Cuando te veo (FIN)
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josemg95
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta lo meloso y el romanticismo asi que para mi tu fic es uno de los mejores que he leido te felicito! Espero que no dejes de escribirlo y sigas con el caskett!! Un besooo
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Tu fic es perfecto tal y como es.Me tiene enamoradita
siguelo cuando puedas
siguelo cuando puedas
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡SORPRESA!
Ay... ¡Noches de insomnio que pueden traerte inspiración!
Pero.. ¿sabéis qué es lo que más me anima a seguir escribiendo?
TODOS Y CADA UNO DE VUESTROS COMENTARIOS!
Gracias, gracias, gracias por seguir leyendo y disfrutando de esta pequeña aventura.
¡Sigamos!
Por la noche, agotados de visitar la ciudad, incluidos varios museos de la zona, regresaron al hotel y decidieron pedir que les subieran la cena allí. Cenaron en una mesa, uno frente al otro, dedicándose miradas y caricias, charlando animados. El ánimo de Castle, efectivamente, había mejorado, como él había prometido. Cuando acabaron, llamaron para que se llevaran los platos y después, se acostaron en la cama. Rick leía mientras Kate estaba apoyada en su pecho, como ya era costumbre para ella cada noche.
“Rick… mañana tenemos que hacer las maletas. Viajaremos por la noche”. Comentó ella sin cambiar de postura, acurrucada entre sus brazos y apoyada en él.
Castle cerró el libro que estaba leyendo y lo dejó sobre la mesita de noche. Apretó más el abrazo con ella y le besó el pelo. “Pensaba que íbamos a estar aquí al menos hasta después de mi cumpleaños”. Le iba dando suaves caricias en el pelo.
“Uhumm…”. Sonrió ante las caricias y continuó hablando sin borrar su sonrisa. “Pero tengo una sorpresa. Quiero llevarte a un sitio”. Susurró mordiéndose el labio y cerró los ojos.
“¿Adónde?”. La sonrisa de Castle se hizo enorme. Su voz denotaba ilusión y felicidad. Pocas veces le habían preparado una sorpresa y que ella le hiciera uno, le volvía loco.
“No pienso decírtelo Castle. ¡Es una sorpresa!”. Rió dulcemente. “Si te lo digo, dejaría de serlo”. Le dio un beso en el pecho abriendo los ojos y mirando hacia arriba para encontrarse con la mirada de él. “Tú para mañana a las 9 ten la maleta hecha, ¿vale?”. Le sonrió y le robó un dulce beso.
“¡Vale!”. Exclamó él contento.
Después de un rato más de arrumacos, hicieron el amor despacio, con lentitud demostrándose una vez más su amor. Al día siguiente, visitaron los pocos lugares que les quedaban de Madrid y después de comer, volvieron a la habitación a descansar. Echaron una pequeña siesta, abrazados.
Kate se despertó de aquella siesta sintiéndose algo nerviosa. Quería sorprender a Castle. Corresponder todo el amor y dedicación que le estaba profesando. Se mordió el labio al verle dormir y le colocó el flequillo que caía sobre sus ojos. Besó fugazmente sus labios y se levantó de la cama intentando no despertarle. Se acercó al armario, sacó sus cosas y las fue guardando ordenadamente en la maleta. Dejó fuera simplemente la ropa que llevaría durante el viaje. Agachada sobre la maleta, miró hacia la cama para comprobar que él seguía dormido. Sonrió, se levantó, fue hacia su bata que estaba colgada de una silla y sacó la carta. Acarició el nombre suavemente, la apretó entre sus brazos sobre su pecho y volvió a la maleta guardándola entre su ropa. Dobló también la bata y la metió dentro.
Cuando acabó, se acercó a la cama sentándose con cuidado de no despertar al escritor. Se tumbó a su lado apoyando ligeramente la cabeza sobre el hombro de él. Desde ahí, se dedicó a observar todas y cada una de sus facciones. Nunca se había sentido así. Tan completa, feliz, enamorada. Cogió aire con fuerza y sonrió nuevamente mientras llevaba una mano hacia la mejilla de Castle. “Cariño… Despierta dormilón. Que tienes que hacer la maleta”. Le habló bajito para no perturbar de repente su sueño.
Rick, medio dormido aún frunció el ceño pero abrazó a Kate y la pegó más a él, volviendo a acomodarse y respirando hondo su aroma. “Un poquito más…”. Murmuró desde los brazos de Morfeo.
“Te doy 20 minutos. Lo que tardo en ducharme”. Le besó el pecho con ternura. “Cuando salga quiero que tengas la maleta hecha. Cenaremos aquí antes de ir al….”. Se calló mordiéndose el labio para no desvelar parte de su sorpresa. “Antes… de irnos”. Continuó acariciándole la mejilla.
Él, estaba tan adormilado que simplemente asintió y aflojó un poco el abrazo sin soltarla del todo.
Kate sonrió, le robó un beso suave de sus labios y se deshizo del abrazó despacio, levantándose y dirigiéndose al baño a darse una ducha.
Richard, cuando escuchó el agua correr, sonrió, se estiró en la cama y se quedó boca arriba. Fue abriendo lentamente los ojos, con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro. Se tomó unos minutos para quedarse en aquella postura. Al final, a pesar de todo, esa escapad/huída estaba resultando satisfactoria y les estaba acercando un poco más. Se levantó cuando Kate estaba a punto de salir de la ducha. Cogió el teléfono de la habitación y marcó el número de recepción del hotel
“Soy el señor Wilson, habitación 209”. Paró un momento para escuchar a su interlocutor y pensar en español la frase que quería decir. “Sí. Me gustaría saber si… ya tienen lo que les pedí. ¿Sí? ¡Perfecto!”. Exclamó contento y bajó un poco la voz pensando que si Kate había terminado en la ducha, tal vez podría escucharle y él quería que fuera una sorpresa. “Bien. ¿Me lo pueden subir… con la cena?”. Escuchó a la persona al otro lado de la línea. Y pidió la cena para que en media hora les subieran todo.
Justo cuando Beckett abría la puerta del baño, el colgaba el teléfono con una sonrisa enorme. Castle, al estar de espaldas, no se enteró de que ella salía. Se dirigió al armario y fue sacando las cosas poniendo la maleta abierta sobre una mesa bajita para ir guardando todo.
Kate, en albornoz y con el pelo mojado, se acercó a él por la espalda y le abrazó dándole un beso en el hombro. “Veo que has sido obediente y ya estás haciendo la maleta”. Le revolvió el pelo sonriendo sin deshacer el abrazo con el otro brazo.
“¿Y arriesgarme a que mi novia me pegue un tiro? ¡No, gracias! Quiero seguir teniendo la oportunidad de volver a ser padre algún día. No me gustaría que me castraras”. Comentó divertido girando la cabeza para darle un beso en la comisura de los labios.
Kate tiró del cuerpo del escritor haciendo que se sentara en la cama y sentándose ella sobre él. Besó sus labios y le miró a los ojos. “¿Te gustaría volver a ser padre?”. Se mordió el labio tras la pregunta. Sabía cuánto adoraba Castle a los niños y lo cierto es que ella, desde que estaba con él, empezaba a pensar en un futuro con niños. Pero jamás se habían hablado del futuro juntos, y menos, de niños.
Espero que os siga gustando! :DD
GRACIAS nuevamente por leerme y por comentar!
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“Rick… mañana tenemos que hacer las maletas. Viajaremos por la noche”. Comentó ella sin cambiar de postura, acurrucada entre sus brazos y apoyada en él.
Castle cerró el libro que estaba leyendo y lo dejó sobre la mesita de noche. Apretó más el abrazo con ella y le besó el pelo. “Pensaba que íbamos a estar aquí al menos hasta después de mi cumpleaños”. Le iba dando suaves caricias en el pelo.
“Uhumm…”. Sonrió ante las caricias y continuó hablando sin borrar su sonrisa. “Pero tengo una sorpresa. Quiero llevarte a un sitio”. Susurró mordiéndose el labio y cerró los ojos.
“¿Adónde?”. La sonrisa de Castle se hizo enorme. Su voz denotaba ilusión y felicidad. Pocas veces le habían preparado una sorpresa y que ella le hiciera uno, le volvía loco.
“No pienso decírtelo Castle. ¡Es una sorpresa!”. Rió dulcemente. “Si te lo digo, dejaría de serlo”. Le dio un beso en el pecho abriendo los ojos y mirando hacia arriba para encontrarse con la mirada de él. “Tú para mañana a las 9 ten la maleta hecha, ¿vale?”. Le sonrió y le robó un dulce beso.
“¡Vale!”. Exclamó él contento.
Después de un rato más de arrumacos, hicieron el amor despacio, con lentitud demostrándose una vez más su amor. Al día siguiente, visitaron los pocos lugares que les quedaban de Madrid y después de comer, volvieron a la habitación a descansar. Echaron una pequeña siesta, abrazados.
Kate se despertó de aquella siesta sintiéndose algo nerviosa. Quería sorprender a Castle. Corresponder todo el amor y dedicación que le estaba profesando. Se mordió el labio al verle dormir y le colocó el flequillo que caía sobre sus ojos. Besó fugazmente sus labios y se levantó de la cama intentando no despertarle. Se acercó al armario, sacó sus cosas y las fue guardando ordenadamente en la maleta. Dejó fuera simplemente la ropa que llevaría durante el viaje. Agachada sobre la maleta, miró hacia la cama para comprobar que él seguía dormido. Sonrió, se levantó, fue hacia su bata que estaba colgada de una silla y sacó la carta. Acarició el nombre suavemente, la apretó entre sus brazos sobre su pecho y volvió a la maleta guardándola entre su ropa. Dobló también la bata y la metió dentro.
