Cuando te veo (FIN)
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Castle y Beckett
josemg95
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: Cuando te veo (FIN)
Buenas!! Jajajaja
Me alegra mucho que os hayan gustado esos capis!!!
¿Seguimos?
Eran las siete de la tarde cuando Rick se despertó al sentir el cuerpo de Kate temblar ligeramente. Abrió los ojos lentamente y se dio cuenta de que se habían quedado dormidos dentro de la bañera y el agua se había enfriado. Con delicadeza comenzó a besar el cuello de Kate intentando despertarla. Fue entonces cuando vio las pequeñas marcas que ella tenía en el cuello y repentinamente paró de besarla. Abrió los ojos desmesuradamente. “Kate me va a matar…” Pensó para sus adentros.
Kate se había despertado con el primer beso del escritor y se revolvió entre sus brazos cuando notó que paraba. “Mmmm… ¿por qué paras?”. Susurró aún medio adormilada intentando abrazarse más con los brazos de Rick. Sentía frío.
“Eh…”. Castle no sabía que contestarle. Sabía que en cuanto descubriese las marcas de su cuello, se enfadaría. Le dio un pequeño mordisco en el cuello justo donde uno de los chupones y la abrazó más. “Porque… nos vamos a quedar helados aquí. Deberíamos salir”.
“Uhum, tienes razón”. Se levantó de la bañera retirando el tapón para que se vaciara. Cogió una esponja y echó un poco de gel en ella. Empezó a enjabonarse mientras Castle también se levantaba.
“Espera, deja que te ayude”. Susurró él cogiendo el champú de Kate. Se echó un poco en la mano.
“Ya puedo yo Castle”. Contestó ella mirándole mientras se pasaba la esponja por los brazos.
“Sí, lo sé. Pero yo también puedo y voy a hacerlo”. La miró tajante y comenzó a enjabonar y masajear su cabello.
“Umm…” Kate se mordió el labio y cerró los ojos inclinando la cabeza ligeramente hacia detrás. Le encantaba lo que el escritor le estaba haciendo.
“Y por tu cara diría que lo hago bien..”. Susurró y le dio un beso en la mejilla cuando terminó con su pelo.
“No te lo creas demasiado que luego no hay quién te aguante”. Le dijo ella divertida, amenazándolo infantilmente con su dedo índice.
Entre bromas y besos, ambos se enjabonaron y se aclararon. Después cada uno se puso un albornoz y salieron de la bañera. Beckett cogió una toalla y comenzó a quitar la mayor cantidad de humedad posible de su pelo. Mientras tanto, Castle se secó el cuerpo y fue a la habitación a ponerse algo de ropa. Entonces se acordó de que su móvil debía estar en la chaqueta. Se puso unos boxers y unos vaqueros y sin camiseta ni nada, salió de la habitación. Fue hasta su chaqueta y buscó el móvil. En aquel momento, la puerta del loft se abría dejando paso a Alexis besándose con un chico. No se esperaba que su padre estuviera en casa. Ambos adolescentes entraron de espaldas a la estancia, sin mirar y continuaron besándose hasta el sofá.
Castle se había quedado boquiabierto al ver la escena. “¡Alexis!” Alzó su padre la voz entre sorprendido y enfadado.
“¡Ay papá! ¡Qué susto!” Se separó ella rápidamente de su acompañante rezando porque su padre no los hubiera pillado, pero en el fondo sabía que su padre lo había visto todo. “¿Qué… qué haces en casa?”. Echó una mirada rápida a la casa buscando algo que le indicase por qué su padre estaba a esas horas en casa. Normalmente estaba en comisaría. Pero no encontró nada.
Castle echó un vistazo rápido a su despacho y se acercó a cerrar la puerta. Sabía que Kate estaría vistiéndose y secándose el pelo. Después se acercó a Alexis. “Es mi casa. ¿Qué tiene de raro que esté en ella?”. Alzó los hombros mirando a su hija. “De hecho.. ¿tú no deberías haber estado aquí también estudiando? Me dijiste que la semana que viene tienes un examen importante”. Miraba a su hija con seriedad y después miró a su acompañante. Lo repasó con la mirada de arriba abajo. El pobre chaval bajó la cabeza, vergonzoso. “¿No nos presentas?”.
Alexis agarró la mano del chico y se enfrentó a su padre. “Papá, este es Kevin. Kevin, mi padre”. Hizo las presentaciones pertinentes algo nerviosa. Le había contando a su padre que había tenido una fuerte discusión con Ashley, pero él no sabía que habían terminado cortando.
“Encantado… señor Castle”. Kevin le ofreció, intimidado, la mano al escritor. Sin embargo, Richard no le correspondió el gesto.
“Igualmente”. Contestó sin ni siquiera mirarle y dirigió su mirada seria a Alexis. “¿Podemos hablar un momento?”. Entrecerró sus ojos mostrando así su enfado.
“Eh.. sí claro..”. No le dio tiempo a seguir hablando pues su padre tiró fuerte de su brazo y se la llevó a la cocina. “¡Papá, que me haces daño!” Exclamó ella soltándose de él cuando su padre paró detrás de la barra de la cocina.
“¿Se puede saber quién es ese chico? ¿Qué ha pasado con Ashley?” La mirada de Castle era de puro enfado.
“A ver, papá, relájate… Conocí a Kevin en el balneario con la abuela. Él es de aquí también. Y con Ashley… bueno, después de la discusión rompimos…”. Bajó la cabeza apretando los labios. Quería mucho a Ashley, pero en aquel momento cada uno tenía una prioridad en la cabeza. Suspiró mordiéndose el labio y mirando de reojo a Kevin que permanecía de pie en mitad de salón sin saber qué hacer ni tan siquiera adónde mirar.
“¿¡Que has roto con Ashley!? Pero cariño.. ¿por qué no me dijiste nada? ¿Cómo estás?”. Su enfado pasó a preocupación y agarró a su hija por los hombros haciendo que ésta lo mirara.
“Precisamente por esto no te lo dije. Me sobreproteges papá…” Susurró Alexis mirando a los ojos de su padre. “Estoy bien. Ahora mismo no estamos centrados en lo mismo en la relación. Yo tengo unas cosas en la cabeza y él tiene otras. Punto, no hay más”. Suspiró y volvió a mirar de reojo a Kevin. “Kevin me gusta. Y por una vez en la vida me voy a dejar llevar por mis sentimientos y no por la lógica”.
Me encanta el Castle padre... ¿a vosotros?
Pronto, más!
Me alegra mucho que os hayan gustado esos capis!!!
¿Seguimos?
Eran las siete de la tarde cuando Rick se despertó al sentir el cuerpo de Kate temblar ligeramente. Abrió los ojos lentamente y se dio cuenta de que se habían quedado dormidos dentro de la bañera y el agua se había enfriado. Con delicadeza comenzó a besar el cuello de Kate intentando despertarla. Fue entonces cuando vio las pequeñas marcas que ella tenía en el cuello y repentinamente paró de besarla. Abrió los ojos desmesuradamente. “Kate me va a matar…” Pensó para sus adentros.
Kate se había despertado con el primer beso del escritor y se revolvió entre sus brazos cuando notó que paraba. “Mmmm… ¿por qué paras?”. Susurró aún medio adormilada intentando abrazarse más con los brazos de Rick. Sentía frío.
“Eh…”. Castle no sabía que contestarle. Sabía que en cuanto descubriese las marcas de su cuello, se enfadaría. Le dio un pequeño mordisco en el cuello justo donde uno de los chupones y la abrazó más. “Porque… nos vamos a quedar helados aquí. Deberíamos salir”.
“Uhum, tienes razón”. Se levantó de la bañera retirando el tapón para que se vaciara. Cogió una esponja y echó un poco de gel en ella. Empezó a enjabonarse mientras Castle también se levantaba.
“Espera, deja que te ayude”. Susurró él cogiendo el champú de Kate. Se echó un poco en la mano.
“Ya puedo yo Castle”. Contestó ella mirándole mientras se pasaba la esponja por los brazos.
“Sí, lo sé. Pero yo también puedo y voy a hacerlo”. La miró tajante y comenzó a enjabonar y masajear su cabello.
“Umm…” Kate se mordió el labio y cerró los ojos inclinando la cabeza ligeramente hacia detrás. Le encantaba lo que el escritor le estaba haciendo.
“Y por tu cara diría que lo hago bien..”. Susurró y le dio un beso en la mejilla cuando terminó con su pelo.
“No te lo creas demasiado que luego no hay quién te aguante”. Le dijo ella divertida, amenazándolo infantilmente con su dedo índice.
Entre bromas y besos, ambos se enjabonaron y se aclararon. Después cada uno se puso un albornoz y salieron de la bañera. Beckett cogió una toalla y comenzó a quitar la mayor cantidad de humedad posible de su pelo. Mientras tanto, Castle se secó el cuerpo y fue a la habitación a ponerse algo de ropa. Entonces se acordó de que su móvil debía estar en la chaqueta. Se puso unos boxers y unos vaqueros y sin camiseta ni nada, salió de la habitación. Fue hasta su chaqueta y buscó el móvil. En aquel momento, la puerta del loft se abría dejando paso a Alexis besándose con un chico. No se esperaba que su padre estuviera en casa. Ambos adolescentes entraron de espaldas a la estancia, sin mirar y continuaron besándose hasta el sofá.
Castle se había quedado boquiabierto al ver la escena. “¡Alexis!” Alzó su padre la voz entre sorprendido y enfadado.
“¡Ay papá! ¡Qué susto!” Se separó ella rápidamente de su acompañante rezando porque su padre no los hubiera pillado, pero en el fondo sabía que su padre lo había visto todo. “¿Qué… qué haces en casa?”. Echó una mirada rápida a la casa buscando algo que le indicase por qué su padre estaba a esas horas en casa. Normalmente estaba en comisaría. Pero no encontró nada.
Castle echó un vistazo rápido a su despacho y se acercó a cerrar la puerta. Sabía que Kate estaría vistiéndose y secándose el pelo. Después se acercó a Alexis. “Es mi casa. ¿Qué tiene de raro que esté en ella?”. Alzó los hombros mirando a su hija. “De hecho.. ¿tú no deberías haber estado aquí también estudiando? Me dijiste que la semana que viene tienes un examen importante”. Miraba a su hija con seriedad y después miró a su acompañante. Lo repasó con la mirada de arriba abajo. El pobre chaval bajó la cabeza, vergonzoso. “¿No nos presentas?”.
