después de la tormenta
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: después de la tormenta
jajaja pero q discretos son
karla rodgers- As del póker
- Mensajes : 295
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Edad : 30
Re: después de la tormenta
Que capitulos! me los he leido de un tiron muy buenoooos!!
Maite- As del póker
- Mensajes : 376
Fecha de inscripción : 13/12/2010
Edad : 30
Localización : Viña del Mar,chile
Re: después de la tormenta
e encanta la disimulacion que tiene Castle jajajaj por fin estan juntossss!!!
seguilo pronto
seguilo pronto
Re: después de la tormenta
Me encanta como escribes! Te ha qdao fantástico!! Por favor sigue el fic pronto!!
julia&caskett:)- Escritor novato
- Mensajes : 15
Fecha de inscripción : 12/01/2011
Edad : 28
Localización : Alicante
Re: después de la tormenta
Me lo he leído todo de un tirón. ¡¡¡Me encanta!!!
caskett mola- Autor de best-seller
- Mensajes : 874
Fecha de inscripción : 27/01/2011
Edad : 26
Localización : Castlelandia
Re: después de la tormenta
Ke bien disimulaannnn XXDXDXD Me encantaaaaaaa
Nikki Heat- As del póker
- Mensajes : 274
Fecha de inscripción : 24/01/2011
Re: después de la tormenta
¡¡¡Muchisi-si-sí-simas gracias a tod@s!!! Me dais mogollón de ánimos.
Espero que lo disfrutéis Va por ustedes... jeje!!
CAPITULO 7
Eran las cinco de la tarde cuando Lanie llamó a Beckett para decirle que tenía noticias sobre la nueva víctima, así que ella y Castle se dirigieron a la morgue para ver qué había descubierto.
Aunque una tiene más hematomas que la otra –comenzó a explicar- las puñaladas mortales son exactamente iguales, es la marca de un asesino profesional. Y parece que no estaba solo. Por las marcas que las dos tienen en las muñecas, demuestra que alguien las sujetaba mientras que otro las agredía.- dijo levantando la muñeca de la señora Meyer.
En la foto del coche parece que van cinco personas, y en las casas se han encontrado, por lo que sabemos de momento, que hay tres marcas distintas de huellas.- Explicó Beckett a su amiga.
He encontrado dosis de alcohol bastante grandes en la señora Meyer,- continuó Lanie- así que a su cuerpo no le dio tiempo a asimilar las copas que se tomó. Entre eso y el rigor post Morten, calculo que la hora de la muerte está entre las once y media y la una de la madrugada.
Sus amigas dijeron que se despidieron de ella sobre las once menos cuarto. –Beckett repasaba los últimos movimientos de la mujer- Por lo que puede que se encontrara al asesino de camino y la obligara a abrir la puerta de su casa… o les dejaran entrar sin sospechar nada.
Puede ser- dijo Lanie levantando la sábana del segundo cadáver – La señora Monroe, sin embargo, no tiene ninguna sustancia extraña en el cuerpo.
Si me dieran a elegir – Dijo Castle, mirando a los dos cadáveres- preferiría morir un sábado por la noche con unas cuantas copas encima que no un triste martes sin un solo trago de whisky en el cuerpo…
Lanie y Beckett miraron a Castle, se miraron entre ellas y decidieron seguir, ignorando su comentario.- A ella la mataron entre las ocho y media y las diez.
Beckett miró las marcas que la señora Monroe tenía en sus brazos, pensando en el mal rato que tuvo que pasar hasta que la mataron. A su mente venían las fotos de su madre tirada en el suelo de aquel callejón. Cerró los ojos con fuerza para intentar disipar esas imágenes y se dirigió de nuevo a Lanie- ¿Qué pasa con el pelo que localizaron?- preguntó Beckett por fin.
Pues van con bastante retraso, -Contestó la forense- así que creo que por lo menos hasta mañana no podré decirte nada.
Vale- Respondió- Llámame cuando sepas algo.
Lanie levantó un pulgar afirmativo. Luego le hizo un gesto a Kate, que para Castle pasó desapercibido, señalándole con una mano que la llamaría mientras que con la otra señalaba a Castle y a Kate. Beckett entrecerró los ojos y afirmó con la cabeza. Su amiga la conocía muy bien y sabía que algo había pasado. Además a Kate también le venía bien para que le pusiera al día sobre su relación con Expósito, de la cual todavía no le había dicho ni una palabra.
Salieron de la sala donde Lanie se encontraba, recorriendo un pasillo con algunas puertas a los lados, la mayoría eran laboratorios. Todas con las puertas estaban cerradas menos una. A Castle le llamó la atención y se paró a mirar dentro mientras que Beckett seguía caminado sin darse cuenta de que Castle no la seguía. - ¿Sabes Castle? Definitivamente creo que Ajmed Gantamirov tiene un cómplice. Alguien que no tiene pinta de criminal, sino una persona que parece de confianza, a la que esas mujeres abrirían la puerta de su casa y dejarían pasar sin ninguna sospecha… ¿Castle?- Se dio cuenta de que llevaba un rato hablando sola.
Se dio la vuelta y vio que el pasillo estaba vacío. Solo había una puerta medio abierta de una de las habitaciones, bajo un cartel que decía “LABORATORIO 7”. – Castle, ¿Dónde te has metido? – Volvió sobre sus pasos y empujó la puerta. Estaba bastante oscuro. Dio unos cuantos pasos más dentro de la sala y volvió a llamarle- Venga, Castle, esto no tiene gracia-. La puerta se cerró y Kate se giró hacia ella asustada por el portazo.- Vale, ya está bien- fue hacia la puerta para intentar buscar el interruptor de la luz, pero antes de que llegara, una pequeña luz se encendió a sus espaldas. Era una lámpara de lava, y Castle estaba al lado de ella, reflejándole un brillo verdoso en la cara que Kate no sabría decir si le hacía parecer más atractivo o más raro.
¿No te parece un tópico? – Dijo mirando como la lava se empezaba a desprender.- Una lámpara de lava en un laboratorio… ¿Qué será lo siguiente? ¿Frankenstein tumbado en la camilla de detrás del biombo?
¿Pero que estás haciendo, Castle?- Beckett se dirigía hacia él bastante enfadada.
Pues, ya ves, que me encantan toquetear todos estos aparatitos – Contestó- pero eso ya lo sabías.
¿Eso es todo lo que piensas decirme después de meterte en un laboratorio privado, que vienes para jugar?- Kate se quedó frente a él esperando que le diera alguna explicación un poco más lógica.- Nos podemos meter en un lío.
No intentes cambiarme después de haberme amado – dijo poniéndose una mano en la frente dramáticamente.- Me dijiste que te gustaba tal como soy…
Deja de hacer el tonto, Castle – Beckett no podía aguantar la risa viendo su mala interpretación y su enfado desapareció, aunque todavía quería salir de allí antes de que alguien los viera.
Venga, Kate – Dijo él dejando atrás su escenita y dirigiéndose a la detective- Seguro que nadie va a entrar – La abrazó por la cintura y empezó a pegar su cuerpo al de ella. – Y, además, esta mañana nos quedamos a medias. Creo que me debes algo.
