Cuando te veo (FIN)
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josemg95
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: Cuando te veo (FIN)
NOOOOO! Dime por favor que castle esta bien y que no le ha dado la bala y si le ha dado que no sea muy grave. Me has dejado muy intrigada, continua pronto!!!
Me ha encantado un poco de drama no viene mal
Me ha encantado un poco de drama no viene mal
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
A quien le ha dado la bala?
Porfi que no sea a Beckett que no llevaba chaleco, y si le ha dado a Castle espero que haya sido en el chaleco y no le pase nada malo.
Estoy de acuerdo con onewritergirl en que un poco de drama (no mucho) o tensión no viene mal, como en este capi
Sigueee pronto porfi.
Porfi que no sea a Beckett que no llevaba chaleco, y si le ha dado a Castle espero que haya sido en el chaleco y no le pase nada malo.
Estoy de acuerdo con onewritergirl en que un poco de drama (no mucho) o tensión no viene mal, como en este capi
Sigueee pronto porfi.
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Como siempre rick en defensa de kate! espero que la bala no la haya alcanzado y que solo sea un susto. Como dicen en los comentarios anteriores un poquito de drama esta bonito, ahora a ver quien cuida a quien porque va a depender del que haya recibido la bala. Por suerte actualizas seguido para que la zozobra no sea tanta!!
Ruth Maria- Policia de homicidios
- Mensajes : 565
Fecha de inscripción : 14/11/2012
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Hola de nuevo!
Gracias por animaros tan rápido a continuar leyendo la historia y además a comentarla!
Creo que... os habéis ganado un nuevo capítulo, aunque no tenía pensado actualizar hasta mañana... jajaaja
¡Vamos a ello!
Beckett se incorporó como pudo y antes de que el asesino se escapara le disparó en la pierna tumbándolo en el suelo. Se arrastró un poco y le quitó la pistola alejándola de su alcance. Comprobó con horror que aquella bala no le había ni rozado a ella y se acercó corriendo junto a Castle que estaba en el suelo.
“Rick…”. Murmuró con un nudo en la garganta. “¿Estás bien? ¿Te ha dado?”. Le acarició la cara e intentó buscar con sus manos dónde estaba la bala. Él la tenía que haber parado con su cuerpo y rezaba porque estuviera en el chaleco antibalas.
“Tranquila, estoy bien”. Intento incorporarse y se tocó el abdomen para enseñarle a Kate que la bala se había alojado en el chaleco a la altura de sus abdominales. Beckett soltó el aire aliviada aunque todavía con el susto en el cuerpo.
“Oh Dios mío”. Lo abrazó con fuerza, tanta que no se dio cuenta de que le aplastó la zona donde tenía la bala.
“Auch… No tan fuerte”. Pidió él con una pequeña sonrisa acariciándole la mejilla tiernamente.
“Perdón, perdón”. Se separó de él con rapidez y con una pequeña sonrisa también.
“Anda, espósale y vayámonos de aquí”. Se sentó en el suelo mientras se quitaba el chaleco para comprobar hasta donde le había rozado la bala. Se levantó la camisa y vio que sólo tenía un pequeño rasguño.
Mientras, Beckett se acercó al asesino que permanecía en el suelo con una bala en la pierna y lo esposó. Avisó por radio a Espo y Ryan de que lo tenían y de que llamaran a una ambulancia para el asesino.
Los dos detectives llegaron enseguida y se llevaron al hombre fuera a que lo atendieran en una ambulancia. Beckett se acercó a Castle y ella misma le levantó la camisa nuevamente para asegurarse de que no tenía mucha herida. Resopló aliviada al comprobar que el chaleco había hecho su efecto.
“¿Te duele?”. Preguntó sintiéndose culpable por aquella pequeña herida. Y mucho peor se habría sentido si la bala le habría dado de lleno en algún otro lado.
“No. Sólo me molesta un poco”. Miró a Kate a los ojos y supo reconocer en ella una mirada de culpabilidad. Agarró su mentón con ternura y la besó en los labios. “No ha pasado nada. Tranquila”.
Beckett soltó el aire despacio sin decir nada. Se mordió el labio y se puso en pie tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse. “Vayamos fuera para que te miren eso”.
Castle se levantó ayudado por la mano de Beckett y salieron juntos afuera de aquel edificio.
“Tío, ¿estás bien?”. Preguntó Espo al ver a Castle salir con la camisa medio desabrochada y un ronchón rojo en el abdomen.
“Sí, tranquilos”. Sonrió a los dos detectives que se acercaron a ver cómo estaba. “Sólo escuece un poco”.
“Voy a decir a aquella patrulla que acompañe al asesino hasta el hospital para que no se escape y tú mientras ve a que te miren eso”. Ordenó la inspectora encaminándose hacia el coche de refuerzos que acababa de llegar.
Rick sonrió negando con la cabeza y se acercó a la ambulancia. Le curaron la herida y le recomendaron que se pusiera algo de frío para que le dejase de escocer y de molestar. Le pusieron un apósito y le dijeron que se podía ir.
Castle se acercó a Beckett, Ryan y Espo que le esperaban para marcharse. “Ya estoy, como nuevo”. Informó con una sonrisa a pesar del susto que se habían llevado ahí dentro.
“Volvamos a comisaría para acabar cuanto antes el papeleo y poder irnos a casa”. Suspiró cansada la inspectora metiéndose en el coche. Ryan y Espo se metieron en sus correspondientes autos y Castle se sentó en el asiento del copiloto del coche de Beckett.
La inspectora arrancó en silencio, conduciendo concentrada en la carretera, mordiéndose el labio. Aún sentía los nervios y la angustia que había notado cuando escuchó el disparo y sintió que Castle se abalanzaba sobre ella. Si algo le hubiera pasado a él por su culpa, no se lo habría perdonado jamás. No podía vivir sin él. Reprimió una lágrima y se concentró en aparcar en le parking de la comisaría para evitar dejarse llevar por todo aquellos sentimientos.
Castle había ido en silencio, observándola. No sabía en qué estaba pensando, pero sí sabía que se sentía culpable. Salieron del coche cuando acabó con las maniobras para aparcar y antes de que Beckett entrara en el ascensor, Castle la agarró suavemente por la muñeca para atraerla a él y la abrazó con ternura. Beckett se dejó abrazar y se aferró al cuerpo de él. No pudo evitarlo y varias lágrimas surcaron sus mejillas.
“Lo siento, lo siento tanto…”. Susurró aún sin separarse de él. “Si algo te hubiera pasado…”. Murmuró sin ser capaz de acabar aquella frase.
Rick frotó su espalda con cariño. “Pero no ha pasado nada. Ya está, tranquila”. Permanecieron un rato así abrazados en silencio hasta que Castle besó su cabeza y la miró a los ojos. “La próxima vez, hazme caso y ponte el chaleco, por favor… No soportaría perderte…”. Acarició su mejilla dulcemente secándole las lágrimas.
Kate tragó saliva y apoyó la frente sobre la de él. “Prometido…”. Susurró con la voz rota por la angustia.
Rick la volvió a abrazar para que se tranquilizara, y cuando sintió su respiración más calmada la soltó besándole la comisura de los labios. “Acabemos cuanto antes con el papeleo, recogemos a Aly del cole y nos vamos a casa a descansar”.
Kate sonrió y asintió agarrándose a su mano para entrar en el ascensor. Subieron a su planta. Allí ya estaban Ryan y Espo rellenando los informes necesarios. Beckett se fue directa a una nevera que tenían en la sala de descanso y sacó una bolsa pequeña de hielos para dársela a Castle. Volvió y lo encontró sentado en su habitual silla.
“Toma, ponte esto. Te aliviará”. Él cogió la bolsa sonriéndole con cariño y ella le devolvió la sonrisa.
“Gracias”. Le guiñó el ojo viéndola sentarse en su silla para empezar el papeleo.
Una hora más tarde, tras haber entregado todos los papeles a la capitana Gates, Castle y Beckett estaban parados frente a la puerta del colegio de Alyson esperando a que la niña saliera de clase. Se bajaron del coche al ver que empezaban a salir niños y se acercaron a la entrada.
Rick agarró la mano de Kate con cariño esperando a que la niña saliera.
“¿Te sigue molestando?”. Preguntó la inspectora mirándole sin soltar su mano.
“No mucho. Sólo me escuece un poco”. Le sonrió para tranquilizarla y tiró de su brazo para pegar su cuerpo al de él.
Kate dejó reposar la cabeza sobre su hombro después de darle un beso en el cuello. “Te quiero..”. Susurró ella sin moverse.
“Y yo a ti”. Besó su cabeza con ternura apretando su mano.
Así estaban cuando Alyson llegó hasta ellos corriendo. “¡Papá, mamá! Habéis venido los dos”. Exclamó contenta abrazándose a las piernas de los dos.
Kate la cogió en brazos y la abrazó con cariño. “Hemos venido los dos a recogerte para ir a casa. Y.. si no tienes muchos deberes que hacer, podemos hacer un maratón de pelis”. Propuso con una sonrisa mientras la niña, aún en brazos de Kate se abrazaba a Rick.
“Pelis de Disney”. Puso la niña aquella condición haciendo reír a la pareja.
“De lo que quieras”. Besó su pelo Rick mientras iban al coche a montar a la niña.
Condujeron hasta casa y pasaron una tarde entretenida los tres juntos viendo películas de Disney y comiendo alguna chuchería. A la hora de cenar, Rick se puso a cocinar mientras ellas se bañaban juntas, como ya tenían por costumbre.
Después, cenaron los tres juntos y mientras Rick se fue a dar una ducha rápida, Kate acostó a la niña y se sentó en el sofá a esperarle con una copa de vino para cada uno.
Mañana, más!
¿Qué os va pareciendo?
Gracias por animaros tan rápido a continuar leyendo la historia y además a comentarla!
Creo que... os habéis ganado un nuevo capítulo, aunque no tenía pensado actualizar hasta mañana... jajaaja
¡Vamos a ello!
Beckett se incorporó como pudo y antes de que el asesino se escapara le disparó en la pierna tumbándolo en el suelo. Se arrastró un poco y le quitó la pistola alejándola de su alcance. Comprobó con horror que aquella bala no le había ni rozado a ella y se acercó corriendo junto a Castle que estaba en el suelo.
“Rick…”. Murmuró con un nudo en la garganta. “¿Estás bien? ¿Te ha dado?”. Le acarició la cara e intentó buscar con sus manos dónde estaba la bala. Él la tenía que haber parado con su cuerpo y rezaba porque estuviera en el chaleco antibalas.
“Tranquila, estoy bien”. Intento incorporarse y se tocó el abdomen para enseñarle a Kate que la bala se había alojado en el chaleco a la altura de sus abdominales. Beckett soltó el aire aliviada aunque todavía con el susto en el cuerpo.
“Oh Dios mío”. Lo abrazó con fuerza, tanta que no se dio cuenta de que le aplastó la zona donde tenía la bala.
“Auch… No tan fuerte”. Pidió él con una pequeña sonrisa acariciándole la mejilla tiernamente.
“Perdón, perdón”. Se separó de él con rapidez y con una pequeña sonrisa también.
“Anda, espósale y vayámonos de aquí”. Se sentó en el suelo mientras se quitaba el chaleco para comprobar hasta donde le había rozado la bala. Se levantó la camisa y vio que sólo tenía un pequeño rasguño.
Mientras, Beckett se acercó al asesino que permanecía en el suelo con una bala en la pierna y lo esposó. Avisó por radio a Espo y Ryan de que lo tenían y de que llamaran a una ambulancia para el asesino.
Los dos detectives llegaron enseguida y se llevaron al hombre fuera a que lo atendieran en una ambulancia. Beckett se acercó a Castle y ella misma le levantó la camisa nuevamente para asegurarse de que no tenía mucha herida. Resopló aliviada al comprobar que el chaleco había hecho su efecto.
“¿Te duele?”. Preguntó sintiéndose culpable por aquella pequeña herida. Y mucho peor se habría sentido si la bala le habría dado de lleno en algún otro lado.
“No. Sólo me molesta un poco”. Miró a Kate a los ojos y supo reconocer en ella una mirada de culpabilidad. Agarró su mentón con ternura y la besó en los labios. “No ha pasado nada. Tranquila”.
Beckett soltó el aire despacio sin decir nada. Se mordió el labio y se puso en pie tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse. “Vayamos fuera para que te miren eso”.
Castle se levantó ayudado por la mano de Beckett y salieron juntos afuera de aquel edificio.
