Para siempre, Último Capítulo
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Cata Castillo
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Re: Para siempre, Último Capítulo
Muy buen capítulo!!!
Que Kate no sea boba y declare en la comisaria que esta saliendo con Castle!
Me encanta, seguilo prontooooo
Que Kate no sea boba y declare en la comisaria que esta saliendo con Castle!
Me encanta, seguilo prontooooo
Re: Para siempre, Último Capítulo
Capitulazo!! Lo mejor!
Maite- As del póker
- Mensajes : 376
Fecha de inscripción : 13/12/2010
Edad : 30
Localización : Viña del Mar,chile
Re: Para siempre, Último Capítulo
Que se declare de una vez!!!!!!!!!!!! Que lo haga a lo grande, Castle lo merece!!
Muchas gracias por otro capítulo!! Es genial!!
Muchas gracias por otro capítulo!! Es genial!!
rakel- Escritor - Policia
- Mensajes : 1218
Fecha de inscripción : 08/01/2011
Edad : 32
Re: Para siempre, Último Capítulo
Simplemente un magnifico capitulo, haber si Kate se decide de una vez, que se deje de tanta tontería o es que no ve que Castle la quiere.
Espero ansiosa tu siguiente capitulo.
Espero ansiosa tu siguiente capitulo.
Duende- Escritor - Policia
- Mensajes : 1212
Fecha de inscripción : 01/03/2011
Edad : 36
Localización : Galicia
Re: Para siempre, Último Capítulo
Hola, muchas gracias por los mensajes. Siento que me este quedando un Becket bastante terca, pero es que no hay manera de hacerla reaccionar . Os dejo el siguiente capítulo y gracias otra vez.
Capítulo 20:
En un asilo de Sausalito, Alexander Carrington visitaba al antiguo abogado de su familia. Travis Foster estaba sentado en una silla de ruedas y aparcado a la sombra de un árbol en el jardín de la residencia. El anciano lo reconoció enseguida al verlo.
- ¡Vaya!, pero si es el joven Carrington – comentó alegre - ¿Qué te trae por aquí muchacho?
- Vengo a que me expliques algunas cosas – respondió muy serio.
- ¿Y que será lo que te tengo que explicar?
- ¿Por qué apartaste a mi hijo de mi lado? – preguntó con resentimiento.
- ¿Tu hijo?, ¿Qué hijo?, que yo sepa lo que tienes es una hija y bastante bonita por cierto.
- Sabes perfectamente de que te hablo, no me quieras hacer creer que has perdido la cabeza.
- ¿A que viene preguntarme por eso después de tantos años?
- Estos últimos días he estado en Nueva York.
- Es cierto, leí en la prensa que Bodegas Carrington empieza a cotizar en bolsa – intervino el anciano – y eso que tiene que ver.
- Encontré a Lilly y también a mi hijo.
- ¡Ah!, ¿te refieres a aquella putita que decía ser actriz y que lo único que quería era tu dinero?
- Las cosas no ocurrieron como tú me contaste, ¿cierto?
- Yo ya no me acuerdo de lo que pasó – mintió el viejo – han pasado muchos años.
- ¿Sabes?, no te creo, no te creo nada – dijo Alexander muy afectado – entre mi padre y tú me destrozasteis la vida.
- Nada de eso muchacho, solo te quitamos una molestia de en medio.
- ¿Cuánto te pagó mi padre?
- Nada, yo solo hacía mi trabajo. Tu padre me dijo que investigara a la chica, a ver si era trigo limpio, y yo solamente te la quité de en medio. Nos estorbaba.
- ¿Os estorbaba?, ¿A quienes? Ya pasó mucho tiempo, y da igual, perdí la oportunidad de compartir mi vida con la mujer que amaba y de criar a mi hijo. Me merezco saber la verdad.
- Porque no – dijo Foster – a tu padre no le gustaba esa actriz para ti, decía que era poca cosa, pero en el fondo era un sentimental y hubiera terminado aceptándola a ella y al bastardo. Pero yo tenía otros planes, Luke Sullivan…
- ¿Mi suegro? – le interrumpió Alexander.
- Si, el padre de tu esposa, quería a toda costa emparentar con la familia, ya sabes que se convirtió en socio de tu padre. Así que me prometió una sustanciosa cantidad si le ayudaba. Cuando llegaste contando lo de esa fulanilla, mis planes se vinieron al traste, así que me encargué de asustarla para que desapareciera.
- Contraté a detectives que nunca me supieron dar razón de ella.
- Yo les pagaba más que tú y ellos me rendían cuentas a mí. Eran buenos, me sirvieron para tenerla vigilada durante años y procurar que no se acercara a ti. Deberías agradecérmelo, te la quité de en medio y te presenté a tu esposa, ella si que merecía la pena, era una autentica señorita y no una actriz de tres al cuarto.
- Me destrozaste la vida hijo de perra – escupió Alexander levantándose – espero que te pudras en el infierno.
- Probablemente sea así – contestó el viejo mientras empezaba a reír, risa que se convirtió en un fuerte golpe de tos.
***********************************************************
Muy temprano por la mañana Kate recibió una llamada. Le avisaba que habían encontrado otro cuerpo en Central Park. Contestó diciendo que iría en seguida y se volvió para despertar a Rick. Se levantaron y quedaron en ir cada uno por su lado para no levantar sospechas entre sus compañeros.
Kate se fue en su coche, él en un taxi. Cada uno tomó una ruta diferente, con la mala fortuna que Kate se encontró inmersa en un monumental atasco, a causa de un accidente. Fue Castle quien llegó antes, pasó por debajo de la cinta de la policía y se acercó a donde Lanie estaba agachada, mirando el cuerpo.
- ¿Todavía no ha llegado Becket?, ¿Qué tenemos?
A Lanie no le dio tiempo de avisarle para que no mirara, cuando ya Castle se había empapado de lo que había allí.
La víctima era una adolescente, vestida solo con una túnica blanca. No debía ser mucho mayor que Alexis, y como su hija poseía una bonita melena pelirroja. Tenía los verdes ojos abiertos en una expresión de mudo terror. No es que se pareciera especialmente a su hija, pero Castle fue a Alexis a quien vio allí muerta. Sintió como se mareaba y la bilis le subía a la garganta, impidiéndole hablar.
Lanie se levantó y se acercó a él.
- ¿Te encuentras bien?
Negó con la cabeza sin poder contestar.
- ¿Dónde demonios está Becket? – preguntó la forense.
- No sé – pudo por fin contestar – salimos juntos, pero vinimos cada uno por nuestra cuenta. ¿Qué le pasó a la chica?
- De momento parece que fue estrangulada, tiene marcas en el cuello, pero hasta que no me la lleve al depósito no tendré más información. Siento que la hayas visto, no me dio tiempo a avisarte, me imagino como debes sentirte, yo también me acordé al verla de – y se interrumpió sin atreverse a decir el nombre.
- De mi niña – dijo con la poca voz que le salía del cuerpo.
- Anda siéntate en aquel banco a ver si se te quita el mal color que se te ha puesto.
Se retiró del lugar y se sentó intentando controlar la respiración en un vano intento de que se le quitaran las nauseas.
Cuando llegó Becket bastante alterada por el rato que había pasado en el atasco, pensó que a Castle no le había dado tiempo de llegar aun. Se acercó al cuerpo y como les había pasado a cada uno de ellos que lo habían visto y que conocían a Alexis, se impresionó bastante al verlo.
- ¡Que horror! Aunque no se parezca a ella, con ese cabello se asemeja tanto a Alexis, hay que tener cuidado cuando llegue Castle, no quiero que la vea.
- Llegas tarde – le respondió su amiga – tu escritor favorito llegó hace un rato y se lo ha encontrado de lleno, pobre Castle, jamás había visto una cara tan verde como la suya.
- ¿Dónde está? – preguntó preocupada.