Beckett le miraba mordiéndose el labio. Sabía que esa no era una buena idea, pero las malas ideas formaban parte de estar con Castle – Bueno, y ¿Qué propones?- Le dijo Kate al final con una sonrisa provocadora.
Pues, como ya te he dicho antes, detrás aquel biombo – señaló con la cabeza la parte de la habitación donde estaba – hay una camilla. Y por suerte, no está ocupada por ningún engendro, así que la tenemos para nosotros solos.
Sabes que luego nos tendremos que quedar echando muchas horas extras, ¿no? – dijo ella caminando abrazada a Castle, mientras le daba cortos besos por toda la cara.
Siempre nos quedará la sala de descanso – Respondió acordándose de aquella mañana.
Llegaron detrás del biombo y Castle ayudó a Kate a sentarse encima de la camilla. Ella le rodeo las caderas con sus piernas. Pronto empezaron a acelerarse sus respiraciones entre besos y caricias y Kate se tumbó del todo. Él se quedó un momento contemplándola. En la penumbra sus ojos parecían mucho más brillantes. Pensó que estaba delante de la mujer más hermosa del mundo, antes de inclinarse hacia ella para perderse en su cuerpo.
Al cabo de una hora salían del laboratorio número siete. Todavía seguían comiéndose con la mirada mientras se colocaban la ropa y se arreglaban un poco el pelo. No se dieron cuenta de que no estaban solos en el pasillo.
Bueno, Kate, no recuerdo haber vuelto a llamarte para que vinieras – Lanie estaba delante de la puerta de su laboratorio mirándoles con cara de asombro.- Aunque, por vuestra pinta, no habéis ido muy lejos… ¿no?
Solo hasta el cielo – Le dijo Castle en voz baja a Kate. Aquello le hacía mucha gracia.
Beckett se había quedado de piedra. Por su mente empezaron a formarse mil excusas, pero ninguna creíble. Aun así, lo intentó.- Si, bueno, ya sabes como es Castle – Sonreía nerviosa- Ha visto la lámpara de lava de aquél laboratorio y no ha querido marcharse hasta que la masa no ha subido y bajado del todo…
“Dos veces”– Puntualizó Castle. Kate le dio un codazo en las costillas mientras intentaba aguantarse la risa.
Vale chicos,- Lanie agitó una mano, en señal de que no quería más explicaciones y se dio la vuelta- Ojalá yo me lo pudiera pasar tan bien en el trabajo… ¡Aquí todos son muy fríos! – Dijo mientras se alejaba por el otro lado del pasillo.
Castle y Beckett se miraron. –Menos mal que ha sido Lanie…- Dijo ella casi en un suspiro.
Ya te dije que era una buena idea – Contestó Castle con una sonrisa.
Kate le cogió una oreja y le dio un tirón.- Vamos, tenemos trabajo que hacer.
Por fin llegaron a la comisaría y encontraron a Expósito comprobando las finanzas y los últimos movimientos de Ajmed Gantamirov.
El tipo había tenido varios trabajos,- Les informó- que no le habían dejado grandes ingresos, pero recibe desde hace dos meses, un ingreso de cinco mil dólares cada quince días. Los asesinatos han empezado hace poco, así que, pensamos que las víctimas no estaban escogidas al azar, como ya nos imaginábamos, sino que las han estudiado mucho antes de atacarlas. Teníamos su última dirección conocida, pero una patrulla se ha pasado por allí y está todo vacío. El dueño de la casa nos ha confirmado que, efectivamente Ajmed estuvo viviendo allí durante unos seis meses, que pagaba bien y que no hacía ruido. Apenas tenía visita. Solo la de tres hombres más que no hablaban su idioma y un hombre de unos sesenta y pico años, que parecía de aquí. Mañana se pasará por la comisaría para que le enseñemos algunas fotos de criminales fichados que coincidan con la descripción del hombre más mayor, por si acaso.
Si averiguamos quién es y le seguimos, puede que nos lleve hasta Ajmed.- Pensó Beckett en voz alta.
Hay que intentarlo – Le dijo Ryan.
El reloj marcaba las diez y media. Después de estar el resto de la tarde investigando a otros dos hombres más relacionados con Ajmed, Sergey Popov y Mijail Sokolov, con prácticamente los mismos antecedentes que él y llegados desde la ciudad de Grozni hace apenas unos meses, el equipo decidió que era hora de irse a casa y continuar con la investigación a la mañana siguiente.
Ryan y Expósito se despidieron de Kate y Castle en los aparcamientos. Castle se acopló en el asiento del copiloto y miró a Kate.
¿Qué planes tienes para esta noche? – Pregunto con una media sonrisa.
Pues llegar a casa y darme un baño… con una copa de vino y tal vez un libro – Contestó ella. Sabía que él esperara que le incluyera en sus planes, pero su relación siempre había sido un tira y afloja y le divertía seguir sin ponérselo fácil.
Ah, vaya…- la decepción sonaba como un grito sordo en los oídos de Beckett.
Pero ¿Sabes una cosa?- Siguió ella.
¿Qué?- Preguntó Castle impaciente.
Necesito una buena cena casera y yo soy malísima en la cocina…- Lo dijo con mucha indiferencia, como si no esperara que él fuera a solucionarle el problema.
La cara de Castle se iluminó como un cartel de neón ante la “no proposición” de Beckett. Por supuesto, él no iba a dejar pasar la oportunidad de exponer sus habilidades.
Pues es tu día de suerte- Contestó él.
¿Ah, si? – Se extrañó fingidamente Beckett.
Claro. Tienes al lado al mejor cocinero que puedas encontrar un miércoles a estas horas de la noche- Contestó él orgulloso.
Vaya, Castle – Se mordió el labio antes de seguir hablando, aparentando indecisión- Tal vez tú podrías… no se, venir a casa y cenar conmigo.
Detective Beckett- dijo negando con la cabeza- Los dos sabemos que las existencias de tu nevera constan de alguna lata de conservas y muchas botellas de cerveza ¿Qué esperas que haga con eso?
Pues, conservas a la cerveza, por ejemplo – Ella se reía de lo exagerado que podía ser algunas veces.- Pero creo que en mi barrio hay una tienda que abre veinticuatro horas, podemos pasar por ahí y comprar lo que necesites.
Tenemos un trato – Contestó Castle victorioso.
Espero que lo disfrutéis Va por ustedes... jeje!!
CAPITULO 7
Eran las cinco de la tarde cuando Lanie llamó a Beckett para decirle que tenía noticias sobre la nueva víctima, así que ella y Castle se dirigieron a la morgue para ver qué había descubierto.
Aunque una tiene más hematomas que la otra –comenzó a explicar- las puñaladas mortales son exactamente iguales, es la marca de un asesino profesional. Y parece que no estaba solo. Por las marcas que las dos tienen en las muñecas, demuestra que alguien las sujetaba mientras que otro las agredía.- dijo levantando la muñeca de la señora Meyer.
En la foto del coche parece que van cinco personas, y en las casas se han encontrado, por lo que sabemos de momento, que hay tres marcas distintas de huellas.- Explicó Beckett a su amiga.
