Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
La espera valió la pena!!!!
Muy bueno, todo en su camino y no esperaba esa vuelta en el caso, me gusto muchísimo!!!! Quien miente???
Subí pronto porfi y hacerlos largos, muy largos que es un placer leerlo.
Muy bueno, todo en su camino y no esperaba esa vuelta en el caso, me gusto muchísimo!!!! Quien miente???
Subí pronto porfi y hacerlos largos, muy largos que es un placer leerlo.
silvanalino- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Por fiiiiin... denuevo juntos, ya no los separes maaaaas esta buenisimo el caso... continua pronto pliss
Emily Claire- Actor en Broadway
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Que ganas tenía de poder leer un nuevo capítulo de esta historia después de como lo habías dejado con el momento ducha.
Me gusta que Kate haya cedido por fin a Castle y ahora se lance a él en el ascensor o le diga que es una dulzura, me imagino la cara de Espo y Ryan cuando lo oyeron y lo colorada que se tuve que poner Beckett cuando lo dijo, es una escena muy divertida.
Parece que gracias a Lanie y a los encantos del escritor se ha decidido a dejar el caso de su madre, al menos de momento. Me da pena que por culpa del nuevo descubrimiento del romance de "los hermanos" al final esa cita que tenían para cenar no vaya a poder ser...
Que ganas de leer la segunda parte, este capítulo me gusta muchísimo
Me gusta que Kate haya cedido por fin a Castle y ahora se lance a él en el ascensor o le diga que es una dulzura, me imagino la cara de Espo y Ryan cuando lo oyeron y lo colorada que se tuve que poner Beckett cuando lo dijo, es una escena muy divertida.
Parece que gracias a Lanie y a los encantos del escritor se ha decidido a dejar el caso de su madre, al menos de momento. Me da pena que por culpa del nuevo descubrimiento del romance de "los hermanos" al final esa cita que tenían para cenar no vaya a poder ser...
Que ganas de leer la segunda parte, este capítulo me gusta muchísimo
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Muy bueno el capi!!
Continua prontoo
Continua prontoo
carly becket- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 19/10/2011
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Para silvanalino: ¡Primero que nada quería desearte un muy feliz cumpleaños, compatriota! Te deseo que pases un día maravilloso!!!!!!
Ahora quiero agradecer a todos por los mensajes! Me alegro que les haya gustado la primera parte. No estoy del todo convencida de que pase lo mismo con la segunda!!! Sé que much@s van a odiarme seguro!!!! Es un poquito más larga que la primera (Ya se habrán dado cuenta que la síntesis no es lo mío!!!), espero no aburrir. En fin... Ahí va!
Capítulo X Parte II
Castle llegó a la puerta de su casa con la intención de pedirle a Gina que se mude a hotel. Pensaba decirle todo lo que sentía por Kate y que verdaderamente se sentía muy incomodo por tenerla ahí, especialmente si estaba intentando tener algo con Beckett. Sí. Eso es lo que haría en cuanto entrase. Lo único en lo que no pensó fue en que Alexis y Martha también estarían ahí de gran charla con ella, así que tendría que esperar un rato para hablar a solas.
Al entrar, saludó a su madre, hija y ex. Puso unos cubos de hielo en una hielera y se dirigió rápidamente hacia su escritorio. Aprovecharía el momento y trataría de escribir un poco. Al parecer hoy se sentía un poco más animado como para retomar su trabajo. Estuvo un rato concentrado hasta que Alexis golpeó la puerta de su escritorio.
-¿Puedo entrar, papá?- preguntó asomando su cabeza.
-Por supuesto hija. ¿Qué ocurre?- preguntó levantando la vista.
-¡Nada importante! Sólo quería avisarte que ahora me voy a lo de las chicas. Me quedaré a cenar con ellas, pero te prometo que volveré temprano. Ah! Y no te olvides que mañana me voy con el colegio a nuestra última excursión de fin de curso. ¿Me llevarás a la tarde para tomar el autobús de colegio? Voy a estar fuera un par de días y te extrañaré mucho, papá- Alexis se acerco para abrazarlo y darle un dulce beso.
-¡Por supuesto, cariño! ¿Cómo podría olvidarme de tu último paseo con la escuela? ¡Diviértete hoy con tus amigas; y no te preocupes por lo del viaje, estaré aquí a tiempo para llevarte!-
-¡Gracias, papi!-
-¡Alex! ¡Espera! Dime… ¿tu abuela todavía está hablando con Gina?
-No. La abuela creo que salió y Gina, hasta recién estaba sentada en el living hablando por teléfono. ¿Necesitas algo?-
-En realidad, sí. ¿Puedes decirle a Gina, que por favor venga? Si es que terminó de hablar, por supuesto…
-Sí. No hay problema. ¡Ahora le digo!- dijo sonriente la bella mujercita.
- Gracias. ¡Adiós, hija!
A los pocos minutos Gina entró al escritorio.
-Me dijo Alexis que quieres hablar conmigo ¿Pasa algo grave?-
-No. No te preocupes no es nada grave…- Castle guardó silencio unos minutos sin saber por dónde empezar. Si bien era cierto que no quería tener a su ex en su casa, todavía sentía culpa por tener que pedirle que se marche a un hotel. Se levantó dirigiéndose a la mesita donde tenía su escocés favorito. -¿Quieres uno?- le preguntó agarrando un par de vasos.
-Sí. ¿Por qué no? Sin hielo para mi… - Gina siempre le había resultado una mujer muy sensual, además de hermosa, y más de una vez había logrado seducirlo con sus encantos. Pero desde que Beckett había aparecido en su vida, ninguna otra mujer pudo siquiera acercarse a lo que ella le provocaba cuando la tenía cerca. Su ex lo tenía muy claro, pero aun así, seguiría intentando hasta las últimas consecuencias tener una última oportunidad con él. Castle le pasó el vaso y agarró el otro para él; lo movió en círculos haciendo girar el cubo de hielo para enfriarlo un poco y luego bebió un largo trago.
-Me estás empezando a preocupar, Rick ¿Por qué esa cara?
-Escucha, Gina. Realmente se me hace muy difícil decirte esto, pero… necesito que te vayas a un hotel. Tú elige cual. Yo me haré cargo de todos los gastos…- dijo mirándola a los ojos con algo de pena.
-Ya no me soportas ¿No, Rick?- dijo con una sonrisa triste.
-No… no es eso. Es que siento que te estás confundiendo con respecto a nosotros, Gina… No quiero que pienses que tenemos algún tipo de oportunidad. Lo nuestro terminó hace mucho y de verdad no quiero lastimarte…- Ella se lo quedó mirando mientras hablaba pensando cual sería su próximo paso. Estaba perdiendo rápidamente la batalla que había iniciado. Pero en su cabeza todavía sentía que podía hacer algo.
-Dime la verdad, Richard… ¿Me pides que me vaya por Beckett? ¿Te hizo una escenita de celos y temes que no te permita seguirla más en sus investigaciones? ¡Ya sé! ¡Si me sigo quedando puede pensar que estamos juntos ¿No?!- mientras le hablaba sensualmente se le fue acercando rodeándole el cuello con sus brazos.
Castle apoyo el vaso sobre el escritorio y le sacó los brazos.
-Gina, ni lo intentes. Ya no queda nada de lo que alguna vez tuvimos y tú lo sabes bien. Y si quieres escucharlo de mis propios labios te lo diré: amo a Beckett. Creo que me enamoré la primera vez que la vi y dudo que alguna vez pueda amar a otra mujer como la amo a ella. Estoy intentando de todas las maneras posibles acercármele y la verdad que el hecho de que estés aquí no lo facilita.
-Imagino que no… - dijo Gina sin dejar de mirarlo – ¿Recuerdas lo que me dijiste cuando lograste que saliera contigo?
-Eso fue hace mucho tiempo… Te dije muchas cosas intentando conquistarte…
-Cierto… Me refería a la primera vez que amanecimos juntos… Me dijiste que te habías enamorado de mi el primer día que me viste y que nunca más en tu vida podrías te podrías separar de mí ¿Recuerdas ahora?- Gina le sonrió con algo de amargura. Castle tenía razón con respecto a que el amor, si es que alguna vez había existido, ya hacía mucho que se había acabado. Lo peor de todo era que todavía se sentía atraída por él y moría de celos y envidia de escucharlo hablar así de Beckett. Sus ojos se iluminaban cada vez que él la recordaba. Antes de que ella apareciera en la vida del escritor, Gina podía hacer y deshacer a su antojo lo que quisiera con Rick, pero eso había cambiado radicalmente y todavía no podía resignarse a perder protagonismo.
-Yo…sí. Lo recuerdo…- Richard se sintió un poco avergonzado. Su ex no mentía. Ella recordaba a la perfección lo que le había dicho y él también. La única diferencia, es que antes sólo habían sido palabras y ahora lo sentía en su corazón con cada latido; cada vez que Kate se paraba delante, cada vez que se tocaban, cada vez que se besaban. Cada milímetro de su piel, al más simple roce con la de ella, le suplicaba que no la soltase, que por favor no perdiera el suave contacto con su hermoso cuerpo. Y eso era algo que nunca jamás le había sucedido con nadie y tenía la seguridad absoluta de que nadie podría provocarle algo semejante nunca más. Richard sabía que no podía decirle todo esto a Gina. No tenía ningún sentido lastimarla así.
-Gina, por favor no lo hagas difícil… No tiene sentido hablar de cosas que pasaron hace mucho tiempo atrás. Tenemos una buena relación y me gustaría que siga así. Si continuamos revolviendo el pasado seguramente habrá cosas que ninguno de los dos queremos oír… déjalo ya ¿quieres? Que el pasado quede en el pasado.
-Tienes razón, Rick. Mejor dejémoslo así. Me buscaré un hotel y me iré de inmediato. No quiero causarte problemas, sólo espero que no te equivoques esta vez. Si no estás realmente seguro, no le jures amor eterno.- el escritor sintió la patada. El último comentario de su ex le había dolido. Él nunca quiso lastimarla, pero lamentablemente, en las parejas rotas siempre hay uno que sufre más que el otro y ésta vez le tocó a ella. Richard se la quedó mirando. Ella se le acercó y lo abrazó, quedando su cabeza apoyada en su hombro. Permaneció así unos segundos tratando de retener en ese tiempo todo lo que pudiese de el aroma de su piel. Se separó lentamente rozando con sus labios el cuello de su camisa. Quedó en frente de él y no pudo evitar darle un beso de despedida. Castle se separó de inmediato, sin darle oportunidad de seguir.
-Me llevo el sabor de tus labios como despedida. No podías negarme eso…- dijo sonriendo con malicia.
-En realidad sí podía y debería haberlo hecho, pero me tomaste por sorpresa...- Ella lo odió por ese comentario.
El timbre interrumpió el incomodo momento. Castle fue a atender y Gina se fue a su cuarto a empacar con algo de fastidio.
Esposito y Beckett esperaban del otro lado de la puerta a ser atendidos. El escritor abrió y esbozó una sonrisa al verla parada enfrente de él. Los hizo pasar de inmediato.
-¡Tenemos novedades, bro! McDowell se comunicó con nosotros y después de hacerle unas cuantas preguntas nos dijo que Margarita le había confesado que ella había tenido una relación amorosa durante muchos años con Roberto. Al parecer las cosas no habían terminado muy bien y desde que él empezó a verse seguido con Margarita, Roberto comenzó a tener una actitud muy hostil con ella.
-¡No puedo creerlo! ¡¿Margarita y Roberto salían?! Increíble…- dijo asombrado el escritor. –Digno de una novela... –concluyó pensativo.
-Increíble es que Félix y el mismísimo Roberto nos lo hayan ocultado.- agregó la detective mirando al escritor. Lo siguió observando mientras entrecerraba los ojos frunciendo levemente el ceño. –¿Eso es rouge?- pensó Kate mirando el labio inferior de Castle. -¡No! ¡No puede ser! ¡Es imposible que haya llegado tan lejos!- tenía la mirada clavada en él tratando de descifrar qué demonios tenía en el labio.
-Vamos a ir a buscarlo al Hotel, pero necesitamos que vengas con nosotros. Si nos aparecemos solos corremos el riesgo de que se nos escape. No podemos permitir que eso pase. Roberto ahora es nuestro principal sospechoso- dijo Esposito.
-¿Vienes o estás muy ocupado?- inquirió ella mirando a Gina que se acercaba arrastrando la valija con rueditas. Rick giró mirando a Gina sin entender muy bien la pregunta de Beckett. La publicista saludo a los detectives y permaneció en silencio mirando a Castle con una pequeña sonrisa.
-Sí. Por supuesto que voy.- el escritor giró mirando a la publicista y preguntó: -Dime, Gina ¿tú sabes algo sobre una supuesta relación entre Margarita y Roberto? Al parecer, Michel les dijo a los detectives que habían salido durante años…
-Ahora que lo mencionas, recuerdo una vez que llegué antes de lo esperado a casa y los encontré en una situación… como decirlo… intima. Roberto la tenía abrazada de una forma poco habitual entre hermanos. Pero, la verdad es que Margarita nunca me contó nada al respecto, así que no te lo puedo afirmar.
-Roberto parece hundirse cada vez mas…- dijo Rick –Te llamaré un taxi, para que te lleve al hotel, Gina.- agregó mirando a su ex.
-No es necesario. Pedí uno antes de terminar de armar la valija. Ya debe estar abajo.- Gina se acercó hasta el escritor dándole un beso en la mejilla. Luego le limpió el rouge que le había dejado recién. Se lo quedó mirando un segundo y pasó el pulgar por el labio inferior de él diciendo: -¡Ups! ¡No había visto éste!- Beckett abrió la boca sorprendida. Sus ojos no podían creer lo que estaban viendo – ¡Sí! ¡Era rouge! ¡¿Como pudo Gina llegar tan lejos?! ¡¿Cómo Castle se lo permitió?!- se preguntaba una y otra vez. Por un lado quería matar a Castle por haber besado a Gina, pero por el otro se sentía sumamente confundida ya que se estaba yendo a un hotel. Así que pensando un poco mas fríamente, era evidente que no pasaba nada entre ellos, de otro modo no tendría un taxi esperando en la puerta.
