Cuando te veo (FIN)
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Castle y Beckett
josemg95
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: Cuando te veo (FIN)
No podría ser mejor!!!! Perfecto,como siempre!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Te ha quedado chulísimo, perfecto no tengo más palabras para describirlo digueee
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Hola!
De nuevo, mil gracias por cada uno de vuestros comentarios!
Conseguís darme mucho ánimo para seguir escribiendo. ¿Seguimos?
Aquella mañana, como llevaba ocurriendo desde hacía ya un buen tiempo, los despertó el sonido del despertador del móvil de Beckett. Hacía casi 8 meses que vivían juntos, aunque la mayor parte de los fines de semana regresaban al loft para estar con Alexis y Martha. Su relación iba viento en popa. Sentían que cada día se querían más. Habían superado aquel test de embarazo negativo y se habían dedicado a conocerse mejor y a aprender a vivir el uno con el otro. Eso no quitaba para que de vez en cuando tuvieran alguna que otra riña, pues los dos eran personas de mucho carácter. Pero siempre terminaban arreglándolo. Era más fuerte el amor que se tenían.
En cuanto a la jefa de Beckett, un día, sin que nadie le hubiera dicho nada, pidió que la inspectora y Castle fueran a su despacho. Allí les dijo que no era tonta y que sabía perfectamente que estaban juntos. Les dijo que no habría problema con aquello siempre y cuando su relación sentimental no afectara a la relación laboral. Ellos suspiraron aliviados y prometieron que así sería. Desde entonces intentaban no tener muchas muestras de afecto delante de toda la comisaría, pero alguna que otra vez sí que se habían permitido el lujo de darse un beso rápido o de dedicarse una fugaz caricia.
Alguna que otra semana habían ido a hacer una visita a Alyson a casa de sus abuelos. Habían jugado con ella, se la habían llevado a pasear al parque o incluso a comer o al cine. Les encantaba pasar rato con la niña y disfrutaban casi tanto como ella de esos encuentros.
Se acercaba la navidad y Castle ya estaba planeándolo todo. Era su primera Navidad juntos, como pareja y no quería defraudar a Beckett. Aunque ella no había sido de muchas fiestas navideñas desde que ocurriera lo de su madre, no podía evitar sentirse emocionada e intrigada por lo que Castle tuviera en mente. Además, pasadas las fiestas, se cumpliría un año que estaban juntos.
Como casi todas las mañanas, Beckett se metió a la ducha mientras Castle preparaba el desayuno y hablaba por teléfono con su hija para saber qué tal le iba en la universidad. Aquel día también le preguntó cuándo iría a casa para pasar las fiestas.
“Esta noche hay una fiesta en la residencia y me gustaría quedarme. Pero prometo llegar para el mañana a mediodía y ayudarte a preparar todo”. Informó la pelirroja.
“Está bien. Pero no te retrases mucho mañana que quiero que me ayudes a montar alguna cosilla”. Sujetaba el teléfono entre el hombro y la oreja mientras cocinaba unas ricas tortitas. El café ya esperaba a Kate sobre la mesa.
“Tranquilo que estaré allí puntual, para comer y después ayudarte a lo que quieras”. Sonrió al otro lado del teléfono. Le encantaba ese lado infantil de su padre. “Bueno, ¿y tú qué tal? ¿Qué tal te va todo con Beckett?”.
Rick sonrió ante la pregunta, echando en un plato las tortitas. “Muy bien hija. La verdad es que todo muy bien”. Sonrió pensando en que su relación con Kate no podía ir mejor.
“¿Has pensado en dar un paso más?”.
Esa pregunta pilló un poco descolocado al escritor. “¿Un paso más?”.
“Sí papá, ya sabes. Proponerle matrimonio”. Comentó la adolescente con tranquilidad.
“¿No crees que es un poco pronto para eso?”. Preguntó él.
“Papá, lleváis casi un año juntos. 8 meses sin separaros casi ni para ir al baño. Además, que os conocéis de hace más años. Yo creo que podría ser un buen momento para, al menos, os lo planteéis”.
“Bueno, ya veremos calabaza”. Se secó las manos después de limpiar los cacharros que había utilizado para preparar el desayuno.
Alexis notó cierta inseguridad en la voz de su padre. “¿Tienes miedo de asustarla?”.
Rick sopesó la pregunta y soltó un fuerte suspiro. “Sí… Yo también he estado pensando en lo que me has dicho, pero no me atrevo. No quiero alejarla de mí”. Confesó sentándose en la mesa con todo ya preparado.
“Creo que los dos sois adultos, sensatos y que os queréis. Podríais hablarlo. Yo sé que ella te hace feliz, pero también sé que te encantaría casarte con ella”. Adivinó la joven.
“Bueno, ya habrá tiempo para eso. Ahora tengo la cabeza centrada en la decoración del árbol de Navidad de este año. Quiero que sea el más grande que hemos montado nunca”. Informó cambiando el tono de voz por uno más animado.
Alexis rió al otro lado de la línea. “Mientras no me hagas llenar de nieve artificial todo el loft como hace 6 años, puedes hacer lo que quieras con el árbol”. Ambos rieron recordando aquellas Navidades.
Tras un par de bromas más acerca de la Navidad, padre e hija dieron por finalizada la conversación y quedaron al día siguiente en el loft para preparar todo.
Beckett salió ya vestida a desayunar, le dio un beso en los labios a Castle y se sentó a la mesa con él, ignorando todo lo que la cabeza del escritor estaba pensando.
“Alexis dice que esta noche se queda que hay una fiesta. Mañana llegará a mediodía que me tiene que ayudar a preparar muchas cosas”. Informó el escritor mientras desayunaban.
“Rick, aún faltan 5 días para nochebuena”. Rió al ver las ganas que tenía él de preparar todo. “Además, si lo hacéis mañana, no podré ayudaros. Tengo que trabajar”.
“De eso se trata. De que tú no estés presente. Quiero que sea sorpresa y te lo encuentres todo preparado cuando llegues a casa a cenar. Porque… estos días que está Alexis, iremos al loft, ¿te parece bien?”. Se llevó un trozo de tortita a la boca.
“Ya sabes que sí”. Cogió su mano con cariño sonriéndole. “No vamos a dejar a Alexis sola. Será como un fin de semana largo”. Le guiñó el ojo.
“Gracias”. Sonrió terminando de desayunar y encaminándose a la ducha para terminar de prepararse cuanto antes.
La jornada en la comisaría sucedió sin nada del otro mundo. Resolvieron muy pronto el homicidio que les habían asignado esa mañana y el resto del día pasó sin mayor complicación.
Al día siguiente, al no tener un caso entre manos, Beckett fue sola a comisaría a ir avanzando con el papeleo que tenía atrasado mientras Castle se fue al loft para ir preparando todo y que cuando llegara Alexis sólo faltara algún que otro detalle.
La pelirroja llegó, como había prometido, a mediodía y ayudó a su padre a decorar todo el loft de arriba abajo. Les encantaba esos momentos juntos, porque a pesar de que Alexis ya no era una cría, les recordaba a los buenos momentos que habían pasado padre e hija años anteriores. Para ellos las Navidades eran unas fiestas en las que se lo pasaban en grande.
Así que, entre el trabajo de decoración de Castle y el papeleo de Beckett, la pareja no se vio en todo el día. Quedaron en que Kate iría a casa para darse una ducha y cambiarse de ropa antes de ir al loft. Rick la recogería allí para ir juntos a reunirse con Alexis y con Martha en la casa ya decorada.
Sí, sé que las Navidades a principios de Mayo como estamos no pegan mucho, pero me apetecía escribir su primera Navidad juntos. Espero no defraudar y que os haya gustado la idea.
Hasta pronto!
De nuevo, mil gracias por cada uno de vuestros comentarios!
Conseguís darme mucho ánimo para seguir escribiendo. ¿Seguimos?
Aquella mañana, como llevaba ocurriendo desde hacía ya un buen tiempo, los despertó el sonido del despertador del móvil de Beckett. Hacía casi 8 meses que vivían juntos, aunque la mayor parte de los fines de semana regresaban al loft para estar con Alexis y Martha. Su relación iba viento en popa. Sentían que cada día se querían más. Habían superado aquel test de embarazo negativo y se habían dedicado a conocerse mejor y a aprender a vivir el uno con el otro. Eso no quitaba para que de vez en cuando tuvieran alguna que otra riña, pues los dos eran personas de mucho carácter. Pero siempre terminaban arreglándolo. Era más fuerte el amor que se tenían.
En cuanto a la jefa de Beckett, un día, sin que nadie le hubiera dicho nada, pidió que la inspectora y Castle fueran a su despacho. Allí les dijo que no era tonta y que sabía perfectamente que estaban juntos. Les dijo que no habría problema con aquello siempre y cuando su relación sentimental no afectara a la relación laboral. Ellos suspiraron aliviados y prometieron que así sería. Desde entonces intentaban no tener muchas muestras de afecto delante de toda la comisaría, pero alguna que otra vez sí que se habían permitido el lujo de darse un beso rápido o de dedicarse una fugaz caricia.
Alguna que otra semana habían ido a hacer una visita a Alyson a casa de sus abuelos. Habían jugado con ella, se la habían llevado a pasear al parque o incluso a comer o al cine. Les encantaba pasar rato con la niña y disfrutaban casi tanto como ella de esos encuentros.
Se acercaba la navidad y Castle ya estaba planeándolo todo. Era su primera Navidad juntos, como pareja y no quería defraudar a Beckett. Aunque ella no había sido de muchas fiestas navideñas desde que ocurriera lo de su madre, no podía evitar sentirse emocionada e intrigada por lo que Castle tuviera en mente. Además, pasadas las fiestas, se cumpliría un año que estaban juntos.
Como casi todas las mañanas, Beckett se metió a la ducha mientras Castle preparaba el desayuno y hablaba por teléfono con su hija para saber qué tal le iba en la universidad. Aquel día también le preguntó cuándo iría a casa para pasar las fiestas.
“Esta noche hay una fiesta en la residencia y me gustaría quedarme. Pero prometo llegar para el mañana a mediodía y ayudarte a preparar todo”. Informó la pelirroja.
“Está bien. Pero no te retrases mucho mañana que quiero que me ayudes a montar alguna cosilla”. Sujetaba el teléfono entre el hombro y la oreja mientras cocinaba unas ricas tortitas. El café ya esperaba a Kate sobre la mesa.
“Tranquilo que estaré allí puntual, para comer y después ayudarte a lo que quieras”. Sonrió al otro lado del teléfono. Le encantaba ese lado infantil de su padre. “Bueno, ¿y tú qué tal? ¿Qué tal te va todo con Beckett?”.
Rick sonrió ante la pregunta, echando en un plato las tortitas. “Muy bien hija. La verdad es que todo muy bien”. Sonrió pensando en que su relación con Kate no podía ir mejor.
“¿Has pensado en dar un paso más?”.
Esa pregunta pilló un poco descolocado al escritor. “¿Un paso más?”.
“Sí papá, ya sabes. Proponerle matrimonio”. Comentó la adolescente con tranquilidad.
“¿No crees que es un poco pronto para eso?”. Preguntó él.
