Mr. Brightside (Terminado)
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Castle
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Re: Mr. Brightside (Terminado)
En una sala llena de material de pesca obsoleto la bañera de patas desentonaba, y la luz débil de la lámpara sobrevolaba dicha bañera dando a entender lo que había dentro.
En la bañera rebosaba el agua y goteaba al suelo desde todas partes. Eso no hubiera sido llamativo, si el color y la textura de lo que rebosaba no fuera más parecida a la sangre que al agua.
Cuando los técnicos y la forense llegaron Ryan y Esposito caminaban de un lado al otro intentando que todas las pruebas se mantuvieran intactas. Mientras que Beckett se mantenía a una distancia prudencial de la bañera, esperando que sacaran lo que hay dentro.
Lanie ya la había avisado, había material quirúrgico en una mesa auxiliar cercana, que también estaban llenos de sangre. Así que los presagios de Lanie se hicieron realidad. Y Beckett no podía apartar la vista, aunque sabía que aquello le daría nauseas.
De dentro de la bañera sacaron el cuerpo de una mujer, aunque eso era suponer mucho.
Cerró los ojos y tomó aire, y deseó que aquel tipo se desvaneciera como si nada.
Antes de entrar en la zona de Lanie, se tomó un segundo. Sentía una extraña sensación en el estomago. Castle decía que era su instinto arácnido avisando de que las cosas iban a complicarse, y ella, en circunstancias normales se echaba a reír. Pero en ese instante temió que fuera verdad y que todo empeorara.
La puerta por donde ella acababa de entrar se volvió a abrir, y vio los ojos del agente Casey más tristes de lo que jamás hubiera podido imaginar. Él le hizo un gesto con la cabeza para entrar con ella, y ella solo se dispuso a caminar delante.
Cruzaron las puertas metálicas y Lanie fingió que no había podido leer sus caras:
- Buenas noches.
Y sin más los llevó hasta la mesa. Allí había una mujer de cabello oscuro tumbada. Ya había sido lavada y ya se le había practicado la autopsia, y Lanie se había molestado en intentar ocultar que le faltaba un globo ocular:
- Lo único agradable que puedo decirlos es que la mutilaron post mortem. A parte de eso, el dedo que había en la novela de la ultima vez concuerda con el suyo.
- ¿Cuánto tiempo lleva muerta? – Casey tragó saliva con dificultad.
- Es difícil de decir, al estar sumergida tanto tiempo.
- ¿Algo más? – Beckett notaba la boca seca.
- Sí – Y su gesto se volvió solemne.
- Por lo menos ya sabemos donde está Anne Vernati – Suspiró el agente del FBI.
- No, os equivocáis – Lanie se volvió a girar – Esta no es la señorita Vernati, se trata de Anna Jensen, lo sabemos por la dentadura. Esposito me dijo que cuando supiera más hablaría contigo.
- ¿Tenía alguna pista más? – Lanie sabía perfectamente a que se refería.
De entre los papeles que tenía en la mano sacó una bolsa de pruebas con un papel dentro:
- Tenía esto en la mano – Se lo dio a Casey – Hemos tenido que procesarlo varias veces y esto es lo mejor que ha quedado.
- “Para la autentica Nikki Heat con gratitud” – Casey frunció el ceño – No lo entiendo, normalmente hay una dirección o un…
Entonces se dio cuenta, miró a Beckett y la expresión de esta, y como Lanie se había puesto a su lado y le apretaba la mano con fuerza.
En la bañera rebosaba el agua y goteaba al suelo desde todas partes. Eso no hubiera sido llamativo, si el color y la textura de lo que rebosaba no fuera más parecida a la sangre que al agua.
Cuando los técnicos y la forense llegaron Ryan y Esposito caminaban de un lado al otro intentando que todas las pruebas se mantuvieran intactas. Mientras que Beckett se mantenía a una distancia prudencial de la bañera, esperando que sacaran lo que hay dentro.
Lanie ya la había avisado, había material quirúrgico en una mesa auxiliar cercana, que también estaban llenos de sangre. Así que los presagios de Lanie se hicieron realidad. Y Beckett no podía apartar la vista, aunque sabía que aquello le daría nauseas.
De dentro de la bañera sacaron el cuerpo de una mujer, aunque eso era suponer mucho.
Cerró los ojos y tomó aire, y deseó que aquel tipo se desvaneciera como si nada.
* * *
Antes de entrar en la zona de Lanie, se tomó un segundo. Sentía una extraña sensación en el estomago. Castle decía que era su instinto arácnido avisando de que las cosas iban a complicarse, y ella, en circunstancias normales se echaba a reír. Pero en ese instante temió que fuera verdad y que todo empeorara.
La puerta por donde ella acababa de entrar se volvió a abrir, y vio los ojos del agente Casey más tristes de lo que jamás hubiera podido imaginar. Él le hizo un gesto con la cabeza para entrar con ella, y ella solo se dispuso a caminar delante.
Cruzaron las puertas metálicas y Lanie fingió que no había podido leer sus caras:
- Buenas noches.
Y sin más los llevó hasta la mesa. Allí había una mujer de cabello oscuro tumbada. Ya había sido lavada y ya se le había practicado la autopsia, y Lanie se había molestado en intentar ocultar que le faltaba un globo ocular:
- Lo único agradable que puedo decirlos es que la mutilaron post mortem. A parte de eso, el dedo que había en la novela de la ultima vez concuerda con el suyo.
- ¿Cuánto tiempo lleva muerta? – Casey tragó saliva con dificultad.
- Es difícil de decir, al estar sumergida tanto tiempo.
- ¿Algo más? – Beckett notaba la boca seca.
- Sí – Y su gesto se volvió solemne.
- Por lo menos ya sabemos donde está Anne Vernati – Suspiró el agente del FBI.
- No, os equivocáis – Lanie se volvió a girar – Esta no es la señorita Vernati, se trata de Anna Jensen, lo sabemos por la dentadura. Esposito me dijo que cuando supiera más hablaría contigo.
- ¿Tenía alguna pista más? – Lanie sabía perfectamente a que se refería.
De entre los papeles que tenía en la mano sacó una bolsa de pruebas con un papel dentro:
- Tenía esto en la mano – Se lo dio a Casey – Hemos tenido que procesarlo varias veces y esto es lo mejor que ha quedado.
- “Para la autentica Nikki Heat con gratitud” – Casey frunció el ceño – No lo entiendo, normalmente hay una dirección o un…
Entonces se dio cuenta, miró a Beckett y la expresión de esta, y como Lanie se había puesto a su lado y le apretaba la mano con fuerza.
* * *
Castle- Policia de homicidios
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Re: Mr. Brightside (Terminado)
Pobre beckett....sigue prontoo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Mr. Brightside (Terminado)
:O Me gustaaa!
GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
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Re: Mr. Brightside (Terminado)
Beckett estaba prácticamente desecha, recostada encima de su escritorio, llevaba días sin dormir, y el café había dejado de tener efecto. Esposito repasaba papeleo de pie enfrente de la pizarra, dando un paseo alterado. Casey se mantenía ensimismado enfrente de la pizarra con gesto absorto, como si por su cabeza pasara la misma película una y otra vez. Ryan se mantenía inquieto a su manera. Lanie hacía horas extra, igual que todos. Y una vez más ella solo se podía preguntar si él estaría a salvo.
Sabía que estaba bajo vigilancia, que James Casey no faltaría a su palabra, pero aún así no podía dejar de pensar que quizás nunca sería capaz de evitar que él sufriera, de una manera o de otra. Y aunque normalmente quería mantenerse alejada para que no le volviera a romper el corazón, ahora sabía que era por su seguridad.
Esposito hizo crujir los huesos de su cuello, extrañando el calor de una cama:
- Anna Jensen, o Anne Vernati, era un testigo protegido – Todos prestaban atención – 5 años por el robo de un banco. Consiguió una reducción al delatar a su compañero Drake Kidman que fue quien mató al director del banco. Entró en el programa de testigos protegidos al declarar contra él.
- Eso es mucho rencor acumulado – Ryan mordía la tapa de su boli.