Alexis agarró la mano del chico y se enfrentó a su padre. “Papá, este es Kevin. Kevin, mi padre”. Hizo las presentaciones pertinentes algo nerviosa. Le había contando a su padre que había tenido una fuerte discusión con Ashley, pero él no sabía que habían terminado cortando.
“Encantado… señor Castle”. Kevin le ofreció, intimidado, la mano al escritor. Sin embargo, Richard no le correspondió el gesto.
“Igualmente”. Contestó sin ni siquiera mirarle y dirigió su mirada seria a Alexis. “¿Podemos hablar un momento?”. Entrecerró sus ojos mostrando así su enfado.
“Eh.. sí claro..”. No le dio tiempo a seguir hablando pues su padre tiró fuerte de su brazo y se la llevó a la cocina. “¡Papá, que me haces daño!” Exclamó ella soltándose de él cuando su padre paró detrás de la barra de la cocina.
“¿Se puede saber quién es ese chico? ¿Qué ha pasado con Ashley?” La mirada de Castle era de puro enfado.
“A ver, papá, relájate… Conocí a Kevin en el balneario con la abuela. Él es de aquí también. Y con Ashley… bueno, después de la discusión rompimos…”. Bajó la cabeza apretando los labios. Quería mucho a Ashley, pero en aquel momento cada uno tenía una prioridad en la cabeza. Suspiró mordiéndose el labio y mirando de reojo a Kevin que permanecía de pie en mitad de salón sin saber qué hacer ni tan siquiera adónde mirar.
“¿¡Que has roto con Ashley!? Pero cariño.. ¿por qué no me dijiste nada? ¿Cómo estás?”. Su enfado pasó a preocupación y agarró a su hija por los hombros haciendo que ésta lo mirara.
“Precisamente por esto no te lo dije. Me sobreproteges papá…” Susurró Alexis mirando a los ojos de su padre. “Estoy bien. Ahora mismo no estamos centrados en lo mismo en la relación. Yo tengo unas cosas en la cabeza y él tiene otras. Punto, no hay más”. Suspiró y volvió a mirar de reojo a Kevin. “Kevin me gusta. Y por una vez en la vida me voy a dejar llevar por mis sentimientos y no por la lógica”.
Me encanta el Castle padre... ¿a vosotros?
Pronto, más!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueeee!!!!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Cuando te veo (FIN)
Necesito más, sigue
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Creo que la rabia de la derrota de mi equipo ha dado paso a la inspiración... jajajaja
De algo me tenía que servir...
Sigamos!
Castle se había quedado callado mientras su hija hablaba y cuando acabó, le dio un beso en la mejilla y la abrazó con fuerza. Ella se sorprendió de la reacción de su padre, pues esperaba que le recriminara lo que estaba haciendo. Pero se abrazó a él cerrando los ojos.
“Haz lo que te dicte tu corazón”. Le dijo el escritor. “Pero por favor, no me ocultes nada…”. Le besó el pelo y se separó del abrazo caminando hacia el centro del salón. Le tendió la mano a Kevin. “Encantado Kevin”. Le sonrió viendo como el chico respondía al apretón de manos y entró en su despacho cerrando la puerta tras él.
Los adolescentes se quedaron en el salón unos minutos más y después Kevin decidió marcharse y Alexis subió a su cuarto.
Kate estaba en el baño ya vestida y con el pelo prácticamente seco. Se lo estaba peinando cuando escuchó a Castle entrar en la habitación. Evidentemente se había visto las marcas del cuello y pensaba hacerle pagar al chico escritor por ello. Castle se quedó en la habitación sin ir al baño. Se sentó en la cama y se quedó pensando a cerca de su hija, de si la sobreprotegía de verdad, de si debería darle más espacio…
“¡Castle, que sepas que te voy a matar!” Alzó la voz Kate para que la oyera. Hacía referencia a las marcas de su cuello. Pero él no contestó. “¿Castle?”. Beckett salió del baño extrañada de que él no se hubiera acercado al baño a ver por qué decía eso. Lo vio sentado en la cama y se mordió el labio. Al verlo cabizbajo y pensativo, se le borró por completo el enfado por los chupones. Se acercó a la cama y se sentó a su lado colocando una mano en su espalda desnuda. “Rick… ¿qué ocurre?”.
Rick pegó un pequeño bote al notar y oír a Kate y giró la cabeza para comprobar que era ella. “Perdona, me había quedado traspuesto. ¿Me decías algo?”.
Kate pasó la mano de arriba abajo por su espalda, acariciándosela. “¿Qué te pasa?”. Le miraba con cariño.
“Es por Alexis”. Suspiró. “No sé, siempre he creído que lo estaba haciendo bien. Que a pesar de todas las relaciones y los dos matrimonios en los que fracasé, con mi hija, al menos, lo hacía bien. Pero acabo de descubrir que me ha ocultado cosas, que dice que la sobreprotejo. Y tal vez tenga razón. Ya no es una cría, pero no puedo dejar de hacerlo. No quiero que la hagan daño y si puedo evitarlo, lo haré”. Castle tenía la mirada fija en el suelo. Sus codos reposaban apoyados sobre sus piernas y tenía el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante.
Kate notó cómo una pequeña punzada se clavaba entre su estómago y su corazón. Le dio un dulce beso en la mejilla tratando de animarle y pasó su brazo por los hombros de él, abrazándolo. “Rick, tu hija tiene el mejor padre del mundo. El mejor hombre que existe”. Él le miró ante sus palabras y ella le sonrió. “Todas las adolescentes desearían tener un padre como tú. Divertido, cariñoso, que sabe escuchar, protector…”. Fue enumerando mientras él no quitaba los ojos de ella. “Pero llega una edad en la que una necesita más espacio”. Paró un momento intentando encontrar las palabras adecuadas. “Alexis te quiere Castle. Y sabe que tú sólo quieres lo mejor para ella. Pero se está empezando a dar cuenta de que necesita empezar a tomar sus propias decisiones, de que necesita un poco de espacio para sí misma… Todas las adolescentes pasan por esa etapa. Y te aseguro que puede llegar a ser la peor etapa. Pero dudo que sea así en tu hija. Ella es especial. Y nunca se alejaría de ti. Si te ha ocultado algo es o bien porque no estaba preparada para contártelo o porque no quería que tú reaccionaras mal ni preocuparte a ti”.
“Entonces… ¿crees que debo darle el espacio que necesita?”. Kate asintió mirándolo con comprensión. “¿Y cómo se supone que debo hacer eso?”. Frunció el ceño sin estar seguro del todo.
“Dale tiempo. Ella será la que acabe acudiendo a ti y te contará lo que tenga que contarte. Pero no la presiones. Deja que elija sus propias decisiones. Sabes de sobra que si algo le preocupa de verdad o le ocurre algo grave, te lo contará. Mientras tanto, sigue siendo el padre que has sido hasta ahora, pero un poquito menos protector”. Le besó la cabeza y le soltó el abrazo levantándose de la cama.
“Vale, lo intentaré”. Se frotó la cara en señal de que no estaba del todo convencido, pero intentaría hacer lo que Kate le había dicho. “Gracias…”. Miró a Beckett sonriendo un poco más.
“Siempre”. Contestó ella ahora y se sentó a horcajadas sobre él empezando a darle varios besos suaves por el cuello.
“Uy inspectora… Si sigue por ese camino va a acabar de nuevo sin ropa”. Le avisó él agarrándola por las caderas y pegándola más a él.
“Ummm… de eso nada”. Le dio un pequeño mordisco en el cuello y le hizo una pequeña marca. “Esta es mi pequeña venganza por las marcas que tengo en mi cuello”. Le hizo alguna más consiguiendo calentar a Castle. Cuando vio que él la pegaba más a su cuerpo, le dio un rápido beso en los labios y se levantó de sus piernas dejando a Rick boquiabierto.
“Ehh… ¡eso no es justo!” Se quejó él mirando cómo ella iba a calzarse. Soltó el aire despacio. Era increíble la rapidez de Beckett para calentarle. Intentó calmarse respirando hondo varias veces.
“Da gracias a que no te pego un tiro ahora mismo”. Contestó ella divertida mientras se terminaba de calzar.
“Muy graciosa inspectora”. Se levantó de la cama terminando de vestirse él también. Después, buscó su móvil en el bolsillo de su pantalón y lo sacó comprobando que tenía un mensaje de Ryan.
“Voy a llamar a mi padre. Quiero cenar con él y… contarle todo esto”. Suspiró apretando los labios. Vio como Castle asentía y salió de la habitación cerrando la puerta. Se quedó en el despacho de él mientras hablaba con su padre.
Castle abrió el mensaje sin decirle nada a Kate.
Tengo que pensar un poco más por dónde voy a salir con todo esto... jajaja
Pero prometo volver pronto!
De algo me tenía que servir...
Sigamos!
Castle se había quedado callado mientras su hija hablaba y cuando acabó, le dio un beso en la mejilla y la abrazó con fuerza. Ella se sorprendió de la reacción de su padre, pues esperaba que le recriminara lo que estaba haciendo. Pero se abrazó a él cerrando los ojos.
“Haz lo que te dicte tu corazón”. Le dijo el escritor. “Pero por favor, no me ocultes nada…”. Le besó el pelo y se separó del abrazo caminando hacia el centro del salón. Le tendió la mano a Kevin. “Encantado Kevin”. Le sonrió viendo como el chico respondía al apretón de manos y entró en su despacho cerrando la puerta tras él.
Los adolescentes se quedaron en el salón unos minutos más y después Kevin decidió marcharse y Alexis subió a su cuarto.
Kate estaba en el baño ya vestida y con el pelo prácticamente seco. Se lo estaba peinando cuando escuchó a Castle entrar en la habitación. Evidentemente se había visto las marcas del cuello y pensaba hacerle pagar al chico escritor por ello. Castle se quedó en la habitación sin ir al baño. Se sentó en la cama y se quedó pensando a cerca de su hija, de si la sobreprotegía de verdad, de si debería darle más espacio…
“¡Castle, que sepas que te voy a matar!” Alzó la voz Kate para que la oyera. Hacía referencia a las marcas de su cuello. Pero él no contestó. “¿Castle?”. Beckett salió del baño extrañada de que él no se hubiera acercado al baño a ver por qué decía eso. Lo vio sentado en la cama y se mordió el labio. Al verlo cabizbajo y pensativo, se le borró por completo el enfado por los chupones. Se acercó a la cama y se sentó a su lado colocando una mano en su espalda desnuda. “Rick… ¿qué ocurre?”.