Cuando acabó, se acercó a la cama sentándose con cuidado de no despertar al escritor. Se tumbó a su lado apoyando ligeramente la cabeza sobre el hombro de él. Desde ahí, se dedicó a observar todas y cada una de sus facciones. Nunca se había sentido así. Tan completa, feliz, enamorada. Cogió aire con fuerza y sonrió nuevamente mientras llevaba una mano hacia la mejilla de Castle. “Cariño… Despierta dormilón. Que tienes que hacer la maleta”. Le habló bajito para no perturbar de repente su sueño.
Rick, medio dormido aún frunció el ceño pero abrazó a Kate y la pegó más a él, volviendo a acomodarse y respirando hondo su aroma. “Un poquito más…”. Murmuró desde los brazos de Morfeo.
“Te doy 20 minutos. Lo que tardo en ducharme”. Le besó el pecho con ternura. “Cuando salga quiero que tengas la maleta hecha. Cenaremos aquí antes de ir al….”. Se calló mordiéndose el labio para no desvelar parte de su sorpresa. “Antes… de irnos”. Continuó acariciándole la mejilla.
Él, estaba tan adormilado que simplemente asintió y aflojó un poco el abrazo sin soltarla del todo.
Kate sonrió, le robó un beso suave de sus labios y se deshizo del abrazó despacio, levantándose y dirigiéndose al baño a darse una ducha.
Richard, cuando escuchó el agua correr, sonrió, se estiró en la cama y se quedó boca arriba. Fue abriendo lentamente los ojos, con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro. Se tomó unos minutos para quedarse en aquella postura. Al final, a pesar de todo, esa escapad/huída estaba resultando satisfactoria y les estaba acercando un poco más. Se levantó cuando Kate estaba a punto de salir de la ducha. Cogió el teléfono de la habitación y marcó el número de recepción del hotel
“Soy el señor Wilson, habitación 209”. Paró un momento para escuchar a su interlocutor y pensar en español la frase que quería decir. “Sí. Me gustaría saber si… ya tienen lo que les pedí. ¿Sí? ¡Perfecto!”. Exclamó contento y bajó un poco la voz pensando que si Kate había terminado en la ducha, tal vez podría escucharle y él quería que fuera una sorpresa. “Bien. ¿Me lo pueden subir… con la cena?”. Escuchó a la persona al otro lado de la línea. Y pidió la cena para que en media hora les subieran todo.
Justo cuando Beckett abría la puerta del baño, el colgaba el teléfono con una sonrisa enorme. Castle, al estar de espaldas, no se enteró de que ella salía. Se dirigió al armario y fue sacando las cosas poniendo la maleta abierta sobre una mesa bajita para ir guardando todo.
Kate, en albornoz y con el pelo mojado, se acercó a él por la espalda y le abrazó dándole un beso en el hombro. “Veo que has sido obediente y ya estás haciendo la maleta”. Le revolvió el pelo sonriendo sin deshacer el abrazo con el otro brazo.
“¿Y arriesgarme a que mi novia me pegue un tiro? ¡No, gracias! Quiero seguir teniendo la oportunidad de volver a ser padre algún día. No me gustaría que me castraras”. Comentó divertido girando la cabeza para darle un beso en la comisura de los labios.
Kate tiró del cuerpo del escritor haciendo que se sentara en la cama y sentándose ella sobre él. Besó sus labios y le miró a los ojos. “¿Te gustaría volver a ser padre?”. Se mordió el labio tras la pregunta. Sabía cuánto adoraba Castle a los niños y lo cierto es que ella, desde que estaba con él, empezaba a pensar en un futuro con niños. Pero jamás se habían hablado del futuro juntos, y menos, de niños.
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livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Aiiiiiish q cuquis sooon sigue rapidooooo
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
NIÑOS KSMSJS QUE BELLO *--* Continua pronto ksnsjs
Geovita:33- Ayudante de policia
- Mensajes : 81
Fecha de inscripción : 28/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Precioso!!!! Qué adorables!!! Sigue cuando puedaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes! ¡Cuánto me alegro de ver que os gusta verlos cariñosos!
GRACIAS por cada comentario! Me alentáis a seguir escribiendo!
Una pregunta... ¿Sois pro niños Caskett? Me refiero, a aquí en el fic y en la serie también. Espero vuestras respuestas!
¡Sigamos!
Castle la miró a los ojos y la agarró por la cintura haciendo que pegara su costado al cuerpo de él. Con la otra mano, le colocó un mechón mojado detrás de la oreja. “Bueno, me encantan los niños, ya lo sabes. Pero de momento no es lo que más me preocupa ni en lo que más interés tengo. Además, eso no es cosa sólo de uno”. Le dio un tierno beso en los labios y le acarició la mejilla. Observó cómo ella tenía la mirada fija en él, sin hacer ningún gesto. Supo que por la cabeza de la inspectora estaban pasando demasiadas ideas. Posó la palma de su mano en la cara de Kate, con cariño. “Es cierto que siempre me he imaginado rodeado de niños. Pero mi prioridad es, y lleva siendo desde hace años, tenerte conmigo, hacerte feliz, ser feliz junto a ti. Lo demás, ya se verá. Como te dije, iremos con calma, ¿vale?”. Pegó su frente a la de ella.
Kate, tras oír aquellas palabras sonrió mordiéndose el labio y pegó más sus frentes, rozando su nariz con la de él. “¿Te confieso un secreto…?”. Susurró moviendo ligeramente la cabeza de derecha a izquierda para acariciar la nariz de él con la suya. Rick asintió y después le dio un tierno beso. “Ya sabes que nunca he sido muy de niños. Pero desde que estamos juntos…”. Cogió aire elevando la mirada hacia el techo, imaginándose a ellos dos en el loft de Castle, con un par de niños corriendo a su alrededor. “Desde que estoy contigo, varias veces he pensado en la posibilidad de tener hijos”. Susurró volviendo a pegar su frente a la de él y mirándole con cariño. “De tener hijos, contigo”. Volvió a susurrar plantándole un tierno beso en los labios.
Richard sonrió ampliamente y pegó más el cuerpo de ella al suyo, abrazándola con ternura. “Sólo quiero que tú seas feliz. Con o sin hijos. Incluso sería capaz de alejarme de ti si supiera que eso te haría feliz”. Le besó el pelo mientras acariciaba sus cabellos suavemente.
“No quiero que te alejes de mí. Te quiero, quiero estar contigo”. Contestó ella con seguridad, abrazada a él, con las manos en la musculosa espalda del escritor. “Es cierto que… necesito un poco de tiempo para centrarme en… en esta nueva situación. En mí, con el asesino de mi madre encerrado; en ti, en nosotros. En una Kate Beckett cariñosa que pensé que nunca podría llegar a ser”. Le iba dejando suaves caricias en la espalda mientras se abría a él. “Pero que me encanta ser”. Susurró dándole un beso en el cuello, subiendo y bajando sus manos por la espalda de él, por debajo de la camiseta de manga corta que llevaba él.
Castle apretó más el abrazo, sintiéndose completo, feliz. Aquellas palabras de ella le habían dado esperanza y reconfortado enormemente. “Y yo te voy a dar ese tiempo”. Le aseguró apretándola entre sus brazos.
“No tengo ni idea de cómo voy a hacerlo, pero de alguna forma tengo que agradecerte todo lo que siempre has esperado por mí”. Le besó la cabeza separándose lo justo para mirarle a los ojos. “Cuatro años hasta que te abriste a mí. Tres meses que te alejé de mi lado injustamente…”. Negó con la cabeza mordiéndose el labio disgustada consigo misma.
“Kate… Todo aquello, nos ha llevado a estar, ahora mismo, así”. Le dio un beso en los labios. “Yo quise esperar. Sabía que merecería la pena. ¡Y vaya si la merece!” Le sonrió abiertamente, acariciándole la pierna con cariño, por debajo del albornoz. Kate sonrió y le besó. “Anda, ve a secarte el pelo mientras acabo la maleta. Seguro que en breves nos traen la cena a la habitación”.
“Está bien”. Sonrió ella levantándose con una gran sonrisa.
Richard aprovechó que ella se inclinó para volver a besarle para darle un cariñoso cachete en el trasero. “Ups…”. Se tapó los labios divertido, como si se le hubiera escapado.
“¡Ey!”. Rió ella negando con la cabeza divertida. “Serás pervertido…”. Rió mientras se contoneaba de camino al baño a secarse el pelo y a ponerse la ropa.
“Es que vas provocando…”. Se excusó él sonriendo aún mientras volvía a concentrarse en guardar las cosas en la maleta. Todo, excepto la ropa que se iba a poner tras una ducha rápida.
Mientras Beckett estaba con el secador, llamaron a la puerta de la habitación. Castle abrió y metió la cena en la habitación. El hombre del hotel, le entregó lo que él había pedido y Richard le pagó agradecido, dándole una pequeña propina para él por haberle hecho el recado. Se despidió de él y cerró la puerta. Guardó lo que le había dado en su maleta, escondido entre su ropa. Después entró al baño a ver cómo iba Beckett.
“¿Cómo vas?” Le sonrió con cariño desde el marco de la puerta observando cómo se esmeraba en secarse las ondas de su precioso pelo.
“Estoy acabando”. Le sonrió mirándole a través del espejo. “¿Quieres ir duchándote?”.
