Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Sigue pronto porfa!!1
jajaja
jajaja
carly becket- Policia de homicidios
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
jajajaja que kate siga disfurtando al menos, martha la mejor
choleck- Escritor - Policia
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Con tantas fotos y sneak peek casi se me olvida bajar el capitulo de hoy, pero aqui lo tenéis de manera puntual. Espero que os siga gustando... aunque los problemas se siguen acumulando y el drama esta a punto de desatarse (pero que mala soy). Espero que os guste.
Capitulo 9
Aquella noche… cuando Martha, Alexis y Kate llegaron al apartamento se encontraron con una sorpresa preparada. Ellas que venían a animar al escritor y éste que se presento ante ellas duchado, arreglado y con una cena espléndida de la que dieron buena cuenta los cuatro.
Mar – Hijo… esta vez te has superado con la lasaña… esta espléndida.
Ric – Gracias madre.
Ale - ¿Y cual es el postre?
Ric – Una sorpresa…
Durante toda la cena las tres mujeres se miraron de vez en cuando con complicidad alegrándose porque al fin Castle parecía salir de su encierro y su depresión… eso si, se ve que era capaz de salir de estas el solito y ellas no habían…
Ric – Antes de serviros el postre me gustaría daros las gracias a las tres por estos días. Me he portado de manera bastante equivocada y se que lo habéis pasado mal con mi actitud. Teneros a mi lado durante este tiempo ha sido positivo para mí, aunque yo me haya mostrado huraño y poco comunicativo.
Kat – Es comprensible.
Ale – Están siendo muy injustos contigo.
Mar – Y…
Ric – Si… si… club de fan de Richard Castle.
Kat, Mar y Ale - ¡Ja!
Ric – Dejadme terminar. Lo que quiero decir es que a pesar de todo esto no me puedo quejar. Tengo la suerte de compartir mi vida con las tres mujeres mas maravillosas de la tierra y eso es un privilegio que os aseguro no voy a desaprovechar.
Kat – Mas te vale.
Ale – Lo mismo digo.
Mar – Y…
Ric – Y os prometo que voy a ser paciente con esto. Soy inocente y sé que tarde o temprano la verdad saldrá a la luz… eso ha sonado exageradamente literario… y quiero que cuando ese momento llegue vosotras tres estéis a mi lado para compartirlo conmigo y… creo que tantas horas delante del televisor viendo series antiguas me han sentado fatal y…
Ale – Y trae el postre de una vez que huele de maravilla.
Ante el comentario de la chica los cuatro terminaron sonriendo y alguna lágrima se escapo furtivamente de algunas de las caras. Cuando la cena termino y Alexis y Martha se marcharon, Kate y Castle se dedicaron a recoger juntos la cocina.
Kat – Bueno… y ahora que tu madre y tu hija se han marchado me vas a contar la verdad.
Ric – ¿Sobre que?
Kat – Sobre como el hombre que deje hace unas horas en pijama, triste y melancólico, dispuesto a ver por enésima vez capítulos repetidos de algunas añejas series de televisión se ha convertido esta noche de nuevo en el hombre divertido, elegante e imprevisible del que estoy enamorada. ¿Qué ha cambiado en estas horas que te haya hecho…?
Ric – Definitivamente me conoces más de lo que yo quisiera.
Kat – Aunque no tanto como a mi me gustaría. Desembucha…
Ric – Esta bien. Ha sido mucho más sencillo de lo que tu linda cabecita pueda estar imaginando ahora mismo. Todo se ha remitido a una visita sorpresa y a un tranquilo paseo por Central Park.
Y acto seguido le contó la conversación que había tenido hacia unas horas con Tom.
Kat – Me hubiese gustado mucho haberlo visto. Él y su padre nos ayudaron mucho en su momento…
Ric – Espero que no te enfades conmigo por haber aceptado la propuesta del…
Kate se acerco hasta él y le dio un dulce beso en los labios.
Kat – Por supuesto que no. No tienes… no tenemos porque estar continuamente teniendo que pedirle al otro permiso para hacer o decir alguna cosa… si esto te ilusiona a mi me ilusiona contigo… además me parece una empresa bastante loable.
Ric – El único problema es que quizás tenga que realizar algún viaje para dar conferencias sobre este tema a lo largo del país y eso nos tendrá unas horas separados.
Kat – Bueno… si conseguimos aguantar la semana de tu viaje a Londres otra cosa no nos supondrá tantos problemas. ¿Cuándo te marchas?
Ric – De aquí a treinta seis horas. El avión sale el viernes a las diez de la mañana. Ya te estoy echando de menos.
Kat – Yo también a ti… pero he conseguido tener mañana el día libre y podemos estar juntos toda la jornada… era mi sorpresa para ti esta noche.
Ric – Pues me encanta tu sorpresa y creo que ya ha llegado el momento de disfrutar de esas treinta y seis horas como se merecen.
Una vez terminaron de recoger todo se dirigieron hacia la habitación y… disfrutaron como se merecía de aquella noche. Al día siguiente y cuando despuntaba el alba Kate fue la que se despertó primero y estuvo durante un rato viendo como Castle dormía plácidamente. Durante las anteriores semanas le constaba que el escritor había dormido poco e incluso algunas noches casi nada, ya que se las había pasado enteras deambulando por el loft como si estuviese sonámbulo. Al menos esas noches lo había espiado con cautela y observaba como Richard trabajaba concentrado en su portátil descargando buena parte de la rabia que llevaba dentro. Esperaba que esa rabia no la estuviese pagando ni con Heat ni con Rook…
De todas formas verlo así durante aquellas semanas le habían hecho sentirse más fuerte en cuanto a su relación. Por nada del mundo quería que Richard estuviese mal pero al menos así se había sentido más útil… era tanto lo que ella le debía con lo del caso de su madre que a veces pensaba que nunca podría estar…
Ric - ¿En que piensas?
Kat - ¿Desde cuando llevas despierto?
Ric – Lo suficiente para saber que estabas pensando en algo importante.
Kat – Te he dado alguna vez las gracias por lo que has hecho por mi durante estos años…
Ric – Muchas…
En ese momento sonó el móvil de Kate y los dos suspiraron resignados.
Ric - ¿No se supone que te habías tomado el día libre?
Kat – Se supone… es Lanie. ¿Dime Lanie?
Lan – Kate… tenemos un caso.
Kat - ¿No te dije ayer que…?
Lan – Si cariño, pero esto es importante y no puede esperar. ¿Esta Richard contigo…?
Kat – Pues claro.
Lan – Pon el manos libres. Siento haberos despertado así sabiendo que mañana Castle se va y… el triple asesino ha vuelto a matar.
Kate y Castle se miraron de manera indefinida durante unos segundos que a los dos les parecieron eternos.
Kat - ¿Cómo has dicho?
Lan – Estoy en el apartamento de Susan Vargas… igual que en las anteriores veces aunque hay algunos cambios que deberías ver.
Ric - ¿Estas segura de que es obra de Tyson?
Lan – Segurísima.
Kat – ¿Cuál es la dirección?
Lan – En la 34 esquina con Park Avenue.
Kat – Estoy allí en cuarenta minutos.
Cuando Kate colgó el teléfono los dos volvieron a quedarse en silencio durante unos segundos y Castle observo sentado desde la cama como la detective se preparaba para marcharse.
Ric – Esto parece una pesadilla.
Kat – Lo se cariño.
Ric – Yo… ¿Puedo ir contigo?
Kat – Sabes que no puedes. Si Gates se enterase que has estado ni siquiera a…
Ric – Lo se, lo se… perdóname… soy un egoísta. Si lo hiciera pondría tu carrera en peligro y yo…
Kat – No eres un egoísta. Lo único que te ocurre es que quieres meter a ese tipo entre rejas y tú eres la persona que más cosas sabe sobre este caso. Intentaré hablar con Gates… en este caso debe…
Ric – Espera…
Castle se levantó de la cama y fue hasta su despacho. Allí recogió un sobre con documentos y reflexiones que había hecho durante todo estos años sobre el caso de Tyson y se lo dio a Kate…
Kat - ¡Vaya! Sabía que habías trabajado mucho en esto… pero no sabía hasta cuanto.
Ric – Espero que os pueda servir de algo…
Kat – Estoy segura de que así será.
Ric – Ten mucho cuidado cariño. Ya sabes que ese tipo es muy peligroso.
Kate se acerco hasta él y le dio un dulce beso en los labios.
Kat – Lo tendré e… intenta estar tranquilo.
Ric – No es tan fácil.
Cuando Kate se marcho, Castle se dirigió de nuevo hacia su despacho y cogió su portátil. Fue hasta la cocina, se sirvió un zumo y encendió el portátil buscando en el mismo todo lo que tenía sobre el caso del triple asesino. Mientras tanto Kate se dirigió rápidamente hacia la dirección que Lanie le había dicho y cuando llego la forense la miro con resignación.
Lan – Siento haberos estropeado el día, pero… ¿Cómo esta Richard?
Kat – Tú no tienes la culpa de nada y… esta mal aunque lo ha intentado disimular delante de mí. Estoy segura que ahora mismo estará enfrascado con el caso en el salón del loft… ¿Qué tenemos?
Lan – Pues más o menos lo de siempre, pero creo que esta vez ha sido más descuidado… una cámara ha captado su imagen cuando entraba en el edificio.
Kat – Quiere que tengamos bien claro que se trata de él, por si tenemos alguna duda. Es un aviso evidente para…
Lan – Castle…
Kat – Si… aunque no creo que estén en peligro voy a avisar para que ponga escolta tanto a Martha como Alexis… para asegurarme.
Lan – Me parece bien.
Kat – Voy a la 12 para ver a los chicos y comenzar con el caso…
Lan – Yo intentaré buscar algo más en el cadáver, aunque lo dudo…
Kat – Hasta luego.
Una vez en la comisaría los tres detectives se pusieron a trabajar a destajo mientras la capitana Victoria Gates los observaba de cerca. Empezaba a odiar a esa mujer… Ryan consiguió dar con algo importante… como en sus anteriores asesinatos Tyson había alquilado un uniforme de electricista para no levantar sospechas, pero aquella vez parecía que había cometido… en ese momento Gates se acerco hasta ellos.
Gat - ¿Han averiguado algo?
Kat – Todavía no.
Rya – Aunque puede que Tyson haya cometido un error y podamos tener una dirección…
Gat – Pero bueno… señor Castle… ¿Se puede saber que diablos hace usted aquí?
