Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
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Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Después de algún tiempo sin escribir, aquí os dejo este relato.
*** *** ***
Faltaba algo más de una semana para el día de Halloween. Tenía planeado, como otros años, organizar una pequeña fiesta en su casa, y sabía que este año era más especial que ninguno, pues estaba con ella. Se lo había comentado tiempo atrás, pero ella no le había prestado demasiada atención. Kate cambiaba, pero poco a poco, y él no quería agobiarla y hacer que se abriera a todo el mundo a todas horas. Para él era bastante ver sus cada vez más frecuentes sonrisas y eso ya era suficiente cambio, paso a paso, él conseguiría que Kate volviese a celebrar cumpleaños, Halloween, Acción de gracias, Navidades y todas aquellas fiestas que por ser tan familiares, había dejado de festejar, guardando en su memoria únicamente aquellas en las que fue feliz con sus padres. Él seguía esperando pacientemente.
Total… había esperado tanto tiempo que ella diese algún paso, que ahora, esperar algo más a que ella se abriese por completo y a que su relación fuese pública era lo que menos le importaba. Se sentía bien con ella. Con su risa, con el olor de su piel más acentuada cuando la luz de la mañana acariciaba su cuerpo junto a él en su cama, con su tibio contacto noche a noche, con sus apretones de manos llenos de significado oculto en la comisaria, con sus conversaciones disimuladas ante el resto, con sus miradas de complicidad en las que decían todo sin que el resto supiese que se hablaban…
Tenía pocos días para preparar la fiesta, después de haber estado varias jornadas detenido acusado de matar a aquella chica, había perdido mucho tiempo con ese tema, sabía que muchos de los amigos que tenía pensado invitar, ya tendrían planes, incluso Martha y Alexis este año sólo estarían un rato con ellos, ya le habían dicho que tenían otros planes, pues Martha pensó que este año él no daría ninguna fiesta, después de todo lo ocurrido y la pequeña depresión que había sufrido por ello pensó que su hijo no tendría ganas de festejar nada y cuando su nieta le preguntó como debía plantearle a su padre que este año quería estar con sus amigos, ella le dio a Alexis vía libre para que fuese a la fiesta que organizaban en su Universidad. No obstante ambas le prometieron estar con ellos un rato y luego acudir a sus respectivas fiestas y él no iba a darse por vencido, iba a organizar su fiesta, aunque esta vez fuese más íntima, y tenía que pensar para que fuese más espectacular que nunca.
Maldito Tyson, ya no sólo eran los tres infernales días que había pasado en la comisaría y huido, era la semana que paso después, recluido en su casa, intentando digerir todo lo que había pasado y como encajarlo y seguir viviendo. No había ido por la comisaría, pese a que en ese tiempo se habían hecho cargo de otro asesinato y le habían llamado. No había dormido con Kate ni había pasado por su casa para estar con ella. Tan sólo la había visto dos veces en diez días, los dos primeros días y porque ella había ido a comer con él a su loft. En ambas ocasiones él la había recibido en pijama, con el pelo revuelto, sin afeitar y recién levantado. En ambas ocasiones él había pedido comida hecha y había visto la mirada desaprobatoria de Kate, que intentaba hacerle reaccionar, pero que finalmente optó por dejarle en paz y no volver a verle hasta que él se lo pidiese… y de eso hacía ya una larga semana. Habían hablado mucho por teléfono, ella no había dejado de llamarle cada noche. Kate no se había rendido, aunque le había dado espacio. La noche anterior, él notó en su voz un pequeño cambio y reaccionó. No quería perderla, no quería estropear nada con ella, y sacó fuerzas de su interior, invitándola a cenar con él en un nuevo restaurante muy demandado y que curiosamente era propiedad de un buen amigo de Gina, cosa que le permitía obtener una mesa de inmediato. Suspiró aliviado cuando Kate accedió y él notó como de nuevo volvía el tono de voz de siempre de ella.
Llamó a Gina, que también suspiró aliviada cuando él le pidió que le consiguiese mesa. Gina había seguido con interés la noticia y se había puesto en contacto con el abogado de Richard ofreciéndole toda la ayuda que necesitase. Ella le conocía, ella le demostró que pese a no ser compatibles en el amor, si lo eran en la amistad. Y días después de la retirada de los cargos, Gina se presentó en su loft, haciéndole confesar tanto su relación con Kate, como las heridas que atravesaban su mente en ese momento. Gina intentó convencerle para que cambiase su actitud hacía sus “compañeros” de trabajo, él se había limitado a sonreírla, mientras ella le retiraba el pelo de la frente, queriendo darle todo el apoyo que como un buen amigo herido necesitaba. Aquella noche Gina sonrió en secreto, se alegraba que por fin Richard hubiese conseguido convencer a Kate y ahora estuviesen juntos, se alegraba pese a que una pequeña punzada de dolor la invadía al recordar como Richard llamaba en sueños a Kate aún estando en la cama con ella, y como hablaba de la detective a todas horas… ambos habían dicho a todo el mundo que su segundo intento había fallado porque no eran compatibles, pero ambos sabían secretamente y sin confesárselo mutuamente que la realidad es que su segundo intento había fallado porque él estaba profundamente enamorado de Kate. Pero Gina no se lo reprochaba, al contrario, Richard era un hombre maravilloso y se merecía ser feliz y ella haría lo que pudiese por ayudar a que lo fuese, aunque le gritase por sus retrasos y por temas de trabajo entre ellos. Ella le profesaba un gran amor, de amigo, pero un gran amor.
Richard miró su reloj. En dos horas tenía que ir a recoger a Kate a casa. Se levantó del sofá y se dirigió hasta su armario para elegir la ropa y meterse a la ducha.
- ¡Papá! – gritó Alexis entrando en casa
- Estoy aquí cariño – contestó el con una sonrisa ante la agradable sorpresa de tener a Alexis en casa
- Papá, necesito un par de libros y seguro que tu los tienes – le dijo acercándose y dándole un beso – vaya barba que tienes ¿Le gusta a Beckett?
- Bueno, en realidad, hace unos días que no veo a Kate…
- ¿Estáis enfadados? – le dijo la chica apenada
- Oh no, nada de eso cariño, al contrario, hoy saldremos a cenar…
- ¿Entonces? – le inquirió
- Digamos que yo… yo …
- Necesitabas tiempo después de tu arresto – terminó ella.
- Si – le dijo correspondiendo al abrazo de su hija
- Beckett creía en ti papá, nos hizo toda clase de preguntas para averiguar quien había podido entrar en casa, no nos preguntó por ti, sólo quería saber como alguien podía haber dejado las pruebas en casa - él besó su cabeza con una leve sonrisa
- Lo sé cariño, lo sé, pero…
- Papá, es normal que dudase, nunca conocemos del todo a las demás personas, todos tenemos nuestro lado secreto y…
- ¿Me estás ocultando algo Alexis? – le preguntó apartándola y sujetándola por los brazos divertido.
- Papá – le dijo la chica indignada – No te oculto nada, y si lo hiciese, tampoco te lo iba a confesar hoy…
- Esa es mi niña – le dijo volviendo a abrazarla – será mejor que vaya a afeitarme y tome una ducha
- Papá – le dijo Alexis retirándose y mirándole fijamente
- Alexis no me asustes
- Creo que no deberías afeitarte hoy... estás más… ¿interesante? Nunca te había visto con tanta barba. Te sienta bien.
- Humm – dijo él tocándose la barba - ¿tu crees?
- Yo creo que deberías probar… a lo mejor a Beckett le gustas más, y si no es así, siempre puedes afeitarte ¿no crees?
- Ya que esta aquí mi estilista personal, ¿Qué tal si eliges camisa y corbata?
- Eso esta hecho – le dijo mientras abría el cajón de las camisas de su padre y elegía por él.
Abrió el grifo del agua caliente y cuando el vapor ascendía por el baño, se metió en la ducha, intentando que la temperatura ayudase a que el agua se llevase todo rastro de abatimiento de su cuerpo. Amaba a Kate. Ella había creído en él, aunque él no estaba seguro hasta que punto no había tenido alguna duda razonable y eso le punzaba el corazón.
Mientras el agua se deslizaba por su cuerpo, enrojeciendo su piel, intentaba olvidar, pero aquellos días le hicieron plantearse muchas preguntas. Le dolía que Espósito le hubiese tratado de aquella forma. Sabía que fue el primero en dudar de él. Se habría esperado esa actitud de Ryan, después de todo lo ocurrido meses atrás cuando a punto estuvo de llamar a Gates dando por hecho que Kate iba a liquidar al asesino de su madre, pero no lo esperaba de Javi. Esperaba su total lealtad y no sus dudas ni sus acusaciones.
Kate, durante sus largas conversaciones al teléfono esos días, le había contado con detalle todos los hallazgos y posteriores conversaciones entre los detectives, Gates, la fiscal y ella. Él entendía que las pruebas encontradas les llevaban a todos a considerarle culpable, pero así como Gates le había sorprendido gratamente confesando ante todos que aunque no le simpatizaba, no creía que él fuese el culpable, el comportamiento de Javi le había caído como una jarra de agua helada. Había sido Javi quien le había esposado y quien había dicho a Kate que él y aquella chica tenían una aventura. Quizá Kate tenía razón, a lo mejor Espósito era más leal a Kate que a él y le dolía que él la pudiese estar haciendo daño… sacudió la cabeza y se enjabonó cuidadosamente la barba, haría caso de Alexis y no se afeitaría hoy.
Mientras definía con cuidado y una cuchilla su barba frente al espejo, Alexis golpeó la puerta del baño
- Pasa ¿me das el visto bueno?
- Mucho mejor así papá – le dijo dándole un beso en la mejilla – haces cosquillas, me gusta.
- ¿Te vas ya?
- Si. Encontré los libros donde me dijiste y… creo que deberás salir al supermercado, he saqueado tu nevera…
- Creo que cambiaré la cerradura y no os daré copia ni a ti ni a tu abuela.
- No lo creo, no podrías vivir sin nosotras… - le dijo volviendo a besarle en la mejilla y saliendo por la puerta – te quiero papá
- Y yo a ti cariño, no, no podría vivir sin vosotras dos…
- Ah! papá, lo olvidaba…
- Que necesitas dinero… cógelo de mi cartera, esta sobre el escritorio…
- No. No es eso… Sé un buen novio y llévale flores a Beckett – le dijo volviendo a salir del baño y dejándole con una sonrisa en los labios.
Minutos después salió del baño y sobre su cama vio extendido un traje de color negro, una camisa blanca y una corbata de color azul oscuro, y a su lado la cartera con una nota
“No necesitaba dinero, pero ya que te ofreciste… no puedo hacerte ese feo.
Te quiero mucho papá. Da un beso a Beckett de mi parte.
Alexis”
Sonrió revisando los billetes que aún quedaban en la cartera. Si no se equivocaba, Alexis se había conformado con trescientos dólares… no estaba mal, pensando que podía haber cogido los mil quinientos que aún quedaban…
Busco su IPhone y marcó el número de la floristería. Ganaría tiempo si le preparaban las flores mientras se vestía.
Kate llegó corriendo a su casa. Gates la había entretenido con papeleo y llegaba justa para darse una rápida ducha y vestirse. Lo bueno es que no iba a tardar en elegir la ropa, a sabiendas que cualquier cosa podría entretenerla en el trabajo, había dejado preparado el vestido que iba a ponerse la noche anterior, justo después de colgar a Castle.
Estaba deseando verle. Durante los últimos días él había estado distante y triste. Ella quiso darle espacio, y sufría al no poder abrazarle e intentar consolarle. Echaba de menos su calor, sus besos y sus noches juntos. Por no decir que esos días sin verle en comisaría habían sido de lo más largos y aburridos, el café no sabía igual, y su cabeza no paraba de dar vueltas a lo que podía estar haciendo él en cada momento, hasta el punto que Gates le había reprendido un par de veces por estar distraída. No podía dejar de pensar en él, lo necesitaba cerca.
Se metió en la ducha, rememorando la conversación que había tenido con Lanie el día que descubrió los correos que Tyson había manipulado. Por un momento ella llegó a pensar que Castle la había engañado, y después de meditarlo bien tras leerlos una y mil veces, creyó en sus palabras cuando asustado le negó todo en el calabozo… Y ella lo supo de pronto: esa no era su forma de escribir, le habían tendido una trampa. Sin duda. Lloró con Lanie sin saber como sacarle de aquel lío. Lloró hasta quedarse sin lágrimas, con la cara y los ojos hinchados, la nariz congestionada y dolor de cabeza. No sabía como ayudarle, pero sabía que él no la mentía. Cuando Lanie la preguntó que si estaba segura, quiso matarla, y la morena tuvo que recular en su pregunta… “Confío en ti Kate, y si tu estas segura que le han tendido una trampa, te ayudaré en todo lo que pueda hasta que lo aclares”
Pero aun así, en el fondo de su alma, Kate se sentía culpable. Le había faltado a una promesa que le hizo a Castle tiempo atrás: “No te preocupes Castle, si tu estuvieses en la cárcel, yo te sacaría”… pero no fue así, Javi la hizo reflexionar… y él, tuvo que apañárselas sólo para salir de aquel lio… y como lo hizo… engañó a todos… una sonrisa se apoderó de sus labios al recordarlo. Era un genio. Ya no solo imaginando, ahora era capaz incluso de llevar a cabo lo que imaginaba. Una punzada de dolor volvió a su mente… le había fallado. ¿Se acordaría él de su promesa? ¿Sería por eso por lo que estaba tan dolido?
No paraba de darle vueltas mientras se vestía y arreglaba el pelo. Miró el reloj, él ya debía de estar a punto de llegar y aún no se había maquillado…
Cinco minutos después sonó el timbre de la puerta. Echó un último vistazo a su aspecto en el espejo de su habitación y caminó hacía la puerta parándose unos segundos antes de abrirla para tomar aire e intentar tranquilizar el agitado galopar que sentía dentro de su pecho. Agarró el picaporte mientras soltaba lentamente el aire de sus pulmones y la abrió despacio, buscando su mirada. Pero no pudo encontrarla. Su lugar lo ocupaba un enorme ramo de flores en tonos blancos y azules. No pudo contener la sonrisa, y él al verla entre las flores, fue bajando poco a poco el ramo para dejar paso a su cara
- Hola – le dijo tímidamente sin terminar de mostrar su cara para que ella no viese aún su barba
- Pasa – le contestó ella haciéndose a un lado
- ¿Crees que podrías perdonar mi estupidez de estos últimos días? – le preguntó todavía en la puerta parapetado tras el ramo.
Ella le miró, sonriéndole. Adoraba esos ojos.
- Entra y lo discutimos – le dijo con suavidad dándose la vuelta
El la observó mientras caminaba delante de él hacía la sala. Ella había elegido un sencillo vestido de color azul oscuro, por encima de las rodillas y con escote en uve formado por dos pliegues que caían desde sus hombros, uno de ellos bajaba hasta la cadera, formando una cascada de tela hasta el final del mismo. Se había puesto unos zapatos de tacón muy altos, que le hacían parecer aún más delgada. No pudo evitar sentir una sensación de dulce aleteo en su estómago y tras cerrar la puerta a su espalda, dio un par de zancadas hasta alcanzarla y se pegó a su espalda, abrazándola por la cintura con una mano sin soltar el ramo que aún llevaba en la otra.
