Cuando te veo (FIN)
+21
fancastlefati94
BRIGITTEALWAYSBELIEVE
casckett_life
Ruth Maria
writerdetective47
Kate_Always
eltpm_fancastle
livingmylife
castle_always_annarodgers
Caskett1123
cayalovescastle
castle&beckett..cris
love.C.and.B.Marbele
marius123
Geovita:33
alba_caskett52
Comina
gara_katic
onewritergirl
Castle y Beckett
josemg95
25 participantes
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 17 de 38.
Página 17 de 38. • 1 ... 10 ... 16, 17, 18 ... 27 ... 38
Re: Cuando te veo (FIN)
Siiii me encantaaaa!!!! Sigueee!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta espero que cuelges capi cuanto antes ; )
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas! Traigo la continuación de esa reunión! A ver si os gusta!
Antes de que ninguno pudiera pronunciar palabra, Castle decidió seguir el juego. “Sí, yo también conocí a una mujer extraordinaria”. Ahora todas las miradas se centraban en él. Tuvo que empezar a juguetear con su copa para evitar mirar a Kate y que esas miradas tan suyas los delataran. “La mujer más bonita que he visto en mi vida. Guapa, alta, divertida, sexy, cariñosa e incluso romántica”. Continuó dejándolos a todos con las mandíbulas totalmente desencajadas ante lo que oían.
Espo y Ryan no podían estar más sorprendidos. Y ellos que pensaban que por fin Kate y Richard habían dado un paso más en su extraña relación y estaban juntos… Javier fue el primero en conseguir abrir la boca. “¿De verdad?”. No pudo decir más, no dejaba de estar sorprendido.
Beckett y Castle asintieron, serios pero con una pequeña sonrisa.
“¿Y cómo se llaman? ¿Cuándo nos los vais a presentar?”. Preguntó Lannie intentando echarles un cable.
“Mmm… no sé, a lo mejor hoy mismo”. Respondió Kate mirando a Lannie y mordiéndose el labio para intentar reprimir una carcajada.
“¿Hoy?”. Preguntó el mismo Castle sorprendido, sólo que no por el motivo que pensaban sus compañeros. Él estaba sorprendido porque si Kate iban en serio, ese mismo día les diría que estaban juntos, se abriría a ellos.
“Sí, hoy”. Le respondió ella mirándole ahora a él, enfrentados con sus miradas. “¿Qué pasa Castle? ¿Le tienes miedo?”. Rick apretó los labios para no reírse. “No deberías”. Le dijo un poco más bajo, aunque todos lo escucharon.
“No, no le tengo miedo, en absoluto. Y… en ese caso, es probable que hoy mismo la presente yo también”. Dijo sin dejar de mirarla a ella, ambos retándose con las miradas y disfrutando del momento.
“Castle, ¿tú no conoces al chico del que habla Beckett? Y tú, Beckett, ¿no conoces a esa chica?”. Preguntó Javi mirándolos a los dos y ambos negaron con la cabeza.
Espo y Ryan miraron a Lannie y ésta les devolvió la mirada intentando disimular como pudo la risa. Las miradas de los detectives fueron representaban tal asombro que Rick tuvo que beber casi de golpe su copa para no empezar a desternillarse de risa allí mismo y Kate, decidió morderse las uñas y mantenerse ocupada en aquella tarea que casi nunca llevaba a cabo. Pero aquello no la calmó así que se levantó para ir al baño y allí poder calmarse y no estropear la broma.
Todos la siguieron con la mirada y Castle, viendo que se les habían acabado las copas a casi todos, se levantó para ayudar a Brian a preparar más y así también tranquilizarse él y no empezar a reírse como loco por sus caras de asombro.
Los chicos con Jenny y Lannie se quedaron conversando sobre lo que acababan de descubrir. No podían creérselo. Siempre habían pensado que Castle estaba totalmente enamorado de Beckett y que, aunque ella lo negara y se empeñara en disimular, que ella también lo estaba de él. Por eso imaginaron que tras esos meses solos y apenas sin tener nada que hacer, se habrían juntado más.
Kate salió del baño preparada para seguir con aquello y vio a Rick concentrado sirviendo copas. Desde la mesa, ninguno los podía ver. “¿Te ayudo?”. Le preguntó sensualmente, pegando su costado al de él y metiendo su mano en el bolsillo trasero del pantalón del escritor. Le dio un apretón cariñoso en el culo y como consecuencia, Castle casi derrama por toda la mesa la ginebra que estaba echando en las copas. Kate se rió y aproximó sus labios al oído de él, mordiéndole el lóbulo de la oreja, divertida, juguetona. “Con que… te parezco extraordinaria y sexy, ¿eh?”.
“Uhum…”. Afirmó él cerrando los ojos tras dejar la botella de ginebra estable sobre la mesa para evitar tirarla toda. Suspiró fuerte intentando controlar el deseo que empezaba a nacer en él. Abrió los ojos y la miró con una sonrisa picarona, dispuesto a seguirle el juego. “¿Y yo te parezco un hombre increíble, romántico y juguetón?”. Se acercó a su cuello agarrándola por la cintura y le dio un suave mordisco.
“Ya sabes que sí”. Le respondió ella cerrando los ojos ante el mordisco. Sintió que una fuerte oleada de calor le invadía todo el cuerpo y la excitación se adueñaba de cada rincón de su ser. Apoyó su cabeza sobre el hombro de él y abrió los ojos dándole un beso allí. “¿Dispuesto a seguir con la broma de los chicos?”. Le dijo sonriente levantando la cabeza para perderse en esa mirada que tanto le encantaba.
“Más que preparado. Tú sígueme a mí ahora la corriente, ¿vale?”. Kate asintió divertida. Entre los dos terminaron de preparar las copas. “Espérame un momento aquí”. Le dio un rápido beso en los labios y tomando dos copas, las acercó a la mesa dándole a cada uno la suya. Volvió a repetir el mismo proceso hasta que sólo quedaron sus dos copas. Le ofreció a Kate la suya sonriente y dirigió la mirada hacia la zona donde estaban sus amigos. “Chicos, ¿podéis venir un momento? Me gustaría presentaros a alguien”. Le guiñó el ojo Kate y con su copa en la mano dio unos pasos para salir al encuentro de los chicos quienes ya se habían levantado pero todavía no llegaban a ver a Kate, que seguía en la barra, con su copa en la mano. Castle dejó su copa en la mesa haciendo que los demás se pararan a esperar a ver qué hacía o dónde los llevaba.
“¿Nos vas a presentar a tu bella dama?”. Preguntó Lannie compinchada con ellos.
“Así es”. Antes de que los demás se movieran y consiguieran ver a Kate, éste alzó la voz extendiendo su mano izquierda. “Ven, cariño”.
Todos esperaban expectantes ver quién aparecía en aquella pequeña y recogida salita donde el escritor los había llevado a tomar sus copas, a pesar de que en el bar no había nadie más que ellos. Entonces, una Kate Beckett segura, sonriente y también algo avergonzada y sonrojada apareció en aquella habitación agarrando la mano de Castle con una mano mientras en la otra sostenía su copa. Cuando el escritor sintió que ella se agarraba a su mano, tiró de su brazo suavemente para pegarla a él completamente y recibirla con un intenso beso en los labios. Después, los dos miraron a sus amigos y compañeros y no pudieron evitar sonreír y soltar una carcajada al ver sus rostros completamente desencajados.
GRACIAS por vuestros comentarios y por seguir ahí!
Antes de que ninguno pudiera pronunciar palabra, Castle decidió seguir el juego. “Sí, yo también conocí a una mujer extraordinaria”. Ahora todas las miradas se centraban en él. Tuvo que empezar a juguetear con su copa para evitar mirar a Kate y que esas miradas tan suyas los delataran. “La mujer más bonita que he visto en mi vida. Guapa, alta, divertida, sexy, cariñosa e incluso romántica”. Continuó dejándolos a todos con las mandíbulas totalmente desencajadas ante lo que oían.
Espo y Ryan no podían estar más sorprendidos. Y ellos que pensaban que por fin Kate y Richard habían dado un paso más en su extraña relación y estaban juntos… Javier fue el primero en conseguir abrir la boca. “¿De verdad?”. No pudo decir más, no dejaba de estar sorprendido.
Beckett y Castle asintieron, serios pero con una pequeña sonrisa.
“¿Y cómo se llaman? ¿Cuándo nos los vais a presentar?”. Preguntó Lannie intentando echarles un cable.
“Mmm… no sé, a lo mejor hoy mismo”. Respondió Kate mirando a Lannie y mordiéndose el labio para intentar reprimir una carcajada.
“¿Hoy?”. Preguntó el mismo Castle sorprendido, sólo que no por el motivo que pensaban sus compañeros. Él estaba sorprendido porque si Kate iban en serio, ese mismo día les diría que estaban juntos, se abriría a ellos.
“Sí, hoy”. Le respondió ella mirándole ahora a él, enfrentados con sus miradas. “¿Qué pasa Castle? ¿Le tienes miedo?”. Rick apretó los labios para no reírse. “No deberías”. Le dijo un poco más bajo, aunque todos lo escucharon.
“No, no le tengo miedo, en absoluto. Y… en ese caso, es probable que hoy mismo la presente yo también”. Dijo sin dejar de mirarla a ella, ambos retándose con las miradas y disfrutando del momento.
“Castle, ¿tú no conoces al chico del que habla Beckett? Y tú, Beckett, ¿no conoces a esa chica?”. Preguntó Javi mirándolos a los dos y ambos negaron con la cabeza.
Espo y Ryan miraron a Lannie y ésta les devolvió la mirada intentando disimular como pudo la risa. Las miradas de los detectives fueron representaban tal asombro que Rick tuvo que beber casi de golpe su copa para no empezar a desternillarse de risa allí mismo y Kate, decidió morderse las uñas y mantenerse ocupada en aquella tarea que casi nunca llevaba a cabo. Pero aquello no la calmó así que se levantó para ir al baño y allí poder calmarse y no estropear la broma.
Todos la siguieron con la mirada y Castle, viendo que se les habían acabado las copas a casi todos, se levantó para ayudar a Brian a preparar más y así también tranquilizarse él y no empezar a reírse como loco por sus caras de asombro.
Los chicos con Jenny y Lannie se quedaron conversando sobre lo que acababan de descubrir. No podían creérselo. Siempre habían pensado que Castle estaba totalmente enamorado de Beckett y que, aunque ella lo negara y se empeñara en disimular, que ella también lo estaba de él. Por eso imaginaron que tras esos meses solos y apenas sin tener nada que hacer, se habrían juntado más.