-¡No puedo creerlo, Gina! Que bajo has caído…- le dijo él en voz baja, negando con la cabeza y mirándola con total reprobación.
Gina lo escuchó perfectamente y sus palabras, fueron sal dentro de la herida abierta. Entonces, decidió que la guerra no había terminado aun. Si bien hasta el momento se había sentido satisfecha con la última tortura dedicada a Beckett, esas últimas palabras de Richard le molestaron tanto que antes de salir susurró a la detective al pasar a su lado: -Te amo son las palabras más utilizadas por nuestro escritor favorito, así que no te hagas tantas ilusiones con él ¡En unos meses podrías estar haciendo lo que yo ahora!- y diciendo esto desapareció en el pasillo con una enorme sonrisa. Ahora sentía que se podía ir tranquila. Beckett alzó la vista clavando su mirada en el escritor, quien se sentía sumamente avergonzado por la actitud tan desagradable que había tenido su ex. Sabía que la publicista estaba despechada, pero aun así no pudo evitar que le afectara el desagradable comentario. Podría decirse que las últimas palabras de la rubia irritada, lograron su objetivo y habían hecho más daño que el mismísimo beso que le había robado al escritor. Después de todo, la idea de que ella era sólo un capricho para Castle, ya había rondado por su cabeza anteriormente.
Otra vez la incertidumbre inundaba su mente, pero por suerte, todavía no había alcanzado su corazón.
-Yo… lo siento…- dijo Richard y bajó la vista sin poder sostenerle la mirada.- La detective permaneció en silencio sólo un segundo. Al escritor le parecieron horas…
-Nosotros también deberíamos irnos- dijo al fin mirando a los dos y dirigiéndose a la puerta.
-Sí. Debemos irnos de inmediato. Quiero llevarlo cuanto antes al precinto. Estoy seguro que con una noche adentro nos contará toda la verdad sobre este asunto.- Esposito trató de suavizar el tenso momento en el que se encontraba y lo único que se le ocurrió es seguir hablando del caso. Miró a Castle y le dijo:
-Ey, bro. ¿Tú qué opinas de lo de Roberto y Margarita? Algo bastante perverso ¿no crees?
-Mmm… en realidad, pensándolo un poco no lo es tanto. Después de todo no corre la misma sangre por sus venas…- mientras hablaba, Rick se ponía el saco caminando hacia la puerta.
-Pero los criaron juntos y a todo el mundo siempre le dijeron que son hermanos…-
-Sí. Los criaron juntos, pero observa éste detalle: Roberto nunca dejó de usar su verdadero apellido, por lo que deduzco que él nunca se sintió verdaderamente como un hijo o hermano más, aunque los hayan criado a los tres por igual.
-Probablemente tengas razón en eso, pero aun así, todavía me resulta chocante la situación. Supongo que estoy criado muy a la antigua.- a Espo se le dibujó una sonrisa –Y tu ¿Qué opinas de todo esto, jefa?
-No lo sé… supongo que Castle tiene razón en lo que dice y Roberto nunca se sintió parte de esa familia. De todos modos, hasta ahora solamente tenemos lo que nos dijeron los demás. Para tener la historia completa debemos escuchar a Roberto.- Beckett trató de no cruzar la mirada con el escritor. Ya era bastante incómoda la situación como para seguirla empeorando aun más.
Durante el viaje Castle realizó un breve relato sobre cómo habían conocido él y su ex a Michel. Recordó que fue en una fiesta a beneficio de la fundación. Él había ido hasta la barra a buscar unos tragos y cuando volvió al lado de Gina, ésta se encontraba hablando con un joven muy animadamente. Al principio reaccionó no demasiado bien, pensando que el muchacho intentaba conquistarla. Al decir esto, Rick sintió la mirada de ella por el retrovisor del auto. Tragó saliva algo nervioso y continuó.
-Después de hablar con él un rato comenzó a caerme bien. Incluso creo que notó mi hostilidad al principio. Lo supuse, cuando para aflojar el incomodo momento, dijo que la belleza Gina le recordaba mucho a su madre. A mí me causo tremenda gracia que la comparara con una señora mayor, a ella no tanto. Después de estar hablando durante más de una hora explicándonos como se manejaba la fundación, terminó convenciéndonos para hacer unas donaciones. Pero, aparte de eso, no teníamos mayor contacto con él.
Continuaron hablando durante el trayecto que les quedaba hasta llegar al hotel. Detuvieron el auto a media cuadra de la entrada del hotel para no advertir a los hermanos de su presencia. Se dirigieron a la habitación 11. Castle iba adelante. Él sería el encargado de tocar la puerta para lograr que le abrieran sin asustarse. Después, ingresarían ellos para llevar detenido al ahora principal sospechoso. Llegaron hasta la puerta. El escritor se paró enfrente y golpeó dos veces. Los dos detectives se pararon uno a cada lado. Esposito puso una mano sobre su arma mirando a su compañera. Beckett le hizo una seña haciéndole entender que no sería necesario. Se escucharon pasos aproximándose a la puerta. El ínfimo haz de luz que salía por el agujero de la mirilla, desapareció cuando acercaron un ojo a ella del otro lado. Una voz algo nerviosa respondió cortando el silencio.
-¿Quién es?
-Soy Richard Castle. Roberto ¿Eres tú?- preguntó. Segundos después la puerta se abrió y el joven pregunto:
-¿Qué hace aquí Sr. Castle?- preguntó Roberto algo extrañado. –Pase, por favor.- hizo un ademan con la mano invitándolo a entrar.
-No tengo buenas noticias, Roberto.- Castle entró y al instante aparecieron los detectives atrás de él. Roberto quedó petrificado. Félix salía del baño preguntando
-¿Qué es lo que está pasando, Roberto? ¿Por qué están aquí? ¿Hay alguna novedad sobre el asesino de Margarita?
-Pasa que nos mentiste, Roberto. O mejor dicho, nos ocultaste información importante.- dijo Beckett acercándose a él y continuó: -¿Por qué no nos dijiste sobre la relación que mantenías con Margarita? Yo confié en ti y tú te portaste pésimo. ¿Te das cuenta que te convertiste en nuestro principal sospechoso? Tendré que llevarte detenido y tomarte declaración en la comisaría. No tengo otra opción.- El rostro de Beckett tenía una expresión sumamente dura.
Castle, quien observaba desde afuera notó que Félix no se sobresaltó con la noticia, lo que le dio a entender que ya estaba enterado de todo.
Roberto agachó la cabeza tristemente y luego habló:
-Yo no la maté, detective… yo la amaba… desde siempre. Nunca podría haberle hecho daño…pero no tenía otra opción que ocultar mi relación con ella ¿Qué hubiesen pensado de mí? ¿Qué era una especie de monstruo con un amor enfermizo por su hermana? Nunca hubiesen entendido lo que Margarita y yo sentíamos el uno por el otro…Yo estaba convencido de que éramos inseparables, que estaríamos juntos toda nuestras vidas, pero desde el mismísimo día que conoció a McDowell nuestra relación comenzó a cambiar, día a día nos distanciábamos más, hasta que una tarde me citó en lo de la Srta. Cowell y simplemente me dejó diciéndome que ya no sentía lo mismo por mí, que no tenía sentido seguir juntos.- Roberto se llevó una mano a los ojos atrapando las lagrimas que empezaban a brotar de sus ojos tristes.
Castle miró a Kate y luego Félix, quien comenzó a hablar.
-Es verdad, detectives. Ellos dos fueron inseparables toda la vida, desde pequeños. Cuando crecieron no pudieron evitar enamorarse. Aunque yo creo que ya se amaban desde siempre… Pero, como le dijimos hoy, Margarita era una persona diferente con nosotros desde hacía un tiempo.
-Así todo, debo llevarte detenido hasta esclarecer todo esto, Roberto. Tu coartada es muy endeble, no hay testigos que te hayan visto en el teléfono público a la hora del asesinato de Margarita. Y si es que la huellas coinciden, tranquilamente pudiste haberlas dejado en cualquier otro momento- El joven bajó la cabeza asintiendo con resignación.
-Lo sé, detective. Sólo está haciendo su trabajo.- dijo extendiendo sus manos para ser esposado. Esposito miró a Beckett dudando si ponerle las esposas o no.
-No creo que las necesitemos, jefa. No iras a intentar escaparte ¿verdad?- Esposito había escuchado atentamente el relato de los dos jóvenes y lo cierto es que le creía. Algo le decía que era inocente y pesar de su mente arcaica, podía imaginar el amor que tenía Roberto por Margarita.
-No, detective. Le juro que no intentaré nada…- Roberto abrazó a su hermano fuertemente.
-¡No te preocupes! ¡Todo va a salir bien! Ya verás hermano…- dijo Félix tristemente. Ya había perdido a una hermana, alguien le había robado su vida y ahora estaba a punto de perder a su hermano.
Los cuatro se dirigieron a la salida caminado en dirección al auto. El menor de la familia se quedó en la puerta mirando con tristeza como se llevaban a su hermano. Esposito iba con Roberto adelante y Beckett y el escritor los seguían de cerca.
-Por hoy hemos terminado, Castle. No hay mucho más que hacer en el precinto más que llenar las planillas para dejarlo detenido. Si quieres podemos dejarte en tu casa de pasada.- dijo Javi ladeando un poco la cabeza. Rick miró automáticamente a la detective recordando la conversación que tuvieron a la tarde. Ella permaneció con la vista al frente, sin siquiera un gesto.
-No es necesario, Espo. Pediré un taxi en la recepción. ¡No te preocupes!- respondió él.
-Acompáñalo, Beckett. No vaya a ser que no lo reconozcan y no le permitan llamar a un taxi. Yo te esperaré en el auto con el Sr. Valdéz.- Dijo Javi adelantándose.
Al quedarse caminando atrás, finalmente Castle hablo:
-Escucha, Kate… Sé que Gina se comportó como una verdadera bruja…y te pido disculpas. Lo del labial… el beso… para ella fue una especie de despedida… y yo no logré zafarme… lo siento.- Rick se la quedó mirando esperando ansioso que ella hablase.
-El labial del cuello de tu camisa ¿También tiene que ver con la despedida?- Kate frunció levemente el ceño al mirarlo. Él, detuvo su marcha y pegó la barbilla al pecho intentando encontrar la mancha de rouge. Ella lo miró señalándole con el dedo el lugar exacto de la marca y continuó caminando.
-¡No puedo creer mi condenada suerte! ¡Maldita seas, Gina!- dijo ofuscado cerrando sus puños.
-Escucha, Castle. ¡Tranquilízate! Todavía no se bien porque, pero te creo.- El escritor la miraba incrédulo. Si bien le estaba diciendo que aceptaba que no había tenido ni la más mínima responsabilidad de todo lo sucedido con su ex, Beckett no le transmitía lo mismo con su actitud hacía él.
Ella lo miró un instante en silencio y prosiguió:
- No voy a mentirte, Castle. Todas y cada una de las veces que los vi a ti y a tú ex en alguna situación comprometida me sentí una verdadera estúpida. Especialmente, cuando ella me hacía sentir así, al acercarse a ti hablándote sensualmente mientras me miraba de reojo buscando mi reacción. ¿Puedes entender como me sentí en esos momentos? ¿La vergüenza delante de mis compañeros?- la bella detective suspiro haciendo que el escritor quisiera abrazarla. Luego de la breve pausa prosiguió: -¿Y sabes que es lo más increíble de todo esto? Que muy a pesar mío, siempre lograste convencerme de lo contrario con todo tu arsenal de encantos. Lo del beso con Gina… realmente no me lo esperaba; pero lo que verdaderamente dejó mella en mí fueron sus últimas palabras antes de irse.- Él también había escuchado las palabras de su ex y realmente no podía culparla por sentirse así.
-Kate… Lo lamento… Lo que dijo Gina no es verdad, en absoluto… No voy por la vida regalando un “te amo” a cada mujer que conozco. No pienses que soy tan cruel…- Rick se frenó e intentó agarrarle la mano, ella lo esquivó. Quería mantener el menor contacto posible con su piel o volvería a perderse en el deseo que él le provocaba con una simple caricia.
-Lo sé. Y te creí todas las explicaciones que me diste con respecto a tu ex, de lo contrario no estaríamos ahora teniendo esta conversación. Pero, imagínate por un momento que hubiese sido al revés: si tú hubieses llegado a mi casa y te encuentras a Josh con restos de lápiz labial en sus labios, y encima al pasar junto a ti te dice “No te hagas muchas ilusiones, Castle. Sus “te amo” son fáciles. En un par de meses podrías estar de vuelta en tu casa”…- Él se imaginó al doctorcito besándola y ella abrazándolo. Su cara se transformó por completo. Enfermó de celos con una situación que ni siquiera había existido y entonces, por primera vez se puso en su lugar, comprendiendo en parte, lo que ella había estado sintiendo a lo largo de estos días.
-Yo… tienes razón…Me hubiese dolido mucho verte en esa situación… A él, lo hubiese matado a golpes…- Richard bajó la cabeza.
-Toda ésta situación contigo en estos últimos días no ha sido nada fácil, Rick. Estoy intentando de todas la formas posibles volver a confiar en ti y cada vez que estoy a punto de lograrlo pasa algo que termina arruinándolo todo… No quiero convertirme en otro de tus caprichos del que te aburras en unos meses… - Beckett bajó la mirada cuando sintió que los ojos se le llenaban de lagrimas.
-¡No eres un capricho para mi Kate! ¡Y no sé cómo hacer para demostrarte lo contrario! ¡Cada vez que intento acercarme, tú me alejas! Dime qué puedo hacer para solucionar esto y lo haré… lo que sea, Kate. ¡No puedo verte así!- el escritor le levantó suavemente el mentón y la acarició con dulzura. Ella cerró los ojos un momento disfrutando de su ternura.
