Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Dios, despues de una magnifica noche y una esplendida mañana, les pasa esto pobrecillos. Solo puedo decir que todo esto se arregle pronto y que salga bien para nuestra parejita, tal y como sucedio en la serie. Gracias.
Continua pronto.
Continua pronto.
Invitado- Invitado
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
vale espera... que voy coger oxigeno...
en serio como lo dejas asi........
venga continua pronto lo estas haciendo brillanteeeeeeeeeeeeeee
en serio como lo dejas asi........
venga continua pronto lo estas haciendo brillanteeeeeeeeeeeeeee
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Esto cada vez se pone mejor. No te tardes mucho con el siguiente.
Cata Castillo- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
sigue!!!! no lo desjes asi
Fanny_123- Autor de best-seller
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Localización : Chile!!! c:
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
ES GENIAL COMO SIEMPRE !!!!
HAS CLABADO MOMENETO ALWAYS !!! ME ENCANTA DE VERDAAAAAAAAAAAAD
HAS CLABADO MOMENETO ALWAYS !!! ME ENCANTA DE VERDAAAAAAAAAAAAD
Sandra;)- Ayudante de policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Chica..NO NOS PUEDES DEJAR CON ESTA ANGUSTIA!
Me gusta mucho tu fic!
Me gusta mucho tu fic!
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Acabo de darme cuenta de que no te he comentado en los dos últimos capítulos -.-
Esta historia es genial, está bien escrita, es original, romántica, me encanta, en definitiva, perfecta!
Esta historia es genial, está bien escrita, es original, romántica, me encanta, en definitiva, perfecta!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
¡Gracias por leer y comentar!!!! Me encantan los mensajes que dejan!
PD:
¿Me estaran queriendo decir muy sutilmente que me quedé sin ideas? Jajajaja Tienen razón!!!!
Hablando en serio! me gusta mucho que comenten! Ya estoy a escribiendo el capi VI y espero terminarlo pronto. Saludos!!!!!
PD:
castle&beckett..cris escribió:madre miaaaaa recreaste el capi 4x23!!!!! siguee
cris_beckett escribió:Qué capítulo!!! La primera parte ha sido súper romántica! Ese despertar...
Y al final me has llevado directamente al capítulo final de la 4a temporada!
Espero ya la continuación y a ver si arreglan las cosas
¿Me estaran queriendo decir muy sutilmente que me quedé sin ideas? Jajajaja Tienen razón!!!!
Hablando en serio! me gusta mucho que comenten! Ya estoy a escribiendo el capi VI y espero terminarlo pronto. Saludos!!!!!
Solexite- Policia de homicidios
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Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
ME ENCATOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!.....NO PODIA COMENTAR ANTES PORQUE ESTUVE LABURANDO Y NO ME PODIA CONECTAR
ES EXCELENTE!!!!
ESPERO EL PROXIMO...
ES EXCELENTE!!!!
ESPERO EL PROXIMO...
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Es tan romantico Ademas que la adaptacion que has hecho de Always en tu historia.. sublime Lo has hecho muy bien, continua!
Shura-chan- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 07/09/2012
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Localización : Por ahí.
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Hola! Les dejo el nuevo capítulo recién terminado.
Capítulo VI
Richard salió del departamento con un profundo dolor en el alma. Su corazón con cada latido le inyectaba medio litro de miedo. Por más empeño que pusiese en explicarle el peligro en el que se encontraba, a Beckett parecía no importarle. No le importaba morir y aparentemente tampoco le importaba que alguien más saliera perjudicado. Estaba completamente enceguecida por el dolor, sedienta, ya no de justicia sino de venganza. Sentía que él ya no lograría contenerla de ninguna forma. Ya no podía protegerla. Había fracasado y ciertamente no tardarían demasiado en llegar a ella en cuanto empiece a investigar otra vez. ¿Cuánto tardarían en encontrarla? ¿Cuánto tiempo faltaba antes de recibir la llamada en la que le decían que le habían pegado un tiro en la cabeza? -¡Dios! ¿Por qué es tan necia? ¿Por qué?- pensó en voz alta. Manejó como un loco por la ciudad dando vueltas sin dirigirse a ningún lado, inmerso en sus pensamientos, consumido por la tristeza. Tristeza por no poder cuidarla, por no poder estar a su lado en éste momento tan duro. Y además, culpa. Inmensa culpa, porque en definitiva, y a pesar de sus advertencias, él había consultado a un forense entrometiendo las narices en el pasado de Beckett cuando ella lo tenía muy enterrado dentro suyo. Él y su estúpida investigación lograron que su antiguo dolor la quemara nuevamente. -¡¿Cómo pude ser tan idiota?! ¡Tan egoísta! ¡¿Qué pretendía con eso?! ¡¿Quedar como el héroe que resolviera el caso de su madre para que ella me viera con admiración?! ¡Estúpido ególatra! ¿En que demonios estaba pensando?- se decía a si mismo dándole golpes al volante entre pregunta y pregunta. No tenía respuestas. Ahora ya era tarde y ella ni siquiera quería verle la cara. Decidió volver a su casa a tomarse un par de tragos para ver si lo ayudaba a conciliar el sueño. Hoy, con poder dormir se conformaba. Sabía que los días por venir iban a ser difíciles. Sabía que sacarla completamente fuera de su vida le llevaría tiempo y seguramente, más que un par de botellas para intentar olvidarla. Entró a su loft sabiendo que Alexis no se encontraba, pero nada sabía de su madre.
-¡Richard, querido! ¡Te vi salir tan arreglado y perfumado que no te esperaba hasta mañana!- dijo Martha sorprendida al verlo entrar -¡Tienes suerte de encontrarme sola!- agregó para aflojar la cara de preocupación con la que había entrado su hijo.
A Castle se le dibujó una mueca muy parecida a una media sonrisa.
-Perdón, madre. Prometo no incomodarte. Voy a encerrarme en mi escritorio, a ver si logro escribir algo…- contestó agarrando una botella de Bourbon.
-¡Sabes que es una broma, hijo! Sólo trataba de cambiarte un poco esa cara. ¿Qué pasó con Beckett?-
-¡¿Cómo sabes que estoy así por ella?! Yo no te dije que iría a verla…- preguntó extrañado.
-Primero y principal: soy tu madre y te conozco como nadie. Y segundo: por la única persona que te he visto ponerte de ese modo cuando le pasa algo es por Alexis. Acabo de cortar con ella y está en perfectas condiciones, divirtiéndose en la casa de su amiga…así que usando simple lógica asumo que algo sucede con Kate.- dijo usando sus dedos índice y mayor para enfatizar su discurso.
-¡Nunca terminas de sorprenderme, madre!-
-¡Vamos! ¡Sírveme un poco de ese whisky y cuéntame todo! Te hará bien desahogarte con alguien.- le dijo Martha haciendo un ademán con su mano para que se acercara al sofá.
Castle sirvió un par de vasos y se sentó junto a su madre para contarle absolutamente todo lo que había pasado en estos dos días. Ella lo escuchó atentamente durante un rato largo sin decir palabra. Martha solamente miraba como la tristeza se iba apoderando del rostro de su hijo y no podía más que sentirse de la misma manera.
-¡No sé que más hacer para hacerla entrar en razón, madre! ¡Ahora que sabe lo que yo sé no va a parar hasta descubrir quien es la voz al otro lado del teléfono! ¡Te juro que me aterra la sola idea de verla otra vez tendida en el suelo con un disparo! ¡¿Qué hay si esta vez no fallan?!- los ojos del escritor se llenaron de lagrimas. Agachó la cabeza un poco avergonzado. Era la primera vez que su madre lo veía así por una mujer.
-Lo sé, Richard. Kate tiene una tenacidad admirable y no creo que haya nada que puedas hacer con respecto a eso. Aparentemente, ha tomado una decisión sobre su vida, y lamentablemente deberás respetarla. Aunque eso signifique alejarte definitivamente de ella.- le dijo levantándole suavemente de la barbilla.
-Sí. Eso me lo dejó bien claro. ¡Sólo que todavía me niego a aceptarlo! ¡Siento como que voy a presenciar como se vuela la cabeza con el arma que yo le regalé!-
-¿Y que pretendes hacer, cariño? ¿Secuestrarla llevándola hasta algún lugar remoto y mantenerla allí hasta que logres hacerla razonar?-
-¡Si ella me dejase yo podría sacarla de aquí, desaparecer! ¡Llevármela bien lejos, a una isla desierta o algo así!-
-¡Bien dijiste! ¡Si ella te dejase!- su madre lo tomó de las manos -Hijo, no te olvides la razón por la cual se hizo policía en primer lugar. El peso que carga sobre su espalda sería intolerable para la mayoría de las personas, pero ella lo canaliza convirtiéndose en la voz de todas las victimas de los casos que resuelve. Imagínate la frustración que debe sentir sabiendo que una de las pocas voces que permanece en silencio es la de su propia madre.- Martha llenó los vasos de nuevo y le pasó uno al escritor.-
-¡¿Y que hago, entonces?! ¡¿Me voy a Los Hamptons para no tener que cruzarla más en la ciudad y me quedo ahí esperando que me avisen cuando es su funeral?!- Rick tomó un largo trago.
-Sí, si es necesario. Tú mismo lo dijiste: no hay nada que puedas hacer para que cambie de opinión. Si ella está dispuesta a morir por su causa, a ti no te quedará otra opción que resignarte y aceptarlo. ¡No puedes echarte la culpa por el inicio de todo esto! Y aunque debo decirte que estuvo muy mal entrometerse de esa forma, tarde o temprano todo hubiese salido a flote. ¡Entiende, Richard! Esto forma parte de su ser. Su personalidad se terminó de forjar en base al asesinato de su madre. Es muy difícil que logre darse cuenta que existen otras cosas por las que vivir cuando ella encontró algo por qué morir. Sé que va a ser muy duro para ti afrontar esto, más aun, después de la maravillosa noche que pasaron juntos, pero a mi entender es lo único que puedes hacer.- El escritor permaneció en silencio unos segundos, pensando.
-Probablemente tengas razón, madre. Lo mejor será alejarme. Me voy a dormir, o al menos a intentarlo.- Castle se levantó con el trago aun en la mano, se acercó a Martha, le dio un beso en la frente y agarró la botella de Bourbon -Que descanses, madre. Hasta mañana.- dijo mientras de dirigía a su habitación rellenando su vaso.
-Hasta mañana, Richard. Intenta descansar ¡Mañana será otro día!- Martha se quedó hasta terminar su copa y también se fue a dormir, pensando en lo injusta que podía ser la vida al ponerle tantos obstáculos, impidiendo que dos personas que se aman con locura estén juntas.
Beckett se levantó muy temprano. Como era de esperarse no había dormido casi nada después de la discusión con Castle. Lloró durante horas, con odio, con rencor, con dolor, con profunda tristeza, hasta que, vacía completamente de lágrimas, logró dormitar un rato hasta el amanecer.
Lo primero que hizo al levantarse fue prender la cafetera, como todas las mañanas, como la mañana en la que se despertó a su lado. Negó con la cabeza y se dirigió al baño a ducharse. No podía comenzar la mañana pensando en él y en la estupenda noche que había disfrutado después de la fiesta. Eso no hacía más que recordarle cuanto lo iba a extrañar cuando no lo tuviese cerca. Pero, no podía perdonarlo, no después de haberle mentido durante tanto tiempo. ¿Cómo después de esto podría volver a confiar otra vez en él? Trató de relajarse un poco abajo del agua tibia, repasando como se iba a desarrollar su día. Tenía algunas cosas que hacer antes de ir al precinto, sólo esperaba tener el tiempo suficiente.
Después de cambiarse se sirvió una taza de café y se sentó en el living. Todos los fantasmas llenos de recuerdos, los buenos, los malos y los peores se reunieron con ella. Intentando engrilletarla, atarla a esos momentos, como una cruel condena. No debía permitirlo. Miró su reloj y decidió que era lo suficientemente tarde como para hacer un llamado telefónico sin matar del susto a nadie. Tomó su móvil, buscó un número en la agenda y presionó send.
Habló durante unos minutos con una mujer. Terminó su taza de café y salió poniéndose su chaqueta de cuero. Sin demora se subió a su auto mientras organizaba en su cabeza toda la nueva información que había adquirido la noche anterior. Según lo que le había confesado el escritor, el receptor del paquete es una persona de confianza del Capitán. Un amigo. Seguramente para confiarle semejante responsabilidad debe ser un amigo muy fiel, de hace muchos años, probablemente alguien que estuvo al tanto en todo momento de este gran lio. Alguien cercano a la familia. O al menos es algo de donde agarrarse para empezar. Estaba casi segura que la información que necesitaba estaba en la casa de su antiguo Capitán. Su mente armó todas las piezas del rompecabezas en el trayecto de su casa hasta la del fallecido Roy Montgomery, inclusive, también encajó la mentira que debía decirle a Evelyn en caso de que ésta sospechara mas de lo necesario. Se bajó del auto y en segundos estuvo parada en el porche de entrada. Tocó el timbre esperando ansiosa a que la atendieran. La puerta se abrió y Evelyn la recibió con una gran sonrisa.
-¡Hola Kate! ¡Que gusto verte!- le dijo dándole un abrazo a la detective.
-¡Lo mismo digo, Evelyn! ¡Lamento tener que pasar a esta hora, pero estoy tapada de trabajo!-
-No hay problema. ¡Sabes que con tres hijos dormir hasta tarde es un lujo! ¡Ven! ¡Siéntate! ¿Te sirvo un café?-
-¡No, gracias! Estoy algo apurada. ¡Dejaremos el café para otro día! ¿Tuviste oportunidad de juntar los expedientes de antiguos casos? Sé que no te di mucho tiempo…-
-Algo tengo. Aquí está su portátil. Y un par de cajas llenas con lo que parecen ser carpetas. Ya sabes que él era bastante reservado con su trabajo y no sé exactamente de que se trata lo que hay adentro.-
-¡Excelente! Con esto tendré para empezar. Dime, Evelyn… ¿Podrías facilitarme fotos viejas?- Kate notó de inmediato la cara de sorpresa de la esposa del Capitán. Sabía que era bastante arriesgado pedírselas ya que no podía contarle nada con respecto a su verdadera investigación, pero estaba segura que la voz misteriosa podía adquirir un rostro en alguna de esas fotografías.