- De todas maneras no hay nada que rascar por ahí, Kidman murió en una pelea en el patio hace varios años.
- ¿Tenía mujer, hijos? – Casey seguía frotándose la barbilla.
- Un hermano – Buscó en sus notas – Que vive en Europa.
- ¿Lo has comprobado?
- No hay pruebas de que haya entrado en el país en los últimos 8 años – Esposito se ofendió ante la pregunta, aquella también era su compañera, su amigo, y su guerra.
- ¿Algo más? – Casey no hablaba con maldad simplemente tenía algo personal con el asesino y Beckett lo vio cuando le observó leyendo aquella carta ensangrentada en el despacho.
- Lanie asegura que el trabajo hecho en el cadáver de Anna es profesional, igual que en el resto de cuerpos, Jensen-Vernati, murió ahogada en el agua de la bañera.
- ¿De que trabajaba el hermano de Kidman? – Casey entornó los ojos.
- Los hermanos se quedaron huérfanos muy pronto y con el poco dinero que les dejaron sus padres enviaron al hermano menor, Jeremy, a estudiar a Europa. Drake le enviada dinero desde aquí, y con las becas el chico fue tirando – Esposito siguió mirando sus notas – Cuando salió el juicio volvió al país, y se quedó alojado en un hotel cercano a los juzgados durante los dos meses que duró el juicio.
- ¿El testimonio de Jensen fue fundamental para encarcelar a Kidman? – Esposito asintió y todos se relajaron.
- No encuentro que estudiaba Jeremy en Europa. Ni de que trabajaba.
- ¿Qué pasó después de que condenaran a perpetua a Kidman?
- Según esto Jeremy cogió un avión y volvió a su residencia de estudiantes.
- Y nunca volvió – Afirmó Casey dejando a Esposito pensativo.
- Según este informe si, nunca volvió.
El agente del FBI se puso de pie y camino hasta ponerse cerca del detective, mientras Beckett y Ryan se erguían en sus asientos:
- No creo que Jeremy tirará la toalla con su hermano. Era la única familia que le quedaba. Vamos a empezar a buscar por ahí – Respiró aliviado y soltó una rápida sonrisa – Buen trabajo detective – Le dio una palmada en la espalda a Esposito.
Los agentes regresaron a sus mesas y James Casey vio a Beckett somnolienta con unas ojeras marcadas y el gesto cansado y se sentó cerca de ella:
- Debería volver a casa e intentar dormir.
- No puedo – Sacudió la cabeza intentando despegarse.
- Mis hombres la cubrirán.
- No es eso, no quiero perder tiempo.
- No es de mucha utilidad si va caminando como un zombie por los pasillos – Ella intentó sonreír.
- Después me echaré un poco en el sofá de la sala de descanso.
- Bueno, algo es algo – Se incorporó y se alejó un paso.
- ¿Señor? – Él se giró - ¿Sería indiscreción si preguntará por la carta?
- Sería decepcionante que no lo hiciera, pensaba que Castle había avivado su vena curiosa.
Volvió a sentarse y tomó una gran bocanada de aire:
- Sebastian Mars fue de gran ayuda, era un tipo encantador, dispuesto a colaborar para mantener a su familia a salvo.
Estuve horas con él repasando cartas de sus admiradores. Realmente era un buen hombre que no se merecía lo que le estaba pasando, igual que la gente que está muriendo. Tenía unas ojeras muy parecidas a las suyas la ultima vez que le vi, de repente, en cuatro meses, había envejecido diez años. Hablamos de que si todo salía bien se dedicaría a cuentos infantiles, que se lo debía a su mujer y a sus hijos.
Aquel hombre serio, comprometido y profesional que apenas había sonreído se sentía realmente culpable:
- Le llevé en coche hasta el hotel donde lo estábamos alojando provisionalmente, tenía un coche con un par de hombres en la puerta. Bajó del coche y se despidió. No iba a rendirse, pelearía hasta el final. Habíamos quedado temprano para seguir con las cartas. Cuando lo volví a ver a la mañana siguiente ya no respiraba.
Ambos se tomaron un instante ella para asimilar la historia y él para recuperarse por el golpe seco de los recuerdos:
- Detective para él matar a Mars fue infinitamente más divertido al hacerlo en nuestra cara.
Sabía que estaba bajo vigilancia, que James Casey no faltaría a su palabra, pero aún así no podía dejar de pensar que quizás nunca sería capaz de evitar que él sufriera, de una manera o de otra. Y aunque normalmente quería mantenerse alejada para que no le volviera a romper el corazón, ahora sabía que era por su seguridad.
Esposito hizo crujir los huesos de su cuello, extrañando el calor de una cama:
- Anna Jensen, o Anne Vernati, era un testigo protegido – Todos prestaban atención – 5 años por el robo de un banco. Consiguió una reducción al delatar a su compañero Drake Kidman que fue quien mató al director del banco. Entró en el programa de testigos protegidos al declarar contra él.
- Eso es mucho rencor acumulado – Ryan mordía la tapa de su boli.
- De todas maneras no hay nada que rascar por ahí, Kidman murió en una pelea en el patio hace varios años.
- ¿Tenía mujer, hijos? – Casey seguía frotándose la barbilla.
- Un hermano – Buscó en sus notas – Que vive en Europa.
- ¿Lo has comprobado?
- No hay pruebas de que haya entrado en el país en los últimos 8 años – Esposito se ofendió ante la pregunta, aquella también era su compañera, su amigo, y su guerra.
- ¿Algo más? – Casey no hablaba con maldad simplemente tenía algo personal con el asesino y Beckett lo vio cuando le observó leyendo aquella carta ensangrentada en el despacho.
- Lanie asegura que el trabajo hecho en el cadáver de Anna es profesional, igual que en el resto de cuerpos, Jensen-Vernati, murió ahogada en el agua de la bañera.
- ¿De que trabajaba el hermano de Kidman? – Casey entornó los ojos.
- Los hermanos se quedaron huérfanos muy pronto y con el poco dinero que les dejaron sus padres enviaron al hermano menor, Jeremy, a estudiar a Europa. Drake le enviada dinero desde aquí, y con las becas el chico fue tirando – Esposito siguió mirando sus notas – Cuando salió el juicio volvió al país, y se quedó alojado en un hotel cercano a los juzgados durante los dos meses que duró el juicio.
- ¿El testimonio de Jensen fue fundamental para encarcelar a Kidman? – Esposito asintió y todos se relajaron.
- No encuentro que estudiaba Jeremy en Europa. Ni de que trabajaba.
- ¿Qué pasó después de que condenaran a perpetua a Kidman?
- Según esto Jeremy cogió un avión y volvió a su residencia de estudiantes.
- Y nunca volvió – Afirmó Casey dejando a Esposito pensativo.
- Según este informe si, nunca volvió.
El agente del FBI se puso de pie y camino hasta ponerse cerca del detective, mientras Beckett y Ryan se erguían en sus asientos:
- No creo que Jeremy tirará la toalla con su hermano. Era la única familia que le quedaba. Vamos a empezar a buscar por ahí – Respiró aliviado y soltó una rápida sonrisa – Buen trabajo detective – Le dio una palmada en la espalda a Esposito.
Los agentes regresaron a sus mesas y James Casey vio a Beckett somnolienta con unas ojeras marcadas y el gesto cansado y se sentó cerca de ella:
- Debería volver a casa e intentar dormir.
- No puedo – Sacudió la cabeza intentando despegarse.
- Mis hombres la cubrirán.
- No es eso, no quiero perder tiempo.
- No es de mucha utilidad si va caminando como un zombie por los pasillos – Ella intentó sonreír.
- Después me echaré un poco en el sofá de la sala de descanso.
- Bueno, algo es algo – Se incorporó y se alejó un paso.
- ¿Señor? – Él se giró - ¿Sería indiscreción si preguntará por la carta?
- Sería decepcionante que no lo hiciera, pensaba que Castle había avivado su vena curiosa.
Volvió a sentarse y tomó una gran bocanada de aire:
- Sebastian Mars fue de gran ayuda, era un tipo encantador, dispuesto a colaborar para mantener a su familia a salvo.