“Tío, ¿estás bien?”. Preguntó Espo al ver a Castle salir con la camisa medio desabrochada y un ronchón rojo en el abdomen.
“Sí, tranquilos”. Sonrió a los dos detectives que se acercaron a ver cómo estaba. “Sólo escuece un poco”.
“Voy a decir a aquella patrulla que acompañe al asesino hasta el hospital para que no se escape y tú mientras ve a que te miren eso”. Ordenó la inspectora encaminándose hacia el coche de refuerzos que acababa de llegar.
Rick sonrió negando con la cabeza y se acercó a la ambulancia. Le curaron la herida y le recomendaron que se pusiera algo de frío para que le dejase de escocer y de molestar. Le pusieron un apósito y le dijeron que se podía ir.
Castle se acercó a Beckett, Ryan y Espo que le esperaban para marcharse. “Ya estoy, como nuevo”. Informó con una sonrisa a pesar del susto que se habían llevado ahí dentro.
“Volvamos a comisaría para acabar cuanto antes el papeleo y poder irnos a casa”. Suspiró cansada la inspectora metiéndose en el coche. Ryan y Espo se metieron en sus correspondientes autos y Castle se sentó en el asiento del copiloto del coche de Beckett.
La inspectora arrancó en silencio, conduciendo concentrada en la carretera, mordiéndose el labio. Aún sentía los nervios y la angustia que había notado cuando escuchó el disparo y sintió que Castle se abalanzaba sobre ella. Si algo le hubiera pasado a él por su culpa, no se lo habría perdonado jamás. No podía vivir sin él. Reprimió una lágrima y se concentró en aparcar en le parking de la comisaría para evitar dejarse llevar por todo aquellos sentimientos.
Castle había ido en silencio, observándola. No sabía en qué estaba pensando, pero sí sabía que se sentía culpable. Salieron del coche cuando acabó con las maniobras para aparcar y antes de que Beckett entrara en el ascensor, Castle la agarró suavemente por la muñeca para atraerla a él y la abrazó con ternura. Beckett se dejó abrazar y se aferró al cuerpo de él. No pudo evitarlo y varias lágrimas surcaron sus mejillas.
“Lo siento, lo siento tanto…”. Susurró aún sin separarse de él. “Si algo te hubiera pasado…”. Murmuró sin ser capaz de acabar aquella frase.
Rick frotó su espalda con cariño. “Pero no ha pasado nada. Ya está, tranquila”. Permanecieron un rato así abrazados en silencio hasta que Castle besó su cabeza y la miró a los ojos. “La próxima vez, hazme caso y ponte el chaleco, por favor… No soportaría perderte…”. Acarició su mejilla dulcemente secándole las lágrimas.
Kate tragó saliva y apoyó la frente sobre la de él. “Prometido…”. Susurró con la voz rota por la angustia.
Rick la volvió a abrazar para que se tranquilizara, y cuando sintió su respiración más calmada la soltó besándole la comisura de los labios. “Acabemos cuanto antes con el papeleo, recogemos a Aly del cole y nos vamos a casa a descansar”.
Kate sonrió y asintió agarrándose a su mano para entrar en el ascensor. Subieron a su planta. Allí ya estaban Ryan y Espo rellenando los informes necesarios. Beckett se fue directa a una nevera que tenían en la sala de descanso y sacó una bolsa pequeña de hielos para dársela a Castle. Volvió y lo encontró sentado en su habitual silla.
“Toma, ponte esto. Te aliviará”. Él cogió la bolsa sonriéndole con cariño y ella le devolvió la sonrisa.
“Gracias”. Le guiñó el ojo viéndola sentarse en su silla para empezar el papeleo.
Una hora más tarde, tras haber entregado todos los papeles a la capitana Gates, Castle y Beckett estaban parados frente a la puerta del colegio de Alyson esperando a que la niña saliera de clase. Se bajaron del coche al ver que empezaban a salir niños y se acercaron a la entrada.
Rick agarró la mano de Kate con cariño esperando a que la niña saliera.
“¿Te sigue molestando?”. Preguntó la inspectora mirándole sin soltar su mano.
“No mucho. Sólo me escuece un poco”. Le sonrió para tranquilizarla y tiró de su brazo para pegar su cuerpo al de él.
Kate dejó reposar la cabeza sobre su hombro después de darle un beso en el cuello. “Te quiero..”. Susurró ella sin moverse.
“Y yo a ti”. Besó su cabeza con ternura apretando su mano.
Así estaban cuando Alyson llegó hasta ellos corriendo. “¡Papá, mamá! Habéis venido los dos”. Exclamó contenta abrazándose a las piernas de los dos.
Kate la cogió en brazos y la abrazó con cariño. “Hemos venido los dos a recogerte para ir a casa. Y.. si no tienes muchos deberes que hacer, podemos hacer un maratón de pelis”. Propuso con una sonrisa mientras la niña, aún en brazos de Kate se abrazaba a Rick.
“Pelis de Disney”. Puso la niña aquella condición haciendo reír a la pareja.
“De lo que quieras”. Besó su pelo Rick mientras iban al coche a montar a la niña.
Condujeron hasta casa y pasaron una tarde entretenida los tres juntos viendo películas de Disney y comiendo alguna chuchería. A la hora de cenar, Rick se puso a cocinar mientras ellas se bañaban juntas, como ya tenían por costumbre.
Después, cenaron los tres juntos y mientras Rick se fue a dar una ducha rápida, Kate acostó a la niña y se sentó en el sofá a esperarle con una copa de vino para cada uno.
Mañana, más!
¿Qué os va pareciendo?
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Acabo de leer los dos últimos capítulos; perfectos!!!!Menos mal que no le ha pasado nada a Castle!!! Me ha encantado ese toque de tensión!!! Son adorables!!!! Gracias por continuarlo tan pronto!!!! Sigue cuando puedaaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Excelente! Por suerte no nos hiciste sufrir tanto con ese dispsto
Ruth Maria- Policia de homicidios
- Mensajes : 565
Fecha de inscripción : 14/11/2012
Re: Cuando te veo (FIN)
Me ha encantado!!!
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenos días!
Me alegro muchísimo de que os hayan gustado los últimos capítulos!!
Traigo el final de esa pequeña trama!
Espero que también os guste, de corazón.
GRACIAS!
Kate estaba en el sofá con una copa de vino en la mano, releyendo una vez más la historia de ellos dos, su historia escrita según el punto de vista de Castle.
En aquel momento pensé que nuestra relación como compañeros, amigos, o lo que fuéramos, se había roto para siempre. Y con ella, mi corazón también se había roto, en miles de pedazos. Discutimos tanto y tan fuerte… Vi tanto dolor en tu mirada que pensé que jamás me perdonarías… Que te había hecho tanto daño que jamás podrías volver a verme siquiera como un amigo…
Pero, a pesar de todo, había merecido la pena, porque te había mantenido sana y salva, con vida… Sonará egoísta, pero no podía permitir que nada te pasara… Tú eras, y eres, la luz que ilumina mis días…
Cuando salí de tu casa sentía que no podía ni andar. Me dolió tanto tener que irme… Pero entiéndeme… No podía quedarme y ver cómo echabas a perder tu vida… Yo te amaba desde hacía tiempo y te lo había dicho cuando casi te pierdo entre mis brazos… Tú habías hecho como si nada; incluso me habías mentido diciéndome que no recordabas nada… A pesar de que me enteré de que sí recordabas, de que te acordabas de cada instante del disparo… seguí ahí, porque necesitaba mantenerte con vida… Pero cuando vi tanto rencor, tanto odio en tu mirada y te sentí tan decidida a echar tu vida por la borda para intentar encontrar al asesino de tu madre… supe que sobraba. Y me fui… Me alejé de ti…
Y por mi culpa, por haberte dejado sola, casi mueres…
Después de la graduación de Alexis, me fui a casa, solo. Mi madre se había ido a los Hamptons y mi hija estaba de fiesta. Yo no tenía el cuerpo ni para un viaje ni para una fiesta así que me quedé solo en casa, pensando, en ti, en cómo la había cagado, en todo lo que te amaba… Vi tu llamada en el teléfono y no pude responder. Fue entonces cuando llamaste a la puerta y te vi ahí, parada, con una mirada completamente distinta, una mirada que jamás te había visto. Dudé… Pensé que aún seguirías enfadada… Pero me dijiste que me querías a mí y me besaste. Mis piernas temblaron y sentía que no me iban a poder sujetar… Por Dios, llevaba tanto tiempo deseando escuchar eso y que me besaras de aquella manera…
Pero aún tuve algunas dudas. No sabía que hacías en la puerta de mi casa besándome después de lo que había pasado, de lo que habíamos discutido…
Me contaste, por encima, lo que había pasado y en tu mirada vi exactamente lo mismo. Ya no me quedó ninguna duda. No pude resistirme a tus besos… Y fue, la mejor noche de mi vida…
La noche en la que, tras tanto tiempo esperando, tanto tiempo sufriendo, supe que esos años a tu lado como compañero esperando a derribar tu muro, habían merecido la pena. Que cada lágrima que había derramado por ti había merecido la pena, y con creces.
Y a partir de ese día, ya sabes lo que he pensado cada momento que hemos estado juntos, porque te lo he ido contando, porque si algo me encanta de nuestra relación es que ya no existen más secretos ni más dudas entre nosotros.
Te amo Kate, con locura.
SIEMPRE tuyo,
Rick Castle.
Beckett terminó de leer el libro por tercera vez y de nuevo lo hizo con lágrimas en los ojos. Pero aquellas lágrimas, estaban acompañadas de una pequeña sonrisa. Amaba tanto a Rick… Suspiró mordiéndose el labio sin darse cuenta de que él la estaba observando desde hacía un rato.
Castle se acercó a ella con cariño sentándose a su lado en el sofá. Besó su pelo y cogió su copa de vino para dar un pequeño trago.
“¿Has acabado de leer?”. Preguntó con un susurro. Kate asintió dejando el libro sobre la mesa pequeña y secándose las lágrimas. “Ven aquí anda”. La abrazó por la espalda haciendo que se recostara sobre él.
“¿Has ido a ver si la niña sigue dormida?”. Preguntó cuando se calmó un poco.
“Está completamente dormida. Y no parece tener ninguna pesadilla. A ver si por fin hemos conseguido que se le pasen”. Acarició su mejilla suavemente.
Kate se dio la vuelta entre sus brazos y besó sus labios con ternura. “Él otro día me dijo que cuando tenía pesadillas era porque soñaba con el día que su padre mató a su madre… Pobrecita…”. Se mordió el labio y suspiró apoyando la cara sobre el pecho de él.
Rick acarició su pelo tiernamente. “Se le pasará… Yo la veo feliz a pesar de todo”.
“Sí… yo también”. Dejó suaves caricias en su brazo. Tras un momento de silencio Kate volvió a hablar. “¿Qué tal tienes el disparo? ¿Te duele?”. Preguntó aún preocupada y con cierto susto todavía en el cuerpo.
“Apenas”. Besó su cabeza. “Sólo cuando me lo rozo y me golpeo ahí”.
“Lo siento… lo siento tanto Rick…”. Sus ojos volvieron a empañarse por culpa de las lágrimas.
“Ey…”. Agarró su cara con las dos manos haciendo que le mirara a los ojos. “Ya está, ¿vale?. Ya pasó…”. Besó sus labios repetidas veces y secó sus lágrimas con suavidad.
“Si algo te hubiera pasado…”. Se mordió fuerte el labio para no volver a llorar.
“Pero no pasó…”. Le sonrió con ternura y ella le imitó.
“He estado pensando…”. Dijo tras unos segundos en silencio mirándose embobados a los ojos.
“Dime”. Se incorporó un poco para mirarla mejor y ella se acomodó sobre su cuerpo para no hacerle daño.
“No quiero perder más tiempo. Quiero estar casada contigo cuanto antes”. Rick sonrió al escucharla y ella no pudo más que volver a sonreír también. “La vida es muy corta, y más con mi trabajo. No quiero que perdamos más el tiempo. Me gustaría decidir cuanto antes una fecha para casarnos…”. Acarició su mejilla dulcemente. “¿Qué te parece?” Susurró.
“Que no podría tener mejor prometida”. Besó sus labios con intensidad. “¿Cuándo te gustaría casarte?”.
Kate volvió a besar sus labios, suavemente, despacio, tomándose su tiempo para explorar su boca. “Ummm… No se… ¿Septiembre? No está ni muy lejos ni muy cerca”.
“Septiembre…” Sopesó el escritor sonriente. “Para eso faltan… 7 meses… Me gusta cómo suena”. Besó sus labios con rapidez acariciando su espalda provocativamente.