Kate salió del baño preparada para seguir con aquello y vio a Rick concentrado sirviendo copas. Desde la mesa, ninguno los podía ver. “¿Te ayudo?”. Le preguntó sensualmente, pegando su costado al de él y metiendo su mano en el bolsillo trasero del pantalón del escritor. Le dio un apretón cariñoso en el culo y como consecuencia, Castle casi derrama por toda la mesa la ginebra que estaba echando en las copas. Kate se rió y aproximó sus labios al oído de él, mordiéndole el lóbulo de la oreja, divertida, juguetona. “Con que… te parezco extraordinaria y sexy, ¿eh?”.
“Uhum…”. Afirmó él cerrando los ojos tras dejar la botella de ginebra estable sobre la mesa para evitar tirarla toda. Suspiró fuerte intentando controlar el deseo que empezaba a nacer en él. Abrió los ojos y la miró con una sonrisa picarona, dispuesto a seguirle el juego. “¿Y yo te parezco un hombre increíble, romántico y juguetón?”. Se acercó a su cuello agarrándola por la cintura y le dio un suave mordisco.
“Ya sabes que sí”. Le respondió ella cerrando los ojos ante el mordisco. Sintió que una fuerte oleada de calor le invadía todo el cuerpo y la excitación se adueñaba de cada rincón de su ser. Apoyó su cabeza sobre el hombro de él y abrió los ojos dándole un beso allí. “¿Dispuesto a seguir con la broma de los chicos?”. Le dijo sonriente levantando la cabeza para perderse en esa mirada que tanto le encantaba.
“Más que preparado. Tú sígueme a mí ahora la corriente, ¿vale?”. Kate asintió divertida. Entre los dos terminaron de preparar las copas. “Espérame un momento aquí”. Le dio un rápido beso en los labios y tomando dos copas, las acercó a la mesa dándole a cada uno la suya. Volvió a repetir el mismo proceso hasta que sólo quedaron sus dos copas. Le ofreció a Kate la suya sonriente y dirigió la mirada hacia la zona donde estaban sus amigos. “Chicos, ¿podéis venir un momento? Me gustaría presentaros a alguien”. Le guiñó el ojo Kate y con su copa en la mano dio unos pasos para salir al encuentro de los chicos quienes ya se habían levantado pero todavía no llegaban a ver a Kate, que seguía en la barra, con su copa en la mano. Castle dejó su copa en la mesa haciendo que los demás se pararan a esperar a ver qué hacía o dónde los llevaba.
“¿Nos vas a presentar a tu bella dama?”. Preguntó Lannie compinchada con ellos.
“Así es”. Antes de que los demás se movieran y consiguieran ver a Kate, éste alzó la voz extendiendo su mano izquierda. “Ven, cariño”.
Todos esperaban expectantes ver quién aparecía en aquella pequeña y recogida salita donde el escritor los había llevado a tomar sus copas, a pesar de que en el bar no había nadie más que ellos. Entonces, una Kate Beckett segura, sonriente y también algo avergonzada y sonrojada apareció en aquella habitación agarrando la mano de Castle con una mano mientras en la otra sostenía su copa. Cuando el escritor sintió que ella se agarraba a su mano, tiró de su brazo suavemente para pegarla a él completamente y recibirla con un intenso beso en los labios. Después, los dos miraron a sus amigos y compañeros y no pudieron evitar sonreír y soltar una carcajada al ver sus rostros completamente desencajados.
GRACIAS por vuestros comentarios y por seguir ahí!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
me ha encantado estoy sin palabras te felicito
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Perfectoo!!!!! Sigue cuando puedaaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Que capitulo más chulo y perfecto, ha sido genial
onewritergirl- Ayudante de policia
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 04/01/2015
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes! ¿Qué os parece continuar por la reunión con los chicos?
Espero que este capítulo también os guste.
Agradeceros infinitamente vuestro apoyo y cada uno de vuestros comentarios!
“¡No me lo puedo creer!”. Exclamó Espósito entre sonriente y sorprendido. “¡Nos habéis conseguido engañar para al final resultar ser lo que todos creíamos!”. Kate y Rick sonrieron más y ella se pegó más al cuerpo de su chico. “¡Estáis juntos”. Fue una afirmación más que una negación lo que pronunció el detective. Los dos asintieron felices.
Uno por uno fueron abrazando a la pareja y felicitándoles por haber dado al fin el paso. Castle y Beckett les contaron desde cuando llevaban juntos y que por lo tanto durante el viaje no habían hecho más que aprovechar de su noviazgo. Incluso que ya habían decidido irse a vivir juntos aunque todavía no sabían cómo lo harían.
“Entonces, más que un viaje obligado, fue unas vacaciones perfectas para vosotros, ¿no?”. Preguntó Ryan sonriente y ya todos sentados de nuevo en la mesa.
Kate no se había soltado de la mano de su escritor y fue ella la que respondió. “Bueno, la verdad es que a los dos nos vino bien ese viaje. Tanto de forma individual como en pareja”. Miró un segundo a Rick sonriéndole y éste le devolvió la sonrisa. “Pero también fue duro porque no sabíamos nada de vosotros ni de nuestras familias”. Terminó de explicar la inspectora.
“Bueno, brindemos por la nueva pareja”. Propuso Lannie alzando su copa y todos la imitaron sonrientes. “Por que seáis muy felices chicos”. Dijo mirando a la pareja y sobre todo, a su amiga.
Todos brindaron y tras una cena ligera y unas copas más, pero sin que se hiciera demasiado tarde, dieron por finalizada aquella reunión, recogieron todo para irse a sus casas a descansar que el día siguiente tenían que ir a trabajar.
“Lannie, te acompaño a casa”. Le dijo Espo agarrándola por la cintura y dándole un suave beso en los labios ya sin importarle que los demás les vieran. Todos aplaudieron y vitorearon contentos ante esa muestra de cariño por parte de aquella pareja. El detective y la forense se despidieron de todos y se fueron caminando hasta la casa de la forense, donde él se quedaría a dormir y a lo que no era dormir.
Jenny y Ryan también se despidieron y caminaron a su casa mientras Castle terminaba de cerrar el bar con la copia de llaves que le había dado Brian.
Sólo quedaban ellos dos en mitad de una calle casi desierta y solamente iluminada por la luz de la luna y de alguna de las farolas. Kate se abrazó a Rick por detrás dándole un beso en la nuca. “¿A tu casa o a la mía?”. Preguntó con voz seductora llevando sus manos a los pectorales del escritor y acariciándole de arriba abajo por encima de la camisa.
Castle sonrió ante la pregunta y sobre todo, por las caricias de ella, que estaban empezando a encender su deseo. “Donde tú quieras, pero si sigues así voy a tener que volver a abrir el bar y hacerte el amor encima de la mesa”. Dijo mientras se daba la vuelta entre los brazos de ella que dejó sus manos posadas en su espalda, pegándolo a ella. Rick puso las suyas sobre las caderas de su compañera y empezó a besarla con ansias.
“Mmm… No es mala idea”. Susurró con deseo en sus labios mientras le mordía el labio inferior y tiraba ligeramente de él. Le empujó hasta la puerta del bar empotrándolo allí y metió sus manos bajo la camisa del escritor acariciándole la espalda mientras sus labios iban directos a su cuello.
“Uf.. Kate frena o de verdad que lo hago”. Intentó frenarla pues sabía que si seguían así, no aguantaría mucho más.
“Abre el bar” Ordenó ella con la voz ronca por el deseo mientras mordía su lóbulo de la oreja.
Castle, sorprendido por ese arrebato, pero a la vez encantado con él, sacó las llaves como pudo abriendo de nuevo el bar entre besos y fueron directos a la sala donde habían estado con sus amigos y compañeros. Iban desnudándose por el camino hasta llegar allí. Rick subió sobre la mesa a una Kate únicamente en ropa interior y se pegó a ella sólo con los boxers y una fuerte excitación dentro de ellos.
Se dejaron llevar por el deseo y la pasión y con ansias y ganas se amaron en el bar de Castle, sobre la mesa, acabando los dos exhaustos sobre ella, abrazados.
“Creo que podría acostumbrarme perfectamente a estos arrebatos de locura y pasión”. Comentó él divertido, contento, sonriente mientras jugaba con un mechó del pelo de ella entre sus dedos.
“Yo también”. Reconoció ella besándole con ternura en los labios. “¿Te vienes a dormir a casa?”. Acarició el pecho de Rick, de arriba abajo. “Podríamos repetir esto allí…”. Susurró mordiéndose el labio.
“Uy.. está usted insaciable últimamente inspectora”. Le robó un beso.
“Sí, la verdad es que sí”. Asintió sonriente pegándose más a su cuerpo desnudo, apoyando la cabeza sobre el pecho del escritor. “¿Qué me dices? ¿Te vienes?”. Acarició esta vez desde su cuello bajando hacia su pecho y después por sus abdominales hasta llegar a su parte íntima, que no tocó provocando que el deseo del él aumentara de golpe.
“Vámonos a tu casa, ¡ya!”. Se levantó él de un golpe empezando a vestirse con prisas. “Ah, y tenemos que pensar de una vez seriamente dónde vamos a vivir, porque no creo que pueda aguantar mucho tiempo más sin tenerte conmigo todas las noches”. Se puso sus boxers y pantalones y empezó a abrocharse la camisa.
Ella se bajó de la mesa sonriendo buscando y poniéndose también su ropa. “Mañana hablamos de eso, ¿vale?”. Le besó en los labios mientras se ataba ella también su blusa. “Ahora, vámonos a mi casa y repitamos esto”.
Agarró la mano de él cuando acabaron de vestirse, salieron de nuevo, cerraron el bar y fueron hasta casa de ella caminando, abrazados, besándose y deseando llegar. Una vez allí volvieron a amarse, pero esta vez con lentitud, tranquilidad, cariño y amor, demostrándose que su historia, va más allá de un amor convencional.
Pronto, más!
Espero que este capítulo también os guste.
Agradeceros infinitamente vuestro apoyo y cada uno de vuestros comentarios!
“¡No me lo puedo creer!”. Exclamó Espósito entre sonriente y sorprendido. “¡Nos habéis conseguido engañar para al final resultar ser lo que todos creíamos!”. Kate y Rick sonrieron más y ella se pegó más al cuerpo de su chico. “¡Estáis juntos”. Fue una afirmación más que una negación lo que pronunció el detective. Los dos asintieron felices.
Uno por uno fueron abrazando a la pareja y felicitándoles por haber dado al fin el paso. Castle y Beckett les contaron desde cuando llevaban juntos y que por lo tanto durante el viaje no habían hecho más que aprovechar de su noviazgo. Incluso que ya habían decidido irse a vivir juntos aunque todavía no sabían cómo lo harían.
