(¿+18?) La tormenta
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Re: (¿+18?) La tormenta
Gracias Maria, pobre Castle todo atormentado, afortunadamente Beckett tiene a Lanie que la aconsejo para conversar con él así que por lo que más quieras no le vayas a hacer nada a Lanie porque entonces ahí si nada grato jejejeje
Muchas Gracias por tu FIC y lástima que ya se va a acabar
Cierralo solo como tú sabes hacerlo: CON BROCHE DE ORO
Muchas Gracias por tu FIC y lástima que ya se va a acabar
Cierralo solo como tú sabes hacerlo: CON BROCHE DE ORO
Re: (¿+18?) La tormenta
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa fabuloso grandioso excelente genialll definitivamente me enecantaaaa que pesar que yaa no va ver massss espero lo coloquen en pdf como estaban proponiendo para leerlo todo seguido
moni valdes- As del póker
- Mensajes : 298
Fecha de inscripción : 04/01/2012
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Re: (¿+18?) La tormenta
Matemos a esta basura de una buena vez y chau. Un tiro bien dado y todos somos felices
Ya sabes, adoro tu fic
Ya sabes, adoro tu fic
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: (¿+18?) La tormenta
Fabuloso cómo siempre María! Que penita qe se acabé..espero qe tengas en mente hacer la continuacion de este MARAVILLOSO FIC!!!!!
LEILAKB- Actor en Broadway
- Mensajes : 202
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 34
Localización : madrid
Re: (¿+18?) La tormenta
mmmm no me mola nada eso de que castle fuese a matarla... ñieeeee!!!
se merece, al menos, un mes sin q el pequeño ricky salga a escena.. COMO MÍNIMO!
el fic genial, como siempre!!
se merece, al menos, un mes sin q el pequeño ricky salga a escena.. COMO MÍNIMO!
el fic genial, como siempre!!
castleaddictedforlife- Actor en Broadway
- Mensajes : 186
Fecha de inscripción : 01/04/2012
Re: (¿+18?) La tormenta
Capitulo 74 Familia
Beckett se estaba saltando prácticamente todas las leyes de tráfico, pero le daba exactamente igual, su mejor amiga estaba en peligro. Castle a su lado intentó calmarla.
-Tranquila, Meredith solo quiere llamar nuestra atención, todo saldrá bien.
-Eso espero Rick porque si no te juro por Dios que le meteré una bala en el cráneo a tu ex mujer.
Siguió conduciendo sin apenas mirar a la carretera, pensando en su amiga, su hermana…
-Perdón… ¿la doctora Parish?
-¡Hola!, ¿eres la nueva?
-Sí.
-Soy Lanie Parish, doctora forense.
-Kate Beckett, agente.
-Lo sé, el capitán Montgomery me ha dicho que es tu primer cadáver.
-Si…
Diez minutos después la joven agente vomitaba violentamente, mientras que la forense le sujetaba la frente, comprensiva. Se incorporó sudorosa, pálida.
-Lo siento…
-Tranquila, es normal.
-No se lo digas a nadie, por favor.
-Lo siento chica, pero pensaba publicarlo en el New York Times. –Se sonrieron.
-Gracias.
-De nada. Escucha, yo también llevo poco tiempo aquí y me cuesta acostumbrarme, así que… si necesitas una amiga para hablar después del trabajo… ya sabes dónde estoy. Aquí, donde los muertos, no tiene perdida.
Beckett asintió, en esos momentos presintió que aquella joven iba a ser una gran amiga.
Aparcó con rapidez y se dirigió al piso de Homicidios, con Castle pisándole los talones. El hombre la miro, parecía realmente preocupada. Mientras que el ascensor subía la obligó a mirarlo.
-Todo, ¿me oyes?, todo saldrá bien.
-Lo sé.
En el piso todo era silencio. Esposito estaba de pie, junto a su escritorio, con las manos en alto, en señal de sumisión. A unos dos metros de él estaba Meredith, con una pistola, apuntando a la cabeza de Lanie, mientras que con el otro brazo la sujetaba por el cuello, apoyada en la pared, teniendo una vista del ascensor y del resto de la sala. Gates y el resto de policías habían bajado sus armas, pero sin soltarlas. La capitana era la que estaba más cerca de ellas. En cuanto oyó abrirse el ascensor la pelirroja apretó aún más la pistola contra la sien de la forense, que miraba a su futuro marido sollozando, temblando. Esposito intentaba tranquilizarla con la mirada, pero era difícil calmarse cuando alguien te apuntaba con un arma. La mente de Lanie viajó hasta aquel momento en que volvieron a ser felices.
-Bueno, aquí estoy, dime, ¿de que querías hablar?
-Pues… veras, quería hablar de lo nuestro.
Esposito la miro y asintió.
-Ya sé que dijimos que había sido increíble pero que era mejor dejar las cosas así… acostarnos de vez en cuando… ser amigos… pero, no puedo Javi, ya no me basta con eso...
-¿Qué quieres decir?
-Javi… estoy embarazada.
El detective se quedo sin habla, ella se dio la vuelta incapaz de mirarlo.
-Lanie…
-Yo, lo siento, perdona, no debí decírtelo, olvídalo, da igual, no pasa nad… -No pudo seguir hablando cuando sintió los labios de el padre de su hijo sobre los suyos.
-Acabas de hacerme el hombre más feliz de este mundo.
Sonrió, con lágrimas en los ojos. –Te quiero Javier.
-Yo también te quiero.
La voz de la psicópata la hizo volver a la realidad.
-Rick…
-Meredith, ¿qué estás haciendo?, por favor suéltala.
-¡No!
-Querías que viniese y aquí estoy, ahora por favor, suéltala.
-¿Por qué nunca fui lo suficientemente buena para ti? ¿Por qué no era digna del famoso Richard Castle?
-Meredith, escucha, podemos hablar de esto, pero no es necesario que tengas ese arma, bájala, por favor.
-¡Contesta!
-Meredith te quise muchísimo, por favor, tienes que creerme, eras estupenda para mí, pero me engañaste, ¿recuerdas?, por favor, suéltala, ella no tiene nada que ver con todo esto.
-¿Qué me quisiste?, ¡mentira!, me veías como una niña tonta, una carga, una mala madre y me lo recordabas siempre, ¡siempre!, Meredith esto no es bueno para Alexis, Meredith no puedes sacarla del colegio para llevarla de compras… ¡nunca hacia nada bien!, ¡pues ahora voy a hacer algo bien!
-Meredith, por favor, no lo hagas, ella no es…
-Ella es su mejor amiga. –Señaló con la cabeza a Beckett, la miró con asco. –Tú me has quitado a mi familia y yo te la voy a quitar a ella.
En esos diez segundos pasaron muchas cosas, muchísimas cosas. Se oyeron dos disparos y dos personas cayeron heridas al suelo, una no gritó, no le dio tiempo, cayó muerta, en silencio. La otra gimió de dolor, sujetándose el hombro, mientras que dos hombres se acercaban a ella. Una mujer corrió a los brazos del hombre al que quería, sin dejar de llorar. Una inspectora de policía se agachó junto a la primera persona, cogiéndole la mano, suplicándole, sin entender que ya no podía hacer nada por ella. Y un escritor se acercó a su ex mujer, a la que jamás volvería a ver, para despedirse de ella.