CONTINUARA…
Capitulo 9
Aquella noche… cuando Martha, Alexis y Kate llegaron al apartamento se encontraron con una sorpresa preparada. Ellas que venían a animar al escritor y éste que se presento ante ellas duchado, arreglado y con una cena espléndida de la que dieron buena cuenta los cuatro.
Mar – Hijo… esta vez te has superado con la lasaña… esta espléndida.
Ric – Gracias madre.
Ale - ¿Y cual es el postre?
Ric – Una sorpresa…
Durante toda la cena las tres mujeres se miraron de vez en cuando con complicidad alegrándose porque al fin Castle parecía salir de su encierro y su depresión… eso si, se ve que era capaz de salir de estas el solito y ellas no habían…
Ric – Antes de serviros el postre me gustaría daros las gracias a las tres por estos días. Me he portado de manera bastante equivocada y se que lo habéis pasado mal con mi actitud. Teneros a mi lado durante este tiempo ha sido positivo para mí, aunque yo me haya mostrado huraño y poco comunicativo.
Kat – Es comprensible.
Ale – Están siendo muy injustos contigo.
Mar – Y…
Ric – Si… si… club de fan de Richard Castle.
Kat, Mar y Ale - ¡Ja!
Ric – Dejadme terminar. Lo que quiero decir es que a pesar de todo esto no me puedo quejar. Tengo la suerte de compartir mi vida con las tres mujeres mas maravillosas de la tierra y eso es un privilegio que os aseguro no voy a desaprovechar.
Kat – Mas te vale.
Ale – Lo mismo digo.
Mar – Y…
Ric – Y os prometo que voy a ser paciente con esto. Soy inocente y sé que tarde o temprano la verdad saldrá a la luz… eso ha sonado exageradamente literario… y quiero que cuando ese momento llegue vosotras tres estéis a mi lado para compartirlo conmigo y… creo que tantas horas delante del televisor viendo series antiguas me han sentado fatal y…
Ale – Y trae el postre de una vez que huele de maravilla.
Ante el comentario de la chica los cuatro terminaron sonriendo y alguna lágrima se escapo furtivamente de algunas de las caras. Cuando la cena termino y Alexis y Martha se marcharon, Kate y Castle se dedicaron a recoger juntos la cocina.
Kat – Bueno… y ahora que tu madre y tu hija se han marchado me vas a contar la verdad.
Ric – ¿Sobre que?
Kat – Sobre como el hombre que deje hace unas horas en pijama, triste y melancólico, dispuesto a ver por enésima vez capítulos repetidos de algunas añejas series de televisión se ha convertido esta noche de nuevo en el hombre divertido, elegante e imprevisible del que estoy enamorada. ¿Qué ha cambiado en estas horas que te haya hecho…?
Ric – Definitivamente me conoces más de lo que yo quisiera.
Kat – Aunque no tanto como a mi me gustaría. Desembucha…
Ric – Esta bien. Ha sido mucho más sencillo de lo que tu linda cabecita pueda estar imaginando ahora mismo. Todo se ha remitido a una visita sorpresa y a un tranquilo paseo por Central Park.
Y acto seguido le contó la conversación que había tenido hacia unas horas con Tom.
Kat – Me hubiese gustado mucho haberlo visto. Él y su padre nos ayudaron mucho en su momento…
Ric – Espero que no te enfades conmigo por haber aceptado la propuesta del…
Kate se acerco hasta él y le dio un dulce beso en los labios.
Kat – Por supuesto que no. No tienes… no tenemos porque estar continuamente teniendo que pedirle al otro permiso para hacer o decir alguna cosa… si esto te ilusiona a mi me ilusiona contigo… además me parece una empresa bastante loable.
Ric – El único problema es que quizás tenga que realizar algún viaje para dar conferencias sobre este tema a lo largo del país y eso nos tendrá unas horas separados.
Kat – Bueno… si conseguimos aguantar la semana de tu viaje a Londres otra cosa no nos supondrá tantos problemas. ¿Cuándo te marchas?
Ric – De aquí a treinta seis horas. El avión sale el viernes a las diez de la mañana. Ya te estoy echando de menos.
Kat – Yo también a ti… pero he conseguido tener mañana el día libre y podemos estar juntos toda la jornada… era mi sorpresa para ti esta noche.
Ric – Pues me encanta tu sorpresa y creo que ya ha llegado el momento de disfrutar de esas treinta y seis horas como se merecen.
Una vez terminaron de recoger todo se dirigieron hacia la habitación y… disfrutaron como se merecía de aquella noche. Al día siguiente y cuando despuntaba el alba Kate fue la que se despertó primero y estuvo durante un rato viendo como Castle dormía plácidamente. Durante las anteriores semanas le constaba que el escritor había dormido poco e incluso algunas noches casi nada, ya que se las había pasado enteras deambulando por el loft como si estuviese sonámbulo. Al menos esas noches lo había espiado con cautela y observaba como Richard trabajaba concentrado en su portátil descargando buena parte de la rabia que llevaba dentro. Esperaba que esa rabia no la estuviese pagando ni con Heat ni con Rook…
De todas formas verlo así durante aquellas semanas le habían hecho sentirse más fuerte en cuanto a su relación. Por nada del mundo quería que Richard estuviese mal pero al menos así se había sentido más útil… era tanto lo que ella le debía con lo del caso de su madre que a veces pensaba que nunca podría estar…
Ric - ¿En que piensas?
Kat - ¿Desde cuando llevas despierto?
Ric – Lo suficiente para saber que estabas pensando en algo importante.
Kat – Te he dado alguna vez las gracias por lo que has hecho por mi durante estos años…
Ric – Muchas…
En ese momento sonó el móvil de Kate y los dos suspiraron resignados.
Ric - ¿No se supone que te habías tomado el día libre?
Kat – Se supone… es Lanie. ¿Dime Lanie?
Lan – Kate… tenemos un caso.
Kat - ¿No te dije ayer que…?
Lan – Si cariño, pero esto es importante y no puede esperar. ¿Esta Richard contigo…?
Kat – Pues claro.
Lan – Pon el manos libres. Siento haberos despertado así sabiendo que mañana Castle se va y… el triple asesino ha vuelto a matar.
Kate y Castle se miraron de manera indefinida durante unos segundos que a los dos les parecieron eternos.
Kat - ¿Cómo has dicho?
Lan – Estoy en el apartamento de Susan Vargas… igual que en las anteriores veces aunque hay algunos cambios que deberías ver.
Ric - ¿Estas segura de que es obra de Tyson?
Lan – Segurísima.
Kat – ¿Cuál es la dirección?
Lan – En la 34 esquina con Park Avenue.
Kat – Estoy allí en cuarenta minutos.
Cuando Kate colgó el teléfono los dos volvieron a quedarse en silencio durante unos segundos y Castle observo sentado desde la cama como la detective se preparaba para marcharse.
Ric – Esto parece una pesadilla.
Kat – Lo se cariño.
Ric – Yo… ¿Puedo ir contigo?
Kat – Sabes que no puedes. Si Gates se enterase que has estado ni siquiera a…
Ric – Lo se, lo se… perdóname… soy un egoísta. Si lo hiciera pondría tu carrera en peligro y yo…
Kat – No eres un egoísta. Lo único que te ocurre es que quieres meter a ese tipo entre rejas y tú eres la persona que más cosas sabe sobre este caso. Intentaré hablar con Gates… en este caso debe…
Ric – Espera…
Castle se levantó de la cama y fue hasta su despacho. Allí recogió un sobre con documentos y reflexiones que había hecho durante todo estos años sobre el caso de Tyson y se lo dio a Kate…
Kat - ¡Vaya! Sabía que habías trabajado mucho en esto… pero no sabía hasta cuanto.
Ric – Espero que os pueda servir de algo…
Kat – Estoy segura de que así será.
Ric – Ten mucho cuidado cariño. Ya sabes que ese tipo es muy peligroso.
Kate se acerco hasta él y le dio un dulce beso en los labios.
Kat – Lo tendré e… intenta estar tranquilo.
Ric – No es tan fácil.
Cuando Kate se marcho, Castle se dirigió de nuevo hacia su despacho y cogió su portátil. Fue hasta la cocina, se sirvió un zumo y encendió el portátil buscando en el mismo todo lo que tenía sobre el caso del triple asesino. Mientras tanto Kate se dirigió rápidamente hacia la dirección que Lanie le había dicho y cuando llego la forense la miro con resignación.
Lan – Siento haberos estropeado el día, pero… ¿Cómo esta Richard?
Kat – Tú no tienes la culpa de nada y… esta mal aunque lo ha intentado disimular delante de mí. Estoy segura que ahora mismo estará enfrascado con el caso en el salón del loft… ¿Qué tenemos?
Lan – Pues más o menos lo de siempre, pero creo que esta vez ha sido más descuidado… una cámara ha captado su imagen cuando entraba en el edificio.
Kat – Quiere que tengamos bien claro que se trata de él, por si tenemos alguna duda. Es un aviso evidente para…
Lan – Castle…
Kat – Si… aunque no creo que estén en peligro voy a avisar para que ponga escolta tanto a Martha como Alexis… para asegurarme.
Lan – Me parece bien.
Kat – Voy a la 12 para ver a los chicos y comenzar con el caso…
Lan – Yo intentaré buscar algo más en el cadáver, aunque lo dudo…
Kat – Hasta luego.
Una vez en la comisaría los tres detectives se pusieron a trabajar a destajo mientras la capitana Victoria Gates los observaba de cerca. Empezaba a odiar a esa mujer… Ryan consiguió dar con algo importante… como en sus anteriores asesinatos Tyson había alquilado un uniforme de electricista para no levantar sospechas, pero aquella vez parecía que había cometido… en ese momento Gates se acerco hasta ellos.
Gat - ¿Han averiguado algo?
Kat – Todavía no.
Rya – Aunque puede que Tyson haya cometido un error y podamos tener una dirección…
Gat – Pero bueno… señor Castle… ¿Se puede saber que diablos hace usted aquí?
CONTINUARA…
amnigl- Autor de best-seller
- Mensajes : 956
Fecha de inscripción : 23/02/2011
Edad : 55
Localización : Córdoba
Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Si que es valiente Castle. Gates da más miedo, que el triple asesino. Habrá ido por algo importante. Esto está muy interesante.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
CONTINUAAAA!!!!