“Entonces, más que un viaje obligado, fue unas vacaciones perfectas para vosotros, ¿no?”. Preguntó Ryan sonriente y ya todos sentados de nuevo en la mesa.
Kate no se había soltado de la mano de su escritor y fue ella la que respondió. “Bueno, la verdad es que a los dos nos vino bien ese viaje. Tanto de forma individual como en pareja”. Miró un segundo a Rick sonriéndole y éste le devolvió la sonrisa. “Pero también fue duro porque no sabíamos nada de vosotros ni de nuestras familias”. Terminó de explicar la inspectora.
“Bueno, brindemos por la nueva pareja”. Propuso Lannie alzando su copa y todos la imitaron sonrientes. “Por que seáis muy felices chicos”. Dijo mirando a la pareja y sobre todo, a su amiga.
Todos brindaron y tras una cena ligera y unas copas más, pero sin que se hiciera demasiado tarde, dieron por finalizada aquella reunión, recogieron todo para irse a sus casas a descansar que el día siguiente tenían que ir a trabajar.
“Lannie, te acompaño a casa”. Le dijo Espo agarrándola por la cintura y dándole un suave beso en los labios ya sin importarle que los demás les vieran. Todos aplaudieron y vitorearon contentos ante esa muestra de cariño por parte de aquella pareja. El detective y la forense se despidieron de todos y se fueron caminando hasta la casa de la forense, donde él se quedaría a dormir y a lo que no era dormir.
Jenny y Ryan también se despidieron y caminaron a su casa mientras Castle terminaba de cerrar el bar con la copia de llaves que le había dado Brian.
Sólo quedaban ellos dos en mitad de una calle casi desierta y solamente iluminada por la luz de la luna y de alguna de las farolas. Kate se abrazó a Rick por detrás dándole un beso en la nuca. “¿A tu casa o a la mía?”. Preguntó con voz seductora llevando sus manos a los pectorales del escritor y acariciándole de arriba abajo por encima de la camisa.
Castle sonrió ante la pregunta y sobre todo, por las caricias de ella, que estaban empezando a encender su deseo. “Donde tú quieras, pero si sigues así voy a tener que volver a abrir el bar y hacerte el amor encima de la mesa”. Dijo mientras se daba la vuelta entre los brazos de ella que dejó sus manos posadas en su espalda, pegándolo a ella. Rick puso las suyas sobre las caderas de su compañera y empezó a besarla con ansias.
“Mmm… No es mala idea”. Susurró con deseo en sus labios mientras le mordía el labio inferior y tiraba ligeramente de él. Le empujó hasta la puerta del bar empotrándolo allí y metió sus manos bajo la camisa del escritor acariciándole la espalda mientras sus labios iban directos a su cuello.
“Uf.. Kate frena o de verdad que lo hago”. Intentó frenarla pues sabía que si seguían así, no aguantaría mucho más.
“Abre el bar” Ordenó ella con la voz ronca por el deseo mientras mordía su lóbulo de la oreja.
Castle, sorprendido por ese arrebato, pero a la vez encantado con él, sacó las llaves como pudo abriendo de nuevo el bar entre besos y fueron directos a la sala donde habían estado con sus amigos y compañeros. Iban desnudándose por el camino hasta llegar allí. Rick subió sobre la mesa a una Kate únicamente en ropa interior y se pegó a ella sólo con los boxers y una fuerte excitación dentro de ellos.
Se dejaron llevar por el deseo y la pasión y con ansias y ganas se amaron en el bar de Castle, sobre la mesa, acabando los dos exhaustos sobre ella, abrazados.
“Creo que podría acostumbrarme perfectamente a estos arrebatos de locura y pasión”. Comentó él divertido, contento, sonriente mientras jugaba con un mechó del pelo de ella entre sus dedos.
“Yo también”. Reconoció ella besándole con ternura en los labios. “¿Te vienes a dormir a casa?”. Acarició el pecho de Rick, de arriba abajo. “Podríamos repetir esto allí…”. Susurró mordiéndose el labio.
“Uy.. está usted insaciable últimamente inspectora”. Le robó un beso.
“Sí, la verdad es que sí”. Asintió sonriente pegándose más a su cuerpo desnudo, apoyando la cabeza sobre el pecho del escritor. “¿Qué me dices? ¿Te vienes?”. Acarició esta vez desde su cuello bajando hacia su pecho y después por sus abdominales hasta llegar a su parte íntima, que no tocó provocando que el deseo del él aumentara de golpe.
“Vámonos a tu casa, ¡ya!”. Se levantó él de un golpe empezando a vestirse con prisas. “Ah, y tenemos que pensar de una vez seriamente dónde vamos a vivir, porque no creo que pueda aguantar mucho tiempo más sin tenerte conmigo todas las noches”. Se puso sus boxers y pantalones y empezó a abrocharse la camisa.
Ella se bajó de la mesa sonriendo buscando y poniéndose también su ropa. “Mañana hablamos de eso, ¿vale?”. Le besó en los labios mientras se ataba ella también su blusa. “Ahora, vámonos a mi casa y repitamos esto”.
Agarró la mano de él cuando acabaron de vestirse, salieron de nuevo, cerraron el bar y fueron hasta casa de ella caminando, abrazados, besándose y deseando llegar. Una vez allí volvieron a amarse, pero esta vez con lentitud, tranquilidad, cariño y amor, demostrándose que su historia, va más allá de un amor convencional.
Pronto, más!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encantaaa!!!!!!Adoro tu fic y cómo escribes!!! Sigue cuando puedaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
me encanta sigue
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Genial como siempre, que perfección de fic
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Dios, que hermoso *-* Siguee
Geovita:33- Ayudante de policia
- Mensajes : 81
Fecha de inscripción : 28/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes! Traigo un poquito más de esta historia!
Gracias por cada comentario! Me dais fuerzas infinitas para seguir!
Espero que este capítulo también os guste!
Aún era temprano. Lo sabía porque por las ventanas de aquella habitación no entraba mucha luz. Pero la ausencia de su cuerpo abrazándola hizo que se despertara y fuese abriendo los ojos poco a poco. Se estiró para desentumecer sus músculos y una preciosa sonrisa se dibujó en su rostro cuando los dedos de su mano izquierda tocaron una rosa blanca y una nota. Se mordió fuerte el labio sin poder ni querer evitar que un profundo sentimiento de amor incondicional y felicidad se instalara dentro de ella. Entonces se acordó de que él tenía una reunión con la editorial aquella mañana, pero a pesar de no despertar a su lado, había conseguido que desde por la mañana se sintiera feliz. Se sentó en la cama tapando su desnudo cuerpo con las sábanas y cogió la flor y el papel cuidadosamente doblado. Se acercó la rosa a la nariz aspirando suavemente su olor, dejando que éste la embriagara. Después, la dejó sobre la cama y con cuidado desdobló la nota.
Buenos días bella durmiente.
Espero que hayas dormido tan a gusto como lo hago yo cada noche a tu lado.
Gracias por arriesgarte, por lanzarte a vivir conmigo, por dejarme abrazarte cada noche y desearte los buenos días cada mañana.
He salido temprano hacia la editorial para poder estar cuanto antes de vuelta en comisaría.
Tu café está preparado en el termo para que conserve el calor hasta que te levantes.
Recuerda que esta tarde terminaremos la mudanza. Tan sólo faltan mis últimas cosas para que nuestra nueva casa se convierta, definitivamente, en nuestro hogar.
¡Ais.. qué bien suena eso!
En fin, que me alargo demasiado y ya voy tarde, para variar…
¡Te quiero, te adoro, y ya te echo de menos!
SIEMPRE tuyo, RC.
Y allí estaba ella, en el dormitorio de su nueva casa, leyendo aquella nota con una tonta sonrisa en los labios. Hacía casi un mes que habían decidido alquilar una para empezar a tener una pequeña cueva, como Rick la llamaba, juntos. Alexis estaba en la universidad y durante la semana se quedaba en la residencia. Y Martha había empezado una gira con la nueva obra de teatro que protagonizaba, por lo que apenas paraba en casa. Castle, a pesar de que ella había insistido en que como el loft estaba vacío casi todo el tiempo sería un buen sitio para vivir juntos, se había empeñado en comprar, aunque ella lo convenció de que era mejor alquilarlo por el momento, un amplio pero sencillo piso a mitad de camino entre el loft y la comisaría. Así que durante la semana dormían allí y los fines de semana se trasladaban al loft para no dejar sola a Alexis.
Esa era su rutina desde hacía un mes. Y a ella, le encantaba, para qué negarlo. Poco a poco habían llevado sus pertenencias a la nueva casa y ya tan sólo quedaban algunas cosas del despacho de Castle para que este estuviera completamente instalado y pudiera retomar la escritura.
Guardó la carta en el cajón de su mesita de noche y olió por última vez la flor dejándola después sobre la mesita, a la vista, de adorno. Hizo la cama, se dio una ducha rápida y ya vestida fue al salón a por su café.
“Este hombre siempre piensa en todo”. Dijo en voz alta a pesar de que no había nadie que la escuchara mientras daba un pequeño sorbo a su café aún caliente y como a ella le encantaba. Miró el reloj y sonrió pensando que aún le faltaba media hora para entrar a trabajar y tan sólo tardaba 15 minutos en ir en coche desde su nueva casa. Se preparó un poco de fruta para desayunar también y mientras se la comía y se bebía el café, decidió escribirle una pequeña carta también a él.
Cuando la terminó, la dobló y decidió darle un toque suyo. Fue al baño, se pintó los labios de rojo, pero no muy fuerte y volvió al salón. Dio un beso en la parte central del papel ya doblado dejando marcados sus labios. Sonrió satisfecha con su trabajo y comprobó en el reloj de encima de la cocina que si no salía ya, llegaría tarde. Se calzó sus botas de tacón, cogió el bolso, el móvil y las llaves y salió a todo correr, cerrando antes bien la puerta de casa.
Cuando llegó a comisaría, todavía no tenían ningún caso, así que se puso a rellenar el papeleo pendiente que se le había ido amontonando encima de la mesa. En ello estaba cuando Ryan y Espo llegaron a su mesa saludándola con su habitual sonrisa.
“Buenos días jefa”. Saludaron los dos a la vez.
Beckett levantó la cabeza al oírles y les sonrió con el bolígrafo en la mano. “Buenos días chicos”.
Espo miró alrededor de ellos buscando a Castle. “¿Dónde has dejado a tu novio escritor?”. Preguntó bajando un poco el tono para que sólo ellos tres lo escucharan.