Estuve horas con él repasando cartas de sus admiradores. Realmente era un buen hombre que no se merecía lo que le estaba pasando, igual que la gente que está muriendo. Tenía unas ojeras muy parecidas a las suyas la ultima vez que le vi, de repente, en cuatro meses, había envejecido diez años. Hablamos de que si todo salía bien se dedicaría a cuentos infantiles, que se lo debía a su mujer y a sus hijos.
Aquel hombre serio, comprometido y profesional que apenas había sonreído se sentía realmente culpable:
- Le llevé en coche hasta el hotel donde lo estábamos alojando provisionalmente, tenía un coche con un par de hombres en la puerta. Bajó del coche y se despidió. No iba a rendirse, pelearía hasta el final. Habíamos quedado temprano para seguir con las cartas. Cuando lo volví a ver a la mañana siguiente ya no respiraba.
Ambos se tomaron un instante ella para asimilar la historia y él para recuperarse por el golpe seco de los recuerdos:
- Detective para él matar a Mars fue infinitamente más divertido al hacerlo en nuestra cara.
* * *
Última edición por Castle el Lun Nov 28, 2011 9:12 am, editado 1 vez
Castle- Policia de homicidios
- Mensajes : 618
Fecha de inscripción : 15/11/2010
Localización : Valencia
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Me gustaaa sigue prontoooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Mr. Brightside (Terminado)
:O ¡ADORO ESTE FIC!
GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
- Mensajes : 1195
Fecha de inscripción : 24/07/2011
Edad : 29
Localización : Galicia
Re: Mr. Brightside (Terminado)
ADOROOOOO ESTE FIC pOR FAVOR CONTINUALO PRONTITOOO...
Escribes genial y me tuviste con el corazon en la boca en las partes que lo tenia que hacer... Me hacías reir cuando lo tenia que hacer ... Me encanta tu forma de escribir continualo
Escribes genial y me tuviste con el corazon en la boca en las partes que lo tenia que hacer... Me hacías reir cuando lo tenia que hacer ... Me encanta tu forma de escribir continualo
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Esposito y Ryan habían estado revisando todo el papeleo y no tenían nada. Ninguna relación con las victimas y Jeremy Kidman, ni con las victimas entre si. Solo tenían el cuerpo de Anna Jensen y una historia detrás.
La detective observó a ambos rendidos, dando una cabezada sobre la mesa, y se sintió fatal por estar robándoles horas de sueño. Después miró el reloj de pulsera y vio que era tarde, muy tarde, por eso le sorprendió más cuando el teléfono de su escritorio sonó:
- Detective, lo que más admiro de usted es su dedicación – Aquella voz que no se podía sacar de la cabeza estaba allí y sonaba como si estuviera disfrutando.
- Espero que también sepas apreciar el aire que respiras y la libertad, porque la próxima vez que hablemos tu estarás en una celda y sin esa estúpida sonrisa en la cara.
Una carcajada se oyó al otro lado del teléfono, y ella miró a su alrededor no había nadie más en la comisaría, ni Casey:
- He estado investigando sobre usted; colegios privados, seminarios en Europa, habla cinco idiomas, doble titulación, miembro del cuadro de honor, incluso dio el discurso de su promoción. La detective más joven, varias condecoraciones. Estoy realmente impresionado.
- Déjame que te diga algo. Tu no sabes nada de mi, y tarde o temprano, te cazaré y dará igual debajo de que piedra te escondas – Apretó la mandíbula y sujetó con fuerza el teléfono.
- Bueno, eso de que no sé nada está por ver, de momento tienes toda mi atención y eso es genial para ti – Volvió a reír.
- Escúchame payaso, estoy harta de tus bromas. Así que tienes razón. Soy buena, muy buena y gracias a mi nunca vas a volver a sentirte seguro, porque soy yo la que no va a parar hasta tenerte esposado en un coche patrulla. Da igual el tiempo que me lleve. Y ambos sabemos que es así.
Notó el cambio en la risa del interlocutor y sabía que una vez más le tenía, había logrado alterarle, hacer que perdiera el control, y como le había dicho Casey eso era lo que más odiaba:
- Creo que ha visto mis obras de arte, y supongo que su experto en perfiles le habrá dicho que soy un tipo muy creativo y que no tengo tiempo para bromas. Así que lo dejaré claro. La próxima vez que usted y yo hablemos estará suplicándome que la deje seguir respirando.
Después de aquello solo el pitido en el teléfono, aquel asesino ya no estaba, y ella tenía el pulso agitado, y la mano que sujetaba el teléfono tenía los nudillos blancos de apretarlo con fuerza.
No había sentido miedo ante sus amenazas pero si el corazón en el estomago al llegar a un limite del que no sabía como iba a salir. Pero al fin había conseguido algo más de lo que tenía ahora.
Se tomó unos segundos para relajarse y después sonrió. Le había dado tiempo a localizar la llamada. Y aquello hizo que se sintiera mejor.
* * *
Castle jugaba con una manzana entre sus manos desde hacía más de media hora:
- Es la ultima manzana, has dicho que te la ibas a comer no a marearla – Alexis terminaba de recoger sus cosas para irse a clase – Me la podía llevar de almuerzo – Hizo amago de quitársela pero él fue más rápido.
- Aún te queda mucho que aprender joven Padawan. La fuerza en ti está – Sonrió.
Alexis resopló y se marchó, sonrió al cerrar la puerta, él sería mucho más rápido con las manos, pero ella le había cogido prestado el dinero del almuerzo de la cartera.
El escritor se entretuvo un poco más hasta que el teléfono sonó:
- ¿Para que quieres el móvil si nunca lo coges?
- Es que es leer en la pantalla la palabra “agente” y me entran sudores fríos.
- Eres un tipo muy gracioso.
- Querida Paula, ¿Qué puedo hacer por ti?
- Llevo un par de días llamándote…
- Si me vas a decir que el libro se vende de maravilla es algo que ya sabía – La interrumpió.
- No voy a negar lo evidente, ni la reseña en el Times, ni en el New Yorker…
- Venga, admítelo, soy tu autor favorito. Soy la estrella que ilumina el firmamento de los grandes autores, soy un fenómeno, soy… - Él la había vuelto a interrumpir y esta vez le interrumpía ella a él.
- Si eres fantástico y divino, pero no quiero hablarte de Nikki Heat sino de algo mucho mejor.
* * *
Beckett se apoyó contra la pared y sujetó bien su pistola a la vez que con un bufido se quitaba el pelo de la frente. Le hizo un gesto a Ryan y Esposito que estaban con el equipo de SWATS. Uno de ellos miró con las gafas térmicas he indico con señas que había una persona sentada en el interior del apartamento. Beckett asintió y miró a Casey. Ambos se tomaron un segundo y después hicieron el gesto para entrar.
Lo que vendría después ninguno se lo esperaba y tuvieron tiempo para lamentarse cuando todo el ruido ensordecedor había desaparecido.
Cuando uno de los hombres del SWATS tiró la puerta abajo y entró en el apartamento, algún tipo de mecanismo, que aún no tenían muy claro, se había activado, moviendo el gatillo de la escopeta que apuntaba directamente a la cara de quien estaba sentado en la silla.
* * *
Mientras el equipo de CSI y Lanie estaban por todo el piso recopilando huellas y buscando pruebas, Beckett estaba lo más cerca de la escena que le dejaban, es decir, en la puerta del apartamento. Dando un paseo nervioso y frotándose la frente, sintiéndose inquieta dentro del chaleco antibalas:
- Era imposible que lo supiéramos – Esposito estaba apoyado contra la pared cabizbajo y Ryan no muy lejos de él en la misma posición.
- Lo tenía que haber imaginado. Fue demasiado fácil – Beckett tenía la voz tomada y Ryan solo podía negar con la cabeza mientras seguía mirando al suelo - ¿Has llamado a comisaría?
- Sí, me mandaran los datos al móvil.
- ¿Cómo he podido ser tan estúpida? – Se repetía en voz baja una y otra vez.
Casey terminó de hablar con la gente de dentro y se quedó mirando a la detective un instante antes de interrumpir su paseo:
- Detective relájese.
- Es imposible relajarse, hemos perdido a uno de los nuestros.