“Ummm… Septiembre entonces”. Se apoyó un poco más sobre él para besarlo despacio mientras sus manos volaban por debajo de su camiseta acariciándolo.
Rick introdujo sus manos bajo el pijama de Kate acariciando cada centímetro de su piel mientras se besaban con vehemencia.
“Vamos a la cama…”. Jadeó Kate sobre los labios de él cuando notó como la mano del escritor se colaba bajo sus braguitas.
Se levantaron de sofá y juntos, sin separarse, besándose con intensidad, fueron a la cama para dar rienda suelta a su deseo.
Aquella noche, tras el susto del disparo y con una fecha para la boda casi fijada del todo, se amaron despacio, sin prisas, disfrutando el uno del otro, demostrándose su amor como nunca.
¿Y bien? ¿Septiembre os parece bien para su boda? jajajaja
Me alegro muchísimo de que os hayan gustado los últimos capítulos!!
Traigo el final de esa pequeña trama!
Espero que también os guste, de corazón.
GRACIAS!
Kate estaba en el sofá con una copa de vino en la mano, releyendo una vez más la historia de ellos dos, su historia escrita según el punto de vista de Castle.
En aquel momento pensé que nuestra relación como compañeros, amigos, o lo que fuéramos, se había roto para siempre. Y con ella, mi corazón también se había roto, en miles de pedazos. Discutimos tanto y tan fuerte… Vi tanto dolor en tu mirada que pensé que jamás me perdonarías… Que te había hecho tanto daño que jamás podrías volver a verme siquiera como un amigo…
Pero, a pesar de todo, había merecido la pena, porque te había mantenido sana y salva, con vida… Sonará egoísta, pero no podía permitir que nada te pasara… Tú eras, y eres, la luz que ilumina mis días…
Cuando salí de tu casa sentía que no podía ni andar. Me dolió tanto tener que irme… Pero entiéndeme… No podía quedarme y ver cómo echabas a perder tu vida… Yo te amaba desde hacía tiempo y te lo había dicho cuando casi te pierdo entre mis brazos… Tú habías hecho como si nada; incluso me habías mentido diciéndome que no recordabas nada… A pesar de que me enteré de que sí recordabas, de que te acordabas de cada instante del disparo… seguí ahí, porque necesitaba mantenerte con vida… Pero cuando vi tanto rencor, tanto odio en tu mirada y te sentí tan decidida a echar tu vida por la borda para intentar encontrar al asesino de tu madre… supe que sobraba. Y me fui… Me alejé de ti…
Y por mi culpa, por haberte dejado sola, casi mueres…
Después de la graduación de Alexis, me fui a casa, solo. Mi madre se había ido a los Hamptons y mi hija estaba de fiesta. Yo no tenía el cuerpo ni para un viaje ni para una fiesta así que me quedé solo en casa, pensando, en ti, en cómo la había cagado, en todo lo que te amaba… Vi tu llamada en el teléfono y no pude responder. Fue entonces cuando llamaste a la puerta y te vi ahí, parada, con una mirada completamente distinta, una mirada que jamás te había visto. Dudé… Pensé que aún seguirías enfadada… Pero me dijiste que me querías a mí y me besaste. Mis piernas temblaron y sentía que no me iban a poder sujetar… Por Dios, llevaba tanto tiempo deseando escuchar eso y que me besaras de aquella manera…
Pero aún tuve algunas dudas. No sabía que hacías en la puerta de mi casa besándome después de lo que había pasado, de lo que habíamos discutido…
Me contaste, por encima, lo que había pasado y en tu mirada vi exactamente lo mismo. Ya no me quedó ninguna duda. No pude resistirme a tus besos… Y fue, la mejor noche de mi vida…
La noche en la que, tras tanto tiempo esperando, tanto tiempo sufriendo, supe que esos años a tu lado como compañero esperando a derribar tu muro, habían merecido la pena. Que cada lágrima que había derramado por ti había merecido la pena, y con creces.
Y a partir de ese día, ya sabes lo que he pensado cada momento que hemos estado juntos, porque te lo he ido contando, porque si algo me encanta de nuestra relación es que ya no existen más secretos ni más dudas entre nosotros.
Te amo Kate, con locura.
SIEMPRE tuyo,
Rick Castle.
Beckett terminó de leer el libro por tercera vez y de nuevo lo hizo con lágrimas en los ojos. Pero aquellas lágrimas, estaban acompañadas de una pequeña sonrisa. Amaba tanto a Rick… Suspiró mordiéndose el labio sin darse cuenta de que él la estaba observando desde hacía un rato.
Castle se acercó a ella con cariño sentándose a su lado en el sofá. Besó su pelo y cogió su copa de vino para dar un pequeño trago.
“¿Has acabado de leer?”. Preguntó con un susurro. Kate asintió dejando el libro sobre la mesa pequeña y secándose las lágrimas. “Ven aquí anda”. La abrazó por la espalda haciendo que se recostara sobre él.
“¿Has ido a ver si la niña sigue dormida?”. Preguntó cuando se calmó un poco.
“Está completamente dormida. Y no parece tener ninguna pesadilla. A ver si por fin hemos conseguido que se le pasen”. Acarició su mejilla suavemente.
Kate se dio la vuelta entre sus brazos y besó sus labios con ternura. “Él otro día me dijo que cuando tenía pesadillas era porque soñaba con el día que su padre mató a su madre… Pobrecita…”. Se mordió el labio y suspiró apoyando la cara sobre el pecho de él.
Rick acarició su pelo tiernamente. “Se le pasará… Yo la veo feliz a pesar de todo”.
“Sí… yo también”. Dejó suaves caricias en su brazo. Tras un momento de silencio Kate volvió a hablar. “¿Qué tal tienes el disparo? ¿Te duele?”. Preguntó aún preocupada y con cierto susto todavía en el cuerpo.
“Apenas”. Besó su cabeza. “Sólo cuando me lo rozo y me golpeo ahí”.
“Lo siento… lo siento tanto Rick…”. Sus ojos volvieron a empañarse por culpa de las lágrimas.
“Ey…”. Agarró su cara con las dos manos haciendo que le mirara a los ojos. “Ya está, ¿vale?. Ya pasó…”. Besó sus labios repetidas veces y secó sus lágrimas con suavidad.
“Si algo te hubiera pasado…”. Se mordió fuerte el labio para no volver a llorar.
“Pero no pasó…”. Le sonrió con ternura y ella le imitó.
“He estado pensando…”. Dijo tras unos segundos en silencio mirándose embobados a los ojos.
“Dime”. Se incorporó un poco para mirarla mejor y ella se acomodó sobre su cuerpo para no hacerle daño.
“No quiero perder más tiempo. Quiero estar casada contigo cuanto antes”. Rick sonrió al escucharla y ella no pudo más que volver a sonreír también. “La vida es muy corta, y más con mi trabajo. No quiero que perdamos más el tiempo. Me gustaría decidir cuanto antes una fecha para casarnos…”. Acarició su mejilla dulcemente. “¿Qué te parece?” Susurró.
“Que no podría tener mejor prometida”. Besó sus labios con intensidad. “¿Cuándo te gustaría casarte?”.
Kate volvió a besar sus labios, suavemente, despacio, tomándose su tiempo para explorar su boca. “Ummm… No se… ¿Septiembre? No está ni muy lejos ni muy cerca”.
“Septiembre…” Sopesó el escritor sonriente. “Para eso faltan… 7 meses… Me gusta cómo suena”. Besó sus labios con rapidez acariciando su espalda provocativamente.
“Ummm… Septiembre entonces”. Se apoyó un poco más sobre él para besarlo despacio mientras sus manos volaban por debajo de su camiseta acariciándolo.
Rick introdujo sus manos bajo el pijama de Kate acariciando cada centímetro de su piel mientras se besaban con vehemencia.
“Vamos a la cama…”. Jadeó Kate sobre los labios de él cuando notó como la mano del escritor se colaba bajo sus braguitas.
Se levantaron de sofá y juntos, sin separarse, besándose con intensidad, fueron a la cama para dar rienda suelta a su deseo.
Aquella noche, tras el susto del disparo y con una fecha para la boda casi fijada del todo, se amaron despacio, sin prisas, disfrutando el uno del otro, demostrándose su amor como nunca.
¿Y bien? ¿Septiembre os parece bien para su boda? jajajaja
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Es perfecto pero porfavor continua al menos haz un epilogo
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
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Edad : 28
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Perfecto, son adorables!!! Me ha encantado que la trama del disparo haya acabado con ellos fijando la fecha de su boda!!! Como siempre, adoro cómo escribes!!! Sigue cuado puedaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes!
Traigo sorpresa!!!!
Un capítulo nuevo y espero poder colgar otro a la noche!
Ahí va!!
“Buenos días”. Dijo bostezando Kate mientras se terminaba de abrochar la camisa después de haberse dado una ducha rápida y haberse vestido para ir a trabajar.
“Buenos días”. Saludó una risueña Alyson terminándose el desayuno mientras veía un poco la tele antes de ir a clase.
“Hola cariño”. Le saludó él con una tierna sonrisa mientras terminaba de hacer tortitas para ellos para desayunar.
“Qué bien huele”. Se acercó a Rick besándolo suavemente mientras cogía dos tazas para servir café para los dos.
“No mejor que tú”. Le guiñó el ojo sonriente terminando de poner el desayuno sobre la mesa.
Kate sonrió mordiéndose el labio y negando con la cabeza. Ese hombre no tenía remedio, y a ella le encantaba.
“Esto ya está”. Colocó dos vasos de zumo también sobre la mesa y se sentaron a desayunar.
“Aly”. Dijo Kate tras un rato y ya casi con su desayuno terminado. “Te he dejado la ropa sobre la cama. Ve a vestirte que sino llegaremos tarde”.
“Espera, espera. Que están acabando estos dibujos y quiero ver el final”. Hizo aspavientos con las manos mientras se llevaba la última cucharada de cereales a la boca.
“5 minutos y te vas a vestir”. La niña asintió casi sin hacerles caso mirando la tele.
“No me gusta que vea la tele mientras desayunamos”. Comentó Kate mirando a Rick.
“Bueno, sabes que sólo lo hace los miércoles que es cuando dan sus dibujos preferidos. Creo que porque lo haga un día a la semana, no pasa nada, ¿no?”. Agarró la mano de ella con ternura por encima de la mesa y se sonrieron.
“Sí, tienes razón”. Terminó de beber el café con una pequeña sonrisa.
“Acuérdate de que esta tarde tenemos que pasarnos por varios sitios para elegir dónde haremos la comida de la boda”. Le sonrió de manera especial.
“Uhum. Me acuerdo. Le pedí a Ryan y a Espo que me cubrieran las dos últimas horas de la tarde para poder salir antes y que nos de tiempo a ver los 5 sitios que queremos mirar”.
“Bien”. Se sonrieron. “¿Has elegido el tipo de letra para las invitaciones?”. Preguntó tras echar un vistazo rápido a una lista de cosas pendientes que habían apuntado hacía un par de semanas.
“Ay sí. Es verdad, las invitaciones”. Se levantó con rapidez para alcanzar su bolso y sacar de allí todos los modelos que habían estado mirando. Escogió los dos primeros y se los ofreció a él. “Estoy indecisa entre esas dos. ¿Qué te parecen?”.
“Me gustan”. Sonrió el escritor tras mirarlas detenidamente. “Pero creo que en esta se lee mejor la letras y también es más elegante”. Le levantó una de las tarjetas y Kate sonrió mucho, mordiéndose el labio. “¿Qué pasa?”. Sonrió también el escritor.
“Nada”. Sonrió más bajando la cabeza para terminar el desayuno.
“No, nada no. Has sonreído y te has mordido el labio. Eso es que algo se te ha pasado por la cabeza”. Le apuntó con el dedo entre sonriente y divertido.
“Es sólo que sabía que me dirías eso. Y yo también lo pienso”. Le guiñó el ojo levantándose para recoger todas las cosas de su desayuno.
“Entonces… ¿elegimos ésta?”. Se levantó también para ayudarla a limpiar los platos, vasos y tazas.
“Sí”. Le dio un rápido beso en los labios mientras fregaban. “Aly, ve a vestir cariño que se nos echa el tiempo encima”.
“Jopeeee”. Se quejó la pequeña. “Aún no ha acabado”. Les llevó su tazón de leche y cereales ya vacío para que lo limpiaran también.