Ella rodó los ojos en su habitual gesto negando con la cabeza. “Tenía una reunión con la editorial. Vendrá dentro de un rato”. Respondió bajando la mirada hacia sus papeles para volver a centrarse en ellos. “Y os he dicho muchas veces que no lo llaméis así en comisaría”. Concluyó la conversación continuando su papeleo.
Los detectives se sonrieron al escuchar a Beckett y dieron por finalizada la conversación acercándose a sus escritorios y concentrándose ellos también en el papeleo pendiente antes de que saliera la capitana y les echara la bronca por estar de cháchara en horario de trabajo.
Castle acababa de terminar en la editorial de hablar con Gina y con Paula. Estaban ultimando los detalles de su última novela de Nikki Heat que vería la luz, si todo iba sobre lo previsto, a finales de año, es decir, dentro de un par de meses. Volvió a casa para cambiarse de ropa por lago más cómodo para la comisaría. Entró en su nuevo piso y sonrió cuando el aroma del champú y la colonia de Kate llegó a sus orificios nasales.
Fue directo al cuarto, se cambió de ropa y salió hacia la encimera para prepararse un café antes de ir a comisaría. A Kate le compraría el suyo de camino para que aguantara mejor caliente. Allí, se encontró con la nota que su pareja le había dejado. La cogió entre sus manos sonriendo al ver cómo había impregnado en el papel sus labios y debajo de esa marca había firmado: Tuya SIEMPRE, KB.
Desdobló el papel y mientras se tomaba su café caliente, se dispuso a leerlo:
Buenos días mi bello príncipe.
He descansado tan bien como lo llevo haciendo desde que duermes a mi lado todas las noches. Gracias por ayudarme a decidirme. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida.
Gracias por la flor, la nota y el café; en definitiva, gracias por pensar siempre en todo.
Espero que haya ido bien la reunión en la editorial. Luego me cuentas.
Te espero en comisaría. Si hay algún caso, te aviso.
¡Te quiero!
PD: He echado de menos despertarme entre tus brazos y que me dieras un buen beso de buenos días.
PD2: Estoy deseando acabar con la mudanza y tener las tardes tranquilas para nosotros dos solos. Se me ocurren taaaaantas cosas que podemos hacer…
Love you, KB.
Rick sonrió atontado al terminar de leer la carta. Adoraba que le llamara “su bello príncipe”. Era algo que solía hacer desde que él se había empeñado en ver Frozen y ella le había gastado una broma diciéndole que se parecía al príncipe de la película.
Dobló la nota guardándola en un cajón del salón y salió de casa caminando hasta la comisaría, parando a mitad de camino para comprar el café de Kate.
Bueno, ¿qué tal?
Gracias por cada comentario! Me dais fuerzas infinitas para seguir!
Espero que este capítulo también os guste!
Aún era temprano. Lo sabía porque por las ventanas de aquella habitación no entraba mucha luz. Pero la ausencia de su cuerpo abrazándola hizo que se despertara y fuese abriendo los ojos poco a poco. Se estiró para desentumecer sus músculos y una preciosa sonrisa se dibujó en su rostro cuando los dedos de su mano izquierda tocaron una rosa blanca y una nota. Se mordió fuerte el labio sin poder ni querer evitar que un profundo sentimiento de amor incondicional y felicidad se instalara dentro de ella. Entonces se acordó de que él tenía una reunión con la editorial aquella mañana, pero a pesar de no despertar a su lado, había conseguido que desde por la mañana se sintiera feliz. Se sentó en la cama tapando su desnudo cuerpo con las sábanas y cogió la flor y el papel cuidadosamente doblado. Se acercó la rosa a la nariz aspirando suavemente su olor, dejando que éste la embriagara. Después, la dejó sobre la cama y con cuidado desdobló la nota.
Buenos días bella durmiente.
Espero que hayas dormido tan a gusto como lo hago yo cada noche a tu lado.
Gracias por arriesgarte, por lanzarte a vivir conmigo, por dejarme abrazarte cada noche y desearte los buenos días cada mañana.
He salido temprano hacia la editorial para poder estar cuanto antes de vuelta en comisaría.
Tu café está preparado en el termo para que conserve el calor hasta que te levantes.
Recuerda que esta tarde terminaremos la mudanza. Tan sólo faltan mis últimas cosas para que nuestra nueva casa se convierta, definitivamente, en nuestro hogar.
¡Ais.. qué bien suena eso!
En fin, que me alargo demasiado y ya voy tarde, para variar…
¡Te quiero, te adoro, y ya te echo de menos!
SIEMPRE tuyo, RC.
Y allí estaba ella, en el dormitorio de su nueva casa, leyendo aquella nota con una tonta sonrisa en los labios. Hacía casi un mes que habían decidido alquilar una para empezar a tener una pequeña cueva, como Rick la llamaba, juntos. Alexis estaba en la universidad y durante la semana se quedaba en la residencia. Y Martha había empezado una gira con la nueva obra de teatro que protagonizaba, por lo que apenas paraba en casa. Castle, a pesar de que ella había insistido en que como el loft estaba vacío casi todo el tiempo sería un buen sitio para vivir juntos, se había empeñado en comprar, aunque ella lo convenció de que era mejor alquilarlo por el momento, un amplio pero sencillo piso a mitad de camino entre el loft y la comisaría. Así que durante la semana dormían allí y los fines de semana se trasladaban al loft para no dejar sola a Alexis.
Esa era su rutina desde hacía un mes. Y a ella, le encantaba, para qué negarlo. Poco a poco habían llevado sus pertenencias a la nueva casa y ya tan sólo quedaban algunas cosas del despacho de Castle para que este estuviera completamente instalado y pudiera retomar la escritura.
Guardó la carta en el cajón de su mesita de noche y olió por última vez la flor dejándola después sobre la mesita, a la vista, de adorno. Hizo la cama, se dio una ducha rápida y ya vestida fue al salón a por su café.
“Este hombre siempre piensa en todo”. Dijo en voz alta a pesar de que no había nadie que la escuchara mientras daba un pequeño sorbo a su café aún caliente y como a ella le encantaba. Miró el reloj y sonrió pensando que aún le faltaba media hora para entrar a trabajar y tan sólo tardaba 15 minutos en ir en coche desde su nueva casa. Se preparó un poco de fruta para desayunar también y mientras se la comía y se bebía el café, decidió escribirle una pequeña carta también a él.
Cuando la terminó, la dobló y decidió darle un toque suyo. Fue al baño, se pintó los labios de rojo, pero no muy fuerte y volvió al salón. Dio un beso en la parte central del papel ya doblado dejando marcados sus labios. Sonrió satisfecha con su trabajo y comprobó en el reloj de encima de la cocina que si no salía ya, llegaría tarde. Se calzó sus botas de tacón, cogió el bolso, el móvil y las llaves y salió a todo correr, cerrando antes bien la puerta de casa.
Cuando llegó a comisaría, todavía no tenían ningún caso, así que se puso a rellenar el papeleo pendiente que se le había ido amontonando encima de la mesa. En ello estaba cuando Ryan y Espo llegaron a su mesa saludándola con su habitual sonrisa.
“Buenos días jefa”. Saludaron los dos a la vez.
Beckett levantó la cabeza al oírles y les sonrió con el bolígrafo en la mano. “Buenos días chicos”.
Espo miró alrededor de ellos buscando a Castle. “¿Dónde has dejado a tu novio escritor?”. Preguntó bajando un poco el tono para que sólo ellos tres lo escucharan.
Ella rodó los ojos en su habitual gesto negando con la cabeza. “Tenía una reunión con la editorial. Vendrá dentro de un rato”. Respondió bajando la mirada hacia sus papeles para volver a centrarse en ellos. “Y os he dicho muchas veces que no lo llaméis así en comisaría”. Concluyó la conversación continuando su papeleo.
Los detectives se sonrieron al escuchar a Beckett y dieron por finalizada la conversación acercándose a sus escritorios y concentrándose ellos también en el papeleo pendiente antes de que saliera la capitana y les echara la bronca por estar de cháchara en horario de trabajo.
Castle acababa de terminar en la editorial de hablar con Gina y con Paula. Estaban ultimando los detalles de su última novela de Nikki Heat que vería la luz, si todo iba sobre lo previsto, a finales de año, es decir, dentro de un par de meses. Volvió a casa para cambiarse de ropa por lago más cómodo para la comisaría. Entró en su nuevo piso y sonrió cuando el aroma del champú y la colonia de Kate llegó a sus orificios nasales.
Fue directo al cuarto, se cambió de ropa y salió hacia la encimera para prepararse un café antes de ir a comisaría. A Kate le compraría el suyo de camino para que aguantara mejor caliente. Allí, se encontró con la nota que su pareja le había dejado. La cogió entre sus manos sonriendo al ver cómo había impregnado en el papel sus labios y debajo de esa marca había firmado: Tuya SIEMPRE, KB.
Desdobló el papel y mientras se tomaba su café caliente, se dispuso a leerlo:
Buenos días mi bello príncipe.
He descansado tan bien como lo llevo haciendo desde que duermes a mi lado todas las noches. Gracias por ayudarme a decidirme. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida.
Gracias por la flor, la nota y el café; en definitiva, gracias por pensar siempre en todo.
Espero que haya ido bien la reunión en la editorial. Luego me cuentas.
Te espero en comisaría. Si hay algún caso, te aviso.
¡Te quiero!
PD: He echado de menos despertarme entre tus brazos y que me dieras un buen beso de buenos días.
PD2: Estoy deseando acabar con la mudanza y tener las tardes tranquilas para nosotros dos solos. Se me ocurren taaaaantas cosas que podemos hacer…
Love you, KB.
Rick sonrió atontado al terminar de leer la carta. Adoraba que le llamara “su bello príncipe”. Era algo que solía hacer desde que él se había empeñado en ver Frozen y ella le había gastado una broma diciéndole que se parecía al príncipe de la película.
Dobló la nota guardándola en un cajón del salón y salió de casa caminando hasta la comisaría, parando a mitad de camino para comprar el café de Kate.
Bueno, ¿qué tal?
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta!!!! No podría gustarme más!!!!!! Sigue cuando puedaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Perfecto
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
que bonito y romántico me encanta
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
♥♥♥♥♥♥SIMPLEMENTE PERFECTO♥♥♥♥♥♥
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas noches!
Siento el retraso de hoy con el capítulo... Pero, ya estoy aquí... jajaja
Éste es más sencillito, espero que también os guste!
Gracias por cada comentario!!!!!!