“Sí, a eso venía”. Entró dándole un beso en la mejilla y metió en la ducha quitándose antes la ropa. “Acaba de llegar la cena. Yo no tardo nada”. Dio al agua y empezó a ducharse rápidamente.
“Te espero fuera, ¿vale?”. Guardó el secador y se mordió el labio admirando el cuerpo de Castle a través de la cortina del baño. Si no salía, volvería a meterse en la ducha para estar con él y no podían perder más tiempo. Eran las 8 y a las 9 tenían que estar en la puerta del hotel.
Kate salió y se sentó en una butaca a esperarle. Cogió una pequeña libreta que llevaba con ella y se dispuso a escribir varias cosas en ella. Debía empezar a planear su nueva vida. Empezaría por escribir lo que quería obtener en un futuro no muy lejano. Comenzó por escribir cosas relacionadas con Castle y ella. Después, con su padre, con Alexis y Martha. Cosas de su trabajo y con respecto a sus compañeros de comisaría.
Cuando Castle salió de la ducha, se vistió, Beckett guardó la libreta y cenaron conversando animadamente. Después, cerraron las maletas y bajaron a la recepción del hotel. Allí les esperaba un taxi. Metieron sus maletas y montaron en el coche. Kate le dio la dirección y miró sonriente a Castle, quien le miraba con el ceño fruncido sin entender bien adónde iban. Sabía que esa dirección que había dado, no era la de el aeropuerto, pero no sabía hacia dónde se dirigían. Beckett negó con la cabeza indicando que no pensaba contarle nada hasta que estuvieran allí. Ella agarró la mano de él y entrelazó sus dedos, apoyando la cabeza sobre el hombro de él. Así fueron todo el viaje hasta que el taxi paró indicándoles que ya habían llegado.
¿Dónde irán? :O
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Castle la miró a los ojos y la agarró por la cintura haciendo que pegara su costado al cuerpo de él. Con la otra mano, le colocó un mechón mojado detrás de la oreja. “Bueno, me encantan los niños, ya lo sabes. Pero de momento no es lo que más me preocupa ni en lo que más interés tengo. Además, eso no es cosa sólo de uno”. Le dio un tierno beso en los labios y le acarició la mejilla. Observó cómo ella tenía la mirada fija en él, sin hacer ningún gesto. Supo que por la cabeza de la inspectora estaban pasando demasiadas ideas. Posó la palma de su mano en la cara de Kate, con cariño. “Es cierto que siempre me he imaginado rodeado de niños. Pero mi prioridad es, y lleva siendo desde hace años, tenerte conmigo, hacerte feliz, ser feliz junto a ti. Lo demás, ya se verá. Como te dije, iremos con calma, ¿vale?”. Pegó su frente a la de ella.
Kate, tras oír aquellas palabras sonrió mordiéndose el labio y pegó más sus frentes, rozando su nariz con la de él. “¿Te confieso un secreto…?”. Susurró moviendo ligeramente la cabeza de derecha a izquierda para acariciar la nariz de él con la suya. Rick asintió y después le dio un tierno beso. “Ya sabes que nunca he sido muy de niños. Pero desde que estamos juntos…”. Cogió aire elevando la mirada hacia el techo, imaginándose a ellos dos en el loft de Castle, con un par de niños corriendo a su alrededor. “Desde que estoy contigo, varias veces he pensado en la posibilidad de tener hijos”. Susurró volviendo a pegar su frente a la de él y mirándole con cariño. “De tener hijos, contigo”. Volvió a susurrar plantándole un tierno beso en los labios.
Richard sonrió ampliamente y pegó más el cuerpo de ella al suyo, abrazándola con ternura. “Sólo quiero que tú seas feliz. Con o sin hijos. Incluso sería capaz de alejarme de ti si supiera que eso te haría feliz”. Le besó el pelo mientras acariciaba sus cabellos suavemente.
“No quiero que te alejes de mí. Te quiero, quiero estar contigo”. Contestó ella con seguridad, abrazada a él, con las manos en la musculosa espalda del escritor. “Es cierto que… necesito un poco de tiempo para centrarme en… en esta nueva situación. En mí, con el asesino de mi madre encerrado; en ti, en nosotros. En una Kate Beckett cariñosa que pensé que nunca podría llegar a ser”. Le iba dejando suaves caricias en la espalda mientras se abría a él. “Pero que me encanta ser”. Susurró dándole un beso en el cuello, subiendo y bajando sus manos por la espalda de él, por debajo de la camiseta de manga corta que llevaba él.
Castle apretó más el abrazo, sintiéndose completo, feliz. Aquellas palabras de ella le habían dado esperanza y reconfortado enormemente. “Y yo te voy a dar ese tiempo”. Le aseguró apretándola entre sus brazos.
“No tengo ni idea de cómo voy a hacerlo, pero de alguna forma tengo que agradecerte todo lo que siempre has esperado por mí”. Le besó la cabeza separándose lo justo para mirarle a los ojos. “Cuatro años hasta que te abriste a mí. Tres meses que te alejé de mi lado injustamente…”. Negó con la cabeza mordiéndose el labio disgustada consigo misma.
“Kate… Todo aquello, nos ha llevado a estar, ahora mismo, así”. Le dio un beso en los labios. “Yo quise esperar. Sabía que merecería la pena. ¡Y vaya si la merece!” Le sonrió abiertamente, acariciándole la pierna con cariño, por debajo del albornoz. Kate sonrió y le besó. “Anda, ve a secarte el pelo mientras acabo la maleta. Seguro que en breves nos traen la cena a la habitación”.
“Está bien”. Sonrió ella levantándose con una gran sonrisa.
Richard aprovechó que ella se inclinó para volver a besarle para darle un cariñoso cachete en el trasero. “Ups…”. Se tapó los labios divertido, como si se le hubiera escapado.
“¡Ey!”. Rió ella negando con la cabeza divertida. “Serás pervertido…”. Rió mientras se contoneaba de camino al baño a secarse el pelo y a ponerse la ropa.
“Es que vas provocando…”. Se excusó él sonriendo aún mientras volvía a concentrarse en guardar las cosas en la maleta. Todo, excepto la ropa que se iba a poner tras una ducha rápida.
Mientras Beckett estaba con el secador, llamaron a la puerta de la habitación. Castle abrió y metió la cena en la habitación. El hombre del hotel, le entregó lo que él había pedido y Richard le pagó agradecido, dándole una pequeña propina para él por haberle hecho el recado. Se despidió de él y cerró la puerta. Guardó lo que le había dado en su maleta, escondido entre su ropa. Después entró al baño a ver cómo iba Beckett.
“¿Cómo vas?” Le sonrió con cariño desde el marco de la puerta observando cómo se esmeraba en secarse las ondas de su precioso pelo.
“Estoy acabando”. Le sonrió mirándole a través del espejo. “¿Quieres ir duchándote?”.
“Sí, a eso venía”. Entró dándole un beso en la mejilla y metió en la ducha quitándose antes la ropa. “Acaba de llegar la cena. Yo no tardo nada”. Dio al agua y empezó a ducharse rápidamente.
“Te espero fuera, ¿vale?”. Guardó el secador y se mordió el labio admirando el cuerpo de Castle a través de la cortina del baño. Si no salía, volvería a meterse en la ducha para estar con él y no podían perder más tiempo. Eran las 8 y a las 9 tenían que estar en la puerta del hotel.
Kate salió y se sentó en una butaca a esperarle. Cogió una pequeña libreta que llevaba con ella y se dispuso a escribir varias cosas en ella. Debía empezar a planear su nueva vida. Empezaría por escribir lo que quería obtener en un futuro no muy lejano. Comenzó por escribir cosas relacionadas con Castle y ella. Después, con su padre, con Alexis y Martha. Cosas de su trabajo y con respecto a sus compañeros de comisaría.
Cuando Castle salió de la ducha, se vistió, Beckett guardó la libreta y cenaron conversando animadamente. Después, cerraron las maletas y bajaron a la recepción del hotel. Allí les esperaba un taxi. Metieron sus maletas y montaron en el coche. Kate le dio la dirección y miró sonriente a Castle, quien le miraba con el ceño fruncido sin entender bien adónde iban. Sabía que esa dirección que había dado, no era la de el aeropuerto, pero no sabía hacia dónde se dirigían. Beckett negó con la cabeza indicando que no pensaba contarle nada hasta que estuvieran allí. Ella agarró la mano de él y entrelazó sus dedos, apoyando la cabeza sobre el hombro de él. Así fueron todo el viaje hasta que el taxi paró indicándoles que ya habían llegado.
¿Dónde irán? :O
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
A mi me gusta mucho que estén los dos solos, pero supongo que tampoco estaría mal que tuvieran hijos, y en tu fic yo creo que quedará perfectamente pongas lo que pongas:) Sigue cuando puedaas!! me encanta!!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Aaaayyyy siiii mini castleees (o becketts) como sea me encantaria tanto en tu fic como en la serie aunque....se me haria raro ver a kate embarazada pero gracioso por los antojos y todo eso jajaja XD bueno sea lo que sea lo que hagas adoro el caskeeett!! :hheart:
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta como siempre!!!
Sigueeee
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenos días! Vengo con un capítulo tempranero!
Tomaré nota de vuestros comentarios acerca de los Kids... jajajaa y ya veré qué se me va ocurriendo!
¿Seguimos?
Bajaron del coche tras pagar y el taxista salió para ayudarles a sacar las maletas del maletero.
Beckett se acercó a Castle y le agarró la mano tiernamente. “¿Te apetece un viaje en helicóptero?”.
