Cuando te veo (FIN)

¡Buenas noches!
He estado un ratito escribiendo diferentes cosas y parece que me ha venido la inspiración también para un nuevo capítulo de este fic.
Os aviso de que la trama que empieza en este capítulo, será un poquito larga (demasiados detalles que me gustaría plasmar) y algo... dramática también.
Cuando ésta acabe, vendrá la boda, prometido. Y tendré en cuenta la sugerencia de castle_always_annarodgers!

Sin más dilación: Ahí va el nuevo capítulo.
Espero que os guste!




A tan sólo un mes para la boda, la pareja ya tenía todo preparado. Habían mandado hacía meses las invitaciones a no más de 100 personas. Kate ya tenía su vestido con el que estaba además de preciosa, encantada. Rick también había escogido su traje para ese día. Habían hablado con el catering que serviría la cena después de la boda, habían contratado una pequeña banda de música y hasta tenían ya organizado cómo colocarían cada silla y mesa en el jardín de la casa de los Hamptons. Rick pidió que su hija le acompañara de su brazo hasta el altar, y Kate hizo lo mismo con su padre. Todo estaba saliendo a pedir de boca. El escritor, incluso tenía ya reservada la luna de miel, que sería sorpresa para Kate.

Todos tenían la ropa comprada para el gran día. Inclusive la pequeña Alyson que había ido a elegir su vestido con Martha y Alexis. Las tres querían sorprender a la pareja sin contarles nada de sus vestidos hasta que las vieran con ellos puestos.

Beckett había tenido una semana de vacaciones a finales de julio para poder disfrutar de su familia. Aprovecharon y se fueron, junto con Jim a los Hamptons para descansar y también dejar todo preparado para dentro de un mes.

Volvieron a Nueva York para trabajar hasta el 31 de Agosto que se irían a los Hamptons y estar listos ya allí para el gran día. Así que, aquellos días de agosto les tocaba trabajar.

Beckett se preparó para el trabajo con ropa más ligera de lo habitual. Hacía demasiado calor esos primeros días del mes. Alyson se había quedado en la casa de los Hamptons con Martha y Alexis pues ambas estaban de vacaciones y se habían ofrecido a cuidar de la pequeña. Castle había salido temprano para pasarse por la editorial a terminar de organizar cosas de sus libros y así, poder irse tranquilo de luna de miel.

Mientras se estaba montando en el coche para ir a comisaría, recibió un mensaje con la dirección donde habían encontrado un nuevo cadáver. Arrancó y tras mandarle la dirección a Castle para que se pasara por allí cuando acabase, se dirigió a la dirección que le habían mandado sus compañeros.

Se bajó del coche con su habitual porte y caminó hasta los detectives y Lannie, que comentaban algo con seriedad, delante del precinto policial. Beckett frunció el ceño al verlos tan serios. “Buenos días chicos”.

En cuanto sintieron su presencia, los tres se callaron. Aquello volvió a parecerle extraño a la inspectora, que frunció más el ceño. “Hola Kate”. Saludó Lannie.

“¿Hola Kate?”. Preguntó ella bastante sorprendida, tanto por sus gestos como por el modo en el que su amiga la había saludado. Desde que trabajaban juntas, siempre que se encontraba en horario laboral y estaban rodeadas de compañeros, nunca la llamaba por su nombre. “¿Qué pasa Lannie?”. Preguntó con seriedad mirándola a ella y después a los detectives.

“Es… el cadáver”. Contestó ella con cautela. Los chicos se alejaron un poco para darles mayor intimidad.

“¿Qué le pasa?”. Preguntó una ya nerviosa Kate con todo aquello.

“Ven”. Agarró su mano, pasaron bajo el precinto policial y se pararon ante el cuerpo que estaba ya metido en una bolsa y con la cremallera cerrada. “Antes de que lo veas, decirte que no es él”. Kate frunció el ceño sin entender nada y la miró pidiéndole que abriera la bolsa. Lannie así lo hizo, descubriendo el rostro de aquel cuerpo.

Los ojos y la boca de Beckett se abrieron incontrolablemente tras descubrir la imagen del cadáver. Un grueso nudo se instaló repentinamente en su garganta. Le estaba empezando a costar respirar. Y sus a sus piernas poco le faltaban para dejar de sostener su peso. Apretó los puños y los labios sin poder apartar los ojos de aquel cuerpo. “¿Qui… quién es?”. Preguntó intentando que no se le notara que tartamudeaba.

“No lo sabemos”. Lannie volvió a cerrar la bolsa y se colocó al lado de su amiga. Puso una mano en su espalda para tratar de darle ánimo. A ella no le engañaba. Sabía que aquello la había dejado en shock.

“¿A qué hora… murió?”. Preguntó sin dejar de mirar la bolsa ya cerrada.

“Entre las 4 y las 5 de la mañana”. Informó la forense.

Kate respiró aliviada cerrando los ojos un momento y volviendo a abrirlos para mirar a Lannie totalmente desubicada. “Por supuesto que no es él”. Tragó saliva. “Hemos dormido juntos y le he visto salir de casa a las 6 de la mañana”. Sus ojos bailaban de los de su amiga a la bolsa nuevamente.

Lannie agarró a Kate por el brazo y la alejó un poco del cuerpo. “El parecido físico es indudable… Pero a lo mejor sólo es eso, un parecido”. Apretó su brazo con cariño mirándola a los ojos.

Kate rehuyó la mirada de la forense y respiró hondo un par de veces tratando de recomponerse. “¿Cómo murió?”.

“Lo ahogaron, con una cuerda”. Informó ella fijándose en cada gesto y movimiento de la inspectora.

“Bien, gracias Lannie”. Trató de sonreírle un poco, pero apenas lo consiguió. Se giró sobre sus talones y se acercó a los detectives que no se habían perdido detalle de cómo había reaccionado ella. “Ryan, Espo”. Los dos la miraron esperando órdenes. “Preguntad por aquí alrededor a ver si alguien vio o escuchó algo. Quiero saber hasta qué marca de champú usaba”.

“Estamos en ello jefa”. Los dos, acto seguido, se pusieron a recorrer la zona intentando encontrar algún testigo o alguien que viera o recordara algo extraño.

Beckett sacó el móvil del bolsillo para llamar a Castle y decirle que la esperara en comisaría. No quería que viera el cadáver, aún no. Bastante había tenido ella con verlo. Tecleó en la marcación rápida su móvil y se pegó el aparato a la oreja esperando a que le contestara.

Una conocida melodía a su espalda le hizo girarse y descubrir que el escritor acababa de llegar al escenario del crimen. Colgó rápidamente la llamada y se acercó a él con paso acelerado.

“Rick”. Llamó su atención cuando le vio buscarla con la mirada. “Te estaba llamando”. Dijo ella un tanto acelerada.

“Sí, lo sé. Pero no te he cogido porque estaba ya aquí”. Le sonrió como siempre, hasta que se fijó en que la mirada de ella, no era la de siempre, y su sonrisa, menos. “¿Pasa algo?”. Preguntó preocupado.

“No”. Contestó agarrándolo por el brazo para acercarlo a su coche. “Bueno, sí. Pero no quiero hablarlo aquí. Acompáñame a comisaría y te cuento todo allí”. Abrió el coche y se introdujo dentro siendo imitada rápidamente por él, que no entendía nada.

“Me estás preocupando”. Dijó el escritor cuando ya llevaban casi medio camino hasta la comisaría.