Rick se secó las manos y se acercó a la tele agarrando la mano de la niña. “Lo pongo a grabar para que lo puedas ver esta tarde si no tienes muchas cosas que hacer. Pero ahora vete a vestir”. Besó su mejilla y la niña salió corriendo a su habitación para vestirse.
“¡Esta tarde tengo clase de teatro!”. Recordó la pequeña mientras se desvestía y se ponía la ropa para el colegio.
“¡Es verdad!”. Exclamó Kate desde la cocina sorprendida por haberse olvidado de aquello. Miró a Rick y vio que a él también se le había olvidado.
“Llamaré a mi madre para que la recoja ella del cole y la lleve a las clases. Cuando nosotros acabemos, pasaremos a recogerla”. Cogió el móvil para llamar a Martha y se fue a su cuarto a hablar con ella mientras terminaba de calzarse.
Beckett terminó en la cocina y fue al cuarto de la niña para ayudarla con la ropa y doblar el pijama y dejarlo todo bien recogido.
Los tres juntos fueron en el coche hasta el colegio de la niña. Allí se despidieron de ella diciéndole que Martha la recogería y la llevaría a la clase de teatro, y que ellos se pasarían a por ella cuando acabaran de mirar los restaurantes para la boda. Después, la inspectora y el escritor se fueron a comisaría a terminar de resolver el caso que tenían entre manos desde hacía un par de días.
“Espo, Ryan”. Los llamó Beckett nada más llegar a su piso. “¿Conocemos ya el paradero de nuestro principal sospechoso?”. Se quitó la chaqueta dejándola colgada en el respaldo de su silla.
“Sí jefa. Nos acaban de avisar. Acaban de ver su coche, con él dentro de camino a salir de la ciudad. Hemos pedido que le paren y le traigan para aquí”.
“Perfecto. Si todo sale bien, en unas horas tendremos este caso cerrado”. Se sentó en su silla a repasar los datos que tenían en la pizarra.
Castle fue directo a la sala de descanso a preparar dos cafés. Al poco rato, regresó con las dos tazas y le ofreció una a Beckett. “Toma”.
“Gracias”. La cogió dedicándole una pequeña y rápida sonrisa para volver a centrar la mirada en la pizarra y estudiar nuevamente toda la información.
“¿En qué piensas?”. Preguntó él tras un rato de verla pensativa y callada concentrada en la pizarra.
“En que son demasiadas cosas para una sola persona”. Dejó la taza sobre la mesa y se agarró el mentón pensativa.
“¿Crees que tenía un cómplice?”. Preguntó interesándose más en el caso.
“Sí. Creo que él solo no pudo hacerlo todo”. Los dos permanecieron un rato en silencio sopesando aquella posibilidad. “Habrá que sacárselo en el interrogatorio”.
Rick sonrió al verla tan decidida. Le encantaba observarla en los interrogatorios. Se concentraba tanto y sabía usar tan bien su inteligencia que cada sospechoso al que llevaban allí, acababa cayendo.
Estaban los dos cocentrados en sus pensamientos cuando sonó el teléfono de Beckett. Respondió ella rápidamente.
“Beckett”.
“Amiga, soy yo”. Informó una risueña Lannie. “¿Tienes un momento para bajar a hacerme una visita?”.
“Claro. Estamos esprando a que nos traigan al sospechoso. Bajo ahora”. Sonrió colgando la llamada y se levantó.
“¿Lannie?”. Preguntó adivinando quién era.
“Sí. Voy a bajar a verla un rato”. Le guiñó el ojo y puso una mano sobre su hombro dándole una ligera caricia. “Enseguida subo. Avísame si traen al sospechoso antes de que suba”.
“Descuida”. Le sonrió. “Y no me pongáis mucho a parir…”. Bromeó sacando una carcajada a su prometida.
Kate bajó al depósito mientras Rick se sentaba a charlar con Ryan y Espo.
“Hola Lannie”. Saludó sonriente. “¿Mucho trabajo?”. Preguntó al ver un par de cuerpos sobre las camas metálicas.
“La verdad es que no. Ya he acabado”. Se quitó los guantes mirando sonriente a su amiga. “¿Vamos a mi despacho? Quiero enseñarte algo”.
“A saber qué se te ha ocurrido ahora para tu vestido para la boda”. Caminaron las dos hacia el despacho de la forense.
“No es para mi vestido, sino para el tuyo”. Informó dejándola pasar y cerrando la puerta cuando entraron.
Kate suspiró mordiéndose el labio. Había estado ya en un par de tiendas con Lannie y en otras dos con Martha y Alexis y después de haberse probado ni sabe cuántos vestidos, ninguno le había acabado convenciendo. “A ver… sorpréndeme”.
Mil millones de gracias por vuestras palabras, de corazón!
Espero que os siga gustando la historia!
Vuelvo pronto!
Traigo sorpresa!!!!
Un capítulo nuevo y espero poder colgar otro a la noche!
Ahí va!!
“Buenos días”. Dijo bostezando Kate mientras se terminaba de abrochar la camisa después de haberse dado una ducha rápida y haberse vestido para ir a trabajar.
“Buenos días”. Saludó una risueña Alyson terminándose el desayuno mientras veía un poco la tele antes de ir a clase.
“Hola cariño”. Le saludó él con una tierna sonrisa mientras terminaba de hacer tortitas para ellos para desayunar.
“Qué bien huele”. Se acercó a Rick besándolo suavemente mientras cogía dos tazas para servir café para los dos.
“No mejor que tú”. Le guiñó el ojo sonriente terminando de poner el desayuno sobre la mesa.
Kate sonrió mordiéndose el labio y negando con la cabeza. Ese hombre no tenía remedio, y a ella le encantaba.
“Esto ya está”. Colocó dos vasos de zumo también sobre la mesa y se sentaron a desayunar.
“Aly”. Dijo Kate tras un rato y ya casi con su desayuno terminado. “Te he dejado la ropa sobre la cama. Ve a vestirte que sino llegaremos tarde”.
“Espera, espera. Que están acabando estos dibujos y quiero ver el final”. Hizo aspavientos con las manos mientras se llevaba la última cucharada de cereales a la boca.
“5 minutos y te vas a vestir”. La niña asintió casi sin hacerles caso mirando la tele.
“No me gusta que vea la tele mientras desayunamos”. Comentó Kate mirando a Rick.
“Bueno, sabes que sólo lo hace los miércoles que es cuando dan sus dibujos preferidos. Creo que porque lo haga un día a la semana, no pasa nada, ¿no?”. Agarró la mano de ella con ternura por encima de la mesa y se sonrieron.
“Sí, tienes razón”. Terminó de beber el café con una pequeña sonrisa.
“Acuérdate de que esta tarde tenemos que pasarnos por varios sitios para elegir dónde haremos la comida de la boda”. Le sonrió de manera especial.
“Uhum. Me acuerdo. Le pedí a Ryan y a Espo que me cubrieran las dos últimas horas de la tarde para poder salir antes y que nos de tiempo a ver los 5 sitios que queremos mirar”.
“Bien”. Se sonrieron. “¿Has elegido el tipo de letra para las invitaciones?”. Preguntó tras echar un vistazo rápido a una lista de cosas pendientes que habían apuntado hacía un par de semanas.
“Ay sí. Es verdad, las invitaciones”. Se levantó con rapidez para alcanzar su bolso y sacar de allí todos los modelos que habían estado mirando. Escogió los dos primeros y se los ofreció a él. “Estoy indecisa entre esas dos. ¿Qué te parecen?”.
“Me gustan”. Sonrió el escritor tras mirarlas detenidamente. “Pero creo que en esta se lee mejor la letras y también es más elegante”. Le levantó una de las tarjetas y Kate sonrió mucho, mordiéndose el labio. “¿Qué pasa?”. Sonrió también el escritor.
“Nada”. Sonrió más bajando la cabeza para terminar el desayuno.
“No, nada no. Has sonreído y te has mordido el labio. Eso es que algo se te ha pasado por la cabeza”. Le apuntó con el dedo entre sonriente y divertido.
“Es sólo que sabía que me dirías eso. Y yo también lo pienso”. Le guiñó el ojo levantándose para recoger todas las cosas de su desayuno.
“Entonces… ¿elegimos ésta?”. Se levantó también para ayudarla a limpiar los platos, vasos y tazas.
“Sí”. Le dio un rápido beso en los labios mientras fregaban. “Aly, ve a vestir cariño que se nos echa el tiempo encima”.
“Jopeeee”. Se quejó la pequeña. “Aún no ha acabado”. Les llevó su tazón de leche y cereales ya vacío para que lo limpiaran también.
Rick se secó las manos y se acercó a la tele agarrando la mano de la niña. “Lo pongo a grabar para que lo puedas ver esta tarde si no tienes muchas cosas que hacer. Pero ahora vete a vestir”. Besó su mejilla y la niña salió corriendo a su habitación para vestirse.
“¡Esta tarde tengo clase de teatro!”. Recordó la pequeña mientras se desvestía y se ponía la ropa para el colegio.
“¡Es verdad!”. Exclamó Kate desde la cocina sorprendida por haberse olvidado de aquello. Miró a Rick y vio que a él también se le había olvidado.
“Llamaré a mi madre para que la recoja ella del cole y la lleve a las clases. Cuando nosotros acabemos, pasaremos a recogerla”. Cogió el móvil para llamar a Martha y se fue a su cuarto a hablar con ella mientras terminaba de calzarse.
Beckett terminó en la cocina y fue al cuarto de la niña para ayudarla con la ropa y doblar el pijama y dejarlo todo bien recogido.
Los tres juntos fueron en el coche hasta el colegio de la niña. Allí se despidieron de ella diciéndole que Martha la recogería y la llevaría a la clase de teatro, y que ellos se pasarían a por ella cuando acabaran de mirar los restaurantes para la boda. Después, la inspectora y el escritor se fueron a comisaría a terminar de resolver el caso que tenían entre manos desde hacía un par de días.
“Espo, Ryan”. Los llamó Beckett nada más llegar a su piso. “¿Conocemos ya el paradero de nuestro principal sospechoso?”. Se quitó la chaqueta dejándola colgada en el respaldo de su silla.
“Sí jefa. Nos acaban de avisar. Acaban de ver su coche, con él dentro de camino a salir de la ciudad. Hemos pedido que le paren y le traigan para aquí”.
“Perfecto. Si todo sale bien, en unas horas tendremos este caso cerrado”. Se sentó en su silla a repasar los datos que tenían en la pizarra.
Castle fue directo a la sala de descanso a preparar dos cafés. Al poco rato, regresó con las dos tazas y le ofreció una a Beckett. “Toma”.
“Gracias”. La cogió dedicándole una pequeña y rápida sonrisa para volver a centrar la mirada en la pizarra y estudiar nuevamente toda la información.
“¿En qué piensas?”. Preguntó él tras un rato de verla pensativa y callada concentrada en la pizarra.
“En que son demasiadas cosas para una sola persona”. Dejó la taza sobre la mesa y se agarró el mentón pensativa.
“¿Crees que tenía un cómplice?”. Preguntó interesándose más en el caso.
“Sí. Creo que él solo no pudo hacerlo todo”. Los dos permanecieron un rato en silencio sopesando aquella posibilidad. “Habrá que sacárselo en el interrogatorio”.
Rick sonrió al verla tan decidida. Le encantaba observarla en los interrogatorios. Se concentraba tanto y sabía usar tan bien su inteligencia que cada sospechoso al que llevaban allí, acababa cayendo.
Estaban los dos cocentrados en sus pensamientos cuando sonó el teléfono de Beckett. Respondió ella rápidamente.
“Beckett”.
“Amiga, soy yo”. Informó una risueña Lannie. “¿Tienes un momento para bajar a hacerme una visita?”.
“Claro. Estamos esprando a que nos traigan al sospechoso. Bajo ahora”. Sonrió colgando la llamada y se levantó.
“¿Lannie?”. Preguntó adivinando quién era.
“Sí. Voy a bajar a verla un rato”. Le guiñó el ojo y puso una mano sobre su hombro dándole una ligera caricia. “Enseguida subo. Avísame si traen al sospechoso antes de que suba”.
“Descuida”. Le sonrió. “Y no me pongáis mucho a parir…”. Bromeó sacando una carcajada a su prometida.
Kate bajó al depósito mientras Rick se sentaba a charlar con Ryan y Espo.
“Hola Lannie”. Saludó sonriente. “¿Mucho trabajo?”. Preguntó al ver un par de cuerpos sobre las camas metálicas.
“La verdad es que no. Ya he acabado”. Se quitó los guantes mirando sonriente a su amiga. “¿Vamos a mi despacho? Quiero enseñarte algo”.
