Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
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Escena 29: El despertar de la bestia
Esta escena tampoco es muy larga pero teniendo en cuenta que inicialmente tenía no más de 10 renglones, no está tan mal.
EL DESPERTAR DE LA BESTIA
Castle fue el primero en despertarse, extrañado por un ruido. Levantó la cabeza y aguzó el oído pero no escuchó nada. Dejó caer la cabeza pesadamente sobre la almohada y cerrando los ojos de nuevo, aspiró suavemente el aroma de su pelo, ese inconfundible aroma que solo ella tenía. Una sonrisa se dibujó en su rostro que lo hizo abrir nuevamente los ojos para poder contemplarla. Kate dormía tranquilamente dándole la espalda y él estaba pegado a su lado rodeándola con un brazo. Ella le había agarrado la mano durante la noche y ahora la apretaba contra su pecho.
Con su mano libre le corrió el pelo de la cara muy cuidadosamente para no despertarla, y le dio un pequeño beso en la mejilla. Ella murmuró algo dormida pero no se despertó. Castle se soltó delicadamente de su mano y corrió las sábanas para poder vislumbrarla. Se quedó un momento recorriéndola con la mirada perdido en su silueta, viajando de arriba abajo y luego subiendo de vuelta.
La noche anterior habían terminado un caso que los había tenido trabajando sin parar. Habían decidido ir a casa de ella con toda la intención de poder estar juntos. Sin embargo, luego de bañarse y comer, apenas habían caído en la cama habían terminado dormidos, totalmente rendidos. Así que Kate todavía estaba vestida con su pijama, y Castle dio gracias de que no fuera demasiado largo, dejándole ver la curva de sus caderas y el comienzo de sus largas piernas.
Comenzó muy lentamente a acariciarla suavemente de abajo hacia arriba, pasando por sus piernas, sus muslos, levantándole un poco el pijama para recorrer la curva de sus caderas, pasando por su estómago. Mientras, se acercó a su oído.
- Te ves hermosa cuando duermes. – le susurró para luego besarle suavemente el cuello. Entonces, vio que de a poco reaccionaba. La vio sonreír pesadamente, todavía adormilada, complacida por sus caricias y vio como poco a poco acomodaba el cuello para facilitarle el acceso. – Buenos días. – le suspiró nuevamente en el oído.
- Mmmm… - murmuró ella.
Giró lentamente la cabeza hacia él mientras llevaba la mano hasta su nuca para enredar sus dedos en su pelo alborotado por el sueño. Kate todavía sentía que estaba entre algodones, invadida por el sueño. Todavía mantenía los ojos cerrados. Quería concentrar sus esfuerzos en sus otros sentidos, principalmente el del tacto.
- Al final, nos dormimos. – le susurró él. Kate simplemente asintió y volvió a dedicarle una sonrisa. Usó la mano que tenía en su cabeza para atraerlo hacia ella y besarlo dulcemente, tomándose su tiempo para saborear su boca.
Después, cuando sintió que eso solo no era suficiente, giró el resto del cuerpo y lo rodeó con ambos brazos para seguir besándolo. Castle llevó las manos hasta su espalda y las paseó por ella de un extremo al otro incluso hasta llegar a sus piernas pasando por su nuca, sintiendo cada una de las vertebras de su columna, recorriendo la curva de sus glúteos y llegando finalmente hasta el inicio de sus muslo, para luego emprender el camino de regreso.
Se separaron un momento dejando sus frentes apoyadas y por fin ella abrió los ojos para fijarse en los de él. Cada uno vislumbraba la ventana del alma del otro, totalmente perdido en lo más hondo de su ser.
- Buenos días… – le dijo ella en una voz apenas audible, aunque no era necesario más porque su cercanía le había permitido a él escucharla claramente. Ella le sonrió y volvió a besarlo una vez más, luego otra vez, y otra vez.
Poco a poco, los besos y las caricias fueron volviéndose más profundas y más apasionadas. Ambos deseaban retomar lo que la noche anterior no habían podido concretar.
El momento fue repentinamente interrumpido por el sonido del estómago de Castle, que sonó fuertemente e incluso Kate pudo sentir la vibración en su abdomen, que estaba pegado al de él. En ese momento, se estaban besando y el sonido hizo que ambos se tentaran de risa. Trataron de contenerse y cada tanto soltaban una risa en la boca del otro, pero el sonido se volvió a repetir y entonces ya no pudieron contenerse más. Rompieron el beso y comenzaron a reírse a carcajadas separándose y revolcándose sobre el colchón ante la rara situación y la tan peculiar interrupción.
- Genial… - dijo Castle en tono de queja. – No tenemos suficientes interrupciones externas como para que encima mi propio cuerpo me traicione. – Soltó un gruñido y se sentó llevándose la mano al estómago.
Se quedaron un momento en silencio, tan solo mirándose, como esperando una especia de señal. Pasado un minuto, no se habían escuchado más ruidos de su estómago. Kate le sonrió y se incorporó para terminar sentándose sobre su regazo.
- Parece que se calmó. – le dijo.
- Parece… - le contestó él y le devolvió una mirada sugestiva.
Kate le pasó las manos por arriba de los hombros y se acercó a él para besarlo.
Apenas sus labios entraron en contacto, el estómago de Castle volvió a gruñir. Kate se separó y soltó otra carcajada.
- ¡Oh, vamos! – gritó Castle y luego apoyó la cabeza sobre el hombro de ella. Kate le acarició el pelo y luego lo apartó para que la mirara.
- Hagamos una cosa. – le propuso. - ¿Por qué no mejor le doy de comer? - le dijo apoyando la mano en su estómago, señalándolo. – Así después podemos… jugar tranquilos. – le dijo con una mirada traviesa, levantándole una ceja.
- Me gusta. Aplacar a la bestia para salir a jugar. – Kate soltó una risa y volvió a acercarse para darle un beso pero antes de concretarlo se quedó quieta esperando escuchar algo… pero nada.
- Parece que está de acuerdo. – le dijo rozándole los labios.
- Parece que sí. – le contestó y entonces ella lo besó.
Cuando se separaron, su estómago volvió a rugir haciéndolos reír sonoramente de nuevo.
- Vamos antes de que cambie de opinión. – dijo él y Kate asintió divertida.
Con su mano libre le corrió el pelo de la cara muy cuidadosamente para no despertarla, y le dio un pequeño beso en la mejilla. Ella murmuró algo dormida pero no se despertó. Castle se soltó delicadamente de su mano y corrió las sábanas para poder vislumbrarla. Se quedó un momento recorriéndola con la mirada perdido en su silueta, viajando de arriba abajo y luego subiendo de vuelta.
La noche anterior habían terminado un caso que los había tenido trabajando sin parar. Habían decidido ir a casa de ella con toda la intención de poder estar juntos. Sin embargo, luego de bañarse y comer, apenas habían caído en la cama habían terminado dormidos, totalmente rendidos. Así que Kate todavía estaba vestida con su pijama, y Castle dio gracias de que no fuera demasiado largo, dejándole ver la curva de sus caderas y el comienzo de sus largas piernas.
Comenzó muy lentamente a acariciarla suavemente de abajo hacia arriba, pasando por sus piernas, sus muslos, levantándole un poco el pijama para recorrer la curva de sus caderas, pasando por su estómago. Mientras, se acercó a su oído.
- Te ves hermosa cuando duermes. – le susurró para luego besarle suavemente el cuello. Entonces, vio que de a poco reaccionaba. La vio sonreír pesadamente, todavía adormilada, complacida por sus caricias y vio como poco a poco acomodaba el cuello para facilitarle el acceso. – Buenos días. – le suspiró nuevamente en el oído.
- Mmmm… - murmuró ella.
Giró lentamente la cabeza hacia él mientras llevaba la mano hasta su nuca para enredar sus dedos en su pelo alborotado por el sueño. Kate todavía sentía que estaba entre algodones, invadida por el sueño. Todavía mantenía los ojos cerrados. Quería concentrar sus esfuerzos en sus otros sentidos, principalmente el del tacto.