Katherine Beckett estaba concentrada en su mesa, rellenando papeleo. Después de todo el tiempo que había estado alejada del trabajo en la comisaría le habían entrado hasta ganas de hacer el papeleo. Así que antes de que esas ganas se esfumaran, decidió ponerse a escribir y a terminar con aquello cuanto antes. Frunció el ceño mirando el papel que tenía delante, mordió el bolígrafo mientras pensaba en lo que tenía que escribir. En aquella posición la encontró Castle cuando llegó a su planta, con un café en mano para su chica. Se lo dejó sobre la mesa, como de costumbre, consiguiendo que ella se descentrara de los papeles y mirara el café con una enorme sonrisa. Después, alzó la cabeza buscando sus ojos y cuando los encontró no pudo evitar agrandar la sonrisa.
“¡Hola!”. Le saludó el devolviéndole la sonrisa.
“¡Hola!”. Respondió ella dejando el bolígrafo sobre la mesa y cogiendo el café con las dos manos dejando que el calor se las calentara. Empezaba a refrescar en Nueva York. Dio un pequeño sorbo al café. “Gracias”. Le miró mordiéndose el labio y volviendo a dejar el envase del café sobre la mesa, frente a sus papeles.
Rick le guiñó el ojo sentándose en su silla que seguía allí, intacta. “¿Cómo va la mañana?”. Preguntó interesado en lo que había estado haciendo ella, y en si había algún nuevo crimen que resolver, pero sobre todo queriendo saber qué le había parecido la nota con la rosa que le había dejado.
“Aburrida, la verdad”. Volvió la vista a sus papeles y empezó a escribir mientras le contestaba. “Mucho papeleo amontonado y, de momento, ningún cadáver”. Se mordió el labio al ver que él la seguía mirando esperando que completase su respuesta. “Ah, y tengo un admirador muy romántico”. Le miró de reojo sonriente.
Castle se hizo el sorprendido pero sin dejar de sonreír. “¿Y eso? ¿Un nuevo escritor buscando inspiración?”.
“¡Qué va! Como ya te dije hace tiempo, yo sólo soy mujer de un escritor”. Levantó la cabeza de los papeles y centró la vista en él. Los dos se sonreían ampliamente y se podía notar, a kilómetros, cuánto amor se tenían.
“Eso me gusta…”. Susurró él inclinándose un poco hacia delante en su silla para quedar más cerca de ella, mirándola intensamente.
Kate se mordió el labio con más fuerza ante el repentino acercamiento, intentando controlarse y no besarlo allí mismo. “¿Y tu mañana qué tal?”. Fue ella ahora la que formuló aquella pregunta, con las mismas intenciones que él.
“Mi mañana… ¡estupenda!. Tengo a una chica fantástica todas las noches a mi lado, con unos labios preciosos y perfectos”. Hizo referencia a la marca de sus labios que ella le había dejado sobre la carta. Alternó la mirada entre los ojos y los labios de la detective, para quien no pasó desapercibido aquel gesto y no pudo evitar que el deseo la invadiera. “Y… mi próxima novela de Nikki Heat saldrá a finales de año”. Añadió el escritor intentando relajar de nuevo el ambiente al ver que ella no paraba de morderse el labio y que si seguían así, ninguno de los dos iba a poder contenerse.
“¡Eso está genial!”. Dijo ella contenta y orgullosa porque hubiera gustado a la editorial aquella última novela.
“¡Beckett, tenemos un cadáver esperándonos!”. Gritó Ryan desde su mesa tras colgar la llamada en la que le avisaron de un nuevo homicidio. “Por cierto, hola Castle”. Le saludó el irlandés cogiendo su chaqueta y pasando al lado de ellos dejando sobre el escritorio de Beckett la nota en la que había apuntado la dirección a la que tenían que ir.
“¡Hola Ryan!”. Saludó el escritor y giró su cabeza buscando a Espósito. “¿Y tu inseparable compañero dónde está?”. Preguntó cuando no lo vio por ninguna parte.
“Pues… no lo ha dicho, pero me apuesto veinte pavos a que está en la morgue con cierta forense...”. Añadió el detective mientras esperaba a que Beckett se pusiera la chaqueta para salir. “Le he mandado un mensaje y me ha dicho que quedábamos en el parking”. Elevó los hombros y tanto Castle como Beckett sonrieron al suponer ellos también que el detective moreno estaría aprovechando el tiempo en el que no tenían mucho que hacer para estar con su forense.
Los tres montaron en el ascensor para bajar al parking y allí estaba ya Espo esperando para ir en el coche con Ryan. Se montaron en el coche y pusieron rumbo al lugar del crimen antes que la pareja.
“¿Algún día me dejarás conducir?”. Preguntó el escritor mientras se montaba en el asiento del copiloto.
“¿Acaso eres policía?”. Castle negó con la cabeza. “¿El coche es tuyo?”. Él volvió a negar haciendo un mohín con los labios en señal de fastidio. “Pues entonces ya sabes la respuesta”. Contestó Kate divertida, risueña.
“Bueno… siempre podría comprarte un nuevo coche. Éste está ya muy viejo y así… podría conducirlo yo también, ya que ese, sería de los dos”. Añadió él mirándola esperanzado como un niño pequeño que pide un juguete nuevo y espera la respuesta de sus padres.
“¡Ni hablar Castle!”. Dijo negando sonriente ante la cara de él y sus ocurrencias. Condujo por las calles hasta llegar al escenario del crimen. Allí, aparcó, se soltó el cinturón y viendo que no había nadie alrededor, le dio un rápido beso en los labios. Rick la miró sorprendida, pero, cómo no, encantado. Kate elevó los hombros algo sonrojada. “Lo echaba de menos”. Admitió bajándose del coche y dejando a un Castle asombrado pero cada día más enamorado de ella.
Él también se bajó del coche y se acercó por detrás de Beckett adonde estaba Perlmutter con el cadáver.
“¿Qué tenemos Perlmutter?”. Preguntó la inspectora parándose a mirar a la mujer joven que yacía muerta bajo sus pies.
“Mujer, poco más de treinta y cinco años diría yo, que fue asesinada hará aproximadamente, 10 horas. La ha encontrado un vecino que bajó a tirar la basura y fue quien avisó del cadáver”.
“¿Causa de la muerte?”.
“No estoy seguro aún, pero yo diría que fue esta puñalada en el abdomen la que desencadenó que se desangrara”. Añadió el forense señalándoles dónde se encontraba la herida. “Ah y… por los signos que presenta, es muy probable que estuviera embarazada…”.
“¿Embarazada?”. Preguntaron Castle y Beckett a la vez, sorprendidos y entristecidos por aquella posibilidad.
“Eso parece, pero hasta que no la lleve al depósito no sabré nada con seguridad. Cuando tenga algo la aviso inspectora”.
“¿Algún signo de violencia o de que fuera violada?”. Preguntó Beckett intentando conseguir la mayor cantidad de datos posibles para resolver el crimen.
“Aparentemente no fue violada pero sí peleo antes de morir. Tiene laceraciones en las muñecas, síntoma de que alguien la agarró con fuerza y ella se resistió”.
“Bien, gracias Perlmutter”. La pareja se alejó del cuerpo pensativa, mientras el forense seguía preparándolo para llevarlo al laboratorio.
“¿Quién quiere matar a una mujer embarazada con una puñalada en el abdomen?”. Pronunció Castle en voz alta lo que ambos estaban pensando.
Ya veréis el por qué de este caso!
Siento el retraso de hoy con el capítulo... Pero, ya estoy aquí... jajaja
Éste es más sencillito, espero que también os guste!
Gracias por cada comentario!!!!!!
Katherine Beckett estaba concentrada en su mesa, rellenando papeleo. Después de todo el tiempo que había estado alejada del trabajo en la comisaría le habían entrado hasta ganas de hacer el papeleo. Así que antes de que esas ganas se esfumaran, decidió ponerse a escribir y a terminar con aquello cuanto antes. Frunció el ceño mirando el papel que tenía delante, mordió el bolígrafo mientras pensaba en lo que tenía que escribir. En aquella posición la encontró Castle cuando llegó a su planta, con un café en mano para su chica. Se lo dejó sobre la mesa, como de costumbre, consiguiendo que ella se descentrara de los papeles y mirara el café con una enorme sonrisa. Después, alzó la cabeza buscando sus ojos y cuando los encontró no pudo evitar agrandar la sonrisa.
“¡Hola!”. Le saludó el devolviéndole la sonrisa.
“¡Hola!”. Respondió ella dejando el bolígrafo sobre la mesa y cogiendo el café con las dos manos dejando que el calor se las calentara. Empezaba a refrescar en Nueva York. Dio un pequeño sorbo al café. “Gracias”. Le miró mordiéndose el labio y volviendo a dejar el envase del café sobre la mesa, frente a sus papeles.
Rick le guiñó el ojo sentándose en su silla que seguía allí, intacta. “¿Cómo va la mañana?”. Preguntó interesado en lo que había estado haciendo ella, y en si había algún nuevo crimen que resolver, pero sobre todo queriendo saber qué le había parecido la nota con la rosa que le había dejado.
“Aburrida, la verdad”. Volvió la vista a sus papeles y empezó a escribir mientras le contestaba. “Mucho papeleo amontonado y, de momento, ningún cadáver”. Se mordió el labio al ver que él la seguía mirando esperando que completase su respuesta. “Ah, y tengo un admirador muy romántico”. Le miró de reojo sonriente.
Castle se hizo el sorprendido pero sin dejar de sonreír. “¿Y eso? ¿Un nuevo escritor buscando inspiración?”.
“¡Qué va! Como ya te dije hace tiempo, yo sólo soy mujer de un escritor”. Levantó la cabeza de los papeles y centró la vista en él. Los dos se sonreían ampliamente y se podía notar, a kilómetros, cuánto amor se tenían.
“Eso me gusta…”. Susurró él inclinándose un poco hacia delante en su silla para quedar más cerca de ella, mirándola intensamente.
Kate se mordió el labio con más fuerza ante el repentino acercamiento, intentando controlarse y no besarlo allí mismo. “¿Y tu mañana qué tal?”. Fue ella ahora la que formuló aquella pregunta, con las mismas intenciones que él.
“Mi mañana… ¡estupenda!. Tengo a una chica fantástica todas las noches a mi lado, con unos labios preciosos y perfectos”. Hizo referencia a la marca de sus labios que ella le había dejado sobre la carta. Alternó la mirada entre los ojos y los labios de la detective, para quien no pasó desapercibido aquel gesto y no pudo evitar que el deseo la invadiera. “Y… mi próxima novela de Nikki Heat saldrá a finales de año”. Añadió el escritor intentando relajar de nuevo el ambiente al ver que ella no paraba de morderse el labio y que si seguían así, ninguno de los dos iba a poder contenerse.