-¡¿Fotos viejas?! ¿Qué tipo de fotos?... No sé si tengo muchas aquí… - dijo Evelyn rascándose el mentón pensativa.
-Fotos de fiestas o reuniones a las que hayas asistido con Roy a lo largo de su carrera como policía. ¿Podrás encontrar algunas? Estoy tras la pista de un nuevo caso que podría llegar a tener relación con uno o más casos antiguos del Capitán y tengo la esperanza que algún viejo compañero de él me pueda decir algo útil. Pero no tengo nada concreto aun como para informar al resto de mi equipo. Con los expedientes y su portátil creo que es bastante como para comenzar, pero estoy segura de que las fotos me pueden aportar un indicio de con quien puedo ir a hablar.- dijo la detective con absoluta seguridad de lo que estaba diciendo.
-¡No hay problema con lo de las fotos! Tendrás que darme unos días para buscar las que necesitas. ¡Te llamaré en cuanto las haya reunido! ¿Te parece?-
-¡Muchísimas gracias, Evelyn! ¡Te prometo que cuando tenga más tiempo vendré a tomar una taza de ese café delicioso que preparas!- Kate se dirigió hacia la puerta con una de las cajas, la esposa del Capitán llevaba la otra con la Laptop arriba. La acompaño hasta el auto y se despidieron con un dulce abrazo. La detective acomodó las cajas en el baúl. Había pensado en pasar por su casa y dejar todo ahí, pero ya era tarde y debía dirigirse al precinto. Subió rápidamente, se colocó el cinturón de seguridad y puso la llave dando arranque al vehículo. Escuchó su celular y lo atendió antes de salir.
-¡Buenos días, amiga! ¡De mas esta preguntarte como amaneciste ¿No?!- dijo muy alegremente Lanie del otro lado del teléfono.
-Buenos días, Lanie. Mejor ni preguntes. Escucha. Estoy a punto de manejar, te llamo luego ¿Si?- contestó secamente.
-¡Esa no era la respuesta que esperaba, amiga! ¿Que pasó? Se te escucha muy rara, Kate…- dijo la Dra. preocupada.
-Te dije que era una historia muy larga y ahora se alargó un poco mas, es todo. Ahora estoy apurada. Te llamó en cuanto tenga un rato y arreglamos para vernos ¿Te parece?-
-¡No hay problema! Llámame cuando quieras. ¡Adiós, amiga!-
-Adiós, Lanie.- Beckett cortó rápidamente. No tenía ganas de ver a nadie. Ni siquiera tenía deseos de ir a trabajar. Lo único que le interesaba en ese momento era encerrarse en su apartamento a desmenuzar toda la información que le había dado Evelyn y esperar por las fotos. Algo tenía que encontrar. Seguramente algo se le había escapado a lo largo de este tiempo y necesitaba con desesperación encontrarlo o perdería la cordura. Pero tenía que esperar. Ahora debía presentarse a trabajar
Llegó al destacamento apenas pasadas las 8:30. No estaba tan mal, después de todo. Saludó a sus compañeros y se sentó en su escritorio a terminar algo de papeleo que tenía atrasado.
Ryan y Esposito se miraron después del saludo de la detective algo extrañados por la distancia que ésta había adquirido esa mañana. Ambos estaban convencidos que tenía algo que ver con la fiesta del sábado ya que tampoco tenían noticias de Castle. Sin embargo ninguno dijo una palabra al respecto.
-¡Ey, Beckett! Ryan y yo vamos por un par de tazas de café ¿quieres una?- Espo pensó que seguramente el café no tendría ni el mismo gusto ni el mismo significado que el que le traía el escritor cada mañana, pero al menos alguien tendría esa pequeña atención con ella.
-¡Sí, gracias Espo!- contestó con una tenue sonrisa.
Al rato los muchachos llegaron con tres tazas humeantes de café recién hecho. Le dieron una a su compañera y se dirigió cada uno a su escritorio para seguir trabajando en el aburrido papeleo. La mañana transcurrió de lo mas tranquila, hasta que alrededor de las 11:30 recibieron un llamado sobre un aparente homicidio en un lujoso apartamento de la zona. Ryan les informó a Esposito y a Beckett sobre los detalles del llamado. Al escuchar la dirección pensó rápidamente que le quedaba camino a su apartamento, ofreciéndole la oportunidad perfecta de vaciar el baúl de su auto antes de ir a la escena del crimen.
-Adelántense ustedes chicos. Termino de llenar éste informe y enseguida saldré para allá.- contestó rápidamente.
-Ok. Nos vemos allá.- dijo Ryan poniéndose el saco.
Beckett esperó unos 10 minutos y salió rumbo a su casa para esconder las cosas. Se sentía rara haciendo eso, mintiéndoles a sus compañeros, ocupando su tiempo laboral en sus asuntos personales. Se sentía caminando por el borde de la legalidad. Todavía estaba adentro, pero ¿Cuánto tardaría en cruzar para el otro lado? Cada minuto que pasaba se alejaba más de todo y de todos. La coraza que se había empezado a resquebrajar en éste último tiempo parecía haberse auto reparado en las últimas horas, sellándose tan bien que pronto no dejaría paso ni siquiera a un pequeño haz de luz.
-¡Espero que sea importante para molestar a estas horas!- dijo con voz de ultratumba.
-¡Rick! ¡Gracias a dios que atendiste! ¡Tienes que venir a casa! ¡Pasó algo terrible!- la voz de la mujer sonaba muy alterada.
-¡¿Gina?! ¡¿Eres tú?! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Te encuentras bien?!- el escritor se incorporó preocupado.
-¡Sí, Rick! ¡Yo estoy bien, pero necesito que vengas! ¡No sabía a quien llamar! ¡Por favor! ¡Es horrible!- Gina no paraba de llorar mientras le hablaba.
-¡Tranquilízate, Gina! ¡En unos minutos estaré en tu casa!- Castle se dirigió al baño de inmediato para darse una ducha rápida mientras terminaba de hablar con su ex mujer.
-¡Oh! ¡Gracias, Rick! ¡No tardes ¿quieres?!-
Se metió bajo el agua tratando que le pegara en la cara para despabilarse un poco. No sabía a que hora se había dormido, ni cuanto tiempo había dormido, ni exactamente que hora era en ese preciso momento. No sabía absolutamente nada, excepto que la botella de whisky estaba vacía al lado de su cama y su mente no estaba muy lúcida aun. -¿Qué diablos estará pasando? Se suponía que Gina estaba de viaje y no volvería hasta la semana próxima…- Pensaba mientras se vestía. Ni siquiera pensó en perder tiempo afeitándose. Seguramente hubiera favorecido a su semblante, pero no quería demorar demasiado. Gina, realmente lo había dejado preocupado. Agarró su reloj y miró la hora, sorprendido de que fuera tan tarde. Necesitaba un café, aunque fuera la hora del almuerzo. No tenía tiempo de preparárselo en casa, así que compraría uno en el camino.
-¡Richard, querido! ¡¿Donde te diriges con tanta prisa?! ¡Podrías haberte afeitado! ¡Sabes que a cierta edad ese aspecto pasa de ser sexy a desprolijo!- dijo Martha al verlo encarar directo a la puerta de salida.
-¡Después te explico, madre! ¡Algo pasó con Gina, pero aun no sé que es!-
-¡Oh! ¡Por dios, hijo! ¡¿Pasó algo grave?!- la cara de Martha se transformó en verdadera preocupación.
-No lo sé. ¡Te prometo que cuando averigüe algo te avisaré para que te tranquilices!- Castle besó a su madre y se dirigió a lo de su ex.
De camino no le quedó otra que pasar por la cafetería donde compraba el café para Beckett. Instintivamente pidió dos para llevar, como todas las mañanas. Estuvo por tirarlo al salir pero pensó en llevárselo a Gina, después de todo era un buen café como para desperdiciarlo. Se bajó de un taxi a la vuelta de la esquina para no perder más tiempo. Al aproximarse se asustó al ver un par de patrulleros en la puerta. Apuró el paso hasta casi correr.
Explicó rápidamente al oficial que estaba en la puerta quien era para que lo dejara entrar. -¡Que fácil es todo con Beckett!- pensó con nostalgia mientras terminaba de convencer al uniformado que necesitaba ver a su ex. Se escuchó una voz del otro lado de la puerta:
-¡Richard! ¡Gracias a dios que llegaste!- dijo Gina abrazándose con fuerza al escritor.
¡Tranquila! ¡Ya estoy aquí! ¡¿Qué diablos está pasando?! ¡¿Por qué esta la policía?!- preguntó ansioso abrazando a la rubia algo incomodo por los dos vasos de café que tenía en la mano.
-¡Es Margarita! ¡Ella esta… está… muerta!- volvió a romper en llanto.
-¡¿Cómo que está muerta?! ¿Qué pasó? Dime…-
-¡No lo sé Richard! ¡Llegué hoy de viaje y la encontré muerta en mi cama! ¡Estaba atada de pies y manos con una media de nylon en la cabeza! ¡La habitación estaba revuelta, como si hubiesen estado buscando algo! ¡Dios! ¡No puedo sacarme esa imagen de mi cabeza!- Rick apoyó los vasos en una mesita para abrazar a Gina.
-Tranquilízate. Aquí estoy. Ahora hablaré con la policía para ver que debemos hacer.- su voz se tornó protectora.
-¡Tengo mucho miedo, Rick!- se aferró mas al escritor.
-No te preocupes. No te dejaré sola. Ten, te traje un café. ¡Te vendrá bien!- le acercó uno de los vasos y bebió largamente del suyo. Gina aceptó el café sin decir nada. El escritor la acompañó hasta un sillón y la hizo sentar, luego se dirigió hasta uno de los agentes que se encontraba adentro.
-Disculpe. ¿Podría decirme que es lo que saben hasta ahora de lo que ocurrió aquí adentro?-
-Lo siento Sr. Castle, no podemos tocar nada. Estamos esperando a los del laboratorio, al forense y a algún detective de homicidios. Porque parece que eso es lo que es…Y de todos modos aunque tuviese más datos tampoco podría proporcionárselos ¿Entiende? A partir de ahora estamos en el medio de una investigación y no podemos compartir cierta información con un civil.- dijo en tono solemne –Mire.- agregó -¡Casualmente, ahí vienen dos detectives de la 12!- Richard giró de inmediato deseando que no fuera ninguno de sus antiguos compañeros.
-¡¿Castle?! ¡¿Qué haces aquí, bro?!- dijo Esposito sorprendido- ¡Dios! ¡No puedo tener tanta mala suerte! Pensó mientras se acercaba a sus amigos.
-Hola chicos. Acá vive mi ex, Gina. Al parecer llegó de viaje ésta mañana y encontró a la empleada domestica muerta en su cama. Me llamó muy asustada… me gustaría poder ayudarla.- mientras hablaba con Ryan y Esposito, miraba de reojo comprobando si la detective estaba cerca. – ¡Quizás mi suerte no sea tan mala! ¡A lo mejor la asignaron a otro caso y ni siquiera tenga que cruzarla!- pensó al no encontrarla por ningún lado. Se moría de ganas de volver a verla, pero estaba seguro que apenas ella se cruzara con él le pediría que se aleje lo mas posible para no entorpecer la investigación y por supuesto, para no tenerlo cerca. En su exhaustiva recorrida visual su mirada si se cruzó con Lanie que llegaba junto con los del laboratorio forense.
La Dra. Parish también se sorprendió al ver al escritor en la escena del crimen antes que ella. No sabía muy bien como tratar a Castle. -¡Al fin y al cabo, con estos chicos nunca se sabe! ¡Un rato están juntos para toda la vida y al siguiente están gritándose, o aun peor ignorándose como dos niños de jardín de infantes!-pensó. No sabía muy bien que pasaba entre su amiga y él, y la verdad es que el escritor le caía muy bien como para tratarlo secamente. Decidió saludarlo como siempre pensando en el enfado de Kate por no solidarizarse con la situación de ella.
-¡Hola, Castle! ¡¿Qué haces aquí?! ¡Lindo look adolecente! ¡Te sienta bien la desprolijidad!- dijo divertida.
-¡Hola Lanie! ¡Gracias… supongo! Verás… aquí vive Gina. Te acuerdas de Gina ¿No?-
-¿Tú ex? ¡Por supuesto que la recuerdo! ¡Oh! ¡Mi dios! ¡No habrá pasado algo con ella ¿No?!- dijo preocupada.
-No. No con ella. Con su empleada domestica. ¡Pobrecita, era muy joven todavía! Durante el tiempo que estuvimos casados Gina y yo trabajó con nosotros. La conocía desde hacía bastante…- dijo con algo de tristeza.
-Me voy de inmediato a trabajar. Trataremos de resolver esto, Castle- dijo la Dra. mirando al escritor a los ojos.
-Sé que harán lo posible. De verdad me gustaría ayudar, pero dudo que Beckett me lo permita…- su voz fue bajando de volumen a medida que terminaba, pero Lanie lo escuchó clarísimo. Sabía que su amiga podía reaccionar de esa forma si de verdad estaba enfadada con él. Ryan y ella se dirigieron hacia la habitación donde se encontraba el cuerpo. Esposito se quedó hablando afuera con los agentes que habían llegado primero a la escena del crimen. Castle volvió con Gina y se sentó a su lado. Parecía un poco mas tranquila, pero de a ratos le agarraban ataques de llanto y se abrazaba al escritor como una niña asustada. Mientras él seguía observando a todo aquel que entraba y salía. Esposito desapareció de su vista yendo en dirección a la salida. A los pocos segundos reapareció hablando con la bella detective que caminaba a su lado.
-Tengo que decirte algo mas con respecto al asesinato, Beckett… - dijo Javi caminado junto a ella. -…la chica muerta…era la empleada de Gina…la ex de Castle. Ésta es su casa y nuestro amigo está con ella en el living…-
-¡Genial! ¡Lo único que me faltaba!- pensó resoplando con fastidio. Avanzó rápidamente para pasar el mal trago de encontrárselo ahí, con tanta suerte que vio a la rubia acariciando el rostro áspero sin rasurar del escritor.
-¿Por qué nunca te dejaste de afeitar un par de días cuando estábamos juntos, Rick?- dijo Gina con media sonrisa. –Te da un aspecto muy sexy…- Beckett observaba la escena en silencio. Los vio sonreír a ambos mientras se miraban, tomando el mismo café que tomaba ella junto al escritor cada mañana. ¡Sintió unos celos horribles! Tensó sus mandíbulas y endureció por completo la mirada mientras seguía acercándose.