- Al final, nos dormimos. – le susurró él. Kate simplemente asintió y volvió a dedicarle una sonrisa. Usó la mano que tenía en su cabeza para atraerlo hacia ella y besarlo dulcemente, tomándose su tiempo para saborear su boca.
Después, cuando sintió que eso solo no era suficiente, giró el resto del cuerpo y lo rodeó con ambos brazos para seguir besándolo. Castle llevó las manos hasta su espalda y las paseó por ella de un extremo al otro incluso hasta llegar a sus piernas pasando por su nuca, sintiendo cada una de las vertebras de su columna, recorriendo la curva de sus glúteos y llegando finalmente hasta el inicio de sus muslo, para luego emprender el camino de regreso.
Se separaron un momento dejando sus frentes apoyadas y por fin ella abrió los ojos para fijarse en los de él. Cada uno vislumbraba la ventana del alma del otro, totalmente perdido en lo más hondo de su ser.
- Buenos días… – le dijo ella en una voz apenas audible, aunque no era necesario más porque su cercanía le había permitido a él escucharla claramente. Ella le sonrió y volvió a besarlo una vez más, luego otra vez, y otra vez.
Poco a poco, los besos y las caricias fueron volviéndose más profundas y más apasionadas. Ambos deseaban retomar lo que la noche anterior no habían podido concretar.
El momento fue repentinamente interrumpido por el sonido del estómago de Castle, que sonó fuertemente e incluso Kate pudo sentir la vibración en su abdomen, que estaba pegado al de él. En ese momento, se estaban besando y el sonido hizo que ambos se tentaran de risa. Trataron de contenerse y cada tanto soltaban una risa en la boca del otro, pero el sonido se volvió a repetir y entonces ya no pudieron contenerse más. Rompieron el beso y comenzaron a reírse a carcajadas separándose y revolcándose sobre el colchón ante la rara situación y la tan peculiar interrupción.
- Genial… - dijo Castle en tono de queja. – No tenemos suficientes interrupciones externas como para que encima mi propio cuerpo me traicione. – Soltó un gruñido y se sentó llevándose la mano al estómago.
Se quedaron un momento en silencio, tan solo mirándose, como esperando una especia de señal. Pasado un minuto, no se habían escuchado más ruidos de su estómago. Kate le sonrió y se incorporó para terminar sentándose sobre su regazo.
- Parece que se calmó. – le dijo.
- Parece… - le contestó él y le devolvió una mirada sugestiva.
Kate le pasó las manos por arriba de los hombros y se acercó a él para besarlo.
Apenas sus labios entraron en contacto, el estómago de Castle volvió a gruñir. Kate se separó y soltó otra carcajada.
- ¡Oh, vamos! – gritó Castle y luego apoyó la cabeza sobre el hombro de ella. Kate le acarició el pelo y luego lo apartó para que la mirara.
- Hagamos una cosa. – le propuso. - ¿Por qué no mejor le doy de comer? - le dijo apoyando la mano en su estómago, señalándolo. – Así después podemos… jugar tranquilos. – le dijo con una mirada traviesa, levantándole una ceja.
- Me gusta. Aplacar a la bestia para salir a jugar. – Kate soltó una risa y volvió a acercarse para darle un beso pero antes de concretarlo se quedó quieta esperando escuchar algo… pero nada.
- Parece que está de acuerdo. – le dijo rozándole los labios.
- Parece que sí. – le contestó y entonces ella lo besó.
Cuando se separaron, su estómago volvió a rugir haciéndolos reír sonoramente de nuevo.
- Vamos antes de que cambie de opinión. – dijo él y Kate asintió divertida.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:51 pm, editado 1 vez
nato_kine- Policia de homicidios
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Jajaja es muy bueno! Más interrupciones que este duo!
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me ha gustado mucho, esto hace que la espera del capitulo final de 5X02 sea menos.
Continua pronto...
Continua pronto...
Invitado- Invitado
Fanny_123- Autor de best-seller
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Edad : 24
Localización : Chile!!! c:
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Este ultimo ha sido muy gracioso, el otro creo que no te lo comenté. Pero es que ya me quedo sin adjetivos! Me alegro que vuelvas a traernos tus historias de mas seguido, son geniales!
azuladna- Ayudante de policia
- Mensajes : 94
Fecha de inscripción : 29/08/2012
Edad : 38
Localización : Second star to the right
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
jajajajajajaja Joer hasta el estomago los interrumpe
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
jaajajajaj me encantaa
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Escena 30: Después de la lluvia..._Parte 1
Bien!!! Aquí vamos con el comienzo de la escena tan esperada. Comienza la continuación del 5x02!!!!
Anteriormente, en Castle:
- De acuerdo, bien, porque tengo un arma, y realmente no tienes elección. – le dijo ella seriamente.
- Claramente, no tengo elección. – aceptó él, con una sonrisa.
- No. – le contestó ella devolviéndole una gran sonrisa. Se miraron por unos segundos y finalmente Kate se aflojó y comenzó a acercarse para darle un beso. Pero entonces… - Lo siento... – le dijo ella retrocediendo repentinamente. - No puedo. Es... es demasiado pronto. – continuó. - Es que sigo viendo sus pechos en tu cara. – le dijo burlonamente mientras movía las manos por su rostro.
Kate retrocedió y luego simplemente se fue a su habitación. La cara de Castle inicialmente había denotado desilusión pero luego se percató de algo y una sonrisa brotó de su rostro.
Desgraciadamente, por una cuestión de tiempo, no puedo dejarles toda la historia completa así que decidí aunque sea dejarles la mitad. Mañana tengo un día bastante ocupado pero trataré de terminarlo.
PRÓXIMAMENTE:
- Parte 2: Kate.
- Parte 3: el desenlace tiene título pero se los dejo en suspenso todavía.
Anteriormente, en Castle:
- De acuerdo, bien, porque tengo un arma, y realmente no tienes elección. – le dijo ella seriamente.
- Claramente, no tengo elección. – aceptó él, con una sonrisa.
- No. – le contestó ella devolviéndole una gran sonrisa. Se miraron por unos segundos y finalmente Kate se aflojó y comenzó a acercarse para darle un beso. Pero entonces… - Lo siento... – le dijo ella retrocediendo repentinamente. - No puedo. Es... es demasiado pronto. – continuó. - Es que sigo viendo sus pechos en tu cara. – le dijo burlonamente mientras movía las manos por su rostro.
Kate retrocedió y luego simplemente se fue a su habitación. La cara de Castle inicialmente había denotado desilusión pero luego se percató de algo y una sonrisa brotó de su rostro.
DESPUÉS DE LA LLUVIA...
PARTE 1: CASTLE.Castle empezó a caminar tras ella pero enseguida se detuvo. No podía cometer errores, tenía que repasar lo que había pasado para asegurarse de que no estaba entendiendo mal las señales.
Ella le había abierto la puerta cuando podría haberlo dejado en el pasillo toda la noche. Le había abierto y le había dejado entrar y explicarse, cuando podría haber dejado que hablara desde el pasillo o incluso echarlo sin escucharlo. Le había dejado explicarse y pedirle perdón. Y no solo eso, también habían acordado sobre como seguir y hacer borrón y cuenta nueva.
Por último, habían estado a punto de besarse pero ella se había echado atrás a último momento. Pensó que tal vez no lo había perdonado pero luego se percató de otra cosa. Ella le había dicho que no pero no le había pedido que se fuera. Simplemente lo había dejado allí mientras caminaba a su habitación. Eso tenía que significar algo. Y entonces se dio cuenta de qué podía ser. Ella lo había perdonado, aunque sea un poco, pero no se había olvidado. Lo estaba castigando por su comportamiento, eran sus celos los que todavía estaban actuando en ese momento, y eso significaba, que si hacía las cosas bien, todavía tenía una oportunidad de que lo perdonara completamente. ¿Pero qué…?
Se apoyó sobre la encimera y se quedó mirando hacia su habitación. Había dejado la puerta entrecerrada, ¿era otra señal?
Se llevó la mano hasta el mentón y apoyó el codo sobre la encimera, tenía que pensar algo… y pronto, o ella terminaría por dormirse o peor, por pedirle que se fuera.