Castle miró el helipuerto boquiabierto y después fijó su mirada en ella. “¿En serio?”. Sonrió ilusionado.
Kate rió al ver en su cara la ilusión de un niño cuando le regalan una chuchería. “Uhum…”. Asintió sonriéndole y apretó más su mano. “Un viaje un poquito largo, pero está anocheciendo y tendremos unas vistas espectaculares”.
“¡Es genial! ¡Nunca he viajado en helicóptero!”. Exclamó el escritor cogiendo a Kate por las caderas y alzándola por el aire dando vueltas con ella. Ambos reían encantados, felices.
Cuando Rick bajó a Kate al suelo, ésta se agarró a su cuello y le dio un rápido beso en los labios. Pegó su frente a la de él. “¿En serio que nunca has viajado en helicóptero?”. Le sonrió dulcemente y él negó con la cabeza sin dejar de mirarla a los ojos. “Pensé que teniendo uno de juguete.. habrías viajado en uno y que te haría ilusión”. Aún tenía los brazos rodeando el cuello del escritor y aprovechó que sus manos quedaban en su cuello para jugar con su pelo.
“Pues no señorita. Nunca me he subido en un cacharro de esos así que me hace más ilusión todavía la sorpresa”. Sonrió como un tonto y le dio un beso en los labios. Kate sonrió también medio embobada. “Pero… aún no me has dicho adónde vamos…”. Susurró él rozando su nariz con la de ella.
“Eso… sigue siendo sorpresa”. Alzó las cejas divertida, le besó rápidamente y se separó de él para caminar hacia el helicóptero que les estaba esperando, dejando a un Castle sonriendo como hacía mucho que no sonreía.
Castle la siguió sonriendo. Cada uno llevaba su pequeña maleta. Las montaron en el transporte y después se subieron ellos en la parte trasera. Eran dos asientos contiguos, muy pegados. Delante de ellos y medio separado por una especie de cortinilla de cristal, iba el piloto, un chaval joven. Cuando todo estuvo en orden, cerraron la puerta del helicóptero y empezó el movimiento de hélices. Kate y Rick entrelazaron sus manos mirándose cómplices y después observaron por las ventanillas cómo aquel cacharro poco a poco se iba elevando.
Cuando habían alcanzado una altura considerable, las vistas eran alucinantes. Podían ver todo Madrid, empequeñecido, a sus pies, con un anochecer precioso de fondo. Kate aprovechó la cercanía de sus asientos para apoyar la cabeza en el hombro de Rick. Ambos contemplaban las vistas, en silencio, sin soltar sus manos. Sonreían sin poder ocultarlo. Todo lo que veían desde el helicóptero les encantaba. Pero lo más alucinante de todo era aquel anochecer en un cielo semi-despejado desde las alturas.
“Es precioso Kate…”. Susurró él dándole un beso en el pelo mientras ella tenía aún su cabeza apoyada sobre él. “Me encanta”. Apretó su mano con ternura. “Me podría pasar toda la vida así, contigo sobre mí y contemplando el cielo y la ciudad desde los aires”.
Kate sonrió aún más y comenzó a acariciar levemente los nudillos del escritor con su otra mano. “Me alegro de que te guste, de verdad. ¡Estaba tan nerviosa!”. Rió ligeramente levantando la cabeza de su hombro para mirarle. “Quería sorprenderte…”. Reconoció en un susurró sonrojándose ligeramente.
Rick sonrió con ganas y con su mano libre, agarró la cara de la inspectora por el mentón y le dio un cariñoso beso en los labios. “Pues deja de estar nerviosa, porque es la mejor sorpresa que me hayan hecho nunca”. Le acarició la mejilla mientras le soltaba la barbilla con cariño.
Kate le devolvió el beso y después se mordió el labio volviendo a apoyar la cabeza sobre él y mirando el cielo. “Espero que el sitio al que vamos también te guste”. Susurró apretando de nuevo la mano del escritor.
“Si es contigo, seguro que me encanta”. Sin soltar su mano, pasó su brazo por detrás de la espalda de ella dejando que sus manos entrelazadas reposaran sobre las piernas de ella. De esa forma, pegó más el cuerpo de Kate al suyo.
Estuvieron en silencio un rato más, contemplando cómo anochecía y el cielo se cubría de estrellas. Kate echó un rápido vistazo al reloj de su padre que estaba en su muñeca izquierda y comprobó que apenas faltaban 5 minutos para las doce de la noche y, por lo tanto, para el cumpleaños de Castle. Sonrió al pensar en la otra sorpresa que tenía para él y que le daría cuando llegaran a su destino. Se acurrucó más entre sus brazos cerrando un momento los ojos. Estaba algo cansada pero no quería perderse la noche desde el aire.
Cuando vio que su reloj marcaba las doce en punto de la noche, estiró un poco y acercó sus labios al oído de Castle. “Feliz cumpleaños Rick…”. Con la mano que tenía libre, le acarició la mejilla dándole un beso en el cuello. Después le miró a los ojos con infinito amor. Aquel que hasta hacía no mucho se había empeñado en mantener oculto absurdamente y que ahora no podía ni quería esconderlo de nuevo. “Espero que sea el primero de muchos que pasemos juntos, como pareja”. Soltó la mano de él haciendo que la reposara sobre su pierna y con ambas manos agarró su cara y le dio un cariñoso e intenso beso en los labios. Ambos cerraron los ojos al sentir los labios del otro, pero ninguno podía dejar de sonreír, sobre todo Castle que se había quedado atontado con las palabras de la inspectora.
“Gracias…”. Le contestó cuando ella se separó ligeramente de sus labios y ambos abrieron los ojos para encontrarse con los de su pareja. “Y yo también espero que este sea el primero de muchos, ¡muchos!”. Exclamó sonriendo más y logrando que ella ensanchara su sonrisa aún más si era posible. “De verdad… ¡no sabes lo feliz que me haces!”. La volvió a besar, esta vez bastante más intensamente, entreabriendo su boca para darle acceso a la lengua de ella.
“Mmm…”. Jadeó muy suavemente ella tras aquel beso. Apoyó su frente sobre la de él. “Creo que deberíamos parar si no queremos darle un espectáculo al piloto”. Rieron con ganas los dos y después volvieron a entrelazar sus manos, sin dejar de mirarse a los ojos. “Tengo un pequeño regalo para ti pero… te lo daré por por la mañana, ¿vale?”. Rick asintió y se sonrieron. “Creo que te va a encantar”. Le dijo acariciándole la cara con la otra mano.
“Tú eres mi mayor regalo Katherine”. Le besó de nuevo, con cariño.
Continuaron el resto del viaje casi en silencio, charlando sólo de vez en cuando, disfrutando de las vistas y de sentirse tan cerca. Kate llevó casi todo el tiempo la cabeza apoyada en el hombro de él.
Sobre la una de la madrugada, llegaron a su destino. Rick no se había dado cuenta, pero desde las alturas ya próximos al lugar en el que pararían, se podía visualizar el mar. Cuando el helicóptero aterrizó, bajaron cogiendo sus maletas y allí había un taxi esperándolos.
“Sigo sin saber adónde hemos venido”. Le dijo Castle montándose en el taxi tras haber guardado las maletas atrás.
“Y no lo sabrás hasta que yo te lo diga”. Rió Beckett cariñosamente y sacó algo de su bolsillo. “Ahora me toca a mi taparte los ojos”. Le enseñó un pañuelo y el abrió la boca sorprendido.
“No se si esto me da miedo o me excita”. Se rió mientras ella le colocaba el pañuelo y se aseguraba de que no veía nada.
“Confía en mí”. Le susurró ella muy cerca de la oreja y le mordió el lóbulo provocándolo.
Rick, ante eso, apretó la mano de Kate mordiéndose fuerte el labio. “No me tienes Beckett…” Susurró medio jadeando por el juego de la inspectora.
“Está bien”. Sonrió ella dándole un beso en la mejilla. “Seguiré cuando estemos en la cama. Pero para eso todavía queda un rato”. Se apoyó de nuevo sobre su hombro mientras el taxi arrancaba y conducía por las poco transitadas calles a esa hora.
Espero que os encante la sorpresa! A ver si sigo escribiendo y pronto os subo otro trocito.
GRACIAS POR CADA LECTURA Y CADA COMENTARIO!
Tomaré nota de vuestros comentarios acerca de los Kids... jajajaa y ya veré qué se me va ocurriendo!
¿Seguimos?
Bajaron del coche tras pagar y el taxista salió para ayudarles a sacar las maletas del maletero.
Beckett se acercó a Castle y le agarró la mano tiernamente. “¿Te apetece un viaje en helicóptero?”.
Castle miró el helipuerto boquiabierto y después fijó su mirada en ella. “¿En serio?”. Sonrió ilusionado.
Kate rió al ver en su cara la ilusión de un niño cuando le regalan una chuchería. “Uhum…”. Asintió sonriéndole y apretó más su mano. “Un viaje un poquito largo, pero está anocheciendo y tendremos unas vistas espectaculares”.
“¡Es genial! ¡Nunca he viajado en helicóptero!”. Exclamó el escritor cogiendo a Kate por las caderas y alzándola por el aire dando vueltas con ella. Ambos reían encantados, felices.
Cuando Rick bajó a Kate al suelo, ésta se agarró a su cuello y le dio un rápido beso en los labios. Pegó su frente a la de él. “¿En serio que nunca has viajado en helicóptero?”. Le sonrió dulcemente y él negó con la cabeza sin dejar de mirarla a los ojos. “Pensé que teniendo uno de juguete.. habrías viajado en uno y que te haría ilusión”. Aún tenía los brazos rodeando el cuello del escritor y aprovechó que sus manos quedaban en su cuello para jugar con su pelo.
