The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
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The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Hace poco termine de leer un libro que me encanto y pensé en pasarlo con nuestros maravillosos personajes favoritos, aquí esta el primer capitulo y espero que os guste
PD: es una adaptación del libro "The Boy Who Sneaks In My Bedroom Window de Kirsty Moseley" así que por lo tanto ella merece los créditos
Ahora si disfruten del primer capitulo
Capitulo 1 : Intimidada
Me senté en la encimera de la cocina, observando a mi mamá hacer pasta al horno; ella estaba entrando ligeramente en pánico y seguía mirando al reloj cada minuto. Sabía por qué lo hacía, mi papá debí a estar en casa en exactamente dieciséis minutos y a él le gustaba que la cena estuviera en la mesa tan pronto como entrara.
Ryan se acerco, jugando con sus figuras de acción.-Mama ¿puedo ir a jugar a la casa de Rick? - pregunto, lanzandole una mirada de cachorrito.
Ella miro el reloj de nuevo y sacudió la cabeza rápidamente- No ahora, pequeño. La cena no tardara mucho y necesitamos comer como una familia- Se estremeció ligeramente mientras hablaba.
La cara de Ryan cayo, pero asintió y vino a sentarse a mi lado. Inmediatamente le arrebate el hombrecito de sus manos y me reí cuando jadeo y lo arrebato de vuelta, sonriendo y poniendo los ojos en blanco hacia mi, Él era un chico lindo, con cabello rubio y ojos verdosos con motas marrones en ellos. Era mi hermano mayor, y como los hermanos mayores, era el mejor. Siempre me cuidaba en casa y en la escuela, se aseguraba de que nadie me molestara. El único que tenia permitido molestarme, según su opinión, era él, y en una menor medida su mejor amigo Rick, que resultaba que vivía en la casa de al lado.
-Entonces, Katie ¿necesitas ayuda con tu tarea? - pregunto el, codeándome. Ryan tenía diez, y era dos años mayor que yo, así que siempre me ayudaba con las tareas.
-Nop. No tengo tarea- Sonreí, balanceando mis piernas mientras colgaban de la encimera
-Bien, niños, pongan la mesa por mi. Ya saben como. Exactamente bien, ¿de acuerdo?- pidió mama, rociando queso sobre la pasta y poniéndola en el horno
Ryan y yo nos bajamos de la encimera y agarramos las cosas, dirigiéndonos a la sala comedor.
Mi papa era muy particular sobre todo, si todo no estaba exactamente bien, se enojaba, y nadie quería eso. Mi mama siempre decía que mi papa tenia un trabajo estresante. Siempre se enojaba con facilidad si hacíamos algo mal. Si has escuchado ese dicho: "Los niños deberían ser vistos y no oídos" , bueno, mi papa llevaba eso a otro extremo, en su lugar, le gustaba: "Los niños no deberían ser vistos u oídos" . A las cinco treinta llegaba a casa todos los días, comía la cena de inmediato, y luego Ryan y yo eramos enviados a nuestras habitaciones, en donde jugábamos en silencio hasta las siete y treinta cuando teníamos que ir a la cama.Odiaba esta hora del día. Todo estaba bien hasta que él llegaba a casa, y luego todos cambiábamos. Ryan siempre se quedaba en silencio y no sonreía. Mi mama tenia esa mirada en su cara, como de miedo o de preocupación, y empezaba a correr de aquí para allá ahuecando los cojines sobre el sofá. Yo siempre me quedaba allí y deseaba silenciosamente que pudiera esconderme en mi habitación y nunca salir.
Ryan y yo pusimos la mesa y luego nos sentamos en silencio, esperando que el clic de la puerta señalara que el estaba en casa. Podía sentir mi estomago revoloteando, mis manos empezando a sudar mientas rezaba en mi cabeza que el hubiera tenido un buen día y estuviera normal esta noche.
Algunas veces, él estaba de un humor realmente bueno y me abrazaba, me decía la niñita tan especial que era y lo mucho que me quería. Eso sucedía normalmente los domingos. Mi mama y Ryan iban a la practica de béisbol y me quedaba en casa con mi padre. Aquellos Domingos eran los peores, pero no le dije jamas a nadie de esos días, y lo mucho que me torturaba cuando me tocaba y me decía lo bonita que era. Odiaba esos días, y deseaba que los fines de semana nunca llegaran. Prefería mucho mas que fuera un día de escuela cuando solo lo veíamos para la hora de la cena. Definitivamente prefería cuando me miraba con los ojos enojados, que cuando me mira con ojos suaves. No me gusta en absoluto, me hace sentir incomoda, siempre hacia que me temblaran las manos. Apenas era lunes, así que tenia casi una semana antes de que tuviera que preocuparme por eso de nuevo.
Un par de minutos después, él entró. Ryan me lanzo una mirada que me decía que me comportara y sostuvo mi mano bajo la mesa. Mi padre tenia cabello rubio, del mismo color del de Ryan, solo que estaba desgastado y con canas empezando a salir. Tenia ojos marrones, y siempre andaba con el ceño fruncido.
-Hola, niños- dijo en su tenebrosa y profunda voz. Un estremecimiento se deslizo por mi columna cuando hablo. Puso su maletín a un lado y tomo asiento a la cabeza de la mesa. Intente no mostrar ninguna reacción; de hecho, intente no moverme para nada. Siempre parecía que era yo la que metía la a todos en problemas o hacia algo mal.
Siempre parecía que era la que empeoraba las cosas para todos. No solía ser así, solía ser la niñita de papa, pero desde que empezó su trabajo, hace tres años, cambio. Nuestra relación cambio por completo. Él todavía me favorecía por encima de Ryan, pero cuando venia del trabajo, era como si quisiera pretender que Ryan y yo no estábamos allí. La forma en que miraba a mi hermano algunas veces era como si estuviera deseando que no existiera, hacia que me doliera el estomago de verlo mirándolo de esa forma.
-Hola, papa-respondimos ambos al mismo tiempo. Justo entonces, mi mamá vino cargando la pasta y un plato de pan con ajo
-Esto se ve bien, Johanna- dijo el, dándole una sonrisa. Todos empezamos a comer en silencio e intente no moverme incómodamente en mi lugar- Entonces, ¿Como estuvo la escuela, Ryan? - le pregunto a mi hermano
Ryan levanto la mirada nerviosamente.
-Estuvo bien, gracias. Intente entrar al equipo de béisbol de la escuela y Rick y yo- empezó a decir pero mi papa asintió ,sin escuchar.
-Eso es genial, hijo-interrumpió el- ¿Que hay de ti, Katherine? - pregunto, volviendo su mirada hacia mi.
¡Oh, Dios! De acuerdo, se cortes, no divagues.
-Bien gracias- respondí calladamente
-¡Habla mas alto, niñita!- grito
Me estremecí con su tono, preguntándome si iba a pegarme, o quizá me enviaría a la cama sin cenar.
-Estuvo bien, gracias- repetí un poco mas fuerte
Frunció el ceño y luego se volvió hacia mama, que estaba estrujándose las manos nerviosamente.
-Entonces Johanna, ¿Que has estado haciendo hoy? - pregunto, comiendo su cena.
-Bueno, fui al supermercado y conseguí ese shampoo que te gusta, y luego planche un poco- respondió mi mama rápidamente. Sonaba como una respuesta preparada, siempre hacia eso, tenia sus respuestas listas de modo que no fuera a decir nada inapropiado que lo hiciera enojar.
Extendí la mano por mi bebida, pero no estaba observando apropiadamente y la volqué, derramando el contenido sobre la mesa. Los ojos de todos volaron hacia mi padre, que se levanto de un salto de su silla.
-¡Mierda! ¡Katherine Beckett, estúpida pequeña perra! - gruño, agarrándome del brazo y empujándome bruscamente de la mesa. De repente mi espalda golpeo la pared, el dolor me atravesó y me mordí el labio para dejar de llorar. Llorar lo empeoraba todo, el odiaba que llorara, decía que solo los débiles lloraban, Lo vi apartar su mano; iba a golpearme. Sostuve el aliento esperando el golpe, sabiendo que no había nada que pudiera hacer mas que soportarlo, igual que siempre.
Mi hermano se levanto de un salto de su silla y se abalanzo sobre mi, envolviendo con fuerza sus brazos a mi alrededor, cubriéndome. La suya estaba hacia mi padre mientras me protegía-
-¡Suéltala, Ryan! ¡Necesita aprender a ser mas cuidadosa! - grito mi padre, agarrando a Ryan de su ropa y tirándolo al suelo. Me abofeteo, enviándome al piso, luego se volvió hacia Ryan y lo pateo en la pierna, haciéndolo gemir-¡Note vuelvas a meter en mi camino de nuevo, pequeño pedazo de mierda! - le grito a Ryan, mientras estaba acurrucado en una bola en el piso.
Lagrimas silenciosas corrían por mi cara, No podía soportar ver herido a mi hermano; el solo estaba intentando protegerme. Ryan siempre hacia eso...
Continuara
Espero que os haya gustado y decidme en los comentarios si quieres que siga con esta historia.
PD: es una adaptación del libro "The Boy Who Sneaks In My Bedroom Window de Kirsty Moseley" así que por lo tanto ella merece los créditos
Ahora si disfruten del primer capitulo
Capitulo 1 : Intimidada
Me senté en la encimera de la cocina, observando a mi mamá hacer pasta al horno; ella estaba entrando ligeramente en pánico y seguía mirando al reloj cada minuto. Sabía por qué lo hacía, mi papá debí a estar en casa en exactamente dieciséis minutos y a él le gustaba que la cena estuviera en la mesa tan pronto como entrara.
Ryan se acerco, jugando con sus figuras de acción.-Mama ¿puedo ir a jugar a la casa de Rick? - pregunto, lanzandole una mirada de cachorrito.
Ella miro el reloj de nuevo y sacudió la cabeza rápidamente- No ahora, pequeño. La cena no tardara mucho y necesitamos comer como una familia- Se estremeció ligeramente mientras hablaba.
La cara de Ryan cayo, pero asintió y vino a sentarse a mi lado. Inmediatamente le arrebate el hombrecito de sus manos y me reí cuando jadeo y lo arrebato de vuelta, sonriendo y poniendo los ojos en blanco hacia mi, Él era un chico lindo, con cabello rubio y ojos verdosos con motas marrones en ellos. Era mi hermano mayor, y como los hermanos mayores, era el mejor. Siempre me cuidaba en casa y en la escuela, se aseguraba de que nadie me molestara. El único que tenia permitido molestarme, según su opinión, era él, y en una menor medida su mejor amigo Rick, que resultaba que vivía en la casa de al lado.
-Entonces, Katie ¿necesitas ayuda con tu tarea? - pregunto el, codeándome. Ryan tenía diez, y era dos años mayor que yo, así que siempre me ayudaba con las tareas.
-Nop. No tengo tarea- Sonreí, balanceando mis piernas mientras colgaban de la encimera
-Bien, niños, pongan la mesa por mi. Ya saben como. Exactamente bien, ¿de acuerdo?- pidió mama, rociando queso sobre la pasta y poniéndola en el horno
Ryan y yo nos bajamos de la encimera y agarramos las cosas, dirigiéndonos a la sala comedor.
Mi papa era muy particular sobre todo, si todo no estaba exactamente bien, se enojaba, y nadie quería eso. Mi mama siempre decía que mi papa tenia un trabajo estresante. Siempre se enojaba con facilidad si hacíamos algo mal. Si has escuchado ese dicho: "Los niños deberían ser vistos y no oídos" , bueno, mi papa llevaba eso a otro extremo, en su lugar, le gustaba: "Los niños no deberían ser vistos u oídos" . A las cinco treinta llegaba a casa todos los días, comía la cena de inmediato, y luego Ryan y yo eramos enviados a nuestras habitaciones, en donde jugábamos en silencio hasta las siete y treinta cuando teníamos que ir a la cama.Odiaba esta hora del día. Todo estaba bien hasta que él llegaba a casa, y luego todos cambiábamos. Ryan siempre se quedaba en silencio y no sonreía. Mi mama tenia esa mirada en su cara, como de miedo o de preocupación, y empezaba a correr de aquí para allá ahuecando los cojines sobre el sofá. Yo siempre me quedaba allí y deseaba silenciosamente que pudiera esconderme en mi habitación y nunca salir.