El sonido de su teléfono lo sobresaltó. Lo sacó y lo miró. Era su madre que lo llamaba desde su viaje por Europa con Alexis. Hizo una mueca, dudando si atender, pero la conocía demasiado bien. Así que atendió.
- Hola madre, ¿cómo va el viaje? – le preguntó.
- Hola muchacho. Espléndido. Hasta que atiendes, ¿dónde estás? – quiso saber finalmente.
- Eh… en casa, en donde más estaría a esta hora. – le dijo tratando de parecer lo más natural posible.
- ¿Y cómo es que no escuchas el teléfono? Llevo horas llamando.
- Yo… quise aprovechar para escribir así que… desconecté el teléfono del estudio y puse música. – se excusó.
- En ese caso, está bien. Te noto raro, un poco ausente, ¿pasa algo? – le preguntó. Castle sintió un frío recorrerle la espalda. ‘No se le pasa nada’, pensó. Tenía que pensar en alguna excusa. Tal vez ella podría darle alguna idea… debía ver como se lo planteaba. - ¿Y bueno? – insistió Marta al ver que no hablaba.
- Si, perdón. Nada serio. Solo estoy estancado con una parte de la historia.
- ¿En serio? ¿Con cuál? Si se puede saber… - le dijo Marta intrigada.
- Bueno… básicamente, Rook acaba de hacer una estupidez y ahora Nikki no lo perdona. ¿Qué crees que debería hacer Rook para que lo perdone? – le preguntó finalmente.
- ¿Quieres que te ayude? No puedo creerlo. – dijo sorprendida.
- Bueno, eres mujer. ¿Se te ocurre algo? – le preguntó. En ese momento, le pareció notar un movimiento dentro de la habitación de Kate, una sombra, algo.
- Algunas... – le dijo pensativa.
- Bien… dime y yo voy anotando.
- Podrían ser flores… las flores siempre vienen bien. – Castle no habló solo murmuró en asentimiento. – Una serenata... comprarle chocolates o alguna joya…
- No lo sé madre… - le cortó dubitativo. - …flores, serenatas, chocolates, joyas... – siguió.
- Perdón por no serte más útil pero te tengo que dejar, Alexis me llama… Ah, y te manda saludos. – le avisó. Castle escuchó un ruido proveniente de la habitación. ‘¿Kate estaría escuchando?’, se preguntó. Repentinamente, su corazón se aceleró.
- De acuerdo—
- Adiós, me voy. Cuídate. – le interrumpió con prisa y cortó.
Sin embargo, Castle se quedó unos segundos en silencio con el teléfono aun en la oreja, como si estuviera escuchando algo atentamente.
- Mmm… Si, puede ser. – dijo finalmente. – Es solo que no me parece suficiente. Tienes que entender esto: Para Rook, Nikki no es una mujer cualquier, ella es única y especial, ¿entiendes? – dijo y volvió a quedarse en silencio como si oyera otro comentario. – Exacto, tiene que ser algo único. Él realmente metió la pata, aunque no era su intención… - otro silencio. – Ah, esa no es mala idea. Claro, Rook es escritor… Si… - silencio. – Pero tiene que ser, sin duda, algo que le saque todas las dudas a ella sobre sus sentimientos.
Castle volvió a notar una sombra que pasaba por la puerta y no pudo evitar esbozar una sonrisa pero se obligó a mantener el tono serio de la voz.
- ¿Que cuáles son sus sentimientos?... Bueno… Estoy seguro de que para Rook no existe otra mujer más que Nikki. Ha sido así desde que la conoció… - hizo otro silencio y volvió a murmurar en asentimiento. – Oh, te tienes que ir… De acuerdo… Si, mándale un saludo a ella también… - hizo otra pausa. – Pásenla bien, adiós. – y entonces bajó el teléfono e hizo como si cortara.
Dejó el teléfono sobre la encimera y recorrió la sala con la vista buscando algo. Si estaba en lo cierto y ella estaba escuchando la conversación, una parte del mensaje estaba dado. Conocía lo suficiente a Kate para saber que ella sabría que él estaba hablando de ellos y no de los personajes.
Mientras simulaba la conversación, efectivamente, se le había ocurrido una idea. Él era escritor así que qué mejor que escribirle algo para mostrarle lo que sentía.
Caminó hacia el escritorio y buscó algunas hojas y algo para escribir. Volvió a la cocina donde puso las cosas sobre la encimera. Pensó un momento y luego escribió… hojas y hojas hasta que sintió que había dicho todo. Cuando estuvo satisfecho, juntó las hojas y las miró por un momento para luego asentir.
Respiró hondo, tomó su teléfono y por último se dirigió a la puerta de su habitación con el mayor sigilo que pudo. Una a una fue dejando las hojas en el suelo desde unos pasos antes de la puerta, haciendo un camino hacia la cocina y hacia la puerta de entrada. Por último, le quedaba una sola hoja. Se detuvo un minuto a mirarla.
La hoja decía: “Lamento todo. Dulces sueños. Por favor, llámame.”
Se tomó un segundo más para respirar rezando por que todo saliera según lo planeado.
Caminó de nuevo hacia la puerta de la habitación y golpeó el marco para enseguida pasar la hoja por debajo de la puerta.
Ella le había abierto la puerta cuando podría haberlo dejado en el pasillo toda la noche. Le había abierto y le había dejado entrar y explicarse, cuando podría haber dejado que hablara desde el pasillo o incluso echarlo sin escucharlo. Le había dejado explicarse y pedirle perdón. Y no solo eso, también habían acordado sobre como seguir y hacer borrón y cuenta nueva.
Por último, habían estado a punto de besarse pero ella se había echado atrás a último momento. Pensó que tal vez no lo había perdonado pero luego se percató de otra cosa. Ella le había dicho que no pero no le había pedido que se fuera. Simplemente lo había dejado allí mientras caminaba a su habitación. Eso tenía que significar algo. Y entonces se dio cuenta de qué podía ser. Ella lo había perdonado, aunque sea un poco, pero no se había olvidado. Lo estaba castigando por su comportamiento, eran sus celos los que todavía estaban actuando en ese momento, y eso significaba, que si hacía las cosas bien, todavía tenía una oportunidad de que lo perdonara completamente. ¿Pero qué…?
Se apoyó sobre la encimera y se quedó mirando hacia su habitación. Había dejado la puerta entrecerrada, ¿era otra señal?
Se llevó la mano hasta el mentón y apoyó el codo sobre la encimera, tenía que pensar algo… y pronto, o ella terminaría por dormirse o peor, por pedirle que se fuera.
El sonido de su teléfono lo sobresaltó. Lo sacó y lo miró. Era su madre que lo llamaba desde su viaje por Europa con Alexis. Hizo una mueca, dudando si atender, pero la conocía demasiado bien. Así que atendió.
- Hola madre, ¿cómo va el viaje? – le preguntó.
- Hola muchacho. Espléndido. Hasta que atiendes, ¿dónde estás? – quiso saber finalmente.
- Eh… en casa, en donde más estaría a esta hora. – le dijo tratando de parecer lo más natural posible.
- ¿Y cómo es que no escuchas el teléfono? Llevo horas llamando.
- Yo… quise aprovechar para escribir así que… desconecté el teléfono del estudio y puse música. – se excusó.
- En ese caso, está bien. Te noto raro, un poco ausente, ¿pasa algo? – le preguntó. Castle sintió un frío recorrerle la espalda. ‘No se le pasa nada’, pensó. Tenía que pensar en alguna excusa. Tal vez ella podría darle alguna idea… debía ver como se lo planteaba. - ¿Y bueno? – insistió Marta al ver que no hablaba.
- Si, perdón. Nada serio. Solo estoy estancado con una parte de la historia.
- ¿En serio? ¿Con cuál? Si se puede saber… - le dijo Marta intrigada.
- Bueno… básicamente, Rook acaba de hacer una estupidez y ahora Nikki no lo perdona. ¿Qué crees que debería hacer Rook para que lo perdone? – le preguntó finalmente.
- ¿Quieres que te ayude? No puedo creerlo. – dijo sorprendida.
- Bueno, eres mujer. ¿Se te ocurre algo? – le preguntó. En ese momento, le pareció notar un movimiento dentro de la habitación de Kate, una sombra, algo.
