Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me ha encantado, sinceramente me esperaba otra cosa, no tanto puke pero me a gustado.
Continua pronto...!!
Continua pronto...!!
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
A mi me ha Gustado , y el último trozo me rei un poco ....
rickk y katee- Actor en Broadway
- Mensajes : 170
Fecha de inscripción : 22/08/2012
Edad : 27
Localización : solo yo se , dond stoy !
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
te dire que a lo primero lo de las notas por el suelo me parecia algo ñoño,
pero con ese final... me ha cautivado la historia me vuelves a dejar impresionada
pero con ese final... me ha cautivado la historia me vuelves a dejar impresionada
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Si por ñoño te refieres a infantil, te lo concedo, jeje. Y eso es porque él recurre a su lado tierno y un poco infantil cuando tiene que pedir perdón por alguna macana (o sea que haya metido la pata) Me acordé de la actitud de Castle cuando le pidió perdón a Gina cuando discutieron por las entradas al recital para Alexis en la 3º temporada. Recuerdo que la estaba esperando con globos y cara de perro mojado. Quien se podría negar ante eso.choleck escribió:te dire que a lo primero lo de las notas por el suelo me parecia algo ñoño,
pero con ese final... me ha cautivado la historia me vuelves a dejar impresionada
Me alegro de que te haya justado el final.
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 39
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
mmmmmm.... no me gusto... ME ENCANTO!!!!!!!!! CONTINUA
Fanny_123- Autor de best-seller
- Mensajes : 831
Fecha de inscripción : 15/09/2012
Edad : 24
Localización : Chile!!! c:
ximcastle- Ayudante de policia
- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 27
Localización : Managua, Nicaragua
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Excelente el giro que les diste a la última historia
Felicitaciones.
Saludos
Felicitaciones.
Saludos
Ange- Ayudante de policia
- Mensajes : 83
Fecha de inscripción : 14/09/2011
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me han encantado todas las historias que escribes, soy nueva aquí y hace poco (septiembre) comencé a ver Castle, no paraba de verlo para alcanzar la 5ta temporada y lo logre y ahora estoy obsesionada leyendo fics para aminorar la espera... En menos de 3 días me leí todas tus historias y woww ¡¡¡ SON GENIALES!!!... escribes maravillosamente bien... pliss continua pronto...
Emily Claire- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 16/10/2012
Edad : 31
Localización : Chile, Viña del Mar
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Jo queria hacerte una peticion, ja que sabemos que meredith y beckett van a estar en el loft de castle las dos a la vez ya que el piso de beckett se esta fumigando me gustaria que hicieras alguna escena con eso. Gracias
castlelover- As del póker
- Mensajes : 307
Fecha de inscripción : 26/02/2012
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me he leído todos en un par de días!
Escribes muy bien!
Sigue escribiendo pronto
Escribes muy bien!
Sigue escribiendo pronto
forever23- As del póker
- Mensajes : 382
Fecha de inscripción : 09/09/2012
Edad : 32
Localización : Bilbao
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Por estos días no creo poder publicar nada hasta por lo menos el martes o miércoles de la semana que viene porque tengo que viajar por un torneo. Por esta razón, tampoco creo poder estar para dar una mano con la traducción del capítulo en vivo, el lunes 29
Con respecto a:
castlelover escribió:Jo queria hacerte una peticion, ja que sabemos que meredith y beckett van a estar en el loft de castle las dos a la vez ya que el piso de beckett se esta fumigando me gustaria que hicieras alguna escena con eso. Gracias
Te cuento que ya había estado pensando algo sobre eso aunque nunca me plantee semejante situación para el pobre Castle. Déjame pensar que puedo inventar.
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 39
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Bueno Nato te informo que me he eído todo de un tirón y tras muchas duchas frías alguna risa y mucho amor debo decirte que me encanta tu manera de escribir y me encanta que puedo ver en cada trozo perfectamente a los personajes ya que ninguno pierde su esencia
Enhorabuena de verdad y aquí me tienes más que dispuesta a leerte ahora al día.
Soy una caradura y lo sé pero no he podido resistirme a hacerte una petición:
Desde que supimos cual era la dedicatoria de Frozen Heat deseaba que en la 5ª temporada nos mostraran la presentación del libro o algo similar con Kate leyendo esa preciosa dedicatoria que es un mensaje en clave entre ellos... Pero lamentablemente el libro ya se ha presentado y aunque no pierdo la esperanza de alguna referencia me quedé con las ganas.
Así que apelo a tu imahinación si te sientes inspirada y cuando lo hagas para ver ese momento.
Gracias de antemano
Enhorabuena de verdad y aquí me tienes más que dispuesta a leerte ahora al día.
Soy una caradura y lo sé pero no he podido resistirme a hacerte una petición:
Desde que supimos cual era la dedicatoria de Frozen Heat deseaba que en la 5ª temporada nos mostraran la presentación del libro o algo similar con Kate leyendo esa preciosa dedicatoria que es un mensaje en clave entre ellos... Pero lamentablemente el libro ya se ha presentado y aunque no pierdo la esperanza de alguna referencia me quedé con las ganas.
Así que apelo a tu imahinación si te sientes inspirada y cuando lo hagas para ver ese momento.
Gracias de antemano
Luara- As del póker
- Mensajes : 434
Fecha de inscripción : 17/04/2012
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Porfavooooorr una historia prontoooo, reviso siempre por si has subido algoooo... me encantan tus fics
Emily Claire- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 16/10/2012
Edad : 31
Localización : Chile, Viña del Mar
Escena 31: Día de paseo
Esto es lo que pasa cuando estoy mucho tiempo sin escribir, una historia BASTANTE larga.
Estoy terminando de cursar y aunque uno pensaría que estoy más libre, de repente se me juntan trabajos por entregar, parciales, estudiar para futuros finales, en fin, sin tiempo para nada.
Les cuento que en el torneo me ha ido muy bien. Me han ascendido a primera categoría así que obviamente no he ganado medalla, aunque estoy 4ta en el ranking (de Argentina) Gané medalla de plata en Dobles damas. En Dobles mixto, desgraciadamente, no hemos podido ganar nada. Por último, junto con 5 de mis compañeros, hemos ganado la copa Challenger de los clubes, lo cual me pone muy contenta.
He logrado hacerme un tiempo para escribir esta historia. No termina aquí, todavía falta una parte. Pero desgraciadamente debo tratar de terminar un trabajo antes. Lau me había pedido que arme historias sobre lo que podrían haber hecho durante la suspensión así que esta es una.
Estoy terminando de cursar y aunque uno pensaría que estoy más libre, de repente se me juntan trabajos por entregar, parciales, estudiar para futuros finales, en fin, sin tiempo para nada.
Les cuento que en el torneo me ha ido muy bien. Me han ascendido a primera categoría así que obviamente no he ganado medalla, aunque estoy 4ta en el ranking (de Argentina) Gané medalla de plata en Dobles damas. En Dobles mixto, desgraciadamente, no hemos podido ganar nada. Por último, junto con 5 de mis compañeros, hemos ganado la copa Challenger de los clubes, lo cual me pone muy contenta.
He logrado hacerme un tiempo para escribir esta historia. No termina aquí, todavía falta una parte. Pero desgraciadamente debo tratar de terminar un trabajo antes. Lau me había pedido que arme historias sobre lo que podrían haber hecho durante la suspensión así que esta es una.
DÍA DE PASEO
Habían pasado varios días desde que Kate estaba suspendida de esas 2 semanas que le había tocado cumplir. Normalmente habría sido un mes pero Gates sabía que el crimen no descansaba y Beckett seguía siendo su mejor detective.
Como Alexis y Marta estaban de viaje por Europa, Castle aprovechaba para pasar todo el tiempo posible con Kate y viceversa. Habían aprovechado al máximo cada día pasado. Los primeros prácticamente no habían salido de la cama, a menos que fuera para pedir comida o preparar algo. Incluso, la mayoría de las veces comían en la cama. Sabían que dentro de unas semanas, Alexis y Marta volverían y entonces él tendría que comenzar a inventar excusas para salir y poder verse, y ya no podrían dormir toda la noche juntos porque Castle tendría que volver a dormir a su casa.
Una mañana, estaban en el loft de Castle desayunando tranquilamente. Mientras Kate disfrutaba de su café, Castle estaba muy callado, planeando algo.