“Papá, lleváis casi un año juntos. 8 meses sin separaros casi ni para ir al baño. Además, que os conocéis de hace más años. Yo creo que podría ser un buen momento para, al menos, os lo planteéis”.
“Bueno, ya veremos calabaza”. Se secó las manos después de limpiar los cacharros que había utilizado para preparar el desayuno.
Alexis notó cierta inseguridad en la voz de su padre. “¿Tienes miedo de asustarla?”.
Rick sopesó la pregunta y soltó un fuerte suspiro. “Sí… Yo también he estado pensando en lo que me has dicho, pero no me atrevo. No quiero alejarla de mí”. Confesó sentándose en la mesa con todo ya preparado.
“Creo que los dos sois adultos, sensatos y que os queréis. Podríais hablarlo. Yo sé que ella te hace feliz, pero también sé que te encantaría casarte con ella”. Adivinó la joven.
“Bueno, ya habrá tiempo para eso. Ahora tengo la cabeza centrada en la decoración del árbol de Navidad de este año. Quiero que sea el más grande que hemos montado nunca”. Informó cambiando el tono de voz por uno más animado.
Alexis rió al otro lado de la línea. “Mientras no me hagas llenar de nieve artificial todo el loft como hace 6 años, puedes hacer lo que quieras con el árbol”. Ambos rieron recordando aquellas Navidades.
Tras un par de bromas más acerca de la Navidad, padre e hija dieron por finalizada la conversación y quedaron al día siguiente en el loft para preparar todo.
Beckett salió ya vestida a desayunar, le dio un beso en los labios a Castle y se sentó a la mesa con él, ignorando todo lo que la cabeza del escritor estaba pensando.
“Alexis dice que esta noche se queda que hay una fiesta. Mañana llegará a mediodía que me tiene que ayudar a preparar muchas cosas”. Informó el escritor mientras desayunaban.
“Rick, aún faltan 5 días para nochebuena”. Rió al ver las ganas que tenía él de preparar todo. “Además, si lo hacéis mañana, no podré ayudaros. Tengo que trabajar”.
“De eso se trata. De que tú no estés presente. Quiero que sea sorpresa y te lo encuentres todo preparado cuando llegues a casa a cenar. Porque… estos días que está Alexis, iremos al loft, ¿te parece bien?”. Se llevó un trozo de tortita a la boca.
“Ya sabes que sí”. Cogió su mano con cariño sonriéndole. “No vamos a dejar a Alexis sola. Será como un fin de semana largo”. Le guiñó el ojo.
“Gracias”. Sonrió terminando de desayunar y encaminándose a la ducha para terminar de prepararse cuanto antes.
La jornada en la comisaría sucedió sin nada del otro mundo. Resolvieron muy pronto el homicidio que les habían asignado esa mañana y el resto del día pasó sin mayor complicación.
Al día siguiente, al no tener un caso entre manos, Beckett fue sola a comisaría a ir avanzando con el papeleo que tenía atrasado mientras Castle se fue al loft para ir preparando todo y que cuando llegara Alexis sólo faltara algún que otro detalle.
La pelirroja llegó, como había prometido, a mediodía y ayudó a su padre a decorar todo el loft de arriba abajo. Les encantaba esos momentos juntos, porque a pesar de que Alexis ya no era una cría, les recordaba a los buenos momentos que habían pasado padre e hija años anteriores. Para ellos las Navidades eran unas fiestas en las que se lo pasaban en grande.
Así que, entre el trabajo de decoración de Castle y el papeleo de Beckett, la pareja no se vio en todo el día. Quedaron en que Kate iría a casa para darse una ducha y cambiarse de ropa antes de ir al loft. Rick la recogería allí para ir juntos a reunirse con Alexis y con Martha en la casa ya decorada.
Sí, sé que las Navidades a principios de Mayo como estamos no pegan mucho, pero me apetecía escribir su primera Navidad juntos. Espero no defraudar y que os haya gustado la idea.
Hasta pronto!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me gusta como va lo de el tema de navidad haber como lo haces? Espero ansiosa de nuevo capítulo
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes! Las musas han hecho su aparición esta tarde y no he dudado ni un momento en compartir con vosotros el nuevo capítulo.
Ahí va!
Kate llegó sobre las 8 de la tarde a casa. No habían tenido mucho trabajo, pero estaba algo nerviosa por ver todo lo que había preparado el escritor en el loft. Además, el hecho de no haberlo visto en todo el día, la tenía algo tristona. Nada más entrar en su casa y cerrar la puerta, sin darle opción ni a encender la luz, Castle se abalanzó sobre ella aprisionándola contra la pared y besándola con intensidad. Beckett se asustó por el asalto del escritor, pero cuando descubrió que era él no dudó ni un instante en sucumbir a sus besos y en seguirle aquel apasionado beso.
“¡Qué bobo eres! ¡Qué susto me has dado!”. Le dio un ligero golpe en el brazo riñéndole entre risas y besos.
“Perdón, perdón. Es que han sido muchas horas sin verte, sin acariciarte, sin besarte”. Fue besando toda su cara provocando una enorme sonrisa en ella.
“¿Nunca te vas a cansar de mí?”. Preguntó picarona acariciando su pecho con lentitud, provocándole.
“Creía que usted ya sabría esa respuesta, inspectora”. Atrapó sus labios de nuevo, con ansias, buscando su lengua y jugando con ella. Quería demostrarle que no, que jamás se cansaría de ella, ni de sus labios, su pelo, sus ojos…
“Ummm… creo que ya me ha quedado claro que no”. Sonrió entre besos agarrándose a su espalda y apoyando la cabeza en su hombro, descansando.
Rick la abrazó con ternura dándole un beso en el pelo. “Anda, ve a ducharte que Alexis y mi madre están preparando la cena y no me fío de ellas. No quiero que me quemen la casa”.
Kate rió entre sus brazos y le besó el pecho. “Confías más en tu hija que en ti mismo así que no mientas. Lo que quieres es llegar cuanto antes y enseñarme lo que has preparado”. Se separó del abrazo sonriente.
“Creo que no me gusta que me conozcas tan bien”. Bromeó guiñándole el ojo mientras veía como ella se quitaba las botas.
Cuando Kate se encaminó a la habitación Rick le dio una palmada suave en el trasero. Se giró para mirarle, sorprendida pero divertida.
“Que sepa, señor Castle, que puedo denunciarle por acoso”. Se fue acercando peligrosamente a él hasta tocarle el pecho con su dedo índice.
“¿Ah sí? ¿Y se puede saber qué he hecho para merecer eso?”. La miraba con intensidad.
“Acosarme en mi propia casa, atacarme y empotrarme contra la puerta. Y ahora, ¡tocarme el culo!”. Exclamó fingiendo estar escandalizada. Rick rió. “Pero tienes razón, creo que será mejor dispararte en vez de denunciarte. Más efectivo”. Dirigió su mano hacia la parte de atrás de su pantalón donde guardaba aún su pistola enfundada.
“Tss, tss, tss. Frena fiera”. Le agarró la mano antes de que cogiera el arma y la atrajo a él sujetándola por la nuca para besarla con ganas.
Beckett pasó la mano por la nuca de él, atrayéndolo más a ella, besándolo con ganas también mientras le acariciaba el pelo suavemente. Ese juego que tenían, después de tanto tiempo, todavía les seguía encantando, y encendiendo.
“Uf…”. Kate le mordió el labio con picardía. “¿Tienes mucha prisa por llegar al loft?”. Susurró en sus labios volviéndolo a besar y a jugar con su lengua.
“Ya no”. La cogió por el trasero haciendo que ella pasara las piernas alrededor de su cintura y siguieron besándose hasta el cuarto, cayendo sobre la cama.
Dieron rienda suelta a todo tipo de besos, mordiscos, caricias, lametazos. La única melodía que se escuchaba en la casa eran sus continuos y cada vez más altos gemidos. Después, se fueron a la ducha, juntos, donde no pudieron evitar volver a amarse.
Llegaron a la puerta del loft con dos radiantes sonrisas en sus rostros. Se sentían contentos, felices, completos. Rick se paró antes de abrir la puerta. Cogió las manos de Kate y la miró a los ojos. “Sé que para ti estas fiestas dejaron de serlo hace unos años, pero quiero, intentar al menos, que vuelva ese espíritu navideño a ti. Que disfrutes casi tanto como lo hago yo con todo esto”.
Kate besó sus labios con infinito amor y lo miró sonriente con mezcla de cierta tristeza y amor. “Prometo intentar abrirme a ese espíritu, ¿vale?”. Le acarició la mejilla.
Castle se acercó a besarla y ambos alargaron ese beso durante unos minutos. “Con eso me vale”. Le dio un beso rápido y agarró su mano para entrar juntos. “Vamos, que aunque no huela a quemado, no me fío de mi madre”. Abrió la puerta de par en par y dejó que fuera ella la que pasara primero.
Los ojos de Beckett se agrandaron y brillaron ante tanta luz en la decoración. El salón estaba presidido por un enorme árbol de navidad, decorado con infinitas figuras, bolas y demás e iluminado con cientos de bombillitas, tanto blancas como de colores diferentes. En la punta había una estrella. Miró a su alrededor y vio espumillones de colores por toda la casa, sobre todo en la barandilla de las escaleras. Volvió a fijarse en el árbol y descubrió unos paquetes envueltos debajo. Supuso que eran decorativos puesto que todavía no era Nochebuena.
Rick, al ver que ella no decía nada y seguía mirándolo todo sorprendida, se acercó por su espalda y la abrazó con cariño. Apoyó la barbilla sobre su hombro y pasó las manos por su cintura, pegándola a él. “¿Te gusta?”. Preguntó en un susurró en su oído.
“Es alucinante Castle”. Consiguió pronunciar la inspectora. “Creo que no había visto nunca un árbol tan grande dentro de una casa”. Sonrió pegándose más a él.
“Aunque de momento los regalos que hay debajo del árbol son de mentira, en Nochebuena estará repleto de regalos para vosotras tres”. Le dio un dulce beso en el cuello.
“No hace falta que me compres nada…”. Susurró observando cada detalle del árbol. ¡Tenía hasta nieve artificial! “Creo que estas van a ser las mejores Navidades en muchos años y con eso, créeme, me vale”. Se acurrucó entre sus brazos sintiéndose protegida. Desde que había visto toda la decoración no había podido evitar acordarse de su madre y de que ni su padre ni ella habían vuelto a sacar esos adornos desde que ella se fuera.
“Bueno, aún así, algo te traerá Papá Noel”. Hizo que se girara entre sus brazos y le dio un rápido beso en la comisura de sus labios. “Ya se lo he encargado y no creo que pueda cancelarlo. No le hagas ese feo, anda”. Su tono de voz era mimoso y su sonrisa, bastante grande.
Kate acarició la mejilla del escritor devolviéndole la sonrisa. “No le haré ese feo, pero prométeme que no será nada escandalosamente caro”. Le miró a los ojos.
“Prometido”. La besó con intensidad y ella se agarró a su cintura para besarle mejor.
Estaban tan concentrados en ese beso que no se enteraron de que tres personas bajaban del piso de arriba y se acercaban a ellos.
¿Más?.