- Algunas... – le dijo pensativa.
- Bien… dime y yo voy anotando.
- Podrían ser flores… las flores siempre vienen bien. – Castle no habló solo murmuró en asentimiento. – Una serenata... comprarle chocolates o alguna joya…
- No lo sé madre… - le cortó dubitativo. - …flores, serenatas, chocolates, joyas... – siguió.
- Perdón por no serte más útil pero te tengo que dejar, Alexis me llama… Ah, y te manda saludos. – le avisó. Castle escuchó un ruido proveniente de la habitación. ‘¿Kate estaría escuchando?’, se preguntó. Repentinamente, su corazón se aceleró.
- De acuerdo—
- Adiós, me voy. Cuídate. – le interrumpió con prisa y cortó.
Sin embargo, Castle se quedó unos segundos en silencio con el teléfono aun en la oreja, como si estuviera escuchando algo atentamente.
- Mmm… Si, puede ser. – dijo finalmente. – Es solo que no me parece suficiente. Tienes que entender esto: Para Rook, Nikki no es una mujer cualquier, ella es única y especial, ¿entiendes? – dijo y volvió a quedarse en silencio como si oyera otro comentario. – Exacto, tiene que ser algo único. Él realmente metió la pata, aunque no era su intención… - otro silencio. – Ah, esa no es mala idea. Claro, Rook es escritor… Si… - silencio. – Pero tiene que ser, sin duda, algo que le saque todas las dudas a ella sobre sus sentimientos.
Castle volvió a notar una sombra que pasaba por la puerta y no pudo evitar esbozar una sonrisa pero se obligó a mantener el tono serio de la voz.
- ¿Que cuáles son sus sentimientos?... Bueno… Estoy seguro de que para Rook no existe otra mujer más que Nikki. Ha sido así desde que la conoció… - hizo otro silencio y volvió a murmurar en asentimiento. – Oh, te tienes que ir… De acuerdo… Si, mándale un saludo a ella también… - hizo otra pausa. – Pásenla bien, adiós. – y entonces bajó el teléfono e hizo como si cortara.
Dejó el teléfono sobre la encimera y recorrió la sala con la vista buscando algo. Si estaba en lo cierto y ella estaba escuchando la conversación, una parte del mensaje estaba dado. Conocía lo suficiente a Kate para saber que ella sabría que él estaba hablando de ellos y no de los personajes.
Mientras simulaba la conversación, efectivamente, se le había ocurrido una idea. Él era escritor así que qué mejor que escribirle algo para mostrarle lo que sentía.
Caminó hacia el escritorio y buscó algunas hojas y algo para escribir. Volvió a la cocina donde puso las cosas sobre la encimera. Pensó un momento y luego escribió… hojas y hojas hasta que sintió que había dicho todo. Cuando estuvo satisfecho, juntó las hojas y las miró por un momento para luego asentir.
Respiró hondo, tomó su teléfono y por último se dirigió a la puerta de su habitación con el mayor sigilo que pudo. Una a una fue dejando las hojas en el suelo desde unos pasos antes de la puerta, haciendo un camino hacia la cocina y hacia la puerta de entrada. Por último, le quedaba una sola hoja. Se detuvo un minuto a mirarla.
La hoja decía: “Lamento todo. Dulces sueños. Por favor, llámame.”
Se tomó un segundo más para respirar rezando por que todo saliera según lo planeado.
Caminó de nuevo hacia la puerta de la habitación y golpeó el marco para enseguida pasar la hoja por debajo de la puerta.
Desgraciadamente, por una cuestión de tiempo, no puedo dejarles toda la historia completa así que decidí aunque sea dejarles la mitad. Mañana tengo un día bastante ocupado pero trataré de terminarlo.
PRÓXIMAMENTE:
- Parte 2: Kate.
- Parte 3: el desenlace tiene título pero se los dejo en suspenso todavía.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:51 pm, editado 3 veces
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 39
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
sigue prontoooo porfaaaaaa me encantaaa kiero saber ke pasaaa
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me encanta que continúes el 5x02.
En ese capítulo nos dejaron a todos con la miel en los labios (o por lo menos a mi), y ya que no podemos ver lo que sucedió después ;ya te tenemos a ti para contárnoslo y de una manera increíble
En ese capítulo nos dejaron a todos con la miel en los labios (o por lo menos a mi), y ya que no podemos ver lo que sucedió después ;ya te tenemos a ti para contárnoslo y de una manera increíble
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
ME HA ENCANTADO! Espero con impaciencia el siguiente!!
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
si que bien es verdad lo que dice May
te tenemos a ti para que nos cuentes lo que ellos no se atreven
te tenemos a ti para que nos cuentes lo que ellos no se atreven
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Pa cuando las dos partes q faltan? q ya no tengo uñas q comerme de tanto esperarrrrrr
nita85- As del póker
- Mensajes : 455
Fecha de inscripción : 20/05/2012
Edad : 38
Localización : Málaga
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Hoy he llegado fundida y necesito desesperadamente acostarme o terminaré por dormirme en la silla.
La escena de la Parte 2 ya está escrita en mi cuaderno. Prometo que mañana, apenas me levante, lo pasaré a la compu y se los subiré.
Besos y dulces sueños, o despertares, para todos.
La escena de la Parte 2 ya está escrita en mi cuaderno. Prometo que mañana, apenas me levante, lo pasaré a la compu y se los subiré.
Besos y dulces sueños, o despertares, para todos.
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 39
Localización : Argentina
Escena 30: Después de la lluvia..._Parte 2
Anteriormente, en Castle:
- De acuerdo, bien, porque tengo un arma, y realmente no tienes elección. – le dijo ella seriamente.
- Claramente, no tengo elección. – aceptó él, con una sonrisa.
- No. – le contestó ella devolviéndole una gran sonrisa. Se miraron por unos segundos y finalmente Kate se aflojó y comenzó a acercarse para darle un beso. Pero entonces… - Lo siento... – le dijo ella retrocediendo repentinamente. - No puedo. Es... es demasiado pronto. – continuó. - Es que sigo viendo sus pechos en tu cara. – le dijo burlonamente mientras movía las manos por su rostro.
Kate retrocedió y luego simplemente se fue a su habitación. La cara de Castle inicialmente había denotado desilusión pero luego se percató de algo y una sonrisa brotó de su rostro.
- De acuerdo, bien, porque tengo un arma, y realmente no tienes elección. – le dijo ella seriamente.
- Claramente, no tengo elección. – aceptó él, con una sonrisa.
- No. – le contestó ella devolviéndole una gran sonrisa. Se miraron por unos segundos y finalmente Kate se aflojó y comenzó a acercarse para darle un beso. Pero entonces… - Lo siento... – le dijo ella retrocediendo repentinamente. - No puedo. Es... es demasiado pronto. – continuó. - Es que sigo viendo sus pechos en tu cara. – le dijo burlonamente mientras movía las manos por su rostro.
Kate retrocedió y luego simplemente se fue a su habitación. La cara de Castle inicialmente había denotado desilusión pero luego se percató de algo y una sonrisa brotó de su rostro.
DESPUÉS DE LA LLUVIA…
PARTE 2: KATE.
Kate dio media vuelta y se dirigió hacia su habitación. En ningún momento se volteó para mirarlo, no le hacía falta, o eso creía, creía saber lo que pasaba por su mente en esos momentos. Pero más allá de eso, mirar atrás podría ser visto por él como una señal de debilidad y ella tenía que demostrar fortaleza.
Entró en su habitación y empezó a cerrar la puerta. Pero a último momento, simplemente la arrimó y se quedó allí unos segundos.
Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al imaginarlo caminando hacia la puerta, porque tendría que estar caminando hacia la puerta, ¿no? La sonrisa desapareció repentinamente y fue convertida en una expresión de incertidumbre. Apoyó la cabeza en la madera y trató de escuchar… nada.
Inmediatamente su cabeza empezó a llenarse de dudas. ¿Por qué no viene? ¿No quería? ¿No le importaba? ¿Habría sido demasiado dura con él? No, no, no, no podía ser nada de eso. ‘Basta’, se reprochó a sí misma. Se obligó a alejarse de la puerta y a apartar esos pensamientos de su mente.