YAA!!
jajajajaja
YAA!!
jajajajaja
carly becket- Policia de homicidios
- Mensajes : 631
Fecha de inscripción : 19/10/2011
Edad : 28
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Amnigl, cada vez te superas más con tus historias.
Estoy deseando cada día tener un nuevo capítulo de tu historia.
Sigue así!!!!!
Estoy deseando cada día tener un nuevo capítulo de tu historia.
Sigue así!!!!!
rakel- Escritor - Policia
- Mensajes : 1218
Fecha de inscripción : 08/01/2011
Edad : 32
Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Muy buena historia brillante como esta escrita me gusta
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Como comienzo esta tarde las clases del PAU (Prueba Acceso Universidad) en las que me he embarcado (leeros hablar tanto de examenes y estudios me ha decidido a embarcarme en esta aventura) voy a dejaros el siguiente capitulo antes de irme... espero que os guste... ya no me quedan uñas por lo de mañana... que suplicio...
Capitulo 10
Cuando Kate levantó la cabeza y se encontró con la firme mirada de su compañero no pudo menos que sentirse muy orgullosa de él en aquellos momentos. Hay que tener muchos… eso… para venir hasta allí después de todo lo que estaba ocurriendo.
Gat - ¿No me ha oído?
Ric – Perfectamente.
Gat - ¿Entonces?
Ric – He venido hasta aquí porque quiero ayudarles con el caso.
Gat - ¿Cómo ha dicho?
Ric – Sabe perfectamente que he trabajado en él durante mucho tiempo y también sabe, aunque no le guste admitirlo, que puedo ser de gran ayuda si me dejan colaborar.
Gat - ¿Quiere seguir teniendo esta discusión aquí o en mi despacho?
Ric – Yo no quiero discutir con usted… señora mía… solo quiero que me de la oportunidad en este caso de demostrar que estos años han sido para mí más que un simple pasatiempo entretenido, como bien ha tenido a gusto de decir delante de algunos medios de comunicación.
Gat – No le voy a consentir…
Ric – El que no va a consentir más soy yo.
Gat - ¿Esta usted viendo a su hombre?
Ric – A ella no la meta usted en esto porque no tiene nada que ver. Ni siquiera sospechaba que yo pudiese venir aquí.
Kat – Eso es cierto.
Ric – No tiene porque enterarse nadie de esto. Si quiere me encierro aquí en una habitación o en mi casa para trabajar en ello y usted y los demás serán quienes hagan el resto de las averiguaciones… por favor…
En ese momento Gates se paro a pensar durante unos segundos mientras los cuatro esperaban su respuesta. Por un lado sabía… muy a pesar suyo… que Castle llevaba razón y podía ser de gran utilidad para atrapar al triple asesino… pero por otro lado estaba su orgullo por admitirlo y el peligro de que si se hacía público le pudiese caer una buena reprimenda ¿Cumpliría el señor Castle su palabra si ella aceptaba y no se haría pública su colaboración?
Además tenía con este tema otro problema y es que desde hacía ya unos días comenzaba a sospechar que Castle era inocente en el caso Taylor y eso le estaba sentado fatal a su úlcera. Si eso era así… había metido la pata de manera evidente… quizás su marido llevase razón y estuviese pagando con el escritor los errores que otras personas habían cometido con ella y por eso era tan desconfiada.
Gat - ¿No se va mañana a Londres por trabajo?
Ric – Lo suspenderé. Alegaré no encontrarme bien física y psicológicamente después de lo sucedido durante estas semanas y se lo tragarán.
Gat – Pero eso puede…
Ric – Perjudicar a mi carrera, un par de pleitos por incumplimiento de contrato y unos cuantos fan menos… lo superaré…
Gates suspiró con fuerza y miro de nuevo a las cuatro personas que esperaban impacientes su decisión.
Gat – Esta bien. Le habilitaré una habitación en la comisaría… ustedes me estaban diciendo que…
Los cuatro compañeros se miraron con emoción y Kate se acerco hasta el escritor y le apretó con fuerza las manos en señal de cariño y con la mirada le dijo el resto.
Rya – Que Tyson puede haber cometido un error… hemos conseguido encontrar la tienda de alquiler donde se compró la ropa que llevaba en el asesinato. Al parecer se la enviaron por correo urgente.
Ric - ¿En serio? Es extraño…
Rya – Lo se. Es como si tuviese mucha prisa en cometer este asesinato.
Gat - ¿Y eso porque?
Ric – Porque… quería hacerlo… antes de que yo me fuera.
Gat – Comprendo. Vayan a esa tienda y averigüen esa dirección… señor Castle, quiero que me haga un resumen detallado de todo lo que ha averiguado sobre Tyson durante todo este tiempo.
Ric – Si señor.
Antes de que los tres detectives se marcharan, Kate insto a Castle a seguirle hasta la habitación de descanso. Cuando llegaron hasta allí la detective se acercó hasta él y le dio un prolongado beso en los labios. Cuando se separaron corrían un par de lágrimas por la cara de Kate y…
Ric - ¿Qué es esto? ¿Estas llorando?
Kat – Debo estar más sensible de lo normal últimamente. No me he sentido nunca tan orgullosa por algo como hoy lo estoy de ti.
Ric – Gracias… vas a hacer que me ruborice.
Kat – Te quiero mucho.
Ric – Yo también te quiero cariño… y como te dije esta mañana… ten mucho cuidado… ese hombre es muy peligroso.
Cuando los tres detectives se despidieron del escritor y entraron en el ascensor, la detective tuvo un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo y vio por última vez a Castle y como éste se dirigía junto a Gates al despacho de la capitana.
Exp - ¿Te ocurre algo?
Kat - ¿Qué? No… nada… vamos.
Una hora después los tres salían de la tienda de alquiler con una dirección en el bolsillo y llamaron a Gates.
Kat – Lo tenemos.
Gat – Quiero que esperen a algunos hombres de refuerzo… y que se aseguren que Tyson esta dentro del edificio para actuar. No me fío de él.
Ric – Ni yo tampoco. Kate ¿Me oyes?
Kat – Si.
Ric – Esto esta siendo demasiado fácil. No me gusta.
Kat – Creo que con el tiempo Tyson se ha vuelto más descuidado. Quizás lleves razón y tenía tanta prisa por actuar antes de que tú te fueras que no ha tenido en cuenta algunos aspectos.
Ric – Ya… pero…
Gat – Pero nada… de todas formas… tengan mucha precaución.
Cuando llegaron al edificio el propietario del mismo les afirmo que Tyson habitaba en uno de sus apartamentos alquilados y que según creía el asesino se encontraba dentro en ese momento. Cuando llegaron los efectivos que Gates había mandado subieron hasta la quinta planta y se pusieron en disposición para entrar en el apartamento.
Kat – Estamos preparados señor… usted da la orden.
Ric – Yo… Kate… escucha… sigo sin fiarme.
Kat – Pero Richard… esta ahí… el propietario del edificio me lo ha confirmado… incluso se extraño porque Tyson se acerco hasta su puerta hace una media hora y hablo con él casi quince minutos…
Ric – Eso no es normal… Tyson no se pondría tan a la vista de alguien después de haber cometido un asesinato…
Kat – Entonces… ¿Qué hago?
En ese momento Richard y Gates se miraron durante unos segundos y contestaron prácticamente a la vez.
Gat y Ric - ¡Es una trampa!
Gat – Salgan… salgan de ahí ahora mismo… es una orden… ¡Salgan!
Kat – Pero capitán…
Ric - ¡Joder Kate! ¡Salir de ahí!
En esos momentos la conexión pareció perderse durante unos segundos y entonces…
¡BOOM…!
Una increíble explosión se oyó al otro lado del teléfono y Castle y Gates se miraron aterrados.
Ric - ¡Kate! ¡Kateeee…!
Gat – Detective Beckett… ¿Está usted ahí?
Ric - ¡Kateeee!
Después de unos segundos que a Castle le parecieron eternos la conexión volvió a oírse.
Kat - … Richard… capitán… estamos bien… estamos fuera.
Castle se sentó en una silla con la cara blanca como la nieve y Gates suspiro aliviada.
Gat - ¿Qué ha ocurrido?
Kat – Castle llevaba razón. Era una trampa… Tyson nos estaba esperando. La explosión ha sido de gran magnitud pero hemos salido a tiempo... hay mucho humo por todo el edificio y estamos intentando sacar a todos los vecinos.
Gat - ¿Han llamado a los bomberos?
Kat – Si señor…
Ric – Yo…
Gat – Vaya con ella si quiere.
Ric – Si capitán…
Antes de que Castle abandonara la comisaría, Gates lo detuvo con la mano.
Gat – Yo… quiero darle las gracias… acaba de salvar usted a mis tres mejores detectives y yo solo…
Ric – Acabo de salvar a mi pareja y a mis dos mejores amigos… y no tiene porque darme las gracias…
Dicho esto, Castle se marcho de la comisaría mientras Gates se quedaba pensativa durante unos segundos. Si… definitivamente se había equivocado con ese hombre… y Castle era inocente… y se sentía fatal en ese momento.
Una vez en la calle y mientras se dirigía hacia su coche, Castle llamo a Kate al móvil.
Kat – Dime cariño… ¿Dónde estas?
Ric – De camino hacia el edificio. ¿De verdad estas bien?
Kat – Si… lo estoy… si no llega a ser por ti… es la segunda vez que me salvas de una bomba…
Ric – Voy a coger el coche y enseguida nos vemos… te quiero.
Kat – Yo también…
Cuando Castle se introdujo en el coche dejo el móvil en la guantera e hizo la intención de poner el motor en marcha… ni siquiera se había dado cuenta… si no hubiese ido distraído hablando por teléfono…entonces lo vio… la sombra que asomaba en la parte de atrás de su coche y una sola frase antes de que cayese la total oscuridad.
Tys – Maldito hijo de puta… lo has estropeado todo.
CONTINUARA…
Capitulo 10
Cuando Kate levantó la cabeza y se encontró con la firme mirada de su compañero no pudo menos que sentirse muy orgullosa de él en aquellos momentos. Hay que tener muchos… eso… para venir hasta allí después de todo lo que estaba ocurriendo.
Gat - ¿No me ha oído?
Ric – Perfectamente.
Gat - ¿Entonces?
Ric – He venido hasta aquí porque quiero ayudarles con el caso.
Gat - ¿Cómo ha dicho?
Ric – Sabe perfectamente que he trabajado en él durante mucho tiempo y también sabe, aunque no le guste admitirlo, que puedo ser de gran ayuda si me dejan colaborar.
