Cuando te veo (FIN)
+21
fancastlefati94
BRIGITTEALWAYSBELIEVE
casckett_life
Ruth Maria
writerdetective47
Kate_Always
eltpm_fancastle
livingmylife
castle_always_annarodgers
Caskett1123
cayalovescastle
castle&beckett..cris
love.C.and.B.Marbele
marius123
Geovita:33
alba_caskett52
Comina
gara_katic
onewritergirl
Castle y Beckett
josemg95
25 participantes
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 14 de 38.
Página 14 de 38. • 1 ... 8 ... 13, 14, 15 ... 26 ... 38
Re: Cuando te veo (FIN)
Quiero ver que le regala Beckett
Sigue pronto
Sigue pronto
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenos días! Sigamos con la sorpresa!
GRACIAS POR TODOS VUESTROS COMENTARIOS!
“No me acordaba de que lo tenía en el bolsillo”. Susurró él como excusa y se lo ofreció incorporándose un poco para que ella pudiera hacer lo mismo. “Es una tontería pero… ábrela”. Le sonrió con cariño algo nervioso por ver su reacción.
Kate se incorporó a su lado, ambos tapados por la manta. Cogió la caja y la observó entre sus manos. Sonrió al leer la marca en el lacito con el que estaba atada. Se mordió el labio mientras lo soltaba y abría la caja y no pudo evitar sonreír ampliamente al ver el contenido. Se trataba de una pulsera sencilla de plata que el escritor le había visto mirar en una tienda en Madrid. Una fina pulsera pero con un detalle que Kate todavía no había visto. Él sabía que le había encantado, pero que si le decía para comprársela, ella se negaría y por eso la había encargado al hombre del hotel que lo hiciera por él. “Rick…” Susurró ella mirando la pulsera y la sacó de la caja admirándola. “No hacía falta que me la compraras…”. Ella sabía que él la había visto mirarla, pero supuso que no se había atrevido a comprársela por que ella, evidentemente, se negaría.
“Bueno, vi cómo la mirabas, sé que te gustó y… Kate…”. Le agarró las manos con ternura mientras ella mantenía entre las suyas la pulsera. “Me gusta hacer regalos a la gente que me importa. Por favor, acéptalo…”. Le miró suplicante a los ojos pero con una pequeña sonrisa. “Además, tiene algo que aún no has visto”. Le cogió la pulsera y se la colocó en la muñeca derecha. De la pulsera colgaba un diminuto corazón con algo escrito.
Kate se fijó en el corazón que hasta entonces no había visto y lo cogió con los dedos pulgar e índice de su otra mano para leerlo. En él se podía leer un “Always” inscrito en una perfecta caligrafía. “Me encanta…”. Le miró a los ojos con amor y le dio un beso profundo, intenso. “Gracias…”. Le acarició la mejilla dulcemente. Los ojos de la detective brillaban emocionados. Ella hasta hora jamás había sido de ese tipo de detalles y ese era uno de los motivos por los que no quería que Castle le comprara nada, porque no estaba acostumbrada. Pero en el fondo, le encantaba que él tuviera esos detalles con ella, que le regalara cosas, que fuera el romanticón escritor Richard Castle que era. “Always…”. Susurró ella volviendo a fijar la vista en el corazón, sin dejar de sonreír.
Rick inspiró hondo relajándose al comprobar que le había gustado y le colocó un mechón rebelde de pelo detrás de la oreja. “¡Always!” Afirmó él con firmeza haciendo que ella le mirara sonriendo y se apoyara cariñosamente sobre su cuerpo.
Volvieron a abrazarse y a disfrutar de la preciosa panorámica que el mar y el cielo les ofrecían. Al rato, decidieron volver a la casa y tratar de descansar un rato. Aquel lugar parecía prometer y si querían visitarlo en condiciones tendrían que dormir un rato antes. Se vistieron y entraron en la casa, dejaron la bandeja en la cocina, las mantas en el sofá y subieron las maletas a la habitación con una cama de matrimonio. Sacaron el pijama, se dieron cada uno en un caño una ducha rápida y se acostaron a eso de las 7 de la mañana.
Kate fue la primera en despertarse. Él la tenía completamente abrazada y casi apoyado totalmente sobre ella. No pudo evitar sonreír y dedicarse a observarlo un rato mientras dejaba caricias muy suaves en su pelo. Apenas habían dormido 5 horas, y no quería despertarlo aún. Le dio un tierno beso en la frente y se quedó otro rato mirando cómo dormía. Después, con cuidado, se deshizo del abrazo y salió del cama. Tenía hambre y decidió darse una ducha rápida y preparar el desayuno para los dos. Se acercó a la maleta para coger las cosas necesarias para la ducha y entonces vio la carta allí escondida. Se mordió el labio, la cogió y se metió al baño con ella. Cerró la puerta y se apoyó en ella para leerla.
Abrió el sobre y descubrió que dentro había una carta y otro sobre. Sacó ambas cosas y al ver que en la carta ponía su nombre, el falso, decidió leerla.
¡Ay por Dios! No sabe usted, señorita Wilson, las ganas que tenía y teníamos de saber de usted, de ustedes. Según recibí tu carta corrí a contárselo a los nuestros. Están todos informados, todos saben que os va bien.
¡Vaya sorpresa! Al principio, no entendía por qué habían parado su viaje para escribirnos, pero después lo comprendí. Quería sorprender al señor Wilson y… ¡me parece una estupenda idea! Gracias por esa idea, ese detalle… Gracias por quererlo tanto…
Su padre le manda muchos saludos, besos y abrazos. Y dice que la extraña. Que está deseando que vuelva para ir a patinar juntos a Central Park. ¡La quiere a usted mucho señorita!
En su trabajo y aquí, en la casa, también se la echa de menos. Sólo puedo decirle que estamos organizando todo para su vuelta, ¡que esperamos que sea lo antes posible!
Y ahora… verá otro sobre dentro del primero. Ese segundo sobre es el que contiene la sorpresa para el señor Wilson.
¡Disfruten de su viaje, sean felices!
¡Se les quiere mucho!
Nikki Heat
Cuando Kate terminó de leer la carta, tenía una pequeña sonrisa dibujada en su rostro y los ojos ligeramente humedecidos. Apretó la carta entre sus manos y su pecho, como abrazándola y se mordió fuerte el labio. Sonrió un poco más, secándose las lágrimas y deseando poder volver a casa pronto. Sacó el otro sobre, con el nombre falso del escritor y se lo guardó en un bolsillo del albornoz. Su carta, la guardó en el otro bolsillo.
Se desnudó con rapidez y se dio una ducha rápida para quitarse el calor que empezaba a notarse. En 10 minutos ya estaba vestida de nuevo con algo ligero. Cogió las cartas y salió despacio, sin hacer ruido para no despertar a Rick. Lo vio dormir y volvió a sonreír ampliamente. Se acercó a su maleta y guardó allí su carta. Después, fue hacia la cama, rozó el pelo del escritor tiernamente y depositó la carta dirigida a él sobre la almohada de ella, de manera que al despertarse, Richard pudiera verla y leerla. Esa era su segunda sorpresa de cumpleaños. Cogió un papel en blanco, escribió algo y lo dejó sobre la carta.
Bajó a la cocina y se dispuso a preparar un buen almuerzo para los dos, como él solía hacer con el desayuno cuando se despertaba primero.
Uops!
GRACIAS POR TODOS VUESTROS COMENTARIOS!
“No me acordaba de que lo tenía en el bolsillo”. Susurró él como excusa y se lo ofreció incorporándose un poco para que ella pudiera hacer lo mismo. “Es una tontería pero… ábrela”. Le sonrió con cariño algo nervioso por ver su reacción.
Kate se incorporó a su lado, ambos tapados por la manta. Cogió la caja y la observó entre sus manos. Sonrió al leer la marca en el lacito con el que estaba atada. Se mordió el labio mientras lo soltaba y abría la caja y no pudo evitar sonreír ampliamente al ver el contenido. Se trataba de una pulsera sencilla de plata que el escritor le había visto mirar en una tienda en Madrid. Una fina pulsera pero con un detalle que Kate todavía no había visto. Él sabía que le había encantado, pero que si le decía para comprársela, ella se negaría y por eso la había encargado al hombre del hotel que lo hiciera por él. “Rick…” Susurró ella mirando la pulsera y la sacó de la caja admirándola. “No hacía falta que me la compraras…”. Ella sabía que él la había visto mirarla, pero supuso que no se había atrevido a comprársela por que ella, evidentemente, se negaría.
“Bueno, vi cómo la mirabas, sé que te gustó y… Kate…”. Le agarró las manos con ternura mientras ella mantenía entre las suyas la pulsera. “Me gusta hacer regalos a la gente que me importa. Por favor, acéptalo…”. Le miró suplicante a los ojos pero con una pequeña sonrisa. “Además, tiene algo que aún no has visto”. Le cogió la pulsera y se la colocó en la muñeca derecha. De la pulsera colgaba un diminuto corazón con algo escrito.
Kate se fijó en el corazón que hasta entonces no había visto y lo cogió con los dedos pulgar e índice de su otra mano para leerlo. En él se podía leer un “Always” inscrito en una perfecta caligrafía. “Me encanta…”. Le miró a los ojos con amor y le dio un beso profundo, intenso. “Gracias…”. Le acarició la mejilla dulcemente. Los ojos de la detective brillaban emocionados. Ella hasta hora jamás había sido de ese tipo de detalles y ese era uno de los motivos por los que no quería que Castle le comprara nada, porque no estaba acostumbrada. Pero en el fondo, le encantaba que él tuviera esos detalles con ella, que le regalara cosas, que fuera el romanticón escritor Richard Castle que era. “Always…”. Susurró ella volviendo a fijar la vista en el corazón, sin dejar de sonreír.
Rick inspiró hondo relajándose al comprobar que le había gustado y le colocó un mechón rebelde de pelo detrás de la oreja. “¡Always!” Afirmó él con firmeza haciendo que ella le mirara sonriendo y se apoyara cariñosamente sobre su cuerpo.
Volvieron a abrazarse y a disfrutar de la preciosa panorámica que el mar y el cielo les ofrecían. Al rato, decidieron volver a la casa y tratar de descansar un rato. Aquel lugar parecía prometer y si querían visitarlo en condiciones tendrían que dormir un rato antes. Se vistieron y entraron en la casa, dejaron la bandeja en la cocina, las mantas en el sofá y subieron las maletas a la habitación con una cama de matrimonio. Sacaron el pijama, se dieron cada uno en un caño una ducha rápida y se acostaron a eso de las 7 de la mañana.
Kate fue la primera en despertarse. Él la tenía completamente abrazada y casi apoyado totalmente sobre ella. No pudo evitar sonreír y dedicarse a observarlo un rato mientras dejaba caricias muy suaves en su pelo. Apenas habían dormido 5 horas, y no quería despertarlo aún. Le dio un tierno beso en la frente y se quedó otro rato mirando cómo dormía. Después, con cuidado, se deshizo del abrazo y salió del cama. Tenía hambre y decidió darse una ducha rápida y preparar el desayuno para los dos. Se acercó a la maleta para coger las cosas necesarias para la ducha y entonces vio la carta allí escondida. Se mordió el labio, la cogió y se metió al baño con ella. Cerró la puerta y se apoyó en ella para leerla.