- Lo siento Kate – le dijo apoyando su frente en la cabeza de ella – no sé explicarte porqué, pero necesitaba estar sólo.
- Deja que ponga esas flores en agua, no me gustaría que se estropeasen Castle, son preciosas – le dijo ella sujetando su brazo con sus dos manos y apretándolo suavemente contra ella.
Él la soltó despacio y ella continuó su camino hacia la cocina, él se giró para darle la espalda, y oyó como llenaba de agua un recipiente y como sus tacones se acercaban hasta él lentamente, sintió como ella depositaba el recipiente sobre la mesa.
- ¿Me las das para que las ponga en agua? –le dijo a su espalda
- Claro – respondió mientras se giraba lentamente, sin terminar de permitir que ella le pudiese ver la cara.
Le tendió el ramo y ella lo cogió mirándole a los ojos y adivinando en ellos su sonrisa, sus manos rozaron las de él y ambos sintieron el aleteo en sus estómagos. Él fue cediendo poco a poco el ramo, sonriendo al saber que ella iba a descubrir su cara. Una gran sonrisa fue dejando paso a la primera cara de asombro de ella.
- Te sienta bien Castle – le dijo girándose hacía un lado y poniendo las flores en el jarrón
- ¿Te gusta? – le dijo acercándose a ella y volviendo a abrazarla por la cintura
Ella se giró en su abrazo subiendo su mano hacia la cara de él y acariciándole.
- Esta suave – le dijo acercándose más a él para besarle
- Te he echado de menos Kate, lo siento yo … he sido un idiota- le dijo aproximando sus labios a los de ella
- Chisss, calla Castle, no importa, ya pasó. Bésame por favor, te necesito – y ella cerró la distancia entre ambos.
Separaron sus bocas después de un largo y suave beso.
- ¿Nos vamos? – preguntó Kate
- Si… claro. Estás preciosa Kate.
El restaurante estaba situado en la planta cincuenta de un edificio de la Séptima Avenida. Sentados en una privilegiada mesa, en un reservado del restaurante, podían divisar una vista perfecta de la ciudad.
- ¿Cómo has conseguido esta mesa y tan rápido Castle? Tenía entendido que desde que inauguraron hay que reservar con semanas de antelación – le aseguró Kate
- Ya sabes que para mí es más fácil – le contestó mientras le servía más vino
- ¿No vas a decírmelo verdad? Espera… ¿Cómo era lo que dijiste? ¿Mejor que no sepa más? – le dijo sonriendo
Él la miró en silencio. Ella simplemente estaba intentando sonsacarle sobre como consiguió escabullirse de la comisaría, pero en ese momento pensó que debía sincerarse y contarle como había conseguido la mesa, porque si ella se enteraba después, quizá lo encajase de manera equivocada.
- Anoche llamé a Gina – le dijo sosteniendo su mirada – el dueño y ella son amigos de la infancia.
- Ah – contestó ella pensativa, no esperaba una respuesta – Gina…
- Kate, Gina es una amiga – él tomó su mano sobre la mesa – Estuvimos casados, si, y hemos tenido nuestras diferencias, pero jamás dejaría que se estropease mi amistad con ella. Ni con ella ni con nadie. Conoces mi pasado, jamás te ocultaré nada sobre mis ex, pero son eso, ex, en mi presente son simplemente amigas.
- Ya… - contestó ella – pues para no ocultarme nada, no me habías dicho que la habías llamado
- Hoy no he hablado contigo hasta ahora… y confieso que no le he dado ninguna importancia a pedirle este favor.
Ahora le tocaba a ella mirarle en silencio, analizando sus palabras.
- Está bien – le dijo - ¿alguna confesión más? – le inquirió con sarcasmo
- Si – contestó él a sabiendas que desataría una tormenta- Gina fue a verme a casa hace unos días. Quería saber si estaba bien y necesitaba ayuda de algún tipo – Le dijo con la cara seria – Al igual que se puso en contacto con mi abogado cuando supo que estaba detenido. Me ofreció su ayuda y confió en mí. Y eso es importante para mi Kate –él hablaba muy despacio y casi susurrando - eso demuestra su amistad.
- Me sorprendes Castle – le dijo con enfado – creí que estos días atrás querías estar sólo, acepté tu decisión alejándome de ti para darte espacio y descubro que mientras yo estaba preocupada por lo que podía estar pasándote, Gina avanzaba hacia tu cama…
- ¡Kate! – la cortó – Gina no tiene ningún interés en mi, y lo más importante, es que yo no tengo ningún interés en ella. Gina tiene una relación con un famoso periodista desde hace casi un año, y ella me felicitó por la nuestra.
- ¿Gina lo sabe? – preguntó furiosa - ¿Cuánta gente lo sabe Castle? ¿Dime como es de grande el club de la gente que sabe que tu y yo estamos juntos?
- Pues mira, ya que lo preguntas, no es tan grande como yo quisiera que fuese –contestó enfadado – si fuera por mí ya habría publicado una nota de prensa para que todo el mundo supiese que te amo. Pero sigo sin entender porque extraña razón tú te empeñas en seguir escondiéndolo. No soy policía y nadie puede echarme del cuerpo, ni sancionarme… ¿No crees que todo el mundo sabe porque razón sigo en esa comisaría? O ¿eres tú la única que nunca se dio cuenta?
Kate llevó la copa de vino hasta su boca y vació de un solo trago su contenido.
- Gina es una amiga, Kate. Y como tal, quiere verme feliz – continuó él- al igual que yo quiero verla feliz a ella. Creo que por fin ha encontrado al tipo que encaja en su vida perfectamente, y me alegro. Y ella sabe que yo he encontrado la mujer que encaja en mi vida y créeme si te digo que si lo sabe no es porque yo se lo confesase hace unos días.
- ¿Tú no te puedes hacer una idea de cómo he estado estos días verdad? – le espetó ella
- Si, Kate, puedo imaginarlo. Y creo que ya te he pedido perdón por ello – le dijo volviendo a coger su mano – pero el que ha estado detenido y acusado por sus propios amigos he sido yo, y me ha resultado complicado asimilar que no confiabais en mi.
- Castle yo… - interrumpió ella y él la pidió silencio levantando su mano
- Kate, hasta tú llegaste a tener dudas. Fue una trampa magníficamente preparada – el bajó su mirada centrándola y perdiéndola en un punto fijo del mantel- pero la diferencia entre vosotros y yo, es que yo siempre confié ciegamente en mis amigos en situaciones parecidas, acuérdate del Alcalde Weldon, o de mi amigo Damián… en una acerté, en otra me equivoqué, pero siempre luché por demostrar su inocencia, porque yo confiaba en ellos Kate… es duro ver como tus amigos, como tus compañeros y tu propia novia dudan de ti porque se ciñen a las pruebas… - dijo tristemente – las pruebas Kate… tu sabes que se pueden preparar pruebas contra alguien, tu más que nadie lo sabes.
- Castle, supe que no eran tuyos aquellos correos, no era tu forma de escribir – le dijo ella y él la sonrió
- Pero Espósito ya se había encargado antes de envenenarte asegurándote que yo tenía una aventura con Tessa Horton – le dijo muy serio
- Castle, las pruebas no dejaban lugar a dudas. Ya te he dicho que Javi y yo hablamos para saber como podríamos sacarte de los calabozos de la central – le dijo ella viendo como él sonreía sarcásticamente ante el comentario – pero entonces llegaron los verdaderos policías y …
- Y dejasteis de pensar… - terminó él y ella asintió
- Interpreté tus palabras, quería pensar que habías sido tú, mientras Javi pensaba que Tyson te había secuestrado…
- Curioso detective, si por Espósito hubiese sido ahora estaríais llevando flores a mi tumba...
- Castle no… eso no es así.
- Kate… - le dijo sonriendo levemente – no habría salido vivo de la central, espero que entiendas que me sentí traicionado… sin embargo Gina, tiró de todos sus hilos para ayudarme y gracias a mi abogado y a ella pude salir de allí.
- ¿No podrás perdonarme nunca verdad? – le dijo ella con los ojos brillantes – una vez prometí que yo te sacaría de la cárcel…
- ¿Perdonarte Kate? – respondió él pasando su pulgar bajo el ojo izquierdo de Kate y limpiando una lágrima - ¿Por qué? ¿por no tener tiempo para sacarme de allí? Tyson no te dejó opción, yo confiaba en que lo harías, pero yo tenía más medios Kate… Si piensas que he podido enfadarme contigo por eso, te equivocas… jamás he dudado de la palabra de Kate Beckett, jamás… mi dolor es pensar que vosotros si dudabais de la mía….
- Castle… lo siento… yo…
- Kate… lo dijiste en tu apartamento… ya pasó… ya está – le dijo apretando su mano – cállate y deberías besarme y dejar de tener dudas sobre mí… tengo claro a quien quiero desde hace mucho tiempo…
Ella se levantó y rodeando la mesa se inclinó hacía él dándole un suave beso, que fue interrumpido por el camarero que les traía el primer plato.
No volvieron a hablar de Gina, Espósito o Tyson el resto de la cena. Él recordó el recado de Alexis para Beckett, levantándose para darle un beso en la mejilla. Hablaron de la fiesta de Hallowen que él tenía pensado organizar, y aunque Kate no estaba demasiado entusiasmada con la idea, le prometió ayudarle pidiendo el día libre para poder hacerlo. Ella sonrió cuando él le fue diciendo los nombres de aquellos a los que invitaría y entre ellos aparecieron los chicos y Lanie, y mostró una mueca de desaprobación cuando él la pregunto si le parecía bien incluir a Gates.
- Castle, si Gates va a tu fiesta tendremos que seguir aparentando…
- Me apetece invitarla, ella confió en mi… supongo que no querrá ir, pero creo que quedaré mejor si la invito – razonó él.
- Como quieras… pero luego no me pidas que te bese… - y él la miró sonriendo
- No creo que la fiesta dure eternamente detective, ya te pediré que me compenses cuando todo el mundo se haya ido – le dijo mientras mostraba su sonrisa más pícara.
Salieron del restaurante y subieron al Mercedes de Castle.
- ¿Quieres que tomemos una copa en algún sitio? – preguntó Castle
- Preferiría que me llevases a casa. Ha sido una semana larga y aburrida, estoy cansada.
Llegaron hasta la casa de ella y él paró frente a su portal.
- ¿No vas a aparcar? – preguntó Kate
- Has dicho que te trajese a casa, estas cansada – le dijo él algo confundido.
- Estoy cansada de dormir sola Castle. Aparca – le ordenó
Dedicaron varias horas a explorar mutuamente con detalle y lentitud cada centímetro de la piel del otro, acariciando y besando, rozando y descubriendo puntos nuevos, recuperando las casi dos largas semanas que habían permanecido separados el uno del otro. Cuando finalmente el agotamiento pudo con ambos, él la abrazó contra su pecho, cubriéndola con sus brazos y con el edredón, intentando que su fría piel recuperase poco a poco la temperatura normal. Mientras él acariciaba su espalda y su brazo, Kate, reposada en su pecho, jugaba con su dedo índice alrededor de los pectorales de él.
- Kate…
- Mmm
- Hay algo que me dijo Tyson y no te he dicho… - ella se incorporó sobre el costado, doblando su codo y apoyando su cabeza sobre la mano le miró
- ¿Qué?
- Me dijo que en más de una ocasión había estado en mi salón – dijo sin desviar la mirada del techo – mirando como tu y yo hacíamos el amor en la habitación.
- Hijo de puta –él giró la cara, mirándola
- Me dijo como nos veía a Alexis y a mí pasear por la calle, y que me quitaría de vuestras vidas.
- Olvídalo. Está muerto – le dijo acercándose y dándole un beso – y Alexis y yo seguimos teniéndote – ella profundizó más el beso pasando una pierna al otro lado del cuerpo de él y sentándose sobre su cadera.
- No sé por que me da detective, que no tienes lo suficiente de mí… - dijo atrayéndola con sus brazos hacia él
- Bueno, quizás puedas remediarlo… -le dijo en su boca.
El IPhone de Beckett comenzó a sonar con la canción de la serie “Hill Street blues”(*) y ella saltó de sus brazos de inmediato, saliendo de la cama como un resorte y buscando su móvil desnuda por la habitación. La melodía significaba que la llamaban desde el mismo despacho de Gates, y eso sin duda era importante.
- Beckett – contestó
Él la escuchó frases como “¿Cuándo?, ¿Cómo debemos actuar?, Es algo nuevo señor, Si señor por mi parte prefiero una reunión de emergencia”
Castle se levantó de la cama, arrastrando con él el edredón y se acercó hasta ella abrazándola por la espalda mientras ella seguía al teléfono y cubriendo a ambos con el edredón, intentando aplacar la tiritona que ella estaba sufriendo. Cuando finalmente ella colgó, se dio la vuelta en sus brazos, ya había dejado de tiritar y su piel había recuperado algo de calor.
- Castle, Nueva York esta en estado de emergencia, el huracán Sandy avanza desde el caribe hacia nosotros, se prevé la llegada en seis o siete días. Gates nos ha convocado a todos a una reunión de emergencia mañana. Debemos estar disponibles. Se va a desalojar parte de la ciudad….
(*) Hill Street Blues (USA), Canción triste de Hill Street (España), El precio del deber (Sudamérica)
*** *** ***
FIN DEL CAPITULO I
G R A C I A S por leer hasta aquí.
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Faltaba algo más de una semana para el día de Halloween. Tenía planeado, como otros años, organizar una pequeña fiesta en su casa, y sabía que este año era más especial que ninguno, pues estaba con ella. Se lo había comentado tiempo atrás, pero ella no le había prestado demasiada atención. Kate cambiaba, pero poco a poco, y él no quería agobiarla y hacer que se abriera a todo el mundo a todas horas. Para él era bastante ver sus cada vez más frecuentes sonrisas y eso ya era suficiente cambio, paso a paso, él conseguiría que Kate volviese a celebrar cumpleaños, Halloween, Acción de gracias, Navidades y todas aquellas fiestas que por ser tan familiares, había dejado de festejar, guardando en su memoria únicamente aquellas en las que fue feliz con sus padres. Él seguía esperando pacientemente.
Total… había esperado tanto tiempo que ella diese algún paso, que ahora, esperar algo más a que ella se abriese por completo y a que su relación fuese pública era lo que menos le importaba. Se sentía bien con ella. Con su risa, con el olor de su piel más acentuada cuando la luz de la mañana acariciaba su cuerpo junto a él en su cama, con su tibio contacto noche a noche, con sus apretones de manos llenos de significado oculto en la comisaria, con sus conversaciones disimuladas ante el resto, con sus miradas de complicidad en las que decían todo sin que el resto supiese que se hablaban…
Tenía pocos días para preparar la fiesta, después de haber estado varias jornadas detenido acusado de matar a aquella chica, había perdido mucho tiempo con ese tema, sabía que muchos de los amigos que tenía pensado invitar, ya tendrían planes, incluso Martha y Alexis este año sólo estarían un rato con ellos, ya le habían dicho que tenían otros planes, pues Martha pensó que este año él no daría ninguna fiesta, después de todo lo ocurrido y la pequeña depresión que había sufrido por ello pensó que su hijo no tendría ganas de festejar nada y cuando su nieta le preguntó como debía plantearle a su padre que este año quería estar con sus amigos, ella le dio a Alexis vía libre para que fuese a la fiesta que organizaban en su Universidad. No obstante ambas le prometieron estar con ellos un rato y luego acudir a sus respectivas fiestas y él no iba a darse por vencido, iba a organizar su fiesta, aunque esta vez fuese más íntima, y tenía que pensar para que fuese más espectacular que nunca.