Ryan y yo pusimos la mesa y luego nos sentamos en silencio, esperando que el clic de la puerta señalara que el estaba en casa. Podía sentir mi estomago revoloteando, mis manos empezando a sudar mientas rezaba en mi cabeza que el hubiera tenido un buen día y estuviera normal esta noche.
Algunas veces, él estaba de un humor realmente bueno y me abrazaba, me decía la niñita tan especial que era y lo mucho que me quería. Eso sucedía normalmente los domingos. Mi mama y Ryan iban a la practica de béisbol y me quedaba en casa con mi padre. Aquellos Domingos eran los peores, pero no le dije jamas a nadie de esos días, y lo mucho que me torturaba cuando me tocaba y me decía lo bonita que era. Odiaba esos días, y deseaba que los fines de semana nunca llegaran. Prefería mucho mas que fuera un día de escuela cuando solo lo veíamos para la hora de la cena. Definitivamente prefería cuando me miraba con los ojos enojados, que cuando me mira con ojos suaves. No me gusta en absoluto, me hace sentir incomoda, siempre hacia que me temblaran las manos. Apenas era lunes, así que tenia casi una semana antes de que tuviera que preocuparme por eso de nuevo.
Un par de minutos después, él entró. Ryan me lanzo una mirada que me decía que me comportara y sostuvo mi mano bajo la mesa. Mi padre tenia cabello rubio, del mismo color del de Ryan, solo que estaba desgastado y con canas empezando a salir. Tenia ojos marrones, y siempre andaba con el ceño fruncido.
-Hola, niños- dijo en su tenebrosa y profunda voz. Un estremecimiento se deslizo por mi columna cuando hablo. Puso su maletín a un lado y tomo asiento a la cabeza de la mesa. Intente no mostrar ninguna reacción; de hecho, intente no moverme para nada. Siempre parecía que era yo la que metía la a todos en problemas o hacia algo mal.
Siempre parecía que era la que empeoraba las cosas para todos. No solía ser así, solía ser la niñita de papa, pero desde que empezó su trabajo, hace tres años, cambio. Nuestra relación cambio por completo. Él todavía me favorecía por encima de Ryan, pero cuando venia del trabajo, era como si quisiera pretender que Ryan y yo no estábamos allí. La forma en que miraba a mi hermano algunas veces era como si estuviera deseando que no existiera, hacia que me doliera el estomago de verlo mirándolo de esa forma.
-Hola, papa-respondimos ambos al mismo tiempo. Justo entonces, mi mamá vino cargando la pasta y un plato de pan con ajo
-Esto se ve bien, Johanna- dijo el, dándole una sonrisa. Todos empezamos a comer en silencio e intente no moverme incómodamente en mi lugar- Entonces, ¿Como estuvo la escuela, Ryan? - le pregunto a mi hermano
Ryan levanto la mirada nerviosamente.
-Estuvo bien, gracias. Intente entrar al equipo de béisbol de la escuela y Rick y yo- empezó a decir pero mi papa asintió ,sin escuchar.
-Eso es genial, hijo-interrumpió el- ¿Que hay de ti, Katherine? - pregunto, volviendo su mirada hacia mi.
¡Oh, Dios! De acuerdo, se cortes, no divagues.
-Bien gracias- respondí calladamente
-¡Habla mas alto, niñita!- grito
Me estremecí con su tono, preguntándome si iba a pegarme, o quizá me enviaría a la cama sin cenar.
-Estuvo bien, gracias- repetí un poco mas fuerte
Frunció el ceño y luego se volvió hacia mama, que estaba estrujándose las manos nerviosamente.
-Entonces Johanna, ¿Que has estado haciendo hoy? - pregunto, comiendo su cena.
-Bueno, fui al supermercado y conseguí ese shampoo que te gusta, y luego planche un poco- respondió mi mama rápidamente. Sonaba como una respuesta preparada, siempre hacia eso, tenia sus respuestas listas de modo que no fuera a decir nada inapropiado que lo hiciera enojar.
Extendí la mano por mi bebida, pero no estaba observando apropiadamente y la volqué, derramando el contenido sobre la mesa. Los ojos de todos volaron hacia mi padre, que se levanto de un salto de su silla.
-¡Mierda! ¡Katherine Beckett, estúpida pequeña perra! - gruño, agarrándome del brazo y empujándome bruscamente de la mesa. De repente mi espalda golpeo la pared, el dolor me atravesó y me mordí el labio para dejar de llorar. Llorar lo empeoraba todo, el odiaba que llorara, decía que solo los débiles lloraban, Lo vi apartar su mano; iba a golpearme. Sostuve el aliento esperando el golpe, sabiendo que no había nada que pudiera hacer mas que soportarlo, igual que siempre.
Mi hermano se levanto de un salto de su silla y se abalanzo sobre mi, envolviendo con fuerza sus brazos a mi alrededor, cubriéndome. La suya estaba hacia mi padre mientras me protegía-
-¡Suéltala, Ryan! ¡Necesita aprender a ser mas cuidadosa! - grito mi padre, agarrando a Ryan de su ropa y tirándolo al suelo. Me abofeteo, enviándome al piso, luego se volvió hacia Ryan y lo pateo en la pierna, haciéndolo gemir-¡Note vuelvas a meter en mi camino de nuevo, pequeño pedazo de mierda! - le grito a Ryan, mientras estaba acurrucado en una bola en el piso.
Lagrimas silenciosas corrían por mi cara, No podía soportar ver herido a mi hermano; el solo estaba intentando protegerme. Ryan siempre hacia eso...
Continuara
Espero que os haya gustado y decidme en los comentarios si quieres que siga con esta historia.
Última edición por sweet_beckett el Dom Nov 17, 2013 11:04 am, editado 8 veces
sweet_beckett- Escritor novato
- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 28/04/2013
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
K fuerte! K fuerte! Continua me interesa saber como se sigue desarrollando!
Verispu- As del póker
- Mensajes : 437
Fecha de inscripción : 24/06/2013
Edad : 46
Localización : Mexico, Oaxaca
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Q pasada, q fuerte, pero me ha gustado, espero que sigas y que las cosas mejoren. Gracias y continua pronto.
erikal- Actor en Broadway
- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 21/07/2013
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Ohh que fuerte. Continúaaaa me gusta mucho!
Que mono Ryan, y qur padre más malo...
Que mono Ryan, y qur padre más malo...
Caskett_Dever- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 09/06/2013
Edad : 31
Localización : cantabria
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Gracias por vuestros comentarios y aquí os dejo un nuevo capitulo
Capitulo 2 : Mi ángel guardián
Cuando me metía en problemas, Ryan provocaba a mi padre de modo que la tomara contra él en su lugar.
Mi padre levanto su plato y su bebida, camino a zancadas hacia la sala para terminar su comida, murmurando algo sobre nosotros siendo "los peores niños en el mundo" y "como infiernos se pudo quedar atrapado en esta vida".
Me arrastre hasta mi hermano y envolví mis brazos alrededor suyo con fuerza, aferrándome a el como si mi vida dependiera de ello. Él gimió y se levanto para sentarse, abrazándome de vuelta, frotando su mano por mi mejilla punzante.
-Lo siento, Ryan, lo siento mucho- murmure en voz baja, llorando sobre su hombro.
El negó con la cabeza- Esta bien, Katie. No es culpa tuya- dijo con voz ronca, me dio una pequeña sonrisa y tratando de ponerse en pie, gimiendo. Me puse de pie con un salto y le ayude a levantarse. Oí movimiento así que levante la mirada para ver que mi madre estaba limpiando la mesa frenéticamente.
Lleven sus cenas a sus cuartos y coman, ¿bien?- ordeno, besándonos a los dos en la mejilla. Ella tenia que ir a donde mi padre y hacer control de daños, el estaría de mal humor por mi error y ella tenia que calmarlo antes de que pasase algo mas- Los veré en la mañana, los quiero mucho a los do, por favor estén callados, y pase lo que pase, quédense en sus habitaciones- ordeno rápidamente besándonos otra vez y entregándonos nuestras cenas a medio comer, antes de empujarnos hacia el vestíbulo trasero.
Teníamos una buena casa, cuatro dormitorios y todo estaba en un nivel. Mi padre ganaba un buen dinero por lo que vivíamos en una bonita zona, pero preferiría que la casa fuera mas pequeña así no tuviera que trabajar en ese empleo. Puede que entonces fuera como el viejo papa, llevándonos al parque y comprándome juguetes y dulces. Ryan vino a mi habitación y comimos en silencio, sentándonos en el suelo cerca de mi cama. Tomo mi mano con fuerza cuando oímos a mi padre gritar a mi madre desde el salón, algo se rompió, y me estremecí. Esto era totalmente mi culpa.
Empece a sollozar así que Ryan envolvió su brazo alrededor de mi hombro, apretando suavemente. El siempre parecía mucho mayor que yo; era mucho mas maduro que yo.
-Esta bien. Todo esta bien Katie. No te preocupes- susurro, acariciándome el pelo. Una vez que me calme, y los gritos habían cesado, jugamos a las cartas por un trato, para tratar de despejar un poco la mente.
Cuando estábamos a mitad del juego, escuchamos pisadas fuertes viniendo por el vestíbulo. Ryan se puso rígido cuando los pasos pasaron por mi puerta. No se detuvieron sin embargo, gracias a Dios. Deje escapar el aliento que no me di cuenta que estaba aguantando y mire a mi hermano, quien esbozo una pequeña sonrisa.
-Mejor me voy a mi habitación, son pasadas las siete- dijo mirando mi despertado- cierra con llave la puerta. Te veré en la mañana- dijo con un guiño. Salio de la habitación y lo observe arrastrarse por el pasillo hasta su habitación, se volvió hacia mi- Cierra con llave tu puerta Katie- susurro esperando ahí, observándome.
Cerre la puerta con llave rápidamente como me dijo. Poniendo mi oreja en la madera, escuche para asegurarme que Ryan hiciera lo mismo con la suya. Volví corriendo a mi cama y me tire sobre ella, llorando silenciosamente. No podía parar, estaba sollozando y sollozando. ¡ Había sido estúpida esta noche e hice que hiriera a mi hermano otra vez! Y probablemente a mi madre también, por el sonido de los ruidos del salón.
De repente, se produjo un rasguño, un ruido golpeando en mi ventana. Abrí mis ojos de golpe para ver a Rick fuera, mirándome con tristeza. Me levante y corrí hacia mi ventana, la abrí y deslice hacia arriba silenciosamente preguntándome que demonios estaba haciendo aquí ¿No debería estar en su casa?
-Rick, ¿que estas haciendo aquí? ¡tienes irte ahora! - le grite susurrando, sacudiendo mi cabeza con fuerza. Pero el chico estúpido solo trepo a mi habitación por la ventana, cerrándolo silenciosamente detrás de el.
Contuve la respiración, mirando a mi puerta a mi puerta con los ojos muy abiertos. Si mi padre lo atrapaba aquí se iba a volver loco, no le gustaba que Rick viniera y jugara en nuestra casa, siempre decía que era muy ruidoso.
- ¡Rick, sal! - susurre, desesperadamente intentando empujarlo devuelta hacia la ventana. Me estremecí, preguntando que haría mi padre si hubiera escuchado abrirse la ventana y supiera que Rick estaba aquí. Rick no me movió; simplemente envolvió sus brazos alrededor mio con fuerza y me atrajo contra su pecho. Trate de empujarlo, pero el solo me sostuvo con mas fuerza.