Gracias por acordaros de pasar a seguir leyendo y por la molestia de comentar!
Ahí va!
Kate llegó sobre las 8 de la tarde a casa. No habían tenido mucho trabajo, pero estaba algo nerviosa por ver todo lo que había preparado el escritor en el loft. Además, el hecho de no haberlo visto en todo el día, la tenía algo tristona. Nada más entrar en su casa y cerrar la puerta, sin darle opción ni a encender la luz, Castle se abalanzó sobre ella aprisionándola contra la pared y besándola con intensidad. Beckett se asustó por el asalto del escritor, pero cuando descubrió que era él no dudó ni un instante en sucumbir a sus besos y en seguirle aquel apasionado beso.
“¡Qué bobo eres! ¡Qué susto me has dado!”. Le dio un ligero golpe en el brazo riñéndole entre risas y besos.
“Perdón, perdón. Es que han sido muchas horas sin verte, sin acariciarte, sin besarte”. Fue besando toda su cara provocando una enorme sonrisa en ella.
“¿Nunca te vas a cansar de mí?”. Preguntó picarona acariciando su pecho con lentitud, provocándole.
“Creía que usted ya sabría esa respuesta, inspectora”. Atrapó sus labios de nuevo, con ansias, buscando su lengua y jugando con ella. Quería demostrarle que no, que jamás se cansaría de ella, ni de sus labios, su pelo, sus ojos…
“Ummm… creo que ya me ha quedado claro que no”. Sonrió entre besos agarrándose a su espalda y apoyando la cabeza en su hombro, descansando.
Rick la abrazó con ternura dándole un beso en el pelo. “Anda, ve a ducharte que Alexis y mi madre están preparando la cena y no me fío de ellas. No quiero que me quemen la casa”.
Kate rió entre sus brazos y le besó el pecho. “Confías más en tu hija que en ti mismo así que no mientas. Lo que quieres es llegar cuanto antes y enseñarme lo que has preparado”. Se separó del abrazo sonriente.
“Creo que no me gusta que me conozcas tan bien”. Bromeó guiñándole el ojo mientras veía como ella se quitaba las botas.
Cuando Kate se encaminó a la habitación Rick le dio una palmada suave en el trasero. Se giró para mirarle, sorprendida pero divertida.
“Que sepa, señor Castle, que puedo denunciarle por acoso”. Se fue acercando peligrosamente a él hasta tocarle el pecho con su dedo índice.
“¿Ah sí? ¿Y se puede saber qué he hecho para merecer eso?”. La miraba con intensidad.
“Acosarme en mi propia casa, atacarme y empotrarme contra la puerta. Y ahora, ¡tocarme el culo!”. Exclamó fingiendo estar escandalizada. Rick rió. “Pero tienes razón, creo que será mejor dispararte en vez de denunciarte. Más efectivo”. Dirigió su mano hacia la parte de atrás de su pantalón donde guardaba aún su pistola enfundada.
“Tss, tss, tss. Frena fiera”. Le agarró la mano antes de que cogiera el arma y la atrajo a él sujetándola por la nuca para besarla con ganas.
Beckett pasó la mano por la nuca de él, atrayéndolo más a ella, besándolo con ganas también mientras le acariciaba el pelo suavemente. Ese juego que tenían, después de tanto tiempo, todavía les seguía encantando, y encendiendo.
“Uf…”. Kate le mordió el labio con picardía. “¿Tienes mucha prisa por llegar al loft?”. Susurró en sus labios volviéndolo a besar y a jugar con su lengua.
“Ya no”. La cogió por el trasero haciendo que ella pasara las piernas alrededor de su cintura y siguieron besándose hasta el cuarto, cayendo sobre la cama.
Dieron rienda suelta a todo tipo de besos, mordiscos, caricias, lametazos. La única melodía que se escuchaba en la casa eran sus continuos y cada vez más altos gemidos. Después, se fueron a la ducha, juntos, donde no pudieron evitar volver a amarse.
Llegaron a la puerta del loft con dos radiantes sonrisas en sus rostros. Se sentían contentos, felices, completos. Rick se paró antes de abrir la puerta. Cogió las manos de Kate y la miró a los ojos. “Sé que para ti estas fiestas dejaron de serlo hace unos años, pero quiero, intentar al menos, que vuelva ese espíritu navideño a ti. Que disfrutes casi tanto como lo hago yo con todo esto”.
Kate besó sus labios con infinito amor y lo miró sonriente con mezcla de cierta tristeza y amor. “Prometo intentar abrirme a ese espíritu, ¿vale?”. Le acarició la mejilla.
Castle se acercó a besarla y ambos alargaron ese beso durante unos minutos. “Con eso me vale”. Le dio un beso rápido y agarró su mano para entrar juntos. “Vamos, que aunque no huela a quemado, no me fío de mi madre”. Abrió la puerta de par en par y dejó que fuera ella la que pasara primero.
Los ojos de Beckett se agrandaron y brillaron ante tanta luz en la decoración. El salón estaba presidido por un enorme árbol de navidad, decorado con infinitas figuras, bolas y demás e iluminado con cientos de bombillitas, tanto blancas como de colores diferentes. En la punta había una estrella. Miró a su alrededor y vio espumillones de colores por toda la casa, sobre todo en la barandilla de las escaleras. Volvió a fijarse en el árbol y descubrió unos paquetes envueltos debajo. Supuso que eran decorativos puesto que todavía no era Nochebuena.
Rick, al ver que ella no decía nada y seguía mirándolo todo sorprendida, se acercó por su espalda y la abrazó con cariño. Apoyó la barbilla sobre su hombro y pasó las manos por su cintura, pegándola a él. “¿Te gusta?”. Preguntó en un susurró en su oído.
“Es alucinante Castle”. Consiguió pronunciar la inspectora. “Creo que no había visto nunca un árbol tan grande dentro de una casa”. Sonrió pegándose más a él.
“Aunque de momento los regalos que hay debajo del árbol son de mentira, en Nochebuena estará repleto de regalos para vosotras tres”. Le dio un dulce beso en el cuello.
“No hace falta que me compres nada…”. Susurró observando cada detalle del árbol. ¡Tenía hasta nieve artificial! “Creo que estas van a ser las mejores Navidades en muchos años y con eso, créeme, me vale”. Se acurrucó entre sus brazos sintiéndose protegida. Desde que había visto toda la decoración no había podido evitar acordarse de su madre y de que ni su padre ni ella habían vuelto a sacar esos adornos desde que ella se fuera.
“Bueno, aún así, algo te traerá Papá Noel”. Hizo que se girara entre sus brazos y le dio un rápido beso en la comisura de sus labios. “Ya se lo he encargado y no creo que pueda cancelarlo. No le hagas ese feo, anda”. Su tono de voz era mimoso y su sonrisa, bastante grande.
Kate acarició la mejilla del escritor devolviéndole la sonrisa. “No le haré ese feo, pero prométeme que no será nada escandalosamente caro”. Le miró a los ojos.
“Prometido”. La besó con intensidad y ella se agarró a su cintura para besarle mejor.
Estaban tan concentrados en ese beso que no se enteraron de que tres personas bajaban del piso de arriba y se acercaban a ellos.
¿Más?.
Gracias por acordaros de pasar a seguir leyendo y por la molestia de comentar!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Me gusta mucho lo de la navidad me gusta como va sigueeee
love.C.and.B.Marbele- As del póker
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Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Que chulo!!!, Me gusta el tema de la navidad.
Ains que ganas de ver que le regala Castle a Beckett!!
Sigueeee
Ains que ganas de ver que le regala Castle a Beckett!!
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Perfecto, como siempre, adoro cómo escribes!!!!! Me encanta la idea de la navidad!!!! Sigue cuando puedaaas!!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Hola!
Hoy vengo un poco tarde, pero vengo.. jajaja
¡Me alegra saber que os gusta la idea de la Navidad! A ver si os gusta este capítulo también!
“¡Qué bien que ya habéis llegado! La mesa está preparada y la cena lista”. Martha se acercó a ellos gesticulando como siempre, muy sonriente. Hizo que Rick soltara a Kate y abrazó fuerte a la inspectora.
“¿Qué te parece el árbol Kate?”. Preguntó la pelirroja mientras su abuela seguía abrazando a la inspectora y ella besaba la mejilla de su padre.
“Es impresionante”. Le sonrió a Alexis.
“Yo, personalmente, nunca había visto uno tan grande y tan decorado”. Su voz hizo que Kate se soltara de Martha y se dirigiera a él, muy sonriente.
“¡Papá! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces aquí?”. Se abrazó a él tras saludarlo con un fuerte beso en la mejilla.
“Me llamó Richard este mediodía ofreciéndome venir a cenar con vosotros. Como en Navidad tengo que estar fuera de la ciudad, se le ocurrió cenar en familia hoy”. Miró agradecido a Castle y éste le devolvió la mirada y la sonrisa.
Kate miró a su novio y le sonrió, también agradecida. “Entonces, ¿cenamos?”. Propuso ladeando la cabeza sintiéndose tremendamente a gusto y feliz al tener a los suyos reunidos aquella noche.
Los 5 se sentaron a la mesa y disfrutaron de una suculenta cena que Alexis, Martha y Jim habían preparado mientras Rick terminaba de organizar los adornos de toda la casa. Charlaron de todo un poco, centrándose, sobre todo en la universidad de Alexis. La joven pelirroja les fue contando qué tal llevaba cada asignatura y tanto Jim como Kate aprovecharon para darle ciertos consejos que ellos recordaban de cuando estudiaban Derecho, la misma carrera que estaba haciendo la hija del escritor. Kate, incluso se ofreció a ayudarla siempre que pudiera. Aquello sirvió para que todos se sintieran a gusto con todos. Después, dirigieron la conversación al libro que Castle estaba escribiendo, cómo no, otro de la saga Nikki Heat y que llevaba bastante avanzado, aunque hacía semanas que no había seguido escribiendo y Gina ya empezaba a presionarle. El trabajo de la inspectora también fue motivo de conversación, que comenzó durante los postres.
“Por cierto, ahora que estáis todos aquí, quiero que sepáis que no trabajo en todas las Navidades”. Todos la miraron sorprendida, pero sobre todo Castle que no se esperaba que su chica tuviera vacaciones en esas fiestas. De hecho, pensaba que igual hasta pedía hacer el turno de Nochebuena y Nochevieja para evitar la cena con ellos y que no la atormentaran los recuerdos. “He hablado esta mañana con Gates. Quería pedirle unos días, hasta después el día de Navidad, para estar tranquila esos días. Pero me ha obligado a tomarme unas vacaciones más amplias. Así que no tengo que volver hasta el 8 de enero”. Finalizó su explicación encogiéndose ligeramente de hombros y mordiéndose el labio mientras todos la miraban.
“Perfecto, así cuando yo vuelva podemos organizar otra comida o cena, pero esa vez, dejadme que sea en mi casa y que cocine yo”. Pidió el abogado agarrando la mano de su hija por encima de la mesa. Todos asintieron conformes y sonrientes.
“O sea que mañana es tu último día de trabajo hasta la vuelta, ¿no?”. Quiso asegurarse el escritor que en su cabeza ya empezaba a organizar miles de planes para ellos esos días.
