Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
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Fanny_123- Autor de best-seller
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
continúa prontoooooooo
Yaye- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
tok tok tok hola!?
vas a continuar?
sigue por favor!
vas a continuar?
sigue por favor!
choleck- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
choleck escribió:tok tok tok hola!?
vas a continuar?
sigue por favor!
Mil disculpas!!!!! Tengo problemas con Windows 7 que instalé hace unos días en mi portátil (que es desde donde escribo) No puedo lograr que el maldito Word no se cuelgue. Así que solamente pude escribir cuando no estan usando el pc en casa. Me falta muy poquito para terminar!!! Calculo que hoy a la noche tarde o mañana a la mañana va a estar subido!!!!!!! Espero sepan entender!!!!!! Saludos!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Hola a Tod@s! Acá les dejo el capítulo IV. Perdón por tardar tanto y gracias por la paciencia!!!!
Capítulo IV
-¡Oh no! ¡No, no, no! ¡Esto no me gusta nada!- dijo Lanie quien bailaba colgada del cuello de Esposito.
-¿Qué no te gusta? ¿Qué estemos así, tan pegados?- preguntó Javi.
-¡No, guapo! ¡Eso me encanta! Me refiero a Castle. Parece enfadado con Kate…-
-¡Sí, los veo! ¿Que puede haber salido mal? ¡Sí hace sólo unos momentos estaban exprimiéndose las bocas!- dijo Esposito extrañado.
-¡Pues de veras que no tengo ni la menor idea, pero al parecer, no piensan arreglarlo! Ahí viene Castle…-
Al escritor se lo llevaba el diablo. Estaba tan ciego que cualquier cosa que ella hubiera intentado decirle en esos momentos no hubiese servido de nada. Lo único que escuchaba en ese momento era su propia sordera. Se estaba equivocando con Kate. Ella no se merecía esto, pero él no lograba darse cuenta de ello. En su cabeza sólo podía imaginarse a Beckett diciendo “No puedo tener una relación en serio contigo, Castle. Eres un tipo divertido, sí, pero no lo suficientemente maduro como para hacerte cargo de una mujer como yo. Igualmente, un par de noches no hubiesen estado nada mal” Él sabía muy bien que ella nunca diría le una cosa semejante, pero esa certeza la tenía enterrada muy, muy dentro suyo.
-¡Bro! ¡Ey, Castle!- le dijo Esposito frenándole el paso al ver que no se detenía. Venía como hablando solo, dentro de sus enroscados pensamientos. Lanie aprovechó que Javi intentaba hablar con Rick y se fue a buscar a su amiga.
-Eh?… ¿que?- el escritor sorprendido se frenó frente de él.
-¡Soy yo, bro! ¡Espo!-
-¡Ah! Hola amigo. Perdoname, no me estoy sintiendo muy bien. Creo que debo irme- le dijo Castle a su amigo apoyándole una mano en el hombro. No tenía deseos de hablar con nadie. Sólo quería irse de ahí, no importaba donde. No podía quedarse en el mismo lugar donde ella se encontraba, no quería volver a tenerla enfrente. Podría ser capaz de decirle cualquier cosa…
-Sí…me imagino que a que tipo de malestar te refieres…-dijo Esposito moviendo la cabeza en dirección donde se encontraba Beckett.
-No. No es eso…creo que mezclé un poco y no me cayó muy bien.- contestó disimulando.
-Escucha, amigo. No se que es lo que pasó allá entre ustedes dos, pero estoy seguro de que no es nada que no se pueda solucionar hablando como adultos. Yo los vi cuando bailaban, cuando al fin la besaste ¡Todos estábamos viendo! ¡Se estaban prendiendo fuego y nada parecía importarles! Piénsalo, Rick ¿de verdad prefieres estar enojado que estar bailando otra vez con ella?- dijo Javi guiñándole un ojo.
-No es tan sencillo como parece…Sé que en algún momento ella y yo debemos hablar, pero no ahora. Ahora necesito pensar.-
Lanie se acercó hasta donde estaba Kate aun shockeada por todo lo acontecido segundos atrás.
-¡Kate! ¡Soy yo, Lanie! ¿Te encuentras bien?- preguntó preocupada la Dra. Parish.
-¿Es que todo el mundo se dio cuenta de quien soy?- dijo con un poco de indignación. –Hola Lanie. Estoy bien, no te preocupes.-
-Imagino por tu enfado que cuando dices “todo el mundo” te refieres a Castle ¿no es así, amiga?-
-Sí. Y no fue nada bueno…- dijo Beckett apenada.
-¡No lo entiendo, Kate! ¡Unos minutos atrás se besaban como si sus vidas dependieran de eso! ¿Cómo ese momento maravilloso se transformó en una discusión?-
-No estábamos discutiendo, Lanie. Castle me estaba gritando sin permitirme meter palabra. Estaba verdaderamente endiablado…nunca lo había visto así.-
-¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué se puso así?- dijo Lanie intrigada.
-Es una larga historia, amiga. Viene desde hace un tiempo. ¿Recuerdas que te dije que él y yo teníamos que hablar? -
-Sí, por supuesto que me acuerdo.-
-Bueno, tendríamos que haberlo hecho antes de venir aquí esta noche. Lamento no haberte contado nada de todo este asunto con Castle, pero tenía muchas cosas con las que lidiar después del disparo. Prometo contártelo todo con tiempo, amiga. Ahora quiero irme a casa lo antes posible-
-Estaré dispuesta a escucharte cuando te sientas preparada para hablar, Kate. Se que no la pasaste bien este último tiempo y respeto tu silencio. Cuando tú lo dispongas estaré ahí para escucharte.-
-¡Gracias, Lanie! Siempre puedo contar contigo.- Beckett deseó que Rick pudiese entenderla como su amiga…
-Y con respecto a Castle ¿Cómo vas a solucionar esto?-
-No lo sé aun. Creo que esta vez lo arruiné de verdad…-
-¡No! ¡De ninguna manera voy a permitirte que te des por vencida! Estoy segura de que Rick no podrá dejar de hablarte así tan fácil. Sólo debes esperar a que las aguas se amansen un poco, no creo que tarde demasiado.-
-No va a ser tan fácil…debiste haberlo escuchado.- dijo la detective con tristeza.
-¡Tonterías! La gente cuando se enoja suele decir cosas que realmente no siente, sólo cuando te enfrías puedes pensar claramente. ¡Deja que se le pase y verás como todo se soluciona entre ustedes!-
-Probablemente tengas razón, Lanie. Ahora no puedo hacer nada para tratar de solucionar esto, así que me iré a casa a descansar. ¿Dónde están los chicos? Pasaré a despedirme de ellos.-
-¡Estamos por aquí cerca! ¡Te mostraré!- Lanie tomó a Kate de la mano y se dirigieron donde estaban sus amigos.
Ryan y Jenny se acercaban a Esposito y Castle después de haber estado desaparecidos por un rato largo.
-¡Hola Rick! ¡Que gusto verte! dijo Jenny al ver al escritor.
-¡Hola Jenny! Es un gusto verte también. ¡Hola Ryan!-
-¡Hola Castle! ¿Cómo estas?- preguntó Ryan.
-A decir verdad, no me siento muy bien. Estaba por irme a casa. ¡Creo que mezclé demasiado alcohol!-
-¡Es una pena!- dijo al unísono el flamante matrimonio.