“Tranquilo”. Intentó parecer calmada y colocó la mano en la rodilla de él, apretándosela con cariño.

Llegaron a comisaría, subieron a su planta y allí ella volvió a agarrar el brazo de Castle y lo dirigió a la sala de descanso. Cerró las puertas y le hizo sentarse en una de las sillas. Ella se quedó de pie dando vueltas por la habitación.

“Kate, me estás poniendo más nervioso todavía. ¿Qué está pasando?”. Preguntó tratando de calmar su voz.

“Es… sobre el cuerpo que han encontrado”. Se mordió el labio.



¿Cómo lo veis? ¿Quién andará detrás de este nuevo asesinato?
¿Afectará esto a la pareja?
Lo dicho: La vida no siempre es un camino de rosas...
Pero... Después de la tormenta, siempre llega la calma!
Tenedme paciencia, por favor! jajajaja
Y contadme... ¿qué os va pareciendo la nueva trama?
¡Hasta mañana!

Me gusta cómo empieza esta nueva trama!!!! Es muy intrigante!!! Perfecto, como siempre!!! Sigue cuando puedaas!!!

Que dulce eso que hizo Castle con el anillo de la madre de Beckett
Me encanta la nueva trama que has abierto. Quien será el cadaver para que se parezca tanto a Castle? yo pienso que es o un hermano secreto de Castle o una obra del 3XA para joderles la boda...
Me encanta el drama, pero espero que no traiga muchos problemas a la parejita
PD: Me encanta la propuesta de  castle_always_annarodgers

OMG que intriga con la nueva trama.
Siii!! Me gusta el drama y tmbn la idea de castle_always_annarodgers para la boda

¡Muy buenos días fieles lectora!
A ver si os sigue gustando la trama... jajaja
GRACIAS por vuestras palabras y por seguir pasandoos a leer!



“¿Qué le pasa?”. Formuló el escritor la misma pregunta que ella había hecho a su amiga.

“Tiene… tiene un tremendo parecido físico con… contigo”. Soltó agarrando la mano de Rick mientras se mordía el labio. “No sabemos todavía quién es. Sólo que murió entre las 4 y las 5 de la mañana, ahogado con una especie de cuerda”.

Castle la miraba con el ceño fruncido. Aquel hombre debía de parecerse mucho a él para que Beckett estuviera así. “¿Lo han traído ya al depósito?”.

“Están en ello. Pero Rick, no tienes que ir a verlo. Puedo bajar sola cuando Lannie me avise de que ha acabado con la autopsia”. Apretó su mano con cariño. Necesitaba sentir que estaba allí y que estaba bien. Al ver aquel cuerpo, se había puesto muy nerviosa y desde entonces sentía la imperiosa necesidad de tocar y acariciar al escritor a cada segundo.

“No”. Dijo tirando de su mano para atraerla a él y abrazarla con fuerza. Kate se dejó hacer. Realmente lo necesitaba. “Bajaré contigo”. Acarició su espalda dulcemente sin separarse ni un centímetro de ella. “Será sólo que se parece a mí. O igual es algún hermano perdido que tengo por ahí”. Intentó bromear ganándose un pequeño golpe cariñoso en el brazo por parte de la inspectora, quien no había despegado la cara del pecho de él, pero sonrió un poco tras la broma.

“No tenemos nada por el momento. Hay que esperar a que Espo y Ryan acabe y Lannie pueda darnos más datos”. Besó sus labios fugazmente.

“¿Quieres un café?”. Ofreció él soltando el abrazo.

“Descafeinado”. Puntualizó ella mordiéndose el labio mientras se dejaba caer sobre una silla de aquella sala de descanso.

Él la miró y un fuerte sentimiento de preocupación y nostalgia se instaló en su cuerpo. Muy nerviosa tenía que estar para pedirle un descafeinado. Había tenido que pasarlo fatal al ver a su doble estrangulado, muerto. Le dedicó una sonrisa a Kate para después darse la vuelta y empezar a preparar dos descafeinados.

Un rato después llegaron los dos detectives con datos nuevos acerca del cadáver. Al parecer, un par de personas escucharon gritos sobre las 4 y media de la madrugada y otro vio un par de sombras por el callejón donde había sido asesinado aquel hombre. Nadie le reconocía, nadie sabía quién era, aunque a alguno se le hizo conocida la cara. Tal vez por el increíble parecido que tenía con el famoso escritor Richard Castle.

Beckett apuntó la nueva información en la pizarra donde todavía no tenían foto del cadáver. Lannie todavía no había acabado la autopsia, aunque no tardaría en hacerlo. Castle estaba sentado en su habitual silla mientras ella terminaba de escribir.

“¿Cuánto tardará Lannie?”. Preguntó él ansioso por descubrir si en verdad aquel hombre se parecía tanto a él.

“Cuando me llamó hace un rato me dijo que no le quedaba mucho”. Informó ella sentándose en su silla y mirando a Rick.

“Bien”. Sacó su móvil el escritor y se puso a juguetear con él.

Kate se mordió el labio. Conocía a Castle y sabía que estaba nervioso y utilizaba aquel aparato para calmar sus nervios.

“¡Jefa!”. Ryan se acercó a ellos tras colgar el teléfono de su mesa. “Una patrulla acaba de encontrar una cartera y unas llaves tiradas cerca de donde encontraron el cadáver”.

“¿Hay dirección?”. Preguntó ella desde la silla.

“Sí”. Le ofreció un papel con la dirección que habían encontrado los policías.

“Esto no queda muy lejos de tu loft”. Le dijo Beckett a Castle cuando éste alzó la cabeza para mirarla.

“¿A ver?”. Cogió el papel que ella le ofrecía y frunció el ceño. “Es cierto, está a tan sólo una manzana del loft. Pero su cuerpo fue encontrado casi 30 manzanas más alejado”. Miró a Kate sin comprender del todo aquello.

“A lo mejor estaba volviendo del trabajo a casa”. Teorizó la inspectora.

“Puede”.

“De todas formas, hasta que no sepamos quién es ni en qué trabaja, no tendremos mucho más”.

“Creo que yo puedo ayudaros con eso”. Se acercó Espo con un papel y un bolígrafo en la mano.

“¿Qué has encontrado?”. Preguntó Castle rápidamente.

“En la cartera que encontraron había un pasaje de metro. Desde los últimos 3 meses, nuestra víctima hacía todos los miércoles el mismo recorrido. Desde una parada de metro cercana a su casa hasta una manzana más allá de donde lo encontraron”. Les pasó el papel para que lo leyeran.

“¿Qué hay por esa zona?”. Preguntó Beckett.

“No mucho”. Informó el moreno. “Cafeterías, tiendas de ropa, y un edificio con diferentes oficinas”.

“Quiero un informe con cada oficina, cafetería y tienda que hay por allí. Y mirad a ver si en la cartera hay algo más que lo relacione con esa zona”.

“Hecho”. Dijo el detective alejándose a su mesa para poder poner en práctica lo que Beckett le había dicho.

Justo en ese momento, el teléfono de la mesa de Kate sonó. Ella respondió con rapidez.

“Beckett”.

“Soy yo”. Dijo Lannie al otro lado de la línea. “Ya he terminado con la víctima. Tenemos identidad”.

“Bien, vamos ahora mismo”. Se levantó aún con el auricular en la oreja.

“¿Vas a bajar con Castle?”. Preguntó la forense algo dubitativa. “No sé si deberías…”.

“No le voy a convencer de lo contrario”. Suspiró mirando al escritor que no quitaba el ojo a su prometida.