He encontrado dosis de alcohol bastante grandes en la señora Meyer,- continuó Lanie- así que a su cuerpo no le dio tiempo a asimilar las copas que se tomó. Entre eso y el rigor post Morten, calculo que la hora de la muerte está entre las once y media y la una de la madrugada.
Sus amigas dijeron que se despidieron de ella sobre las once menos cuarto. –Beckett repasaba los últimos movimientos de la mujer- Por lo que puede que se encontrara al asesino de camino y la obligara a abrir la puerta de su casa… o les dejaran entrar sin sospechar nada.
Puede ser- dijo Lanie levantando la sábana del segundo cadáver – La señora Monroe, sin embargo, no tiene ninguna sustancia extraña en el cuerpo.
Si me dieran a elegir – Dijo Castle, mirando a los dos cadáveres- preferiría morir un sábado por la noche con unas cuantas copas encima que no un triste martes sin un solo trago de whisky en el cuerpo…
Lanie y Beckett miraron a Castle, se miraron entre ellas y decidieron seguir, ignorando su comentario.- A ella la mataron entre las ocho y media y las diez.
Beckett miró las marcas que la señora Monroe tenía en sus brazos, pensando en el mal rato que tuvo que pasar hasta que la mataron. A su mente venían las fotos de su madre tirada en el suelo de aquel callejón. Cerró los ojos con fuerza para intentar disipar esas imágenes y se dirigió de nuevo a Lanie- ¿Qué pasa con el pelo que localizaron?- preguntó Beckett por fin.
Pues van con bastante retraso, -Contestó la forense- así que creo que por lo menos hasta mañana no podré decirte nada.
Vale- Respondió- Llámame cuando sepas algo.
Lanie levantó un pulgar afirmativo. Luego le hizo un gesto a Kate, que para Castle pasó desapercibido, señalándole con una mano que la llamaría mientras que con la otra señalaba a Castle y a Kate. Beckett entrecerró los ojos y afirmó con la cabeza. Su amiga la conocía muy bien y sabía que algo había pasado. Además a Kate también le venía bien para que le pusiera al día sobre su relación con Expósito, de la cual todavía no le había dicho ni una palabra.
Salieron de la sala donde Lanie se encontraba, recorriendo un pasillo con algunas puertas a los lados, la mayoría eran laboratorios. Todas con las puertas estaban cerradas menos una. A Castle le llamó la atención y se paró a mirar dentro mientras que Beckett seguía caminado sin darse cuenta de que Castle no la seguía. - ¿Sabes Castle? Definitivamente creo que Ajmed Gantamirov tiene un cómplice. Alguien que no tiene pinta de criminal, sino una persona que parece de confianza, a la que esas mujeres abrirían la puerta de su casa y dejarían pasar sin ninguna sospecha… ¿Castle?- Se dio cuenta de que llevaba un rato hablando sola.
Se dio la vuelta y vio que el pasillo estaba vacío. Solo había una puerta medio abierta de una de las habitaciones, bajo un cartel que decía “LABORATORIO 7”. – Castle, ¿Dónde te has metido? – Volvió sobre sus pasos y empujó la puerta. Estaba bastante oscuro. Dio unos cuantos pasos más dentro de la sala y volvió a llamarle- Venga, Castle, esto no tiene gracia-. La puerta se cerró y Kate se giró hacia ella asustada por el portazo.- Vale, ya está bien- fue hacia la puerta para intentar buscar el interruptor de la luz, pero antes de que llegara, una pequeña luz se encendió a sus espaldas. Era una lámpara de lava, y Castle estaba al lado de ella, reflejándole un brillo verdoso en la cara que Kate no sabría decir si le hacía parecer más atractivo o más raro.
¿No te parece un tópico? – Dijo mirando como la lava se empezaba a desprender.- Una lámpara de lava en un laboratorio… ¿Qué será lo siguiente? ¿Frankenstein tumbado en la camilla de detrás del biombo?
¿Pero que estás haciendo, Castle?- Beckett se dirigía hacia él bastante enfadada.
Pues, ya ves, que me encantan toquetear todos estos aparatitos – Contestó- pero eso ya lo sabías.
¿Eso es todo lo que piensas decirme después de meterte en un laboratorio privado, que vienes para jugar?- Kate se quedó frente a él esperando que le diera alguna explicación un poco más lógica.- Nos podemos meter en un lío.
No intentes cambiarme después de haberme amado – dijo poniéndose una mano en la frente dramáticamente.- Me dijiste que te gustaba tal como soy…
Deja de hacer el tonto, Castle – Beckett no podía aguantar la risa viendo su mala interpretación y su enfado desapareció, aunque todavía quería salir de allí antes de que alguien los viera.
Venga, Kate – Dijo él dejando atrás su escenita y dirigiéndose a la detective- Seguro que nadie va a entrar – La abrazó por la cintura y empezó a pegar su cuerpo al de ella. – Y, además, esta mañana nos quedamos a medias. Creo que me debes algo.
Beckett le miraba mordiéndose el labio. Sabía que esa no era una buena idea, pero las malas ideas formaban parte de estar con Castle – Bueno, y ¿Qué propones?- Le dijo Kate al final con una sonrisa provocadora.
Pues, como ya te he dicho antes, detrás aquel biombo – señaló con la cabeza la parte de la habitación donde estaba – hay una camilla. Y por suerte, no está ocupada por ningún engendro, así que la tenemos para nosotros solos.
Sabes que luego nos tendremos que quedar echando muchas horas extras, ¿no? – dijo ella caminando abrazada a Castle, mientras le daba cortos besos por toda la cara.
Siempre nos quedará la sala de descanso – Respondió acordándose de aquella mañana.
Llegaron detrás del biombo y Castle ayudó a Kate a sentarse encima de la camilla. Ella le rodeo las caderas con sus piernas. Pronto empezaron a acelerarse sus respiraciones entre besos y caricias y Kate se tumbó del todo. Él se quedó un momento contemplándola. En la penumbra sus ojos parecían mucho más brillantes. Pensó que estaba delante de la mujer más hermosa del mundo, antes de inclinarse hacia ella para perderse en su cuerpo.
Al cabo de una hora salían del laboratorio número siete. Todavía seguían comiéndose con la mirada mientras se colocaban la ropa y se arreglaban un poco el pelo. No se dieron cuenta de que no estaban solos en el pasillo.
Bueno, Kate, no recuerdo haber vuelto a llamarte para que vinieras – Lanie estaba delante de la puerta de su laboratorio mirándoles con cara de asombro.- Aunque, por vuestra pinta, no habéis ido muy lejos… ¿no?
Solo hasta el cielo – Le dijo Castle en voz baja a Kate. Aquello le hacía mucha gracia.
Beckett se había quedado de piedra. Por su mente empezaron a formarse mil excusas, pero ninguna creíble. Aun así, lo intentó.- Si, bueno, ya sabes como es Castle – Sonreía nerviosa- Ha visto la lámpara de lava de aquél laboratorio y no ha querido marcharse hasta que la masa no ha subido y bajado del todo…
“Dos veces”– Puntualizó Castle. Kate le dio un codazo en las costillas mientras intentaba aguantarse la risa.