Llegó a su lado de la cama y se sentó. “Su lado de la cama”, que curioso… la que antes había sido tan solo “su cama” ahora ya no la veía como tal, la consideraba la cama de ellos, de los dos. Una sonrisa melancólica apareció en su rostro.
Dirigió su mirada hacia la puerta y se quedó mirándola fijamente, deseando que en cualquier momento se abriera y que él apareciera para pedirle que lo dejara dormir con ella. Se mantuvo en silencio, apenas respiraba… expectante. Pero de nuevo… nada.
Un sonido la sobresaltó, era un teléfono. El sonido venía de la sala, era teléfono de Castle. ‘¿Quién podría llamarlo a esta hora?’, se preguntó.
De un salto llegó a la puerta. ‘La curiosidad mató al gato.’, pensó. Pero no le importaba. Pegó la oreja a la puerta y aguzó el oído.
- Hola madre, ¿cómo va el viaje? – le escuchó decir, y entonces una oleada de alivio le recorrió el cuerpo. ‘Ah, es Marta…’, se dijo a si misma más tranquila. Pero aun así no se separó de la puerta.
- Eh… en casa, en dónde más estaría a esta hora… - pausa. – Yo… quise aprovechar para escribir así que… desconecté el teléfono del estudio y puse música. – dijo Castle con toda naturalidad. ‘Parece que Marta lo estuvo llamando al loft.’
- Si, perdón. Nada serio. Solo estoy estancado con una parte de la historia. – le oyó decir y una alarma se activó en su cabeza. ‘¿De qué habla? ¿A dónde quieres llegar Castle?’ Pegó la oreja más fuertemente contra la puerta porque apenas lo escuchaba.
- Bueno, básicamente, Rook acaba de hacer una estupidez y ahora Nikki no lo perdona. – ‘Una estupidez, ya lo creo que sí’, pensó ella. - ¿Qué crees que debería hacer Rook para que lo perdone? – ‘No puede ser, ¿está haciendo lo que creo?’, se preguntó incrédula.
- Bueno, eres mujer. ¿Se te ocurre algo? – ‘¿Le está pidiendo ideas a la madre?’ Kate quiso escuchar esa parte detenidamente así que se pasó al otro lado, contra el marco de la puerta.
- Bien… dime y yo voy anotando. – ‘No tienes cara, Castle.’, pensó. Pasaron unos segundos dónde no se escuchó nada.
- No lo sé madre… - se escuchó de repente. - …flores, serenatas, chocolates, joyas… - Kate se sobresaltó al oír su voz repentinamente y luego de escuchar la lista. Sin querer, golpeó uno de los tantos adornos que tenía de sus tantos viajes y este se cayó al suelo. Kate se apresuró a recogerlo y se quedó quieta.
- De acuerdo—
‘¿Por qué dejó de hablar? ¿Se habría dado cuenta de que ella escuchaba?’, pensó, y mientras esperaba que él apareciera por la puerta, dejó de respirar. Pero… nada. Extrañada, volvió a acercar la oreja a la abertura de la puerta.
- Mmm… Si, puede ser. – Kate suspiró aliviada. Por lo visto no se había percatado. – Es solo que no me parece suficiente. Tienes que entender esto: Para Rook, Nikki no es una mujer cualquiera, ella es única y especial, ¿entiendes? – Kate no pudo evitar sonrojarse y una sonrisa se deslizó por su rostro. – Exacto, tiene que ser algo único. Él realmente metió la pata, aunque no era su intención. – ‘Bueno, admite que metió la pata. Y había venido a pedirle perdón y darle una explicación. – Ah, esa no es mala idea. Claro, Rook es escritor… Si… Pero tiene que ser, sin duda, algo que le saque todas las dudas a ella sobre sus sentimientos.
Kate estaba muy intrigada. ¿Qué sería lo que se le había ocurrido? ¿Qué se traía entre manos? Tenía que ver lo que estaba haciendo. Volvió a ponerse detrás de la puerta y se inclinó para tratar de ver algo por el ojo de la cerradura. Pero no pudo ver gran cosa. Escuchó la voz de él así que se enderezó y volvió a pegarse a la puerta.
- ¿Qué cuales son sus sentimientos? – Kate tomó aire y lo contuvo, se quedó inmóvil. – Bueno… Estoy seguro de que para Rook no existe otra mujer más que Nikki. Ha sido así desde que la conoció. – Kate sintió como un calor le subía por el cuerpo hasta invadir su cara. Se llevó las manos a la boca para evitar hacer ruido. Lo que no pudo contener fue una gran sonrisa que invadió por completo su rostro. – Oh, te tienes que ir… De acuerdo… Si, mándale un saludo a ella también… Pásenla bien, adiós.
‘Se está despidiendo’, pensó. Después… oyó algunos sonidos pero nada definido. Luego… nada.
Se quedó unos segundos tras la puerta tratando de oír algo, pero no logró mucho. Sabía que no se había ido porque no había escuchado el sonido de la puerta de entrada y podía escuchar movimiento en el apartamento. ¿Qué estaría haciendo? ¿Por qué tardaba tanto? La intriga la devoraba por dentro.
Tenía que calmarse o terminaría por perder los estribos. Cerró los ojos un momento y respiró hondo. Después, decidió que lo mejor sería alejarse de la puerta. Se sentó en la cama y allí se quedó, con la mirada perdida en un punto fijo, hasta que una pregunta asaltó su mente. ¿Debería arreglarse?
Caminó hasta el espejo de cuerpo entero que tenía junto al armario y vio su aspecto. Tal vez debería arreglarse, pero no mucho, solo un poco. No quería que él pensara que ella lo estaba esperando.
Un golpe en el marco de la puerta la asustó. Se volteó en dirección a la puerta justo para ver como una hoja se deslizaba por debajo de ella. Tenía algo escrito. Rápidamente se acercó, la levantó y la leyó.
“Lamento todo. Dulces sueños. Por favor, llámame.”
Se quedó mirando la hoja sin saber que pensar. El pánico invadió su mente. ¿Qué significaba eso? ¿Que se iba? ¿Que respetaba sus tiempos o que estaba enojado con ella? ¿Ella quería que respete sus tiempos? ¿Por qué le pedía que lo llame?
‘Maldición, ¿qué hago?’, pensó.
Kate dio media vuelta y se dirigió hacia su habitación. En ningún momento se volteó para mirarlo, no le hacía falta, o eso creía, creía saber lo que pasaba por su mente en esos momentos. Pero más allá de eso, mirar atrás podría ser visto por él como una señal de debilidad y ella tenía que demostrar fortaleza.
Entró en su habitación y empezó a cerrar la puerta. Pero a último momento, simplemente la arrimó y se quedó allí unos segundos.
Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al imaginarlo caminando hacia la puerta, porque tendría que estar caminando hacia la puerta, ¿no? La sonrisa desapareció repentinamente y fue convertida en una expresión de incertidumbre. Apoyó la cabeza en la madera y trató de escuchar… nada.
Inmediatamente su cabeza empezó a llenarse de dudas. ¿Por qué no viene? ¿No quería? ¿No le importaba? ¿Habría sido demasiado dura con él? No, no, no, no podía ser nada de eso. ‘Basta’, se reprochó a sí misma. Se obligó a alejarse de la puerta y a apartar esos pensamientos de su mente.
Llegó a su lado de la cama y se sentó. “Su lado de la cama”, que curioso… la que antes había sido tan solo “su cama” ahora ya no la veía como tal, la consideraba la cama de ellos, de los dos. Una sonrisa melancólica apareció en su rostro.
Dirigió su mirada hacia la puerta y se quedó mirándola fijamente, deseando que en cualquier momento se abriera y que él apareciera para pedirle que lo dejara dormir con ella. Se mantuvo en silencio, apenas respiraba… expectante. Pero de nuevo… nada.
Un sonido la sobresaltó, era un teléfono. El sonido venía de la sala, era teléfono de Castle. ‘¿Quién podría llamarlo a esta hora?’, se preguntó.
De un salto llegó a la puerta. ‘La curiosidad mató al gato.’, pensó. Pero no le importaba. Pegó la oreja a la puerta y aguzó el oído.