“Pues no señorita. Nunca me he subido en un cacharro de esos así que me hace más ilusión todavía la sorpresa”. Sonrió como un tonto y le dio un beso en los labios. Kate sonrió también medio embobada. “Pero… aún no me has dicho adónde vamos…”. Susurró él rozando su nariz con la de ella.
“Eso… sigue siendo sorpresa”. Alzó las cejas divertida, le besó rápidamente y se separó de él para caminar hacia el helicóptero que les estaba esperando, dejando a un Castle sonriendo como hacía mucho que no sonreía.
Castle la siguió sonriendo. Cada uno llevaba su pequeña maleta. Las montaron en el transporte y después se subieron ellos en la parte trasera. Eran dos asientos contiguos, muy pegados. Delante de ellos y medio separado por una especie de cortinilla de cristal, iba el piloto, un chaval joven. Cuando todo estuvo en orden, cerraron la puerta del helicóptero y empezó el movimiento de hélices. Kate y Rick entrelazaron sus manos mirándose cómplices y después observaron por las ventanillas cómo aquel cacharro poco a poco se iba elevando.
Cuando habían alcanzado una altura considerable, las vistas eran alucinantes. Podían ver todo Madrid, empequeñecido, a sus pies, con un anochecer precioso de fondo. Kate aprovechó la cercanía de sus asientos para apoyar la cabeza en el hombro de Rick. Ambos contemplaban las vistas, en silencio, sin soltar sus manos. Sonreían sin poder ocultarlo. Todo lo que veían desde el helicóptero les encantaba. Pero lo más alucinante de todo era aquel anochecer en un cielo semi-despejado desde las alturas.
“Es precioso Kate…”. Susurró él dándole un beso en el pelo mientras ella tenía aún su cabeza apoyada sobre él. “Me encanta”. Apretó su mano con ternura. “Me podría pasar toda la vida así, contigo sobre mí y contemplando el cielo y la ciudad desde los aires”.
Kate sonrió aún más y comenzó a acariciar levemente los nudillos del escritor con su otra mano. “Me alegro de que te guste, de verdad. ¡Estaba tan nerviosa!”. Rió ligeramente levantando la cabeza de su hombro para mirarle. “Quería sorprenderte…”. Reconoció en un susurró sonrojándose ligeramente.
Rick sonrió con ganas y con su mano libre, agarró la cara de la inspectora por el mentón y le dio un cariñoso beso en los labios. “Pues deja de estar nerviosa, porque es la mejor sorpresa que me hayan hecho nunca”. Le acarició la mejilla mientras le soltaba la barbilla con cariño.
Kate le devolvió el beso y después se mordió el labio volviendo a apoyar la cabeza sobre él y mirando el cielo. “Espero que el sitio al que vamos también te guste”. Susurró apretando de nuevo la mano del escritor.
“Si es contigo, seguro que me encanta”. Sin soltar su mano, pasó su brazo por detrás de la espalda de ella dejando que sus manos entrelazadas reposaran sobre las piernas de ella. De esa forma, pegó más el cuerpo de Kate al suyo.
Estuvieron en silencio un rato más, contemplando cómo anochecía y el cielo se cubría de estrellas. Kate echó un rápido vistazo al reloj de su padre que estaba en su muñeca izquierda y comprobó que apenas faltaban 5 minutos para las doce de la noche y, por lo tanto, para el cumpleaños de Castle. Sonrió al pensar en la otra sorpresa que tenía para él y que le daría cuando llegaran a su destino. Se acurrucó más entre sus brazos cerrando un momento los ojos. Estaba algo cansada pero no quería perderse la noche desde el aire.
Cuando vio que su reloj marcaba las doce en punto de la noche, estiró un poco y acercó sus labios al oído de Castle. “Feliz cumpleaños Rick…”. Con la mano que tenía libre, le acarició la mejilla dándole un beso en el cuello. Después le miró a los ojos con infinito amor. Aquel que hasta hacía no mucho se había empeñado en mantener oculto absurdamente y que ahora no podía ni quería esconderlo de nuevo. “Espero que sea el primero de muchos que pasemos juntos, como pareja”. Soltó la mano de él haciendo que la reposara sobre su pierna y con ambas manos agarró su cara y le dio un cariñoso e intenso beso en los labios. Ambos cerraron los ojos al sentir los labios del otro, pero ninguno podía dejar de sonreír, sobre todo Castle que se había quedado atontado con las palabras de la inspectora.
“Gracias…”. Le contestó cuando ella se separó ligeramente de sus labios y ambos abrieron los ojos para encontrarse con los de su pareja. “Y yo también espero que este sea el primero de muchos, ¡muchos!”. Exclamó sonriendo más y logrando que ella ensanchara su sonrisa aún más si era posible. “De verdad… ¡no sabes lo feliz que me haces!”. La volvió a besar, esta vez bastante más intensamente, entreabriendo su boca para darle acceso a la lengua de ella.
“Mmm…”. Jadeó muy suavemente ella tras aquel beso. Apoyó su frente sobre la de él. “Creo que deberíamos parar si no queremos darle un espectáculo al piloto”. Rieron con ganas los dos y después volvieron a entrelazar sus manos, sin dejar de mirarse a los ojos. “Tengo un pequeño regalo para ti pero… te lo daré por por la mañana, ¿vale?”. Rick asintió y se sonrieron. “Creo que te va a encantar”. Le dijo acariciándole la cara con la otra mano.
“Tú eres mi mayor regalo Katherine”. Le besó de nuevo, con cariño.
Continuaron el resto del viaje casi en silencio, charlando sólo de vez en cuando, disfrutando de las vistas y de sentirse tan cerca. Kate llevó casi todo el tiempo la cabeza apoyada en el hombro de él.
Sobre la una de la madrugada, llegaron a su destino. Rick no se había dado cuenta, pero desde las alturas ya próximos al lugar en el que pararían, se podía visualizar el mar. Cuando el helicóptero aterrizó, bajaron cogiendo sus maletas y allí había un taxi esperándolos.
“Sigo sin saber adónde hemos venido”. Le dijo Castle montándose en el taxi tras haber guardado las maletas atrás.
“Y no lo sabrás hasta que yo te lo diga”. Rió Beckett cariñosamente y sacó algo de su bolsillo. “Ahora me toca a mi taparte los ojos”. Le enseñó un pañuelo y el abrió la boca sorprendido.
“No se si esto me da miedo o me excita”. Se rió mientras ella le colocaba el pañuelo y se aseguraba de que no veía nada.
“Confía en mí”. Le susurró ella muy cerca de la oreja y le mordió el lóbulo provocándolo.
Rick, ante eso, apretó la mano de Kate mordiéndose fuerte el labio. “No me tienes Beckett…” Susurró medio jadeando por el juego de la inspectora.
“Está bien”. Sonrió ella dándole un beso en la mejilla. “Seguiré cuando estemos en la cama. Pero para eso todavía queda un rato”. Se apoyó de nuevo sobre su hombro mientras el taxi arrancaba y conducía por las poco transitadas calles a esa hora.
Espero que os encante la sorpresa! A ver si sigo escribiendo y pronto os subo otro trocito.
GRACIAS POR CADA LECTURA Y CADA COMENTARIO!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta!!!! Perfecto como siempre!!!! Sigue cuando puedaaas!!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Pero sigue!!!
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardeeees!
¿Continuamos con el viaje?
Legaron a su destino en poco más de 15 minutos. El taxi paró y el taxista salió del coche sacando las dos maletas del maletero. Las llevó a una pequeña casita, en la que se alojarían la inspectora y el escritor.
Beckett agarró la mano de Castle con ternura y le besó en la comisura de los labios. “Espera que te ayudo a bajar”. Salió del coche soltando su mano, bordeó el auto y abrió la puerta de él agarrando su mano con cariño para ayudarle a salir del coche. Rick se aferró a su mano y salió del coche con una pequeña sonrisa, en silencio. “Ven”. Tiró ligeramente de su mano haciendo que caminara tras ella. Lo condujo por un camino asfaltado hasta que sus pies pisaron algo similar a la hierba. “Bien… Ya hemos llegado”. Le dijo con una enorme sonrisa que delataba lo nerviosa que estaba. Quería que aquello le gustase y aunque estaba casi segura de que así sería, los nervios la invadían a cada paso que daban.
“¿Ya puedo quitarme el pañuelo de los ojos?”. Preguntó el apretando ligeramente la mano de ella. Notaba sus nervios y quería tranquilizarla.
“Uhumm…”. Se acercó de frente a él, le besó suavemente en los labios y después se colocó a su lado sin soltar su mano. Con la que tenía libre fue desatando el nudo mientras susurró en su oído. “Espero que te guste”. Le besó el cuello terminando de soltar el nudo y de quitarle el pañuelo. Se centró en su mirada tratando de adivinar si el lugar al que le había traído le gustaba.
Castle abrió los ojos y parpadeó un par de veces para acostumbrarse. Inevitablemente sonrió gustosamente al observar el lugar en el que estaban. No sabía dónde era, pero le encantaba. Estaban a lo alto de un acantilado desde donde podían contemplar las maravillosas vistas del Golfo de Vizcaya. Kate le había llevado hasta la costa del País Vasco, y le ofrecía una imagen espectacular. Un cielo semi-despejado y estrellado se mezclaba con el mar del Cantábrico. Tras ellos, había una preciosa casita rústica unida a un molino antiguo. Tan sólo se veían las luces de algunas farolas a lo lejos. Ellos quedaban iluminados por la luz de la luna y de las estrellas. Kate sacó de su bolso un par de velas, las encendió y le tendió una a él, esperando ansiosamente que dijera algo.