-Esta bien- susurro, acariciando mi pelo. Empece a llorar otra vez en su pecho; pensamientos de Ryan siendo herido antes inundaron mi cabeza.
Rick era alto para su edad; tenia diez años igual que Ryan. Ellos eran mejores amigos, y lo habían sido desde que nos mudamos hace cuatro años. Tenia el pelo castaño chocolate, el cual normalmente ponía en punta con demasiado gel, y ojos azules claros que eran como las ventanas de su alma. Cuando Rick te miraba te hacia sentir como si pudieras volar. Era muy lindo; todas mis amigas estaban coladas por el por alguna razón. Rick y yo sin embargo, no nos llevábamos del todo bien. Él se burlaba de mí todo el tiempo, me pone zancadilla, me tira del pelo y tiene esa molesta costumbre de llamarme Ángel por alguna razón, me llamo así desde el momento en que me conoció y realmente me pone furiosa
¿Que demonios estaba haciendo aquí ahora? ¿ Y por qué estaba abrazándome? Tal vez pensó que esta era la habitación de Ryan, tal vez se acerco a la ventana equivocada, pero no podía estar en lo cierto porque la habitación de Ryan estaba en la otra parte del vestíbulo, su ventada daba al patio trasero.
Me eche hacia atrás para mirarlo. Por alguna razón el se veía tan triste; tenia lagrimas en sus ojos mientras se limitaba a seguir abrazándome. El sabia sobre mi padre, Ryan había sido cubierto por moratones una vez y le soltó la verdad a el. Ryan y yo le rogamos que ni dijera nada, sin embargo, nunca lo ha hecho.
-¿Que estas haciendo aquí Rick? - susurre, limpiándome la cara, pero las lagrimas siguieron cayendo
Me tiro suavemente con el sobre la cama, meciéndome igual que Ryan siempre hacia cuando lloraba. Mire su pecho y me di cuenta que estaba usando shorts y camiseta de los Power Rangers. Fruncí el ceño, un poco confundida en cuando ha porque tendría puesto eso, hacia mucho frió fuera. Entonces me di cuenta de que estaba usando su pijama. Mire al reloj para ver que eran casi las ocho y media. Había estado llorando durante mas de una hora.
-Te vi a través de la ventana. Solo quería venir y asegurarme de que estabas bien- susurro a su vez, todavía abrazándome con fuerza.
Volví a mirar por la ventana. La habitación de Rick estaba directamente en frente de la mía y podía ver en su habitación, lo que significaba que el podía ver la mía. Me mordí el labio, oh Dios me había visto llorando, tengo que verme tan débil para el. Las únicas personas ante las que alguna vez había llorado eran mi madre y Ryan.
-Estoy bien. Tienes que irte- susurre empujándole otra vez, tratando de sacarlo de la cama
Se limito a negar con su cabeza
No me voy hasta que dejes de llorar- declaro, tirándome hacia abajo de manera que ahora estábamos tumbados en su cama, uno enfrente del otro. Tenia sis brazos envueltos alrededor mio tan fuerte que ni siquiera podía retorcerme. Me sentí segura y protegida. Me deslice aun mas cerca de el, presionando todo mi cuerpo con el suyo y solloce en su pecho.
Me desperté en la mañana, todavía fuertemente envuelta en sus brazos; di un grito ahogado y mire el reloj, eran las 6:20 am
-¡Rick! - susurre sacudiéndolo
-Ahh que ¿mama?- pregunto con sus ojos cerrados
-¡Shhh! - sisee, rápidamente cubriendo su boca antes de que hablase otra vez. No puedo creer que nos quedásemos dormidos, esto esta tan mal.
Sus ojos se abrieron de golpe y me miró, sorprendido, luego miró alrededor de mi habitación.
-Oh no ¿me quede dormido? - susurro, sentándose y pasándose la mano por su pelo, que estaba levantado por todas partes pero en realidad se veía mejor que cuando tenia ese asqueroso gel en él
-Tienes que ir a casa, Rick, ¡ Rápido ! - sisee, empujándolo hacia la ventana. La abrió y empezó a trepar fuera pero agarre su mano haciendo que se detuviera. Levanto la vista hacia mí una expresión confundida en su cara.
-Gracias- susurre , sonriendole agradecidamente. Realmente necesitaba ese abrazo la otra noche, esa fue probablemente la cosa mas bonita que Rick alguna vez había hecho por mi.
El me devolvió la sonrisa
-De nada, Ángel- respondió sonriendo y saliendo
Vi como pasaba por el agujero en la valla y volvió a subir a su propia ventana. La cerro y me saludo, le devolví el saludo y luego fui a vestirme. El pensamiento de Rick viniendo a escondidas aquí y estando en la casa sin permiso, hizo que mi estomago doliera. Tuvimos mucha suerte de no ser atrapados. Me aterraba pensar que habría sucedido si sus padres hubieran ido a su habitación en la noche y hubieran visto su cama vacía, o que habría pasado si no me hubiera despertado temprano. Me estremecí al pensar en lo que mi padre haría si hubiera encontrado a Rick en la casa y en mi cama durante la noche.
Continuara...
Espero vuestros comentarios
Capitulo 2 : Mi ángel guardián
Cuando me metía en problemas, Ryan provocaba a mi padre de modo que la tomara contra él en su lugar.
Mi padre levanto su plato y su bebida, camino a zancadas hacia la sala para terminar su comida, murmurando algo sobre nosotros siendo "los peores niños en el mundo" y "como infiernos se pudo quedar atrapado en esta vida".
Me arrastre hasta mi hermano y envolví mis brazos alrededor suyo con fuerza, aferrándome a el como si mi vida dependiera de ello. Él gimió y se levanto para sentarse, abrazándome de vuelta, frotando su mano por mi mejilla punzante.
-Lo siento, Ryan, lo siento mucho- murmure en voz baja, llorando sobre su hombro.
El negó con la cabeza- Esta bien, Katie. No es culpa tuya- dijo con voz ronca, me dio una pequeña sonrisa y tratando de ponerse en pie, gimiendo. Me puse de pie con un salto y le ayude a levantarse. Oí movimiento así que levante la mirada para ver que mi madre estaba limpiando la mesa frenéticamente.
Lleven sus cenas a sus cuartos y coman, ¿bien?- ordeno, besándonos a los dos en la mejilla. Ella tenia que ir a donde mi padre y hacer control de daños, el estaría de mal humor por mi error y ella tenia que calmarlo antes de que pasase algo mas- Los veré en la mañana, los quiero mucho a los do, por favor estén callados, y pase lo que pase, quédense en sus habitaciones- ordeno rápidamente besándonos otra vez y entregándonos nuestras cenas a medio comer, antes de empujarnos hacia el vestíbulo trasero.
Teníamos una buena casa, cuatro dormitorios y todo estaba en un nivel. Mi padre ganaba un buen dinero por lo que vivíamos en una bonita zona, pero preferiría que la casa fuera mas pequeña así no tuviera que trabajar en ese empleo. Puede que entonces fuera como el viejo papa, llevándonos al parque y comprándome juguetes y dulces. Ryan vino a mi habitación y comimos en silencio, sentándonos en el suelo cerca de mi cama. Tomo mi mano con fuerza cuando oímos a mi padre gritar a mi madre desde el salón, algo se rompió, y me estremecí. Esto era totalmente mi culpa.
Empece a sollozar así que Ryan envolvió su brazo alrededor de mi hombro, apretando suavemente. El siempre parecía mucho mayor que yo; era mucho mas maduro que yo.
-Esta bien. Todo esta bien Katie. No te preocupes- susurro, acariciándome el pelo. Una vez que me calme, y los gritos habían cesado, jugamos a las cartas por un trato, para tratar de despejar un poco la mente.
Cuando estábamos a mitad del juego, escuchamos pisadas fuertes viniendo por el vestíbulo. Ryan se puso rígido cuando los pasos pasaron por mi puerta. No se detuvieron sin embargo, gracias a Dios. Deje escapar el aliento que no me di cuenta que estaba aguantando y mire a mi hermano, quien esbozo una pequeña sonrisa.
-Mejor me voy a mi habitación, son pasadas las siete- dijo mirando mi despertado- cierra con llave la puerta. Te veré en la mañana- dijo con un guiño. Salio de la habitación y lo observe arrastrarse por el pasillo hasta su habitación, se volvió hacia mi- Cierra con llave tu puerta Katie- susurro esperando ahí, observándome.
Cerre la puerta con llave rápidamente como me dijo. Poniendo mi oreja en la madera, escuche para asegurarme que Ryan hiciera lo mismo con la suya. Volví corriendo a mi cama y me tire sobre ella, llorando silenciosamente. No podía parar, estaba sollozando y sollozando. ¡ Había sido estúpida esta noche e hice que hiriera a mi hermano otra vez! Y probablemente a mi madre también, por el sonido de los ruidos del salón.
De repente, se produjo un rasguño, un ruido golpeando en mi ventana. Abrí mis ojos de golpe para ver a Rick fuera, mirándome con tristeza. Me levante y corrí hacia mi ventana, la abrí y deslice hacia arriba silenciosamente preguntándome que demonios estaba haciendo aquí ¿No debería estar en su casa?
-Rick, ¿que estas haciendo aquí? ¡tienes irte ahora! - le grite susurrando, sacudiendo mi cabeza con fuerza. Pero el chico estúpido solo trepo a mi habitación por la ventana, cerrándolo silenciosamente detrás de el.
Contuve la respiración, mirando a mi puerta a mi puerta con los ojos muy abiertos. Si mi padre lo atrapaba aquí se iba a volver loco, no le gustaba que Rick viniera y jugara en nuestra casa, siempre decía que era muy ruidoso.
- ¡Rick, sal! - susurre, desesperadamente intentando empujarlo devuelta hacia la ventana. Me estremecí, preguntando que haría mi padre si hubiera escuchado abrirse la ventana y supiera que Rick estaba aquí. Rick no me movió; simplemente envolvió sus brazos alrededor mio con fuerza y me atrajo contra su pecho. Trate de empujarlo, pero el solo me sostuvo con mas fuerza.
-Esta bien- susurro, acariciando mi pelo. Empece a llorar otra vez en su pecho; pensamientos de Ryan siendo herido antes inundaron mi cabeza.
Rick era alto para su edad; tenia diez años igual que Ryan. Ellos eran mejores amigos, y lo habían sido desde que nos mudamos hace cuatro años. Tenia el pelo castaño chocolate, el cual normalmente ponía en punta con demasiado gel, y ojos azules claros que eran como las ventanas de su alma. Cuando Rick te miraba te hacia sentir como si pudieras volar. Era muy lindo; todas mis amigas estaban coladas por el por alguna razón. Rick y yo sin embargo, no nos llevábamos del todo bien. Él se burlaba de mí todo el tiempo, me pone zancadilla, me tira del pelo y tiene esa molesta costumbre de llamarme Ángel por alguna razón, me llamo así desde el momento en que me conoció y realmente me pone furiosa
¿Que demonios estaba haciendo aquí ahora? ¿ Y por qué estaba abrazándome? Tal vez pensó que esta era la habitación de Ryan, tal vez se acerco a la ventana equivocada, pero no podía estar en lo cierto porque la habitación de Ryan estaba en la otra parte del vestíbulo, su ventada daba al patio trasero.
Me eche hacia atrás para mirarlo. Por alguna razón el se veía tan triste; tenia lagrimas en sus ojos mientras se limitaba a seguir abrazándome. El sabia sobre mi padre, Ryan había sido cubierto por moratones una vez y le soltó la verdad a el. Ryan y yo le rogamos que ni dijera nada, sin embargo, nunca lo ha hecho.