-No lo sé. Te juro que últimamente es mas lo que ignoro de mi misma que lo que verdaderamente conozco. ¡Me gustaría que por un segundo, pudieras meterte en mi cabeza para darte cuenta el verdadero desastre en el que se ha convertido! Lo único que sé con certeza, es que cada vez que te tengo cerca me cuesta mucho pensar con claridad…- dijo secándose las lagrimas y reanudando la marcha.
-Necesitas espacio… un tiempo lejos de mí…- el escritor sonrió amargamente. - Lo entiendo. De verdad.- Rick se dio cuenta que en su afán por conquistarla nuevamente y lograr obtener su confianza otra vez, quizá, la había presionado mucho. Probablemente hasta asfixiarla. Y para peor, el haber tenido a Gina en su casa no ayudó en absoluto. Tenía que retroceder para permitirle pensar.
-Probablemente, sí. Necesito ordenar un poco mi cabeza y escuchar atentamente a mi corazón. El problema es que tu ayuda en este caso es sumamente valiosa porque de un modo u otro conoces a todo aquel que está relacionado. Hasta ahora has sido de mucha ayuda.- una media sonrisa asomó en el rostro de Beckett.
-Te diré lo que haremos: Yo seguiré ayudando con la investigación estando lo mas lejos de ti que se me posible y te prometo que no te presionaré más con respecto a nosotros. ¿Estás de acuerdo?- dijo mientras se paraba enfrente de la administración.
-De acuerdo, Castle. Al menos lo intentaremos.- Beckett golpeó suavemente la puerta de vidrio con su placa alertando al conserje. Éste le abrió de inmediato preguntando qué podía hacer para ayudarla. Después de informarle al empleado que necesitaba un taxi salió a reunirse con el escritor que la esperaba afuera.
-¡Listo! Ya viene en camino. Espo me está esperando… así que me voy.- dijo la detective mirando sus hermosos ojos azules.
-Sí… gracias por pedirme el taxi.- Ella empezó a caminar en dirección al auto. Castle dudó un segundo y luego habló:
-¡Kate! ¡Espera!- Beckett giró para mirarlo. –Prométeme que no te olvidaras de lo que hablamos hoy a la tarde… ¡Por favor!- sus palabras sonaron a súplica. El escritor solamente esperaba que ella no se arrepintiese de abandonar la investigación de su madre. Estaría dispuesto, inclusive, a dar un paso al costado si es que eso le aseguraba que estaría a salvo.
-Te prometo que lo tendré presente ¡Adiós!- giró sobre sus talones, metió las manos en los bolsillos de su campera y se fue en busca de Esposito.
Castle la miró hasta que se perdió de su vista. Esperó al taxi y se fue a su casa.
Durante el regreso al precinto los detectives siguieron interrogando a Roberto. El joven estaba convencido que McDowell tenía una cierta aprensión por todo aquel que no hubiese nacido en Norteamérica, especialmente por los latinos.
-¿En qué te basas para decir eso, Roberto?- preguntó la detective.
-Por cómo nos trataba a mí y a mi hermano. Desde el primer día que nos conoció se portó como un imbécil engreído. Se burlaba de nuestro acento o cuando decíamos mal alguna palabra. Siempre haciéndonos notar que nosotros éramos menos que él por haber nacido en otro país. Todo esto, claro, espaldas de Margarita...
-¿Y como explicas que estuviera saliendo con ella si no le gustaban los latinos?- preguntó Javi mirándolo por el retrovisor.
-Margarita bien hubiese podido pasar por americana. Su piel era blanca y sus ojos color avellana. Lo único que la delataba era su acento…- respondió el joven. Se quedó callado un instante y prosiguió: -Estoy seguro que ese enfermo le pidió que se cambiara el color de pelo a rubio…
Beckett y Espo se miraron. Debían interrogar si o si a McDowell intentando exponer su supuesto racismo. Era una posibilidad que deberían analizar y si bien Roberto era el principal sospechoso tenía el mismo derecho que McDowell de ser tomado en cuenta con su declaración.
Al regresar a la comisaría Ryan los recibió con la noticia que los del laboratorio habían tenido un caso urgente y debieron posponer el informe de las huellas hasta mañana por la mañana. Lo que si tenía en su mano era un papel con las llamadas del teléfono de la casa de Gina. Se lo pasó a la detective para que lo examinara, mientras, Esposito trasladaba al sospechoso a la celda. Lo miró detenidamente recordando lo que le habían dicho los hermanos. Se acercó a la pizarra anotando la nueva data. Todas las llamadas coincidían con el relato de los hermanos, tanto las del celular de Margarita como las del teléfono de Gina. Si llegaban a conseguir alguna huella de Roberto en el teléfono público quedaría prácticamente libre de sospechas. Siguió mirando la pizarra, pensativa. Todavía le intrigaba de excesivamente la huella parcial de la que nada sabían. Se dirigió a la computadora con la idea de comparar las impresiones digitales del detenido con el pedazo de huella que tenían del marco de la puerta y del aparato móvil. Nada. No coincidían. Miró su reloj. Habían pasado ya las ocho y media. Levantó la vista y dijo a sus compañeros:
-No hay mucho que hacer aquí, chicos. Vamos a casa y mañana veremos como sigue esto.
-Excelente idea, Beckett. Estaba pensando lo mismo.- dijo Esposito.
-Sí. ¡Ya es hora! Jenny debe estar esperándome con la cena- Ryan miró su reloj y se puso el saco algo apurado. Se le notaban las ganas que tenían de estar con su esposa. Salieron los tres juntos y se despidieron en la puerta del destacamento.
Beckett llegó a su casa en unos minutos. Casi no había transito en las calles. Entró a su departamento con la idea de comer algo, si es que encontraba algo en la heladera, y acostarse a dormir. Había tenido un día increíblemente largo y estaba molida. En realidad fue más “increíble” que largo en sí, debido a los sucesos que se habían desarrollado en el transcurso del día. Su cabeza, para variar, era un compendio de imágenes, palabras, pensamientos y sensaciones, relacionadas mayormente, con Richard. Le hubiese encantado poder apagar su cabeza un rato y no recordar toda ésta última semana. Si Gina no hubiese aparecido seguramente ahora estaría cenando algo delicioso con él y no algo recalentado en el microondas. Seguramente a estas horas estaría envuelta en sus brazos escuchando su dulce voz.
Levanto las cosas de la mesa y se fue a dormir. Al pasar por delante de la portátil del Capitán se detuvo un momento y la miro. La levantó de la mesita donde estaba apoyada, se dirigió hasta donde estaban las cajas que le dio Evelyn, abrió la tapa de una, y la guardo adentro cerrando rápidamente, como si quisiera evitar ver lo que hay en su interior. Había tomado una decisión al respecto, de la que aun dudaba mucho, pero al menos en esto, no volvería atrás. Y con respecto a Castle… ya tendría tiempo mañana de seguir pensando en él. Respiró hondo y largó el aire lentamente, se dirigió a su habitación para tratar de dormir.
Se levantó apenas escuchó el despertador. Se pegó una ducha y salió directo para desayunar con Evelyn y su familia. Antes de irse, cargó las dos cajas en el auto para devolvérselas a la esposa del Capitán. Cuando dobló la esquina a media cuadra de la casa se sobresaltó al ver un patrullero. Bajó de inmediato a encontrarse con Evelyn Montgomery que estaba en la puerta hablando con un uniformado.
-¡¿Qué pasó, Evelyn?! ¡¿Están todos bien?!- dijo la detective mostrándole la placa al oficial para que le diera paso.
-¡Sí, Kate! ¡No te preocupes! Estamos todos sanos y salvos. Fue sólo un robo y estábamos todos fuera de casa. ¡Nos desvalijaron por completo!- contestó
-¿Tienes idea a qué hora ocurrió? ¿Forzaron la puerta?- preguntó Beckett
-Sí, la forzaron. Supongo que debe haber sido durante la noche. Tuvieron tiempo de sobra… Nosotros nos fuimos tipo siete de la tarde. Éste es el tercer robo de este estilo que sucede en el barrio.- respondió resignada. –¡Pero, ven adentro! Increíblemente la cafetera está en su lugar así que aprovechemos y tomemos un café al menos.
-¡Ok!- dijo Kate sonriendo levemente.
Charlaron durante un rato no muy largo, ya que Beckett tenía que irse a trabajar. Fue hasta el auto a buscar las cajas y regresó junto a la esposa del Capitán.
-Me alegra que estés terminando con el caso. ¡La caja con las fotos, también se las robaron! Puedo conseguirte los negativos de algunas de ellas, pero de todas ¡Imposible!- le decía Evelyn agarrando una de las cajas.
-No creo que sea necesario, pero gracias de todos modos.- Se despidió con un abrazo y se fue rumbo al precinto.
Esposito la esperaba con el informe del vigilante que le habían puesto a McDowell. Decía que salió de su casa hace una hora rumbo a la fundación.
-El reporte no dice la hora en la que llegó de Long Island…- dijo la detective levantando la vista del papel para mirar a Espo.
-Porque nunca lo vio entrar… fue lo primero que le pregunté al agente en cuanto noté que faltaba en el informe.
-Todavía tenemos que comprobar que efectivamente estuvo de viaje…-
Ryan se acercaba a ellos con la noticia de que McDowell estaba aquí. Beckett le pidió que lo haga pasar.
Lo llevaron a la oficina y le pidieron que relate como había sido su domingo. El joven comenzó a hablar. Contó las veces que había hablado con Margarita por teléfono, las veces que no se pudo comunicar. Les contó también que la había visto por la tarde alrededor de las siete y media y que por último había hablado con ella antes de salir de viaje como a las nueve.
-¿A qué hora regreso a su casa hoy Sr. McDowell?- inquirió la detective.
-Tipo tres de la mañana. Hoy me levante y me fui directo a la fundación a llevar unas carpetas que necesitaban a primer hora.- los tres detectives se miraron en silencio. Los horarios de las llamadas coincidían, pero el afirmaba que había regresado de madrugada y nuestro agente afirmaba no haberlo visto entrar nunca. Alguno de los dos mentía. O McDowell siempre estuvo en su casa o nuestro compañero se había dormido en su trabajo.
-Necesitaremos que alguien confirme que estuvo en Long Island y sus huellas para descartarlo como sospechoso- dijo Ryan acercándose con la almohadilla y una planilla.
-Mmm… eso va a ser un poco difícil, detective… Puedo hablar con los del hotel para que confirmen que estuve ahí. Me conocen y siempre me hospedo en el mismo lugar, pero con respecto a las huellas…-
-¿A qué se refiere?- Beckett lo miró confusa.
-Verá…Hace unos años tuve un accidente en una de las casas donde se hospedan los niños que reciben tratamiento por intermedio de la fundación. Un niño pequeño estaba a punto de agarrar con sus pequeñas manitos una olla con leche hirviendo…yo me asusté y lo corrí justo antes de que se volcara sobre su cuerpecito…- el joven les mostró las palmas de las manos. La piel estaba arrugada por las quemaduras. Beckett se acercó un poco y las observó con atención. Miró a sus compañeros, y luego a él diciendo:
-Le tomaremos la impresión de todos modos. Ya sabe… rutina.-
-Como usted prefiera, detective. No tengo ningún problema en ayudar.-
-Después puede retirarse. Manténgase en la ciudad hasta que resolvamos el caso y trate de no desaparecer. –
-No hay problema. Hoy sólo me quedan un par de trámites personales por hacer y después estaré en mi casa por si me necesitan para algo.-
Beckett salió de la oficina con Esposito en dirección a su escritorio.
-Quiero que lo sigan. Quiero saber todo lo que hace durante el día... ¿Notaste que no te dirigió la palabra ni una sola vez, Espo?-
-Sí. Lo noté. Le estoy empezando a creer a Roberto…-
-Yo también…-
Ryan volvió con la planilla enloquecido en dirección a la pizarra y la apoyó justo al lado de la huella parcial que tenían de la casa de Gina y del teléfono de Margarita. Una parte del pulgar de Michel poseía aun, un pedazo de impresión digital. Y por supuesto coincidía. Fue de inmediato al escáner para archivarlas en la base de datos y tener la confirmación del software que utilizan para comparar con precisión.
- Ahora se convierte en sospechoso… -indicó Javi.
-Sí. Pero aun es evidencia circunstancial… Cualquier abogado que se precie nos destrozaría en un juzgado. Siendo pareja de Margarita ya había estado en la casa anteriormente y encima confirmado por Gina. Y el celular, bien pudo agarrarlo en cualquier momento… No tenemos nada concreto como para conseguir una orden de allanamiento así que hay que seguir investigando…-
-Tienes razón…pero aun así, este tipo no me termina de cerrar.- señaló Ryan.
-No tenemos mucho, chicos… nada que nos dé la certeza de que es culpable. En la misma situación está Roberto, tampoco tenemos nada para acusarlo formalmente. De hecho, en cuanto tengamos las huellas del teléfono público, en el caso de que coincidan con las de él, tendremos que soltarlo.- Beckett torció la boca en un gesto de desanimo al no poder dar con las piezas que le faltaban para completar el rompecabezas.
-Estoy convencido que si logramos revisar la casa de McDowell encontraremos la soga con la que ahorcaron a la víctima.- comentó Ryan.
-¿Por qué estas tan seguro de que el culpable es McDowell y no Valdéz?- interrogó Esposito.
-Llámalo intuición… No sé… desde un principio quiso que nosotros miráramos hacia el lado de Roberto. Lo primero que nos señalo fue su “aberrante relación con su hermana”, según el mismo definió. Y además yo no creo que nuestro chico vigía se haya dormido y no haya visto entrar a McDowell a la madrugada… no lo sé… no me lo trago.- Ryan quedó mirando al vació pensativo.