“Está bien”. Colgaron la llamada y Rick se levantó.

“¿Lannie?”. Preguntó sin dejar de mirar a Beckett.

“Sí, ya ha acabado y tiene la identidad de la víctima”. Le miró sin moverse hacia el ascensor. “¿Estás seguro de que quieres bajar?”. Preguntó una vez más.

“Sí”. Le sonrió fugazmente antes de encaminarse al ascensor.

Bajaron al depósito. El cadáver estaba cubierto con una fina sábana.

“Hola Lannie”. Saludaron los dos a la vez.

“Hola chicos”. Se acercó a la mesa metálica donde tenía a aquel hombre que tanto se parecía a Castle. Miró al escritor que no dejaba de mirar el cuerpo pero no dijo nada. “Bueno, nuestra víctima se llama Bill White”. Les tendió una fotografía de él.

Castle la cogió y la acercó un poco a Beckett para que ella también pudiera verla. Ambos fruncieron el ceño a la vez. Ese hombre no tenía mucho parecido con Castle.

“Lannie… ¿estás segura de que es él?”. Preguntó la inspectora extrañada.

“Completamente. El ADN coincide. Fue arrestado hace años por pasar droga. Salió hace unos 6 meses de la cárcel”.

“Pero este hombre no se parece a mí”. Añadió el escritor.

“En la fotografía, que es de hace un año, no. Pero en la actualidad y tras varias operaciones de estética… es clavadito a ti”. Informó con suavidad la forense.

“¿Se ha operado para parecerse a mí?”. Preguntó Castle completamente sorprendido.

“Sí… Y no sólo eso, también usaba lentillas azules, como tus ojos”. Informó con cautela.

Beckett y Castle se miraron sin dar crédito a lo que estaban escuchando.



¿Más?

¡Hola!
Sí, sé que apenas ha pasado rato desde que me pasé la última vez por aquí... jajaaja No se me ha ido del todo la cabeza, al menos todavía no.
He estado un rato escribiendo y como a partir del sábado no voy a poder actualizar más, he pensado en pasarme otro poquito por aquí y regalaros un nuevo capítulo.
¡Vamos a ello!



“¿Un fan obsesionado conmigo?”. Teorizó el escritor. “No le veo sentido… Normalmente se obsesionan con los personajes, no con los escritores”.

“Sí… ya tuvimos el caso en el que imitaban las formas en las que asesinabas a los personajes en tus libros…”. Comentó la inspectora aún asimilando aquella información.

“Y aquel que estaba obsesionado con Nikki Heat”. Añadió el escritor. Beckett asintió. “Pero nunca, nadie, jamás, ninguno se había obsesionado conmigo”. Dijo sorprendido él.

Lannie carraspeó mirándolos a los dos. Ellos centraron su atención en ella cuando la escucharon. “No creo que sea una obsesión por ti, al menos no por tus libros…”. Agarró las sábanas del cadáver dispuesta a destaparlo, pero antes miró a Castle. “Tengo que destaparlo para enseñaros algo. ¿Quieres quedarte?”. Añadió mirando tanto a Kate como a Richard.

Kate colocó una mano en la espalda de él dándole ánimos para lo que fuera que decidiese: quedarse o marcharse.

“Destápalo”. Pidió él pegándose más a Kate agradecido por su contacto.

La forense destapó hasta la mitad el cadáver y los ojos y la boca del verdadero Richard Castle se abrieron casi de forma automática, exactamente igual que le había pasado a Beckett en la escena del crimen.

“Joder…”. Murmuró el escritor. “Es clavadito”. Comentó más aterrado que ilusionado. Fue analizando su rostro con minuciosa atención y después continuó bajando por su torso. “Tiene la misma cicatriz que yo…” Comentó soltándose la camisa por abajo para que Lannie viera que él también tenía una cicatriz en el abdomen.

“Esa cicatriz es de apendicitis, si no me equivoco, ¿verdad?”. Le preguntó a él.

Rick asintió. “Con 10 años”.

“Bien, entonces tú no tendrás apéndice. Pero él si lo tiene. La cicatriz fue hecha hace cosa de 3 meses, al igual que las operaciones faciales. Y no le quitaron el apéndice. Simplemente, le marcaron”. Informó mirando a ambos esperando su reacción.

“¿Le hicieron esa marca para nada?”, Preguntó Beckett cada vez más sorprendida.

“Exacto”. Dijo la forense mirando atentamente a los dos. Odiaba tener que estar dando tantos detalles de aquello, pero eran necesarios para encontrar a quien estuviera haciendo aquello.

“¿Qué más has podido averiguar?”. Preguntó Kate sin separar la mano de la espalda de Rick.

“¿Veis estas marcas de aquí?”. Señaló el cuello por donde lo habían estrangulado. Los dos asintieron. “Aún no lo he identificado pero parece una cuerda. Es la causa de la muerte. Asfixia”.

Castle se acercó más al cuerpo con el ceño fruncido para fijarse mejor en aquellas marcas. Le resultaban familiares, pero no sabía exactamente de qué.

“Por último, se había teñido el pelo. Era rubio”. Anunció la forense y en ese momento se le iluminó la bombilla al escritor.

“No me lo puedo creer…”. Murmuró casi pálido sin despegar la mirada de la víctima.

“¿Qué pasa?”. Preguntó Beckett mirándolo preocupada.

“¿No os suenan esas marcas?”. Preguntó él tras unos segundos en silencio. “¿Rubio?”. Volvió a preguntar intentando que ellas llegaran a la misma conclusión que él.

“No puede ser Rick…” Dijo Kate tras unos minutos. “Es imposible…”. Lo miró a los ojos intentando que él la mirara.

“No, no lo es”. Dijo él con seriedad sin apartar la vista de las marcas del cuello de Bill White.

Lannie los miraba a los dos como si se tratara de un partido de tenis. Estaba completamente perdida. Pero no se atrevía a meterse en la pequeña discusión que estaban teniendo el escritor y la inspectora.

“Piénsalo, Kate”. Paró unos segundos para mirarla a los ojos. “La cuerda del cuello, él era rubio. Vale que no fuese mujer pero… el parecido conmigo… Sabes perfectamente que ese hombre estaba obsesionado conmigo, y encima lo dejé escapar”. Añadió sin dejar de mirar a Beckett a los ojos.

“No le dejaste escapar. Tú no podías hacer nada. No sabías que era él”. Paró un momento para pensar en todo lo que Rick le estaba diciendo. “Y además, tú mismo le disparaste después y cayó al río. Es imposible que esté vivo”. Aquello hizo que la forense se diera cuenta de qué estaba pasando allí. ¿Cómo olvidar aquel caso? Imposible.

“Nadie encontró su cadáver, ni rastro de él. ¿No es sospechoso eso?”. Se acercó más a ella. Estaba enfadado, pero por supuesto, no con ella. Con él mismo y con el que estaba haciendo todo aquello.

“No pudo sobrevivir Castle”. Volvió a repetir ella, tozuda como siempre.

“Lannie”. Se giró el escritor hacia ella. “¿Podrías comprobar si las marcas del cuello de la víctima coinciden con las que dejaba el Triple Asesino en las suyas?”. Salió de aquella sala para intentar calmarse.

La cara de Lannie se descompuso totalmente cuando escuchó aquel apodo. “¿De verdad creéis que el 3XA está detrás de todo esto?”. Preguntó deseando que no fuera así y no tener que volver a enfrentarse a aquel hombre que también había conseguido, tiempo atrás, una copia de los cuerpos de ella misma y del detective Javier Espósito.