- Hola madre, ¿cómo va el viaje? – le escuchó decir, y entonces una oleada de alivio le recorrió el cuerpo. ‘Ah, es Marta…’, se dijo a si misma más tranquila. Pero aun así no se separó de la puerta.
- Eh… en casa, en dónde más estaría a esta hora… - pausa. – Yo… quise aprovechar para escribir así que… desconecté el teléfono del estudio y puse música. – dijo Castle con toda naturalidad. ‘Parece que Marta lo estuvo llamando al loft.’
- Si, perdón. Nada serio. Solo estoy estancado con una parte de la historia. – le oyó decir y una alarma se activó en su cabeza. ‘¿De qué habla? ¿A dónde quieres llegar Castle?’ Pegó la oreja más fuertemente contra la puerta porque apenas lo escuchaba.
- Bueno, básicamente, Rook acaba de hacer una estupidez y ahora Nikki no lo perdona. – ‘Una estupidez, ya lo creo que sí’, pensó ella. - ¿Qué crees que debería hacer Rook para que lo perdone? – ‘No puede ser, ¿está haciendo lo que creo?’, se preguntó incrédula.
- Bueno, eres mujer. ¿Se te ocurre algo? – ‘¿Le está pidiendo ideas a la madre?’ Kate quiso escuchar esa parte detenidamente así que se pasó al otro lado, contra el marco de la puerta.
- Bien… dime y yo voy anotando. – ‘No tienes cara, Castle.’, pensó. Pasaron unos segundos dónde no se escuchó nada.
- No lo sé madre… - se escuchó de repente. - …flores, serenatas, chocolates, joyas… - Kate se sobresaltó al oír su voz repentinamente y luego de escuchar la lista. Sin querer, golpeó uno de los tantos adornos que tenía de sus tantos viajes y este se cayó al suelo. Kate se apresuró a recogerlo y se quedó quieta.
- De acuerdo—
‘¿Por qué dejó de hablar? ¿Se habría dado cuenta de que ella escuchaba?’, pensó, y mientras esperaba que él apareciera por la puerta, dejó de respirar. Pero… nada. Extrañada, volvió a acercar la oreja a la abertura de la puerta.
- Mmm… Si, puede ser. – Kate suspiró aliviada. Por lo visto no se había percatado. – Es solo que no me parece suficiente. Tienes que entender esto: Para Rook, Nikki no es una mujer cualquiera, ella es única y especial, ¿entiendes? – Kate no pudo evitar sonrojarse y una sonrisa se deslizó por su rostro. – Exacto, tiene que ser algo único. Él realmente metió la pata, aunque no era su intención. – ‘Bueno, admite que metió la pata. Y había venido a pedirle perdón y darle una explicación. – Ah, esa no es mala idea. Claro, Rook es escritor… Si… Pero tiene que ser, sin duda, algo que le saque todas las dudas a ella sobre sus sentimientos.
Kate estaba muy intrigada. ¿Qué sería lo que se le había ocurrido? ¿Qué se traía entre manos? Tenía que ver lo que estaba haciendo. Volvió a ponerse detrás de la puerta y se inclinó para tratar de ver algo por el ojo de la cerradura. Pero no pudo ver gran cosa. Escuchó la voz de él así que se enderezó y volvió a pegarse a la puerta.
- ¿Qué cuales son sus sentimientos? – Kate tomó aire y lo contuvo, se quedó inmóvil. – Bueno… Estoy seguro de que para Rook no existe otra mujer más que Nikki. Ha sido así desde que la conoció. – Kate sintió como un calor le subía por el cuerpo hasta invadir su cara. Se llevó las manos a la boca para evitar hacer ruido. Lo que no pudo contener fue una gran sonrisa que invadió por completo su rostro. – Oh, te tienes que ir… De acuerdo… Si, mándale un saludo a ella también… Pásenla bien, adiós.
‘Se está despidiendo’, pensó. Después… oyó algunos sonidos pero nada definido. Luego… nada.
Se quedó unos segundos tras la puerta tratando de oír algo, pero no logró mucho. Sabía que no se había ido porque no había escuchado el sonido de la puerta de entrada y podía escuchar movimiento en el apartamento. ¿Qué estaría haciendo? ¿Por qué tardaba tanto? La intriga la devoraba por dentro.
Tenía que calmarse o terminaría por perder los estribos. Cerró los ojos un momento y respiró hondo. Después, decidió que lo mejor sería alejarse de la puerta. Se sentó en la cama y allí se quedó, con la mirada perdida en un punto fijo, hasta que una pregunta asaltó su mente. ¿Debería arreglarse?
Caminó hasta el espejo de cuerpo entero que tenía junto al armario y vio su aspecto. Tal vez debería arreglarse, pero no mucho, solo un poco. No quería que él pensara que ella lo estaba esperando.
Un golpe en el marco de la puerta la asustó. Se volteó en dirección a la puerta justo para ver como una hoja se deslizaba por debajo de ella. Tenía algo escrito. Rápidamente se acercó, la levantó y la leyó.
“Lamento todo. Dulces sueños. Por favor, llámame.”
Se quedó mirando la hoja sin saber que pensar. El pánico invadió su mente. ¿Qué significaba eso? ¿Que se iba? ¿Que respetaba sus tiempos o que estaba enojado con ella? ¿Ella quería que respete sus tiempos? ¿Por qué le pedía que lo llame?
‘Maldición, ¿qué hago?’, pensó.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:52 pm, editado 3 veces
nato_kine- Policia de homicidios
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me ha gustado mucho!! Tengo ganas de leer la tercera parte ya, a ver en qué queda todo!!
cris_beckett- Autor de best-seller
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LEILAKB- Actor en Broadway
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Edad : 34
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
No puede irse Castle no...
Me esperaba la continuación de lo que pasó y no el punto de vista de Kate, igualmente está genial!
Me esperaba la continuación de lo que pasó y no el punto de vista de Kate, igualmente está genial!
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
continuaaaa!!!!!!!!!!!
Fanny_123- Autor de best-seller
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Localización : Chile!!! c:
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Debo decir que, de alguna manera, tu comentario me alaga. Porque significa que todavía tengo la capacidad de sorprenderlos y que mis historias no son tan predecibles, jeje. Siempre trato de probar cosas nuevas y esta vez intenté ver como me salía el tema de la primera persona y ver los dos lados de la historia.May escribió:No puede irse Castle no...
Me esperaba la continuación de lo que pasó y no el punto de vista de Kate, igualmente está genial!
De todas maneras, y para la tranquilidad de muchos, lo que sigue es el desenlace así que en cuanto lo termine de pasar a la computadora, lo tendrán por aquí.
Saludos.
nato_kine- Policia de homicidios
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Escena 30: Después de la lluvia..._Parte 3
DESPUÉS DE LA LLUVIA…
PARTE 3: UN PASO A LA VEZ
Kate se quedó paralizada por un momento, indecisa. Pero entonces un sonido característico la hizo reaccionar. Era el sonido de la puerta de entrada al cerrarse.
No lo pensó dos veces. Dejó atrás todas sus dudas y simplemente se guio por lo que su corazón le dictaba. Abrió la puerta de par en par y se disponía a correr hacia la entrada… Y allí fue cuando vio el camino de hojas esparcidas por el suelo y se frenó. Siguió el rastro con la vista, parecían dirigirse hacia la puerta. También estaban escritas pero en letras mayúsculas. Se acercó a la primera y la leyó sin tener que levantarla.
Miró la puerta imaginándoselo afuera, esperándola. Tenía ganas de salir corriendo hasta la puerta… Pero él le había pedido que no lo hiciera así que juntó fuerzas y se contuvo. Siguió caminando.
La curiosidad era cada vez más fuerte así que empezó a apurar el paso y a leer tan rápido como pudo. Ya quería llegar.
- Y aquí estoy. – dijo una voz en algún lugar, oculto entre las sombras. Castle había estado todo el tiempo dentro del apartamento y su idea realmente era hacerla llegar hasta la puerta, pero la ansiedad era demasiada. Y escucharla decir eso había sido suficiente.