-Tenemos que comprobar su coartada. Llamaré al hotel.- dijo Espo agarrando el teléfono.
-¿Tu qué opinas, Beckett?
-Estoy de acuerdo contigo, Ryan… Me pregunto si podremos encontrar algo sospechoso en la casa…algo a simple vista, sin necesitar una orden de allanamiento.
-Podemos intentarlo…- acotó Javi mientras esperaba que lo atiendan.
-Tengo una idea…Esposito le llevará las joyas que tenía la víctima, preguntándole si las había visto con anterioridad… El que lo acompañe se dedicará a observar el entorno y Javi se dedicará se dedicará a observarlo a él. Con suerte quizá logremos que aunque sea se ponga nervioso.-
-Castle sería de gran ayuda- comentó Ryan.
-¡Absolutamente de acuerdo! Llámalo y pregúntale si puede acompañar a Esposito.- le ordenó la detective con autoridad. A pesar de que se moría por escuchar su voz, prefirió evitarlo. Al menos por ahora.
Esposito termino de hablar con el encargado del hotel. Le confirmó que hubo un caballero registrado a nombre de Michel McDowell, pero que él no podía afirmar que era la misma persona que se hospedaba con regularidad o algún otro haciéndose pasar por él. El encargado afirmaba no recordar la cara del huésped habitual, pero que con una foto podría informarle rápidamente si era el sospechoso quien se había registrado o no. El detective le informó que le mandaría la fotografía por mail de inmediato.
Beckett le explicó lo conversado con Ryan minutos atrás. Esperarían a que el agente que seguía a McDowell les avisara que había regresado a su casa para caerle de sorpresa.
Ryan terminó de contarle el plan a Castle y regresó con sus compañeros.
-Dice que no tiene ningún problema en acompañarte, Javi. Está encantado de poder ayudar.
A cabo de una hora el agente que vigilaba a McDowell llamó para avisar que después de pasar por el banco se había metido en su casa. Esposito mandó un texto al escritor para avisarle que se encontraran en la casa del nuevo sospechoso.
Esposito y Castle se encontraron en la esquina de la casa y sin demora se dirigieron a la puerta. Michel se mostró sorprendido al principio, pero los hizo pasar de inmediato. Esposito le explicó el motivo de la visita mientras sacaba la bolsa de evidencia con las joyas. El joven le esquivaba la mirada. Miró cuidadosamente las joyas y dijo nunca habérselas visto puestas a Margarita.
Castle tosió forzadamente un par de veces fingiendo ahogarse. McDowell lo miró.
-¿Está usted bien, Sr. Castle?
-Sí…creo que sí. ¿Podrías traerme un vaso con agua por favor?-
-¡Enseguida!- respondió el joven dirigiéndose a la cocina. Castle aprovechó para recorrer el lugar libremente. Observó rápidamente todo lo que tenía alrededor buscando algo que pudiese incriminarlo. Se acercó hasta la chimenea y su sorpresa fue enorme al mirar las fotografías que se encontraban sobre ellas. Tomó una de ellas girando para mostrársela al detective.
Escucho los pasos que se acercaban. Dejó la fotografía en su lugar y se paró nuevamente junto a Javier.
El joven volvió con una bandeja en las manos con dos vasos y una jarra con agua. Le pasó un vaso a cada uno y los llenó de agua. Ambos se lo bebieron enteros bajo la mirada del sospechoso. Depositaron los vasos vacios otra vez en la bandeja. Michel no dejó de mirar la mano de Esposito hasta que apoyó el vaso.
-La preciosa mujer que está en las fotos ¿Es tu madre?- preguntó el escritor con una sonrisa. McDowell le clavó una mirada penetrante.
-Sí. Murió cuando yo tenía 17 años.- contestó secamente.
-Yo… no sabía… Lo siento…¡Era una verdadera belleza!- el joven no contestó al cumplido que le había hecho Castle sobre su madre. Al parecer no le había agradado demasiado.
-Si no tienen algo más que mostrarme o preguntarme…tengo que hacer unas llamadas para la fundación… Deberán disculparme…-dijo acercándose a la puerta.
-Es todo, Sr McDowell. Gracias por su colaboración.- Esposito le extendió la mano para despedirse. El joven dudó un instante y después le apretó la mano y rápidamente se la soltó. Con un ademan sutil se pasó la mano por el pantalón, como queriendo limpiarse. Castle pensó en lo desagradable que le empezaba a resultar este tipo. El escritor ni siquiera se molestó en estrecharle la mano. Simplemente salió de la casa con un simple adiós.
Una vez afuera se dirigieron al auto para volver al precinto.
-¿Llegaste a ver las fotos de la chimenea, Espo?-
-No. Pero te vi muy sorprendido… ¿Qué fue lo que viste? Además de una mujer hermosa…-
-¡A Gina!
-¡A tu ex!- Esposito abrió los ojos sorprendidísimo.
-Bueno… No era Gina exactamente, era su madre, pero te puedo asegurar que nunca vi a nadie tan parecido a ella en toda mi vida…-
Llegaron al precinto con las novedades. Castle no podía esperar para verla. Salió del ascensor mirando hacia su escritorio, ella estaba de espaldas y no notó su llegada. Espo lo seguía de cerca.
-Hola, detective. Tenemos novedades…- Kate levantó la vista de los papeles que leía hasta el momento. Se alegró de verlo y se lo demostró regalándole una tímida sonrisa.
-¿Qué encontraron?
Castle relató toda la entrevista que habían tenido. Le contó sobre las fotos y el gran parecido de Gina con la madre del joven. También le contó como cambió su actitud al decirle lo hermosa que era. Y finalizó con el despreciable gesto de limpiarse la mano al saludar a Javi y la aversión con la que miraba el vaso donde él había tomado agua.
-Roberto no se equivocaba…- dijo Ryan
-Estoy seguro de que este tipo tiene algún tipo de perversión relacionada con su madre…y el parecido con Gina…- Rick se quedó pensando.
-Podría ser que obligase a Margarita a vestirse como su madre para tener relaciones con ella… y Gina, con su gran parecido, puede haber sido el catalizador para que todo empezara…- señaló la detective.
-Claro… !Por eso la peluca rubia!- Al escritor se le dibujó una enorme sonrisa.
-Tiene sentido…- acotó Ryan.
-Aun así, todavía no conseguimos lo suficiente como para conseguir la orden de allanamiento- la detective sonaba frustrada.
-Esperemos que los del hotel no lo reconozcan. Sin coartada no tendremos problemas para conseguirla- comentó Javier.
Castle miró la hora. Era tardísimo tenía que pasar a buscar a su hija y llevarla a la escuela para la excursión. Pidió disculpas explicando su situación. Se despidió de todos y antes de irse le dijo que si lo necesitaban no duden en llamar y vendría de inmediato a seguir ayudando.
De pasada fue a buscar la chaqueta que había dejado en la tintorería. Era cierto que tenía muy buenos recuerdos para él. Se intercambió las chaquetas, llevándose la limpia y dejando la otra. Salió del negocio y se tomó un taxi hasta la puerta del edificio.
Llegó a su casa con el tiempo justo para recoger a Alexis para llevarla a la excursión. La adolescente estaba al borde de un ataque de nervios. Odiaba llegar tarde y con su padre, eso era algo que ocurría seguido.
-¡Vamos, papá! ¡Llegaremos tarde!- La hermosa pelirroja puso su maleta con rueditas en el auto se subió de un salto.
Llegaron a la escuela desde donde salía el micro, sobre la hora. Castle tuvo que dejar el auto a la vuelta porque no encontraba espacio para estacionar. Apenas detuvo el auto, Alexis se bajó, agarró su maleta y comenzó a correr hacia la puerta de atrás de la escuela. Castle la seguía atrás sin poder alcanzarla. Su hija lo notó y se detuvo un segundo. Rick la alcanzó finalmente y ella se le colgó de su cuello con un dulce abrazo.
-¡Me están esperando! ¡Lo siento! ¡Te amo, papi! ¡Y gracias por traerme!- La pequeña mujercita corrió hasta el autobús. Apenas subió, se cerraron las puertas y arrancó. Castle se quedó mirando cómo se iba el micro. Todavía sonreía al recordar a su pequeña abrazándolo.
Se dio vuelta regresando a su coche. A lo lejos se escuchó una acelerada y un auto aproximarse en dirección a él. Clavó los frenos y el escritor giró para ver qué había ocurrido.
Sintió sobre su cuerpo una serie de impactos, sobre sus piernas, brazos, pecho. Todo su cuerpo se estremeció confundido. Sintió un impacto más. Sintió ardor, sitió dolor. Sintió como la sangre empezaba a manchar su ropa.
Continuará…
Por favor, no me odien demasiado!!!!!!!
En defensa propia tengo dos cosas para alegar:
1ro-: Después de como se había comportado Gina a lo largo de la historia no podía retirarse así sin más… Tenía que salir de escena como una verdadera bruja!!!!
2do-:El próximo capítulo es el último de la historia, así que me pareció interesante enredarlo un poquitito mas… jajaja!
Gracias por leer y espero sus comentarios!!!! Saludos y hasta la proxima!
Ahora quiero agradecer a todos por los mensajes! Me alegro que les haya gustado la primera parte. No estoy del todo convencida de que pase lo mismo con la segunda!!! Sé que much@s van a odiarme seguro!!!! Es un poquito más larga que la primera (Ya se habrán dado cuenta que la síntesis no es lo mío!!!), espero no aburrir. En fin... Ahí va!
Capítulo X Parte II
Castle llegó a la puerta de su casa con la intención de pedirle a Gina que se mude a hotel. Pensaba decirle todo lo que sentía por Kate y que verdaderamente se sentía muy incomodo por tenerla ahí, especialmente si estaba intentando tener algo con Beckett. Sí. Eso es lo que haría en cuanto entrase. Lo único en lo que no pensó fue en que Alexis y Martha también estarían ahí de gran charla con ella, así que tendría que esperar un rato para hablar a solas.
Al entrar, saludó a su madre, hija y ex. Puso unos cubos de hielo en una hielera y se dirigió rápidamente hacia su escritorio. Aprovecharía el momento y trataría de escribir un poco. Al parecer hoy se sentía un poco más animado como para retomar su trabajo. Estuvo un rato concentrado hasta que Alexis golpeó la puerta de su escritorio.
-¿Puedo entrar, papá?- preguntó asomando su cabeza.
-Por supuesto hija. ¿Qué ocurre?- preguntó levantando la vista.
-¡Nada importante! Sólo quería avisarte que ahora me voy a lo de las chicas. Me quedaré a cenar con ellas, pero te prometo que volveré temprano. Ah! Y no te olvides que mañana me voy con el colegio a nuestra última excursión de fin de curso. ¿Me llevarás a la tarde para tomar el autobús de colegio? Voy a estar fuera un par de días y te extrañaré mucho, papá- Alexis se acerco para abrazarlo y darle un dulce beso.
-¡Por supuesto, cariño! ¿Cómo podría olvidarme de tu último paseo con la escuela? ¡Diviértete hoy con tus amigas; y no te preocupes por lo del viaje, estaré aquí a tiempo para llevarte!-
-¡Gracias, papi!-
-¡Alex! ¡Espera! Dime… ¿tu abuela todavía está hablando con Gina?
-No. La abuela creo que salió y Gina, hasta recién estaba sentada en el living hablando por teléfono. ¿Necesitas algo?-
-En realidad, sí. ¿Puedes decirle a Gina, que por favor venga? Si es que terminó de hablar, por supuesto…
-Sí. No hay problema. ¡Ahora le digo!- dijo sonriente la bella mujercita.
- Gracias. ¡Adiós, hija!
A los pocos minutos Gina entró al escritorio.
-Me dijo Alexis que quieres hablar conmigo ¿Pasa algo grave?-
-No. No te preocupes no es nada grave…- Castle guardó silencio unos minutos sin saber por dónde empezar. Si bien era cierto que no quería tener a su ex en su casa, todavía sentía culpa por tener que pedirle que se marche a un hotel. Se levantó dirigiéndose a la mesita donde tenía su escocés favorito. -¿Quieres uno?- le preguntó agarrando un par de vasos.
-Sí. ¿Por qué no? Sin hielo para mi… - Gina siempre le había resultado una mujer muy sensual, además de hermosa, y más de una vez había logrado seducirlo con sus encantos. Pero desde que Beckett había aparecido en su vida, ninguna otra mujer pudo siquiera acercarse a lo que ella le provocaba cuando la tenía cerca. Su ex lo tenía muy claro, pero aun así, seguiría intentando hasta las últimas consecuencias tener una última oportunidad con él. Castle le pasó el vaso y agarró el otro para él; lo movió en círculos haciendo girar el cubo de hielo para enfriarlo un poco y luego bebió un largo trago.
-Me estás empezando a preocupar, Rick ¿Por qué esa cara?
-Escucha, Gina. Realmente se me hace muy difícil decirte esto, pero… necesito que te vayas a un hotel. Tú elige cual. Yo me haré cargo de todos los gastos…- dijo mirándola a los ojos con algo de pena.
-Ya no me soportas ¿No, Rick?- dijo con una sonrisa triste.
-No… no es eso. Es que siento que te estás confundiendo con respecto a nosotros, Gina… No quiero que pienses que tenemos algún tipo de oportunidad. Lo nuestro terminó hace mucho y de verdad no quiero lastimarte…- Ella se lo quedó mirando mientras hablaba pensando cual sería su próximo paso. Estaba perdiendo rápidamente la batalla que había iniciado. Pero en su cabeza todavía sentía que podía hacer algo.
-Dime la verdad, Richard… ¿Me pides que me vaya por Beckett? ¿Te hizo una escenita de celos y temes que no te permita seguirla más en sus investigaciones? ¡Ya sé! ¡Si me sigo quedando puede pensar que estamos juntos ¿No?!- mientras le hablaba sensualmente se le fue acercando rodeándole el cuello con sus brazos.
Castle apoyo el vaso sobre el escritorio y le sacó los brazos.