- Allí – señalando hacia el banco donde un afectado Castle terminaba de hablar por teléfono.
Se dirigió hacia el banco y se sentó junto a él.
- ¡Hola!, ya me ha dicho Lanie que has visto a la chica, ¿Qué tal estás?
- Cuando me acerqué, no vi a esa chica, fue a Alexis a quien vi. Acabo de llamarla, la he despertado y se ha enfadado conmigo, pero por lo menos sé que está bien.
- Siento que hayas tenido que verla, es duro cuando las víctimas son tan jóvenes. Ya podemos irnos a la comisaría, a empezar a investigar sobre el caso, ¿te vienes o prefieres ir a tu casa?
- Voy con vosotros, a ver si puedo ser de ayuda en algo.
******************************************
En la residencia Carrington del Valle de Napa Alexander le hablaba a su hija sobre Martha y Richard, contándole toda la historia, pero omitiéndole la parte sórdida en la que los abuelos de su hija se habían visto implicados y culpando de todo ello al abogado.
Lillian estaba alucinada, enterarse con 28 años que tienes un hermano mayor al que ni conoces, bueno que no conocía en persona, porque en su biblioteca estaba la colección completa de libros de Richard Castle, era una noticia más que asombrosa.
Su padre le explicó también que a pesar de que Lilly había sido su gran amor, tuvo una buena vida con su mujer, Marjorie fue una buena madre y esposa, y fue feliz con ella.
Lillian enseguida le propuso a su padre viajar a Nueva York, estaba impaciente por conocer a su hermano, y confiaba que su padre se reencontrase con Lilly y rehiciera su vida con ella, el pobre estaba muy solo, y que mejor que volver a empezar con su gran amor.
Así que dejaron a Philip, el ayudante de su padre y eterno enamorado y pretendiente de Lillian al cargo de las bodegas y ellos dos volaron a Nueva York. Volvieron a hospedarse en la misma suite del Waldorf Astoria y decidieron que la mejor forma de ponerse en contacto con Lilly era intentar volver a visitarla en el teatro.
Alexander compró un enorme ramo de rosas y tomó un taxi hasta Broadway. Llegó al teatro, aun no había terminado la función, así que se dispuso a esperar, aquel día no estaba el director, ni su hijo, confiaba en que Lilly quisiera recibirlo. Se identificó ante uno de los encargados, al que le preguntó si la señora Rodgers podría recibirlo. Este le contestó que se informaría y le indicó donde podía esperar. Desde donde estaba pudo escuchar los aplausos que indicaban que la representación había terminado. Todavía tuvo que esperar un gran rato, hasta que el mismo encargado le dijo que podía pasar a camerinos.
Martha se sorprendió cuando le avisaron de quien quería verla. Estuvo tentada a negarse, pero después de lo que le contó Richard, de saber que estuvo enfermo, decidió que merecía una oportunidad, así que se decidió a recibirlo.
Cuando Alexander entró al camerino le recibió una impecable Martha, ya sin el vestuario de la actuación.
- ¡Hola Lilly!, estás tan preciosa como siempre – le dijo galantemente mientras le ofrecía el ramo de flores – gracias por recibirme.
- ¡Hola Alex!, gracias por las flores.
Los dos se quedaron callados. Habían sido muchos años de resentimiento y a la hora de la verdad no sabían por donde empezar.
- Lilly yo…
- Me gustaría que dejaras de llamarme Lilly, mi nombre es Martha y creo que sería mejor ir a un lugar más tranquilo, para que podamos hablar.
- Vamos a donde tú quieras Li… perdón Martha.
- Te invitaría a mi casa, pero es que no tengo casa propia, vivo con Richard y no me parece oportuno que vayamos allí.
- En el hotel donde me hospedo, hay salones privados en la cafetería, podemos ir, estaremos tranquilos.
- De acuerdo, vamos.
Así hicieron, se trasladaron en taxi hasta el hotel, fueron a la cafetería y se instalaron en uno de sus salones.
Alexander se decidió y empezó a hablar él, poco a poco le fue relatando todo como él lo conocía, le pidió perdón por no haber luchado lo bastante por ellos, también le contó la participación del abogado, le habló de su hija, y de las ganas que tenía de conocerlos a ella y a Richard.
Martha empezó a sentirse más segura y relajada, ante ella estaba el Alex que había conocido y del que se enamoró. No había cambiado, seguía siendo dulce y detallista, extremadamente cariñoso, y allí comprobó de primera mano lo que Richard se parecía a su padre.
Ella también se explayó a gusto, empezó explicándole que realmente se llamaba Martha, cosa que le sorprendió bastante y a partir de ahí, le contó todo lo que había pasado para esconderse y proteger a su hijo, su vida como actriz y las vueltas que había dado por todo el país.
Una vez terminó sintió un gran alivio, tantos años guardando esa parte de su vida y ahora por fin podía liberarse. Ambos comprendieron que habían sido engañados, que ninguno hizo daño al otro de forma deliberada, lamentaron la vida que pudieron tener y no tuvieron y en cierto modo enterraron el hacha de guerra.
Alexander le comentó que le gustaría que siguieran viéndose como amigos, que él no pretendía nada pero que le encantaría retomar la amistad con ella. Martha no supo que contestar, realmente le apetecía mucho, pero no lo tenía muy claro. También le dijo que le gustaría tener la oportunidad de conocer mejor a su hijo, que no pretendía ejercer de padre a estas alturas, pero que le gustaría hablar alguna vez con él, y que además Lillian ansiaba conocerlo.
Se alegró al saber que era abuelo y ya una vez terminado todo lo importante que tenían que decirse, empezaron a hablar de otros temas renaciendo entre ellos la complicidad que habían tenido cuando eran novios.
****************************
Estaban en comisaría y Lanie la llamó porque había descubierto algunas cosas sobre la chica que habían encontrado esa mañana. También les dijo que tenía que informarles sobre el cadáver del hombre mutilado.
Kate le preguntó si prefería quedarse allí, pero él quiso acompañarla.
Al llegar vieron que el cuerpo estaba sobre la camilla tapado con una sábana. Lanie les comentó primero sobre el hombre mutilado diciéndoles que le inyectaron un anestésico y que seguramente estando inconsciente fue cuando le cortaron los órganos, que se desangró y una vez muerto, lo limpiaron y lo dejaron en el parque.
Respecto a la chica, les dijo que al ver la túnica que llevaba puesta le pareció que era de la misma tela que la que tenía el mutilado, pero que no tenía muy claro si sería casualidad. De todas formas las había mandado las dos al laboratorio.
- ¿Qué más puedes decirnos? – preguntó Kate.
- No lleva muerta más de 48 horas, y no creo que la mataran en el parque, la llevaron ya muerta y la dejaron allí.
- ¿Sabes ya la causa de la muerte? – preguntó Rick.
- ¿Seguro que quieres saberlo?
- ¿Es muy desagradable?
- Un poco si, ¿sigo?
- Si, continúa por favor.
- Por las marcas en muñecas y tobillos parece que la amarraron de pies y manos para mantenerla inmóvil mientras abusaban de ella. A pesar de que no podía moverse hay señales de que la penetraron con gran violencia, tiene restos de semen, pero aún no me ha dado tiempo a analizarlo. Tiene inflamadas las cuerdas vocales, no hay signos de que fuera amordazada, es decir, que mientras la torturaban y violaban, la chica chillaría como una loca, por lo que a lo mejor a esa pandilla de cerdos les excitaba oírla gritar…
- ¡Bufff!, mejor te espero fuera, ¿vale? – dijo Rick dirigiéndose a Kate.
- El chico escritor ha vuelto a ponerse verde – dijo Lanie.
- Si, parece que hoy no lleva un buen día. ¿Algo más?