- ¿Dónde estás? – preguntó ella mientras miraba a su alrededor. Nada.
- Eso no importa. Sigue leyendo. – le ordenó. Su tono de voz era firme y seria. Pero Kate se quedó quieta escudriñando la sala, tratando de seguir el sonido de su voz. – Sigue leyendo, Kate. – le repitió. Kate se resignó soltando un bufido, y siguió.
- Confías en mi como compañero. – le aclaró, interrumpiéndola. – Pero no me confías tu corazón, Kate… Por lo menos, no completamente.
- No es fácil… - reconoció ella.
- Lo sé… por eso vale tanto. Sigue leyendo. – volvió a pedirle. Kate siguió caminando y se acercó a la siguiente.
- Ya me parecía raro que no lo mencionaras. – le reprochó ella.
- No seas mal pensada, no hablo de sexo… aunque no lo descarto. – dijo y por un momento, su tono de voz se hizo más risueño, pero luego volvió. – La siguiente.
Kate se sentía rara ante esa situación. No sabía donde estaba pero podía escucharlo. Su voz era seria, segura y cautivadora. Lo cual le pareció extrañamente estimulante. Se moría por saber donde estaba, pero si miraba más de la cuenta lo notaría. El sentirse observada por él también le hacía sentir como una especie de cosquilleo recorriéndole el cuerpo. Mientras caminaba, se le escapó una sonrisa.
Leyó la siguiente.
- Veo… - fue lo único que pudo decir.
- Si solo quisiera acostarme contigo no estaría aquí todavía, ¿no crees?
- Supon— Si, es cierto. – dijo finalmente.
- Bien. La siguiente.
- Lo que pase esta noche. Hoy depende de ti. Más adelante, de los dos y tal vez en algún momento, de mi. Pero hoy es tu turno.
- ¿O sea que si te digo que te vayas lo harás?
- Lo haré, aunque eso no significa que me guste. Y teniendo en cuenta tu reacción al leer la primer hoja, no creo que quieras eso. Pero lo haré si es lo que necesitas. - Kate no dijo nada, solo se quedó en silencio. – Ya solo queda una, léela. – Kate asintió con la cabeza y caminó.
- Si… - dijo sin disimular la sonrisa de su rostro. Pero no cerró lo ojos. Quería saber dónde estaba.
- Falta algo, cierra los ojos. – le recordó.
- Quiero ver donde estás.
- Cierra los ojos, Kate. – le repitió. Kate soltó un soplido y cerró los ojos, de mala gana. – Bien. – dijo, y luego solo siguió un profundo silencio.
Pasó un tiempo que a Kate le pareció eterno, no entendía por qué tardaba tanto. Se empezó a mover impaciente.
- Voy a abrir los ojos. – avisó ella.
- No… - dijo una voz a su espalda. Kate se volteó y tanteó con las manos... pero nada.
- Vamos Castle, ya hice lo que me pediste. Cumple tu parte.
- Ya casi… - se escuchó pasando por su costado. Kate estiró la mano pero tampoco lo encontró. Rezongó en su interior y decidió serenarse. Si se quedaba muy quieta tal lograría escucharlo. Aguantó solo unos segundos y perdió la paciencia.
- ¡Castle! ¿Por qué tanta intrig—
Pero no pudo terminar la frase… porque sintió los brazos de Castle rodeando su cuerpo, rozando sus brazos muy suavemente con las manos, bajando por ellos hasta entrelazar sus dedos con los de ella. Sintió su pecho apoyado contra su espalda y su cabeza hundirse en su pelo y luego apoyarse en uno de sus hombros.
- Porque te lo mereces. – le susurró al oído. – Camina conmigo… - le pidió mientras empezaba a dirigirla. Kate quiso abrir los ojos. – Déjalos cerrados. – le dijo.
- ¿A dónde vamos? – quiso saber.
- Ya verás. – fue lo único que dijo. Castle la condujo desde cerca de la puerta de entrada hasta a lado de la encimera de la cocina. – Bien, ábrelos. – le pidió, sin soltarla. Kate abrió los ojos sin saber muy bien qué mirar hasta que vio dos cosas sobre la mesa. Por un lado, una hoja boca abajo y por el otro, una llave. – Como te dije, depende de ti. Si escoges la llave, me voy. Si escoges la hoja, del otro lado tiene otro mensaje.
Kate quería vengarse por haberla hecho esperar así que le pagó con la misma moneda. Paseó su vista de un objeto a otro, como si le costara mucho decidir. Podía sentir a Castle removerse detrás de ella.
- ¿Decidiste?
- Paciencia… no es fácil. – le dijo ella muy pensativa.
- Ya veo por donde va esto. Quería dártelas después pero me estás obligando. – le advirtió como si estuviera haciendo algo que no quería. – No es gran cosa pero mi madre dice que nunca fallan. – le susurró al oído mientras metía la mano dentro del bolsillo y sacaba dos rosas hechas de papel y las ponía frente a ella. – Las hice para ti. - Kate sonrió y las agarró.
- Tiene razón. Me gustan mucho. Gracias. – le contestó y con la mano libre agarró la hoja y la dio vuelta. La hoja decía:
- ¡Ven acá! ¡Espera a que te agarre! – le gritó ella.
Él se volteó para mirarla y se enganchó con una de las hojas, que se la había pegado al zapato. Kate corrió rápido y se abalanzó sobre él haciendo que ambos cayeran al suelo, dentro de la habitación, con Kate encima de él.
- ¿Esto sería un empate? – preguntó Castle y ambos empezaron a reírse a carcajadas, estando en el suelo.
- Todavía podemos ver quien llega primero a la cama. – le susurró Kate al oído.
No lo pensó dos veces. Dejó atrás todas sus dudas y simplemente se guio por lo que su corazón le dictaba. Abrió la puerta de par en par y se disponía a correr hacia la entrada… Y allí fue cuando vio el camino de hojas esparcidas por el suelo y se frenó. Siguió el rastro con la vista, parecían dirigirse hacia la puerta. También estaban escritas pero en letras mayúsculas. Se acercó a la primera y la leyó sin tener que levantarla.
NO CORRAS. LEE UNA A UNA.
ESPERARÉ… 15 MINUTOS.
A pesar de toda la situación, en lo único que pudo pensar mientras caminaba a la hoja siguiente fue: ‘¿Solo 15 minutos? ¿Solo eso?’ Se sentía indignada. Pero entonces leyó la siguiente.ESPERARÉ… 15 MINUTOS.
Y LUEGO TE SEGUIRÉ ESPERANDO,
COMO LO HICE POR 4 AÑOS.
Y entonces se sintió culpable por su reacción.COMO LO HICE POR 4 AÑOS.
Miró la puerta imaginándoselo afuera, esperándola. Tenía ganas de salir corriendo hasta la puerta… Pero él le había pedido que no lo hiciera así que juntó fuerzas y se contuvo. Siguió caminando.
PORQUE VALES CADA SEGUNDO.
No pudo evitar sonreír. A veces podía ser tan inmaduro pero otras veces no podía creer lo tierno que era, no solo con ella, sino también con su madre y por supuesto con Alexis. Y eso era algo que le encantaba de él.La curiosidad era cada vez más fuerte así que empezó a apurar el paso y a leer tan rápido como pudo. Ya quería llegar.
ESPERO ALGÚN DÍA LOGRAR
ELIMINAR TUS DUDAS
- Para eso tienes que estar aquí. – dijo sorpresivamente en voz alta aunque casi en un susurro.ELIMINAR TUS DUDAS
- Y aquí estoy. – dijo una voz en algún lugar, oculto entre las sombras. Castle había estado todo el tiempo dentro del apartamento y su idea realmente era hacerla llegar hasta la puerta, pero la ansiedad era demasiada. Y escucharla decir eso había sido suficiente.
- ¿Dónde estás? – preguntó ella mientras miraba a su alrededor. Nada.
- Eso no importa. Sigue leyendo. – le ordenó. Su tono de voz era firme y seria. Pero Kate se quedó quieta escudriñando la sala, tratando de seguir el sonido de su voz. – Sigue leyendo, Kate. – le repitió. Kate se resignó soltando un bufido, y siguió.