En ese momento Lanie se frenó al llegar donde estaban sus amigos cuando notó la presencia del escritor. Kate, quien la seguía atrás, también se frenó al reconocerlo de espalda. ¡Sí que no se lo esperaba! ¿Qué tenía que hacer ahora? Maldijo la hora en que se le ocurrió pasar a despedirse. Él todavía no se había dado cuenta, pero ciertamente no iba a pasar demasiado tiempo sin que eso cambiase. Quería salir corriendo, desvanecerse. No creía poder soportar otra mirada tan dura como la que había sentido hacía un rato. La Dra. miró a su atemorizada amiga sin saber como manejar la situación. Beckett le hizo un gesto para que avanzara. No le quedaba otra que comportarse como un adulto y afrontar lo que se viniese, a pesar de que quería huir de ahí llorando como un niña.
-Hola Castle.- dijo Lanie parándose al lado de él.
-¡Hola Lanie! ¡Que gusto verte!- Castle giró para saludarla y quedó helado cuando la vio parada atrás de la Dra. Parish. Él tampoco se lo esperaba. La miró directo a los ojos sin decir palabra durante unos segundos, pero a ella le parecieron horas. Volvió a girar en dirección al resto y dijo:
-¡Bueno chicos, es hora de despedirme! ¡Espero que sigan divirtiéndose y disfruten el resto de la noche!-
-¿Seguro que no te quedas?- preguntó Esposito.
-No Espo. Me quiero ir de aquí- Contestó el escritor desanimado.
-¡Es una lástima!- dijo Ryan.
-¡Sí, Castle! ¡Es una pena que no te quedes! ¡De todas formas, muchísimas gracias por invitarnos a esta maravillosa fiesta!-
-Por nada, Jenny. Ha sido un placer ¡Ustedes se lo merecen! ¡Adiós amigos!- Esta vez ni siquiera le dedicó una mirada antes de dirigirse a la puerta. Sin pensarlo, Beckett se abrió paso entre la gente para alcanzarlo.
-¡Castle, espera!- El escritor se frenó y dio la vuelta.
-¿Qué quieres Beckett?- contestó secamente.
-Yo sé que en este momento soy la última persona a la que quieres ver, pero, tenemos que hablar. O al menos yo tengo que hablar contigo…tienes que escucharme…¡Por favor!-
-Hace un rato no querías que supiera quien eras y ahora ¿quieres que te escuche? ¿Qué pasa detective la “reina del hielo” ha comenzado a derretirse y la tapa el agua o sólo te sientes un poquito culpable por que abandone la fiesta tan temprano?- dijo con media sonrisa de costado.
-¡Me llamaste…¿reina del hielo?! ¡Eres un maldito idiota, Castle! ¡No eres más que un niño caprichoso que llora a los gritos cuando no obtiene lo quiere cuando lo quiere! ¡Pensé que hablando aclararíamos las cosas, pero acabo de darme cuenta que no vale la pena!- Kate estaba furiosa. Había llegado al límite de su paciencia con el escritor. No quería escuchar sus ironías y no iba a tolerar que la siguiera agrediendo gratuitamente. Le lanzó una mirada de odio y se dirigió a la salida sin despedirse de nadie. Castle la siguió con los ojos y apretó la mandíbula con fuerza. De verdad que era un maldito idiota. -¿Qué diablos pasa conmigo? ¿Por qué la traté de esa manera? ¡Soy un imbécil, un inmaduro! ¡No la culparía si no quisiera hablarme nunca más!- pensaba el escritor mientras veía como su amada desaparecía por la puerta. Sabía que no debería haberla cruzado. Se tendría que haber ido de inmediato. Pero, lamentablemente no pudo hacerlo a tiempo.
Subió a la limusina unos minutos después sin saber bien a donde quería ir. No quería volver a su casa ya que seguramente su madre y su hija estarían ahí y no quería que lo vieran con esa cara.
-¿Lo llevo a su casa, Sr?- preguntó el chofer de la limusina.
-No. Todavía no he decidido a donde- contestó el escritor sacando una botella de Whiskey del mini bar. La abrió y le dio un largo trago.
-Perdón que lo moleste de nuevo, pero no se para que lado de la ciudad debo manejar.-
-Tú sólo conduce donde se te ocurra. Daremos vueltas, hasta que a ti se te acabe el combustible o a mi el Whiskey. Lo que ocurra primero.- Castle no podía sacarse los últimos momentos de la fiesta con Kate. Realmente se había comportado pésimo y se sentía avergonzado. -¿Por qué no la dejé hablar? ¡Ella tiene razón! ¡Soy un niño encaprichado!- Se reprochaba mentalmente entre trago y trago. Quería ahogarse en esa botella, que el alcohol lentamente adormeciese su cerebro para no pensar más en ella. Pero por mas que lo intentaba no podía. No podía olvidar las cosas horribles que le había dicho, pero tampoco podía olvidar su piel de seda, su boca, sus besos, su jadeante respiración en su oído cuando él le besaba el cuello. -¿Cómo no fui capaz de seguirle el juego? A lo mejor cuando estuviésemos solos me hubiese explicado la verdadera razón para no revelar nuestras identidades y todo sería distinto. Quizás en este preciso momento estaríamos enredados en el cuerpo del otro gozándonos una y otra vez ¡¿Cómo pude ser tan estúpido?!- El escritor sentía como su alma se entristecía cada vez mas con cada imagen que recordaba. Tenía que solucionar esto. No sabía como, pero tenía que arreglarlo. Siguió dando vueltas por la ciudad preguntándose que debía hacer. Todas las veces que buscó una respuesta llegó a la misma conclusión: tenía que hablar con ella ahora. De ninguna manera podía dejar las cosas así esta noche. El problema era como demonios iba a lograr que ella le abriera para escucharlo. Le indicó al chofer la dirección de Beckett. Al llegar no pudo bajarse de inmediato. Se quedó sentado en la limusina durante un rato juntando valor para golpear su puerta.
No tardó mucho en salir de la ducha. Se envolvió con la toalla, se pasó un peine para desenredarse un poco el pelo y salió del baño en dirección a su a habitación a ponerse una enorme camisa blanca de hombre y unos mini shorts que usaba para dormir. Miró su cama y no sintió ni el mas mínimo deseo de acostarse. Había sido una noche muy intensa. Si se acostaba ahora sabía que lo único lograría es dar infinitas vueltas sin conciliar el sueño. Recordó que Josh había olvidado una botella de un exquisito Whiskey Irlandés de 25 años que alguien le había obsequiado alguna vez. Un par de medidas le vendrían bien para intentar dormir. Fue hasta la heladera. Sacó un par de hielos y los puso en un vaso corto de boca ancha. Busco la botella en la alacena y se sirvió una generosa medida. Se sentó en el living, apoyando uno de sus brazos sobre las rodillas flexionadas arriba del sillón. Giró el vaso sacudiendo los hielos para enfriar un poco el trago mientras no lograba sacarse las palabras de Castle de la cabeza. Se sentía decepcionada ¿Cómo él podía pensar eso de ella? ¿Es que acaso en estos años no la había aprendido a conocer en lo absoluto? Nunca lo había visto tan furioso. Nunca la había mirado de esa manera y eso era lo que mas le dolía. Sabía con certeza que la raíz del enojo provenía de que él sabía que ella recordaba todo de aquel fatídico día del disparo. Automáticamente le vino a la mente el momento del interrogatorio dónde ella misma se lo confesaba a un completo desconocido. -¿Cómo no me dí cuenta de que el podía estar ahí? ¿Por qué no me esperó y me enfrentó en ese mismo momento? ¡¿Quién es entonces el cobarde?!- dijo en voz alta rellenando el vaso con un poco mas de Whiskey mientras pensaba que futuro podía tener una relación si desde un primer momento se ocultaban cosas y por otro lado pensaba lo difícil que podía llegar a ser no tenerlo cerca nunca más. Y a pesar de que estaba furiosa, decepcionada y sumamente confundida, no podía dejar de desear tenerlo cerca. Su cabeza era un verdadero desastre y pasaba del amor al odio en segundos.
