Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))

Continualo muy pronto! Jo me tienes super intrigda...

me ha encantado
quiero ver como la seduce y ella se derriteee
y Gina pienso yo... se que dara de brazos cruzados? no lo creo

SIGUEEEE Y ARREGLALOOO

Sentí mucha curiosidad al ver el título de tu fics y ayer me empecé a leer los primeros capítulos. Por fin hoy me he puesto al día, tu historia me encanta, me gusta mucho por lo original de su comienzo y por como lo has seguido. Me ha sorprendido la aparición de Gina en la historia, pero ha resultado ser necesaria para poner celosa a Beckett y darle a Castle una oportunidad de ver que siente celos de ella y que aun hay una posibilidad de recuperarla. La última escena en el ascensor es increible.
Espero que lo sigas pronto

Hola!!! Me estoy poniendo al dia con los fic y cuando vi el tuyo me intrigo. Y no pude para de leerlo entero. Te felicito, escribis increible... la trama, la forma que describes, todo.
Increible, ademas me gusto como uniste todo. Perfecto!!!!

No puedo esperar al proximo, no tardes por favor!!!!
Gracias por compartirlo

continua!!!

Dios! Y pensar que todo esto empezó por una fiesta de carnaval... Jajajaja
Me encanta tu fic, sigue!

Me encantaaaaaaaa!

Continua prontitooo

Gracias por leer y por los comentarios a tod@s. Siempre espero con muchas ganas para leerlos y saber si les va gustando. Realmente los valoro muchísimo! Aprovecho también para darle la bienvenida a las nuevas lectoras y agradecerles también las respuestas! Nos estamos leyendo pronto!!!! Saludos!

Gracias a vos por escribir y compartirlo!!!!!
Espero pronto nuevos capisssssssssss
Besosssssssssssss

Hola a Tod@s! Acá les dejo el capi nuevo. Perdón por la demora, pero tuve mucho trabajo y poco tiempo para escribir. Gracias por saber esperar!


Capítulo VIII


El taxi frenó a unos 10 metros de la puerta del precinto. El escritor salió corriendo para que no se le escapara. Llegó hasta la puerta y gentilmente la abrió para descendiera el pasajero que había concluido su viaje. Se subió y le indicó su dirección mientras su teléfono sonaba incansablemente.
-¡Hola mi amor! ¡Qué linda sorpresa! ¡Estoy yendo para casa, así nos veremos un rato…¿Qué te parece si comemos un pote enorme de helado mientras jugamos con la X-Box?- dijo Rick dulcemente a su hija Alexis.
-De eso quería hablarte precisamente… ¡Verás! ¡Gina nos consiguió entradas a la abuela y a mí para el reestreno del musical de Andrew Lloyd Webber, Evita! ¡Sabes que me quedé con muchas ganas de verlo la primera vez, pero tú me dijiste que todavía no tenía la edad suficiente! ¡Y ahora también estará Ricky Martin! ¡Por favor, papá! ¡Tienes que dejarme ir!- sonaba muy entusiasmada. Richard había olvidado por un momento que su ex se quedaría unos días en su casa y eso lo fastidiaba un poco, pero Gina siempre se había portado genial con su hija y ella la quería mucho. Seguramente Alexis disfrutaría de tenerla ahí.
-Sería un padre muy desalmado si no te dejara ir… Cualquier hija adolescente promedio me estaría pidiendo permiso para ir a algún festival de rock durante 3 días ¡y tu solo me pides ir a un musical con tu abuela! Por supuesto que puedes ir, Alexis. ¡Pero aun me debes una noche de helados y videojuegos!- dijo Castle sonriendo.
-¡Gracias, papá! ¡Eres el mejor del mundo! ¡Te veré cuando llegues para darte un enorme beso!-
-¡Perfecto! ¡Nos vemos en un rato!- El transito no estaba tan complicado como se suponía para la hora que era así que el escritor no tardó tanto en llegar a su Loft. Su hija lo esperaba para darle un enorme abrazo de bienvenida. Saludó a su madre y Gina.
-¡¿Vamos, abuela?! ¡No quiero llegar tarde!-
-¡Por supuesto, querida! ¡Hasta luego chicos!- contestó Martha poniéndose su abrigo.
-¡Adiós, papá! ¡Adiós, Gina! ¡Y gracias de nuevo por las entradas!- dijo casi afuera del departamento.
-¡De nada Alexis! ¡Diviértanse!- dijo Gina despidiéndose con la mano.
-¡Adiós, hijita, madre! ¡Pásenla bien!- Castle colgó el abrigo. Escuchó los pasos de su ex aproximándose hasta donde estaba él.
-Parece que nos quedamos solos…- Gina utilizó su voz más sensual.
-¡Qué casualidad! ¿No crees?- Castle suponía sin temor a equivocarse, que todo esto de las entradas para el reestreno del musical había sido una movida muy astuta de su ex para quedarse a solas con él. Lo que no entendía todavía es porque lo hacía. Las cosas entre ellos se habían terminado hacía mucho tiempo, incluso mucho antes de ese intento ficticio de reconciliación que habían pretendido sostener hacía ya un tiempo atrás.
-Alexis estaba algo triste por lo de Margarita y me pareció una buena idea conseguirle esas entradas.- el rostro de Gina denotaba tristeza. Realmente iba a extrañar a esa chica. Siempre fue una empleada muy fiel y confiaba mucho en ella.
-Gracias. Siempre te portaste genial con mi hija y te estaré agradecido eternamente por eso.- el escritor se sintió mal por desconfiar de las intenciones de su ex.
Tómate una copa conmigo, Rick. Así me pones al tanto de la investigación de Margarita- sirvió dos vasos de Whisky
-Tenía pensado darme una ducha… pero supongo que puede esperar. Después de todo tienes derecho a estar al tanto del progreso. Así sabrás cuando puedes volver a tu hogar…- el escritor agarró el vaso que su ex le ofrecía y se dirigió al sofá con una sonrisa.
-¿Tan malo es tenerme aquí?- dijo Gina sentándose también.
-Malo no. Incomodo.-sonrió de nuevo. –De todos modos, no importa. Sabes que puedes quedarte todo lo que sea necesario-
-Lo sé. Gracias de verdad.-
-No es nada.- bebió un largo trago.
-Bueno… Cuéntame. ¿Qué saben hasta ahora?- Él comenzó a contarle a grandes rasgos la información con la que contaba. Omitió, por supuesto, la parte de que Margarita, aparentemente, se había hecho pasar por ella. Consideró que al tener poca información al respecto, era innecesario mencionarlo aun. Especialmente, si no quería asustarla más de lo que ya estaba.
-…Y eso es lo que tenemos hasta ahora. No es mucho, pero mañana sumaremos algunas cosas más. Seguramente vas a tener que reconocer algunos objetos que te pertenecen y lamentablemente tendrás que revisar si te han robado algo en tu casa-
-¿Irás conmigo, Rick?-
Sí, por supuesto. Iremos cuando nos permitan entrar.- se levantó y fue en dirección a su cuarto.
-Gracias ¿No quieres otro?- preguntó Gina agitando suavemente su vaso vacío.
-No, gracias. Prefiero ir a bañarme. Después pediremos algo para cenar ¿quieres? Puedes ir pensando qué.
-De acuerdo. Elegiré yo. Una de las ventajas de haber estado casados es que conozco todos tus gustos…- dijo ella con una gran sonrisa.
-No todos…-contestó desapareciendo hacía su habitación.