Gat - ¿Quiere seguir teniendo esta discusión aquí o en mi despacho?
Ric – Yo no quiero discutir con usted… señora mía… solo quiero que me de la oportunidad en este caso de demostrar que estos años han sido para mí más que un simple pasatiempo entretenido, como bien ha tenido a gusto de decir delante de algunos medios de comunicación.
Gat – No le voy a consentir…
Ric – El que no va a consentir más soy yo.
Gat - ¿Esta usted viendo a su hombre?
Ric – A ella no la meta usted en esto porque no tiene nada que ver. Ni siquiera sospechaba que yo pudiese venir aquí.
Kat – Eso es cierto.
Ric – No tiene porque enterarse nadie de esto. Si quiere me encierro aquí en una habitación o en mi casa para trabajar en ello y usted y los demás serán quienes hagan el resto de las averiguaciones… por favor…
En ese momento Gates se paro a pensar durante unos segundos mientras los cuatro esperaban su respuesta. Por un lado sabía… muy a pesar suyo… que Castle llevaba razón y podía ser de gran utilidad para atrapar al triple asesino… pero por otro lado estaba su orgullo por admitirlo y el peligro de que si se hacía público le pudiese caer una buena reprimenda ¿Cumpliría el señor Castle su palabra si ella aceptaba y no se haría pública su colaboración?
Además tenía con este tema otro problema y es que desde hacía ya unos días comenzaba a sospechar que Castle era inocente en el caso Taylor y eso le estaba sentado fatal a su úlcera. Si eso era así… había metido la pata de manera evidente… quizás su marido llevase razón y estuviese pagando con el escritor los errores que otras personas habían cometido con ella y por eso era tan desconfiada.
Gat - ¿No se va mañana a Londres por trabajo?
Ric – Lo suspenderé. Alegaré no encontrarme bien física y psicológicamente después de lo sucedido durante estas semanas y se lo tragarán.
Gat – Pero eso puede…
Ric – Perjudicar a mi carrera, un par de pleitos por incumplimiento de contrato y unos cuantos fan menos… lo superaré…
Gates suspiró con fuerza y miro de nuevo a las cuatro personas que esperaban impacientes su decisión.
Gat – Esta bien. Le habilitaré una habitación en la comisaría… ustedes me estaban diciendo que…
Los cuatro compañeros se miraron con emoción y Kate se acerco hasta el escritor y le apretó con fuerza las manos en señal de cariño y con la mirada le dijo el resto.
Rya – Que Tyson puede haber cometido un error… hemos conseguido encontrar la tienda de alquiler donde se compró la ropa que llevaba en el asesinato. Al parecer se la enviaron por correo urgente.
Ric - ¿En serio? Es extraño…
Rya – Lo se. Es como si tuviese mucha prisa en cometer este asesinato.
Gat - ¿Y eso porque?
Ric – Porque… quería hacerlo… antes de que yo me fuera.
Gat – Comprendo. Vayan a esa tienda y averigüen esa dirección… señor Castle, quiero que me haga un resumen detallado de todo lo que ha averiguado sobre Tyson durante todo este tiempo.
Ric – Si señor.
Antes de que los tres detectives se marcharan, Kate insto a Castle a seguirle hasta la habitación de descanso. Cuando llegaron hasta allí la detective se acercó hasta él y le dio un prolongado beso en los labios. Cuando se separaron corrían un par de lágrimas por la cara de Kate y…
Ric - ¿Qué es esto? ¿Estas llorando?
Kat – Debo estar más sensible de lo normal últimamente. No me he sentido nunca tan orgullosa por algo como hoy lo estoy de ti.
Ric – Gracias… vas a hacer que me ruborice.
Kat – Te quiero mucho.
Ric – Yo también te quiero cariño… y como te dije esta mañana… ten mucho cuidado… ese hombre es muy peligroso.
Cuando los tres detectives se despidieron del escritor y entraron en el ascensor, la detective tuvo un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo y vio por última vez a Castle y como éste se dirigía junto a Gates al despacho de la capitana.
Exp - ¿Te ocurre algo?
Kat - ¿Qué? No… nada… vamos.
Una hora después los tres salían de la tienda de alquiler con una dirección en el bolsillo y llamaron a Gates.
Kat – Lo tenemos.
Gat – Quiero que esperen a algunos hombres de refuerzo… y que se aseguren que Tyson esta dentro del edificio para actuar. No me fío de él.
Ric – Ni yo tampoco. Kate ¿Me oyes?
Kat – Si.
Ric – Esto esta siendo demasiado fácil. No me gusta.
Kat – Creo que con el tiempo Tyson se ha vuelto más descuidado. Quizás lleves razón y tenía tanta prisa por actuar antes de que tú te fueras que no ha tenido en cuenta algunos aspectos.
Ric – Ya… pero…
Gat – Pero nada… de todas formas… tengan mucha precaución.
Cuando llegaron al edificio el propietario del mismo les afirmo que Tyson habitaba en uno de sus apartamentos alquilados y que según creía el asesino se encontraba dentro en ese momento. Cuando llegaron los efectivos que Gates había mandado subieron hasta la quinta planta y se pusieron en disposición para entrar en el apartamento.
Kat – Estamos preparados señor… usted da la orden.
Ric – Yo… Kate… escucha… sigo sin fiarme.
Kat – Pero Richard… esta ahí… el propietario del edificio me lo ha confirmado… incluso se extraño porque Tyson se acerco hasta su puerta hace una media hora y hablo con él casi quince minutos…
Ric – Eso no es normal… Tyson no se pondría tan a la vista de alguien después de haber cometido un asesinato…
Kat – Entonces… ¿Qué hago?
En ese momento Richard y Gates se miraron durante unos segundos y contestaron prácticamente a la vez.
Gat y Ric - ¡Es una trampa!
Gat – Salgan… salgan de ahí ahora mismo… es una orden… ¡Salgan!
Kat – Pero capitán…
Ric - ¡Joder Kate! ¡Salir de ahí!
En esos momentos la conexión pareció perderse durante unos segundos y entonces…
¡BOOM…!
Una increíble explosión se oyó al otro lado del teléfono y Castle y Gates se miraron aterrados.
Ric - ¡Kate! ¡Kateeee…!
Gat – Detective Beckett… ¿Está usted ahí?
Ric - ¡Kateeee!
Después de unos segundos que a Castle le parecieron eternos la conexión volvió a oírse.
Kat - … Richard… capitán… estamos bien… estamos fuera.
Castle se sentó en una silla con la cara blanca como la nieve y Gates suspiro aliviada.
Gat - ¿Qué ha ocurrido?
Kat – Castle llevaba razón. Era una trampa… Tyson nos estaba esperando. La explosión ha sido de gran magnitud pero hemos salido a tiempo... hay mucho humo por todo el edificio y estamos intentando sacar a todos los vecinos.
Gat - ¿Han llamado a los bomberos?
Kat – Si señor…
Ric – Yo…
Gat – Vaya con ella si quiere.
Ric – Si capitán…
Antes de que Castle abandonara la comisaría, Gates lo detuvo con la mano.
Gat – Yo… quiero darle las gracias… acaba de salvar usted a mis tres mejores detectives y yo solo…
Ric – Acabo de salvar a mi pareja y a mis dos mejores amigos… y no tiene porque darme las gracias…
Dicho esto, Castle se marcho de la comisaría mientras Gates se quedaba pensativa durante unos segundos. Si… definitivamente se había equivocado con ese hombre… y Castle era inocente… y se sentía fatal en ese momento.
Una vez en la calle y mientras se dirigía hacia su coche, Castle llamo a Kate al móvil.
Kat – Dime cariño… ¿Dónde estas?
Ric – De camino hacia el edificio. ¿De verdad estas bien?
Kat – Si… lo estoy… si no llega a ser por ti… es la segunda vez que me salvas de una bomba…
Ric – Voy a coger el coche y enseguida nos vemos… te quiero.
Kat – Yo también…
Cuando Castle se introdujo en el coche dejo el móvil en la guantera e hizo la intención de poner el motor en marcha… ni siquiera se había dado cuenta… si no hubiese ido distraído hablando por teléfono…entonces lo vio… la sombra que asomaba en la parte de atrás de su coche y una sola frase antes de que cayese la total oscuridad.
Tys – Maldito hijo de puta… lo has estropeado todo.
CONTINUARA…
amnigl- Autor de best-seller
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Rick desaparecido, Kate con su sensibilidad me da que está embarazada... En otras palabras,mucho lio jajaja Me gusta como esta yendo la historia!
Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
noooo siguelooooooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
impresionante
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Sigue por favor, que me tienes con la intriga
nita85- As del póker
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Bueno, aqui os dejo un nuevo capitulo de mi historia. Es el capitulo mas duro que he escrito en toda mi carrera literaria (jeje). Espero que os guste... y a sufrir toca. Gracias de nuevo por vuestros comentarios.
Capitulo 11
Hacía veinticinco minutos que había cortado la comunicación con Castle y en la calle, Kate comenzaba a impacientarse porque no veía llegar el coche del escritor… En ese momento Javier se acerco hasta ella…
Exp -¿Qué ocurre?
Kat – Richard venía hacia aquí… me llamo hace ya casi media hora y no ha aparecido todavía…
Exp – No te preocupes… el incendio ha dificultado el tráfico y…
Kat – Voy a llamarlo.
Pero al hacerlo lo único que se encontró es que le saltaba el buzón de voz.
Exp – Los bomberos han confirmado que no había nadie en el apartamento de Tyson. Debió escabullirse sin que nadie lo viese y…
Kat – Voy a buscarlo.
Y así lo hizo. Las manzanas que había entre la comisaría y el edificio no eran muchas y solo había un camino para llegar hasta allí. Mientras recorría las calles buscando entre el intenso tráfico el coche de Castle, Kate comenzó a sentirse cada vez más nerviosa sin saber muy bien el motivo. Cada vez iba más rápido y cuando llego a la comisaría y vio el coche que seguía estacionado enfrente de la misma corrió hacia él. En el coche no había nadie y todas las puertas estaban cerradas. Cruzo la calle y rápidamente subió las escaleras de la comisaría hasta llegar a homicidios. Cuando llego allí casi ahogada por la carrera la capitana Gates salio de su despacho a su encuentro.
Gat – Detective Beckett ¿Qué ocurre?
Kat - ¿Dónde esta?
