primero en llegar a la cafetería en la que habían quedado, una cercana a la comisaría. Se sentó en una mesa y fue pidiendo sus dos cafés. Esperaría a Kate para pedir algo de comer.
Una bastante nerviosa Beckett llegó justo a la hora en la que habían quedado y no pudo evitar sonreír y sentirse más tranquila al verlo ahí, esperándola con dos cafés y a sabiendas de que estaría con ella en comisaría para enterarse de lo que había pasado con el caso. La puerta quedaba a la espaldas de Castle, por lo que éste no se enteró de que ella había entrado. Estaba pensativo, concentrado en romper en cachitos pequeños una servilleta. Kate aprovechó esa ventaja para acercarse despacio a él por detrás y sin que él sospechara, pasar sus brazos por el cuello del escritor pegando su cuerpo a la espalda y la silla de él y darle un cariñoso beso en la mejilla.
“¡Hey!”. Exclamó Rick sorprendido pero con una enorme sonrisa por el saludo de Kate.
“Hola…”. Susurró con una pequeña sonrisa y se sentó frente a él cogiendo entre sus manos la taza de café que la estaba esperando. “Estabas muy concentrado. ¿En qué pensabas?”. Preguntó dando un corto sorbo y después le miró mordiéndose el labio esperando su respuesta.
“En ti”. Contestó él con franqueza levantando la mirada de la servilleta completamente triturada. “En ti, en mi, en nosotros”. La miró a los ojos con intensidad y le sonrió con cariño.
“Umm.. ¿Y qué pensabas sobre nosotros?”. Le miró con cariño dedicándole una sonrisa.
Antes de que Rick pudiera contestar, una camarera se acercó a ellos preguntándoles que querrían desayunar.
“Yo un cruasán tostado por favor”. Pidió Kate casi sin dejar de mirar a Castle.
“Yo una tortilla francesa con tocino”. Dijo Rick mirando a la camarera un momento.
Ésta, tomó nota y enseguida desapareció de su vista para encargar lo que ambos habían pedido.
Cuando se quedaron solos, sus miradas volvieron a encontrarse. Ambos se miraban con intensidad. Cada uno con unas ideas y unos miedos en la cabeza y en el corazón.
Antes de que Castle respondiera a la pregunta de Beckett, ésta alargó su mano y cogió la de él jugueteando suavemente con sus dedos, acariciándoselos. “¿Sabes? Te he echado de menos esta noche. Apenas he podido pegar ojo. Entre que estoy nerviosa por la conversación con Gates y que no estabas a mi lado abrazándome, apenas he dormido un par de horas”. Le miró mordiéndose el labio sin dejar de acariciar su mano. Castle sonrió ligeramente.
Castle sonrió sin poder evitarlo ante aquella confesión. Apretó la mano de Beckett con ternura y suspiró suavemente. “Yo tampoco he dormido mucho la verdad. Te he echado de menos y también estoy nervioso por lo que Gates vaya a decirnos”.
“¿Eso es lo que has estado pensando sobre nosotros?”. Enfatizó aquella última palabra. Sabía que había algo que preocupaba al escritor y quería saber qué era, ayudarle.
“Sí y no”. Contestó con sinceridad y le dedicó una pequeña sonrisa. Kate frunció el ceño sin entender bien aquella respuesta. Al verla, Rick decidió explicarse y aclararle lo que le pasaba. “Verás, esta noche, he tenido una pequeña pesadilla.. Por lo visto, no todo había acabado como Gates se pensaba y alguien iba a por ti sin que yo pudiera hacer nada por protegerte”. Soltó el aire despacio. “Tengo una angustia continua en el pecho desde que me desperté empapado de sudor”. Confesó bajando la mirada. “Jamás me perdonaría que nada te pasara”.
“Rick, nada va a pasarme”. Le apretó las manos con cariño. Sentía una gran ternura al verlo tan preocupado por ella. “Hablaremos con Gates y si hace falta, seremos nosotros mismos los que corroboremos que todos y cada uno de los ayudantes de Bracken están en la cárcel”. Castle levantó la cabeza para mirarla a los ojos intentando serenarse con sus palabras. Kate le dedicó una sonrisa. “Y además, si algo me pasase, no sería culpa tuya”. Cogió mejor una de sus manos y se la llevó a sus labios dándole un suave y húmedo beso en ella. Le miró a los ojos con cariño y entonces pudo ver cómo una pequeña sombra cruzaba la mirada del escritor aunque éste le sonriera un poco.