- Se me acaba de ocurrir un plan para la tarde y la noche… - dijo repentinamente, rompiendo el silencio. – Central Park, Cine, Cena afuera y Helado, ¿qué te parece?
- Waw, ¿no te parece mucho?
- Si quieres, podemos buscar helado y comerlo aquí o en tu casa tranquilos.
- Mmm… A ver… Mejor dejemos el cine para otro día. ¿Qué te parece picnic en el parque, un café y por último el helado?
- Perfecto.
- Bien. – Ambos se sonrieron y él se acercó para darle un beso.
Unas horas más tarde.
Cerca de las 3 PM ya tenían todo listo así que se dispusieron para salir. Agarraron todo y salieron en dirección al parque.
Castle estuvo pensativo en el camino así que no habló mucho.
- Es raro que estés tan callado. – comentó Kate, rompiendo el silencio. Castle se sobresaltó un poco pero no sacó la vista del camino. - ¿Pasa algo?
- Eh… No. Solo que recordé que hoy dormiremos separados. – dijo. Su voz sonaba desanimada.
- Si, es cierto. Mi padre insistió en que quería desayunar conmigo mañana temprano aprovechando que tenía que venir a hacer un trámite. Le dije de ir a una cafetería pero no quiso. Dijo que pasaría por el apartamento un rato y luego se iría.
- ¿Justo ahora se le tenía que ocurrir venir?
- ¡Castle! – le reprendió ella. – Es mi padre…
- Lo sé, lo siento. – dijo el suspirando. – Es solo que no queda mucho tiempo antes de que mi madre y Alexis vuelvan.
- Míralo de esta forma. Será una práctica para cuando ellas lleguen. – le dijo.
- Mmm… - gruñó Castle no muy contento, pero no dijo más nada.
Estaban rodeando el parque cuando Castle divisó una tienda y se le ocurrió una idea. Por suerte para él, había lugar para estacionar. Bajaron del auto y él le pidió que bajara las cosas mientras buscaba algo y venía. Kate quiso preguntar si lo acompañaba pero no le dio tiempo, Castle ya estaba cruzando la calle.
Kate sacó lo que habían traído y se sentó en un banco que miraba a la calle, a esperar. El cartel de la tienda decía: “Regalería y Cotillón.” ‘¿Qué estaría planeando?’, pensó. ‘¿Tendría que ver con la charla que habían tenido?’
Luego de unos minutos, Castle salió muy contento, aunque no llevaba nada en las manos, lo cual extrañó a Kate.
- ¿Encontraste lo que buscabas? – le preguntó curiosa.
- Sip, vamos. – le contestó tranquilamente mientras se ponía al hombro la mochila que habían traído con la comida y una manta enrollada.
Kate estaba a punto de preguntarle qué había comprado cuando vio que Castle se daba vuelta para mirarla y estirar su mano para que ella se la tomara, interrumpiendo todo pensamiento que estuviera pasando por su mente. ‘¿Quiere que caminemos de la mano?’ pensó ella, y no pudo evitar sonreír. ‘Estoy saliendo con un adolescente.’ Finalmente, le dio la mano y empezaron a caminar hacia el interior del parque.
Caminaron un rato largo. No hablaron mucho, simplemente disfrutaron de la compañía y del aire fresco. De vez en cuando, comentaban algo que veían y luego seguían. Cuando llegaron a los columpios, se miraron. Sus miradas reflejaban exactamente lo mismo, esos columpios significaban algo más para ellos. Castle le sonrió y le hizo una seña preguntándole si quería hamacarse y Kate asintió. Mientras ella se dirigía a los columpios, él dejó las cosas a un costado y luego la siguió, y se sentó junto a ella, justo como se habían sentado hacía más de un año.
- Antes de ir a tu casa aquella noche de tormenta, vine aquí para pensar. – le contó Kate repentinamente. Castle la miró.
- ¿En medio de la lluvia? – preguntó un poco sorprendido. - ¿Por eso te mojaste tanto?
- Si, pero no me importaba, me sentía bien aquí. – dijo mirando al cielo con los ojos cerrados, dejando que el sol y la brisa le diera en la cara. – Este lugar me trae recuerdos.
- Es cierto… a mí también. – dijo pensativo. – Recuerdo muy bien ese día, cuando viniste a rogarme que volviera a ayudarte. – dijo orgullosamente. Kate lo miró indignada.
- ¿Qué? ¡Yo no te rogué! – le reprochó ofendida.
- ¿En serio? – le dijo con una mirada incrédula. – Sabías perfectamente cuales eran mis sentimientos y justo viniste a decirme que habías terminado con Josh y que no estabas lista para tener la relación que querías. No vengas a decirme que no me estabas pidiendo tiempo. Sabías que no podría negarme a ayudarte. ¿Acaso te atreves a negármelo? – la desafió.
Kate se lo quedó mirando. Estaba a punto de decirle que no, que no había sido así, que estaba equivocado… pero entonces reflexionó, tratando de recordar qué le había dicho exactamente, en qué estaba pensando cuando le contó lo de Josh y lo de ese muro interno. ¿Había tratado de manipularlo? Quería pensar que no pero todo apuntaba a que sí. Lo necesitaba, no solo para que la ayudara por el caso de su madre, ella lo necesitaba a su lado. Finalmente, suspiró resignada.
- Bien, acepto que necesitaba que volvieras… ¡Pero no te rogué! – le aclaró firmemente. Castle sonrió satisfecho con la declaración.
Aquel día, cuando él había podido analizar todo lo que habían hablado, no estaba al tanto de que ella recordaba su declaración, pero algo en su interior le había hecho sentir que se refería a él cuando le habló de “la relación que realmente quería tener”. En gran parte, esa había sido su motivación para volver. Si solo era cuestión de tiempo, él se lo daría. Y su paciencia había rendido sus frutos y finalmente, un año después, por fin estaban comenzando algo juntos.
- Castle… - comenzó a decir Kate cautelosamente. - ¿Cuándo te enteraste que recordaba? – le preguntó. Castle la miró pensativo, no estaba seguro de querer hablar de ello, pero supuso que ella seguiría preguntando.
- ¿Realmente no lo sabes? – le dijo sin contestarle.
- Creo imaginarme aunque no sé exactamente en qué momento.
- Cuéntame… - le pidió él.
- Supongo por tu cambio de comportamiento, que fue en algún momento, durante el caso de la bomba. ¿Estoy en lo cierto?
- Lo estás…
- Al principio del caso, me pareció que querías hablar conmigo de algo importante, lo sentí. Pero después… cuando te pregunté, estabas distante, no entendía por qué.
- Lo de la bomba me hizo dar cuenta de que no quería seguir perdiendo el tiempo, quería que habláramos claro de una vez por todas... Pero un día vine y no estabas. Espo me dijo que estabas interrogando al ratero, a Bobby. – Castle hizo una pausa esperando que se ubicara, y ella lo hizo. Se acordó perfectamente de ese interrogatorio.
- El café sobre el escritorio... – recordó ella, y Castle asintió.
- Llegué con los cafés y cuando Espo me dijo dónde estabas, dejé tu café en el escritorio y fui a la sala de observación. Y entonces te escuché decir que recordabas todo lo que había pasado ese día. – Castle miraba el suelo mientras recordaba. – Fue un gran shock, me sentí el imbécil más grande del mundo, me sentí humillado. No sabía qué hacer, no podía enfrentarte en ese momento, así que me fui, necesitaba pensar. – Kate quería decirle que lo sentía, que no había querido lastimarlo, pero algo le dijo que se mantuviera callada, sentía que él necesitaba sacar todo eso. – Supuse que me habías mentido porque no querías lastimarme o que lo hacías para que siguiera ayudándote con el caso de tu madre. Estaba muy confundido. – Castle se frotó la cara con las manos. – Traté como pude de olvidarte, me distancié, salí con otras personas, traté de retomar mi vida de antes, incluso había decidido dejar la comisaría. El caso de los zombis sería mi último caso… pero entonces…
- Te conté que estaba yendo a terapia para superar lo que me había pasado y que estaba progresando. – dijo Kate sin poder contenerse.
- Me di cuenta de que había sido un egoísta y que no me había dado cuenta de lo que te había afectado toda esa situación.