Gat - ¿Quien?
Kat – Richard… ¿Dónde esta?
Gat – Fue a su encuentro y…
Kat – No… no… me llamo y me dijo que iba a coger el coche, pero el auto esta enfrente de la comisaría y Richard no esta allí.
Gat – Decidiría ir andando hasta el edificio… no hay muchas manzanas y el tráfico… quizás se hayan cruzado y…
Kat – No… no…
Gat – Si quiere podemos mirar las cámaras de seguridad que hay en el aparcamiento de la comisaría y…
Kat – Eso… miremos las cámaras.
Las dos bajaron hasta la sala donde se encontraban las cámaras y le pidieron al encargado que las revisara.
Enc – No he visto nada reseñable en todo el día…
Gat – De todas formas rebobine aproximadamente desde hace una hora…
Aunque la cámara no enfocaba directamente el coche de Richard si pudieron observar como el escritor había salido de la comisaría…
Kat – Ahí esta Richard.
Después siguieron visionando las imágenes hasta que…
Kat - ¡Pare ahí! ¡Dios mío! Rebobine hacia atrás… Dios… es… Tyson…
Gat – Eso parece.
Kat – Es él.
Enc – Si quieren puedo mirar una cámara que hay en plena calle por si…
Gat –Si… por favor.
Unos minutos después y ante el terror reflejado en la cara de la detective Kate Beckett que se sentó con la cara demudada en una silla, los tres vieron como Jerry Tyson conducía una furgoneta blanca que salía de los aparcamientos de la comisaría 12. No había que ser muy lista para saber que el triple asesino no iba solo en aquel auto…
Gat – Yo… el quería ir con usted… no se lo… lo siento… detective… detective…
Kat - ¡Dios mío! ¿Qué le digo yo ahora a Martha y Alexis? ¿Qué le digo…?
¡Dios! Mi cabeza… al abrir los ojos sentí como mi cuerpo se tambaleaba hacia un lado y hacia otro o al menos así me lo parecía a mí, aunque en realidad no me estaba moviendo porque estaba tendido en una especie de estrecho camastro. Un desagradable olor a… me cuesta trabajo describirlo… se me impregnaba por mis fosas nasales y mi cuerpo intento rebelarse ante ello con una tremenda arcada. Eso hizo que me incorporara del lugar donde me encontraba más deprisa de lo aconsejable y cuando lo conseguí la pequeña habitación donde me encontraba se dedico a dar vueltas sin control… para… para…
Cuando mi cabeza pareció volver a su lugar de origen mire hacia un lado y al otro intentando calibrar donde me encontraba… y el resultado no me resulto nada halagüeño. Ahora comenzaba a recordarlo todo… Tyson…
Tys – Que… ¿Ya te has despertado?
Poco a poco me acerque hacia la puerta por donde podía ver borrosamente la cara de Tyson entre rejas y me enfrente a él…
Ric – Jerry… ¿Qué quieres de mí?
Tys - ¿No lo sabes? Tan listo para unas cosas y… quiero ver como sufres… ver como eres incapaz de detenerme y…
Ric – Sácame de aquí y ya verás si te detengo.
Tys – Muy gallito para estar ahí encerrado.
Ric – Y tu muy cobarde…
Tys – Pero lo has estropeado todo. Quería deshacerme primero de esa maldita compañera tuya pero se ha librado.
Ric – Culpa mía.
Tys - ¿Te crees muy gracioso verdad? Sigues teniendo ese aire de… cuando acabemos contigo no te va a quedar ni una tétrica sonrisa que llevarte a la cara. Yo mataré de nuevo a dos mujeres y volveré a volar sin que usted ni su compañera puedan hacer nada para evitarlo.
Ric - ¿Acabemos?
Sim – Si… acabemos… el y yo… escritorzuelo…
Al ver a Simmons junto a Tyson fueron varias las emociones que se me vinieron encima bastante contradictorias. Por un lado una rabia infinita que me hizo golpear la puerta que me separaba de aquella dos bestias con fuerza… por otro lado un miedo tremendo que me hacía temblar e intentaba disimular con aquella violencia desmesurada.
Ric – Hijo de puta… hijo de puta… sácame de aquí… ven aquí.
Tys – Vaya… se ve que tú lo cabreas mas que yo.
Pensaba que si enervaba a aquellos dos criminales estos abrirían y al menos tenía una oportunidad de intentarlo y no verme encerrado en aquel cuchitril… que equivocado estaba…
Sim – Ábrele…
Tys – Pero…
Sim – Abre.
En cuanto lo hizo me tire hacia Tyson pensando que sería más fácil intentar deshacerme de él primero… lo que no contaba era con los dos matones de Simmons que me esperaban. Uno de ellos me lanzó un puñetazo directamente a mi mentón que me hizo tambalear durante un segundo. Recordando lo que Kate me había enseñado hacía año y medio en Londres le lancé una patada de kárate que lo mando hacia la pared…
Chi 1 – Hijo de puta. Me ha partido la nariz.
El otro fue más precavido y me golpeo con fuerza un puñetazo en mis costillas… yo intente responderle lanzando un puñetazo a su cara… pero falle por milímetros. En ese momento Simmons decidió… para desgracia mía… entrar en la refriega y me agarro el cuello con fuerza estampado mi espalda contra la pared. Aunque soy un hombre corpulento me estaba enfrentando a alguien tan violento que me creí incapaz de repeler su agresión… pero con ambas manos busque su cara y se la arañe con tal violencia que la sangre comenzó a salir inmediatamente. A pesar de ello, Simmons pareció no inmutarse y me lanzó una tremenda patada a mi entrepierna que hizo que me encogiera…
Sim – Ahora no eres tan gallito ¡eh?
Ric - ¡Hijo de puta! Eres un cobarde…
Intente desde esa posición hacerle un barrido con mis piernas pero el tipo que me había golpeado en las costillas volvió a hacerlo de nuevo y mi vista comenzó a nublarse por el dolor. En ese momento decidí que la lucha había terminado y tras lanzarme con todo mi cuerpo al que me había pegado en las costillas, conseguí placarlo y ví el acceso libre para salir de allí…
Sim - ¡Idiota! No tiene adonde ir…
Cuando atravesé lo que parecía una pequeña cocina bastante destartalada y salí al porche de aquella casa me encontré…
Ric - ¡Dios mío!
Estaba en mitad de un bosque bastante tupido y con árboles gigantescos a mí alrededor. Era una zona montañosa y aquello era una pequeña guarida en mitad… de la puta nada… en ese momento los cuatro hombres que me seguían salieron de la casa. Los dos esbirros de Simmons me atraparon en seguida porque yo me había quedado bloqueado sin saber a donde ir y sin mediar más palabras comenzaron a lanzarme puñetazos y patadas por todo mi cuerpo. Caí al suelo e intente encogerme como si fuese un feto para que sus golpes hicieran el menor impacto en mí… no es que lo consiguiera mucho. Sentía como comenzaba a dolerme incluso zonas que no sabía que existía y pensé que aquello era el final… intente recordar a mi madre… a mi calabaza… a Kate.
Tys - ¡Parad! Así lo vais a matar.
Sim – No ha llegado su momento… todavía, pero este cerdo no me vuelve a señalar la cara. Yo voy a señalarlo a él para el resto de su vida.
En ese momento… medio inconsciente ya, observe como los dos hombres me alzaban por ambos brazos hasta formar una cruz y como Simmons se acercaba hasta mí. Mi vista estaba totalmente nublada y casi ya no podía ver nada… entonces con horror… estaba desabrochándose la bragueta… no… no se en ese momento de donde saque las fuerzas pero comencé a lanzar patadas a un lado y hacia otro pero por desgracia mía sin ningún resultado… esta acercándose hacia mí… Kate… ¿Dónde estas?... Kate… con extrema violencia me libero de mis pantalones y de mis boxers, yo comencé a dar arcadas y un vómito de bilis…
Chi 1 - ¡Joder! Esta vomitando.
Pero eso no hizo detenerse a Simmons… yo intentaba con las pocas fuerzas que me quedaban conseguir lo que ya era imposible… gritaba… daba patadas… pero era inútil… entonces desee morir… allí… en aquel mismo instante… oía mis propios gritos retumbando en mis oídos mezclados con las carcajadas de aquellas bestias… y vi como se acercaba hasta mi…y vi a mi calabaza en mis brazos por primera vez… y sentí su aliento en mi cuerpo… y vi a Kate aquella noche cuando nos conocimos en la fiesta de presentación de mi último libro de Derrick Storm…y mi cuerpo convulsiono cuando se sintió ultrajado… y recordé nuestra primera noche… y… entonces desee morir.
CONTINUARA…
Capitulo 11
Hacía veinticinco minutos que había cortado la comunicación con Castle y en la calle, Kate comenzaba a impacientarse porque no veía llegar el coche del escritor… En ese momento Javier se acerco hasta ella…
Exp -¿Qué ocurre?
Kat – Richard venía hacia aquí… me llamo hace ya casi media hora y no ha aparecido todavía…
Exp – No te preocupes… el incendio ha dificultado el tráfico y…
Kat – Voy a llamarlo.
Pero al hacerlo lo único que se encontró es que le saltaba el buzón de voz.
Exp – Los bomberos han confirmado que no había nadie en el apartamento de Tyson. Debió escabullirse sin que nadie lo viese y…
Kat – Voy a buscarlo.
Y así lo hizo. Las manzanas que había entre la comisaría y el edificio no eran muchas y solo había un camino para llegar hasta allí. Mientras recorría las calles buscando entre el intenso tráfico el coche de Castle, Kate comenzó a sentirse cada vez más nerviosa sin saber muy bien el motivo. Cada vez iba más rápido y cuando llego a la comisaría y vio el coche que seguía estacionado enfrente de la misma corrió hacia él. En el coche no había nadie y todas las puertas estaban cerradas. Cruzo la calle y rápidamente subió las escaleras de la comisaría hasta llegar a homicidios. Cuando llego allí casi ahogada por la carrera la capitana Gates salio de su despacho a su encuentro.
Gat – Detective Beckett ¿Qué ocurre?
Kat - ¿Dónde esta?
Gat - ¿Quien?
Kat – Richard… ¿Dónde esta?
Gat – Fue a su encuentro y…
Kat – No… no… me llamo y me dijo que iba a coger el coche, pero el auto esta enfrente de la comisaría y Richard no esta allí.