- De momento no, pero todavía no he terminado, ¿Qué tal tu?, ¿Cómo te va con el increíble Hulk – rió Lanie – no me mires así es que ese color de cara me ha recordado a “La Masa” – esto último lo dijo con voz teatral.
- Eres mala, me va muy bien con él, Lanie, en estos momento soy muy feliz.
- Me alegro, a ver cuando lo hacemos oficial, que ya Javier no para de preguntarme porque sospecha algo.
- Pronto Lanie, más pronto de lo que crees.
CONTINUARÁ...
Capítulo 20:
En un asilo de Sausalito, Alexander Carrington visitaba al antiguo abogado de su familia. Travis Foster estaba sentado en una silla de ruedas y aparcado a la sombra de un árbol en el jardín de la residencia. El anciano lo reconoció enseguida al verlo.
- ¡Vaya!, pero si es el joven Carrington – comentó alegre - ¿Qué te trae por aquí muchacho?
- Vengo a que me expliques algunas cosas – respondió muy serio.
- ¿Y que será lo que te tengo que explicar?
- ¿Por qué apartaste a mi hijo de mi lado? – preguntó con resentimiento.
- ¿Tu hijo?, ¿Qué hijo?, que yo sepa lo que tienes es una hija y bastante bonita por cierto.
- Sabes perfectamente de que te hablo, no me quieras hacer creer que has perdido la cabeza.
- ¿A que viene preguntarme por eso después de tantos años?
- Estos últimos días he estado en Nueva York.
- Es cierto, leí en la prensa que Bodegas Carrington empieza a cotizar en bolsa – intervino el anciano – y eso que tiene que ver.
- Encontré a Lilly y también a mi hijo.
- ¡Ah!, ¿te refieres a aquella putita que decía ser actriz y que lo único que quería era tu dinero?
- Las cosas no ocurrieron como tú me contaste, ¿cierto?
- Yo ya no me acuerdo de lo que pasó – mintió el viejo – han pasado muchos años.
- ¿Sabes?, no te creo, no te creo nada – dijo Alexander muy afectado – entre mi padre y tú me destrozasteis la vida.
- Nada de eso muchacho, solo te quitamos una molestia de en medio.
- ¿Cuánto te pagó mi padre?
- Nada, yo solo hacía mi trabajo. Tu padre me dijo que investigara a la chica, a ver si era trigo limpio, y yo solamente te la quité de en medio. Nos estorbaba.
- ¿Os estorbaba?, ¿A quienes? Ya pasó mucho tiempo, y da igual, perdí la oportunidad de compartir mi vida con la mujer que amaba y de criar a mi hijo. Me merezco saber la verdad.
- Porque no – dijo Foster – a tu padre no le gustaba esa actriz para ti, decía que era poca cosa, pero en el fondo era un sentimental y hubiera terminado aceptándola a ella y al bastardo. Pero yo tenía otros planes, Luke Sullivan…
- ¿Mi suegro? – le interrumpió Alexander.
- Si, el padre de tu esposa, quería a toda costa emparentar con la familia, ya sabes que se convirtió en socio de tu padre. Así que me prometió una sustanciosa cantidad si le ayudaba. Cuando llegaste contando lo de esa fulanilla, mis planes se vinieron al traste, así que me encargué de asustarla para que desapareciera.
- Contraté a detectives que nunca me supieron dar razón de ella.
- Yo les pagaba más que tú y ellos me rendían cuentas a mí. Eran buenos, me sirvieron para tenerla vigilada durante años y procurar que no se acercara a ti. Deberías agradecérmelo, te la quité de en medio y te presenté a tu esposa, ella si que merecía la pena, era una autentica señorita y no una actriz de tres al cuarto.
- Me destrozaste la vida hijo de perra – escupió Alexander levantándose – espero que te pudras en el infierno.
- Probablemente sea así – contestó el viejo mientras empezaba a reír, risa que se convirtió en un fuerte golpe de tos.
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Muy temprano por la mañana Kate recibió una llamada. Le avisaba que habían encontrado otro cuerpo en Central Park. Contestó diciendo que iría en seguida y se volvió para despertar a Rick. Se levantaron y quedaron en ir cada uno por su lado para no levantar sospechas entre sus compañeros.
Kate se fue en su coche, él en un taxi. Cada uno tomó una ruta diferente, con la mala fortuna que Kate se encontró inmersa en un monumental atasco, a causa de un accidente. Fue Castle quien llegó antes, pasó por debajo de la cinta de la policía y se acercó a donde Lanie estaba agachada, mirando el cuerpo.
- ¿Todavía no ha llegado Becket?, ¿Qué tenemos?
A Lanie no le dio tiempo de avisarle para que no mirara, cuando ya Castle se había empapado de lo que había allí.
La víctima era una adolescente, vestida solo con una túnica blanca. No debía ser mucho mayor que Alexis, y como su hija poseía una bonita melena pelirroja. Tenía los verdes ojos abiertos en una expresión de mudo terror. No es que se pareciera especialmente a su hija, pero Castle fue a Alexis a quien vio allí muerta. Sintió como se mareaba y la bilis le subía a la garganta, impidiéndole hablar.
Lanie se levantó y se acercó a él.
- ¿Te encuentras bien?
Negó con la cabeza sin poder contestar.
- ¿Dónde demonios está Becket? – preguntó la forense.
- No sé – pudo por fin contestar – salimos juntos, pero vinimos cada uno por nuestra cuenta. ¿Qué le pasó a la chica?
- De momento parece que fue estrangulada, tiene marcas en el cuello, pero hasta que no me la lleve al depósito no tendré más información. Siento que la hayas visto, no me dio tiempo a avisarte, me imagino como debes sentirte, yo también me acordé al verla de – y se interrumpió sin atreverse a decir el nombre.
- De mi niña – dijo con la poca voz que le salía del cuerpo.
- Anda siéntate en aquel banco a ver si se te quita el mal color que se te ha puesto.
Se retiró del lugar y se sentó intentando controlar la respiración en un vano intento de que se le quitaran las nauseas.
Cuando llegó Becket bastante alterada por el rato que había pasado en el atasco, pensó que a Castle no le había dado tiempo de llegar aun. Se acercó al cuerpo y como les había pasado a cada uno de ellos que lo habían visto y que conocían a Alexis, se impresionó bastante al verlo.
- ¡Que horror! Aunque no se parezca a ella, con ese cabello se asemeja tanto a Alexis, hay que tener cuidado cuando llegue Castle, no quiero que la vea.
- Llegas tarde – le respondió su amiga – tu escritor favorito llegó hace un rato y se lo ha encontrado de lleno, pobre Castle, jamás había visto una cara tan verde como la suya.
- ¿Dónde está? – preguntó preocupada.
- Allí – señalando hacia el banco donde un afectado Castle terminaba de hablar por teléfono.
Se dirigió hacia el banco y se sentó junto a él.
- ¡Hola!, ya me ha dicho Lanie que has visto a la chica, ¿Qué tal estás?
- Cuando me acerqué, no vi a esa chica, fue a Alexis a quien vi. Acabo de llamarla, la he despertado y se ha enfadado conmigo, pero por lo menos sé que está bien.
- Siento que hayas tenido que verla, es duro cuando las víctimas son tan jóvenes. Ya podemos irnos a la comisaría, a empezar a investigar sobre el caso, ¿te vienes o prefieres ir a tu casa?
- Voy con vosotros, a ver si puedo ser de ayuda en algo.
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En la residencia Carrington del Valle de Napa Alexander le hablaba a su hija sobre Martha y Richard, contándole toda la historia, pero omitiéndole la parte sórdida en la que los abuelos de su hija se habían visto implicados y culpando de todo ello al abogado.
Lillian estaba alucinada, enterarse con 28 años que tienes un hermano mayor al que ni conoces, bueno que no conocía en persona, porque en su biblioteca estaba la colección completa de libros de Richard Castle, era una noticia más que asombrosa.