Rick pegó un pequeño bote al notar y oír a Kate y giró la cabeza para comprobar que era ella. “Perdona, me había quedado traspuesto. ¿Me decías algo?”.
Kate pasó la mano de arriba abajo por su espalda, acariciándosela. “¿Qué te pasa?”. Le miraba con cariño.
“Es por Alexis”. Suspiró. “No sé, siempre he creído que lo estaba haciendo bien. Que a pesar de todas las relaciones y los dos matrimonios en los que fracasé, con mi hija, al menos, lo hacía bien. Pero acabo de descubrir que me ha ocultado cosas, que dice que la sobreprotejo. Y tal vez tenga razón. Ya no es una cría, pero no puedo dejar de hacerlo. No quiero que la hagan daño y si puedo evitarlo, lo haré”. Castle tenía la mirada fija en el suelo. Sus codos reposaban apoyados sobre sus piernas y tenía el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante.
Kate notó cómo una pequeña punzada se clavaba entre su estómago y su corazón. Le dio un dulce beso en la mejilla tratando de animarle y pasó su brazo por los hombros de él, abrazándolo. “Rick, tu hija tiene el mejor padre del mundo. El mejor hombre que existe”. Él le miró ante sus palabras y ella le sonrió. “Todas las adolescentes desearían tener un padre como tú. Divertido, cariñoso, que sabe escuchar, protector…”. Fue enumerando mientras él no quitaba los ojos de ella. “Pero llega una edad en la que una necesita más espacio”. Paró un momento intentando encontrar las palabras adecuadas. “Alexis te quiere Castle. Y sabe que tú sólo quieres lo mejor para ella. Pero se está empezando a dar cuenta de que necesita empezar a tomar sus propias decisiones, de que necesita un poco de espacio para sí misma… Todas las adolescentes pasan por esa etapa. Y te aseguro que puede llegar a ser la peor etapa. Pero dudo que sea así en tu hija. Ella es especial. Y nunca se alejaría de ti. Si te ha ocultado algo es o bien porque no estaba preparada para contártelo o porque no quería que tú reaccionaras mal ni preocuparte a ti”.
“Entonces… ¿crees que debo darle el espacio que necesita?”. Kate asintió mirándolo con comprensión. “¿Y cómo se supone que debo hacer eso?”. Frunció el ceño sin estar seguro del todo.
“Dale tiempo. Ella será la que acabe acudiendo a ti y te contará lo que tenga que contarte. Pero no la presiones. Deja que elija sus propias decisiones. Sabes de sobra que si algo le preocupa de verdad o le ocurre algo grave, te lo contará. Mientras tanto, sigue siendo el padre que has sido hasta ahora, pero un poquito menos protector”. Le besó la cabeza y le soltó el abrazo levantándose de la cama.
“Vale, lo intentaré”. Se frotó la cara en señal de que no estaba del todo convencido, pero intentaría hacer lo que Kate le había dicho. “Gracias…”. Miró a Beckett sonriendo un poco más.
“Siempre”. Contestó ella ahora y se sentó a horcajadas sobre él empezando a darle varios besos suaves por el cuello.
“Uy inspectora… Si sigue por ese camino va a acabar de nuevo sin ropa”. Le avisó él agarrándola por las caderas y pegándola más a él.
“Ummm… de eso nada”. Le dio un pequeño mordisco en el cuello y le hizo una pequeña marca. “Esta es mi pequeña venganza por las marcas que tengo en mi cuello”. Le hizo alguna más consiguiendo calentar a Castle. Cuando vio que él la pegaba más a su cuerpo, le dio un rápido beso en los labios y se levantó de sus piernas dejando a Rick boquiabierto.
“Ehh… ¡eso no es justo!” Se quejó él mirando cómo ella iba a calzarse. Soltó el aire despacio. Era increíble la rapidez de Beckett para calentarle. Intentó calmarse respirando hondo varias veces.
“Da gracias a que no te pego un tiro ahora mismo”. Contestó ella divertida mientras se terminaba de calzar.
“Muy graciosa inspectora”. Se levantó de la cama terminando de vestirse él también. Después, buscó su móvil en el bolsillo de su pantalón y lo sacó comprobando que tenía un mensaje de Ryan.
“Voy a llamar a mi padre. Quiero cenar con él y… contarle todo esto”. Suspiró apretando los labios. Vio como Castle asentía y salió de la habitación cerrando la puerta. Se quedó en el despacho de él mientras hablaba con su padre.
Castle abrió el mensaje sin decirle nada a Kate.
Tengo que pensar un poco más por dónde voy a salir con todo esto... jajaja
Pero prometo volver pronto!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueeee!!! Perfecto, como siempre!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Muy buen capi, te felicito sigue.
cayalovescastle- Escritor novato
- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 18/02/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
Perfectooo sgueee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Cuando te veo (FIN)
Simplemente genial
Sigue pronto porfi
Sigue pronto porfi
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Pues claro que me encanta el Castle padre. De hecho, fue eso lo que me enamoró el personaje, que a pesar de ser un mujeriego infantil e inmaduro su hija es lo primero y no es un padre agonías.
Jajaja pobre Castle, se ha quedado a cuadros con la venganza de Kate xD
Jajaja pobre Castle, se ha quedado a cuadros con la venganza de Kate xD
Comina- Ayudante de policia
- Mensajes : 118
Fecha de inscripción : 15/10/2014
Edad : 38
Localización : Málaga
Re: Cuando te veo (FIN)
Buaaaa me encantaaa!! Te juro que estoy muy enganchada continua lo más rápido que ppuedeas porfiiii ♥
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Buenaaas!! Estoy de vuelta!
Veo que tenéis ganas de continuar!
Vamos a ello!
A ver qué os parece este capítulo!
El número que nos diste pertenece a un teléfono prepago. No está a nombre de nadie. No se puede rastrear y tampoco sabemos dónde lo compró.
Lo siento.
Seguiremos intentando encontrar la tienda en la que lo consiguió.
Te mantendré informado.
Castle releyó el mensaje varias veces y se pasó las manos por el pelo. Iba a ser muy difícil encontrar a ese hombre y lo cierto es que tampoco estaba seguro de que encontrarlo era lo mejor. Suspiró y se guardó el móvil justo cuando Kate volvía a entrar en la habitación tras haber hablado con su padre.
“He quedado con él para dentro de una hora”. Le informó Beckett sentándose en la cama al lado de Castle. “Iremos a mi apartamento. Así no tengo que volverme luego después de casa de mi padre”.
“Kate… sé que es absurdo que te lo repita pero… tengo mucho cuidado, por favor”. La miró a los ojos realmente preocupado.
Kate le sonrió y colocó su mano en la mejilla del escritor. “La tendré, no te preocupes”. Le dio un rápido beso en los labios. “Además, tendré todo el rato pegado a mi culo al tío de fuera”.
“Hablando de eso… Creo que deberías o deberíamos hablar con Gates…”. Castle le contó que en realidad la capitana no había decidido seguir manteniéndole la protección. Que fue él el que mintió al policía para que no dejara a Beckett sin proteger.
“¡¿Que has hecho qué Castle?!”. Beckett se levantó de la cama sin poder creerse lo que acaba de oír. “No me lo puedo creer… ¡Como Gates se entere a mi me despide y a ti te pega un tiro personalmente!”. Paseaba por la habitación visiblemente enfadada y preocupada.
“Era lo que tenía que hacer Beckett. Sigues necesitando esa protección y no iba a contárselo antes a Gates que a ti”. Se levantó el también de la cama, serio, firme. Se acercó a ella y le agarró las manos haciendo que se quedara frente a él. “Mírame…”. Cambió su tono de voz por uno más dulce. “Vamos a hacer una cosa”. Le acariciaba las manos con suavidad. “Te voy a llevar a tu apartamento para que cenes allí tranquilamente con tu padre y me voy a ir a comisaría a hablar yo mismo con Gates, ¿vale?”. Ella asintió intentando calmarse. “¿Quieres que se lo cuente también a los chicos para que empiecen a buscar algo?”. Beckett empezó a sopesarlo, pero Richard continuó. “Ryan me ha mandado un mensaje. Dice que no se puede seguir la pista del número de teléfono del que me llamaron. De prepago, y no está a nombre de nadie. Pero que van a seguir investigando”.
Kate asintió. “Está bien, cuéntales lo que te dijo ese hombre y lo que he decidido hacer.”. Se separó de él. No porque estuviera enfadada, sino porque de nuevo, esa situación empezaba a superarla y necesitaba su espacio. “Castle… ¿Antes de llevarme a mi apartamento, me puedes a acercar a otro sitio?”.
“Claro”. Le sonrió el mientras se terminaba de vestir. “Pero te espero y después te llevo a tu apartamento. ¿Qué vais a cenar? ¿Compramos algo de camino a tu casa?”.
“No hace falta, mi padre llevará algo”. Cogió su chaqueta, sacó el móvil del bolsillo del pantalón y mandó un mensaje. Obtuvo respuesta al de un par de minutos y volvió a guardar el móvil en el pantalón. “¿Estás listo?”.
“Sí. Pero dame un par de minutos que voy a subir a despedirme de Alexis”. Kate asintió y el subió a la habitación de su hija.
Mientras Castle se despedía de Alexis que estaba centrada en sus apuntes estudiando, Beckett le esperó dando vueltas por su despacho, cotilleando los libros y todas las cosas que él tenía allí. Vio aquella pantalla enorme que tenía detrás del escritorio y cogió el mando para encenderla. Cuando lo hizo, se quedó asombrada de lo que vio.
Su nombre y su foto rodeados de toda la información sobre el caso de su madre. Como en su pizarra, como en la ventana de su casa. Un escalofrío le atravesó todo el cuerpo. Él también había estado obsesionado con ese caso, con el caso de su madre. Probablemente buscaba alguna pista que a ella se le hubiera pasado por alto. Suspiró hondo acercándose a la pantalla y tocándola para leer el resto de la información. Definitivamente él debía de haber pasado horas ahí delante tratando de encontrar algo con lo que seguir. Cogió aire despacio. Ese hombre había hecho todo eso por ella, por el caso de su madre. Sonrió inevitablemente. Era el hombre más maravilloso que jamás había conocido. Tenía que quererla mucho para haber dedicado parte de su tiempo a todo eso. Estaba tan concentrada en aquello y en sus pensamientos que no escuchó cómo Castle bajaba y entraba en el despacho buscándola.