“Siempre me sentiré culpable si algo te pasa Kate. No puedo evitarlo. Fui yo el que volvió a abrir el caso de tu madre y ya sabes que nunca he podido dejar de sentirme culpable por el disparo que recibiste y por todo lo que has sufrido después de que yo metiera las narices donde nadie me había llamado”.
“Pues ya puedes empezar a dejar de sentirte culpable o tendremos problemas”. Contestó Kate con seriedad borrando su sonrisa de la cara. “Gracias a que metiste las narices, como tú dices, hemos conseguido encerrar a Bracken y a todos sus enlaces. Gracias a ti he conseguido cerrar esa gran herida que llevaba conmigo desde hacía años. Gracias a eso también, estamos juntos y puedo, a partir de ahora, dedicarme a ti por completo”. Fue alzando un poco la voz a medida que iba hablando. “¡Así que deja de sentirte culpable por el disparo y por todo eso o acabaremos mal!”.
Castle abrió los ojos sorprendido y tenso por sus palabras y por el tono que éstas había tomado.
Upss....!
¡Gracias por cada comentario!
No olvidéis seguir haciéndolo!
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Madre mía,sigueeeee!!!!!! Perfecto, como siempre!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Me ha gustado mucho el capítulo pero por que kate chilla a castle estoy intrigada pero espero que sigas cuanto antes .
love.C.and.B.Marbele- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas! Vengo con otro trocito!
Respondo a tu pregunta love.C.and.B.mabel12: Kate se ha puesto así con Rick porque no quiere que él se sienta culpable por lo que le pasó. No quiere que en su cabeza haya ningún tiempo de sentimiento de culpabilidad porque ella haya seguido investigando el caso de su madre y casi la mataran. No le gusta ese sentimiento y por nada del mundo quiere que él lo tenga. Simplemente por eso.
Espero haber conseguido responder a tu pregunta! jajaja
¿Seguimos?
Kate notó cómo la miraba callado, sin decir nada, probablemente asustado por sus palabras. Entonces se dio cuenta de que tal vez había sido demasiado dura con él. “Por favor… Tu presencia, tu compañía me lleva haciendo más bien que mal desde que llegaste a esta comisaría”. Le confesó con una pequeña sonrisa y casi en un susurró.
Rick suspiró cerrando los ojos un momento y su cuerpo se relajó tras oír la voz de Kate más calmada. “Está bien, lo intentaré”. Le sonrió un poco abriendo los ojos.
En ese momento la camarera de antes volvió con sus platos. Kate y Rick soltaron sus manos para que ella pudiera dejar la comida en la mesa. Tras dejar los platos, la camarera se quedó mirando casi embobada y con una enorme sonrisa a Castle. Probablemente lo había reconocido. Aquel gesto no pasó desapercibido para Kate que negó con la cabeza mordiéndose el labio y entornó los ojos. Rick sólo miró un momento a la camarera para agradecerle con una sonrisa que les hubiera llevado ya el desayuno y ni se percató de cómo ésta le miraba. Se concentró en atacar el plato de comida. Estaba hambriento. Mientras tanto, la chica parecía no reaccionar y seguía mirando a Rick. Kate carraspeó con fuerza para que saliera de su ensoñación mientras agarraba la mano de Castle por encima de la mesa. Éste le sonrió ante el gesto y entonces la camarera, ruborizada, se alejó de allí.
“¿Siempre has tenido ese efecto en las mujeres?”. Preguntó Kate con una pequeña sonrisa a pesar del pequeño ataque de celos que acababa de vivir. Soltó la mano de Rick y empezó a comer su desayuno.
Castle la miró sin entender la pregunta, frunciendo el ceño. “¿Qué efecto?”.
“¿De verdad no te has dado cuenta cómo te miraba la camarera? Porque yo sí, y no te ha quitado el ojo de encima en todo el rato. Además, se ha quedado un buen rato mirándote embobada”. Dijo mientras iba tomando su desayuno.
“Pues no me he dado cuenta”. Sonrió el escritor. “Pero… eso no hace más que corroborar mi versión de que soy irresistible… Aunque… tú eso ya lo sabes, ¿no?”. Bromeó con cariño logrando sacar una sonrisa a Kate.