Su padre le explicó también que a pesar de que Lilly había sido su gran amor, tuvo una buena vida con su mujer, Marjorie fue una buena madre y esposa, y fue feliz con ella.
Lillian enseguida le propuso a su padre viajar a Nueva York, estaba impaciente por conocer a su hermano, y confiaba que su padre se reencontrase con Lilly y rehiciera su vida con ella, el pobre estaba muy solo, y que mejor que volver a empezar con su gran amor.
Así que dejaron a Philip, el ayudante de su padre y eterno enamorado y pretendiente de Lillian al cargo de las bodegas y ellos dos volaron a Nueva York. Volvieron a hospedarse en la misma suite del Waldorf Astoria y decidieron que la mejor forma de ponerse en contacto con Lilly era intentar volver a visitarla en el teatro.
Alexander compró un enorme ramo de rosas y tomó un taxi hasta Broadway. Llegó al teatro, aun no había terminado la función, así que se dispuso a esperar, aquel día no estaba el director, ni su hijo, confiaba en que Lilly quisiera recibirlo. Se identificó ante uno de los encargados, al que le preguntó si la señora Rodgers podría recibirlo. Este le contestó que se informaría y le indicó donde podía esperar. Desde donde estaba pudo escuchar los aplausos que indicaban que la representación había terminado. Todavía tuvo que esperar un gran rato, hasta que el mismo encargado le dijo que podía pasar a camerinos.
Martha se sorprendió cuando le avisaron de quien quería verla. Estuvo tentada a negarse, pero después de lo que le contó Richard, de saber que estuvo enfermo, decidió que merecía una oportunidad, así que se decidió a recibirlo.
Cuando Alexander entró al camerino le recibió una impecable Martha, ya sin el vestuario de la actuación.
- ¡Hola Lilly!, estás tan preciosa como siempre – le dijo galantemente mientras le ofrecía el ramo de flores – gracias por recibirme.
- ¡Hola Alex!, gracias por las flores.
Los dos se quedaron callados. Habían sido muchos años de resentimiento y a la hora de la verdad no sabían por donde empezar.
- Lilly yo…
- Me gustaría que dejaras de llamarme Lilly, mi nombre es Martha y creo que sería mejor ir a un lugar más tranquilo, para que podamos hablar.
- Vamos a donde tú quieras Li… perdón Martha.
- Te invitaría a mi casa, pero es que no tengo casa propia, vivo con Richard y no me parece oportuno que vayamos allí.
- En el hotel donde me hospedo, hay salones privados en la cafetería, podemos ir, estaremos tranquilos.
- De acuerdo, vamos.
Así hicieron, se trasladaron en taxi hasta el hotel, fueron a la cafetería y se instalaron en uno de sus salones.
Alexander se decidió y empezó a hablar él, poco a poco le fue relatando todo como él lo conocía, le pidió perdón por no haber luchado lo bastante por ellos, también le contó la participación del abogado, le habló de su hija, y de las ganas que tenía de conocerlos a ella y a Richard.
Martha empezó a sentirse más segura y relajada, ante ella estaba el Alex que había conocido y del que se enamoró. No había cambiado, seguía siendo dulce y detallista, extremadamente cariñoso, y allí comprobó de primera mano lo que Richard se parecía a su padre.
Ella también se explayó a gusto, empezó explicándole que realmente se llamaba Martha, cosa que le sorprendió bastante y a partir de ahí, le contó todo lo que había pasado para esconderse y proteger a su hijo, su vida como actriz y las vueltas que había dado por todo el país.
Una vez terminó sintió un gran alivio, tantos años guardando esa parte de su vida y ahora por fin podía liberarse. Ambos comprendieron que habían sido engañados, que ninguno hizo daño al otro de forma deliberada, lamentaron la vida que pudieron tener y no tuvieron y en cierto modo enterraron el hacha de guerra.
Alexander le comentó que le gustaría que siguieran viéndose como amigos, que él no pretendía nada pero que le encantaría retomar la amistad con ella. Martha no supo que contestar, realmente le apetecía mucho, pero no lo tenía muy claro. También le dijo que le gustaría tener la oportunidad de conocer mejor a su hijo, que no pretendía ejercer de padre a estas alturas, pero que le gustaría hablar alguna vez con él, y que además Lillian ansiaba conocerlo.
Se alegró al saber que era abuelo y ya una vez terminado todo lo importante que tenían que decirse, empezaron a hablar de otros temas renaciendo entre ellos la complicidad que habían tenido cuando eran novios.
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Estaban en comisaría y Lanie la llamó porque había descubierto algunas cosas sobre la chica que habían encontrado esa mañana. También les dijo que tenía que informarles sobre el cadáver del hombre mutilado.
Kate le preguntó si prefería quedarse allí, pero él quiso acompañarla.
Al llegar vieron que el cuerpo estaba sobre la camilla tapado con una sábana. Lanie les comentó primero sobre el hombre mutilado diciéndoles que le inyectaron un anestésico y que seguramente estando inconsciente fue cuando le cortaron los órganos, que se desangró y una vez muerto, lo limpiaron y lo dejaron en el parque.
Respecto a la chica, les dijo que al ver la túnica que llevaba puesta le pareció que era de la misma tela que la que tenía el mutilado, pero que no tenía muy claro si sería casualidad. De todas formas las había mandado las dos al laboratorio.
- ¿Qué más puedes decirnos? – preguntó Kate.
- No lleva muerta más de 48 horas, y no creo que la mataran en el parque, la llevaron ya muerta y la dejaron allí.
- ¿Sabes ya la causa de la muerte? – preguntó Rick.
- ¿Seguro que quieres saberlo?
- ¿Es muy desagradable?
- Un poco si, ¿sigo?
- Si, continúa por favor.
- Por las marcas en muñecas y tobillos parece que la amarraron de pies y manos para mantenerla inmóvil mientras abusaban de ella. A pesar de que no podía moverse hay señales de que la penetraron con gran violencia, tiene restos de semen, pero aún no me ha dado tiempo a analizarlo. Tiene inflamadas las cuerdas vocales, no hay signos de que fuera amordazada, es decir, que mientras la torturaban y violaban, la chica chillaría como una loca, por lo que a lo mejor a esa pandilla de cerdos les excitaba oírla gritar…
- ¡Bufff!, mejor te espero fuera, ¿vale? – dijo Rick dirigiéndose a Kate.
- El chico escritor ha vuelto a ponerse verde – dijo Lanie.
- Si, parece que hoy no lleva un buen día. ¿Algo más?
- De momento no, pero todavía no he terminado, ¿Qué tal tu?, ¿Cómo te va con el increíble Hulk – rió Lanie – no me mires así es que ese color de cara me ha recordado a “La Masa” – esto último lo dijo con voz teatral.
- Eres mala, me va muy bien con él, Lanie, en estos momento soy muy feliz.
- Me alegro, a ver cuando lo hacemos oficial, que ya Javier no para de preguntarme porque sospecha algo.
- Pronto Lanie, más pronto de lo que crees.
CONTINUARÁ...
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Para siempre, Último Capítulo
Pobre Castle,habria sido mejor que hoy no se hubiera levantado jeje.Que bueno lo de Martha y Alex,que hayan podido hablar y que se den una oportunidad.
Y lo de Kate a ver si es verdad y lo dice de una vez.
Sigue asi Cata
Y lo de Kate a ver si es verdad y lo dice de una vez.
Sigue asi Cata
Raúl- Moderador
- Mensajes : 1189
Fecha de inscripción : 18/05/2011
Edad : 32
Localización : Parla City
Re: Para siempre, Último Capítulo
¿Más pronto de lo que crees?, tratándose de Kate...............no sé, no sé
Pobre Castle, no ha tenido suficient con la noticia de su padre, que ahora le toca una muerta muy parecida a Alexis
Gracias por otro capítulo, es genial!!