- Lo suponía… - dijo Kate y Castle la miró extrañado. – Algo me decía que pasaba algo, que querías irte… - reconoció ella.
- ¡No lo puedo creer! ¡Me manipulaste dos veces con lo mismo! – reconoció él sin poder creerlo. Se levantó de la hamaca y se apoyó sobre el respaldo de un banco cercano. – Ahora entiendo por qué me hablaste otra vez del muro.
- Primero que nada, no te estaba manipulando, te estaba poniendo al tanto. – Castle la miró escéptico. – Segundo, ¿qué querías que hiciera? ¿Dejar que te fueras? – ambos se quedaron mirando en silencio y finalmente él asintió y suspiró. – Lo siento Castle. No era mi intención lastimarte. Para mí tampoco fue fácil. – Kate se levantó y se acercó a él.
- Ya está. No vale la pena seguir hablando de eso. Ya pasó. – le dijo mientras la agarraba de la mano para acercarla más. – A propósito, para tener una idea… ¿en qué estado está ese muro? – quiso saber.
Kate le sonrió y acercó su rostro al de él quedando a escasos centímetros.
- No sé de qué me estás hablando. – le dijo para luego recorrer la corta distancia que faltaba para besarlo mientras lo abrazaba rodeándole el cuerpo con los brazos. Castle la imitó rodeándola con los brazos para acariciarle la espalda.
Estuvieron unos minutos besándose tranquilamente hasta que Kate se separó un poco y le pidió si podía hamacarla. ‘¿Mira quién es la niña ahora?’, pensó él y una sonrisa se dibujó en sus labios.
Ya que esos columpios significaban algo importante para ellos, se sacaron algunas fotos en ellos y luego decidieron seguir recorriendo el parque y buscar un lugar donde instalarse.
Caminaron largo rato hasta que encontraron un árbol libre donde acomodarse. El sol estaba fuerte pero había una briza bastante fresca. Colocaron un mantel en el suelo, a lado del árbol y Castle se acomodó, con la manta, recostándose sobre este. Kate se sentó entre sus piernas, apoyada en su pecho para que él pudiera rodearla con la manta. Castle había traído un libro para leer, pero no era un libro cualquiera, era Frozen Heat. No era la edición que saldría a la venta, para ese todavía faltaba una semana. Él se ofreció para leérselo en voz alta y ella quedó encantada con la idea. Castle acomodó el libro sobre el regazo de ella y le pidió que no mirara las páginas así que Kate se relajó, apoyada sobre su pecho y dejó que él le leyera, casi cerrando los ojos, solo concentrándose en su voz. Él se acercó a su oído y poco a poco fue recitando las páginas del libro, casi susurrándole seductoramente al oído. Solo el comienzo del primer capítulo fue suficiente para que a ella se le aceleraran los latidos del corazón.
- “Oh, sí, así se hace, Rook,” dijo Nikki Heat. “Eso es lo que quiero. Justo así.” Una gota de sudor rodó bajando por su cuello hasta su agitado pecho. Él gruñó y se mordió la lengua. “No pares todavía. Continúa. Si.” Ella se colocó sobre él, bajando su rostro hasta solo unos centímetros para poder susurrarle. “Si. Trabájalo justo así. Bien, buen ritmo. Así se hace. ¿Cómo lo sientes?” Jameson Rook la miró fijamente a los ojos justo antes de cerrar fuertemente los ojos y gruñir. Entonces sus músculos se aflojaron y él dejó caer su cabeza hacia atrás...
Kate se sentía hipnotizada por su tono de voz, se dejó transportar a esa otra dimensión donde ella era Nikki y él era Rook. Su voz la cautivaba, la relajaba. Él siguió leyendo un rato más y cuando vio que había logrado relajarla lo suficiente, sacó algo del bolsillo y lo dejó caer sobre el libro. Kate se sobresaltó por el sonido y vio lo que había dejado caer. Era un juego de llaves, con un llavero muy particular. Pasó de estar muy relajada a muy tensa y él lo notó.
- Para ti. – le aclaró él.
- Castle, yo no… ¿no te parece muy pronto? No sé si…
- Tranquila, no te estoy proponiendo nada. Solo quería que las tuvieras. Estuve pensando en lo que me dijiste sobre acostumbrarnos a dormir separados. Esta será nuestra primera noche separados así que pensé que si me extrañas mucho no me iras a ver por vergüenza a que te vean, así que pensé que lo mejor sería que tuvieras algo con qué entrar directamente.
- O sea que piensas que no puedo pasar una noche sin ti. – le dijo ofendida. – ¿No será que tú me extrañarás?
- Eso es seguro, pero yo no tendría ningún problema en ir a tocar tu puerta a la madrugada. Esa es la diferencia. – Kate lo miró unos segundos, pensativa.
- Está bien, la acepto… pero no creo que la use. – le advirtió.
- Con que las tengas, me conformo. Te servirán por si ocurre alguna emergencia y necesito que me saques de apuros. – le dijo él y luego se acercó para darle un beso en la mejilla haciéndole sonreír. Kate se relajó y miró detenidamente el llavero. Era un libro miniatura de Heat Rises. Era de plástico y se abría al medio. Dentro tenía 2 pequeñas fotos, una de él y una de ella. – Espero que te gusten. Más adelante puedes ponerle otras.
- ¿Esto es lo que compraste en la tienda? No sabía que se vendían estos llaveros. – le preguntó.
- No, el llavero era mío, quería que fuera algo que te recordara a mí.
- Me gusta, gracias. – le dijo girando la cabeza para mirarlo y le dio un pequeño beso en los labios.
Luego se quedaron un rato en silencio y mientras Kate analizaba la posibilidad de darle o no un juego de llaves a él, Castle empezó a ponerse cada vez más cariñoso con ella. Le corrió el cabello de un lado del cuello y mientras la abrazaba, empezó a besárselo, muy suavemente, pero concentrándose en aquellos puntos en donde sabía que a ella le gustaba más. Kate se dejó acariciar, cerrando los ojos, sintiendo cada beso. Subió su brazo llevando su mano hasta su nuca para acariciarle la cabeza.
Pero entonces él recordó algo y se detuvo. Se separó un poco y sacó algo de su bolsillo. – Me olvidaba, te compré algo más. – le dijo mostrándole una gran paleta con forma de corazón. Kate miró la paleta incrédula y no pudo evitar esbozar una sonrisa. - ¿Qué? – le preguntó él inocentemente.
- Nada… Es solo que siento que estoy saliendo con un quinceañero. Gracias. – le dijo tomando la paleta.
- ¿Un quinceañero? - dijo indignado. - ¿Qué se supone que tengo que regalarte para parecer adulto? – quiso saber.
- Creo que eso lo sabes de sobra. – le dijo provocativamente mientras le acariciaba la pierna.
- Pues parece que no, así que no le quedará otra que enseñarme, Detective, porque ahora resulta que soy un crío. – exclamó ofendido.
Kate lo miró inicialmente sorprendida por su tono de voz pero entonces se cruzó con su mirada, una mirada que era todo menos infantil. Sus ojos parecían atravesarla, quemarla y su sonrisa la seducía y le quitaba el aliento. Y eso fue suficiente para que ella entendiera cual era el juego. Dejó la paleta junto con el libro y las llaves a un costado y mientras miraba a su alrededor, se dio vuelta para sentarse a horcajadas sobre su regazo. Castle le sonrió aun más y cuando se acomodó, la tapó con la manta, pasando los brazos por su espalda.
- Creo que la lección uno está aprendida. – le dijo ella agarrándolo del cuello de la camisa.
- ¿Cuál sería?
- Lograr que una mujer haga lo que quieras.
- Que bueno, esa me gusta. – le dijo presionándola más contra su cuerpo. - ¿Cuál sería la dos?
- Atenerse a las consecuencias. – le dijo y sin darle tiempo, lo besó intensamente, dejándolo sin aliento. Sin pedir permiso, le metió la lengua dentro de la boca, explorándola, jugando con su lengua, provocándolo, excitándolo. Aprovechó que estaban tapados para poder jugar con él. Le zafó la camisa de dentro del pantalón y mientras que con una mano le acariciaba el lóbulo de la oreja, el pelo, la parte alta de la espalda, la otra le acariciaba la espalda por debajo de la ropa, arañándolo suavemente.