“Eso es”. Corroboró ella sonriente. “Y no, no empieces a pensar en diferentes planes. Me apetece tranquilidad. Y si surge algún plan, que sea de repente”. Pidió mirándole con cariño.
Rick torció el morro no muy conforme con aquello. Quería sorprenderla organizando unas bonitas vacaciones para esquiar o lo que fuera. Pero accedió ante la mirada suplicante de ella. “Está bien, pero no hagas planes para el 7 de enero”. La amenazó con su dedo índice, sonriéndole y mirándola de manera especial. Ellos sabían perfectamente que aquel día era importante.
Kate sonrió enamorada mientras se mordía ligeramente el labio. Ella también estaba imaginándose diferentes planes en su cabeza para esos días, pero lo que había dicho era verdad: quería tranquilidad y que las cosas surgieran por sí solas.
Recogieron todo lo de la cena preparando el lavavajillas y se despidieron de Jim que se fue alegando que estaba cansado de tanto trabajo. El abogado recordó que tenían una cena pendiente en su casa para cuando volviera después de Navidad. Alexis se subió a su habitación para descansar y Martha, Castle y Beckett se quedaron abajo tomando algo antes de irse a dormir.
Al día siguiente, Castle acompañó como siempre a Beckett a comisaría. Sólo que ese día no les costó tanto levantarse e ir hasta allí para trabajar sabiendo que a partir de aquella tarde tendrían unos cuantos días para ellos dos, sin la comisaría ni asesinatos de por medio. Al no tener ningún caso entre manos pudieron salir antes de lo que pensaban. Kate le dijo a Castle que había quedado con Lannie para ir a tomar algo y ponerse al día. Aunque se veían muy a menudo en la morgue, hacía mucho tiempo que no quedaban y se contaban sus cosas. Pero lo cierto era que la inspectora quería ir a comprarle algo a Rick para ponerle debajo del pedazo de árbol de su loft. Aprovechó también para coger algún detalle para Martha y Alexis. Dejó los regalos en el coche para que Rick no los viera al llegar a casa y subió al loft con una enorme sonrisa.
Cuando entró vio que todo estaba en silencio y no había luz. Se extrañó. Sabía que tanto Martha como Alexis iban a salir aquella noche, pero Castle le había dicho que se quedaría en casa escribiendo.
“¿¡Hola!?”. Alzó la voz dando la luz principal mientras colgaba su chaqueta y el bolso en el perchero de la entrada. “¿Castle?”. Fue adentrándose en la casa. En el salón no había nadie.
Fue al despacho del escritor y allí todo estaba en silencio. No había rastro de él. Pensó que a lo mejor estaba en la habitación o dándose un baño, pero la oscuridad del resto de las habitaciones le indicó que allí no había nadie. Sorprendida, volvió a por su bolso y sacó su móvil. Maldijo aquellas nuevas tecnologías, que aunque les facilitaban la vida en cierta manera, duraban muy poco sus baterías. Su móvil se había quedado sin carga y se había apagado. Corrió a la habitación para ponerlo a cargar y poder llamar a Rick cuanto antes. Mientras el aparato se encendía, se quitó la ropa y se puso algo cómodo. Se sentó en el borde de la cama para que le diera el cable del cargador y encendió el teléfono. Vio que tenía un par de mensajes de Castle diciéndole que por favor le llamara y también tres llamadas perdidas de él. Se asustó, su corazón empezó a latir con fuerza y el móvil le temblaba entre las manos.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIASSSSSS!!!!!
Vuelvo pronto, prometido!
Hoy vengo un poco tarde, pero vengo.. jajaja
¡Me alegra saber que os gusta la idea de la Navidad! A ver si os gusta este capítulo también!
“¡Qué bien que ya habéis llegado! La mesa está preparada y la cena lista”. Martha se acercó a ellos gesticulando como siempre, muy sonriente. Hizo que Rick soltara a Kate y abrazó fuerte a la inspectora.
“¿Qué te parece el árbol Kate?”. Preguntó la pelirroja mientras su abuela seguía abrazando a la inspectora y ella besaba la mejilla de su padre.
“Es impresionante”. Le sonrió a Alexis.
“Yo, personalmente, nunca había visto uno tan grande y tan decorado”. Su voz hizo que Kate se soltara de Martha y se dirigiera a él, muy sonriente.
“¡Papá! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces aquí?”. Se abrazó a él tras saludarlo con un fuerte beso en la mejilla.
“Me llamó Richard este mediodía ofreciéndome venir a cenar con vosotros. Como en Navidad tengo que estar fuera de la ciudad, se le ocurrió cenar en familia hoy”. Miró agradecido a Castle y éste le devolvió la mirada y la sonrisa.
Kate miró a su novio y le sonrió, también agradecida. “Entonces, ¿cenamos?”. Propuso ladeando la cabeza sintiéndose tremendamente a gusto y feliz al tener a los suyos reunidos aquella noche.
Los 5 se sentaron a la mesa y disfrutaron de una suculenta cena que Alexis, Martha y Jim habían preparado mientras Rick terminaba de organizar los adornos de toda la casa. Charlaron de todo un poco, centrándose, sobre todo en la universidad de Alexis. La joven pelirroja les fue contando qué tal llevaba cada asignatura y tanto Jim como Kate aprovecharon para darle ciertos consejos que ellos recordaban de cuando estudiaban Derecho, la misma carrera que estaba haciendo la hija del escritor. Kate, incluso se ofreció a ayudarla siempre que pudiera. Aquello sirvió para que todos se sintieran a gusto con todos. Después, dirigieron la conversación al libro que Castle estaba escribiendo, cómo no, otro de la saga Nikki Heat y que llevaba bastante avanzado, aunque hacía semanas que no había seguido escribiendo y Gina ya empezaba a presionarle. El trabajo de la inspectora también fue motivo de conversación, que comenzó durante los postres.
“Por cierto, ahora que estáis todos aquí, quiero que sepáis que no trabajo en todas las Navidades”. Todos la miraron sorprendida, pero sobre todo Castle que no se esperaba que su chica tuviera vacaciones en esas fiestas. De hecho, pensaba que igual hasta pedía hacer el turno de Nochebuena y Nochevieja para evitar la cena con ellos y que no la atormentaran los recuerdos. “He hablado esta mañana con Gates. Quería pedirle unos días, hasta después el día de Navidad, para estar tranquila esos días. Pero me ha obligado a tomarme unas vacaciones más amplias. Así que no tengo que volver hasta el 8 de enero”. Finalizó su explicación encogiéndose ligeramente de hombros y mordiéndose el labio mientras todos la miraban.
“Perfecto, así cuando yo vuelva podemos organizar otra comida o cena, pero esa vez, dejadme que sea en mi casa y que cocine yo”. Pidió el abogado agarrando la mano de su hija por encima de la mesa. Todos asintieron conformes y sonrientes.
“O sea que mañana es tu último día de trabajo hasta la vuelta, ¿no?”. Quiso asegurarse el escritor que en su cabeza ya empezaba a organizar miles de planes para ellos esos días.
“Eso es”. Corroboró ella sonriente. “Y no, no empieces a pensar en diferentes planes. Me apetece tranquilidad. Y si surge algún plan, que sea de repente”. Pidió mirándole con cariño.
Rick torció el morro no muy conforme con aquello. Quería sorprenderla organizando unas bonitas vacaciones para esquiar o lo que fuera. Pero accedió ante la mirada suplicante de ella. “Está bien, pero no hagas planes para el 7 de enero”. La amenazó con su dedo índice, sonriéndole y mirándola de manera especial. Ellos sabían perfectamente que aquel día era importante.
Kate sonrió enamorada mientras se mordía ligeramente el labio. Ella también estaba imaginándose diferentes planes en su cabeza para esos días, pero lo que había dicho era verdad: quería tranquilidad y que las cosas surgieran por sí solas.
Recogieron todo lo de la cena preparando el lavavajillas y se despidieron de Jim que se fue alegando que estaba cansado de tanto trabajo. El abogado recordó que tenían una cena pendiente en su casa para cuando volviera después de Navidad. Alexis se subió a su habitación para descansar y Martha, Castle y Beckett se quedaron abajo tomando algo antes de irse a dormir.
Al día siguiente, Castle acompañó como siempre a Beckett a comisaría. Sólo que ese día no les costó tanto levantarse e ir hasta allí para trabajar sabiendo que a partir de aquella tarde tendrían unos cuantos días para ellos dos, sin la comisaría ni asesinatos de por medio. Al no tener ningún caso entre manos pudieron salir antes de lo que pensaban. Kate le dijo a Castle que había quedado con Lannie para ir a tomar algo y ponerse al día. Aunque se veían muy a menudo en la morgue, hacía mucho tiempo que no quedaban y se contaban sus cosas. Pero lo cierto era que la inspectora quería ir a comprarle algo a Rick para ponerle debajo del pedazo de árbol de su loft. Aprovechó también para coger algún detalle para Martha y Alexis. Dejó los regalos en el coche para que Rick no los viera al llegar a casa y subió al loft con una enorme sonrisa.
Cuando entró vio que todo estaba en silencio y no había luz. Se extrañó. Sabía que tanto Martha como Alexis iban a salir aquella noche, pero Castle le había dicho que se quedaría en casa escribiendo.
“¿¡Hola!?”. Alzó la voz dando la luz principal mientras colgaba su chaqueta y el bolso en el perchero de la entrada. “¿Castle?”. Fue adentrándose en la casa. En el salón no había nadie.
Fue al despacho del escritor y allí todo estaba en silencio. No había rastro de él. Pensó que a lo mejor estaba en la habitación o dándose un baño, pero la oscuridad del resto de las habitaciones le indicó que allí no había nadie. Sorprendida, volvió a por su bolso y sacó su móvil. Maldijo aquellas nuevas tecnologías, que aunque les facilitaban la vida en cierta manera, duraban muy poco sus baterías. Su móvil se había quedado sin carga y se había apagado. Corrió a la habitación para ponerlo a cargar y poder llamar a Rick cuanto antes. Mientras el aparato se encendía, se quitó la ropa y se puso algo cómodo. Se sentó en el borde de la cama para que le diera el cable del cargador y encendió el teléfono. Vio que tenía un par de mensajes de Castle diciéndole que por favor le llamara y también tres llamadas perdidas de él. Se asustó, su corazón empezó a latir con fuerza y el móvil le temblaba entre las manos.
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livingmylife- As del póker
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Re: Cuando te veo (FIN)
Madre miaa sigue
castle_always_annarodgers- Actor en Broadway
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Re: Cuando te veo (FIN)
Qué habrá pasado??? Sigue prontooo!!!!
Castle y Beckett- As del póker
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Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Que habrá pasado? Siempre me dejas con ganas de leer más pero ahora me dejas con angustia de que le pasara a castle
love.C.and.B.Marbele- As del póker
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Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Que miedo a ver q le ha pasado a castle
Sigue pronto
Sigue pronto
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes! Veo que os he dejado con la intriga... y para que no me odiéis mucho, os traigo la continuación!
Espero que os siga gustando!