Vale chicos,- Lanie agitó una mano, en señal de que no quería más explicaciones y se dio la vuelta- Ojalá yo me lo pudiera pasar tan bien en el trabajo… ¡Aquí todos son muy fríos! – Dijo mientras se alejaba por el otro lado del pasillo.
Castle y Beckett se miraron. –Menos mal que ha sido Lanie…- Dijo ella casi en un suspiro.
Ya te dije que era una buena idea – Contestó Castle con una sonrisa.
Kate le cogió una oreja y le dio un tirón.- Vamos, tenemos trabajo que hacer.
Por fin llegaron a la comisaría y encontraron a Expósito comprobando las finanzas y los últimos movimientos de Ajmed Gantamirov.
El tipo había tenido varios trabajos,- Les informó- que no le habían dejado grandes ingresos, pero recibe desde hace dos meses, un ingreso de cinco mil dólares cada quince días. Los asesinatos han empezado hace poco, así que, pensamos que las víctimas no estaban escogidas al azar, como ya nos imaginábamos, sino que las han estudiado mucho antes de atacarlas. Teníamos su última dirección conocida, pero una patrulla se ha pasado por allí y está todo vacío. El dueño de la casa nos ha confirmado que, efectivamente Ajmed estuvo viviendo allí durante unos seis meses, que pagaba bien y que no hacía ruido. Apenas tenía visita. Solo la de tres hombres más que no hablaban su idioma y un hombre de unos sesenta y pico años, que parecía de aquí. Mañana se pasará por la comisaría para que le enseñemos algunas fotos de criminales fichados que coincidan con la descripción del hombre más mayor, por si acaso.
Si averiguamos quién es y le seguimos, puede que nos lleve hasta Ajmed.- Pensó Beckett en voz alta.
Hay que intentarlo – Le dijo Ryan.
El reloj marcaba las diez y media. Después de estar el resto de la tarde investigando a otros dos hombres más relacionados con Ajmed, Sergey Popov y Mijail Sokolov, con prácticamente los mismos antecedentes que él y llegados desde la ciudad de Grozni hace apenas unos meses, el equipo decidió que era hora de irse a casa y continuar con la investigación a la mañana siguiente.
Ryan y Expósito se despidieron de Kate y Castle en los aparcamientos. Castle se acopló en el asiento del copiloto y miró a Kate.
¿Qué planes tienes para esta noche? – Pregunto con una media sonrisa.
Pues llegar a casa y darme un baño… con una copa de vino y tal vez un libro – Contestó ella. Sabía que él esperara que le incluyera en sus planes, pero su relación siempre había sido un tira y afloja y le divertía seguir sin ponérselo fácil.
Ah, vaya…- la decepción sonaba como un grito sordo en los oídos de Beckett.
Pero ¿Sabes una cosa?- Siguió ella.
¿Qué?- Preguntó Castle impaciente.
Necesito una buena cena casera y yo soy malísima en la cocina…- Lo dijo con mucha indiferencia, como si no esperara que él fuera a solucionarle el problema.
La cara de Castle se iluminó como un cartel de neón ante la “no proposición” de Beckett. Por supuesto, él no iba a dejar pasar la oportunidad de exponer sus habilidades.
Pues es tu día de suerte- Contestó él.
¿Ah, si? – Se extrañó fingidamente Beckett.
Claro. Tienes al lado al mejor cocinero que puedas encontrar un miércoles a estas horas de la noche- Contestó él orgulloso.
Vaya, Castle – Se mordió el labio antes de seguir hablando, aparentando indecisión- Tal vez tú podrías… no se, venir a casa y cenar conmigo.
Detective Beckett- dijo negando con la cabeza- Los dos sabemos que las existencias de tu nevera constan de alguna lata de conservas y muchas botellas de cerveza ¿Qué esperas que haga con eso?
Pues, conservas a la cerveza, por ejemplo – Ella se reía de lo exagerado que podía ser algunas veces.- Pero creo que en mi barrio hay una tienda que abre veinticuatro horas, podemos pasar por ahí y comprar lo que necesites.
Tenemos un trato – Contestó Castle victorioso.
Re: después de la tormenta
AJJAJJAJJAJAJAJJAJAJAJAJAJA
DIOSSS K BUENOOOO
AJJAAAJJAJA
GRACIAS POR OTRO CAPI DE LUJoooOoOo
DIOSSS K BUENOOOO
AJJAAAJJAJA
GRACIAS POR OTRO CAPI DE LUJoooOoOo
Re: después de la tormenta
Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!!Otro!!!! Plisss ejejeje no nos hagas sufrir muchhoooooo xD
Nikki Heat- As del póker
- Mensajes : 274
Fecha de inscripción : 24/01/2011
Re: después de la tormenta
Waaaw,que monos^^
Sigue asi porque esta genial!
Sigue asi porque esta genial!
andrea3msc- Autor de best-seller
- Mensajes : 933
Fecha de inscripción : 15/01/2011
Edad : 28
Re: después de la tormenta
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOH!!!!!!!!
caskett mola- Autor de best-seller
- Mensajes : 874
Fecha de inscripción : 27/01/2011
Edad : 26
Localización : Castlelandia
Re: después de la tormenta
jajajaja que buenisimo la lampara de lava... ahroa cuando vea una recordare ese "momento".... jajjaaj genial continua!!!
IsaVera- Autor de best-seller
- Mensajes : 762
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: después de la tormenta
Me encanta la escena en el laboratorio y la pillada de Laine, me he reido mucho
Duende- Escritor - Policia
- Mensajes : 1212
Fecha de inscripción : 01/03/2011
Edad : 36
Localización : Galicia
Re: después de la tormenta
jajajajajajaja me gusto que entrete jajajajaja
solesan- Ayudante de policia
- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 03/01/2011
Edad : 38
Localización : Quilpue, Chile
Re: después de la tormenta
Jajajajajaja!! me ha encantado el capi
Maite- As del póker
- Mensajes : 376
Fecha de inscripción : 13/12/2010
Edad : 30
Localización : Viña del Mar,chile
Re: después de la tormenta
Estuvo, genial!!! =)
...Black Alice...- Escritor novato
- Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 26/03/2011
Edad : 32
Localización : cali
Re: después de la tormenta
¿Laboratorio 7 con Castle? ¿Donde firmo? jajajaja yo quierooooo!!!!
Es genial, me encantaaaa XD
Es genial, me encantaaaa XD
Re: después de la tormenta
Siento mucho que estos capis sean taaaan largos, pero es que me lio y me lio....
Os recomiendo que, antes de empezar, os hagáis un bocadillo de Nocilla y un zumito de naranja, por si os entra el hambre en la mitad de la historia...jajaja!! Intentaré que los próximos sean más cortitos, ¡lo prometo!
Mientras tanto muchas gracias por leerlo y sobre todo por los comentarios, que me hacen dar palmas con las orejas.
CAPÍTULO 8
El sonido del móvil de Beckett interrumpió su sueño cuando pasaban pocos minutos de las seis y media de la mañana. Palpó casi a ciegas la mesita de noche hasta que lo encontró.