-¡Me lo han dicho!- sonrió -¿Sabes? Recuerdo una vez estando de vacaciones que intenté no rasurarme… también recuerdo que dijiste que no volvería a tocarte un pelo hasta que mi rostro no tuviese la suavidad digna de un bebe…- Gina soltó una pequeña risita. Él se alegró de poder sacarla, aunque sea unos segundos de esa situación horrible. Kate se acercó hasta pararse enfrente de ellos. Castle levantó la vista y automáticamente la sonrisa se le borró del rostro.
-Castle.- dijo ella secamente.
-Beckett.- el escritor contestó de igual forma. Gina miró a la detective y la saludó.
-Hola Beckett. Me alegro que seas tú quien se haga cargo de este caso…-
-Hola Gina. Esposito me puso al tanto de todo. En un momento él te tomará declaración mientras yo hablo con el forense. Es muy importante que le cuentes todo lo que viste al entrar y todo movimiento que hiciste desde que abriste la puerta ¿De acuerdo?-
-De acuerdo. Gracias detective… ¡¿Rick?! …Puedo quedarme en tu casa ¿No? ¡No quiero estar sola! ¡Por favor!- Dijo Gina levantándose sin dejar de mirarlo para ir hablar con Javier.
-Sí…Puedes quedarte el tiempo que sea necesario.- contestó levantándose también quedando frente a Kate. Ciertamente, no quería a Gina en su Loft, pero considerando la situación, no había mucho que hacer al respecto. Esposito hizo señas a Gina de aproximarse. Beckett dio media vuelta sin siquiera mirarlo para dirigirse a la habitación dónde se encontraban la Dra. Parish y Ryan examinando la escena. Castle quedó helado por la frialdad de la detective. Quedó básicamente petrificado sin saber como continuar. -¡¿Justo ahora tenía que pasar esto en la casa de Gina?! ¡Maldita sea mi suerte!- pensó mientras veía como se alejaba sin animarse a hablarle como un niño asustado.
Continuará…
Ajá!!!! ¡¡¡¡¿A que nadie se imaginaba que iba a aparecer Gina?!!!! No me odien mucho Jajaja! Espero que les guste el nuevo capi. Espero los comentarios, como siempre!!!!! Saludos!
Capítulo VI
Richard salió del departamento con un profundo dolor en el alma. Su corazón con cada latido le inyectaba medio litro de miedo. Por más empeño que pusiese en explicarle el peligro en el que se encontraba, a Beckett parecía no importarle. No le importaba morir y aparentemente tampoco le importaba que alguien más saliera perjudicado. Estaba completamente enceguecida por el dolor, sedienta, ya no de justicia sino de venganza. Sentía que él ya no lograría contenerla de ninguna forma. Ya no podía protegerla. Había fracasado y ciertamente no tardarían demasiado en llegar a ella en cuanto empiece a investigar otra vez. ¿Cuánto tardarían en encontrarla? ¿Cuánto tiempo faltaba antes de recibir la llamada en la que le decían que le habían pegado un tiro en la cabeza? -¡Dios! ¿Por qué es tan necia? ¿Por qué?- pensó en voz alta. Manejó como un loco por la ciudad dando vueltas sin dirigirse a ningún lado, inmerso en sus pensamientos, consumido por la tristeza. Tristeza por no poder cuidarla, por no poder estar a su lado en éste momento tan duro. Y además, culpa. Inmensa culpa, porque en definitiva, y a pesar de sus advertencias, él había consultado a un forense entrometiendo las narices en el pasado de Beckett cuando ella lo tenía muy enterrado dentro suyo. Él y su estúpida investigación lograron que su antiguo dolor la quemara nuevamente. -¡¿Cómo pude ser tan idiota?! ¡Tan egoísta! ¡¿Qué pretendía con eso?! ¡¿Quedar como el héroe que resolviera el caso de su madre para que ella me viera con admiración?! ¡Estúpido ególatra! ¿En que demonios estaba pensando?- se decía a si mismo dándole golpes al volante entre pregunta y pregunta. No tenía respuestas. Ahora ya era tarde y ella ni siquiera quería verle la cara. Decidió volver a su casa a tomarse un par de tragos para ver si lo ayudaba a conciliar el sueño. Hoy, con poder dormir se conformaba. Sabía que los días por venir iban a ser difíciles. Sabía que sacarla completamente fuera de su vida le llevaría tiempo y seguramente, más que un par de botellas para intentar olvidarla. Entró a su loft sabiendo que Alexis no se encontraba, pero nada sabía de su madre.
-¡Richard, querido! ¡Te vi salir tan arreglado y perfumado que no te esperaba hasta mañana!- dijo Martha sorprendida al verlo entrar -¡Tienes suerte de encontrarme sola!- agregó para aflojar la cara de preocupación con la que había entrado su hijo.
A Castle se le dibujó una mueca muy parecida a una media sonrisa.
-Perdón, madre. Prometo no incomodarte. Voy a encerrarme en mi escritorio, a ver si logro escribir algo…- contestó agarrando una botella de Bourbon.
-¡Sabes que es una broma, hijo! Sólo trataba de cambiarte un poco esa cara. ¿Qué pasó con Beckett?-
-¡¿Cómo sabes que estoy así por ella?! Yo no te dije que iría a verla…- preguntó extrañado.
-Primero y principal: soy tu madre y te conozco como nadie. Y segundo: por la única persona que te he visto ponerte de ese modo cuando le pasa algo es por Alexis. Acabo de cortar con ella y está en perfectas condiciones, divirtiéndose en la casa de su amiga…así que usando simple lógica asumo que algo sucede con Kate.- dijo usando sus dedos índice y mayor para enfatizar su discurso.
-¡Nunca terminas de sorprenderme, madre!-
-¡Vamos! ¡Sírveme un poco de ese whisky y cuéntame todo! Te hará bien desahogarte con alguien.- le dijo Martha haciendo un ademán con su mano para que se acercara al sofá.
Castle sirvió un par de vasos y se sentó junto a su madre para contarle absolutamente todo lo que había pasado en estos dos días. Ella lo escuchó atentamente durante un rato largo sin decir palabra. Martha solamente miraba como la tristeza se iba apoderando del rostro de su hijo y no podía más que sentirse de la misma manera.
-¡No sé que más hacer para hacerla entrar en razón, madre! ¡Ahora que sabe lo que yo sé no va a parar hasta descubrir quien es la voz al otro lado del teléfono! ¡Te juro que me aterra la sola idea de verla otra vez tendida en el suelo con un disparo! ¡¿Qué hay si esta vez no fallan?!- los ojos del escritor se llenaron de lagrimas. Agachó la cabeza un poco avergonzado. Era la primera vez que su madre lo veía así por una mujer.
-Lo sé, Richard. Kate tiene una tenacidad admirable y no creo que haya nada que puedas hacer con respecto a eso. Aparentemente, ha tomado una decisión sobre su vida, y lamentablemente deberás respetarla. Aunque eso signifique alejarte definitivamente de ella.- le dijo levantándole suavemente de la barbilla.
-Sí. Eso me lo dejó bien claro. ¡Sólo que todavía me niego a aceptarlo! ¡Siento como que voy a presenciar como se vuela la cabeza con el arma que yo le regalé!-
-¿Y que pretendes hacer, cariño? ¿Secuestrarla llevándola hasta algún lugar remoto y mantenerla allí hasta que logres hacerla razonar?-
-¡Si ella me dejase yo podría sacarla de aquí, desaparecer! ¡Llevármela bien lejos, a una isla desierta o algo así!-
-¡Bien dijiste! ¡Si ella te dejase!- su madre lo tomó de las manos -Hijo, no te olvides la razón por la cual se hizo policía en primer lugar. El peso que carga sobre su espalda sería intolerable para la mayoría de las personas, pero ella lo canaliza convirtiéndose en la voz de todas las victimas de los casos que resuelve. Imagínate la frustración que debe sentir sabiendo que una de las pocas voces que permanece en silencio es la de su propia madre.- Martha llenó los vasos de nuevo y le pasó uno al escritor.-
-¡¿Y que hago, entonces?! ¡¿Me voy a Los Hamptons para no tener que cruzarla más en la ciudad y me quedo ahí esperando que me avisen cuando es su funeral?!- Rick tomó un largo trago.
-Sí, si es necesario. Tú mismo lo dijiste: no hay nada que puedas hacer para que cambie de opinión. Si ella está dispuesta a morir por su causa, a ti no te quedará otra opción que resignarte y aceptarlo. ¡No puedes echarte la culpa por el inicio de todo esto! Y aunque debo decirte que estuvo muy mal entrometerse de esa forma, tarde o temprano todo hubiese salido a flote. ¡Entiende, Richard! Esto forma parte de su ser. Su personalidad se terminó de forjar en base al asesinato de su madre. Es muy difícil que logre darse cuenta que existen otras cosas por las que vivir cuando ella encontró algo por qué morir. Sé que va a ser muy duro para ti afrontar esto, más aun, después de la maravillosa noche que pasaron juntos, pero a mi entender es lo único que puedes hacer.- El escritor permaneció en silencio unos segundos, pensando.
-Probablemente tengas razón, madre. Lo mejor será alejarme. Me voy a dormir, o al menos a intentarlo.- Castle se levantó con el trago aun en la mano, se acercó a Martha, le dio un beso en la frente y agarró la botella de Bourbon -Que descanses, madre. Hasta mañana.- dijo mientras de dirigía a su habitación rellenando su vaso.
-Hasta mañana, Richard. Intenta descansar ¡Mañana será otro día!- Martha se quedó hasta terminar su copa y también se fue a dormir, pensando en lo injusta que podía ser la vida al ponerle tantos obstáculos, impidiendo que dos personas que se aman con locura estén juntas.
***
Beckett se levantó muy temprano. Como era de esperarse no había dormido casi nada después de la discusión con Castle. Lloró durante horas, con odio, con rencor, con dolor, con profunda tristeza, hasta que, vacía completamente de lágrimas, logró dormitar un rato hasta el amanecer.
Lo primero que hizo al levantarse fue prender la cafetera, como todas las mañanas, como la mañana en la que se despertó a su lado. Negó con la cabeza y se dirigió al baño a ducharse. No podía comenzar la mañana pensando en él y en la estupenda noche que había disfrutado después de la fiesta. Eso no hacía más que recordarle cuanto lo iba a extrañar cuando no lo tuviese cerca. Pero, no podía perdonarlo, no después de haberle mentido durante tanto tiempo. ¿Cómo después de esto podría volver a confiar otra vez en él? Trató de relajarse un poco abajo del agua tibia, repasando como se iba a desarrollar su día. Tenía algunas cosas que hacer antes de ir al precinto, sólo esperaba tener el tiempo suficiente.
Después de cambiarse se sirvió una taza de café y se sentó en el living. Todos los fantasmas llenos de recuerdos, los buenos, los malos y los peores se reunieron con ella. Intentando engrilletarla, atarla a esos momentos, como una cruel condena. No debía permitirlo. Miró su reloj y decidió que era lo suficientemente tarde como para hacer un llamado telefónico sin matar del susto a nadie. Tomó su móvil, buscó un número en la agenda y presionó send.
Habló durante unos minutos con una mujer. Terminó su taza de café y salió poniéndose su chaqueta de cuero. Sin demora se subió a su auto mientras organizaba en su cabeza toda la nueva información que había adquirido la noche anterior. Según lo que le había confesado el escritor, el receptor del paquete es una persona de confianza del Capitán. Un amigo. Seguramente para confiarle semejante responsabilidad debe ser un amigo muy fiel, de hace muchos años, probablemente alguien que estuvo al tanto en todo momento de este gran lio. Alguien cercano a la familia. O al menos es algo de donde agarrarse para empezar. Estaba casi segura que la información que necesitaba estaba en la casa de su antiguo Capitán. Su mente armó todas las piezas del rompecabezas en el trayecto de su casa hasta la del fallecido Roy Montgomery, inclusive, también encajó la mentira que debía decirle a Evelyn en caso de que ésta sospechara mas de lo necesario. Se bajó del auto y en segundos estuvo parada en el porche de entrada. Tocó el timbre esperando ansiosa a que la atendieran. La puerta se abrió y Evelyn la recibió con una gran sonrisa.
-¡Hola Kate! ¡Que gusto verte!- le dijo dándole un abrazo a la detective.
-¡Lo mismo digo, Evelyn! ¡Lamento tener que pasar a esta hora, pero estoy tapada de trabajo!-
-No hay problema. ¡Sabes que con tres hijos dormir hasta tarde es un lujo! ¡Ven! ¡Siéntate! ¿Te sirvo un café?-
-¡No, gracias! Estoy algo apurada. ¡Dejaremos el café para otro día! ¿Tuviste oportunidad de juntar los expedientes de antiguos casos? Sé que no te di mucho tiempo…-
-Algo tengo. Aquí está su portátil. Y un par de cajas llenas con lo que parecen ser carpetas. Ya sabes que él era bastante reservado con su trabajo y no sé exactamente de que se trata lo que hay adentro.-
-¡Excelente! Con esto tendré para empezar. Dime, Evelyn… ¿Podrías facilitarme fotos viejas?- Kate notó de inmediato la cara de sorpresa de la esposa del Capitán. Sabía que era bastante arriesgado pedírselas ya que no podía contarle nada con respecto a su verdadera investigación, pero estaba segura que la voz misteriosa podía adquirir un rostro en alguna de esas fotografías.
-¡¿Fotos viejas?! ¿Qué tipo de fotos?... No sé si tengo muchas aquí… - dijo Evelyn rascándose el mentón pensativa.
-Fotos de fiestas o reuniones a las que hayas asistido con Roy a lo largo de su carrera como policía. ¿Podrás encontrar algunas? Estoy tras la pista de un nuevo caso que podría llegar a tener relación con uno o más casos antiguos del Capitán y tengo la esperanza que algún viejo compañero de él me pueda decir algo útil. Pero no tengo nada concreto aun como para informar al resto de mi equipo. Con los expedientes y su portátil creo que es bastante como para comenzar, pero estoy segura de que las fotos me pueden aportar un indicio de con quien puedo ir a hablar.- dijo la detective con absoluta seguridad de lo que estaba diciendo.