- Era imposible saber que estaba atado a la silla, inmóvil.
- Deberíamos de haberlo imaginado. Nuestro asesino no es de los que se dejaría coger en una cosa así.
- No lo pienses así. Piensa que quizás todo esto lo hizo después de colgarte, cuando se dio cuenta de que le tenías.
- ¿Qué le voy a decir a su familia?
- La verdad, que murió con honor, y que no sufrió – Pero aquello parecía insuficiente para la detective – Nos vemos en la autopsia del cadáver.
Intentó pensar la ultima vez que había hablado con él, la ultima vez que lo había visto, pero era incapaz de pensar con claridad. Lo que tenía claro es que iba a ser ella misma en persona quien hablara con su familia, quien aguantara las lágrimas de sus padres, y tuviera que agachar la mirada cuando le preguntaran porque su hijo.
Colocó la foto de Ewan con la del resto de las victimas y miró al suelo.
* * *
Última edición por Castle el Vie Feb 03, 2012 8:56 am, editado 1 vez
Castle- Policia de homicidios
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Localización : Valencia
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Jorja escribió:Me encanta, cada vez se pone mejor el caso!
SIIII... Cada vez se pone mejor continua lo pronto
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Soy totalmente consciente de que tengo el fic muy abandonado. Quizás hay gente que tiene quejas y tal, por lo menos no he recibido amenazas de muerte (lo cual se agradece xD). Debido a las fechas que son, examenes, problemas personales y demás no he podido darle rienda suelta a toda mi imaginación. Pero si sirve de consuelo (aunque no creo) siempre he tenido el fic en la cabeza, dando vueltas...así que NO sufráis que siempre lo tengo en mente. Espero que os guste, y que no me odiéis demasiado
La despertó el sonido de su teléfono móvil sonando, lo hizo sobresaltada y mirando el reloj. Se había dormido y no podía sentirse peor. Cogió la llamada de Esposito:
- Lo siento mucho – Se disculpó como si hubiera sido la peor de las cosas.
- Nos daba pena despertarte – Oyó la risa de Ryan al otro lado – Pero nos da más miedo tu ira por no contarte lo que te tenemos.
Beckett había dormido hasta bien entrada la tarde. Se maldigo un poco más mientras tomaba una ducha y tomaba un café. Dispuesta a no perdonarse hasta echarle más horas a sus ojeras.
Esposito y Ryan había dormido a penas un par de horas en el ultimo fin de semana y ya ni el café les animaba, pero estaban contentos con encontrar un poco de luz. James Casey sonrió orgulloso y dio la enhorabuena más veces de las que estaba acostumbrado:
- ¿Y Esposito?
- Ha ido a comprar el desayuno – Era la primera vez que Ryan sonreía en días.
- ¿Tan bueno es? – Ella se sentó en sus silla.
- Quizás no sea perfecto, pero estamos más cerca, y hay que saber aceptar las victorias por pequeñas que sean.
- Ya veo.
- Todos queremos volver a la normalidad, dejar de sentir que hay algo que se nos escapa – Beckett miró a Ryan, pero este estaba distraído mirando a cualquier otra parte, y ella se dio cuenta de que no había caído en el sufrimiento de los demás.
- Todo saldrá bien – Pero no lo dijo muy convencida.
- Puede que si tuviéramos más ayuda – Esposito apareció tanteando el terreno y le tendió una caja con pasteles a Ryan.
- Ya sé que echáis de menos a Castle – Guardó un instante de silencio que ellos sustituyeron por un “tanto como yo” – Pero no es seguro que ande correteando por aquí jugando a ser Indiana Jones.
- Pero quizás nos vendría bien su punto de vista – Ryan insistió un poco más.
- Estamos perfectamente cualificados y tenemos la ayuda del FBI. Castle es un civil, por mucho que nos riamos con sus teorías – Otro instante en el que ella intenta recuperarse de su herida.
Esposito ve a Ryan cabizbajo y a Beckett luchando en silencio y decide cambiar de tema:
- Hay una mala noticia y una buena – Se apoyó al lado de Ryan en el escritorio de Beckett.
- La mala primero – Dijo ella.
- Hemos repasado los historiales y a los familiares de todas las victimas y solo hay un camino que seguir. Anna Jensen – Beckett suspiró ese camino no les había llevado muy lejos.
- Bien – Se resignó – La buena – Cortó a Esposito cuando este iba a hablar – Y espero que sea muy buena – Esposito sonrió mirando de reojo a Ryan.
- Hemos encontrado la pieza que nos faltaba.
Esposito intentó explicarse:
Jeremy Kidman había estado estudiando medicina durante tres años en una universidad de Europa, su hermano Drake y él la pagaban trabajando y con alguna beca. Cuando Drake fue llevado a prisión por su cómplice Anna Jensen, Jeremy perdió la beca y la plaza en la universidad. Encontró un trabajo que odiaba y por el que le pagaban una miseria con la idea de poder comprar un billete y volver a casa. Volver le costó casi un año, y pudo hacerlo vendiendo todas sus cosas y trabajando 10 horas diarias.
Volvió a casa justo para presenciar el juicio por su hermano, ver como Anna le vendía y conseguía una reducción de condena, y un hueco en el programa de testigos solo por entregar a su amante. A Drake le cayó perpetua y Jeremy se derrumbó.
Beckett se mantuvo confusa, según los papeles y su pasaporte Jeremy había vuelto, después de la condena de su hermano, a Europa y no había constancias de que hubiera vuelto.
Esposito sonrió de medio lado dejando hablar a Ryan.
Estudiando medicina Jeremy conoció a Thomas Hart otro estudiante de la misma facultad. Según nuestros informes Thomas Hart está aquí desde la semana después de que condenaran a Drake Kidman. Ryan se tomó un segundo para crear emoción:
- Hemos llamado a la universidad y justamente ayer Hart se presentó a un examen muy difícil de anatomía, mientras que la base de datos dice que esta aquí. Sus profesores corroboran su presencia con un libro de asistencias impecable.
- Robo de identidad – Murmuró Beckett.
- Denunciado aquella misma semana – Apuntó Ryan.
- Por lo visto Jeremy no era tan buen compañero – Esposito sonrió con su propio chiste.
- ¿Sigue usando la misma identidad? – Esposito asintió y sonrió de lado – Y seguro que tenéis el extracto de la tarjeta de crédito.
Ryan y Esposito chocaron las manos orgullosos. Y los tres se pusieron manos a la obra.
El capitán Montgomery llegó hasta ellos justo cuando Casey ya tenía la triangulación de todos los cajeros desde donde Kidman había sacado dinero:
- Estos están cerca del piso donde nos dio esquinazo – Casey aguantó el aire, sabiendo que la perdida de Ewan era algo personal en la comisaría.
- Pero esta zona también tiene varios puntos – Dijo el capitán – Pero no podemos usar a cien agentes para que den vueltas por la zona a ver si tienen suerte.
Beckett miró al suelo al darse con la realidad:
- ¿Han terminado de procesar el piso? – Apuntó Ryan y todos se aferraron a esa alegría cuando el capitán dijo que no.
Cuando el capitán se alejaba de ellos animándolos, Beckett se levantó y le pidió un instante:
- Señor, quisiera ser yo quien le de la noticia a la familia de Ewan.
- Eso estaría fuera de lugar.
- Señor – La detective le cortó el paso – Me gustaría…
- Es inútil que se torture – La cortó su capitán – Es inútil que todos caminemos con la cabeza agachada dejando caer sobre nosotros la idea que ese asesino ha intentado meternos en la cabeza, y es que todo esto es culpa nuestra.
- Roy – Suspiró intentando sentirse menos culpable.
- Podría haber sido cualquiera de nosotros. Cualquiera – Pero ella no se sentía mejor – Le ordeno volver al trabajo – Ella se mordió el labio con la cabeza agachada y él se fue.
Casey se acercó hasta ella:
- Vamos a buscar algo en el historial médico de Jeremy Kidman, alguna enfermedad o médicamente especifico, ¿Se apunta? – Y ella asintió esperando poder distraerse.