Beckett negó con la cabeza entre divertida e incrédula. “Tú siempre tan modesto Rick…”. Se terminó su café casi de un trago. Le estaba encantando el desayuno. Tendrían que repetirlo más veces.
Castle también se acabó su desayuno y ambos miraron el reloj a la vez. “Deberíamos ir subiendo a comisaría”. Faltaban casi 15 minutos para la hora en la que habían quedado con Gates y estaban a menos de cinco de la 12, pero lo que Kate no sabía era que sus compañeros le habían preparado una pequeña bienvenida después de esos meses de lucha y ausencia.
Kate suspiró mirando también el reloj. “Tenemos tiempo todavía. No quiero estar encerrada allí más tiempo del necesario. No hasta que vuelva a trabajar”.
“Pero podemos ir subiendo y saludando a los chicos. Nos tomamos allí otro café si quieres mientras charlamos con ellos”. Intentó convencerla poniendo su mejor sonrisa y su mirada enternecedora.
“Está bien. Así nos ponemos al día con ellos”. Sacó la cartera de su bolso pero antes de que pudiera dejar un billete sobre la mesa, Rick puso la mano encima impidiéndoselo.
“Déjame a mí, yo te he invitado a desayunar aquí. Pago yo”. Dijo serio sin dar opción a rechistar. Kate, resignada guardó la cartera, esperó a que Castle pagara y salieron de aquella cafetería en dirección a la comisaría.
Caminaban en silencio, el uno al lado del otro y cada uno sumido en sus propios pensamientos. Beckett deseaba que todo lo que tuviera que tuviera que contarles Gates fuera bueno, tal y como esperaban. Castle también rezaba por lo mismo, pero sus pensamientos iban más allá que el caso de la madre de Kate: no habían hablado de ello y aunque ella ya se lo había dicho, no sabía si volver a trabajar de policía era lo mejor para Beckett, después de todo lo que había pasado. También iba dándole vueltas al hecho de que, quitando el beso que Kate le había dado en la mejilla cuando entró en la cafetería, no habían vuelto a besarse desde que aterrizaron. No sabía si estar preocupado o no por eso.
Llegaron a la esquina que debían torcer si querían llegar a la calle de la comisaría, pero antes de que pudieran hacerlo, Rick agarró con suavidad pero firmemente a Kate del brazo para frenarla justo antes de tomar la calle de la 12.
“¿Qué pasa?”. Preguntó ella frunciendo el ceño sorprendida.
“Sólo quiero hacer lo que llevo un buen rato queriendo…”. Llevó su mano a la mejilla de Kate y miró sus labios adelantándole sus intenciones. Después subió de nuevo la mirada, centrándose en los ojos de Kate.
Kate sonrió al comprender lo que quería y sin dudarlo se pegó más a él haciendo que éste quedara pegado en la pared. Colocó una mano en la cintura del escritor para quedar completamente pegada a él. Ladeó ligeramente la cabeza acercando sus bocas y entreabrió los labios esperando gustosa aquel beso. Castle sonrió abiertamente al verla reaccionar así y terminó de acortar la distancia de sus bocas besándola. Al principio fue un beso de saludo, de reencontrarse de nuevo, suave, tierno, demostrándose cariño y amor; después se volvió un poco más intenso, dejando que sus lenguas se volvieran a encontrar, se conocieran, se acariciaran y bailaran juntas dentro de sus bocas. Cuando notaron que les faltaba el aire se separaron los justo para poder respirar. Mantuvieron sus frentes y sus narices pegadas, ambos con los ojos cerrados, disfrutando, sonriendo.
“Me estaba volviendo loco. Tus labios no dejaban de llamarme pidiéndome a gritos que te besara, pero como tú no habías hecho ningún intento de besarme, no me atrevía, por si te molestaba o... no sé”. Confesó Rick mordiéndose el labio y rozando su nariz con la de la inspectora.
“No dejes de besarme, nunca”. Pidió ella en un susurró abriendo los ojos para encontrarse esa mirada azul que tanto le gustaba y tanta paz le proporcionaba.
“Excepto delante de los chicos, ¿no?”. Comentó Rick torciendo los labios ligeramente en señal de que aquello no le hacía mucha gracia pero a la vez comprendiendo los motivos por los que no ella quería que se enteraran.