-¡No hay problema con lo de las fotos! Tendrás que darme unos días para buscar las que necesitas. ¡Te llamaré en cuanto las haya reunido! ¿Te parece?-
-¡Muchísimas gracias, Evelyn! ¡Te prometo que cuando tenga más tiempo vendré a tomar una taza de ese café delicioso que preparas!- Kate se dirigió hacia la puerta con una de las cajas, la esposa del Capitán llevaba la otra con la Laptop arriba. La acompaño hasta el auto y se despidieron con un dulce abrazo. La detective acomodó las cajas en el baúl. Había pensado en pasar por su casa y dejar todo ahí, pero ya era tarde y debía dirigirse al precinto. Subió rápidamente, se colocó el cinturón de seguridad y puso la llave dando arranque al vehículo. Escuchó su celular y lo atendió antes de salir.
-¡Buenos días, amiga! ¡De mas esta preguntarte como amaneciste ¿No?!- dijo muy alegremente Lanie del otro lado del teléfono.
-Buenos días, Lanie. Mejor ni preguntes. Escucha. Estoy a punto de manejar, te llamo luego ¿Si?- contestó secamente.
-¡Esa no era la respuesta que esperaba, amiga! ¿Que pasó? Se te escucha muy rara, Kate…- dijo la Dra. preocupada.
-Te dije que era una historia muy larga y ahora se alargó un poco mas, es todo. Ahora estoy apurada. Te llamó en cuanto tenga un rato y arreglamos para vernos ¿Te parece?-
-¡No hay problema! Llámame cuando quieras. ¡Adiós, amiga!-
-Adiós, Lanie.- Beckett cortó rápidamente. No tenía ganas de ver a nadie. Ni siquiera tenía deseos de ir a trabajar. Lo único que le interesaba en ese momento era encerrarse en su apartamento a desmenuzar toda la información que le había dado Evelyn y esperar por las fotos. Algo tenía que encontrar. Seguramente algo se le había escapado a lo largo de este tiempo y necesitaba con desesperación encontrarlo o perdería la cordura. Pero tenía que esperar. Ahora debía presentarse a trabajar
Llegó al destacamento apenas pasadas las 8:30. No estaba tan mal, después de todo. Saludó a sus compañeros y se sentó en su escritorio a terminar algo de papeleo que tenía atrasado.
Ryan y Esposito se miraron después del saludo de la detective algo extrañados por la distancia que ésta había adquirido esa mañana. Ambos estaban convencidos que tenía algo que ver con la fiesta del sábado ya que tampoco tenían noticias de Castle. Sin embargo ninguno dijo una palabra al respecto.
-¡Ey, Beckett! Ryan y yo vamos por un par de tazas de café ¿quieres una?- Espo pensó que seguramente el café no tendría ni el mismo gusto ni el mismo significado que el que le traía el escritor cada mañana, pero al menos alguien tendría esa pequeña atención con ella.
-¡Sí, gracias Espo!- contestó con una tenue sonrisa.
Al rato los muchachos llegaron con tres tazas humeantes de café recién hecho. Le dieron una a su compañera y se dirigió cada uno a su escritorio para seguir trabajando en el aburrido papeleo. La mañana transcurrió de lo mas tranquila, hasta que alrededor de las 11:30 recibieron un llamado sobre un aparente homicidio en un lujoso apartamento de la zona. Ryan les informó a Esposito y a Beckett sobre los detalles del llamado. Al escuchar la dirección pensó rápidamente que le quedaba camino a su apartamento, ofreciéndole la oportunidad perfecta de vaciar el baúl de su auto antes de ir a la escena del crimen.
-Adelántense ustedes chicos. Termino de llenar éste informe y enseguida saldré para allá.- contestó rápidamente.
-Ok. Nos vemos allá.- dijo Ryan poniéndose el saco.
Beckett esperó unos 10 minutos y salió rumbo a su casa para esconder las cosas. Se sentía rara haciendo eso, mintiéndoles a sus compañeros, ocupando su tiempo laboral en sus asuntos personales. Se sentía caminando por el borde de la legalidad. Todavía estaba adentro, pero ¿Cuánto tardaría en cruzar para el otro lado? Cada minuto que pasaba se alejaba más de todo y de todos. La coraza que se había empezado a resquebrajar en éste último tiempo parecía haberse auto reparado en las últimas horas, sellándose tan bien que pronto no dejaría paso ni siquiera a un pequeño haz de luz.
***
La habitación se hallaba en total oscuridad. Las persianas estaban bajas y las puertas cerradas. El celular de Castle sonaba insistente por tercera vez sin recibir respuesta. Manoteó con fastidio el teléfono y contestó sin fijarse quien era.-¡Espero que sea importante para molestar a estas horas!- dijo con voz de ultratumba.
-¡Rick! ¡Gracias a dios que atendiste! ¡Tienes que venir a casa! ¡Pasó algo terrible!- la voz de la mujer sonaba muy alterada.
-¡¿Gina?! ¡¿Eres tú?! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Te encuentras bien?!- el escritor se incorporó preocupado.
-¡Sí, Rick! ¡Yo estoy bien, pero necesito que vengas! ¡No sabía a quien llamar! ¡Por favor! ¡Es horrible!- Gina no paraba de llorar mientras le hablaba.
-¡Tranquilízate, Gina! ¡En unos minutos estaré en tu casa!- Castle se dirigió al baño de inmediato para darse una ducha rápida mientras terminaba de hablar con su ex mujer.
-¡Oh! ¡Gracias, Rick! ¡No tardes ¿quieres?!-
Se metió bajo el agua tratando que le pegara en la cara para despabilarse un poco. No sabía a que hora se había dormido, ni cuanto tiempo había dormido, ni exactamente que hora era en ese preciso momento. No sabía absolutamente nada, excepto que la botella de whisky estaba vacía al lado de su cama y su mente no estaba muy lúcida aun. -¿Qué diablos estará pasando? Se suponía que Gina estaba de viaje y no volvería hasta la semana próxima…- Pensaba mientras se vestía. Ni siquiera pensó en perder tiempo afeitándose. Seguramente hubiera favorecido a su semblante, pero no quería demorar demasiado. Gina, realmente lo había dejado preocupado. Agarró su reloj y miró la hora, sorprendido de que fuera tan tarde. Necesitaba un café, aunque fuera la hora del almuerzo. No tenía tiempo de preparárselo en casa, así que compraría uno en el camino.
-¡Richard, querido! ¡¿Donde te diriges con tanta prisa?! ¡Podrías haberte afeitado! ¡Sabes que a cierta edad ese aspecto pasa de ser sexy a desprolijo!- dijo Martha al verlo encarar directo a la puerta de salida.
-¡Después te explico, madre! ¡Algo pasó con Gina, pero aun no sé que es!-
-¡Oh! ¡Por dios, hijo! ¡¿Pasó algo grave?!- la cara de Martha se transformó en verdadera preocupación.
-No lo sé. ¡Te prometo que cuando averigüe algo te avisaré para que te tranquilices!- Castle besó a su madre y se dirigió a lo de su ex.
De camino no le quedó otra que pasar por la cafetería donde compraba el café para Beckett. Instintivamente pidió dos para llevar, como todas las mañanas. Estuvo por tirarlo al salir pero pensó en llevárselo a Gina, después de todo era un buen café como para desperdiciarlo. Se bajó de un taxi a la vuelta de la esquina para no perder más tiempo. Al aproximarse se asustó al ver un par de patrulleros en la puerta. Apuró el paso hasta casi correr.
Explicó rápidamente al oficial que estaba en la puerta quien era para que lo dejara entrar. -¡Que fácil es todo con Beckett!- pensó con nostalgia mientras terminaba de convencer al uniformado que necesitaba ver a su ex. Se escuchó una voz del otro lado de la puerta:
-¡Richard! ¡Gracias a dios que llegaste!- dijo Gina abrazándose con fuerza al escritor.
¡Tranquila! ¡Ya estoy aquí! ¡¿Qué diablos está pasando?! ¡¿Por qué esta la policía?!- preguntó ansioso abrazando a la rubia algo incomodo por los dos vasos de café que tenía en la mano.
-¡Es Margarita! ¡Ella esta… está… muerta!- volvió a romper en llanto.
-¡¿Cómo que está muerta?! ¿Qué pasó? Dime…-
-¡No lo sé Richard! ¡Llegué hoy de viaje y la encontré muerta en mi cama! ¡Estaba atada de pies y manos con una media de nylon en la cabeza! ¡La habitación estaba revuelta, como si hubiesen estado buscando algo! ¡Dios! ¡No puedo sacarme esa imagen de mi cabeza!- Rick apoyó los vasos en una mesita para abrazar a Gina.
-Tranquilízate. Aquí estoy. Ahora hablaré con la policía para ver que debemos hacer.- su voz se tornó protectora.
-¡Tengo mucho miedo, Rick!- se aferró mas al escritor.
-No te preocupes. No te dejaré sola. Ten, te traje un café. ¡Te vendrá bien!- le acercó uno de los vasos y bebió largamente del suyo. Gina aceptó el café sin decir nada. El escritor la acompañó hasta un sillón y la hizo sentar, luego se dirigió hasta uno de los agentes que se encontraba adentro.
-Disculpe. ¿Podría decirme que es lo que saben hasta ahora de lo que ocurrió aquí adentro?-
-Lo siento Sr. Castle, no podemos tocar nada. Estamos esperando a los del laboratorio, al forense y a algún detective de homicidios. Porque parece que eso es lo que es…Y de todos modos aunque tuviese más datos tampoco podría proporcionárselos ¿Entiende? A partir de ahora estamos en el medio de una investigación y no podemos compartir cierta información con un civil.- dijo en tono solemne –Mire.- agregó -¡Casualmente, ahí vienen dos detectives de la 12!- Richard giró de inmediato deseando que no fuera ninguno de sus antiguos compañeros.
-¡¿Castle?! ¡¿Qué haces aquí, bro?!- dijo Esposito sorprendido- ¡Dios! ¡No puedo tener tanta mala suerte! Pensó mientras se acercaba a sus amigos.
-Hola chicos. Acá vive mi ex, Gina. Al parecer llegó de viaje ésta mañana y encontró a la empleada domestica muerta en su cama. Me llamó muy asustada… me gustaría poder ayudarla.- mientras hablaba con Ryan y Esposito, miraba de reojo comprobando si la detective estaba cerca. – ¡Quizás mi suerte no sea tan mala! ¡A lo mejor la asignaron a otro caso y ni siquiera tenga que cruzarla!- pensó al no encontrarla por ningún lado. Se moría de ganas de volver a verla, pero estaba seguro que apenas ella se cruzara con él le pediría que se aleje lo mas posible para no entorpecer la investigación y por supuesto, para no tenerlo cerca. En su exhaustiva recorrida visual su mirada si se cruzó con Lanie que llegaba junto con los del laboratorio forense.
La Dra. Parish también se sorprendió al ver al escritor en la escena del crimen antes que ella. No sabía muy bien como tratar a Castle. -¡Al fin y al cabo, con estos chicos nunca se sabe! ¡Un rato están juntos para toda la vida y al siguiente están gritándose, o aun peor ignorándose como dos niños de jardín de infantes!-pensó. No sabía muy bien que pasaba entre su amiga y él, y la verdad es que el escritor le caía muy bien como para tratarlo secamente. Decidió saludarlo como siempre pensando en el enfado de Kate por no solidarizarse con la situación de ella.
-¡Hola, Castle! ¡¿Qué haces aquí?! ¡Lindo look adolecente! ¡Te sienta bien la desprolijidad!- dijo divertida.
-¡Hola Lanie! ¡Gracias… supongo! Verás… aquí vive Gina. Te acuerdas de Gina ¿No?-
-¿Tú ex? ¡Por supuesto que la recuerdo! ¡Oh! ¡Mi dios! ¡No habrá pasado algo con ella ¿No?!- dijo preocupada.
-No. No con ella. Con su empleada domestica. ¡Pobrecita, era muy joven todavía! Durante el tiempo que estuvimos casados Gina y yo trabajó con nosotros. La conocía desde hacía bastante…- dijo con algo de tristeza.
-Me voy de inmediato a trabajar. Trataremos de resolver esto, Castle- dijo la Dra. mirando al escritor a los ojos.
-Sé que harán lo posible. De verdad me gustaría ayudar, pero dudo que Beckett me lo permita…- su voz fue bajando de volumen a medida que terminaba, pero Lanie lo escuchó clarísimo. Sabía que su amiga podía reaccionar de esa forma si de verdad estaba enfadada con él. Ryan y ella se dirigieron hacia la habitación donde se encontraba el cuerpo. Esposito se quedó hablando afuera con los agentes que habían llegado primero a la escena del crimen. Castle volvió con Gina y se sentó a su lado. Parecía un poco mas tranquila, pero de a ratos le agarraban ataques de llanto y se abrazaba al escritor como una niña asustada. Mientras él seguía observando a todo aquel que entraba y salía. Esposito desapareció de su vista yendo en dirección a la salida. A los pocos segundos reapareció hablando con la bella detective que caminaba a su lado.
-Tengo que decirte algo mas con respecto al asesinato, Beckett… - dijo Javi caminado junto a ella. -…la chica muerta…era la empleada de Gina…la ex de Castle. Ésta es su casa y nuestro amigo está con ella en el living…-
-¡Genial! ¡Lo único que me faltaba!- pensó resoplando con fastidio. Avanzó rápidamente para pasar el mal trago de encontrárselo ahí, con tanta suerte que vio a la rubia acariciando el rostro áspero sin rasurar del escritor.
-¿Por qué nunca te dejaste de afeitar un par de días cuando estábamos juntos, Rick?- dijo Gina con media sonrisa. –Te da un aspecto muy sexy…- Beckett observaba la escena en silencio. Los vio sonreír a ambos mientras se miraban, tomando el mismo café que tomaba ella junto al escritor cada mañana. ¡Sintió unos celos horribles! Tensó sus mandíbulas y endureció por completo la mirada mientras seguía acercándose.
-¡Me lo han dicho!- sonrió -¿Sabes? Recuerdo una vez estando de vacaciones que intenté no rasurarme… también recuerdo que dijiste que no volvería a tocarte un pelo hasta que mi rostro no tuviese la suavidad digna de un bebe…- Gina soltó una pequeña risita. Él se alegró de poder sacarla, aunque sea unos segundos de esa situación horrible. Kate se acercó hasta pararse enfrente de ellos. Castle levantó la vista y automáticamente la sonrisa se le borró del rostro.