-Gina, ni lo intentes. Ya no queda nada de lo que alguna vez tuvimos y tú lo sabes bien. Y si quieres escucharlo de mis propios labios te lo diré: amo a Beckett. Creo que me enamoré la primera vez que la vi y dudo que alguna vez pueda amar a otra mujer como la amo a ella. Estoy intentando de todas las maneras posibles acercármele y la verdad que el hecho de que estés aquí no lo facilita.
-Imagino que no… - dijo Gina sin dejar de mirarlo – ¿Recuerdas lo que me dijiste cuando lograste que saliera contigo?
-Eso fue hace mucho tiempo… Te dije muchas cosas intentando conquistarte…
-Cierto… Me refería a la primera vez que amanecimos juntos… Me dijiste que te habías enamorado de mi el primer día que me viste y que nunca más en tu vida podrías te podrías separar de mí ¿Recuerdas ahora?- Gina le sonrió con algo de amargura. Castle tenía razón con respecto a que el amor, si es que alguna vez había existido, ya hacía mucho que se había acabado. Lo peor de todo era que todavía se sentía atraída por él y moría de celos y envidia de escucharlo hablar así de Beckett. Sus ojos se iluminaban cada vez que él la recordaba. Antes de que ella apareciera en la vida del escritor, Gina podía hacer y deshacer a su antojo lo que quisiera con Rick, pero eso había cambiado radicalmente y todavía no podía resignarse a perder protagonismo.
-Yo…sí. Lo recuerdo…- Richard se sintió un poco avergonzado. Su ex no mentía. Ella recordaba a la perfección lo que le había dicho y él también. La única diferencia, es que antes sólo habían sido palabras y ahora lo sentía en su corazón con cada latido; cada vez que Kate se paraba delante, cada vez que se tocaban, cada vez que se besaban. Cada milímetro de su piel, al más simple roce con la de ella, le suplicaba que no la soltase, que por favor no perdiera el suave contacto con su hermoso cuerpo. Y eso era algo que nunca jamás le había sucedido con nadie y tenía la seguridad absoluta de que nadie podría provocarle algo semejante nunca más. Richard sabía que no podía decirle todo esto a Gina. No tenía ningún sentido lastimarla así.
-Gina, por favor no lo hagas difícil… No tiene sentido hablar de cosas que pasaron hace mucho tiempo atrás. Tenemos una buena relación y me gustaría que siga así. Si continuamos revolviendo el pasado seguramente habrá cosas que ninguno de los dos queremos oír… déjalo ya ¿quieres? Que el pasado quede en el pasado.
-Tienes razón, Rick. Mejor dejémoslo así. Me buscaré un hotel y me iré de inmediato. No quiero causarte problemas, sólo espero que no te equivoques esta vez. Si no estás realmente seguro, no le jures amor eterno.- el escritor sintió la patada. El último comentario de su ex le había dolido. Él nunca quiso lastimarla, pero lamentablemente, en las parejas rotas siempre hay uno que sufre más que el otro y ésta vez le tocó a ella. Richard se la quedó mirando. Ella se le acercó y lo abrazó, quedando su cabeza apoyada en su hombro. Permaneció así unos segundos tratando de retener en ese tiempo todo lo que pudiese de el aroma de su piel. Se separó lentamente rozando con sus labios el cuello de su camisa. Quedó en frente de él y no pudo evitar darle un beso de despedida. Castle se separó de inmediato, sin darle oportunidad de seguir.
-Me llevo el sabor de tus labios como despedida. No podías negarme eso…- dijo sonriendo con malicia.
-En realidad sí podía y debería haberlo hecho, pero me tomaste por sorpresa...- Ella lo odió por ese comentario.
El timbre interrumpió el incomodo momento. Castle fue a atender y Gina se fue a su cuarto a empacar con algo de fastidio.
Esposito y Beckett esperaban del otro lado de la puerta a ser atendidos. El escritor abrió y esbozó una sonrisa al verla parada enfrente de él. Los hizo pasar de inmediato.
-¡Tenemos novedades, bro! McDowell se comunicó con nosotros y después de hacerle unas cuantas preguntas nos dijo que Margarita le había confesado que ella había tenido una relación amorosa durante muchos años con Roberto. Al parecer las cosas no habían terminado muy bien y desde que él empezó a verse seguido con Margarita, Roberto comenzó a tener una actitud muy hostil con ella.
-¡No puedo creerlo! ¡¿Margarita y Roberto salían?! Increíble…- dijo asombrado el escritor. –Digno de una novela... –concluyó pensativo.
-Increíble es que Félix y el mismísimo Roberto nos lo hayan ocultado.- agregó la detective mirando al escritor. Lo siguió observando mientras entrecerraba los ojos frunciendo levemente el ceño. –¿Eso es rouge?- pensó Kate mirando el labio inferior de Castle. -¡No! ¡No puede ser! ¡Es imposible que haya llegado tan lejos!- tenía la mirada clavada en él tratando de descifrar qué demonios tenía en el labio.
-Vamos a ir a buscarlo al Hotel, pero necesitamos que vengas con nosotros. Si nos aparecemos solos corremos el riesgo de que se nos escape. No podemos permitir que eso pase. Roberto ahora es nuestro principal sospechoso- dijo Esposito.
-¿Vienes o estás muy ocupado?- inquirió ella mirando a Gina que se acercaba arrastrando la valija con rueditas. Rick giró mirando a Gina sin entender muy bien la pregunta de Beckett. La publicista saludo a los detectives y permaneció en silencio mirando a Castle con una pequeña sonrisa.
-Sí. Por supuesto que voy.- el escritor giró mirando a la publicista y preguntó: -Dime, Gina ¿tú sabes algo sobre una supuesta relación entre Margarita y Roberto? Al parecer, Michel les dijo a los detectives que habían salido durante años…
-Ahora que lo mencionas, recuerdo una vez que llegué antes de lo esperado a casa y los encontré en una situación… como decirlo… intima. Roberto la tenía abrazada de una forma poco habitual entre hermanos. Pero, la verdad es que Margarita nunca me contó nada al respecto, así que no te lo puedo afirmar.
-Roberto parece hundirse cada vez mas…- dijo Rick –Te llamaré un taxi, para que te lleve al hotel, Gina.- agregó mirando a su ex.
-No es necesario. Pedí uno antes de terminar de armar la valija. Ya debe estar abajo.- Gina se acercó hasta el escritor dándole un beso en la mejilla. Luego le limpió el rouge que le había dejado recién. Se lo quedó mirando un segundo y pasó el pulgar por el labio inferior de él diciendo: -¡Ups! ¡No había visto éste!- Beckett abrió la boca sorprendida. Sus ojos no podían creer lo que estaban viendo – ¡Sí! ¡Era rouge! ¡¿Como pudo Gina llegar tan lejos?! ¡¿Cómo Castle se lo permitió?!- se preguntaba una y otra vez. Por un lado quería matar a Castle por haber besado a Gina, pero por el otro se sentía sumamente confundida ya que se estaba yendo a un hotel. Así que pensando un poco mas fríamente, era evidente que no pasaba nada entre ellos, de otro modo no tendría un taxi esperando en la puerta.
-¡No puedo creerlo, Gina! Que bajo has caído…- le dijo él en voz baja, negando con la cabeza y mirándola con total reprobación.
Gina lo escuchó perfectamente y sus palabras, fueron sal dentro de la herida abierta. Entonces, decidió que la guerra no había terminado aun. Si bien hasta el momento se había sentido satisfecha con la última tortura dedicada a Beckett, esas últimas palabras de Richard le molestaron tanto que antes de salir susurró a la detective al pasar a su lado: -Te amo son las palabras más utilizadas por nuestro escritor favorito, así que no te hagas tantas ilusiones con él ¡En unos meses podrías estar haciendo lo que yo ahora!- y diciendo esto desapareció en el pasillo con una enorme sonrisa. Ahora sentía que se podía ir tranquila. Beckett alzó la vista clavando su mirada en el escritor, quien se sentía sumamente avergonzado por la actitud tan desagradable que había tenido su ex. Sabía que la publicista estaba despechada, pero aun así no pudo evitar que le afectara el desagradable comentario. Podría decirse que las últimas palabras de la rubia irritada, lograron su objetivo y habían hecho más daño que el mismísimo beso que le había robado al escritor. Después de todo, la idea de que ella era sólo un capricho para Castle, ya había rondado por su cabeza anteriormente.
Otra vez la incertidumbre inundaba su mente, pero por suerte, todavía no había alcanzado su corazón.
-Yo… lo siento…- dijo Richard y bajó la vista sin poder sostenerle la mirada.- La detective permaneció en silencio sólo un segundo. Al escritor le parecieron horas…
-Nosotros también deberíamos irnos- dijo al fin mirando a los dos y dirigiéndose a la puerta.
-Sí. Debemos irnos de inmediato. Quiero llevarlo cuanto antes al precinto. Estoy seguro que con una noche adentro nos contará toda la verdad sobre este asunto.- Esposito trató de suavizar el tenso momento en el que se encontraba y lo único que se le ocurrió es seguir hablando del caso. Miró a Castle y le dijo:
-Ey, bro. ¿Tú qué opinas de lo de Roberto y Margarita? Algo bastante perverso ¿no crees?
-Mmm… en realidad, pensándolo un poco no lo es tanto. Después de todo no corre la misma sangre por sus venas…- mientras hablaba, Rick se ponía el saco caminando hacia la puerta.
-Pero los criaron juntos y a todo el mundo siempre le dijeron que son hermanos…-
-Sí. Los criaron juntos, pero observa éste detalle: Roberto nunca dejó de usar su verdadero apellido, por lo que deduzco que él nunca se sintió verdaderamente como un hijo o hermano más, aunque los hayan criado a los tres por igual.
-Probablemente tengas razón en eso, pero aun así, todavía me resulta chocante la situación. Supongo que estoy criado muy a la antigua.- a Espo se le dibujó una sonrisa –Y tu ¿Qué opinas de todo esto, jefa?
-No lo sé… supongo que Castle tiene razón en lo que dice y Roberto nunca se sintió parte de esa familia. De todos modos, hasta ahora solamente tenemos lo que nos dijeron los demás. Para tener la historia completa debemos escuchar a Roberto.- Beckett trató de no cruzar la mirada con el escritor. Ya era bastante incómoda la situación como para seguirla empeorando aun más.
Durante el viaje Castle realizó un breve relato sobre cómo habían conocido él y su ex a Michel. Recordó que fue en una fiesta a beneficio de la fundación. Él había ido hasta la barra a buscar unos tragos y cuando volvió al lado de Gina, ésta se encontraba hablando con un joven muy animadamente. Al principio reaccionó no demasiado bien, pensando que el muchacho intentaba conquistarla. Al decir esto, Rick sintió la mirada de ella por el retrovisor del auto. Tragó saliva algo nervioso y continuó.
-Después de hablar con él un rato comenzó a caerme bien. Incluso creo que notó mi hostilidad al principio. Lo supuse, cuando para aflojar el incomodo momento, dijo que la belleza Gina le recordaba mucho a su madre. A mí me causo tremenda gracia que la comparara con una señora mayor, a ella no tanto. Después de estar hablando durante más de una hora explicándonos como se manejaba la fundación, terminó convenciéndonos para hacer unas donaciones. Pero, aparte de eso, no teníamos mayor contacto con él.
Continuaron hablando durante el trayecto que les quedaba hasta llegar al hotel. Detuvieron el auto a media cuadra de la entrada del hotel para no advertir a los hermanos de su presencia. Se dirigieron a la habitación 11. Castle iba adelante. Él sería el encargado de tocar la puerta para lograr que le abrieran sin asustarse. Después, ingresarían ellos para llevar detenido al ahora principal sospechoso. Llegaron hasta la puerta. El escritor se paró enfrente y golpeó dos veces. Los dos detectives se pararon uno a cada lado. Esposito puso una mano sobre su arma mirando a su compañera. Beckett le hizo una seña haciéndole entender que no sería necesario. Se escucharon pasos aproximándose a la puerta. El ínfimo haz de luz que salía por el agujero de la mirilla, desapareció cuando acercaron un ojo a ella del otro lado. Una voz algo nerviosa respondió cortando el silencio.
-¿Quién es?
-Soy Richard Castle. Roberto ¿Eres tú?- preguntó. Segundos después la puerta se abrió y el joven pregunto:
-¿Qué hace aquí Sr. Castle?- preguntó Roberto algo extrañado. –Pase, por favor.- hizo un ademan con la mano invitándolo a entrar.
-No tengo buenas noticias, Roberto.- Castle entró y al instante aparecieron los detectives atrás de él. Roberto quedó petrificado. Félix salía del baño preguntando
-¿Qué es lo que está pasando, Roberto? ¿Por qué están aquí? ¿Hay alguna novedad sobre el asesino de Margarita?
-Pasa que nos mentiste, Roberto. O mejor dicho, nos ocultaste información importante.- dijo Beckett acercándose a él y continuó: -¿Por qué no nos dijiste sobre la relación que mantenías con Margarita? Yo confié en ti y tú te portaste pésimo. ¿Te das cuenta que te convertiste en nuestro principal sospechoso? Tendré que llevarte detenido y tomarte declaración en la comisaría. No tengo otra opción.- El rostro de Beckett tenía una expresión sumamente dura.
Castle, quien observaba desde afuera notó que Félix no se sobresaltó con la noticia, lo que le dio a entender que ya estaba enterado de todo.
Roberto agachó la cabeza tristemente y luego habló:
-Yo no la maté, detective… yo la amaba… desde siempre. Nunca podría haberle hecho daño…pero no tenía otra opción que ocultar mi relación con ella ¿Qué hubiesen pensado de mí? ¿Qué era una especie de monstruo con un amor enfermizo por su hermana? Nunca hubiesen entendido lo que Margarita y yo sentíamos el uno por el otro…Yo estaba convencido de que éramos inseparables, que estaríamos juntos toda nuestras vidas, pero desde el mismísimo día que conoció a McDowell nuestra relación comenzó a cambiar, día a día nos distanciábamos más, hasta que una tarde me citó en lo de la Srta. Cowell y simplemente me dejó diciéndome que ya no sentía lo mismo por mí, que no tenía sentido seguir juntos.- Roberto se llevó una mano a los ojos atrapando las lagrimas que empezaban a brotar de sus ojos tristes.