Richard al ver lo que Kate estaba mirando se quedó de piedra. No sabía cómo reaccionaría ella ante eso. Le daba miedo que se lo tomase mal, que le sentase mal que hubiese estado intentando averiguar nuevas cosas sobre el asesinato de su madre.
“Kate…”. Susurró tras unos minutos detrás de ella. “Lo siento… Pensaba contarte todo eso, pero no encontré la forma… Yo simplemente quería ver si nos habíamos dejado algo, si podría haber algo por donde pillarle…”. Frunció el ceño dando un par de pasos adelante para acercarse a ella por detrás.
Beckett giró la cabeza para mirarle a los ojos y le sonrió con tranquilidad. Se acercó a él terminando de darse la vuelta y le acarició la mejilla dulcemente. Castle apoyó su cara en la mano de Kate. “Probablemente en otro momento me habría enfadado, pero ahora… me parece dulce”. Entrecerró los ojos ligeramente y le dio un tierno beso en los labios. Castle soltó el aire que había contenido, aliviado. “Gracias…” Se acercó más a él colocando ahora las manos en las caderas del escritor. “Siempre has estado ahí, incluso cuando yo no sabía que estabas”.
Castle aprovechó la cercanía de Kate para pasar sus brazos por sus hombros y la besó con delicadeza. “Por ti, soy capaz de cualquier cosa”. Se sonrieron con ternura y tras unos minutos más abrazados, salieron de la casa, caminando uno al lado del otro, pero sin darse la mano. Se montaron en el coche de Castle y él condujo hasta donde ella le dijo. El policía les siguió.
“Para Castle, es aquí”. Dijo Beckett mirando por la ventanilla para cerciorarse de que aquel era el edificio al que quería ir.
“¿Aquí?”. Castle paró en el primer sitió que vio y miró también por la ventanilla. “¿Qué hay aquí?”. La miró sin entender por qué le había pedido que la llevara allí.
“Mi psicólogo”. Miró a Castle con una media sonrisa y pudo ver la sorpresa en sus ojos. “Ya te dije que necesitaba ayuda y que la había pedido y lo cierto es que últimamente había reducido mis horas aquí, pero creo que después de todo lo que está pasando… necesito un poco de terapia con él”. Castle asintió comprensivo. “¿Me esperas aquí? No creo que tarde más de veinte minutos. Él tiene prisa y mi padre llegará a mi casa en poco más de cuarenta minutos”.
“Tranquila, aquí espero. Pero dile a tu protección que suba contigo”. Ella asintió, le dio un beso rápido en los labios y salió del coche de Castle, le pidió al policía que la acompañara y entró en el edificio subiendo hasta el piso en el que estaba su psicólogo.
¿Más?
¿Qué os está pareciendo?
FELIZ FIN DE SEMANAA!!
Veo que tenéis ganas de continuar!
Vamos a ello!
A ver qué os parece este capítulo!
El número que nos diste pertenece a un teléfono prepago. No está a nombre de nadie. No se puede rastrear y tampoco sabemos dónde lo compró.
Lo siento.
Seguiremos intentando encontrar la tienda en la que lo consiguió.
Te mantendré informado.
Castle releyó el mensaje varias veces y se pasó las manos por el pelo. Iba a ser muy difícil encontrar a ese hombre y lo cierto es que tampoco estaba seguro de que encontrarlo era lo mejor. Suspiró y se guardó el móvil justo cuando Kate volvía a entrar en la habitación tras haber hablado con su padre.
“He quedado con él para dentro de una hora”. Le informó Beckett sentándose en la cama al lado de Castle. “Iremos a mi apartamento. Así no tengo que volverme luego después de casa de mi padre”.
“Kate… sé que es absurdo que te lo repita pero… tengo mucho cuidado, por favor”. La miró a los ojos realmente preocupado.
Kate le sonrió y colocó su mano en la mejilla del escritor. “La tendré, no te preocupes”. Le dio un rápido beso en los labios. “Además, tendré todo el rato pegado a mi culo al tío de fuera”.
“Hablando de eso… Creo que deberías o deberíamos hablar con Gates…”. Castle le contó que en realidad la capitana no había decidido seguir manteniéndole la protección. Que fue él el que mintió al policía para que no dejara a Beckett sin proteger.
“¡¿Que has hecho qué Castle?!”. Beckett se levantó de la cama sin poder creerse lo que acaba de oír. “No me lo puedo creer… ¡Como Gates se entere a mi me despide y a ti te pega un tiro personalmente!”. Paseaba por la habitación visiblemente enfadada y preocupada.
“Era lo que tenía que hacer Beckett. Sigues necesitando esa protección y no iba a contárselo antes a Gates que a ti”. Se levantó el también de la cama, serio, firme. Se acercó a ella y le agarró las manos haciendo que se quedara frente a él. “Mírame…”. Cambió su tono de voz por uno más dulce. “Vamos a hacer una cosa”. Le acariciaba las manos con suavidad. “Te voy a llevar a tu apartamento para que cenes allí tranquilamente con tu padre y me voy a ir a comisaría a hablar yo mismo con Gates, ¿vale?”. Ella asintió intentando calmarse. “¿Quieres que se lo cuente también a los chicos para que empiecen a buscar algo?”. Beckett empezó a sopesarlo, pero Richard continuó. “Ryan me ha mandado un mensaje. Dice que no se puede seguir la pista del número de teléfono del que me llamaron. De prepago, y no está a nombre de nadie. Pero que van a seguir investigando”.
Kate asintió. “Está bien, cuéntales lo que te dijo ese hombre y lo que he decidido hacer.”. Se separó de él. No porque estuviera enfadada, sino porque de nuevo, esa situación empezaba a superarla y necesitaba su espacio. “Castle… ¿Antes de llevarme a mi apartamento, me puedes a acercar a otro sitio?”.
“Claro”. Le sonrió el mientras se terminaba de vestir. “Pero te espero y después te llevo a tu apartamento. ¿Qué vais a cenar? ¿Compramos algo de camino a tu casa?”.
“No hace falta, mi padre llevará algo”. Cogió su chaqueta, sacó el móvil del bolsillo del pantalón y mandó un mensaje. Obtuvo respuesta al de un par de minutos y volvió a guardar el móvil en el pantalón. “¿Estás listo?”.
“Sí. Pero dame un par de minutos que voy a subir a despedirme de Alexis”. Kate asintió y el subió a la habitación de su hija.
Mientras Castle se despedía de Alexis que estaba centrada en sus apuntes estudiando, Beckett le esperó dando vueltas por su despacho, cotilleando los libros y todas las cosas que él tenía allí. Vio aquella pantalla enorme que tenía detrás del escritorio y cogió el mando para encenderla. Cuando lo hizo, se quedó asombrada de lo que vio.
Su nombre y su foto rodeados de toda la información sobre el caso de su madre. Como en su pizarra, como en la ventana de su casa. Un escalofrío le atravesó todo el cuerpo. Él también había estado obsesionado con ese caso, con el caso de su madre. Probablemente buscaba alguna pista que a ella se le hubiera pasado por alto. Suspiró hondo acercándose a la pantalla y tocándola para leer el resto de la información. Definitivamente él debía de haber pasado horas ahí delante tratando de encontrar algo con lo que seguir. Cogió aire despacio. Ese hombre había hecho todo eso por ella, por el caso de su madre. Sonrió inevitablemente. Era el hombre más maravilloso que jamás había conocido. Tenía que quererla mucho para haber dedicado parte de su tiempo a todo eso. Estaba tan concentrada en aquello y en sus pensamientos que no escuchó cómo Castle bajaba y entraba en el despacho buscándola.
Richard al ver lo que Kate estaba mirando se quedó de piedra. No sabía cómo reaccionaría ella ante eso. Le daba miedo que se lo tomase mal, que le sentase mal que hubiese estado intentando averiguar nuevas cosas sobre el asesinato de su madre.
“Kate…”. Susurró tras unos minutos detrás de ella. “Lo siento… Pensaba contarte todo eso, pero no encontré la forma… Yo simplemente quería ver si nos habíamos dejado algo, si podría haber algo por donde pillarle…”. Frunció el ceño dando un par de pasos adelante para acercarse a ella por detrás.
Beckett giró la cabeza para mirarle a los ojos y le sonrió con tranquilidad. Se acercó a él terminando de darse la vuelta y le acarició la mejilla dulcemente. Castle apoyó su cara en la mano de Kate. “Probablemente en otro momento me habría enfadado, pero ahora… me parece dulce”. Entrecerró los ojos ligeramente y le dio un tierno beso en los labios. Castle soltó el aire que había contenido, aliviado. “Gracias…” Se acercó más a él colocando ahora las manos en las caderas del escritor. “Siempre has estado ahí, incluso cuando yo no sabía que estabas”.
Castle aprovechó la cercanía de Kate para pasar sus brazos por sus hombros y la besó con delicadeza. “Por ti, soy capaz de cualquier cosa”. Se sonrieron con ternura y tras unos minutos más abrazados, salieron de la casa, caminando uno al lado del otro, pero sin darse la mano. Se montaron en el coche de Castle y él condujo hasta donde ella le dijo. El policía les siguió.
“Para Castle, es aquí”. Dijo Beckett mirando por la ventanilla para cerciorarse de que aquel era el edificio al que quería ir.
“¿Aquí?”. Castle paró en el primer sitió que vio y miró también por la ventanilla. “¿Qué hay aquí?”. La miró sin entender por qué le había pedido que la llevara allí.
“Mi psicólogo”. Miró a Castle con una media sonrisa y pudo ver la sorpresa en sus ojos. “Ya te dije que necesitaba ayuda y que la había pedido y lo cierto es que últimamente había reducido mis horas aquí, pero creo que después de todo lo que está pasando… necesito un poco de terapia con él”. Castle asintió comprensivo. “¿Me esperas aquí? No creo que tarde más de veinte minutos. Él tiene prisa y mi padre llegará a mi casa en poco más de cuarenta minutos”.