Pulsó cómo pudo el nombre del escritor en la pantalla para llamarle y espero ansiosa y mordiéndose las uñas a que él respondiera. En los mensajes no decía que fuera grave, pero sí que por favor se pusiera en contacto con él cuanto antes.
“Kate”. Respondió el escritor la llamada al segundo tono.
“Rick, lo siento. Me había quedado sin batería. ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? ¿Les ha pasado algo a Alexis o a tu madre?”. La angustia que sentía empezaba a oprimirle el pecho. Pero al menos estaba escuchando su voz, y eso en cierta manera, la reconfortaba.
“Tranquila. Estoy bien, los tres estamos bien. No se trata de ellas ni de mí”. Kate suspiró aliviada.
“¿Entonces?”. Inquirió aún nerviosa.
“Al poco rato de llegar a casa me han llamado del hospital. Los abuelos de Alyson han tenido un accidente de coche. Iban los tres. La niña está fuera de peligro. Le han tenido que operar de urgencia pero ya está recuperándose. Con los abuelos… no han podido hacer nada…Estaban muy graves.”. La voz de Rick sonaba algo apagada, triste. “Estoy esperando a que me dejen pasar a ver a Aly, aunque aún está dormida”.
“Voy ahora mismo para allí. Salgo de casa en 5 minutos”. Colgó la llamada y volvió a vestirse. Ésta vez algo más cómoda y menos formal que para ir a trabajar: vaqueros, botas, jersey y chaqueta. Cogió el bolso y las llaves de casa y salió corriendo hacia su coche para ir al hospital.
En poco menos de 20 minutos llegaba al hospital. Se bajó del coche y se acercó rápidamente a Recepción para que le dijeran dónde estaba la niña. Subió en el ascensor hasta la tercera planta y en cuanto se abrieron las puertas, salió con rapidez girando hacia la derecha por el pasillo que le habían indicado. A pocos metros estaba Castle, sentado en una de las sillas del pasillo, esperando frente a la puerta de la habitación donde estaban colocando a Alyson.
“Rick”. Se acercó a él con rapidez sentándose a su lado y antes de que él pudiera hacer o decir nada, se abrazo fuerte a su cuerpo, dándole un beso en el hombro. Seguía nerviosa desde que había llegado a casa y no se había encontrado a Castle allí.
Rick correspondió al abrazo con cariño y le besó el pelo. “Tranquila”. Le acarició la espalda suavemente y medio sonrió.
Kate levantó la cabeza sin soltarse del abrazo para mirarle a los ojos. “Pensaba que te había pasado algo…”. Susurró mientras elevaba una mano hasta acariciar su mejilla muy suavemente.
“Siento haberte asustado. Salí corriendo de casa en cuanto me llamaron. Por lo visto los abuelos de Aly habían dado mi número por si algo les pasaba”. Besó la frente de su compañera.
“¿Qué pasó? ¿Cómo está la niña?”. Preguntó mirando hacia la puerta cerrada de la habitación.
“Parece que volvían del parque. Conducía el abuelo y en algún momento, perdió el control. No se sabe muy bien cómo ni por qué. Yo mismo he ido en su coche mientras conducía él y siempre lo hacía con precaución. No sé, no me cuadra que de repente se le haya ido el control del volante”. Informó mirando también hacia la puerta de la habitación. Iba a seguir hablando para informarle del estado de la niña pero vio cómo Beckett sacaba con rapidez el móvil y llamaba a alguien.
“Espo, ¿sigues en comisaría?”. Esperó a que le contestara. “Bien, necesito que me hagas un favor. Quiero que te enteres de quién está llevando la investigación de un accidente de coche que ha tenido lugar hace unas 3 horas cerca de Central Park. En el coche iban Alyson y sus abuelos”. Escuchó a su interlocutor. “Aly está fuera de peligro, pero los abuelos… no han sobrevivido”. Se mordió el labio al dar aquella información. “Castle no cree que haya sido un accidente. Por favor, entérate de lo que puedas”. Colgó la llamada y sonrió a Rick.
“Sí que es efectivo esto de tener relaciones con la policía”. Bromeó el escritor atrayéndola por los hombros y besándole la cabeza. Kate sonrió un poco. “Aly está fuera de peligro después de que la hayan tenido que operar por una rotura de bazo. Supongo que del golpe. Además de eso no tiene más que algún golpe en el cuerpo, pero nada serio”. Kate apoyó su cabeza sobre el pecho de él y éste empezó a darle caricias en el pelo. “Me han dicho que esperara aquí a que la acomodaran e la habitación y que cuando acabaran podría entrar a verla”.
“Pobrecita…”. Susurró Kate pensando en todo lo que había tenido que pasar la niña en unos meses.
Alguien se acercó con rapidez hacia donde ellos estaban, sobresaltándolos. Eran dos personas mayores. A Beckett sus caras le resultaron familiares, pero no sabía decir de qué los conocía. Los vieron mirar hacia la puerta de la habitación de la niña.
“Perdonad, ¿buscan algo?”. Preguntó el escritor mirando receloso a esas dos personas.
“A nuestra nieta”. Contestaron con sequedad los dos ancianos a la vez.
Beckett y Castle se miraron con el ceño fruncido. Kate se deshizo del abrazo de Rick y se levantó.
“¿Ustedes son los padres de Jack Marlowe?”. Preguntó recordando perfectamente el nombre del padre de la niña.
“Así es. ¿Y usted es?”. Preguntó la abuela mirándola con cara de asco.
“Una amiga de Aly”. Los miró con seriedad. No le gustaba nada la brusquedad con la que hablaban o la miraban.
Castle se puso también en pie y se acercó a Kate. Pasó un brazo por detrás de ella hasta posar la mano sobre la parte baja de su espalda.
“¿Qué hacen aquí?”. La seriedad de la voz de Rick era palpable.
“Ver a nuestra nieta. Tenemos derecho”. Ahora fue el abuelo el que habló mirando sin inmutarse tanto a Beckett como a Castle.
“Derecho del que hasta ahora no han hecho uso. Porque no han ido a verla en ningún momento. Estaban tan enfadados porque el juez les dio la custodia a los padres de Paula que ni siquiera se preocuparon por ver cómo estaba su querida nieta”. Contestó Kate enfadada.
“No le tolero que le hable así a mi mujer”. Se le encaró aquel hombre a Beckett. “¿Quién se cree usted que es para juzgarnos?”. Se fue acercando a la inspectora en una postura amenazante.
Kate, acostumbrada a lidiar con este tipo de situaciones por culpa de su trabajo, no se achantó. Se quedó quieta, mirándole con seriedad. “Soy la persona que ha llevado a su nieta al cine cuando sus abuelos no podían, la que la cuidó y consoló cuando su hijo asesinó a Paula”. Espetó con tranquilidad pero demostrando su entereza y su fuerza ante aquellas personas.
“Kate…”. Rick la agarró del brazo suavemente. Sabía que él habría contestado exactamente lo mismo y probablemente de peores formas que ella, pero no quería que empezaran una pelea allí, no delante de la habitación de la niña.
Beckett se soltó del agarre de Castle, aunque sin brusquedad. Entendió lo que él quería decirle y se separó un poco de aquel hombre, pero sin perder el contacto visual con él.
GRACIAS por cada comentario y cada visita!
Sois geniales!
No dudéis en seguir comentando si os gusta o no cómo va la historia!
Acepto todo tipo de críticas!
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“Kate”. Respondió el escritor la llamada al segundo tono.
“Rick, lo siento. Me había quedado sin batería. ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? ¿Les ha pasado algo a Alexis o a tu madre?”. La angustia que sentía empezaba a oprimirle el pecho. Pero al menos estaba escuchando su voz, y eso en cierta manera, la reconfortaba.
“Tranquila. Estoy bien, los tres estamos bien. No se trata de ellas ni de mí”. Kate suspiró aliviada.
“¿Entonces?”. Inquirió aún nerviosa.
“Al poco rato de llegar a casa me han llamado del hospital. Los abuelos de Alyson han tenido un accidente de coche. Iban los tres. La niña está fuera de peligro. Le han tenido que operar de urgencia pero ya está recuperándose. Con los abuelos… no han podido hacer nada…Estaban muy graves.”. La voz de Rick sonaba algo apagada, triste. “Estoy esperando a que me dejen pasar a ver a Aly, aunque aún está dormida”.
“Voy ahora mismo para allí. Salgo de casa en 5 minutos”. Colgó la llamada y volvió a vestirse. Ésta vez algo más cómoda y menos formal que para ir a trabajar: vaqueros, botas, jersey y chaqueta. Cogió el bolso y las llaves de casa y salió corriendo hacia su coche para ir al hospital.
En poco menos de 20 minutos llegaba al hospital. Se bajó del coche y se acercó rápidamente a Recepción para que le dijeran dónde estaba la niña. Subió en el ascensor hasta la tercera planta y en cuanto se abrieron las puertas, salió con rapidez girando hacia la derecha por el pasillo que le habían indicado. A pocos metros estaba Castle, sentado en una de las sillas del pasillo, esperando frente a la puerta de la habitación donde estaban colocando a Alyson.
“Rick”. Se acercó a él con rapidez sentándose a su lado y antes de que él pudiera hacer o decir nada, se abrazo fuerte a su cuerpo, dándole un beso en el hombro. Seguía nerviosa desde que había llegado a casa y no se había encontrado a Castle allí.
Rick correspondió al abrazo con cariño y le besó el pelo. “Tranquila”. Le acarició la espalda suavemente y medio sonrió.
Kate levantó la cabeza sin soltarse del abrazo para mirarle a los ojos. “Pensaba que te había pasado algo…”. Susurró mientras elevaba una mano hasta acariciar su mejilla muy suavemente.
“Siento haberte asustado. Salí corriendo de casa en cuanto me llamaron. Por lo visto los abuelos de Aly habían dado mi número por si algo les pasaba”. Besó la frente de su compañera.
“¿Qué pasó? ¿Cómo está la niña?”. Preguntó mirando hacia la puerta cerrada de la habitación.
“Parece que volvían del parque. Conducía el abuelo y en algún momento, perdió el control. No se sabe muy bien cómo ni por qué. Yo mismo he ido en su coche mientras conducía él y siempre lo hacía con precaución. No sé, no me cuadra que de repente se le haya ido el control del volante”. Informó mirando también hacia la puerta de la habitación. Iba a seguir hablando para informarle del estado de la niña pero vio cómo Beckett sacaba con rapidez el móvil y llamaba a alguien.
“Espo, ¿sigues en comisaría?”. Esperó a que le contestara. “Bien, necesito que me hagas un favor. Quiero que te enteres de quién está llevando la investigación de un accidente de coche que ha tenido lugar hace unas 3 horas cerca de Central Park. En el coche iban Alyson y sus abuelos”. Escuchó a su interlocutor. “Aly está fuera de peligro, pero los abuelos… no han sobrevivido”. Se mordió el labio al dar aquella información. “Castle no cree que haya sido un accidente. Por favor, entérate de lo que puedas”. Colgó la llamada y sonrió a Rick.