Así fue, Jeremy Kidman había sacado a nombre de Thomas Hart un medicamento contra el asma que sufría desde su niñez. En la zona de la segunda triangulación solo había una farmacia, y allí fueron muy amables dejándoles hurgar en los recibos esperando encontrar la receta que les diera la dirección del sospechoso.
Ryan, Esposito, Casey y Beckett se sentaron en la trastienda y abrieron las cajas de los dos últimos meses esperando tener algo de suerte.
La despertó el sonido de su teléfono móvil sonando, lo hizo sobresaltada y mirando el reloj. Se había dormido y no podía sentirse peor. Cogió la llamada de Esposito:
- Lo siento mucho – Se disculpó como si hubiera sido la peor de las cosas.
- Nos daba pena despertarte – Oyó la risa de Ryan al otro lado – Pero nos da más miedo tu ira por no contarte lo que te tenemos.
Beckett había dormido hasta bien entrada la tarde. Se maldigo un poco más mientras tomaba una ducha y tomaba un café. Dispuesta a no perdonarse hasta echarle más horas a sus ojeras.
Esposito y Ryan había dormido a penas un par de horas en el ultimo fin de semana y ya ni el café les animaba, pero estaban contentos con encontrar un poco de luz. James Casey sonrió orgulloso y dio la enhorabuena más veces de las que estaba acostumbrado:
- ¿Y Esposito?
- Ha ido a comprar el desayuno – Era la primera vez que Ryan sonreía en días.
- ¿Tan bueno es? – Ella se sentó en sus silla.
- Quizás no sea perfecto, pero estamos más cerca, y hay que saber aceptar las victorias por pequeñas que sean.
- Ya veo.
- Todos queremos volver a la normalidad, dejar de sentir que hay algo que se nos escapa – Beckett miró a Ryan, pero este estaba distraído mirando a cualquier otra parte, y ella se dio cuenta de que no había caído en el sufrimiento de los demás.
- Todo saldrá bien – Pero no lo dijo muy convencida.
- Puede que si tuviéramos más ayuda – Esposito apareció tanteando el terreno y le tendió una caja con pasteles a Ryan.
- Ya sé que echáis de menos a Castle – Guardó un instante de silencio que ellos sustituyeron por un “tanto como yo” – Pero no es seguro que ande correteando por aquí jugando a ser Indiana Jones.
- Pero quizás nos vendría bien su punto de vista – Ryan insistió un poco más.
- Estamos perfectamente cualificados y tenemos la ayuda del FBI. Castle es un civil, por mucho que nos riamos con sus teorías – Otro instante en el que ella intenta recuperarse de su herida.
Esposito ve a Ryan cabizbajo y a Beckett luchando en silencio y decide cambiar de tema:
- Hay una mala noticia y una buena – Se apoyó al lado de Ryan en el escritorio de Beckett.
- La mala primero – Dijo ella.
- Hemos repasado los historiales y a los familiares de todas las victimas y solo hay un camino que seguir. Anna Jensen – Beckett suspiró ese camino no les había llevado muy lejos.
- Bien – Se resignó – La buena – Cortó a Esposito cuando este iba a hablar – Y espero que sea muy buena – Esposito sonrió mirando de reojo a Ryan.
- Hemos encontrado la pieza que nos faltaba.
Esposito intentó explicarse:
Jeremy Kidman había estado estudiando medicina durante tres años en una universidad de Europa, su hermano Drake y él la pagaban trabajando y con alguna beca. Cuando Drake fue llevado a prisión por su cómplice Anna Jensen, Jeremy perdió la beca y la plaza en la universidad. Encontró un trabajo que odiaba y por el que le pagaban una miseria con la idea de poder comprar un billete y volver a casa. Volver le costó casi un año, y pudo hacerlo vendiendo todas sus cosas y trabajando 10 horas diarias.
Volvió a casa justo para presenciar el juicio por su hermano, ver como Anna le vendía y conseguía una reducción de condena, y un hueco en el programa de testigos solo por entregar a su amante. A Drake le cayó perpetua y Jeremy se derrumbó.
Beckett se mantuvo confusa, según los papeles y su pasaporte Jeremy había vuelto, después de la condena de su hermano, a Europa y no había constancias de que hubiera vuelto.
Esposito sonrió de medio lado dejando hablar a Ryan.
Estudiando medicina Jeremy conoció a Thomas Hart otro estudiante de la misma facultad. Según nuestros informes Thomas Hart está aquí desde la semana después de que condenaran a Drake Kidman. Ryan se tomó un segundo para crear emoción:
- Hemos llamado a la universidad y justamente ayer Hart se presentó a un examen muy difícil de anatomía, mientras que la base de datos dice que esta aquí. Sus profesores corroboran su presencia con un libro de asistencias impecable.
- Robo de identidad – Murmuró Beckett.
- Denunciado aquella misma semana – Apuntó Ryan.
- Por lo visto Jeremy no era tan buen compañero – Esposito sonrió con su propio chiste.
- ¿Sigue usando la misma identidad? – Esposito asintió y sonrió de lado – Y seguro que tenéis el extracto de la tarjeta de crédito.
Ryan y Esposito chocaron las manos orgullosos. Y los tres se pusieron manos a la obra.
El capitán Montgomery llegó hasta ellos justo cuando Casey ya tenía la triangulación de todos los cajeros desde donde Kidman había sacado dinero:
- Estos están cerca del piso donde nos dio esquinazo – Casey aguantó el aire, sabiendo que la perdida de Ewan era algo personal en la comisaría.
- Pero esta zona también tiene varios puntos – Dijo el capitán – Pero no podemos usar a cien agentes para que den vueltas por la zona a ver si tienen suerte.
Beckett miró al suelo al darse con la realidad:
- ¿Han terminado de procesar el piso? – Apuntó Ryan y todos se aferraron a esa alegría cuando el capitán dijo que no.
Cuando el capitán se alejaba de ellos animándolos, Beckett se levantó y le pidió un instante:
- Señor, quisiera ser yo quien le de la noticia a la familia de Ewan.
- Eso estaría fuera de lugar.
- Señor – La detective le cortó el paso – Me gustaría…
- Es inútil que se torture – La cortó su capitán – Es inútil que todos caminemos con la cabeza agachada dejando caer sobre nosotros la idea que ese asesino ha intentado meternos en la cabeza, y es que todo esto es culpa nuestra.
- Roy – Suspiró intentando sentirse menos culpable.
- Podría haber sido cualquiera de nosotros. Cualquiera – Pero ella no se sentía mejor – Le ordeno volver al trabajo – Ella se mordió el labio con la cabeza agachada y él se fue.
Casey se acercó hasta ella:
- Vamos a buscar algo en el historial médico de Jeremy Kidman, alguna enfermedad o médicamente especifico, ¿Se apunta? – Y ella asintió esperando poder distraerse.
Así fue, Jeremy Kidman había sacado a nombre de Thomas Hart un medicamento contra el asma que sufría desde su niñez. En la zona de la segunda triangulación solo había una farmacia, y allí fueron muy amables dejándoles hurgar en los recibos esperando encontrar la receta que les diera la dirección del sospechoso.
Ryan, Esposito, Casey y Beckett se sentaron en la trastienda y abrieron las cajas de los dos últimos meses esperando tener algo de suerte.
* * *
Castle- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 15/11/2010
Localización : Valencia
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Genial espero que continúes prontoooo
Me encanta la historia pero quiero el reencuentro entre Castle & Beckett
Me encanta la historia pero quiero el reencuentro entre Castle & Beckett
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Me encata!!
Es la primera vez que comento, y lo unico que puedo decir es: "EL SIGUIETE PLIS!!"
Un fuerte APLAUSOOOO
Es la primera vez que comento, y lo unico que puedo decir es: "EL SIGUIETE PLIS!!"
Un fuerte APLAUSOOOO
carly becket- Policia de homicidios
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Edad : 28
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Capitulo 14
Puso el punto y final y se quedó mirando la pantalla esperando ver el infinito por ella. Se dejó arrastrar por la melancolía, como en otras ocasiones, y abrió el cajón de su escritorio. Sacó un periódico ya muy usado y lo abrió por donde lo abría siempre:
“El departamento de policía de Nueva York junto con el FBI terminan con el terror propagado por el asesino en serie…”.