Castle cogió la vela y la miró totalmente asombrado y encantado. “Kate… ¡esto es alucinante!”. Ella no pudo más que sonreír ampliamente ante sus palabras, relajando así sus nervios. Soltó el aire despacio mordiéndose el labio y apretó la mano de el. “¿Dónde estamos?”. Preguntó él volviendo a mirar a su alrededor.
“En la costa vasca. En Vizcaya”. Le respondió ella dirigiendo su vista a la fina línea en la que el cielo y el mar se juntaban ante sus ojos. “Ven, vamos”. Tiró suavemente de su mano para que la siguiera.
Beckett fue iluminando el camino con la vela que llevaba en la mano. Como Castle la seguía, su vela también alumbró un poco el camino. Le llevó hasta el borde del acantilado y para su sorpresa, había unas preciosas escaleras que bajaban hasta el nivel del mar. Fueron bajando despacio y se sentaron en el último escalón a contemplar mejor desde allí las olas del mar.
Los dos permanecían en silencio, sin poder dejar de mirar todo lo que la naturaleza les enseñaba.
Kate apoyó la cabeza en el hombro de él sin soltar su mano. “¿Sabes? Esta noche es especial…”. Susurró mientras acariciaba su mano y mantenía la cabeza apoyada en su hombro. “Esta noche hay lluvia de estrellas. ¿Y qué mejor sitio que este para disfrutar de ellas?”. Comentó concentrada en el oleaje del mar, sin dejar de sonreír.
“¿De verdad me has traído hasta aquí para ver una lluvia de estrellas?”. Preguntó él, sorprendido pero a la vez, encantado. “¡Dios Kate! Cada día que te conozco un poquito más, me sorprendes y me enamoras más…”. Soltó su mano para abrazarla con firmeza. Le besó el pelo sonriente. “Eres tremendamente increíble”.
“Bueno… pensé que ya que nuestras circunstancias no son las mejores, ya que no estamos en casa con los nuestros… quería prepararte algo especial por tu cumpleaños. Sabía lo de la lluvia de estrellas, pero desde Madrid no se pueden ver bien. Demasiadas luces. Así que elegí un lugar más apartado para venir a verlas”. Se elevó de hombros sonriendo entre sus brazos. Elevó la cabeza para mirarle un momento, le besó en los labios y volvió a fijar la vista en el mar y el cielo. “Nunca haré lo suficiente para agradecerte que estés conmigo, que hayas esperado por mí y que me ames de la forma en la que lo haces”. Susurró acurrucándose más entre sus brazos y cerrando los ojos un rato para sentir mejor ese abrazo.
“No tienes por qué hacerlo cariño, ya lo sabes. Que estés conmigo, ¡es el mejor de los regalos! Pero… esta sorpresa, este sitio… ¡es absolutamente alucinante! ¡Gracias!”. Le acarició la espalda suavemente y ella le miró con los ojos llenos de lágrimas. Estaba emocionada por poder ir abriéndose a él poco a poco, por estar entre sus brazos, por el amor que se tenían, por ver la felicidad en sus ojos, felicidad que ella provocaba. “Ey…”. Susurró con cariño el escritor y le secó las lágrimas con la mano con la que no la abrazaba. “No llores anda”. Le dio un dulce beso en los labios, prologándolo hasta que ella se separó suavemente de él.
“¡Te amo Rick!” Le sonrió notando como sus ojos volvían a humedecerse, pero no le importó. No cuando vio que él también tenía los ojos llenos de lágrimas. Le acarició la mejilla secando una de las lágrimas que comenzaba a resbalar por su pómulo. “No sé por qué he tardado tanto tiempo en darme cuenta, en abrirme a ti y en decírtelo, pero desde que lo he hecho, no puedo dejar de decírtelo”. Le volvió a besar con tremendo amor.
“No lo hagas… No dejes de decírmelo…”. Susurró con cariño pegando su frente a la de ella mirándola intensamente, completamente enamorado. “Yo también te amo Kate. ¡Me haces el hombre más feliz del planeta!”. La volvió a besar, con adoración, saboreando sus labios suavemente hasta que una pequeña luz blanca los iluminó fugazmente.
Kate sonrió aún pegada a sus labios y se separó de él lo justo para poder mirar al cielo y contemplar aquel mágico momento en el que el cielo se iluminaba por las fugaces estrellas. Ambos contemplaron aquel maravilloso momento, abrazados, apoyados el uno en el otro, sonriendo y dejando salir sus lágrimas; lágrimas de amor, de emoción, de felicidad que sentían pese a estar fuera de su casa, porque se tenían el uno al otro y sentían que cada día, a cada minuto, a cada segundo, su amor era cada vez más fuerte.
¿Cómo lo veis?
GRACIAS POR SEGUIR AHÍ!
¡No olvidéis comentar, que me animáis cada día más!
¿Continuamos con el viaje?
Legaron a su destino en poco más de 15 minutos. El taxi paró y el taxista salió del coche sacando las dos maletas del maletero. Las llevó a una pequeña casita, en la que se alojarían la inspectora y el escritor.
Beckett agarró la mano de Castle con ternura y le besó en la comisura de los labios. “Espera que te ayudo a bajar”. Salió del coche soltando su mano, bordeó el auto y abrió la puerta de él agarrando su mano con cariño para ayudarle a salir del coche. Rick se aferró a su mano y salió del coche con una pequeña sonrisa, en silencio. “Ven”. Tiró ligeramente de su mano haciendo que caminara tras ella. Lo condujo por un camino asfaltado hasta que sus pies pisaron algo similar a la hierba. “Bien… Ya hemos llegado”. Le dijo con una enorme sonrisa que delataba lo nerviosa que estaba. Quería que aquello le gustase y aunque estaba casi segura de que así sería, los nervios la invadían a cada paso que daban.
“¿Ya puedo quitarme el pañuelo de los ojos?”. Preguntó el apretando ligeramente la mano de ella. Notaba sus nervios y quería tranquilizarla.
“Uhumm…”. Se acercó de frente a él, le besó suavemente en los labios y después se colocó a su lado sin soltar su mano. Con la que tenía libre fue desatando el nudo mientras susurró en su oído. “Espero que te guste”. Le besó el cuello terminando de soltar el nudo y de quitarle el pañuelo. Se centró en su mirada tratando de adivinar si el lugar al que le había traído le gustaba.
Castle abrió los ojos y parpadeó un par de veces para acostumbrarse. Inevitablemente sonrió gustosamente al observar el lugar en el que estaban. No sabía dónde era, pero le encantaba. Estaban a lo alto de un acantilado desde donde podían contemplar las maravillosas vistas del Golfo de Vizcaya. Kate le había llevado hasta la costa del País Vasco, y le ofrecía una imagen espectacular. Un cielo semi-despejado y estrellado se mezclaba con el mar del Cantábrico. Tras ellos, había una preciosa casita rústica unida a un molino antiguo. Tan sólo se veían las luces de algunas farolas a lo lejos. Ellos quedaban iluminados por la luz de la luna y de las estrellas. Kate sacó de su bolso un par de velas, las encendió y le tendió una a él, esperando ansiosamente que dijera algo.
Castle cogió la vela y la miró totalmente asombrado y encantado. “Kate… ¡esto es alucinante!”. Ella no pudo más que sonreír ampliamente ante sus palabras, relajando así sus nervios. Soltó el aire despacio mordiéndose el labio y apretó la mano de el. “¿Dónde estamos?”. Preguntó él volviendo a mirar a su alrededor.
“En la costa vasca. En Vizcaya”. Le respondió ella dirigiendo su vista a la fina línea en la que el cielo y el mar se juntaban ante sus ojos. “Ven, vamos”. Tiró suavemente de su mano para que la siguiera.
Beckett fue iluminando el camino con la vela que llevaba en la mano. Como Castle la seguía, su vela también alumbró un poco el camino. Le llevó hasta el borde del acantilado y para su sorpresa, había unas preciosas escaleras que bajaban hasta el nivel del mar. Fueron bajando despacio y se sentaron en el último escalón a contemplar mejor desde allí las olas del mar.
Los dos permanecían en silencio, sin poder dejar de mirar todo lo que la naturaleza les enseñaba.
Kate apoyó la cabeza en el hombro de él sin soltar su mano. “¿Sabes? Esta noche es especial…”. Susurró mientras acariciaba su mano y mantenía la cabeza apoyada en su hombro. “Esta noche hay lluvia de estrellas. ¿Y qué mejor sitio que este para disfrutar de ellas?”. Comentó concentrada en el oleaje del mar, sin dejar de sonreír.
“¿De verdad me has traído hasta aquí para ver una lluvia de estrellas?”. Preguntó él, sorprendido pero a la vez, encantado. “¡Dios Kate! Cada día que te conozco un poquito más, me sorprendes y me enamoras más…”. Soltó su mano para abrazarla con firmeza. Le besó el pelo sonriente. “Eres tremendamente increíble”.
“Bueno… pensé que ya que nuestras circunstancias no son las mejores, ya que no estamos en casa con los nuestros… quería prepararte algo especial por tu cumpleaños. Sabía lo de la lluvia de estrellas, pero desde Madrid no se pueden ver bien. Demasiadas luces. Así que elegí un lugar más apartado para venir a verlas”. Se elevó de hombros sonriendo entre sus brazos. Elevó la cabeza para mirarle un momento, le besó en los labios y volvió a fijar la vista en el mar y el cielo. “Nunca haré lo suficiente para agradecerte que estés conmigo, que hayas esperado por mí y que me ames de la forma en la que lo haces”. Susurró acurrucándose más entre sus brazos y cerrando los ojos un rato para sentir mejor ese abrazo.