-Castle.- dijo ella secamente.
-Beckett.- el escritor contestó de igual forma. Gina miró a la detective y la saludó.
-Hola Beckett. Me alegro que seas tú quien se haga cargo de este caso…-
-Hola Gina. Esposito me puso al tanto de todo. En un momento él te tomará declaración mientras yo hablo con el forense. Es muy importante que le cuentes todo lo que viste al entrar y todo movimiento que hiciste desde que abriste la puerta ¿De acuerdo?-
-De acuerdo. Gracias detective… ¡¿Rick?! …Puedo quedarme en tu casa ¿No? ¡No quiero estar sola! ¡Por favor!- Dijo Gina levantándose sin dejar de mirarlo para ir hablar con Javier.
-Sí…Puedes quedarte el tiempo que sea necesario.- contestó levantándose también quedando frente a Kate. Ciertamente, no quería a Gina en su Loft, pero considerando la situación, no había mucho que hacer al respecto. Esposito hizo señas a Gina de aproximarse. Beckett dio media vuelta sin siquiera mirarlo para dirigirse a la habitación dónde se encontraban la Dra. Parish y Ryan examinando la escena. Castle quedó helado por la frialdad de la detective. Quedó básicamente petrificado sin saber como continuar. -¡¿Justo ahora tenía que pasar esto en la casa de Gina?! ¡Maldita sea mi suerte!- pensó mientras veía como se alejaba sin animarse a hablarle como un niño asustado.
Continuará…
Ajá!!!! ¡¡¡¡¿A que nadie se imaginaba que iba a aparecer Gina?!!!! No me odien mucho Jajaja! Espero que les guste el nuevo capi. Espero los comentarios, como siempre!!!!! Saludos!
Solexite- Policia de homicidios
- Mensajes : 646
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO GINA NOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!! ARREGLA LAS COSAS ENTRE ELLOS PORFA!!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
No me hagas querer matar a Gina, no me cae mal pero si por ella todo empeora la odiare con toda mi alma!! Por favor que no sigan peleados
ximcastle- Ayudante de policia
- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 27
Localización : Managua, Nicaragua
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
oohh que bueno, sigue cuanto antes por favor
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Puff!! Pues no me lo esperaba pero a ver si así Beckett se deja de tonterías y se lanza por miedo a que se lo quiten Jajajaja
Sigueee!! Me gusta
Sigueee!! Me gusta
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
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Edad : 34
Localización : Madrid
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
wowwwwwwwwww ginaaaaaaaaa noooooooooooooooooooooo
me encantado igualmente el capitulo
me encantado igualmente el capitulo
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Yoo no quiero a Ginaa! Muerte a Gina, por lo menos en este FIC, o quiero a Castle y a Beckett juntitioss!
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
- Mensajes : 966
Fecha de inscripción : 14/10/2012
Edad : 27
Localización : Málaga (Andalucia) España
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Menudo giro sorprendente le has dado a la historia. Me gusta como va, espero que Kate no se arriesgue mucho, porque con lo terca que es.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Gracias por leer y comentar!!! Yo sé que Gina no es bienvenida, pero créanme que es necesaria para el desarrollo de la historia. No desesperen!!!! Prometo que no voy a tardar demasiado en solucionar las cosas! Creo…
Saludos!!!!
Saludos!!!!
Solexite- Policia de homicidios
- Mensajes : 646
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Hola de nuevo a tod@s!!! Les dejo el siguiente capítulo:
Capítulo VII
-¡Beckett! ¡Espera un segundo!- Castle tenía que intentar convencerla para que lo deje investigar. Sabía que podía ser de gran ayuda, ya que conocía a la victima desde hacía unos cuantos años.
-Como verás estoy ocupada, Castle. ¿Qué quieres?- preguntó con fastidio dándose vuelta para mirarlo.
-Escucha…Se que las cosas no van muy bien entre nosotros ahora, pero… quiero ayudar.-
-¿”No van muy bien”?-ella lo miró levantando las cejas con falsa sorpresa. -Realmente tienes un concepto bastante distorsionado sobre lo que está bien y lo que está mal ¿No es así, Castle? ¡Las cosas entre nosotros no van ni bien ni mal! ¡No van en absoluto! No lo terminas de entender ¿No?- dijo la detective con sobrada ironía.
-Sí. Lo entendí perfectamente, pero yo no soy culpable de que nos hayamos encontrado aquí. Me parece que lo mejor que podemos hacer es unir nuestras cabezas por última vez y resolver esto lo antes posible. Así no tendrás que verme el pelo nunca más.-
-¿No entiendes que no quiero tenerte cerca? No puedo volver a trabajar contigo…- dijo Kate con frialdad.
-Lo sé. ¡Pero te prometo que no me cruzaré contigo a menos que sea estrictamente necesario! Hablaré todo el tiempo con Ryan y Espo cuando descubra algo nuevo. ¡Por favor! ¡Conocía a esta chica desde hace tiempo. También conozco a parte de su familia. Son mexicanos, la mayoría vive aquí de forma ilegal… no creo que les haga mucha gracia hablar con la policía…- por suerte, parecía que la elocuencia del escritor estaba funcionando. Beckett se lo quedó mirando un segundo pensativa. No quería tenerlo cerca. Le costaba horrores no poder abrazarlo, besarlo, tocarlo. –¡Especialmente hoy! ¡Está increíblemente guapo, así… desprolijo…tan varonil!- pensó sin dejar de mirarlo. Iba a ser muy difícil volver a trabajar con él, pero le parecía acertado el razonamiento del escritor con respecto al caso y seguramente sería de mucha ayuda como siempre.
-Probablemente tengas razón con lo de la familia de la joven. No va a ser fácil sacarles algo…-Respiró hondo con resignación. -Está bien, Castle. Trabajaremos juntos, por así decirlo. Irás con Esposito a la casa de los familiares a ver si obtienes algo. Y déjame aclararte una cosa: No te quiero cerca ¿de acuerdo? Mantengamos la mayor distancia posible hasta que esto acabe.- sin esperar respuesta se dio media vuelta para dirigirse a la habitación dónde se encontraba el cadáver, mientras pensaba que sería imposible trabajar con él sin verlo a lo largo de la investigación.
-Gracias, Kate. Prometo hacerme invisible…- contestó siguiéndola de cerca.
-Hola Lanie. ¿Qué tenemos hasta ahora?- preguntó Beckett al entrar.
-Hola Kate.- contestó su amiga mientras la miraba entrar seguida de Castle. Lanie había terminado el examen preliminar del cuerpo. Todavía estaba atado, boca arriba. Las muñecas tenían como dos vueltas de soga, el otro extremo atado a cada pata de la cabecera. El mismo cuadro se repetía con los tobillos, atados a las dos patas restantes de la cama. –La joven tenía entre 23 y 25 años aproximadamente. Por la temperatura del cuerpo puedo determinar la hora de la muerte alrededor de las 23 hs. del domingo. No parece tener otras marcas de violencia que las de las ligaduras de pies y manos. Pero eso podré confirmarlo cuando haga la autopsia-
La escena impactó un poco a Castle. No es lo mismo con alguien que conoces. Se acercó un poco mas al cadáver y lo observó con atención. Había un par de cosas que no encajaban. Su color de pelo, por ejemplo.
-Margarita era morocha. Tenía un maravilloso cabello castaño oscuro, bien lacio ¿Por qué diablos está rubia?- preguntó Castle.
-Es probable que sea una peluca. Lo sabré con certeza cuando en el laboratorio le pueda retirar la media de la cabeza.- contestó Lanie.
-¿Hay algo más que te llame la atención, Castle?- Ryan lo miró con el block de notas en la mano.
-De hecho…sí. El collar, la pulsera y el anillo que tiene puestos son de Gina. Los tiene hace años…- se agachó al costado derecho de la cama y siguió: -Ésta blusa, la pollera… los zapatos…estoy casi seguro que son de mi ex también…o al menos son las marcas que ella usa, como así también el estilo y el talle. No sé…es muy raro… Es como si… - dijo Rick pensativo.
-… se hubiera hecho pasar por Gina.- Beckett terminó la frase, hablando de lo mismo, uniendo involuntariamente sus mentes otra vez, como siempre. Desde el principio había sido así, y parecía ser que eso era algo que no iba a cambiar entre ellos. Lanie y Ryan se miraron sonriendo. La tensión que había hasta el momento en el cuarto era tan espesa que podía cortarse con un cuchillo. El escritor y su musa evitaron las miradas incomodas entre ellos. Ambos se guardaron para si mismos el reconocimiento mutuo de seguir haciendo un gran equipo.
-¡Exacto! ¿Alguien la habrá obligado a vestirse así? ¿Cómo crees que murió, Lanie? ¿Estrangulada?- preguntó Rick.
-¡Te estás haciendo bueno en esto, Castle! Tengo que hacerle algunos exámenes, toxicológicos entre otros, pero por la marca que tiene en el cuello es casi seguro que esa fue la causa de muerte.- contestó Lanie levantando un poco la media para mostrarle la profunda marca. Beckett se aproximó a la garganta de la joven para examinar mejor la herida.
-…El grosor de la soga que usaron para matarla es mayor que el que utilizaron para atarla…Tampoco lo dejaron en el cuello así que… si no lo encontramos por acá podemos suponer que el asesino se lo llevó- dijo la detective incorporándose y mirando a Ryan.
-¿Se lo habrá llevado para hacerlo desaparecer o como algún perverso tipo de suvenir?- dijo Ryan.
-Eso lo que intentaremos averiguar. Primero hay que revisar toda la casa a ver si lo encontramos aquí.- La detective se dirigió hacia la puerta y agregó: -Los del laboratorio forense deben de haber terminado de juntar la evidencia de la escena. Esperaremos los resultados a ver que más pueden aportar.-
-Yo daré la orden para que se lleven el cuerpo. Cuando termine la autopsia te llamaré de inmediato para darte el informe, junto con los análisis toxicológicos y también el de violación. Estoy segura de que hubo actividad sexual antes de su muerte, pero quiero descartar si hubo abuso.- le dijo la Dra. Parish a su amiga.
-¡Perfecto! Nos vemos en el precinto.- contestó Kate saliendo por completo de la habitación en dirección donde se encontraba Esposito tomando declaración a la ex de Castle. El escritor la siguió a solo unos pasos de distancia.
-Te agradezco que me permitas ayudar, Kate.- dijo el escritor apurando el paso para quedar a lado.
-Lo hago únicamente, porque la conocías y serás de ayuda con la familia.- contesto como al pasar.
-Lo sé, aun así, gracias. Cuanto antes lo resolvamos más rápido saldrá Gina de mi casa…- Castle esperaba que ese comentario dejara bien en claro que no quería a su ex cerca. Beckett detuvo su marcha y le clavó una mirada punzante.
-No parece incomodarte demasiado tenerla cerca nuevamente… Además, parece gustarle tu nuevo look- le dijo con sorna.
-No seas sarcástica ¿quieres? Estás siendo injusta. Sabes perfectamente que no pasa nada con Gina desde hace mucho tiempo.-
-No estoy siendo injusta, estoy siendo realista. Sólo comento lo que veo.- los celos de la detective se ponían en evidencia…
-Para ser detective te equivocas bastante juzgando situaciones, Beckett. ¡¿Cómo puedes decir que entre mi ex y yo existe algo después de lo que pasó entre nosotros la otra noche?! ¿Que clase de persona piensas que soy?- el escritor sentía el odio de ella en su mirada.
-Eso mismo me estoy preguntando desde anoche. ¿Y sabes que, Castle? No lo sé. Lo único que sé es que en este momento me importa muy poco lo que hagas con tu vida sentimental de acá en adelante. Para dejártelo más claro aun: no me interesa absolutamente nada más de ti más que la ayuda necesaria para resolver el caso lo antes posible. ¿Puedes entenderlo?- terminó de hablar y siguió caminando en dirección a la dueña de casa sin darle oportunidad a él de decir algo más, ahogando celos, rabia y llanto para tratar de abocarse a su trabajo.
-Como usted diga, detective.- dijo en un susurro el desanimado escritor. Él sabía que estaba dolida, pero también sabía lo que le costaba tenerlo enfrente. Castle se sentía del mismo modo. En lo único que pensaba era en ir a abrazarla y pedirle perdón por haberle mentido, por haberla lastimado de esa forma. Al volver a verla lo único en lo que se le cruzó por la cabeza es seguir intentando que cambie de opinión con respecto a la investigación del caso de su madre, que logre volver a confiar el él como antes, como nunca debió dejar de hacer. Sería tarea difícil el sólo hecho que le hablase sin tanto enfado y no sabía bien como se acercaría otra vez, pero todavía no estaba dispuesto a renunciar a ella. Aun no. Inspiró profundo y largó el aire de golpe. -¡Que duro que va a ser esto!- se dijo a si mismo mientras la miraba alejarse.
Esposito había terminado de interrogar Gina cuando Beckett llegó.
-Ya le tomé declaración, Beckett. Te pondré al tanto en cuanto vuelva al precinto después de tratar de localizar a algún familiar.- dijo Javier
-Ok. Ve con Castle a la casa de la madre de Margarita. Él me dijo que algunos de sus parientes residen ilegalmente aquí y es probable que no quieran ni dirigirte la palabra. Yo me voy con Ryan a hablar con los del laboratorio-
-Perfecto. Nos vemos luego.- Esposito se dirigió hacia donde estaba el escritor para informarle las órdenes de su jefa.
-Gina. Te mantendremos al tanto de la investigación y cualquier cosa que recuerdes sobre algún comportamiento extraño o cualquier otra cosa que recuerdes, por pequeña que sea, no dudes en llamarnos.-
-¡Gracias, Beckett! Cualquier cosa que venga a mi mente te lo haré saber…Y ya sabes donde encontrarme por si acaso…- deslizó ese último comentario con toda la malicia posible buscando una reacción en la joven detective. Desde que la había conocido sentía unos celos terribles de la musa de su ex. Desde que los vio juntos por primera vez notó la forma en la que el escritor la miraba. Nunca la había mirado de esa forma a ella en su vida.