Abrió el sobre y descubrió que dentro había una carta y otro sobre. Sacó ambas cosas y al ver que en la carta ponía su nombre, el falso, decidió leerla.
¡Ay por Dios! No sabe usted, señorita Wilson, las ganas que tenía y teníamos de saber de usted, de ustedes. Según recibí tu carta corrí a contárselo a los nuestros. Están todos informados, todos saben que os va bien.
¡Vaya sorpresa! Al principio, no entendía por qué habían parado su viaje para escribirnos, pero después lo comprendí. Quería sorprender al señor Wilson y… ¡me parece una estupenda idea! Gracias por esa idea, ese detalle… Gracias por quererlo tanto…
Su padre le manda muchos saludos, besos y abrazos. Y dice que la extraña. Que está deseando que vuelva para ir a patinar juntos a Central Park. ¡La quiere a usted mucho señorita!
En su trabajo y aquí, en la casa, también se la echa de menos. Sólo puedo decirle que estamos organizando todo para su vuelta, ¡que esperamos que sea lo antes posible!
Y ahora… verá otro sobre dentro del primero. Ese segundo sobre es el que contiene la sorpresa para el señor Wilson.
¡Disfruten de su viaje, sean felices!
¡Se les quiere mucho!
Nikki Heat
Cuando Kate terminó de leer la carta, tenía una pequeña sonrisa dibujada en su rostro y los ojos ligeramente humedecidos. Apretó la carta entre sus manos y su pecho, como abrazándola y se mordió fuerte el labio. Sonrió un poco más, secándose las lágrimas y deseando poder volver a casa pronto. Sacó el otro sobre, con el nombre falso del escritor y se lo guardó en un bolsillo del albornoz. Su carta, la guardó en el otro bolsillo.
Se desnudó con rapidez y se dio una ducha rápida para quitarse el calor que empezaba a notarse. En 10 minutos ya estaba vestida de nuevo con algo ligero. Cogió las cartas y salió despacio, sin hacer ruido para no despertar a Rick. Lo vio dormir y volvió a sonreír ampliamente. Se acercó a su maleta y guardó allí su carta. Después, fue hacia la cama, rozó el pelo del escritor tiernamente y depositó la carta dirigida a él sobre la almohada de ella, de manera que al despertarse, Richard pudiera verla y leerla. Esa era su segunda sorpresa de cumpleaños. Cogió un papel en blanco, escribió algo y lo dejó sobre la carta.
Bajó a la cocina y se dispuso a preparar un buen almuerzo para los dos, como él solía hacer con el desayuno cuando se despertaba primero.
Uops!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Perfecto como siempre!!!!!! Me encanta, es precioso!!!! sigue cuando puedaas!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
me cachis pk lo dejas asi???? $igueee!!
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡pedazo de historia! muy currada si señor, te ganaste otro lector
eltpm_fancastle- Escritor novato
- Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 26/03/2015
Edad : 33
Localización : España
Re: Cuando te veo (FIN)
Se me ha hecho muy cortito el capi, pero esta genial, haber que le regala Beckett a Castle.
Me encanto el regalo que le hizo Rick a Kate
Sigueee
Me encanto el regalo que le hizo Rick a Kate
Sigueee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches! Vengo con otro trocito que ya sé que el primero se hizo un poco corto.. jajaja
Bienvenido eltpm_fancastle ! Gracias por tu comentario y por unirte a esta pequeña historia!
¿Seguimos?
Mientras Beckett preparaba un par de cafés, unas tostadas, una tortilla francesa y algo de fruta para los dos, Castle empezaba a moverse en la cama al notar la ausencia de ella. Fue abriendo poco a poco los ojos mientras se acostumbraba a la luz de mediodía que se colaba por las ventanas de la habitación. Sonrió al oler el aroma de su chica recién salida de la ducha. Tocó a su lado para cerciorarse de que no estaba con él en la cama y fue entonces cuando escuchó ruidos en la cocina. Sonrió al pensar que estaría preparando algo para picar. Se sentó en la cama frotándose los ojos y después estiró sus extremidades, desperezándose. Fue a coger en la mesita del lado de Kate un reloj para ver la hora. Tras comprobar que era la una y media de mediodía, dejó el reloj de nuevo en su sitio. Antes de levantarse de la cama, miró las sábanas y vio el papel y la carta que Kate había dejado para él. Frunció el ceño y cogió primero el papel doblado con la letra de ella. Lo desdobló para leerlo y a medida que lo hacía, una gran sonrisa se instaló en sus labios.
¡Feliz cumpleaños mi amor!
Si te despiertas y no estoy a tu lado es porque he bajado a la cocina a preparar algo para almorzar.
En este sobre está tu segunda sorpresa… Sé que es importante para ti y quiero que la disfrutes. Después te explicaré cómo lo conseguí.
Sé que te había dicho que tenía sólo dos sorpresas para ti, pero… esta noche pienso hacerte otra… Así que coge fuerzas y prepárate!
¡Te quiero!
Always! <3
Cuando terminó, volvió a doblar el papel como estaba y cogió el sobre. Su corazón dio un pequeño vuelco al reconocer en él la letra de su hija. En el sobre sólo ponía un nombre: Señor Wilson. El suyo, su nombre falso, pero aquella carta iba dirigida a él y provenía, sin duda alguna, de Alexis. Empezó a leerla notando como su corazón latía más fuerte a cada palabra escrita por la pelirroja.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS PAPÁ!
¿Sorprendido? ¡Espero que sí! Tu musa ha encontrado la manera de comunicarse con nosotros sin levantar sospechas y sin que corráis peligro alguno… y aquí estamos, la abuela y yo sentadas, escribiéndote esta carta para el día de tu cumpleaños. Llevábamos una semana un poco tristonas por no poder pasar este día contigo y ni tan siquiera felicitarte de ninguna forma. Pero… ¡nos llegó la carta de tu inspectora favorita y nos alegró un montón! No podíamos dejar de felicitarte en tu cumpleaños aunque os encontréis a miles de kilómetros de nosotras. Eres lo mejor que tenemos y queremos demostrártelo siempre.
En este día tan especial para ti queríamos recordarte cuánto te queremos y lo importante que eres para nosotras. Haces que sonriamos día tras día, aprovechemos nuestras vidas al máximo y seamos felices. Eres el mejor padre, y el mejor hijo, que nadie podría tener jamás. Y queremos exactamente lo mismo para ti. Que sonrías, disfrutes y seas feliz. Esperamos poder ayudarte a conseguirlo y sabemos que Kate también tendrá un papel muy importante; ¡estamos encantadas con ella!. Así que, disfrutad todo lo que podáis del viaje que pronto podréis volver; ¡prometido!.
Nosotras estamos muy bien. Yo sigo con la universidad y la abuela ya sabes, con alguna que otra salida y haciendo castings por aquí y por allí. Pero parece que ser demasiado buena para las obras a las que se presenta porque no la cogen para ninguna...
Los chicos también os manda saludos y dicen que os echan mucho de menos. Todos estamos haciendo lo que podemos para que estéis de vuelta lo antes posible. ¡Te prometo que cuando vuelvas jugaremos un montón de partidas con las pistolas-láser!
Y ahora… mi pequeña sorpresa… Dentro del sobre, encontrarás alguna fotografía. Espero que te guste recordar todo esos momentos que hemos pasado juntos. ¡Te echo de menos papá!
¡Sé feliz, haz feliz a Kate y volved pronto para hacernos felices a nosotros!
¡La abuela y yo te queremos muchísimo!
PD: Dale un fuerte beso a Katherine.
Castle se secó las lágrimas con el dorso de la mano y buscó en el sobre las fotografías de las que hablaba su hija en la carta. Las sacó y fue observándolas una a una: Alexis de bebé, la pequeña pelirroja en brazos de Martha, los tres juntos posando divertidos con una Alexis de unos 4 añitos, padre e hija jugando a las pistolas-láser, divirtiéndose en alguna fiesta de cumpleaños de la adolescente, en un viaje que hicieron a Canadá, en la piscina y playa de los Hamptons…
Rick fue pasando una por una las fotos, soltando lágrimas de emoción y de todo lo que las echaba de menos, sobre todo a su pequeña calabaza. Se secó por enésima vez las lágrimas con una gran sonrisa observando de nuevo todas las fotografías.
Kate había preparado algo para picar y con todo sobre una bandeja, subió las escaleras al piso de arriba. Se acercó a la habitación y sonrió al verlo despierto y leyendo la carta. Se quedó en silencio, sin decir ni hacer nada. Decidió darle un poco de espacio y se fue con la bandeja a la otra habitación, que tenía un enorme balcón. Dejó la comida en una mesa, abrió las puertas del balcón y salió a él dejando que el sol y el aire acariciaran su piel. Se apoyó en la barandilla y se mordió el labio pensativa. Había visto a Rick llorar de emoción por la carta de su hija y un fuerte interrogante se había instalado en su interior. ¿Qué se siente al tener un hijo? ¿Cómo de fuerte es el amor por tu hijo? Se mordió más fuerte el labio al plantearse aquellas preguntas en su cabeza. Respiró hondo varias veces y dejó volar sus recuerdos. Se vio rodeada por sus padres cuando era pequeña e iban a patinar a Central Park en Navidad, el primer día de colegio que no se quería separar de ellos, cuando se cayó intentando aprender a andar en bicicleta pero apretó los puños y no derramó ni una sola lágrima, el día que se enteró de que le habían arrancado a su madre de su lado y sintió que se llevaban una parte enorme de ella… Suspiró derramando sin querer un par de lágrimas. Era cierto que se habían llevado una parte muy importante de ella aquel día, pero desde que estaba con Rick, desde que estaba dejando salir su parte más cariñosa, sentía que estaba recuperando todo aquello que le habían arrebatado al asesinar a su madre. Todo, menos a su madre. Pero aquello ya no dolía tanto. No desde que había encerrado a su asesino y sabía que acabaría pudriéndose en la cárcel. Ahora, solo deseaba que pillaran a todos los que habían colaborado con él y los encerraran de por vida para que ellos pudieran regresar a sus casas, a sus vidas.. Ahí había otro pequeño interrogante… ¿Qué pasaría cuando volvieran a Nueva York? ¿Volverían cada uno a su casa? ¿Querrían vivir juntos? ¿Dónde? ¿Y en el trabajo cómo lo harían? ¿Quería ella pasar de vivir completamente sola y simplemente rodeada de sus cosas y sus miedos a vivir con Castle y compartir con él todo? No sabía del todo lo que quería, lo que si estaba segura era que vencería a todos sus miedos al lado de él. Sonrió secándose las lágrimas y justo en ese momento escuchó cómo Rick la llamaba buscándola.
Hasta... mañana! Que espero, poder venir con un nuevo trozo!
GRACIAS POR VUESTROS COMENTARIOS!
Bienvenido eltpm_fancastle ! Gracias por tu comentario y por unirte a esta pequeña historia!
¿Seguimos?