-Tienes razón, nunca fuiste una buena madre, pero aún así nuestra hija te quería, y te equivocas, Kate no te ha quitado nada, nosotros dejamos de ser tu familia hace mucho tiempo.
La pelirroja se retorció mientras que se la llevaban, sujetándose el hombro, que seguía sangrando.
(Una semana después)
Las dos familias estaban sentadas en la mesa del comedor, riendo y charlando, hasta que Castle se levantó, pidiendo silencio.
-Bueno, familia, quería proponer dos brindis. El primero por Victoria Gates, una gran mujer, que aunque ya no esté con nosotros nunca olvidaremos. –Todo alzaron la copa y bebieron a la salud de la capitana, asesinada por Meredith, salvándole la vida a Lanie. -El segundo, por nosotros, esta gran familia, en especial por Sarah, que por fin es oficialmente una Castle más. Te queremos pequeña. –Todos brindaron esta vez por la niña, que los miraba desde la alfombra, sentada en el suelo con Alonso y Michael, jugando los tres con las marionetas de Lucía. La pequeña de la familia estaba en brazos de su madre, jugando con su adorado anillo, riendo, llamándola mamá a cada segundo.
-Papá parece que nunca va a cambiar de palabra, vas a tener que asumir que quiere más a Kate.
Todos se rieron, la niña la primera, mientras que Beckett la miraba embobada. –Mamamamamama
-Sí, mi amor, si, mamá, pero ahora se buena y di papá.
-Mamamamama.
-Me voy a jugar con los niños. –Todos volvieron a reírse, era muy divertido ver a Castle portándose como un niño pequeño.
Un par de horas después todo el mundo se había ido, incluida Alexis, que esa noche saldría con sus amigos. Castle y Beckett estaban en la cama, abrazados, sin hablar, después de haber hecho el amor. Él enredaba sus dedos en su cabello y ella le acariciaba el pecho desnudo, completamente relajada. Pero la paz se turbó cuando Lucea empezó a llorar. Ambos suspiraron. Castle se puso unos calzoncillos y Beckett la bata y subieron. La pequeña estaba en la cuna llorando, Sarah dormía en la otra, ajena al llanto de su hermana.
-Mama…mama…ma…-La niña lloraba llamándola.
-Shhhh, no pasa nada cielo, vamos mamá esta aquí y papá también. Shhh no llores cariño, vas a despertar a Sarah. –La pequeña se fue calmando, Beckett la besó con ternura y la dejó en la cuna. Castle también la besó y le sonrió. Ambos salieron de la habitación.
-Papa.
Continuará con el epílogo.
Esto se acabó chic@s , mañana el ultimo capitulo, que sera un epilogo. Muchas gracias a todos por haber leido y haber aguantado tantos capitulos.
Beckett se estaba saltando prácticamente todas las leyes de tráfico, pero le daba exactamente igual, su mejor amiga estaba en peligro. Castle a su lado intentó calmarla.
-Tranquila, Meredith solo quiere llamar nuestra atención, todo saldrá bien.
-Eso espero Rick porque si no te juro por Dios que le meteré una bala en el cráneo a tu ex mujer.
Siguió conduciendo sin apenas mirar a la carretera, pensando en su amiga, su hermana…
-Perdón… ¿la doctora Parish?
-¡Hola!, ¿eres la nueva?
-Sí.
-Soy Lanie Parish, doctora forense.
-Kate Beckett, agente.
-Lo sé, el capitán Montgomery me ha dicho que es tu primer cadáver.
-Si…
Diez minutos después la joven agente vomitaba violentamente, mientras que la forense le sujetaba la frente, comprensiva. Se incorporó sudorosa, pálida.
-Lo siento…
-Tranquila, es normal.
-No se lo digas a nadie, por favor.
-Lo siento chica, pero pensaba publicarlo en el New York Times. –Se sonrieron.
-Gracias.
-De nada. Escucha, yo también llevo poco tiempo aquí y me cuesta acostumbrarme, así que… si necesitas una amiga para hablar después del trabajo… ya sabes dónde estoy. Aquí, donde los muertos, no tiene perdida.
Beckett asintió, en esos momentos presintió que aquella joven iba a ser una gran amiga.
Aparcó con rapidez y se dirigió al piso de Homicidios, con Castle pisándole los talones. El hombre la miro, parecía realmente preocupada. Mientras que el ascensor subía la obligó a mirarlo.
-Todo, ¿me oyes?, todo saldrá bien.
-Lo sé.
En el piso todo era silencio. Esposito estaba de pie, junto a su escritorio, con las manos en alto, en señal de sumisión. A unos dos metros de él estaba Meredith, con una pistola, apuntando a la cabeza de Lanie, mientras que con el otro brazo la sujetaba por el cuello, apoyada en la pared, teniendo una vista del ascensor y del resto de la sala. Gates y el resto de policías habían bajado sus armas, pero sin soltarlas. La capitana era la que estaba más cerca de ellas. En cuanto oyó abrirse el ascensor la pelirroja apretó aún más la pistola contra la sien de la forense, que miraba a su futuro marido sollozando, temblando. Esposito intentaba tranquilizarla con la mirada, pero era difícil calmarse cuando alguien te apuntaba con un arma. La mente de Lanie viajó hasta aquel momento en que volvieron a ser felices.
-Bueno, aquí estoy, dime, ¿de que querías hablar?
-Pues… veras, quería hablar de lo nuestro.
Esposito la miro y asintió.
-Ya sé que dijimos que había sido increíble pero que era mejor dejar las cosas así… acostarnos de vez en cuando… ser amigos… pero, no puedo Javi, ya no me basta con eso...
-¿Qué quieres decir?
-Javi… estoy embarazada.
El detective se quedo sin habla, ella se dio la vuelta incapaz de mirarlo.
-Lanie…
-Yo, lo siento, perdona, no debí decírtelo, olvídalo, da igual, no pasa nad… -No pudo seguir hablando cuando sintió los labios de el padre de su hijo sobre los suyos.
-Acabas de hacerme el hombre más feliz de este mundo.
Sonrió, con lágrimas en los ojos. –Te quiero Javier.
-Yo también te quiero.
La voz de la psicópata la hizo volver a la realidad.
-Rick…
-Meredith, ¿qué estás haciendo?, por favor suéltala.
-¡No!
-Querías que viniese y aquí estoy, ahora por favor, suéltala.
-¿Por qué nunca fui lo suficientemente buena para ti? ¿Por qué no era digna del famoso Richard Castle?
-Meredith, escucha, podemos hablar de esto, pero no es necesario que tengas ese arma, bájala, por favor.
-¡Contesta!
-Meredith te quise muchísimo, por favor, tienes que creerme, eras estupenda para mí, pero me engañaste, ¿recuerdas?, por favor, suéltala, ella no tiene nada que ver con todo esto.
-¿Qué me quisiste?, ¡mentira!, me veías como una niña tonta, una carga, una mala madre y me lo recordabas siempre, ¡siempre!, Meredith esto no es bueno para Alexis, Meredith no puedes sacarla del colegio para llevarla de compras… ¡nunca hacia nada bien!, ¡pues ahora voy a hacer algo bien!
-Meredith, por favor, no lo hagas, ella no es…
-Ella es su mejor amiga. –Señaló con la cabeza a Beckett, la miró con asco. –Tú me has quitado a mi familia y yo te la voy a quitar a ella.