“A saber qué se te ha ocurrido ahora para tu vestido para la boda”. Caminaron las dos hacia el despacho de la forense.
“No es para mi vestido, sino para el tuyo”. Informó dejándola pasar y cerrando la puerta cuando entraron.
Kate suspiró mordiéndose el labio. Había estado ya en un par de tiendas con Lannie y en otras dos con Martha y Alexis y después de haberse probado ni sabe cuántos vestidos, ninguno le había acabado convenciendo. “A ver… sorpréndeme”.
Mil millones de gracias por vuestras palabras, de corazón!
Espero que os siga gustando la historia!
Vuelvo pronto!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta!!!! Qué ganas de que sea la boda!!!! Y de la de Lannie también!!!!! Perfecto, como siempre!!!! Sigue prontooo!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Que ganas de las dos bodas!!!
Esperemos que Lannie le enseñe un vestido y que sea el vestido con el que Beckett siempre ha soñado
Sigueee
Esperemos que Lannie le enseñe un vestido y que sea el vestido con el que Beckett siempre ha soñado
Sigueee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches!
Pronto llegará la boda, lo prometo. Pero antes tengo algo en mente... hasta que llegue su septiembre deseado!
¿Más?
Lannie sacó una revista de un cajón de su mesa y se la enseñó a Beckett por la página en la que había un vestido marcado. Kate lo miró detenidamente, con el ceño fruncido. “¿Éste?”. Preguntó alzando la mirada para mirar a su amiga.
“Sí. ¿No te gusta?”. Se acercó para verlo ella de nuevo. “Es precioso. Y en ti quedaría estupendo”.
“No sé Lannie… Es demasiado extravagante, ¿no?”. Lo volvió a mirar. “No sé, no me veo con él”.
“Al menos ve a probártelo”. Intentó la forense. “Y ya decides. Pero vamos, es precioso. A mi me encanta”. Sonrió medio embobada la forense.
“Podrías comprártelo tú para cuando te cases con Espo”. Bromeó la inspectora recibiendo un ligero manotazo por parte de su amiga. “Eh, que tú misma me dijiste que no te importaría casarte con él”.
“Lo sé, lo sé. Pero no ahora. No ahora que hemos arreglado nuestras diferencias y estamos aprendiendo a disfrutar el uno del otro”. Sonrió pensando en el moreno.
“Está bien”. Sonrió Kate feliz por ver a su amiga contenta con el detective. “Me pensaré lo del vestido”. Dijo guardándose la revista en el bolso que llevaba. “Pero vamos, que al final me voy a tener que casar con la ropa de trabajar”. Dijo medio en broma, medio hastiada por no haber encontrado un vestido que le encantara a tan sólo 5 meses para la boda.
“Tranquila, aparecerá el vestido ideal”. Besó su mejilla justo cuando el móvil de Beckett sonaba informando de que había recibido un nuevo mensaje.
Kate echó un vistazo al móvil y después lo guardo. “Están trayendo al sospechoso a comisaría. Voy a subir para preparar el interrogatorio. Hablamos más tarde”. Se encaminaron las dos afuera del despacho. “Gracias por la revista”. Sonrió a su amiga y se despidieron con un fugaz abrazo.
Beckett volvió a comisaría y se aseguró de guardar la revista en uno de sus cajones para que Castle no lo viera. No quería que él supiera nada acerca de los posibles vestidos para el día más importante de sus vidas.
“¿Cuánto tardarán en llegar?”. Preguntó a sus compañeros.
“Una media hora”. Informó Espósito.
“Bien, voy a prepararlo todo”. Se fue a la sala de descanso con todos los papeles del caso para prepararse para el interrogatorio y poder sonsacarle la mayor cantidad de información posible.
Castle entró tras ella un rato después y la vio concentrada mirando y repasando una y otra vez los papeles, con el ceño fruncido, sentada a la mesa. Se acercó con suavidad a ella para no sobresaltarla y colocando una mano sobre la parte baja de su espalda, besó su pelo tiernamente. “¿Te hago un café?”. Preguntó en voz baja.
“Uhum, por favor”. Pidió levantando la vista un momento para sonreírle y volver a bajarla rápidamente para volver a centrarse en todos aquellos papeles.
Castle se puso a prepararle un café, concentrado en la máquina para que saliera lo más rico posible. Cuando terminó, le echó un poco de azúcar y de vainilla, lo revolvió y se acercó a ella ofreciéndoselo. “Aquí tienes”. Le guiñó el ojo cuando ella cogió la taza mirándole con una pequeña sonrisa de agradecimiento.
“Creo que ya lo tengo todo preparado”. Cerró la carpeta con el logo de la policía de Nueva York y sujetó la taza con las dos manos para calentárselas.
“Seguro que sí”. Le sonrió él.
Ella le devolvió la sonrisa y después negó ligeramente con la cabeza. “Demasiado confías tú en mí”.
“Bueno, siempre te he visto muy centrada en tu trabajo y sé que eres la mejor ahí dentro. Si calculásemos en cuantos casos de todos los que has llevado en tu vida has conseguido una confesión, estoy convencido de que saldría una cifra mayor del 80 por ciento”. La miró con admiración.
Kate se sonrojó ligeramente ante sus palabras y su mirada. ¿Cómo después de tanto tiempo juntos y de tantas cosas vividas a su lado seguía consiguiendo sonrojarla de esa manera?. Se mordió el labio bajando la cabeza para que no la viera así. Pero era tarde.
Rick agarró su mano con ternura por encima de la mesa tras haberla visto roja como un tomate. “Estoy deseando que llegue Septiembre…”. Susurró bajo por si alguien pasaba cerca y los escuchaba. Sabía que a Beckett no le gustaba que más gente de la necesaria se enterase de su vida privada.
“Yo también”. Confesó ella levantando la mirada y sonriéndose mutuamente.
En ese momento, Ryan entró en la sala y les avisó de que el sospechoso había llegado y estaba esperando en la sala de interrogatorios. El escritor y la inspectora se pusieron en pie y ella agarró la carpeta con los documentos necesarios.
“Por cierto Beckett, está bastante nervioso. Ten cuidado”. Aconsejó el detective antes de que los dos entraran para intentar hacerle confesar.
Un par de horas después, una agotada Beckett seguida por un Castle orgulloso de ella salían de la sala de interrogatorios después de haber conseguido calmar a aquel hombre y que acabase confesando los crímenes e incluso a quién tenía como compañero de todo aquello.
Ahora les quedaba dar con el paradero del otro hombre, detenerlo y conseguir que también confesara.
Espo y Ryan se pusieron de inmediato a intentar localizar al compañero del detenido mientras Beckett se sentaba en su silla y se pasaba la mano por el pelo, cansada. Después, se masajeó como pudo ella misma el cuello. Le dolía de tanta tensión en la sala. Suspiró cerrando los ojos.
“Lo has hecho muy bien ahí dentro. Sabía que podías arrancarle la confesión”. Rick se colocó tras ella y sin que se lo esperara empezó a masajear suavemente sus hombros y su cuello.
Kate dio un pequeño respingo al notar las manos del escritor en ella y se mordió el labio de gusto cuando sintió cómo sus dedos masajeaban justamente la zona que más le molestaba. Se puso tensa. Aquel lugar no era el más indicado para un masaje y menos un masaje de él. Sabía perfectamente cómo habían acabado todas las veces que en casa él le había propuesto darle un masaje.
“Relájate Kate”. Le susurró él al notarla tensa. Se acercó a su oído para que sólo ella le escuchara. “Prometo comportarme. Sólo quiero destensar tu cuerpo”. Besó su pelo dulcemente y poco a poco, mientras continuó con el masaje notó cómo ella iba relajándose y sus músculos también.
Al de poco rato Espo alzó la voz. “Beckett, ya le tenemos. Está cerca de Central Park”.
Beckett abrió los ojos y Castle se separó de ella sentándose en su silla. Ryan le dio un papel a Beckett con la dirección. Ella la cogió y se levantó poniéndose la chaqueta. “Vamos a por él”.
Los cuatro, en dos coches fueron a por el cómplice. Lo encontraron comprando tinte para el pelo para camuflarse y poder huir. Lo llevaron a comisaría y entre Espo y Beckett consiguieron que él también confesase.
Con el caso cerrado, sólo les quedaba terminar de rellenar el papeleo. Beckett miró el reloj y se dio cuenta de que o salían ya mismo para ir a mirar los sitios para la boda, o no llegarían. Se acercó a sus compañeros.
“Chicos, podéis hacerme vosotros el papeleo?. Si no salgo ya mismo con Castle, no llegamos”. Pidió mirándolos a los dos.
“Tranquila. Id tranquilos. Nosotros nos encargamos”. Le guiñaron el ojo a Beckett.
“Gracias”. Les sonrió. “Os la devolveré”.
“Con que Castle nos deje el Ferrari una semana a cada uno, solucionado”.
“Eso tendréis que hablarlo con él”. Añadió ella divertida mirando cómo Castle se ponía la chaqueta mientras la esperaba para irse juntos.
“Nosotros le convenceremos”. Los detectives hicieron su particular saludo con los dedos juntados en señal de unión entre ellos. Kate soltó una carcajada.
Se despidieron y la pareja salió rumbo al primer sitio que querían mirar para celebrar la boda.
¿Qué os va pareciendo?
Sinceridad, por favorrr!!
Pronto llegará la boda, lo prometo. Pero antes tengo algo en mente... hasta que llegue su septiembre deseado!
¿Más?
Lannie sacó una revista de un cajón de su mesa y se la enseñó a Beckett por la página en la que había un vestido marcado. Kate lo miró detenidamente, con el ceño fruncido. “¿Éste?”. Preguntó alzando la mirada para mirar a su amiga.
“Sí. ¿No te gusta?”. Se acercó para verlo ella de nuevo. “Es precioso. Y en ti quedaría estupendo”.
“No sé Lannie… Es demasiado extravagante, ¿no?”. Lo volvió a mirar. “No sé, no me veo con él”.
“Al menos ve a probártelo”. Intentó la forense. “Y ya decides. Pero vamos, es precioso. A mi me encanta”. Sonrió medio embobada la forense.
“Podrías comprártelo tú para cuando te cases con Espo”. Bromeó la inspectora recibiendo un ligero manotazo por parte de su amiga. “Eh, que tú misma me dijiste que no te importaría casarte con él”.
“Lo sé, lo sé. Pero no ahora. No ahora que hemos arreglado nuestras diferencias y estamos aprendiendo a disfrutar el uno del otro”. Sonrió pensando en el moreno.
“Está bien”. Sonrió Kate feliz por ver a su amiga contenta con el detective. “Me pensaré lo del vestido”. Dijo guardándose la revista en el bolso que llevaba. “Pero vamos, que al final me voy a tener que casar con la ropa de trabajar”. Dijo medio en broma, medio hastiada por no haber encontrado un vestido que le encantara a tan sólo 5 meses para la boda.
“Tranquila, aparecerá el vestido ideal”. Besó su mejilla justo cuando el móvil de Beckett sonaba informando de que había recibido un nuevo mensaje.
Kate echó un vistazo al móvil y después lo guardo. “Están trayendo al sospechoso a comisaría. Voy a subir para preparar el interrogatorio. Hablamos más tarde”. Se encaminaron las dos afuera del despacho. “Gracias por la revista”. Sonrió a su amiga y se despidieron con un fugaz abrazo.
Beckett volvió a comisaría y se aseguró de guardar la revista en uno de sus cajones para que Castle no lo viera. No quería que él supiera nada acerca de los posibles vestidos para el día más importante de sus vidas.
“¿Cuánto tardarán en llegar?”. Preguntó a sus compañeros.
“Una media hora”. Informó Espósito.
“Bien, voy a prepararlo todo”. Se fue a la sala de descanso con todos los papeles del caso para prepararse para el interrogatorio y poder sonsacarle la mayor cantidad de información posible.
Castle entró tras ella un rato después y la vio concentrada mirando y repasando una y otra vez los papeles, con el ceño fruncido, sentada a la mesa. Se acercó con suavidad a ella para no sobresaltarla y colocando una mano sobre la parte baja de su espalda, besó su pelo tiernamente. “¿Te hago un café?”. Preguntó en voz baja.
“Uhum, por favor”. Pidió levantando la vista un momento para sonreírle y volver a bajarla rápidamente para volver a centrarse en todos aquellos papeles.