-Sí. Por supuesto. Adiós Gina.- Kate trató de que su cara no mostrara ni un gesto, al menos no delante de ella. Hizo señas a Ryan para avisarle que se iban mientras se dirigía a la salida.
Castle y Gina se subieron al auto de Esposito. Pasarían por el loft del escritor para dejar a la ya más calmada publicista y después pasarían por la casa de la madre de la victima. En el camino Rick le mandó un texto a su madre para adelantarle la situación en la que se encontraban para que organizara la casa para la inesperada visita. Al llegar, el escritor subió las maletas de su ex hasta el apartamento y se despidió rápidamente. Quería estar el menor tiempo posible en su casa ahora que su ex estaba ahí. Cuando estuvieron solos dentro del auto otra vez Esposito intentó sacarle información sobre lo que pasaba con Beckett, pero rápidamente Castle le hizo entender que no revelaría nada de lo que sucedía entre ellos. Javi lo tomó como un gesto de caballerosidad. En verdad le caía bien ese tío y realmente le hubiese gustado que fuera el compañero en la vida de Kate.
-Llegamos, Castle.- dijo mientras bajaba del auto dirigiéndose a la puerta. El escritor lo siguió de cerca.
Después de darle la terrible noticia a María, Castle empezó a hacerle algunas preguntas que ella fue contestando con timidez. Hábilmente fue sacándole toda la información que tenía sobre su hija. También le preguntó por los hermanos de Margarita, Roberto y Félix. María se puso algo nerviosa y el escritor la tranquilizó explicándole que no se preocupara, que a la policía sólo le interesaba esclarecer el crimen de su hija y que no llamarían a migraciones. Pero lo único que consiguió sacarle es que trabajaban hasta tarde en una fábrica y hoy no había visto a ninguno de los dos por la mañana. No consiguieron que dijera nada más. Le explicaron que todavía faltaba hacer la autopsia y en cuanto estuviera lista le entregarían el cuerpo para que lo pudieran velar. Se despidieron no sin antes dejarle el número de teléfono del escritor por cualquier cosa que pudiese recordar y salieron rumbo al auto.
-Vienes al precinto ¿No?- preguntó Javier.
-Mmm… ¿Te parece? No creo que sea buena idea… ¡aunque tampoco quiero volver a casa!-
-Según lo veo yo, tú eres parte de la investigación y deberías estar con nosotros mientras nos ponemos al tanto de toda la evidencia que reunimos.-
-Puede que tengas razón, de todos modos no creo que le haga mucha gracia a Beckett tenerme ahí ¿Soportarás que ella te regañe?-
-¡Por supuesto, bro! Serás de mucha ayuda en el caso sin contar que tienes cierto interés personal en él. Y eso es lo que pienso decirle en caso de que me diga algo-
-Gracias por el apoyo, Javi.- dijo el escritor palmeándole el hombro.
-No tienes que agradecerme nada, Castle. Nos ayudaste a resolver infinidad de casos ¡Creo que te has ganado el lugar para ser parte del equipo! A pesar de que Beckett no piense lo mismo en éste preciso momento…-
Al rato estuvieron en la comisaría. Como era de esperarse no le hizo mucha gracia a la bella detective, pero entendió que Castle era necesario y no hizo comentario de su presencia. Intercambiaron información mientras ella agregaba los datos a la pizarra comentando a sus compañeros:
-La joven, como ya había adelantado Lanie, ha sido estrangulada. Por la profundidad del surco en su garganta podemos deducir que utilizaron mucha fuerza, por lo que podríamos suponer que el asesino es un hombre. No se pudo localizar el trozo de soga con la que la asfixiaron, pero en la marca del cuello se encontraron fibras, probablemente de la cuerda.-
Ryan siguió el hilo del informe de Beckett y continuó:
- Éstas ya se hallan en el laboratorio para analizarlas, junto con la ropa interior que llevaba el cadáver y la ropa hallada al lado de la cama, pero llevará algún tiempo obtener los resultados al igual que el examen toxicológico. No se encontraron indicios de violación, pero si había presencia de fluidos vaginales, mas no de semen. La peluca es rubia de pelo sintético, no era de gran calidad y puede adquirirse en cualquier salón de belleza de NY.-
Esposito comenzó a hablar del interrogatorio a Gina. Ésta había estado de viaje de negocios hacía ya cinco días. La idea era volver la semana entrante, pero por una complicación tuvo que regresar antes. Ayer a la tarde, antes de abordar el avión, Gina llamó por teléfono a Margarita avisando que llegaría hoy alrededor de las 8 de la mañana si el avión salía a horario. La escuchó como siempre sin notar nada fuera de lo común en la conversación. El vuelo, finalmente se retrasó y la Srta. Cowell llegó a su casa pasadas las 10:30, llamó a su empleada y no recibió respuesta. Le resultó raro que no estuviera esperándola con el desayuno como hacía siempre. Ni siquiera había café hecho en la cocina. Se dirigió entonces a su habitación y se encontró con la escalofriante escena. Después de estallar en llanto y salir gritando llamó al 911 informando lo que había pasado. Segundos mas tarde llamó a Castle a su móvil y no hizo absolutamente nada mas que esperar a la policía en la vereda llorando asustada. Beckett dibujaba en la pizarra la línea de tiempo y agregaba datos a medida que Javi hablaba. El escritor se puso atrás de la detective y se inclinó hacia adelante acercando su rostro al de ella.
-¿No vas a agregar el la línea de tiempo cuando me llamó a mi? Sería más o menos por aquí…- dijo apoyando el dedo índice sobre la raya dibujada con marcador. Él había notado los celos que le había provocado verlo con Gina y no podía perderse esa oportunidad de verla así otra vez.
- No me parece que sea relevante para la investigación.- dijo mientras se apartaba de él. No quería tenerlo tan cerca. De ninguna manera podía permitir que él notase su nerviosismo. Se suponía que en este momento lo odiaba. ¿Por qué entonces le costaba tanto esa cercanía? No, no era odio. No podría odiarlo jamás. Pero tampoco se podía permitir siquiera pensar en perdonarlo. Al menos no por ahora…
-Mi turno…- dijo el escritor mirando a la detective. –María, nos contó que hablaba con su hija todas las noches por teléfono alrededor de las 22. Margarita nunca había dejado de hacerlo desde que se había mudado a la casa de Gina. Nunca hasta ayer. La madre intentó comunicarse de inmediato al no recibir la llamada a la casa y al celular de su hija sin lograr que nadie la atienda. Tuvo un mal presentimiento, pero no se animó a llamar a la policía por su condición de ilegal. Decidió esperar a alguno de sus hijos y ver que hacían para tratar de localizarla.-
-O sea que… cuando María llamó a su hija todavía estaba con vida…- dijo Kate mirando instintivamente al escritor.
-Exacto. Y… el móvil de Margarita no estaba en la escena, así que podemos suponer…- Castle también la miraba mientras hablaba.
-…que el asesino se lo llevo. - concluyó Beckett. - Castle, consigue el número de Margarita y pásaselo a Esposito a ver si lo pueden rastrear.- ordenó la bella detective.
-¡Aquí mismo lo tengo! Toma, Espo.-
-Gracias, bro.-
-También le pregunté a la madre por la vida sentimental de su hija. Me respondió que estaba sola desde hacía mucho tiempo. Según ella no tenía tiempo para perder en muchachos. Después de cumplir con las tareas en lo Gina, ésta le permitía usar su tiempo libre como desease. Margarita lo empleaba en ayudar a inmigrantes como ella a conseguir la ciudadanía americana. Ayudaba con el papeleo, daba clases de apoyo para todo aquel que tuviese dudas sobre alguna parte del examen y buscaba asesoría legal gratuita para aquellos que pudiesen estar más complicados. Recuerdo que una vez me contó lo que le había costado a ella conseguir la residencia ya que nadie le había dado una mano hasta que conoció a mi ex. Ella fue la única que se interesó por ayudarla en cuanto supo que era ilegal. Y Margarita no quería que nadie tuviese que pasar por lo mismo esperando tener la suerte que tuvo ella. Gina me contó no hace mucho que estaba ayudando a los hermanos a conseguirla. En verdad, esa chica era un ejemplo…-
-Tenemos que encontrar a los hermanos. ¿Sabemos donde trabajan?- preguntó Ryan.
-En una fábrica, pero por ahora sólo tenemos el nombre. IronBros. Es una metalúrgica.- dijo Castle.
-Veré que averiguo.- Dijo Ryan tomando el teléfono.
- ¿Qué más te dijo la madre, Castle?- preguntó Beckett
-No mucho. Que sus hijos trabajan de noche en la fabrica y que no había visto a ninguno de los dos en la mañana… pero déjame decirte algo, detective, no la noté muy preocupada por la ausencia de sus críos. Creo que hay algo que María no nos está diciendo…-
-Hablé con el dueño de la fábrica. ¡Imagínense el susto del empresario cuando le pregunté por dos empleados suyos que supuestamente son ilegales! El tipo nos ofreció su ayuda de inmediato cuando le dije que le mandaríamos a migraciones. Efectivamente Félix Valdéz y Roberto Sosa Valdéz trabajan ahí, pero ninguno de los dos se presentó ayer a trabajar.- dijo Ryan acercándose.
-¿Sosa Valdéz? ¿Por qué Roberto tiene dos apellidos?- preguntó Kate extrañada.
-Roberto, el mayor, no es hermano de sangre de Félix y Margarita. Quedó huérfano cuando era apenas un niño pequeño y María lo adoptó como propio, pero nunca quiso dejar de usar su apellido.- contestó el escritor.
-Tienes una respuesta para todo ¿No?...-
-Ojalá la tuviese…- le dijo mirándola a los ojos –Sé mucho de la vida de Margarita por que he hablado mucho con ella mientras trabajaba en casa. Era una niña encantadora…- dijo Castle con una sonrisa triste.
-Yo… lo siento…- dijo ella apenada por el desacertado comentario. No recordó que él conocía a la victima.
Esposito regresó con las novedades sobre el teléfono de Margarita.
-Está apagado. Probablemente el asesino se haya desecho de el en algún cesto de basura de la ciudad.- Castle lo escuchaba atentamente mientras mandaba un texto. En dos minutos obtuvo respuesta.
-Escucha, Javi. Gina le regalo un Smartphone a Margarita por su cumpleaños. Ahora mismo me está mandando el modelo y demás información del aparato. Todos estos nuevos artefactos tienen rastreo satelital y no creo que éste sea la excepción. Solamente hay que ponerse en contacto con la compañía telefónica para que nos proporcione el código de rastreo y listo. ¡Sí! ¡Acá está el mensaje!- dijo el escritor mientras miraba su teléfono y se lo pasaba a Esposito.
-¡Excelente, Castle! Me comunicaré con la empresa a ver que consigo.- Esposito habló durante unos minutos con uno de los gerentes. No parecía haber conseguido mucho.
-Necesito que Gates mande un mail oficial desde el precinto pidiendo el código. Y ellos tardaran al menos 4 horas en que lo apruebe toda la junta directiva. ¡Eso, por supuesto, contando desde mañana ya que son bastante pasadas las seis de la tarde! Para obtenerlo de inmediato necesitaríamos la orden de un juez.- dijo Javi con desaliento.
-Todavía no tenemos evidencia suficiente como para molestar a un juez… Deberemos conformarnos con Gates. Y… También tendrá que ser mañana, ya que la Capitana ya se retiro hace 15 minutos.- dijo Beckett mirando el despacho de su Jefa.
-Y… ahora ¿Que?- preguntó Ryan.
-No hay mucho mas que hacer hoy aquí así que nos podemos ir todos a casa. Mañana temprano tendremos algunos resultados del laboratorio y con suerte, el teléfono también. Le dejaré una nota a Gates explicándole que tiene que mandar el correo, así a primera hora los directivos de la compañía lo tendrán en sus computadoras- dijo Beckett dirigiéndose a sus compañeros mientras empezaba a escribir. Esposito y Ryan saludaron a la detective y a Castle que se dirigía al baño y salieron en dirección al ascensor. En cuanto terminó de anotar llevo el papel a la oficina, agarró sus cosas y se dirigió a esperar el elevador.
Castle la vio entrando a el cuando volvía del baño se apresuró para bajar con ella. Llego a la puerta cuando ya estaba cerrándose. Deslizó una mano y éstas se abrieron nuevamente. Entró y se paró muy cerca de la detective.
-Castle, el ascensor está vacío. ¿Es necesario que te pares tan cerca?- dijo mirándolo con el ceño fruncido.
-¿Te pone nerviosa mi proximidad?- Contestó con una leve sonrisa.
-No seas engreído… ¿Tan irresistible piensas que eres?- el pulso de la detective comenzó a acelerarse a medida que él se le acercaba.
-No lo sé. Tú dímelo… Piensas que no me doy cuenta como te pones cuando me arrimo mucho a ti- el escritor se puso frente a ella y se acercó hasta detenerse a apenas unos centímetros de su boca.
-Castle… ¿que diablos estas… haciendo? Aléjate… - Él la tomó por la cintura impidiendo que retrocediera.
-Haciendo que te des cuenta lo que sientes al tenerme cerca…No me importa que ahora no quieras ni siquiera verme, voy a seguir intentando que cambies de opinión, voy a hacer que te des cuenta de que de que puedo hacerte feliz a pesar de todo. Voy a hacer que…- Sintieron como el ascensor se detenía. El escritor se puso atrás de ella soltándola rápidamente dejando espacio para que subieran tres personas. Beckett tomó aire. El elevador continuó su descenso. Él se acercó a su oído y termino de hablarle en susurros:
-… voy a hacer que te des cuenta que yo puedo ser la razón para que no decidas desperdiciar tu vida. Todavía no me he dado por vencido contigo, Kate. Voy a luchar por ti hasta que no me quede aliento.- Ella no dijo palabra. Sólo cerró los ojos mientras lo escuchaba y no terminaba de creer lo que él le decía. ¿Lograría hacerla cambiar de opinión con respecto a abandonar la investigación de su madre? ¿Podía Castle ser más importante que la resolución del asesinato de Johanna? No lo sabía, pero al menos se permitió pensarlo unos segundos.