En esos diez segundos pasaron muchas cosas, muchísimas cosas. Se oyeron dos disparos y dos personas cayeron heridas al suelo, una no gritó, no le dio tiempo, cayó muerta, en silencio. La otra gimió de dolor, sujetándose el hombro, mientras que dos hombres se acercaban a ella. Una mujer corrió a los brazos del hombre al que quería, sin dejar de llorar. Una inspectora de policía se agachó junto a la primera persona, cogiéndole la mano, suplicándole, sin entender que ya no podía hacer nada por ella. Y un escritor se acercó a su ex mujer, a la que jamás volvería a ver, para despedirse de ella.
-Tienes razón, nunca fuiste una buena madre, pero aún así nuestra hija te quería, y te equivocas, Kate no te ha quitado nada, nosotros dejamos de ser tu familia hace mucho tiempo.
La pelirroja se retorció mientras que se la llevaban, sujetándose el hombro, que seguía sangrando.
(Una semana después)
Las dos familias estaban sentadas en la mesa del comedor, riendo y charlando, hasta que Castle se levantó, pidiendo silencio.
-Bueno, familia, quería proponer dos brindis. El primero por Victoria Gates, una gran mujer, que aunque ya no esté con nosotros nunca olvidaremos. –Todo alzaron la copa y bebieron a la salud de la capitana, asesinada por Meredith, salvándole la vida a Lanie. -El segundo, por nosotros, esta gran familia, en especial por Sarah, que por fin es oficialmente una Castle más. Te queremos pequeña. –Todos brindaron esta vez por la niña, que los miraba desde la alfombra, sentada en el suelo con Alonso y Michael, jugando los tres con las marionetas de Lucía. La pequeña de la familia estaba en brazos de su madre, jugando con su adorado anillo, riendo, llamándola mamá a cada segundo.
-Papá parece que nunca va a cambiar de palabra, vas a tener que asumir que quiere más a Kate.
Todos se rieron, la niña la primera, mientras que Beckett la miraba embobada. –Mamamamamama
-Sí, mi amor, si, mamá, pero ahora se buena y di papá.
-Mamamamama.
-Me voy a jugar con los niños. –Todos volvieron a reírse, era muy divertido ver a Castle portándose como un niño pequeño.
Un par de horas después todo el mundo se había ido, incluida Alexis, que esa noche saldría con sus amigos. Castle y Beckett estaban en la cama, abrazados, sin hablar, después de haber hecho el amor. Él enredaba sus dedos en su cabello y ella le acariciaba el pecho desnudo, completamente relajada. Pero la paz se turbó cuando Lucea empezó a llorar. Ambos suspiraron. Castle se puso unos calzoncillos y Beckett la bata y subieron. La pequeña estaba en la cuna llorando, Sarah dormía en la otra, ajena al llanto de su hermana.
-Mama…mama…ma…-La niña lloraba llamándola.
-Shhhh, no pasa nada cielo, vamos mamá esta aquí y papá también. Shhh no llores cariño, vas a despertar a Sarah. –La pequeña se fue calmando, Beckett la besó con ternura y la dejó en la cuna. Castle también la besó y le sonrió. Ambos salieron de la habitación.
-Papa.
Continuará con el epílogo.
Esto se acabó chic@s , mañana el ultimo capitulo, que sera un epilogo. Muchas gracias a todos por haber leido y haber aguantado tantos capitulos.
Re: (¿+18?) La tormenta
Buuuuu! no quiero que se acabe
Muy bueno maria... que triste que se murio gates pero bueno haha
algo hizo bueno xD
Gracias por esos grandes capitulos y por tus ideas
Muy bueno maria... que triste que se murio gates pero bueno haha
algo hizo bueno xD
Gracias por esos grandes capitulos y por tus ideas
DannyyFranco- Policia de homicidios
- Mensajes : 686
Fecha de inscripción : 24/01/2012
Edad : 31
Re: (¿+18?) La tormenta
Noooo como voy a extrañar esta historia me acostumbre tanto con Jor a esperar todos los dias un nuevo cap, que ahora que se termina la voy a extrañar y mucho ¿Ya lo dije no?... jajajaja
Bueno espero que continues pronto otra historia y espero a por mañana para el epilogo
Bueno espero que continues pronto otra historia y espero a por mañana para el epilogo
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Re: (¿+18?) La tormenta
Nooooooo como k ya se termino???... me encanto esta historia, y bueno me pone triste k ya sea mañana lo ultimo k leeremos de ella, pero me dejo la satisfaccion de k llore , sonrei , me enoje , me puso al bordo de un hilo y me enamore en cada capitulo k lei de tu historia, simplemente maravilloso!! Gracias por compartir tu magnifica imaginacion con nosotros!!!
Re: (¿+18?) La tormenta
Maria no puedo creer que se termine, recuerdo los primeros capitulos...
Sera dificil no tener uno nuevo todos los dias, los esperaba feliz.
Pero todolo buenos tiene un final y por suerte para mi FELIZ Y JUNTOS
FELICITACIONES Y GRACIAS POR COMPARTIR TU INCREIBLE historia
muchas gracias y un beso enormeeeee
Sera dificil no tener uno nuevo todos los dias, los esperaba feliz.
Pero todolo buenos tiene un final y por suerte para mi FELIZ Y JUNTOS
FELICITACIONES Y GRACIAS POR COMPARTIR TU INCREIBLE historia
muchas gracias y un beso enormeeeee
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: (¿+18?) La tormenta
Me ha encantado!!! Mucho, de principio a fin!! (en el fondo de mi corazón esperaba que Ryan no estuviera muerto s ) Besos y gracias por esta gran historia!
Zeny_Mackenzie- Moderador
- Mensajes : 1226
Fecha de inscripción : 07/06/2011
Edad : 41
Re: (¿+18?) La tormenta
Me gustaria que m vieras ahora: stoi llorando por el final de tu fic no por fa k sea un sueño no voi a poder estar sin uno de tus capitulos al dia sin tus dramas sin tus peleas sin tus escenas divertidas o las de sexo apasionado ... E admirado muxisimo el fic pero sobre todo a la autora y me fio de k siga scribiendo mas por k el talento le sale por todos los poros de la piel gracias por aber escrito esto wapa!! escribas lo k escribas te vamos a seguir eso tenlo claro como si aces la continuacion como sino pero eso si no te vayas nuncaa!! me as oido?? NUNCA kedate para SIEMPREE te kiero muxisimo Y gracias por todo!!
María Caskett- Actor en Broadway
- Mensajes : 197
Fecha de inscripción : 19/05/2012
Edad : 24
Localización : Madrid-España
Re: (¿+18?) La tormenta
Jooo! No quiero que de acabe q será de mi ahora... Jajaja
Bueno, como dijeron en always, los finales son inevitables
Maria solo me queda felicitarte una vez más, y solo espero q te llegue la inspiración y nos sorprendas con otro fic tan maravilloso como este! Echaremos mucho de menos esa historia
Eres muy grandee guapaaa! Un besito
Bueno, como dijeron en always, los finales son inevitables
Maria solo me queda felicitarte una vez más, y solo espero q te llegue la inspiración y nos sorprendas con otro fic tan maravilloso como este! Echaremos mucho de menos esa historia
Eres muy grandee guapaaa! Un besito
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 33
Localización : Madrid
Re: (¿+18?) La tormenta
Excelente capi Maria, muchas gracias por escribir tan bien
Lástima por la muerte de Gates, pero bueno por lo menos me alegra mucho que no hayas matado a alguno de nuestro personajes más importantes
Nooo, definitivamente no quisiera que se acabará jamás pero bueno ahí si ni modo
Solo te puedo decir que no dejes de deleitarnos con tu maravilloso talento espero te tomes un muy corto tiempo de descanso y vuelvas con más porque cuando tenemos en el foro chicas con tanto talento como el tuyo emociona aún más el poder leer los FICS
Lástima por la muerte de Gates, pero bueno por lo menos me alegra mucho que no hayas matado a alguno de nuestro personajes más importantes
Nooo, definitivamente no quisiera que se acabará jamás pero bueno ahí si ni modo
Solo te puedo decir que no dejes de deleitarnos con tu maravilloso talento espero te tomes un muy corto tiempo de descanso y vuelvas con más porque cuando tenemos en el foro chicas con tanto talento como el tuyo emociona aún más el poder leer los FICS
Re: (¿+18?) La tormenta
Epílogo Cuatro año después...