“Tranquila, aquí espero. Pero dile a tu protección que suba contigo”. Ella asintió, le dio un beso rápido en los labios y salió del coche de Castle, le pidió al policía que la acompañara y entró en el edificio subiendo hasta el piso en el que estaba su psicólogo.
¿Más?
¿Qué os está pareciendo?
FELIZ FIN DE SEMANAA!!
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueeee!!!!!! me encanta!!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Esa es mi Beckett, luchadora, pero sensata
Comina- Ayudante de policia
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Fecha de inscripción : 15/10/2014
Edad : 38
Localización : Málaga
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueeeee esta muy lindo y esperolo continúes muy pronto
Caskett1123- As del póker
- Mensajes : 398
Fecha de inscripción : 12/11/2013
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches! He tardado un poquito más de lo que esperaba en poder continuar, pero aquí estoy de nuevo.
Muchas gracias a todas por vuestros comentarios!!!! Me animáis a seguir!
Así que... ¡sigamos!
Castle tamborileaba con sus dedos en el volante del coche mientras contemplaba cómo la gente iba de un lado a otro, casi siempre con prisas.
Había llevado a Beckett a su casa cuando ésta salió de hablar con el psicólogo. Se cercioró de que se quedaba con protección y después condujo hasta la comisaría. Allí habló con Gates y le contó todo con detalle. La capitana accedió, por supuesto, a no retirarle la protección a la inspectora, aunque reprendió al escritor por haber hecho que uno de sus hombres siguieran protegiendo a Beckett sin su consentimiento. Sin embargo, Castle pudo convencerla de que era estrictamente necesario. Cuando terminó con Gates, reunió a Ryan, Espo y Lanie y les contó a los tres la llamada telefónica. Sus compañeros se preocuparon y le preguntaron al escritor qué iba a hacer la inspectora. Castle les explicó que Beckett, como todos sospechaban, quería dar con ese hombre y su información, pero, para sorpresa de todos, les dijo que si llegaba al punto en el que no podía continuar avanzando o la cosa se ponía demasiado peligrosa, pararía. Los tres les se comprometieron a ayudar en todo lo que pudieran.
Así que, tras la charla con sus compañeros, Castle volvió al coche y una vez allí, mandó un mensaje a Beckett.
Todo arreglado.
¿Cómo va esa cena?
Te echo de menos.
Un beso.
Rick.
Tenía el coche aparcado frente a la comisaría y no sabía muy bien adónde ir ni qué hacer. Decidió acercarse hacia el apartamento de Beckett, aunque tampoco quería interrumpir la cena ni la charla con su padre. Condujo distraído, pensando en cómo ayudar a Kate. Cómo encontrar al hombre del teléfono. Pero no se le ocurría nada. Llegó a la altura del edificio de la inspectora y aparcó en la acera de enfrente. Veía que había luz en el salón. Giró su cabeza para comprobar que el coche del hombre que la protegía estaba allí. Suspiró aliviado al verlo y supuso que él estaría arriba frente a la puerta de ella. Apagó el motor del coche y subió el volumen de la radio. Se desabrochó el cinturón y se acomodó en el asiento del coche escuchando la música. No quitaba ojo al portal ni a la ventana de Kate. Tenía que encontrar la forma de ayudarla, pero seguía sin saber cómo hacerlo. De repente, el sonido de un nuevo mensaje en su móvil lo sacó de sus pensamientos. Lo cogió rápidamente y sonrió al ver que era un mensaje de Beckett.
Gracias por hablar con Gates.
Acabamos de terminar de cenar. Ahora nos toca una copita de vino y una larga charla.
¿Algo nuevo del teléfono?.
Yo también te echo de menos. ¿Te llamo cuando mi padre se vaya y te pasas un ratito por aquí?.
Un beso.
Kate.
Lo releyó varias veces sin poder evitar sonreír y cogió aire para responderle.
Del teléfono aún nada.
Voy a cenar algo yo también. Avísame cuando hayáis acabado y voy para allí.
Suerte con la charla. Y recuerda, ¡yo estoy contigo!
Te quiero.
Rick.
No esperó a la respuesta, arrancó el coche y se dirigió a su loft. Iba a cenar algo con su madre y su hija y después esperaría a la llamada de Kate para ir a su apartamento. Cuando llegó a casa vio a Alexis y Martha cocinando y charlando. Alexis estaba contándole a su abuela lo que había pasado con Kevin y su padre. Pero Castle no se enteró de eso porque en cuanto entró en la casa, ambas se callaron.
“Wow… ¿qué es todo esto que tenéis aquí montado?”. Dejó las llaves en una mesita cerca de la puerta, se quitó la chaqueta, la colgó y se acercó a la cocina dando un beso a su hija en la cabeza. Miró todo lo que había encima de la mesa.
“Estamos cocinando”. Contestó la pelirroja. “No nos decidíamos por qué hacer para cenar así que hemos sacado de todo a ver si así nos inspiramos”. Le sonrió a su padre. Aunque le había molestado su comportamiento con el chico, en parte le entendía. “¿Qué te apetece cenar a ti papá?”.
“Lo que sea mientras que no cocine tu abuela…”. Susurró en el oído a su hija pero lo suficientemente alto como para que Martha el escuchara. Ambos se rieron ante el comentario del escritor.
“Muy gracioso Richard” Miró a ambos entrecerrando los ojos en señal reprobatoria. “Que sepáis que sé cocinar mucho mejor de lo que creéis”. Les amenazó con un dedo.
“Bien, entonces… ¿por qué no nos cocinas algo… comestible?”. Alzó Castle una ceja mientras hacía aquella proposición. “Mientras, me contáis cómo os ha ido por el balneario. ¿Os parece?”. Miró a ambas con una pequeña sonrisa.
“Querido, no te vas a arrepentir de haberme dejado cocinar esta noche”. Le besó la mejilla y se puso un delantal para comenzar.
“Eso espero madre, eso espero”. Se rió y fue a la nevera a por una botella de agua. Se sirvió un poco en un vaso y se la bebió de golpe.
“¿Has hablado con Beckett papá?”. Inquirió la adolescente apartándose de la mesa para que su abuela pudiera ponerse manos a la obra.
“Sí”. Suspiró Castle. “Y voy a apoyarla en lo que ha decidido. Es peligroso, para ella, pero no voy a dejarla sola”. Había fijado su vista en el vaso de agua ya vacío.
“¿Qué va a hacer?”. Preguntó Martha mientras pelaba y cortaba verduras.
“Buscar a la persona que me llamó. Intentar dar con ese hombre y obtener la información que él tiene. Va ser muy difícil y más sabiendo que corre peligro a cualquier momento del día hasta que encierren a Bracken. Pero ella es así. Lucha por lo que cree que tiene que luchar y evidentemente, la justicia por su madre es un fuerte motivo por el que luchar”. Guardó la botella de agua en la nevera y dejó el vaso en la fregadera.
“¿Y tú cómo vas a ayudarla ahí?”. Preguntó Alexis mientras miraba lo que hacía su abuela.
“Yo poco puedo hacer hija. Esperar a que Espo y Ryan encuentren algo a lo que agarrarnos e intentar descifrar quién es ese hombre, por qué Montgomery confiaba en él y qué información tiene”. Se quedó pensativo unos segundos. Una idea rondaba por su cabeza.
“Estáis juntos, ¿verdad?”. Preguntó de repente su madre, sacándolo de sus pensamientos y dejándolo perplejo ante esa pregunta.
UUUPS! Jajajaa
Muchas gracias a todas por vuestros comentarios!!!! Me animáis a seguir!
Así que... ¡sigamos!
Castle tamborileaba con sus dedos en el volante del coche mientras contemplaba cómo la gente iba de un lado a otro, casi siempre con prisas.
Había llevado a Beckett a su casa cuando ésta salió de hablar con el psicólogo. Se cercioró de que se quedaba con protección y después condujo hasta la comisaría. Allí habló con Gates y le contó todo con detalle. La capitana accedió, por supuesto, a no retirarle la protección a la inspectora, aunque reprendió al escritor por haber hecho que uno de sus hombres siguieran protegiendo a Beckett sin su consentimiento. Sin embargo, Castle pudo convencerla de que era estrictamente necesario. Cuando terminó con Gates, reunió a Ryan, Espo y Lanie y les contó a los tres la llamada telefónica. Sus compañeros se preocuparon y le preguntaron al escritor qué iba a hacer la inspectora. Castle les explicó que Beckett, como todos sospechaban, quería dar con ese hombre y su información, pero, para sorpresa de todos, les dijo que si llegaba al punto en el que no podía continuar avanzando o la cosa se ponía demasiado peligrosa, pararía. Los tres les se comprometieron a ayudar en todo lo que pudieran.
Así que, tras la charla con sus compañeros, Castle volvió al coche y una vez allí, mandó un mensaje a Beckett.
Todo arreglado.
¿Cómo va esa cena?
Te echo de menos.
Un beso.
Rick.
Tenía el coche aparcado frente a la comisaría y no sabía muy bien adónde ir ni qué hacer. Decidió acercarse hacia el apartamento de Beckett, aunque tampoco quería interrumpir la cena ni la charla con su padre. Condujo distraído, pensando en cómo ayudar a Kate. Cómo encontrar al hombre del teléfono. Pero no se le ocurría nada. Llegó a la altura del edificio de la inspectora y aparcó en la acera de enfrente. Veía que había luz en el salón. Giró su cabeza para comprobar que el coche del hombre que la protegía estaba allí. Suspiró aliviado al verlo y supuso que él estaría arriba frente a la puerta de ella. Apagó el motor del coche y subió el volumen de la radio. Se desabrochó el cinturón y se acomodó en el asiento del coche escuchando la música. No quitaba ojo al portal ni a la ventana de Kate. Tenía que encontrar la forma de ayudarla, pero seguía sin saber cómo hacerlo. De repente, el sonido de un nuevo mensaje en su móvil lo sacó de sus pensamientos. Lo cogió rápidamente y sonrió al ver que era un mensaje de Beckett.
Gracias por hablar con Gates.
Acabamos de terminar de cenar. Ahora nos toca una copita de vino y una larga charla.
¿Algo nuevo del teléfono?.
Yo también te echo de menos. ¿Te llamo cuando mi padre se vaya y te pasas un ratito por aquí?.
Un beso.
Kate.