El sonido de su móvil la distrajo de sus pensamientos. Era un mensaje de texto de Castle que decía: “Soy yo. Por favor abre” Kate se fastidió al leer el mensaje. No quería verlo ahora, todavía estaba furiosa. Treinta segundos después se escuchaban tres golpes en la puerta. Ella permaneció en silencio.
-Ábreme, Kate ¡Por favor! Sé que estás ahí, escuché cuando te entraba mi mensaje.- su voz, al principio tranquila, iba subiendo de tono ante el silencio de ella.-¡Vamos! ¡Tú sabes que tenemos que hablar! No podemos dejar que esto quede así esta noche. Escucha, sé que me porte como un imbécil, ¡pero tienes que darme una oportunidad!- Kate permanecía en silencio dudando si abrirle o no. No quería seguir discutiendo mas esa noche, no se sentía con fuerza. No, no iba a abrirle. Aun estaba muy enfadada con él.
-¡Vamos, Beckett! ¡Abre la condenada puerta! ¡No pienso irme de aquí hasta que no lo hagas!- El escritor parecía estar decidido. El Whiskey que había tomado ayudaba. Así todo, se estaba desesperando ante la posibilidad de que no le abriera. Sus dudas, miedos y paranoias empezaban a alzar la voz nuevamente en su cabeza y la ceguera volvía… -¡Maldita seas, Kate! ¡Si todavía tienes miedo de hablarme a la cara aun puedo ponerme la máscara!- Castle escuchó los pasos furiosos que se dirigían hacia la puerta. Aparentemente había logrado llamar su atención… de una forma estúpida, muy estúpida, pero aun así lo había logrado...
- ¡Eres un maldito estúpido, Castle! ¡¿Cómo puedes ser tan cínico?!- los ojos de Kate estaban inyectados de ira mirando al escritor. Castle la miró de arriba abajo algo sorprendido por la poca ropa que llevaba la detective. ¡No podía creer lo sexy que era esa mujer! ¡Cuánto la deseaba! ¡No podía creer la manera en que había arruinado todo mas de una vez!
- Logré que me abrieras ¿no? No parecías reaccionar a nada de lo que te estaba diciendo…- mientras hablaba ingresó al departamento sin darle oportunidad a que le cerrase la puerta en la cara.
-¡¿Qué demonios quieres, Castle?!-
-¡Tenemos que hablar de lo que pasó esta noche, Kate!-
-¿Estás borracho?- le preguntó al notar que olía a alcohol-
-No. O al menos no lo suficiente como para sacarte de mi cabeza ésta noche.-
-¡Pues tendrás que intentar con mas fuerza! ¡No pienso escucharte esta noche, ya dijiste suficiente!-
- ¡Vas a escucharme te guste o no! ¡Después te prometo que me iré sin objeciones!-
-¿Y que se supone que vas a decirme, Castle? ¿Vas a recordarme nuevamente lo fría y manipuladora que soy? ¿La poca capacidad que tengo para comprometerme? ¿O mi cobardía para afrontar los sentimientos que tengo hacia ti? ¿Con cual de todas te gustaría empezar, Rick? ¡¿Eh?! ¡Dime! ¿De verdad piensas que voy a volver a soportar que me trates de esa forma otra vez?!- Estaba furiosa. En ese momento sentía que lo odiaba y que nada de lo que él pudiera decirle podría cambiar eso.
-Vengo a pedirte perdón por todo lo que dije esta noche. Me comporté como un niño. ¡Peor! ¡Como un completo imbécil! ¡Créeme que estoy muy apenado, Kate! ¡Tengo miles de cosas mas para decirte que tengo guardadas desde hace mucho, pero aun eso puede esperar! Lo único que quiero esta noche es que me perdones por todas las cosas horribles que te dije. ¡No es verdad que sienta eso! ¡Mis miedos y mi inseguridad fueron los que hablaron por mí! ¡Estaba como loco, no podía pensar con claridad! ¡Y aun me siento de esa manera! ¡Quiero que me des una oportunidad, que no me odies!- dijo muy apenado bajo la dura mirada de ella, que permanecía en silencio. Castle se acercó y la sujetó por los hombros en señal de desesperación. Sus manos estaban frías otra vez . El frío le traspasó la camisa y sintió como nuevamente se le erizaba la piel ¡¿Como le podía costar tanto tenerlo enfrente?! ¡Que difícil era no besarlo teniéndolo tan cerca!
-¡Por favor, Kate! ¡Tienes que perdonarme!- Otra vez podía sentir como se estremecía al agarrarla.
-N-no lo sé, Castle…No creo que esto nos haga bien…- dijo la detective con notable nerviosismo tratando de separarse.
-Por favor, dame una oportunidad.- El escritor le tomó el rostro con las dos manos y se acercó peligrosamente a su boca. La detective otra vez sentía como se le aceleraba el corazón y como nuevamente se empezaba a perder en sus hermosos ojos.
-No te arrepentirás, te lo prometo- le dijo susurrando mientras sin poder contenerse volvía a besarla con igual o mas pasión que hacía unas horas atrás. Ella no pudo mas que dejarse besar, otra vez desarmada, nuevamente estando a su merced. Ya no podía resistirse. Sus lenguas se saludaron, ansiosas por tocarse. Lo tomó de la cabeza y le acarició el cabello, bajando por su cara hasta sepáralo un segundo de su boca para mirarlo a los ojos con la respiración completamente agitada.