Castle se puso a prepararle un café, concentrado en la máquina para que saliera lo más rico posible. Cuando terminó, le echó un poco de azúcar y de vainilla, lo revolvió y se acercó a ella ofreciéndoselo. “Aquí tienes”. Le guiñó el ojo cuando ella cogió la taza mirándole con una pequeña sonrisa de agradecimiento.
“Creo que ya lo tengo todo preparado”. Cerró la carpeta con el logo de la policía de Nueva York y sujetó la taza con las dos manos para calentárselas.
“Seguro que sí”. Le sonrió él.
Ella le devolvió la sonrisa y después negó ligeramente con la cabeza. “Demasiado confías tú en mí”.
“Bueno, siempre te he visto muy centrada en tu trabajo y sé que eres la mejor ahí dentro. Si calculásemos en cuantos casos de todos los que has llevado en tu vida has conseguido una confesión, estoy convencido de que saldría una cifra mayor del 80 por ciento”. La miró con admiración.
Kate se sonrojó ligeramente ante sus palabras y su mirada. ¿Cómo después de tanto tiempo juntos y de tantas cosas vividas a su lado seguía consiguiendo sonrojarla de esa manera?. Se mordió el labio bajando la cabeza para que no la viera así. Pero era tarde.
Rick agarró su mano con ternura por encima de la mesa tras haberla visto roja como un tomate. “Estoy deseando que llegue Septiembre…”. Susurró bajo por si alguien pasaba cerca y los escuchaba. Sabía que a Beckett no le gustaba que más gente de la necesaria se enterase de su vida privada.
“Yo también”. Confesó ella levantando la mirada y sonriéndose mutuamente.
En ese momento, Ryan entró en la sala y les avisó de que el sospechoso había llegado y estaba esperando en la sala de interrogatorios. El escritor y la inspectora se pusieron en pie y ella agarró la carpeta con los documentos necesarios.
“Por cierto Beckett, está bastante nervioso. Ten cuidado”. Aconsejó el detective antes de que los dos entraran para intentar hacerle confesar.
Un par de horas después, una agotada Beckett seguida por un Castle orgulloso de ella salían de la sala de interrogatorios después de haber conseguido calmar a aquel hombre y que acabase confesando los crímenes e incluso a quién tenía como compañero de todo aquello.
Ahora les quedaba dar con el paradero del otro hombre, detenerlo y conseguir que también confesara.
Espo y Ryan se pusieron de inmediato a intentar localizar al compañero del detenido mientras Beckett se sentaba en su silla y se pasaba la mano por el pelo, cansada. Después, se masajeó como pudo ella misma el cuello. Le dolía de tanta tensión en la sala. Suspiró cerrando los ojos.
“Lo has hecho muy bien ahí dentro. Sabía que podías arrancarle la confesión”. Rick se colocó tras ella y sin que se lo esperara empezó a masajear suavemente sus hombros y su cuello.
Kate dio un pequeño respingo al notar las manos del escritor en ella y se mordió el labio de gusto cuando sintió cómo sus dedos masajeaban justamente la zona que más le molestaba. Se puso tensa. Aquel lugar no era el más indicado para un masaje y menos un masaje de él. Sabía perfectamente cómo habían acabado todas las veces que en casa él le había propuesto darle un masaje.
“Relájate Kate”. Le susurró él al notarla tensa. Se acercó a su oído para que sólo ella le escuchara. “Prometo comportarme. Sólo quiero destensar tu cuerpo”. Besó su pelo dulcemente y poco a poco, mientras continuó con el masaje notó cómo ella iba relajándose y sus músculos también.
Al de poco rato Espo alzó la voz. “Beckett, ya le tenemos. Está cerca de Central Park”.
Beckett abrió los ojos y Castle se separó de ella sentándose en su silla. Ryan le dio un papel a Beckett con la dirección. Ella la cogió y se levantó poniéndose la chaqueta. “Vamos a por él”.
Los cuatro, en dos coches fueron a por el cómplice. Lo encontraron comprando tinte para el pelo para camuflarse y poder huir. Lo llevaron a comisaría y entre Espo y Beckett consiguieron que él también confesase.
Con el caso cerrado, sólo les quedaba terminar de rellenar el papeleo. Beckett miró el reloj y se dio cuenta de que o salían ya mismo para ir a mirar los sitios para la boda, o no llegarían. Se acercó a sus compañeros.
“Chicos, podéis hacerme vosotros el papeleo?. Si no salgo ya mismo con Castle, no llegamos”. Pidió mirándolos a los dos.
“Tranquila. Id tranquilos. Nosotros nos encargamos”. Le guiñaron el ojo a Beckett.
“Gracias”. Les sonrió. “Os la devolveré”.
“Con que Castle nos deje el Ferrari una semana a cada uno, solucionado”.
“Eso tendréis que hablarlo con él”. Añadió ella divertida mirando cómo Castle se ponía la chaqueta mientras la esperaba para irse juntos.
“Nosotros le convenceremos”. Los detectives hicieron su particular saludo con los dedos juntados en señal de unión entre ellos. Kate soltó una carcajada.
Se despidieron y la pareja salió rumbo al primer sitio que querían mirar para celebrar la boda.
¿Qué os va pareciendo?
Sinceridad, por favorrr!!
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Como siempre, ya lo sabes, perfecto!!!!!! Me encanta, de verdad y tu forma de escribir es increíble!!!!!! Sigue cuando puedaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Es PERFECTO
Sigueeee
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
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Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Tu fic es perfecto, lo amo
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenos días!
Gracias por vuestras palabras hacia el fic y mi forma de escribir!
Sois adorableeees!!!!
¿Seguimos?
PD: Edito, que me he equivocado y he subido el mismo capítulo... Perdón!
Eran las 9 de la noche cuando llegaron a casa, cansados del trabajo y de haber estado toda la tarde para arriba y para abajo por todo Nueva York visitando los 5 lugares que más les gustaba para celebrar su boda. Ninguno parecía terminar de convencerlos a los dos. El que a Castle le encantaba por extravagante, a Beckett era precisamente por eso por lo que no le terminaba de atraer del todo. Y el que a Beckett le parecía más adecuado por ser más sencillo, a Castle le parecía más soso y aburrido. Total, que no habían terminado de ponerse de acuerdo, aunque tampoco habían discutido por ellos. Simplemente habían llegado a la conclusión de que les iba a costar ponerse de acuerdo en ese tema.
Entraron a casa y se encontraron a Martha y Jim charlando animadamente en la mesa de la cocina mientras Alyson estaba en el sofá después de haber cenado, terminando de ver los dibujos de la mañana. Pero el sueño había podido con ella y se estaba quedando dormida. Ni siquiera escuchó a la pareja entrar en casa.
“Richard, Katherine”. Saludó la actriz levantándose para saludarlos.
“Hola madre, hola Jim”. Saludó el escritor con una sonrisa abrazando a su madre y estrechando la mano de su futuro suegro.
“Martha” Abrazó la inspectora a la madre de Rick y después fue donde su padre y lo abrazó dándole un beso en la mejilla. “Papá, ¿qué haces aquí?”. Le sonrió mientras se volvía al salón para quitarse la chaqueta y sobre todo, los tacones.
Los dos siguieron a la pareja mientras se deshacían de sus abrigos.
“Hacía tiempo que no te veía, que no os veía y como tuve la tarde libre pensé en pasarme por aquí. Pero no sabía que estabais ocupados. Me encontré a Martha y a Alyson aquí y decidí esperar a que llegarais vosotros”. Informó el abogado.
“Entonces, os quedáis los dos a cenar”. Informó sin dar opción a que ninguno rechistara. “Eso sí, pediremos algo de comida, que creo que tanto Kate como yo estamos agotados”.
“Llamaré al restaurante chino de siempre”. Dijo Martha. “¿Os parece?”. Todos asintieron y ella se fue a por el teléfono para encargar el pedido.
Beckett se acercó al sofá a ver a Alyson y sonrió al verla acurrucada en una manta y abrazada a su peluche y al Rabbit de ella. “Creo que no somos los únicos que estamos agotados”.
Rick se acercó también a ver a la niña. Se abrazó a la espalda de Kate dándole suaves caricias en el abdomen mientras miraba a Aly por encima del hombro de Beckett. “Me da a mi que esta señorita los miércoles y viernes va a llegar agotada de las clases de teatro”. Sonrió sin poder evitarlo disfrutando de ver cómo dormía la pequeña.
Jim se acercó también a mirar a la niña. “Me ha contado Martha que ha salido eufórica de su primera clase de teatro. Se lo ha pasado de maravilla y ha hecho muchos amigos. Ha estado el resto de la tarde contándonos todo lo que han hecho”. Sonrió el padre de Kate.
“¿Ha cenado?”. Preguntó Kate sin despegarse ni un centímetro del cuerpo de Castle.
“Sí. Hace un rato. Después ha querido sentarse a ver la tele y se ha quedado dormida”.
“Creo que será mejor que la lleve a la cama. Ahí va a acabar cogiendo una mala postura”. Dijo el escritor. Besó el pelo de Kate separándose de ella para acercarse al sofá. “¿Por qué no te das un baño mientras la acuesto y llega la comida?”. Le sugirió a Kate mientras cogía en brazos a la niña con cuidado de no despertarla. Agarró sus dos peluches para no perderlos por el camino y la llevó a su habitación.
Beckett siguió al escritor. Se acercó a la cama de la niña cuando él la depositó allí y besó su frente acariciando con ternura su cabello. “Descansa mi niña…”. Le susurró con cariño.
Rick la arropó después de colocarla bien y Kate fue a darse un baño no muy largo pero tampoco muy corto. Su cuerpo y su cabeza necesitaban descansar de todo el ajetreo del día.
Mientras ella se bañaba y la cena llegaba, Richard, Martha y Jim conversaron en el salón sobre los sitios que habían ido a visitar. El escritor les enseñó varias fotos de cada lugar y les contó las impresiones que los dos habían tenido. A Jim le gustó el mismo que a Kate, y a Martha el mismo que a Richard. Los tres rieron ante aquello. Al menos se lo tomaban con buen humor. Era lo mejor, puesto que parecía que iba para largo aquello de decidir dónde se casarían.
Kate salió un rato después ya con el pijama puesto y Rick fue a darse una ducha rápida. Justo cuando él salía del baño con el pijama puesto también, sonó el timbre indicando que acababa de llegar la comida que habían encargado.
Cenaron los cuatro e intentaron no hablar mucho del tema de la boda. La pareja necesitaba desconectar un poco de toda la organización de la boda. Así que se dedicaron a hablar de la niña, de lo que había contado de las clases de teatro y de lo bien que se estaba adaptando a todo.
Ya era un poco tarde cuando la actriz decidió irse y dejar que Castle y Beckett descansaran.
“Bueno chicos, ha sido un placer, gracias por la cena, pero yo creo que debería irme yendo para que podáis descansar”. Anunció Martha poniéndose en pie.
“Martha, gracias por quedarte esta tarde con Aly”. Le sonrió la inspectora. “No pensábamos que nos iba a llevar tanto tiempo”.
“No hay de qué. Ya sabéis, siempre que lo necesitéis y yo pueda, estaré encantada”. Les guiñó un ojo y se acercó a Kate para despedirse de ella.
Rick se levantó para acompañar a su madre a la puerta mientras Kate se quedó conversando un poco más con Jim.
“Hijo, igual ya se te ha ocurrido, pero…”. Comentó su madre cuando ya estaban pegados a la puerta. “¿Por qué no celebráis la boda en la casa de los Hamptons? Ya hemos organizado fiestas más grandes allí… Y es un lugar precioso, sobre todo en esa época del año”.
Castle se quedó mirándola pensativo. “No se me había ocurrido madre. ¿Tú crees que a Kate le gustaría celebrar allí nuestra boda?”. Preguntó él sopesando la idea. “Me gusta el sitio y tienes razón, es un lugar increíble”.
“Propónselo”. Le animó su madre besando su mejilla. “Mañana me cuentas”. Le guiñó un ojo abriendo la puerta y despidiéndose de Kate y Jim con la mano.
Mientras tanto, Jim había agarrado las manos de Kate con cariño. Se sentía tan orgulloso de ella y tan feliz porque al fin pudiera estar formando una familia... “¿Has encontrado ya vestido?”. Preguntó íntimamente su padre.
Kate se mordió el labio negando. “No. He ido a mirar varias tiendas, pero no me veo con ninguno”.
Jim se quedó mirándola un rato, aún con las manos de ella entre las suyas. Después, añadió. “¿Por qué no te pruebas el de tu madre?”. Habló en voz baja, mirándola a los ojos.