“Yo no. Es imposible Lannie. Castle le disparó en el puente y cayó al río hace un tiempo”. Dijo Kate y miró a su amiga. “Pero por favor, hazlo si puedes. Así salimos de dudas”.

“No tardaré mucho. Te aviso cuando lo tenga”. Dijo acercándose a su ordenador la forense para empezar con lo que le habían pedido.

“Gracias”. Salió del depósito para buscar a Castle y lo encontró en aquel mismo pasillo, apoyado en la pared, con la cabeza levantada. Se acercó a él suavemente para no asustarlo ya que tenía los ojos cerrados. “Rick…”. Susurró mirándolo preocupada.

“Es él, Beckett”. Abrió los ojos para mirarla. “No sé cómo, pero es él”. Su mirada detonaba tristeza, rabia, ira, preocupación.

Kate apoyó la mano sobre su hombro para infundirle ánimo. “Sea quien sea, lo encontraremos y pagará por todo esto”.

Se quedaron un rato callados hasta que a Beckett se le ocurrió algo. “Si… si estás en lo cierto y Jerry Tyson está de vuelta… La Doctora Kelly Nieman estará detrás de esas operaciones también, como lo estuvo aquella vez que imitaron los cuerpos de Lannie y Espo”. Apretó los labio sacando el teléfono móvil del bolsillo.

“Es cierto. Ella tiene que ser de nuevo su cómplice”. Vio que Beckett tecleaba un mensaje de texto. “¿A quién escribes?”. Preguntó.

“A Ryan y Espo. Necesito que comprueben qué había en ese edificio de oficinas donde iba cada semana nuestra víctima. Algo me dice que Nieman tiene allí una consulta de estética”. Terminó de teclear y guardó el teléfono justo cuando Lannie salió del depósito con una expresión de preocupación y… ¿miedo?.

La pareja se giró rápidamente hacia ella y volvieron a entrar los tres a la morgue.

“No sé cómo no me he dado cuenta antes”. Se maldijo la forense. “Misma cuerda, mismas fibras, mismos implantes y misma técnica quirúrgica”. Informó Lannie enseñándoles cómo coincidía todo aquello.

“Es él… El Triple Asesino está vivo y ha vuelto a atacar”. Dijo Kate con la voz medio cortada por la impresión.

“Y esta vez, quiere hacerme sufrir a mí”. Soltó el escritor apretando los puños con fuerza.




Ups.... No me matéis, por favorrrrrr!!!

Como el 3XA les haga algo y por su culpa no puedan casarse me lo cargo yo
Me encanta!!
Jo que penita que no puedas actualizar mañana hasta cuando habrá parón??

Qué miedo me da la vuelta del 3XA!!!! Esperemos que todo salga bien!!!! Perfecto, impresionante, lo adoro como siempre!!!!  
Gracias por subir más capítulos hoy!!! Espero que no sean muchos días sin leer tu fic!!!

writerdetective47 escribió:Como el 3XA les haga algo y por su culpa no puedan casarse me lo cargo yo
Me encanta!!    
Jo que penita que no puedas actualizar mañana hasta cuando habrá parón??

Espero que matéis al 3XA y no a mí... jajajaja

Estaré fuera todo el fin de semana. Es decir, desde mañana hasta el domingo. Así que probablemente no pueda actualizar hasta el lunes.
Pero hoy tendréis un poquito más de esta pequeña historia. Lo prometo.
Y, a lo mejor, mañana si tengo tiempo antes de irme de viaje, actualizo también!

GRACIAS por tus palabras y tu fidelidad a este fic!

Castle y Beckett escribió:Qué miedo me da la vuelta del 3XA!!!! Esperemos que todo salga bien!!!! Perfecto, impresionante, lo adoro como siempre!!!!  
Gracias por subir más capítulos hoy!!! Espero que no sean muchos días sin leer tu fic!!!

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por tus palabras y por ser fiel a este pequeño fic!
Volveré, como tarde, el lunes!!

hola hace tiempo que no comentaba y creo que ya era hora de comentar así que haya voy . Me han encantado los episodios por eso del triple asesino no me gusta por que como sea así va a dar bastantes problemas y lo que mas me gusta de la historia  es que es romántica, bonita y una cosa por favor no le hagas lo mismo en  la primera  boda que hicieron  kate y castle que como en la serie por favor (que no quiero que castle desaparezca el día de su boda ) por lo demas me encanta como escribes

¡Buenas noches!
Gracias por tu comentario a ti también love.C.and.B.mabel12 !!!
Tranquila que sólo pretendo hacerles sufrir lo justo.. jajaaja
¿Seguimos un poco más?



Aquel caso que cada vez tocaba más de cerca al escritor, tenía a Beckett y a Castle bastante nerviosos. No tenían demasiadas pistas. Después de comprobar que, efectivamente, se trataba del 3XA habían ido a la clínica estética de Kelly Nieman que como bien había supuesto Beckett, estaba en un edificio cercano a la parada de metro que usaba todas las semanas la víctima.

Habían ido a hablar con ella y habían descubierto que, efectivamente, la vítima había sido su paciente. Él mismo le había pedido parecerse al mismísimo escritor Richard Castle hasta en las muelas. Pero seguían sin saber por qué.

Necesitaban dar con el paradero de Jerry Tyson. Pero hasta ahora no habían encontrado ni una huella ni un mísero rastro de ADN que lo situara en el escenario del crimen o al menos, cerca de la víctima en sus últimos días.

Beckett y Castle estaban apoyados los dos en el escritorio de la primera, mirando de frente a la pizarra, concentrados intentando encontrar algo de lo que tirar para encontrar a Tyson.

“Nieman tiene que estar más que involucrada. Son demasiadas coincidencias y demasiadas similitudes con el anterior caso del 3XA como para que no esté ella también en el ajo”. Dijo Castle con seriedad.

“Sí, estoy de acuerdo. Pero, ¿cómo la relacionamos?”. Preguntó Beckett que llevaba varios minutos dándole vueltas a esa idea.

Castle suspiró pasándose la mano por el pelo. Era ya media tarde y no habían conseguido aclarar mucho. “Podríamos…” Intentó pensar en algo que les ayudase a aclarar aquella especie de laberinto en la que parecía que se estaban metiendo. Beckett le miró esperando que se le ocurriera algo. “Podríamos seguir los pasos que ha estado dando Kelly Nieman hasta ahora mismo. Los últimos 3 meses. Desde que empezara a ir nuestra víctima a su consulta”.

“Buena idea”. Se levantó como un resorte según terminó de escuchar la propuesta del escritor. “Si podemos hacerlo con una víctima, también deberíamos de poder hacerlo con alguien vivo”. Se sentó en su silla dipuesta a telefonear a Ryan y Espo para que se pusieran con aquello de inmediato. “A lo mejor ahí encontramos la relación de Nieman con Tyson”.

Avisó a los detectives que habían vuelto a la casa de la víctima para ver si se les había pasado algo por alto y ella misma empezó a buscar en el ordenador los últimos rastros que la doctora hubiera podido dejar en los últimos meses.

“¿Por qué no mandas a una patrulla que vigile de cerca a la doctora?”. Preguntó el escritor tras unos minutos en los que estuvo callando observando cómo Kate no paraba de teclear e intentar reunir la mayor cantidad de información posible.

Beckett le miró tras terminar de copiar. “¿Ponerle vigilancia?”.