El ascensor llegó a planta baja y todos bajaron en el orden en el que habían entrado. Beckett salió antes que el escritor y se detuvo un segundo girando para despedirse, aun con la respiración agitada por la cercanía del escritor, y como si no hubiese escuchado nada de lo que le había dicho, finalmente habló:
-Te avisaré si hay algo nuevo con el caso, Castle. Adiós.- Rick salió del elevador redoblando la velocidad para lograr pasarla. Cuando pasó a su lado se despidió:
-Hasta mañana, detective. Estoy casi seguro que mañana tendremos novedades.- dijo mostrándose muy positivo a pesar de la aparente indiferencia de ella. Se sentía bien. Sintió su nerviosismo a flor de piel cuando se acercó y la agarró por la cintura. Podía usar todos sus encantos para que cayera rendida a sus pies otra vez. Esa era la única forma que se le ocurría para persuadirla, para lograr que ella prefiriera seguir con vida junto a él, a morir en el intento por resolver el caso más importante y doloroso de su existencia. Estaba convencido de que podía lograr que Beckett le diera una segunda oportunidad y él la aprovecharía sin ninguna duda. Y aparentemente, ayudar en esclarecimiento del asesinato de la pobre Margarita Valdéz serviría al menos como la puerta de acceso para acercarse de nuevo a su bella musa.
Continuara…
Ojalá que les haya gustado! Espero no haberl@s aburrido mucho con el desarrollo del caso. Aguardo ansiosa (como siempre!!) sus comentarios y les recuerdo que acepto críticas y sugerencias!!!!! Gracias por leer! Saludos y hasta la próxima!!!!!
Capítulo VII
-¡Beckett! ¡Espera un segundo!- Castle tenía que intentar convencerla para que lo deje investigar. Sabía que podía ser de gran ayuda, ya que conocía a la victima desde hacía unos cuantos años.
-Como verás estoy ocupada, Castle. ¿Qué quieres?- preguntó con fastidio dándose vuelta para mirarlo.
-Escucha…Se que las cosas no van muy bien entre nosotros ahora, pero… quiero ayudar.-
-¿”No van muy bien”?-ella lo miró levantando las cejas con falsa sorpresa. -Realmente tienes un concepto bastante distorsionado sobre lo que está bien y lo que está mal ¿No es así, Castle? ¡Las cosas entre nosotros no van ni bien ni mal! ¡No van en absoluto! No lo terminas de entender ¿No?- dijo la detective con sobrada ironía.
-Sí. Lo entendí perfectamente, pero yo no soy culpable de que nos hayamos encontrado aquí. Me parece que lo mejor que podemos hacer es unir nuestras cabezas por última vez y resolver esto lo antes posible. Así no tendrás que verme el pelo nunca más.-
-¿No entiendes que no quiero tenerte cerca? No puedo volver a trabajar contigo…- dijo Kate con frialdad.
-Lo sé. ¡Pero te prometo que no me cruzaré contigo a menos que sea estrictamente necesario! Hablaré todo el tiempo con Ryan y Espo cuando descubra algo nuevo. ¡Por favor! ¡Conocía a esta chica desde hace tiempo. También conozco a parte de su familia. Son mexicanos, la mayoría vive aquí de forma ilegal… no creo que les haga mucha gracia hablar con la policía…- por suerte, parecía que la elocuencia del escritor estaba funcionando. Beckett se lo quedó mirando un segundo pensativa. No quería tenerlo cerca. Le costaba horrores no poder abrazarlo, besarlo, tocarlo. –¡Especialmente hoy! ¡Está increíblemente guapo, así… desprolijo…tan varonil!- pensó sin dejar de mirarlo. Iba a ser muy difícil volver a trabajar con él, pero le parecía acertado el razonamiento del escritor con respecto al caso y seguramente sería de mucha ayuda como siempre.
-Probablemente tengas razón con lo de la familia de la joven. No va a ser fácil sacarles algo…-Respiró hondo con resignación. -Está bien, Castle. Trabajaremos juntos, por así decirlo. Irás con Esposito a la casa de los familiares a ver si obtienes algo. Y déjame aclararte una cosa: No te quiero cerca ¿de acuerdo? Mantengamos la mayor distancia posible hasta que esto acabe.- sin esperar respuesta se dio media vuelta para dirigirse a la habitación dónde se encontraba el cadáver, mientras pensaba que sería imposible trabajar con él sin verlo a lo largo de la investigación.
-Gracias, Kate. Prometo hacerme invisible…- contestó siguiéndola de cerca.
-Hola Lanie. ¿Qué tenemos hasta ahora?- preguntó Beckett al entrar.
-Hola Kate.- contestó su amiga mientras la miraba entrar seguida de Castle. Lanie había terminado el examen preliminar del cuerpo. Todavía estaba atado, boca arriba. Las muñecas tenían como dos vueltas de soga, el otro extremo atado a cada pata de la cabecera. El mismo cuadro se repetía con los tobillos, atados a las dos patas restantes de la cama. –La joven tenía entre 23 y 25 años aproximadamente. Por la temperatura del cuerpo puedo determinar la hora de la muerte alrededor de las 23 hs. del domingo. No parece tener otras marcas de violencia que las de las ligaduras de pies y manos. Pero eso podré confirmarlo cuando haga la autopsia-
La escena impactó un poco a Castle. No es lo mismo con alguien que conoces. Se acercó un poco mas al cadáver y lo observó con atención. Había un par de cosas que no encajaban. Su color de pelo, por ejemplo.
-Margarita era morocha. Tenía un maravilloso cabello castaño oscuro, bien lacio ¿Por qué diablos está rubia?- preguntó Castle.
-Es probable que sea una peluca. Lo sabré con certeza cuando en el laboratorio le pueda retirar la media de la cabeza.- contestó Lanie.
-¿Hay algo más que te llame la atención, Castle?- Ryan lo miró con el block de notas en la mano.
-De hecho…sí. El collar, la pulsera y el anillo que tiene puestos son de Gina. Los tiene hace años…- se agachó al costado derecho de la cama y siguió: -Ésta blusa, la pollera… los zapatos…estoy casi seguro que son de mi ex también…o al menos son las marcas que ella usa, como así también el estilo y el talle. No sé…es muy raro… Es como si… - dijo Rick pensativo.
-… se hubiera hecho pasar por Gina.- Beckett terminó la frase, hablando de lo mismo, uniendo involuntariamente sus mentes otra vez, como siempre. Desde el principio había sido así, y parecía ser que eso era algo que no iba a cambiar entre ellos. Lanie y Ryan se miraron sonriendo. La tensión que había hasta el momento en el cuarto era tan espesa que podía cortarse con un cuchillo. El escritor y su musa evitaron las miradas incomodas entre ellos. Ambos se guardaron para si mismos el reconocimiento mutuo de seguir haciendo un gran equipo.
-¡Exacto! ¿Alguien la habrá obligado a vestirse así? ¿Cómo crees que murió, Lanie? ¿Estrangulada?- preguntó Rick.
-¡Te estás haciendo bueno en esto, Castle! Tengo que hacerle algunos exámenes, toxicológicos entre otros, pero por la marca que tiene en el cuello es casi seguro que esa fue la causa de muerte.- contestó Lanie levantando un poco la media para mostrarle la profunda marca. Beckett se aproximó a la garganta de la joven para examinar mejor la herida.
-…El grosor de la soga que usaron para matarla es mayor que el que utilizaron para atarla…Tampoco lo dejaron en el cuello así que… si no lo encontramos por acá podemos suponer que el asesino se lo llevó- dijo la detective incorporándose y mirando a Ryan.
-¿Se lo habrá llevado para hacerlo desaparecer o como algún perverso tipo de suvenir?- dijo Ryan.
-Eso lo que intentaremos averiguar. Primero hay que revisar toda la casa a ver si lo encontramos aquí.- La detective se dirigió hacia la puerta y agregó: -Los del laboratorio forense deben de haber terminado de juntar la evidencia de la escena. Esperaremos los resultados a ver que más pueden aportar.-
-Yo daré la orden para que se lleven el cuerpo. Cuando termine la autopsia te llamaré de inmediato para darte el informe, junto con los análisis toxicológicos y también el de violación. Estoy segura de que hubo actividad sexual antes de su muerte, pero quiero descartar si hubo abuso.- le dijo la Dra. Parish a su amiga.
-¡Perfecto! Nos vemos en el precinto.- contestó Kate saliendo por completo de la habitación en dirección donde se encontraba Esposito tomando declaración a la ex de Castle. El escritor la siguió a solo unos pasos de distancia.
-Te agradezco que me permitas ayudar, Kate.- dijo el escritor apurando el paso para quedar a lado.
-Lo hago únicamente, porque la conocías y serás de ayuda con la familia.- contesto como al pasar.
-Lo sé, aun así, gracias. Cuanto antes lo resolvamos más rápido saldrá Gina de mi casa…- Castle esperaba que ese comentario dejara bien en claro que no quería a su ex cerca. Beckett detuvo su marcha y le clavó una mirada punzante.
-No parece incomodarte demasiado tenerla cerca nuevamente… Además, parece gustarle tu nuevo look- le dijo con sorna.
-No seas sarcástica ¿quieres? Estás siendo injusta. Sabes perfectamente que no pasa nada con Gina desde hace mucho tiempo.-
-No estoy siendo injusta, estoy siendo realista. Sólo comento lo que veo.- los celos de la detective se ponían en evidencia…
-Para ser detective te equivocas bastante juzgando situaciones, Beckett. ¡¿Cómo puedes decir que entre mi ex y yo existe algo después de lo que pasó entre nosotros la otra noche?! ¿Que clase de persona piensas que soy?- el escritor sentía el odio de ella en su mirada.
-Eso mismo me estoy preguntando desde anoche. ¿Y sabes que, Castle? No lo sé. Lo único que sé es que en este momento me importa muy poco lo que hagas con tu vida sentimental de acá en adelante. Para dejártelo más claro aun: no me interesa absolutamente nada más de ti más que la ayuda necesaria para resolver el caso lo antes posible. ¿Puedes entenderlo?- terminó de hablar y siguió caminando en dirección a la dueña de casa sin darle oportunidad a él de decir algo más, ahogando celos, rabia y llanto para tratar de abocarse a su trabajo.
-Como usted diga, detective.- dijo en un susurro el desanimado escritor. Él sabía que estaba dolida, pero también sabía lo que le costaba tenerlo enfrente. Castle se sentía del mismo modo. En lo único que pensaba era en ir a abrazarla y pedirle perdón por haberle mentido, por haberla lastimado de esa forma. Al volver a verla lo único en lo que se le cruzó por la cabeza es seguir intentando que cambie de opinión con respecto a la investigación del caso de su madre, que logre volver a confiar el él como antes, como nunca debió dejar de hacer. Sería tarea difícil el sólo hecho que le hablase sin tanto enfado y no sabía bien como se acercaría otra vez, pero todavía no estaba dispuesto a renunciar a ella. Aun no. Inspiró profundo y largó el aire de golpe. -¡Que duro que va a ser esto!- se dijo a si mismo mientras la miraba alejarse.
Esposito había terminado de interrogar Gina cuando Beckett llegó.
-Ya le tomé declaración, Beckett. Te pondré al tanto en cuanto vuelva al precinto después de tratar de localizar a algún familiar.- dijo Javier
-Ok. Ve con Castle a la casa de la madre de Margarita. Él me dijo que algunos de sus parientes residen ilegalmente aquí y es probable que no quieran ni dirigirte la palabra. Yo me voy con Ryan a hablar con los del laboratorio-
-Perfecto. Nos vemos luego.- Esposito se dirigió hacia donde estaba el escritor para informarle las órdenes de su jefa.
-Gina. Te mantendremos al tanto de la investigación y cualquier cosa que recuerdes sobre algún comportamiento extraño o cualquier otra cosa que recuerdes, por pequeña que sea, no dudes en llamarnos.-
-¡Gracias, Beckett! Cualquier cosa que venga a mi mente te lo haré saber…Y ya sabes donde encontrarme por si acaso…- deslizó ese último comentario con toda la malicia posible buscando una reacción en la joven detective. Desde que la había conocido sentía unos celos terribles de la musa de su ex. Desde que los vio juntos por primera vez notó la forma en la que el escritor la miraba. Nunca la había mirado de esa forma a ella en su vida.
-Sí. Por supuesto. Adiós Gina.- Kate trató de que su cara no mostrara ni un gesto, al menos no delante de ella. Hizo señas a Ryan para avisarle que se iban mientras se dirigía a la salida.
Castle y Gina se subieron al auto de Esposito. Pasarían por el loft del escritor para dejar a la ya más calmada publicista y después pasarían por la casa de la madre de la victima. En el camino Rick le mandó un texto a su madre para adelantarle la situación en la que se encontraban para que organizara la casa para la inesperada visita. Al llegar, el escritor subió las maletas de su ex hasta el apartamento y se despidió rápidamente. Quería estar el menor tiempo posible en su casa ahora que su ex estaba ahí. Cuando estuvieron solos dentro del auto otra vez Esposito intentó sacarle información sobre lo que pasaba con Beckett, pero rápidamente Castle le hizo entender que no revelaría nada de lo que sucedía entre ellos. Javi lo tomó como un gesto de caballerosidad. En verdad le caía bien ese tío y realmente le hubiese gustado que fuera el compañero en la vida de Kate.
***
La casa de María, la madre de Margarita quedaba al otro lado de la ciudad, en un barrio humilde de los suburbios. Castle estaba muy apenado por tener que informar la peor noticia que le pueden dar a un padre. Pensó automáticamente en Alexis. No podría seguir viviendo si algo llegara a pasarle. Esposito detuvo el vehículo y lo devolvió a la realidad. -Llegamos, Castle.- dijo mientras bajaba del auto dirigiéndose a la puerta. El escritor lo siguió de cerca.
Después de darle la terrible noticia a María, Castle empezó a hacerle algunas preguntas que ella fue contestando con timidez. Hábilmente fue sacándole toda la información que tenía sobre su hija. También le preguntó por los hermanos de Margarita, Roberto y Félix. María se puso algo nerviosa y el escritor la tranquilizó explicándole que no se preocupara, que a la policía sólo le interesaba esclarecer el crimen de su hija y que no llamarían a migraciones. Pero lo único que consiguió sacarle es que trabajaban hasta tarde en una fábrica y hoy no había visto a ninguno de los dos por la mañana. No consiguieron que dijera nada más. Le explicaron que todavía faltaba hacer la autopsia y en cuanto estuviera lista le entregarían el cuerpo para que lo pudieran velar. Se despidieron no sin antes dejarle el número de teléfono del escritor por cualquier cosa que pudiese recordar y salieron rumbo al auto.