-¿Que estas haciendo aquí Rick? - susurre, limpiándome la cara, pero las lagrimas siguieron cayendo
Me tiro suavemente con el sobre la cama, meciéndome igual que Ryan siempre hacia cuando lloraba. Mire su pecho y me di cuenta que estaba usando shorts y camiseta de los Power Rangers. Fruncí el ceño, un poco confundida en cuando ha porque tendría puesto eso, hacia mucho frió fuera. Entonces me di cuenta de que estaba usando su pijama. Mire al reloj para ver que eran casi las ocho y media. Había estado llorando durante mas de una hora.
-Te vi a través de la ventana. Solo quería venir y asegurarme de que estabas bien- susurro a su vez, todavía abrazándome con fuerza.
Volví a mirar por la ventana. La habitación de Rick estaba directamente en frente de la mía y podía ver en su habitación, lo que significaba que el podía ver la mía. Me mordí el labio, oh Dios me había visto llorando, tengo que verme tan débil para el. Las únicas personas ante las que alguna vez había llorado eran mi madre y Ryan.
-Estoy bien. Tienes que irte- susurre empujándole otra vez, tratando de sacarlo de la cama
Se limito a negar con su cabeza
No me voy hasta que dejes de llorar- declaro, tirándome hacia abajo de manera que ahora estábamos tumbados en su cama, uno enfrente del otro. Tenia sis brazos envueltos alrededor mio tan fuerte que ni siquiera podía retorcerme. Me sentí segura y protegida. Me deslice aun mas cerca de el, presionando todo mi cuerpo con el suyo y solloce en su pecho.
Me desperté en la mañana, todavía fuertemente envuelta en sus brazos; di un grito ahogado y mire el reloj, eran las 6:20 am
-¡Rick! - susurre sacudiéndolo
-Ahh que ¿mama?- pregunto con sus ojos cerrados
-¡Shhh! - sisee, rápidamente cubriendo su boca antes de que hablase otra vez. No puedo creer que nos quedásemos dormidos, esto esta tan mal.
Sus ojos se abrieron de golpe y me miró, sorprendido, luego miró alrededor de mi habitación.
-Oh no ¿me quede dormido? - susurro, sentándose y pasándose la mano por su pelo, que estaba levantado por todas partes pero en realidad se veía mejor que cuando tenia ese asqueroso gel en él
-Tienes que ir a casa, Rick, ¡ Rápido ! - sisee, empujándolo hacia la ventana. La abrió y empezó a trepar fuera pero agarre su mano haciendo que se detuviera. Levanto la vista hacia mí una expresión confundida en su cara.
-Gracias- susurre , sonriendole agradecidamente. Realmente necesitaba ese abrazo la otra noche, esa fue probablemente la cosa mas bonita que Rick alguna vez había hecho por mi.
El me devolvió la sonrisa
-De nada, Ángel- respondió sonriendo y saliendo
Vi como pasaba por el agujero en la valla y volvió a subir a su propia ventana. La cerro y me saludo, le devolví el saludo y luego fui a vestirme. El pensamiento de Rick viniendo a escondidas aquí y estando en la casa sin permiso, hizo que mi estomago doliera. Tuvimos mucha suerte de no ser atrapados. Me aterraba pensar que habría sucedido si sus padres hubieran ido a su habitación en la noche y hubieran visto su cama vacía, o que habría pasado si no me hubiera despertado temprano. Me estremecí al pensar en lo que mi padre haría si hubiera encontrado a Rick en la casa y en mi cama durante la noche.
Continuara...
Espero vuestros comentarios
sweet_beckett- Escritor novato
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Fecha de inscripción : 28/04/2013
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Me encanta, de verdad, tienes que seguir pronto
caskett_10fogue- Actor en Broadway
- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Edad : 39
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Me has enganchado totalmente, es una historia dura pero a la vez muy tierna, como se protegen los hermanos y sobre todo RICK, es MARAVILLOSO. Sigue pronto please que me has dejado con ganas de mas. Gracias por escribir y compartir.
erikal- Actor en Broadway
- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 21/07/2013
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Aqui va un nuevo capitulo, espero que os guste
Capitulo 3: Engreído
Me desperté con la familiar sensación de ser aplastada; me retorcí, empujando mi hombro hacia atrás. Rick movió su peso ligeramente. Estaba abrazándome en cucharita por detrás, respirando profundamente en la parte trasera de mi cabello. Su pesado brazo recubriendome, sujetando mis brazos en mi pecho, sostenía mi mano apretadamente, nuestros dedos entrelazados, su pierna tirada casualmente sobre mi. Podía sentir la usual "gloria matutina" empujando contra la parte mas estrecha de mi espalda.
Rápidamente silencie la alarma de mi teléfono y lo codee en el estomago.
-Seis en punto- murmure somnolientamente, cerrando los ojos
-Diez minutos mas, Ángel, todavía estoy cansado- murmuro el, empujándome mas fuerte contra su pecho
-Nop, no diez minutos mas, la ultima vez se convirtió en una hora y Ryan casi te atrapa aquí- murmure, codeandolo en el estomago una vez mas.
Movió su brazo e inmovilizo mis manos en la cama cerca de mi cabeza, en una posición de oración.
-Solo diez minutos mas, Ángel- se quejo. Suspire y cerré los ojos de nuevo. No había forma de discutir con el cuando estaba así, simplemente nos deslizamos de nuevo en el sueño instantáneamente.
-¡Kate, sera mejor que ya estés lista! - grito mi hermano, golpeando la puerta. Me levante de un salto y también, Rick, eran mas de las siete.
-Er... si, estoy lista ya, Ryan- grite en respuesta, mirando a Rick que estaba frotándose la cara, luciendo un poco aturdido
-Bien, voy a desayunar. Apúrate. Rick conducirá hoy así que estés lista en media hora-llamo Ryan a través de la puerta, antes de caminar a zancadas por el pasillo
-Caray, Ángel, ¿por qué no me despertaste?- acuso Rick, frunciendo el ceño.
Lo mire en advertencia, y le di mi mejor mirada de muerte.
-¡Lo hice, imbécil! ¡Dijiste "diez minutos mas" y luego me inmovilizaste en la cama para evitar que re codeara! - gruñí sarcásticamente, haciendo una mala imitación de su voz.
El sonrió burlonamente y me empujo de vuelta a la cama, sujetando mis manos sobre mi cabeza y rodando sobre mi
-¿te inmovilice en la cama? ¿estabas soñando conmigo otra vez, Ángel? Podría hacerte ese sueño realidad- se mofo, con su rostro a centímetros del mio.
-¡Ya quisieras! ahora, apártate de mi, Rick, y ve a alistarte, conduces hoy, aparentemente- sisee, asintiendo hacia mi ventana. El suspiro y se levanto de mi, poniéndose sus jeans y camiseta. Trepo por la ventana, silenciosamente, cerrándola detrás de si al irse. Camine hacia ella y la asegure antes de dirigirme a la ducha mas rápida de todos los tiempos.
Exactamente veintiséis minutos después, camine con dificultad hacia la cocina, con un ceño fruncido, Rick estaba allí, apoyándose casualmente contra la encimera, comiéndose mi cereal. ¡Maldita sea, todas las mañanas! Su cabello estaba despeinado en su usual apariencia de apenas salí de cama, que para ser honesta si lucia así cuando acababa de salir de la cama. Todo lo que hacia siempre era deslizar sus manos por todo su cabello unas cuantas veces y añadirle un poco de cera.
Se veía igual que todas las mañanas, como un maldito supermodelo. Usaba jeans desgastados de cintura baja que dejaban ver un poco sus calzoncillos, y siempre hacia que las chicas se derritieran. Hoy estaba usando una camiseta blanca que mostraba su cuerpo perfectamente esculpido y una camisa anaranjada y gris de manga corta sobre ella, que tenia completamente desabotonada. Sus ojos azules estaban brillantes con diversión mientras me miraba
-¿Retardada esta mañana, Ángel? - pregunto con una sonrisa de suficiencia.
Le lance una mirada de muerte, haciéndolo sonreír burlonamente.
-¡Cállate, Rick! ¿porque demonios te estas comiendo mi cereal de nuevo? ¿No tienes comida en casa? - pregunte, arrebatando la taza de sus manos y comiéndome el contenido. El solo me observo con una sonrisa divertida.
Ryan me lanzo una caja de jugo,
-Si te ves un poco tensa esta mañana Katie ¿todo bien? - pregunto mirándome un poco preocupado.
Mire seriamente a Rick una vez mas mientras el empezaba a reírse. Por supuesto que me veía tensa, tuve media hora para ducharme y vestirme.
-Me quede dormida- murmure con un suspiro abatido
Ryan no tenia idea que Rick dormía en mi habitación, conmigo, cada noche, si fuera así, se enloquecería. Ryan siempre era protector conmigo, siempre lo había sido, pero había empeorado desde que mi papa se fue cuando yo tenia trece. Bueno, dije se fue, pero la verdad era que Ryan y Rick habían llegado a casa temprano del béisbol un día para ver que mi padre me había dejado sin sentido, y estaba a instantes de violarme. Ryan finalmente caído en cuenta y junto con Rick le habían dado una paliza, casi matándolo en el proceso. Lo habían echado de la casa y le habían dicho que si alguna vez regresaba, lo matarían.
Nunca regreso, sin embargo eso fue ya hace tres años.
Un poco después de eso, mi mama consiguió un trabajo en una enorme forma electrónica, era la asistente personal del director, asi que viajaba mucho. Se iba dos veces mas de lo que estaba aquí, de modo que solo la veíamos por cerca, una semana al mes, si algo. Ryan era mi única supervision, aunque a veces era mas como que yo estaba intentando cuidar de el.
Rick también era muy protector conmigo, pero todavía no nos llevábamos bien, incluso aunque el literalmente pasa cada noche envuelto a mi alrededor en la cama por los últimos ocho años. Se había vuelto a escabullir en mi habitación la noche siguiente de verme llorar de nuevo y habíamos terminado durmiéndonos una vez mas. Después de dos semanas se había vuelto algo normal, no era algo de lo que habláramos nunca, solo dejaba mi ventana sin seguro y el entraba una vez que sus padres revisaran que el estuviera dormido. Jamas nos habían atrapado en ocho años, habíamos estado cerca un par de veces, sin embargo. Hace un par de años, la mama de Rick había encontrado su cama vacía, pero el había mentido, diciendo que se había escapado a una fiesta y se había quedado en la casa de un amigo, nadie sospecho que estaba al lado, conmigo.
El todavía me molesta como loco, y me molesta tanto como lo hacia cuando eramos niños, pero yo siempre supe que el estaría ahí para mí si lo necesitaba. Era como si el tuviera doble personalidad. De día, me molestaba, volviéndome loca y enojándome todo el tiempo, y de noche, era el chico más dulce en el mundo y me abrazaba, haciéndome sentir segura y a salvo.
-Te ves sexy hoy, Ángel- dijo Rick, con su sonrisa patentada, mirándome de arriba a bajo lentamente, haciéndome retorcer.
¡Si, claro! Mi cabello castaño todavía estaba húmedo porque no tuve tiempo de secarlo por sus estúpidos "diez minutos mas", así que lo tenia recogido en un despeinado moño. Me había puesto mis jeans ajustados y un top rojo de cuello en V y una capucha, junto con mis converse. Había añadido lo mínimo de maquillaje, y algo de lápiz labial claro. No me veía sexy. ¡Maldito idiota! le mostré el dedo y camine hasta su auto. Recostándome contra el, enojadamente, espere que me honraran con su presencia.
El camino a la escuela fue igual que siempre, ellos se sentaron al frente hablando de fútbol y fiestas, y yo me senté en la parte trasera escuchando pi iPod, intentando ignorar las sonrisas de Rick en el espejo. Estacionamos en la escuela y el auto inmediatamente asediado por personas, igual que cada mañana. Rick y Ryan eran considerados "jugadores sexys" en nuestra escuela. Eran de ultimo año y el sueño de toda chica, los chicos querían ser amigos suyos, y las chicas querían acostarse con ellos.