Castle miró a Kate y luego Félix, quien comenzó a hablar.
-Es verdad, detectives. Ellos dos fueron inseparables toda la vida, desde pequeños. Cuando crecieron no pudieron evitar enamorarse. Aunque yo creo que ya se amaban desde siempre… Pero, como le dijimos hoy, Margarita era una persona diferente con nosotros desde hacía un tiempo.
-Así todo, debo llevarte detenido hasta esclarecer todo esto, Roberto. Tu coartada es muy endeble, no hay testigos que te hayan visto en el teléfono público a la hora del asesinato de Margarita. Y si es que la huellas coinciden, tranquilamente pudiste haberlas dejado en cualquier otro momento- El joven bajó la cabeza asintiendo con resignación.
-Lo sé, detective. Sólo está haciendo su trabajo.- dijo extendiendo sus manos para ser esposado. Esposito miró a Beckett dudando si ponerle las esposas o no.
-No creo que las necesitemos, jefa. No iras a intentar escaparte ¿verdad?- Esposito había escuchado atentamente el relato de los dos jóvenes y lo cierto es que le creía. Algo le decía que era inocente y pesar de su mente arcaica, podía imaginar el amor que tenía Roberto por Margarita.
-No, detective. Le juro que no intentaré nada…- Roberto abrazó a su hermano fuertemente.
-¡No te preocupes! ¡Todo va a salir bien! Ya verás hermano…- dijo Félix tristemente. Ya había perdido a una hermana, alguien le había robado su vida y ahora estaba a punto de perder a su hermano.
Los cuatro se dirigieron a la salida caminado en dirección al auto. El menor de la familia se quedó en la puerta mirando con tristeza como se llevaban a su hermano. Esposito iba con Roberto adelante y Beckett y el escritor los seguían de cerca.
-Por hoy hemos terminado, Castle. No hay mucho más que hacer en el precinto más que llenar las planillas para dejarlo detenido. Si quieres podemos dejarte en tu casa de pasada.- dijo Javi ladeando un poco la cabeza. Rick miró automáticamente a la detective recordando la conversación que tuvieron a la tarde. Ella permaneció con la vista al frente, sin siquiera un gesto.
-No es necesario, Espo. Pediré un taxi en la recepción. ¡No te preocupes!- respondió él.
-Acompáñalo, Beckett. No vaya a ser que no lo reconozcan y no le permitan llamar a un taxi. Yo te esperaré en el auto con el Sr. Valdéz.- Dijo Javi adelantándose.
Al quedarse caminando atrás, finalmente Castle hablo:
-Escucha, Kate… Sé que Gina se comportó como una verdadera bruja…y te pido disculpas. Lo del labial… el beso… para ella fue una especie de despedida… y yo no logré zafarme… lo siento.- Rick se la quedó mirando esperando ansioso que ella hablase.
-El labial del cuello de tu camisa ¿También tiene que ver con la despedida?- Kate frunció levemente el ceño al mirarlo. Él, detuvo su marcha y pegó la barbilla al pecho intentando encontrar la mancha de rouge. Ella lo miró señalándole con el dedo el lugar exacto de la marca y continuó caminando.
-¡No puedo creer mi condenada suerte! ¡Maldita seas, Gina!- dijo ofuscado cerrando sus puños.
-Escucha, Castle. ¡Tranquilízate! Todavía no se bien porque, pero te creo.- El escritor la miraba incrédulo. Si bien le estaba diciendo que aceptaba que no había tenido ni la más mínima responsabilidad de todo lo sucedido con su ex, Beckett no le transmitía lo mismo con su actitud hacía él.
Ella lo miró un instante en silencio y prosiguió:
- No voy a mentirte, Castle. Todas y cada una de las veces que los vi a ti y a tú ex en alguna situación comprometida me sentí una verdadera estúpida. Especialmente, cuando ella me hacía sentir así, al acercarse a ti hablándote sensualmente mientras me miraba de reojo buscando mi reacción. ¿Puedes entender como me sentí en esos momentos? ¿La vergüenza delante de mis compañeros?- la bella detective suspiro haciendo que el escritor quisiera abrazarla. Luego de la breve pausa prosiguió: -¿Y sabes que es lo más increíble de todo esto? Que muy a pesar mío, siempre lograste convencerme de lo contrario con todo tu arsenal de encantos. Lo del beso con Gina… realmente no me lo esperaba; pero lo que verdaderamente dejó mella en mí fueron sus últimas palabras antes de irse.- Él también había escuchado las palabras de su ex y realmente no podía culparla por sentirse así.
-Kate… Lo lamento… Lo que dijo Gina no es verdad, en absoluto… No voy por la vida regalando un “te amo” a cada mujer que conozco. No pienses que soy tan cruel…- Rick se frenó e intentó agarrarle la mano, ella lo esquivó. Quería mantener el menor contacto posible con su piel o volvería a perderse en el deseo que él le provocaba con una simple caricia.
-Lo sé. Y te creí todas las explicaciones que me diste con respecto a tu ex, de lo contrario no estaríamos ahora teniendo esta conversación. Pero, imagínate por un momento que hubiese sido al revés: si tú hubieses llegado a mi casa y te encuentras a Josh con restos de lápiz labial en sus labios, y encima al pasar junto a ti te dice “No te hagas muchas ilusiones, Castle. Sus “te amo” son fáciles. En un par de meses podrías estar de vuelta en tu casa”…- Él se imaginó al doctorcito besándola y ella abrazándolo. Su cara se transformó por completo. Enfermó de celos con una situación que ni siquiera había existido y entonces, por primera vez se puso en su lugar, comprendiendo en parte, lo que ella había estado sintiendo a lo largo de estos días.
-Yo… tienes razón…Me hubiese dolido mucho verte en esa situación… A él, lo hubiese matado a golpes…- Richard bajó la cabeza.
-Toda ésta situación contigo en estos últimos días no ha sido nada fácil, Rick. Estoy intentando de todas la formas posibles volver a confiar en ti y cada vez que estoy a punto de lograrlo pasa algo que termina arruinándolo todo… No quiero convertirme en otro de tus caprichos del que te aburras en unos meses… - Beckett bajó la mirada cuando sintió que los ojos se le llenaban de lagrimas.
-¡No eres un capricho para mi Kate! ¡Y no sé cómo hacer para demostrarte lo contrario! ¡Cada vez que intento acercarme, tú me alejas! Dime qué puedo hacer para solucionar esto y lo haré… lo que sea, Kate. ¡No puedo verte así!- el escritor le levantó suavemente el mentón y la acarició con dulzura. Ella cerró los ojos un momento disfrutando de su ternura.
-No lo sé. Te juro que últimamente es mas lo que ignoro de mi misma que lo que verdaderamente conozco. ¡Me gustaría que por un segundo, pudieras meterte en mi cabeza para darte cuenta el verdadero desastre en el que se ha convertido! Lo único que sé con certeza, es que cada vez que te tengo cerca me cuesta mucho pensar con claridad…- dijo secándose las lagrimas y reanudando la marcha.
-Necesitas espacio… un tiempo lejos de mí…- el escritor sonrió amargamente. - Lo entiendo. De verdad.- Rick se dio cuenta que en su afán por conquistarla nuevamente y lograr obtener su confianza otra vez, quizá, la había presionado mucho. Probablemente hasta asfixiarla. Y para peor, el haber tenido a Gina en su casa no ayudó en absoluto. Tenía que retroceder para permitirle pensar.
-Probablemente, sí. Necesito ordenar un poco mi cabeza y escuchar atentamente a mi corazón. El problema es que tu ayuda en este caso es sumamente valiosa porque de un modo u otro conoces a todo aquel que está relacionado. Hasta ahora has sido de mucha ayuda.- una media sonrisa asomó en el rostro de Beckett.
-Te diré lo que haremos: Yo seguiré ayudando con la investigación estando lo mas lejos de ti que se me posible y te prometo que no te presionaré más con respecto a nosotros. ¿Estás de acuerdo?- dijo mientras se paraba enfrente de la administración.
-De acuerdo, Castle. Al menos lo intentaremos.- Beckett golpeó suavemente la puerta de vidrio con su placa alertando al conserje. Éste le abrió de inmediato preguntando qué podía hacer para ayudarla. Después de informarle al empleado que necesitaba un taxi salió a reunirse con el escritor que la esperaba afuera.
-¡Listo! Ya viene en camino. Espo me está esperando… así que me voy.- dijo la detective mirando sus hermosos ojos azules.
-Sí… gracias por pedirme el taxi.- Ella empezó a caminar en dirección al auto. Castle dudó un segundo y luego habló:
-¡Kate! ¡Espera!- Beckett giró para mirarlo. –Prométeme que no te olvidaras de lo que hablamos hoy a la tarde… ¡Por favor!- sus palabras sonaron a súplica. El escritor solamente esperaba que ella no se arrepintiese de abandonar la investigación de su madre. Estaría dispuesto, inclusive, a dar un paso al costado si es que eso le aseguraba que estaría a salvo.
-Te prometo que lo tendré presente ¡Adiós!- giró sobre sus talones, metió las manos en los bolsillos de su campera y se fue en busca de Esposito.
Castle la miró hasta que se perdió de su vista. Esperó al taxi y se fue a su casa.
Durante el regreso al precinto los detectives siguieron interrogando a Roberto. El joven estaba convencido que McDowell tenía una cierta aprensión por todo aquel que no hubiese nacido en Norteamérica, especialmente por los latinos.
-¿En qué te basas para decir eso, Roberto?- preguntó la detective.
-Por cómo nos trataba a mí y a mi hermano. Desde el primer día que nos conoció se portó como un imbécil engreído. Se burlaba de nuestro acento o cuando decíamos mal alguna palabra. Siempre haciéndonos notar que nosotros éramos menos que él por haber nacido en otro país. Todo esto, claro, espaldas de Margarita...
-¿Y como explicas que estuviera saliendo con ella si no le gustaban los latinos?- preguntó Javi mirándolo por el retrovisor.
-Margarita bien hubiese podido pasar por americana. Su piel era blanca y sus ojos color avellana. Lo único que la delataba era su acento…- respondió el joven. Se quedó callado un instante y prosiguió: -Estoy seguro que ese enfermo le pidió que se cambiara el color de pelo a rubio…
Beckett y Espo se miraron. Debían interrogar si o si a McDowell intentando exponer su supuesto racismo. Era una posibilidad que deberían analizar y si bien Roberto era el principal sospechoso tenía el mismo derecho que McDowell de ser tomado en cuenta con su declaración.
Al regresar a la comisaría Ryan los recibió con la noticia que los del laboratorio habían tenido un caso urgente y debieron posponer el informe de las huellas hasta mañana por la mañana. Lo que si tenía en su mano era un papel con las llamadas del teléfono de la casa de Gina. Se lo pasó a la detective para que lo examinara, mientras, Esposito trasladaba al sospechoso a la celda. Lo miró detenidamente recordando lo que le habían dicho los hermanos. Se acercó a la pizarra anotando la nueva data. Todas las llamadas coincidían con el relato de los hermanos, tanto las del celular de Margarita como las del teléfono de Gina. Si llegaban a conseguir alguna huella de Roberto en el teléfono público quedaría prácticamente libre de sospechas. Siguió mirando la pizarra, pensativa. Todavía le intrigaba de excesivamente la huella parcial de la que nada sabían. Se dirigió a la computadora con la idea de comparar las impresiones digitales del detenido con el pedazo de huella que tenían del marco de la puerta y del aparato móvil. Nada. No coincidían. Miró su reloj. Habían pasado ya las ocho y media. Levantó la vista y dijo a sus compañeros:
-No hay mucho que hacer aquí, chicos. Vamos a casa y mañana veremos como sigue esto.
-Excelente idea, Beckett. Estaba pensando lo mismo.- dijo Esposito.
-Sí. ¡Ya es hora! Jenny debe estar esperándome con la cena- Ryan miró su reloj y se puso el saco algo apurado. Se le notaban las ganas que tenían de estar con su esposa. Salieron los tres juntos y se despidieron en la puerta del destacamento.
Beckett llegó a su casa en unos minutos. Casi no había transito en las calles. Entró a su departamento con la idea de comer algo, si es que encontraba algo en la heladera, y acostarse a dormir. Había tenido un día increíblemente largo y estaba molida. En realidad fue más “increíble” que largo en sí, debido a los sucesos que se habían desarrollado en el transcurso del día. Su cabeza, para variar, era un compendio de imágenes, palabras, pensamientos y sensaciones, relacionadas mayormente, con Richard. Le hubiese encantado poder apagar su cabeza un rato y no recordar toda ésta última semana. Si Gina no hubiese aparecido seguramente ahora estaría cenando algo delicioso con él y no algo recalentado en el microondas. Seguramente a estas horas estaría envuelta en sus brazos escuchando su dulce voz.
Levanto las cosas de la mesa y se fue a dormir. Al pasar por delante de la portátil del Capitán se detuvo un momento y la miro. La levantó de la mesita donde estaba apoyada, se dirigió hasta donde estaban las cajas que le dio Evelyn, abrió la tapa de una, y la guardo adentro cerrando rápidamente, como si quisiera evitar ver lo que hay en su interior. Había tomado una decisión al respecto, de la que aun dudaba mucho, pero al menos en esto, no volvería atrás. Y con respecto a Castle… ya tendría tiempo mañana de seguir pensando en él. Respiró hondo y largó el aire lentamente, se dirigió a su habitación para tratar de dormir.