Pobre Castle, no ha tenido suficient con la noticia de su padre, que ahora le toca una muerta muy parecida a Alexis
Gracias por otro capítulo, es genial!!
rakel- Escritor - Policia
- Mensajes : 1218
Fecha de inscripción : 08/01/2011
Edad : 32
Re: Para siempre, Último Capítulo
Haber si es muy pronto, pero a saber a lo que le llama esta mujer pronto.
Duende- Escritor - Policia
- Mensajes : 1212
Fecha de inscripción : 01/03/2011
Edad : 36
Localización : Galicia
Re: Para siempre, Último Capítulo
dilo alto y claro Kate Beckett!!!!!
TE AMO RICK CASTLEEE!!!!!!!...jaajajaj como molaria esooo
sigue asii..capitulazooo
TE AMO RICK CASTLEEE!!!!!!!...jaajajaj como molaria esooo
sigue asii..capitulazooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Para siempre, Último Capítulo
Me gusta mucho la trama, y lo has descrito todo muy bien
Felicidades
Felicidades
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Para siempre, Último Capítulo
Es curioso me acabo de dar cuenta de una cosa, si coinciden dos respuestas en el mismo instante, una de las dos no llega a publicarse, a alguien más le ha sucedido algo parecido??? No es la primera vez que me pasa.....
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Para siempre, Último Capítulo
increible capitulooooooooooooooooooooooooooooo
gracias por otro capi
gracias por otro capi
Re: Para siempre, Último Capítulo
Genial! Simplemente estupendo
GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
- Mensajes : 1195
Fecha de inscripción : 24/07/2011
Edad : 29
Localización : Galicia
Re: Para siempre, Último Capítulo
A ver cuando Kate se anima a decirle a todo el mundo de su relación!!!!
Muy buen capítulo!!!
Muy buen capítulo!!!
Re: Para siempre, Último Capítulo
Kate diciendo esa frase??? ni yo me la creo
jajajaj
que buen capitulooooooooooooooooooo
sigue subiendo mas que aqui estamos para seguirte!!!!!!!!!
gracias
jajajaj
que buen capitulooooooooooooooooooo
sigue subiendo mas que aqui estamos para seguirte!!!!!!!!!
gracias
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Para siempre, Último Capítulo
me encantaaaa!!!!
siguelo pronto porfaaa!!!
siguelo pronto porfaaa!!!
kate_beckett- As del póker
- Mensajes : 430
Fecha de inscripción : 07/07/2011
Edad : 30
Localización : Huelva, Andalucia / NYK (L)
Re: Para siempre, Último Capítulo
¡Hola! Aquí estoy con un nuevo capítulo de mi historia.
Muchas gracias por vuestros mensajes, me alegro de que os vaya gustando como se va desarrollando todo, y espero que no se os este haciendo pesada.
Es que no puedo evitar enrollarme así que espero que no os aburráis que todavía me quedan muchas cosas que contar.
Capítulo 21:
Los dos casos que tenían entre manos, el del soplón de la secta, como lo llamaban entre ellos y el de la chica del parque, les estaban dando más de un quebradero de cabeza. No tenían muchas pistas, solo que el laboratorio les confirmó que las telas de las túnicas eran exactamente iguales, probablemente de la misma pieza. Seguían investigando, pero no paraban de dar palos de ciego.
Identificaron a la chica. La última vez que sus padres la vieron con vida, fue una semana antes de aparecer el cuerpo, fue una tarde a estudiar a la biblioteca y no volvió a casa, los padres llamaron a la policía, pero ésta no empezó a actuar hasta cumplidas 24 horas de la desaparición. En personas desaparecidas no tuvieron noticias hasta que llamaron desde homicidios para informarse si había alguna denuncia de una chica desaparecida.
Llevaban toda la semana intentando sacar algo en claro, pero de momento no encontraron nada nuevo.
Hasta ellos estaban afectados, Castle llevaba varios días mosqueado con Alexis, mejor dicho su hija enfadada con él. Le había restringido las salidas y ella estaba frenética pues no podía estar con Ashley el tiempo que quería. Su padre se mostraba inflexible, todavía estaba aterrado por el asesinato de la chica e intentaba proteger a su hija de la mejor manera que sabía.
Aquella tarde que Kate estaba en el loft, Alexis pidió permiso a su padre para ir al cine, aunque no volvería muy tarde, él le dijo que no tajantemente. La chica no se aguantó más, discutió con él, le dijo que era un tirano y terminó gritándole que lo odiaba.
A Rick se le cambió el color cuando su hija le dijo eso, casi no pudo reaccionar. Miró a Kate con tal cara de pena, que a ella se le partió el corazón.
- ¡Me odia!, mi niña me odia.
- No te odia, solo está enfadada – le dijo ella – cuéntale lo que ha pasado.
- ¿Cómo le voy a contar semejante atrocidad? – respondió exaltado.
- Porque tu hija no es tonta, y tiene que entender el porque de tu actitud de estos últimos días. ¿Quieres que hable con ella?
Rick la miró con cara de “Si, por favor, hazlo” y ella se levantó y se dirigió arriba. Llamó a la puerta, desde dentro Alexis le gritó entre sollozos.
- ¡Vete, no quiero ver a nadie!
- Soy yo, Kate, ¿puedo pasar?
Se abrió la puerta dejándola entrar. Alexis se volvió a sentar en la cama. Era obvio que estaba llorando.
- ¿Te manda papá?
- No, he venido porque no estoy de acuerdo con tu padre y creo que tienes que saber porque se comporta así contigo.
Durante un rato, le cuenta a la horrorizada chiquilla todo lo que ha ocurrido los últimos días.
- Pero no lo entiendo, papá no me puede encerrar cada vez que ocurre algo.
- Es la forma en que intenta protegerte, no es la adecuada, pero es lo único que se le ocurre. Sé que es difícil de entender Alexis, pero tu padre me contó que cuando vio el cadáver, solo te vio a ti.
- ¡Oh, pobre papá! Voy a tener que prohibirle que te ayude Kate – dijo la niña – que después no me duerme y tiene pesadillas – terminó esbozando una sonrisa.
- ¿Por qué no bajas a hablar con él?, se ha quedado muy triste.
- Gracias Kate – mientras le daba un abrazo – menos mal que por lo menos tú, me tratas como una adulta. Voy a hablar con él.
Bajó al salón, donde un compungido Rick permanecía sentado en el sofá. Su hija se sentó a su lado y antes de que pudiera decirle algo a su padre este le preguntó.
- ¿De verdad que me odias?
- Claro que no, solo estoy enfadada contigo, ¿Por qué no me contaste la verdad?
- Porque la verdad es fea, y yo solo quiero protegerte y apartarte de las cosas feas.
- Ya no soy una niña, papá, y gracias por querer protegerme, pero no me puedes tener encerrada en una torre de cristal, tienes que dejarme salir y hacer mi vida.
- Lo sé mi pequeña Rapunzel – dijo mientras la abrazaba – pero tenerte en una torre de cristal para que nada te dañe es lo que quieren los padres para sus hijas.
- Te quiero papá.
- Y yo a ti.
- Entonces, ¿puedo ir al cine?
- De acuerdo, pero se muy juiciosa.
- Ya sabes que si. Voy a arreglarme.
Y subió corriendo las escaleras, desde donde Kate los miraba conmovida. Le encantaban estas escenas entre padre e hija. Rick era tan tierno. Se sentó a su lado.
- Es duro verlos crecer ¿no?
- Si – suspiró – cuesta acostumbrarse. Gracias por hablar con ella.
- Ha sido un placer.
Se abrazaron y ella le propuso salir a comer algo, a lo que él aceptó encantado.
************************************************************
Por la mañana se encontraron todos en la cocina. Martha fue la primera en levantarse, luego llegó Alexis y mientras la abuela preparaba el desayuno, Kate y Rick bajaron juntos. Martha al verlos sonrió feliz.