“¡Eso está genial!”. Dijo ella contenta y orgullosa porque hubiera gustado a la editorial aquella última novela.
“¡Beckett, tenemos un cadáver esperándonos!”. Gritó Ryan desde su mesa tras colgar la llamada en la que le avisaron de un nuevo homicidio. “Por cierto, hola Castle”. Le saludó el irlandés cogiendo su chaqueta y pasando al lado de ellos dejando sobre el escritorio de Beckett la nota en la que había apuntado la dirección a la que tenían que ir.
“¡Hola Ryan!”. Saludó el escritor y giró su cabeza buscando a Espósito. “¿Y tu inseparable compañero dónde está?”. Preguntó cuando no lo vio por ninguna parte.
“Pues… no lo ha dicho, pero me apuesto veinte pavos a que está en la morgue con cierta forense...”. Añadió el detective mientras esperaba a que Beckett se pusiera la chaqueta para salir. “Le he mandado un mensaje y me ha dicho que quedábamos en el parking”. Elevó los hombros y tanto Castle como Beckett sonrieron al suponer ellos también que el detective moreno estaría aprovechando el tiempo en el que no tenían mucho que hacer para estar con su forense.
Los tres montaron en el ascensor para bajar al parking y allí estaba ya Espo esperando para ir en el coche con Ryan. Se montaron en el coche y pusieron rumbo al lugar del crimen antes que la pareja.
“¿Algún día me dejarás conducir?”. Preguntó el escritor mientras se montaba en el asiento del copiloto.
“¿Acaso eres policía?”. Castle negó con la cabeza. “¿El coche es tuyo?”. Él volvió a negar haciendo un mohín con los labios en señal de fastidio. “Pues entonces ya sabes la respuesta”. Contestó Kate divertida, risueña.
“Bueno… siempre podría comprarte un nuevo coche. Éste está ya muy viejo y así… podría conducirlo yo también, ya que ese, sería de los dos”. Añadió él mirándola esperanzado como un niño pequeño que pide un juguete nuevo y espera la respuesta de sus padres.
“¡Ni hablar Castle!”. Dijo negando sonriente ante la cara de él y sus ocurrencias. Condujo por las calles hasta llegar al escenario del crimen. Allí, aparcó, se soltó el cinturón y viendo que no había nadie alrededor, le dio un rápido beso en los labios. Rick la miró sorprendida, pero, cómo no, encantado. Kate elevó los hombros algo sonrojada. “Lo echaba de menos”. Admitió bajándose del coche y dejando a un Castle asombrado pero cada día más enamorado de ella.
Él también se bajó del coche y se acercó por detrás de Beckett adonde estaba Perlmutter con el cadáver.
“¿Qué tenemos Perlmutter?”. Preguntó la inspectora parándose a mirar a la mujer joven que yacía muerta bajo sus pies.
“Mujer, poco más de treinta y cinco años diría yo, que fue asesinada hará aproximadamente, 10 horas. La ha encontrado un vecino que bajó a tirar la basura y fue quien avisó del cadáver”.
“¿Causa de la muerte?”.
“No estoy seguro aún, pero yo diría que fue esta puñalada en el abdomen la que desencadenó que se desangrara”. Añadió el forense señalándoles dónde se encontraba la herida. “Ah y… por los signos que presenta, es muy probable que estuviera embarazada…”.
“¿Embarazada?”. Preguntaron Castle y Beckett a la vez, sorprendidos y entristecidos por aquella posibilidad.
“Eso parece, pero hasta que no la lleve al depósito no sabré nada con seguridad. Cuando tenga algo la aviso inspectora”.
“¿Algún signo de violencia o de que fuera violada?”. Preguntó Beckett intentando conseguir la mayor cantidad de datos posibles para resolver el crimen.
“Aparentemente no fue violada pero sí peleo antes de morir. Tiene laceraciones en las muñecas, síntoma de que alguien la agarró con fuerza y ella se resistió”.
“Bien, gracias Perlmutter”. La pareja se alejó del cuerpo pensativa, mientras el forense seguía preparándolo para llevarlo al laboratorio.
“¿Quién quiere matar a una mujer embarazada con una puñalada en el abdomen?”. Pronunció Castle en voz alta lo que ambos estaban pensando.
Ya veréis el por qué de este caso!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
WOOOOOOOW.....I'm confused...SIGUEEEE♥♥♥
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Eso significa que Beckett estará embarazada? ? Sigue pronto porfi.
Genial como siempre
Genial como siempre
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Qué intriga!!!! Perfecto, me encanta!!!! Sigue cuando puedaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Creo que este caso va a abrir nuevas perspectivas a la pareja... Ahí lo dejo... Lalalalaa
¿Seguimos? jajajaa
“No lo sé, pero lo vamos a averiguar”. Elevó la vista hacia los detectives que se acercaban a ellos. “¿Tenéis algo chicos?”.
“Bueno, sabemos que se llamaba Paula McFly, vivía en ese edificio de allí y que un vecino escuchó una pelea a eso de la una o dos de la madrugada, pero no le dio demasiada importancia ya que casi todos los días pasan chavales por aquí peleándose”. Comentó Espósito dándoles la dirección del piso.
“Perlmutter dice que la víctima tiene signos de violencia. Puede que fuera ella la que peleaba con alguien más y acabó de la peor de las maneras”. Dijo Castle aún conmovido porque la víctima estuviera embarazada y recibiera una puñalada en la barriga.
“Es posible. Buscad cámaras por alrededor para ver si en algún momento se ve a la víctima o a su agresor. Y buscad a algún familiar. Mientras, nosotros nos pasaremos por su casa a ver si encontramos algo que nos ayude”.
Los detectives les dieron las llaves de la casa que habían encontrado junto al cuerpo y Castle y Beckett se acercaron a ver qué encontraban. Ambos iban en silencio, cada uno sumergido en sus pensamientos pero los dos rezando porque finalmente no estuviera embarazada. Así llegaron a la casa y al entrar, encontraron con que todo estaba bastante revuelto, pero no parecía que la causa de aquello fuera un robo. No había muchas cosas de valor por la casa, ni siquiera una buena televisión.
Castle entró detrás de ella y se paró a mirar una fotografía en la que aparecía la víctima muy embarazada, tocándose el vientre y mirando muy sonriente a la cámara. Frunció el ceño al verla. Algo no le cuadraba. Beckett siguió investigando por la casa.
“No parece que haya sido un robo, pero si encontramos a algún familiar habrá que decirle que se pase por aquí para que nos ayude a saber si falta algo o no”. Dijo ella mientras miraba un peluche sobre el sofá. Frunció el ceño.
“Algo no me cuadra, Beckett”. Dijo Castle que aún miraba la fotografía.
“A mí tampoco, pero todavía no sé el qué”. Le dijo ella acercándose a él para ver la fotografía que miraba.
“En esta foto está muy embarazada, sin embargo, al cuerpo que hemos encontrado apenas se le notaba el posible embarazo”. Dijo Kate frunciendo el ceño.
“Y ese peluche de allí… no es de un bebé, sino de alguien más mayor”. Señaló Castle el conejito que ella había estado mirando antes.
“Tiene otra hija, más mayor”. Añadieron los dos, descubriendo a la vez qué era lo que no les cuadraba.
“Pero… ¿dónde está?”. Preguntó el escritor recorriéndose la casa entera por si acaso estaba escondida en algún lugar. “Esto está vacío”. Dijo cuando finalizo y suspiró pasándose la mano por la frente.
“Hay que encontrar cuanto antes a algún familiar, saber qué tiempo tiene la niña y dar con ella sana y salva”. Beckett sacó el teléfono con rapidez e informó a sus compañeros de todo para que investigaran también quién era la niña.
Volvieron a comisaría y allí descubrieron que la víctima estaba divorciada desde hacía año y medio de un hombre llamado Jack Marlowe. El divorcio no había sido muy amistoso aunque la custodia de su hija en común, llamada Alyson, era compartida. Consiguieron encontrar a la hermana de la víctima y la avisaron para que fuera a comisaría y poder hablar allí con tranquilidad.
Mientras esperaban a la hermana de Paula, Melissa, y a los análisis forenses, estuvieron buscando si la niña iba a alguna guardería y si había posibilidad de que se encontrara a salvo allí. Javier y Espósito estaban intentando encontrar algo en las cámaras cercanas, pero de momento no tenían nada.
Beckett estaba sentada en su escritorio buscando información en el ordenador mientras Castle permanecía en silencio sentado en su silla, observándola. Los dos estaban nerviosos y preocupados por esa pequeña de la que aún no sabían nada.
“¿Quieres un café?”. Le preguntó él intentando hablar de algo fuera del caso para distraerla y que no pensara lo peor acerca de Alyson.
“Si me tomo un café ahora mismo tendría que salir a correr 20 kilómetros para calmarme”. Le contestó ella desviando la mirada del ordenador y dedicándole una pequeña y sincera sonrisa.
“¿Descafeinado entonces?”. Sugirió el escritor. Kate asintió agradeciéndoselo con una sonrisa y se levantó rápido para prepararlos. Pasó por donde estaban los detectives. “¿Queréis un café o algo chicos?”. Ambos declinaron la oferta y él fue a preparar los dos descafeinados. 5 minutos después volvió con ellos en la mano y le dejó a Kate su café delante de los papeles que tenía sobre la mesa. “Su descafeinado”. Le ofreció ladeando la cabeza sonriente mientras se sentaba con su taza entre las manos.
“Gracias”. Agradeció mirándole con una pequeña sonrisa y dio un trago a la bebida volviendo a centrarse rápidamente en el ordenador.
Encontraron que la niña iba a una guardería cercana a la casa, llamaron para preguntar si había asistido ese día y les dijeron que no, que el padre había llamado diciendo que la niña tenía un poco de fiebre y por es no iría. Les sorprendió porque ese mes todavía la niña tendría que estar con la madre, pero no le dieron mayor importancia.
Cuando llegó la hermana de la víctima ésta les contó, entre sollozos tras enterarse de que su hermana había fallecido, que hacía cosa de 7 meses Paula tenía una nueva pareja, un chico joven y apuesto al que le encantan los niños. Supusieron entonces que si la fallecida estaba embarazada, sería de ese nuevo novio.
Perlmutter confirmó el embarazo de la víctima, la pelea antes de morir y que el apuñalamiento había sido lo que había causado que se desangrara hasta morir.
Se encontraban los cuatro frente a la pizarra en la que habían ido anotando todos los datos que hasta ahora tenían. Espo y Ryan había conseguido acceder a alguna cámara cercana al lugar de los hechos y había visto cómo la madre corría con la hija huyendo del padre que las perseguía bastante enfurecido. Se volvía a ver al exmarido de la víctima pocos minutos después de la hora de la muerte.