Castle estaba sometido a su voluntad. Como tenía que sujetar la manta, solo podía besarla. Ella lo sabía y le facilitó el trabajo, acercándose a él para permitirle llegar a su boca y a su cuello.
Sin embargo, ambos sabían muy bien donde estaban y estaban muy atentos a la reacción del otro para no pasarse de la raya. Ambos empezaron a respirar agitadamente así que decidieron separarse. Se quedaron mirando unos minutos.
- ¿Lección aprendida? – preguntó él suavemente. Kate sacudió la cabeza y le sonrió.
- Con creces. Alumno prodigio. – le dijo ella contagiándole la sonrisa.
Kate volvió a colocarse como estaba antes y volvió a tomar el libro. Esta vez fue ella la que leyó mientras él la escuchaba descansando la cabeza en su hombro.
Luego de un rato, cuando el sol recién comenzaba a bajar, interrumpieron la lectura para comer algo. Sacaron lo que habían traído, lo acomodaron sobre el mantel y se dedicaron a comer tranquilamente mientras veían como la gente comenzaba a irse, algunos todavía paseaban con sus perros, otras personas corrían. Cuando terminaron limpiaron todo y recogieron las cosas. Por último, se levantaron para irse. De camino al auto, decidieron ir caminando tranquilamente mientras disfrutaban del atardecer.
Una vez en el auto, guardaron todo y se encaminaron hasta una cafetería cercana. Entraron y se sentaron en un lugar apartado para poder estar tranquilos. Enseguida vino una camarera y les tomó el pedido para luego retirarse.
- Quería preguntarte algo… - dijo Castle dubitativo.
- Dime… - le pidió ella.
- ¿Le dirás a tu padre lo nuestro cuando lo veas? – quiso saber. Kate lo miró extrañada.
- ¿Por qué lo preguntas? ¿Quieres saber si tienes que cerrar la puerta con traba? – se burló ella. Castle se puso pálido. – Estoy bromeando. – le aclaró ella divertida. – No voy a decirle nada por ahora, la idea era mantener esto en secreto, ¿no? – le preguntó ella.
- Si, solo quería saber. No me quiero ni imaginar cuando tu padre tenga que conocer a mi madre. – dijo Castle casi avergonzado.
- No creo que sea para tanto. De todas maneras, no pienses en eso todavía. – le dijo para calmarlo.
- Tengo que hacerlo, necesito prepararme psicológicamente para esa situación. – le aclaró él provocándole ganas de reír a ella. – Aunque una cena con tu padre tiene un lado positivo. – le dijo cambiando la cara y esbozando una sonrisa.
- ¿Cuál?
- No veo la hora de escuchar anécdotas de cuando eras más chica. – dijo asintiendo revitalizado. Kate estaba a punto de reprocharle cuando fue interrumpida por la presencia de la camarera que venía con los cafés así que se tuvo que contener y controlarse.
- Donde empieces a interrogar a mi padre yo haré lo mismo con tu madre y sabes perfectamente que eso no te conviene. – le amenazó ella cuando la camarera se retiró.
- Uh, parece que alguien tiene algo que ocultar. – se burló él. – Pero desgraciadamente para mí, aunque no le digas nada, mi madre soltará todo lo que tenga sin que pueda evitarlo. Tendrás que pensar en otra cosa para lograr que no hable con tu padre. – le dijo acercándose un poco a ella. – Y eso solo lo lograrás manteniendo mi boca ocupada. – le dijo casi en un susurro señalándose la boca con el dedo.
- ¿Se te ocurre alguna idea? – quiso saber ella, siguiéndole el juego.
- Varias…
- ¿Por ejemplo…? – le preguntó acercándose un poco más a él.
- Una es la comida, pero me hará engordar. – Kate asintió y se acercó un poco más. Todavía los separaban varios centímetros. – Otra es la bebida pero no querrás que me emborrache, ¿cierto? – Kate negó con la cabeza y siguió acercándose. – Solo se me ocurre una más.
- ¿Y esa cuál sería? – le susurró. Estaban a escasos centímetros de distancia.
- Sería algo más o menos así… - dijo terminando de recorrer la distancia que los separaba para besarle, fundiéndose en un apasionado beso pero que al mismo tiempo era lento y profundo, sintiendo como se mezclaban en sus bocas el sabor a café. Se separaron un poco y entonces Castle volvió a acercarse para morderle suavemente el labio inferior como tantas veces le había visto hacer a ella, ese gesto que tanto lo fascinaba, desde el primer día.
- Mmmm… - dijo ella todavía saboreando el gusto a café. – Nada mal aunque me daría cosa hacerlo frente a mi padre toda la noche, ¿no te parece? – dijo burlonamente. Ambos se sonrieron imaginando la situación.
- Buen punto. – aceptó él. – No se me ocurren más ideas así que tendrás que resignarte—
- A mí se me ocurre otra más. – lo interrumpió mientras desplegaba una servilleta y la enrollaba. Lo miró fijamente. – Podría simplemente amordazarte… - le advirtió acercando la servilleta a la boca de él. - …y entonces no engordarías, ni te emborracharías y por último y más importante, no hablarías.
- ¡Uh! – exclamó. – Siempre supe que tenías tu lado sadomasoquista. – se burló mirándola con una mirada pícara. Ella siguió acercándole la servilleta y vio como él abría la boca para morder la servilleta. Pero a último momento, se la pasó por arriba de la cabeza hasta su nuca para luego atraerlo hacia ella.
- Oh, solo cállate. – le pidió ella y luego lo besó.
Siguieron tomando cada uno su café mientras planeaban lo que harían el día siguiente. Cuando terminaron, pagaron y salieron en dirección a una heladería. La camarera les había indicado que había una muy buena a unas cuadras de allí así que decidieron dejar el auto he ir caminando hasta allá. En el camino, Kate le preguntó a Castle si podía decirle cuál sería la dedicatoria del libro pero él se negó a confesarlo y le dijo que se enteraría el día que saliera, como todos los demás. Ella insistió pero él no se dejó doblegar así que finalmente desistió. Compraron el helado y volvieron al auto para comerlo en el apartamento de Kate.
Mientras subían en el ascensor, Castle aprovechó que estaban solos para acercarse a ella. El hecho de que fueran a pasar la noche separados seguía dándole vueltas y quería aprovechar cada minuto que estuvieran juntos. Kate se sentía de la misma forma así que cuando él se acercaba, ella lo dejaba. El problema era que a medida que se acercaban al piso, él cada vez se entusiasmaba más con los besos y las caricias a tal punto que cuando llegaron a la puerta del apartamento, a ella le costaba concentrarse en abrir la puerta.
- Castle… - lo llamó un poco agitada. – Para, no empecemos algo que no podemos terminar. No hagas esto más difícil. – le pidió. – Comemos el helado y te vas. – le avisó. Castle se detuvo y apoyó la cabeza en su hombro soltando un suspiro.
- Perdona, me dejé llevar. – le dijo y luego tomó distancia. Kate le sonrió y le acarició el rostro para luego abrir la puerta y entrar en su apartamento.
Kate fue directamente a su habitación para cambiarse mientras que Castle se quedó en la cocina, buscando unas cucharas para comer el helado. Luego se quitó el saco y se acomodó en el sofá para esperarla.
En su apartamento hacía calor así que Kate salió vestida con una musculosa y un pantalón bastante cortito, como esos que se usan para correr. Se sentó a su lado y le cruzó las piernas por arriba de su regazo. Castle la recorrió con la mirada y le acarició las piernas.
- Sabes que con esto no me ayudas, ¿cierto?
- ¿Qué? Hace calor. – le dijo pero su expresión no decía lo mismo. Ella sabía lo que podía provocarle y eso le gustaba. Kate le sacó una cuchara de la mano y el pote de helado. – Cállate y come. – le ordenó mientras abría el recipiente.
Estuvieron un rato comiendo, de vez en cuando dándose de comer uno al otro hasta que un pequeño accidente hizo que el ambiente volviera a calentarse. A Kate se le cayó helado sobre el muslo y antes de que pudiera atinar a hacer algo, Castle se movió y le pasó la lengua haciéndola estremecer de pies a cabeza.
- Castle, ¿Qué-- - pero no pudo seguir. La sorpresa y el calor repentino que sintió le cortaron el habla y la respiración.
Él levantó la cabeza y la miró fijamente. Sus ojos parecían hambrientos, y ardían. – Cerezas, que rico. – le dijo pasándose la lengua por los labios.