La mirada de Kate se empezó a tornar algo húmeda. ¿Había entendido bien a su padre?. “¿El… vestido de… mamá…?”. Apretó las manos de su padre.
“Sí… Aún lo tengo guardado. Le costó meses decidirse por un vestido, pero al final, eligió de maravilla. Tienes el mismo cuerpo que tenía ella con tu edad… Te quedaría divino y sé que a ella le encantaría que llevaras puesto su vestido”. Apretó también las manos de ella. “Vente mañana a casa y te lo pruebas”. Sugirió.
Kate lo pensó un momento mientras intentaba controlar la emoción que estaba sintiendo. “Está bien. Mañana voy y me lo pongo a ver”. Sonrió acercándose para abrazar a su padre. “Gracias…”. Le susurró y justo en ese momento vio a Martha saludarlos desde la puerta con la mano.
Los dos correspondieron el saludo de la actriz separándose del abrazo. Cuando Martha se fue, Jim estaba colocándose el abrigo. Se despidió de la pareja y los dejó solos, cada uno sumido en sus pensamientos y en las pequeñas charlas que habían tenido con sus padres.
Ahora sí, este es el correcto...
Siento la equivocación!
Y espero que os guste!!
Gracias por vuestras palabras hacia el fic y mi forma de escribir!
Sois adorableeees!!!!
¿Seguimos?
PD: Edito, que me he equivocado y he subido el mismo capítulo... Perdón!
Eran las 9 de la noche cuando llegaron a casa, cansados del trabajo y de haber estado toda la tarde para arriba y para abajo por todo Nueva York visitando los 5 lugares que más les gustaba para celebrar su boda. Ninguno parecía terminar de convencerlos a los dos. El que a Castle le encantaba por extravagante, a Beckett era precisamente por eso por lo que no le terminaba de atraer del todo. Y el que a Beckett le parecía más adecuado por ser más sencillo, a Castle le parecía más soso y aburrido. Total, que no habían terminado de ponerse de acuerdo, aunque tampoco habían discutido por ellos. Simplemente habían llegado a la conclusión de que les iba a costar ponerse de acuerdo en ese tema.
Entraron a casa y se encontraron a Martha y Jim charlando animadamente en la mesa de la cocina mientras Alyson estaba en el sofá después de haber cenado, terminando de ver los dibujos de la mañana. Pero el sueño había podido con ella y se estaba quedando dormida. Ni siquiera escuchó a la pareja entrar en casa.
“Richard, Katherine”. Saludó la actriz levantándose para saludarlos.
“Hola madre, hola Jim”. Saludó el escritor con una sonrisa abrazando a su madre y estrechando la mano de su futuro suegro.
“Martha” Abrazó la inspectora a la madre de Rick y después fue donde su padre y lo abrazó dándole un beso en la mejilla. “Papá, ¿qué haces aquí?”. Le sonrió mientras se volvía al salón para quitarse la chaqueta y sobre todo, los tacones.
Los dos siguieron a la pareja mientras se deshacían de sus abrigos.
“Hacía tiempo que no te veía, que no os veía y como tuve la tarde libre pensé en pasarme por aquí. Pero no sabía que estabais ocupados. Me encontré a Martha y a Alyson aquí y decidí esperar a que llegarais vosotros”. Informó el abogado.
“Entonces, os quedáis los dos a cenar”. Informó sin dar opción a que ninguno rechistara. “Eso sí, pediremos algo de comida, que creo que tanto Kate como yo estamos agotados”.
“Llamaré al restaurante chino de siempre”. Dijo Martha. “¿Os parece?”. Todos asintieron y ella se fue a por el teléfono para encargar el pedido.
Beckett se acercó al sofá a ver a Alyson y sonrió al verla acurrucada en una manta y abrazada a su peluche y al Rabbit de ella. “Creo que no somos los únicos que estamos agotados”.
Rick se acercó también a ver a la niña. Se abrazó a la espalda de Kate dándole suaves caricias en el abdomen mientras miraba a Aly por encima del hombro de Beckett. “Me da a mi que esta señorita los miércoles y viernes va a llegar agotada de las clases de teatro”. Sonrió sin poder evitarlo disfrutando de ver cómo dormía la pequeña.
Jim se acercó también a mirar a la niña. “Me ha contado Martha que ha salido eufórica de su primera clase de teatro. Se lo ha pasado de maravilla y ha hecho muchos amigos. Ha estado el resto de la tarde contándonos todo lo que han hecho”. Sonrió el padre de Kate.
“¿Ha cenado?”. Preguntó Kate sin despegarse ni un centímetro del cuerpo de Castle.
“Sí. Hace un rato. Después ha querido sentarse a ver la tele y se ha quedado dormida”.
“Creo que será mejor que la lleve a la cama. Ahí va a acabar cogiendo una mala postura”. Dijo el escritor. Besó el pelo de Kate separándose de ella para acercarse al sofá. “¿Por qué no te das un baño mientras la acuesto y llega la comida?”. Le sugirió a Kate mientras cogía en brazos a la niña con cuidado de no despertarla. Agarró sus dos peluches para no perderlos por el camino y la llevó a su habitación.
Beckett siguió al escritor. Se acercó a la cama de la niña cuando él la depositó allí y besó su frente acariciando con ternura su cabello. “Descansa mi niña…”. Le susurró con cariño.
Rick la arropó después de colocarla bien y Kate fue a darse un baño no muy largo pero tampoco muy corto. Su cuerpo y su cabeza necesitaban descansar de todo el ajetreo del día.
Mientras ella se bañaba y la cena llegaba, Richard, Martha y Jim conversaron en el salón sobre los sitios que habían ido a visitar. El escritor les enseñó varias fotos de cada lugar y les contó las impresiones que los dos habían tenido. A Jim le gustó el mismo que a Kate, y a Martha el mismo que a Richard. Los tres rieron ante aquello. Al menos se lo tomaban con buen humor. Era lo mejor, puesto que parecía que iba para largo aquello de decidir dónde se casarían.
Kate salió un rato después ya con el pijama puesto y Rick fue a darse una ducha rápida. Justo cuando él salía del baño con el pijama puesto también, sonó el timbre indicando que acababa de llegar la comida que habían encargado.
Cenaron los cuatro e intentaron no hablar mucho del tema de la boda. La pareja necesitaba desconectar un poco de toda la organización de la boda. Así que se dedicaron a hablar de la niña, de lo que había contado de las clases de teatro y de lo bien que se estaba adaptando a todo.
Ya era un poco tarde cuando la actriz decidió irse y dejar que Castle y Beckett descansaran.
“Bueno chicos, ha sido un placer, gracias por la cena, pero yo creo que debería irme yendo para que podáis descansar”. Anunció Martha poniéndose en pie.
“Martha, gracias por quedarte esta tarde con Aly”. Le sonrió la inspectora. “No pensábamos que nos iba a llevar tanto tiempo”.
“No hay de qué. Ya sabéis, siempre que lo necesitéis y yo pueda, estaré encantada”. Les guiñó un ojo y se acercó a Kate para despedirse de ella.
Rick se levantó para acompañar a su madre a la puerta mientras Kate se quedó conversando un poco más con Jim.
“Hijo, igual ya se te ha ocurrido, pero…”. Comentó su madre cuando ya estaban pegados a la puerta. “¿Por qué no celebráis la boda en la casa de los Hamptons? Ya hemos organizado fiestas más grandes allí… Y es un lugar precioso, sobre todo en esa época del año”.
Castle se quedó mirándola pensativo. “No se me había ocurrido madre. ¿Tú crees que a Kate le gustaría celebrar allí nuestra boda?”. Preguntó él sopesando la idea. “Me gusta el sitio y tienes razón, es un lugar increíble”.
“Propónselo”. Le animó su madre besando su mejilla. “Mañana me cuentas”. Le guiñó un ojo abriendo la puerta y despidiéndose de Kate y Jim con la mano.
Mientras tanto, Jim había agarrado las manos de Kate con cariño. Se sentía tan orgulloso de ella y tan feliz porque al fin pudiera estar formando una familia... “¿Has encontrado ya vestido?”. Preguntó íntimamente su padre.
Kate se mordió el labio negando. “No. He ido a mirar varias tiendas, pero no me veo con ninguno”.
Jim se quedó mirándola un rato, aún con las manos de ella entre las suyas. Después, añadió. “¿Por qué no te pruebas el de tu madre?”. Habló en voz baja, mirándola a los ojos.
La mirada de Kate se empezó a tornar algo húmeda. ¿Había entendido bien a su padre?. “¿El… vestido de… mamá…?”. Apretó las manos de su padre.
“Sí… Aún lo tengo guardado. Le costó meses decidirse por un vestido, pero al final, eligió de maravilla. Tienes el mismo cuerpo que tenía ella con tu edad… Te quedaría divino y sé que a ella le encantaría que llevaras puesto su vestido”. Apretó también las manos de ella. “Vente mañana a casa y te lo pruebas”. Sugirió.
Kate lo pensó un momento mientras intentaba controlar la emoción que estaba sintiendo. “Está bien. Mañana voy y me lo pongo a ver”. Sonrió acercándose para abrazar a su padre. “Gracias…”. Le susurró y justo en ese momento vio a Martha saludarlos desde la puerta con la mano.
Los dos correspondieron el saludo de la actriz separándose del abrazo. Cuando Martha se fue, Jim estaba colocándose el abrigo. Se despidió de la pareja y los dejó solos, cada uno sumido en sus pensamientos y en las pequeñas charlas que habían tenido con sus padres.
Ahora sí, este es el correcto...
Siento la equivocación!
Y espero que os guste!!
Última edición por livingmylife el Jue Mayo 28, 2015 3:42 am, editado 1 vez
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Te has equivocado, este capi es el de antes, el que ya habías subido
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
writerdetective47 escribió:Te has equivocado, este capi es el de antes, el que ya habías subido
Tienes razón!!!!
PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN!
Lo edito ahora mismo...
Vaya cabeza la mía!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Jajajaja no te preocupes un fallo lo tiene cualquiera.
Me parece muy tierno que Jim le haya ofrecido a Beckett llevar el vestido de su madre en la boda y que se casen en los Hamptons es
Sigueee
Me parece muy tierno que Jim le haya ofrecido a Beckett llevar el vestido de su madre en la boda y que se casen en los Hamptons es
Sigueee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
No pasa nada Increíblemente perfecto, me encanta como siempre!!!! La boda en los Hamptons sería preciosa!!! Sigue prontoo!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Gracias por perdonar el despiste.. jajaja
Estos días están siendo demasiado... intensos para mí y mi cabeza jajajaja
Os traigo un nuevo capítulo como recompensa...
Castle recogió las cuatro cosas que habían quedado sobre la mesa. Por su parte, Beckett tenía la vista fija en el mueble de la televisión, que estaba apagada. Se había quedado pensativa y algo nostálgica también. Se mordió el labio sin darse cuenta de que Rick había terminado de ordenar la casa y la miraba preocupado.
“Kate… cariño, ¿estás bien?”. Se puso frente a ella, de cuclillas apoyándose ligeramente sobre sus rodillas para no caerse.
Kate fijó la mirada en los ojos de Castle y le sonrió con un toque de tristeza. “Sí… Sólo… pensaba”. Cogió las manos de Rick sin dejar de mirarle a los ojos. Él le dio su espacio. Sabía que le faltaba poco para soltar todo aquello que la estaba angustiando en ese momento. “¿Sabes?. Me gustaría que la situación fuese otra…”. Se mordió el labio “Cada tienda a la que he ido a probarme vestidos, he extrañado a mi madre… Sé lo mucho que a ella le hubiera gustado ayudarnos con todo y habría estado encantada de conocerte a ti. Le habrías caído genial”. Sonrió un poco apretando más las manos de él. “Cada vez que me miraba al espejo con un vestido nuevo… la veía detrás de mí… Mirándome, orgullosa, sonriente, feliz… Pero me giraba a ver si estaba… y había desaparecido”. Suspiró y respiró hondo para controlar sus sentimientos. “Creo que por eso no he encontrado todavía el vestido ideal”.