Miró su foto, y paso el dedo índice suavemente por ella, parecía como si su cerebro supiera que hacer ante aquella imagen difuminada en blanco y negro. Y siguió leyendo:
“La detective Kate Beckett y el Experto en perfiles del FBI James Casey al recibir el aviso del coche bomba en el parking de la comisaría del distrito 12”.
Supo que no se trataba de ella, pero la misma noticia hablaba de 3 muertos, y se preguntó si no se trataría de algún conocido.
Miró por la ventana y suspiró reprochándose no haberse despedido de todos, como era su intención, y solo haber escrito aquella carta de apenas dos párrafos explicándoles porque tenía que dejar la comisaría, la ciudad y el país.
Intentó ser amable, hablar de oportunidades únicas, de cosas que es mejor no dejar escapar, de momentos únicos que provocan los cambios más trascendentales de tu vida. En aquellas líneas ocultó la mayoría de sus dudas y sus miedos, y la más terrible verdad, no podía estar cerca de ella sin sentir como se ahogaba lentamente. No podía seguir fingiendo que nada pasaba, y no podía seguir siendo aquel tipo de sonrisa cuajada mientras ella ignoraba todos sus sentimientos. No, eso no lo dijo. Pero si, que odiaba las despedidas, y que no era una situación permanente sino temporal, “hasta que terminé mi nueva novela, algo totalmente distinto y alejado de Nikki Heat”. No dijo cuanto tiempo, no dijo donde iba, ni que pensaba hacer mientras escribía.
Pero de aquello hacía más de tres meses, y de lo único que se sentía orgulloso era de su cabezonería, prometió no llamar y así lo hizo, y aunque al principio lo pensó mucho, luego, simplemente, entendió que era lo mejor. Y lo cierto es que ellos no habían llamado, ELLA no había llamado, aunque en realidad nunca lo hacía. Y se preguntó si realmente lo había hecho tan mal como para no merecerse un par de palabras amables por teléfono.
Al mes de estar allí Alexis le mandó el periódico que descansaba en su escritorio, ella estaba en Los Ángeles, con su madre. Y fue entonces cuando él entendió que no llamaban porque no era importante que no estuviera.
Cuando leyó, por primera vez, entero el reportaje no pudo estar más de acuerdo con las palabras de Casey. Alababa a Beckett, y decía que gracias a ella habían logrado resolver el caso. Un caso del que él no sabía nada, por lo que entendió que ella le había desterrado de su vida, incluso mucho antes de que se fuera.
Y eso dolía por eso escondía el periódico en su escritorio, pero no podía deshacerse de él. Igual que no podía deshacerse de lo que sentía por ella.
Esposito y Ryan estaban leyendo muy concentrados una revista cuando ella entró directa a su escritorio:
- Buenos días.
Ellos todo lo rápido que pudieron escondieron la revista e hicieron como si no se hubieran dado cuenta de nada:
- Buenos días – Dijeron al unísono y ella enarcó una ceja y se acercó, dejando su café frío sobre el escritorio.
- ¿Qué tenéis ahí? – Se acercó hasta ellos y eso les puso más nerviosos.
- ¿Qué? – A Ryan le temblaba el pulso.
- Nada, ya sabes, deportes y tal.
- ¿No estaréis haciendo apuestas en la comisaría otra vez? – Ambos negaron a la vez, y tanta coordinación no podía ser más que otra cosa.
Con un rápido movimiento le quitó la revista a Ryan del regazo y sonrió triunfante, pero en cuanto la abrió y vio de que se trataba la soltó de golpe encima del escritorio, dándose cuenta de que en portada también salía la misma foto:
- A estado de promoción con el nuevo libro – Dijo Esposito ante el silencio momentáneo.
- Espero que agote la primera edición – Murmuró ella con mala leche mientras volvía a su escritorio.
Haber visto de nuevo sus ojos, aunque fuera en foto, y aunque fuera en una cutre revista le revolvió el estomago. Se sentó y cogió su café, pero con solo olerlo le cambió la cara y lo tiró a la papelera. Ryan y Esposito se miraron y se levantaron a la vez, acercándose a ella:
- Sabemos que no quieres oirlo, pero quizás deberías de haberle llamado para contarle que…
- No – Le cortó – Tiene la fea costumbre de dejarnos tirados cuando se cansa de jugar a los polis, ya os lo dije. Además tampoco es que él haya llamado.
- Está en Europa – Dijo Ryan – A lo mejor no tiene ni la más remota idea.
Ella se mordió la lengua y le miró con cierto odio, por lo visto Ryan y Esposito habían estado investigando, igual que ella:
- ¿Ni siquiera para preguntar como estamos? – Se había alterado, hasta ella se lo notaba en la voz.
- Quizás – Esposito se apoyó sobre su escritorio intentando recuperar un tono de voz más cordial – El prefijo sea muy largo y no tenga ni idea de cómo…
- Por favor – Le volvió a cortar ya cansada – No somos críos. Ya os lo dije la ultima vez que pasó. Se aburre de jugar a los polis y se va. Supongo que ya no le parecen tan guays nuestras cosas de polis – Obviamente el tema la sacaba de quicio.
- Quizás – Fue a continuar peor la mirada fulminante de ella hizo que se callara.
- No sabemos nada de él y quizás sea mejor así.
Después de un par de segundos Ryan, que miraba al suelo disimulando, se aclaró la garganta:
- Yo si que he tenido noticias de él.
Esposito y Beckett le miraron y él intentó no mirarles a los ojos, hasta que Esposito le dio un golpe en el codo para que continuara:
- Le conté que Jenny y yo aplazábamos la boda hasta después de navidad y todo eso – Se volvió a aclarar la garganta cuando vio los ojos entornados de sus amigos – Le envié un email…Quiero decir, que le dije que estábamos bien y que cuando volviera hablaríamos.
- ¿Te contestó? – Ella se mantenía al margen en silencio.
- Sí, me dijo que este mes volvía a casa, que tenía la promoción del libro y estaría firmando ejemplares en la ciudad, que si le invitaba a tomar café conmigo y con Jenny aceptaría encantado.
- Ya te vale – Soltó Esposito celoso de que Castle no le hubiera mandado ningún email a él.
Los tres se miraron entre ellos y no dijeron nada, los últimos meses habían sido intensos, más de lo que deseaban:
- Será mejor que volváis al trabajo – Murmuró ella cuando ambos la miraron, esperando que se ablandara.
Se colocó bien la chaqueta antes de salir del ascensor, bajo, algunos polis le habían saludado sin más que con un movimiento de cabeza, y eso le hizo sentirse triste. Antes de acercarse a su escritorio la observó y tomó aire. Allí estaba como si nada, distraída con unos papeles, con el pelo cayéndole sobre la frente, y pensó que quizás era hora de disparar la ultima bala, y darlo todo:
- Hola – Asomó despacio la cabeza como pidiendo permiso.
Ella cerró los ojos y expulsó el aire sin mirarle, después le hizo un gesto para que se acercara. Él fue a sentarse en su sitio, pero vió que la silla ya no estaba, aunque no iba a desanimarse:
- ¿Qué tal? – Preguntó no muy seguro.
- Papeleo.
Se puso delante de ella, pero entendió que para ella él no era lo bastante importante como para dejar de lado su trabajo:
- Enhorabuena por la tercera edición – Masculló.
- Gracias – Parecía ella que le abría una puerta diminuta - ¿Y los chicos?
- Han ido a por café.
Castle se maldijo por no acordarse de algo tan importante como llevarle el café, pero tenía la cabeza en otras cosas.
Puso el punto y final y se quedó mirando la pantalla esperando ver el infinito por ella. Se dejó arrastrar por la melancolía, como en otras ocasiones, y abrió el cajón de su escritorio. Sacó un periódico ya muy usado y lo abrió por donde lo abría siempre:
“El departamento de policía de Nueva York junto con el FBI terminan con el terror propagado por el asesino en serie…”.