Maldito Tyson, ya no sólo eran los tres infernales días que había pasado en la comisaría y huido, era la semana que paso después, recluido en su casa, intentando digerir todo lo que había pasado y como encajarlo y seguir viviendo. No había ido por la comisaría, pese a que en ese tiempo se habían hecho cargo de otro asesinato y le habían llamado. No había dormido con Kate ni había pasado por su casa para estar con ella. Tan sólo la había visto dos veces en diez días, los dos primeros días y porque ella había ido a comer con él a su loft. En ambas ocasiones él la había recibido en pijama, con el pelo revuelto, sin afeitar y recién levantado. En ambas ocasiones él había pedido comida hecha y había visto la mirada desaprobatoria de Kate, que intentaba hacerle reaccionar, pero que finalmente optó por dejarle en paz y no volver a verle hasta que él se lo pidiese… y de eso hacía ya una larga semana. Habían hablado mucho por teléfono, ella no había dejado de llamarle cada noche. Kate no se había rendido, aunque le había dado espacio. La noche anterior, él notó en su voz un pequeño cambio y reaccionó. No quería perderla, no quería estropear nada con ella, y sacó fuerzas de su interior, invitándola a cenar con él en un nuevo restaurante muy demandado y que curiosamente era propiedad de un buen amigo de Gina, cosa que le permitía obtener una mesa de inmediato. Suspiró aliviado cuando Kate accedió y él notó como de nuevo volvía el tono de voz de siempre de ella.
Llamó a Gina, que también suspiró aliviada cuando él le pidió que le consiguiese mesa. Gina había seguido con interés la noticia y se había puesto en contacto con el abogado de Richard ofreciéndole toda la ayuda que necesitase. Ella le conocía, ella le demostró que pese a no ser compatibles en el amor, si lo eran en la amistad. Y días después de la retirada de los cargos, Gina se presentó en su loft, haciéndole confesar tanto su relación con Kate, como las heridas que atravesaban su mente en ese momento. Gina intentó convencerle para que cambiase su actitud hacía sus “compañeros” de trabajo, él se había limitado a sonreírla, mientras ella le retiraba el pelo de la frente, queriendo darle todo el apoyo que como un buen amigo herido necesitaba. Aquella noche Gina sonrió en secreto, se alegraba que por fin Richard hubiese conseguido convencer a Kate y ahora estuviesen juntos, se alegraba pese a que una pequeña punzada de dolor la invadía al recordar como Richard llamaba en sueños a Kate aún estando en la cama con ella, y como hablaba de la detective a todas horas… ambos habían dicho a todo el mundo que su segundo intento había fallado porque no eran compatibles, pero ambos sabían secretamente y sin confesárselo mutuamente que la realidad es que su segundo intento había fallado porque él estaba profundamente enamorado de Kate. Pero Gina no se lo reprochaba, al contrario, Richard era un hombre maravilloso y se merecía ser feliz y ella haría lo que pudiese por ayudar a que lo fuese, aunque le gritase por sus retrasos y por temas de trabajo entre ellos. Ella le profesaba un gran amor, de amigo, pero un gran amor.
Richard miró su reloj. En dos horas tenía que ir a recoger a Kate a casa. Se levantó del sofá y se dirigió hasta su armario para elegir la ropa y meterse a la ducha.
- ¡Papá! – gritó Alexis entrando en casa
- Estoy aquí cariño – contestó el con una sonrisa ante la agradable sorpresa de tener a Alexis en casa
- Papá, necesito un par de libros y seguro que tu los tienes – le dijo acercándose y dándole un beso – vaya barba que tienes ¿Le gusta a Beckett?
- Bueno, en realidad, hace unos días que no veo a Kate…
- ¿Estáis enfadados? – le dijo la chica apenada
- Oh no, nada de eso cariño, al contrario, hoy saldremos a cenar…
- ¿Entonces? – le inquirió
- Digamos que yo… yo …
- Necesitabas tiempo después de tu arresto – terminó ella.
- Si – le dijo correspondiendo al abrazo de su hija
- Beckett creía en ti papá, nos hizo toda clase de preguntas para averiguar quien había podido entrar en casa, no nos preguntó por ti, sólo quería saber como alguien podía haber dejado las pruebas en casa - él besó su cabeza con una leve sonrisa
- Lo sé cariño, lo sé, pero…
- Papá, es normal que dudase, nunca conocemos del todo a las demás personas, todos tenemos nuestro lado secreto y…
- ¿Me estás ocultando algo Alexis? – le preguntó apartándola y sujetándola por los brazos divertido.
- Papá – le dijo la chica indignada – No te oculto nada, y si lo hiciese, tampoco te lo iba a confesar hoy…
- Esa es mi niña – le dijo volviendo a abrazarla – será mejor que vaya a afeitarme y tome una ducha
- Papá – le dijo Alexis retirándose y mirándole fijamente
- Alexis no me asustes
- Creo que no deberías afeitarte hoy... estás más… ¿interesante? Nunca te había visto con tanta barba. Te sienta bien.
- Humm – dijo él tocándose la barba - ¿tu crees?
- Yo creo que deberías probar… a lo mejor a Beckett le gustas más, y si no es así, siempre puedes afeitarte ¿no crees?
- Ya que esta aquí mi estilista personal, ¿Qué tal si eliges camisa y corbata?
- Eso esta hecho – le dijo mientras abría el cajón de las camisas de su padre y elegía por él.
Abrió el grifo del agua caliente y cuando el vapor ascendía por el baño, se metió en la ducha, intentando que la temperatura ayudase a que el agua se llevase todo rastro de abatimiento de su cuerpo. Amaba a Kate. Ella había creído en él, aunque él no estaba seguro hasta que punto no había tenido alguna duda razonable y eso le punzaba el corazón.
Mientras el agua se deslizaba por su cuerpo, enrojeciendo su piel, intentaba olvidar, pero aquellos días le hicieron plantearse muchas preguntas. Le dolía que Espósito le hubiese tratado de aquella forma. Sabía que fue el primero en dudar de él. Se habría esperado esa actitud de Ryan, después de todo lo ocurrido meses atrás cuando a punto estuvo de llamar a Gates dando por hecho que Kate iba a liquidar al asesino de su madre, pero no lo esperaba de Javi. Esperaba su total lealtad y no sus dudas ni sus acusaciones.
Kate, durante sus largas conversaciones al teléfono esos días, le había contado con detalle todos los hallazgos y posteriores conversaciones entre los detectives, Gates, la fiscal y ella. Él entendía que las pruebas encontradas les llevaban a todos a considerarle culpable, pero así como Gates le había sorprendido gratamente confesando ante todos que aunque no le simpatizaba, no creía que él fuese el culpable, el comportamiento de Javi le había caído como una jarra de agua helada. Había sido Javi quien le había esposado y quien había dicho a Kate que él y aquella chica tenían una aventura. Quizá Kate tenía razón, a lo mejor Espósito era más leal a Kate que a él y le dolía que él la pudiese estar haciendo daño… sacudió la cabeza y se enjabonó cuidadosamente la barba, haría caso de Alexis y no se afeitaría hoy.
Mientras definía con cuidado y una cuchilla su barba frente al espejo, Alexis golpeó la puerta del baño
- Pasa ¿me das el visto bueno?
- Mucho mejor así papá – le dijo dándole un beso en la mejilla – haces cosquillas, me gusta.
- ¿Te vas ya?
- Si. Encontré los libros donde me dijiste y… creo que deberás salir al supermercado, he saqueado tu nevera…
- Creo que cambiaré la cerradura y no os daré copia ni a ti ni a tu abuela.
- No lo creo, no podrías vivir sin nosotras… - le dijo volviendo a besarle en la mejilla y saliendo por la puerta – te quiero papá
- Y yo a ti cariño, no, no podría vivir sin vosotras dos…
- Ah! papá, lo olvidaba…
- Que necesitas dinero… cógelo de mi cartera, esta sobre el escritorio…
- No. No es eso… Sé un buen novio y llévale flores a Beckett – le dijo volviendo a salir del baño y dejándole con una sonrisa en los labios.
Minutos después salió del baño y sobre su cama vio extendido un traje de color negro, una camisa blanca y una corbata de color azul oscuro, y a su lado la cartera con una nota
“No necesitaba dinero, pero ya que te ofreciste… no puedo hacerte ese feo.
Te quiero mucho papá. Da un beso a Beckett de mi parte.
Alexis”
Sonrió revisando los billetes que aún quedaban en la cartera. Si no se equivocaba, Alexis se había conformado con trescientos dólares… no estaba mal, pensando que podía haber cogido los mil quinientos que aún quedaban…
Busco su IPhone y marcó el número de la floristería. Ganaría tiempo si le preparaban las flores mientras se vestía.
Kate llegó corriendo a su casa. Gates la había entretenido con papeleo y llegaba justa para darse una rápida ducha y vestirse. Lo bueno es que no iba a tardar en elegir la ropa, a sabiendas que cualquier cosa podría entretenerla en el trabajo, había dejado preparado el vestido que iba a ponerse la noche anterior, justo después de colgar a Castle.
Estaba deseando verle. Durante los últimos días él había estado distante y triste. Ella quiso darle espacio, y sufría al no poder abrazarle e intentar consolarle. Echaba de menos su calor, sus besos y sus noches juntos. Por no decir que esos días sin verle en comisaría habían sido de lo más largos y aburridos, el café no sabía igual, y su cabeza no paraba de dar vueltas a lo que podía estar haciendo él en cada momento, hasta el punto que Gates le había reprendido un par de veces por estar distraída. No podía dejar de pensar en él, lo necesitaba cerca.
Se metió en la ducha, rememorando la conversación que había tenido con Lanie el día que descubrió los correos que Tyson había manipulado. Por un momento ella llegó a pensar que Castle la había engañado, y después de meditarlo bien tras leerlos una y mil veces, creyó en sus palabras cuando asustado le negó todo en el calabozo… Y ella lo supo de pronto: esa no era su forma de escribir, le habían tendido una trampa. Sin duda. Lloró con Lanie sin saber como sacarle de aquel lío. Lloró hasta quedarse sin lágrimas, con la cara y los ojos hinchados, la nariz congestionada y dolor de cabeza. No sabía como ayudarle, pero sabía que él no la mentía. Cuando Lanie la preguntó que si estaba segura, quiso matarla, y la morena tuvo que recular en su pregunta… “Confío en ti Kate, y si tu estas segura que le han tendido una trampa, te ayudaré en todo lo que pueda hasta que lo aclares”
Pero aun así, en el fondo de su alma, Kate se sentía culpable. Le había faltado a una promesa que le hizo a Castle tiempo atrás: “No te preocupes Castle, si tu estuvieses en la cárcel, yo te sacaría”… pero no fue así, Javi la hizo reflexionar… y él, tuvo que apañárselas sólo para salir de aquel lio… y como lo hizo… engañó a todos… una sonrisa se apoderó de sus labios al recordarlo. Era un genio. Ya no solo imaginando, ahora era capaz incluso de llevar a cabo lo que imaginaba. Una punzada de dolor volvió a su mente… le había fallado. ¿Se acordaría él de su promesa? ¿Sería por eso por lo que estaba tan dolido?
No paraba de darle vueltas mientras se vestía y arreglaba el pelo. Miró el reloj, él ya debía de estar a punto de llegar y aún no se había maquillado…
Cinco minutos después sonó el timbre de la puerta. Echó un último vistazo a su aspecto en el espejo de su habitación y caminó hacía la puerta parándose unos segundos antes de abrirla para tomar aire e intentar tranquilizar el agitado galopar que sentía dentro de su pecho. Agarró el picaporte mientras soltaba lentamente el aire de sus pulmones y la abrió despacio, buscando su mirada. Pero no pudo encontrarla. Su lugar lo ocupaba un enorme ramo de flores en tonos blancos y azules. No pudo contener la sonrisa, y él al verla entre las flores, fue bajando poco a poco el ramo para dejar paso a su cara
- Hola – le dijo tímidamente sin terminar de mostrar su cara para que ella no viese aún su barba
- Pasa – le contestó ella haciéndose a un lado
- ¿Crees que podrías perdonar mi estupidez de estos últimos días? – le preguntó todavía en la puerta parapetado tras el ramo.
Ella le miró, sonriéndole. Adoraba esos ojos.
- Entra y lo discutimos – le dijo con suavidad dándose la vuelta
El la observó mientras caminaba delante de él hacía la sala. Ella había elegido un sencillo vestido de color azul oscuro, por encima de las rodillas y con escote en uve formado por dos pliegues que caían desde sus hombros, uno de ellos bajaba hasta la cadera, formando una cascada de tela hasta el final del mismo. Se había puesto unos zapatos de tacón muy altos, que le hacían parecer aún más delgada. No pudo evitar sentir una sensación de dulce aleteo en su estómago y tras cerrar la puerta a su espalda, dio un par de zancadas hasta alcanzarla y se pegó a su espalda, abrazándola por la cintura con una mano sin soltar el ramo que aún llevaba en la otra.
- Lo siento Kate – le dijo apoyando su frente en la cabeza de ella – no sé explicarte porqué, pero necesitaba estar sólo.
- Deja que ponga esas flores en agua, no me gustaría que se estropeasen Castle, son preciosas – le dijo ella sujetando su brazo con sus dos manos y apretándolo suavemente contra ella.
Él la soltó despacio y ella continuó su camino hacia la cocina, él se giró para darle la espalda, y oyó como llenaba de agua un recipiente y como sus tacones se acercaban hasta él lentamente, sintió como ella depositaba el recipiente sobre la mesa.
- ¿Me las das para que las ponga en agua? –le dijo a su espalda
- Claro – respondió mientras se giraba lentamente, sin terminar de permitir que ella le pudiese ver la cara.
Le tendió el ramo y ella lo cogió mirándole a los ojos y adivinando en ellos su sonrisa, sus manos rozaron las de él y ambos sintieron el aleteo en sus estómagos. Él fue cediendo poco a poco el ramo, sonriendo al saber que ella iba a descubrir su cara. Una gran sonrisa fue dejando paso a la primera cara de asombro de ella.
- Te sienta bien Castle – le dijo girándose hacía un lado y poniendo las flores en el jarrón
- ¿Te gusta? – le dijo acercándose a ella y volviendo a abrazarla por la cintura
Ella se giró en su abrazo subiendo su mano hacia la cara de él y acariciándole.
- Esta suave – le dijo acercándose más a él para besarle
- Te he echado de menos Kate, lo siento yo … he sido un idiota- le dijo aproximando sus labios a los de ella
- Chisss, calla Castle, no importa, ya pasó. Bésame por favor, te necesito – y ella cerró la distancia entre ambos.
Separaron sus bocas después de un largo y suave beso.
- ¿Nos vamos? – preguntó Kate
- Si… claro. Estás preciosa Kate.