“Sí. Si está relacionada con el caso y con Tyson, se reunirán en algún lado, ¿no?”. La miró y vio cómo ella sopesaba la idea.

“Tienes razón. Voy a intentarlo”. Cogió el teléfono nuevamente para hacer las llamadas pertinentes. Colgó después de conseguirlo. “He mandado a una patrulla a que vaya a su oficina. Supuestamente su horario termina en una hora. Tendrá que salir por algún lado”. Le sonrió a Castle por su gran idea.

“Bien. Entonces sólo tenemos que esperar”.

Kate asintió y continuó buscando información.

Ryan y Espo llegaron y se sentaron en sus escritorios para ayudar a Beckett. Castle, mientras tanto intentaba dar con la manera de encontrar a Tyson. Habían intentando buscarlo, tanto en su casa como en un supuesto trabajo que había tenido hacía meses, pero parecía que la tierra se lo hubiera tragado.

Casi dos horas después, el móvil de Beckett sonaba mientras ella había ido al baño y Castle estaba sentado en su sitio buscando ahora él la información. Kate llegó del baño al segundo tono del móvil y vio a Castle con él en la mano sin haber cogido todavía la llamada.

“Dame. Ya cojo yo”. Le dijo ella cogiéndole el móvil apoyando una mano sobre el hombro de él. “Beckett”. Respondió la llamada y escuchó atentamente lo que la persona al otro lado de la línea le estaba contando. “Perfecto. Vamos para allí ahora mismo. Gracias”. Colgó la llamada, escribiró una dirección en un papel y cogió su chaqueta colocándosela lo más rápido que podía.

“¿Dónde vamos?”. Preguntó Castle imitándola y encaminándose los dos hacia el ascensor.

Beckett le dio el papel con la dirección. “Nieman ha ido allí nada más salir de trabajar. Han visto otro coche. Concuerda con el que vieron los testigos cerca de la escena del crimen a la hora del asesinato.

Montaron en el ascensor, bajaron al parking, entraron en el coche y tras abrohcarse los cinturones, arrancaron con rapidez y condujo la inspectora rápidamente hasta llegar a la zona.

Castle había ido callado todo el rato, pensando algo. Kate aparcó el coche fácilmente, pues en aquella zona no había mucho tránsito. Parecían edificios antiguos, probablemente medio-abandonados en la actualidad.

Se soltaron los cinturones y Beckett miró a Castle extrañada porque no hubiera hecho ningún comentario en todo el trayecto. “¿Qué estás pensando?”. Lo conocía demasiado bien.

“¿No te parece todo esto demasiado sencillo?”. Preguntó mirando hacia fuera donde la oscuridad empezaba a ser palpable.

“¿Sencillo?”. Preguntó ella.

“Sí. No nos ha costado nada dar con Nieman y al parecer, tampoco con Tyson”. Miró a Beckett, son la seriedad palpable en el rostro. “Me parece demasiado raro que con sólo ponerle vigilancia a ella hayamos dado con el lugar en el que se reúnen y justo cuando se están reuniendo”.

“¿Entonces?. ¿No son ellos?”. Preguntó frunciendo el ceño y echando un vistazo afuera.

“No lo sé. Pero de lo que sí estoy casi seguro es de que esto es una trampa”. Dijo Castle bajándose del coche.

“¡Eh! ¡Espera, Castle!”. Se bajó ella rápidamente para ponerse delante de él e impedirle que avanzara más. “¿Dónde vas?”. Agarró su brazo con firmeza pero sin apretar mucho. “Si es una trampa como tú dices, no puedes entrar ahí. Puede que vayan a por ti”.

“O a por ti”. Repuso él mirándola a los ojos.

“No lo creo. El cuerpo que encontramos era clavadito a ti”. Le recordó intentando convencerle de que no entrara.

“¿Y pretendes que me quede aquí de brazos cruzados mientras entras tú sola ahí?”. Preguntó con cierta ironía.

Beckett apretó los labios y se giró a mirar a la patrulla que seguía fuera esperando órdenes. “Escucha. Hay cuatro hombres más. Dos se quedan contigo y dos se vienen conmigo adentro”. Bajó la mano por su brazo hasta coger la mano de él y apretársela con cariño.

“Pero…”. Intentó protestar pero ella le interrumpió.

“Pero nada. Tú te quedas con ellos aquí fuera por si veis algo más o si viene alguien más poder avisarnos. Y yo entro con dos de ellos. Así ninguno se queda sólo”. Ordenó con seriedad pero sin soltar la mano de él.

“Está bien”. Accedió él. “Pero ponte el chaleco y no hagas ninguna tontería ahí dentro. Por favor…”. Suplicó él con miedo a que algo le pasara.

Beckett abrió el maletero sacando su chaleco antibalas y colocándoselo con la ayuda de él. Se acercaron a la patrulla y la inspectora pidió que dos la acompañaran dentro y otros dos se quedaran con el escritor.

Pero, lo que ella no sabía era que Castle no se iba a quedar fuera así como así. Pretendía acompañarla sin que se diera cuenta. Sabía de lo que era capaz Tyson y si aquello era una trampa, como mínimo, tendrían que estar juntos.



Lo dicho, intentaré pasarme otra vez antes de irme a Barcelona a disfrutar de la final de Copa, pero no puedo prometerlo.
Tenedme un poquito de paciencia.. jajaja
¿Qué tal vais viendo la cosa?.

Me gusta cómo va la cosa!!!! Espero que no les pase nada grave ahí dentro!!!! Perfecto, increíble, me encanta cómo escribes!!! Gracias por continuar un poco más!!!! Disfruta de tu viaje!!!!

¡Buenos días!
Me paso rápidamente por aquí para dejaros el siguiente capítulo antes de irme de viaje.
Espero que os guste!
Si no es antes, el lunes estoy de vuelta!
GRACIAS por todos vuestros comentarios y pasad un buen fin de semana.
Chaao!!



Habían recorrido de arriba abajo casi todo aquel edificio en el que supuestamente habían entrado la doctora y el triple asesino. Castle seguía de cerca los pasos de Beckett y los dos hombres que la acompañaban y acataban sus órdenes sin rechistar. Los tres entraron en la última sala que quedaba por registrar. Castle se quedó en la puerta muy pendiente de cada movimiento y cada ruido que escuchaba, bien de fuera o bien de dentro.

Beckett avanzó alumbrando con la linterna cada esquina de aquella habitación. Cerca de la pared distinguió lo que parecía el cuerpo de una mujer tirado en el suelo. Se fue acercando poco a poco. Podría ser una trampa. La chica estaba bocabajo por lo que no le podía ver la cara. Cuando estaba a un escaso metro de ese cuerpo, escuchó la voz del escritor llamarla. Pero… ¿Dónde demonios estaba Castle?. ¿Había sido tan cabezota de seguirles?. Se giró sobre sí misma con agilidad, indicó a los hombres que comprobaran si la mujer estaba bien y salió corriendo de aquella habitación hacia el pasillo por el que había llegado hasta allí. Vio un par de sombras correr por el final del pasillo y pudo distinguir que la última era Castle.

Echó a correr con todas sus fuerzas. ¿A quién estaba persiguiendo el escritor?. Su corazón latía a mil por hora. Pero no sólo por el esfuerzo de correr e intentar alcanzar a aquellas dos sombras, sino por el miedo que se estaba empezando a instalar en ella al pensar que su futuro marido podría correr peligro.