Mientras Beckett preparaba un par de cafés, unas tostadas, una tortilla francesa y algo de fruta para los dos, Castle empezaba a moverse en la cama al notar la ausencia de ella. Fue abriendo poco a poco los ojos mientras se acostumbraba a la luz de mediodía que se colaba por las ventanas de la habitación. Sonrió al oler el aroma de su chica recién salida de la ducha. Tocó a su lado para cerciorarse de que no estaba con él en la cama y fue entonces cuando escuchó ruidos en la cocina. Sonrió al pensar que estaría preparando algo para picar. Se sentó en la cama frotándose los ojos y después estiró sus extremidades, desperezándose. Fue a coger en la mesita del lado de Kate un reloj para ver la hora. Tras comprobar que era la una y media de mediodía, dejó el reloj de nuevo en su sitio. Antes de levantarse de la cama, miró las sábanas y vio el papel y la carta que Kate había dejado para él. Frunció el ceño y cogió primero el papel doblado con la letra de ella. Lo desdobló para leerlo y a medida que lo hacía, una gran sonrisa se instaló en sus labios.
¡Feliz cumpleaños mi amor!
Si te despiertas y no estoy a tu lado es porque he bajado a la cocina a preparar algo para almorzar.
En este sobre está tu segunda sorpresa… Sé que es importante para ti y quiero que la disfrutes. Después te explicaré cómo lo conseguí.
Sé que te había dicho que tenía sólo dos sorpresas para ti, pero… esta noche pienso hacerte otra… Así que coge fuerzas y prepárate!
¡Te quiero!
Always! <3
Cuando terminó, volvió a doblar el papel como estaba y cogió el sobre. Su corazón dio un pequeño vuelco al reconocer en él la letra de su hija. En el sobre sólo ponía un nombre: Señor Wilson. El suyo, su nombre falso, pero aquella carta iba dirigida a él y provenía, sin duda alguna, de Alexis. Empezó a leerla notando como su corazón latía más fuerte a cada palabra escrita por la pelirroja.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS PAPÁ!
¿Sorprendido? ¡Espero que sí! Tu musa ha encontrado la manera de comunicarse con nosotros sin levantar sospechas y sin que corráis peligro alguno… y aquí estamos, la abuela y yo sentadas, escribiéndote esta carta para el día de tu cumpleaños. Llevábamos una semana un poco tristonas por no poder pasar este día contigo y ni tan siquiera felicitarte de ninguna forma. Pero… ¡nos llegó la carta de tu inspectora favorita y nos alegró un montón! No podíamos dejar de felicitarte en tu cumpleaños aunque os encontréis a miles de kilómetros de nosotras. Eres lo mejor que tenemos y queremos demostrártelo siempre.
En este día tan especial para ti queríamos recordarte cuánto te queremos y lo importante que eres para nosotras. Haces que sonriamos día tras día, aprovechemos nuestras vidas al máximo y seamos felices. Eres el mejor padre, y el mejor hijo, que nadie podría tener jamás. Y queremos exactamente lo mismo para ti. Que sonrías, disfrutes y seas feliz. Esperamos poder ayudarte a conseguirlo y sabemos que Kate también tendrá un papel muy importante; ¡estamos encantadas con ella!. Así que, disfrutad todo lo que podáis del viaje que pronto podréis volver; ¡prometido!.
Nosotras estamos muy bien. Yo sigo con la universidad y la abuela ya sabes, con alguna que otra salida y haciendo castings por aquí y por allí. Pero parece que ser demasiado buena para las obras a las que se presenta porque no la cogen para ninguna...
Los chicos también os manda saludos y dicen que os echan mucho de menos. Todos estamos haciendo lo que podemos para que estéis de vuelta lo antes posible. ¡Te prometo que cuando vuelvas jugaremos un montón de partidas con las pistolas-láser!
Y ahora… mi pequeña sorpresa… Dentro del sobre, encontrarás alguna fotografía. Espero que te guste recordar todo esos momentos que hemos pasado juntos. ¡Te echo de menos papá!
¡Sé feliz, haz feliz a Kate y volved pronto para hacernos felices a nosotros!
¡La abuela y yo te queremos muchísimo!
PD: Dale un fuerte beso a Katherine.
Castle se secó las lágrimas con el dorso de la mano y buscó en el sobre las fotografías de las que hablaba su hija en la carta. Las sacó y fue observándolas una a una: Alexis de bebé, la pequeña pelirroja en brazos de Martha, los tres juntos posando divertidos con una Alexis de unos 4 añitos, padre e hija jugando a las pistolas-láser, divirtiéndose en alguna fiesta de cumpleaños de la adolescente, en un viaje que hicieron a Canadá, en la piscina y playa de los Hamptons…
Rick fue pasando una por una las fotos, soltando lágrimas de emoción y de todo lo que las echaba de menos, sobre todo a su pequeña calabaza. Se secó por enésima vez las lágrimas con una gran sonrisa observando de nuevo todas las fotografías.
Kate había preparado algo para picar y con todo sobre una bandeja, subió las escaleras al piso de arriba. Se acercó a la habitación y sonrió al verlo despierto y leyendo la carta. Se quedó en silencio, sin decir ni hacer nada. Decidió darle un poco de espacio y se fue con la bandeja a la otra habitación, que tenía un enorme balcón. Dejó la comida en una mesa, abrió las puertas del balcón y salió a él dejando que el sol y el aire acariciaran su piel. Se apoyó en la barandilla y se mordió el labio pensativa. Había visto a Rick llorar de emoción por la carta de su hija y un fuerte interrogante se había instalado en su interior. ¿Qué se siente al tener un hijo? ¿Cómo de fuerte es el amor por tu hijo? Se mordió más fuerte el labio al plantearse aquellas preguntas en su cabeza. Respiró hondo varias veces y dejó volar sus recuerdos. Se vio rodeada por sus padres cuando era pequeña e iban a patinar a Central Park en Navidad, el primer día de colegio que no se quería separar de ellos, cuando se cayó intentando aprender a andar en bicicleta pero apretó los puños y no derramó ni una sola lágrima, el día que se enteró de que le habían arrancado a su madre de su lado y sintió que se llevaban una parte enorme de ella… Suspiró derramando sin querer un par de lágrimas. Era cierto que se habían llevado una parte muy importante de ella aquel día, pero desde que estaba con Rick, desde que estaba dejando salir su parte más cariñosa, sentía que estaba recuperando todo aquello que le habían arrebatado al asesinar a su madre. Todo, menos a su madre. Pero aquello ya no dolía tanto. No desde que había encerrado a su asesino y sabía que acabaría pudriéndose en la cárcel. Ahora, solo deseaba que pillaran a todos los que habían colaborado con él y los encerraran de por vida para que ellos pudieran regresar a sus casas, a sus vidas.. Ahí había otro pequeño interrogante… ¿Qué pasaría cuando volvieran a Nueva York? ¿Volverían cada uno a su casa? ¿Querrían vivir juntos? ¿Dónde? ¿Y en el trabajo cómo lo harían? ¿Quería ella pasar de vivir completamente sola y simplemente rodeada de sus cosas y sus miedos a vivir con Castle y compartir con él todo? No sabía del todo lo que quería, lo que si estaba segura era que vencería a todos sus miedos al lado de él. Sonrió secándose las lágrimas y justo en ese momento escuchó cómo Rick la llamaba buscándola.
Hasta... mañana! Que espero, poder venir con un nuevo trozo!
GRACIAS POR VUESTROS COMENTARIOS!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Que bonito me he emocionado te felicito y como siempre te digo que escvribes genial y esperó nuevo capitulo como estos que escribes tan bien
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Por favor te lo suplico ...SIGUEEEEE!!!!
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Gracias, gracias, gracias por vuestros comentarios!
¿Seguimos?
“Estoy aquí”. Alzó la voz desde el balcón y viendo cómo se acercaba a ella por el pasillo. Cuando lo tuvo cerca se explicó. “Subí con la comida pero te vi concentrado leyendo y no quise molestarte”. Le sonrió con ternura y cuando estuvieron frente a frente le acarició la mejilla suavemente. “¿Estás bien?”. Preguntó al ver la rojez de los ojos del escritor.
Rick no contestó, simplemente colocó una mano en la cadera de la inspectora y la otra en la nuca de la misma. La atrajo a él y la besó con un amor muy profundo, muy fuerte. Kate continuó el beso encantada y pegándose más a él. “Gracias…”. Susurró el escritor aún pegado a su cuerpo y a sus labios. “Ha sido… la mejor sorpresa que me podrías haber hecho. ¡Gracias!” Volvió a exclamar mirándola con amor separándose de ella lo justo para mirarla a los ojos y rozar su nariz con la suya propia.
“Te lo mereces Rick”. Le robó un tierno beso posando su mano sobre la mejilla de él. La otra la llevó a la espalda de su compañero y lo atrajo a ella. Le mordió el labio provocativamente y ambos sonrieron ampliamente.
“¿Y tú, estás bien?”. Susurró él al darse cuenta de que ella también tenía un poco enrojecidos los ojos. Con sus pulgares, tiernamente borró cualquier rastro de lágrimas que pudiera quedar en el rostro.
“Sí, estoy bien”. Le dedicó una pequeña sonrisa. “Sólo he estado recordando momentos y ya sabes, he acabado acordándome de lo de siempre”. Instintivamente retiró la mano de la espalda de él y se la llevó al colgante con el anillo de su madre que no había querido dejar en Nueva York cuando tuvieron que empezar su huída.
Rick le besó la cabeza comprensivo y la abrazó con amor. “¿Cómo has conseguido comunicarte con ellas?”. Le fue acariciando la espalda tiernamente sin dejar el abrazo.
Kate sonrió entre sus brazo y le dio un beso en el hombro. “Te lo explico mientras comemos”. Deshizo el abrazo agarrándole de la mano y tirando de él hasta una pequeña mesa con dos sillas que había en el balcón. Le hizo sentarse en una y fue a por la bandeja con comida, depositándola sobre la mesa en la que esperaba el escritor. Se sentó ella frente a él y ambos empezaron a comer contemplando las vistas de la costa. “Bueno, se me ocurrió que mi nombre falso sí podía usarlo, así que mandé la carta a la universidad de Alexis. Allí dudo que haya nadie vigilando por si nos ponemos en contacto. Y además, no puse su nombre como destinatario. Puse el que usas para mí en tus libros”. Le sonrió llevándose un trozo de tortilla a la boca.
Castle rió ante la ocurrencia de su compañera mientras bebía un trago de agua. “¿Nikki Heat?”. Ella asintió sonriente. “Buena idea señorita Beckett”. Exclamó haciendo que ella chocara con él el vaso.
Comieron todo lo que la inspectora había preparado, riendo, picándose el uno al otro con ese humor tan característico entre ellos. Cuando acabaron, recogieron y limpiaron los cacharros que habían usado.
Mientras Kate terminaba de fregar, Rick había subido a hacer la cama. Bajó a la cocina cuando acabó y se abrazó a su chica por su espalda. Le dio un suave beso en el cuello. “¿Tienes algún plan para hoy?”.
Kate estiró el cuello dándole al escritor mayor acceso y sonrió mordiéndose el labio mientras aclaraba los dos vasos que habían usado para comer. “¿Qué te parece visitar un poco los alrededores?”. Cerró el grifo y cogió el trapo para secarse las manos mientras se giraba entre sus brazos para quedar frente a él, sonriéndole.
“¡Perfecto!” Sonrió Castle. “Pero ante, me gustaría enseñarte lo que me ha mandado mi hija..”. Susurró acercándose a sus labios y besándoselos fugazmente sin dejar de mirarla a los ojos. “Me hace ilusión”. Afirmó sonriente como un niño al que le acaban de comprar un juguete nuevo y quiere enseñárselo a todo el mundo.