“Sí que es efectivo esto de tener relaciones con la policía”. Bromeó el escritor atrayéndola por los hombros y besándole la cabeza. Kate sonrió un poco. “Aly está fuera de peligro después de que la hayan tenido que operar por una rotura de bazo. Supongo que del golpe. Además de eso no tiene más que algún golpe en el cuerpo, pero nada serio”. Kate apoyó su cabeza sobre el pecho de él y éste empezó a darle caricias en el pelo. “Me han dicho que esperara aquí a que la acomodaran e la habitación y que cuando acabaran podría entrar a verla”.
“Pobrecita…”. Susurró Kate pensando en todo lo que había tenido que pasar la niña en unos meses.
Alguien se acercó con rapidez hacia donde ellos estaban, sobresaltándolos. Eran dos personas mayores. A Beckett sus caras le resultaron familiares, pero no sabía decir de qué los conocía. Los vieron mirar hacia la puerta de la habitación de la niña.
“Perdonad, ¿buscan algo?”. Preguntó el escritor mirando receloso a esas dos personas.
“A nuestra nieta”. Contestaron con sequedad los dos ancianos a la vez.
Beckett y Castle se miraron con el ceño fruncido. Kate se deshizo del abrazo de Rick y se levantó.
“¿Ustedes son los padres de Jack Marlowe?”. Preguntó recordando perfectamente el nombre del padre de la niña.
“Así es. ¿Y usted es?”. Preguntó la abuela mirándola con cara de asco.
“Una amiga de Aly”. Los miró con seriedad. No le gustaba nada la brusquedad con la que hablaban o la miraban.
Castle se puso también en pie y se acercó a Kate. Pasó un brazo por detrás de ella hasta posar la mano sobre la parte baja de su espalda.
“¿Qué hacen aquí?”. La seriedad de la voz de Rick era palpable.
“Ver a nuestra nieta. Tenemos derecho”. Ahora fue el abuelo el que habló mirando sin inmutarse tanto a Beckett como a Castle.
“Derecho del que hasta ahora no han hecho uso. Porque no han ido a verla en ningún momento. Estaban tan enfadados porque el juez les dio la custodia a los padres de Paula que ni siquiera se preocuparon por ver cómo estaba su querida nieta”. Contestó Kate enfadada.
“No le tolero que le hable así a mi mujer”. Se le encaró aquel hombre a Beckett. “¿Quién se cree usted que es para juzgarnos?”. Se fue acercando a la inspectora en una postura amenazante.
Kate, acostumbrada a lidiar con este tipo de situaciones por culpa de su trabajo, no se achantó. Se quedó quieta, mirándole con seriedad. “Soy la persona que ha llevado a su nieta al cine cuando sus abuelos no podían, la que la cuidó y consoló cuando su hijo asesinó a Paula”. Espetó con tranquilidad pero demostrando su entereza y su fuerza ante aquellas personas.
“Kate…”. Rick la agarró del brazo suavemente. Sabía que él habría contestado exactamente lo mismo y probablemente de peores formas que ella, pero no quería que empezaran una pelea allí, no delante de la habitación de la niña.
Beckett se soltó del agarre de Castle, aunque sin brusquedad. Entendió lo que él quería decirle y se separó un poco de aquel hombre, pero sin perder el contacto visual con él.
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Sois geniales!
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livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Vaya me he quedado de piedra con los nuevos acontecimientos me encanta sigueeee
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Ufff menos mal que Castle esta bien.
Ole por Beckett y sus huevos por enfrentarse a esos dos idiotas pero que se han creído?
La que me da mucha penita es Aly que primero después de perder a su madre tmbn haya perdido a sus iaios... Esperemos que Castle y Beckett se queden con la custodia y no esos viejos, por dios que mal me han caido
Tus capitulos perfectos como siempre. Sigueee
Ole por Beckett y sus huevos por enfrentarse a esos dos idiotas pero que se han creído?
La que me da mucha penita es Aly que primero después de perder a su madre tmbn haya perdido a sus iaios... Esperemos que Castle y Beckett se queden con la custodia y no esos viejos, por dios que mal me han caido
Tus capitulos perfectos como siempre. Sigueee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Menos mal que Aly está bien!! Espero que no se queden esos abuelos con ella.Me encanta!!!! Sigueeee!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Wooooow llevo un par de capitulos sin comentar estoy tonta lo sientoooooo te ha quedado de lujo sigueeeeee!!!
alba_caskett52- As del póker
- Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 11/08/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenos días!
Me alegro mucho de que os guste también esta nueva trama. A ver cómo la solucionamos... jejeje
Me halagan enormemente vuestros comentarios! Wow, sois geniales, GRACIAS
¿Seguimos?
Antes de que alguien dijera nada más, el médico salió de la habitación de Alyson y les dio permiso para entrar a verla. Todavía estaba dormida, pero no tardaría en despertarse.
Los abuelos, rápidamente entraron a la habitación y se colocaron cada uno a un lado de la cama donde su nieta descansaba. Castle miró a Beckett y ésta suspiró intentando librarse de la tensión que sentía en todo su cuerpo.
“¿Quién se supone que se va a quedar a la niña ahora que sus abuelos han muerto?”. Preguntó mirando a Rick mientras se sentaba en una de las sillas del pasillo.
“Supongo que ellos, pero no lo sé”. Rick se sentó a su lado mirando hacia el interior de la habitación donde aquellas dos personas mayores miraban a Alyson como si fuera la persona más importante de sus vidas. Negó con la cabeza pensando en lo fría y egoísta que podía llegar a ser la gente.
El móvil de Beckett los sacó de sus pensamientos. Ella lo cogió con rapidez, sobre todo al ver que se trataba de su compañero.
“Beckett, creo que tenéis razón. No parece que fuera un accidente. Alguien lo provocó. Hay huellas de las ruedas de dos coches: el de los abuelos de Aly y el de otro que todavía no hemos podido reconocer. Pero seguimos en ello”. Informó el moreno.
“Gracias Espo. Mirad las cámaras de tráfico a ver si podéis ver al otro coche, o incluso tal vez el supuesto accidente”. Colgó mirando a Castle que había escuchado toda la conversación.
“¿Quién puede tener algún interés en matar a esas personas?”. Preguntó el escritor sin poder dar crédito a lo que estaban averiguando.
“Jack, supongo. Pero está en la cárcel”. Elevó los hombros sin saber la respuesta y se apoyó en el respaldo de la silla dejando descansar su cuerpo.
“Pero ha podido tener ayuda”. La miró y posó la mano sobre su rodilla, apretándosela con cariño. Ella le miró y le agradeció el gesto con una pequeña sonrisa. “Podríamos mirar qué visitas o llamadas ha recibido Jack en los últimos meses. No creo que hayan sido muchas”.
“Buena idea. Le pondré un mensaje a Espo para que lo comprueben”. Sacó el móvil y escribió el mensaje para su compañero. Volvió a guardarse el móvil en el bolso y miró a la habitación. La niña seguía dormida. “¿Crees que la niña querrá irse con ellos?”.
“No lo creo. Cuando hablé con el psicólogo que la había estado tratando para ver qué tal estaba evolucionando, me dijo que la niña sentía un miedo tremendo hacia su padre y todo lo que le rodeaba a él. Imagino que en ese pack están incluidos sus abuelos”.
Kate agarró la mano de Rick y dejó de mirar a la habitación. “¿Podrías quedarte hasta que despierte para ver si está a gusto con sus abuelos?”.
Castle la miró y asintió acariciando su mano suavemente. “¿Y tú?”.
“Yo me voy a comisaría a investigar esto. No me puedo quedar de brazos cruzada. Y quiero saber si sus abuelos tenían testamento hecho y si ahí ponía algo sobre la pequeña”. Se levantó poniéndose la chaqueta y colgándose el bolso del hombro. “Llámame en cuanto la niña se despierte, por favor”. Se agachó para darle un beso rápido en los labios y salió del hospital rumbo a la comisaría en su coche.
Una hora después la pequeña Alyson empezaba a moverse y a abrir los ojos lentamente intentando adivinar dónde se encontraba. Los padres de Jack se habían sentado en dos sillas que había en la habitación y Castle seguía fuera sentado en el pasillo, pero muy atento al interior.
“¿Abuela?”. Susurró con voz débil la niña llamando a la mujer que la había estado cuidando estos meses.
“Cariño, estoy aquí”. La abuela paterna se acercó a la cama y agarró su mano.
Aly frunció el ceño cerrando los ojos. Estaba confundida. Ella no buscaba a esa abuela, sino a la otra. A la madre de su madre, la que no se había separado de ella en ningún momento. Cuando sintió que esa mujer agarraba su mano, se soltó rápidamente de ella. “Tú no eres mi abuela”. Espetó enfadada y temerosa volviendo a abrir los ojos para buscar a la que ella sentía como su verdadera abuela.
“No le digas eso a tu abuela, cielo”. Se acercó el abuelo paterno también a la cama.
El rostro de la niña reflejó el pánico que sentía al estar en aquella habitación, sintiéndose cansada y dolorida, con aquellas dos personas a las que no quería ni ver. “No quiero veros, ¡fuera!”. Se revolvió la pequeña intentando bajarse de la cama.
Castle, que hasta entonces había estado fuera presenciando la escena, se levantó corriendo y se acercó rápida a la cama de la niña, sujetándola con firmeza pero con amor para que no se moviera y no se le abriera la herida de la operación. “Aly cariño, tranquila, no te muevas. Yo estoy aquí”. Acarició el pelo de la niña y observó cómo ella lo miraba con miedo. “Tranquila…”. Susurró acercando a besar su cabeza con cariño.
“Rick…”. Susurró la pequeña empezando a soltar todas las lágrimas de angustia que hasta ahora se había aguantado. Se abrazó al brazo del escritor con fuerza.
“Aléjate de nuestra nieta”. Alzó la voz el hombre agarrando del otro brazo a Castle y tirando de él.
“Ya han oído a Alyson, ella no quiere que estén aquí. Lo más importante para ella ahora mismo es que esté tranquila y se recupere cuanto antes. Así que no la pongan más nerviosa y hagan el favor de salir de aquí”. Contestó el escritor sin separarse de Aly ni un centímetro.
Una enfermera que había oído las voces se acercó a ver qué pasaba.
“Este hombre nos está echando de la habitación de nuestra nieta, NUESTRA nieta!”. Contestó enfadada la mujer.
“Pero es que la niña no quiere veros. Lo acaba de decir bien clarito. Quiere que os alejéis de ella, exactamente igual que lleváis haciendo todo estos meses”. Contestó Castle tremendamente enfadado.
“Lo siento, pero si la paciente no quiere que estén aquí, tengo que pedirles que me acompañen fuera”. Les intentó convencer la enfermera.
“¡Pero es nuestra nieta!” Gritó el abuelo paterno.
“Sí, será su nieta, pero sin embargo, teníamos orden de llamar a este señor si algo les ocurría a sus abuelos o a ella. Así que, hagan el favor de marcharse de aquí”. Se mantuvo firme señalándoles la puerta de la habitación.
Los ancianos no tuvieron otra opción que marcharse. Pero antes de salir completamente por la puerta, el hombre se giró a Castle amenazándolo. “Esto no va a quedar así”. Y salieron dando un fuerte portazo.
Upss....
Hasta pronto!