La capitán estaba sentada en su silla, revisando unos informes. Unos golpes en la puerta la hicieron levantar la vista.
-Perdone, ¿puedo pasar?
-Por supuesto, ¿en qué puedo ayudarle?
-Verá, quiero poner una denuncia.
-¿A quién quiere denunciar?
-A mi mujer.
-¡Vaya!, ¿por qué motivo?
-Bueno, por falta de… sexo. Últimamente no me deja tocarla.
-Eso es grave, ¿cree qué hay algún motivo en especial?
-La han ascendido hace no mucho y en cuanto llega a casa siempre está cansada, es una lástima, ¿no cree?
-Sí que lo es, pero quizás si usted fuera un poco comprensivo con ella… ¿tienen hijos?
-Cuatro. La mayor está a punto de acabar la universidad y los pequeños tienen cuatro y dos años.
-Ya veo… ¿se portan bien?
-Muy bien, aunque cuesta que se vayan a la cama a su hora, prefieren esperar a su madre.
-Entiendo, no sé si podremos detener a su mujer, pero puedo darle un consejo…
-Dígame.
-Vaya a casa y deje a sus hijos a cargo de alguien, seguro que sus abuelos estarán encantados, prepárele una buena cena y un baño de espuma y quién sabe, a lo mejor cuando llegue a casa y vea las molestias que se ha tomado para que ella esté a gusto decide recompensarlo.
-¿Sabe qué?, creo que seguiré su consejo, me pregunto si no le gustaría también un buen masaje, suele quejarse de dolor de espalda cuando llega de trabajar.
-Estoy segura de qué le parecerá una gran idea.
-Muchas gracias señora, ahora será mejor que me vaya, supongo que tiene cosas que hacer.
-Muy bien, y… señor Castle, le aconsejo que deje cerca de su cama un cuenco con chocolate y fresas, seguro que su esposa sabrá apreciarlo.
-Lo haré, lo tendré todo listo para las siete, espero que para entonces ella ya haya terminado su trabajo.
-Oh, seguro que sí, no lo dude.
La puerta se cerró dejándola sonriendo, adoraba a ese hombre y la verdad es que ella también quería pasar una noche romántica con él, pero con el ascenso estaba siendo difícil. Salió para ver cómo iba el caso.
-Inspector Esposito. –Sonrió, no solía llamarlo así, pero ella sabía muy bien que le gustaba el título, sonaba bien.
-Capitán Beckett.
-¿Algo nuevo?
-Nada aún, esto está siendo difícil.
-Bueno, confio en que podrá con ello. Escucha Esposito, hoy me gustaría salir un poco antes, ¿podrías encargarte de llevar los papeles a Documentación cuando los termine?
-¿Castle? –Adivinó.
-Sí, Castle.
-Tranquila, déjalos en mi mesa cuando acabes.
-Gracias.
Estuvo trabajando un buen rato. Miró su reloj y sonrió, las seis y media, cogió sus cosas y las carpetas con los informes. Luego fue hasta su coche. Al día siguiente tenía el día libre y lo pasarían los cinco en familia, pero esa noche disfrutaría de su marido. En cuanto llegó a casa un delicioso olor la invadió. Castle estaba de espaldas, con el delantal puesto, le sonrió desde la cocina, con dos copas de vino en las manos.
-Buenas noches cariño, ¿vino?
-Sí, por favor. –Se acercó a él aceptando la copa mientras que le besaba cariñosamente en los labios. –Mmmm… magnífico.
-Me alegro que te guste, lo he comprado especialmente para esta noche, me recuerda a ti.
-¿En serio?, ¿en qué?
-Pues tiene un tenue olor frutal, es sofisticado y solo de probarlo hace que tenga ganas de más. –Ella se rio, mirándolo con amor. –Gracias por todo esto Rick, yo también estaba deseando una noche para nosotros.
-No hay de qué. Tu baño está listo, te he dejado un libro al lado de la bañera y en el equipo de música tu CD favorito. Disfruta y relájate mientras que yo termino la cena.
-Lo haré, gracias mi amor. –Le besó y fue hacia el baño, llevándose su copa. Se desnudó y se tumbó en la bañera, suspirando al sentir como el agua acariciaba su piel. Bebió un poco más de vino y cogió el libro que Castle le había dejado. Sonrió recordando el último de los seis libros que había publicado sobre Nikki Heat. Este otro era algo distinto, y a la vez tan parecido… miró la portada, donde el rostro de su marido le regalaba su mejor sonrisa. “Richard Castle, jugando a ser policía”. Aquel libro era una hermosa biografía de lo que había sido la vida de Castle durante sus tiempos como poli. Los malos empiezos, las peleas, las bromas, los primeros casos, siguiendo con el acercamiento de ellos y las apariciones de sus otras parejas, hasta terminar en el día en que decidió dejar la comisaría para siempre. En esas páginas Castle había escrito sobre las muertes de Montgomery, Ryan, Jenny y Gates, sobre su relación con la que ahora era su mujer y la madre de sus hijos, sobre la resolución del caso de la madre de Beckett, en definitiva, sobre todo. Y por eso ella amaba ese libro más que ninguno, porque a pesar de que a veces algunos capítulos le trajeran malos y muy tristes recuerdos en ese libro Castle contaba al mundo la suerte que había tenido de conocer al amor de su vida. Le encantaba la dedicatoria.
“A mi querida mujer. Kate, gracias por hacerme más feliz a cada día que pasa. Te quiero.”
Leyó un capítulo más del libro y luego lo dejó a un lado, fue hasta el armario y se puso un vestido sencillo, pero elegante. No se puso mucho maquillaje, sabía que él la prefería natural.
-¿Quieres qué te ayude en algo?
-No es necesario. –Sonrió mirándola con devoción. –Estás preciosa, siéntate, la cena está lista.
-Huele muy bien Rick.
-Gracias, espero que te guste. –Cenaron mientras que hablaban sobre la familia y cosas así. Castle dejó su servilleta en la mesa y encendió el equipo de música. –Baila conmigo mi amor.
Ella aceptó su mano. Bailaron una canción lenta. Enterró su rostro en su hombro, el aspiró su perfume.
–Kate, te quiero.
-Yo también mi amor, yo también.