“¿Subimos arriba, me enseñas la carta y después nos vestimos y vamos a pasear?”. Propuso agarrándose a las caderas de él.
“Vamos”. Agarró la mano de Kate y tiró de ella mientras subían las escaleras. Se sentó en la cama sin importarle que estuviera recién hecha. Palmeó el hueco a su lado indicándole que se sentara con él.
“A mi me ha mandado esto”. Le entregó la suya mientras se sentaba y Rick la leyó sonriente y negando con la cabeza divertido por el “juego” que se traían la señorita Wilson y Nikki Heat. “Es un encanto de cría. Ha pensado en todo. Ha hablado con mi padre, con los chicos…”. Sonrió mientras releía ella también su carta.
“Tiene el mejor padre del mundo, ¿qué esperabas?”. Rick la miró ladeando ligeramente la cabeza, sonriente, divertido, feliz.
“Ya estamos… Dile a tu ego que no se suba tanto…”. Le dio un pequeño manotazo en el hombro, riendo.
“¿No es cierto que sea el mejor padre del mundo?”. Inquirió haciendo como que se había ofendido y poniendo cara de pena.
“No lo sé de primera mano. A lo mejor tenemos que probarlo más adelante”. Se mordió el labio tras soltar aquello, mirando a Richard a los ojos. Su rostro indicaba que hablaba en serio aunque con alguna duda mientras sonreía ligeramente. Esa frase le había salido sola, pronunciando en voz alta lo que su mente llevaba pensando en silencio unos días.
Rick dejó la carta sobre la cama mirando a Kate boquiabierto. “¿Eso ha salido de tu boca y estás hablando en serio?”.
Kate asintió lentamente. “Sí, creo que sí…”. Susurró mordiéndose el labio e inspirando hondo. “Me gustaría, más adelante. Porque primero tenemos que disfrutar de muchas cosas, ¿no crees?”. Le cogió una mano tiernamente jugando con sus dedos algo nerviosa, frunciendo el ceño ligeramente.
Castle soltó el aire de golpe y agarró sus manos con fuerza, apretándoselas para transmitirle fuerza. Conociéndola, sabía que su mente estaría dándole vueltas a todo. “Claro que sí cariño. Todavía nos quedan muchas cosas por vivir y ya habrá tiempo de hablarlo todo, con calma”. Le besó con amor mientras mantenía sus manos apretadas ligeramente. “Cuando volvamos reanudaremos nuestras vidas y nuestra vida juntos. Aprovecharemos, viviremos, disfrutaremos. Y cuando tengamos alguna duda o algo nos preocupe, sólo tendremos que hablarlo, ¿vale?”. Le acarició las manos con cariño para transmitirle esa seguridad que al tratarse de sentimientos, siempre le faltaba.
Kate asintió dedicándole una pequeña sonrisa de agradecimiento y pudo ver cómo los ojos del escritor brillaban especialmente. Sonrió más apretando sus manos. “¿Me enseñas esa carta?”.
Rick le soltó las manos con cariño y le pasó la carta de Alexis. Beckett la leyó concentrada y sonriendo más a medida que iba avanzando. Cuando terminó, él le pasó las fotos y le fue explicando cada una.
“En la primera foto Alexis tenía dos meses. Siempre me ha encantado esta foto. De hecho, me hice una versión pequeñita de esta foto para llevarla siempre en la cartera. La siguiente, ya tenía un año y sí, la que la tiene en brazos es mi madre”. Rió al ver la cara de Kate al descubrir a Martha mucho más joven. Rick pasó de foto. “Aquí estamos los tres posando. Y esta nos la hizo Gina la primera vez que usamos las pistolas-láser. Tenías que ver a Alexis correr por la casa sin casi poder sostener el arma”. Rió al recordarlo y pasó de nuevo a la siguiente foto. “Esta fue una fiesta de cumpleaños que organizamos cuando Alexis cumplió 8 años. ¡Invitó a todo Nueva York!”. Recordó haciendo reír a la inspectora, quien disfrutaba muchísimo viendo las fotos y escuchando las historias que le contaba Rick. “En esta foto estamos en Canadá. Fue un viaje que mi hija me obligó a hacer. Acababa de romper mi segundo matrimonio y no estaba de muy buen humor que digamos. Pero la culpa no era ni siquiera de Gina. Me sentía muy enfadado y frustrado conmigo mismo”. Elevó los hombros sonriendo ligeramente. “Alexis consiguió que me olvidara de todo y disfrutara como un enano”. Sonrió más ampliamente pasando de foto. “Y estas son las últimas. Estamos en la playa los Hamptons, con medio cuerpo enterrado bajo la arena. Y aquí, en la piscina de casa intentando enseñar a Alexis a tirarse bien de cabeza”. Sonrió por los recuerdos. “Definitivamente he pasado muy buenos ratos con ella”. Se quedó callado mirando la última foto en la que un joven Richard Castle agarraba a su hija por detrás intentando colocarla de la forma correcta para que se tirara de cabeza en la piscina.
“Son preciosas todas. Salís guapísimos”. Le besó la comisura de los labios y dejó reposar la cabeza sobre el hombro del escritor. “Gracias por compartirlas conmigo…”. Susurró sonriente.
“Kate, quiero compartirlo todo contigo, ¡TODO!”. Le acarició el brazo dulcemente y ambos se sonrieron.
Yiihaaa!! jajajaja
Espero que os haya gustado!
Espero vuestras opiniones!
¿Seguimos?
“Estoy aquí”. Alzó la voz desde el balcón y viendo cómo se acercaba a ella por el pasillo. Cuando lo tuvo cerca se explicó. “Subí con la comida pero te vi concentrado leyendo y no quise molestarte”. Le sonrió con ternura y cuando estuvieron frente a frente le acarició la mejilla suavemente. “¿Estás bien?”. Preguntó al ver la rojez de los ojos del escritor.
Rick no contestó, simplemente colocó una mano en la cadera de la inspectora y la otra en la nuca de la misma. La atrajo a él y la besó con un amor muy profundo, muy fuerte. Kate continuó el beso encantada y pegándose más a él. “Gracias…”. Susurró el escritor aún pegado a su cuerpo y a sus labios. “Ha sido… la mejor sorpresa que me podrías haber hecho. ¡Gracias!” Volvió a exclamar mirándola con amor separándose de ella lo justo para mirarla a los ojos y rozar su nariz con la suya propia.
“Te lo mereces Rick”. Le robó un tierno beso posando su mano sobre la mejilla de él. La otra la llevó a la espalda de su compañero y lo atrajo a ella. Le mordió el labio provocativamente y ambos sonrieron ampliamente.
“¿Y tú, estás bien?”. Susurró él al darse cuenta de que ella también tenía un poco enrojecidos los ojos. Con sus pulgares, tiernamente borró cualquier rastro de lágrimas que pudiera quedar en el rostro.
“Sí, estoy bien”. Le dedicó una pequeña sonrisa. “Sólo he estado recordando momentos y ya sabes, he acabado acordándome de lo de siempre”. Instintivamente retiró la mano de la espalda de él y se la llevó al colgante con el anillo de su madre que no había querido dejar en Nueva York cuando tuvieron que empezar su huída.
Rick le besó la cabeza comprensivo y la abrazó con amor. “¿Cómo has conseguido comunicarte con ellas?”. Le fue acariciando la espalda tiernamente sin dejar el abrazo.
Kate sonrió entre sus brazo y le dio un beso en el hombro. “Te lo explico mientras comemos”. Deshizo el abrazo agarrándole de la mano y tirando de él hasta una pequeña mesa con dos sillas que había en el balcón. Le hizo sentarse en una y fue a por la bandeja con comida, depositándola sobre la mesa en la que esperaba el escritor. Se sentó ella frente a él y ambos empezaron a comer contemplando las vistas de la costa. “Bueno, se me ocurrió que mi nombre falso sí podía usarlo, así que mandé la carta a la universidad de Alexis. Allí dudo que haya nadie vigilando por si nos ponemos en contacto. Y además, no puse su nombre como destinatario. Puse el que usas para mí en tus libros”. Le sonrió llevándose un trozo de tortilla a la boca.
Castle rió ante la ocurrencia de su compañera mientras bebía un trago de agua. “¿Nikki Heat?”. Ella asintió sonriente. “Buena idea señorita Beckett”. Exclamó haciendo que ella chocara con él el vaso.
Comieron todo lo que la inspectora había preparado, riendo, picándose el uno al otro con ese humor tan característico entre ellos. Cuando acabaron, recogieron y limpiaron los cacharros que habían usado.
Mientras Kate terminaba de fregar, Rick había subido a hacer la cama. Bajó a la cocina cuando acabó y se abrazó a su chica por su espalda. Le dio un suave beso en el cuello. “¿Tienes algún plan para hoy?”.
Kate estiró el cuello dándole al escritor mayor acceso y sonrió mordiéndose el labio mientras aclaraba los dos vasos que habían usado para comer. “¿Qué te parece visitar un poco los alrededores?”. Cerró el grifo y cogió el trapo para secarse las manos mientras se giraba entre sus brazos para quedar frente a él, sonriéndole.
“¡Perfecto!” Sonrió Castle. “Pero ante, me gustaría enseñarte lo que me ha mandado mi hija..”. Susurró acercándose a sus labios y besándoselos fugazmente sin dejar de mirarla a los ojos. “Me hace ilusión”. Afirmó sonriente como un niño al que le acaban de comprar un juguete nuevo y quiere enseñárselo a todo el mundo.
“¿Subimos arriba, me enseñas la carta y después nos vestimos y vamos a pasear?”. Propuso agarrándose a las caderas de él.
“Vamos”. Agarró la mano de Kate y tiró de ella mientras subían las escaleras. Se sentó en la cama sin importarle que estuviera recién hecha. Palmeó el hueco a su lado indicándole que se sentara con él.
“A mi me ha mandado esto”. Le entregó la suya mientras se sentaba y Rick la leyó sonriente y negando con la cabeza divertido por el “juego” que se traían la señorita Wilson y Nikki Heat. “Es un encanto de cría. Ha pensado en todo. Ha hablado con mi padre, con los chicos…”. Sonrió mientras releía ella también su carta.
“Tiene el mejor padre del mundo, ¿qué esperabas?”. Rick la miró ladeando ligeramente la cabeza, sonriente, divertido, feliz.
“Ya estamos… Dile a tu ego que no se suba tanto…”. Le dio un pequeño manotazo en el hombro, riendo.
“¿No es cierto que sea el mejor padre del mundo?”. Inquirió haciendo como que se había ofendido y poniendo cara de pena.
“No lo sé de primera mano. A lo mejor tenemos que probarlo más adelante”. Se mordió el labio tras soltar aquello, mirando a Richard a los ojos. Su rostro indicaba que hablaba en serio aunque con alguna duda mientras sonreía ligeramente. Esa frase le había salido sola, pronunciando en voz alta lo que su mente llevaba pensando en silencio unos días.
Rick dejó la carta sobre la cama mirando a Kate boquiabierto. “¿Eso ha salido de tu boca y estás hablando en serio?”.
Kate asintió lentamente. “Sí, creo que sí…”. Susurró mordiéndose el labio e inspirando hondo. “Me gustaría, más adelante. Porque primero tenemos que disfrutar de muchas cosas, ¿no crees?”. Le cogió una mano tiernamente jugando con sus dedos algo nerviosa, frunciendo el ceño ligeramente.