“No tienes por qué hacerlo cariño, ya lo sabes. Que estés conmigo, ¡es el mejor de los regalos! Pero… esta sorpresa, este sitio… ¡es absolutamente alucinante! ¡Gracias!”. Le acarició la espalda suavemente y ella le miró con los ojos llenos de lágrimas. Estaba emocionada por poder ir abriéndose a él poco a poco, por estar entre sus brazos, por el amor que se tenían, por ver la felicidad en sus ojos, felicidad que ella provocaba. “Ey…”. Susurró con cariño el escritor y le secó las lágrimas con la mano con la que no la abrazaba. “No llores anda”. Le dio un dulce beso en los labios, prologándolo hasta que ella se separó suavemente de él.
“¡Te amo Rick!” Le sonrió notando como sus ojos volvían a humedecerse, pero no le importó. No cuando vio que él también tenía los ojos llenos de lágrimas. Le acarició la mejilla secando una de las lágrimas que comenzaba a resbalar por su pómulo. “No sé por qué he tardado tanto tiempo en darme cuenta, en abrirme a ti y en decírtelo, pero desde que lo he hecho, no puedo dejar de decírtelo”. Le volvió a besar con tremendo amor.
“No lo hagas… No dejes de decírmelo…”. Susurró con cariño pegando su frente a la de ella mirándola intensamente, completamente enamorado. “Yo también te amo Kate. ¡Me haces el hombre más feliz del planeta!”. La volvió a besar, con adoración, saboreando sus labios suavemente hasta que una pequeña luz blanca los iluminó fugazmente.
Kate sonrió aún pegada a sus labios y se separó de él lo justo para poder mirar al cielo y contemplar aquel mágico momento en el que el cielo se iluminaba por las fugaces estrellas. Ambos contemplaron aquel maravilloso momento, abrazados, apoyados el uno en el otro, sonriendo y dejando salir sus lágrimas; lágrimas de amor, de emoción, de felicidad que sentían pese a estar fuera de su casa, porque se tenían el uno al otro y sentían que cada día, a cada minuto, a cada segundo, su amor era cada vez más fuerte.
¿Cómo lo veis?
GRACIAS POR SEGUIR AHÍ!
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livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Aaaaaamoooooooo tuuuuuu fiiiiiiic!!!!!!!
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
*---* Es tan.... no tengo palabras para describirlo, cada vez me sorprendes mas ❤
Continua pronto
Continua pronto
Geovita:33- Ayudante de policia
- Mensajes : 81
Fecha de inscripción : 28/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Increíble!!!!! Es precioso!!!!! Me encanta tu fic, cada vez más!!!!! Sigue cuando puedaaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Simplemente lo amo. A cada capitulo más
Se me olvidó decirlo yo tmbn soy pro bebes Caskett tanto en pa serie como en tu fic
Sigueee
Se me olvidó decirlo yo tmbn soy pro bebes Caskett tanto en pa serie como en tu fic
Sigueee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Si!!! Caskett babies porfi.
Sigue cuando puedas tu fic es encantador
Sigue cuando puedas tu fic es encantador
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigue por favor, tu fic es extraordinario
Caskett1123- As del póker
- Mensajes : 398
Fecha de inscripción : 12/11/2013
Re: Cuando te veo (FIN)
Que bonito tu historia es preciosa te felicitó y esperó nuevo capítulo
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas!
Ay... GRACIAS GRACIAS GRACIAS!
Estos capítulos me están saliendo bastante romanticones y tal vez un poco ñoños, pero a mí me encantan! Y por lo que puedo ver, a vosotras también jajaaja
GRACIAS por todos vuestros comentarios!
¿Seguimos?
No fueron conscientes siquiera del tiempo que llevaban allí sentados, abrazados contemplando el mar y el cielo hasta que Kate tembló ligeramente entre los brazos de Rick. Era verano, pero a esas horas y en la costa, hacía algo de fresco.
Éste, le besó el pelo y la atrajo más entre sus brazos. “¿Nos alojamos aquí cerca?”. Preguntó mientras frotaba la espalda de la inspectora intentando que ésta entrase en calor.
“Sí, justo donde nos ha dejado el taxista”. Contestó ella dejándose mimar y acurrucar. Cerró los ojos con una pequeña sonrisa. “¿Quieres ir ya dentro o cogemos unas mantas y volvemos aquí?”. Elevó la cabeza abriendo los ojos para mirarle.
Castle miró el reloj y abrió los ojos de par en par al comprobar que eran las cuatro de la mañana. “¿Qué te parece si cogemos un par de mantas, algo de comer y de beber y esperamos aquí a que amanezca? En un par de horas empezará a salir el sol y creo que no hay mejor lugar para disfrutarlo que este sitio, contigo”. Le dio un dulce beso en los labios.
“¡Vamos!” Le sonrió ella devolviéndole el beso para después levantarse y de la mano subir hasta la casa donde estaban ya dentro sus maletas.
Se trataba de una pequeña cabaña de madera de dos pisos. Abajo constaba de un hermoso salón con un par de ventanas grandes orientadas hacia el mar, una cocina, y un servicio. La planta superior estaba dotada de un par de habitaciones y otro aseo. Sobre el sofá había varias mantas. Rick se acercó allí para cogerlas mientras Kate fue directa a la cocina a preparar un par de cafés y alguna tostada para comer.
Cuando tuvieron todo listo, volvieron a salir afuera. Castle, además de las mantas, había cogido una cámara de fotos y el paquete que había guardado en su maleta en Madrid. Kate llevaba una bandeja con los cafés y la comida. Volvieron al mismo sitio, sentándose en el primer escalón, junto al mar. Sonrieron al volver a sentarse, ésta vez sobre una manta y con una bandeja entre ellos. Rick le dio una a Kate para que ésta se la pusiera por los hombros y él hizo lo mismo con una tercera. Empezaron a comer y beber lo que habían llevado. Estaban hambrientos pero, a pesar de no haber dormido, no parecía que tuvieran sueño. Rick se había quedado embobado mirando a como Kate comía su pan tostado mientras contemplaba el mar, absorta en sus pensamientos.
Ella, al sentirse observada, giró la cabeza divertida inclinándola hacia un lado, mordiéndose el labio. “¿Tengo monos en la cara o algo?”. Dejó la taza de café sobre la bandeja y se tocó la cara con ambas manos simulando buscar algo raro en ella para que él la mirara de aquella forma.
“No… Es… simplemente que estás preciosa”. Se acercó a ella besándola despacio y suavemente en los labios. “Empieza a salir el sol…”. Comentó aun pegado a sus labios. “Espera…”. Susurró y se separó despacio de ella. Cogió la bandeja con las cosas ya casi terminadas y la subió un escalón dejando así hueco entre ellos. Agarró su manta y se juntó a ella abrazándola y permitiendo que ella se refugiara entre sus brazos y su manta. “Así mejor”. Susurró aspirando su aroma y cerrando los ojos momentáneamente. Era increíble la paz que ella le daba sólo con que le permitiera abrazarla.
Abrazados contemplaron al sol abrirse hueco entre las montañas y las nubes y aparecer ante ellos brillante, entre anaranjado y rojizo, más bello que nunca. O al menos eso pensaron ellos al verlo desde allí, juntos, abrazados.
Rick aprovechó para hacer varias fotos de aquel amanecer y después, con una sola mano, giró la cara hacia ellos. “¿Sería usted tan amable, detective, de hacerse una foto conmigo, aquí, en nuestro rincón secreto?”. Le pidió sonriente mirándola con cariño.
Kate sonrió ante aquello negando, divertida. Levantó la cabeza del hombro de él y le miró fijamente a los ojos. “¿Para que luego vayas alardeando por ahí de que tienes una foto conmigo?”. Se hizo un poco la ofendida, bromeando. “¡Ni de coña Castle!”. Le robó un dulce beso y sin que él se lo esperara, le quitó la cámara de fotos y apretó el botón justo en el momento en el que el sol más iluminaba sus rostros y ella le besa con completa veneración.
“Mmm… A lo mejor es usted la que va a alardear de tener una foto con el famosísimo escritor Richard Castle…” La retó con la mirada, ambos disfrutando del juego. “Una foto en la que usted, inspectora, me ha robado un beso, de mis labios… justo de aquí…”. Fue poco a poco bajando la voz y elevó su mano hasta toca sus propios labios donde segundos antes ella le había besado.
Kate rió ante las tonterías de Castle. “¿En serio? ¿Un beso?”. Frunció ella el ceño con un brillo divertido en los ojos, acercándose poco a poco a él. Rick asintió. “¿Y dónde dices que fue el beso?”. Él volvió a señalar sus labios y ella terminó de acercarse del todo para volver a besarlo, está vez durante más rato, jugando con su lengua. “¿Aquí…?”. Susurró pegada a su boca con los ojos cerrados.
“Y aquí…”. Susurró él también moviendo su dedo un centímetro por sus labios para que ella lo besara también ahí.
Kate sonrió y abrió los ojos para mirarle con amor. Lo agarró por la nuca y comenzó a besarle con premura, pasión y mucha sensualidad, encontrándose con su lengua y saboreándola en cada rincón de la boca del escritor. “Creo… que definitivamente sí que voy a alardear de nuestra foto”. Sonrió con los labios enrojecidos por el beso. Bajó su mano por su cuello acariciándole el cuerpo hasta llegar a su espalda. Dejó ahí dulcemente posada la mano. Rick colocó la suya en la cadera de la inspectora comenzando a acariciársela suavemente, en círculos.