Miró su foto, y paso el dedo índice suavemente por ella, parecía como si su cerebro supiera que hacer ante aquella imagen difuminada en blanco y negro. Y siguió leyendo:
“La detective Kate Beckett y el Experto en perfiles del FBI James Casey al recibir el aviso del coche bomba en el parking de la comisaría del distrito 12”.
Supo que no se trataba de ella, pero la misma noticia hablaba de 3 muertos, y se preguntó si no se trataría de algún conocido.
Miró por la ventana y suspiró reprochándose no haberse despedido de todos, como era su intención, y solo haber escrito aquella carta de apenas dos párrafos explicándoles porque tenía que dejar la comisaría, la ciudad y el país.
Intentó ser amable, hablar de oportunidades únicas, de cosas que es mejor no dejar escapar, de momentos únicos que provocan los cambios más trascendentales de tu vida. En aquellas líneas ocultó la mayoría de sus dudas y sus miedos, y la más terrible verdad, no podía estar cerca de ella sin sentir como se ahogaba lentamente. No podía seguir fingiendo que nada pasaba, y no podía seguir siendo aquel tipo de sonrisa cuajada mientras ella ignoraba todos sus sentimientos. No, eso no lo dijo. Pero si, que odiaba las despedidas, y que no era una situación permanente sino temporal, “hasta que terminé mi nueva novela, algo totalmente distinto y alejado de Nikki Heat”. No dijo cuanto tiempo, no dijo donde iba, ni que pensaba hacer mientras escribía.
Pero de aquello hacía más de tres meses, y de lo único que se sentía orgulloso era de su cabezonería, prometió no llamar y así lo hizo, y aunque al principio lo pensó mucho, luego, simplemente, entendió que era lo mejor. Y lo cierto es que ellos no habían llamado, ELLA no había llamado, aunque en realidad nunca lo hacía. Y se preguntó si realmente lo había hecho tan mal como para no merecerse un par de palabras amables por teléfono.
Al mes de estar allí Alexis le mandó el periódico que descansaba en su escritorio, ella estaba en Los Ángeles, con su madre. Y fue entonces cuando él entendió que no llamaban porque no era importante que no estuviera.
Cuando leyó, por primera vez, entero el reportaje no pudo estar más de acuerdo con las palabras de Casey. Alababa a Beckett, y decía que gracias a ella habían logrado resolver el caso. Un caso del que él no sabía nada, por lo que entendió que ella le había desterrado de su vida, incluso mucho antes de que se fuera.
* * *
Y eso dolía por eso escondía el periódico en su escritorio, pero no podía deshacerse de él. Igual que no podía deshacerse de lo que sentía por ella.
Esposito y Ryan estaban leyendo muy concentrados una revista cuando ella entró directa a su escritorio:
- Buenos días.
Ellos todo lo rápido que pudieron escondieron la revista e hicieron como si no se hubieran dado cuenta de nada:
- Buenos días – Dijeron al unísono y ella enarcó una ceja y se acercó, dejando su café frío sobre el escritorio.
- ¿Qué tenéis ahí? – Se acercó hasta ellos y eso les puso más nerviosos.
- ¿Qué? – A Ryan le temblaba el pulso.
- Nada, ya sabes, deportes y tal.
- ¿No estaréis haciendo apuestas en la comisaría otra vez? – Ambos negaron a la vez, y tanta coordinación no podía ser más que otra cosa.
Con un rápido movimiento le quitó la revista a Ryan del regazo y sonrió triunfante, pero en cuanto la abrió y vio de que se trataba la soltó de golpe encima del escritorio, dándose cuenta de que en portada también salía la misma foto:
- A estado de promoción con el nuevo libro – Dijo Esposito ante el silencio momentáneo.
- Espero que agote la primera edición – Murmuró ella con mala leche mientras volvía a su escritorio.
Haber visto de nuevo sus ojos, aunque fuera en foto, y aunque fuera en una cutre revista le revolvió el estomago. Se sentó y cogió su café, pero con solo olerlo le cambió la cara y lo tiró a la papelera. Ryan y Esposito se miraron y se levantaron a la vez, acercándose a ella:
- Sabemos que no quieres oirlo, pero quizás deberías de haberle llamado para contarle que…
- No – Le cortó – Tiene la fea costumbre de dejarnos tirados cuando se cansa de jugar a los polis, ya os lo dije. Además tampoco es que él haya llamado.
- Está en Europa – Dijo Ryan – A lo mejor no tiene ni la más remota idea.
Ella se mordió la lengua y le miró con cierto odio, por lo visto Ryan y Esposito habían estado investigando, igual que ella:
- ¿Ni siquiera para preguntar como estamos? – Se había alterado, hasta ella se lo notaba en la voz.
- Quizás – Esposito se apoyó sobre su escritorio intentando recuperar un tono de voz más cordial – El prefijo sea muy largo y no tenga ni idea de cómo…
- Por favor – Le volvió a cortar ya cansada – No somos críos. Ya os lo dije la ultima vez que pasó. Se aburre de jugar a los polis y se va. Supongo que ya no le parecen tan guays nuestras cosas de polis – Obviamente el tema la sacaba de quicio.
- Quizás – Fue a continuar peor la mirada fulminante de ella hizo que se callara.
- No sabemos nada de él y quizás sea mejor así.
Después de un par de segundos Ryan, que miraba al suelo disimulando, se aclaró la garganta:
- Yo si que he tenido noticias de él.
Esposito y Beckett le miraron y él intentó no mirarles a los ojos, hasta que Esposito le dio un golpe en el codo para que continuara:
- Le conté que Jenny y yo aplazábamos la boda hasta después de navidad y todo eso – Se volvió a aclarar la garganta cuando vio los ojos entornados de sus amigos – Le envié un email…Quiero decir, que le dije que estábamos bien y que cuando volviera hablaríamos.
- ¿Te contestó? – Ella se mantenía al margen en silencio.
- Sí, me dijo que este mes volvía a casa, que tenía la promoción del libro y estaría firmando ejemplares en la ciudad, que si le invitaba a tomar café conmigo y con Jenny aceptaría encantado.
- Ya te vale – Soltó Esposito celoso de que Castle no le hubiera mandado ningún email a él.
Los tres se miraron entre ellos y no dijeron nada, los últimos meses habían sido intensos, más de lo que deseaban:
- Será mejor que volváis al trabajo – Murmuró ella cuando ambos la miraron, esperando que se ablandara.
* * *
Se colocó bien la chaqueta antes de salir del ascensor, bajo, algunos polis le habían saludado sin más que con un movimiento de cabeza, y eso le hizo sentirse triste. Antes de acercarse a su escritorio la observó y tomó aire. Allí estaba como si nada, distraída con unos papeles, con el pelo cayéndole sobre la frente, y pensó que quizás era hora de disparar la ultima bala, y darlo todo:
- Hola – Asomó despacio la cabeza como pidiendo permiso.
Ella cerró los ojos y expulsó el aire sin mirarle, después le hizo un gesto para que se acercara. Él fue a sentarse en su sitio, pero vió que la silla ya no estaba, aunque no iba a desanimarse:
- ¿Qué tal? – Preguntó no muy seguro.
- Papeleo.
Se puso delante de ella, pero entendió que para ella él no era lo bastante importante como para dejar de lado su trabajo:
- Enhorabuena por la tercera edición – Masculló.
- Gracias – Parecía ella que le abría una puerta diminuta - ¿Y los chicos?
- Han ido a por café.
Castle se maldijo por no acordarse de algo tan importante como llevarle el café, pero tenía la cabeza en otras cosas.
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Última edición por Castle el Miér Feb 29, 2012 12:10 am, editado 1 vez
Castle- Policia de homicidios
- Mensajes : 618
Fecha de inscripción : 15/11/2010
Localización : Valencia
Re: Mr. Brightside (Terminado)
OOHH ME ENCANNTAAAAAAAAAAAA!!
SIGUEE EN CUANTOOOO PUEDAS PORFISS!!
SIGUEE EN CUANTOOOO PUEDAS PORFISS!!
Stana Beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 963
Fecha de inscripción : 04/01/2012
Edad : 27
Localización : Nueva York, trabajando con Richard Castle. Y pegando tiros con Kate. Ausente!