Rick se rió mientras yo me encogía, saliendo del auto e intentando evadir la horda de zorras que me empujaban porque estaban intentando lanzarse sobre el, Una chica me codeo a propósito. La mire en su pequeña falda que lucia mas como un cinturón y su top que mostraba su estomago, e hice una mueca ¡ Caray, es tan perra!
-Mierda, Meredith ¿dejaste tu falda en casa! - pregunte con horror fingido
Ella me miró con el ceño fruncido y escuche a Rick y Ryan reírse.
-Lo que sea, ¿sabes que ese look de emo no te va bien, cierto - escupió ella en respuesta
Solo me reí u me aleje caminando. Era lo usual que Meredith y yo tuviéramos ese tipo de comentarios para la otra. Ella había salido con Rick por un tiempo, bueno, si por salir te referías a tener sexo unas cuantas veces, y luego la dejo. Ella todavía no lo había superado y lo quería de vuelta, más para disgusto de él.
-Eso no fue amable, Ángel.- Rick se rió, mientras me alcanzaba y lanzaba un brazo alrededor de mi hombro. Inclinó su cabeza cerca de la mía- Lamento lo de esta mañana- susurró en mi oreja, enviando escalo fríos por mi columna.
Lo codeé en las costillas, haciéndolo sonreír y apartarse.
-E ignora a Meredith, creo que llevas genial el look emo- añadió ,con un guiño coqueto.
Ryan lo golpeó en la parte trasera de la cabeza.
-¡Amigo, esa es mi hermana menor! - lo regaño enojadamente, apartándolo de mí. Rick sólo se rió y me guiñó una vez más, haciéndome poner los ojos en blanco. Rick se alejo y caminó directo a lo que lucía como su última conquista. Le sonrió seductoramente y ella se sonrojó cuando él inmediatamente empezó a coquetear con ella.
Encontré a mis amigas, que prácticamente estaban follando a Ryan y a Rick con los ojos y expresiones soñadoras.
-Hola, Lanie, Tom, Gina- dije alegremente cuando llegué a ellos
-Hola Katie, ¿llegaste aquí con sexy trasero número uno y número dos hoy?- pregunto Lanie, mirando fijamente a mi hermano mientras se alejaba.
Me reí y sacudí la cabeza.
-Nop, solo Ryan y Rick, igual que siempre
Lanie suspiró
-¿Como demonios no puedes afectarte por lo condenadamente calientes que son? Quiero decir, ¡tienes tanta suerte de vivir con Ryan! Yo adoraría ver su sexy trasero caminando alrededor todo el día- ronroneó, abanicándose la cara.
Fingí tener náuseas.
-¡Lanie, ese es mi hermano y su imbécil amigo! ¿cómo en la tierra puedes obviar su comportamiento mujeriego? Ambos son unos idiotas- Me encogí de hombros. No entendía por que, pero cada chica en esta escuela estaba enamorada de ellos. Ryan era una gran persona, pero trataba a las chicas como objetos, y Rick, bueno Rick simplemente era un imbécil de tiempo completo.
-Son los dos mejores jugadores del equipo de béisbol y lucen como dioses del sexo, y yo desearía poder obviar eso- dijo sugestivamente, moviendo sus cejas con una sonrisita, haciéndome reír. Enlazó su brazo con el mío y me empujó a nuestra primera clase.
La escuela estuvo bien, como era normal; yo era bastante popular debido al hecho de que mi hermano y su mejor amigo eran los chicos más deseados allí. Ellos me cuidaban excesivamente, lo que básicamente significaba que advertían a todos los chicos que se alejaran de mí, que de hecho, me sentaba ben porque yo no quería salir con nadie. La mayoría de chicas querían ser mis amigas para poder acercarse a mi hermano. Las chicas que querían ser novias eran fáciles de localizar, en su mayor parte podías saber si querían que las presentaras por el tipo de ropa que estaban usando, si no estaban usando mucha entonces iban a por mi hermano o Rick.
Amaba mis clases, era bastante popular entre los profesores porque mis notas nunca iban por debajo de un sobresaliente. Siempre hacía mi tarea y jamás llegaba tarde; me enorgullecía de ello, aunque no era una nerd.
A la hora del almuerzo, me senté con mis amigos cuando escuché los usuales suspiros y risitas tontas.
Las chicas empezaron a revisar su cabello y arreglar su maquillaje, de modo que supe que mi hermano y sus amigos estaban llegando al comedor. Suspiré cuando Lanie y Gina empezaron a sentir lujuria por ellos, como era costumbre.
-¡Oh genial, sexy trasero número uno está viniendo! _ Gina rió tontamente, codeando a Lanie en las costillas
Puse los ojos en blanco cuando una mano apareció por detrás de mí, robándome un puñado de mis papas fritas.
-Hola, Ángel- susurro Rick en mi cuello
Golpeé su mano cuando fue a robar más
-¡Rick, por el amor de Dios! ve a comprar tu propia comida, idiota - despotriqué, molesta.
Se hecho a reír
-Oh, sabes que quieres compartir conmigo- respondió, dejándose caer en el banco, empujándome de nuevo con su cadera.
-Rick, ¿qué quieres?- le pregunté con un suspiro,moviendo el plato lejos de él.
Pasó el brazo alrededor de mi hombro.
-Sólo quería visitar a mi chica. Sé que me has echado de menos sin verme toda la mañana y eso- dijo engreídamente.
Todas mis amigas suspiraron y lo miraron con nostalgia
-Podrías quitar tu brazo-para-putas de mí, Rick, por el amor de Dios; ¡no quiero coger cualquier cosa! - le regañé, encogiéndome para alejarme.
Se rió de nuevo.
-No seas así Ángel. Sólo quería hacerte saber que voy a llevarte a casa hoy. Tu hermano tiene una cita, así que... - Se calló, sonriéndome.
¡Genial, simplemente genial! Me iba a llevar a casa. Fantástico. Él siempre hacía el trayecto a casa lo más largo posible sólo para molestar mi vida externa, luego insistiría en esperar en casa hasta que mi hermano llegase, lo que significaba que tenía que cocinar para él también. ¡Maldita sea, es tan molesto!
Continuara...
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Capitulo 3: Engreído
8 años después
Me desperté con la familiar sensación de ser aplastada; me retorcí, empujando mi hombro hacia atrás. Rick movió su peso ligeramente. Estaba abrazándome en cucharita por detrás, respirando profundamente en la parte trasera de mi cabello. Su pesado brazo recubriendome, sujetando mis brazos en mi pecho, sostenía mi mano apretadamente, nuestros dedos entrelazados, su pierna tirada casualmente sobre mi. Podía sentir la usual "gloria matutina" empujando contra la parte mas estrecha de mi espalda.
Rápidamente silencie la alarma de mi teléfono y lo codee en el estomago.
-Seis en punto- murmure somnolientamente, cerrando los ojos
-Diez minutos mas, Ángel, todavía estoy cansado- murmuro el, empujándome mas fuerte contra su pecho
-Nop, no diez minutos mas, la ultima vez se convirtió en una hora y Ryan casi te atrapa aquí- murmure, codeandolo en el estomago una vez mas.
Movió su brazo e inmovilizo mis manos en la cama cerca de mi cabeza, en una posición de oración.
-Solo diez minutos mas, Ángel- se quejo. Suspire y cerré los ojos de nuevo. No había forma de discutir con el cuando estaba así, simplemente nos deslizamos de nuevo en el sueño instantáneamente.
-¡Kate, sera mejor que ya estés lista! - grito mi hermano, golpeando la puerta. Me levante de un salto y también, Rick, eran mas de las siete.
-Er... si, estoy lista ya, Ryan- grite en respuesta, mirando a Rick que estaba frotándose la cara, luciendo un poco aturdido
-Bien, voy a desayunar. Apúrate. Rick conducirá hoy así que estés lista en media hora-llamo Ryan a través de la puerta, antes de caminar a zancadas por el pasillo
-Caray, Ángel, ¿por qué no me despertaste?- acuso Rick, frunciendo el ceño.
Lo mire en advertencia, y le di mi mejor mirada de muerte.
-¡Lo hice, imbécil! ¡Dijiste "diez minutos mas" y luego me inmovilizaste en la cama para evitar que re codeara! - gruñí sarcásticamente, haciendo una mala imitación de su voz.
El sonrió burlonamente y me empujo de vuelta a la cama, sujetando mis manos sobre mi cabeza y rodando sobre mi
-¿te inmovilice en la cama? ¿estabas soñando conmigo otra vez, Ángel? Podría hacerte ese sueño realidad- se mofo, con su rostro a centímetros del mio.
-¡Ya quisieras! ahora, apártate de mi, Rick, y ve a alistarte, conduces hoy, aparentemente- sisee, asintiendo hacia mi ventana. El suspiro y se levanto de mi, poniéndose sus jeans y camiseta. Trepo por la ventana, silenciosamente, cerrándola detrás de si al irse. Camine hacia ella y la asegure antes de dirigirme a la ducha mas rápida de todos los tiempos.
Exactamente veintiséis minutos después, camine con dificultad hacia la cocina, con un ceño fruncido, Rick estaba allí, apoyándose casualmente contra la encimera, comiéndose mi cereal. ¡Maldita sea, todas las mañanas! Su cabello estaba despeinado en su usual apariencia de apenas salí de cama, que para ser honesta si lucia así cuando acababa de salir de la cama. Todo lo que hacia siempre era deslizar sus manos por todo su cabello unas cuantas veces y añadirle un poco de cera.
Se veía igual que todas las mañanas, como un maldito supermodelo. Usaba jeans desgastados de cintura baja que dejaban ver un poco sus calzoncillos, y siempre hacia que las chicas se derritieran. Hoy estaba usando una camiseta blanca que mostraba su cuerpo perfectamente esculpido y una camisa anaranjada y gris de manga corta sobre ella, que tenia completamente desabotonada. Sus ojos azules estaban brillantes con diversión mientras me miraba
-¿Retardada esta mañana, Ángel? - pregunto con una sonrisa de suficiencia.
Le lance una mirada de muerte, haciéndolo sonreír burlonamente.
-¡Cállate, Rick! ¿porque demonios te estas comiendo mi cereal de nuevo? ¿No tienes comida en casa? - pregunte, arrebatando la taza de sus manos y comiéndome el contenido. El solo me observo con una sonrisa divertida.
Ryan me lanzo una caja de jugo,
-Si te ves un poco tensa esta mañana Katie ¿todo bien? - pregunto mirándome un poco preocupado.
Mire seriamente a Rick una vez mas mientras el empezaba a reírse. Por supuesto que me veía tensa, tuve media hora para ducharme y vestirme.
-Me quede dormida- murmure con un suspiro abatido
Ryan no tenia idea que Rick dormía en mi habitación, conmigo, cada noche, si fuera así, se enloquecería. Ryan siempre era protector conmigo, siempre lo había sido, pero había empeorado desde que mi papa se fue cuando yo tenia trece. Bueno, dije se fue, pero la verdad era que Ryan y Rick habían llegado a casa temprano del béisbol un día para ver que mi padre me había dejado sin sentido, y estaba a instantes de violarme. Ryan finalmente caído en cuenta y junto con Rick le habían dado una paliza, casi matándolo en el proceso. Lo habían echado de la casa y le habían dicho que si alguna vez regresaba, lo matarían.
Nunca regreso, sin embargo eso fue ya hace tres años.
Un poco después de eso, mi mama consiguió un trabajo en una enorme forma electrónica, era la asistente personal del director, asi que viajaba mucho. Se iba dos veces mas de lo que estaba aquí, de modo que solo la veíamos por cerca, una semana al mes, si algo. Ryan era mi única supervision, aunque a veces era mas como que yo estaba intentando cuidar de el.