Le había quedado la boca manchada y ella fue incapaz de resistirse a su mirada.
- Te manchaste. – le susurró a solo unos milímetros de distancia y muy suavemente fue pasándole la lengua, primero por su labio inferior, luego por el superior, por un costado y por el otro. Cuando terminó su expresión era triste. – Listo… - aseguró.
Pero Castle no estaba dispuesto a terminar el tema ahí. Tomó otra cucharada y se la acercó a ella a la boca, pero justo antes de llegar curvó la cuchara haciendo que el helado se le cayera en el nacimiento del cuello, que lentamente fue deslizándose hacia abajo. Kate abrió la boca y respiró hondo al sentir el helado.
- ¡Castle, está frío! – le reprochó.
- ¡Ups, yo lo arreglo! – le dijo rápidamente y sin darle tiempo se acercó y le pasó la lengua desde el nacimiento de los pechos hasta su cuello, tomándose su tiempo para asegurarse de que no quedara nada. Kate sabía que estaba jugando con fuego y podría haberlo detenido si quería, pero sentía que ya estaba ardiendo. No quería que parara, quería más. Castle siguió subiendo por su cuello y tumbó a Kate sobre el sillón mientras le acariciaba la cintura por debajo de la musculosa.
Y en ese momento, el pote cayó al suelo, salpicando helado para todos lados. Ambos se sobresaltaron y fue suficiente para que Kate reaccionara. Sacó fuerzas de donde pudo y se levantó del sillón.
- Será mejor que dejemos el helado para otro día. – le dijo mientras juntaba el helado y lo llevaba al freezer.
Castle la miró caminar pensativo y luego soltó un suspiro. Se levantó, recogió su saco y caminó hacia ella mientras se lo ponía. – Si, tienes razón. – le concedió abrazándole, esta vez sin segundas intenciones. – Mejor me voy así puedes descansar.
- Gracias por no enojarte. – le dijo ella dándose vuelta y pasándole los brazos por arriba de los hombros.
- No puedo enojarme, es tu padre. Aunque eso no significa que me guste dormir solo. – le contestó y ella le sonrió. - ¿Mañana me llamas?
- Mañana te llamo. – le aseguró ella.
- Bien. – caminaron hacia la puerta y ella se la abrió. - ¿Un beso para el camino? – le pidió. Kate sonrió y le levantó un dedo indicándole que sería solo uno. Él asintió con una sonrisa. Él le rodeó la cintura atrayéndola y ella enredó los dedos en su pelo acariciando su cuero cabelludo. Se besaron muy lentamente, sintiendo cada movimiento, cada gesto, cada gusto… Ese beso debía durar toda la noche, una noche que se perfilaba larga y fría.
Como Alexis y Marta estaban de viaje por Europa, Castle aprovechaba para pasar todo el tiempo posible con Kate y viceversa. Habían aprovechado al máximo cada día pasado. Los primeros prácticamente no habían salido de la cama, a menos que fuera para pedir comida o preparar algo. Incluso, la mayoría de las veces comían en la cama. Sabían que dentro de unas semanas, Alexis y Marta volverían y entonces él tendría que comenzar a inventar excusas para salir y poder verse, y ya no podrían dormir toda la noche juntos porque Castle tendría que volver a dormir a su casa.
Una mañana, estaban en el loft de Castle desayunando tranquilamente. Mientras Kate disfrutaba de su café, Castle estaba muy callado, planeando algo.
- Se me acaba de ocurrir un plan para la tarde y la noche… - dijo repentinamente, rompiendo el silencio. – Central Park, Cine, Cena afuera y Helado, ¿qué te parece?
- Waw, ¿no te parece mucho?
- Si quieres, podemos buscar helado y comerlo aquí o en tu casa tranquilos.
- Mmm… A ver… Mejor dejemos el cine para otro día. ¿Qué te parece picnic en el parque, un café y por último el helado?
- Perfecto.
- Bien. – Ambos se sonrieron y él se acercó para darle un beso.
Unas horas más tarde.
Cerca de las 3 PM ya tenían todo listo así que se dispusieron para salir. Agarraron todo y salieron en dirección al parque.
Castle estuvo pensativo en el camino así que no habló mucho.
- Es raro que estés tan callado. – comentó Kate, rompiendo el silencio. Castle se sobresaltó un poco pero no sacó la vista del camino. - ¿Pasa algo?
- Eh… No. Solo que recordé que hoy dormiremos separados. – dijo. Su voz sonaba desanimada.
- Si, es cierto. Mi padre insistió en que quería desayunar conmigo mañana temprano aprovechando que tenía que venir a hacer un trámite. Le dije de ir a una cafetería pero no quiso. Dijo que pasaría por el apartamento un rato y luego se iría.
- ¿Justo ahora se le tenía que ocurrir venir?
- ¡Castle! – le reprendió ella. – Es mi padre…
- Lo sé, lo siento. – dijo el suspirando. – Es solo que no queda mucho tiempo antes de que mi madre y Alexis vuelvan.
- Míralo de esta forma. Será una práctica para cuando ellas lleguen. – le dijo.
- Mmm… - gruñó Castle no muy contento, pero no dijo más nada.
Estaban rodeando el parque cuando Castle divisó una tienda y se le ocurrió una idea. Por suerte para él, había lugar para estacionar. Bajaron del auto y él le pidió que bajara las cosas mientras buscaba algo y venía. Kate quiso preguntar si lo acompañaba pero no le dio tiempo, Castle ya estaba cruzando la calle.
Kate sacó lo que habían traído y se sentó en un banco que miraba a la calle, a esperar. El cartel de la tienda decía: “Regalería y Cotillón.” ‘¿Qué estaría planeando?’, pensó. ‘¿Tendría que ver con la charla que habían tenido?’
Luego de unos minutos, Castle salió muy contento, aunque no llevaba nada en las manos, lo cual extrañó a Kate.
- ¿Encontraste lo que buscabas? – le preguntó curiosa.
- Sip, vamos. – le contestó tranquilamente mientras se ponía al hombro la mochila que habían traído con la comida y una manta enrollada.
Kate estaba a punto de preguntarle qué había comprado cuando vio que Castle se daba vuelta para mirarla y estirar su mano para que ella se la tomara, interrumpiendo todo pensamiento que estuviera pasando por su mente. ‘¿Quiere que caminemos de la mano?’ pensó ella, y no pudo evitar sonreír. ‘Estoy saliendo con un adolescente.’ Finalmente, le dio la mano y empezaron a caminar hacia el interior del parque.
Caminaron un rato largo. No hablaron mucho, simplemente disfrutaron de la compañía y del aire fresco. De vez en cuando, comentaban algo que veían y luego seguían. Cuando llegaron a los columpios, se miraron. Sus miradas reflejaban exactamente lo mismo, esos columpios significaban algo más para ellos. Castle le sonrió y le hizo una seña preguntándole si quería hamacarse y Kate asintió. Mientras ella se dirigía a los columpios, él dejó las cosas a un costado y luego la siguió, y se sentó junto a ella, justo como se habían sentado hacía más de un año.
- Antes de ir a tu casa aquella noche de tormenta, vine aquí para pensar. – le contó Kate repentinamente. Castle la miró.
- ¿En medio de la lluvia? – preguntó un poco sorprendido. - ¿Por eso te mojaste tanto?
- Si, pero no me importaba, me sentía bien aquí. – dijo mirando al cielo con los ojos cerrados, dejando que el sol y la brisa le diera en la cara. – Este lugar me trae recuerdos.
- Es cierto… a mí también. – dijo pensativo. – Recuerdo muy bien ese día, cuando viniste a rogarme que volviera a ayudarte. – dijo orgullosamente. Kate lo miró indignada.
- ¿Qué? ¡Yo no te rogué! – le reprochó ofendida.
- ¿En serio? – le dijo con una mirada incrédula. – Sabías perfectamente cuales eran mis sentimientos y justo viniste a decirme que habías terminado con Josh y que no estabas lista para tener la relación que querías. No vengas a decirme que no me estabas pidiendo tiempo. Sabías que no podría negarme a ayudarte. ¿Acaso te atreves a negármelo? – la desafió.