Gat – Decidiría ir andando hasta el edificio… no hay muchas manzanas y el tráfico… quizás se hayan cruzado y…
Kat – No… no…
Gat – Si quiere podemos mirar las cámaras de seguridad que hay en el aparcamiento de la comisaría y…
Kat – Eso… miremos las cámaras.
Las dos bajaron hasta la sala donde se encontraban las cámaras y le pidieron al encargado que las revisara.
Enc – No he visto nada reseñable en todo el día…
Gat – De todas formas rebobine aproximadamente desde hace una hora…
Aunque la cámara no enfocaba directamente el coche de Richard si pudieron observar como el escritor había salido de la comisaría…
Kat – Ahí esta Richard.
Después siguieron visionando las imágenes hasta que…
Kat - ¡Pare ahí! ¡Dios mío! Rebobine hacia atrás… Dios… es… Tyson…
Gat – Eso parece.
Kat – Es él.
Enc – Si quieren puedo mirar una cámara que hay en plena calle por si…
Gat –Si… por favor.
Unos minutos después y ante el terror reflejado en la cara de la detective Kate Beckett que se sentó con la cara demudada en una silla, los tres vieron como Jerry Tyson conducía una furgoneta blanca que salía de los aparcamientos de la comisaría 12. No había que ser muy lista para saber que el triple asesino no iba solo en aquel auto…
Gat – Yo… el quería ir con usted… no se lo… lo siento… detective… detective…
Kat - ¡Dios mío! ¿Qué le digo yo ahora a Martha y Alexis? ¿Qué le digo…?
¡Dios! Mi cabeza… al abrir los ojos sentí como mi cuerpo se tambaleaba hacia un lado y hacia otro o al menos así me lo parecía a mí, aunque en realidad no me estaba moviendo porque estaba tendido en una especie de estrecho camastro. Un desagradable olor a… me cuesta trabajo describirlo… se me impregnaba por mis fosas nasales y mi cuerpo intento rebelarse ante ello con una tremenda arcada. Eso hizo que me incorporara del lugar donde me encontraba más deprisa de lo aconsejable y cuando lo conseguí la pequeña habitación donde me encontraba se dedico a dar vueltas sin control… para… para…
Cuando mi cabeza pareció volver a su lugar de origen mire hacia un lado y al otro intentando calibrar donde me encontraba… y el resultado no me resulto nada halagüeño. Ahora comenzaba a recordarlo todo… Tyson…
Tys – Que… ¿Ya te has despertado?
Poco a poco me acerque hacia la puerta por donde podía ver borrosamente la cara de Tyson entre rejas y me enfrente a él…
Ric – Jerry… ¿Qué quieres de mí?
Tys - ¿No lo sabes? Tan listo para unas cosas y… quiero ver como sufres… ver como eres incapaz de detenerme y…
Ric – Sácame de aquí y ya verás si te detengo.
Tys – Muy gallito para estar ahí encerrado.
Ric – Y tu muy cobarde…
Tys – Pero lo has estropeado todo. Quería deshacerme primero de esa maldita compañera tuya pero se ha librado.
Ric – Culpa mía.
Tys - ¿Te crees muy gracioso verdad? Sigues teniendo ese aire de… cuando acabemos contigo no te va a quedar ni una tétrica sonrisa que llevarte a la cara. Yo mataré de nuevo a dos mujeres y volveré a volar sin que usted ni su compañera puedan hacer nada para evitarlo.
Ric - ¿Acabemos?
Sim – Si… acabemos… el y yo… escritorzuelo…
Al ver a Simmons junto a Tyson fueron varias las emociones que se me vinieron encima bastante contradictorias. Por un lado una rabia infinita que me hizo golpear la puerta que me separaba de aquella dos bestias con fuerza… por otro lado un miedo tremendo que me hacía temblar e intentaba disimular con aquella violencia desmesurada.
Ric – Hijo de puta… hijo de puta… sácame de aquí… ven aquí.
Tys – Vaya… se ve que tú lo cabreas mas que yo.
Pensaba que si enervaba a aquellos dos criminales estos abrirían y al menos tenía una oportunidad de intentarlo y no verme encerrado en aquel cuchitril… que equivocado estaba…
Sim – Ábrele…
Tys – Pero…
Sim – Abre.
En cuanto lo hizo me tire hacia Tyson pensando que sería más fácil intentar deshacerme de él primero… lo que no contaba era con los dos matones de Simmons que me esperaban. Uno de ellos me lanzó un puñetazo directamente a mi mentón que me hizo tambalear durante un segundo. Recordando lo que Kate me había enseñado hacía año y medio en Londres le lancé una patada de kárate que lo mando hacia la pared…
Chi 1 – Hijo de puta. Me ha partido la nariz.
El otro fue más precavido y me golpeo con fuerza un puñetazo en mis costillas… yo intente responderle lanzando un puñetazo a su cara… pero falle por milímetros. En ese momento Simmons decidió… para desgracia mía… entrar en la refriega y me agarro el cuello con fuerza estampado mi espalda contra la pared. Aunque soy un hombre corpulento me estaba enfrentando a alguien tan violento que me creí incapaz de repeler su agresión… pero con ambas manos busque su cara y se la arañe con tal violencia que la sangre comenzó a salir inmediatamente. A pesar de ello, Simmons pareció no inmutarse y me lanzó una tremenda patada a mi entrepierna que hizo que me encogiera…
Sim – Ahora no eres tan gallito ¡eh?
Ric - ¡Hijo de puta! Eres un cobarde…
Intente desde esa posición hacerle un barrido con mis piernas pero el tipo que me había golpeado en las costillas volvió a hacerlo de nuevo y mi vista comenzó a nublarse por el dolor. En ese momento decidí que la lucha había terminado y tras lanzarme con todo mi cuerpo al que me había pegado en las costillas, conseguí placarlo y ví el acceso libre para salir de allí…
Sim - ¡Idiota! No tiene adonde ir…
Cuando atravesé lo que parecía una pequeña cocina bastante destartalada y salí al porche de aquella casa me encontré…
Ric - ¡Dios mío!
Estaba en mitad de un bosque bastante tupido y con árboles gigantescos a mí alrededor. Era una zona montañosa y aquello era una pequeña guarida en mitad… de la puta nada… en ese momento los cuatro hombres que me seguían salieron de la casa. Los dos esbirros de Simmons me atraparon en seguida porque yo me había quedado bloqueado sin saber a donde ir y sin mediar más palabras comenzaron a lanzarme puñetazos y patadas por todo mi cuerpo. Caí al suelo e intente encogerme como si fuese un feto para que sus golpes hicieran el menor impacto en mí… no es que lo consiguiera mucho. Sentía como comenzaba a dolerme incluso zonas que no sabía que existía y pensé que aquello era el final… intente recordar a mi madre… a mi calabaza… a Kate.
Tys - ¡Parad! Así lo vais a matar.
Sim – No ha llegado su momento… todavía, pero este cerdo no me vuelve a señalar la cara. Yo voy a señalarlo a él para el resto de su vida.
En ese momento… medio inconsciente ya, observe como los dos hombres me alzaban por ambos brazos hasta formar una cruz y como Simmons se acercaba hasta mí. Mi vista estaba totalmente nublada y casi ya no podía ver nada… entonces con horror… estaba desabrochándose la bragueta… no… no se en ese momento de donde saque las fuerzas pero comencé a lanzar patadas a un lado y hacia otro pero por desgracia mía sin ningún resultado… esta acercándose hacia mí… Kate… ¿Dónde estas?... Kate… con extrema violencia me libero de mis pantalones y de mis boxers, yo comencé a dar arcadas y un vómito de bilis…
Chi 1 - ¡Joder! Esta vomitando.
Pero eso no hizo detenerse a Simmons… yo intentaba con las pocas fuerzas que me quedaban conseguir lo que ya era imposible… gritaba… daba patadas… pero era inútil… entonces desee morir… allí… en aquel mismo instante… oía mis propios gritos retumbando en mis oídos mezclados con las carcajadas de aquellas bestias… y vi como se acercaba hasta mi…y vi a mi calabaza en mis brazos por primera vez… y sentí su aliento en mi cuerpo… y vi a Kate aquella noche cuando nos conocimos en la fiesta de presentación de mi último libro de Derrick Storm…y mi cuerpo convulsiono cuando se sintió ultrajado… y recordé nuestra primera noche… y… entonces desee morir.
CONTINUARA…
amnigl- Autor de best-seller
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Localización : Córdoba
Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
GENIAL CAPI COMO SIEMPRE
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
puf... no tengo palabras para describirlo, a sido un capi muy intenso, muy... no se las palabras jajja
Eso si me a encantado de verdad!!!
Continua pronto
Eso si me a encantado de verdad!!!
Continua pronto
carly becket- Policia de homicidios
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
SHUT THE FRONT DOOR!!!!! Me vas a frustrar a Ricky!!!
Me encanta!!
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
en un fic nos lo quemas, en el otro ala, puñalada al canto y en este nos lo violas??? pero que te ha echo a ti el pobre Castle?????
PD: sigue, está genial, pero arregla eso!
PD: sigue, está genial, pero arregla eso!
Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
jejej te aseguro que cuando estaban en los columpios y Kate dijo que tenia que decirle algo pense en que le diria que estaba embarazada, lo que pasa que no te comente nada porque pense que era una alucinación ya que no decias nada que lo diera a entender pero ahora con la sensibilidad de Kate das pistas jejeje
si es asi me encanta y sino tambien porque me encanta esta historia, todo lo que escribes y me encanta este ultimo trozo que por cierto que fuerte pobre, pero pobre Rick va a necesitar terapia o mucha ayuda por parte de Kate
si es asi me encanta y sino tambien porque me encanta esta historia, todo lo que escribes y me encanta este ultimo trozo que por cierto que fuerte pobre, pero pobre Rick va a necesitar terapia o mucha ayuda por parte de Kate
anaforo- Escritor - Policia
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Me estoy medicando pero el doctor me ha dicho que la locurrrrraaaaa que tengo no tiene cura (JEJE)... no me ha hecho na el pobrecito mio, pero es que me sale el lado oscuro y... el arreglo va pa largo... muuuuu largo y quizas no sea lo unico que le haga el pobre, pero no adelanto más spoilers que lo fastidio.
amnigl- Autor de best-seller
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Localización : Córdoba
Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
¿Me has violentado al pobre de Ricky?, desde luego lo tuyo raya en el sadismo, pobrecillo, con lo machote que es él. Trabajito y mucha terapia le va a costar quitarse el trauma.