Beckett intentó llegar a su casa lo más rápido que el tránsito de New York se lo permitió. Antes de salir del precinto estaba ansiosa por llegar y ponerse de lleno a revisar las carpetas que le dio Evelyn, pero después de cruzarse con Castle en el ascensor sentía que iba a tenerlo muy presente a lo largo de la noche con todo lo que le había dicho y su mente estaría dispersa saltando de un lado al otro. ¡Cuanto lo extrañaba! Le hubiese encantado que él la ayudase otra vez con esto, pero el escritor estaba convencido de que no se detendrían hasta verla muerta. Así que la ayuda de Rick no estaría disponible por ahora.
Llegó hasta la puerta de su apartamento para sorprenderse con su amiga Lanie que estaba parada esperándola.
-Como no tenias pensado llamarme me tomé el atrevimiento de pasar por aquí- dijo su amiga fingiendo algo de enfado.
-¡Lo siento, Lanie! Tuve un día fatal…en verdad estoy muy cansada… Pensaba dejarlo para mañana… si no te molesta-
-¡A no, Señorita! ¡No te vas a librar tan fácil de mí! Yo también tuve un día largo, pero eso no me va a impedir que averigüe qué diablos está pasando con mi mejor amiga. Escucha, Kate. Sé que el otro día te dije que te tomaras el tiempo que creyeras necesario para contarme lo que te estaba pasando, pero hoy has estado más rara que de costumbre y me encantaría que confíes en mi para contarme lo que te está pasando. ¡De verdad que estoy preocupada por ti, amiga!- Beckett se la quedó mirando un momento, pensativa. Lanie era su mejor amiga y en verdad se había cerrado tanto éste último tiempo que no le contó a nadie más que a su terapeuta por lo que estaba pasando, ni siquiera a ella, y probablemente le haría bien desahogarse con alguien cercano y soltar toda la angustia que tenía acumulada, especialmente en estos últimos días.
-Tienes razón, amiga. Muchas cosas pasaron desde el disparo. Éste último tiempo me encerré en mi misma hasta asfixiarme sin permitir que nadie se acerque. Ven, tomemos unas copas de vino y te contaré todo desde el principio.- La detective abrió la puerta y ambas entraron.
Kate agarró una botella de vino tinto que tenía en la alacena. La descorchó, sirvió dos copas y le pasó una a Lanie. Se sentaron en el living y la Dra. Parish dijo:
-Bueno… ¡Soy todo oídos!- la detective tomó aire y comenzó su extenso relato. Le contó absolutamente todo: desde que Castle le había dicho “Te Amo” cuando estaba tirada con una bala en el pecho, pasando por la fiesta de disfraces, como logró reconocerlo, la discusión que tuvieron en el medio de la pista, la de antes de irse, la de su casa y por supuesto la maravillosa reconciliación que tuvieron a la madrugada.
-¡No lo puedo creer, chica! Increíble que te hayas guardado esto todo este tiempo... lo del “Te amo”…digo. Y la reconciliación después del baile… ¡Digna de una película romántica! ¡¿Pueden acaso ser más lindos?!…Pero… no entiendo ¡¿Por qué están peleados ahora después de tan magnífica noche? ¿Qué puede haber salido tan mal?- preguntó la Dra. aun sin entender nada.
-Es que ahí no termina…- dijo desanimada. –Déjame que continúe…- Llenó nuevamente las copas vacías y prosiguió con la parte más triste. La parte en la que sentía traicionada por la persona en la que más había confiado en éste último tiempo. Lanie la dejo hablar sin interrumpirla. Escuchó cada detalle y simplemente la tomó de las manos para acariciarla cuando vio asomar unas lágrimas de sus bellos ojos.
- Kate, a riesgo de que te enojes conmigo también, voy a decirte lo que pienso como siempre lo he hecho. No puedo entender cómo pudiste enfadarte con Castle cuando él lo único que intentaba era mantenerte a salvo. No sé qué pretendes. ¡¿De veras quieres terminar muerta?! Te diré algo que tal vez no sepas: si Castle no se hubiese tirado encima de ti el día del funeral de Montgomery, la bala te hubiese pegado de lleno en el corazón y hoy, probablemente, no estarías preguntándote que hacer. Él pudo resultar herido también… ¿Hasta dónde piensas llegar? Esto se te fue de las manos hace tiempo, amiga. Lo único que conseguirás en tu búsqueda de justicia es seguir lastimando a la gente que te quiere y se preocupa por ti.- dijo la Dra. Parish demostrando su enojo.
-¡¿No lo entiendes, Lanie?! ¡Él me mintió durante todo este tiempo! ¡Tenía información importante que pudo haberme llevado a descubrir quién está detrás de todo esto y sin embargo me lo ocultó! Me traicionó…-