-¿Estas… seguro de esto, Rick?-
-¡Absolutamente! ¡No hay nada que desee más en este mundo que estar contigo! ¡Te amo, Kate! ¡Como nunca había amado a otra mujer en mi vida!- Volvió a besarla nuevamente sin esperar ni una palabra, sin esperar nada mas que ella correspondiera a sus besos. Sus bocas, atraídas como imanes, no lograban separarse a más de un centímetro de distancia, para volver a juntarse segundos después con la misma intensidad que al principio. Sus lenguas se invadían, se chocaban, se bebían, como con vida propia. Sus respiraciones se entrecortaban y la temperatura iba en aumento. Las manos del escritor se enredaban en sus cabellos húmedos y las de ella se perdían en sus anchos hombros. Él comenzó a acariciarle la nuca, bajando suavemente por la espalda hasta tomarla por la cintura para pegarla aun más a él, mientras se separaba de su boca para besar su cuello. Primero, un beso muy suave, abajo, casi en el hueco de la clavícula. Luego fue subiendo muy despacio, disfrutando cada instante, acariciándola con sus labios. Llegó hasta su oreja y susurró: -¡Eres perfecta!- y le mordió suavemente el lóbulo. Kate intentó respirar hondo para ahogar un leve gemido. Sintió como la mano de él se abría paso hábilmente por debajo de su camisa acariciándole la espalda. No pudo más que sonreír cuando sintió las yemas de sus dedos provocándole escalofríos mientras le recorría lentamente la columna vertebral. Buscó su boca, desesperada, sedienta de sus ardientes besos. Al encontrarla se hundió en ella buscando su lengua una y otra vez. Castle se apartó para mirarla sin poder creer todavía todo lo que estaba pasando. La tomó de las manos y empezó a retroceder hasta sentarse en el sillón. Se sacó la parte de arriba del traje de arlequín que todavía llevaba puesto y lo tiró a un costado. Agarró nuevamente las manos de Kate trayéndola hacía él, haciendo que se sentara a horcajadas sobre sus piernas, disfrutando cada uno de los movimientos que ella le regalaba. Le desabrochó un botón de la camisa dejando al descubierto la cicatriz del disparo. Se acercó y le dio un beso justo arriba, después, posó muy despacio sus labios sobre esa herida que solo había sanado superficialmente. Sintió el cuerpo de ella temblar. Todavía su piel estaba sensible.
-¡Lo siento! ¡No quise lastim…!- le dijo separándose asustado. Sin dejarlo terminar lo besó dulcemente –Esta todo bien. No duele…- le dijo perdiéndose en su boca. El escritor pellizcaba con sus dientes los sabrosos labios de la detective que se deshacía con cada caricia, con cada beso.
Le desabrochó otro botón. Besó el nuevo pedacito de piel que acababa de descubrir. La empujó levemente hacia atrás, para que se apoyara en uno sus fuertes brazos, mientras le desprendía un botón más y volvía a besar su piel de seda, robándole un gemido encantador. La camisa semi abierta le regalaba al escritor una hermosa vista de sus senos empezando a asomar fuera de ella. Desabrochó otro botón más, repitiendo el ritual del beso otra vez, deseando memorizar con sus labios cada milímetro de su piel. Beckett no terminaba de entender todas las sensaciones que su cuerpo le transmitía mientras Castle jugaba con el libremente. Sentía como las manos del escritor la recorrían entera, encendiendo aun más su ardiente figura, llevándola muy hábilmente, con paciencia, despacio, hacia un mundo de increíble placer sin siquiera haber terminado de desvestirla. -¿Vamos a la pieza? Estaremos mas cómodos ahí…- le dijo ella tomándole el rostro con ambas manos, clavándole una mirada algo lujuriosa.
-Lo que tú quieras, detective…- Sonriendo, Castle se levantó del sillón con ella aun encima, apoyando sus varoniles manos sobre su cintura para sostenerla. Ella le rodeó el cuello con sus brazos y se trabó al él con sus largas piernas. Él la fue besando repetidas veces hasta llegar al cuarto.
En la habitación no había mas luz que la que se colaba por la ventana desde el farol de la calle, centrándose en la cama, como un spot enfocando el escenario. Castle se paró junto al lecho, aflojando la presión de sus manos sobre la detective, dejándola deslizarse suavemente por su cuerpo hasta llegar a la cama. Muy lentamente le fue sacando el mini short, luego le desabrochó el último botón que le quedaba a la camisa y finalmente, él se quitó el resto del disfraz que aun llevaba puesto. Se quedó mirándola unos instantes con una enorme sonrisa, disfrutando su hermoso cuerpo iluminado por la tenue farola. –¡Quiero recordarte así, por siempre!- Kate sonrío también, mientras lo atrapaba con sus piernas atrayéndolo hacía ella. Al fin sus cuerpos desnudos se tocaban, se reconocían, se incendiaban. Sus sombras reflejadas en la pared se fusionaban en una, danzando suavemente al son del compás. Ellos eran música: tiempo, ritmo y armonía exquisitamente combinados, creando una sinfonía de sublime goce.
Jugaron mutuamente con sus cuerpos. Incansables, insaciables. Deseando que ese momento se perpetuara en el tiempo y sin la menor intención de separarse, demostrándose a cada segundo cuanto se amaban.
Quedaron tendidos boca arriba aun jadeantes, exhaustos, sin aliento. Castle se puso de costado para poder mirarla, le agarró la mano y se la acerco hasta su boca para besarla dulcemente. Kate giró también quedando enfrentada a él. Lo besó y le dijo: -Gracias...- el escritor frunció un poco el ceño sin entender porque le agradecía… -Lo de recién…¡fue increíble!- le dijo ella con una sonrisa. –¡Tú eres increíble!- contestó él besándole la frente.
-¿Kate? ¿Estas despierta?- preguntó al notar su respiración acompasada. Nunca contestó. Se había desmayado del cansancio. Se quedó mirándola durante un rato largo, mientras le acariciaba la mano que nunca le había soltado.
Había pasado de todo esa noche, y a pesar de que lograron terminar bien, todavía quedaban algunas cosas por aclarar. Si iban a tratar de tener algún tipo de relación lo mejor era tratar de empezar diciéndose la verdad. Por eso aun se debían una charla y Castle sabía perfectamente que todo lo relacionado con el caso de su madre sería parte de esa conversación. Tenía miedo, sabía que al contarle a Beckett todo el asunto, la reacción de ella no iba a resultar muy favorable al supuesto inicio de su relación. La conocía lo suficiente como para esperar lo peor, por eso el miedo. Ya había saboreado su dulce néctar, ya había mordido la fruta, sabía que nunca iba probar otra tan exquisita, y, por supuesto, no quería dejar de disfrutarla nunca mas…
Continuara…
Ojalá que les haya gustado el capi y que la espera haya valido la pena. Como siempre, espero impaciente sus comentarios!!!!! Saludos!!
Capítulo IV
-¡Oh no! ¡No, no, no! ¡Esto no me gusta nada!- dijo Lanie quien bailaba colgada del cuello de Esposito.
-¿Qué no te gusta? ¿Qué estemos así, tan pegados?- preguntó Javi.
-¡No, guapo! ¡Eso me encanta! Me refiero a Castle. Parece enfadado con Kate…-
-¡Sí, los veo! ¿Que puede haber salido mal? ¡Sí hace sólo unos momentos estaban exprimiéndose las bocas!- dijo Esposito extrañado.
-¡Pues de veras que no tengo ni la menor idea, pero al parecer, no piensan arreglarlo! Ahí viene Castle…-
Al escritor se lo llevaba el diablo. Estaba tan ciego que cualquier cosa que ella hubiera intentado decirle en esos momentos no hubiese servido de nada. Lo único que escuchaba en ese momento era su propia sordera. Se estaba equivocando con Kate. Ella no se merecía esto, pero él no lograba darse cuenta de ello. En su cabeza sólo podía imaginarse a Beckett diciendo “No puedo tener una relación en serio contigo, Castle. Eres un tipo divertido, sí, pero no lo suficientemente maduro como para hacerte cargo de una mujer como yo. Igualmente, un par de noches no hubiesen estado nada mal” Él sabía muy bien que ella nunca diría le una cosa semejante, pero esa certeza la tenía enterrada muy, muy dentro suyo.