***
Se levantó apenas escuchó el despertador. Se pegó una ducha y salió directo para desayunar con Evelyn y su familia. Antes de irse, cargó las dos cajas en el auto para devolvérselas a la esposa del Capitán. Cuando dobló la esquina a media cuadra de la casa se sobresaltó al ver un patrullero. Bajó de inmediato a encontrarse con Evelyn Montgomery que estaba en la puerta hablando con un uniformado.
-¡¿Qué pasó, Evelyn?! ¡¿Están todos bien?!- dijo la detective mostrándole la placa al oficial para que le diera paso.
-¡Sí, Kate! ¡No te preocupes! Estamos todos sanos y salvos. Fue sólo un robo y estábamos todos fuera de casa. ¡Nos desvalijaron por completo!- contestó
-¿Tienes idea a qué hora ocurrió? ¿Forzaron la puerta?- preguntó Beckett
-Sí, la forzaron. Supongo que debe haber sido durante la noche. Tuvieron tiempo de sobra… Nosotros nos fuimos tipo siete de la tarde. Éste es el tercer robo de este estilo que sucede en el barrio.- respondió resignada. –¡Pero, ven adentro! Increíblemente la cafetera está en su lugar así que aprovechemos y tomemos un café al menos.
-¡Ok!- dijo Kate sonriendo levemente.
Charlaron durante un rato no muy largo, ya que Beckett tenía que irse a trabajar. Fue hasta el auto a buscar las cajas y regresó junto a la esposa del Capitán.
-Me alegra que estés terminando con el caso. ¡La caja con las fotos, también se las robaron! Puedo conseguirte los negativos de algunas de ellas, pero de todas ¡Imposible!- le decía Evelyn agarrando una de las cajas.
-No creo que sea necesario, pero gracias de todos modos.- Se despidió con un abrazo y se fue rumbo al precinto.
Esposito la esperaba con el informe del vigilante que le habían puesto a McDowell. Decía que salió de su casa hace una hora rumbo a la fundación.
-El reporte no dice la hora en la que llegó de Long Island…- dijo la detective levantando la vista del papel para mirar a Espo.
-Porque nunca lo vio entrar… fue lo primero que le pregunté al agente en cuanto noté que faltaba en el informe.
-Todavía tenemos que comprobar que efectivamente estuvo de viaje…-
Ryan se acercaba a ellos con la noticia de que McDowell estaba aquí. Beckett le pidió que lo haga pasar.
Lo llevaron a la oficina y le pidieron que relate como había sido su domingo. El joven comenzó a hablar. Contó las veces que había hablado con Margarita por teléfono, las veces que no se pudo comunicar. Les contó también que la había visto por la tarde alrededor de las siete y media y que por último había hablado con ella antes de salir de viaje como a las nueve.
-¿A qué hora regreso a su casa hoy Sr. McDowell?- inquirió la detective.
-Tipo tres de la mañana. Hoy me levante y me fui directo a la fundación a llevar unas carpetas que necesitaban a primer hora.- los tres detectives se miraron en silencio. Los horarios de las llamadas coincidían, pero el afirmaba que había regresado de madrugada y nuestro agente afirmaba no haberlo visto entrar nunca. Alguno de los dos mentía. O McDowell siempre estuvo en su casa o nuestro compañero se había dormido en su trabajo.
-Necesitaremos que alguien confirme que estuvo en Long Island y sus huellas para descartarlo como sospechoso- dijo Ryan acercándose con la almohadilla y una planilla.
-Mmm… eso va a ser un poco difícil, detective… Puedo hablar con los del hotel para que confirmen que estuve ahí. Me conocen y siempre me hospedo en el mismo lugar, pero con respecto a las huellas…-
-¿A qué se refiere?- Beckett lo miró confusa.
-Verá…Hace unos años tuve un accidente en una de las casas donde se hospedan los niños que reciben tratamiento por intermedio de la fundación. Un niño pequeño estaba a punto de agarrar con sus pequeñas manitos una olla con leche hirviendo…yo me asusté y lo corrí justo antes de que se volcara sobre su cuerpecito…- el joven les mostró las palmas de las manos. La piel estaba arrugada por las quemaduras. Beckett se acercó un poco y las observó con atención. Miró a sus compañeros, y luego a él diciendo:
-Le tomaremos la impresión de todos modos. Ya sabe… rutina.-
-Como usted prefiera, detective. No tengo ningún problema en ayudar.-
-Después puede retirarse. Manténgase en la ciudad hasta que resolvamos el caso y trate de no desaparecer. –
-No hay problema. Hoy sólo me quedan un par de trámites personales por hacer y después estaré en mi casa por si me necesitan para algo.-
Beckett salió de la oficina con Esposito en dirección a su escritorio.
-Quiero que lo sigan. Quiero saber todo lo que hace durante el día... ¿Notaste que no te dirigió la palabra ni una sola vez, Espo?-
-Sí. Lo noté. Le estoy empezando a creer a Roberto…-
-Yo también…-
Ryan volvió con la planilla enloquecido en dirección a la pizarra y la apoyó justo al lado de la huella parcial que tenían de la casa de Gina y del teléfono de Margarita. Una parte del pulgar de Michel poseía aun, un pedazo de impresión digital. Y por supuesto coincidía. Fue de inmediato al escáner para archivarlas en la base de datos y tener la confirmación del software que utilizan para comparar con precisión.
- Ahora se convierte en sospechoso… -indicó Javi.
-Sí. Pero aun es evidencia circunstancial… Cualquier abogado que se precie nos destrozaría en un juzgado. Siendo pareja de Margarita ya había estado en la casa anteriormente y encima confirmado por Gina. Y el celular, bien pudo agarrarlo en cualquier momento… No tenemos nada concreto como para conseguir una orden de allanamiento así que hay que seguir investigando…-
-Tienes razón…pero aun así, este tipo no me termina de cerrar.- señaló Ryan.
-No tenemos mucho, chicos… nada que nos dé la certeza de que es culpable. En la misma situación está Roberto, tampoco tenemos nada para acusarlo formalmente. De hecho, en cuanto tengamos las huellas del teléfono público, en el caso de que coincidan con las de él, tendremos que soltarlo.- Beckett torció la boca en un gesto de desanimo al no poder dar con las piezas que le faltaban para completar el rompecabezas.
-Estoy convencido que si logramos revisar la casa de McDowell encontraremos la soga con la que ahorcaron a la víctima.- comentó Ryan.
-¿Por qué estas tan seguro de que el culpable es McDowell y no Valdéz?- interrogó Esposito.
-Llámalo intuición… No sé… desde un principio quiso que nosotros miráramos hacia el lado de Roberto. Lo primero que nos señalo fue su “aberrante relación con su hermana”, según el mismo definió. Y además yo no creo que nuestro chico vigía se haya dormido y no haya visto entrar a McDowell a la madrugada… no lo sé… no me lo trago.- Ryan quedó mirando al vació pensativo.
-Tenemos que comprobar su coartada. Llamaré al hotel.- dijo Espo agarrando el teléfono.
-¿Tu qué opinas, Beckett?
-Estoy de acuerdo contigo, Ryan… Me pregunto si podremos encontrar algo sospechoso en la casa…algo a simple vista, sin necesitar una orden de allanamiento.
-Podemos intentarlo…- acotó Javi mientras esperaba que lo atiendan.
-Tengo una idea…Esposito le llevará las joyas que tenía la víctima, preguntándole si las había visto con anterioridad… El que lo acompañe se dedicará a observar el entorno y Javi se dedicará se dedicará a observarlo a él. Con suerte quizá logremos que aunque sea se ponga nervioso.-
-Castle sería de gran ayuda- comentó Ryan.
-¡Absolutamente de acuerdo! Llámalo y pregúntale si puede acompañar a Esposito.- le ordenó la detective con autoridad. A pesar de que se moría por escuchar su voz, prefirió evitarlo. Al menos por ahora.
Esposito termino de hablar con el encargado del hotel. Le confirmó que hubo un caballero registrado a nombre de Michel McDowell, pero que él no podía afirmar que era la misma persona que se hospedaba con regularidad o algún otro haciéndose pasar por él. El encargado afirmaba no recordar la cara del huésped habitual, pero que con una foto podría informarle rápidamente si era el sospechoso quien se había registrado o no. El detective le informó que le mandaría la fotografía por mail de inmediato.
Beckett le explicó lo conversado con Ryan minutos atrás. Esperarían a que el agente que seguía a McDowell les avisara que había regresado a su casa para caerle de sorpresa.
Ryan terminó de contarle el plan a Castle y regresó con sus compañeros.
-Dice que no tiene ningún problema en acompañarte, Javi. Está encantado de poder ayudar.
A cabo de una hora el agente que vigilaba a McDowell llamó para avisar que después de pasar por el banco se había metido en su casa. Esposito mandó un texto al escritor para avisarle que se encontraran en la casa del nuevo sospechoso.
***
Esposito y Castle se encontraron en la esquina de la casa y sin demora se dirigieron a la puerta. Michel se mostró sorprendido al principio, pero los hizo pasar de inmediato. Esposito le explicó el motivo de la visita mientras sacaba la bolsa de evidencia con las joyas. El joven le esquivaba la mirada. Miró cuidadosamente las joyas y dijo nunca habérselas visto puestas a Margarita.
Castle tosió forzadamente un par de veces fingiendo ahogarse. McDowell lo miró.
-¿Está usted bien, Sr. Castle?
-Sí…creo que sí. ¿Podrías traerme un vaso con agua por favor?-
-¡Enseguida!- respondió el joven dirigiéndose a la cocina. Castle aprovechó para recorrer el lugar libremente. Observó rápidamente todo lo que tenía alrededor buscando algo que pudiese incriminarlo. Se acercó hasta la chimenea y su sorpresa fue enorme al mirar las fotografías que se encontraban sobre ellas. Tomó una de ellas girando para mostrársela al detective.
Escucho los pasos que se acercaban. Dejó la fotografía en su lugar y se paró nuevamente junto a Javier.
El joven volvió con una bandeja en las manos con dos vasos y una jarra con agua. Le pasó un vaso a cada uno y los llenó de agua. Ambos se lo bebieron enteros bajo la mirada del sospechoso. Depositaron los vasos vacios otra vez en la bandeja. Michel no dejó de mirar la mano de Esposito hasta que apoyó el vaso.
-La preciosa mujer que está en las fotos ¿Es tu madre?- preguntó el escritor con una sonrisa. McDowell le clavó una mirada penetrante.
-Sí. Murió cuando yo tenía 17 años.- contestó secamente.
-Yo… no sabía… Lo siento…¡Era una verdadera belleza!- el joven no contestó al cumplido que le había hecho Castle sobre su madre. Al parecer no le había agradado demasiado.
-Si no tienen algo más que mostrarme o preguntarme…tengo que hacer unas llamadas para la fundación… Deberán disculparme…-dijo acercándose a la puerta.
-Es todo, Sr McDowell. Gracias por su colaboración.- Esposito le extendió la mano para despedirse. El joven dudó un instante y después le apretó la mano y rápidamente se la soltó. Con un ademan sutil se pasó la mano por el pantalón, como queriendo limpiarse. Castle pensó en lo desagradable que le empezaba a resultar este tipo. El escritor ni siquiera se molestó en estrecharle la mano. Simplemente salió de la casa con un simple adiós.
Una vez afuera se dirigieron al auto para volver al precinto.
-¿Llegaste a ver las fotos de la chimenea, Espo?-
-No. Pero te vi muy sorprendido… ¿Qué fue lo que viste? Además de una mujer hermosa…-
-¡A Gina!
-¡A tu ex!- Esposito abrió los ojos sorprendidísimo.
-Bueno… No era Gina exactamente, era su madre, pero te puedo asegurar que nunca vi a nadie tan parecido a ella en toda mi vida…-
Llegaron al precinto con las novedades. Castle no podía esperar para verla. Salió del ascensor mirando hacia su escritorio, ella estaba de espaldas y no notó su llegada. Espo lo seguía de cerca.
-Hola, detective. Tenemos novedades…- Kate levantó la vista de los papeles que leía hasta el momento. Se alegró de verlo y se lo demostró regalándole una tímida sonrisa.
-¿Qué encontraron?
Castle relató toda la entrevista que habían tenido. Le contó sobre las fotos y el gran parecido de Gina con la madre del joven. También le contó como cambió su actitud al decirle lo hermosa que era. Y finalizó con el despreciable gesto de limpiarse la mano al saludar a Javi y la aversión con la que miraba el vaso donde él había tomado agua.
-Roberto no se equivocaba…- dijo Ryan
-Estoy seguro de que este tipo tiene algún tipo de perversión relacionada con su madre…y el parecido con Gina…- Rick se quedó pensando.
-Podría ser que obligase a Margarita a vestirse como su madre para tener relaciones con ella… y Gina, con su gran parecido, puede haber sido el catalizador para que todo empezara…- señaló la detective.
-Claro… !Por eso la peluca rubia!- Al escritor se le dibujó una enorme sonrisa.
-Tiene sentido…- acotó Ryan.
-Aun así, todavía no conseguimos lo suficiente como para conseguir la orden de allanamiento- la detective sonaba frustrada.
-Esperemos que los del hotel no lo reconozcan. Sin coartada no tendremos problemas para conseguirla- comentó Javier.
Castle miró la hora. Era tardísimo tenía que pasar a buscar a su hija y llevarla a la escuela para la excursión. Pidió disculpas explicando su situación. Se despidió de todos y antes de irse le dijo que si lo necesitaban no duden en llamar y vendría de inmediato a seguir ayudando.
De pasada fue a buscar la chaqueta que había dejado en la tintorería. Era cierto que tenía muy buenos recuerdos para él. Se intercambió las chaquetas, llevándose la limpia y dejando la otra. Salió del negocio y se tomó un taxi hasta la puerta del edificio.
Llegó a su casa con el tiempo justo para recoger a Alexis para llevarla a la excursión. La adolescente estaba al borde de un ataque de nervios. Odiaba llegar tarde y con su padre, eso era algo que ocurría seguido.