Castle soltó el aire de golpe y agarró sus manos con fuerza, apretándoselas para transmitirle fuerza. Conociéndola, sabía que su mente estaría dándole vueltas a todo. “Claro que sí cariño. Todavía nos quedan muchas cosas por vivir y ya habrá tiempo de hablarlo todo, con calma”. Le besó con amor mientras mantenía sus manos apretadas ligeramente. “Cuando volvamos reanudaremos nuestras vidas y nuestra vida juntos. Aprovecharemos, viviremos, disfrutaremos. Y cuando tengamos alguna duda o algo nos preocupe, sólo tendremos que hablarlo, ¿vale?”. Le acarició las manos con cariño para transmitirle esa seguridad que al tratarse de sentimientos, siempre le faltaba.
Kate asintió dedicándole una pequeña sonrisa de agradecimiento y pudo ver cómo los ojos del escritor brillaban especialmente. Sonrió más apretando sus manos. “¿Me enseñas esa carta?”.
Rick le soltó las manos con cariño y le pasó la carta de Alexis. Beckett la leyó concentrada y sonriendo más a medida que iba avanzando. Cuando terminó, él le pasó las fotos y le fue explicando cada una.
“En la primera foto Alexis tenía dos meses. Siempre me ha encantado esta foto. De hecho, me hice una versión pequeñita de esta foto para llevarla siempre en la cartera. La siguiente, ya tenía un año y sí, la que la tiene en brazos es mi madre”. Rió al ver la cara de Kate al descubrir a Martha mucho más joven. Rick pasó de foto. “Aquí estamos los tres posando. Y esta nos la hizo Gina la primera vez que usamos las pistolas-láser. Tenías que ver a Alexis correr por la casa sin casi poder sostener el arma”. Rió al recordarlo y pasó de nuevo a la siguiente foto. “Esta fue una fiesta de cumpleaños que organizamos cuando Alexis cumplió 8 años. ¡Invitó a todo Nueva York!”. Recordó haciendo reír a la inspectora, quien disfrutaba muchísimo viendo las fotos y escuchando las historias que le contaba Rick. “En esta foto estamos en Canadá. Fue un viaje que mi hija me obligó a hacer. Acababa de romper mi segundo matrimonio y no estaba de muy buen humor que digamos. Pero la culpa no era ni siquiera de Gina. Me sentía muy enfadado y frustrado conmigo mismo”. Elevó los hombros sonriendo ligeramente. “Alexis consiguió que me olvidara de todo y disfrutara como un enano”. Sonrió más ampliamente pasando de foto. “Y estas son las últimas. Estamos en la playa los Hamptons, con medio cuerpo enterrado bajo la arena. Y aquí, en la piscina de casa intentando enseñar a Alexis a tirarse bien de cabeza”. Sonrió por los recuerdos. “Definitivamente he pasado muy buenos ratos con ella”. Se quedó callado mirando la última foto en la que un joven Richard Castle agarraba a su hija por detrás intentando colocarla de la forma correcta para que se tirara de cabeza en la piscina.
“Son preciosas todas. Salís guapísimos”. Le besó la comisura de los labios y dejó reposar la cabeza sobre el hombro del escritor. “Gracias por compartirlas conmigo…”. Susurró sonriente.
“Kate, quiero compartirlo todo contigo, ¡TODO!”. Le acarició el brazo dulcemente y ambos se sonrieron.
Yiihaaa!! jajajaja
Espero que os haya gustado!
Espero vuestras opiniones!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Siiiiiigueeeee!!!!! quiero baby caskett!!
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenos días!
Gracias por leer y comentar!
Para los Caskett babies... aún queda, si es que terminamos con ellos jajajaaja
Pero... ¿seguimos?
Después de compartir ese rato íntimo, se prepararon para pasear por la zona y descubrir nuevos lugares. Disfrutaron caminando por la costa con la brisa pegando en sus rostros. Aprovecharon para sacarse alguna fotografía; sobre todo Castle que fue haciéndole fotos a la inspectora sin que ella se diera cuenta. Decidieron que al día siguiente alquilarían un coche para poder acercarse a Bilbao y ver la ciudad y sus proximidades. Sobre las 7 de la tarde volvieron a la casa.
Mientras Castle pasaba las fotos al pequeño ordenador para dejar vacía la tarjeta de memoria, Beckett subió arriba a darse una ducha rápida. Se desnudó dejando la ropa sobre una butaca y entró al baño. Allí se desmaquilló primero y se recogió el pelo para no mojárselo. Se miró al espejo y sonrió al notar un brillo en su mirada. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan bien. A pesar de tener ciertas dudas, o mejor dicho, miedos, estaba feliz, feliz junto a Castle. Se mordió el labio y desabrochó el cierro del colgante con el anillo de su madre. Lo apretó en su mano inspirando hondo sin dejar de mirarse en el espejo. Se sonrió a sí misma, dejó el colgante en el lavabo y después soltó la pulsera que llevaba en su muñeca derecha, la que Castle le había regalado. Amplió su sonrisa cuando sus ojos se toparon con el pequeño corazón con aquella inscripción. Soltó el aire despacio frente a su imagen en el espejo y allí mismo, con aquella pulsera entre sus dedos se juró hacer todo lo posible por luchar contra sus miedos y vencerlos para poder ser plenamente feliz junto al hombre que amaba y que la amaba a ella. Se metió en la ducha tarareando una canción que había oído en la radio de un bar en el que tomaron algo durante un descanso que hicieron a mitad de su caminata.
Castle ya había acabado de pasar las fotos y las estaba viendo de nuevo, pasando una por una y sonriendo como un tonto. Llegó a una de la inspectora que le encantó. Ella sonreía mirando al horizonte sin ser consciente de que él la fotografiaba. Puso la foto de fondo de pantalla y se quedó atontado observándola. Así estaba cuando Kate bajó vestida con una camiseta ancha y unos pantalones piratas, ya duchada.
“Hey, ¡Castle!” La inspectora alzó la voz por tercera vez logrando en esta última llamar la atención del escritor, quien despegó la mirada del ordenador y alzó la cabeza para encontrarse con Beckett con el ceño fruncido pero una pequeña sonrisa. “¿Qué te tenía tan ensimismado?”. Se sentó en el sofá que estaba al lado de la butaca en la que se encontraba Castle.
“Nada”. Contestó tratando de aparentar normalidad y cerró la tapa del portátil intentando ocultar aquella fotografía. Sabía que no le iba a hacer mucha gracia a Beckett encontrar que le había estado sacando fotos y que, encima, había usado una de ellas de fondo de escritorio.
Kate alzó una ceja mirándole un momento en silencio, observando su reacción. Vio como cerraba el ordenador y lo dejaba muy pegado a él sin soltarlo del todo. Se mordió el labio sospechando que escondía algo en él y decidió actuar. “¿Me dejas el ordenador? Quiero mirar el tiempo que va a hacer estos días para planificarlos bien y no perdernos nada de por aquí”. Comentó con total normalidad aguantándose una sonrisa al ver la cara de desconcierto del escritor.
“Eh… se ha quedado sin batería… Iba a ponerlo a cargar ahora”. Soltó tartamudeando ligeramente. Se levantó como un resorte antes acabar la frase y se llevó el ordenador a la cocina donde se había quedado el cable para cargarlo. Lo enchufó, tragó saliva y volvió al sofá encendiendo la tele para evitar cualquier conversación acerca de su extraño comportamiento.
“Bueno, pues lo miró desde la cocina mientras se carga”. Se levantó despacio para ir a la cocina observando de reojo cómo Rick posaba su mirada sobre el ordenador y abría la boca para decir algo. Pero no encontró las palabras adecuadas y sólo consiguió pronunciar algo inteligible. “Castle…”. Kate se puso entre él y la televisión para impedirle que la rehuyera. “¿Qué escondes en el ordenador?”. Preguntó de brazos cruzada, mirándole con una ceja alzada y apretando los labios para no sonreír.
“Esto…”. Se levantó de la butaca para quedar a la altura de ella. “Una sorpresa… que te estaba… preparando”. Entrecerró ligeramente los ojos sin estar convencido del todo de lo que estaba diciendo.
Kate soltó una sonora carcajada. “¡Mientes!” Le señaló con un dedo mientras dirigía ese dedo al pecho de él y le empujaba con firmeza pero sin demasiada fuerza. “Sé cuándo lo haces porque te inclinas hacia la izquierda, igual que cuando estás nervioso… Así que ya estás contándome lo que es antes de que coja el ordenador y lo descubra yo solita porque…” Se acercó más a él haciendo que el escritor tragara saliva sonoramente mirándola a los ojos y apretando los labios. Aquello, a pesar de que sabía que probablemente Beckett se enfadaría por las fotos, le estaba excitando de sobremanera. “Si lo descubro por mi cuenta… mi castigo… va a ser mucho peor…”. Susurró con la voz ronca acercándose a su oído y mordiéndole el lóbulo de la oreja.
Rick soltó un pequeño jadeo ante esa jugada de la detective y apretó los labios para no volver a hacerlo cuando ella retiró la boca de su oreja. Castle soltó el aire despacio y la miró cuando se separó de él lo suficiente para dejar una pequeña distancia entre ambos. “Unas fotos. Nuestras fotos. Y… unas que te hice sin que… te dieras cuenta”. Añadió haciendo una sonrisa forzada en señal de que esperaba el enfado de ella.
Kate alzó una ceja y abrió ligeramente la boca, sorprendida. No se esperaba esa respuesta. No sabía si estaba más sorprendida, enfadada o encantada con que fuese sus fotos las que lo tenían atontado minutos antes. “¡¿Estabas mirando unas fotos mías?!”. Rick asintió despacio temiendo la reprimenda, pero en su lugar, la detective fue a la cocina, desenchufó el ordenador y volvió con él sentándose en el sofá. “Enséñamelas”. Pidió mientras abría la tapa del ordenador y lo iniciaba sacándolo de su estado de hibernación.
Me ha quedado un poquito soso, creo. Pero no me salía nada mejor, lo siento. Prometo volver pronto con otro!
GRACIAS POR SEGUIR AHÍ!
Gracias por leer y comentar!
Para los Caskett babies... aún queda, si es que terminamos con ellos jajajaaja
Pero... ¿seguimos?
Después de compartir ese rato íntimo, se prepararon para pasear por la zona y descubrir nuevos lugares. Disfrutaron caminando por la costa con la brisa pegando en sus rostros. Aprovecharon para sacarse alguna fotografía; sobre todo Castle que fue haciéndole fotos a la inspectora sin que ella se diera cuenta. Decidieron que al día siguiente alquilarían un coche para poder acercarse a Bilbao y ver la ciudad y sus proximidades. Sobre las 7 de la tarde volvieron a la casa.