Cata Castillo- Escritor - Policia
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Re: Encadenados (Cont. Una huida desesperada) XXIV
Bueno... aqui estoy de nuevo martirizando al chico escritor (JEJE) que conste que lo quiero mucho (de todas es sabido que es mi personaje favorito de la serie). Espero que os siga gustando...
Capitulo 12
Dos meses después…
POV Castle
¿Por qué sigo vivo? Durante aquellos dos largos meses y cada vez que estaba consciente era la primera pregunta que me venía a la cabeza. Las heridas que Simmons y sus hombres me habían proferido después de la brutal paliza recibida me habían postrado en aquel camastro durante todos esos días… intuía que unas cuantas costillas se habían roto y que mi cara ya no sería la misma a partir de ahora por una cicatriz junto a mi ceja derecha y otra que atravesaba mi barbilla… ¿Por qué sigo vivo? Entre otras cosas porque Jerry Tyson se había dedicado a curarme durante todo este tiempo y eso me asqueaba.
Aquella última noche no había conseguido dormir nada. Mi cuerpo se había negado a hacerlo. Comenzaba a ser mas consciente de él y el sopor que me había embargado en un estado de semi inconsciencia prácticamente todas aquellas semanas comenzaba a desaparecer. Ahora en cambio mi cuerpo comenzaba a revelarse y últimamente me era imposible relajarme o conciliar el sueño. Mucho temía que aquel hijo de puta me estuviese drogando, ya fuese con la escasa alimentación que me suministraba o con los analgésicos que me había proporcionado para remitir la fiebre que me habían provocado las heridas que Simmons y sus hombres me habrían infringido.
Ric – Ya esta amaneciendo.
Haciendo de tripas corazón y por primera vez en mucho tiempo me incorporé del camastro con alguna dificultad. Tyson sabía lo que hacía cuando me atendió de mis heridas… creo que nunca había sentido sentimientos tan encontrados como en aquellos días… por un lado odiaba profundamente a aquel hombre porque era un asesino sin escrúpulos y me tenía retenido en aquel maldito calabozo y… pero por otro le debía la vida y lo sabía y eso me revolvía las tripas como si… es un coche… está volviendo. ¿Por qué sigo vivo? ¿Para qué? Ya no soy un hombre… no soy nada… mi vida queda tan lejos… mis sueños… mi… unas lágrimas asomaron por mis mejillas cuando recordé a mis seres queridos… quizás ellas eran el otro motivo por el que seguía vivo… ¿Para que? Yo ya estaba muerto… por dentro… no era nada…
Tys – Vaya… estás despierto y levantado… mira… ya lo he hecho… la segunda mujer… ha sido más fácil de lo que yo pensaba.
Ric – Estás loco… Tyson.
Tys - ¿Quieres ver su fotografía? Se llamaba Ashley Milton… tenía treinta y tres años y era una aburrida oficinista…
Ric - ¡Déjame en paz!
Tys – Tu compañera se volverá loca buscándome… buscándote… y seguirá sin encontrar nada… los hombres de Simmons me han ayudado para pasar desapercibido y…
Ric – Ten cuidado con él. No le conoces… te esta utilizando y cuando termine de hacerlo… acabará contigo.
Tys – No me digas… esto es nuevo… intentas ponerme en su contra o asustarme como una niña con eso…
Ric – No… solo te estoy avisando. El día en que todo esto acabe… el terminará con los dos. ¿Por qué estás con él?
Tys – Digamos que en la cárcel conocíamos amigos y enemigos comunes y el quería tenerte alejado de la detective para que ella se centrara en mi.
Ric – Y su caso pase más desapercibido.
Tys – Y yo quería tenerte aquí para ver como te venzo de nuevo.
Ric – Eres un demente…
Tys – Simmons tiene miedo… no se a quien ni a que… pero tiene miedo… más que a ti por supuesto…
Ric – Te lo repito… esta jugando contigo…
Tys – Retírate de la puerta. Tu desayuno…
Obedecí y Tyson entró en mi calabozo con un arma apuntándome… como siempre… dejo la pequeña bandeja donde dejo mi desayuno… un vaso de leche y una pieza de fruta. Cuando cerro de nuevo, me senté en el camastro y comí despacio… creo que la paliza me había dejado con un par de muelas menos… y cuando terminé me recosté de nuevo… ¿Por qué sigo vivo?
En Nueva York y a esas horas de la mañana la detective Kate Beckett miraba en silencio como el reloj digital que tenía en su mesilla de noche llegaba mas tarde que pronto a las siete de la mañana. Aunque Lanie le había proporcionado unas pastillas para intentar dormir… apenas le hacían efecto y el insomnio era practica habitual durante todos los días desde hacía… dos largos meses.
Harta de mirar a un reloj que parecía no llegaba nunca a la hora que debía, se levanto y deambulo por su apartamento en silencio mientras mecánicamente hacía lo de todos los días. Ducharse… ponerse el chándal… comer algo… y salir a la calle para correr hasta que los pulmones me salgan por la boca. Correr y no intentar pensar en él… eso es imposible… en sus ojos infantiles, vivos y… en su cuerpo, siempre dispuesto a amarla… en su boca… en su maravillosa sonrisa y… ¿Dónde estas, amor mío? ¿Dónde estas?
Durante aquellos dos meses y aunque habían seguido trabajando en otros casos, tanto ella como el resto del equipo dedicaban siempre unas horas al día para trabajar en el secuestro de Castle, pero seguían sin conseguir nada. Victoria Gates, que durante mucho tiempo había sido un incordio para todos, desde que habían secuestrado al escritor había cambiado totalmente de actitud y junto a ellos, codo con codo, trabajaba cada día para descubrir donde Tyson lo tenía secuestrado.
Pero nada… absolutamente nada habían conseguido descubrir durante todos estos días. Tyson no había pedido un rescate… algo por otro lado que entraba dentro de la lógica… estaban totalmente convencidos que no se encontraban en Nueva York… pero también pensaban que de alguna forma Tyson había tenido ayuda de alguien para llevar a cabo su plan… pero de quien… y ahora… hacía apenas veinticuatro horas había aparecido otra mujer asesinada por el triple asesino y esta vez con su estilo habitual… limpio, sin dejar huellas… sin dejar pistas.
Cuando regreso a su apartamento y se ducho y vistió para ir a trabajar, como todos los días, se dirigió al loft de Castle para desayunar con Martha y Alexis. Era un hábito habitual que las tres mujeres habían cogido casi al poco tiempo de ver como le arrebataban a Richard de sus vidas… por ahora… sobre todo el día que Martha, abrumada por lo que ocurría, había sufrido un ataque de ansiedad que las llevo a las tres a urgencias de un hospital neoyorquino. Desde ese día tanto Alexis como Kate intentaban no dejar a la veterana actriz sola en ningún momento. Gracias a Dios contaban con la ayuda de las amigas de Martha… que se estaban comportando de manera intachable en este momento y la acompañaban cada vez que podían.
Cuando llego al loft de Castle llamo a la puerta y una recién levantada y bastante más delgada Alexis Castle le abrió la puerta. Las dos mujeres se dieron un beso en la mejilla y Kate entro al salón.
Ale – Hola Kate. Buenos días…
Kat – Hola cariño. ¿Y tu abuela?
Ale – Aún sigue acostada. No ha tenido buena noche. Supongo que la noticia sobre la muerte de esa mujer…
Kat – Ha sido un nuevo palo para todos.
Ale – ¿Habéis descubierto algo nuevo?
Kat – No… esta vez Tyson ha sido muy cuidadoso y no tenemos ninguna pista. De todas formas me consta que Lanie ha estado…
Ale – Toda la noche trabajando… a mi también… quería haberme quedado con ella pero me lo impidió… ya sabes como es…
Kat – Estoy completamente segura que Tyson esta siendo ayudado por alguien y esa puede ser la clave para encontrar a tu padre…
Ale - ¿Pero quien? Uno de sus antiguos camaradas en la cárcel… alguien que ha contratado…
Kat – No lo se todavía, pero te aseguro que lo descubriré. Además hay otro tema que me tiene preocupada...
Ale - ¿El caso de Linda Taylor?
Kat – Estamos de manos atadas con ese caso… y totalmente convencidos de que fueron Simmons y sus hombres, pero si el señor Taylor sigue siendo firme cuando el juicio previo contra tu padre se lleve a cabo dentro de unas semanas… las pruebas que tenemos contra ellos no nos servirán de nada.
Ale – Pero eso es… demencial…
Kat – Si, pero si el juez cree a Taylor y que tu padre lo chantajeo…
Ale – Pero eso es injusto… tendrían que esperar a ver si…
Kat – Si tu padre aparece… ya lo se cariño… pero el juicio debe seguir adelante.
Ale – Y eso le beneficia sobremanera a…
Kat – Simmons y sus hombres… Alexis… creo que… pero que idiotas hemos sido… eso es… Simmons… voy a llamar ahora mismo a Kevin y Javier.
Ale - ¿Para que?
Kat – Simmons y Tyson… y si encontramos algún tipo de relación entre ellos.
Ale - ¿Cuál? Taylor siempre ha sido un hombre solitario y…
Kat – Y estuvo en la cárcel… quizás allí mantuvo algún tipo de relación con Simmons o alguno de sus hombres.
Ale – Si pudiésemos encontrar algún tipo de relación…
Kat – El caso de Taylor podía dar un vuelco a nuestro favor… o al menos conseguir que se suspendiese hasta que recuperemos a tu padre. Sería una duda que podríamos nacer en el juez para parar el juicio…
Ale – Y así Taylor tendría mucho… mucho tiempo para seguir pensando porque mintió con respecto a mi padre.
Kat – Hay alguien detrás de todo esto y Taylor es una marioneta manejada por unas manos invisibles. Estoy segura de que no son las de Simmons, es más juraría que Simmons también esta confuso con todo esto…
Ale - ¿Quién es entonces? ¿Un enemigo de Simmons? ¿Un enemigo de mi padre?