“Eso ya lo solucionaremos. Ahora, de momento, vamos a hablar con Gates. Después, te invito a comer a mi casa”. Le dio un rápido beso en la comisura de los labios.
Sonrientes, continuaron su camino hasta la comisaría, tomaron el ascensor y subieron a su planta. Al llegar allí, una pancarta gigante les dio la bienvenida
“¡Feliz vuelta a casa Beckett! (Y para ti también Castle…)” Se podía leer y aquello sacó una gran sonrisa a los dos.
“¡Bienvenidos!” Corearon sus compañeros cuando los vieron salir del ascensor, entre ellos Espo, Ryan y Lannie que había subido de la morgue sólo para estar presente allí en ese bonito momento. Gates estaba en su despacho sin participar en la felicitación por su vuelta.
SORPRESITA! jajajja
Respondo a tu pregunta love.C.and.B.mabel12: Kate se ha puesto así con Rick porque no quiere que él se sienta culpable por lo que le pasó. No quiere que en su cabeza haya ningún tiempo de sentimiento de culpabilidad porque ella haya seguido investigando el caso de su madre y casi la mataran. No le gusta ese sentimiento y por nada del mundo quiere que él lo tenga. Simplemente por eso.
Espero haber conseguido responder a tu pregunta! jajaja
¿Seguimos?
Kate notó cómo la miraba callado, sin decir nada, probablemente asustado por sus palabras. Entonces se dio cuenta de que tal vez había sido demasiado dura con él. “Por favor… Tu presencia, tu compañía me lleva haciendo más bien que mal desde que llegaste a esta comisaría”. Le confesó con una pequeña sonrisa y casi en un susurró.
Rick suspiró cerrando los ojos un momento y su cuerpo se relajó tras oír la voz de Kate más calmada. “Está bien, lo intentaré”. Le sonrió un poco abriendo los ojos.
En ese momento la camarera de antes volvió con sus platos. Kate y Rick soltaron sus manos para que ella pudiera dejar la comida en la mesa. Tras dejar los platos, la camarera se quedó mirando casi embobada y con una enorme sonrisa a Castle. Probablemente lo había reconocido. Aquel gesto no pasó desapercibido para Kate que negó con la cabeza mordiéndose el labio y entornó los ojos. Rick sólo miró un momento a la camarera para agradecerle con una sonrisa que les hubiera llevado ya el desayuno y ni se percató de cómo ésta le miraba. Se concentró en atacar el plato de comida. Estaba hambriento. Mientras tanto, la chica parecía no reaccionar y seguía mirando a Rick. Kate carraspeó con fuerza para que saliera de su ensoñación mientras agarraba la mano de Castle por encima de la mesa. Éste le sonrió ante el gesto y entonces la camarera, ruborizada, se alejó de allí.
“¿Siempre has tenido ese efecto en las mujeres?”. Preguntó Kate con una pequeña sonrisa a pesar del pequeño ataque de celos que acababa de vivir. Soltó la mano de Rick y empezó a comer su desayuno.
Castle la miró sin entender la pregunta, frunciendo el ceño. “¿Qué efecto?”.
“¿De verdad no te has dado cuenta cómo te miraba la camarera? Porque yo sí, y no te ha quitado el ojo de encima en todo el rato. Además, se ha quedado un buen rato mirándote embobada”. Dijo mientras iba tomando su desayuno.
“Pues no me he dado cuenta”. Sonrió el escritor. “Pero… eso no hace más que corroborar mi versión de que soy irresistible… Aunque… tú eso ya lo sabes, ¿no?”. Bromeó con cariño logrando sacar una sonrisa a Kate.
Beckett negó con la cabeza entre divertida e incrédula. “Tú siempre tan modesto Rick…”. Se terminó su café casi de un trago. Le estaba encantando el desayuno. Tendrían que repetirlo más veces.
Castle también se acabó su desayuno y ambos miraron el reloj a la vez. “Deberíamos ir subiendo a comisaría”. Faltaban casi 15 minutos para la hora en la que habían quedado con Gates y estaban a menos de cinco de la 12, pero lo que Kate no sabía era que sus compañeros le habían preparado una pequeña bienvenida después de esos meses de lucha y ausencia.
Kate suspiró mirando también el reloj. “Tenemos tiempo todavía. No quiero estar encerrada allí más tiempo del necesario. No hasta que vuelva a trabajar”.