Mientras Castle pasaba las fotos al pequeño ordenador para dejar vacía la tarjeta de memoria, Beckett subió arriba a darse una ducha rápida. Se desnudó dejando la ropa sobre una butaca y entró al baño. Allí se desmaquilló primero y se recogió el pelo para no mojárselo. Se miró al espejo y sonrió al notar un brillo en su mirada. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan bien. A pesar de tener ciertas dudas, o mejor dicho, miedos, estaba feliz, feliz junto a Castle. Se mordió el labio y desabrochó el cierro del colgante con el anillo de su madre. Lo apretó en su mano inspirando hondo sin dejar de mirarse en el espejo. Se sonrió a sí misma, dejó el colgante en el lavabo y después soltó la pulsera que llevaba en su muñeca derecha, la que Castle le había regalado. Amplió su sonrisa cuando sus ojos se toparon con el pequeño corazón con aquella inscripción. Soltó el aire despacio frente a su imagen en el espejo y allí mismo, con aquella pulsera entre sus dedos se juró hacer todo lo posible por luchar contra sus miedos y vencerlos para poder ser plenamente feliz junto al hombre que amaba y que la amaba a ella. Se metió en la ducha tarareando una canción que había oído en la radio de un bar en el que tomaron algo durante un descanso que hicieron a mitad de su caminata.
Castle ya había acabado de pasar las fotos y las estaba viendo de nuevo, pasando una por una y sonriendo como un tonto. Llegó a una de la inspectora que le encantó. Ella sonreía mirando al horizonte sin ser consciente de que él la fotografiaba. Puso la foto de fondo de pantalla y se quedó atontado observándola. Así estaba cuando Kate bajó vestida con una camiseta ancha y unos pantalones piratas, ya duchada.
“Hey, ¡Castle!” La inspectora alzó la voz por tercera vez logrando en esta última llamar la atención del escritor, quien despegó la mirada del ordenador y alzó la cabeza para encontrarse con Beckett con el ceño fruncido pero una pequeña sonrisa. “¿Qué te tenía tan ensimismado?”. Se sentó en el sofá que estaba al lado de la butaca en la que se encontraba Castle.
“Nada”. Contestó tratando de aparentar normalidad y cerró la tapa del portátil intentando ocultar aquella fotografía. Sabía que no le iba a hacer mucha gracia a Beckett encontrar que le había estado sacando fotos y que, encima, había usado una de ellas de fondo de escritorio.
Kate alzó una ceja mirándole un momento en silencio, observando su reacción. Vio como cerraba el ordenador y lo dejaba muy pegado a él sin soltarlo del todo. Se mordió el labio sospechando que escondía algo en él y decidió actuar. “¿Me dejas el ordenador? Quiero mirar el tiempo que va a hacer estos días para planificarlos bien y no perdernos nada de por aquí”. Comentó con total normalidad aguantándose una sonrisa al ver la cara de desconcierto del escritor.
“Eh… se ha quedado sin batería… Iba a ponerlo a cargar ahora”. Soltó tartamudeando ligeramente. Se levantó como un resorte antes acabar la frase y se llevó el ordenador a la cocina donde se había quedado el cable para cargarlo. Lo enchufó, tragó saliva y volvió al sofá encendiendo la tele para evitar cualquier conversación acerca de su extraño comportamiento.
“Bueno, pues lo miró desde la cocina mientras se carga”. Se levantó despacio para ir a la cocina observando de reojo cómo Rick posaba su mirada sobre el ordenador y abría la boca para decir algo. Pero no encontró las palabras adecuadas y sólo consiguió pronunciar algo inteligible. “Castle…”. Kate se puso entre él y la televisión para impedirle que la rehuyera. “¿Qué escondes en el ordenador?”. Preguntó de brazos cruzada, mirándole con una ceja alzada y apretando los labios para no sonreír.
“Esto…”. Se levantó de la butaca para quedar a la altura de ella. “Una sorpresa… que te estaba… preparando”. Entrecerró ligeramente los ojos sin estar convencido del todo de lo que estaba diciendo.
Kate soltó una sonora carcajada. “¡Mientes!” Le señaló con un dedo mientras dirigía ese dedo al pecho de él y le empujaba con firmeza pero sin demasiada fuerza. “Sé cuándo lo haces porque te inclinas hacia la izquierda, igual que cuando estás nervioso… Así que ya estás contándome lo que es antes de que coja el ordenador y lo descubra yo solita porque…” Se acercó más a él haciendo que el escritor tragara saliva sonoramente mirándola a los ojos y apretando los labios. Aquello, a pesar de que sabía que probablemente Beckett se enfadaría por las fotos, le estaba excitando de sobremanera. “Si lo descubro por mi cuenta… mi castigo… va a ser mucho peor…”. Susurró con la voz ronca acercándose a su oído y mordiéndole el lóbulo de la oreja.
Rick soltó un pequeño jadeo ante esa jugada de la detective y apretó los labios para no volver a hacerlo cuando ella retiró la boca de su oreja. Castle soltó el aire despacio y la miró cuando se separó de él lo suficiente para dejar una pequeña distancia entre ambos. “Unas fotos. Nuestras fotos. Y… unas que te hice sin que… te dieras cuenta”. Añadió haciendo una sonrisa forzada en señal de que esperaba el enfado de ella.
Kate alzó una ceja y abrió ligeramente la boca, sorprendida. No se esperaba esa respuesta. No sabía si estaba más sorprendida, enfadada o encantada con que fuese sus fotos las que lo tenían atontado minutos antes. “¡¿Estabas mirando unas fotos mías?!”. Rick asintió despacio temiendo la reprimenda, pero en su lugar, la detective fue a la cocina, desenchufó el ordenador y volvió con él sentándose en el sofá. “Enséñamelas”. Pidió mientras abría la tapa del ordenador y lo iniciaba sacándolo de su estado de hibernación.
Me ha quedado un poquito soso, creo. Pero no me salía nada mejor, lo siento. Prometo volver pronto con otro!
GRACIAS POR SEGUIR AHÍ!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
*---* Que Besho *---*
Esto es super Dulce :33
Continua pronto c:
Esto es super Dulce :33
Continua pronto c:
Geovita:33- Ayudante de policia
- Mensajes : 81
Fecha de inscripción : 28/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenos días!
Vengo a poner otro trocito de fic y a avisaros de que me voy unos días de vacaciones y no volveré seguramente hasta el lunes o el martes. Espero poder seguir escribiendo y pasarme por aquí para continuar la historia. Si no puedo, prometo volver en cuanto regrese!
¡Feliz Semana Santa a todos!
Gracias por seguir leyendo y comentando!
“¡Co… Cómo?!”. Aquella reacción había pillado por sorpresa al escritor. Esperaba que le echara la broca o se enfadara, pero no que le pidiera que se las enseñara.
“Que me las enseñes Castle, no voy a morderte…”. Le miró a los ojos con cariño y después su mirada se tiñó de deseo. “Al menos… no ahora mismo”. Susurró con la voz entrecortada por el deseo terminando la frase mordiéndose el labio con picardía.
Rick la miró con una pequeña sonrisa ante sus palabras, se sentó al lado de ella en el sofá y le cogió el ordenador para introducir la contraseña que le había puesto. Kate se fijó que ésta era el nombre de su hija seguido de unos números que supuso serían la fecha de nacimiento de la misma. Inmediatamente después de introducir la contraseña, la foto de Kate apareció de fondo de pantalla. Él apretó los labios rezando porque no se enfadara. Pero ésta no dijo nada y espero a que él pinchara en la carpeta que contenía todas las fotos. Las fue pasando una a una con un silencio un tanto incómodo entre ellos. Al menos lo era para Castle que estaba deseando que ella hablara y dijera qué le parecían.
“Di algo por favor, aunque me odies ahora mismo por haberte sacado esas fotos. Pero… ¡no he podido resistirme Kate! Estabas preciosa, con la luz del sol y la ligera brisa…” Se explicó mientras dejaba quietas las fotos en la que había decidido poner de fondo de escritorio.
“No estoy enfadada y no te odio Rick”. Dijo ella al fin, sin dejar de mirar esas fotografías. “Es sólo que estoy sorprendida. Nunca, nadie, excepto mis padres, me habían sacado fotos sin que yo me enterara, y mucho menos las habían puesto de fondo de escritorio. Estoy descubriendo una faceta tuya mucho más romántica de la que pensaba que tendrías y… ¿sabes qué?”. Le miró a los ojos con cariño viendo cómo en su mirada había un halo de miedo a que no le gustara lo que te iba a decir. “Me encanta el Richard Castle romántico, el juguetón, el serio, el trabajador y hasta el inmaduro”. Sonrió dándole un beso en los labios y volvió a mirar la foto. “La verdad es que es preciosa… Mucho más que las de cuando fui modelo”. Comentó como si nada, dejando al escritor totalmente boquiabierto por lo que acababa de oír.
“Espera, espera… ¿modelo?”. Preguntó Castle mirándola y haciendo que ella le mirara con una sonrisilla traviesa. Kate asintió. “¿Cómo es eso?”. Frunció el ceño pero con un brillo en los ojos, sonriendo.
Kate sonrió negando ligeramente con la cabeza. “Era una adolescente un poco… rebelde”. Le miró con las cejas alzadas. “Quería una moto y mis padres no me la iba a comprar. Se negaban. Pero yo, cabezota como siempre, no paraba de insistir hasta que un día, mi madre me dijo que me la podía comprar si conseguía el dinero para ello. Así que trabajé de camarera algún tiempo después de la Universidad, pero para conseguir el dinero de la moto habría tenido que trabajar 20 años más. Así que un día, en una revista vi que buscaban una modelo y me apunté al casting a probar suerte. Suerte que tuve, me cogieron e hice varias sesiones de fotos consiguiendo así el dinero que necesitaba para la maldita moto. Moto, que por cierto, todavía conservo”. Terminó de relatar con una pequeña sonrisa y le quitó el ordenador a Castle de encima de sus rodillas.
“¡Wow!” Exclamó sorprendido. “Creo que me habría encantado conocer a la Kate Beckett adolescente”. Comentó divertido. Kate rió. “¿Tienes aún guardadas las fotos?”. La miró con una mirada suplicante en los ojos.
“Sí, ¡pero no pienso enseñártelas!”. Volvió a pasar las fotos que él le había hecho con una pequeña sonrisa en la cara.
“Venga Kate, por favor”. Suplicó el escritor. “Prometo que si me dejas verlas no haré más comentarios sobre ellas”. La miró pero vio que seguía concentrada en las fotos y añadió. “E incluso prometo no crear teorías locas y absurdas sobre los casos”. Soltó intentando llamar su atención y conseguir lo que quería.
Beckett, al oírle eso último, le miró sorprendida pero riéndose. “Castle, me gustan tus teorías locas y absurdas”. Sonrió y se le ocurrió una idea. “Pero… a ti siempre te ha gustado jugar a ser poli, ¿no?”. Él asintió enérgicamente aunque no entendía el por qué de aquella pregunta. “Pues piensa como uno y a lo mejor tienes suerte y das con lo que buscas”. Le dejó el ordenador sobre las piernas levantándose y encaminándose a la cocina. “¿Qué quieres cenar?”. Preguntó desde allí con total normalidad.
El escritor se había quedado pensando en lo que Kate le había dicho y no tenía la cabeza como para pensar en qué quería cenar. “Lo que tú quieras. ¡Sorpréndeme!”. Le sonrió desde el sofá aún con el ordenador entre sus piernas pensando en la pista que sabía que Kate le había dado.
La inspectora sonrío desde la cocina sabiendo que lo había dejado algo descolocado con aquella pista. Abrió la nevera, miró en su interior y cuando vio el salmón fresco decidió que cenarían eso con una buena copa de vino. Se puso manos a la obra mientras Rick se quedó en el salón con el ordenador. ¿Habría descubierto ya lo que ella había querido decirle?