-¡Te mantuvo con vida! Lanie levantó la voz. ¡Estoy segura que si hubieses seguido con la investigación en ese momento hoy no estaría hablando aquí contigo, seguramente estaría junto a una lápida con un hermoso ramo de flores contándole al pedazo de piedra como va mi vida! ¿Cómo no puedes entender lo mucho que Castle te ama? ¿¡Te piensas que al ocultarte esto todo este tiempo él no se estaba arriesgando a perderte para siempre?! Así todo hizo un trato con la voz misteriosa para poder cuidarte, cuando vio la posibilidad de que podían estar juntos al fin no dudó y te dijo todo de inmediato. Yo no lo veo como una traición… Lo veo como el acto de amor más grande y desinteresado que vi en mi vida.-
-No lo sé, Lanie. ¡Estoy muy confundida!- Kate agachó la cabeza unos segundos, luego prosiguió: - Hoy, Rick me habló en el ascensor. Me dijo que no se daría por vencido conmigo aun, que él lograría hacerme cambiar de parecer con respecto a esto, hacerme entender que él se puede convertir en razón por la cual seguir viviendo y que lograría hacerme feliz a pesar de todo… me hizo temblar tenerlo tan cerca, amiga.- Kate se mordió el labio inferior mirando a la Dra. Parish.
-¡¿Y que estas esperando para llamarlo y correr a sus brazos?! ¡Te juro que si supiese usar un arma te llevaría a punta de pistola hasta su casa!-
-¿Y entonces? ¿Qué? ¿Nos sentamos Castle, Gina y yo a tomar un café en el living?-
-Sabes perfectamente que al lado tuyo, Gina no tiene nada que hacer. Y no desvíes el tema ¿quieres? El punto aquí es que te estás perdiendo una oportunidad enorme de ser feliz ¡¿Tienes idea de lo que eso significa?! La mayoría de la gente ni siquiera tiene la chance de intentarlo y tú la estás tirando a la basura! Castle es un tipo maravilloso y estoy segura de que te ama como ningún hombre lo ha hecho ¡No me cabe la menor duda de que puede cambiarte la vida!-
-Y casi le permito hacerlo… ¿Sabes, Lanie? Estuve yendo a terapia… me sirvió bastante, o al menos eso pensé. Creí que tenía todo casi resuelto, pero cuando él me confesó lo del acuerdo… volví para atrás…- Kate guardo silencio por un segundo. -Toda mi vida adulta giró alrededor de ese crimen, me hice policía por ese crimen y tengo terror de que si abandono esto una parte de mi personalidad me abandone a mí dejando un vacio que rápidamente llenaré con culpa… nunca volveré a ser la misma.-
-Sé que todo esto es muy duro y sinceramente no puedo ponerme en tu lugar ya que nunca tuve que pasar por una experiencia tan traumática, pero por favor enfría tu cabeza un momento, ponla a un lado y escucha una vez a tu corazón.-
-¿Crees que no lo intento? Estoy partida, Lanie. Una mitad me dice que corra a los brazos de Castle, que me olvide del asesinato de mi madre ya que lo único que conseguiré es acabar muerta. La otra mitad me dice que continúe, que yo soy la única que puedo lograr que Johanna Beckett finalmente descanse en paz aunque mi vida se vaya intentándolo-
-No sé que mas decirte, Kate… quizás debas seguir con terapia hasta terminar de superar esto o rezar para que la voluntad de Castle sea lo suficientemente fuerte como para luchar contra la mitad que te incita a seguir y su amor lo suficientemente grande como para llenar ese vacío que crees que tendrás cuando renuncies… En ninguno de los dos casos creo poder ayudarte, amiga. Lamentablemente es una decisión que debes tomar tu sola. Lo único que puedo decirte es que no quiero verte otra vez en una camilla camino al quirófano y mucho menos quiero asistir a tu funeral-
- Sí. Lo sé.- bebió de su copa, pensativa y agregó: -Ya te he contado todo de mí. Ahora te toca a ti contarme que pasa con Javi. ¿Pedimos algo para comer?
- ¡Me encantaría ponerte al día, chica! Pero Javi me espera a cenar- dijo la Dra. – ¡Te prometo que pronto te contaré todo!
-¡Excelente, Lanie! ¡Me encanta que estén juntos! ¡Me alegro mucho, de verdad!- ambas se abrazaron.
-¡Gracias, linda! Sólo espero que tú te animes también a dejarte querer por “ya sabes quién”. Ahora debo irme, amiga. Ya sabes. Cualquier cosa que necesites puedes llamarme a cualquier hora ¿Si?- Kate asintió con la cabeza. Una leve sonrisa asomó en sus labios.
Se despidieron en la puerta del apartamento. La detective se quedó parada en la mitad de la sala, pensando en todo lo que le había dicho Lanie. Ciertamente la charla con su amiga, inclinó la balanza en favor del escritor y ahora no podía dejar de pensar en él. ¿Cabeza o Corazón? ¿A quién debía escuchar? ¿Quién gritaba más fuerte?