Se separó de él y le tendió la mano, guiándolo hasta la habitación. Castle la hizo tumbarse de espaldas y empezó a masajear sus hombros suavemente. Ella gimió de placer y alivio, pero el masaje no duró mucho, se incorporó y le quitó la camisa, mirándolo. La cicatriz apareció ante sus ojos. Sin dejar de mirar sus hermosos ojos azules recorrió la cicatriz con sus labios y sus dedos. Castle la desnudó y se desnudó él también. Comenzaron una danza en la que los dos llevaban el control. Se besaron, se acariciaron, se mordieron, gimieron, gritaron, rieron, en una palabra, se amaron. Y cuando él sintió como ella perdía completamente el control y se abandonaba al placer se dejó caer sobre ella, dejando que aquella extraordinaria sensación le atrapara. Se echó a su lado, acariciándola, sin dejar de decirle lo mucho que la amaba, oyendo unos tiernos y suaves “yo también” como respuestas.
-¿En qué piensas mi amor?
-En lo feliz que soy, y todo gracias a ti. Gracias por hacerme tan feliz, te quiero Rick, SIEMPRE.
-Yo también te quiero mi amor, SIEMPRE.
Se quedaron dormidos abrazados, con una sonrisa en los labios, una sonrisa que solo dos enamorados pueden tener.
-¡Mamá!, ¿vas a llevarnos al parque? –Lucía se echó en sus brazos, seguida por Sarah, quien también corrió a abrazar a su mamá. Su mamá de la tierra, porque ella sabía que en el cielo tenía otra mamá, que vivía con su otro papá.
-Hola mis niñas, no, hoy vamos a ir al zoo con los tíos Javi y Lanie, ¿queréis?
-¡Sí!
-¿Para mí no hay abrazos de mis niñas?
Las dos abrazaron a su papá mientras que Beckett cogía al pequeño Ryan en brazos. El niño sonrió contento, mirándolo con sus grandes ojos azules, adoraba estar en los brazos de mamá. –Hola mi chiquitín, ¿te lo has pasado bien con los abuelos?
El pequeño asintió graciosamente con la cabecita, echando los brazos luego hacia su padre, quien lo tomó en brazos.
-Gracias por quedarte con ellos esta noche Martha, no sabes el favor que nos hiciste.
-O tranquila, para eso estamos los abuelos, ¿verdad Jim?
-Por supuesto cariño. –Abrazó a la que ahora era su esposa y sonrió a su hija. –Tráelos siempre que quieras Katie, sabes que para nosotros no es ninguna molestia.
-Gracias papá. –Se despidieron de los abuelos y se marcharon.
-Soy tan feliz de verlos así, aún no puedo creerme que mi hija haya encontrado la verdadera felicidad.
-Lo sé mi amor, yo también siento lo mismo con Richard. Son una estupenda familia.
-¿Podremos montarnos en el tobogán grande?
-Solo si papá se monta con vosotras, solas no.
-¡Papá!
-¡Venga papá!
-Claro, me montaré con vosotras.
-Yo quero dale come a los elefates.
-Claro que sí Ryan, les daremos de comer.
Llegaron al zoo donde a la entrada ya les esperaban Lanie y Esposito, con los tres niños. Alonso y Michael fueron corriendo a saludar a sus “primas”. Beckett se acercó a Lanie con Ryan de la mano, se agachó junto al cochecito. La niña se rio echando los brazos a su tía Kate.
-Hola Victoria, ¿cómo está esta chiquitina?
-Mamamama mama mama.
-¡Vaya! No me habías dicho que había dicho su primera palabra.
-Ya ves. Fue ayer y desde entonces no para. –Ambas amigas se rieron.
-Ya tenemos las entradas, vamos.
Las dos familias disfrutaron de una maravillosa tarde dando de comer a los animales, montándose en las atracciones y haciéndose fotos. Castle compró globos para los niños y se montó con sus hijas en el tobogán grande. Los gemelos no quisieron montarse, la última vez se habían caído y se habían hecho daño. Lucía salió riendo muy contenta.
-Me ha gustado mucho, mamá, ¿me puedo montar otra vez?
-Luego, ahora vamos a ver el espectáculo de los delfines.
-Necesito a un niño o una niña que quiera ser voluntario. ¿Quién quiere ser voluntario y tocarlos?
Los niños levantaban las manitas entusiasmados y se señalaban entre voces. El entrenador paseó por las gradas y se paró en frente de Sarah. –Aquí tenemos una voluntaria, ven pequeña.
Castle y Beckett animaron a la niña a ir, que bajó entre ilusionada y avergonzada. Lucía y los gemelos por su parte se miraron desencantados. Esposito los consoló. –Venga no os pongáis así, podéis verlos desde aquí.
-Pero no podemos tocarlos…
-Yo también quiero tocarlos mamá.
Lucía por su parte no decía nada, miraba a su hermana que se acercaba riendo al delfín y le daba un trozo de pescado. Salieron del espectáculo riendo, los gemelos se habían consolado con la promesa de su padre de comprarles algo en la tienda del zoo. La única que no sonreía era Lucía. Beckett se agachó a su lado.-Cariño no te enfades con tu hermana, deberías alegrarte por ella.
-Yo me alegro mami…pero…
-Te hacía mucha ilusión tocar a los delfines, ¿verdad?
La pequeña asintió, haciendo un pucherito. Castle que estaba señalándole los elefantes a Ryan y a Sarah dejó a los niños con Lanie y se acercó a ellas.
-¿Qué te pasa cielo?, ¿por qué lloras?
-No lloro… -La niña hacía realmente un gran esfuerzo por no llorar, Castle la cogió en brazos y la besó. -¿Quieres que nos montemos otra vez en el tobogán grande?
-Sí… -Castle colocó a su hija en sus hombros y la llevó al gran tobogán, montándose con ella varias veces.
El resto de la tarde fue tranquilo aunque Ryan se puso a llorar cuando vio en la tienda un gracioso y enorme peluche de una jirafa, pero su madre se negó.
-Ya no caben más peluches en tu cuarto Ryan y menos uno tan grande, coge otra cosa.
-Yo… quero ese… -El pequeño siguió llorando. Castle suspiró.
-Ryan mamá ha dicho que no, ¡mira esas pelotas de animalitos!, ¿quieres una?
-No… yo quero jiafa…
El pequeño salió de la tienda llorando en los brazos de su padre. Beckett le había comprado una pelota, sabía que cuando se calmara la aceptaría contento. Los gemelos se habían comprado un juego de mesa sobre animales del mundo y las niñas unos puzles. A Victoria le habían comprado un leoncito de peluche.
-Será mejor que nos vayamos ya, es tarde y el niño está muerto de sueño.
-Sí, Vicky también tiene sueño y además empieza a hacer mucho frío. Nos vemos en el trabajo amiga.
-Hasta el lunes.
Se despidieron y fueron a casa, los niños estaban agotados. Castle los bañó y les puso el pijama mientras que Beckett hacía la cena. Después de cenar los metieron en la cama. Ryan se durmió enseguida, a las niñas tuvieron que leerles un cuento.
-Por fin se han dormido, estoy agotada.
-Vete a dormir cielo, yo recojo todo esto.
A la mañana siguiente les despertó una gran sorpresa.
-¡Alexis!
-¡Hola familia!
-Cielo, ¡no sabía que ibas a venir!
-Lo sé, pero quería daros una sorpresa.
Pusieron la mesa y se sentaron los seis a desayunar tortitas. Beckett se levantó y sonrió, yendo a por nata para Ryan. Los miró desde la cocina, feliz. Castle se acercó a ella y la besó. Alexis respiró hondo y los llamó:
-¡Papá, Kate!