-¡Bro! ¡Ey, Castle!- le dijo Esposito frenándole el paso al ver que no se detenía. Venía como hablando solo, dentro de sus enroscados pensamientos. Lanie aprovechó que Javi intentaba hablar con Rick y se fue a buscar a su amiga.
-Eh?… ¿que?- el escritor sorprendido se frenó frente de él.
-¡Soy yo, bro! ¡Espo!-
-¡Ah! Hola amigo. Perdoname, no me estoy sintiendo muy bien. Creo que debo irme- le dijo Castle a su amigo apoyándole una mano en el hombro. No tenía deseos de hablar con nadie. Sólo quería irse de ahí, no importaba donde. No podía quedarse en el mismo lugar donde ella se encontraba, no quería volver a tenerla enfrente. Podría ser capaz de decirle cualquier cosa…
-Sí…me imagino que a que tipo de malestar te refieres…-dijo Esposito moviendo la cabeza en dirección donde se encontraba Beckett.
-No. No es eso…creo que mezclé un poco y no me cayó muy bien.- contestó disimulando.
-Escucha, amigo. No se que es lo que pasó allá entre ustedes dos, pero estoy seguro de que no es nada que no se pueda solucionar hablando como adultos. Yo los vi cuando bailaban, cuando al fin la besaste ¡Todos estábamos viendo! ¡Se estaban prendiendo fuego y nada parecía importarles! Piénsalo, Rick ¿de verdad prefieres estar enojado que estar bailando otra vez con ella?- dijo Javi guiñándole un ojo.
-No es tan sencillo como parece…Sé que en algún momento ella y yo debemos hablar, pero no ahora. Ahora necesito pensar.-
Lanie se acercó hasta donde estaba Kate aun shockeada por todo lo acontecido segundos atrás.
-¡Kate! ¡Soy yo, Lanie! ¿Te encuentras bien?- preguntó preocupada la Dra. Parish.
-¿Es que todo el mundo se dio cuenta de quien soy?- dijo con un poco de indignación. –Hola Lanie. Estoy bien, no te preocupes.-
-Imagino por tu enfado que cuando dices “todo el mundo” te refieres a Castle ¿no es así, amiga?-
-Sí. Y no fue nada bueno…- dijo Beckett apenada.
-¡No lo entiendo, Kate! ¡Unos minutos atrás se besaban como si sus vidas dependieran de eso! ¿Cómo ese momento maravilloso se transformó en una discusión?-
-No estábamos discutiendo, Lanie. Castle me estaba gritando sin permitirme meter palabra. Estaba verdaderamente endiablado…nunca lo había visto así.-
-¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué se puso así?- dijo Lanie intrigada.
-Es una larga historia, amiga. Viene desde hace un tiempo. ¿Recuerdas que te dije que él y yo teníamos que hablar? -
-Sí, por supuesto que me acuerdo.-
-Bueno, tendríamos que haberlo hecho antes de venir aquí esta noche. Lamento no haberte contado nada de todo este asunto con Castle, pero tenía muchas cosas con las que lidiar después del disparo. Prometo contártelo todo con tiempo, amiga. Ahora quiero irme a casa lo antes posible-
-Estaré dispuesta a escucharte cuando te sientas preparada para hablar, Kate. Se que no la pasaste bien este último tiempo y respeto tu silencio. Cuando tú lo dispongas estaré ahí para escucharte.-
-¡Gracias, Lanie! Siempre puedo contar contigo.- Beckett deseó que Rick pudiese entenderla como su amiga…
-Y con respecto a Castle ¿Cómo vas a solucionar esto?-
-No lo sé aun. Creo que esta vez lo arruiné de verdad…-
-¡No! ¡De ninguna manera voy a permitirte que te des por vencida! Estoy segura de que Rick no podrá dejar de hablarte así tan fácil. Sólo debes esperar a que las aguas se amansen un poco, no creo que tarde demasiado.-
-No va a ser tan fácil…debiste haberlo escuchado.- dijo la detective con tristeza.
-¡Tonterías! La gente cuando se enoja suele decir cosas que realmente no siente, sólo cuando te enfrías puedes pensar claramente. ¡Deja que se le pase y verás como todo se soluciona entre ustedes!-
-Probablemente tengas razón, Lanie. Ahora no puedo hacer nada para tratar de solucionar esto, así que me iré a casa a descansar. ¿Dónde están los chicos? Pasaré a despedirme de ellos.-
-¡Estamos por aquí cerca! ¡Te mostraré!- Lanie tomó a Kate de la mano y se dirigieron donde estaban sus amigos.
Ryan y Jenny se acercaban a Esposito y Castle después de haber estado desaparecidos por un rato largo.
-¡Hola Rick! ¡Que gusto verte! dijo Jenny al ver al escritor.
-¡Hola Jenny! Es un gusto verte también. ¡Hola Ryan!-
-¡Hola Castle! ¿Cómo estas?- preguntó Ryan.
-A decir verdad, no me siento muy bien. Estaba por irme a casa. ¡Creo que mezclé demasiado alcohol!-
-¡Es una pena!- dijo al unísono el flamante matrimonio.
En ese momento Lanie se frenó al llegar donde estaban sus amigos cuando notó la presencia del escritor. Kate, quien la seguía atrás, también se frenó al reconocerlo de espalda. ¡Sí que no se lo esperaba! ¿Qué tenía que hacer ahora? Maldijo la hora en que se le ocurrió pasar a despedirse. Él todavía no se había dado cuenta, pero ciertamente no iba a pasar demasiado tiempo sin que eso cambiase. Quería salir corriendo, desvanecerse. No creía poder soportar otra mirada tan dura como la que había sentido hacía un rato. La Dra. miró a su atemorizada amiga sin saber como manejar la situación. Beckett le hizo un gesto para que avanzara. No le quedaba otra que comportarse como un adulto y afrontar lo que se viniese, a pesar de que quería huir de ahí llorando como un niña.
-Hola Castle.- dijo Lanie parándose al lado de él.
-¡Hola Lanie! ¡Que gusto verte!- Castle giró para saludarla y quedó helado cuando la vio parada atrás de la Dra. Parish. Él tampoco se lo esperaba. La miró directo a los ojos sin decir palabra durante unos segundos, pero a ella le parecieron horas. Volvió a girar en dirección al resto y dijo:
-¡Bueno chicos, es hora de despedirme! ¡Espero que sigan divirtiéndose y disfruten el resto de la noche!-
-¿Seguro que no te quedas?- preguntó Esposito.
-No Espo. Me quiero ir de aquí- Contestó el escritor desanimado.
-¡Es una lástima!- dijo Ryan.
-¡Sí, Castle! ¡Es una pena que no te quedes! ¡De todas formas, muchísimas gracias por invitarnos a esta maravillosa fiesta!-
-Por nada, Jenny. Ha sido un placer ¡Ustedes se lo merecen! ¡Adiós amigos!- Esta vez ni siquiera le dedicó una mirada antes de dirigirse a la puerta. Sin pensarlo, Beckett se abrió paso entre la gente para alcanzarlo.
-¡Castle, espera!- El escritor se frenó y dio la vuelta.
-¿Qué quieres Beckett?- contestó secamente.