Gina pensó durante un tiempo que pedir para cenar. Finalmente se decidió por Sushi. Tomó el teléfono y mientras ordenaba caminaba de un lado al otro del living. Escuchó el móvil de Rick sonar dos veces en su habitación, luego se cortó. No pudo controlar su curiosidad y fue a buscar el teléfono. Cuando llegó a agarrarlo comenzó a sonar de nuevo. Todavía se escuchaba correr el agua en el baño. Sin dudarlo un segundo atendió la llamada.
-¡Buenas noches detective Beckett! ¡Qué raro un llamado a estas horas! ¡¿Pasó algo?!- inquirió la Srta. Cowell con falsa preocupación.
-¡¿Gina?!- esto sí que no se lo esperaba…- Hola. Disculpa, no me di cuenta de la hora. Quédate tranquila que no es nada grave…- Kate estaba confundida ¿Por qué él permitía que ella atendiera?…
- Rick está tomando una ducha, se sentía…acalorado…- la ex de Castle soltó una risilla infantil. -¿Le digo que te llame en cuanto termine?
-No. Está bien. Puede esperar tranquilamente hasta mañana. Gracias Gina y buenas noches.- dijo secamente Kate.
-Como tú prefieras. ¡Buenas noches, Beckett!- Cortó. Una enorme sonrisa se le dibujó en el rostro mientras borraba la llamada de Kate. Dejó el teléfono y salió de la habitación rápidamente. Si Rick llegaba a encontrarla ahí o peor aún, si Rick se llegaba a enterar que atendió su teléfono, ¡la mata sin pensarlo! Pero no le importaba demasiado, había conseguido algo muy importante esa noche: crearle la duda a Beckett de que ella y su ex tienen algo todavía. Estaba convencida que podía tener aunque sea una aventura con Castle nuevamente. Siempre la pasaba muy bien con él, pero si no alejaba a la bella detective de al lado de él no tendría chance alguna.
Castle no tardó mucho más en salir del baño. Se puso un pantalón de gimnasia, una remera grande, pantuflas y salió rumbo al living donde se encontraba su ex.
-¿Ya ordenaste algo para comer?- preguntó mientras buscaba una soda en la nevera.
-Sí. Sushi. Debe estar por llegar de un momento a otro… ¡Pero, que elegante te has vestido para la cena!- El timbre sonó al momento que Gina terminó de hablar.
-¡Perfecto! Muero de hambre… ¡Perdona! No sabía que para comer Sushi tenía que vestirme de etiqueta…- Recibió el pedido dándole una generosa propina al repartidor y volvió con los paquetes a sentarse en el sofá.
-No era necesario el sarcasmo, hubiese bastado con que me dijeras que preferías estar cómodo. Pensé que no te molestaría tenerme aquí por unos días, pero a parecer estoy equivocada. No quería ir a un hotel, pero pensándolo bien no parece una mala opción- dijo ella agachando un poco la cabeza abriendo los paquetes de comida. Parecía apenada. Castle se sintió mal por el comentario.
-Sí, lo siento… era una broma, pero no era necesario… Gina, ya te lo dije hace un rato. Puedes quedarte el tiempo que sea. No me molesta, pero tienes que entender que estoy desacostumbrado a tenerte aquí- contestó algo afligido. – ¡Me llevará un poco acostumbrarme, es todo!…¿te traigo una soda?- preguntó antes de dar el primer bocado a su rollo.
-No te hagas problema y empieza a comer. Yo voy… Dime… ¿cambiaste el perfume?-
-Sí. Uso éste hace bastante…- lo había empezado a usar seguido cuando Kate se lo elogió una vez.
Charlaron bastante mientras comían, mayormente de trabajo… El escritor estaba algo atrasado con su último libro y ella lo sabía, entonces tuvo que soportar alguna que otra reprimenda. De todos modos trataron de mantenerse tranquilos y no discutir.
Estaban juntando los paquetes de la comida cuando Castle escucho sonar su móvil desde la pieza y fue a atenderlo. Gina sólo deseó que no fuera Beckett…
-Hola.
-¿Sr Castle?- dijo una voz masculina juvenil algo asustada.
- Sí. Él habla- ¿Quién pregunta?- contestó frunciendo el ceño extrañado.
- Mi nombre es Félix Valdéz, Sr Castle ¿se acuerda de mi?-
- ¡Por supuesto que me acuerdo de ti, Félix! Eres el hermano de Margarita… Siento mucho lo de tu hermana… - el escritor guardó silencio un segundo.
-¡Es una terrible tragedia! ¡Necesito hablar con usted, Sr! ¡Por favor! No puedo ir a la policía…supe que nos están buscando a Roberto y a mí. Me dijo mamá y también compañeros de la fábrica. Nos van a deportar…- dijo verdaderamente asustado.
-Félix, la policía lo único que quiere es hacerles un par de preguntas sobre tu hermana. Créeme que no tienen por qué tener miedo. No los van a entregar a migraciones, puedes confiar en mí.- el escritor trató de tranquilizarlo.
-¡Por favor, Sr Castle! ¡Tiene que encontrarse conmigo! ¡Tengo que hablar con usted!
-Está bien, Félix. Cálmate. Dime donde te encuentras.- contestó
-Estoy en el motel Santa Rita. Queda como a tres kilómetros de mi casa ¿Lo conoce?
-Sí. Lo conozco. En un rato estaré por ahí.
- Lo veré en el estacionamiento trasero ¡Por favor, Sr. Castle! ¡No quiero a la policía cerca!-
-Quédate tranquilo, Félix. – Castle mintió. Debía informar a alguno de sus amigos polis de lo contrario tendría problemas. Se vistió rápidamente con un pantalón de jean, camisa blanca y un suéter negro. Con eso estaría bien, no parecía estar muy fresco afuera. Salió de su habitación, se despidió de Gina sin darle demasiadas explicaciones y salió de su loft haciendo una llamada telefónica.