“¡Castle!”. Gritó ella cuando llegó a una intersección y no supo adivinar qué camino había cogido él.

“Por aquí”. Gritó el escritor a lo lejos suponiendo lo que le pasaba a la inspectora.

Beckett reanudó la marcha lo más rápido que podía. Pensó que jamás había corrido tan rápido con los tacones y deseo poder ser lo suficientemente rápida como para alcanzarle a él. Mientras corría, pudo divisar cómo el cuerpo de Castle se abalanzaba sobre otro cayendo los dos al suelo en una especie de pelea. Aquello le dio el tiempo suficiente para alcanzarlos y alumbrar para ver de quién se trataba.

Castle tenía sujeto el cuerpo de la doctora Kelly Nieman con fuerza en el suelo. Ella se arrodilló sobre el cuerpo para agarrarla y esposarla con la ayuda de Castle.

“¿Estás bien?”. Le preguntó a él cuando hubo esposado a aquella mujer.

“Sí, tranquila”. Se miraron intensamente en la oscuridad. Apenas podían distinguirse, pero les bastaba con sentir al otro cerca.

“¿¡Quieren soltarme!?”. Gritó Nieman desde el suelo esposada. "¡Yo no he hecho nada!".

“Usted se viene a comisaría con nosotros”. La levantó Beckett del suelo y pudo comprobar que la doctora estaba intentando deshacerse de unos guantes que aún llevaba puestos cuando la había esposado. “¡Esté quieta!”. Ordenó colocándose ella sus guantes y cogiendo los de Kelly Nieman para guardarlos en una de esas bolsas de pruebas.

“¡Inspectora Beckett!”. Escucharon que llamaban desde un pasillo cercano. “¡Tiene que venir a ver esto!”. Avisaron los compañeros.

“¡Voy!”. Alzó la voz para que ellos le escucharan.

Agarró a Nieman levantando a la doctora con ella y sujetándola fuerte para que no se escapara. Castle se levantó también sacudiéndose el polvo que se había pegado a su ropa tras lanzarse al suelo a por Nieman.

La doctora intentó forcejear en un par de ocasiones mientras caminaban hasta donde habían dejado al resto de policías, pero Beckett era más fuerte.

Se encontraron a dos hombres del cuerpo en la entrada de la sala donde aún seguía tumbado el cuerpo de aquella mujer. Beckett les entregó a Kelly Nieman y les pidió que tres de los cuatro hombres que allí se encontraban la llevaran a comisaría. Los policías obedecieron de inmediato desapareciendo de allí con la doctora.

Beckett entró en la habitación para acercarse al hombre que se había quedado, que estaba levantándose de haber estado arrodillado frente al cuerpo.

“¿Qué tenemos Ochoa?”. Preguntó.

“Cuando llegamos ya estaba muerta”. Informó él sin atreverse a mirar a Beckett.

Kate se agachó para observar más de cerca el cadáver y lo que descubrió la dejo casi tan pálida como la mujer que yacía en el suelo. Empezó a respirar con dificultad. Se incorporó de nuevo como pudo pero sintió que le faltaba el aire y que sus piernas no la sujetaban.

Castle, que en ese momento estaba entrando en la habitación, la vio tambalearse, y asustado y preocupado se apresuró en acercarse a ella y la sujetó como pudo por debajo de los brazos. “Kate…”. Murmuró preocupado. “¿Estás bien?”.

Beckett se agarró a la pared contigua intentando no apoyarse más en el escritor y no preocuparlo. “S… sí…”.

Castle continuó sujetándola pese a que ella pretendía soltarse de sus brazos. “¿Qué ha pasado?”. Preguntó preocupado. La miró y vio que sus ojos no se despegaban del cuerpo sin vida. Entonces, él dirigió la mirada allí y se quedó de piedra, con la boca abierta y un nudo en la garganta.

“¡Joder!”. Exclamó sujetando más fuerte a Kate. Necesitaba sentir que estaba bien después de haber visto aquello. “Ven, vamos fuera. Deja que Ochoa llame a los técnicos”. La abrazó de la cintura pegándola a él. Beckett se dejó, aferrándose a su cuerpo. Salieron fuera y ambos respiraron hondo a la vez.

“Es… es como yo”. Exclamó la inspectora aún aturdida, asustada y asombrada por lo que acababa de ver ahí dentro.

“No…”. Murmuró el escritor abrazándola con fuerza y acariciando su espalda para intentar reconfortarla. “Tú eres mucho más bonita que ella…”. Susurró en su pelo besando su cabeza repetidas veces.

Kate se abrazó fuerte a Rick y sin querer, empezó a llorar silenciosamente. Llevaban un día demasiado angustioso y parecía que iba a acabar mucho peor todavía.

Pasaron unos minutos hasta que ella se tranquilizó y pudo hablar mientras se secaba las lágrimas. “¿Por qué… hacen esto? ¿Por qué los convierten en nosotros y después… acaban con ellos?”. Preguntó aún con el susto y el miedo metidos en el cuerpo.

“No lo sé cariño…”. La abrazó triste por verla así y por la situación a la que les estaba llevando el Triple Asesino. “Pero te prometo que lo averiguaremos”. Besó su cabeza. “De momento, ya tenemos a Nieman”. La animó y le sonrió un poco.

Ella le devolvió la sonrisa aunque de forma menos notable. Juntos fueron hasta el coche de Kate donde se sentaron a esperar a que llegara el equipo forense. Se sentaron en los asientos traseros. Rick apoyó la espalda contra la puerta trasera izquierda y obligó a Kate a que reposara sobre él y descansara un poco intentando olvidar lo que acababan de ver ahí dentro. Aunque, ninguno podría hacerlo.



¿Habrá trampa allí? ¿Qué más encontrarán Castle y Beckett?
Hasta el lunes como tarde!

Qué intrigante!!!!! Me encanta, increíble, perfecto, impresionante!!!!! Adoro cómo escribes!!!! Lo dicho, disfruta de tu viaje!!!!

Guau me ha encantado el capi, espero que encuentre pruebas suficientes contra Nieman para que no pueda salir en mucho tiempo y espero que encuentren pronto al 3XA.
Me ha encantado
Pasatelo muy bien en la final de la copa

Que nervios, espero que acaben de una vez por todas con esos dos, aunque pienso que son los mejores villanos que existen jajajajaj
Pastelo muy bien en la final

¡Buenos mediodías!
Gracias por vuestras palabras mientras estuve fuera! Me alegra saber que os está gustando la trama, a pesar de tener algo de drama y misterio... jajajaa
Sigamos un poquito.



Un rato después, les llamaron desde comisaría para informar de que Kelly Nieman había llegado y estaba en un calabozo a la espera de que ellos volvieran para interrogarla. Cuando Beckett colgó la llamada, vio a Lannie que acababa de llegar y se acercó rápidamente hasta el escritor y la inspectora. Estaban apoyados en el coche, uno junto al otro.

“¡Kate!”. Lannie se acercó con prisas hasta ella.

“Hola Lannie”. Saludó la inspectora con una pequeña sonrisa.

“¿Cómo estáis?”. Preguntóo la forense mirándolos a los dos.

“Bien, bien. Estamos bien”. Respondió Kate tras echar un vistazo rápido al escritor.

“Vale”. Dijo no muy convencida pero tampoco sin atreverse a presionar a su amiga. “¿Dónde está el cuerpo?”. Preguntó enseñándoles el maletín que llevaba para poder proceder a inspeccionarlo.