Mar - ¡Ah queridas! Ya estáis desayunando… perdonad por haberme retrasado pero es que esta noche no he dormido muy bien y…
Alexis y Kate dejaron de hablar del caso mientras Martha que parecía haber envejecido diez años en aquellos meses se sentaba junto a ellas. Ya habría otro momento para hablar del caso… ahora era momento de estar juntas y apoyarse mutuamente como lo venían haciendo durante todos aquellos meses. Pero quizás había encontrado un punto de partida muy válido al que sostenerse. Que eso les devolviera a Richard…
CONTINUARA…
Capitulo 12
Dos meses después…
POV Castle
¿Por qué sigo vivo? Durante aquellos dos largos meses y cada vez que estaba consciente era la primera pregunta que me venía a la cabeza. Las heridas que Simmons y sus hombres me habían proferido después de la brutal paliza recibida me habían postrado en aquel camastro durante todos esos días… intuía que unas cuantas costillas se habían roto y que mi cara ya no sería la misma a partir de ahora por una cicatriz junto a mi ceja derecha y otra que atravesaba mi barbilla… ¿Por qué sigo vivo? Entre otras cosas porque Jerry Tyson se había dedicado a curarme durante todo este tiempo y eso me asqueaba.
Aquella última noche no había conseguido dormir nada. Mi cuerpo se había negado a hacerlo. Comenzaba a ser mas consciente de él y el sopor que me había embargado en un estado de semi inconsciencia prácticamente todas aquellas semanas comenzaba a desaparecer. Ahora en cambio mi cuerpo comenzaba a revelarse y últimamente me era imposible relajarme o conciliar el sueño. Mucho temía que aquel hijo de puta me estuviese drogando, ya fuese con la escasa alimentación que me suministraba o con los analgésicos que me había proporcionado para remitir la fiebre que me habían provocado las heridas que Simmons y sus hombres me habrían infringido.
Ric – Ya esta amaneciendo.
Haciendo de tripas corazón y por primera vez en mucho tiempo me incorporé del camastro con alguna dificultad. Tyson sabía lo que hacía cuando me atendió de mis heridas… creo que nunca había sentido sentimientos tan encontrados como en aquellos días… por un lado odiaba profundamente a aquel hombre porque era un asesino sin escrúpulos y me tenía retenido en aquel maldito calabozo y… pero por otro le debía la vida y lo sabía y eso me revolvía las tripas como si… es un coche… está volviendo. ¿Por qué sigo vivo? ¿Para qué? Ya no soy un hombre… no soy nada… mi vida queda tan lejos… mis sueños… mi… unas lágrimas asomaron por mis mejillas cuando recordé a mis seres queridos… quizás ellas eran el otro motivo por el que seguía vivo… ¿Para que? Yo ya estaba muerto… por dentro… no era nada…
Tys – Vaya… estás despierto y levantado… mira… ya lo he hecho… la segunda mujer… ha sido más fácil de lo que yo pensaba.
Ric – Estás loco… Tyson.
Tys - ¿Quieres ver su fotografía? Se llamaba Ashley Milton… tenía treinta y tres años y era una aburrida oficinista…
Ric - ¡Déjame en paz!
Tys – Tu compañera se volverá loca buscándome… buscándote… y seguirá sin encontrar nada… los hombres de Simmons me han ayudado para pasar desapercibido y…
Ric – Ten cuidado con él. No le conoces… te esta utilizando y cuando termine de hacerlo… acabará contigo.
Tys – No me digas… esto es nuevo… intentas ponerme en su contra o asustarme como una niña con eso…
Ric – No… solo te estoy avisando. El día en que todo esto acabe… el terminará con los dos. ¿Por qué estás con él?
Tys – Digamos que en la cárcel conocíamos amigos y enemigos comunes y el quería tenerte alejado de la detective para que ella se centrara en mi.
Ric – Y su caso pase más desapercibido.
Tys – Y yo quería tenerte aquí para ver como te venzo de nuevo.
Ric – Eres un demente…
Tys – Simmons tiene miedo… no se a quien ni a que… pero tiene miedo… más que a ti por supuesto…
Ric – Te lo repito… esta jugando contigo…
Tys – Retírate de la puerta. Tu desayuno…
Obedecí y Tyson entró en mi calabozo con un arma apuntándome… como siempre… dejo la pequeña bandeja donde dejo mi desayuno… un vaso de leche y una pieza de fruta. Cuando cerro de nuevo, me senté en el camastro y comí despacio… creo que la paliza me había dejado con un par de muelas menos… y cuando terminé me recosté de nuevo… ¿Por qué sigo vivo?
En Nueva York y a esas horas de la mañana la detective Kate Beckett miraba en silencio como el reloj digital que tenía en su mesilla de noche llegaba mas tarde que pronto a las siete de la mañana. Aunque Lanie le había proporcionado unas pastillas para intentar dormir… apenas le hacían efecto y el insomnio era practica habitual durante todos los días desde hacía… dos largos meses.
Harta de mirar a un reloj que parecía no llegaba nunca a la hora que debía, se levanto y deambulo por su apartamento en silencio mientras mecánicamente hacía lo de todos los días. Ducharse… ponerse el chándal… comer algo… y salir a la calle para correr hasta que los pulmones me salgan por la boca. Correr y no intentar pensar en él… eso es imposible… en sus ojos infantiles, vivos y… en su cuerpo, siempre dispuesto a amarla… en su boca… en su maravillosa sonrisa y… ¿Dónde estas, amor mío? ¿Dónde estas?
Durante aquellos dos meses y aunque habían seguido trabajando en otros casos, tanto ella como el resto del equipo dedicaban siempre unas horas al día para trabajar en el secuestro de Castle, pero seguían sin conseguir nada. Victoria Gates, que durante mucho tiempo había sido un incordio para todos, desde que habían secuestrado al escritor había cambiado totalmente de actitud y junto a ellos, codo con codo, trabajaba cada día para descubrir donde Tyson lo tenía secuestrado.
Pero nada… absolutamente nada habían conseguido descubrir durante todos estos días. Tyson no había pedido un rescate… algo por otro lado que entraba dentro de la lógica… estaban totalmente convencidos que no se encontraban en Nueva York… pero también pensaban que de alguna forma Tyson había tenido ayuda de alguien para llevar a cabo su plan… pero de quien… y ahora… hacía apenas veinticuatro horas había aparecido otra mujer asesinada por el triple asesino y esta vez con su estilo habitual… limpio, sin dejar huellas… sin dejar pistas.
Cuando regreso a su apartamento y se ducho y vistió para ir a trabajar, como todos los días, se dirigió al loft de Castle para desayunar con Martha y Alexis. Era un hábito habitual que las tres mujeres habían cogido casi al poco tiempo de ver como le arrebataban a Richard de sus vidas… por ahora… sobre todo el día que Martha, abrumada por lo que ocurría, había sufrido un ataque de ansiedad que las llevo a las tres a urgencias de un hospital neoyorquino. Desde ese día tanto Alexis como Kate intentaban no dejar a la veterana actriz sola en ningún momento. Gracias a Dios contaban con la ayuda de las amigas de Martha… que se estaban comportando de manera intachable en este momento y la acompañaban cada vez que podían.
Cuando llego al loft de Castle llamo a la puerta y una recién levantada y bastante más delgada Alexis Castle le abrió la puerta. Las dos mujeres se dieron un beso en la mejilla y Kate entro al salón.
Ale – Hola Kate. Buenos días…
Kat – Hola cariño. ¿Y tu abuela?
Ale – Aún sigue acostada. No ha tenido buena noche. Supongo que la noticia sobre la muerte de esa mujer…
Kat – Ha sido un nuevo palo para todos.
Ale – ¿Habéis descubierto algo nuevo?
Kat – No… esta vez Tyson ha sido muy cuidadoso y no tenemos ninguna pista. De todas formas me consta que Lanie ha estado…
Ale – Toda la noche trabajando… a mi también… quería haberme quedado con ella pero me lo impidió… ya sabes como es…
Kat – Estoy completamente segura que Tyson esta siendo ayudado por alguien y esa puede ser la clave para encontrar a tu padre…
Ale - ¿Pero quien? Uno de sus antiguos camaradas en la cárcel… alguien que ha contratado…
Kat – No lo se todavía, pero te aseguro que lo descubriré. Además hay otro tema que me tiene preocupada...
Ale - ¿El caso de Linda Taylor?
Kat – Estamos de manos atadas con ese caso… y totalmente convencidos de que fueron Simmons y sus hombres, pero si el señor Taylor sigue siendo firme cuando el juicio previo contra tu padre se lleve a cabo dentro de unas semanas… las pruebas que tenemos contra ellos no nos servirán de nada.
Ale – Pero eso es… demencial…
Kat – Si, pero si el juez cree a Taylor y que tu padre lo chantajeo…
Ale – Pero eso es injusto… tendrían que esperar a ver si…
Kat – Si tu padre aparece… ya lo se cariño… pero el juicio debe seguir adelante.
Ale – Y eso le beneficia sobremanera a…
Kat – Simmons y sus hombres… Alexis… creo que… pero que idiotas hemos sido… eso es… Simmons… voy a llamar ahora mismo a Kevin y Javier.
Ale - ¿Para que?
Kat – Simmons y Tyson… y si encontramos algún tipo de relación entre ellos.
Ale - ¿Cuál? Taylor siempre ha sido un hombre solitario y…
Kat – Y estuvo en la cárcel… quizás allí mantuvo algún tipo de relación con Simmons o alguno de sus hombres.
Ale – Si pudiésemos encontrar algún tipo de relación…
Kat – El caso de Taylor podía dar un vuelco a nuestro favor… o al menos conseguir que se suspendiese hasta que recuperemos a tu padre. Sería una duda que podríamos nacer en el juez para parar el juicio…
Ale – Y así Taylor tendría mucho… mucho tiempo para seguir pensando porque mintió con respecto a mi padre.
Kat – Hay alguien detrás de todo esto y Taylor es una marioneta manejada por unas manos invisibles. Estoy segura de que no son las de Simmons, es más juraría que Simmons también esta confuso con todo esto…
Ale - ¿Quién es entonces? ¿Un enemigo de Simmons? ¿Un enemigo de mi padre?
Mar - ¡Ah queridas! Ya estáis desayunando… perdonad por haberme retrasado pero es que esta noche no he dormido muy bien y…
Alexis y Kate dejaron de hablar del caso mientras Martha que parecía haber envejecido diez años en aquellos meses se sentaba junto a ellas. Ya habría otro momento para hablar del caso… ahora era momento de estar juntas y apoyarse mutuamente como lo venían haciendo durante todos aquellos meses. Pero quizás había encontrado un punto de partida muy válido al que sostenerse. Que eso les devolviera a Richard…
CONTINUARA…
amnigl- Autor de best-seller
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