Rick también era muy protector conmigo, pero todavía no nos llevábamos bien, incluso aunque el literalmente pasa cada noche envuelto a mi alrededor en la cama por los últimos ocho años. Se había vuelto a escabullir en mi habitación la noche siguiente de verme llorar de nuevo y habíamos terminado durmiéndonos una vez mas. Después de dos semanas se había vuelto algo normal, no era algo de lo que habláramos nunca, solo dejaba mi ventana sin seguro y el entraba una vez que sus padres revisaran que el estuviera dormido. Jamas nos habían atrapado en ocho años, habíamos estado cerca un par de veces, sin embargo. Hace un par de años, la mama de Rick había encontrado su cama vacía, pero el había mentido, diciendo que se había escapado a una fiesta y se había quedado en la casa de un amigo, nadie sospecho que estaba al lado, conmigo.
El todavía me molesta como loco, y me molesta tanto como lo hacia cuando eramos niños, pero yo siempre supe que el estaría ahí para mí si lo necesitaba. Era como si el tuviera doble personalidad. De día, me molestaba, volviéndome loca y enojándome todo el tiempo, y de noche, era el chico más dulce en el mundo y me abrazaba, haciéndome sentir segura y a salvo.
-Te ves sexy hoy, Ángel- dijo Rick, con su sonrisa patentada, mirándome de arriba a bajo lentamente, haciéndome retorcer.
¡Si, claro! Mi cabello castaño todavía estaba húmedo porque no tuve tiempo de secarlo por sus estúpidos "diez minutos mas", así que lo tenia recogido en un despeinado moño. Me había puesto mis jeans ajustados y un top rojo de cuello en V y una capucha, junto con mis converse. Había añadido lo mínimo de maquillaje, y algo de lápiz labial claro. No me veía sexy. ¡Maldito idiota! le mostré el dedo y camine hasta su auto. Recostándome contra el, enojadamente, espere que me honraran con su presencia.
El camino a la escuela fue igual que siempre, ellos se sentaron al frente hablando de fútbol y fiestas, y yo me senté en la parte trasera escuchando pi iPod, intentando ignorar las sonrisas de Rick en el espejo. Estacionamos en la escuela y el auto inmediatamente asediado por personas, igual que cada mañana. Rick y Ryan eran considerados "jugadores sexys" en nuestra escuela. Eran de ultimo año y el sueño de toda chica, los chicos querían ser amigos suyos, y las chicas querían acostarse con ellos.
Rick se rió mientras yo me encogía, saliendo del auto e intentando evadir la horda de zorras que me empujaban porque estaban intentando lanzarse sobre el, Una chica me codeo a propósito. La mire en su pequeña falda que lucia mas como un cinturón y su top que mostraba su estomago, e hice una mueca ¡ Caray, es tan perra!
-Mierda, Meredith ¿dejaste tu falda en casa! - pregunte con horror fingido
Ella me miró con el ceño fruncido y escuche a Rick y Ryan reírse.
-Lo que sea, ¿sabes que ese look de emo no te va bien, cierto - escupió ella en respuesta
Solo me reí u me aleje caminando. Era lo usual que Meredith y yo tuviéramos ese tipo de comentarios para la otra. Ella había salido con Rick por un tiempo, bueno, si por salir te referías a tener sexo unas cuantas veces, y luego la dejo. Ella todavía no lo había superado y lo quería de vuelta, más para disgusto de él.
-Eso no fue amable, Ángel.- Rick se rió, mientras me alcanzaba y lanzaba un brazo alrededor de mi hombro. Inclinó su cabeza cerca de la mía- Lamento lo de esta mañana- susurró en mi oreja, enviando escalo fríos por mi columna.
Lo codeé en las costillas, haciéndolo sonreír y apartarse.
-E ignora a Meredith, creo que llevas genial el look emo- añadió ,con un guiño coqueto.
Ryan lo golpeó en la parte trasera de la cabeza.
-¡Amigo, esa es mi hermana menor! - lo regaño enojadamente, apartándolo de mí. Rick sólo se rió y me guiñó una vez más, haciéndome poner los ojos en blanco. Rick se alejo y caminó directo a lo que lucía como su última conquista. Le sonrió seductoramente y ella se sonrojó cuando él inmediatamente empezó a coquetear con ella.
Encontré a mis amigas, que prácticamente estaban follando a Ryan y a Rick con los ojos y expresiones soñadoras.
-Hola, Lanie, Tom, Gina- dije alegremente cuando llegué a ellos
-Hola Katie, ¿llegaste aquí con sexy trasero número uno y número dos hoy?- pregunto Lanie, mirando fijamente a mi hermano mientras se alejaba.
Me reí y sacudí la cabeza.
-Nop, solo Ryan y Rick, igual que siempre
Lanie suspiró
-¿Como demonios no puedes afectarte por lo condenadamente calientes que son? Quiero decir, ¡tienes tanta suerte de vivir con Ryan! Yo adoraría ver su sexy trasero caminando alrededor todo el día- ronroneó, abanicándose la cara.
Fingí tener náuseas.
-¡Lanie, ese es mi hermano y su imbécil amigo! ¿cómo en la tierra puedes obviar su comportamiento mujeriego? Ambos son unos idiotas- Me encogí de hombros. No entendía por que, pero cada chica en esta escuela estaba enamorada de ellos. Ryan era una gran persona, pero trataba a las chicas como objetos, y Rick, bueno Rick simplemente era un imbécil de tiempo completo.
-Son los dos mejores jugadores del equipo de béisbol y lucen como dioses del sexo, y yo desearía poder obviar eso- dijo sugestivamente, moviendo sus cejas con una sonrisita, haciéndome reír. Enlazó su brazo con el mío y me empujó a nuestra primera clase.
La escuela estuvo bien, como era normal; yo era bastante popular debido al hecho de que mi hermano y su mejor amigo eran los chicos más deseados allí. Ellos me cuidaban excesivamente, lo que básicamente significaba que advertían a todos los chicos que se alejaran de mí, que de hecho, me sentaba ben porque yo no quería salir con nadie. La mayoría de chicas querían ser mis amigas para poder acercarse a mi hermano. Las chicas que querían ser novias eran fáciles de localizar, en su mayor parte podías saber si querían que las presentaras por el tipo de ropa que estaban usando, si no estaban usando mucha entonces iban a por mi hermano o Rick.
Amaba mis clases, era bastante popular entre los profesores porque mis notas nunca iban por debajo de un sobresaliente. Siempre hacía mi tarea y jamás llegaba tarde; me enorgullecía de ello, aunque no era una nerd.
A la hora del almuerzo, me senté con mis amigos cuando escuché los usuales suspiros y risitas tontas.
Las chicas empezaron a revisar su cabello y arreglar su maquillaje, de modo que supe que mi hermano y sus amigos estaban llegando al comedor. Suspiré cuando Lanie y Gina empezaron a sentir lujuria por ellos, como era costumbre.
-¡Oh genial, sexy trasero número uno está viniendo! _ Gina rió tontamente, codeando a Lanie en las costillas
Puse los ojos en blanco cuando una mano apareció por detrás de mí, robándome un puñado de mis papas fritas.
-Hola, Ángel- susurro Rick en mi cuello
Golpeé su mano cuando fue a robar más
-¡Rick, por el amor de Dios! ve a comprar tu propia comida, idiota - despotriqué, molesta.
Se hecho a reír
-Oh, sabes que quieres compartir conmigo- respondió, dejándose caer en el banco, empujándome de nuevo con su cadera.
-Rick, ¿qué quieres?- le pregunté con un suspiro,moviendo el plato lejos de él.
Pasó el brazo alrededor de mi hombro.
-Sólo quería visitar a mi chica. Sé que me has echado de menos sin verme toda la mañana y eso- dijo engreídamente.
Todas mis amigas suspiraron y lo miraron con nostalgia
-Podrías quitar tu brazo-para-putas de mí, Rick, por el amor de Dios; ¡no quiero coger cualquier cosa! - le regañé, encogiéndome para alejarme.
Se rió de nuevo.
-No seas así Ángel. Sólo quería hacerte saber que voy a llevarte a casa hoy. Tu hermano tiene una cita, así que... - Se calló, sonriéndome.
¡Genial, simplemente genial! Me iba a llevar a casa. Fantástico. Él siempre hacía el trayecto a casa lo más largo posible sólo para molestar mi vida externa, luego insistiría en esperar en casa hasta que mi hermano llegase, lo que significaba que tenía que cocinar para él también. ¡Maldita sea, es tan molesto!
Continuara...
Espero vuestros comentarios
sweet_beckett- Escritor novato
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Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Guau me has sorprendido con un nuevo capitulo, es muy bueno. menos mal que ya pusieron al cabr.. de su padre en su sitio, me ha encantado el capitulo y eso de que todas las noches duerman juntos y por el dia se echen los perros, esto tiene pinta de dentro de poco se empezaran a dar cuenta de que ambos estan enamorados hasta las trancas. Gracias y sigue pronto que me encanta la historia
erikal- Actor en Broadway
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Fecha de inscripción : 21/07/2013
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Simplemente es genial, un comienzo espectacular. Continuaaaaaaaaaaaa que si no me muero.
_Caskett_- Escritor - Policia
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Localización : en un mundo feliz
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Me encanta esa historia!!!!po favor no tardes en subir capítulos
caskett_10fogue- Actor en Broadway
- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Edad : 39
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Muy chula y original la historia, me encanta y espero q puedas continuarla pronto
anfrig- Ayudante de policia
- Mensajes : 68
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Localización : VIGO
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Me encanta sencillamente me encanta! Que bueno k ya no esta el papa ojeis ese! Y ahora verlos ya en su adolecencia! Sigue por favor esta super tu historia!
Verispu- As del póker
- Mensajes : 437
Fecha de inscripción : 24/06/2013
Edad : 46
Localización : Mexico, Oaxaca
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Wow me haz dejado con esta historia mu original, empezo super fuerte con eso de k el padre sea un hijo.... la madre k solo tiene miedo, el hermanazo protector y ese angel k la cuida todas las noches desde hace 8 años!!! me dejaste facinada continua pronto que quiero saber como continua y mejora la relacion de estos 2!
cururi- As del póker
- Mensajes : 447
Fecha de inscripción : 15/03/2013
Edad : 36
Localización : World Citizen
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
ME ACABO DE LEER LO QUE LLEVAS DE LA HISTORIA DE UN GOLPE, MUY BUENA, SÍGUELA PRONTO
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Capitulo 4: Nuevas Sensaciones
Muchas gracias por sus comentarios, me alegra mucho que les este gustando este fic e intentare subir un cap al día así pueden seguir mejor la historia, pero si no puedo subirlo diariamente les notificare el cambio.Nuevamente gracias y aquí esta el cuarto capitulo.
Capitulo 4: Nuevas Sensaciones
-"Esta bien, Rick. Ahora corre, estoy segura de que tienes alguna ETS mas que propagar por ahí - le dije, agitando la mano con un gesto molesto
Se rió y me dio un beso en la mejilla mientras se ponía de pie.
-Finge todo lo que quieras, Ángel, los dos sabemos que vas a querer que duerma contigo por la noche- Me guiño un ojo con malicia, dándole a lo que acababa de decir un doble sentido, y rogué para que nadie mas se diese cuenta.
-Claro que querré Rick, porque estoy tan enamorada de ti- dije sarcásticamente y suspire, poniendo los ojos en blanco y frotándome donde el me beso.
-Yo también te quiero- Me sonrió mientras se alejaba de vuelta a la misma chica de esta mañana. Paso el brazo alrededor de su hombro, sus sucios, asquerosos labios descendieron hasta los de ella. Fruncí el ceño, y aparte la mirada de nuevo a mis amigos cuando comenzó a hacerlo con ella en medio del comedor.
Lanie, Gina y la mitad de las chicas del comedor estaban mirándole con lujuria
-Dios, ¡este idiota es tan jodidamente molesto! ¿porqué mi hermano no podía escoger un mejor amigo que fuera mejor que el, alguien que no fuera un arrogante, obsesivo, gilipollas? - despotriqué, lanzando mis manos al aire.