El restaurante estaba situado en la planta cincuenta de un edificio de la Séptima Avenida. Sentados en una privilegiada mesa, en un reservado del restaurante, podían divisar una vista perfecta de la ciudad.
- ¿Cómo has conseguido esta mesa y tan rápido Castle? Tenía entendido que desde que inauguraron hay que reservar con semanas de antelación – le aseguró Kate
- Ya sabes que para mí es más fácil – le contestó mientras le servía más vino
- ¿No vas a decírmelo verdad? Espera… ¿Cómo era lo que dijiste? ¿Mejor que no sepa más? – le dijo sonriendo
Él la miró en silencio. Ella simplemente estaba intentando sonsacarle sobre como consiguió escabullirse de la comisaría, pero en ese momento pensó que debía sincerarse y contarle como había conseguido la mesa, porque si ella se enteraba después, quizá lo encajase de manera equivocada.
- Anoche llamé a Gina – le dijo sosteniendo su mirada – el dueño y ella son amigos de la infancia.
- Ah – contestó ella pensativa, no esperaba una respuesta – Gina…
- Kate, Gina es una amiga – él tomó su mano sobre la mesa – Estuvimos casados, si, y hemos tenido nuestras diferencias, pero jamás dejaría que se estropease mi amistad con ella. Ni con ella ni con nadie. Conoces mi pasado, jamás te ocultaré nada sobre mis ex, pero son eso, ex, en mi presente son simplemente amigas.
- Ya… - contestó ella – pues para no ocultarme nada, no me habías dicho que la habías llamado
- Hoy no he hablado contigo hasta ahora… y confieso que no le he dado ninguna importancia a pedirle este favor.
Ahora le tocaba a ella mirarle en silencio, analizando sus palabras.
- Está bien – le dijo - ¿alguna confesión más? – le inquirió con sarcasmo
- Si – contestó él a sabiendas que desataría una tormenta- Gina fue a verme a casa hace unos días. Quería saber si estaba bien y necesitaba ayuda de algún tipo – Le dijo con la cara seria – Al igual que se puso en contacto con mi abogado cuando supo que estaba detenido. Me ofreció su ayuda y confió en mí. Y eso es importante para mi Kate –él hablaba muy despacio y casi susurrando - eso demuestra su amistad.
- Me sorprendes Castle – le dijo con enfado – creí que estos días atrás querías estar sólo, acepté tu decisión alejándome de ti para darte espacio y descubro que mientras yo estaba preocupada por lo que podía estar pasándote, Gina avanzaba hacia tu cama…
- ¡Kate! – la cortó – Gina no tiene ningún interés en mi, y lo más importante, es que yo no tengo ningún interés en ella. Gina tiene una relación con un famoso periodista desde hace casi un año, y ella me felicitó por la nuestra.
- ¿Gina lo sabe? – preguntó furiosa - ¿Cuánta gente lo sabe Castle? ¿Dime como es de grande el club de la gente que sabe que tu y yo estamos juntos?
- Pues mira, ya que lo preguntas, no es tan grande como yo quisiera que fuese –contestó enfadado – si fuera por mí ya habría publicado una nota de prensa para que todo el mundo supiese que te amo. Pero sigo sin entender porque extraña razón tú te empeñas en seguir escondiéndolo. No soy policía y nadie puede echarme del cuerpo, ni sancionarme… ¿No crees que todo el mundo sabe porque razón sigo en esa comisaría? O ¿eres tú la única que nunca se dio cuenta?
Kate llevó la copa de vino hasta su boca y vació de un solo trago su contenido.
- Gina es una amiga, Kate. Y como tal, quiere verme feliz – continuó él- al igual que yo quiero verla feliz a ella. Creo que por fin ha encontrado al tipo que encaja en su vida perfectamente, y me alegro. Y ella sabe que yo he encontrado la mujer que encaja en mi vida y créeme si te digo que si lo sabe no es porque yo se lo confesase hace unos días.
- ¿Tú no te puedes hacer una idea de cómo he estado estos días verdad? – le espetó ella
- Si, Kate, puedo imaginarlo. Y creo que ya te he pedido perdón por ello – le dijo volviendo a coger su mano – pero el que ha estado detenido y acusado por sus propios amigos he sido yo, y me ha resultado complicado asimilar que no confiabais en mi.
- Castle yo… - interrumpió ella y él la pidió silencio levantando su mano
- Kate, hasta tú llegaste a tener dudas. Fue una trampa magníficamente preparada – el bajó su mirada centrándola y perdiéndola en un punto fijo del mantel- pero la diferencia entre vosotros y yo, es que yo siempre confié ciegamente en mis amigos en situaciones parecidas, acuérdate del Alcalde Weldon, o de mi amigo Damián… en una acerté, en otra me equivoqué, pero siempre luché por demostrar su inocencia, porque yo confiaba en ellos Kate… es duro ver como tus amigos, como tus compañeros y tu propia novia dudan de ti porque se ciñen a las pruebas… - dijo tristemente – las pruebas Kate… tu sabes que se pueden preparar pruebas contra alguien, tu más que nadie lo sabes.
- Castle, supe que no eran tuyos aquellos correos, no era tu forma de escribir – le dijo ella y él la sonrió
- Pero Espósito ya se había encargado antes de envenenarte asegurándote que yo tenía una aventura con Tessa Horton – le dijo muy serio
- Castle, las pruebas no dejaban lugar a dudas. Ya te he dicho que Javi y yo hablamos para saber como podríamos sacarte de los calabozos de la central – le dijo ella viendo como él sonreía sarcásticamente ante el comentario – pero entonces llegaron los verdaderos policías y …
- Y dejasteis de pensar… - terminó él y ella asintió
- Interpreté tus palabras, quería pensar que habías sido tú, mientras Javi pensaba que Tyson te había secuestrado…
- Curioso detective, si por Espósito hubiese sido ahora estaríais llevando flores a mi tumba...
- Castle no… eso no es así.
- Kate… - le dijo sonriendo levemente – no habría salido vivo de la central, espero que entiendas que me sentí traicionado… sin embargo Gina, tiró de todos sus hilos para ayudarme y gracias a mi abogado y a ella pude salir de allí.
- ¿No podrás perdonarme nunca verdad? – le dijo ella con los ojos brillantes – una vez prometí que yo te sacaría de la cárcel…
- ¿Perdonarte Kate? – respondió él pasando su pulgar bajo el ojo izquierdo de Kate y limpiando una lágrima - ¿Por qué? ¿por no tener tiempo para sacarme de allí? Tyson no te dejó opción, yo confiaba en que lo harías, pero yo tenía más medios Kate… Si piensas que he podido enfadarme contigo por eso, te equivocas… jamás he dudado de la palabra de Kate Beckett, jamás… mi dolor es pensar que vosotros si dudabais de la mía….
- Castle… lo siento… yo…
- Kate… lo dijiste en tu apartamento… ya pasó… ya está – le dijo apretando su mano – cállate y deberías besarme y dejar de tener dudas sobre mí… tengo claro a quien quiero desde hace mucho tiempo…
Ella se levantó y rodeando la mesa se inclinó hacía él dándole un suave beso, que fue interrumpido por el camarero que les traía el primer plato.
No volvieron a hablar de Gina, Espósito o Tyson el resto de la cena. Él recordó el recado de Alexis para Beckett, levantándose para darle un beso en la mejilla. Hablaron de la fiesta de Hallowen que él tenía pensado organizar, y aunque Kate no estaba demasiado entusiasmada con la idea, le prometió ayudarle pidiendo el día libre para poder hacerlo. Ella sonrió cuando él le fue diciendo los nombres de aquellos a los que invitaría y entre ellos aparecieron los chicos y Lanie, y mostró una mueca de desaprobación cuando él la pregunto si le parecía bien incluir a Gates.
- Castle, si Gates va a tu fiesta tendremos que seguir aparentando…
- Me apetece invitarla, ella confió en mi… supongo que no querrá ir, pero creo que quedaré mejor si la invito – razonó él.
- Como quieras… pero luego no me pidas que te bese… - y él la miró sonriendo
- No creo que la fiesta dure eternamente detective, ya te pediré que me compenses cuando todo el mundo se haya ido – le dijo mientras mostraba su sonrisa más pícara.
Salieron del restaurante y subieron al Mercedes de Castle.
- ¿Quieres que tomemos una copa en algún sitio? – preguntó Castle
- Preferiría que me llevases a casa. Ha sido una semana larga y aburrida, estoy cansada.
Llegaron hasta la casa de ella y él paró frente a su portal.
- ¿No vas a aparcar? – preguntó Kate
- Has dicho que te trajese a casa, estas cansada – le dijo él algo confundido.
- Estoy cansada de dormir sola Castle. Aparca – le ordenó
Dedicaron varias horas a explorar mutuamente con detalle y lentitud cada centímetro de la piel del otro, acariciando y besando, rozando y descubriendo puntos nuevos, recuperando las casi dos largas semanas que habían permanecido separados el uno del otro. Cuando finalmente el agotamiento pudo con ambos, él la abrazó contra su pecho, cubriéndola con sus brazos y con el edredón, intentando que su fría piel recuperase poco a poco la temperatura normal. Mientras él acariciaba su espalda y su brazo, Kate, reposada en su pecho, jugaba con su dedo índice alrededor de los pectorales de él.
- Kate…
- Mmm
- Hay algo que me dijo Tyson y no te he dicho… - ella se incorporó sobre el costado, doblando su codo y apoyando su cabeza sobre la mano le miró
- ¿Qué?
- Me dijo que en más de una ocasión había estado en mi salón – dijo sin desviar la mirada del techo – mirando como tu y yo hacíamos el amor en la habitación.
- Hijo de puta –él giró la cara, mirándola
- Me dijo como nos veía a Alexis y a mí pasear por la calle, y que me quitaría de vuestras vidas.
- Olvídalo. Está muerto – le dijo acercándose y dándole un beso – y Alexis y yo seguimos teniéndote – ella profundizó más el beso pasando una pierna al otro lado del cuerpo de él y sentándose sobre su cadera.
- No sé por que me da detective, que no tienes lo suficiente de mí… - dijo atrayéndola con sus brazos hacia él
- Bueno, quizás puedas remediarlo… -le dijo en su boca.
El IPhone de Beckett comenzó a sonar con la canción de la serie “Hill Street blues”(*) y ella saltó de sus brazos de inmediato, saliendo de la cama como un resorte y buscando su móvil desnuda por la habitación. La melodía significaba que la llamaban desde el mismo despacho de Gates, y eso sin duda era importante.
- Beckett – contestó
Él la escuchó frases como “¿Cuándo?, ¿Cómo debemos actuar?, Es algo nuevo señor, Si señor por mi parte prefiero una reunión de emergencia”
Castle se levantó de la cama, arrastrando con él el edredón y se acercó hasta ella abrazándola por la espalda mientras ella seguía al teléfono y cubriendo a ambos con el edredón, intentando aplacar la tiritona que ella estaba sufriendo. Cuando finalmente ella colgó, se dio la vuelta en sus brazos, ya había dejado de tiritar y su piel había recuperado algo de calor.
- Castle, Nueva York esta en estado de emergencia, el huracán Sandy avanza desde el caribe hacia nosotros, se prevé la llegada en seis o siete días. Gates nos ha convocado a todos a una reunión de emergencia mañana. Debemos estar disponibles. Se va a desalojar parte de la ciudad….
(*) Hill Street Blues (USA), Canción triste de Hill Street (España), El precio del deber (Sudamérica)
*** *** ***
FIN DEL CAPITULO I
G R A C I A S por leer hasta aquí.
Última edición por Anver el Jue Dic 13, 2012 10:29 am, editado 17 veces
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Genial!!!! Estoy deseando el capítulo 2, por qué hay capítulo 2, ¿verdad?
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
DIOS me ha encantado, no sólo le reconciliación, intensa, sino que me ha encantado cada renglón del capítulo.
Continúa.
Sigueeeeeeeeeeee.
Continúa.
Sigueeeeeeeeeeee.
MariaRomn@caskett- Policia de homicidios
- Mensajes : 502
Fecha de inscripción : 08/10/2012
Edad : 26
Localización : Ceuta (España)
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Gracias por vuestros rápidos comentarios.
Tendrá continuación, pero darme tiempo... A cambio, compensaré con la extensión.
Tendrá continuación, pero darme tiempo... A cambio, compensaré con la extensión.
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
GRACIAS.
PD: No tenías un fic por ahí olvidado, que continuar?(ahora ¿qué?), o al final no, si lees el comentario, explícame.
PD: No tenías un fic por ahí olvidado, que continuar?(ahora ¿qué?), o al final no, si lees el comentario, explícame.
MariaRomn@caskett- Policia de homicidios
- Mensajes : 502
Fecha de inscripción : 08/10/2012
Edad : 26
Localización : Ceuta (España)
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Me ha encantado, continúa por favor, se pone interesante.
lucia-rub09- Ayudante de policia
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 16/08/2012
Edad : 28
Localización : GC
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Me encantó. Lo seguirás, ¿verdad?
Shura-chan- Policia de homicidios
- Mensajes : 535
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Edad : 26
Localización : Por ahí.
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Cuando he visto que habías vuelto a escribir casi me pongo a dar saltos de alegría por mi habitación Que ganas tenía de leer algo nuevo tuyo, se te echaba mucho de menos por aquí Ana.
El nuevo fic me encanta, me gusta el punto de partida que has tomado. Me encanta el comportamiento de Castle porque me resulta de lo más real, supongo que era la reacción que esperaba por su parte después de que todos, incluso su propia novia, tuvieran un momento de desconfianza. Me encanta imaginarme a ese Castle con barba, suena de lo más atractivo Me gusta mucho esos celos de Beckett al oír hablar a Castle de Gina y la forma en la que al final acaban reconciliándose recuperando los días perdidos.
Que introdujeras el reciente huracán Sandy en la historia no hace más que confirmar lo que ya te he dicho, que resulta una historia de lo más real.
Espero que lo sigas pronto Ana, ya sabes que tienes a una fiel lectora aquí deseosa de leer el siguiente capítulo
El nuevo fic me encanta, me gusta el punto de partida que has tomado. Me encanta el comportamiento de Castle porque me resulta de lo más real, supongo que era la reacción que esperaba por su parte después de que todos, incluso su propia novia, tuvieran un momento de desconfianza. Me encanta imaginarme a ese Castle con barba, suena de lo más atractivo Me gusta mucho esos celos de Beckett al oír hablar a Castle de Gina y la forma en la que al final acaban reconciliándose recuperando los días perdidos.
Que introdujeras el reciente huracán Sandy en la historia no hace más que confirmar lo que ya te he dicho, que resulta una historia de lo más real.
Espero que lo sigas pronto Ana, ya sabes que tienes a una fiel lectora aquí deseosa de leer el siguiente capítulo
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Maria román@caskett escribió:GRACIAS.
PD: No tenías un fic por ahí olvidado, que continuar?(ahora ¿qué?), o al final no, si lees el comentario, explícame.
Hola María... No... "Y ahora ¿que?" esta terminado y con epílogo y todo, creo que lo acabe sobre el 22/09/2012... Me dí cuenta que metí la pata y lo titule igual que otro que ya existía y tal vez por eso tu confusión, quizá te refieras al otro... el mío esta acabado...