-Vienes al precinto ¿No?- preguntó Javier.
-Mmm… ¿Te parece? No creo que sea buena idea… ¡aunque tampoco quiero volver a casa!-
-Según lo veo yo, tú eres parte de la investigación y deberías estar con nosotros mientras nos ponemos al tanto de toda la evidencia que reunimos.-
-Puede que tengas razón, de todos modos no creo que le haga mucha gracia a Beckett tenerme ahí ¿Soportarás que ella te regañe?-
-¡Por supuesto, bro! Serás de mucha ayuda en el caso sin contar que tienes cierto interés personal en él. Y eso es lo que pienso decirle en caso de que me diga algo-
-Gracias por el apoyo, Javi.- dijo el escritor palmeándole el hombro.
-No tienes que agradecerme nada, Castle. Nos ayudaste a resolver infinidad de casos ¡Creo que te has ganado el lugar para ser parte del equipo! A pesar de que Beckett no piense lo mismo en éste preciso momento…-
Al rato estuvieron en la comisaría. Como era de esperarse no le hizo mucha gracia a la bella detective, pero entendió que Castle era necesario y no hizo comentario de su presencia. Intercambiaron información mientras ella agregaba los datos a la pizarra comentando a sus compañeros:
-La joven, como ya había adelantado Lanie, ha sido estrangulada. Por la profundidad del surco en su garganta podemos deducir que utilizaron mucha fuerza, por lo que podríamos suponer que el asesino es un hombre. No se pudo localizar el trozo de soga con la que la asfixiaron, pero en la marca del cuello se encontraron fibras, probablemente de la cuerda.-
Ryan siguió el hilo del informe de Beckett y continuó:
- Éstas ya se hallan en el laboratorio para analizarlas, junto con la ropa interior que llevaba el cadáver y la ropa hallada al lado de la cama, pero llevará algún tiempo obtener los resultados al igual que el examen toxicológico. No se encontraron indicios de violación, pero si había presencia de fluidos vaginales, mas no de semen. La peluca es rubia de pelo sintético, no era de gran calidad y puede adquirirse en cualquier salón de belleza de NY.-
Esposito comenzó a hablar del interrogatorio a Gina. Ésta había estado de viaje de negocios hacía ya cinco días. La idea era volver la semana entrante, pero por una complicación tuvo que regresar antes. Ayer a la tarde, antes de abordar el avión, Gina llamó por teléfono a Margarita avisando que llegaría hoy alrededor de las 8 de la mañana si el avión salía a horario. La escuchó como siempre sin notar nada fuera de lo común en la conversación. El vuelo, finalmente se retrasó y la Srta. Cowell llegó a su casa pasadas las 10:30, llamó a su empleada y no recibió respuesta. Le resultó raro que no estuviera esperándola con el desayuno como hacía siempre. Ni siquiera había café hecho en la cocina. Se dirigió entonces a su habitación y se encontró con la escalofriante escena. Después de estallar en llanto y salir gritando llamó al 911 informando lo que había pasado. Segundos mas tarde llamó a Castle a su móvil y no hizo absolutamente nada mas que esperar a la policía en la vereda llorando asustada. Beckett dibujaba en la pizarra la línea de tiempo y agregaba datos a medida que Javi hablaba. El escritor se puso atrás de la detective y se inclinó hacia adelante acercando su rostro al de ella.
-¿No vas a agregar el la línea de tiempo cuando me llamó a mi? Sería más o menos por aquí…- dijo apoyando el dedo índice sobre la raya dibujada con marcador. Él había notado los celos que le había provocado verlo con Gina y no podía perderse esa oportunidad de verla así otra vez.
- No me parece que sea relevante para la investigación.- dijo mientras se apartaba de él. No quería tenerlo tan cerca. De ninguna manera podía permitir que él notase su nerviosismo. Se suponía que en este momento lo odiaba. ¿Por qué entonces le costaba tanto esa cercanía? No, no era odio. No podría odiarlo jamás. Pero tampoco se podía permitir siquiera pensar en perdonarlo. Al menos no por ahora…
-Mi turno…- dijo el escritor mirando a la detective. –María, nos contó que hablaba con su hija todas las noches por teléfono alrededor de las 22. Margarita nunca había dejado de hacerlo desde que se había mudado a la casa de Gina. Nunca hasta ayer. La madre intentó comunicarse de inmediato al no recibir la llamada a la casa y al celular de su hija sin lograr que nadie la atienda. Tuvo un mal presentimiento, pero no se animó a llamar a la policía por su condición de ilegal. Decidió esperar a alguno de sus hijos y ver que hacían para tratar de localizarla.-
-O sea que… cuando María llamó a su hija todavía estaba con vida…- dijo Kate mirando instintivamente al escritor.
-Exacto. Y… el móvil de Margarita no estaba en la escena, así que podemos suponer…- Castle también la miraba mientras hablaba.
-…que el asesino se lo llevo. - concluyó Beckett. - Castle, consigue el número de Margarita y pásaselo a Esposito a ver si lo pueden rastrear.- ordenó la bella detective.
-¡Aquí mismo lo tengo! Toma, Espo.-
-Gracias, bro.-
-También le pregunté a la madre por la vida sentimental de su hija. Me respondió que estaba sola desde hacía mucho tiempo. Según ella no tenía tiempo para perder en muchachos. Después de cumplir con las tareas en lo Gina, ésta le permitía usar su tiempo libre como desease. Margarita lo empleaba en ayudar a inmigrantes como ella a conseguir la ciudadanía americana. Ayudaba con el papeleo, daba clases de apoyo para todo aquel que tuviese dudas sobre alguna parte del examen y buscaba asesoría legal gratuita para aquellos que pudiesen estar más complicados. Recuerdo que una vez me contó lo que le había costado a ella conseguir la residencia ya que nadie le había dado una mano hasta que conoció a mi ex. Ella fue la única que se interesó por ayudarla en cuanto supo que era ilegal. Y Margarita no quería que nadie tuviese que pasar por lo mismo esperando tener la suerte que tuvo ella. Gina me contó no hace mucho que estaba ayudando a los hermanos a conseguirla. En verdad, esa chica era un ejemplo…-
-Tenemos que encontrar a los hermanos. ¿Sabemos donde trabajan?- preguntó Ryan.
-En una fábrica, pero por ahora sólo tenemos el nombre. IronBros. Es una metalúrgica.- dijo Castle.
-Veré que averiguo.- Dijo Ryan tomando el teléfono.
- ¿Qué más te dijo la madre, Castle?- preguntó Beckett
-No mucho. Que sus hijos trabajan de noche en la fabrica y que no había visto a ninguno de los dos en la mañana… pero déjame decirte algo, detective, no la noté muy preocupada por la ausencia de sus críos. Creo que hay algo que María no nos está diciendo…-
-Hablé con el dueño de la fábrica. ¡Imagínense el susto del empresario cuando le pregunté por dos empleados suyos que supuestamente son ilegales! El tipo nos ofreció su ayuda de inmediato cuando le dije que le mandaríamos a migraciones. Efectivamente Félix Valdéz y Roberto Sosa Valdéz trabajan ahí, pero ninguno de los dos se presentó ayer a trabajar.- dijo Ryan acercándose.
-¿Sosa Valdéz? ¿Por qué Roberto tiene dos apellidos?- preguntó Kate extrañada.
-Roberto, el mayor, no es hermano de sangre de Félix y Margarita. Quedó huérfano cuando era apenas un niño pequeño y María lo adoptó como propio, pero nunca quiso dejar de usar su apellido.- contestó el escritor.
-Tienes una respuesta para todo ¿No?...-
-Ojalá la tuviese…- le dijo mirándola a los ojos –Sé mucho de la vida de Margarita por que he hablado mucho con ella mientras trabajaba en casa. Era una niña encantadora…- dijo Castle con una sonrisa triste.
-Yo… lo siento…- dijo ella apenada por el desacertado comentario. No recordó que él conocía a la victima.
Esposito regresó con las novedades sobre el teléfono de Margarita.
-Está apagado. Probablemente el asesino se haya desecho de el en algún cesto de basura de la ciudad.- Castle lo escuchaba atentamente mientras mandaba un texto. En dos minutos obtuvo respuesta.
-Escucha, Javi. Gina le regalo un Smartphone a Margarita por su cumpleaños. Ahora mismo me está mandando el modelo y demás información del aparato. Todos estos nuevos artefactos tienen rastreo satelital y no creo que éste sea la excepción. Solamente hay que ponerse en contacto con la compañía telefónica para que nos proporcione el código de rastreo y listo. ¡Sí! ¡Acá está el mensaje!- dijo el escritor mientras miraba su teléfono y se lo pasaba a Esposito.
-¡Excelente, Castle! Me comunicaré con la empresa a ver que consigo.- Esposito habló durante unos minutos con uno de los gerentes. No parecía haber conseguido mucho.
-Necesito que Gates mande un mail oficial desde el precinto pidiendo el código. Y ellos tardaran al menos 4 horas en que lo apruebe toda la junta directiva. ¡Eso, por supuesto, contando desde mañana ya que son bastante pasadas las seis de la tarde! Para obtenerlo de inmediato necesitaríamos la orden de un juez.- dijo Javi con desaliento.
-Todavía no tenemos evidencia suficiente como para molestar a un juez… Deberemos conformarnos con Gates. Y… También tendrá que ser mañana, ya que la Capitana ya se retiro hace 15 minutos.- dijo Beckett mirando el despacho de su Jefa.
-Y… ahora ¿Que?- preguntó Ryan.
-No hay mucho mas que hacer hoy aquí así que nos podemos ir todos a casa. Mañana temprano tendremos algunos resultados del laboratorio y con suerte, el teléfono también. Le dejaré una nota a Gates explicándole que tiene que mandar el correo, así a primera hora los directivos de la compañía lo tendrán en sus computadoras- dijo Beckett dirigiéndose a sus compañeros mientras empezaba a escribir. Esposito y Ryan saludaron a la detective y a Castle que se dirigía al baño y salieron en dirección al ascensor. En cuanto terminó de anotar llevo el papel a la oficina, agarró sus cosas y se dirigió a esperar el elevador.
Castle la vio entrando a el cuando volvía del baño se apresuró para bajar con ella. Llego a la puerta cuando ya estaba cerrándose. Deslizó una mano y éstas se abrieron nuevamente. Entró y se paró muy cerca de la detective.
-Castle, el ascensor está vacío. ¿Es necesario que te pares tan cerca?- dijo mirándolo con el ceño fruncido.
-¿Te pone nerviosa mi proximidad?- Contestó con una leve sonrisa.
-No seas engreído… ¿Tan irresistible piensas que eres?- el pulso de la detective comenzó a acelerarse a medida que él se le acercaba.
-No lo sé. Tú dímelo… Piensas que no me doy cuenta como te pones cuando me arrimo mucho a ti- el escritor se puso frente a ella y se acercó hasta detenerse a apenas unos centímetros de su boca.
-Castle… ¿que diablos estas… haciendo? Aléjate… - Él la tomó por la cintura impidiendo que retrocediera.
-Haciendo que te des cuenta lo que sientes al tenerme cerca…No me importa que ahora no quieras ni siquiera verme, voy a seguir intentando que cambies de opinión, voy a hacer que te des cuenta de que de que puedo hacerte feliz a pesar de todo. Voy a hacer que…- Sintieron como el ascensor se detenía. El escritor se puso atrás de ella soltándola rápidamente dejando espacio para que subieran tres personas. Beckett tomó aire. El elevador continuó su descenso. Él se acercó a su oído y termino de hablarle en susurros:
-… voy a hacer que te des cuenta que yo puedo ser la razón para que no decidas desperdiciar tu vida. Todavía no me he dado por vencido contigo, Kate. Voy a luchar por ti hasta que no me quede aliento.- Ella no dijo palabra. Sólo cerró los ojos mientras lo escuchaba y no terminaba de creer lo que él le decía. ¿Lograría hacerla cambiar de opinión con respecto a abandonar la investigación de su madre? ¿Podía Castle ser más importante que la resolución del asesinato de Johanna? No lo sabía, pero al menos se permitió pensarlo unos segundos.
El ascensor llegó a planta baja y todos bajaron en el orden en el que habían entrado. Beckett salió antes que el escritor y se detuvo un segundo girando para despedirse, aun con la respiración agitada por la cercanía del escritor, y como si no hubiese escuchado nada de lo que le había dicho, finalmente habló:
-Te avisaré si hay algo nuevo con el caso, Castle. Adiós.- Rick salió del elevador redoblando la velocidad para lograr pasarla. Cuando pasó a su lado se despidió:
-Hasta mañana, detective. Estoy casi seguro que mañana tendremos novedades.- dijo mostrándose muy positivo a pesar de la aparente indiferencia de ella. Se sentía bien. Sintió su nerviosismo a flor de piel cuando se acercó y la agarró por la cintura. Podía usar todos sus encantos para que cayera rendida a sus pies otra vez. Esa era la única forma que se le ocurría para persuadirla, para lograr que ella prefiriera seguir con vida junto a él, a morir en el intento por resolver el caso más importante y doloroso de su existencia. Estaba convencido de que podía lograr que Beckett le diera una segunda oportunidad y él la aprovecharía sin ninguna duda. Y aparentemente, ayudar en esclarecimiento del asesinato de la pobre Margarita Valdéz serviría al menos como la puerta de acceso para acercarse de nuevo a su bella musa.
Continuara…
Ojalá que les haya gustado! Espero no haberl@s aburrido mucho con el desarrollo del caso. Aguardo ansiosa (como siempre!!) sus comentarios y les recuerdo que acepto críticas y sugerencias!!!!! Gracias por leer! Saludos y hasta la próxima!!!!!
Última edición por Solexite el Jue Nov 08, 2012 9:50 am, editado 1 vez
Solexite- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Me ha gustado mucho, interesante el caso y la situación, pero como en todos estoy deseando que Kate reflexiones y estén juntos.
Continua pronto.
Continua pronto.
anaforo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1090
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 31
Localización : Murcia. Y en una de las 20 manzanas que hay entre la casa Rick y la de Kate :)
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Me gustaaaa! Espero que Castle logre derretirla con sus encantos y lo perdone!
Continúalo pronto
Continúalo pronto
cris_beckett- Autor de best-seller
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