-Oh, ¡deja de lloriquear! Richard Rogers acaba de tener su brazo alrededor tuyo y te ha besado en la mejilla, daría cualquier cosa por tener esos dulces labios en mí- dijo Gina soñadoramente, haciéndome reír.
-Lo que sea. Vamos, que ya tenemos que ir a clase- Le sugerí mientras recogíamos nuestras bandejas y nos íbamos.
Después de clases me dirigí a regañadientes al estacionamiento, donde un sonriente Rick se encontraba apoyado en su coche, esperándome.
-Hola preciosa- Me guiñó un ojo coquetamente y abrió la puerta para mí
-Hola Rick- Me subí a su coche, ya molesta con su coqueto culo, si Ryan estuviese aquí lo habría abofeteado por esa.
Subió a mi lado
-Así pues, Ángel, tengo que pasar por la tienda de camino a casa- Puso el coche en marcha y salimos del estacionamiento
-Genial- murmuré. Decidí mirar por la ventana e ignorarle; seguía molesta con él por toda lo cosa de "diez minutos más" de esta mañana.
Se detuvo en el estacionamiento de la tienda unos minutos más tarde
-Vamos, Ángel- dijo, saliendo. Me senté ahí y cerré mis brazos sobre el pecho, reusándome a bajar. Caminó alrededor del coche y abrió la puerta por mí- Vamos, Ángel- repitió, sosteniendo su mano para mí
- No se necesitan dos para entrar, Rick. Esperaré aquí- respondí. Metió sus manos en el coche y me recogió con facilidad, arrojándome por encima del hombro, riendo. Dio un puntapié a la puerta para cerrarla y comenzó a caminar hacia la tienda - bájame, ¡imbécil! ¡suéltame! - grité, golpeándolo en la espalda.
Él sólo se reía de mis escasos intentos de bajar, y siguió caminando. Una vez en la tienda, finalmente me puso en mis pies. Miré alrededor, avergonzada, para comprobar si alguien vio eso, pero parecía que no. Alargó la mano y metió algunos mechones de pelo suelto detrás de la oreja, sus dedos desmoronándose en mi mejilla.
Golpeé su mano fuera de mi cara y lo miré enfadada
- ¡Eso fue tan vergonzoso! -siseé.
-¿Cuál es el problema? A la mayoría de chicas les encantaría que le hiciese eso- replicó, encogiéndose de hombros y yendo hacia las revistas.
Pisoteé con el pie, luego me ruboricé porque había pisoteado a un niño pequeño; por suerte, Rick no miraba, de lo contrario nunca hubiese oído el final de esto. Agarró una revista de deportes y una barrita de chocolate y se dirigió al mostrador para pagar.
Estaba felizmente hojeando la TeenVogue cuando dos chicos se acercaron a mí. Me puse tensa.
-Bueno, hola aquí- Uno de ellos ronroneó. Asentí con la cabeza en reconocimiento y puse la revista de vuelta, alejándome con rapidez en busca de Rick.
-Hey, ¿a donde vas?- preguntó el otro, cogiendo mi mano.
Mi corazón empezó a acelerarse mientras miraba alrededor, frenéticamente
-Estoy buscando a mi novio- le mentí, tratando de sonar segura
-¿Novio? No veo ningún novio- dijo el otro, burlándose de mí- ¿Qué tal si vamos a alguna parte y nos conocemos mejor? - ofreció el chico que estaba sujetando mi mano, tirándome hacia el lentamente.
Me sentí enferma. Oh Dios, Rick, ¡ayúdame! Se que soy patética, pero odio los enfrentamientos y que la gente me toque, especialmente gente que no conozco.
-Hey, Ángel- dijo Rick, arrojando su brazo alrededor de mi hombro mirando a los dos chicos, que de inmediato soltaron la mano y dieron un paso atrás. Me acerqué al lado de Rick y me presioné contra él con tanta fuerza que dolía- Espero que no estuvieran molestando a mi chica- dijo casualmente, pero podía oír el enfado en su tono de voz. Rick siempre ha sido protector conmigo; una vez un chico me empujó en un charco cuando tenía siete, y Rick fue directamente a la casa del niño y le dio un puñetazo en la cara.
-De ninguna manera, hombre. Estábamos hablando, eso es todo-El chico mintió, levantando las manos inocentemente.
-Esta bien. Vamos entonces Ángel, nos vamos a casa- dijo Rick, guiándome hacia la puerta. Una vez fuera, se giro para mirarme- ¿estas bien?- pregunto, revisándome preocupado. Estaba bien, mi corazón se detuvo de tratar de salir del pecho tan pronto como oí su voz.
Asentí y sonreí gratamente.
-Gracias- murmure. Abrió la puerta del coche u esperó a que subiese antes de rodearlo hacia su lado. Una vez dentro, arrojo algo en mi regazo, miré hacia abajo a la barrita de mi chocolate favorito. No pude evitar sonreír- Gracias, Rock- El siempre hacía cosas dulces como comprarme golosinas, era una lástima que fuese un gigoló idiota, de lo contrario sería probablemente un buen chico del cual yo estaría enamorada.
Cuando llegué a casa, fui directamente a trabajar en la lasaña para cenar. Rick se cernía detrás de mí alrededor de la cocina, haciéndome sentir violada mientras miraba mi cuerpo.
-Por el amor de Dios, Rick, ¡mis ojos están aquí! - dije airadamente señalándome la cara.
Serio.
-Wow, estás verdaderamente de mal humor conmigo hoy, ¿eh? - bromeo, sonriendo
-Si, lo estoy. No puedo creerme lo de esta mañana. No me gustan las prisas; me he visto y sentido como una mierda todo el día - dije con acritud.
-Creo que te has visto caliente todo el día- respondió, encogiéndose de hombros.
-Ugh, ¿puedes dejar de hablarme? No estoy de humos- Tire la comida en el horno y me puse a preparar un poco de ensalada.
-Bien, lo que sea- Se encogió de hombros otra vez y vino a mi lado, ayudándome a preparar la ensalada. Estaba tan cerca de mí que podía asentir el calor que irradiaba su cuerpo al mío, era extrañamente calmante.
-Voy a ir a hacer los deberes. La lasaña estará hecha en una hora y media; imagino que re quedaras a cenar- dije. No era na pregunta, sabía que lo haría. No estoy segura de que Ryan le pidiese que se quedara conmigo cuando él estaba fuera, pero Rick lo hacía siempre de todos modos.
-Seguro, viendo cómo me lo preguntas tan educadamente- Sonrió
-No estaba preguntando- gruñí sarcásticamente mientras me giraba para alejarme.
Me agarró de la mano y se acercó a mí, estaba tan cerca que mi pecho tocaba el suyo, podía sentir su aliento soplando en mi cara
-Ángel, lo siento por lo de esta mañana, enserio. Por favor deja de ser toda una perra conmigo, no te pega- dijo en voz baja
Respiré hondo y suspiré
-Está bien, si, lo siento también. Supongo que he sido una perra contigo- admití, tratando de apartar la mirada de sus hermosos ojos azul cielo que se sentía como si estuvieran mirando mi alma.
-Así que, ¿estoy perdonado?- pregunto sonriendo.
Me gustaba este Rick, él que me cuidaba, él que era diferente cuando estábamos por nuestra cuenta. Me puso su adorable carita de cachorro a la que no podía decir que no, y sentí mi voluntad de odiarlo desmoronarse.
Me reí y puse los ojos en blanco.
-Lo que sea. Voy a ir a hacer los deberes antes de cenar- Me empujé fuera de su retención y me alejé rápidamente.
Se sentía raro estar cerca de él de esa manera, todavía podía sentir el hormigueo de electricidad fluyendo a través de la mano donde nos habíamos cogido, todavía podía oler su dulce aliento que había soplado en mi cara. No tenia ni idea de la atmósfera tan rara de la cocina; todo era muy confuso. Negué con la cabeza y saque mi tarea de cálculo, tratando de empezarla por lo menos.
Después de cenar en silencio, terminé mi tarea. Solo eran las ocho y media así que Rick decidió poner una película. Puso Destino Final, y nos sentamos en el sofá a verla. Me sentí un poco incomoda por alguna razón que no podía entender. Estaba sentada aquí como siempre, pero algo se sentía diferente. Le mire a escondidas varias veces, estaba sentado ahí viendo casualmente en el respaldo de mi silla.
Ninguno de los dos se movió hasta que la peli termino. Ahogue in bostezo
-Creo que me voy a la cama, Rick, estoy muy cansada- Murmure, levantándome y estirándome como un gato. Cuando lo mire de nuevo, me di cuenta de que me estaba observando atentamente. Me aclare la garganta ya que todavía seguía mirándome fijamente con una extraña expresión en su cara.
-Oh, bien, si, esta bien. Voy directo a casa entonces, estare de vuelta en media hora- dijo, poniendose de pie para salir.
Lo seguí y cerré la puerta detrás de el, un poco desconcertada. ¿Por qué era todo tan tenso y extraño entre nosotros esta noche? Seria probablemente porque estaba tan molesta con él esta mañana que hice las cosas un poco torpes.
Me cambie rápidamente a una camiseta sin mangas y pantalones cortos, me lavé los dientes, el pelo, y me metí en la cama. Esta estaba fría y era demasiado grande. al igual que cada noche. Después de unos veinte minutos mas o menos, escuche mi ventana deslizarse y cerrarse de nuevo. Ropas cayeron al suelo y luego la cama se hundí detrás de mi.
-Hey, ¿estas dormida?-susurró
-No, todavía no-murmure.
Levante la cabeza para poder poner uno de sus brazos bajo mi cuello. Apretó el pecho contra mi espalda y envolvió su otro brazo a mi alrededor, lanzando un apierna sobre la mía. Le oí suspirar mientras me retorcía para acercarme mas a el, me encantaba que Rick durmiera conmigo, la cama no se sentía bien sin el.
-¿Que pasa?- pregunte, tirando de sus brazos apretados a mi alrededor y presionando mi rostro en su brazo, oliendo su increíble aroma que era como ninguna otra cosa en el mundo.
-Nada, Ángel. Solo estoy cansado, eso es todo- murmuro contra la parte posterior de mi cabeza, presionando sus labios en mi pelo.
-Esta bien. Buenas noches Rick- susurre, besando su brazo.
-Buenas noches, Ángel- respondió, besando la parte de atrás de mi cabeza.
Continuara...
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Capitulo 4: Nuevas Sensaciones
-"Esta bien, Rick. Ahora corre, estoy segura de que tienes alguna ETS mas que propagar por ahí - le dije, agitando la mano con un gesto molesto
Se rió y me dio un beso en la mejilla mientras se ponía de pie.
-Finge todo lo que quieras, Ángel, los dos sabemos que vas a querer que duerma contigo por la noche- Me guiño un ojo con malicia, dándole a lo que acababa de decir un doble sentido, y rogué para que nadie mas se diese cuenta.
-Claro que querré Rick, porque estoy tan enamorada de ti- dije sarcásticamente y suspire, poniendo los ojos en blanco y frotándome donde el me beso.
-Yo también te quiero- Me sonrió mientras se alejaba de vuelta a la misma chica de esta mañana. Paso el brazo alrededor de su hombro, sus sucios, asquerosos labios descendieron hasta los de ella. Fruncí el ceño, y aparte la mirada de nuevo a mis amigos cuando comenzó a hacerlo con ella en medio del comedor.
Lanie, Gina y la mitad de las chicas del comedor estaban mirándole con lujuria
-Dios, ¡este idiota es tan jodidamente molesto! ¿porqué mi hermano no podía escoger un mejor amigo que fuera mejor que el, alguien que no fuera un arrogante, obsesivo, gilipollas? - despotriqué, lanzando mis manos al aire.
-Oh, ¡deja de lloriquear! Richard Rogers acaba de tener su brazo alrededor tuyo y te ha besado en la mejilla, daría cualquier cosa por tener esos dulces labios en mí- dijo Gina soñadoramente, haciéndome reír.