Y ESPERO AUN MÁS EL DÍA QUE
ME GANE POR COMPLETO TU CONFIANZA
- No entiendo. Confío en ti. Me haz salvado la vida—ME GANE POR COMPLETO TU CONFIANZA
- Confías en mi como compañero. – le aclaró, interrumpiéndola. – Pero no me confías tu corazón, Kate… Por lo menos, no completamente.
- No es fácil… - reconoció ella.
- Lo sé… por eso vale tanto. Sigue leyendo. – volvió a pedirle. Kate siguió caminando y se acercó a la siguiente.
ESPERO PODER VOLVER A DORMIR
PRONTO A TU LADO.
Kate rodó los ojos y sonrió.PRONTO A TU LADO.
- Ya me parecía raro que no lo mencionaras. – le reprochó ella.
- No seas mal pensada, no hablo de sexo… aunque no lo descarto. – dijo y por un momento, su tono de voz se hizo más risueño, pero luego volvió. – La siguiente.
Kate se sentía rara ante esa situación. No sabía donde estaba pero podía escucharlo. Su voz era seria, segura y cautivadora. Lo cual le pareció extrañamente estimulante. Se moría por saber donde estaba, pero si miraba más de la cuenta lo notaría. El sentirse observada por él también le hacía sentir como una especie de cosquilleo recorriéndole el cuerpo. Mientras caminaba, se le escapó una sonrisa.
Leyó la siguiente.
PERO MÁS AUN ESPERO ANSIOSAMENTE
VOLVER A DESPERTARME JUNTO A TI.
Y todo lo que venía sintiendo se intensificó y su pulso comenzó a acelerarse.VOLVER A DESPERTARME JUNTO A TI.
- Veo… - fue lo único que pudo decir.
- Si solo quisiera acostarme contigo no estaría aquí todavía, ¿no crees?
- Supon— Si, es cierto. – dijo finalmente.
- Bien. La siguiente.
DEPENDE DE TI.
- ¿Qué es lo que depende de mi?- Lo que pase esta noche. Hoy depende de ti. Más adelante, de los dos y tal vez en algún momento, de mi. Pero hoy es tu turno.
- ¿O sea que si te digo que te vayas lo harás?
- Lo haré, aunque eso no significa que me guste. Y teniendo en cuenta tu reacción al leer la primer hoja, no creo que quieras eso. Pero lo haré si es lo que necesitas. - Kate no dijo nada, solo se quedó en silencio. – Ya solo queda una, léela. – Kate asintió con la cabeza y caminó.
¿QUIERES UN ABRAZO?
DI QUE SÍ Y CIERRA LOS OJOS.
Kate sintió el calor invadir su cuerpo y sintió como se colmaba de un sentimiento de alegría y alivio que pocas veces había sentido. ¿Cómo decirle que no? Se moría de ganas de abrazarlo.DI QUE SÍ Y CIERRA LOS OJOS.
- Si… - dijo sin disimular la sonrisa de su rostro. Pero no cerró lo ojos. Quería saber dónde estaba.
- Falta algo, cierra los ojos. – le recordó.
- Quiero ver donde estás.
- Cierra los ojos, Kate. – le repitió. Kate soltó un soplido y cerró los ojos, de mala gana. – Bien. – dijo, y luego solo siguió un profundo silencio.
Pasó un tiempo que a Kate le pareció eterno, no entendía por qué tardaba tanto. Se empezó a mover impaciente.
- Voy a abrir los ojos. – avisó ella.
- No… - dijo una voz a su espalda. Kate se volteó y tanteó con las manos... pero nada.
- Vamos Castle, ya hice lo que me pediste. Cumple tu parte.
- Ya casi… - se escuchó pasando por su costado. Kate estiró la mano pero tampoco lo encontró. Rezongó en su interior y decidió serenarse. Si se quedaba muy quieta tal lograría escucharlo. Aguantó solo unos segundos y perdió la paciencia.
- ¡Castle! ¿Por qué tanta intrig—
Pero no pudo terminar la frase… porque sintió los brazos de Castle rodeando su cuerpo, rozando sus brazos muy suavemente con las manos, bajando por ellos hasta entrelazar sus dedos con los de ella. Sintió su pecho apoyado contra su espalda y su cabeza hundirse en su pelo y luego apoyarse en uno de sus hombros.
- Porque te lo mereces. – le susurró al oído. – Camina conmigo… - le pidió mientras empezaba a dirigirla. Kate quiso abrir los ojos. – Déjalos cerrados. – le dijo.
- ¿A dónde vamos? – quiso saber.
- Ya verás. – fue lo único que dijo. Castle la condujo desde cerca de la puerta de entrada hasta a lado de la encimera de la cocina. – Bien, ábrelos. – le pidió, sin soltarla. Kate abrió los ojos sin saber muy bien qué mirar hasta que vio dos cosas sobre la mesa. Por un lado, una hoja boca abajo y por el otro, una llave. – Como te dije, depende de ti. Si escoges la llave, me voy. Si escoges la hoja, del otro lado tiene otro mensaje.
Kate quería vengarse por haberla hecho esperar así que le pagó con la misma moneda. Paseó su vista de un objeto a otro, como si le costara mucho decidir. Podía sentir a Castle removerse detrás de ella.
- ¿Decidiste?
- Paciencia… no es fácil. – le dijo ella muy pensativa.
- Ya veo por donde va esto. Quería dártelas después pero me estás obligando. – le advirtió como si estuviera haciendo algo que no quería. – No es gran cosa pero mi madre dice que nunca fallan. – le susurró al oído mientras metía la mano dentro del bolsillo y sacaba dos rosas hechas de papel y las ponía frente a ella. – Las hice para ti. - Kate sonrió y las agarró.
- Tiene razón. Me gustan mucho. Gracias. – le contestó y con la mano libre agarró la hoja y la dio vuelta. La hoja decía:
¡¡EL ÚLTIMO QUE LLEGA,
MAÑANA ARMA LA CAMA!!
Castle salió disparado hacia la habitación con Kate pisándole los talones.MAÑANA ARMA LA CAMA!!
- ¡Ven acá! ¡Espera a que te agarre! – le gritó ella.
Él se volteó para mirarla y se enganchó con una de las hojas, que se la había pegado al zapato. Kate corrió rápido y se abalanzó sobre él haciendo que ambos cayeran al suelo, dentro de la habitación, con Kate encima de él.
- ¿Esto sería un empate? – preguntó Castle y ambos empezaron a reírse a carcajadas, estando en el suelo.
- Todavía podemos ver quien llega primero a la cama. – le susurró Kate al oído.
F I N
Espero que les haya gustado.
Debo decir que hacer esta escena ha sido toda una revelación para mi y es lo que demuestra lo que me encanta de escribir.
Esta fue una escena que en mi mente se había presentado inicialmente, como muy corta y sin demasiadas vueltas. Por eso había tardado en ponerme a escribirla. ¿Qué tanto puedo escribir? Si es obvio que tienen que terminar juntos, pensaba.
Pero de pronto, mientras escribía... no se como decirlo, empezaron a surgir cosas, contar la historia desde los dos puntos de vista, el llamado de Marta, la conversación falsa de Castle, el paralelismo con Rook y Nikki, todo el plan de Castle con las hojas... y el final, esa hoja final me ha echo reír hasta las lágrimas.
Realmente, hasta que no llegué a la conversación falsa, no sabía qué haría Castle. Pero cuando llegué, salió solo. Hasta que no llegué a que ella diera vuelta la hoja final, no sabía que diría la hoja. Toda la historia fue una gran sorpresa para mi, y eso fue sencillamente genial.
Me voy a dormir con una sensación de plenitud y realización que no tienen idea.
Hasta la próxima!!!!
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 39
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
me re gusto!!!!! ..como el resto de las historias q escribiste
que lindo lo.q escribiste a lo último, que bueno q te sientas así al escribir
que lindo lo.q escribiste a lo último, que bueno q te sientas así al escribir
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
PRECIOSOOO TE SUPERAS CADA DIAAA
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me encantó!! Sigue!!
Shura-chan- Policia de homicidios
- Mensajes : 535
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Edad : 26
Localización : Por ahí.
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