Beckett dio infinidad de vueltas antes de tomar el teléfono y llamar al escritor. Finalmente se armó de valor y marcó. Lo dejó sonar dos veces y cortó. -¿Qué diablos vas a decirle? ¿Eh? ¿Qué lo extrañas? ¿Qué quieres verlo?- pensó en voz alta. -¡Por qué soy tan cobarde con él! ¡Vamos! ¡Llámalo!- Volvió a llamar y ésta vez esperó a ser atendida. Lamentablemente la voz del otro lado no era la que esperaba.
Después de cortar con Gina, se reprochó mil veces el haberlo llamado. ¡Maldita la hora que volví a llamar!- se decía en voz alta. No sabía si creerle al escritor cuando le dijo que con su ex no pasaba nada -¡¿Qué entiende por nada?!- pensó furiosa. -¡¿Le permite atender su teléfono mientras se da una ducha por que está “acalorado”?!- los celos la estaban matando, sin embargo tuvo un lapso de lucidez y pensó: -¡No puedo creer que él se comporte así! Tiene que haber una explicación…- después de la fantástica noche que había pasado con él y el episodio en el ascensor, al menos se merecía el beneficio de la duda. De todos modos no lo sabría hoy así que decidió tratar de no pensar más en él por ésta noche.
Recordó que no había comido nada más que sándwich al mediodía. No tenía mucha hambre, pero algo debía ingerir si no quería desaparecer. Se fijó en freezer con la esperanza de tener algo que meter en el microondas. Encontró una bandeja con lo que parecía ser fideos con salsa. Realmente no recordaba desde hacía cuanto tiempo estaban ahí, lo cierto es que en 10 minutos su cena estaría lista.
Se sentó en la cocina a comer el plato recalentado con una copa mas de vino. Después de cenar se pondría a revisar la portátil de Montgomery a ver si encontraba algo. Había decidido no hacerlo esa noche, pero lamentablemente nada salió como ella esperaba. Al terminar lavó las cosas que había utilizado, se sirvió una taza de café y se sentó en el sofá con la Laptop. Su móvil sonó. Lo miró antes de atender y para su enorme sorpresa era Castle. -¡¿Gina le dijo que lo llamé?!- pensó en voz alta. -¡¿Qué se supone que voy a decirle?! ¡No! ¡No voy a atenderlo!- Kate moría de ganas de escuchar su voz, pero no se le ocurría nada para decirle si él le preguntaba el motivo de su llamado. -¡¿Y por qué simplemente, no le dices la verdad?!- se reprochó. Sabía la respuesta: porque en el momento que decidió llamarlo se había dejado llevar por un impulso de su corazón, pero realmente no sabía bien que debía decirle. Lo único que sabía es que tenía unas ganas increíbles de verlo y de decirle cuanto lo necesitaba cerca. ¿Se animaría a decirle eso? Probablemente no… su estúpido orgullo…-¡Compórtate como una mujer adulta y atiende el teléfono! ¡Después de todo, tú lo llamaste en primer lugar y deberás asumir las consecuencias!- Kate se retaba a sí misma como si fuese una madre reprendiendo a su hija adolecente. Finalmente atendió.
-Hola Castle…-
-¡Beckett! ¡Pensé que no ibas a atenderme! Escucha. Félix, el hermano menor de Margarita me llamó hace un rato. Quiere verme; solo, por supuesto. Cumplo en avisarte ya que eres la jefa…- dijo el escritor esperando que ella no le permitiera ir sin compañía.
- De ninguna manera vas a ir solo, Castle. No sabes con lo que puedes encontrarte. Te asignaré a alguien- terminó de decir esto y recordó que Javi estaría con su amiga. No quería estropear la noche a Ryan tampoco, así que no le quedaban muchas opciones…
-Tengo que ir solo, Beckett. ¡De otra forma no conseguiré que me cuente nada!... O puedes venir conmigo y esperar en el auto…- soltó como al pasar.
-De acuerdo. Iré contigo, pero no voy a esperar en el auto. ¿Pasas por mi?-
-Sí. En unos minutos estoy ahí. Puedes esperarme en la puerta.- Cortó y arrancó el auto. Al escritor se le dibujó una enorme sonrisa al pensar que en unos instantes estaría sentada a su lado.
Castle llegó de inmediato y se detuvo frente a la bella detective que lo esperaba al borde de la acera. Ella subió al auto e intentó ponerse el cinturón de seguridad. Parecía atascado. El escritor, que no había dejado de observarla desde que frenó el auto, sonrió seductoramente y le dijo:
-Permíteme- se inclinó sobre ella para agarrar el cinturón. Kate cerró los ojos e inspiró profundo hasta inundar su olfato. Amaba su perfume… –Ésta Ferrari suele ser… un poco celosa…- el escritor aseguró a su musa con el cinto, le guiñó un ojo y aceleró saliendo al instante para encontrarse con Félix. Durante el viaje, Rick puso al tanto de la pequeña conversación que había tenido con el muchacho. Llegaron al motel y fueron directamente al estacionamiento que tenía en la parte de atrás.