-Lo que sea. Vamos, que ya tenemos que ir a clase- Le sugerí mientras recogíamos nuestras bandejas y nos íbamos.
Después de clases me dirigí a regañadientes al estacionamiento, donde un sonriente Rick se encontraba apoyado en su coche, esperándome.
-Hola preciosa- Me guiñó un ojo coquetamente y abrió la puerta para mí
-Hola Rick- Me subí a su coche, ya molesta con su coqueto culo, si Ryan estuviese aquí lo habría abofeteado por esa.
Subió a mi lado
-Así pues, Ángel, tengo que pasar por la tienda de camino a casa- Puso el coche en marcha y salimos del estacionamiento
-Genial- murmuré. Decidí mirar por la ventana e ignorarle; seguía molesta con él por toda lo cosa de "diez minutos más" de esta mañana.
Se detuvo en el estacionamiento de la tienda unos minutos más tarde
-Vamos, Ángel- dijo, saliendo. Me senté ahí y cerré mis brazos sobre el pecho, reusándome a bajar. Caminó alrededor del coche y abrió la puerta por mí- Vamos, Ángel- repitió, sosteniendo su mano para mí
- No se necesitan dos para entrar, Rick. Esperaré aquí- respondí. Metió sus manos en el coche y me recogió con facilidad, arrojándome por encima del hombro, riendo. Dio un puntapié a la puerta para cerrarla y comenzó a caminar hacia la tienda - bájame, ¡imbécil! ¡suéltame! - grité, golpeándolo en la espalda.
Él sólo se reía de mis escasos intentos de bajar, y siguió caminando. Una vez en la tienda, finalmente me puso en mis pies. Miré alrededor, avergonzada, para comprobar si alguien vio eso, pero parecía que no. Alargó la mano y metió algunos mechones de pelo suelto detrás de la oreja, sus dedos desmoronándose en mi mejilla.
Golpeé su mano fuera de mi cara y lo miré enfadada
- ¡Eso fue tan vergonzoso! -siseé.
-¿Cuál es el problema? A la mayoría de chicas les encantaría que le hiciese eso- replicó, encogiéndose de hombros y yendo hacia las revistas.
Pisoteé con el pie, luego me ruboricé porque había pisoteado a un niño pequeño; por suerte, Rick no miraba, de lo contrario nunca hubiese oído el final de esto. Agarró una revista de deportes y una barrita de chocolate y se dirigió al mostrador para pagar.
Estaba felizmente hojeando la TeenVogue cuando dos chicos se acercaron a mí. Me puse tensa.
-Bueno, hola aquí- Uno de ellos ronroneó. Asentí con la cabeza en reconocimiento y puse la revista de vuelta, alejándome con rapidez en busca de Rick.
-Hey, ¿a donde vas?- preguntó el otro, cogiendo mi mano.
Mi corazón empezó a acelerarse mientras miraba alrededor, frenéticamente
-Estoy buscando a mi novio- le mentí, tratando de sonar segura
-¿Novio? No veo ningún novio- dijo el otro, burlándose de mí- ¿Qué tal si vamos a alguna parte y nos conocemos mejor? - ofreció el chico que estaba sujetando mi mano, tirándome hacia el lentamente.
Me sentí enferma. Oh Dios, Rick, ¡ayúdame! Se que soy patética, pero odio los enfrentamientos y que la gente me toque, especialmente gente que no conozco.
-Hey, Ángel- dijo Rick, arrojando su brazo alrededor de mi hombro mirando a los dos chicos, que de inmediato soltaron la mano y dieron un paso atrás. Me acerqué al lado de Rick y me presioné contra él con tanta fuerza que dolía- Espero que no estuvieran molestando a mi chica- dijo casualmente, pero podía oír el enfado en su tono de voz. Rick siempre ha sido protector conmigo; una vez un chico me empujó en un charco cuando tenía siete, y Rick fue directamente a la casa del niño y le dio un puñetazo en la cara.
-De ninguna manera, hombre. Estábamos hablando, eso es todo-El chico mintió, levantando las manos inocentemente.
-Esta bien. Vamos entonces Ángel, nos vamos a casa- dijo Rick, guiándome hacia la puerta. Una vez fuera, se giro para mirarme- ¿estas bien?- pregunto, revisándome preocupado. Estaba bien, mi corazón se detuvo de tratar de salir del pecho tan pronto como oí su voz.
Asentí y sonreí gratamente.
-Gracias- murmure. Abrió la puerta del coche u esperó a que subiese antes de rodearlo hacia su lado. Una vez dentro, arrojo algo en mi regazo, miré hacia abajo a la barrita de mi chocolate favorito. No pude evitar sonreír- Gracias, Rock- El siempre hacía cosas dulces como comprarme golosinas, era una lástima que fuese un gigoló idiota, de lo contrario sería probablemente un buen chico del cual yo estaría enamorada.
Cuando llegué a casa, fui directamente a trabajar en la lasaña para cenar. Rick se cernía detrás de mí alrededor de la cocina, haciéndome sentir violada mientras miraba mi cuerpo.
-Por el amor de Dios, Rick, ¡mis ojos están aquí! - dije airadamente señalándome la cara.
Serio.
-Wow, estás verdaderamente de mal humor conmigo hoy, ¿eh? - bromeo, sonriendo
-Si, lo estoy. No puedo creerme lo de esta mañana. No me gustan las prisas; me he visto y sentido como una mierda todo el día - dije con acritud.
-Creo que te has visto caliente todo el día- respondió, encogiéndose de hombros.
-Ugh, ¿puedes dejar de hablarme? No estoy de humos- Tire la comida en el horno y me puse a preparar un poco de ensalada.
-Bien, lo que sea- Se encogió de hombros otra vez y vino a mi lado, ayudándome a preparar la ensalada. Estaba tan cerca de mí que podía asentir el calor que irradiaba su cuerpo al mío, era extrañamente calmante.
-Voy a ir a hacer los deberes. La lasaña estará hecha en una hora y media; imagino que re quedaras a cenar- dije. No era na pregunta, sabía que lo haría. No estoy segura de que Ryan le pidiese que se quedara conmigo cuando él estaba fuera, pero Rick lo hacía siempre de todos modos.
-Seguro, viendo cómo me lo preguntas tan educadamente- Sonrió
-No estaba preguntando- gruñí sarcásticamente mientras me giraba para alejarme.
Me agarró de la mano y se acercó a mí, estaba tan cerca que mi pecho tocaba el suyo, podía sentir su aliento soplando en mi cara
-Ángel, lo siento por lo de esta mañana, enserio. Por favor deja de ser toda una perra conmigo, no te pega- dijo en voz baja
Respiré hondo y suspiré
-Está bien, si, lo siento también. Supongo que he sido una perra contigo- admití, tratando de apartar la mirada de sus hermosos ojos azul cielo que se sentía como si estuvieran mirando mi alma.
-Así que, ¿estoy perdonado?- pregunto sonriendo.
Me gustaba este Rick, él que me cuidaba, él que era diferente cuando estábamos por nuestra cuenta. Me puso su adorable carita de cachorro a la que no podía decir que no, y sentí mi voluntad de odiarlo desmoronarse.
Me reí y puse los ojos en blanco.
-Lo que sea. Voy a ir a hacer los deberes antes de cenar- Me empujé fuera de su retención y me alejé rápidamente.
Se sentía raro estar cerca de él de esa manera, todavía podía sentir el hormigueo de electricidad fluyendo a través de la mano donde nos habíamos cogido, todavía podía oler su dulce aliento que había soplado en mi cara. No tenia ni idea de la atmósfera tan rara de la cocina; todo era muy confuso. Negué con la cabeza y saque mi tarea de cálculo, tratando de empezarla por lo menos.
Después de cenar en silencio, terminé mi tarea. Solo eran las ocho y media así que Rick decidió poner una película. Puso Destino Final, y nos sentamos en el sofá a verla. Me sentí un poco incomoda por alguna razón que no podía entender. Estaba sentada aquí como siempre, pero algo se sentía diferente. Le mire a escondidas varias veces, estaba sentado ahí viendo casualmente en el respaldo de mi silla.
Ninguno de los dos se movió hasta que la peli termino. Ahogue in bostezo
-Creo que me voy a la cama, Rick, estoy muy cansada- Murmure, levantándome y estirándome como un gato. Cuando lo mire de nuevo, me di cuenta de que me estaba observando atentamente. Me aclare la garganta ya que todavía seguía mirándome fijamente con una extraña expresión en su cara.
-Oh, bien, si, esta bien. Voy directo a casa entonces, estare de vuelta en media hora- dijo, poniendose de pie para salir.
Lo seguí y cerré la puerta detrás de el, un poco desconcertada. ¿Por qué era todo tan tenso y extraño entre nosotros esta noche? Seria probablemente porque estaba tan molesta con él esta mañana que hice las cosas un poco torpes.
Me cambie rápidamente a una camiseta sin mangas y pantalones cortos, me lavé los dientes, el pelo, y me metí en la cama. Esta estaba fría y era demasiado grande. al igual que cada noche. Después de unos veinte minutos mas o menos, escuche mi ventana deslizarse y cerrarse de nuevo. Ropas cayeron al suelo y luego la cama se hundí detrás de mi.
-Hey, ¿estas dormida?-susurró
-No, todavía no-murmure.
Levante la cabeza para poder poner uno de sus brazos bajo mi cuello. Apretó el pecho contra mi espalda y envolvió su otro brazo a mi alrededor, lanzando un apierna sobre la mía. Le oí suspirar mientras me retorcía para acercarme mas a el, me encantaba que Rick durmiera conmigo, la cama no se sentía bien sin el.
-¿Que pasa?- pregunte, tirando de sus brazos apretados a mi alrededor y presionando mi rostro en su brazo, oliendo su increíble aroma que era como ninguna otra cosa en el mundo.
-Nada, Ángel. Solo estoy cansado, eso es todo- murmuro contra la parte posterior de mi cabeza, presionando sus labios en mi pelo.
-Esta bien. Buenas noches Rick- susurre, besando su brazo.
-Buenas noches, Ángel- respondió, besando la parte de atrás de mi cabeza.
Continuara...
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sweet_beckett- Escritor novato
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Fecha de inscripción : 28/04/2013
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Me encanta, no tengo palabras, cada dia me gusta mas. Sigueeeee y gracias.
erikal- Actor en Broadway
- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 21/07/2013
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
ohhhhh me encanta sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Caskett_Dever- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 09/06/2013
Edad : 31
Localización : cantabria
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Pufff que grandeeeeeeeeee,esta mañana antes de ir al instituto me he leido el primer capi y cuando he vuelto me he puesto a leerlo todo xD. El padre sin comentarios menos mal que estaban Ryan y Rick, estoy enganchada jajaj es como una droga y quiero más, no me gusta cuando él se hace el chulo delante de las chicas esas, pero luego cuando está con Kate jajaj es diferente y me vuelve a gustar, es muy diferente la verdad que no había leído nada así y ya te digo que quiero más. Un beso.
dcastle- As del póker
- Mensajes : 494
Fecha de inscripción : 25/10/2012
Edad : 28
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
muy bueno, estan sintiendo cosas el uno por el otro y poco a poco se estan dando cuenta, pero no saben que es, sigue
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Me estoy volviendo adicta a este fic, por favor sube pronto más
caskett_10fogue- Actor en Broadway
- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Edad : 39
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Capitulo 12) 17/11/13
Me gusta mucho la historia, espero que continues.
Estaria muy bien ahondar mas en los problemas de kate relacionados con su padre.. aunque si te lo propones mas rolllo romantico tambien tiene una pinta genial
Estaria muy bien ahondar mas en los problemas de kate relacionados con su padre.. aunque si te lo propones mas rolllo romantico tambien tiene una pinta genial
bequetaria- Escritor novato
- Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 22/10/2013
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