- Buenos días madre, anoche ni siquiera te vimos. ¡Vaya y esa sonrisa feliz!, ¿A que se debe?
- No seas mal pensado, me encanta veros juntos, es por eso que sonrío.
- ¿Y no tendrá algo que ver que llegas todas las noches a las tantas? No nos has contado porque llegas tan tarde. ¿Tiene algún nombre esa tardanza?
- No te he contado antes porque tardaba, porque no sabía si te gustaría saberlo.
- Ya eres mayorcita y puedes ir donde quieras y con quien quieras. ¿Cómo se llama? – preguntó sonriente su hijo – ¿le conozco?
- Si le conoces. Alexander volvió a la ciudad hace unos días. Vino a verme al teatro y luego fuimos a tomar algo y estuvimos hablando mucho.
- Vosotros ¿estáis saliendo juntos o algo así? – preguntó Rick curioso.
- No hijo, solo nos hemos estado poniendo al día. Me contó que fue el abogado el que lo tramó todo, y los dos caímos como unos ingenuos.
- Menudo elemento – intervino Kate – hay gente a la que no le pesa la conciencia.
- Richard, Alexander me dijo que le gustaría verte alguna vez y hablar contigo y que su hija, está deseando conocer a su hermano, pero solo si tu quieres.
- La verdad es que no sé, ahora que sabemos que no nos abandonó conscientemente, quizás debería darle una oportunidad – comentó dudoso.
- Él me preguntó sobre ti, creo que le ha impactado mucho saber que tiene un hijo a estas alturas y siente curiosidad por conocerte – siguió comentando Martha – le hablé de tu trabajo y tu colaboración con la policía y también le hablé de Alexis, espero que no te importe. Se alegró de ser…
- Abuelo – continuó Richard – al fin y al cabo es mi padre y el abuelo de Alexis.
- ¿Puedo ir contigo cuando hables con él? – preguntó interesada Alexis – me muero de la curiosidad por conocer la parte de la familia que me falta.
- A Alexis siempre le ha preocupado mucho el desconocimiento de parte de su familia – informó Rick a Kate – y me parece que vamos a tener que organizar una entretenida comida familiar para conocernos todos – dijo con cierto tono de sarcasmo.
- No sería mala idea – dijo Martha – habrá que comportarse como personas civilizadas. Y no lo digas así, hijo, no sé si te gustará lo que voy a decirte, pero te pareces muchísimo a tu padre. Ahora que he vuelto a verlo, me he dado cuenta de la cantidad de rasgos que tienes como é y la de gestos iguales que hacéis los dos.
Terminaron de desayunar y cada uno tomó su camino. Kate dejó a Richard en la editorial, pues tenía unos asuntos que tratar allí.
Ella se fue a hablar con Lanie, tenía nueva información sobre el asesinato de la chica. Una vez analizado los restos de semen, comprobó que pertenecían a diferentes hombres. Encontró hasta cinco tipos distintos, estaba comprobando el ADN, con las fichas de la policía, pero de momento no había coincidencias. La cusa de la muerte como supuso, era por estrangulamiento.
Kate estaba asqueada, ese caso era realmente desagradable, esperaba no tener que volver a pasar por eso. Del hombre mutilado tampoco sabían mucho más.
- Bueno, ¿Qué me cuentas de tu chico escritor? ¿Se recuperó de lo del otro día?
- Si, ya está mejor. Le impactó ver a la chica.
- No me extraña, todos los que la vimos recordamos a Alexis.
Lanie le dijo que si la esperaba un poco iba con ella a comisaría que tenía que llevar unos informes.
Por su parte Richard, una vez que terminó en la editorial se fue a comisaría, estaba llegando y se encontraron los tres en la puerta.
- ¡Hola chico escritor! – saludó alegremente Lanie.
- Doctora Parish – respondió cortésmente y estuvo a punto de decirle una cursilada a Kate pero lo pensó mejor y solo le dijo muy serio – inspectora.
- ¡Ay chicos! Delante de mí no tenéis que disimular, con las ganas que tengo de veros en actitud cariñosa.
- Mira que a mi me apetece lo mismo contigo y Esposito – respondió Kate.
En ese momento sonó el teléfono de Castle, era Martha. Se alejó un poco, su madre le insistía para que celebraran la cena familiar que habían comentado esa mañana, ya que había surgido un problema y Lillian tenía que volverse a San Francisco.
Desde donde estaban Kate y Lanie, lo veían dar vueltas mientras hablaba, y que aunque no gritaba parecía un poco alterado.
Terminó la conversación y se acercó a ellas.
- ¿Ocurre algo? – preguntó Kate preocupada.
- Mi queridísima madre que se empeña en tener hoy la cena familiar.
- ¡Ay que bonito! – interrumpió Lanie risueña – ¡vaya Kate, que metidita en familia!
- ¿No le has contado a tu amiga lo de mi nueva situación familiar? – preguntó él.
- Pues no, no sabía si te molestaría.
- No me molesta, puedes ponerla al día si quieres.
- ¿Qué ha pasado?, me estáis preocupando.
- Pues que papá Castle ha aparecido en mi vida.
- ¿Tu padre?, pero si tu…. – y mirando el reloj – nos da tiempo, venga os invito a un café y así me empapáis de todo.
Y en la cafetería de la esquina Lanie se enteró de toda la historia familiar de Castle.
- Joder chica – dijo mientras le daba un codazo a su amiga – te has ligado a todo un heredero – perdona Castle – dijo sonriente – pero una tiene que mirar por el bienestar de sus amigas.
- Lanie, que cosas dices – dijo Kate, que no quería molestarlo.
- No, si tiene razón, ahora todavía soy mejor partido. He ofrecido mi casa para la cena, mi madre se va a encargar de prepararlo todo, así que esta noche ponte muy guapa, que quiero que conozcan a mi preciosa novia.
Kate le sonrió. Sonó su teléfono y enseguida el de Lanie. Ambas contestaron y pusieron una cara muy seria.
- Han encontrado otra chica en el parque – le dijo Kate – tenemos que ir,
- Bueno, espero que no sea tan desagradable.
Se dirigieron al parque. La víctima era otra adolescente, pero esta vez de cabello corto y oscuro. Por lo que vieron, presentaba las mismas características de la otra, incluso la misma túnica como vestimenta, solo quedaba llevarla a la morgue y esperar a la autopsia.
Volvieron a la comisaría donde pasaron el resto de la tarde intentando averiguar algo, sobre alguno de los dos casos.
******************************************************
Una vez terminada su jornada se dirigieron primero a casa de ella, para cambiarse y coger ropa y luego al loft de él. Ella seguía mostrándose indecisa, por un lado pensaba que ya era hora de reconocer que estaba con Castle, había pensado en organizar una cena con sus compañeros para anunciarlo, pero con los últimos acontecimientos no encontraba el momento propicio y como él no se quejaba lo iba dejando pasar y por otro, aún no había decidido mudarse a su casa, aunque pasaba mucho tiempo allí.
Cuando llegaron, todavía no habían llegado los invitados, pero si estaban Alexis y Martha organizando la cena que habían encargado. Mientras Castle subía a arreglarse, Kate se dispuso a ayudar a las dos mujeres a prepararlo todo.
Justo cuando Rick bajaba las escaleras, llamaron a la puerta.
Abrió y allí estaba Alexander con una bonita chica de cabellos rubios y chispeantes ojos azules, que sin ni siquiera haber sido presentada se le echó al cuello, dándole dos sonoros besos en las mejillas y diciéndole alegremente que era una gran fan suya y que estaba encantada de que fueran hermanos.
Pasaron adentro y después de las presentaciones se dispusieron a cenar, fue una velada muy agradable, padre e hija eran encantadores y tanto Richard como Lillian, comprobaron la buena pareja que hacían sus padres, no solo en lo bien que se llevaban, sino porque parecía que la chispa del amor había vuelto a resurgir entre ellos.