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Beckett_Castle_Alba escribió:Cuando he visto que habías vuelto a escribir casi me pongo a dar saltos de alegría por mi habitación Que ganas tenía de leer algo nuevo tuyo, se te echaba mucho de menos por aquí Ana.
El nuevo fic me encanta, me gusta el punto de partida que has tomado. Me encanta el comportamiento de Castle porque me resulta de lo más real, supongo que era la reacción que esperaba por su parte después de que todos, incluso su propia novia, tuvieran un momento de desconfianza. Me encanta imaginarme a ese Castle con barba, suena de lo más atractivo Me gusta mucho esos celos de Beckett al oír hablar a Castle de Gina y la forma en la que al final acaban reconciliándose recuperando los días perdidos.
Que introdujeras el reciente huracán Sandy en la historia no hace más que confirmar lo que ya te he dicho, que resulta una historia de lo más real.
Espero que lo sigas pronto Ana, ya sabes que tienes a una fiel lectora aquí deseosa de leer el siguiente capítulo
¿Alguien echaba de menos que yo escribiese?.... no tenía ni idea Alba.... pensaba que había saturado con mi otro fic....
Anver- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 14/06/2012
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
pero si no satura el que escribe de maravilla, tu sigue escribiendo para que los demas disfrutemos leyendo
trinity640- Actor en Broadway
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Me encanta. Continúa pronto por favor. Un saludo!
okusak- Policia de homicidios
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
ESTUPENDOO! Sigueloooo
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
ME ENCANTO continua!!!!!!!!
Fanny_123- Autor de best-seller
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
que bueno, y el huracan
sigue pronto plis
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choleck- Escritor - Policia
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Me ha gustado mucho. Sigue pronto
nita85- As del póker
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Anver escribió:Beckett_Castle_Alba escribió:Cuando he visto que habías vuelto a escribir casi me pongo a dar saltos de alegría por mi habitación Que ganas tenía de leer algo nuevo tuyo, se te echaba mucho de menos por aquí Ana.
El nuevo fic me encanta, me gusta el punto de partida que has tomado. Me encanta el comportamiento de Castle porque me resulta de lo más real, supongo que era la reacción que esperaba por su parte después de que todos, incluso su propia novia, tuvieran un momento de desconfianza. Me encanta imaginarme a ese Castle con barba, suena de lo más atractivo Me gusta mucho esos celos de Beckett al oír hablar a Castle de Gina y la forma en la que al final acaban reconciliándose recuperando los días perdidos.
Que introdujeras el reciente huracán Sandy en la historia no hace más que confirmar lo que ya te he dicho, que resulta una historia de lo más real.
Espero que lo sigas pronto Ana, ya sabes que tienes a una fiel lectora aquí deseosa de leer el siguiente capítulo
¿Alguien echaba de menos que yo escribiese?.... no tenía ni idea Alba.... pensaba que había saturado con mi otro fic....
¿Saturar tú?... Será que a mi me encanta leer y esperaba como agua de mayo un nuevo capítulo con tu forma de escribir que hacia que me pareciera corto aunque fuera muy largo el capítulo Con este creo que me va a ocurrir igual
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Dios, me has matado, me encanta la relevancia tan actual que haces al huracan "Sandy" me encanta. Espero que salga bien, aparte adoro tu forma de escribir.
Continua pronto...
Continua pronto...
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Me sumo al resto... me ha encantado el comienzo de esta historia y como han sido capaz de hablar entre los dos. Si no fuera porque tengo a mi chico en el psiquiatra (con el fic, con el fic, jeje) quizas me hubiese animado a escribir algo sobre nuestra pareja y el huracan, pero me alegra de que te hayas animado a hacerlo. Continua pronto.
amnigl- Autor de best-seller
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Increible, vuelvo de mis vacaciones y me encuentro con un nuevo fic tuyo!!!!!
A pesar que dices que no soy objetiva, tengo comentarios arriba que confirman lo que pienso...ESCRIBES DE MARAVILLA!!!!
Nunca dejes de escribir
A pesar que dices que no soy objetiva, tengo comentarios arriba que confirman lo que pienso...ESCRIBES DE MARAVILLA!!!!
Nunca dejes de escribir
silvanalino- Escritor - Policia
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Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Ante todo, muchas gracias por leer y muy especialmente por comentar.
Gracias a quienes me habéis leído anteriormente y volvéis de nuevo a animarme en este nuevo relato (sois valientes eh? jee)
Os dejo una segunda parte, espero como siempre, no defraudar a nadie.
*** *** ***
Parte II
Richard la apretó más contra su cuerpo, rodeándola e intentando calentar su piel con su contacto.
- Te has quedado helada – le dijo besando su pelo.
- Me ha pillado por sorpresa Castle. Que Nueva York esté en estado de emergencia no me relaja precisamente…
- Bueno, tranquilízate, quizás ni llegue hasta Nueva York, ya sabes como son estas alertas meteorológicas, al final no es una ciencia con mucha exactitud – intentó tranquilizarla mientras la empujaba suavemente hasta la cama.
- Castle… ya he vivido un estado de emergencia en Nueva York, en el 2001, con los atentados, y no me apetece nada repetirlo – le dijo sentándose sobre la cama y dejando que él colocase de nuevo el edredón
- ¿Qué hiciste entonces? No hemos hablado nunca sobre eso –le preguntó mientras la tumbaba junto a él y la abrazaba.
- Llevaba poco tiempo en el cuerpo, Montgomery prefirió que los que menos experiencia teníamos nos quedásemos en comisaría atendiendo los teléfonos y a todos los ciudadanos que venían hasta allí para que les diésemos información sobre familiares y amigos – le dijo ella con la mirada pérdida acurrucándose entre sus brazos – el día después del atentado acompañé al teniente McGreevy, su compañero no pudo llegar a tiempo a comisaría, por el colapso, fuimos hasta la zona cero, teníamos que controlar que nadie excepto los servicios de emergencias accediesen hasta allí. Fue complicado Castle, en cualquier calle, por alejada que estuviese se masticaba el miedo.
- Lo recuerdo – le dijo tristemente – me encerré en casa con Alexis y no salimos para nada.
- Y lo peor de todo es que mientras se desata el pánico en la mayor parte de los ciudadanos, hay otra parte que aprovecha la situación para intentar sacar provecho de todo. Robos, saqueos, asesinatos… y lo hacen con total impunidad, no damos abasto.
- ¿Intentamos dormir un poco? Son las cuatro de la mañana – le dijo estrujándola aún más contra él
- Si, mañana tenemos que estar a las ocho en comisaría – le contestó ella besándole en el pecho
- ¿Has dicho tenemos? – preguntó
- Si. Gates me ha dicho que ella se encargaba de avisar a Ryan y Espósito, pero me pidió que te avisase a ti.
- ¿Cómo debo tomármelo? ¿será para advertirme que me aleje y no os de problemas? – le preguntó entre curioso y divertido
- No tienes que ir si no quieres… aunque…
- ¿Aunque? Continúe detective…
- Aunque yo te echaría de menos si no estas revoloteando a mí alrededor – le dijo acercándose hasta su boca para besarle.
- No sé detective, tengo una fiesta que organizar… -le dijo besándola
Kate salió sola del ascensor de la comisaría a las ocho menos cuarto. Gran parte del personal ya estaba en sus puestos, esperando a que Gates llegase y empezase la reunión. Se acercó a Ryan y Espósito, que miraban con interés algo en su ordenador.
- ¿Qué es eso tan interesante chicos? – preguntó poniéndose detrás de ellos y mirando la pantalla.
- Parece que esto es serio Beckett – contestó Espo – El huracán comenzó a formarse en la costa oeste de África a principios de este mes, y ha ido avanzando por el Atlántico hasta llegar al caribe, haciéndose fuerte y hoy está sobre Haití, amenazando después a Cuba y República Dominicana…
- Los meteorólogos han hecho cálculos –continuó Ryan- y tienen muy claro que después del caribe puede ascender por la costa oeste y llegar hasta Nueva York, como ya pasó en 1985 con el huracán Gloria ¿os acordáis?
- Bueno Ryan, yo era aún una cría – sonrió Beckett – pero recuerdo que no hubo colegio y que mis padres taparon las ventanas con madera…
- ¡Pero mira quien está aquí! – dijo Esposito mirando a Castle que se acercaba a ellos con dos cafés en la mano – Ya era hora bro, te echábamos de menos – le dijo levantándose para saludarle – vaya barba, tío…
- Si, ya imagino cuanto Espósito, ya imagino – contestó sin interés mientras continuaba su camino hasta la mesa de Kate y evitando el contacto con él – Ryan – saludó.
Espo le miró confundido y Kate le hizo un gesto sin que Castle pudiese verlo, restándole importancia y se dirigió hasta su mesa tras él. Espo miró a Ryan que se encogió de hombros.
- Castle, no esperaba que hicieses eso – le recriminó Kate en voz baja tomando el café que él le tendía
- Bueno, yo tampoco esperaba que él me crucificase – respondió con tono normal, sin importarle si Espo le oía – la vida es así – le dijo sentándose en su silla de siempre y dándoles la espalda así a Ryan y Espósito.
- Señores – dijo en voz alta Gates entrando en la oficina – en cinco minutos les pondré al día – dijo mientras abría la puerta de su despacho.
Kate miró a Castle con ojos enfadados, y él se limitó a fruncir los labios y levantar las cejas, como si no le importase en absoluto.
- Ya terminaremos esta conversación esta noche en casa – le advirtió
- No será lo único que tengamos pendiente de terminar esta noche – le susurró divertido
- Castle, hablo en serio – le dijo tajante
Gates salió de su despacho y les pidió a todos que se acercasen y le prestasen atención. Gates comenzó detallándoles el parte meteorológico, la previsión detallaba que el lunes 28 de Octubre el huracán llegaría a Nueva York, tenían 5 días de preparación por delante. Les explicó las órdenes del Alcalde para que todos los efectivos de la policía estuviesen a disposición de los ciudadanos. Les pidió que entendiesen que era una situación de emergencia y se debían a su ciudad, y les explicó que quien tuviese problemas de algún tipo para cumplir con lo que se les pedía, lo hablaría con cada uno más tarde. Les indicó que tras hacer el recuento de todos sus efectivos humanos, les haría llegar una lista con los equipos, sus tareas, el día obligatorio de descanso en esa semana y los teléfonos móviles para localizarles, así como el resto de información necesaria para que pudiesen encarar esa situación.
La orden del Alcalde incluía desalojar a los vecinos de la parte baja de la ciudad para evitar las inundaciones que sin duda afectarían aquella zona. Les explicó que iban a ser preparados colegios para acoger a aquellos ciudadanos que no pudiesen alojarse con familiares o amigos. Les pidió que durante los días que durase esa situación, vistiesen con el uniforme reglamentario, para poder ser fácilmente identificables ante los ciudadanos y el resto de efectivos, incluidas las fuerzas militares, que iban a desplazarse a la zona en las siguientes horas.
Después de veinte minutos de explicaciones y órdenes, Gates les agradeció su atención y les pidió que en la siguiente hora les comunicasen sus problemas de disponibilidad.
- Señor Castle, detective Beckett – les dijo Gates – ¿pueden pasar a mi despacho por favor?
Ambos se miraron extrañados, y la siguieron hasta su despacho.
- Señor Castle – comenzó Gates – en realidad sólo quería hablar con usted, pero dado que la detective Beckett es quien se ha hecho cargo de usted en esta comisaría, he querido que también este presente.
- Usted dirá – le dijo Castle mientras todos tomaban asiento
- Ante todo decirle que me alegro que usted este de vuelta en esta comisaría después de todo lo que pasó hace unos días – le dijo sinceramente
- Gracias señor – contestó él con una sonrisa
- Esta situación es extraordinaria y necesito saber si puedo contar con usted como si uno de mis hombres se tratase, es decir, a jornada completa y encomendándole las mismas tareas que al resto de mis efectivos, evidentemente, hablo de tareas de coordinación y protección al ciudadano, no voy a pedirle que ponga su vida en peligro bajo ningún concepto, aunque me consta que eso ya lo hace usted desde hace mucho tiempo sin que se lo pidamos.
- Puede contar conmigo – contestó él sin pensárselo dos veces
- Bien – continuó Gates – he de decirles que tengo que coordinar los grupos, y no puedo asegurarles que ustedes dos, Espósito y Ryan vayan a estar en el mismo grupo – miró a ambos alternativamente – los grupos se harán en base a sus aptitudes y cualidades, esto no tiene nada que ver con los homicidios, evidentemente intentaré no separar a ninguno de mis equipos, ustedes ya se conocen, pero quiero advertirle de este detalle señor Castle, puesto que usted esta aquí por decisión propia, el resto cumple con su trabajo y acata órdenes.
- Señor – dijo Castle mirando a Beckett – evidentemente prefiero estar con ellos, pero esto es una situación de emergencia, y si usted confía en mí para poder ayudarles, lo haré donde sea más útil y necesario.
- Perfecto señor Castle. Y ahora necesito poder ubicarle. Conozco a mis hombres, pero desconozco que conocimientos y habilidades que no sean la escritura, puedo aprovechar de usted para este tipo de situaciones…
- Señor, no podría decirle…
- Necesito conductores de autobús, conocimientos de primeros auxilios, dominio de un segundo idioma, coordinadores para cada equipo, habilidades de rescate….
- Soy su conductor señor – le contestó de inmediato sin dejar que acabase – tengo permiso para conducir todo tipo de vehículos, incluso autobuses escolares – dijo mirando a Kate reprochándola que nunca le dejaba conducir y sacando de su cartera su permiso para que Gates lo viese.
- Pues creo que vamos a tener suerte – les dijo – me faltaba un conductor en su equipo. El Ayuntamiento nos va a proporcionar autobuses de transporte público para que podamos efectuar desalojos y rescates, pero no nos asegura que podamos contar con conductores. Detective Beckett, usted será la encargada de coordinarles, y por lo que sé, tiene conocimientos de ruso. Ryan será el encargado de los primeros auxilios, tiene varios cursos realizados cuando estuvo en narcóticos, Espósito a su paso por ejército aprendió diferentes técnicas de rescate y domina el español, y si usted Castle, puede conducir cualquier tipo de vehículos, su equipo esta cerrado detective… El primero de tantos… - suspiró Gates viendo el trabajo que tenía por delante – ya pueden marcharse.
- Una última pregunta – dijo Castle
- Señor Castle…
- ¿Cuándo exactamente empezaremos a estar en alerta? Es por ir solucionando asuntos que tengo pendientes…
- Tiene dos días incluido hoy para solucionar sus asuntos, a partir del jueves y dependiendo de los partes meteorológicos, comenzaremos con los desalojos. ¿Es suficiente o quiere retirarse?
- Es suficiente. Gracias – le dijo levantándose
- Ah señor Castle, no podremos dejarle vestir con uniforme oficial, pero le proporcionaremos chaleco de voluntario y credenciales que deberá llevar bien visibles ¿de acuerdo?
- De acuerdo señor.
Salieron del despacho de Gates ante la atenta mirada de Espósito y Ryan, que se levantaron y fueron hasta la mesa de Kate para que les explicasen lo que había ocurrido en el despacho. Al verlos acercarse, Castle decidió marcharse.