-Yo sé que en este momento soy la última persona a la que quieres ver, pero, tenemos que hablar. O al menos yo tengo que hablar contigo…tienes que escucharme…¡Por favor!-
-Hace un rato no querías que supiera quien eras y ahora ¿quieres que te escuche? ¿Qué pasa detective la “reina del hielo” ha comenzado a derretirse y la tapa el agua o sólo te sientes un poquito culpable por que abandone la fiesta tan temprano?- dijo con media sonrisa de costado.
-¡Me llamaste…¿reina del hielo?! ¡Eres un maldito idiota, Castle! ¡No eres más que un niño caprichoso que llora a los gritos cuando no obtiene lo quiere cuando lo quiere! ¡Pensé que hablando aclararíamos las cosas, pero acabo de darme cuenta que no vale la pena!- Kate estaba furiosa. Había llegado al límite de su paciencia con el escritor. No quería escuchar sus ironías y no iba a tolerar que la siguiera agrediendo gratuitamente. Le lanzó una mirada de odio y se dirigió a la salida sin despedirse de nadie. Castle la siguió con los ojos y apretó la mandíbula con fuerza. De verdad que era un maldito idiota. -¿Qué diablos pasa conmigo? ¿Por qué la traté de esa manera? ¡Soy un imbécil, un inmaduro! ¡No la culparía si no quisiera hablarme nunca más!- pensaba el escritor mientras veía como su amada desaparecía por la puerta. Sabía que no debería haberla cruzado. Se tendría que haber ido de inmediato. Pero, lamentablemente no pudo hacerlo a tiempo.
Subió a la limusina unos minutos después sin saber bien a donde quería ir. No quería volver a su casa ya que seguramente su madre y su hija estarían ahí y no quería que lo vieran con esa cara.
-¿Lo llevo a su casa, Sr?- preguntó el chofer de la limusina.
-No. Todavía no he decidido a donde- contestó el escritor sacando una botella de Whiskey del mini bar. La abrió y le dio un largo trago.
-Perdón que lo moleste de nuevo, pero no se para que lado de la ciudad debo manejar.-
-Tú sólo conduce donde se te ocurra. Daremos vueltas, hasta que a ti se te acabe el combustible o a mi el Whiskey. Lo que ocurra primero.- Castle no podía sacarse los últimos momentos de la fiesta con Kate. Realmente se había comportado pésimo y se sentía avergonzado. -¿Por qué no la dejé hablar? ¡Ella tiene razón! ¡Soy un niño encaprichado!- Se reprochaba mentalmente entre trago y trago. Quería ahogarse en esa botella, que el alcohol lentamente adormeciese su cerebro para no pensar más en ella. Pero por mas que lo intentaba no podía. No podía olvidar las cosas horribles que le había dicho, pero tampoco podía olvidar su piel de seda, su boca, sus besos, su jadeante respiración en su oído cuando él le besaba el cuello. -¿Cómo no fui capaz de seguirle el juego? A lo mejor cuando estuviésemos solos me hubiese explicado la verdadera razón para no revelar nuestras identidades y todo sería distinto. Quizás en este preciso momento estaríamos enredados en el cuerpo del otro gozándonos una y otra vez ¡¿Cómo pude ser tan estúpido?!- El escritor sentía como su alma se entristecía cada vez mas con cada imagen que recordaba. Tenía que solucionar esto. No sabía como, pero tenía que arreglarlo. Siguió dando vueltas por la ciudad preguntándose que debía hacer. Todas las veces que buscó una respuesta llegó a la misma conclusión: tenía que hablar con ella ahora. De ninguna manera podía dejar las cosas así esta noche. El problema era como demonios iba a lograr que ella le abriera para escucharlo. Le indicó al chofer la dirección de Beckett. Al llegar no pudo bajarse de inmediato. Se quedó sentado en la limusina durante un rato juntando valor para golpear su puerta.
***
Beckett entró a su apartamento con lágrimas en los ojos. Sentía como su corazón le dolía al recordar cada palabra de él. -¿Cómo podía ser tan idiota? ¿Tan caprichoso?- pensaba la detective. Nunca le dio la oportunidad de explicarse, de decirle cuanto lo deseaba, cuanto quería estar con él esta noche y un millón de noches mas, cuanto lo necesitaba, cuanto lo amaba. Pero no se lo había permitido. En vez de eso la trató como si fuera una manipuladora, una mujer fría, incapaz de comprometerse con nadie. Ahora ella estaba herida, aun sangrando, y en cada gota se diluía la posibilidad de estar juntos alguna vez. Se sacó el traje. El vestido que antes le había parecido el más hermoso del planeta, ahora solo le recordaba esa horrible noche. También le recordaba lo cerca que había estado del escritor, su suave aliento en su cuello, sus dulces labios besándola, su increíble perfume. Negó con la cabeza sacando esas imágenes afuera y fue a ducharse con la esperanza de relajarse un poco y poder dormir, aunque sabía muy bien que iba a ser una tarea bien difícil. No tardó mucho en salir de la ducha. Se envolvió con la toalla, se pasó un peine para desenredarse un poco el pelo y salió del baño en dirección a su a habitación a ponerse una enorme camisa blanca de hombre y unos mini shorts que usaba para dormir. Miró su cama y no sintió ni el mas mínimo deseo de acostarse. Había sido una noche muy intensa. Si se acostaba ahora sabía que lo único lograría es dar infinitas vueltas sin conciliar el sueño. Recordó que Josh había olvidado una botella de un exquisito Whiskey Irlandés de 25 años que alguien le había obsequiado alguna vez. Un par de medidas le vendrían bien para intentar dormir. Fue hasta la heladera. Sacó un par de hielos y los puso en un vaso corto de boca ancha. Busco la botella en la alacena y se sirvió una generosa medida. Se sentó en el living, apoyando uno de sus brazos sobre las rodillas flexionadas arriba del sillón. Giró el vaso sacudiendo los hielos para enfriar un poco el trago mientras no lograba sacarse las palabras de Castle de la cabeza. Se sentía decepcionada ¿Cómo él podía pensar eso de ella? ¿Es que acaso en estos años no la había aprendido a conocer en lo absoluto? Nunca lo había visto tan furioso. Nunca la había mirado de esa manera y eso era lo que mas le dolía. Sabía con certeza que la raíz del enojo provenía de que él sabía que ella recordaba todo de aquel fatídico día del disparo. Automáticamente le vino a la mente el momento del interrogatorio dónde ella misma se lo confesaba a un completo desconocido. -¿Cómo no me dí cuenta de que el podía estar ahí? ¿Por qué no me esperó y me enfrentó en ese mismo momento? ¡¿Quién es entonces el cobarde?!- dijo en voz alta rellenando el vaso con un poco mas de Whiskey mientras pensaba que futuro podía tener una relación si desde un primer momento se ocultaban cosas y por otro lado pensaba lo difícil que podía llegar a ser no tenerlo cerca nunca más. Y a pesar de que estaba furiosa, decepcionada y sumamente confundida, no podía dejar de desear tenerlo cerca. Su cabeza era un verdadero desastre y pasaba del amor al odio en segundos.
El sonido de su móvil la distrajo de sus pensamientos. Era un mensaje de texto de Castle que decía: “Soy yo. Por favor abre” Kate se fastidió al leer el mensaje. No quería verlo ahora, todavía estaba furiosa. Treinta segundos después se escuchaban tres golpes en la puerta. Ella permaneció en silencio.