CONTINUARÁ…
Muchas gracias por vuestros mensajes, me alegro de que os vaya gustando como se va desarrollando todo, y espero que no se os este haciendo pesada.
Es que no puedo evitar enrollarme así que espero que no os aburráis que todavía me quedan muchas cosas que contar.
Capítulo 21:
Los dos casos que tenían entre manos, el del soplón de la secta, como lo llamaban entre ellos y el de la chica del parque, les estaban dando más de un quebradero de cabeza. No tenían muchas pistas, solo que el laboratorio les confirmó que las telas de las túnicas eran exactamente iguales, probablemente de la misma pieza. Seguían investigando, pero no paraban de dar palos de ciego.
Identificaron a la chica. La última vez que sus padres la vieron con vida, fue una semana antes de aparecer el cuerpo, fue una tarde a estudiar a la biblioteca y no volvió a casa, los padres llamaron a la policía, pero ésta no empezó a actuar hasta cumplidas 24 horas de la desaparición. En personas desaparecidas no tuvieron noticias hasta que llamaron desde homicidios para informarse si había alguna denuncia de una chica desaparecida.
Llevaban toda la semana intentando sacar algo en claro, pero de momento no encontraron nada nuevo.
Hasta ellos estaban afectados, Castle llevaba varios días mosqueado con Alexis, mejor dicho su hija enfadada con él. Le había restringido las salidas y ella estaba frenética pues no podía estar con Ashley el tiempo que quería. Su padre se mostraba inflexible, todavía estaba aterrado por el asesinato de la chica e intentaba proteger a su hija de la mejor manera que sabía.
Aquella tarde que Kate estaba en el loft, Alexis pidió permiso a su padre para ir al cine, aunque no volvería muy tarde, él le dijo que no tajantemente. La chica no se aguantó más, discutió con él, le dijo que era un tirano y terminó gritándole que lo odiaba.
A Rick se le cambió el color cuando su hija le dijo eso, casi no pudo reaccionar. Miró a Kate con tal cara de pena, que a ella se le partió el corazón.
- ¡Me odia!, mi niña me odia.
- No te odia, solo está enfadada – le dijo ella – cuéntale lo que ha pasado.
- ¿Cómo le voy a contar semejante atrocidad? – respondió exaltado.
- Porque tu hija no es tonta, y tiene que entender el porque de tu actitud de estos últimos días. ¿Quieres que hable con ella?
Rick la miró con cara de “Si, por favor, hazlo” y ella se levantó y se dirigió arriba. Llamó a la puerta, desde dentro Alexis le gritó entre sollozos.
- ¡Vete, no quiero ver a nadie!
- Soy yo, Kate, ¿puedo pasar?
Se abrió la puerta dejándola entrar. Alexis se volvió a sentar en la cama. Era obvio que estaba llorando.
- ¿Te manda papá?
- No, he venido porque no estoy de acuerdo con tu padre y creo que tienes que saber porque se comporta así contigo.
Durante un rato, le cuenta a la horrorizada chiquilla todo lo que ha ocurrido los últimos días.
- Pero no lo entiendo, papá no me puede encerrar cada vez que ocurre algo.
- Es la forma en que intenta protegerte, no es la adecuada, pero es lo único que se le ocurre. Sé que es difícil de entender Alexis, pero tu padre me contó que cuando vio el cadáver, solo te vio a ti.
- ¡Oh, pobre papá! Voy a tener que prohibirle que te ayude Kate – dijo la niña – que después no me duerme y tiene pesadillas – terminó esbozando una sonrisa.
- ¿Por qué no bajas a hablar con él?, se ha quedado muy triste.
- Gracias Kate – mientras le daba un abrazo – menos mal que por lo menos tú, me tratas como una adulta. Voy a hablar con él.
Bajó al salón, donde un compungido Rick permanecía sentado en el sofá. Su hija se sentó a su lado y antes de que pudiera decirle algo a su padre este le preguntó.
- ¿De verdad que me odias?
- Claro que no, solo estoy enfadada contigo, ¿Por qué no me contaste la verdad?
- Porque la verdad es fea, y yo solo quiero protegerte y apartarte de las cosas feas.
- Ya no soy una niña, papá, y gracias por querer protegerme, pero no me puedes tener encerrada en una torre de cristal, tienes que dejarme salir y hacer mi vida.
- Lo sé mi pequeña Rapunzel – dijo mientras la abrazaba – pero tenerte en una torre de cristal para que nada te dañe es lo que quieren los padres para sus hijas.
- Te quiero papá.
- Y yo a ti.
- Entonces, ¿puedo ir al cine?
- De acuerdo, pero se muy juiciosa.
- Ya sabes que si. Voy a arreglarme.
Y subió corriendo las escaleras, desde donde Kate los miraba conmovida. Le encantaban estas escenas entre padre e hija. Rick era tan tierno. Se sentó a su lado.
- Es duro verlos crecer ¿no?
- Si – suspiró – cuesta acostumbrarse. Gracias por hablar con ella.
- Ha sido un placer.
Se abrazaron y ella le propuso salir a comer algo, a lo que él aceptó encantado.
************************************************************
Por la mañana se encontraron todos en la cocina. Martha fue la primera en levantarse, luego llegó Alexis y mientras la abuela preparaba el desayuno, Kate y Rick bajaron juntos. Martha al verlos sonrió feliz.
- Buenos días madre, anoche ni siquiera te vimos. ¡Vaya y esa sonrisa feliz!, ¿A que se debe?
- No seas mal pensado, me encanta veros juntos, es por eso que sonrío.
- ¿Y no tendrá algo que ver que llegas todas las noches a las tantas? No nos has contado porque llegas tan tarde. ¿Tiene algún nombre esa tardanza?
- No te he contado antes porque tardaba, porque no sabía si te gustaría saberlo.
- Ya eres mayorcita y puedes ir donde quieras y con quien quieras. ¿Cómo se llama? – preguntó sonriente su hijo – ¿le conozco?
- Si le conoces. Alexander volvió a la ciudad hace unos días. Vino a verme al teatro y luego fuimos a tomar algo y estuvimos hablando mucho.
- Vosotros ¿estáis saliendo juntos o algo así? – preguntó Rick curioso.
- No hijo, solo nos hemos estado poniendo al día. Me contó que fue el abogado el que lo tramó todo, y los dos caímos como unos ingenuos.
- Menudo elemento – intervino Kate – hay gente a la que no le pesa la conciencia.
- Richard, Alexander me dijo que le gustaría verte alguna vez y hablar contigo y que su hija, está deseando conocer a su hermano, pero solo si tu quieres.
- La verdad es que no sé, ahora que sabemos que no nos abandonó conscientemente, quizás debería darle una oportunidad – comentó dudoso.
- Él me preguntó sobre ti, creo que le ha impactado mucho saber que tiene un hijo a estas alturas y siente curiosidad por conocerte – siguió comentando Martha – le hablé de tu trabajo y tu colaboración con la policía y también le hablé de Alexis, espero que no te importe. Se alegró de ser…
- Abuelo – continuó Richard – al fin y al cabo es mi padre y el abuelo de Alexis.
- ¿Puedo ir contigo cuando hables con él? – preguntó interesada Alexis – me muero de la curiosidad por conocer la parte de la familia que me falta.
- A Alexis siempre le ha preocupado mucho el desconocimiento de parte de su familia – informó Rick a Kate – y me parece que vamos a tener que organizar una entretenida comida familiar para conocernos todos – dijo con cierto tono de sarcasmo.
- No sería mala idea – dijo Martha – habrá que comportarse como personas civilizadas. Y no lo digas así, hijo, no sé si te gustará lo que voy a decirte, pero te pareces muchísimo a tu padre. Ahora que he vuelto a verlo, me he dado cuenta de la cantidad de rasgos que tienes como é y la de gestos iguales que hacéis los dos.