Beckett – Dijo después de pulsar el botón de descolgar.- Si, estaba durmiendo.- Le dijo a la persona que estaba detrás de la línea.- De acuerdo, enseguida voy para allá.
Colgó y dejó de nuevo el teléfono en la mesita. Se estiró y giró todo el cuerpo, tocando el colchón con la mano hasta que encontró a la persona que descansaba a su lado.
Hey, dormilón – Le dijo, todavía con voz de estar medio dormida.- Ryan tiene algo sobre los dos presuntos cómplices de Ajmed.
Castle se revolvió entre las sábanas. Entre lo cansado y tarde que se había dormido, tener que levantarse a esas horas era lo peor que alguien podría pedirle. Pero quién se lo pedía no era cualquiera, sino Kate, que le miraba en la penumbra, todavía desde su lado de la cama, con cara de sueño. Estaba preciosa, como la noche anterior y como cada vez que le miraba.
Se estiró haciendo mucho ruido y alargó un brazo hasta el cuerpo de Kate, la atrajo hacia él y le dio un largo beso de buenos días.- Pero necesitaré una ducha – dijo refunfuñando- Y un café bien cargado.
Eso está hecho – Le dijo ella abrazándolo.
Y que encuentres mi ropa…- Hablaba mientras emitía un sonoro bostezo.
Ni lo sueñes. No sé ni dónde está la mía… - Se rió ella. Se deshizo de sus brazos y se levantó casi de un salto.
A la media hora salían del apartamento de Kate dirección al loft de Castle, que subió un momento sólo para que se cambiara de ropa y poco después se dirigieron a la comisaría para seguir con el caso pendiente.
Llegaron a la planta de homicidios y se encontraron a Ryan y Expósito yendo hacia ellos, cada uno con un expediente en la mano.
Este es Sergey Popov – Empezó Ryan abriendo su expediente- Desde que llegó a EE.UU. se ha visto implicado en varios robos menores y un par de agresiones. Nada tan grave como para encerrarle – miró a Beckett- Hasta hoy. Los del CSI nos han confirmado que la cabecita que asoma en el medio del asiento trasero de la foto que sacó Castle, coincide con este tío en un ochenta y cinco por ciento. Se ve un poco oscura y no lo pueden confirmar del todo, pero – Sacó una foto del archivo – No me digas que no es igualito.
Beckett cogió la foto de Sergey y la comparó con la copia que tenía en su mesa de la foto que hizo Castle.- Realmente se parecen. – Dijo ella- ¿Algo más?
Si, - Siguió Ryan – Según su visado, caducado hace dos meses, por cierto, ya que había venido supuestamente como turista, su última dirección conocida es la misma que la de nuestro amigo, Mijail Sokolov.- Hizo un gesto cediéndole la palabra a su compañero.
Mijail Sokolov – era el turno de Expósito.- Este pasó en su país más de seis años en la cárcel, pero desde que vino aquí, solo se le ha detenido por unos cuantos altercados violentos, la mayoría en la puerta de algún bar.
¿Por qué le encarcelaron en su país? – Se interesó Castle.
Porque este tío – Dijo mostrándole la foto de un hombre que se parecía a la versión psicópata del Conde Drácula – Se dedicaba a afilar cuchillos con las rótulas de sus víctimas… antes de matarlas.
Castle emitió un sonido de espanto y apartó la mirada de la foto.
Beckett le miró enarcando una ceja y le robó la foto a Expósito – No le asustes – le dijo Kate- que luego no duerme.
Y eso a ti te importa, ¿por? – Expósito la analizaba con la mirada. Beckett le hizo una mueca y se dio media vuelta para dirigirse hacia su mesa mientras seguía hablando.
¿Entonces tenemos la dirección? – Preguntó ella intentando cambiar de tema.
Si, aquí viene todo – Ryan movió en el aire su expediente.
Pues vamos. – Dijo Beckett cogiendo su bolso de camino al ascensor.
El sitio en cuestión se encontraba en uno de los barrios con más índice de delincuencia de la ciudad. Se oían sirenas a lo lejos que indicaban que acababa de cometerse algún altercado. Ryan le indicó a Beckett cuál era el portal cuando llegaron a la puerta y subieron las escaleras. Estaban listos para cubrirse los unos a los otros en caso de que les atacaran y Castle les seguía prudentemente unos pasos por detrás. Beckett le había ordenado a Castle que se pusiera el chaleco antibalas antes de que bajaran un pie del coche por si la cosa se ponía fea.
Desde las otras casas se escuchaban peleas y televisiones a todo volumen. Llegaron frente a una puerta llena de arañazos y pintadas, prácticamente como en el resto del edificio y Ryan les indicó que esa era la casa de Sergey y Mijail. Beckett dio dos golpes en la puerta – Policía de Nueva York, ¡abran la puerta!- Gritó. Silencio absoluto. Volvió a llamar – Abran la puerta o la echaremos abajo – Pero no contestaron. Les hizo una señal a Ryan y Expósito indicándoles que iba a abrir esa puerta por la fuerza y que estuvieran preparados. Se echó hacia atrás y le pegó una fuerte patada que hizo crujir la cerradura y la puerta, sin ser derribada, se abrió de par en par. Entró Beckett de frente cruzando el salón hasta la habitación que se veía en el fondo. Detrás de ella, Ryan se fue hacia su izquierda a inspeccionar la cocina y Expósito a su derecha, hacia el amplio salón. Castle entró detrás de ellos.
Todo limpio por aquí –Dijo Beckett, que ya había inspeccionado la habitación y el baño que estaba al lado.
Aquí tampoco hay nadie – Gritó Ryan a sus compañeros.
Aquí tampoco – Dijo Expósito- Pero he encontrado algo que creo que puede ayudarnos.
Sus compañeros y Castle se acercaron hasta donde estaba y pudieron ver que, encima de la mesa del salón, al lado de una ventana, había varias fotos de las víctimas en su día a día, unas en una cafetería, otras mientras estaban de tiendas y otras entrando en sus respectivas casas. También había un ordenador portátil con una memoria USB conectada y un plano de la ciudad con varios puntos rojos marcados. Dos de ellos los reconocieron como las viviendas de las dos fallecidas, y al darse cuenta, a Beckett se le puso la carne de gallina. – Tienen pensado cometer más robos. – Dijo casi volcándose sobre el mapa.- Mira, aquí y aquí. Hay que llamar rápido a todas las patrullas para que les pongan vigilancia de incógnito veinticuatro horas.
¿Quieres que esas futuras víctimas sean el cebo? – Preguntó Castle.
No nos queda otro remedio, si es que queremos cogerlos.- Contestó ella con resignación.
De repente un disparo rompió uno de los cristales de la ventana que tenían al lado. Instintivamente, Beckett y los chicos se tiraron al suelo para evitar ser alcanzados. Otro disparo. Castle se escondió detrás de la mesa y Beckett le dijo que, a su señal, fuera corriendo hacia la habitación del fondo. Así lo hizo mientras Beckett disparaba a sus atacantes y seguía a Castle. Ryan y Expósito lograron refugiarse detrás del sofá y seguir disparando. Una de las balas consiguió atravesar el sofá y rozar a Expósito en el hombro. Su compañero decidió que sería mejor refugiarse en la cocina. Detrás de la barra sería más seguro que no les llegara a atravesar ninguna bala. Expósito corrió mientras Ryan le cubría y no tuvieron problemas en llegar. Beckett disparaba desde su puesto en la habitación del final y pudo ver quiénes era los que les estaban atacando. Se trataba de Sergey y de Mijail. Castle se asomó un poco por el marco de la puerta cuando vio la cara de Beckett al reconocerlos, pero cuando ella le vio, le pegó un empujón hacia atrás.