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Hay por fin el reencuentro ya me parecía eterno jajaja
Continua lo cuando puedas
Continua lo cuando puedas
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Re: Mr. Brightside (Terminado)
esta super!!! continua rapido plis!!!
maria_JB_caskett- Ayudante de policia
- Mensajes : 122
Fecha de inscripción : 01/02/2012
Edad : 28
Localización : bogota-colombia
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Iba a decir algo más, cualquier cosa, algo que hiciera que le cambiara el gesto de la cara, incluso hacer que sonriera un poco. Se conformaba con eso. Fue a abrir la boca, pero alguien se le adelantó:
- Beckett – Una mujer salía del despacho de Montgomery – Quisiera echarle otro vistazo a su informe – Conforme levantó la vista y vio a Castle se bajó las gafas y las dejó colgando sobre su pecho - ¿Visita? – Dijo al ver la cara de pocos amigos de la detective.
- No, es solo… - Pero no supo continuar.
Castle sacó la mejor de sus sonrisas y se acercó a darle la mano:
- Soy Richard Castle – El rostro impasible de la mujer hizo que no supiera si meterse la mano en el bolsillo o dejarla allí suspendida en el aire esperando un apretón.
- Me alegro por usted – Se colocó de nuevo las gafas sin darle la mano y mucho menos dedicarle atención – Beckett el informe.
- En seguida se lo llevo a su despacho.
Y la mujer desapareció para meterse de nuevo en el despacho del capitán:
- ¿Qué me he perdido? – Dijo el escritor mientras ella buscaba en la pila de informes de encima de su mesa hasta que dio con lo que buscaba y se puso de pie. Después dio un golpe en su escritorio para alinear los papeles de la carpeta que llevaba en las manos.
- Todo – Y se fue tras la mujer.
Se quedó allí parado un instante intentando comprender lo que acababa de pasar. Cuando alguien se aclaró la garganta a su espalda. Se giró y allí estaban Ryan y Esposito:
- ¡Chicos! – Sonrió y se acercó para abrazarles, pero Esposito le esquivó y se fue a la sala de café con cara de muy pocos amigos – Ehhh… - Se quedó allí parado, abrazando el aire, con la sensación de ser un extraño.
Ryan vio a Esposito alejarse y dar un portazo, agachó la mirada y negó para después suspirar. Entonces intentó cambiar su actitud, sonrió, alegrándose de ver al escritor, y le dio un abrazo con palmaditas en la espalda incluidas:
- ¿Cómo estás? – Dejó unas cosas en su escritorio y le prestó toda su atención.
Castle se quedó mirando alternamente a Beckett hablando con aquella mujer y a Esposito preparándose el café. Después miró a Ryan y sonrió al verle sonreír:
- Bien, bien. Genial. ¿Y tú? ¿Preparado para casarte? – Le cogió del hombro para animarle.
- ¿Pero alguna vez se está preparado para eso?
- Tienes toda la razón.
- ¿Hasta cuando te quedas?
- Pues hasta después de la boda. Quiero pasar las navidades con Alexis y mi madre. Y bueno – Se quedó pensativo – Pasarme e invitaros a un café, pero ya veo que las cosas…
- Bien, bien – Le interrumpió – Vamos a por ese café – Castle se animó – Pero tu pagas ¿Eh?
- Claro.
* * *
Una hora después y tras un par de cafés y unas tortitas con sirope, Castle miraba a Ryan con los ojos llorosos:
- Por la receta encontramos la dirección, pero no había nadie. Así que dejamos una patrulla vigilando y nos fuimos a casa. Al día siguiente quedamos para ponernos de acuerdo con los hombres de Casey y tener controlada la situación – Jugó con el borde de su taza de café – Ya sabes lo inestable que es esa gente – Suspiró y volvió a mirarle a los ojos – Fuimos a coger los coches al parking. Venía hasta el capitán Montgomery. Estaba todo calculado al milímetro.
El escritor estaba allí, con un nudo en la garganta y el alma en vilo:
- Esposito, Beckett y yo en el nuestro y el capitán, Casey y un par de sus hombres en su todoterreno. Ellos se adelantaron mientras nos colocábamos los chalecos y repasábamos el plan. Se montaron, arrancaron y entonces – Agachó la mirada y negó – Pensé que me ese zumbido no se me iba a ir nunca. La explosión, el fuego…Todo pasó tan deprisa y a la vez como a cámara lenta. Beckett fue la primera en reaccionar. Mientras intentábamos llamar a la ambulancia se acercó y sacó a rastras de entre el fuego a Casey. Lo arrastró hasta Esposito e intentó volver a por Montgomery y los demás. Pero entonces explotó de nuevo, las llamas habían llegado al combustible y…Bueno…
Castle no decía nada, no podía. Pero si pudo imaginar toda la situación, toda la tensión:
- Tuvimos que sujetarla entre Esposito y yo para que no se acercara. Después los bomberos, las ambulancias…Un caos.
- Lo lamento, lo lamento muchísimo – Y las palabras al salir le destrozaron la garganta.
- Esa misma noche montamos operativo junto al FBI, Beckett nos coordinó mientras Casey luchaba por su vida en urgencias.
Todos estábamos doloridos de la explosión. Pero acorralamos a ese cabrón en el callejón. Tenía a media docena de polis apuntándole y el tío se aferraba a la pistola diciendo que nos iba a mandar a todos al infierno. Riéndose de nuestra desgracia, de cómo nos había pillado indefensos. Beckett le gritó varias veces que tirara el arma y se pusiera de rodillas. Pero el tío hablaba de Dios, de la justicia divina, de que era un enviado para reestablecer el orden. Una especia de ángel o vete tú a saber. Hacía aspavientos con el arma y nos tenía a todos pendientes de un hilo. Entonces dijo algo, un murmullo o algo así, como si hablara consigo mismo y nos encañonó. Ella le pidió una vez más que tirara el arma, él puso la mano en el gatillo, dispuesto a apretarlo y ella le disparó en el pecho. Todos nos quedamos en aquel callejón viendo su mirada fija en el cielo oscuro y su sangre derramándose.
* * *
Nada más cruzar la puerta y todavía a oscuras se quitó los zapatos y los apartó con el pie. Encendió la calefacción y miró dentro de la nevera buscando algo para cenar. Se acercó a la ventana y contempló, mientras mordía la manzana que había cogido de la encimera, las luces de navidad alternando con las farolas de la ciudad. Todavía no había empezado a nevar, pero el frío ya calaba los huesos. Sonrió levemente al notar el calor de la calefacción llenado el piso. Y se preguntó si quizás su casa era la única de todo el edificio sin adornos de navidad o cualquier cosa que hiciera adivinar en que época del año estaban.
Caminó a oscuras guiándose por como conocía su casa como la palma de su mano y pulsó el botón de contestador:
- Tiene dos mensajes nuevos – Dijo la voz robótica.
Ella mientras se dedicó a ir a su habitación y buscar algo para estar más cómoda.
Uno era de su padre, diciéndole que ya había vuelto de su viaje de negocios, que se pasara ese fin de semana por su casa y verían el partido de béisbol con unas cervezas y algo de comida basura.
Al escuchar el ultimo mensaje sonrió más de la cuenta y se mordió el labio inferior.
* * *
Castle- Policia de homicidios
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Localización : Valencia
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Buenismio!!!! me encanto la vuelta, para la muerte del capitan mongomery, a ver ahora que se te ocurre, yo estoy re enganchada, me lo lei dos veces mas xq mucho el principio no me acordaba, pero es historia tras historia y en el medio esos 2 que empiecen otra vez el juego del gato y el raton que es mas divertido...segui que soy tu fan!!!
Isana- As del póker
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Fecha de inscripción : 18/11/2011
Localización : Argentina
Re: Mr. Brightside (Terminado)
Es verdad es genial me encanto la forma de la muerte del capitán murió como un héroe... Como siempre.
Quiero saber quien es el del otro mensaje, sera Castle??
Espero que continues pronto me gusta la historia y mas ahora que volviste y con todo
Quiero saber quien es el del otro mensaje, sera Castle??
Espero que continues pronto me gusta la historia y mas ahora que volviste y con todo
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
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