Lo releyó varias veces sin poder evitar sonreír y cogió aire para responderle.
Del teléfono aún nada.
Voy a cenar algo yo también. Avísame cuando hayáis acabado y voy para allí.
Suerte con la charla. Y recuerda, ¡yo estoy contigo!
Te quiero.
Rick.
No esperó a la respuesta, arrancó el coche y se dirigió a su loft. Iba a cenar algo con su madre y su hija y después esperaría a la llamada de Kate para ir a su apartamento. Cuando llegó a casa vio a Alexis y Martha cocinando y charlando. Alexis estaba contándole a su abuela lo que había pasado con Kevin y su padre. Pero Castle no se enteró de eso porque en cuanto entró en la casa, ambas se callaron.
“Wow… ¿qué es todo esto que tenéis aquí montado?”. Dejó las llaves en una mesita cerca de la puerta, se quitó la chaqueta, la colgó y se acercó a la cocina dando un beso a su hija en la cabeza. Miró todo lo que había encima de la mesa.
“Estamos cocinando”. Contestó la pelirroja. “No nos decidíamos por qué hacer para cenar así que hemos sacado de todo a ver si así nos inspiramos”. Le sonrió a su padre. Aunque le había molestado su comportamiento con el chico, en parte le entendía. “¿Qué te apetece cenar a ti papá?”.
“Lo que sea mientras que no cocine tu abuela…”. Susurró en el oído a su hija pero lo suficientemente alto como para que Martha el escuchara. Ambos se rieron ante el comentario del escritor.
“Muy gracioso Richard” Miró a ambos entrecerrando los ojos en señal reprobatoria. “Que sepáis que sé cocinar mucho mejor de lo que creéis”. Les amenazó con un dedo.
“Bien, entonces… ¿por qué no nos cocinas algo… comestible?”. Alzó Castle una ceja mientras hacía aquella proposición. “Mientras, me contáis cómo os ha ido por el balneario. ¿Os parece?”. Miró a ambas con una pequeña sonrisa.
“Querido, no te vas a arrepentir de haberme dejado cocinar esta noche”. Le besó la mejilla y se puso un delantal para comenzar.
“Eso espero madre, eso espero”. Se rió y fue a la nevera a por una botella de agua. Se sirvió un poco en un vaso y se la bebió de golpe.
“¿Has hablado con Beckett papá?”. Inquirió la adolescente apartándose de la mesa para que su abuela pudiera ponerse manos a la obra.
“Sí”. Suspiró Castle. “Y voy a apoyarla en lo que ha decidido. Es peligroso, para ella, pero no voy a dejarla sola”. Había fijado su vista en el vaso de agua ya vacío.
“¿Qué va a hacer?”. Preguntó Martha mientras pelaba y cortaba verduras.
“Buscar a la persona que me llamó. Intentar dar con ese hombre y obtener la información que él tiene. Va ser muy difícil y más sabiendo que corre peligro a cualquier momento del día hasta que encierren a Bracken. Pero ella es así. Lucha por lo que cree que tiene que luchar y evidentemente, la justicia por su madre es un fuerte motivo por el que luchar”. Guardó la botella de agua en la nevera y dejó el vaso en la fregadera.
“¿Y tú cómo vas a ayudarla ahí?”. Preguntó Alexis mientras miraba lo que hacía su abuela.
“Yo poco puedo hacer hija. Esperar a que Espo y Ryan encuentren algo a lo que agarrarnos e intentar descifrar quién es ese hombre, por qué Montgomery confiaba en él y qué información tiene”. Se quedó pensativo unos segundos. Una idea rondaba por su cabeza.
“Estáis juntos, ¿verdad?”. Preguntó de repente su madre, sacándolo de sus pensamientos y dejándolo perplejo ante esa pregunta.
UUUPS! Jajajaa
livingmylife- As del póker
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Perfecto!!!! Sigueee!!!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigu3e
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Cuando te veo (FIN)
Muy bueno el final del capi
La iaia Martha siempre los pilla xd
sigueeee
La iaia Martha siempre los pilla xd
sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Hola!!!
Me alegro de que os siga gustando.
¿Continuamos un poquito?
Castle se quedó mirando a su madre, atónito porque le hubiera preguntado aquello. No sabía que responderle. La verdad era que estaban juntos, pero sabía que Kate no quería que nadie se enterase. Sino, sería más fácil que la información llegara a Gates y no les dejase trabajar juntos. Pero él sabía que Kate necesitaba su tiempo para asimilar todo lo referente a ellos y que esa era otra razón por la que no quería contar nada a nadie aún.
Al ver que no respondía, Alexis posó su mano en el hombro de su padre. “Papá…”. Le acarició el hombro suavemente. “¿Estás con Kate?”. Le preguntó ella dulcemente.
Castle suspiró y miró a su hija asintiendo lentamente. “Sí…” Vio como ambas sonreían y él sonrió también. “Pero por favor, no se puede enterar nadie, no todavía”. Frunció ligeramente el ceño al decir aquello y vio que tanto su madre como su hija le miraban expectantes a que continuara. “Me ha costado mucho que Kate se abriera a mí. Que aceptara sus sentimientos y que comprendiera que la quiero con locura, que incluso la amo y que no pienso hacerle daño nunca, jamás. Al menos, no intencionadamente”. Paró un momento pensando en las palabras adecuadas. “Necesita tiempo para entender y adaptarse a todo esto, a sus miedos y a sus sentimientos. Y se lo voy a dar, todo el que necesite. Por eso no quería decir nada, pero… ¡qué demonios! Sois mi familia y estoy feliz de tenerla a mi lado. En el fondo, necesitaba contároslo”. Sonrió a sus chicas y ambas se abrazaron a él. “Sólo os pido que delante de ella actuéis con normalidad, como hasta ahora. Hasta que yo le diga que lo sabéis, ¿vale?”. Las miró sonriendo y besó el pelo de su hija.
“Claro hijo. Pero deberías proponerle que se venga a vivir aquí”. Vio cómo su hijo le echaba una de sus miradas. “Así estaría más segura…”. Añadió Martha para salir de aquella mirada de Castle y continuó intentando preparar la cena.
“A ver, mamá. ¿Tú qué entiendes por darle el tiempo que necesite?”. Giró la cabeza Castle mirando a su madre con los ojos abiertos.
“Ay hijo, la vida es muuuuuuy corta. Deberíais aprovecharla muy bien”. Dramatizó como siempre aquella mujer mientras no quitaba ojo a lo que cocinaba, o al menos, a lo que intentaba cocinar.
“Y lo haremos, pero todavía no”. Contestó tajante el escritor y miró a su hija. “¿Tú qué opinas Alexis? ¿Te parece bien que esté con Kate?”. Preguntó mientras se centraba en los ojos azules de su pelirroja favorita.
“¿Desde cuándo me preguntas si me parece bien o mal que estés con nadie?”. Alexis rió mientras daba un beso en la mejilla a su padre y continuó sin dejarle hablar a él. “Por supuesto que me parece bien que estés con Kate. Ella te hace feliz. Te ha hecho sufrir mucho, pero yo sé que te hace feliz. Lo veo en tu mirada. Y también sé que es la mujer que llevas buscando todo este tiempo”. Le sonrió con cariño. “Me gusta Kate. Me gusta para ti y me gusta como madrastra”. Le acarició el brazo con ternura y se levantó yendo al sofá a sentarse y leer un libro.
Castle la siguió y se sentó a su lado quitándole el libro de las manos para que le atendiera. “Sé que jamás te he preguntado si te parecía bien o mal que estuviera con una mujer, pero siento que con Beckett tengo que hacerlo. Ella para mí es muy importante. Mucho más de lo que lo fuera cualquier mujer. Y me gusta que te guste para mí, y también como tu madrastra. Pero eso, guárdatelo de momento, ¿si?. No quiero espantarla tan pronto”. Sonrió a Alexis.
“No te preocupes. Hasta que nos digas lo contrario, seguirá siendo inspectora Beckett”. Ambos sonrieron. “Aunque ella ya haya estado en casa, durmiendo contigo en tu cama”. Soltó Alexis volviendo a coger el libro que su padre le había quitado y abriéndolo por la página por la que iba.
“¿Có… cómo sabes eso?”. La boca de Castle se abrió de golpe al oír aquello.
“Bueno… digamos que cuando llegué a casa, escuché el ruido del secador en tu baño. Cerraste la puerta del despacho para que no viera ni oyera nada, pero tengo un oído muy agudo. Ya deberías saberlo”. Se concentró en su lectura dejando a su padre atónito.
Tras aquella pequeña charla, la familia Castle decidió encargar comida después de tener que apagar un pequeño fuego que había provocado Martha intentando cocinar algo de verduras.
Mientras tanto, en el apartamento de Beckett, la inspectora había contado a su padre todo lo referente al caso de su madre. Le estaba costando mucho controlarse y no echarse a llorar, pero no quería preocupar más a su padre. Hablaron de Bracken, de su detención, de todo lo que el senador había hecho y también de la llamada telefónica que había recibido Castle. Aquello preocupó mucho a Jim.
“Katie cariño, ¿por qué no pides unas vacaciones y te alejas un tiempo de todo esto y de esa gente? Podrías irte a la casa que tenemos en la costa…”. Intentó su padre convencer a su hija para que se alejara, huyera, dejara de investigar. No quería perderla a ella también.
“No papá… No puedo, lo siento..”. Estaban sentados en el sofá y ella se acercó más a el, cogiéndole de las manos. “Necesito encontrar esa información. Sólo así me aseguraré de que Bracken no vuelva a pisar la calle nunca más. Ya he conseguido mucho, puedo hacer esto también. Se lo debo a mamá…”. Susurró mirando a los ojos a su padre.
“No Kate, tú no le debes nada a nadie… Son ellos los que nos deben a nosotros”. Suspiró. “Hija, es muy peligroso. Tú misma me lo has dicho. Podrían acabar contigo. De hecho, ya os lo han advertido”. Apretó las manos de su hija.