Kate se lo quedó mirando. Estaba a punto de decirle que no, que no había sido así, que estaba equivocado… pero entonces reflexionó, tratando de recordar qué le había dicho exactamente, en qué estaba pensando cuando le contó lo de Josh y lo de ese muro interno. ¿Había tratado de manipularlo? Quería pensar que no pero todo apuntaba a que sí. Lo necesitaba, no solo para que la ayudara por el caso de su madre, ella lo necesitaba a su lado. Finalmente, suspiró resignada.
- Bien, acepto que necesitaba que volvieras… ¡Pero no te rogué! – le aclaró firmemente. Castle sonrió satisfecho con la declaración.
Aquel día, cuando él había podido analizar todo lo que habían hablado, no estaba al tanto de que ella recordaba su declaración, pero algo en su interior le había hecho sentir que se refería a él cuando le habló de “la relación que realmente quería tener”. En gran parte, esa había sido su motivación para volver. Si solo era cuestión de tiempo, él se lo daría. Y su paciencia había rendido sus frutos y finalmente, un año después, por fin estaban comenzando algo juntos.
- Castle… - comenzó a decir Kate cautelosamente. - ¿Cuándo te enteraste que recordaba? – le preguntó. Castle la miró pensativo, no estaba seguro de querer hablar de ello, pero supuso que ella seguiría preguntando.
- ¿Realmente no lo sabes? – le dijo sin contestarle.
- Creo imaginarme aunque no sé exactamente en qué momento.
- Cuéntame… - le pidió él.
- Supongo por tu cambio de comportamiento, que fue en algún momento, durante el caso de la bomba. ¿Estoy en lo cierto?
- Lo estás…
- Al principio del caso, me pareció que querías hablar conmigo de algo importante, lo sentí. Pero después… cuando te pregunté, estabas distante, no entendía por qué.
- Lo de la bomba me hizo dar cuenta de que no quería seguir perdiendo el tiempo, quería que habláramos claro de una vez por todas... Pero un día vine y no estabas. Espo me dijo que estabas interrogando al ratero, a Bobby. – Castle hizo una pausa esperando que se ubicara, y ella lo hizo. Se acordó perfectamente de ese interrogatorio.
- El café sobre el escritorio... – recordó ella, y Castle asintió.
- Llegué con los cafés y cuando Espo me dijo dónde estabas, dejé tu café en el escritorio y fui a la sala de observación. Y entonces te escuché decir que recordabas todo lo que había pasado ese día. – Castle miraba el suelo mientras recordaba. – Fue un gran shock, me sentí el imbécil más grande del mundo, me sentí humillado. No sabía qué hacer, no podía enfrentarte en ese momento, así que me fui, necesitaba pensar. – Kate quería decirle que lo sentía, que no había querido lastimarlo, pero algo le dijo que se mantuviera callada, sentía que él necesitaba sacar todo eso. – Supuse que me habías mentido porque no querías lastimarme o que lo hacías para que siguiera ayudándote con el caso de tu madre. Estaba muy confundido. – Castle se frotó la cara con las manos. – Traté como pude de olvidarte, me distancié, salí con otras personas, traté de retomar mi vida de antes, incluso había decidido dejar la comisaría. El caso de los zombis sería mi último caso… pero entonces…
- Te conté que estaba yendo a terapia para superar lo que me había pasado y que estaba progresando. – dijo Kate sin poder contenerse.
- Me di cuenta de que había sido un egoísta y que no me había dado cuenta de lo que te había afectado toda esa situación.
- Lo suponía… - dijo Kate y Castle la miró extrañado. – Algo me decía que pasaba algo, que querías irte… - reconoció ella.
- ¡No lo puedo creer! ¡Me manipulaste dos veces con lo mismo! – reconoció él sin poder creerlo. Se levantó de la hamaca y se apoyó sobre el respaldo de un banco cercano. – Ahora entiendo por qué me hablaste otra vez del muro.
- Primero que nada, no te estaba manipulando, te estaba poniendo al tanto. – Castle la miró escéptico. – Segundo, ¿qué querías que hiciera? ¿Dejar que te fueras? – ambos se quedaron mirando en silencio y finalmente él asintió y suspiró. – Lo siento Castle. No era mi intención lastimarte. Para mí tampoco fue fácil. – Kate se levantó y se acercó a él.
- Ya está. No vale la pena seguir hablando de eso. Ya pasó. – le dijo mientras la agarraba de la mano para acercarla más. – A propósito, para tener una idea… ¿en qué estado está ese muro? – quiso saber.
Kate le sonrió y acercó su rostro al de él quedando a escasos centímetros.
- No sé de qué me estás hablando. – le dijo para luego recorrer la corta distancia que faltaba para besarlo mientras lo abrazaba rodeándole el cuerpo con los brazos. Castle la imitó rodeándola con los brazos para acariciarle la espalda.
Estuvieron unos minutos besándose tranquilamente hasta que Kate se separó un poco y le pidió si podía hamacarla. ‘¿Mira quién es la niña ahora?’, pensó él y una sonrisa se dibujó en sus labios.
Ya que esos columpios significaban algo importante para ellos, se sacaron algunas fotos en ellos y luego decidieron seguir recorriendo el parque y buscar un lugar donde instalarse.
Caminaron largo rato hasta que encontraron un árbol libre donde acomodarse. El sol estaba fuerte pero había una briza bastante fresca. Colocaron un mantel en el suelo, a lado del árbol y Castle se acomodó, con la manta, recostándose sobre este. Kate se sentó entre sus piernas, apoyada en su pecho para que él pudiera rodearla con la manta. Castle había traído un libro para leer, pero no era un libro cualquiera, era Frozen Heat. No era la edición que saldría a la venta, para ese todavía faltaba una semana. Él se ofreció para leérselo en voz alta y ella quedó encantada con la idea. Castle acomodó el libro sobre el regazo de ella y le pidió que no mirara las páginas así que Kate se relajó, apoyada sobre su pecho y dejó que él le leyera, casi cerrando los ojos, solo concentrándose en su voz. Él se acercó a su oído y poco a poco fue recitando las páginas del libro, casi susurrándole seductoramente al oído. Solo el comienzo del primer capítulo fue suficiente para que a ella se le aceleraran los latidos del corazón.
- “Oh, sí, así se hace, Rook,” dijo Nikki Heat. “Eso es lo que quiero. Justo así.” Una gota de sudor rodó bajando por su cuello hasta su agitado pecho. Él gruñó y se mordió la lengua. “No pares todavía. Continúa. Si.” Ella se colocó sobre él, bajando su rostro hasta solo unos centímetros para poder susurrarle. “Si. Trabájalo justo así. Bien, buen ritmo. Así se hace. ¿Cómo lo sientes?” Jameson Rook la miró fijamente a los ojos justo antes de cerrar fuertemente los ojos y gruñir. Entonces sus músculos se aflojaron y él dejó caer su cabeza hacia atrás...
Kate se sentía hipnotizada por su tono de voz, se dejó transportar a esa otra dimensión donde ella era Nikki y él era Rook. Su voz la cautivaba, la relajaba. Él siguió leyendo un rato más y cuando vio que había logrado relajarla lo suficiente, sacó algo del bolsillo y lo dejó caer sobre el libro. Kate se sobresaltó por el sonido y vio lo que había dejado caer. Era un juego de llaves, con un llavero muy particular. Pasó de estar muy relajada a muy tensa y él lo notó.
- Para ti. – le aclaró él.
- Castle, yo no… ¿no te parece muy pronto? No sé si…
- Tranquila, no te estoy proponiendo nada. Solo quería que las tuvieras. Estuve pensando en lo que me dijiste sobre acostumbrarnos a dormir separados. Esta será nuestra primera noche separados así que pensé que si me extrañas mucho no me iras a ver por vergüenza a que te vean, así que pensé que lo mejor sería que tuvieras algo con qué entrar directamente.
- O sea que piensas que no puedo pasar una noche sin ti. – le dijo ofendida. – ¿No será que tú me extrañarás?
- Eso es seguro, pero yo no tendría ningún problema en ir a tocar tu puerta a la madrugada. Esa es la diferencia. – Kate lo miró unos segundos, pensativa.
- Está bien, la acepto… pero no creo que la use. – le advirtió.