Rick seguía dándole vueltas a lo de Kate hasta que se le ocurrió una remota idea. Investigación… ¿Significaría aquello que las fotos de Kate haciendo de modelo para una revista estaban en Internet? Empezó a buscar qué revistas de moda se llevaban en la época en la que Beckett era una adolescente dando con unas 5 posibles. Cuando iba a empezar a mirar una por una sus contenidos, Kate le llamó para que le ayudara con la cena. Cerró el ordenador dejándolo sobre la mesita y fue a la cocina a ayudar.
Mientras el salmón se hacía en el horno, Rick se dio una ducha rápida y Kate se puso a leer un libro que había en la casa. Cuando el escritor terminó, sacaron la cena del horno y se sirvieron un par de copas de vino. Cenaron animadamente, terminando de celebrar el cumpleaños de Castle. Beckett recogió los platos y las copas y volvió a la mesa, acercándose a él por detrás mientras permanecía sentado viendo algo en la tele. Se agachó ligeramente para pasar sus brazos por el cuello del escritor y colocarlos en sus pectorales. Le dio un suave beso en la oreja y después humedeció todo su cuello con más besos.
“Mm… ¿y esto?”. Sonrió el escritor encantado con lo que ella le hacía.
“El comienzo de tu última sorpresa de cumpleaños”. Le acarició el pecho suavemente mientras mordía el lóbulo de su oreja. “¿Vienes arriba?”. Susurró con la voz ronca por el deseo que empezaba a instalarse en su interior.
Prometo que a mi vuelta, intentaré no defraudaros con el siguiente capítulo... jejejee
HASTA PRONTO!
Vengo a poner otro trocito de fic y a avisaros de que me voy unos días de vacaciones y no volveré seguramente hasta el lunes o el martes. Espero poder seguir escribiendo y pasarme por aquí para continuar la historia. Si no puedo, prometo volver en cuanto regrese!
¡Feliz Semana Santa a todos!
Gracias por seguir leyendo y comentando!
“¡Co… Cómo?!”. Aquella reacción había pillado por sorpresa al escritor. Esperaba que le echara la broca o se enfadara, pero no que le pidiera que se las enseñara.
“Que me las enseñes Castle, no voy a morderte…”. Le miró a los ojos con cariño y después su mirada se tiñó de deseo. “Al menos… no ahora mismo”. Susurró con la voz entrecortada por el deseo terminando la frase mordiéndose el labio con picardía.
Rick la miró con una pequeña sonrisa ante sus palabras, se sentó al lado de ella en el sofá y le cogió el ordenador para introducir la contraseña que le había puesto. Kate se fijó que ésta era el nombre de su hija seguido de unos números que supuso serían la fecha de nacimiento de la misma. Inmediatamente después de introducir la contraseña, la foto de Kate apareció de fondo de pantalla. Él apretó los labios rezando porque no se enfadara. Pero ésta no dijo nada y espero a que él pinchara en la carpeta que contenía todas las fotos. Las fue pasando una a una con un silencio un tanto incómodo entre ellos. Al menos lo era para Castle que estaba deseando que ella hablara y dijera qué le parecían.
“Di algo por favor, aunque me odies ahora mismo por haberte sacado esas fotos. Pero… ¡no he podido resistirme Kate! Estabas preciosa, con la luz del sol y la ligera brisa…” Se explicó mientras dejaba quietas las fotos en la que había decidido poner de fondo de escritorio.
“No estoy enfadada y no te odio Rick”. Dijo ella al fin, sin dejar de mirar esas fotografías. “Es sólo que estoy sorprendida. Nunca, nadie, excepto mis padres, me habían sacado fotos sin que yo me enterara, y mucho menos las habían puesto de fondo de escritorio. Estoy descubriendo una faceta tuya mucho más romántica de la que pensaba que tendrías y… ¿sabes qué?”. Le miró a los ojos con cariño viendo cómo en su mirada había un halo de miedo a que no le gustara lo que te iba a decir. “Me encanta el Richard Castle romántico, el juguetón, el serio, el trabajador y hasta el inmaduro”. Sonrió dándole un beso en los labios y volvió a mirar la foto. “La verdad es que es preciosa… Mucho más que las de cuando fui modelo”. Comentó como si nada, dejando al escritor totalmente boquiabierto por lo que acababa de oír.
“Espera, espera… ¿modelo?”. Preguntó Castle mirándola y haciendo que ella le mirara con una sonrisilla traviesa. Kate asintió. “¿Cómo es eso?”. Frunció el ceño pero con un brillo en los ojos, sonriendo.
Kate sonrió negando ligeramente con la cabeza. “Era una adolescente un poco… rebelde”. Le miró con las cejas alzadas. “Quería una moto y mis padres no me la iba a comprar. Se negaban. Pero yo, cabezota como siempre, no paraba de insistir hasta que un día, mi madre me dijo que me la podía comprar si conseguía el dinero para ello. Así que trabajé de camarera algún tiempo después de la Universidad, pero para conseguir el dinero de la moto habría tenido que trabajar 20 años más. Así que un día, en una revista vi que buscaban una modelo y me apunté al casting a probar suerte. Suerte que tuve, me cogieron e hice varias sesiones de fotos consiguiendo así el dinero que necesitaba para la maldita moto. Moto, que por cierto, todavía conservo”. Terminó de relatar con una pequeña sonrisa y le quitó el ordenador a Castle de encima de sus rodillas.
“¡Wow!” Exclamó sorprendido. “Creo que me habría encantado conocer a la Kate Beckett adolescente”. Comentó divertido. Kate rió. “¿Tienes aún guardadas las fotos?”. La miró con una mirada suplicante en los ojos.
“Sí, ¡pero no pienso enseñártelas!”. Volvió a pasar las fotos que él le había hecho con una pequeña sonrisa en la cara.
“Venga Kate, por favor”. Suplicó el escritor. “Prometo que si me dejas verlas no haré más comentarios sobre ellas”. La miró pero vio que seguía concentrada en las fotos y añadió. “E incluso prometo no crear teorías locas y absurdas sobre los casos”. Soltó intentando llamar su atención y conseguir lo que quería.
Beckett, al oírle eso último, le miró sorprendida pero riéndose. “Castle, me gustan tus teorías locas y absurdas”. Sonrió y se le ocurrió una idea. “Pero… a ti siempre te ha gustado jugar a ser poli, ¿no?”. Él asintió enérgicamente aunque no entendía el por qué de aquella pregunta. “Pues piensa como uno y a lo mejor tienes suerte y das con lo que buscas”. Le dejó el ordenador sobre las piernas levantándose y encaminándose a la cocina. “¿Qué quieres cenar?”. Preguntó desde allí con total normalidad.
El escritor se había quedado pensando en lo que Kate le había dicho y no tenía la cabeza como para pensar en qué quería cenar. “Lo que tú quieras. ¡Sorpréndeme!”. Le sonrió desde el sofá aún con el ordenador entre sus piernas pensando en la pista que sabía que Kate le había dado.
La inspectora sonrío desde la cocina sabiendo que lo había dejado algo descolocado con aquella pista. Abrió la nevera, miró en su interior y cuando vio el salmón fresco decidió que cenarían eso con una buena copa de vino. Se puso manos a la obra mientras Rick se quedó en el salón con el ordenador. ¿Habría descubierto ya lo que ella había querido decirle?
Rick seguía dándole vueltas a lo de Kate hasta que se le ocurrió una remota idea. Investigación… ¿Significaría aquello que las fotos de Kate haciendo de modelo para una revista estaban en Internet? Empezó a buscar qué revistas de moda se llevaban en la época en la que Beckett era una adolescente dando con unas 5 posibles. Cuando iba a empezar a mirar una por una sus contenidos, Kate le llamó para que le ayudara con la cena. Cerró el ordenador dejándolo sobre la mesita y fue a la cocina a ayudar.
Mientras el salmón se hacía en el horno, Rick se dio una ducha rápida y Kate se puso a leer un libro que había en la casa. Cuando el escritor terminó, sacaron la cena del horno y se sirvieron un par de copas de vino. Cenaron animadamente, terminando de celebrar el cumpleaños de Castle. Beckett recogió los platos y las copas y volvió a la mesa, acercándose a él por detrás mientras permanecía sentado viendo algo en la tele. Se agachó ligeramente para pasar sus brazos por el cuello del escritor y colocarlos en sus pectorales. Le dio un suave beso en la oreja y después humedeció todo su cuello con más besos.
“Mm… ¿y esto?”. Sonrió el escritor encantado con lo que ella le hacía.
“El comienzo de tu última sorpresa de cumpleaños”. Le acarició el pecho suavemente mientras mordía el lóbulo de su oreja. “¿Vienes arriba?”. Susurró con la voz ronca por el deseo que empezaba a instalarse en su interior.
Prometo que a mi vuelta, intentaré no defraudaros con el siguiente capítulo... jejejee
HASTA PRONTO!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me he leído ahora tus últimos capítulos y me han encantado!!!!! Perfectos como siempre!!!! Pasalo bien!!Sigue cuando puedaaas:)
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Estos días no he estado por aquí y se me han juntado algunos capis jejeje pero han sido geniales
Pasatelo muy bien sigue cuando puedas
te hecharemos de menos
Pasatelo muy bien sigue cuando puedas
te hecharemos de menos
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Pasala Genial! Feliz Semana Santa para ti tambien c:
Como siempre perfecto capitulo (;
Como siempre perfecto capitulo (;
Geovita:33- Ayudante de policia
- Mensajes : 81
Fecha de inscripción : 28/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Pasa genial semana santa procura seguir cuando vuelvas plis!!
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Pasatelo muy bien y sigue cuando puedas
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches!
He hecho un parón en mis vacaciones, he escrito un poco y aquí os lo traigo. ¡Espero no defraudaros!
A ver si mañana, antes de irme a otro sitio de vacaciones, puedo continuar. Sino, como tarde, actualizaré el domingo.
Gracias por esperarme y por seguir leyéndome!
Subieron al cuarto de arriba agarrados de la mano, con rapidez y cada uno sumido en sus pensamientos. Kate estaba planeando mentalmente todo lo que quería hacer aquella noche con Rick. Y Castle no podía dejar de sonreír deseando descubrir lo que la inspectora le tenía preparado para terminar de celebrar su cumpleaños.
Llegaron a la habitación, de la mano aún. Kate se paró frente a la cama haciendo que él tuviera que imitarla. Se soltó de él con suavidad y agarró a Castle por el cuello de la camisa. Con un ágil movimiento, se puso de puntillas lo justo para besar los labios del escritor. Le soltó un botón lentamente mientras continuaba besándola y después se separó mordiéndole el labio. Ambos sonreían divertidos con el momento, agradecidos el uno con el otro.
“Ve quitándote la ropa y espérame en la cama”. Le susurró de nuevo de puntillas con los labios pegados a su oreja. Le dio un pequeño mordisco en el cuello y se bajó caminando hasta el baño medio-contoneándose para provocarle. Cerró la puerta y se metió dentro.
Richard sonrió ampliamente viendo cómo se metía en el baño y después soltó el aire de golpe. Le encantaba que jugara con él de aquella forma. Por muchos días que llevaran juntos, huyendo y dedicándose sólo a ellos, no se cansaba de ella, de sus labios, su sonrisa, sus ojos, sus besos… Se mordió el labio con fuerza y se soltó los demás botones de la camisa. La dejó sobre una butaca y después hizo lo mismo con los pantalones y los calcetines. Se dejó solamente los boxers y se tumbó sobre la cama con las sábanas algo revueltas para esperarla.