“Dentro. Te acompañamos”.

Los tres entraron al edificio donde habían encontrado a esa mujer que se parecía tanto a Kate Beckett. La cara de Lannie al ver a la muchacha fue muy parecida a la de Castle y Beckett cuando descubrieron el cuerpo.

“Joder…”. Murmuró agachándose para empezar a examinarlo. “Es acojonante…”. Dijo mientras se colocaba los guantes.

“Sí…”. Dijo Castle que no podía despegar la vista del cuerpo de aquella mujer.

Beckett, por su lado, estaba allí pero no miraba el cuerpo. No podía. Simplemente, era superior a ella. Y si no quería volver a derrumbarse, no podía permitirse volver a verse allí tumbada, muerta.

Tras unos minutos de silencio en los que Lannie procedió a examinar a la víctima, la forense habló para informarles de lo que hasta ahora había averiguado. “Parece que murió asfixiada también. Las marcas del cuello son iguales que las de las otra víctimas y también parece haber sido operada”.

“¿Cuándo murió?”. Preguntó Rick sujetando a Kate por la cintura pegada a él. No era normal verlos así en el trabajo. Pero aquella situación no era usual y los dos se lo permitían.

“Aún está caliente…”. Dijo Lannie alzando la cabeza para mirar con cierta tristeza al escritor. “Me atrevería a decir que no hace más de 3 horas que está muerta”.

“O sea que acababan de matarla cuando nosotros llegamos”. Calculó Beckett mirando a su compañera, quien asintió. “Cuando te la lleves al depósito y tengas algo más, avísame”.

“¿Dónde vais ahora?”. Preguntó su amiga levantándose de al lado del cuerpo.

“A comisaría”. Informó Kate. “Tengo que interrogar a la doctora y sacarle todo lo que pueda y más”. Dijo con cierta rabia apretando los puños.

De repente, la puerta se cerró de golpe y se escuchó cómo los encerraban en aquella habitación. Los tres se miraron asustados, sin entender qué estaba pasando.

Beckett y Castle corrieron a la puerta e intentaron abrirla, en vano. La golpearon en repetidas ocasiones intentando hacerse oír pero no lograron nada.

“¿Qué está pasando?”. Preguntó Lannie acercándose a ellos. “¿Nos han encerrado?”. Preguntó con cara de pánico.

“Eso parece”. Dijo Castle mirando a Beckett.

La inspectora iba a decir algo pero se vio interrumpida por una voz que sonaba de algún altavoz colocado en aquella habitación.

“Bueno, bueno, mira a quiénes tenemos por aquí”. Una carcajada sonó tras aquella frase.

Castle abrió la boca y un escalofrío lo recorrió de arriba abajo.

“Yo sólo pretendía encerraros a vosotros dos, pero me parece que no os vendrá mal un poco de compañía, además de la muerta”.

“¿¡Tyson!?”. Exclamó entre sorprendida y horrorizada Beckett.

“El mismo”. Rió nuevamente.

Lannie, Beckett y Castle se miraron asustados.

“Estamos rodeados de policías”. Dijo Kate intentando encontrar de dónde provenía la voz y para ello se recorrió toda la habitación dos veces, dando vueltas. “Se darán cuenta de que faltamos y vendrán a sacarnos de aquí. Y después, iremos a por ti”. Siguió buscando los altavoces.

“Allí”. Señaló Castle en el techo un par de altavoces no muy grandes.

Beckett elevó la vista hasta dar con ellos. Estaban demasiado altos. No llegaba a alcanzarlos.

“Nadie os encontrará. Ya me he encargado de cargarme a los polis que teníais fuera”. Informó el Triple Asesino.

“¿Por qué haces esto Jerry?”. Preguntó el escritro que hasta ahora se había mantenido en silencio.

“¿Y por qué no?”. Le devolvió la pregunta.

“Bueno… sé que lees mis libros así que ya sabrás que para mí, todo tiene un por qué, una historia que seguir. Y pienso averiguar la tuya”.

“Buena suerte con eso. Dudo que puedas hacerlo sin salir de estas cuatro paredes”.

Se escuchó un ruido. Una especie de click y ya no volvieron a escuchar la voz del asesino.

“¿Qué quiere de nosotros?”. Preguntó Beckett en voz alta lo que todos estaban pensando.

“No lo sé, pero tendremos que descubrirlo”. Dijo Castle sacando su teléfono móvil del bolsillo. Estiró el brazo sin apartar los ojos de la pantalla.

“¿Qué haces?”. Le preguntó Lannie.

“Intentar buscar cobertura”. Continuó con aquella tarea mientras se recorría cada rincón de la habitación.

“¿Y bien?”. Preguntó Kate impaciente.

“Nada. Ni media rallita”. Suspiró y se guardó el móvil aunque hubiera deseado lanzarlo por ahí.

“Joder. ¿Y ahora qué hacemos?”. Preguntó la forense que estaba menos acostumbrada que ellos dos a encontrarse en situaciones parecidas.

“Salir de aquí”. Dijo Kate acercándose a lo que parecían unas ventanas tapiadas.

“Pues como no tengas el poder de atravesar paredes, ya me dirás cómo vamos a hacerlo”. Dijo Lannie escépticamente.

“Lannie. Tranquilízate, por favor. Hemos estado en peores y hemos salido”. Informó Kate dedicándole una pequeña sonrisa. “Castle”. Lo llamó para que se acercara a ella. “Ayúdame a subir y ver si podemos soltar estas tablas de madera y salir por la ventana”.

“¿¡Estás loca!?”. Dijo Lannie que a cada minuto que pasaba estaba más nerviosa. “Yo no pienso saltar por la ventana”. Se cruzó de brazos.

“Pues ya lo haré yo y pediré ayuda”. Dijo Kate mientras elevaba una pierna y apoyaba el pie en la mano que Castle le tendía para impulsarse y subir sobre sus hombros.

Estuvo un par de minutos ahí subida, intentando dar con la forma de romper las maderas y liberar la ventana. “¿Veís algo para hacer palanca?”. Preguntó bajando la mirada hacia el suelo. Al hacer aquel gesto, se desequilibró un poco y estuvo a punto de caer si no fuera porque los gruesos brazos de Castle la sujetaron justo a tiempo ayudándola a saltar al suelo. “Gracias”. Agradeció con una pequeña sonrisa.

Rick se la devolvió y acto seguido los dos se pusieron a buscar algo sólido con lo que hacer palanca.



Vuelvo pronto!
Por cierto, estas dos semanas siguientes estoy de exámenes, y por lo tanto a lo mejor no me paso tan seguido, pero prometo intentar venir cada día!
GRACIAS por seguir ahí!
Espero que os siga gustando!

Espero que consigan salir de ahí antes de que sea tarde!!!!! Me encanta, perfecto como siempre!!!!! Espero que hayas tenido un buen viaje!!!! Sigue cuando puedaas!!!

Sigueee
Tu equipo ganó??

pero voy a matar a jerry Tyson

me hiedo los dos ultimo capitulo y me han encantado escribes muy bien espero no tener que esperar mucho para leer nuevo capitulo

¡Buenas!
Gracias por vuestras palabras, por haber esperado a que volviera y por seguir leyendo!!
Vengo con otro trocito.. jajaja
Por cierto, writerdetective47, mi equipo perdió, pero yo lo disfruté a tope!



“Lannie, ¿no tienes nada en el maletín que nos sirva?”. Preguntó el escritor tras un rato buscando.