¿¡Quieres que te maten!? – Le gritó enfadada.
Son ellos, ¿A que si? – Preguntó Castle.- Ese tío tiene una cara de psicópata difícil de olvidar.
Nada comparado con lo que yo puedo llegar a ser si no te estás ahí quieto – Le dijo ella. Se volvió hacia la puerta y vio como Ryan seguía disparándoles. Expósito estaba a su lado con algunas servilletas que había sacado de un cajón para presionar su herida. Beckett pudo ver como los dos tipos estaban en el salón, detrás de la mesa donde ellos mismos estaban hacía apenas un minuto. Entonces uno empezó a gritarle al otro en un idioma que ninguno de los policías conocía y enseguida los dos delincuentes se fueron corriendo hacia la puerta de salida, sin dejar de disparar. Beckett salió detrás de ellos, pero el que iba el último, se giró y miró hacia atrás apuntando a Beckett directamente. Antes de que le diera tiempo a apretar el gatillo, cayó fulminado en el suelo.
Ryan seguía empuñando su arma directamente mientras se acercaba al lugar donde acababa de disparar a Sergey. Le dio una patada a la pistola que estaba al lado del cuerpo alejándola lo máximo posible. Pero definitivamente Sergey no iba a coger esa pistola nunca más. Ryan había acertado de pleno en el corazón y el cadáver yacía con los ojos abiertos en un charco de su propia sangre.
Beckett y Castle se acercaron a ver como estaba Expósito. La herida era superficial y tal vez solo tendrían que darle algunos puntos, pero nada grave. Castle empezó a mirar por toda la casa, viendo el destrozo que habían originado en tan poco tiempo. Se dirigió a la mesa donde habían encontrado todas las pruebas y se dio cuenta de que faltaba algo.
¡Hey, mirad! – Les dijo. Todos se acercaron al instante. Todavía seguían allí las fotos, el mapa y el ordenador.
¿Qué pasa, Castle? – Beckett no entendía qué le había llamado tanto la atención a Castle.
Falta la memoria USB – Dijo el pasando los dedos por la ranura del ordenador, donde antes estaba. –Sólo nos han atacado para llevársela. Era lo que han venido a buscar, aun sabiendo que estábamos aquí han entrado para llevársela.
¡Mierda! – Exclamó Expósito- Y ahora ya saben que tenemos el mapa. Desde luego ya no irán a por esas víctimas…
Voy a ver si pueden sacar alguna huella válida de esta pocilga – Dijo Ryan sacando su móvil.
De vuelta a la comisaría, después de pasar por urgencias para que cosieran la herida de Expósito, éste y Ryan habían quedado con el que fue casero de Ajmed y le llevaron a una de las salas de interrogatorios para enseñarle algunas fotos de extraño visitante americano que había recibido el criminal en su apartamento. El hombre estuvo viendo algunas fotos, pero ninguno coincidía así que, después de un rato viendo varios álbumes, dejaron de insistir.
Castle fue a la sala de descanso a preparar un par de cafés. Le preguntó a Beckett que si quería acompañarle, alzando las cejas sugestivamente, pero Beckett lo rechazó acordándose de que la última vez Ryan les había pillado descaradamente, así que fue solo mientras Beckett tecleaba un informe en su ordenador.
Beckett alzó la vista y vio como su amiga Lanie, acompañada por Montgomery, se dirigía hacia ella. Castle salía de la sala de descanso con los dos cafés preparados y vio a Expósito salir de una de las salas de interrogatorios acompañando al ex-casero de Ajmed.
Hemos encontrado un resultado parcial del pelo que la señora Monroe tenía en la mano – Le dijo Lanie a Beckett con el semblante serio. Beckett no comprendía porque había venido Lanie en persona para decirle aquello ni porqué el capitán Montgomery estaba con ella.
¿Parcial? –Se extrañó Beckett - ¿Qué significa que es parcial?
Significa que los del CSI han cotejado su ADN en su base de datos y les ha dado el resultado de alguien con un parecido parental que sí esta fichado- Contestó la forense tendiéndole un expediente.- Está todo aquí.
Vaya, pues con lo que pesa esto, - Beckett cogió el expediente- también tiene que ser una joya. Seguro que le viene de familia… - Dijo intentando quitarle hierro al asunto. Pero su amiga no se rió ante el comentario, al contrario, su cara de preocupación aumentaba, al igual que la de su capitán.
Expósito y el casero estaban pasando por el pasillo, dirección al ascensor cuando el casero miró hacia un lado y vio a Castle. Se paró en seco e hizo que Expósito también lo hiciera.
Es ese – Le susurró a Expósito.
¿Quién? ¿Castle? – Expósito no entendía nada.
Si, bueno, no exactamente – El portero no podía creer lo que estaba viendo – Es él, pero… está mucho más joven…
Beckett abrió el expediente que Lanie le había pasado para ver al que, seguramente, era el familiar del principal sospechoso y su cara se quedó blanca cuando vio el nombre de la persona a la que pertenecía. Ella había tenido ese expediente en sus manos el primer día que le conoció. Era el de Richard Castle.
Os recomiendo que, antes de empezar, os hagáis un bocadillo de Nocilla y un zumito de naranja, por si os entra el hambre en la mitad de la historia...jajaja!! Intentaré que los próximos sean más cortitos, ¡lo prometo!
Mientras tanto muchas gracias por leerlo y sobre todo por los comentarios, que me hacen dar palmas con las orejas.
CAPÍTULO 8
El sonido del móvil de Beckett interrumpió su sueño cuando pasaban pocos minutos de las seis y media de la mañana. Palpó casi a ciegas la mesita de noche hasta que lo encontró.
Beckett – Dijo después de pulsar el botón de descolgar.- Si, estaba durmiendo.- Le dijo a la persona que estaba detrás de la línea.- De acuerdo, enseguida voy para allá.
Colgó y dejó de nuevo el teléfono en la mesita. Se estiró y giró todo el cuerpo, tocando el colchón con la mano hasta que encontró a la persona que descansaba a su lado.
Hey, dormilón – Le dijo, todavía con voz de estar medio dormida.- Ryan tiene algo sobre los dos presuntos cómplices de Ajmed.
Castle se revolvió entre las sábanas. Entre lo cansado y tarde que se había dormido, tener que levantarse a esas horas era lo peor que alguien podría pedirle. Pero quién se lo pedía no era cualquiera, sino Kate, que le miraba en la penumbra, todavía desde su lado de la cama, con cara de sueño. Estaba preciosa, como la noche anterior y como cada vez que le miraba.