Casi 10 minutos después, la puerta del baño se abrió y aunque Castle dirigió su mirada rápidamente hacia allí, no veía a Kate.
“¿Estás preparado?”. Se escuchó la voz de ella proveniente del baño.
“Sí, ¡sí! Claro que lo estoy. Venga, ven ya aquí, ¡anda!”. Rick sonaba impaciente. La espera le estaba matando. Deseaba tenerla ya entre sus brazos, besarla, acariciarla y disfrutar, una noche más de ella.
“Ponte cómodo, que el espectáculo va a comenzar”. Tras decir aquello, asomó su pierna derecha, perfectamente enfundada en unas medias de rejilla y la enroscó en el marco de la puerta, subiéndola y bajándola.
“¡Wow!”. Exclamó el escritor boquiabierto y encantado con lo que sus ojos veían. Se sentó mejor en la cama para poder verla mejor.
De repente, empezó a sonar una canción algo lenta al principio, pero que después iría cogiendo ritmo. A la vez que la música empezaba, la pierna derecha de Kate se posaba en el suelo, recta. Asomó su pierna izquierda también de forma que se le empezaba a ver el trasero ligeramente. Resbaló sus pies por el suelo para que se le viera un poco más el trasero y Rick pudo comprobar que además de las medias, llevaba puesto un precioso picardías negro. Se contoneó enseñándole más sus largas y estilizadas piernas, moviendo en círculos el trasero. Fue dejándose resbalar un poco más hacia el centro de la puerta para ir dejando ver más parte de su cuerpo, y, efectivamente, llevaba un picardías negro, de encaje que se ajustaba perfectamente a sus curvas, con un diminuto tanga negro. Cuando se le veía casi todo el cuerpo, incluida media cabeza, se agarró del marco de la puerta como si esta fuera una barra y colocó una pierna a cada lado, de espaldas a él. Su pelo estaba suelo, ligeramente ondulado, un poco más que cuando habían subido a la habitación. Empezó a contonearse de arriba abajo del marco de la puerta, agarrada a él, arqueando la espalda adelante y atrás. En uno de sus movimientos hacia abajo, arqueó más la espalda para atrás echando también la cabeza hacia atrás de manera que sus ojos se encontraron con la mirada de Castle bien fija en ella. Los ojos de ambos se habían oscurecido ligeramente a causa del deseo. Rick se había movido, colocándose en el borde inferior de la cama, para observarla mejor. Se mordía el labio con fuerza, en una señal inequívoca de que le estaba volviendo loco aquel baile de la inspectora.
Kate se levantó rozando su cuerpo por el marco de la puerta y se acercó muy despacio y contoneándose hacia él. Cuando estuvo a su altura, colocó sus manos sobre los hombros del escritor y fue bajando su cuerpo hasta colocarse casi de cuclillas delante de él. Bajó sus manos a las rodillas de él y se impulsó hacia delante para besarle profundamente. Rick trató de profundizar y alargar más el beso, pero la inspectora se levantó de su posición separando sus labios. Antes de que él replicara, colocó un dedo sobre sus labios haciéndole callar.
“Calla, observa y disfruta”. Susurró con la voz ronca por el deseo de hacer aquel baile para él, para su escritor, para su amado.
Dio un par de pasos hacia atrás y puso las manos sobre su abdomen. Empezó a bailar frente a él, flexionando y estirando lentamente sus piernas mientras sus caderas bailaban en círculos. Después, se dio la vuelta para hacerlo de manera que le diera la espalda a él y repitió el mismo baile, mordiéndose fuerte el labio. Bailaba al ritmo de la música. Volvió a darse la vuelta y subió sus manos, hasta ahora posadas en su abdomen, por todo su cuerpo, acariciándose a sí misma. Las dejó posadas sobre sus pechos y se acercó a sí hasta él. Le miró alzando una ceja y mordiéndose el labio.
“¿Quieres hacerlo tú ahora?”. Susurró, entrecortada, mirándole intensamente y sin que él lo esperara, se sentó en una de sus rodillas, con una pierna a cada lado de la de él. Rick tragó saliva con la garganta seca al notar en su pierna la humedad que desprendía su compañera.
¿Qué os parece?
He hecho un parón en mis vacaciones, he escrito un poco y aquí os lo traigo. ¡Espero no defraudaros!
A ver si mañana, antes de irme a otro sitio de vacaciones, puedo continuar. Sino, como tarde, actualizaré el domingo.
Gracias por esperarme y por seguir leyéndome!
Subieron al cuarto de arriba agarrados de la mano, con rapidez y cada uno sumido en sus pensamientos. Kate estaba planeando mentalmente todo lo que quería hacer aquella noche con Rick. Y Castle no podía dejar de sonreír deseando descubrir lo que la inspectora le tenía preparado para terminar de celebrar su cumpleaños.
Llegaron a la habitación, de la mano aún. Kate se paró frente a la cama haciendo que él tuviera que imitarla. Se soltó de él con suavidad y agarró a Castle por el cuello de la camisa. Con un ágil movimiento, se puso de puntillas lo justo para besar los labios del escritor. Le soltó un botón lentamente mientras continuaba besándola y después se separó mordiéndole el labio. Ambos sonreían divertidos con el momento, agradecidos el uno con el otro.
“Ve quitándote la ropa y espérame en la cama”. Le susurró de nuevo de puntillas con los labios pegados a su oreja. Le dio un pequeño mordisco en el cuello y se bajó caminando hasta el baño medio-contoneándose para provocarle. Cerró la puerta y se metió dentro.
Richard sonrió ampliamente viendo cómo se metía en el baño y después soltó el aire de golpe. Le encantaba que jugara con él de aquella forma. Por muchos días que llevaran juntos, huyendo y dedicándose sólo a ellos, no se cansaba de ella, de sus labios, su sonrisa, sus ojos, sus besos… Se mordió el labio con fuerza y se soltó los demás botones de la camisa. La dejó sobre una butaca y después hizo lo mismo con los pantalones y los calcetines. Se dejó solamente los boxers y se tumbó sobre la cama con las sábanas algo revueltas para esperarla.
Casi 10 minutos después, la puerta del baño se abrió y aunque Castle dirigió su mirada rápidamente hacia allí, no veía a Kate.
“¿Estás preparado?”. Se escuchó la voz de ella proveniente del baño.
“Sí, ¡sí! Claro que lo estoy. Venga, ven ya aquí, ¡anda!”. Rick sonaba impaciente. La espera le estaba matando. Deseaba tenerla ya entre sus brazos, besarla, acariciarla y disfrutar, una noche más de ella.
“Ponte cómodo, que el espectáculo va a comenzar”. Tras decir aquello, asomó su pierna derecha, perfectamente enfundada en unas medias de rejilla y la enroscó en el marco de la puerta, subiéndola y bajándola.
“¡Wow!”. Exclamó el escritor boquiabierto y encantado con lo que sus ojos veían. Se sentó mejor en la cama para poder verla mejor.
De repente, empezó a sonar una canción algo lenta al principio, pero que después iría cogiendo ritmo. A la vez que la música empezaba, la pierna derecha de Kate se posaba en el suelo, recta. Asomó su pierna izquierda también de forma que se le empezaba a ver el trasero ligeramente. Resbaló sus pies por el suelo para que se le viera un poco más el trasero y Rick pudo comprobar que además de las medias, llevaba puesto un precioso picardías negro. Se contoneó enseñándole más sus largas y estilizadas piernas, moviendo en círculos el trasero. Fue dejándose resbalar un poco más hacia el centro de la puerta para ir dejando ver más parte de su cuerpo, y, efectivamente, llevaba un picardías negro, de encaje que se ajustaba perfectamente a sus curvas, con un diminuto tanga negro. Cuando se le veía casi todo el cuerpo, incluida media cabeza, se agarró del marco de la puerta como si esta fuera una barra y colocó una pierna a cada lado, de espaldas a él. Su pelo estaba suelo, ligeramente ondulado, un poco más que cuando habían subido a la habitación. Empezó a contonearse de arriba abajo del marco de la puerta, agarrada a él, arqueando la espalda adelante y atrás. En uno de sus movimientos hacia abajo, arqueó más la espalda para atrás echando también la cabeza hacia atrás de manera que sus ojos se encontraron con la mirada de Castle bien fija en ella. Los ojos de ambos se habían oscurecido ligeramente a causa del deseo. Rick se había movido, colocándose en el borde inferior de la cama, para observarla mejor. Se mordía el labio con fuerza, en una señal inequívoca de que le estaba volviendo loco aquel baile de la inspectora.
Kate se levantó rozando su cuerpo por el marco de la puerta y se acercó muy despacio y contoneándose hacia él. Cuando estuvo a su altura, colocó sus manos sobre los hombros del escritor y fue bajando su cuerpo hasta colocarse casi de cuclillas delante de él. Bajó sus manos a las rodillas de él y se impulsó hacia delante para besarle profundamente. Rick trató de profundizar y alargar más el beso, pero la inspectora se levantó de su posición separando sus labios. Antes de que él replicara, colocó un dedo sobre sus labios haciéndole callar.
“Calla, observa y disfruta”. Susurró con la voz ronca por el deseo de hacer aquel baile para él, para su escritor, para su amado.
Dio un par de pasos hacia atrás y puso las manos sobre su abdomen. Empezó a bailar frente a él, flexionando y estirando lentamente sus piernas mientras sus caderas bailaban en círculos. Después, se dio la vuelta para hacerlo de manera que le diera la espalda a él y repitió el mismo baile, mordiéndose fuerte el labio. Bailaba al ritmo de la música. Volvió a darse la vuelta y subió sus manos, hasta ahora posadas en su abdomen, por todo su cuerpo, acariciándose a sí misma. Las dejó posadas sobre sus pechos y se acercó a sí hasta él. Le miró alzando una ceja y mordiéndose el labio.
“¿Quieres hacerlo tú ahora?”. Susurró, entrecortada, mirándole intensamente y sin que él lo esperara, se sentó en una de sus rodillas, con una pierna a cada lado de la de él. Rick tragó saliva con la garganta seca al notar en su pierna la humedad que desprendía su compañera.
¿Qué os parece?
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
espero ansiosa nuevo capi por como has escrito el ultimo va produir mucho calor
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Gracias por sacar tiempo de tus vacaciones para continuarlo!!:)Me encanta como siempre!!!!! Les espera una buena noche
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Jvsshncseukvshb sin palabras bueno si...IMPRESIONANTE! sigueeeee
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Dios, que jdkakxkaks Me eh quedado sin palabras ksnskx
Continuaa
Continuaa
Geovita:33- Ayudante de policia
- Mensajes : 81
Fecha de inscripción : 28/12/2014
Página 14 de 38. • 1 ... 8 ... 13, 14, 15 ... 26 ... 38
Temas similares
» Cuando...(2)
» cuando nos conocimos
» CUANDO VUELVA A VERTE ( Cap 2 )
» El enigma más grande del mundo
» Cuando Fuimos Uno (ACABADO)
» cuando nos conocimos
» CUANDO VUELVA A VERTE ( Cap 2 )
» El enigma más grande del mundo
» Cuando Fuimos Uno (ACABADO)
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 14 de 38.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.