-Dinos.
-Veréis, no he venido solo para visitaros, tengo que daros una noticia.
-No digas más, te han puesto otra Matrícula de Honor.
-No… es que… ¡me caso papá!
FIN
Y ahora llega el momento de las dedicatorias…
En primer lugar a mi querida Concha. Te prometí un final feliz y aquí lo tienes. Te quiero mucho mi niña, eres mi Lanie particular.
A mi hermano, que es el que me dio la idea de matar a unos cuantos, y por tanto la culpa es suya, no mía.
A silvanalino, castlebeckett.cris, DannyyFranco, porque casi nunca me ha faltado un comentario vuestro, ya fuera de odio, o de felicitaciones.
A KateB-fan que aunque no haya seguido esta historia es la principal responsable de que decidiera hacerla, gracias a sus maravillosas historias yo empecé a conocer este mundo de los FIC y ¡me encanta!
A Teresita_yocastle$$NYPD, que fue la primera que me comentó y por tanto la responsable de que siguiera esta historia.
A toda la que haya deseado una Luna de Miel como la que he escrito o un hombre como Castle.
También a quien se haya hecho adicto a las fresas y al chocolate.
A quien se creyese durante unos segundos que había matado a Castle y me odiase por ello.
A Kathyuska, carly becket, Cata Castillo , Inara, Jorja, rubiodav, BrujaAle, Zeny_Mackenzie, Mel.Castle, lauracastlebeckett, Maku_Stanathan, karlaguilarodgers, Sara Castle, .:Danu:., patri_81, kate&castle!, Mery2912, castleaddict, LEILAKB, moni valdes, castlelover, Duende, Estefanía988, Luisana, mops, fandecastle, anaforo, mary angel 02, 007Castle, masqga, castleaddictedforlife, claudia vasquez, crazyforcastle, Massycb, , setejga, Ange, eectcastle, alwaysloveCaskett, carla_NYPD y NotAlone3000 por haber comentado una o mil veces y por tanto haberme dado ánimos.
A Mizz_Castle, Silvanalino otra vez, María Caskett, cris_beckett y mary530, vuestro últimos comentarios me han hecho llorar.
A todos los que hayan leído esta historia.
Y a quien esté esperando la próxima, volveré tras los exámenes .
GRACIAS
La capitán estaba sentada en su silla, revisando unos informes. Unos golpes en la puerta la hicieron levantar la vista.
-Perdone, ¿puedo pasar?
-Por supuesto, ¿en qué puedo ayudarle?
-Verá, quiero poner una denuncia.
-¿A quién quiere denunciar?
-A mi mujer.
-¡Vaya!, ¿por qué motivo?
-Bueno, por falta de… sexo. Últimamente no me deja tocarla.
-Eso es grave, ¿cree qué hay algún motivo en especial?
-La han ascendido hace no mucho y en cuanto llega a casa siempre está cansada, es una lástima, ¿no cree?
-Sí que lo es, pero quizás si usted fuera un poco comprensivo con ella… ¿tienen hijos?
-Cuatro. La mayor está a punto de acabar la universidad y los pequeños tienen cuatro y dos años.
-Ya veo… ¿se portan bien?
-Muy bien, aunque cuesta que se vayan a la cama a su hora, prefieren esperar a su madre.
-Entiendo, no sé si podremos detener a su mujer, pero puedo darle un consejo…
-Dígame.
-Vaya a casa y deje a sus hijos a cargo de alguien, seguro que sus abuelos estarán encantados, prepárele una buena cena y un baño de espuma y quién sabe, a lo mejor cuando llegue a casa y vea las molestias que se ha tomado para que ella esté a gusto decide recompensarlo.
-¿Sabe qué?, creo que seguiré su consejo, me pregunto si no le gustaría también un buen masaje, suele quejarse de dolor de espalda cuando llega de trabajar.
-Estoy segura de qué le parecerá una gran idea.
-Muchas gracias señora, ahora será mejor que me vaya, supongo que tiene cosas que hacer.
-Muy bien, y… señor Castle, le aconsejo que deje cerca de su cama un cuenco con chocolate y fresas, seguro que su esposa sabrá apreciarlo.
-Lo haré, lo tendré todo listo para las siete, espero que para entonces ella ya haya terminado su trabajo.
-Oh, seguro que sí, no lo dude.
La puerta se cerró dejándola sonriendo, adoraba a ese hombre y la verdad es que ella también quería pasar una noche romántica con él, pero con el ascenso estaba siendo difícil. Salió para ver cómo iba el caso.
-Inspector Esposito. –Sonrió, no solía llamarlo así, pero ella sabía muy bien que le gustaba el título, sonaba bien.
-Capitán Beckett.
-¿Algo nuevo?
-Nada aún, esto está siendo difícil.
-Bueno, confio en que podrá con ello. Escucha Esposito, hoy me gustaría salir un poco antes, ¿podrías encargarte de llevar los papeles a Documentación cuando los termine?
-¿Castle? –Adivinó.
-Sí, Castle.
-Tranquila, déjalos en mi mesa cuando acabes.
-Gracias.
Estuvo trabajando un buen rato. Miró su reloj y sonrió, las seis y media, cogió sus cosas y las carpetas con los informes. Luego fue hasta su coche. Al día siguiente tenía el día libre y lo pasarían los cinco en familia, pero esa noche disfrutaría de su marido. En cuanto llegó a casa un delicioso olor la invadió. Castle estaba de espaldas, con el delantal puesto, le sonrió desde la cocina, con dos copas de vino en las manos.
-Buenas noches cariño, ¿vino?
-Sí, por favor. –Se acercó a él aceptando la copa mientras que le besaba cariñosamente en los labios. –Mmmm… magnífico.
-Me alegro que te guste, lo he comprado especialmente para esta noche, me recuerda a ti.
-¿En serio?, ¿en qué?
-Pues tiene un tenue olor frutal, es sofisticado y solo de probarlo hace que tenga ganas de más. –Ella se rio, mirándolo con amor. –Gracias por todo esto Rick, yo también estaba deseando una noche para nosotros.
-No hay de qué. Tu baño está listo, te he dejado un libro al lado de la bañera y en el equipo de música tu CD favorito. Disfruta y relájate mientras que yo termino la cena.
-Lo haré, gracias mi amor. –Le besó y fue hacia el baño, llevándose su copa. Se desnudó y se tumbó en la bañera, suspirando al sentir como el agua acariciaba su piel. Bebió un poco más de vino y cogió el libro que Castle le había dejado. Sonrió recordando el último de los seis libros que había publicado sobre Nikki Heat. Este otro era algo distinto, y a la vez tan parecido… miró la portada, donde el rostro de su marido le regalaba su mejor sonrisa. “Richard Castle, jugando a ser policía”. Aquel libro era una hermosa biografía de lo que había sido la vida de Castle durante sus tiempos como poli. Los malos empiezos, las peleas, las bromas, los primeros casos, siguiendo con el acercamiento de ellos y las apariciones de sus otras parejas, hasta terminar en el día en que decidió dejar la comisaría para siempre. En esas páginas Castle había escrito sobre las muertes de Montgomery, Ryan, Jenny y Gates, sobre su relación con la que ahora era su mujer y la madre de sus hijos, sobre la resolución del caso de la madre de Beckett, en definitiva, sobre todo. Y por eso ella amaba ese libro más que ninguno, porque a pesar de que a veces algunos capítulos le trajeran malos y muy tristes recuerdos en ese libro Castle contaba al mundo la suerte que había tenido de conocer al amor de su vida. Le encantaba la dedicatoria.