Se estiró haciendo mucho ruido y alargó un brazo hasta el cuerpo de Kate, la atrajo hacia él y le dio un largo beso de buenos días.- Pero necesitaré una ducha – dijo refunfuñando- Y un café bien cargado.
Eso está hecho – Le dijo ella abrazándolo.
Y que encuentres mi ropa…- Hablaba mientras emitía un sonoro bostezo.
Ni lo sueñes. No sé ni dónde está la mía… - Se rió ella. Se deshizo de sus brazos y se levantó casi de un salto.
A la media hora salían del apartamento de Kate dirección al loft de Castle, que subió un momento sólo para que se cambiara de ropa y poco después se dirigieron a la comisaría para seguir con el caso pendiente.
Llegaron a la planta de homicidios y se encontraron a Ryan y Expósito yendo hacia ellos, cada uno con un expediente en la mano.
Este es Sergey Popov – Empezó Ryan abriendo su expediente- Desde que llegó a EE.UU. se ha visto implicado en varios robos menores y un par de agresiones. Nada tan grave como para encerrarle – miró a Beckett- Hasta hoy. Los del CSI nos han confirmado que la cabecita que asoma en el medio del asiento trasero de la foto que sacó Castle, coincide con este tío en un ochenta y cinco por ciento. Se ve un poco oscura y no lo pueden confirmar del todo, pero – Sacó una foto del archivo – No me digas que no es igualito.
Beckett cogió la foto de Sergey y la comparó con la copia que tenía en su mesa de la foto que hizo Castle.- Realmente se parecen. – Dijo ella- ¿Algo más?
Si, - Siguió Ryan – Según su visado, caducado hace dos meses, por cierto, ya que había venido supuestamente como turista, su última dirección conocida es la misma que la de nuestro amigo, Mijail Sokolov.- Hizo un gesto cediéndole la palabra a su compañero.
Mijail Sokolov – era el turno de Expósito.- Este pasó en su país más de seis años en la cárcel, pero desde que vino aquí, solo se le ha detenido por unos cuantos altercados violentos, la mayoría en la puerta de algún bar.
¿Por qué le encarcelaron en su país? – Se interesó Castle.
Porque este tío – Dijo mostrándole la foto de un hombre que se parecía a la versión psicópata del Conde Drácula – Se dedicaba a afilar cuchillos con las rótulas de sus víctimas… antes de matarlas.
Castle emitió un sonido de espanto y apartó la mirada de la foto.
Beckett le miró enarcando una ceja y le robó la foto a Expósito – No le asustes – le dijo Kate- que luego no duerme.
Y eso a ti te importa, ¿por? – Expósito la analizaba con la mirada. Beckett le hizo una mueca y se dio media vuelta para dirigirse hacia su mesa mientras seguía hablando.
¿Entonces tenemos la dirección? – Preguntó ella intentando cambiar de tema.
Si, aquí viene todo – Ryan movió en el aire su expediente.
Pues vamos. – Dijo Beckett cogiendo su bolso de camino al ascensor.
El sitio en cuestión se encontraba en uno de los barrios con más índice de delincuencia de la ciudad. Se oían sirenas a lo lejos que indicaban que acababa de cometerse algún altercado. Ryan le indicó a Beckett cuál era el portal cuando llegaron a la puerta y subieron las escaleras. Estaban listos para cubrirse los unos a los otros en caso de que les atacaran y Castle les seguía prudentemente unos pasos por detrás. Beckett le había ordenado a Castle que se pusiera el chaleco antibalas antes de que bajaran un pie del coche por si la cosa se ponía fea.
Desde las otras casas se escuchaban peleas y televisiones a todo volumen. Llegaron frente a una puerta llena de arañazos y pintadas, prácticamente como en el resto del edificio y Ryan les indicó que esa era la casa de Sergey y Mijail. Beckett dio dos golpes en la puerta – Policía de Nueva York, ¡abran la puerta!- Gritó. Silencio absoluto. Volvió a llamar – Abran la puerta o la echaremos abajo – Pero no contestaron. Les hizo una señal a Ryan y Expósito indicándoles que iba a abrir esa puerta por la fuerza y que estuvieran preparados. Se echó hacia atrás y le pegó una fuerte patada que hizo crujir la cerradura y la puerta, sin ser derribada, se abrió de par en par. Entró Beckett de frente cruzando el salón hasta la habitación que se veía en el fondo. Detrás de ella, Ryan se fue hacia su izquierda a inspeccionar la cocina y Expósito a su derecha, hacia el amplio salón. Castle entró detrás de ellos.
Todo limpio por aquí –Dijo Beckett, que ya había inspeccionado la habitación y el baño que estaba al lado.
Aquí tampoco hay nadie – Gritó Ryan a sus compañeros.
Aquí tampoco – Dijo Expósito- Pero he encontrado algo que creo que puede ayudarnos.
Sus compañeros y Castle se acercaron hasta donde estaba y pudieron ver que, encima de la mesa del salón, al lado de una ventana, había varias fotos de las víctimas en su día a día, unas en una cafetería, otras mientras estaban de tiendas y otras entrando en sus respectivas casas. También había un ordenador portátil con una memoria USB conectada y un plano de la ciudad con varios puntos rojos marcados. Dos de ellos los reconocieron como las viviendas de las dos fallecidas, y al darse cuenta, a Beckett se le puso la carne de gallina. – Tienen pensado cometer más robos. – Dijo casi volcándose sobre el mapa.- Mira, aquí y aquí. Hay que llamar rápido a todas las patrullas para que les pongan vigilancia de incógnito veinticuatro horas.
¿Quieres que esas futuras víctimas sean el cebo? – Preguntó Castle.
No nos queda otro remedio, si es que queremos cogerlos.- Contestó ella con resignación.
De repente un disparo rompió uno de los cristales de la ventana que tenían al lado. Instintivamente, Beckett y los chicos se tiraron al suelo para evitar ser alcanzados. Otro disparo. Castle se escondió detrás de la mesa y Beckett le dijo que, a su señal, fuera corriendo hacia la habitación del fondo. Así lo hizo mientras Beckett disparaba a sus atacantes y seguía a Castle. Ryan y Expósito lograron refugiarse detrás del sofá y seguir disparando. Una de las balas consiguió atravesar el sofá y rozar a Expósito en el hombro. Su compañero decidió que sería mejor refugiarse en la cocina. Detrás de la barra sería más seguro que no les llegara a atravesar ninguna bala. Expósito corrió mientras Ryan le cubría y no tuvieron problemas en llegar. Beckett disparaba desde su puesto en la habitación del final y pudo ver quiénes era los que les estaban atacando. Se trataba de Sergey y de Mijail. Castle se asomó un poco por el marco de la puerta cuando vio la cara de Beckett al reconocerlos, pero cuando ella le vio, le pegó un empujón hacia atrás.
¿¡Quieres que te maten!? – Le gritó enfadada.
Son ellos, ¿A que si? – Preguntó Castle.- Ese tío tiene una cara de psicópata difícil de olvidar.