-¡Vamos, papá! ¡Llegaremos tarde!- La hermosa pelirroja puso su maleta con rueditas en el auto se subió de un salto.
Llegaron a la escuela desde donde salía el micro, sobre la hora. Castle tuvo que dejar el auto a la vuelta porque no encontraba espacio para estacionar. Apenas detuvo el auto, Alexis se bajó, agarró su maleta y comenzó a correr hacia la puerta de atrás de la escuela. Castle la seguía atrás sin poder alcanzarla. Su hija lo notó y se detuvo un segundo. Rick la alcanzó finalmente y ella se le colgó de su cuello con un dulce abrazo.
-¡Me están esperando! ¡Lo siento! ¡Te amo, papi! ¡Y gracias por traerme!- La pequeña mujercita corrió hasta el autobús. Apenas subió, se cerraron las puertas y arrancó. Castle se quedó mirando cómo se iba el micro. Todavía sonreía al recordar a su pequeña abrazándolo.
Se dio vuelta regresando a su coche. A lo lejos se escuchó una acelerada y un auto aproximarse en dirección a él. Clavó los frenos y el escritor giró para ver qué había ocurrido.
Sintió sobre su cuerpo una serie de impactos, sobre sus piernas, brazos, pecho. Todo su cuerpo se estremeció confundido. Sintió un impacto más. Sintió ardor, sitió dolor. Sintió como la sangre empezaba a manchar su ropa.
Continuará…
Por favor, no me odien demasiado!!!!!!!
En defensa propia tengo dos cosas para alegar:
1ro-: Después de como se había comportado Gina a lo largo de la historia no podía retirarse así sin más… Tenía que salir de escena como una verdadera bruja!!!!
2do-:El próximo capítulo es el último de la historia, así que me pareció interesante enredarlo un poquitito mas… jajaja!
Gracias por leer y espero sus comentarios!!!! Saludos y hasta la proxima!
Última edición por Solexite el Lun Dic 03, 2012 12:36 pm, editado 1 vez
Solexite- Policia de homicidios
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Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Menudo capítulo!!! Varias cosas: odio a Gina, me encanta la actitud de Beckett y de Castle, y espero que no le haya pasado nada al escritor
Me gustan mucho tus capítulos!!! Escribes muy bien y estoy deseando leer el siguiente
Sigue pronto!
Me gustan mucho tus capítulos!!! Escribes muy bien y estoy deseando leer el siguiente
Sigue pronto!
cris_beckett- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 33
Localización : Madrid
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
La verdad q me eh olvidado de comentar tu Fic... como ya sabes me encanta.Con cada capitulo me dejas sin palabras, y este capi al igual q el resto me dejaste con muchas emociones al terminar de leer el capitulo... como tu sabras odio a Gina... jajajaja y como tu dices es una BRUJA me encanta esta historia disculpa por no comentar antes solo q se me fue jejej besos... y...
SIGUE!!!!!!!!
SIGUE!!!!!!!!
Fanny_123- Autor de best-seller
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Vos me quieres matar!!!!! Cómo me haces estooooo! Seguiiiiiiii ya que no puedo esperar el proximoooo
silvanalino- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Pues si, Gina tendría que ir a la hoguera, por bruja. Y mira que convertirnos al pobre Rick en un colador. Espero que sobreviva al tiroteo y no nos lo dejes muy maltrecho.
Increíble capítulo.
Increíble capítulo.
Cata Castillo- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Cómo lo dejas así??? Que no le pase nada al pobre de Castle.
Me da pena que esta historia acabe ya con el próximo capítulo. Me estaba gustando mucho.
Me da pena que esta historia acabe ya con el próximo capítulo. Me estaba gustando mucho.
Última edición por Yaye el Dom Dic 02, 2012 9:57 am, editado 1 vez
Yaye- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Ya sabía yo que Gina no se iba a ir sin más y que no iba a parar hasta hacer dudar a Kate de Castle, es una arpía.
Me gusta mucho la conversación de Castle y Beckett y como él la comprende poniéndose en su lugar y le da espacio, aunque intuyo que ella no necesitará mucho espacio ni tiempo para volver a correr a sus brazos,algo me dice que no puede estar mucho tiempo sin él.
El caso cada vez me gusta más, el giro que ha dado con el descubrimiento del romance de los hermanos me parece muy bueno, me gusta mucho como explicas cada novedad del caso y como al final se va descubriendo un nuevo sospechoso bastante racista.
El final me ha dejado Espero que Castle esté bien, ¿quién querría hacerlo daño? No quiero pensar que sea cosa de Gina...
Que pronto se acaba esta historia, me da pena,pero seguro que el final va a ser estupendo.
Me gusta mucho la conversación de Castle y Beckett y como él la comprende poniéndose en su lugar y le da espacio, aunque intuyo que ella no necesitará mucho espacio ni tiempo para volver a correr a sus brazos,algo me dice que no puede estar mucho tiempo sin él.
El caso cada vez me gusta más, el giro que ha dado con el descubrimiento del romance de los hermanos me parece muy bueno, me gusta mucho como explicas cada novedad del caso y como al final se va descubriendo un nuevo sospechoso bastante racista.
El final me ha dejado Espero que Castle esté bien, ¿quién querría hacerlo daño? No quiero pensar que sea cosa de Gina...
Que pronto se acaba esta historia, me da pena,pero seguro que el final va a ser estupendo.
Última edición por Beckett_Castle_Alba el Sáb Dic 01, 2012 5:51 am, editado 1 vez
______________________
Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Pe.. pe.. pero.. PERO QUE LE HAS ECHO A CASTLEE??? Por tu propia seguridad espero que este bien...
Sobre el tema de Gina, a sido una bruja, que mala.. A pesar de que ya me imaginaba que aria alguna, no se puede estar nunca quieta, solo sabe meter problemas a la situcion
Espero que Kate i Castle esten perfectos (como relacion) en el proximo capi, que los pobres se merecen ser ya felices juntitos
Ya es el ultimo capi?? Tan temprano??
Continua prontooooooo
Sobre el tema de Gina, a sido una bruja, que mala.. A pesar de que ya me imaginaba que aria alguna, no se puede estar nunca quieta, solo sabe meter problemas a la situcion
Espero que Kate i Castle esten perfectos (como relacion) en el proximo capi, que los pobres se merecen ser ya felices juntitos
Ya es el ultimo capi?? Tan temprano??
Continua prontooooooo
carly becket- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Pero como se te ocurre hacer sufrir a nuestro Rick... ARREGLALO en...
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
cris_beckett escribió:Menudo capítulo!!! Varias cosas: odio a Gina, me encanta la actitud de Beckett y de Castle, y espero que no le haya pasado nada al escritor
Me gustan mucho tus capítulos!!! Escribes muy bien y estoy deseando leer el siguiente
Sigue pronto!
Ante todo, Gracias por leer y comentar! Me encanta que te guste como va! Ya estoy escribiendo el próximo. Espero tener tiempo en la semana para terminarlo! Saludos!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Fanny_123 escribió:La verdad q me eh olvidado de comentar tu Fic... como ya sabes me encanta.Con cada capitulo me dejas sin palabras, y este capi al igual q el resto me dejaste con muchas emociones al terminar de leer el capitulo... como tu sabras odio a Gina... jajajaja y como tu dices es una BRUJA me encanta esta historia disculpa por no comentar antes solo q se me fue jejej besos... y...
SIGUE!!!!!!!!
Gracias por leer y comentar!! Me encanta que te guste y no te preocupes, yo se que siempre comentas y lo aprecio mucho! Ya estoy escribiendo el siguente…
Saludos
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
silvanalino escribió:Vos me quieres matar!!!!! Cómo me haces estooooo! Seguiiiiiiii ya que no puedo esperar el proximoooo
Nada mas alejado de eso!!!! Sólo quería crear un poco de intriga! Jajaja Gracias por leer y comentar!!!! Estoy en plena etapa creativa...no se cuanto me va a durar así que no te puedo asegurar cuando va a estar terminado!!!! !!!!! Saludos!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Cata Castillo escribió:Pues si, Gina tendría que ir a la hoguera, por bruja. Y mira que convertirnos al pobre Rick en un colador. Espero que sobreviva al tiroteo y no nos lo dejes muy maltrecho.
Increíble capítulo.
Gracias por leer y comentar!!! Me alegro que te haya gustado!!!! No quiero adelantar nada con respecto al estado de Castle, prefiero que cada uno se imagine lo que pasó...
Saludos!!!!!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Solexite escribió:silvanalino escribió:Vos me quieres matar!!!!! Cómo me haces estooooo! Seguiiiiiiii ya que no puedo esperar el proximoooo
Nada mas alejado de eso!!!! Sólo quería crear un poco de intriga! Jajaja Gracias por leer y comentar!!!! Estoy en plena etapa creativa...no se cuanto me va a durar así que no te puedo asegurar cuando va a estar terminado!!!! !!!!! Saludos!
Sole, con la emoción cuando vi capítulo nuevo y después de leerlo que casi me muero, me olvide de agradecerte el saludo por mi cumple...PERDONNN!!!!!! No me di cuenta y después tuve complicada y no pude decirte gracias
Ahora una cosita, si le pasa algo....acordaste que vivimos en el mismo país!!!!!! Jaaaaaaaa
Me encata tu fic, pero eso ya lo sabes no?????
silvanalino- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Yaye escribió:Cómo lo dejas así??? Que no le pase nada al pobre de Castle.
Me da pena que esta historia acabe ya con el próximo capítulo. Me estaba gustando mucho.
Me encanta que te haya gustado la historia! Gracias po leer y comentar! Decidí terminarla en el próximo capi por que sentí que se estaba alargando mucho y tenía miedo que les empezara a aburrir!!!! Igualmente el capítulo que viene seguramente va a ser bastante largo...
Saludos!!!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
[quote="silvanalino"]
No Hay problema! Me bastó con que lo hayas recibido!
Y quedate tranqui que lo tengo bien presente!!!! Estoy recibiendo muchas presiones con respecto al tema... jajajaja
Solexite escribió:silvanalino escribió:Vos me quieres matar!!!!! Cómo me haces estooooo! Seguiiiiiiii ya que no puedo esperar el proximoooo
Nada mas alejado de eso!!!! Sólo quería crear un poco de intriga! Jajaja Gracias por leer y comentar!!!! Estoy en plena etapa creativa...no se cuanto me va a durar así que no te puedo asegurar cuando va a estar terminado!!!! !!!!! Saludos!
silvanalino escribió:Sole, con la emoción cuando vi capítulo nuevo y después de leerlo que casi me muero, me olvide de agradecerte el saludo por mi cumple...PERDONNN!!!!!! No me di cuenta y después tuve complicada y no pude decirte gracias
No Hay problema! Me bastó con que lo hayas recibido!
silvanalino escribió:Ahora una cosita, si le pasa algo....acordaste que vivimos en el mismo país!!!!!! Jaaaaaaaa
Me encata tu fic, pero eso ya lo sabes no?????
Y quedate tranqui que lo tengo bien presente!!!! Estoy recibiendo muchas presiones con respecto al tema... jajajaja
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
castle&beckett..cris escribió:Sigueeee arreglaloooi
Gracias por leer y comentar!!!! Ya lo estoy escribiendo...
Saludos
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
[quote="Solexite"]
Es bueno que tengas en claro que tenes que matar ala bruja y que no les pase nada a ellos!!!! Jajaaaaaaa
silvanalino escribió:Solexite escribió:silvanalino escribió:Vos me quieres matar!!!!! Cómo me haces estooooo! Seguiiiiiiii ya que no puedo esperar el proximoooo
Nada mas alejado de eso!!!! Sólo quería crear un poco de intriga! Jajaja Gracias por leer y comentar!!!! Estoy en plena etapa creativa...no se cuanto me va a durar así que no te puedo asegurar cuando va a estar terminado!!!! !!!!! Saludos!silvanalino escribió:Sole, con la emoción cuando vi capítulo nuevo y después de leerlo que casi me muero, me olvide de agradecerte el saludo por mi cumple...PERDONNN!!!!!! No me di cuenta y después tuve complicada y no pude decirte gracias
No Hay problema! Me bastó con que lo hayas recibido!silvanalino escribió:Ahora una cosita, si le pasa algo....acordaste que vivimos en el mismo país!!!!!! Jaaaaaaaa
Me encata tu fic, pero eso ya lo sabes no?????
Y quedate tranqui que lo tengo bien presente!!!! Estoy recibiendo muchas presiones con respecto al tema... jajajaja
Es bueno que tengas en claro que tenes que matar ala bruja y que no les pase nada a ellos!!!! Jajaaaaaaa
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Me encanta que te haya gustado!!!! Tus comentarios son muy detallados y por sobre todo acertados! Gracias por leer y comentar!!!Beckett_Castle_Alba escribió:Ya sabía yo que Gina no se iba a ir sin más y que no iba a parar hasta hacer dudar a Kate de Castle, es una arpía.
Me gusta mucho la conversación de Castle y Beckett y como él la comprende poniéndose en su lugar y le da espacio, aunque intuyo que ella no necesitará mucho espacio ni tiempo para volver a correr a sus brazos,algo me dice que no puede estar mucho tiempo sin él.
El caso cada vez me gusta más, el giro que ha dado con el descubrimiento del romance de los hermanos me parece muy bueno, me gusta mucho como explicas cada novedad del caso y como al final se va descubriendo un nuevo sospechoso bastante racista.
El final me ha dejado Espero que Castle esté bien, ¿quién querría hacerlo daño? No quiero pensar que sea cosa de Gina...
Largo, seguro!!!! Estupendo...mmm cuanta presión!!!! Jajajaja Trataré de dejarlo lo mejor posible!!!!!!Beckett_Castle_Alba escribió:Que pronto se acaba esta historia, me da pena,pero seguro que el final va a ser estupendo.
Gracias de nuevo! Saludos
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