- Con que las tengas, me conformo. Te servirán por si ocurre alguna emergencia y necesito que me saques de apuros. – le dijo él y luego se acercó para darle un beso en la mejilla haciéndole sonreír. Kate se relajó y miró detenidamente el llavero. Era un libro miniatura de Heat Rises. Era de plástico y se abría al medio. Dentro tenía 2 pequeñas fotos, una de él y una de ella. – Espero que te gusten. Más adelante puedes ponerle otras.
- ¿Esto es lo que compraste en la tienda? No sabía que se vendían estos llaveros. – le preguntó.
- No, el llavero era mío, quería que fuera algo que te recordara a mí.
- Me gusta, gracias. – le dijo girando la cabeza para mirarlo y le dio un pequeño beso en los labios.
Luego se quedaron un rato en silencio y mientras Kate analizaba la posibilidad de darle o no un juego de llaves a él, Castle empezó a ponerse cada vez más cariñoso con ella. Le corrió el cabello de un lado del cuello y mientras la abrazaba, empezó a besárselo, muy suavemente, pero concentrándose en aquellos puntos en donde sabía que a ella le gustaba más. Kate se dejó acariciar, cerrando los ojos, sintiendo cada beso. Subió su brazo llevando su mano hasta su nuca para acariciarle la cabeza.
Pero entonces él recordó algo y se detuvo. Se separó un poco y sacó algo de su bolsillo. – Me olvidaba, te compré algo más. – le dijo mostrándole una gran paleta con forma de corazón. Kate miró la paleta incrédula y no pudo evitar esbozar una sonrisa. - ¿Qué? – le preguntó él inocentemente.
- Nada… Es solo que siento que estoy saliendo con un quinceañero. Gracias. – le dijo tomando la paleta.
- ¿Un quinceañero? - dijo indignado. - ¿Qué se supone que tengo que regalarte para parecer adulto? – quiso saber.
- Creo que eso lo sabes de sobra. – le dijo provocativamente mientras le acariciaba la pierna.
- Pues parece que no, así que no le quedará otra que enseñarme, Detective, porque ahora resulta que soy un crío. – exclamó ofendido.
Kate lo miró inicialmente sorprendida por su tono de voz pero entonces se cruzó con su mirada, una mirada que era todo menos infantil. Sus ojos parecían atravesarla, quemarla y su sonrisa la seducía y le quitaba el aliento. Y eso fue suficiente para que ella entendiera cual era el juego. Dejó la paleta junto con el libro y las llaves a un costado y mientras miraba a su alrededor, se dio vuelta para sentarse a horcajadas sobre su regazo. Castle le sonrió aun más y cuando se acomodó, la tapó con la manta, pasando los brazos por su espalda.
- Creo que la lección uno está aprendida. – le dijo ella agarrándolo del cuello de la camisa.
- ¿Cuál sería?
- Lograr que una mujer haga lo que quieras.
- Que bueno, esa me gusta. – le dijo presionándola más contra su cuerpo. - ¿Cuál sería la dos?
- Atenerse a las consecuencias. – le dijo y sin darle tiempo, lo besó intensamente, dejándolo sin aliento. Sin pedir permiso, le metió la lengua dentro de la boca, explorándola, jugando con su lengua, provocándolo, excitándolo. Aprovechó que estaban tapados para poder jugar con él. Le zafó la camisa de dentro del pantalón y mientras que con una mano le acariciaba el lóbulo de la oreja, el pelo, la parte alta de la espalda, la otra le acariciaba la espalda por debajo de la ropa, arañándolo suavemente.
Castle estaba sometido a su voluntad. Como tenía que sujetar la manta, solo podía besarla. Ella lo sabía y le facilitó el trabajo, acercándose a él para permitirle llegar a su boca y a su cuello.
Sin embargo, ambos sabían muy bien donde estaban y estaban muy atentos a la reacción del otro para no pasarse de la raya. Ambos empezaron a respirar agitadamente así que decidieron separarse. Se quedaron mirando unos minutos.
- ¿Lección aprendida? – preguntó él suavemente. Kate sacudió la cabeza y le sonrió.
- Con creces. Alumno prodigio. – le dijo ella contagiándole la sonrisa.
Kate volvió a colocarse como estaba antes y volvió a tomar el libro. Esta vez fue ella la que leyó mientras él la escuchaba descansando la cabeza en su hombro.
Luego de un rato, cuando el sol recién comenzaba a bajar, interrumpieron la lectura para comer algo. Sacaron lo que habían traído, lo acomodaron sobre el mantel y se dedicaron a comer tranquilamente mientras veían como la gente comenzaba a irse, algunos todavía paseaban con sus perros, otras personas corrían. Cuando terminaron limpiaron todo y recogieron las cosas. Por último, se levantaron para irse. De camino al auto, decidieron ir caminando tranquilamente mientras disfrutaban del atardecer.
Una vez en el auto, guardaron todo y se encaminaron hasta una cafetería cercana. Entraron y se sentaron en un lugar apartado para poder estar tranquilos. Enseguida vino una camarera y les tomó el pedido para luego retirarse.
- Quería preguntarte algo… - dijo Castle dubitativo.
- Dime… - le pidió ella.
- ¿Le dirás a tu padre lo nuestro cuando lo veas? – quiso saber. Kate lo miró extrañada.
- ¿Por qué lo preguntas? ¿Quieres saber si tienes que cerrar la puerta con traba? – se burló ella. Castle se puso pálido. – Estoy bromeando. – le aclaró ella divertida. – No voy a decirle nada por ahora, la idea era mantener esto en secreto, ¿no? – le preguntó ella.
- Si, solo quería saber. No me quiero ni imaginar cuando tu padre tenga que conocer a mi madre. – dijo Castle casi avergonzado.
- No creo que sea para tanto. De todas maneras, no pienses en eso todavía. – le dijo para calmarlo.
- Tengo que hacerlo, necesito prepararme psicológicamente para esa situación. – le aclaró él provocándole ganas de reír a ella. – Aunque una cena con tu padre tiene un lado positivo. – le dijo cambiando la cara y esbozando una sonrisa.
- ¿Cuál?
- No veo la hora de escuchar anécdotas de cuando eras más chica. – dijo asintiendo revitalizado. Kate estaba a punto de reprocharle cuando fue interrumpida por la presencia de la camarera que venía con los cafés así que se tuvo que contener y controlarse.
- Donde empieces a interrogar a mi padre yo haré lo mismo con tu madre y sabes perfectamente que eso no te conviene. – le amenazó ella cuando la camarera se retiró.
- Uh, parece que alguien tiene algo que ocultar. – se burló él. – Pero desgraciadamente para mí, aunque no le digas nada, mi madre soltará todo lo que tenga sin que pueda evitarlo. Tendrás que pensar en otra cosa para lograr que no hable con tu padre. – le dijo acercándose un poco a ella. – Y eso solo lo lograrás manteniendo mi boca ocupada. – le dijo casi en un susurro señalándose la boca con el dedo.
- ¿Se te ocurre alguna idea? – quiso saber ella, siguiéndole el juego.
- Varias…
- ¿Por ejemplo…? – le preguntó acercándose un poco más a él.
- Una es la comida, pero me hará engordar. – Kate asintió y se acercó un poco más. Todavía los separaban varios centímetros. – Otra es la bebida pero no querrás que me emborrache, ¿cierto? – Kate negó con la cabeza y siguió acercándose. – Solo se me ocurre una más.
- ¿Y esa cuál sería? – le susurró. Estaban a escasos centímetros de distancia.
- Sería algo más o menos así… - dijo terminando de recorrer la distancia que los separaba para besarle, fundiéndose en un apasionado beso pero que al mismo tiempo era lento y profundo, sintiendo como se mezclaban en sus bocas el sabor a café. Se separaron un poco y entonces Castle volvió a acercarse para morderle suavemente el labio inferior como tantas veces le había visto hacer a ella, ese gesto que tanto lo fascinaba, desde el primer día.
- Mmmm… - dijo ella todavía saboreando el gusto a café. – Nada mal aunque me daría cosa hacerlo frente a mi padre toda la noche, ¿no te parece? – dijo burlonamente. Ambos se sonrieron imaginando la situación.
- Buen punto. – aceptó él. – No se me ocurren más ideas así que tendrás que resignarte—
- A mí se me ocurre otra más. – lo interrumpió mientras desplegaba una servilleta y la enrollaba. Lo miró fijamente. – Podría simplemente amordazarte… - le advirtió acercando la servilleta a la boca de él. - …y entonces no engordarías, ni te emborracharías y por último y más importante, no hablarías.