-¡Por aquí Sr. Castle!- dijo un joven flaquito que se descubría saliendo de entre las sombras de dos contenedores de basura. Se fue aproximando lentamente hasta que vio a Beckett pararse junto al escritor. Se frenó automáticamente mirando a Castle.
-¡Le pedí que venga solo! ¡¿Por qué vino con ella?!- la indignación del muchacho era evidente.
-¡Tranquilízate, Félix! ¡Ella es…- el joven lo interrumpió gritando:
-¡Ella es policía! ¡Toda la ciudad de New York lo sabe! ¡Yo confié en usted, Sr. Castle!- Félix se agarraba la cabeza en señal de desesperación.
-¡Sí! ¡Ella es policía y todos saben eso! ¡Lo que ésta ciudad no sabe es que, además de ser una de las mejores detectives de homicidios de New York, es mi mujer!- Kate se paralizó un momento por la encantadora afirmación… Rick acercó su mano y entrelazó dulcemente sus dedos con los de ella mirándola de reojo. -¡Además, es una de las personas en la que más confío!- … y no pudo más que sentirse halagada por las palabras de él.
-Escucha, Félix.- dijo Beckett volviendo a la realidad, soltando a Rick y acercándose al joven.- Te doy mi palabra de que nadie va a deportarte. Lo único que queremos es saber que le pasó a tu hermana.-
-¿Lo… promete, señorita? ¡No puedo dejar sola a mi madre aquí…!-
-¡Absolutamente! Ahora debes decirnos todo lo que sabes.
Félix le contó todo lo que sabía de su hermana. Margarita lo estaba ayudando a tramitar sus papeles, así que la veía bastante seguido al igual que Roberto. Los ayudaba a estudiar por las tardes. La joven era una persona bondadosa que carecía de enemigos que quisieran lastimarla, no obstante, Félix estaba convencido de que algo raro le estaba pasando, ya que no se encontraba como siempre éstos últimos meses. Su hermano la describió como si “su luz interior se estuviese extinguiendo”. Castle le preguntó por qué no se habían presentado a trabajar la noche del asesinato a lo que Félix respondió que Roberto lo convenció de esconderse al no poder comunicarse con ella. Su hermano mayor había pasado por lo de Gina y no le había respondido el timbre.
- Sabíamos que algo no andaba bien, Señor Castle. Suspendió la clase temprano. La escuché nerviosa. Le pregunté qué pasaba y me contestó que todo estaba bien, simplemente estaba algo apurada porque su patrona volvía antes. A la noche quise comunicarme con ella y ¡nunca más me atendió el teléfono! ¡Roberto… pensó que lo mejor sería guardarnos hasta saber que estaba pasando! Siendo ilegales tenemos muchas posibilidades de resultar sospechosos… ¡Por eso quería hablar con usted, Señor! ¡Nosotros no le hemos hecho nada!- Félix no podía contener las lagrimas.
-¿Dónde está Roberto? Nos gustaría hablar con él también.- dijo Kate.
-No creo que sea posible… Verá detective, mi hermano mayor es bastante reacio con la gente que no conoce… especialmente si son policías… Él ahora está escondido, pero me dijo que se comunicaría conmigo todos los días. Entienda… tuvo una vida difícil. - contestó agachando un poco la cabeza.
-Lo entiendo. Pero si queremos saber lo que ocurrió con tu hermana necesitaremos la mayor cantidad de ayuda posible. Puedes decirle a Roberto que también tiene mi palabra de que no voy a entregarlo a migraciones.
-Se lo diré y trataré de convencerlo, también ¡Muchas gracias por lo que está haciendo!-
- No hay por qué. Sólo cumplo con mi deber, Félix. Lo único que te pido es que no desaparezcas, quédate aquí en el hotel o vuelve a tu casa. Puede que tenga que hacerte alguna otra pregunta.- Beckett miró a Castle para irse.
-Me quedaré aquí unos días. El Señor Castle debe tener el teléfono de aquí registrado de cuando lo llamé. Mi habitación es la número 11. ¡Adiós!
-Adiós, Félix. Llámame por cualquier cosa que necesiten, tú o tu familia.- el escritor le extendió la mano. El joven muchacho la recibió gustoso diciéndole:
-¡Gracias Señor Castle! ¡No sé qué haría sin su ayuda con todo esto!- el muchacho iba retrocediendo en la sombras hasta desaparecer.
Rick recibió un mensaje de texto. Lo leyó mientras caminaba en dirección al auto. Contestó brevemente y se subió a su Ferrari. Beckett intentó otra vez ponerse el cinturón, sin conseguirlo, por supuesto. Volvió a tirar de la correa, esta vez con más fuerza. Castle la miraba divertido. Tomó su mano con mucho cuidado. Kate se estremeció al simple contacto de su piel. Giró la cabeza para mirarlo un segundo y volvió a mirar el cinturón. El escritor, inclinado, acercó aun más su rostro al de ella diciéndole: -Debes hacerlo así…- comenzó a bajar su mano agarrada a la suya, alejándose despacio, sin dejar de mirarla y prosiguió: -… muy suavemente ¿Ves?- trabó el cinturón y soltó la mano de la detective para arrancar el auto con una enorme sonrisa. Ella también sonrió.