Me alegro mucho de que os guste también esta nueva trama. A ver cómo la solucionamos... jejeje
Me halagan enormemente vuestros comentarios! Wow, sois geniales, GRACIAS
¿Seguimos?
Antes de que alguien dijera nada más, el médico salió de la habitación de Alyson y les dio permiso para entrar a verla. Todavía estaba dormida, pero no tardaría en despertarse.
Los abuelos, rápidamente entraron a la habitación y se colocaron cada uno a un lado de la cama donde su nieta descansaba. Castle miró a Beckett y ésta suspiró intentando librarse de la tensión que sentía en todo su cuerpo.
“¿Quién se supone que se va a quedar a la niña ahora que sus abuelos han muerto?”. Preguntó mirando a Rick mientras se sentaba en una de las sillas del pasillo.
“Supongo que ellos, pero no lo sé”. Rick se sentó a su lado mirando hacia el interior de la habitación donde aquellas dos personas mayores miraban a Alyson como si fuera la persona más importante de sus vidas. Negó con la cabeza pensando en lo fría y egoísta que podía llegar a ser la gente.
El móvil de Beckett los sacó de sus pensamientos. Ella lo cogió con rapidez, sobre todo al ver que se trataba de su compañero.
“Beckett, creo que tenéis razón. No parece que fuera un accidente. Alguien lo provocó. Hay huellas de las ruedas de dos coches: el de los abuelos de Aly y el de otro que todavía no hemos podido reconocer. Pero seguimos en ello”. Informó el moreno.
“Gracias Espo. Mirad las cámaras de tráfico a ver si podéis ver al otro coche, o incluso tal vez el supuesto accidente”. Colgó mirando a Castle que había escuchado toda la conversación.
“¿Quién puede tener algún interés en matar a esas personas?”. Preguntó el escritor sin poder dar crédito a lo que estaban averiguando.
“Jack, supongo. Pero está en la cárcel”. Elevó los hombros sin saber la respuesta y se apoyó en el respaldo de la silla dejando descansar su cuerpo.
“Pero ha podido tener ayuda”. La miró y posó la mano sobre su rodilla, apretándosela con cariño. Ella le miró y le agradeció el gesto con una pequeña sonrisa. “Podríamos mirar qué visitas o llamadas ha recibido Jack en los últimos meses. No creo que hayan sido muchas”.
“Buena idea. Le pondré un mensaje a Espo para que lo comprueben”. Sacó el móvil y escribió el mensaje para su compañero. Volvió a guardarse el móvil en el bolso y miró a la habitación. La niña seguía dormida. “¿Crees que la niña querrá irse con ellos?”.
“No lo creo. Cuando hablé con el psicólogo que la había estado tratando para ver qué tal estaba evolucionando, me dijo que la niña sentía un miedo tremendo hacia su padre y todo lo que le rodeaba a él. Imagino que en ese pack están incluidos sus abuelos”.
Kate agarró la mano de Rick y dejó de mirar a la habitación. “¿Podrías quedarte hasta que despierte para ver si está a gusto con sus abuelos?”.
Castle la miró y asintió acariciando su mano suavemente. “¿Y tú?”.
“Yo me voy a comisaría a investigar esto. No me puedo quedar de brazos cruzada. Y quiero saber si sus abuelos tenían testamento hecho y si ahí ponía algo sobre la pequeña”. Se levantó poniéndose la chaqueta y colgándose el bolso del hombro. “Llámame en cuanto la niña se despierte, por favor”. Se agachó para darle un beso rápido en los labios y salió del hospital rumbo a la comisaría en su coche.
Una hora después la pequeña Alyson empezaba a moverse y a abrir los ojos lentamente intentando adivinar dónde se encontraba. Los padres de Jack se habían sentado en dos sillas que había en la habitación y Castle seguía fuera sentado en el pasillo, pero muy atento al interior.
“¿Abuela?”. Susurró con voz débil la niña llamando a la mujer que la había estado cuidando estos meses.
“Cariño, estoy aquí”. La abuela paterna se acercó a la cama y agarró su mano.
Aly frunció el ceño cerrando los ojos. Estaba confundida. Ella no buscaba a esa abuela, sino a la otra. A la madre de su madre, la que no se había separado de ella en ningún momento. Cuando sintió que esa mujer agarraba su mano, se soltó rápidamente de ella. “Tú no eres mi abuela”. Espetó enfadada y temerosa volviendo a abrir los ojos para buscar a la que ella sentía como su verdadera abuela.
“No le digas eso a tu abuela, cielo”. Se acercó el abuelo paterno también a la cama.
El rostro de la niña reflejó el pánico que sentía al estar en aquella habitación, sintiéndose cansada y dolorida, con aquellas dos personas a las que no quería ni ver. “No quiero veros, ¡fuera!”. Se revolvió la pequeña intentando bajarse de la cama.
Castle, que hasta entonces había estado fuera presenciando la escena, se levantó corriendo y se acercó rápida a la cama de la niña, sujetándola con firmeza pero con amor para que no se moviera y no se le abriera la herida de la operación. “Aly cariño, tranquila, no te muevas. Yo estoy aquí”. Acarició el pelo de la niña y observó cómo ella lo miraba con miedo. “Tranquila…”. Susurró acercando a besar su cabeza con cariño.
“Rick…”. Susurró la pequeña empezando a soltar todas las lágrimas de angustia que hasta ahora se había aguantado. Se abrazó al brazo del escritor con fuerza.
“Aléjate de nuestra nieta”. Alzó la voz el hombre agarrando del otro brazo a Castle y tirando de él.
“Ya han oído a Alyson, ella no quiere que estén aquí. Lo más importante para ella ahora mismo es que esté tranquila y se recupere cuanto antes. Así que no la pongan más nerviosa y hagan el favor de salir de aquí”. Contestó el escritor sin separarse de Aly ni un centímetro.
Una enfermera que había oído las voces se acercó a ver qué pasaba.
“Este hombre nos está echando de la habitación de nuestra nieta, NUESTRA nieta!”. Contestó enfadada la mujer.
“Pero es que la niña no quiere veros. Lo acaba de decir bien clarito. Quiere que os alejéis de ella, exactamente igual que lleváis haciendo todo estos meses”. Contestó Castle tremendamente enfadado.
“Lo siento, pero si la paciente no quiere que estén aquí, tengo que pedirles que me acompañen fuera”. Les intentó convencer la enfermera.
“¡Pero es nuestra nieta!” Gritó el abuelo paterno.
“Sí, será su nieta, pero sin embargo, teníamos orden de llamar a este señor si algo les ocurría a sus abuelos o a ella. Así que, hagan el favor de marcharse de aquí”. Se mantuvo firme señalándoles la puerta de la habitación.
Los ancianos no tuvieron otra opción que marcharse. Pero antes de salir completamente por la puerta, el hombre se giró a Castle amenazándolo. “Esto no va a quedar así”. Y salieron dando un fuerte portazo.
Upss....
Hasta pronto!
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Perfecto, como siempre!!!!! Me encanta!!! Sigue cuando puedaaas!!!
Castle y Beckett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 28/10/2014
Edad : 24
Re: Cuando te veo (FIN)
Me encanta como siempre pero me parece raro el comportamiento de los abuelos paternos me caen mal
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
¡Buenas tardes!
A ver si este capítulo también os gusta!
GRACIAS por seguir ahí!
La pequeña Alyson, dos días después de que la operaran, seguía ingresada en el hospital recuperándose. Se encontraba bien pero no querían darle el alta antes de asegurarse de que estaba en perfectas condiciones. Ni el escritor ni la inspectora se habían separado de ella. Si no estaban los dos juntos, estaba él o se quedaba ella. Pero jamás la dejaban sola. Ese día, llamaron a Alexis para que se quedara con Alyson. Y allí estaban ellos, Castle y Beckett, en su casa después de haber estado en el despacho del notario que les había llamado para hablarles acerca del testamento de los abuelos de Alyson. Al parecer, en dicho testamento, si algo les ocurriera a ellos, le cedían la custodia de la pequeña a Castle. Sí, al escritor sólo, porque al no estar casado con la inspectora, no podían cedérsela a los dos. Y de elegir a uno, pensaron que la niña tendría mejor vida con Richard, puesto que gracias a sus libros, vivía muy bien y sería quién se podría ocupar mejor de Aly, económicamente hablando. La noticia de la custodia de la niña les pilló a los dos por sorpresa, pero sobre todo a Rick.
Era obvio que la niña no quería irse con sus abuelos paternos. Así lo había demostrado en más de una ocasión desde que estaba ingresada en el hospital. Además, según las pruebas que habían podido reunir en comisaría entre Ryan, Espo y Beckett, todo apuntaba a que los padres de Jack Marlowe habían sido los causantes de la muerte de los abuelos maternos de Alyson. Y por supuesto, si acababan siendo ciertas aquellas evidencias, acabarían los dos en la cárcel.
Castle suspiró por enésima vez, sentado en el sofá y con la mirada perdida en algún punto de la estancia. Beckett se acercó a él y le ofreció una copa de vino.
“Gracias”. La cogió mirando fugazmente a la inspectora y dedicándole una mínima sonrisa. No sabía cómo se sentía, no sabía cómo tenía que sentirse, y mucho menos qué era lo que tenía que hacer.
Kate se sentó a su lado en el sofá con una copa de vino para ella entre sus manos. Dio un pequeño sorbo y la dejó sobre la mesita. “Rick…”. Llevó la mano a su espalda, acariciándosela suavemente. “¿Qué estás pensando?”.
Castle dio un trago a la copa y la dejó junto a la de Kate. Se puso de costado en el sofá para poder mirarla mejor. “En que no sé qué hacer. En que no sé qué tenemos que hacer”.
“Bueno, al que le han cedido la custodia es a ti. No a mí. Así que es una decisión tuya”. Agarró su mano con suavidad y bajó la vista hacia sus dedos.
“Sí, me la han ofrecido a mí, pero yo estoy contigo y quiero contar contigo para esto. Porque para mí, tú eres lo más importante. Así que esto, es cosa de los dos”. Afirmó con seguridad sin dejar de mirarla, a pesar de que ella mantenía la cabeza agachada.
Kate suspiró y elevó la mirada hasta encontrarse con sus azules ojos. “No podemos dejar que la niña vaya a un centro y que allí le busquen una familia… Ha sufrido demasiado, no se lo merece…”. Sus ojos empezaban a anegarse de lágrimas.
“Lo sé… Pero no sé si nosotros estamos preparados para esto, no sé si tú quieres hacerlo. No sé nada”. Confesó con sinceridad bajando ahora él la mirada para no mostrar sus ojos llenos de lágrimas.