Ya sabían quién era el asesino, ahora tenían que encontrarle e ir con cuidado porque tenía a la niña y podía ser peligroso.
GRACIAS POR LEER!!!
Y por cada comentario!
¿Seguimos? jajajaa
“No lo sé, pero lo vamos a averiguar”. Elevó la vista hacia los detectives que se acercaban a ellos. “¿Tenéis algo chicos?”.
“Bueno, sabemos que se llamaba Paula McFly, vivía en ese edificio de allí y que un vecino escuchó una pelea a eso de la una o dos de la madrugada, pero no le dio demasiada importancia ya que casi todos los días pasan chavales por aquí peleándose”. Comentó Espósito dándoles la dirección del piso.
“Perlmutter dice que la víctima tiene signos de violencia. Puede que fuera ella la que peleaba con alguien más y acabó de la peor de las maneras”. Dijo Castle aún conmovido porque la víctima estuviera embarazada y recibiera una puñalada en la barriga.
“Es posible. Buscad cámaras por alrededor para ver si en algún momento se ve a la víctima o a su agresor. Y buscad a algún familiar. Mientras, nosotros nos pasaremos por su casa a ver si encontramos algo que nos ayude”.
Los detectives les dieron las llaves de la casa que habían encontrado junto al cuerpo y Castle y Beckett se acercaron a ver qué encontraban. Ambos iban en silencio, cada uno sumergido en sus pensamientos pero los dos rezando porque finalmente no estuviera embarazada. Así llegaron a la casa y al entrar, encontraron con que todo estaba bastante revuelto, pero no parecía que la causa de aquello fuera un robo. No había muchas cosas de valor por la casa, ni siquiera una buena televisión.
Castle entró detrás de ella y se paró a mirar una fotografía en la que aparecía la víctima muy embarazada, tocándose el vientre y mirando muy sonriente a la cámara. Frunció el ceño al verla. Algo no le cuadraba. Beckett siguió investigando por la casa.
“No parece que haya sido un robo, pero si encontramos a algún familiar habrá que decirle que se pase por aquí para que nos ayude a saber si falta algo o no”. Dijo ella mientras miraba un peluche sobre el sofá. Frunció el ceño.
“Algo no me cuadra, Beckett”. Dijo Castle que aún miraba la fotografía.
“A mí tampoco, pero todavía no sé el qué”. Le dijo ella acercándose a él para ver la fotografía que miraba.
“En esta foto está muy embarazada, sin embargo, al cuerpo que hemos encontrado apenas se le notaba el posible embarazo”. Dijo Kate frunciendo el ceño.
“Y ese peluche de allí… no es de un bebé, sino de alguien más mayor”. Señaló Castle el conejito que ella había estado mirando antes.
“Tiene otra hija, más mayor”. Añadieron los dos, descubriendo a la vez qué era lo que no les cuadraba.
“Pero… ¿dónde está?”. Preguntó el escritor recorriéndose la casa entera por si acaso estaba escondida en algún lugar. “Esto está vacío”. Dijo cuando finalizo y suspiró pasándose la mano por la frente.
“Hay que encontrar cuanto antes a algún familiar, saber qué tiempo tiene la niña y dar con ella sana y salva”. Beckett sacó el teléfono con rapidez e informó a sus compañeros de todo para que investigaran también quién era la niña.
Volvieron a comisaría y allí descubrieron que la víctima estaba divorciada desde hacía año y medio de un hombre llamado Jack Marlowe. El divorcio no había sido muy amistoso aunque la custodia de su hija en común, llamada Alyson, era compartida. Consiguieron encontrar a la hermana de la víctima y la avisaron para que fuera a comisaría y poder hablar allí con tranquilidad.
Mientras esperaban a la hermana de Paula, Melissa, y a los análisis forenses, estuvieron buscando si la niña iba a alguna guardería y si había posibilidad de que se encontrara a salvo allí. Javier y Espósito estaban intentando encontrar algo en las cámaras cercanas, pero de momento no tenían nada.
Beckett estaba sentada en su escritorio buscando información en el ordenador mientras Castle permanecía en silencio sentado en su silla, observándola. Los dos estaban nerviosos y preocupados por esa pequeña de la que aún no sabían nada.
“¿Quieres un café?”. Le preguntó él intentando hablar de algo fuera del caso para distraerla y que no pensara lo peor acerca de Alyson.
“Si me tomo un café ahora mismo tendría que salir a correr 20 kilómetros para calmarme”. Le contestó ella desviando la mirada del ordenador y dedicándole una pequeña y sincera sonrisa.
“¿Descafeinado entonces?”. Sugirió el escritor. Kate asintió agradeciéndoselo con una sonrisa y se levantó rápido para prepararlos. Pasó por donde estaban los detectives. “¿Queréis un café o algo chicos?”. Ambos declinaron la oferta y él fue a preparar los dos descafeinados. 5 minutos después volvió con ellos en la mano y le dejó a Kate su café delante de los papeles que tenía sobre la mesa. “Su descafeinado”. Le ofreció ladeando la cabeza sonriente mientras se sentaba con su taza entre las manos.
“Gracias”. Agradeció mirándole con una pequeña sonrisa y dio un trago a la bebida volviendo a centrarse rápidamente en el ordenador.
Encontraron que la niña iba a una guardería cercana a la casa, llamaron para preguntar si había asistido ese día y les dijeron que no, que el padre había llamado diciendo que la niña tenía un poco de fiebre y por es no iría. Les sorprendió porque ese mes todavía la niña tendría que estar con la madre, pero no le dieron mayor importancia.
Cuando llegó la hermana de la víctima ésta les contó, entre sollozos tras enterarse de que su hermana había fallecido, que hacía cosa de 7 meses Paula tenía una nueva pareja, un chico joven y apuesto al que le encantan los niños. Supusieron entonces que si la fallecida estaba embarazada, sería de ese nuevo novio.
Perlmutter confirmó el embarazo de la víctima, la pelea antes de morir y que el apuñalamiento había sido lo que había causado que se desangrara hasta morir.
Se encontraban los cuatro frente a la pizarra en la que habían ido anotando todos los datos que hasta ahora tenían. Espo y Ryan había conseguido acceder a alguna cámara cercana al lugar de los hechos y había visto cómo la madre corría con la hija huyendo del padre que las perseguía bastante enfurecido. Se volvía a ver al exmarido de la víctima pocos minutos después de la hora de la muerte.
Ya sabían quién era el asesino, ahora tenían que encontrarle e ir con cuidado porque tenía a la niña y podía ser peligroso.
GRACIAS POR LEER!!!
Y por cada comentario!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Se que es una historia pero me da pena la muerte de la mujer embarazada y haber como acaba la historia o el siguiente capitulo sigueee
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Algunas tramas son dolorosas, lo sé. Para mí también aunque las escriba.
¿Queréis otro trocito? Esta tarde me ha venido la inspiración.. jajaja
Venga va, gracias a todos vuestros comentarios, tenéis doble ración muy rápida hoy... jajaja
Fueron a casa de Jack Marlowe pero allí lo único que encontraron fue toda la casa revuelta como si hubiera salido de allí con prisas. Castle y Beckett se recorrieron la casa entera en busca de él o de la niña, pero no encontraron nada, ni siquiera, a simple vista, un indicio de hacia dónde se había podido largar aquel tío con su hija.
“¿Crees que alguien puede estar tan celoso como para matar de una puñalada a la madre de tu hija en el abdomen mientras ésta está embarazada?”. Preguntó Rick mientras ojeaban algunos de los papeles que Jack tenía sobre la mesa. “A pesar de que el hijo sea de otro… Ellos ya estaban divorciados, no sé”.
“No lo sé, Castle, no lo sé… Pero ahora mismo nuestra prioridad es encontrar a esa criatura”. Soltó de golpe un montón de cartas que había estado revisando por si contenían algo importante. Se pasó la mano por la frente y después por el pelo, revolviéndoselo. “Les diré que busquen cualquier pista de dónde pueda estar el padre con la hija. Mientras tanto, a ver si Espo y Ryan han encontrado al nuevo novio de Paula. Tenemos que informarle cuanto antes y si puede, que nos ayude también a encontrar a la pequeña”. Fue a salir de la aquella habitación en la que estaban ellos dos solos, pero Rick la agarró suavemente del brazo, parándola y haciendo que se girara para quedar frente a él. Kate le miró frunciendo el ceño sin entender por qué la retenía.
“Todo va a salir bien, ¿vale?. La vamos a encontrar y va a estar bien”. Su voz sonaba tranquila, llenándola a ella de la calma que necesitaba aunque no se hubiese dado ni cuenta de que le faltaba tranquilidad. Kate sonrió ligeramente mordiéndose el labio y asintió. “Como el caso en el que la niña había sido secuestrada por su madre para llamar la atención del padre”. Continuó él mientras acariciaba fugazmente su brazo que aún no había soltado.
“Lo sé, sé que la vamos a encontrar”.
“A tiempo”. Añadió el escritor bajando la mano por todo su brazo, acariciándoselo suavemente hasta llegar a su mano. Le dio un cariñoso apretón y se la soltó justo cuando un par de policías entraban en aquella habitación para revisarla de arriba abajo.
Salieron de allí y fueron a comisaría de nuevo en el coche de Beckett, en silencio. Ella tenía una pequeña sonrisa por lo que acababa de pasar en la casa de Jack. Le gustaba cómo él se preocupaba por ella y le daba ánimos cuando ella ni siquiera se había dado cuenta de que los necesitaba.
Cuando llegaron a comisaría, era casi la hora del almuerzo, pero ninguno quería parar y perder tiempo en encontrar a la niña. Espo y Ryan habían conseguido localizar a David, el novio de Paula. Le habían llamado y le habían pedido que fuera a comisaría. Estaba de camino en ese preciso momento.
“A ver, a lo mejor es una tontería o ya lo habéis probado, pero… si yo estuviera intentando llegar a algún lugar lejos de Nueva York con una niña pequeña, tendría que llevar encima un teléfono, sí o sí. Hoy en día son mucho más útiles que antes y vivimos pegados a ellos, yo al menos”. Añadió para dar un toque un poco cómico y logró sacar una pequeña sonrisa a Kate quien asintió corroborando aquello. “Bueno… ¿habéis probado a mirar si Jack tiene el GPS del móvil activado?”. Propuso sonriendo al ver las caras sorprendidas de sus tres compañeros. A ninguno se le había pasado por la cabeza algo tan sencillo.
Kate miró rápidamente a Espósito y esté se lanzó a su mesa. “Estoy en ello, a ver si hay suerte”. Ryan fue a su lado para ayudarle, por si ese móvil no servía, igual había comprado otro.