-Ábreme, Kate ¡Por favor! Sé que estás ahí, escuché cuando te entraba mi mensaje.- su voz, al principio tranquila, iba subiendo de tono ante el silencio de ella.-¡Vamos! ¡Tú sabes que tenemos que hablar! No podemos dejar que esto quede así esta noche. Escucha, sé que me porte como un imbécil, ¡pero tienes que darme una oportunidad!- Kate permanecía en silencio dudando si abrirle o no. No quería seguir discutiendo mas esa noche, no se sentía con fuerza. No, no iba a abrirle. Aun estaba muy enfadada con él.
-¡Vamos, Beckett! ¡Abre la condenada puerta! ¡No pienso irme de aquí hasta que no lo hagas!- El escritor parecía estar decidido. El Whiskey que había tomado ayudaba. Así todo, se estaba desesperando ante la posibilidad de que no le abriera. Sus dudas, miedos y paranoias empezaban a alzar la voz nuevamente en su cabeza y la ceguera volvía… -¡Maldita seas, Kate! ¡Si todavía tienes miedo de hablarme a la cara aun puedo ponerme la máscara!- Castle escuchó los pasos furiosos que se dirigían hacia la puerta. Aparentemente había logrado llamar su atención… de una forma estúpida, muy estúpida, pero aun así lo había logrado...
- ¡Eres un maldito estúpido, Castle! ¡¿Cómo puedes ser tan cínico?!- los ojos de Kate estaban inyectados de ira mirando al escritor. Castle la miró de arriba abajo algo sorprendido por la poca ropa que llevaba la detective. ¡No podía creer lo sexy que era esa mujer! ¡Cuánto la deseaba! ¡No podía creer la manera en que había arruinado todo mas de una vez!
- Logré que me abrieras ¿no? No parecías reaccionar a nada de lo que te estaba diciendo…- mientras hablaba ingresó al departamento sin darle oportunidad a que le cerrase la puerta en la cara.
-¡¿Qué demonios quieres, Castle?!-
-¡Tenemos que hablar de lo que pasó esta noche, Kate!-
-¿Estás borracho?- le preguntó al notar que olía a alcohol-
-No. O al menos no lo suficiente como para sacarte de mi cabeza ésta noche.-
-¡Pues tendrás que intentar con mas fuerza! ¡No pienso escucharte esta noche, ya dijiste suficiente!-
- ¡Vas a escucharme te guste o no! ¡Después te prometo que me iré sin objeciones!-
-¿Y que se supone que vas a decirme, Castle? ¿Vas a recordarme nuevamente lo fría y manipuladora que soy? ¿La poca capacidad que tengo para comprometerme? ¿O mi cobardía para afrontar los sentimientos que tengo hacia ti? ¿Con cual de todas te gustaría empezar, Rick? ¡¿Eh?! ¡Dime! ¿De verdad piensas que voy a volver a soportar que me trates de esa forma otra vez?!- Estaba furiosa. En ese momento sentía que lo odiaba y que nada de lo que él pudiera decirle podría cambiar eso.
-Vengo a pedirte perdón por todo lo que dije esta noche. Me comporté como un niño. ¡Peor! ¡Como un completo imbécil! ¡Créeme que estoy muy apenado, Kate! ¡Tengo miles de cosas mas para decirte que tengo guardadas desde hace mucho, pero aun eso puede esperar! Lo único que quiero esta noche es que me perdones por todas las cosas horribles que te dije. ¡No es verdad que sienta eso! ¡Mis miedos y mi inseguridad fueron los que hablaron por mí! ¡Estaba como loco, no podía pensar con claridad! ¡Y aun me siento de esa manera! ¡Quiero que me des una oportunidad, que no me odies!- dijo muy apenado bajo la dura mirada de ella, que permanecía en silencio. Castle se acercó y la sujetó por los hombros en señal de desesperación. Sus manos estaban frías otra vez . El frío le traspasó la camisa y sintió como nuevamente se le erizaba la piel ¡¿Como le podía costar tanto tenerlo enfrente?! ¡Que difícil era no besarlo teniéndolo tan cerca!
-¡Por favor, Kate! ¡Tienes que perdonarme!- Otra vez podía sentir como se estremecía al agarrarla.
-N-no lo sé, Castle…No creo que esto nos haga bien…- dijo la detective con notable nerviosismo tratando de separarse.
-Por favor, dame una oportunidad.- El escritor le tomó el rostro con las dos manos y se acercó peligrosamente a su boca. La detective otra vez sentía como se le aceleraba el corazón y como nuevamente se empezaba a perder en sus hermosos ojos.
-No te arrepentirás, te lo prometo- le dijo susurrando mientras sin poder contenerse volvía a besarla con igual o mas pasión que hacía unas horas atrás. Ella no pudo mas que dejarse besar, otra vez desarmada, nuevamente estando a su merced. Ya no podía resistirse. Sus lenguas se saludaron, ansiosas por tocarse. Lo tomó de la cabeza y le acarició el cabello, bajando por su cara hasta sepáralo un segundo de su boca para mirarlo a los ojos con la respiración completamente agitada.
-¿Estas… seguro de esto, Rick?-
-¡Absolutamente! ¡No hay nada que desee más en este mundo que estar contigo! ¡Te amo, Kate! ¡Como nunca había amado a otra mujer en mi vida!- Volvió a besarla nuevamente sin esperar ni una palabra, sin esperar nada mas que ella correspondiera a sus besos. Sus bocas, atraídas como imanes, no lograban separarse a más de un centímetro de distancia, para volver a juntarse segundos después con la misma intensidad que al principio. Sus lenguas se invadían, se chocaban, se bebían, como con vida propia. Sus respiraciones se entrecortaban y la temperatura iba en aumento. Las manos del escritor se enredaban en sus cabellos húmedos y las de ella se perdían en sus anchos hombros. Él comenzó a acariciarle la nuca, bajando suavemente por la espalda hasta tomarla por la cintura para pegarla aun más a él, mientras se separaba de su boca para besar su cuello. Primero, un beso muy suave, abajo, casi en el hueco de la clavícula. Luego fue subiendo muy despacio, disfrutando cada instante, acariciándola con sus labios. Llegó hasta su oreja y susurró: -¡Eres perfecta!- y le mordió suavemente el lóbulo. Kate intentó respirar hondo para ahogar un leve gemido. Sintió como la mano de él se abría paso hábilmente por debajo de su camisa acariciándole la espalda. No pudo más que sonreír cuando sintió las yemas de sus dedos provocándole escalofríos mientras le recorría lentamente la columna vertebral. Buscó su boca, desesperada, sedienta de sus ardientes besos. Al encontrarla se hundió en ella buscando su lengua una y otra vez. Castle se apartó para mirarla sin poder creer todavía todo lo que estaba pasando. La tomó de las manos y empezó a retroceder hasta sentarse en el sillón. Se sacó la parte de arriba del traje de arlequín que todavía llevaba puesto y lo tiró a un costado. Agarró nuevamente las manos de Kate trayéndola hacía él, haciendo que se sentara a horcajadas sobre sus piernas, disfrutando cada uno de los movimientos que ella le regalaba. Le desabrochó un botón de la camisa dejando al descubierto la cicatriz del disparo. Se acercó y le dio un beso justo arriba, después, posó muy despacio sus labios sobre esa herida que solo había sanado superficialmente. Sintió el cuerpo de ella temblar. Todavía su piel estaba sensible.