“Pero podemos ir subiendo y saludando a los chicos. Nos tomamos allí otro café si quieres mientras charlamos con ellos”. Intentó convencerla poniendo su mejor sonrisa y su mirada enternecedora.
“Está bien. Así nos ponemos al día con ellos”. Sacó la cartera de su bolso pero antes de que pudiera dejar un billete sobre la mesa, Rick puso la mano encima impidiéndoselo.
“Déjame a mí, yo te he invitado a desayunar aquí. Pago yo”. Dijo serio sin dar opción a rechistar. Kate, resignada guardó la cartera, esperó a que Castle pagara y salieron de aquella cafetería en dirección a la comisaría.
Caminaban en silencio, el uno al lado del otro y cada uno sumido en sus propios pensamientos. Beckett deseaba que todo lo que tuviera que tuviera que contarles Gates fuera bueno, tal y como esperaban. Castle también rezaba por lo mismo, pero sus pensamientos iban más allá que el caso de la madre de Kate: no habían hablado de ello y aunque ella ya se lo había dicho, no sabía si volver a trabajar de policía era lo mejor para Beckett, después de todo lo que había pasado. También iba dándole vueltas al hecho de que, quitando el beso que Kate le había dado en la mejilla cuando entró en la cafetería, no habían vuelto a besarse desde que aterrizaron. No sabía si estar preocupado o no por eso.
Llegaron a la esquina que debían torcer si querían llegar a la calle de la comisaría, pero antes de que pudieran hacerlo, Rick agarró con suavidad pero firmemente a Kate del brazo para frenarla justo antes de tomar la calle de la 12.
“¿Qué pasa?”. Preguntó ella frunciendo el ceño sorprendida.
“Sólo quiero hacer lo que llevo un buen rato queriendo…”. Llevó su mano a la mejilla de Kate y miró sus labios adelantándole sus intenciones. Después subió de nuevo la mirada, centrándose en los ojos de Kate.
Kate sonrió al comprender lo que quería y sin dudarlo se pegó más a él haciendo que éste quedara pegado en la pared. Colocó una mano en la cintura del escritor para quedar completamente pegada a él. Ladeó ligeramente la cabeza acercando sus bocas y entreabrió los labios esperando gustosa aquel beso. Castle sonrió abiertamente al verla reaccionar así y terminó de acortar la distancia de sus bocas besándola. Al principio fue un beso de saludo, de reencontrarse de nuevo, suave, tierno, demostrándose cariño y amor; después se volvió un poco más intenso, dejando que sus lenguas se volvieran a encontrar, se conocieran, se acariciaran y bailaran juntas dentro de sus bocas. Cuando notaron que les faltaba el aire se separaron los justo para poder respirar. Mantuvieron sus frentes y sus narices pegadas, ambos con los ojos cerrados, disfrutando, sonriendo.
“Me estaba volviendo loco. Tus labios no dejaban de llamarme pidiéndome a gritos que te besara, pero como tú no habías hecho ningún intento de besarme, no me atrevía, por si te molestaba o... no sé”. Confesó Rick mordiéndose el labio y rozando su nariz con la de la inspectora.
“No dejes de besarme, nunca”. Pidió ella en un susurró abriendo los ojos para encontrarse esa mirada azul que tanto le gustaba y tanta paz le proporcionaba.
“Excepto delante de los chicos, ¿no?”. Comentó Rick torciendo los labios ligeramente en señal de que aquello no le hacía mucha gracia pero a la vez comprendiendo los motivos por los que no ella quería que se enteraran.
“Eso ya lo solucionaremos. Ahora, de momento, vamos a hablar con Gates. Después, te invito a comer a mi casa”. Le dio un rápido beso en la comisura de los labios.
Sonrientes, continuaron su camino hasta la comisaría, tomaron el ascensor y subieron a su planta. Al llegar allí, una pancarta gigante les dio la bienvenida
“¡Feliz vuelta a casa Beckett! (Y para ti también Castle…)” Se podía leer y aquello sacó una gran sonrisa a los dos.
“¡Bienvenidos!” Corearon sus compañeros cuando los vieron salir del ascensor, entre ellos Espo, Ryan y Lannie que había subido de la morgue sólo para estar presente allí en ese bonito momento. Gates estaba en su despacho sin participar en la felicitación por su vuelta.
SORPRESITA! jajajja
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me ha encantado,como siempre!!!!!! Sigue cuando puedaaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
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