-¡Gracias por la clase!-
-¡No es nada, detective!
-Dime una cosa… ¡¿Qué es eso que le dijiste a Félix?!
-¿Sobre qué?- preguntó Rick
- Sobre que soy tu mujer.- Beckett se lo quedó mirando esperando su respuesta.
-¡Pensé que me preguntarías por lo de ser una de las mejores detectives de homicidios de New York!- contestó mirándola con una media sonrisa.
-¡No! ¡Eso no es necesario, sé que es verdad!- guiño un ojo al escritor, quien alternaba entre mirar la calle y mirarla a ella.
-¡Lo otro también podría ser verdad… si tú quisieras!- Rick quedó suspendido en sus bellos ojos verdes.
-¡Castle! ¡Mira hacia adelante o tendremos un accidente!- lo reprendió
-¡Lo siento!- miró automáticamente al frente. Permanecieron callados durante un momento. Ninguno de los dos parecía saber cómo continuar.
-¿Creíste todo lo que nos contó Félix?- preguntó la detective rompiendo el incomodo silencio.
-Mmm… ahora que lo preguntas… No. No le creí la parte de Roberto...-
-Yo tampoco. No creo que su hermano le haya dicho toda la verdad a Félix… O bien, hay algo que no nos está contando. Sospecho que Roberto, al ser el mayor puede manipularlo fácilmente… ¿Tú lo conoces?-
- Lo vi una sola vez en lo de Gina. Pasó a visitar a Margarita. Me pareció un tipo muy retraído… totalmente diferente a sus hermanos. Pero la verdad es que nunca más lo volví a ver, así que no tengo una opinión formada respecto a él- dijo Castle casi llegando al departamento de Beckett. Detuvo el auto y al fin pudo volver a mirarla sin tener que preocuparse por conducir.
-Supongo que todavía no tenemos nada… tendremos que seguir investigando- Kate se desabrochó el cinturón y dudó un segundo en invitarlo a pasar. –¿Quieres subir a tomar un trago? Podríamos conjeturar un poco sobre el caso…- trató de disimular, pero lo único que tenía en mente era besarlo largamente antes de encerrarse con él en su habitación hasta la mañana siguiente.
-¡Lo siento, Kate! Alexis me mandó un texto avisándome que ya volvió a casa. Está ansiosa por contarme como estuvo el musical de Andrew Lloyd Webber. Se reestrenaba hoy y Gina le consiguió las entradas a ella y a mi madre. Le vino bien para levantar el ánimo por lo de Margarita. ¡Ya le avise que estaba yendo para allá, de otra forma nada me hubiese impedido que suba!- trató de darle mil explicaciones, pero hasta a él le sonaban a excusas. Richard no podía creer lo que le estaba pasando… pensó por un momento en llamar a su hija y decirle que la vería mañana, pero ella no se lo perdonaría. Y lo peor de todo es que él entendía la oportunidad que se estaba perdiendo.
-¡No te hagas problema, Castle! ¡Ve con tu familia! Mañana tendremos todo el día para hablar del caso. Además, seguramente tendremos algunas novedades para agregar a la investigación.- Katherine trató de no mostrarse desilusionada por la negativa. Pero en verdad la desilusión venía por otro lado: la única imagen que se le cruzaba por la cabeza era a Rick “acalorado” y a Gina, solos en el Loft, mientras Martha y Alexis se divertían en el teatro. -¡Malditos celos!- pensó mientras desabrochaba el cinturón de seguridad y abría la puerta. El escritor la agarró de la muñeca impidiendo que baje. –¡Kate, espera!- le dijo. Con la mano que le quedaba libre la tomó suavemente de la nuca acercándola a su rostro. Ella no opuso resistencia. No podía hacerlo. Se dejó besar dulcemente por él completamente entregada a sus encantos. De repente, se separó del escritor abruptamente. El beso estaba pasando de dulce a totalmente apasionado y si no se detenía en ese momento terminaría arriba de él teniendo sexo en una Ferrari roja en la puerta de su casa sin que nada le importe.
-¡Lo siento! Yo… quise hacer esto desde que te vi hoy a la mañana… ¡Sentí que si no te besaba iba a explotar!- Castle la soltó para que pudiera bajar.
-No fue tan malo después de todo…- Beckett sonrió bajándose del auto. –¡Hasta mañana, Castle!- le dijo girando en dirección a su casa.
-¡Hasta mañana!- dijo él con una enorme sonrisa y la siguió con la vista hasta que desapareció por la puerta.
El escritor se sentía feliz. Había logrado ganar una batalla muy importante y se dio cuenta de ello cuando ella se dejó besar. Estaba logrando su objetivo, pero debía ser muy cuidadoso, no podía permitirse dar ni un paso en falso o la perdería para siempre.