- ¡Uh! – exclamó. – Siempre supe que tenías tu lado sadomasoquista. – se burló mirándola con una mirada pícara. Ella siguió acercándole la servilleta y vio como él abría la boca para morder la servilleta. Pero a último momento, se la pasó por arriba de la cabeza hasta su nuca para luego atraerlo hacia ella.
- Oh, solo cállate. – le pidió ella y luego lo besó.
Siguieron tomando cada uno su café mientras planeaban lo que harían el día siguiente. Cuando terminaron, pagaron y salieron en dirección a una heladería. La camarera les había indicado que había una muy buena a unas cuadras de allí así que decidieron dejar el auto he ir caminando hasta allá. En el camino, Kate le preguntó a Castle si podía decirle cuál sería la dedicatoria del libro pero él se negó a confesarlo y le dijo que se enteraría el día que saliera, como todos los demás. Ella insistió pero él no se dejó doblegar así que finalmente desistió. Compraron el helado y volvieron al auto para comerlo en el apartamento de Kate.
Mientras subían en el ascensor, Castle aprovechó que estaban solos para acercarse a ella. El hecho de que fueran a pasar la noche separados seguía dándole vueltas y quería aprovechar cada minuto que estuvieran juntos. Kate se sentía de la misma forma así que cuando él se acercaba, ella lo dejaba. El problema era que a medida que se acercaban al piso, él cada vez se entusiasmaba más con los besos y las caricias a tal punto que cuando llegaron a la puerta del apartamento, a ella le costaba concentrarse en abrir la puerta.
- Castle… - lo llamó un poco agitada. – Para, no empecemos algo que no podemos terminar. No hagas esto más difícil. – le pidió. – Comemos el helado y te vas. – le avisó. Castle se detuvo y apoyó la cabeza en su hombro soltando un suspiro.
- Perdona, me dejé llevar. – le dijo y luego tomó distancia. Kate le sonrió y le acarició el rostro para luego abrir la puerta y entrar en su apartamento.
Kate fue directamente a su habitación para cambiarse mientras que Castle se quedó en la cocina, buscando unas cucharas para comer el helado. Luego se quitó el saco y se acomodó en el sofá para esperarla.
En su apartamento hacía calor así que Kate salió vestida con una musculosa y un pantalón bastante cortito, como esos que se usan para correr. Se sentó a su lado y le cruzó las piernas por arriba de su regazo. Castle la recorrió con la mirada y le acarició las piernas.
- Sabes que con esto no me ayudas, ¿cierto?
- ¿Qué? Hace calor. – le dijo pero su expresión no decía lo mismo. Ella sabía lo que podía provocarle y eso le gustaba. Kate le sacó una cuchara de la mano y el pote de helado. – Cállate y come. – le ordenó mientras abría el recipiente.
Estuvieron un rato comiendo, de vez en cuando dándose de comer uno al otro hasta que un pequeño accidente hizo que el ambiente volviera a calentarse. A Kate se le cayó helado sobre el muslo y antes de que pudiera atinar a hacer algo, Castle se movió y le pasó la lengua haciéndola estremecer de pies a cabeza.
- Castle, ¿Qué-- - pero no pudo seguir. La sorpresa y el calor repentino que sintió le cortaron el habla y la respiración.
Él levantó la cabeza y la miró fijamente. Sus ojos parecían hambrientos, y ardían. – Cerezas, que rico. – le dijo pasándose la lengua por los labios.
Le había quedado la boca manchada y ella fue incapaz de resistirse a su mirada.
- Te manchaste. – le susurró a solo unos milímetros de distancia y muy suavemente fue pasándole la lengua, primero por su labio inferior, luego por el superior, por un costado y por el otro. Cuando terminó su expresión era triste. – Listo… - aseguró.
Pero Castle no estaba dispuesto a terminar el tema ahí. Tomó otra cucharada y se la acercó a ella a la boca, pero justo antes de llegar curvó la cuchara haciendo que el helado se le cayera en el nacimiento del cuello, que lentamente fue deslizándose hacia abajo. Kate abrió la boca y respiró hondo al sentir el helado.
- ¡Castle, está frío! – le reprochó.
- ¡Ups, yo lo arreglo! – le dijo rápidamente y sin darle tiempo se acercó y le pasó la lengua desde el nacimiento de los pechos hasta su cuello, tomándose su tiempo para asegurarse de que no quedara nada. Kate sabía que estaba jugando con fuego y podría haberlo detenido si quería, pero sentía que ya estaba ardiendo. No quería que parara, quería más. Castle siguió subiendo por su cuello y tumbó a Kate sobre el sillón mientras le acariciaba la cintura por debajo de la musculosa.
Y en ese momento, el pote cayó al suelo, salpicando helado para todos lados. Ambos se sobresaltaron y fue suficiente para que Kate reaccionara. Sacó fuerzas de donde pudo y se levantó del sillón.
- Será mejor que dejemos el helado para otro día. – le dijo mientras juntaba el helado y lo llevaba al freezer.
Castle la miró caminar pensativo y luego soltó un suspiro. Se levantó, recogió su saco y caminó hacia ella mientras se lo ponía. – Si, tienes razón. – le concedió abrazándole, esta vez sin segundas intenciones. – Mejor me voy así puedes descansar.
- Gracias por no enojarte. – le dijo ella dándose vuelta y pasándole los brazos por arriba de los hombros.
- No puedo enojarme, es tu padre. Aunque eso no significa que me guste dormir solo. – le contestó y ella le sonrió. - ¿Mañana me llamas?
- Mañana te llamo. – le aseguró ella.
- Bien. – caminaron hacia la puerta y ella se la abrió. - ¿Un beso para el camino? – le pidió. Kate sonrió y le levantó un dedo indicándole que sería solo uno. Él asintió con una sonrisa. Él le rodeó la cintura atrayéndola y ella enredó los dedos en su pelo acariciando su cuero cabelludo. Se besaron muy lentamente, sintiendo cada movimiento, cada gesto, cada gusto… Ese beso debía durar toda la noche, una noche que se perfilaba larga y fría.
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Fecha de inscripción : 16/02/2012
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Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Como echaba de menos leer tus fics.
nita85- As del póker
- Mensajes : 455
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Al fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!! un one shot mas wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Que bueno el fic
Se te echaba de menos
Se te echaba de menos
Shura-chan- Policia de homicidios
- Mensajes : 535
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Edad : 26
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Sigueeeee preciosoo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
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Edad : 33
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Precioso deseando leer esa continuación
Felicidades por tus éxitos deportivos
Felicidades por tus éxitos deportivos
Luara- As del póker
- Mensajes : 434
Fecha de inscripción : 17/04/2012
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me fui de viaje de "fin de curso" y no he podido leer tus fics, hoy me puse al día y debo decir que escribes impresionante =)
FELICIDADES!! Yo debo decir como lei en un comentario por ahí que: Estoy pendiente de tu fic cada día, aunque no comente muy seguido me encanta como escribes.
Espero que continúes pronto, y perdón por mi ignorancia pero ¿En que saliste 4ta? Felicidades de todas manera y te deseo los mejores Éxitos en el estudio
FELICIDADES!! Yo debo decir como lei en un comentario por ahí que: Estoy pendiente de tu fic cada día, aunque no comente muy seguido me encanta como escribes.
Espero que continúes pronto, y perdón por mi ignorancia pero ¿En que saliste 4ta? Felicidades de todas manera y te deseo los mejores Éxitos en el estudio
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Fanny_123- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 15/09/2012
Edad : 24
Localización : Chile!!! c:
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
vaya helado, se tenia que caer
muy buenos estos 2 ultimos y los anteriores por supuesto
muy buenos estos 2 ultimos y los anteriores por supuesto
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me ha encantado, espero continuacion jajaja
Que guay me a parecido el momento helado HOT HOT!
Continua pronto...
Que guay me a parecido el momento helado HOT HOT!
Continua pronto...
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
wowww me fascinan tus one shot!!!! HOT HOT HOT menos mal que subiste uno y bien largo, valio la pena la espera... FELICIDADES por tu premio... continua pronto pliss.
Emily Claire- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 16/10/2012
Edad : 31
Localización : Chile, Viña del Mar
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