- Kate tengo que resolver varios asuntos y prefiero irme cuanto antes… ¿te veo después?
- Como quieras Castle… ¿estas seguro de esto? ¿No prefieres salir de la ciudad? – le preguntó ella sin importarle que Ryan y Espósito estuviesen delante
- Si tu estas aquí, este es mi sitio – le dijo tendiéndole la mano y ella se la estrechó sonriendo
- ¿Hablamos luego? – le dijo mientras él se daba la vuelta para encaminarse al ascensor
- Hablamos luego – afirmó- Ryan, Espósito… -les dijo alejándose
Espósito se giró siguiéndole con la mirada y tras unos segundos levantó su mano señalándole con el pulgar
- Beckett ¿de que va todo esto? – preguntó.
- Gates le ha preguntado si quiere colaborar con nosotros y él ha accedido – explicó Kate
- Entonces ¿Por qué se va? – dijo Ryan
- Tiene asuntos que resolver y no estaremos cien por cien operativos hasta el jueves.
- ¿Y que le pasa conmigo? – preguntó Espósito
- Esta dolido Javi. Pero se le pasará – le dijo ella mientras se sentaba y cogía su teléfono para poner en preaviso a su padre.
- ¿Dolido? – preguntó airado
- Cree que no confiaste en él.
- Joder Beckett, las pruebas… - se defendió
- Lo sé Javi, pero él esperaba que todos actuásemos como él lo hubiese hecho – le aclaró – no te preocupes, dale tiempo, se le pasará. Es Castle.
Espósito asintió y cogió su chaqueta dirigiéndose al ascensor
- Eh Javi – le llamó Ryan
- Voy a tomar el aire – contestó – ahora vuelvo.
Kate le siguió con la mirada, Castle no discutía con nadie, pero justo había ido a elegir el peor oponente – pensó – y marcó el teléfono de su padre.
Castle llegó a su casa y despertó a su madre. Le explicó la situación y le dijo que prefería que ella y Alexis estuviesen fuera de la ciudad.
- Cariño, sabes de sobra que yo iré con Alexis donde quieras, pero dudo que ella quiera moverse de aquí si no es contigo– le dijo Martha – y si ella no se va, yo no me iré.
- Hablaré con ella cuando acabe sus clases hoy – le dijo él – Ahora tengo que hacer varias llamadas, a Tommy para que bloquee puertas y ventanas en Los Hamptons ¿Sabes? Me alegro de haberte hecho caso y haber encargado esas contraventanas de madera que siempre están estorbando en el garaje… mira tú por donde nos van a ser finalmente útiles….
- ¿Puedo ayudarte en algo Richard?
- Pues… creo que si madre… voy a llevar el Ferrari y el Mercedes a uno de esos garajes que tienen varios pisos, he quedado con llevarlos hoy, podías llevar tu uno y yo otro, prefiero dejarlos en un garaje en el que no pueda entrar el agua.
- ¿Y como piensas moverte sin los coches? – preguntó
- Sigo teniendo mi moto madre… si entrase agua en el garaje, la subo a casa – le dijo divertido
- Deja que me vista y te acompaño
- ¿Tienes el día libre madre? – le preguntó pensativo
- Si querido… ¿Por qué?
- Ya no lo tienes – le dijo seguro – porque después me acompañarás a comprar
- ¿Qué es lo que estás pensando Richard?
- Pienso que pase lo que pase con ese huracán, no renunciaré a mi fiesta de Halloween, y pienso que si Alexis y tu no os vais de la ciudad, os recluiréis en esta casa os guste o no, así que, tendremos que comprar todo lo necesario…
Tal y como Martha había previsto, Alexis se negó en rotundo a abandonar Nueva York mientras su padre estuviese allí, pero accedió a quedarse en el loft durante el paso del huracán. Después de que dejasen los coches a salvo, se dirigieron a un centro comercial, donde se aprovisionaron de todo lo necesario para organizar la fiesta de Halloween, y gran cantidad de comida, agua, medicinas, pilas, velas y todo aquello que se le ocurrió que podría necesitar si el huracán llegaba a la ciudad. Se pasaron todo el día de compras.
- Creo que has exagerado Richard – le dijo Martha cuando los empleados del centro comercial terminaron de dejar en el loft toda la compra.
- Bueno, hay pocas cosas que puedan estropearse o caducar…
- La gente nos miraba como si estuviésemos locos –le reprochó
- Madre, cuando la ciudad reciba la orden de desalojar y el transporte público se pare, y todos los comercios cierren, agradecerás que estemos locos...
- Aun así me parece exageradas las cantidades –le dijo Martha
- No estaremos sólo nosotros tres, no pienso dejar que Kate vaya a su casa sola, ni quiero ir a su casa y dejaros solas a vosotras, vendremos aquí, y convenceré a su padre para que venga también, así ambos tendremos menos cosas de las que preocuparnos.
- Querido… esa me parece una buena idea. Siempre y cuando convenzas a ambos…
- Y ahora – dijo mirando el reloj – voy a ir a buscar a Kate, y no creo que venga a dormir a casa. ¿Colocarás toda la compra?
- Claro… no te preocupes por eso – le dijo sonriendo mientras él la daba un beso en la mejilla – no la hagas esperar, no quiero que la enfades y se canse de ti
Llegó en un taxi hasta la comisaría, y la envió un wasap para avisarla que estaba esperando en la esquina de enfrente. Ella bajó cinco minutos después, sonriéndole en cuanto sus ojos se cruzaron.
- ¿Me has echado de menos detective? – le dijo cogiendo su mano
- Llevo echándote de menos dos semanas… -le dijo- ¿has puesto en orden tus asuntos?
- Bueno, aún me queda el más importante, mañana lo habré zanjado y quizá podamos comer juntos y me quede contigo por la tarde – le dijo arrastrándola hacia el otro lado de la esquina, lejos de cualquier ventana de la comisaría
- Castle… ten cuidado, vas a hacer que me caiga – le dijo al perder el equilibrio por el tirón
- Yo te cogeré – le dijo apresándola en sus brazos y dándole un largo beso
- Cualquiera que nos vea, dirá que parecemos adolescentes – le susurró
- Envidiosos – contestó él - ¿Quieres ir a cenar?
- Estoy cansada Castle, anoche apenas dormimos ¿recuerdas? – le sonrió
- Hace demasiado tiempo de eso, creo que deberías refrescarme la memoria sobre lo que paso anoche…
- ¿Voy a por mi coche, te recojo aquí y te quedas en casa? – le preguntó ella.
- Me lees la mente detective…
Kate volvió sobre sus pasos a la puerta de la comisaría, se metió en su coche y tras comprobar que nadie la veía, recogió a Castle en la calle donde le había dejado.
- ¿Se puede saber que asuntos eran esos tan importantes o es secreto? – le preguntó al rato de recogerle
- Oh.. no es importante, llevé mis coches a un garaje elevado, hice unas llamadas a Tommy a los Hamptons, para que se ocupe de bloquear puertas y ventanas, a Alexis para que se fuese con mi madre a California, pero se niegan y se quedarán en mi casa, e hice algo de compra en previsión a los dos o tres días que podamos estar recluidos en mi casa – la dijo mientras la miraba sonriendo
- Conociéndote seguro que has hecho compras para un regimiento y no para vosotros tres – le aseguró
- Bueno, ese es el siguiente asunto que quiero solucionar – le dijo- tú y tu padre vendréis a mi casa hasta que todo pase –aseguró –
- ¿Cómo dices? – preguntó ella elevando la voz
- Ya me has oído Kate –dijo tajante- Vas a estar a mi lado, lo quieras o no, no pienso perderte de vista, y supongo que querrás que tu padre este cerca de ti, si se queda en mi casa, tendremos solucionado el tema de preocuparnos por nuestras familias, además que prefiero que alguien más esté con mi madre y Alexis.
- No creo que debas elegir ni por mi, ni mucho menos por mi padre – le dijo con tono serio, pero a la vez entendiendo que era una buena idea.
- Seguro que tu padre no tiene ningún problema cuando le llame para pedírselo – le dijo mirando por la ventana.
- Me parece bien, porque vas a ser tu quien le llame – contestó ella – yo ya hablé con él esta mañana y se niega a irse a visitar a mis tíos a Detroit y alejarse de aquí unos días. Dice que estará donde yo este – le aclaró – y creo que me lo han dicho hoy dos veces… Puedes utilizar la táctica de que necesitas que cuide de Martha y Alexis, quizá así le convenzas…
- Me parece una decisión acertada por su parte –le dijo con una sonrisa - ¿Eso quiere decir que no te niegas a venir a mi casa?
- No – le dijo mirándole – yo también quiero estar cerca de ti y entiendo que tu quieras estar con Martha y Alexis, y yo no tengo tu casa, en la mía no podríais estar todos...
- Bien –suspiró él aliviado – Puede que no ocurra nada, pero para mi es una preocupación menos saber que estaremos todos juntos y no tener que estar pendiente de cómo estarán los otros… - ella le sonrió entendiendo lo que decía y agradeciendo que hubiese pensado asi
- Castle – le dijo - ¿Cómo es que puedes conducir cualquier tipo de vehículo? - preguntó
- Ah! – contestó el soltando una risita – ya sabes que me gusta experimentar sobre lo que escribo, así que cuando me plantee si Derrick Storm tenía que conducir un camión cisterna, me preparé a conciencia, y ya que estaba, decidí obtener permisos para conducir cualquier cosa con ruedas y alguna también sin ella… -le dijo sonriente
- Toda una sorpresa… ¿Sin ruedas?...- preguntó curiosa - ¿Cómo que?
- Bueno, tengo el título de patrón de yate, y aunque no terminé con la titulación, soy capaz de volar un helicóptero y una avioneta – le aseguró con seriedad
- ¿Y por qué no lo terminaste? – inquirió ella
- Bueno…- comenzó él - en aquel momento preferí seguir con una pequeña distracción en una comisaría cercana… - le dijo provocando que apareciese una enorme sonrisa en la cara de ella
- Creo que si me lo hubieses consultado en aquel momento… - comenzó a decir ella
- Sin duda me habrías mandado a terminar el curso – finalizó él.
- Veo que lo tienes claro – le dijo riendo – eras insoportable.
- Me agrada que utilices el verbo en pasado – le dijo inclinándose sobre ella y besando su mejilla
- Bueno, sigues siéndolo a veces – le aclaró ella – pero ahora te tengo más controlado.
- Mientras que no confundas controlado con domesticado… - respondió él y ambos se miraron y comenzaron a reír.
Mientras Castle improvisaba la cena con los ingredientes que encontraba en la nevera de Kate, ella tomaba un baño, quedándose medio dormida dentro de la bañera y despertando cuando él volvió a abrir el grifo del agua caliente y se metía junto a ella.
- ¿Estás muy cansada hoy? – le dijo atrayendo la espalda de ella y apoyándola en su pecho
- No. No demasiado – suspiró – sólo intento relajarme a la espera de lo que pueda pasar.
- Quizá no pase nada – contestó él jugando con un mechón del pelo de ella.
- Eso sería estupendo – le dijo ella agarrando con ambas manos el brazo que él tenía apoyado en su tripa y aferrándose más a él.
- Después de cenar – le dijo él – mientras preparas tus cosas para que yo mañana las lleve a mi casa, voy a revisar tus ventanas y si me dejas tus llaves mañana vendré con alguien para asegurarlas bien. Y llamaré a tu padre por si necesita ayuda.
- Eso será un detalle por tu parte… - contestó ella con los ojos cerrados, totalmente relajada – una de las ventanas de la sala no termina de cerrar bien. Ah! y tendrás que llevarte mi uniforme. Castle, me da un poco de corte dormir mañana en tu casa con tu Madre y Alexis allí...
- Y con tu padre – le dijo él divertido
- Si, tu recuérdamelo… - le dijo ella dándole un manotazo en el brazo
- Siempre puedes decirle a tu padre que causé un huracán en Nueva York solo para seducirte y meterte en mi cama… - dijo riéndose
- Creo que eso te dejaré que se lo digas tú luego cuando le llames – aseguró ella - ¿Qué pensará Alexis?
- ¿Quieres que te diga que es lo que me dijeron cuando salía de casa para ir a los Hamptons? –le dijo – porque querían organizarnos el fin de semana, e incluía algo que hacer bajo las estrellas….
- ¿En serio? – dijo ella volviendo la cabeza para mirarle
- Tienes un club de fans… - le dijo aprovechando que ella le miraba para besarla.
- Hablando de fans, creo que tu estas destruyendo el tuyo Castle. No debiste tratar así a Javi.
- Kate, me niego a discutir contigo sobre eso. Hemos estado separados demasiado tiempo, disfrutemos del baño ¿si?
Tal y como habían dicho, después de salir del baño y cenar, cada uno se centró en una tarea, ella en hacer una maleta con ropa y calzado para siguiente semana y él en revisar las ventanas de la casa y hacer fotos y un listado con aquellas que pensaba podían romperse si el viento era muy fuerte.
Castle caminó hacía la habitación de Kate, donde ella revisaba su uniforme y lo preparaba dentro de una bolsa porta-trajes. Él se quedó apoyado en el quicio de la puerta, observándola en silencio. Kate tenía la mirada fija y acariciaba una de las tres camisas que tenía preparadas para que Castle se llevase a su casa.
- ¿Dónde estas Kate? – le susurró él acercándose despacio
Ella se giró mirándolo con una pequeña sonrisa en sus labios
- Estaba con mi compañera Susan el primer día que nos pusimos este uniforme. Con la cara de terror y orgullo de mi padre al vernos. Con Royce mientras me enseñaba de verdad como eran las calles de Nueva York. Con McGreevy en la zona cero, con Montgomery cuando me pilló en los archivos…- le dijo ella con voz muy baja – y contigo el día que me dispararon…
El la abrazó en silencio. Sin duda ese uniforme tenía demasiado significado para ella. Se limitó a besar su pelo y acunarla lentamente en sus brazos durante un par de minutos, agradeciendo en silencio que Gates le permitiese estar con ella durante los próximos días. La separó lentamente de él, besándola en la frente.
- Kate, tengo que llamar a tu padre o se me hará demasiado tarde para llamarle – le dijo y ella asintió
- Terminaré con mi ropa –le dijo ella sonriéndole- insiste con el tema de cuidar de Martha y Alexis…
En contra de lo que él podía pensar, Jim no necesitó de la insistencia de Castle para acceder a trasladarse a su casa durante unos días, después de que él le dijese que tanto Kate como su familia estarían allí y que prefería tener a todos juntos para no tener que preocuparse por ninguno. Cuando Castle le ofreció su ayuda para afianzar sus ventanas, Jim le aseguró que tenía todo bajo control, dado que su hija le había avisado aquella mañana.
- Kate, tu padre te manda un beso – le dijo abrazándola por la espalda y dándole un beso en la mejilla
- ¿Has conseguido convencerle? – preguntó ella - ¿O me tocará ir a arrastrarle de casa?
- Mañana cenará con nosotros y se quedará en mi casa –le dijo Castle triunfal
- ¿Cómo lo has hecho? – preguntó ella sorprendida
- Pues… realmente no lo sé… le dije que Alexis, mi madre y tú estaríais en mi casa y que preferíamos estar todos juntos para saber siempre que estábamos bien, y accedió sin pegas.