Continuará…


Espero que les haya gustado y no les parezca demasiado largo. Gracias por tomarse el tiempo de leer y espero, como siempre sus comentarios, críticas y sugerencias! Saludos y hasta la próxima!!!!

Largo???? Por mi cien hojas mas quierooooooo
Hay que matar a viña y lanie es tan inteligente!!! La adoro, es la mejor amiga!!!!!
Kate ya casi esta comprendiendo sus sentimientos y aceptándolos, es un gran paso.
Sigueeeee por favorrr

Otro capitulo Extraordinario cada vez que escribes mas me enamora tu fic

Qué capítulo más lindo!! Me ha encantado el final, se ve que Beckett está cediendo
Lo único que espero es que Gina no lo estropee todo!!!
Sigueeeee

q capi tan continua!!!

yo tambien quiero 100 hojas,
como me gusta yo tambien quiero darle un buen besazo a este rick, que seductor

y la tal Gina grr grr grr

sigueeee

Me gustaaaaaa

Sigue pronto!!

¡Que bueno! Por fin Beckett se esta ablandando, pero seguro que la put... de Gina lo va a estropear....
CONTINUALO PRONTO

Me he puesto al día con tu relato, confieso que sólo había leído unos cuantos capitulos, he tenido que volver a empezar

Original, bien escrito...

Muy bien... ánimo.

Cada capítulo es mejor aun que el anterior, y yo que pensaba que Beckett se moriría de los celos con Gina y no aceptaría a Castle tan fácil, y al final resulta que no puede resistirse a sus encantos. Espero que lo que trama Gina no llegue a buen puerto y no se interponga demasiado entre Castle y Beckett ahora que parece que su relación vuelve a estar bien.
Tus capítulos no son demasiado largos, me gustan tanto que acaban haciéndose cortos para mi jaja
Continualo pronto!

wowwww.... ayer comencé a leer este fic y no pude parar... ahora lo termineeee queria leer mas, espero el próximo capitulo prontoo... esta buenisimo... ojala Gina no se meta mucho en la relación... y que ya Kate lo perdone de una buena vez... que estes bien... bye.

JAJAJAJA
Continua pronto es muy divertido, y me encanta la idea de la reconquista

Gracias a tod@s por leer y comentar!!! Me encanta que les guste como va. Igual, ya se habrán dado cuenta, me encantan los conflictos así que… Jajaja
En breve estaré subiendo el próximo capi. Gracias otra vez y saludos!!!!!!