Rick se levantó de estar en cuclillas sin soltar las manos de Kate. Tiró de ella suavemente haciendo que se levantara y la condujo hasta el espejo del cuarto en el que se los veía enteros. Sin separarse de sus manos, rodeó su cuerpo por detrás, abrazándola. “Mírate”. Kate le hizo caso mirándose en el espejo y sonrió cuando él le dio un beso en el hombro. “Eres preciosa”. Fue hablando con suavidad. “Y lleves el vestido que lleves, estarás aún más preciosa. ¿Sabes por qué?”. Ella negó ligeramente mirándole a los ojos a través del espejo. “Porque voy a intentar, por todos los medios, que ese día sea el más feliz de tu vida. Porque será el comienzo de una vida juntos. Porque, aunque no la conocí, sé que tu madre ya está orgullosa de ti.. y desde ahí arriba, te cuida y sonríe cada vez que tú lo haces”. Acarició sus manos unos segundos para después soltárselas y separarse despacio de ella.
Se acercó a uno de sus cajones y cogió una bolsita de terciopelo rojo. De ahí, sacó el colgante con el anillo de su madre. Desde que habían encerrado a Bracken no se lo ponía tan a menudo. De hecho, hacía casi un mes que no había vuelto a ponérselo. Aunque, por supuesto, eso no significaba que se hubiera olvidado de ella. Rick se acercó a Kate nuevamente, pero ésta vez se puso frente a ella. Cogió el anillo con dos dedos y con la otra mano sujetó la de Kate en alto. Poco a poco, fue colocándole el anillo de su madre ante la mirada de sorpresa de ella. Antes no le valía, le quedaba un poco pequeño. ¿Desde cuando le valía el anillo? ¿Tanto había adelgazado los últimos meses que podía ponérselo?
Rick terminó de colocar el anillo en su dedo, junto al que él le había regalado cuando le pidió matrimonio. “Me fijé que ya casi no te lo colgabas”. Informó sin que ninguno dejara de mirar el anillo. “Lo cogí y lo mandé agrandar un poco para que se amoldara a tu dedo”. Kate alzó la mirada mirándolo con lágrimas, emocionada. Rick la imitó y le acarició la mejilla sin soltar su mano con ambos anillos. “Quiero que lo lleves el día de la boda. Quiero que ella esté presente en ese día especial”. Besó sus labios, despacio, saboreándola suavemente.
Kate se abrazó fuerte a él sin separar sus labios. Cuando el besó terminó, juntaron sus frentes, sonrientes. “Gracias…”. Susurró ella abrazándolo nuevamente y apoyando la cabeza en su hombro. “Es… muy dulce…”. Tomó aire despacio para retener las lágrimas. “Gracias”. Repitió, esta vez sin reprimir que un par de lágrimas atravesasen sus mejillas.
Rick la tomó de la cara suavemente y le secó la humedad de las mejillas mientras la volvía a besar. “Ella estará contigo ese día. Con tu padre, con nosotros”. Le sonrió dulcemente abrazándola con cariño.
Permanecieron un rato abrazados, sin decir nada más. No hacía falta. Aquel detalle del escritor con el anillo de su madre había servido para calmar a Kate con respecto al tema de la boda y el hecho de echar en falta a su madre.
“Venga, vamos a acostarnos que hoy ha sido un día largo”. Tiró de su mano nuevamente para dirigirla a la cama. Se acostaron juntos, y ella, inmediatamente sintió que él se había introducido bajo las sábanas, se pegó a su cuerpo apoyando la cabeza en su pecho y dejando reposar su mano con los dos anillos sobre el abdomen de él.
Se dedicaron un buen rato de caricias, que finalmente fue interrumpido por la voz grave de Castle en un susurro. “¿Te has dormido?”. Preguntó acariciando su pelo.
Beckett negó con una pequeña sonrisa y besó su pecho.
“¿Te gustaría que nos casáramos en los Hamptons?”. Preguntó de golpe, expectante por la respuesta que ella pudiera dar.
Kate alzó la cabeza sorprendida por aquella pregunta y vio en sus ojos que hablaba totalmente enserio. “¿En tu casa de los Hamptons?”.
“No. En NUESTRA casa”. Besó sus labios fugazmente.
“La verdad es que… es un sitio muy bonito”. Sopesó ella y se le escapó una tímida sonrisa. “Me lo imagino con toda nuestra gente, en un atardecer…”. Susurró mordiéndose el labio y dejando volar la imaginación.
“¿Te gusta la idea entonces?”. Preguntó él estrechándola más entre sus brazos.
“Uhumm… creo que sí”. Besó su pecho repetidas veces, con cariño.
“Entonces sólo queda decidir la fecha exacta y organizar allí todo”. Besó su pelo tiernamente.
“Cuanto antes. ¿1 de septiembre?”. Sonrió ella pegándose más a él.
“1 de septiembre… Me gusta cómo suena”. Se sonrieron mutuamente.
“Decidido entonces. Podemos encargar ya las invitaciones. Y mandarlas cuanto antes. Yo ya tengo mi lista de invitados hecha. ¿Y tú?”.
“Todavía no”. Acarició su espalda de arriba bajo, despacio. “Pero quedamos en que sería algo pequeño. Así que no te preocupes que no me costará mucho hacerla”.
Se besaron despacio, tranquilos, felices. Ya iba faltando menos para que llegara el grandioso día. Y ellos, cada día se sentían más cómodos y se iban asegurando, día a día, de que habían escogido la decisión correcta: Vivir, amarse, casarse y formar una familia juntos.
¿Cómo veis a la parejita?
¿Alguna sugerencia para la boda?
Estos días están siendo demasiado... intensos para mí y mi cabeza jajajaja
Os traigo un nuevo capítulo como recompensa...
Castle recogió las cuatro cosas que habían quedado sobre la mesa. Por su parte, Beckett tenía la vista fija en el mueble de la televisión, que estaba apagada. Se había quedado pensativa y algo nostálgica también. Se mordió el labio sin darse cuenta de que Rick había terminado de ordenar la casa y la miraba preocupado.
“Kate… cariño, ¿estás bien?”. Se puso frente a ella, de cuclillas apoyándose ligeramente sobre sus rodillas para no caerse.
Kate fijó la mirada en los ojos de Castle y le sonrió con un toque de tristeza. “Sí… Sólo… pensaba”. Cogió las manos de Rick sin dejar de mirarle a los ojos. Él le dio su espacio. Sabía que le faltaba poco para soltar todo aquello que la estaba angustiando en ese momento. “¿Sabes?. Me gustaría que la situación fuese otra…”. Se mordió el labio “Cada tienda a la que he ido a probarme vestidos, he extrañado a mi madre… Sé lo mucho que a ella le hubiera gustado ayudarnos con todo y habría estado encantada de conocerte a ti. Le habrías caído genial”. Sonrió un poco apretando más las manos de él. “Cada vez que me miraba al espejo con un vestido nuevo… la veía detrás de mí… Mirándome, orgullosa, sonriente, feliz… Pero me giraba a ver si estaba… y había desaparecido”. Suspiró y respiró hondo para controlar sus sentimientos. “Creo que por eso no he encontrado todavía el vestido ideal”.
Rick se levantó de estar en cuclillas sin soltar las manos de Kate. Tiró de ella suavemente haciendo que se levantara y la condujo hasta el espejo del cuarto en el que se los veía enteros. Sin separarse de sus manos, rodeó su cuerpo por detrás, abrazándola. “Mírate”. Kate le hizo caso mirándose en el espejo y sonrió cuando él le dio un beso en el hombro. “Eres preciosa”. Fue hablando con suavidad. “Y lleves el vestido que lleves, estarás aún más preciosa. ¿Sabes por qué?”. Ella negó ligeramente mirándole a los ojos a través del espejo. “Porque voy a intentar, por todos los medios, que ese día sea el más feliz de tu vida. Porque será el comienzo de una vida juntos. Porque, aunque no la conocí, sé que tu madre ya está orgullosa de ti.. y desde ahí arriba, te cuida y sonríe cada vez que tú lo haces”. Acarició sus manos unos segundos para después soltárselas y separarse despacio de ella.
Se acercó a uno de sus cajones y cogió una bolsita de terciopelo rojo. De ahí, sacó el colgante con el anillo de su madre. Desde que habían encerrado a Bracken no se lo ponía tan a menudo. De hecho, hacía casi un mes que no había vuelto a ponérselo. Aunque, por supuesto, eso no significaba que se hubiera olvidado de ella. Rick se acercó a Kate nuevamente, pero ésta vez se puso frente a ella. Cogió el anillo con dos dedos y con la otra mano sujetó la de Kate en alto. Poco a poco, fue colocándole el anillo de su madre ante la mirada de sorpresa de ella. Antes no le valía, le quedaba un poco pequeño. ¿Desde cuando le valía el anillo? ¿Tanto había adelgazado los últimos meses que podía ponérselo?
Rick terminó de colocar el anillo en su dedo, junto al que él le había regalado cuando le pidió matrimonio. “Me fijé que ya casi no te lo colgabas”. Informó sin que ninguno dejara de mirar el anillo. “Lo cogí y lo mandé agrandar un poco para que se amoldara a tu dedo”. Kate alzó la mirada mirándolo con lágrimas, emocionada. Rick la imitó y le acarició la mejilla sin soltar su mano con ambos anillos. “Quiero que lo lleves el día de la boda. Quiero que ella esté presente en ese día especial”. Besó sus labios, despacio, saboreándola suavemente.
Kate se abrazó fuerte a él sin separar sus labios. Cuando el besó terminó, juntaron sus frentes, sonrientes. “Gracias…”. Susurró ella abrazándolo nuevamente y apoyando la cabeza en su hombro. “Es… muy dulce…”. Tomó aire despacio para retener las lágrimas. “Gracias”. Repitió, esta vez sin reprimir que un par de lágrimas atravesasen sus mejillas.
Rick la tomó de la cara suavemente y le secó la humedad de las mejillas mientras la volvía a besar. “Ella estará contigo ese día. Con tu padre, con nosotros”. Le sonrió dulcemente abrazándola con cariño.
Permanecieron un rato abrazados, sin decir nada más. No hacía falta. Aquel detalle del escritor con el anillo de su madre había servido para calmar a Kate con respecto al tema de la boda y el hecho de echar en falta a su madre.
“Venga, vamos a acostarnos que hoy ha sido un día largo”. Tiró de su mano nuevamente para dirigirla a la cama. Se acostaron juntos, y ella, inmediatamente sintió que él se había introducido bajo las sábanas, se pegó a su cuerpo apoyando la cabeza en su pecho y dejando reposar su mano con los dos anillos sobre el abdomen de él.
Se dedicaron un buen rato de caricias, que finalmente fue interrumpido por la voz grave de Castle en un susurro. “¿Te has dormido?”. Preguntó acariciando su pelo.
Beckett negó con una pequeña sonrisa y besó su pecho.
“¿Te gustaría que nos casáramos en los Hamptons?”. Preguntó de golpe, expectante por la respuesta que ella pudiera dar.
Kate alzó la cabeza sorprendida por aquella pregunta y vio en sus ojos que hablaba totalmente enserio. “¿En tu casa de los Hamptons?”.
“No. En NUESTRA casa”. Besó sus labios fugazmente.
“La verdad es que… es un sitio muy bonito”. Sopesó ella y se le escapó una tímida sonrisa. “Me lo imagino con toda nuestra gente, en un atardecer…”. Susurró mordiéndose el labio y dejando volar la imaginación.
“¿Te gusta la idea entonces?”. Preguntó él estrechándola más entre sus brazos.
“Uhumm… creo que sí”. Besó su pecho repetidas veces, con cariño.
“Entonces sólo queda decidir la fecha exacta y organizar allí todo”. Besó su pelo tiernamente.
“Cuanto antes. ¿1 de septiembre?”. Sonrió ella pegándose más a él.
“1 de septiembre… Me gusta cómo suena”. Se sonrieron mutuamente.
“Decidido entonces. Podemos encargar ya las invitaciones. Y mandarlas cuanto antes. Yo ya tengo mi lista de invitados hecha. ¿Y tú?”.
“Todavía no”. Acarició su espalda de arriba bajo, despacio. “Pero quedamos en que sería algo pequeño. Así que no te preocupes que no me costará mucho hacerla”.
Se besaron despacio, tranquilos, felices. Ya iba faltando menos para que llegara el grandioso día. Y ellos, cada día se sentían más cómodos y se iban asegurando, día a día, de que habían escogido la decisión correcta: Vivir, amarse, casarse y formar una familia juntos.
¿Cómo veis a la parejita?
¿Alguna sugerencia para la boda?
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
La sugerencia es que aly lleve los anillos y que castle y beckett den un discurso y todo que este muy bonito mas la noche de bodas claro...
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 27/06/2014
Edad : 28
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Precioso!!!!! No podrían ser más adorables!!!! Me encanta la idea de castle_always_annarodgers!!! Gracias por subir otro capítulo hoy!!! Sigue cuando puedaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
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