- Vaya Castle… sorprendente – le dijo dándose la vuelta y besando su mejilla – haces cosquillas con esa barba
- ¿Quieres que me afeite? – preguntó
- No… Si…. No… bueno no lo sé, me gusta como te queda, pero mira – le dijo señalando su cara y su cuello donde podían apreciarse pequeños granitos – creo que esto es culpa de tu barba
- Entonces me afeitaré mañana, no quiero hacerte daño – aseguró
- No… - contestó ella - no te la quites todavía…
- Bien… haremos una cosa… si decides que debo quitármela, serás tu quien me afeite ¿te parece? – le dijo divertido – y ella le sonrió asintiéndole.
- Esta bien, será divertido ver tu cara cuando te roce con la cuchilla –le dijo riendo
- ¿Has acabado con tu maleta? – le preguntó
- Si, ya tengo todo listo… ¿Por qué? – le dijo mirándole fijamente
- Pues … porque – sus manos fueron desabotonando la chaqueta del pijama de ella – creo que anoche dejamos algo a medias y – se acercó susurrante a su oído- creo que no te gusta dejar las cosas sin terminar…
*** *** ***
FIN DE LA SEGUNDA PARTE
G R A C I A S por llegar hasta aqui... mil gracias....
Gracias a quienes me habéis leído anteriormente y volvéis de nuevo a animarme en este nuevo relato (sois valientes eh? jee)
Os dejo una segunda parte, espero como siempre, no defraudar a nadie.
*** *** ***
Parte II
Richard la apretó más contra su cuerpo, rodeándola e intentando calentar su piel con su contacto.
- Te has quedado helada – le dijo besando su pelo.
- Me ha pillado por sorpresa Castle. Que Nueva York esté en estado de emergencia no me relaja precisamente…
- Bueno, tranquilízate, quizás ni llegue hasta Nueva York, ya sabes como son estas alertas meteorológicas, al final no es una ciencia con mucha exactitud – intentó tranquilizarla mientras la empujaba suavemente hasta la cama.
- Castle… ya he vivido un estado de emergencia en Nueva York, en el 2001, con los atentados, y no me apetece nada repetirlo – le dijo sentándose sobre la cama y dejando que él colocase de nuevo el edredón
- ¿Qué hiciste entonces? No hemos hablado nunca sobre eso –le preguntó mientras la tumbaba junto a él y la abrazaba.
- Llevaba poco tiempo en el cuerpo, Montgomery prefirió que los que menos experiencia teníamos nos quedásemos en comisaría atendiendo los teléfonos y a todos los ciudadanos que venían hasta allí para que les diésemos información sobre familiares y amigos – le dijo ella con la mirada pérdida acurrucándose entre sus brazos – el día después del atentado acompañé al teniente McGreevy, su compañero no pudo llegar a tiempo a comisaría, por el colapso, fuimos hasta la zona cero, teníamos que controlar que nadie excepto los servicios de emergencias accediesen hasta allí. Fue complicado Castle, en cualquier calle, por alejada que estuviese se masticaba el miedo.
- Lo recuerdo – le dijo tristemente – me encerré en casa con Alexis y no salimos para nada.
- Y lo peor de todo es que mientras se desata el pánico en la mayor parte de los ciudadanos, hay otra parte que aprovecha la situación para intentar sacar provecho de todo. Robos, saqueos, asesinatos… y lo hacen con total impunidad, no damos abasto.
- ¿Intentamos dormir un poco? Son las cuatro de la mañana – le dijo estrujándola aún más contra él
- Si, mañana tenemos que estar a las ocho en comisaría – le contestó ella besándole en el pecho
- ¿Has dicho tenemos? – preguntó
- Si. Gates me ha dicho que ella se encargaba de avisar a Ryan y Espósito, pero me pidió que te avisase a ti.
- ¿Cómo debo tomármelo? ¿será para advertirme que me aleje y no os de problemas? – le preguntó entre curioso y divertido
- No tienes que ir si no quieres… aunque…
- ¿Aunque? Continúe detective…
- Aunque yo te echaría de menos si no estas revoloteando a mí alrededor – le dijo acercándose hasta su boca para besarle.
- No sé detective, tengo una fiesta que organizar… -le dijo besándola
Kate salió sola del ascensor de la comisaría a las ocho menos cuarto. Gran parte del personal ya estaba en sus puestos, esperando a que Gates llegase y empezase la reunión. Se acercó a Ryan y Espósito, que miraban con interés algo en su ordenador.
- ¿Qué es eso tan interesante chicos? – preguntó poniéndose detrás de ellos y mirando la pantalla.
- Parece que esto es serio Beckett – contestó Espo – El huracán comenzó a formarse en la costa oeste de África a principios de este mes, y ha ido avanzando por el Atlántico hasta llegar al caribe, haciéndose fuerte y hoy está sobre Haití, amenazando después a Cuba y República Dominicana…
- Los meteorólogos han hecho cálculos –continuó Ryan- y tienen muy claro que después del caribe puede ascender por la costa oeste y llegar hasta Nueva York, como ya pasó en 1985 con el huracán Gloria ¿os acordáis?
- Bueno Ryan, yo era aún una cría – sonrió Beckett – pero recuerdo que no hubo colegio y que mis padres taparon las ventanas con madera…
- ¡Pero mira quien está aquí! – dijo Esposito mirando a Castle que se acercaba a ellos con dos cafés en la mano – Ya era hora bro, te echábamos de menos – le dijo levantándose para saludarle – vaya barba, tío…
- Si, ya imagino cuanto Espósito, ya imagino – contestó sin interés mientras continuaba su camino hasta la mesa de Kate y evitando el contacto con él – Ryan – saludó.
Espo le miró confundido y Kate le hizo un gesto sin que Castle pudiese verlo, restándole importancia y se dirigió hasta su mesa tras él. Espo miró a Ryan que se encogió de hombros.
- Castle, no esperaba que hicieses eso – le recriminó Kate en voz baja tomando el café que él le tendía
- Bueno, yo tampoco esperaba que él me crucificase – respondió con tono normal, sin importarle si Espo le oía – la vida es así – le dijo sentándose en su silla de siempre y dándoles la espalda así a Ryan y Espósito.
- Señores – dijo en voz alta Gates entrando en la oficina – en cinco minutos les pondré al día – dijo mientras abría la puerta de su despacho.
Kate miró a Castle con ojos enfadados, y él se limitó a fruncir los labios y levantar las cejas, como si no le importase en absoluto.
- Ya terminaremos esta conversación esta noche en casa – le advirtió
- No será lo único que tengamos pendiente de terminar esta noche – le susurró divertido
- Castle, hablo en serio – le dijo tajante
Gates salió de su despacho y les pidió a todos que se acercasen y le prestasen atención. Gates comenzó detallándoles el parte meteorológico, la previsión detallaba que el lunes 28 de Octubre el huracán llegaría a Nueva York, tenían 5 días de preparación por delante. Les explicó las órdenes del Alcalde para que todos los efectivos de la policía estuviesen a disposición de los ciudadanos. Les pidió que entendiesen que era una situación de emergencia y se debían a su ciudad, y les explicó que quien tuviese problemas de algún tipo para cumplir con lo que se les pedía, lo hablaría con cada uno más tarde. Les indicó que tras hacer el recuento de todos sus efectivos humanos, les haría llegar una lista con los equipos, sus tareas, el día obligatorio de descanso en esa semana y los teléfonos móviles para localizarles, así como el resto de información necesaria para que pudiesen encarar esa situación.
La orden del Alcalde incluía desalojar a los vecinos de la parte baja de la ciudad para evitar las inundaciones que sin duda afectarían aquella zona. Les explicó que iban a ser preparados colegios para acoger a aquellos ciudadanos que no pudiesen alojarse con familiares o amigos. Les pidió que durante los días que durase esa situación, vistiesen con el uniforme reglamentario, para poder ser fácilmente identificables ante los ciudadanos y el resto de efectivos, incluidas las fuerzas militares, que iban a desplazarse a la zona en las siguientes horas.
Después de veinte minutos de explicaciones y órdenes, Gates les agradeció su atención y les pidió que en la siguiente hora les comunicasen sus problemas de disponibilidad.
- Señor Castle, detective Beckett – les dijo Gates – ¿pueden pasar a mi despacho por favor?
Ambos se miraron extrañados, y la siguieron hasta su despacho.
- Señor Castle – comenzó Gates – en realidad sólo quería hablar con usted, pero dado que la detective Beckett es quien se ha hecho cargo de usted en esta comisaría, he querido que también este presente.
- Usted dirá – le dijo Castle mientras todos tomaban asiento
- Ante todo decirle que me alegro que usted este de vuelta en esta comisaría después de todo lo que pasó hace unos días – le dijo sinceramente
- Gracias señor – contestó él con una sonrisa
- Esta situación es extraordinaria y necesito saber si puedo contar con usted como si uno de mis hombres se tratase, es decir, a jornada completa y encomendándole las mismas tareas que al resto de mis efectivos, evidentemente, hablo de tareas de coordinación y protección al ciudadano, no voy a pedirle que ponga su vida en peligro bajo ningún concepto, aunque me consta que eso ya lo hace usted desde hace mucho tiempo sin que se lo pidamos.
- Puede contar conmigo – contestó él sin pensárselo dos veces
- Bien – continuó Gates – he de decirles que tengo que coordinar los grupos, y no puedo asegurarles que ustedes dos, Espósito y Ryan vayan a estar en el mismo grupo – miró a ambos alternativamente – los grupos se harán en base a sus aptitudes y cualidades, esto no tiene nada que ver con los homicidios, evidentemente intentaré no separar a ninguno de mis equipos, ustedes ya se conocen, pero quiero advertirle de este detalle señor Castle, puesto que usted esta aquí por decisión propia, el resto cumple con su trabajo y acata órdenes.
- Señor – dijo Castle mirando a Beckett – evidentemente prefiero estar con ellos, pero esto es una situación de emergencia, y si usted confía en mí para poder ayudarles, lo haré donde sea más útil y necesario.
- Perfecto señor Castle. Y ahora necesito poder ubicarle. Conozco a mis hombres, pero desconozco que conocimientos y habilidades que no sean la escritura, puedo aprovechar de usted para este tipo de situaciones…
- Señor, no podría decirle…
- Necesito conductores de autobús, conocimientos de primeros auxilios, dominio de un segundo idioma, coordinadores para cada equipo, habilidades de rescate….
- Soy su conductor señor – le contestó de inmediato sin dejar que acabase – tengo permiso para conducir todo tipo de vehículos, incluso autobuses escolares – dijo mirando a Kate reprochándola que nunca le dejaba conducir y sacando de su cartera su permiso para que Gates lo viese.
- Pues creo que vamos a tener suerte – les dijo – me faltaba un conductor en su equipo. El Ayuntamiento nos va a proporcionar autobuses de transporte público para que podamos efectuar desalojos y rescates, pero no nos asegura que podamos contar con conductores. Detective Beckett, usted será la encargada de coordinarles, y por lo que sé, tiene conocimientos de ruso. Ryan será el encargado de los primeros auxilios, tiene varios cursos realizados cuando estuvo en narcóticos, Espósito a su paso por ejército aprendió diferentes técnicas de rescate y domina el español, y si usted Castle, puede conducir cualquier tipo de vehículos, su equipo esta cerrado detective… El primero de tantos… - suspiró Gates viendo el trabajo que tenía por delante – ya pueden marcharse.
- Una última pregunta – dijo Castle
- Señor Castle…
- ¿Cuándo exactamente empezaremos a estar en alerta? Es por ir solucionando asuntos que tengo pendientes…
- Tiene dos días incluido hoy para solucionar sus asuntos, a partir del jueves y dependiendo de los partes meteorológicos, comenzaremos con los desalojos. ¿Es suficiente o quiere retirarse?
- Es suficiente. Gracias – le dijo levantándose
- Ah señor Castle, no podremos dejarle vestir con uniforme oficial, pero le proporcionaremos chaleco de voluntario y credenciales que deberá llevar bien visibles ¿de acuerdo?
- De acuerdo señor.
Salieron del despacho de Gates ante la atenta mirada de Espósito y Ryan, que se levantaron y fueron hasta la mesa de Kate para que les explicasen lo que había ocurrido en el despacho. Al verlos acercarse, Castle decidió marcharse.
- Kate tengo que resolver varios asuntos y prefiero irme cuanto antes… ¿te veo después?
- Como quieras Castle… ¿estas seguro de esto? ¿No prefieres salir de la ciudad? – le preguntó ella sin importarle que Ryan y Espósito estuviesen delante
- Si tu estas aquí, este es mi sitio – le dijo tendiéndole la mano y ella se la estrechó sonriendo
- ¿Hablamos luego? – le dijo mientras él se daba la vuelta para encaminarse al ascensor
- Hablamos luego – afirmó- Ryan, Espósito… -les dijo alejándose
Espósito se giró siguiéndole con la mirada y tras unos segundos levantó su mano señalándole con el pulgar
- Beckett ¿de que va todo esto? – preguntó.
- Gates le ha preguntado si quiere colaborar con nosotros y él ha accedido – explicó Kate
- Entonces ¿Por qué se va? – dijo Ryan
- Tiene asuntos que resolver y no estaremos cien por cien operativos hasta el jueves.
- ¿Y que le pasa conmigo? – preguntó Espósito
- Esta dolido Javi. Pero se le pasará – le dijo ella mientras se sentaba y cogía su teléfono para poner en preaviso a su padre.
- ¿Dolido? – preguntó airado
- Cree que no confiaste en él.
- Joder Beckett, las pruebas… - se defendió
- Lo sé Javi, pero él esperaba que todos actuásemos como él lo hubiese hecho – le aclaró – no te preocupes, dale tiempo, se le pasará. Es Castle.
Espósito asintió y cogió su chaqueta dirigiéndose al ascensor
- Eh Javi – le llamó Ryan
- Voy a tomar el aire – contestó – ahora vuelvo.
Kate le siguió con la mirada, Castle no discutía con nadie, pero justo había ido a elegir el peor oponente – pensó – y marcó el teléfono de su padre.
Castle llegó a su casa y despertó a su madre. Le explicó la situación y le dijo que prefería que ella y Alexis estuviesen fuera de la ciudad.
- Cariño, sabes de sobra que yo iré con Alexis donde quieras, pero dudo que ella quiera moverse de aquí si no es contigo– le dijo Martha – y si ella no se va, yo no me iré.
- Hablaré con ella cuando acabe sus clases hoy – le dijo él – Ahora tengo que hacer varias llamadas, a Tommy para que bloquee puertas y ventanas en Los Hamptons ¿Sabes? Me alegro de haberte hecho caso y haber encargado esas contraventanas de madera que siempre están estorbando en el garaje… mira tú por donde nos van a ser finalmente útiles….
- ¿Puedo ayudarte en algo Richard?
- Pues… creo que si madre… voy a llevar el Ferrari y el Mercedes a uno de esos garajes que tienen varios pisos, he quedado con llevarlos hoy, podías llevar tu uno y yo otro, prefiero dejarlos en un garaje en el que no pueda entrar el agua.