Nada comparado con lo que yo puedo llegar a ser si no te estás ahí quieto – Le dijo ella. Se volvió hacia la puerta y vio como Ryan seguía disparándoles. Expósito estaba a su lado con algunas servilletas que había sacado de un cajón para presionar su herida. Beckett pudo ver como los dos tipos estaban en el salón, detrás de la mesa donde ellos mismos estaban hacía apenas un minuto. Entonces uno empezó a gritarle al otro en un idioma que ninguno de los policías conocía y enseguida los dos delincuentes se fueron corriendo hacia la puerta de salida, sin dejar de disparar. Beckett salió detrás de ellos, pero el que iba el último, se giró y miró hacia atrás apuntando a Beckett directamente. Antes de que le diera tiempo a apretar el gatillo, cayó fulminado en el suelo.
Ryan seguía empuñando su arma directamente mientras se acercaba al lugar donde acababa de disparar a Sergey. Le dio una patada a la pistola que estaba al lado del cuerpo alejándola lo máximo posible. Pero definitivamente Sergey no iba a coger esa pistola nunca más. Ryan había acertado de pleno en el corazón y el cadáver yacía con los ojos abiertos en un charco de su propia sangre.
Beckett y Castle se acercaron a ver como estaba Expósito. La herida era superficial y tal vez solo tendrían que darle algunos puntos, pero nada grave. Castle empezó a mirar por toda la casa, viendo el destrozo que habían originado en tan poco tiempo. Se dirigió a la mesa donde habían encontrado todas las pruebas y se dio cuenta de que faltaba algo.
¡Hey, mirad! – Les dijo. Todos se acercaron al instante. Todavía seguían allí las fotos, el mapa y el ordenador.
¿Qué pasa, Castle? – Beckett no entendía qué le había llamado tanto la atención a Castle.
Falta la memoria USB – Dijo el pasando los dedos por la ranura del ordenador, donde antes estaba. –Sólo nos han atacado para llevársela. Era lo que han venido a buscar, aun sabiendo que estábamos aquí han entrado para llevársela.
¡Mierda! – Exclamó Expósito- Y ahora ya saben que tenemos el mapa. Desde luego ya no irán a por esas víctimas…
Voy a ver si pueden sacar alguna huella válida de esta pocilga – Dijo Ryan sacando su móvil.
De vuelta a la comisaría, después de pasar por urgencias para que cosieran la herida de Expósito, éste y Ryan habían quedado con el que fue casero de Ajmed y le llevaron a una de las salas de interrogatorios para enseñarle algunas fotos de extraño visitante americano que había recibido el criminal en su apartamento. El hombre estuvo viendo algunas fotos, pero ninguno coincidía así que, después de un rato viendo varios álbumes, dejaron de insistir.
Castle fue a la sala de descanso a preparar un par de cafés. Le preguntó a Beckett que si quería acompañarle, alzando las cejas sugestivamente, pero Beckett lo rechazó acordándose de que la última vez Ryan les había pillado descaradamente, así que fue solo mientras Beckett tecleaba un informe en su ordenador.
Beckett alzó la vista y vio como su amiga Lanie, acompañada por Montgomery, se dirigía hacia ella. Castle salía de la sala de descanso con los dos cafés preparados y vio a Expósito salir de una de las salas de interrogatorios acompañando al ex-casero de Ajmed.
Hemos encontrado un resultado parcial del pelo que la señora Monroe tenía en la mano – Le dijo Lanie a Beckett con el semblante serio. Beckett no comprendía porque había venido Lanie en persona para decirle aquello ni porqué el capitán Montgomery estaba con ella.
¿Parcial? –Se extrañó Beckett - ¿Qué significa que es parcial?
Significa que los del CSI han cotejado su ADN en su base de datos y les ha dado el resultado de alguien con un parecido parental que sí esta fichado- Contestó la forense tendiéndole un expediente.- Está todo aquí.
Vaya, pues con lo que pesa esto, - Beckett cogió el expediente- también tiene que ser una joya. Seguro que le viene de familia… - Dijo intentando quitarle hierro al asunto. Pero su amiga no se rió ante el comentario, al contrario, su cara de preocupación aumentaba, al igual que la de su capitán.
Expósito y el casero estaban pasando por el pasillo, dirección al ascensor cuando el casero miró hacia un lado y vio a Castle. Se paró en seco e hizo que Expósito también lo hiciera.
Es ese – Le susurró a Expósito.
¿Quién? ¿Castle? – Expósito no entendía nada.
Si, bueno, no exactamente – El portero no podía creer lo que estaba viendo – Es él, pero… está mucho más joven…
Beckett abrió el expediente que Lanie le había pasado para ver al que, seguramente, era el familiar del principal sospechoso y su cara se quedó blanca cuando vio el nombre de la persona a la que pertenecía. Ella había tenido ese expediente en sus manos el primer día que le conoció. Era el de Richard Castle.
Re: después de la tormenta
¡¡¡Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!¡¡¡¡¡Como puedes dejarlo así!!!!!
caskett mola- Autor de best-seller
- Mensajes : 874
Fecha de inscripción : 27/01/2011
Edad : 26
Localización : Castlelandia
Re: después de la tormenta
IAIAIIAIAIIAIAIAIIAIA
DIOSSSSSSSSS
QUE INTERESANTEEEEE QUE ESTAAAAA POR DIOSSSSSSSSSSS
ESTA MUY BIEN EL CAPII
AIAIIAIAIA ME PARECE YA SE KIEN ES Xddddddddddddd
kieroooooooo mas no nos dejeeee asiiii
DIOSSSSSSSSS
QUE INTERESANTEEEEE QUE ESTAAAAA POR DIOSSSSSSSSSSS
ESTA MUY BIEN EL CAPII
AIAIIAIAIA ME PARECE YA SE KIEN ES Xddddddddddddd
kieroooooooo mas no nos dejeeee asiiii
Re: después de la tormenta
Me he leido todos los capítulos de golpe porque no podía parar!
Escribes realmente bien y todos los capítulos son super interesantes!!
No dejes de escribir y deleitanos con otro capítulo pronto.
Escribes realmente bien y todos los capítulos son super interesantes!!
No dejes de escribir y deleitanos con otro capítulo pronto.
Celia- Actor en Broadway
- Mensajes : 227
Fecha de inscripción : 07/03/2011
Re: después de la tormenta
Mira que dejarnos así. La historia está estupenda y no nos importa en absoluto que los capítulos sean largos.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: después de la tormenta
wuuuaaauuuu increible!!!!!!!!! ey y estaras de broma en lo de hacerlos mas cortos no??? me encantan!!!!!!!!!!!
IsaVera- Autor de best-seller
- Mensajes : 762
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: después de la tormenta
ni se te ocurra acortar los capitulo, que dices de largos estan perfectos.
Espero impaciente tu próximo capitulo
Espero impaciente tu próximo capitulo
Duende- Escritor - Policia
- Mensajes : 1212
Fecha de inscripción : 01/03/2011
Edad : 36
Localización : Galicia
Re: después de la tormenta
OMG,menudo giro le has dado
Me encanta y me alegro de que los capitulos sean taaaan largos
Me encanta y me alegro de que los capitulos sean taaaan largos
andrea3msc- Autor de best-seller
- Mensajes : 933
Fecha de inscripción : 15/01/2011
Edad : 28
Página 3 de 7. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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