“Tengo protección a todas horas. Trabajo en una comisaría. No van a poder hacerme nada”. Contestó ella intentando calmarse y parar las lágrimas que intentaban salir. “Voy a intentar dar con ese hombre y con la información que posee. Por todos los medios” Contestó tajante y vio como su padre bajaba la cabeza. Respiró hondo y continuó. “Pero… si llega el momento en el que no puedo continuar, no tengo más pistas que seguir, te prometo que lo dejaré”. Su padre levantó la cabeza y la miró sorprendido. Kate le sonrió. “Papá… mi vida ha cambiado mucho estos últimos años. Ahora… tengo algo que llevaba tiempo deseando y no pienso estropearlo”. Le sonrió con cariño y sin que pudiera evitarlo, un par de lágrimas salieron de sus ojos y humedecieron sus mejillas.
“Eso que tienes ahora… ¿Es amor?”. Preguntó su padre prácticamente convencido de que así era.
¿Qué creéis que contestará Beckett?
GRACIAS por seguir leyendo y comentando!
No dejéis de hacerlo, por favor!
Me alegro de que os siga gustando.
¿Continuamos un poquito?
Castle se quedó mirando a su madre, atónito porque le hubiera preguntado aquello. No sabía que responderle. La verdad era que estaban juntos, pero sabía que Kate no quería que nadie se enterase. Sino, sería más fácil que la información llegara a Gates y no les dejase trabajar juntos. Pero él sabía que Kate necesitaba su tiempo para asimilar todo lo referente a ellos y que esa era otra razón por la que no quería contar nada a nadie aún.
Al ver que no respondía, Alexis posó su mano en el hombro de su padre. “Papá…”. Le acarició el hombro suavemente. “¿Estás con Kate?”. Le preguntó ella dulcemente.
Castle suspiró y miró a su hija asintiendo lentamente. “Sí…” Vio como ambas sonreían y él sonrió también. “Pero por favor, no se puede enterar nadie, no todavía”. Frunció ligeramente el ceño al decir aquello y vio que tanto su madre como su hija le miraban expectantes a que continuara. “Me ha costado mucho que Kate se abriera a mí. Que aceptara sus sentimientos y que comprendiera que la quiero con locura, que incluso la amo y que no pienso hacerle daño nunca, jamás. Al menos, no intencionadamente”. Paró un momento pensando en las palabras adecuadas. “Necesita tiempo para entender y adaptarse a todo esto, a sus miedos y a sus sentimientos. Y se lo voy a dar, todo el que necesite. Por eso no quería decir nada, pero… ¡qué demonios! Sois mi familia y estoy feliz de tenerla a mi lado. En el fondo, necesitaba contároslo”. Sonrió a sus chicas y ambas se abrazaron a él. “Sólo os pido que delante de ella actuéis con normalidad, como hasta ahora. Hasta que yo le diga que lo sabéis, ¿vale?”. Las miró sonriendo y besó el pelo de su hija.
“Claro hijo. Pero deberías proponerle que se venga a vivir aquí”. Vio cómo su hijo le echaba una de sus miradas. “Así estaría más segura…”. Añadió Martha para salir de aquella mirada de Castle y continuó intentando preparar la cena.
“A ver, mamá. ¿Tú qué entiendes por darle el tiempo que necesite?”. Giró la cabeza Castle mirando a su madre con los ojos abiertos.
“Ay hijo, la vida es muuuuuuy corta. Deberíais aprovecharla muy bien”. Dramatizó como siempre aquella mujer mientras no quitaba ojo a lo que cocinaba, o al menos, a lo que intentaba cocinar.
“Y lo haremos, pero todavía no”. Contestó tajante el escritor y miró a su hija. “¿Tú qué opinas Alexis? ¿Te parece bien que esté con Kate?”. Preguntó mientras se centraba en los ojos azules de su pelirroja favorita.
“¿Desde cuándo me preguntas si me parece bien o mal que estés con nadie?”. Alexis rió mientras daba un beso en la mejilla a su padre y continuó sin dejarle hablar a él. “Por supuesto que me parece bien que estés con Kate. Ella te hace feliz. Te ha hecho sufrir mucho, pero yo sé que te hace feliz. Lo veo en tu mirada. Y también sé que es la mujer que llevas buscando todo este tiempo”. Le sonrió con cariño. “Me gusta Kate. Me gusta para ti y me gusta como madrastra”. Le acarició el brazo con ternura y se levantó yendo al sofá a sentarse y leer un libro.
Castle la siguió y se sentó a su lado quitándole el libro de las manos para que le atendiera. “Sé que jamás te he preguntado si te parecía bien o mal que estuviera con una mujer, pero siento que con Beckett tengo que hacerlo. Ella para mí es muy importante. Mucho más de lo que lo fuera cualquier mujer. Y me gusta que te guste para mí, y también como tu madrastra. Pero eso, guárdatelo de momento, ¿si?. No quiero espantarla tan pronto”. Sonrió a Alexis.
“No te preocupes. Hasta que nos digas lo contrario, seguirá siendo inspectora Beckett”. Ambos sonrieron. “Aunque ella ya haya estado en casa, durmiendo contigo en tu cama”. Soltó Alexis volviendo a coger el libro que su padre le había quitado y abriéndolo por la página por la que iba.
“¿Có… cómo sabes eso?”. La boca de Castle se abrió de golpe al oír aquello.
“Bueno… digamos que cuando llegué a casa, escuché el ruido del secador en tu baño. Cerraste la puerta del despacho para que no viera ni oyera nada, pero tengo un oído muy agudo. Ya deberías saberlo”. Se concentró en su lectura dejando a su padre atónito.
Tras aquella pequeña charla, la familia Castle decidió encargar comida después de tener que apagar un pequeño fuego que había provocado Martha intentando cocinar algo de verduras.
Mientras tanto, en el apartamento de Beckett, la inspectora había contado a su padre todo lo referente al caso de su madre. Le estaba costando mucho controlarse y no echarse a llorar, pero no quería preocupar más a su padre. Hablaron de Bracken, de su detención, de todo lo que el senador había hecho y también de la llamada telefónica que había recibido Castle. Aquello preocupó mucho a Jim.
“Katie cariño, ¿por qué no pides unas vacaciones y te alejas un tiempo de todo esto y de esa gente? Podrías irte a la casa que tenemos en la costa…”. Intentó su padre convencer a su hija para que se alejara, huyera, dejara de investigar. No quería perderla a ella también.
“No papá… No puedo, lo siento..”. Estaban sentados en el sofá y ella se acercó más a el, cogiéndole de las manos. “Necesito encontrar esa información. Sólo así me aseguraré de que Bracken no vuelva a pisar la calle nunca más. Ya he conseguido mucho, puedo hacer esto también. Se lo debo a mamá…”. Susurró mirando a los ojos a su padre.
“No Kate, tú no le debes nada a nadie… Son ellos los que nos deben a nosotros”. Suspiró. “Hija, es muy peligroso. Tú misma me lo has dicho. Podrían acabar contigo. De hecho, ya os lo han advertido”. Apretó las manos de su hija.
“Tengo protección a todas horas. Trabajo en una comisaría. No van a poder hacerme nada”. Contestó ella intentando calmarse y parar las lágrimas que intentaban salir. “Voy a intentar dar con ese hombre y con la información que posee. Por todos los medios” Contestó tajante y vio como su padre bajaba la cabeza. Respiró hondo y continuó. “Pero… si llega el momento en el que no puedo continuar, no tengo más pistas que seguir, te prometo que lo dejaré”. Su padre levantó la cabeza y la miró sorprendido. Kate le sonrió. “Papá… mi vida ha cambiado mucho estos últimos años. Ahora… tengo algo que llevaba tiempo deseando y no pienso estropearlo”. Le sonrió con cariño y sin que pudiera evitarlo, un par de lágrimas salieron de sus ojos y humedecieron sus mejillas.
“Eso que tienes ahora… ¿Es amor?”. Preguntó su padre prácticamente convencido de que así era.
¿Qué creéis que contestará Beckett?
GRACIAS por seguir leyendo y comentando!
No dejéis de hacerlo, por favor!
livingmylife- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueeee!!!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Cuando te veo (FIN)
Ups Papa Beckett también se huele algo
Sigueee
Sigueee
writerdetective47- Actor en Broadway
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Re: Cuando te veo (FIN)
Sigamos!
Gracias por vuestros comentarios, sois geniales!
Kate permaneció unos minutos en silencio, mordiéndose el labio y al final, asintió secándose las lágrimas que resbalaban por sus mejillas. “Sí papá.. Creo que sí”. Volvió a asentir sonriendo mientras más lágrimas volvían a caer. Su padre le sonrió con cariño. “Y esta vez… voy a dejarme llevar, ver adónde me llevan mis sentimientos”. Le sonrió ella también a su padre. “Quiero a Castle. Se ha convertido en una persona muy importante para mí, incluso cuando yo intentaba alejarlo de mi lado. Él siempre ha estado ahí y sé que sin él, jamás habría conseguido atrapar a Bracken”.
Jim se acercó más a Kate y sin que ella se lo esperara, la abrazó con fuerza. “Me alegro mucho cariño. Parece un buen hombre y sé que te quiere mucho”. Le acarició el pelo mientras ella apoyaba su cabeza en su hombro.
“Gracias papá…”. Susurró Kate dejándose abrazar por su padre. Respiró hondo varias veces para calmar las lágrimas y después se separó ligeramente de él para mirarle. “Es un buen hombre y sé que él jamás dejaría que me pasara nada”. No pudo evitar una pequeña sonrisilla tonta que, por vergüenza, trató de ocultar delante de su padre, bajando la cabeza y mordiéndose el labio.
“Lo sé Katie, lo sé. Pero sabes que aún así, todo esto sigue siendo muy peligroso. Ya sé que no voy a convencerte de que pares, pero por lo menos, prométeme que irás con cuidado…”. Le agarró el mentón tiernamente haciendo que ella le mirara.
“Prometido”. Sonrió Kate y se abrazó fuerte a su padre.
Continuaron charlando un rato, pero ésta vez de diferentes temas, más banales. Kate miró el móvil y comprobó que eran las doce de la noche.
Su padre vio el gesto de su hija. “Es tarde, debería ir yéndome. Aunque me quedo más tranquilo si estás con alguien hija”. Se levantó del sofá llevando las dos copas de vino que habían usado a la cocina.
“Voy a avisar ahora a Castle y seguramente se presente aquí en menos de veinte minutos”. Sonrió mientras se levantaba ella también y le escribía un mensaje al escritor diciéndole que su padre se iba ya.
“Vaya… ¿O sea que ya vais en serio?”. Sorprendió Jim a Kate con aquella pregunta.