Cada vez estaban más cerca. Se comían con los ojos y alternaban sus miradas entre sus ojos y sus labios. A pesar del fresco que hacía a esas horas, la temperatura de sus cuerpos había ido subiendo considerablemente. Y, con aquel precioso amanecer de testigo, se amaron despacio, prodigándose amor por todos los costados.
Cuando lograron relajar sus respiraciones, Rick atrajo a Kate entre sus brazos. Se habían tumbado sobre la manta en una roca bastante lisa. Ella apoyó la cabeza sobre el pecho de él y el escritor la abrazó con cariño arropando ambos cuerpos con otra de las mantas. Había amanecido casi por completo y el sol era el protagonista de aquel cielo prácticamente azul.
Rick giró su cabeza ligeramente para mirar hacia las olas y sonrió al ver la ropa de ambos tirada sobre unas rocas contiguas. Entonces, se acordó de que en el bolsillo trasero de su pantalón llevaba una cajita con un regalo para Kate. Alargó el brazo con el que no agarraba a Beckett y cogió la cajita del bolsillo. Ella, al notar que se movía, elevó la cabeza para mirar lo que hacía. Frunció el ceño al verle coger aquella caja alargada y cuando él la miró, ella le devolvió la mirada con aquel entrecejo fruncido, interrogándole con la mirada.
Sólo puedo adelantaros que la sorpresa... os va a gustar!
¡Seguid leyendo, por favor!
Ay... GRACIAS GRACIAS GRACIAS!
Estos capítulos me están saliendo bastante romanticones y tal vez un poco ñoños, pero a mí me encantan! Y por lo que puedo ver, a vosotras también jajaaja
GRACIAS por todos vuestros comentarios!
¿Seguimos?
No fueron conscientes siquiera del tiempo que llevaban allí sentados, abrazados contemplando el mar y el cielo hasta que Kate tembló ligeramente entre los brazos de Rick. Era verano, pero a esas horas y en la costa, hacía algo de fresco.
Éste, le besó el pelo y la atrajo más entre sus brazos. “¿Nos alojamos aquí cerca?”. Preguntó mientras frotaba la espalda de la inspectora intentando que ésta entrase en calor.
“Sí, justo donde nos ha dejado el taxista”. Contestó ella dejándose mimar y acurrucar. Cerró los ojos con una pequeña sonrisa. “¿Quieres ir ya dentro o cogemos unas mantas y volvemos aquí?”. Elevó la cabeza abriendo los ojos para mirarle.
Castle miró el reloj y abrió los ojos de par en par al comprobar que eran las cuatro de la mañana. “¿Qué te parece si cogemos un par de mantas, algo de comer y de beber y esperamos aquí a que amanezca? En un par de horas empezará a salir el sol y creo que no hay mejor lugar para disfrutarlo que este sitio, contigo”. Le dio un dulce beso en los labios.
“¡Vamos!” Le sonrió ella devolviéndole el beso para después levantarse y de la mano subir hasta la casa donde estaban ya dentro sus maletas.
Se trataba de una pequeña cabaña de madera de dos pisos. Abajo constaba de un hermoso salón con un par de ventanas grandes orientadas hacia el mar, una cocina, y un servicio. La planta superior estaba dotada de un par de habitaciones y otro aseo. Sobre el sofá había varias mantas. Rick se acercó allí para cogerlas mientras Kate fue directa a la cocina a preparar un par de cafés y alguna tostada para comer.
Cuando tuvieron todo listo, volvieron a salir afuera. Castle, además de las mantas, había cogido una cámara de fotos y el paquete que había guardado en su maleta en Madrid. Kate llevaba una bandeja con los cafés y la comida. Volvieron al mismo sitio, sentándose en el primer escalón, junto al mar. Sonrieron al volver a sentarse, ésta vez sobre una manta y con una bandeja entre ellos. Rick le dio una a Kate para que ésta se la pusiera por los hombros y él hizo lo mismo con una tercera. Empezaron a comer y beber lo que habían llevado. Estaban hambrientos pero, a pesar de no haber dormido, no parecía que tuvieran sueño. Rick se había quedado embobado mirando a como Kate comía su pan tostado mientras contemplaba el mar, absorta en sus pensamientos.
Ella, al sentirse observada, giró la cabeza divertida inclinándola hacia un lado, mordiéndose el labio. “¿Tengo monos en la cara o algo?”. Dejó la taza de café sobre la bandeja y se tocó la cara con ambas manos simulando buscar algo raro en ella para que él la mirara de aquella forma.
“No… Es… simplemente que estás preciosa”. Se acercó a ella besándola despacio y suavemente en los labios. “Empieza a salir el sol…”. Comentó aun pegado a sus labios. “Espera…”. Susurró y se separó despacio de ella. Cogió la bandeja con las cosas ya casi terminadas y la subió un escalón dejando así hueco entre ellos. Agarró su manta y se juntó a ella abrazándola y permitiendo que ella se refugiara entre sus brazos y su manta. “Así mejor”. Susurró aspirando su aroma y cerrando los ojos momentáneamente. Era increíble la paz que ella le daba sólo con que le permitiera abrazarla.
Abrazados contemplaron al sol abrirse hueco entre las montañas y las nubes y aparecer ante ellos brillante, entre anaranjado y rojizo, más bello que nunca. O al menos eso pensaron ellos al verlo desde allí, juntos, abrazados.
Rick aprovechó para hacer varias fotos de aquel amanecer y después, con una sola mano, giró la cara hacia ellos. “¿Sería usted tan amable, detective, de hacerse una foto conmigo, aquí, en nuestro rincón secreto?”. Le pidió sonriente mirándola con cariño.
Kate sonrió ante aquello negando, divertida. Levantó la cabeza del hombro de él y le miró fijamente a los ojos. “¿Para que luego vayas alardeando por ahí de que tienes una foto conmigo?”. Se hizo un poco la ofendida, bromeando. “¡Ni de coña Castle!”. Le robó un dulce beso y sin que él se lo esperara, le quitó la cámara de fotos y apretó el botón justo en el momento en el que el sol más iluminaba sus rostros y ella le besa con completa veneración.
“Mmm… A lo mejor es usted la que va a alardear de tener una foto con el famosísimo escritor Richard Castle…” La retó con la mirada, ambos disfrutando del juego. “Una foto en la que usted, inspectora, me ha robado un beso, de mis labios… justo de aquí…”. Fue poco a poco bajando la voz y elevó su mano hasta toca sus propios labios donde segundos antes ella le había besado.
Kate rió ante las tonterías de Castle. “¿En serio? ¿Un beso?”. Frunció ella el ceño con un brillo divertido en los ojos, acercándose poco a poco a él. Rick asintió. “¿Y dónde dices que fue el beso?”. Él volvió a señalar sus labios y ella terminó de acercarse del todo para volver a besarlo, está vez durante más rato, jugando con su lengua. “¿Aquí…?”. Susurró pegada a su boca con los ojos cerrados.
“Y aquí…”. Susurró él también moviendo su dedo un centímetro por sus labios para que ella lo besara también ahí.
Kate sonrió y abrió los ojos para mirarle con amor. Lo agarró por la nuca y comenzó a besarle con premura, pasión y mucha sensualidad, encontrándose con su lengua y saboreándola en cada rincón de la boca del escritor. “Creo… que definitivamente sí que voy a alardear de nuestra foto”. Sonrió con los labios enrojecidos por el beso. Bajó su mano por su cuello acariciándole el cuerpo hasta llegar a su espalda. Dejó ahí dulcemente posada la mano. Rick colocó la suya en la cadera de la inspectora comenzando a acariciársela suavemente, en círculos.
Cada vez estaban más cerca. Se comían con los ojos y alternaban sus miradas entre sus ojos y sus labios. A pesar del fresco que hacía a esas horas, la temperatura de sus cuerpos había ido subiendo considerablemente. Y, con aquel precioso amanecer de testigo, se amaron despacio, prodigándose amor por todos los costados.
Cuando lograron relajar sus respiraciones, Rick atrajo a Kate entre sus brazos. Se habían tumbado sobre la manta en una roca bastante lisa. Ella apoyó la cabeza sobre el pecho de él y el escritor la abrazó con cariño arropando ambos cuerpos con otra de las mantas. Había amanecido casi por completo y el sol era el protagonista de aquel cielo prácticamente azul.
Rick giró su cabeza ligeramente para mirar hacia las olas y sonrió al ver la ropa de ambos tirada sobre unas rocas contiguas. Entonces, se acordó de que en el bolsillo trasero de su pantalón llevaba una cajita con un regalo para Kate. Alargó el brazo con el que no agarraba a Beckett y cogió la cajita del bolsillo. Ella, al notar que se movía, elevó la cabeza para mirar lo que hacía. Frunció el ceño al verle coger aquella caja alargada y cuando él la miró, ella le devolvió la mirada con aquel entrecejo fruncido, interrogándole con la mirada.
Sólo puedo adelantaros que la sorpresa... os va a gustar!
¡Seguid leyendo, por favor!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Ay mi marre q ganitas de saber el regalo!!! sigue rapidoooo!!!
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Qué bonito!!!! sigue prontooo!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta
síguelo rápido por favor necesito saber que le regala!!!
síguelo rápido por favor necesito saber que le regala!!!
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
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