“A mi querida mujer. Kate, gracias por hacerme más feliz a cada día que pasa. Te quiero.”
Leyó un capítulo más del libro y luego lo dejó a un lado, fue hasta el armario y se puso un vestido sencillo, pero elegante. No se puso mucho maquillaje, sabía que él la prefería natural.
-¿Quieres qué te ayude en algo?
-No es necesario. –Sonrió mirándola con devoción. –Estás preciosa, siéntate, la cena está lista.
-Huele muy bien Rick.
-Gracias, espero que te guste. –Cenaron mientras que hablaban sobre la familia y cosas así. Castle dejó su servilleta en la mesa y encendió el equipo de música. –Baila conmigo mi amor.
Ella aceptó su mano. Bailaron una canción lenta. Enterró su rostro en su hombro, el aspiró su perfume.
–Kate, te quiero.
-Yo también mi amor, yo también.
Se separó de él y le tendió la mano, guiándolo hasta la habitación. Castle la hizo tumbarse de espaldas y empezó a masajear sus hombros suavemente. Ella gimió de placer y alivio, pero el masaje no duró mucho, se incorporó y le quitó la camisa, mirándolo. La cicatriz apareció ante sus ojos. Sin dejar de mirar sus hermosos ojos azules recorrió la cicatriz con sus labios y sus dedos. Castle la desnudó y se desnudó él también. Comenzaron una danza en la que los dos llevaban el control. Se besaron, se acariciaron, se mordieron, gimieron, gritaron, rieron, en una palabra, se amaron. Y cuando él sintió como ella perdía completamente el control y se abandonaba al placer se dejó caer sobre ella, dejando que aquella extraordinaria sensación le atrapara. Se echó a su lado, acariciándola, sin dejar de decirle lo mucho que la amaba, oyendo unos tiernos y suaves “yo también” como respuestas.
-¿En qué piensas mi amor?
-En lo feliz que soy, y todo gracias a ti. Gracias por hacerme tan feliz, te quiero Rick, SIEMPRE.
-Yo también te quiero mi amor, SIEMPRE.
Se quedaron dormidos abrazados, con una sonrisa en los labios, una sonrisa que solo dos enamorados pueden tener.
-¡Mamá!, ¿vas a llevarnos al parque? –Lucía se echó en sus brazos, seguida por Sarah, quien también corrió a abrazar a su mamá. Su mamá de la tierra, porque ella sabía que en el cielo tenía otra mamá, que vivía con su otro papá.
-Hola mis niñas, no, hoy vamos a ir al zoo con los tíos Javi y Lanie, ¿queréis?
-¡Sí!
-¿Para mí no hay abrazos de mis niñas?
Las dos abrazaron a su papá mientras que Beckett cogía al pequeño Ryan en brazos. El niño sonrió contento, mirándolo con sus grandes ojos azules, adoraba estar en los brazos de mamá. –Hola mi chiquitín, ¿te lo has pasado bien con los abuelos?
El pequeño asintió graciosamente con la cabecita, echando los brazos luego hacia su padre, quien lo tomó en brazos.
-Gracias por quedarte con ellos esta noche Martha, no sabes el favor que nos hiciste.
-O tranquila, para eso estamos los abuelos, ¿verdad Jim?
-Por supuesto cariño. –Abrazó a la que ahora era su esposa y sonrió a su hija. –Tráelos siempre que quieras Katie, sabes que para nosotros no es ninguna molestia.
-Gracias papá. –Se despidieron de los abuelos y se marcharon.
-Soy tan feliz de verlos así, aún no puedo creerme que mi hija haya encontrado la verdadera felicidad.
-Lo sé mi amor, yo también siento lo mismo con Richard. Son una estupenda familia.
-¿Podremos montarnos en el tobogán grande?
-Solo si papá se monta con vosotras, solas no.
-¡Papá!
-¡Venga papá!
-Claro, me montaré con vosotras.
-Yo quero dale come a los elefates.
-Claro que sí Ryan, les daremos de comer.
Llegaron al zoo donde a la entrada ya les esperaban Lanie y Esposito, con los tres niños. Alonso y Michael fueron corriendo a saludar a sus “primas”. Beckett se acercó a Lanie con Ryan de la mano, se agachó junto al cochecito. La niña se rio echando los brazos a su tía Kate.
-Hola Victoria, ¿cómo está esta chiquitina?
-Mamamama mama mama.
-¡Vaya! No me habías dicho que había dicho su primera palabra.
-Ya ves. Fue ayer y desde entonces no para. –Ambas amigas se rieron.
-Ya tenemos las entradas, vamos.
Las dos familias disfrutaron de una maravillosa tarde dando de comer a los animales, montándose en las atracciones y haciéndose fotos. Castle compró globos para los niños y se montó con sus hijas en el tobogán grande. Los gemelos no quisieron montarse, la última vez se habían caído y se habían hecho daño. Lucía salió riendo muy contenta.
-Me ha gustado mucho, mamá, ¿me puedo montar otra vez?
-Luego, ahora vamos a ver el espectáculo de los delfines.
-Necesito a un niño o una niña que quiera ser voluntario. ¿Quién quiere ser voluntario y tocarlos?
Los niños levantaban las manitas entusiasmados y se señalaban entre voces. El entrenador paseó por las gradas y se paró en frente de Sarah. –Aquí tenemos una voluntaria, ven pequeña.
Castle y Beckett animaron a la niña a ir, que bajó entre ilusionada y avergonzada. Lucía y los gemelos por su parte se miraron desencantados. Esposito los consoló. –Venga no os pongáis así, podéis verlos desde aquí.
-Pero no podemos tocarlos…
-Yo también quiero tocarlos mamá.
Lucía por su parte no decía nada, miraba a su hermana que se acercaba riendo al delfín y le daba un trozo de pescado. Salieron del espectáculo riendo, los gemelos se habían consolado con la promesa de su padre de comprarles algo en la tienda del zoo. La única que no sonreía era Lucía. Beckett se agachó a su lado.-Cariño no te enfades con tu hermana, deberías alegrarte por ella.
-Yo me alegro mami…pero…
-Te hacía mucha ilusión tocar a los delfines, ¿verdad?
La pequeña asintió, haciendo un pucherito. Castle que estaba señalándole los elefantes a Ryan y a Sarah dejó a los niños con Lanie y se acercó a ellas.
-¿Qué te pasa cielo?, ¿por qué lloras?
-No lloro… -La niña hacía realmente un gran esfuerzo por no llorar, Castle la cogió en brazos y la besó. -¿Quieres que nos montemos otra vez en el tobogán grande?
-Sí… -Castle colocó a su hija en sus hombros y la llevó al gran tobogán, montándose con ella varias veces.
El resto de la tarde fue tranquilo aunque Ryan se puso a llorar cuando vio en la tienda un gracioso y enorme peluche de una jirafa, pero su madre se negó.
-Ya no caben más peluches en tu cuarto Ryan y menos uno tan grande, coge otra cosa.
-Yo… quero ese… -El pequeño siguió llorando. Castle suspiró.