“Espera”. Se agachó rápidamente a su maletín y sacó varios bisturís y herramientas de las que Castle y Beckett no tenían ni idea de para qué servían. “Probad con esto”. Les ofreció los bisturís y una barra metálica parecida a un cuchillo pero sin el filo.

Castle cogió aquellas herramientas y volvió a ayudar a que Beckett se subiera sobre sus hombros. Cuando estuvo arriba le dio las herramientas y la inspectora se pasó un buen rato intentando hacer alguna muesca o agujero del que poder tirar y arrancar las tablas de madera.

“Creo que ya está casi, Con un poco más podré tirar y probablemente arrancar las maderas”. Informó a sus compañeros y volvió a concentrarse en esa tarea. Cuando acabó pasó las herramientas a Castle y éste se las dio a Lannie para que las dejara en el suelo.

En el momento en el que Beckett iba a tirar fuerte de las tablas de madera, escucharon cómo se volvían a conectar los altavoces y se oía una respiración. Kate se bajó de los hombros de Rick para intentar disimular. No sabían si sólo les podía oír o si también habría instalado alguna cámara de vídeo y los estuviera vigilando a cada momento.

“Espero que este rato que habéis tenido os haya dado tiempo para reflexionar un poquito sobre lo frágiles que pueden ser vuestras vidas. Parece irónico que ustedes, señor Castle y señorita Beckett, se hayan despertado esta mañana abrazados, cariñosos… y ahora puedan estar a punto de perder a la persona que más quieren, para siempre”. La voz de Tyson sonaba contundente, seria, segura de sí misma.

Tanto Rick como Kate temblaron ligeramente ante sus palabras. Se miraron con miedo pero a la vez intentando disimularlo y mantener la cabeza fría para pensar correctamente.

“¿Qué quieres de nosotros?”. Preguntó Beckett apretando los puños para contenerse.

“Jugar, nada más. No tenéis nada que temer. Si seguís mis indicaciones sin hacer ninguna tontería, no sufriréis”. Informó de nuevo la voz del Triple Asesino, retumbando en toda la estancia.

“¿Qué te gusta más Tyson? ¿Saber que nos tienes a tu merced o todo lo que te ha costado preparar esto?”. Preguntó el escritor. “Creo que ya sé por qué haces todo esto. Por qué esa obsesión por las mujeres rubias”. Soltó Castle dando un par de pasos por la sala.

“¡Já!”. Rió con ironía Jerry. “Se cree muy listo, pero no lo es tanto. No es más que un escritorzuelo al que le costó… ¿cuánto? ¿cuatro años? Confesarle su amor a la inspectora…”. Beckett y Castle se miraron frunciendo el ceño. “Y ahora, hoy, se van a dar cuenta de todo el tiempo que han perdido por no haberse sincerado antes”. Hizo un parón de un par de segundos y después continuó. “Al menos usted, señor Castle, tiene una hija. Al fin y al cabo no ha desaprovechado tanto su vida. En cambio… Inspectora… Usted sí que lo ha hecho. Aunque… esa chiquilla… ¿cómo se llamaba?”. Paró para pensar. “Ah, sí, Alyson… Muy guapa. Y cuidáis de ella como si fuera vuestra… Pero no lo es. Y… Richard Castle, le recuerdo, como usted dijo… que es rubia…”. Se carcajeó fuertemente ante las miradas de rabia e impotencia de la pareja.

“¡Como le toques un pelo a Alyson te las tendrás que ver conmigo, Tyson!”. Exclamó furioso Castle. “Y te recordaré las mismas palabras que te dijo tu madre antes de morir. Que no valías para nada, que eras un despojo humano…”. Soltó casi escupiendo por la rabia que sentía.

Beckett se acercó a él y le agarró de la mano firmemente. “Rick, basta. Es lo que quiere, que te enfurezcas, que pierdas los papeles”. Apretó su mano ligeramente.

“Haga caso a su prometida y ni se le ocurra volver a mencionar a mi madre”. Cortó la comunicación dejándolos en silencio.

“Castle”. Dijo Lannie llamando la atención del escritor. “¿Cómo sabes lo de su madre?”. Preguntó curiosa e intentando mantener la calma.

“Me he acordado de que la primera vez que nos encontramos con él y estudiamos a fondo su caso, leí que su madre había sido víctima de violencia de género y que murió a mano del padre de Jerry. Hasta ahora no me había dado cuenta, pero su madre fue asfixiada. Y era rubia y muy guapa”. Informó mirando a Beckett y a Lannie. “Cuando pensábamos que estaba en peligro y que teníamos que protegerlo sin saber todavía que él era el Triple Asesino, nos habló un poco de su infancia y mencionó que había estado distanciado de su madre porque le decía esas cosas por no defenderla de su padre. Cuando supe más tarde que él era el verdadero 3XA, supuse que se había inventado aquella historia para empatizar con Ryan y conmigo. Pero…”. Paró un momento sin dejar de mirar a Kate y a Lannie. “¿Y si era verdad aquella historia y ese suceso de su infancia es lo que le está llevando a matar y ahora a querer jugar con nosotros como lo hacía su padre con su madre?”.

“Tiene sentido…”. Dijo Kate tras un rato en el que estuvo pensando sobre las palabras de Castle.

“Pero eso no nos ayuda a salir de aquí”. Comentó Lannie acercándose a las ventanas tapiadas. “¿Crees que podrás continuar y librar las ventanas?”. Le preguntó a Beckett.

“Creo que sí”. Se levantó del suelo donde se había sentado. “Castle, ¿me ayudas?”. Preguntó acercándose los dos a las ventanas.

Volvió a subirse ella sobre él para llegar mejor a las ventanas y empezó a arrancar como podía cachos de las tablas de madera. Consiguió hacer un agujero suficiente para salir como pudieran. El único problema era que la ventana era mucho más pequeña de lo que había supuesto en un principio y ella era la única que cabía por ahí.

“Creo que ya lo tengo”. Asomó la cabeza para ver cuánta altura había y comprobó que de un pequeño salto se podía llegar perfectamente al suelo. Volvió a meter la cabeza y se bajó de encima de Castle. “No hay mucha altura. En un salto está hecho”. Se abrochó mejor los zapatos de tacón que llevaba y se hizo una coleta rápida.

“¿Qué haces?”. Preguntó Castle.

“Prepararme para saltar e ir a por refuerzos”. Sacó su segunda pistola y se la dio a Castle. “Confío en ti”.

Él la cogió dubitativo y se la guardó en la cinturilla del pantalón.

“Ten cuidado”. Dijeron Lannie y Rick a la vez a Kate que se volvía a subir sobre Castle para salir por la ventana.

Justo cuando estaba asomando la cabeza para salir, se escuchó una voz como de una máquina. “Queda una hora”.



La cosa se va poniendo interesante...
Espero estar a la altura con el caso Tyson... No se me suele dar muy bien crear escenas peligrosas ni de acción.. jajaja Pero lo intentaré!
Hasta la próxima.
Gracias por seguir pendientes de esta pequeña historia!

Hola vaya con el capítulo, pues para que no se te den muy bien las escenas peligrosas las haces muy reales, sigueee y como siempre me encanta como escribes

Una hora?! Que miedito!! Espero que Beckett sea lo suficientemente rapida para llamar a los refuerzos y sacar a Castle y Lanie de ahi antes que Tyson. Yo pienso que se tadan bastante bien las escenas de acción
Sigueee
PD: Me alegro de q te lo pasaras bien aunq tu equipo no ganara