“¿Ves? A veces soy de gran ayuda..”. Sonrió Rick mientras miraba a Kate orgulloso de sí mismo.
“No te apuntes el tanto antes de que dé resultado”. Le advirtió ella sonriéndole y justo en ese momento llegó a la 12 el novio de la víctima.
“Perdón, estoy buscando a los policías que me han llamado… Querían hablar conmigo a cerca de mi novia, Paula, Paula McFly. ¿Saben algo de ella? ¿Está bien?”. Preguntó el chico preocupado y angustiado. “No sé nada de ella desde que la dejé en casa con Alyson. ¡Oh, Dios mío! La niña, ¿les ha pasado algo? ¿Y al bebé?”. Preguntó con los ojos completamente inundados de lágrimas.
“Venga conmigo a esa salita que estaremos más tranquilos”. Kate miró con cierta tristeza un momento a Castle antes de dirigirse con David a una sala para hablar tranquilos. Él la siguió para, al menos, estar junto a ella cuando tuviera que contarle todo a ese hombre.
“Por favor, me está preocupando aún más…”. David se sentó en el sofá de aquella sala con sus manos entrelazadas y moviendo la pierna derecha con rapidez, en señal de nerviosismo.
“Verá… Esta mañana hemos encontrado... el cuerpo de Paula… en un callejón cercano a su casa… Parece que intentó defender a la niña de su padre, pero ella salió muy malparada”. Kate no sabía ni cómo explicarle todo aquello a ese pobre muchacho. “Alyson no estaba allí. Creemos que Jack se la llevó, estamos intentando dar con él”. David había entrado en un profundo llanto, sin poder controlarse más y apretaba sus propias manos con una rabia tremenda. “Quiero que sepa que no vamos a parar hasta encontrar a Alyson y que encerraremos a Jack. Se lo prometo”. Le puso su mano sobre las de él intentando transmitirle fuerza.
“Siempre supe que Jack nos traería problemas… pero nunca pensé que llegara a tanto… Por Dios… La ha matado, y a mi hijo también… Teníamos que haber huido en cuanto nos enteramos de que Paula estaba embarazada… Se lo dije, se lo dije”. Se lamentaba David, llorando con fuerza. “Y la pobre Aly… A ella no le gusta estar con su padre… Por favor, tienen que encontrarla… Yo… Paula y yo nos íbamos a casar y queríamos quedarnos con la custodia completa de Alyson…”.
“Le prometo que no voy a parar hasta encontrarla”. Kate se levantó de allí compungida pero intentando disimularlo y parecer fuerte para darle confianza a David y para que Castle no la viera así. Ese caso la estaba removiendo entera y no podía dejarse llevar en ese momento por sus sentimientos. Tenía que sacar fuerzas para encontrar a la pequeña.
Castle la siguió afuera y se sentó en la silla de al lado del escritorio de Kate pensando que ella también se sentaría allí, pero Kate fue directa al baño sin decir ni una palabra.
¡Volveré pronto!
¿Queréis otro trocito? Esta tarde me ha venido la inspiración.. jajaja
Venga va, gracias a todos vuestros comentarios, tenéis doble ración muy rápida hoy... jajaja
Fueron a casa de Jack Marlowe pero allí lo único que encontraron fue toda la casa revuelta como si hubiera salido de allí con prisas. Castle y Beckett se recorrieron la casa entera en busca de él o de la niña, pero no encontraron nada, ni siquiera, a simple vista, un indicio de hacia dónde se había podido largar aquel tío con su hija.
“¿Crees que alguien puede estar tan celoso como para matar de una puñalada a la madre de tu hija en el abdomen mientras ésta está embarazada?”. Preguntó Rick mientras ojeaban algunos de los papeles que Jack tenía sobre la mesa. “A pesar de que el hijo sea de otro… Ellos ya estaban divorciados, no sé”.
“No lo sé, Castle, no lo sé… Pero ahora mismo nuestra prioridad es encontrar a esa criatura”. Soltó de golpe un montón de cartas que había estado revisando por si contenían algo importante. Se pasó la mano por la frente y después por el pelo, revolviéndoselo. “Les diré que busquen cualquier pista de dónde pueda estar el padre con la hija. Mientras tanto, a ver si Espo y Ryan han encontrado al nuevo novio de Paula. Tenemos que informarle cuanto antes y si puede, que nos ayude también a encontrar a la pequeña”. Fue a salir de la aquella habitación en la que estaban ellos dos solos, pero Rick la agarró suavemente del brazo, parándola y haciendo que se girara para quedar frente a él. Kate le miró frunciendo el ceño sin entender por qué la retenía.
“Todo va a salir bien, ¿vale?. La vamos a encontrar y va a estar bien”. Su voz sonaba tranquila, llenándola a ella de la calma que necesitaba aunque no se hubiese dado ni cuenta de que le faltaba tranquilidad. Kate sonrió ligeramente mordiéndose el labio y asintió. “Como el caso en el que la niña había sido secuestrada por su madre para llamar la atención del padre”. Continuó él mientras acariciaba fugazmente su brazo que aún no había soltado.
“Lo sé, sé que la vamos a encontrar”.
“A tiempo”. Añadió el escritor bajando la mano por todo su brazo, acariciándoselo suavemente hasta llegar a su mano. Le dio un cariñoso apretón y se la soltó justo cuando un par de policías entraban en aquella habitación para revisarla de arriba abajo.
Salieron de allí y fueron a comisaría de nuevo en el coche de Beckett, en silencio. Ella tenía una pequeña sonrisa por lo que acababa de pasar en la casa de Jack. Le gustaba cómo él se preocupaba por ella y le daba ánimos cuando ella ni siquiera se había dado cuenta de que los necesitaba.
Cuando llegaron a comisaría, era casi la hora del almuerzo, pero ninguno quería parar y perder tiempo en encontrar a la niña. Espo y Ryan habían conseguido localizar a David, el novio de Paula. Le habían llamado y le habían pedido que fuera a comisaría. Estaba de camino en ese preciso momento.
“A ver, a lo mejor es una tontería o ya lo habéis probado, pero… si yo estuviera intentando llegar a algún lugar lejos de Nueva York con una niña pequeña, tendría que llevar encima un teléfono, sí o sí. Hoy en día son mucho más útiles que antes y vivimos pegados a ellos, yo al menos”. Añadió para dar un toque un poco cómico y logró sacar una pequeña sonrisa a Kate quien asintió corroborando aquello. “Bueno… ¿habéis probado a mirar si Jack tiene el GPS del móvil activado?”. Propuso sonriendo al ver las caras sorprendidas de sus tres compañeros. A ninguno se le había pasado por la cabeza algo tan sencillo.
Kate miró rápidamente a Espósito y esté se lanzó a su mesa. “Estoy en ello, a ver si hay suerte”. Ryan fue a su lado para ayudarle, por si ese móvil no servía, igual había comprado otro.
“¿Ves? A veces soy de gran ayuda..”. Sonrió Rick mientras miraba a Kate orgulloso de sí mismo.
“No te apuntes el tanto antes de que dé resultado”. Le advirtió ella sonriéndole y justo en ese momento llegó a la 12 el novio de la víctima.
“Perdón, estoy buscando a los policías que me han llamado… Querían hablar conmigo a cerca de mi novia, Paula, Paula McFly. ¿Saben algo de ella? ¿Está bien?”. Preguntó el chico preocupado y angustiado. “No sé nada de ella desde que la dejé en casa con Alyson. ¡Oh, Dios mío! La niña, ¿les ha pasado algo? ¿Y al bebé?”. Preguntó con los ojos completamente inundados de lágrimas.
“Venga conmigo a esa salita que estaremos más tranquilos”. Kate miró con cierta tristeza un momento a Castle antes de dirigirse con David a una sala para hablar tranquilos. Él la siguió para, al menos, estar junto a ella cuando tuviera que contarle todo a ese hombre.
“Por favor, me está preocupando aún más…”. David se sentó en el sofá de aquella sala con sus manos entrelazadas y moviendo la pierna derecha con rapidez, en señal de nerviosismo.
“Verá… Esta mañana hemos encontrado... el cuerpo de Paula… en un callejón cercano a su casa… Parece que intentó defender a la niña de su padre, pero ella salió muy malparada”. Kate no sabía ni cómo explicarle todo aquello a ese pobre muchacho. “Alyson no estaba allí. Creemos que Jack se la llevó, estamos intentando dar con él”. David había entrado en un profundo llanto, sin poder controlarse más y apretaba sus propias manos con una rabia tremenda. “Quiero que sepa que no vamos a parar hasta encontrar a Alyson y que encerraremos a Jack. Se lo prometo”. Le puso su mano sobre las de él intentando transmitirle fuerza.
“Siempre supe que Jack nos traería problemas… pero nunca pensé que llegara a tanto… Por Dios… La ha matado, y a mi hijo también… Teníamos que haber huido en cuanto nos enteramos de que Paula estaba embarazada… Se lo dije, se lo dije”. Se lamentaba David, llorando con fuerza. “Y la pobre Aly… A ella no le gusta estar con su padre… Por favor, tienen que encontrarla… Yo… Paula y yo nos íbamos a casar y queríamos quedarnos con la custodia completa de Alyson…”.
“Le prometo que no voy a parar hasta encontrarla”. Kate se levantó de allí compungida pero intentando disimularlo y parecer fuerte para darle confianza a David y para que Castle no la viera así. Ese caso la estaba removiendo entera y no podía dejarse llevar en ese momento por sus sentimientos. Tenía que sacar fuerzas para encontrar a la pequeña.
Castle la siguió afuera y se sentó en la silla de al lado del escritorio de Kate pensando que ella también se sentaría allí, pero Kate fue directa al baño sin decir ni una palabra.
¡Volveré pronto!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta como escribes!!!! A ver que pasa con este caso!!!Sigueeee!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
No me dejes así quiero saber que va hacer castle si va a seguir a kate al baño o le va a dejar un poco de espacio a ver si te viene otra rafana de inspiracion y puedo o podemos leer otro capitulo tan chulos y increíbles como los que haces
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Página 17 de 38. • 1 ... 10 ... 16, 17, 18 ... 27 ... 38
Temas similares
» Cuando...(2)
» cuando nos conocimos
» CUANDO VUELVA A VERTE ( Cap 2 )
» El enigma más grande del mundo
» Cuando Fuimos Uno (ACABADO)
» cuando nos conocimos
» CUANDO VUELVA A VERTE ( Cap 2 )
» El enigma más grande del mundo
» Cuando Fuimos Uno (ACABADO)
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 17 de 38.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.