Terminaron de desayunar y cada uno tomó su camino. Kate dejó a Richard en la editorial, pues tenía unos asuntos que tratar allí.
Ella se fue a hablar con Lanie, tenía nueva información sobre el asesinato de la chica. Una vez analizado los restos de semen, comprobó que pertenecían a diferentes hombres. Encontró hasta cinco tipos distintos, estaba comprobando el ADN, con las fichas de la policía, pero de momento no había coincidencias. La cusa de la muerte como supuso, era por estrangulamiento.
Kate estaba asqueada, ese caso era realmente desagradable, esperaba no tener que volver a pasar por eso. Del hombre mutilado tampoco sabían mucho más.
- Bueno, ¿Qué me cuentas de tu chico escritor? ¿Se recuperó de lo del otro día?
- Si, ya está mejor. Le impactó ver a la chica.
- No me extraña, todos los que la vimos recordamos a Alexis.
Lanie le dijo que si la esperaba un poco iba con ella a comisaría que tenía que llevar unos informes.
Por su parte Richard, una vez que terminó en la editorial se fue a comisaría, estaba llegando y se encontraron los tres en la puerta.
- ¡Hola chico escritor! – saludó alegremente Lanie.
- Doctora Parish – respondió cortésmente y estuvo a punto de decirle una cursilada a Kate pero lo pensó mejor y solo le dijo muy serio – inspectora.
- ¡Ay chicos! Delante de mí no tenéis que disimular, con las ganas que tengo de veros en actitud cariñosa.
- Mira que a mi me apetece lo mismo contigo y Esposito – respondió Kate.
En ese momento sonó el teléfono de Castle, era Martha. Se alejó un poco, su madre le insistía para que celebraran la cena familiar que habían comentado esa mañana, ya que había surgido un problema y Lillian tenía que volverse a San Francisco.
Desde donde estaban Kate y Lanie, lo veían dar vueltas mientras hablaba, y que aunque no gritaba parecía un poco alterado.
Terminó la conversación y se acercó a ellas.
- ¿Ocurre algo? – preguntó Kate preocupada.
- Mi queridísima madre que se empeña en tener hoy la cena familiar.
- ¡Ay que bonito! – interrumpió Lanie risueña – ¡vaya Kate, que metidita en familia!
- ¿No le has contado a tu amiga lo de mi nueva situación familiar? – preguntó él.
- Pues no, no sabía si te molestaría.
- No me molesta, puedes ponerla al día si quieres.
- ¿Qué ha pasado?, me estáis preocupando.
- Pues que papá Castle ha aparecido en mi vida.
- ¿Tu padre?, pero si tu…. – y mirando el reloj – nos da tiempo, venga os invito a un café y así me empapáis de todo.
Y en la cafetería de la esquina Lanie se enteró de toda la historia familiar de Castle.
- Joder chica – dijo mientras le daba un codazo a su amiga – te has ligado a todo un heredero – perdona Castle – dijo sonriente – pero una tiene que mirar por el bienestar de sus amigas.
- Lanie, que cosas dices – dijo Kate, que no quería molestarlo.
- No, si tiene razón, ahora todavía soy mejor partido. He ofrecido mi casa para la cena, mi madre se va a encargar de prepararlo todo, así que esta noche ponte muy guapa, que quiero que conozcan a mi preciosa novia.
Kate le sonrió. Sonó su teléfono y enseguida el de Lanie. Ambas contestaron y pusieron una cara muy seria.
- Han encontrado otra chica en el parque – le dijo Kate – tenemos que ir,
- Bueno, espero que no sea tan desagradable.
Se dirigieron al parque. La víctima era otra adolescente, pero esta vez de cabello corto y oscuro. Por lo que vieron, presentaba las mismas características de la otra, incluso la misma túnica como vestimenta, solo quedaba llevarla a la morgue y esperar a la autopsia.
Volvieron a la comisaría donde pasaron el resto de la tarde intentando averiguar algo, sobre alguno de los dos casos.
******************************************************
Una vez terminada su jornada se dirigieron primero a casa de ella, para cambiarse y coger ropa y luego al loft de él. Ella seguía mostrándose indecisa, por un lado pensaba que ya era hora de reconocer que estaba con Castle, había pensado en organizar una cena con sus compañeros para anunciarlo, pero con los últimos acontecimientos no encontraba el momento propicio y como él no se quejaba lo iba dejando pasar y por otro, aún no había decidido mudarse a su casa, aunque pasaba mucho tiempo allí.
Cuando llegaron, todavía no habían llegado los invitados, pero si estaban Alexis y Martha organizando la cena que habían encargado. Mientras Castle subía a arreglarse, Kate se dispuso a ayudar a las dos mujeres a prepararlo todo.
Justo cuando Rick bajaba las escaleras, llamaron a la puerta.
Abrió y allí estaba Alexander con una bonita chica de cabellos rubios y chispeantes ojos azules, que sin ni siquiera haber sido presentada se le echó al cuello, dándole dos sonoros besos en las mejillas y diciéndole alegremente que era una gran fan suya y que estaba encantada de que fueran hermanos.
Pasaron adentro y después de las presentaciones se dispusieron a cenar, fue una velada muy agradable, padre e hija eran encantadores y tanto Richard como Lillian, comprobaron la buena pareja que hacían sus padres, no solo en lo bien que se llevaban, sino porque parecía que la chispa del amor había vuelto a resurgir entre ellos.
CONTINUARÁ…
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Para siempre, Último Capítulo
Como me encanta esta historia!!!
Muy buen capítulo, menos mal que la cena fue bien. Y menos mal que Castle tiene a Kate para que solucione sus problemas con Alexis jajaja
Muy buen capítulo, menos mal que la cena fue bien. Y menos mal que Castle tiene a Kate para que solucione sus problemas con Alexis jajaja
Re: Para siempre, Último Capítulo
Que bien está tu historia Cata,no me aburro asi que sigue enrollandote eh
Raúl- Moderador
- Mensajes : 1189
Fecha de inscripción : 18/05/2011
Edad : 32
Localización : Parla City
Re: Para siempre, Último Capítulo
me encanta lanie si es que mola en cantidades
muchas gracias por otro capitulo me gusta demasiado :P
pobre castle lo que dijo alexis suerte que esta nuestra beckett para ayudar
increíbleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
muchas gracias por otro capitulo me gusta demasiado :P
pobre castle lo que dijo alexis suerte que esta nuestra beckett para ayudar
increíbleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Re: Para siempre, Último Capítulo
Me gusta muuuucho tu historia!!!!!!
Me encantaaaaa!!!
Ya es hora que Kate asuma lo que le pasa y diga que son novios!!!!!!!!
Y el padre, por lo menos parece que es bueno!!!
Me encantaaaaa!!!
Ya es hora que Kate asuma lo que le pasa y diga que son novios!!!!!!!!
Y el padre, por lo menos parece que es bueno!!!
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Para siempre, Último Capítulo
Muy bueno! síguelo pronto!!
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: Para siempre, Último Capítulo
maravillosooooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Para siempre, Último Capítulo
nada aburrida por favor como puedes siquiera pensar eso, lo que estamos deseando todos es que nunca se acabe!!!!
Genial capitulo, como siempre
Genial capitulo, como siempre
IsaVera- Autor de best-seller
- Mensajes : 762
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: Para siempre, Último Capítulo
Pero para nada aburre!! Me encanta este fic y como lo estás llevando, es genial, y por mí, ojalá y nunca se termine este fic!!
ERES UNA GENIA!!!!!!!
ERES UNA GENIA!!!!!!!
rakel- Escritor - Policia
- Mensajes : 1218
Fecha de inscripción : 08/01/2011
Edad : 32
Página 8 de 17. • 1 ... 5 ... 7, 8, 9 ... 12 ... 17
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