Beckett le miró unos segundos torciendo los labios ligeramente y con los ojos entrecerrados. Después, sonrió. “Sí, parece que sí papá. Aunque yo todavía necesito un pequeño tiempo para adaptarme a todo esto y no encerrarme, como siempre. Así que, por favor, de momento no digas nada de nuestra relación, ¿vale?”. Su padre asintió mientras se ponía la chaqueta. “Y menos a la gente del trabajo”.
“Son vuestros amigos. ¿Qué problema hay en que ellos lo sepan?”. Jim estaba ya junto a la puerta con la chaqueta puesta.
“Bueno, a veces pueden ser muy plastas y muy metomentodos. Y quiero asegurarme del todo primero. Además que no se puede enterar la capitana, o es probable que no nos deje trabajar juntos”. Se acercó a la puerta para despedir a su padre.
“Escucha a tu corazón Katie”. Le sonrió su padre abrazándose a ella y dándole dos besos de despedida.
“Lo haré papá”. Correspondió a su abrazo y se despidieron. Kate se quedó en la puerta viendo cómo su padre iba hacia el ascensor y saludó al agente que vigilaba a Beckett.
Después, la inspectora se metió en casa y recogió los platos y las cosas de la cena. Terminó a los cinco minutos de haberse ido su padre así que se sentó en el sofá a esperar a Castle, con su pistola al lado. Empezó a dar vueltas a todo el caso de su madre, a lo mal que lo habían pasado en esos años y no pudo evitar reprimir las lágrimas.
Castle, cuando recibió el mensaje, estaba en su despacho con la pantalla encendida y revisando una y otra vez toda la información del caso de la madre de Beckett. Tenía una idea en la cabeza y quería sopesarla antes de hablarla con Kate. Cuando leyó su mensaje, sonrió, apagó la tele y le contestó que estaría allí en pocos minutos. Condujo con cierta rapidez hasta el apartamento de Kate. A esas horas no había mucho tráfico por Nueva York. Llegó a su edificio, aparcó lo más cerca que pudo y subió a su piso. Saludó al agente y llamó a la puerta de Kate.
Beckett, al oír su puerta, se sobresaltó, a pesar de que sabía que Castle tendría que estar al caer. Se secó las lágrimas como pudo, cogió su arma y fue a la puerta abriéndola de golpe y apuntando al exterior con la pistola.
Castle, al ver la pistola pegó un bote hacia atrás y levantó las manos con los ojos muy abiertos. “Eh, eh, eh! Que soy yo… baja la pistola, por favor”. Se llevó una mano al pecho en señal de que se había asustado bastante.
“Perdona Castle. Estoy muy susceptible últimamente”. Confesó bajando el arma y adentrándose en su apartamento. Vio cómo el escritor la seguía y cerraba la puerta tras de sí. Se había dado cuenta de los ojos enrojecidos de Kate.
Se sentaron en el sofá, en silencio. Beckett tenía la vista fija en unas fotografías que había sobre la mesita pequeña. Eran de su madre, de cuando era joven. De la boda con su padre e incluso con Kate de niña. Castle dirigió la mirada hacia aquellas fotos y sonrió con tristeza. Acarició la espalda de Kate suavemente, haciéndole saber que estaba con ella. Esperaría a que ella le contase qué tal había ido la charla con su padre.
Al sentirle, la inspectora levantó la vista de las fotos y miró a Castle con los ojos llenos de lágrimas. “¿Qué pensaría mi madre si me rindiera antes de encontrar toda la información y poder encerrar a Bracken de por vida?”. Susurró más para sí que para Castle.
Richard colocó detrás de su oreja un mechón de pelo que caía por su frente. “Pensaría que tiene la hija más valiente del mundo. Que ha llegado a conseguir justicia y que ha sabido rendirse a tiempo antes de que arruinen su vida”. Le dio una suave caricia en la mejilla mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.
“Siento que se lo debo Rick. Que le debo mucho más de lo que he conseguido darle”. Volvió a dirigir su triste mirada a las fotografías.
Me encanta escribir esta historia. Me permite dejar volar mi imaginación en esas escenas que no se ven en la serie. Espero que a vosotras también os guste!
Volveré pronto!
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Kate permaneció unos minutos en silencio, mordiéndose el labio y al final, asintió secándose las lágrimas que resbalaban por sus mejillas. “Sí papá.. Creo que sí”. Volvió a asentir sonriendo mientras más lágrimas volvían a caer. Su padre le sonrió con cariño. “Y esta vez… voy a dejarme llevar, ver adónde me llevan mis sentimientos”. Le sonrió ella también a su padre. “Quiero a Castle. Se ha convertido en una persona muy importante para mí, incluso cuando yo intentaba alejarlo de mi lado. Él siempre ha estado ahí y sé que sin él, jamás habría conseguido atrapar a Bracken”.
Jim se acercó más a Kate y sin que ella se lo esperara, la abrazó con fuerza. “Me alegro mucho cariño. Parece un buen hombre y sé que te quiere mucho”. Le acarició el pelo mientras ella apoyaba su cabeza en su hombro.
“Gracias papá…”. Susurró Kate dejándose abrazar por su padre. Respiró hondo varias veces para calmar las lágrimas y después se separó ligeramente de él para mirarle. “Es un buen hombre y sé que él jamás dejaría que me pasara nada”. No pudo evitar una pequeña sonrisilla tonta que, por vergüenza, trató de ocultar delante de su padre, bajando la cabeza y mordiéndose el labio.
“Lo sé Katie, lo sé. Pero sabes que aún así, todo esto sigue siendo muy peligroso. Ya sé que no voy a convencerte de que pares, pero por lo menos, prométeme que irás con cuidado…”. Le agarró el mentón tiernamente haciendo que ella le mirara.
“Prometido”. Sonrió Kate y se abrazó fuerte a su padre.
Continuaron charlando un rato, pero ésta vez de diferentes temas, más banales. Kate miró el móvil y comprobó que eran las doce de la noche.
Su padre vio el gesto de su hija. “Es tarde, debería ir yéndome. Aunque me quedo más tranquilo si estás con alguien hija”. Se levantó del sofá llevando las dos copas de vino que habían usado a la cocina.
“Voy a avisar ahora a Castle y seguramente se presente aquí en menos de veinte minutos”. Sonrió mientras se levantaba ella también y le escribía un mensaje al escritor diciéndole que su padre se iba ya.
“Vaya… ¿O sea que ya vais en serio?”. Sorprendió Jim a Kate con aquella pregunta.
Beckett le miró unos segundos torciendo los labios ligeramente y con los ojos entrecerrados. Después, sonrió. “Sí, parece que sí papá. Aunque yo todavía necesito un pequeño tiempo para adaptarme a todo esto y no encerrarme, como siempre. Así que, por favor, de momento no digas nada de nuestra relación, ¿vale?”. Su padre asintió mientras se ponía la chaqueta. “Y menos a la gente del trabajo”.
“Son vuestros amigos. ¿Qué problema hay en que ellos lo sepan?”. Jim estaba ya junto a la puerta con la chaqueta puesta.
“Bueno, a veces pueden ser muy plastas y muy metomentodos. Y quiero asegurarme del todo primero. Además que no se puede enterar la capitana, o es probable que no nos deje trabajar juntos”. Se acercó a la puerta para despedir a su padre.
“Escucha a tu corazón Katie”. Le sonrió su padre abrazándose a ella y dándole dos besos de despedida.
“Lo haré papá”. Correspondió a su abrazo y se despidieron. Kate se quedó en la puerta viendo cómo su padre iba hacia el ascensor y saludó al agente que vigilaba a Beckett.
Después, la inspectora se metió en casa y recogió los platos y las cosas de la cena. Terminó a los cinco minutos de haberse ido su padre así que se sentó en el sofá a esperar a Castle, con su pistola al lado. Empezó a dar vueltas a todo el caso de su madre, a lo mal que lo habían pasado en esos años y no pudo evitar reprimir las lágrimas.
Castle, cuando recibió el mensaje, estaba en su despacho con la pantalla encendida y revisando una y otra vez toda la información del caso de la madre de Beckett. Tenía una idea en la cabeza y quería sopesarla antes de hablarla con Kate. Cuando leyó su mensaje, sonrió, apagó la tele y le contestó que estaría allí en pocos minutos. Condujo con cierta rapidez hasta el apartamento de Kate. A esas horas no había mucho tráfico por Nueva York. Llegó a su edificio, aparcó lo más cerca que pudo y subió a su piso. Saludó al agente y llamó a la puerta de Kate.
Beckett, al oír su puerta, se sobresaltó, a pesar de que sabía que Castle tendría que estar al caer. Se secó las lágrimas como pudo, cogió su arma y fue a la puerta abriéndola de golpe y apuntando al exterior con la pistola.
Castle, al ver la pistola pegó un bote hacia atrás y levantó las manos con los ojos muy abiertos. “Eh, eh, eh! Que soy yo… baja la pistola, por favor”. Se llevó una mano al pecho en señal de que se había asustado bastante.
“Perdona Castle. Estoy muy susceptible últimamente”. Confesó bajando el arma y adentrándose en su apartamento. Vio cómo el escritor la seguía y cerraba la puerta tras de sí. Se había dado cuenta de los ojos enrojecidos de Kate.
Se sentaron en el sofá, en silencio. Beckett tenía la vista fija en unas fotografías que había sobre la mesita pequeña. Eran de su madre, de cuando era joven. De la boda con su padre e incluso con Kate de niña. Castle dirigió la mirada hacia aquellas fotos y sonrió con tristeza. Acarició la espalda de Kate suavemente, haciéndole saber que estaba con ella. Esperaría a que ella le contase qué tal había ido la charla con su padre.
Al sentirle, la inspectora levantó la vista de las fotos y miró a Castle con los ojos llenos de lágrimas. “¿Qué pensaría mi madre si me rindiera antes de encontrar toda la información y poder encerrar a Bracken de por vida?”. Susurró más para sí que para Castle.
Richard colocó detrás de su oreja un mechón de pelo que caía por su frente. “Pensaría que tiene la hija más valiente del mundo. Que ha llegado a conseguir justicia y que ha sabido rendirse a tiempo antes de que arruinen su vida”. Le dio una suave caricia en la mejilla mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.
“Siento que se lo debo Rick. Que le debo mucho más de lo que he conseguido darle”. Volvió a dirigir su triste mirada a las fotografías.
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