- ¿Y como piensas moverte sin los coches? – preguntó
- Sigo teniendo mi moto madre… si entrase agua en el garaje, la subo a casa – le dijo divertido
- Deja que me vista y te acompaño
- ¿Tienes el día libre madre? – le preguntó pensativo
- Si querido… ¿Por qué?
- Ya no lo tienes – le dijo seguro – porque después me acompañarás a comprar
- ¿Qué es lo que estás pensando Richard?
- Pienso que pase lo que pase con ese huracán, no renunciaré a mi fiesta de Halloween, y pienso que si Alexis y tu no os vais de la ciudad, os recluiréis en esta casa os guste o no, así que, tendremos que comprar todo lo necesario…
Tal y como Martha había previsto, Alexis se negó en rotundo a abandonar Nueva York mientras su padre estuviese allí, pero accedió a quedarse en el loft durante el paso del huracán. Después de que dejasen los coches a salvo, se dirigieron a un centro comercial, donde se aprovisionaron de todo lo necesario para organizar la fiesta de Halloween, y gran cantidad de comida, agua, medicinas, pilas, velas y todo aquello que se le ocurrió que podría necesitar si el huracán llegaba a la ciudad. Se pasaron todo el día de compras.
- Creo que has exagerado Richard – le dijo Martha cuando los empleados del centro comercial terminaron de dejar en el loft toda la compra.
- Bueno, hay pocas cosas que puedan estropearse o caducar…
- La gente nos miraba como si estuviésemos locos –le reprochó
- Madre, cuando la ciudad reciba la orden de desalojar y el transporte público se pare, y todos los comercios cierren, agradecerás que estemos locos...
- Aun así me parece exageradas las cantidades –le dijo Martha
- No estaremos sólo nosotros tres, no pienso dejar que Kate vaya a su casa sola, ni quiero ir a su casa y dejaros solas a vosotras, vendremos aquí, y convenceré a su padre para que venga también, así ambos tendremos menos cosas de las que preocuparnos.
- Querido… esa me parece una buena idea. Siempre y cuando convenzas a ambos…
- Y ahora – dijo mirando el reloj – voy a ir a buscar a Kate, y no creo que venga a dormir a casa. ¿Colocarás toda la compra?
- Claro… no te preocupes por eso – le dijo sonriendo mientras él la daba un beso en la mejilla – no la hagas esperar, no quiero que la enfades y se canse de ti
Llegó en un taxi hasta la comisaría, y la envió un wasap para avisarla que estaba esperando en la esquina de enfrente. Ella bajó cinco minutos después, sonriéndole en cuanto sus ojos se cruzaron.
- ¿Me has echado de menos detective? – le dijo cogiendo su mano
- Llevo echándote de menos dos semanas… -le dijo- ¿has puesto en orden tus asuntos?
- Bueno, aún me queda el más importante, mañana lo habré zanjado y quizá podamos comer juntos y me quede contigo por la tarde – le dijo arrastrándola hacia el otro lado de la esquina, lejos de cualquier ventana de la comisaría
- Castle… ten cuidado, vas a hacer que me caiga – le dijo al perder el equilibrio por el tirón
- Yo te cogeré – le dijo apresándola en sus brazos y dándole un largo beso
- Cualquiera que nos vea, dirá que parecemos adolescentes – le susurró
- Envidiosos – contestó él - ¿Quieres ir a cenar?
- Estoy cansada Castle, anoche apenas dormimos ¿recuerdas? – le sonrió
- Hace demasiado tiempo de eso, creo que deberías refrescarme la memoria sobre lo que paso anoche…
- ¿Voy a por mi coche, te recojo aquí y te quedas en casa? – le preguntó ella.
- Me lees la mente detective…
Kate volvió sobre sus pasos a la puerta de la comisaría, se metió en su coche y tras comprobar que nadie la veía, recogió a Castle en la calle donde le había dejado.
- ¿Se puede saber que asuntos eran esos tan importantes o es secreto? – le preguntó al rato de recogerle
- Oh.. no es importante, llevé mis coches a un garaje elevado, hice unas llamadas a Tommy a los Hamptons, para que se ocupe de bloquear puertas y ventanas, a Alexis para que se fuese con mi madre a California, pero se niegan y se quedarán en mi casa, e hice algo de compra en previsión a los dos o tres días que podamos estar recluidos en mi casa – la dijo mientras la miraba sonriendo
- Conociéndote seguro que has hecho compras para un regimiento y no para vosotros tres – le aseguró
- Bueno, ese es el siguiente asunto que quiero solucionar – le dijo- tú y tu padre vendréis a mi casa hasta que todo pase –aseguró –
- ¿Cómo dices? – preguntó ella elevando la voz
- Ya me has oído Kate –dijo tajante- Vas a estar a mi lado, lo quieras o no, no pienso perderte de vista, y supongo que querrás que tu padre este cerca de ti, si se queda en mi casa, tendremos solucionado el tema de preocuparnos por nuestras familias, además que prefiero que alguien más esté con mi madre y Alexis.
- No creo que debas elegir ni por mi, ni mucho menos por mi padre – le dijo con tono serio, pero a la vez entendiendo que era una buena idea.
- Seguro que tu padre no tiene ningún problema cuando le llame para pedírselo – le dijo mirando por la ventana.
- Me parece bien, porque vas a ser tu quien le llame – contestó ella – yo ya hablé con él esta mañana y se niega a irse a visitar a mis tíos a Detroit y alejarse de aquí unos días. Dice que estará donde yo este – le aclaró – y creo que me lo han dicho hoy dos veces… Puedes utilizar la táctica de que necesitas que cuide de Martha y Alexis, quizá así le convenzas…
- Me parece una decisión acertada por su parte –le dijo con una sonrisa - ¿Eso quiere decir que no te niegas a venir a mi casa?
- No – le dijo mirándole – yo también quiero estar cerca de ti y entiendo que tu quieras estar con Martha y Alexis, y yo no tengo tu casa, en la mía no podríais estar todos...
- Bien –suspiró él aliviado – Puede que no ocurra nada, pero para mi es una preocupación menos saber que estaremos todos juntos y no tener que estar pendiente de cómo estarán los otros… - ella le sonrió entendiendo lo que decía y agradeciendo que hubiese pensado asi
- Castle – le dijo - ¿Cómo es que puedes conducir cualquier tipo de vehículo? - preguntó
- Ah! – contestó el soltando una risita – ya sabes que me gusta experimentar sobre lo que escribo, así que cuando me plantee si Derrick Storm tenía que conducir un camión cisterna, me preparé a conciencia, y ya que estaba, decidí obtener permisos para conducir cualquier cosa con ruedas y alguna también sin ella… -le dijo sonriente
- Toda una sorpresa… ¿Sin ruedas?...- preguntó curiosa - ¿Cómo que?
- Bueno, tengo el título de patrón de yate, y aunque no terminé con la titulación, soy capaz de volar un helicóptero y una avioneta – le aseguró con seriedad
- ¿Y por qué no lo terminaste? – inquirió ella
- Bueno…- comenzó él - en aquel momento preferí seguir con una pequeña distracción en una comisaría cercana… - le dijo provocando que apareciese una enorme sonrisa en la cara de ella
- Creo que si me lo hubieses consultado en aquel momento… - comenzó a decir ella
- Sin duda me habrías mandado a terminar el curso – finalizó él.
- Veo que lo tienes claro – le dijo riendo – eras insoportable.
- Me agrada que utilices el verbo en pasado – le dijo inclinándose sobre ella y besando su mejilla
- Bueno, sigues siéndolo a veces – le aclaró ella – pero ahora te tengo más controlado.
- Mientras que no confundas controlado con domesticado… - respondió él y ambos se miraron y comenzaron a reír.
Mientras Castle improvisaba la cena con los ingredientes que encontraba en la nevera de Kate, ella tomaba un baño, quedándose medio dormida dentro de la bañera y despertando cuando él volvió a abrir el grifo del agua caliente y se metía junto a ella.
- ¿Estás muy cansada hoy? – le dijo atrayendo la espalda de ella y apoyándola en su pecho
- No. No demasiado – suspiró – sólo intento relajarme a la espera de lo que pueda pasar.
- Quizá no pase nada – contestó él jugando con un mechón del pelo de ella.
- Eso sería estupendo – le dijo ella agarrando con ambas manos el brazo que él tenía apoyado en su tripa y aferrándose más a él.
- Después de cenar – le dijo él – mientras preparas tus cosas para que yo mañana las lleve a mi casa, voy a revisar tus ventanas y si me dejas tus llaves mañana vendré con alguien para asegurarlas bien. Y llamaré a tu padre por si necesita ayuda.
- Eso será un detalle por tu parte… - contestó ella con los ojos cerrados, totalmente relajada – una de las ventanas de la sala no termina de cerrar bien. Ah! y tendrás que llevarte mi uniforme. Castle, me da un poco de corte dormir mañana en tu casa con tu Madre y Alexis allí...
- Y con tu padre – le dijo él divertido
- Si, tu recuérdamelo… - le dijo ella dándole un manotazo en el brazo
- Siempre puedes decirle a tu padre que causé un huracán en Nueva York solo para seducirte y meterte en mi cama… - dijo riéndose
- Creo que eso te dejaré que se lo digas tú luego cuando le llames – aseguró ella - ¿Qué pensará Alexis?
- ¿Quieres que te diga que es lo que me dijeron cuando salía de casa para ir a los Hamptons? –le dijo – porque querían organizarnos el fin de semana, e incluía algo que hacer bajo las estrellas….
- ¿En serio? – dijo ella volviendo la cabeza para mirarle
- Tienes un club de fans… - le dijo aprovechando que ella le miraba para besarla.
- Hablando de fans, creo que tu estas destruyendo el tuyo Castle. No debiste tratar así a Javi.
- Kate, me niego a discutir contigo sobre eso. Hemos estado separados demasiado tiempo, disfrutemos del baño ¿si?
Tal y como habían dicho, después de salir del baño y cenar, cada uno se centró en una tarea, ella en hacer una maleta con ropa y calzado para siguiente semana y él en revisar las ventanas de la casa y hacer fotos y un listado con aquellas que pensaba podían romperse si el viento era muy fuerte.
Castle caminó hacía la habitación de Kate, donde ella revisaba su uniforme y lo preparaba dentro de una bolsa porta-trajes. Él se quedó apoyado en el quicio de la puerta, observándola en silencio. Kate tenía la mirada fija y acariciaba una de las tres camisas que tenía preparadas para que Castle se llevase a su casa.
- ¿Dónde estas Kate? – le susurró él acercándose despacio
Ella se giró mirándolo con una pequeña sonrisa en sus labios
- Estaba con mi compañera Susan el primer día que nos pusimos este uniforme. Con la cara de terror y orgullo de mi padre al vernos. Con Royce mientras me enseñaba de verdad como eran las calles de Nueva York. Con McGreevy en la zona cero, con Montgomery cuando me pilló en los archivos…- le dijo ella con voz muy baja – y contigo el día que me dispararon…
El la abrazó en silencio. Sin duda ese uniforme tenía demasiado significado para ella. Se limitó a besar su pelo y acunarla lentamente en sus brazos durante un par de minutos, agradeciendo en silencio que Gates le permitiese estar con ella durante los próximos días. La separó lentamente de él, besándola en la frente.
- Kate, tengo que llamar a tu padre o se me hará demasiado tarde para llamarle – le dijo y ella asintió
- Terminaré con mi ropa –le dijo ella sonriéndole- insiste con el tema de cuidar de Martha y Alexis…
En contra de lo que él podía pensar, Jim no necesitó de la insistencia de Castle para acceder a trasladarse a su casa durante unos días, después de que él le dijese que tanto Kate como su familia estarían allí y que prefería tener a todos juntos para no tener que preocuparse por ninguno. Cuando Castle le ofreció su ayuda para afianzar sus ventanas, Jim le aseguró que tenía todo bajo control, dado que su hija le había avisado aquella mañana.
- Kate, tu padre te manda un beso – le dijo abrazándola por la espalda y dándole un beso en la mejilla
- ¿Has conseguido convencerle? – preguntó ella - ¿O me tocará ir a arrastrarle de casa?
- Mañana cenará con nosotros y se quedará en mi casa –le dijo Castle triunfal
- ¿Cómo lo has hecho? – preguntó ella sorprendida
- Pues… realmente no lo sé… le dije que Alexis, mi madre y tú estaríais en mi casa y que preferíamos estar todos juntos para saber siempre que estábamos bien, y accedió sin pegas.
- Vaya Castle… sorprendente – le dijo dándose la vuelta y besando su mejilla – haces cosquillas con esa barba
- ¿Quieres que me afeite? – preguntó
- No… Si…. No… bueno no lo sé, me gusta como te queda, pero mira – le dijo señalando su cara y su cuello donde podían apreciarse pequeños granitos – creo que esto es culpa de tu barba
- Entonces me afeitaré mañana, no quiero hacerte daño – aseguró
- No… - contestó ella - no te la quites todavía…
- Bien… haremos una cosa… si decides que debo quitármela, serás tu quien me afeite ¿te parece? – le dijo divertido – y ella le sonrió asintiéndole.
- Esta bien, será divertido ver tu cara cuando te roce con la cuchilla –le dijo riendo
- ¿Has acabado con tu maleta? – le preguntó
- Si, ya tengo todo listo… ¿Por qué? – le dijo mirándole fijamente
- Pues … porque – sus manos fueron desabotonando la chaqueta del pijama de ella – creo que anoche dejamos algo a medias y – se acercó susurrante a su oído- creo que no te gusta dejar las cosas sin terminar…
*** *** ***
FIN DE LA SEGUNDA PARTE
G R A C I A S por llegar hasta aqui... mil gracias....
Última edición por Anver el Vie Nov 09, 2012 2:49 pm, editado 2 veces
Anver- Policia de homicidios
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Localización : Madrid
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
Que ganas tenía de leer la segunda parte de este fic, he llegado a casa muy tarde y agotada y no hay nada mejor que un nuevo capítulo de Castle junto con un nuevo capítulo de tu historia jaja
La verdad es que me impresiona la facilidad que tienes para hacer que la historia parezca totalmente real, reflejas totalmente la realidad que se ha vivido hace una semana en Nueva York y lo haces de maravilla.
Me gusta mucho ese juego de Beckett y Castle que todavía andan escondiéndose de los compañeros y el hecho de que Gates le haya pedido a Castle que forme parte del equipo.
Me gusta mucho esta historia, cada vez se pone más interesante, me pregunto como será esa fiesta de Halloween con el huracán llamando a la puerta.
Estupendo Ana, con ganas de leer el siguiente capítulo
La verdad es que me impresiona la facilidad que tienes para hacer que la historia parezca totalmente real, reflejas totalmente la realidad que se ha vivido hace una semana en Nueva York y lo haces de maravilla.
Me gusta mucho ese juego de Beckett y Castle que todavía andan escondiéndose de los compañeros y el hecho de que Gates le haya pedido a Castle que forme parte del equipo.
Me gusta mucho esta historia, cada vez se pone más interesante, me pregunto como será esa fiesta de Halloween con el huracán llamando a la puerta.
Estupendo Ana, con ganas de leer el siguiente capítulo
Re: Fieles amigos. Parte FINAL (13 Dic)
sigueee!!!
Fanny_123- Autor de best-seller
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