Kate alzó su mano hasta tocar su mentón y le obligó a levantar la cabeza para que la mirara. “Es cierto que esta situación es difícil, rara… Que no nos la esperábamos, en absoluto…”. Se tomó unos segundos para pensar cómo decir aquello que le rondaba por la cabeza. “¿Te acuerdas de lo que me dijiste hace unos meses cuando estaba aterrada pensando que podría estar embarazada?”. Le acarició la mejilla dulcemente retirándole las lágrimas. “Me dijiste que pasara lo que pasara, estuviera embarazada o no, tú no te ibas a alejar de mi lado y que juntos podríamos con lo que viniera”. Rick sonrió ligeramente recordando sus propias palabras. “Bien, pues hoy te las digo yo a ti”. Kate le sonrió también. “No quiero ni pienso dejar que se lleven a Alyson a ningún centro. Y sé que tú tampoco lo soportarías. Tienes un instinto paternal tan enorme, que si pudieras acogerías en casa a todos los niños que se hubieran quedado huérfanos o que no tuvieran adónde ir”. Se acercó más a él, besando suavemente la comisura de sus labios, justo donde había ido a parar una de sus lágrimas. “Te propongo que hagamos algo…”. Susurró muy cerca de sus labios. “Acojamos a Aly en casa. Es Navidad. Ningún niño merece perderse la magia de la Navidad. Veamos cómo nos las apañamos. Seguro que juntos podremos hacerlo. Es una situación nueva, difícil. Y sé que me costará a mí mucho más que a ti. Y también sé que eso es lo que te da miedo de aceptar la custodia de Aly. Te da miedo cómo pueda acabar reaccionando yo”. Rick bajó la mirada sintiéndose pillado por ella. Kate le volvió a elevar el mentón haciendo que la mirara y le sonrió. “Acepta su custodia, al menos por un tiempo, para ver si ella se adapta, si nos adaptamos nosotros. Sólo tenemos que encontrar un nuevo equilibrio, juntos, los tres”.
Cuando Kate dejó de hablar, Castle se abrazó con fuerza a ella, cerrando los ojos para sentir mejor cómo sus brazos lo rodeaban. Se sintió tremendamente reconfortado y muchísimo más tranquilo. Era cierto. Lo que más temía de acoger a Alyson era que su relación con Beckett se fuera a pique. Pero sus palabras y la sinceridad que vio en los ojos de Kate le hicieron ver que le hablaba totalmente en serio y con una seguridad que normalmente sólo le veía cuando trabajaba. “Gracias…”. Susurró en su oído aún muy abrazado a ella.
“Esa niña me enamoró según la conocí. Gracias a ella supe que quería ser madre. No voy a dejarla ahora tirada”. Le besó la mejilla con cariño y se separó del abrazo para mirarle sonriente.
Rick, al separarse de ella vio que sus mejillas estaban humedecidas. Ella también estaba con los sentimientos a flor de piel. Acarició sus pómulos con cariño, secándoselos.
“¿Vamos al hospital a sustituir a Alexis?”. Le sonrió besando sus dedos cuando él rozó sus labios.
“Sí, pero antes quiero que me prometas una cosa”. Agarró sus manos mirándola a los ojos. Kate le miraba esperando a que hablara. “Quiero que, por favor, cada vez que tengas alguna duda, miedo o cuando simplemente sientas que no puedes más, que esto te está superando… me lo cuentes, lo compartas conmigo… Por favor, Kate, por favor…”. Susurró mirándola a los ojos, agarrando sus manos, apretándolas mientras esperaba su respuesta.
“Te lo prometo…”. Susurró ella apretando sus manos y perdiéndose en la mirada de él.
Se sonrieron con amor, con complicidad. Estaban juntos y lo seguirían estando si conseguían apoyarse mutuamente a cada paso que dieran. Este iba a ser un importante paso para ellos, pero se sentían seguros de la mano del otro.
Yo quiero ser Alyson y vivir en esa familia... jaajaja
¿Y bien? ¿Qué os ha parecido?
A ver si este capítulo también os gusta!
GRACIAS por seguir ahí!
La pequeña Alyson, dos días después de que la operaran, seguía ingresada en el hospital recuperándose. Se encontraba bien pero no querían darle el alta antes de asegurarse de que estaba en perfectas condiciones. Ni el escritor ni la inspectora se habían separado de ella. Si no estaban los dos juntos, estaba él o se quedaba ella. Pero jamás la dejaban sola. Ese día, llamaron a Alexis para que se quedara con Alyson. Y allí estaban ellos, Castle y Beckett, en su casa después de haber estado en el despacho del notario que les había llamado para hablarles acerca del testamento de los abuelos de Alyson. Al parecer, en dicho testamento, si algo les ocurriera a ellos, le cedían la custodia de la pequeña a Castle. Sí, al escritor sólo, porque al no estar casado con la inspectora, no podían cedérsela a los dos. Y de elegir a uno, pensaron que la niña tendría mejor vida con Richard, puesto que gracias a sus libros, vivía muy bien y sería quién se podría ocupar mejor de Aly, económicamente hablando. La noticia de la custodia de la niña les pilló a los dos por sorpresa, pero sobre todo a Rick.
Era obvio que la niña no quería irse con sus abuelos paternos. Así lo había demostrado en más de una ocasión desde que estaba ingresada en el hospital. Además, según las pruebas que habían podido reunir en comisaría entre Ryan, Espo y Beckett, todo apuntaba a que los padres de Jack Marlowe habían sido los causantes de la muerte de los abuelos maternos de Alyson. Y por supuesto, si acababan siendo ciertas aquellas evidencias, acabarían los dos en la cárcel.
Castle suspiró por enésima vez, sentado en el sofá y con la mirada perdida en algún punto de la estancia. Beckett se acercó a él y le ofreció una copa de vino.
“Gracias”. La cogió mirando fugazmente a la inspectora y dedicándole una mínima sonrisa. No sabía cómo se sentía, no sabía cómo tenía que sentirse, y mucho menos qué era lo que tenía que hacer.
Kate se sentó a su lado en el sofá con una copa de vino para ella entre sus manos. Dio un pequeño sorbo y la dejó sobre la mesita. “Rick…”. Llevó la mano a su espalda, acariciándosela suavemente. “¿Qué estás pensando?”.
Castle dio un trago a la copa y la dejó junto a la de Kate. Se puso de costado en el sofá para poder mirarla mejor. “En que no sé qué hacer. En que no sé qué tenemos que hacer”.
“Bueno, al que le han cedido la custodia es a ti. No a mí. Así que es una decisión tuya”. Agarró su mano con suavidad y bajó la vista hacia sus dedos.
“Sí, me la han ofrecido a mí, pero yo estoy contigo y quiero contar contigo para esto. Porque para mí, tú eres lo más importante. Así que esto, es cosa de los dos”. Afirmó con seguridad sin dejar de mirarla, a pesar de que ella mantenía la cabeza agachada.
Kate suspiró y elevó la mirada hasta encontrarse con sus azules ojos. “No podemos dejar que la niña vaya a un centro y que allí le busquen una familia… Ha sufrido demasiado, no se lo merece…”. Sus ojos empezaban a anegarse de lágrimas.
“Lo sé… Pero no sé si nosotros estamos preparados para esto, no sé si tú quieres hacerlo. No sé nada”. Confesó con sinceridad bajando ahora él la mirada para no mostrar sus ojos llenos de lágrimas.
Kate alzó su mano hasta tocar su mentón y le obligó a levantar la cabeza para que la mirara. “Es cierto que esta situación es difícil, rara… Que no nos la esperábamos, en absoluto…”. Se tomó unos segundos para pensar cómo decir aquello que le rondaba por la cabeza. “¿Te acuerdas de lo que me dijiste hace unos meses cuando estaba aterrada pensando que podría estar embarazada?”. Le acarició la mejilla dulcemente retirándole las lágrimas. “Me dijiste que pasara lo que pasara, estuviera embarazada o no, tú no te ibas a alejar de mi lado y que juntos podríamos con lo que viniera”. Rick sonrió ligeramente recordando sus propias palabras. “Bien, pues hoy te las digo yo a ti”. Kate le sonrió también. “No quiero ni pienso dejar que se lleven a Alyson a ningún centro. Y sé que tú tampoco lo soportarías. Tienes un instinto paternal tan enorme, que si pudieras acogerías en casa a todos los niños que se hubieran quedado huérfanos o que no tuvieran adónde ir”. Se acercó más a él, besando suavemente la comisura de sus labios, justo donde había ido a parar una de sus lágrimas. “Te propongo que hagamos algo…”. Susurró muy cerca de sus labios. “Acojamos a Aly en casa. Es Navidad. Ningún niño merece perderse la magia de la Navidad. Veamos cómo nos las apañamos. Seguro que juntos podremos hacerlo. Es una situación nueva, difícil. Y sé que me costará a mí mucho más que a ti. Y también sé que eso es lo que te da miedo de aceptar la custodia de Aly. Te da miedo cómo pueda acabar reaccionando yo”. Rick bajó la mirada sintiéndose pillado por ella. Kate le volvió a elevar el mentón haciendo que la mirara y le sonrió. “Acepta su custodia, al menos por un tiempo, para ver si ella se adapta, si nos adaptamos nosotros. Sólo tenemos que encontrar un nuevo equilibrio, juntos, los tres”.
Cuando Kate dejó de hablar, Castle se abrazó con fuerza a ella, cerrando los ojos para sentir mejor cómo sus brazos lo rodeaban. Se sintió tremendamente reconfortado y muchísimo más tranquilo. Era cierto. Lo que más temía de acoger a Alyson era que su relación con Beckett se fuera a pique. Pero sus palabras y la sinceridad que vio en los ojos de Kate le hicieron ver que le hablaba totalmente en serio y con una seguridad que normalmente sólo le veía cuando trabajaba. “Gracias…”. Susurró en su oído aún muy abrazado a ella.
“Esa niña me enamoró según la conocí. Gracias a ella supe que quería ser madre. No voy a dejarla ahora tirada”. Le besó la mejilla con cariño y se separó del abrazo para mirarle sonriente.
Rick, al separarse de ella vio que sus mejillas estaban humedecidas. Ella también estaba con los sentimientos a flor de piel. Acarició sus pómulos con cariño, secándoselos.
“¿Vamos al hospital a sustituir a Alexis?”. Le sonrió besando sus dedos cuando él rozó sus labios.
“Sí, pero antes quiero que me prometas una cosa”. Agarró sus manos mirándola a los ojos. Kate le miraba esperando a que hablara. “Quiero que, por favor, cada vez que tengas alguna duda, miedo o cuando simplemente sientas que no puedes más, que esto te está superando… me lo cuentes, lo compartas conmigo… Por favor, Kate, por favor…”. Susurró mirándola a los ojos, agarrando sus manos, apretándolas mientras esperaba su respuesta.
“Te lo prometo…”. Susurró ella apretando sus manos y perdiéndose en la mirada de él.
Se sonrieron con amor, con complicidad. Estaban juntos y lo seguirían estando si conseguían apoyarse mutuamente a cada paso que dieran. Este iba a ser un importante paso para ellos, pero se sentían seguros de la mano del otro.
Yo quiero ser Alyson y vivir en esa familia... jaajaja
¿Y bien? ¿Qué os ha parecido?
livingmylife- As del póker
- Mensajes : 303
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Cuando te veo (FIN)
Que bonito no tengo palabras me encanta espero que te venga la inspiración pronto para poder disfrutar de más capítulos cuando antes.
love.C.and.B.Marbele- As del póker
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Edad : 23
Localización : barcelona
Re: Cuando te veo (FIN)
Sigueeee
writerdetective47- Actor en Broadway
- Mensajes : 205
Fecha de inscripción : 26/12/2014
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