-Ryan mamá ha dicho que no, ¡mira esas pelotas de animalitos!, ¿quieres una?
-No… yo quero jiafa…
El pequeño salió de la tienda llorando en los brazos de su padre. Beckett le había comprado una pelota, sabía que cuando se calmara la aceptaría contento. Los gemelos se habían comprado un juego de mesa sobre animales del mundo y las niñas unos puzles. A Victoria le habían comprado un leoncito de peluche.
-Será mejor que nos vayamos ya, es tarde y el niño está muerto de sueño.
-Sí, Vicky también tiene sueño y además empieza a hacer mucho frío. Nos vemos en el trabajo amiga.
-Hasta el lunes.
Se despidieron y fueron a casa, los niños estaban agotados. Castle los bañó y les puso el pijama mientras que Beckett hacía la cena. Después de cenar los metieron en la cama. Ryan se durmió enseguida, a las niñas tuvieron que leerles un cuento.
-Por fin se han dormido, estoy agotada.
-Vete a dormir cielo, yo recojo todo esto.
A la mañana siguiente les despertó una gran sorpresa.
-¡Alexis!
-¡Hola familia!
-Cielo, ¡no sabía que ibas a venir!
-Lo sé, pero quería daros una sorpresa.
Pusieron la mesa y se sentaron los seis a desayunar tortitas. Beckett se levantó y sonrió, yendo a por nata para Ryan. Los miró desde la cocina, feliz. Castle se acercó a ella y la besó. Alexis respiró hondo y los llamó:
-¡Papá, Kate!
-Dinos.
-Veréis, no he venido solo para visitaros, tengo que daros una noticia.
-No digas más, te han puesto otra Matrícula de Honor.
-No… es que… ¡me caso papá!
FIN
Y ahora llega el momento de las dedicatorias…
En primer lugar a mi querida Concha. Te prometí un final feliz y aquí lo tienes. Te quiero mucho mi niña, eres mi Lanie particular.
A mi hermano, que es el que me dio la idea de matar a unos cuantos, y por tanto la culpa es suya, no mía.
A silvanalino, castlebeckett.cris, DannyyFranco, porque casi nunca me ha faltado un comentario vuestro, ya fuera de odio, o de felicitaciones.
A KateB-fan que aunque no haya seguido esta historia es la principal responsable de que decidiera hacerla, gracias a sus maravillosas historias yo empecé a conocer este mundo de los FIC y ¡me encanta!
A Teresita_yocastle$$NYPD, que fue la primera que me comentó y por tanto la responsable de que siguiera esta historia.
A toda la que haya deseado una Luna de Miel como la que he escrito o un hombre como Castle.
También a quien se haya hecho adicto a las fresas y al chocolate.
A quien se creyese durante unos segundos que había matado a Castle y me odiase por ello.
A Kathyuska, carly becket, Cata Castillo , Inara, Jorja, rubiodav, BrujaAle, Zeny_Mackenzie, Mel.Castle, lauracastlebeckett, Maku_Stanathan, karlaguilarodgers, Sara Castle, .:Danu:., patri_81, kate&castle!, Mery2912, castleaddict, LEILAKB, moni valdes, castlelover, Duende, Estefanía988, Luisana, mops, fandecastle, anaforo, mary angel 02, 007Castle, masqga, castleaddictedforlife, claudia vasquez, crazyforcastle, Massycb, , setejga, Ange, eectcastle, alwaysloveCaskett, carla_NYPD y NotAlone3000 por haber comentado una o mil veces y por tanto haberme dado ánimos.
A Mizz_Castle, Silvanalino otra vez, María Caskett, cris_beckett y mary530, vuestro últimos comentarios me han hecho llorar.
A todos los que hayan leído esta historia.
Y a quien esté esperando la próxima, volveré tras los exámenes .
GRACIAS
Re: (¿+18?) La tormenta
Sin duda a sido una gran historia! Espero que vuelvas a escribir otra tan maravillosa como esta!
LEILAKB- Actor en Broadway
- Mensajes : 202
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 34
Localización : madrid
Re: (¿+18?) La tormenta
Gracias!! volveré en julio =)LEILAKB escribió:Sin duda a sido una gran historia! Espero que vuelvas a escribir otra tan maravillosa como esta!
Re: (¿+18?) La tormenta
Vas hacer continuaclon sobre esta??
LEILAKB- Actor en Broadway
- Mensajes : 202
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 34
Localización : madrid
Re: (¿+18?) La tormenta
Pero que final maria! Desde principio a fin me ha encantado esta historia
y por supuestisimo que si mis comentarios no podian faltar
Estoy deseando leer otro fic tuyo.. ya sea continuacion u otro nuevo
y por supuestisimo que si mis comentarios no podian faltar
Estoy deseando leer otro fic tuyo.. ya sea continuacion u otro nuevo
DannyyFranco- Policia de homicidios
- Mensajes : 686
Fecha de inscripción : 24/01/2012
Edad : 31
Re: (¿+18?) La tormenta
DannyyFranco escribió:Pero que final maria! Desde principio a fin me ha encantado esta historia
y por supuestisimo que si mis comentarios no podian faltar
Estoy deseando leer otro fic tuyo.. ya sea continuacion u otro nuevo
Gracias preciosa, yo espero que sigas escribiendo como hasta ahora, eres genial!
Re: (¿+18?) La tormenta
Wooww!! Me has dejado sin palabras y sonriendo como una tonta imaginándome cada escena emocionada jajaja no pudiste acabarla de menor manera, ha sido un final perfectoo, como cada capítulo de esta historia.
Como ya te dije, escribes increíble... Así q ya tengo dos citas a las q no puedo faltar, relacionadas con Castle. Una es en septiembre, con el comienzo de la 5a temporada y otra en julio, con tu nuevo fic q ya espero!!
Pues eso niña, q llevo todo el día actualizando la pagina para leer este epilogo maravilloso y ha merecido la pena, bueno q si ha merecido la pena!!
Gracias por mencionarme en tu dedicatoria. Un beso enorme y hasta la próxima, soy tu fan!
Como ya te dije, escribes increíble... Así q ya tengo dos citas a las q no puedo faltar, relacionadas con Castle. Una es en septiembre, con el comienzo de la 5a temporada y otra en julio, con tu nuevo fic q ya espero!!
Pues eso niña, q llevo todo el día actualizando la pagina para leer este epilogo maravilloso y ha merecido la pena, bueno q si ha merecido la pena!!
Gracias por mencionarme en tu dedicatoria. Un beso enorme y hasta la próxima, soy tu fan!
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 33
Localización : Madrid
Re: (¿+18?) La tormenta
me encanta como escribes maria y echare mucho de menos esto, esta ha sido mi historia favorita y la primera que lei , mas te vale volver
suerte con los examenes !! y gracias por mencionarme
soy tu fan
suerte con los examenes !! y gracias por mencionarme
soy tu fan
claudia vasquez- Ayudante de policia
- Mensajes : 122
Fecha de inscripción : 25/03/2012
Edad : 30
Localización : MADRID/ESPAÑA
Re: (¿+18?) La tormenta
un epilogo hermoso, dulce, magnifico,Precioso
te felicito mil gracias por compartir con nosotros toda tu imaginacion tan talentosa
quiero mas nuevas historias tuyas
te felicito mil gracias por compartir con nosotros toda tu imaginacion tan talentosa
quiero mas nuevas historias tuyas
______________________
CASKETT ALWAYS
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