-¡Lo siento! ¡No quise lastim…!- le dijo separándose asustado. Sin dejarlo terminar lo besó dulcemente –Esta todo bien. No duele…- le dijo perdiéndose en su boca. El escritor pellizcaba con sus dientes los sabrosos labios de la detective que se deshacía con cada caricia, con cada beso.
Le desabrochó otro botón. Besó el nuevo pedacito de piel que acababa de descubrir. La empujó levemente hacia atrás, para que se apoyara en uno sus fuertes brazos, mientras le desprendía un botón más y volvía a besar su piel de seda, robándole un gemido encantador. La camisa semi abierta le regalaba al escritor una hermosa vista de sus senos empezando a asomar fuera de ella. Desabrochó otro botón más, repitiendo el ritual del beso otra vez, deseando memorizar con sus labios cada milímetro de su piel. Beckett no terminaba de entender todas las sensaciones que su cuerpo le transmitía mientras Castle jugaba con el libremente. Sentía como las manos del escritor la recorrían entera, encendiendo aun más su ardiente figura, llevándola muy hábilmente, con paciencia, despacio, hacia un mundo de increíble placer sin siquiera haber terminado de desvestirla. -¿Vamos a la pieza? Estaremos mas cómodos ahí…- le dijo ella tomándole el rostro con ambas manos, clavándole una mirada algo lujuriosa.
-Lo que tú quieras, detective…- Sonriendo, Castle se levantó del sillón con ella aun encima, apoyando sus varoniles manos sobre su cintura para sostenerla. Ella le rodeó el cuello con sus brazos y se trabó al él con sus largas piernas. Él la fue besando repetidas veces hasta llegar al cuarto.
En la habitación no había mas luz que la que se colaba por la ventana desde el farol de la calle, centrándose en la cama, como un spot enfocando el escenario. Castle se paró junto al lecho, aflojando la presión de sus manos sobre la detective, dejándola deslizarse suavemente por su cuerpo hasta llegar a la cama. Muy lentamente le fue sacando el mini short, luego le desabrochó el último botón que le quedaba a la camisa y finalmente, él se quitó el resto del disfraz que aun llevaba puesto. Se quedó mirándola unos instantes con una enorme sonrisa, disfrutando su hermoso cuerpo iluminado por la tenue farola. –¡Quiero recordarte así, por siempre!- Kate sonrío también, mientras lo atrapaba con sus piernas atrayéndolo hacía ella. Al fin sus cuerpos desnudos se tocaban, se reconocían, se incendiaban. Sus sombras reflejadas en la pared se fusionaban en una, danzando suavemente al son del compás. Ellos eran música: tiempo, ritmo y armonía exquisitamente combinados, creando una sinfonía de sublime goce.
Jugaron mutuamente con sus cuerpos. Incansables, insaciables. Deseando que ese momento se perpetuara en el tiempo y sin la menor intención de separarse, demostrándose a cada segundo cuanto se amaban.
Quedaron tendidos boca arriba aun jadeantes, exhaustos, sin aliento. Castle se puso de costado para poder mirarla, le agarró la mano y se la acerco hasta su boca para besarla dulcemente. Kate giró también quedando enfrentada a él. Lo besó y le dijo: -Gracias...- el escritor frunció un poco el ceño sin entender porque le agradecía… -Lo de recién…¡fue increíble!- le dijo ella con una sonrisa. –¡Tú eres increíble!- contestó él besándole la frente.
-¿Kate? ¿Estas despierta?- preguntó al notar su respiración acompasada. Nunca contestó. Se había desmayado del cansancio. Se quedó mirándola durante un rato largo, mientras le acariciaba la mano que nunca le había soltado.
Había pasado de todo esa noche, y a pesar de que lograron terminar bien, todavía quedaban algunas cosas por aclarar. Si iban a tratar de tener algún tipo de relación lo mejor era tratar de empezar diciéndose la verdad. Por eso aun se debían una charla y Castle sabía perfectamente que todo lo relacionado con el caso de su madre sería parte de esa conversación. Tenía miedo, sabía que al contarle a Beckett todo el asunto, la reacción de ella no iba a resultar muy favorable al supuesto inicio de su relación. La conocía lo suficiente como para esperar lo peor, por eso el miedo. Ya había saboreado su dulce néctar, ya había mordido la fruta, sabía que nunca iba probar otra tan exquisita, y, por supuesto, no quería dejar de disfrutarla nunca mas…
Continuara…
Ojalá que les haya gustado el capi y que la espera haya valido la pena. Como siempre, espero impaciente sus comentarios!!!!! Saludos!!
Solexite- Policia de homicidios
- Mensajes : 646
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
GUAU! ALUCINANTE!! Me encanta como escribes y como describes!! Sigue asi!
Invitado- Invitado
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Soy Feliz pero que muy Feliz por este capítulo
Soy amante de tu historia
Capítulo fantástico y no puedo esperar para el próximo fic
Muchas Gracias por subir fic
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Ha sido perfecto!! Me ha encantado!! Espero el siguiente
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 33
Localización : Madrid
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Muchisimas gracias por los comentarios! Nunca se van sin hacerlo y eso lo valoro un montón!!!!!! MIL GRACIAS!!!!!
Solexite- Policia de homicidios
- Mensajes : 646
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
estupendo me gusta un monton tu historia
gracias por seguir
gracias por seguir
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Me ha encantado esa escena picante, no se me ha encantado todo al fin poder verlos juntos me ha encantado!
Invitado- Invitado
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
CONTINUA PRONTO! A sido muy emocionante, emotivo y sensible
Continua prontitooo
Continua prontitooo
carly becket- Policia de homicidios
- Mensajes : 631
Fecha de inscripción : 19/10/2011
Edad : 28
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
wooooooooooooooooooooooooooooooooow
ME LO HE LEIDO TODO DEL TIRON !!!! ME ENCANTA DE VERDAD !!!
ESPERO QE SIGAS PRONTO !!!
ME LO HE LEIDO TODO DEL TIRON !!!! ME ENCANTA DE VERDAD !!!
ESPERO QE SIGAS PRONTO !!!
Sandra;)- Ayudante de policia
- Mensajes : 98
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Fanny_123- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 15/09/2012
Edad : 24
Localización : Chile!!! c:
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Bueno pues hola a todas/os, si hay, soy nueva y mi primer mensaje es para comentar esta historia que es buenísima, me encanta. Por favor continuala por favor
caskate- Escritor novato
- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 22/10/2012
Localización : De aquí para allá y de allá para acá
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Gracias a tod@s por los mensajes!!!!
Bienvenida al foro, caskate!!!! Me alegro mucho que te guste el fic. Muchas gracias por comentar! Saludos
caskate escribió:Bueno pues hola a todas/os, si hay, soy nueva y mi primer mensaje es para comentar esta historia que es buenísima, me encanta. Por favor continuala por favor
Bienvenida al foro, caskate!!!! Me alegro mucho que te guste el fic. Muchas gracias por comentar! Saludos
Solexite- Policia de homicidios
- Mensajes : 646
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Me encanta este fic!! Siguelo!!
Shura-chan- Policia de homicidios
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Edad : 26
Localización : Por ahí.
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Bonita reconciliación, espero que hablen más cuando se despierten
Genial continua pronto
Genial continua pronto
anaforo- Escritor - Policia
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Edad : 31
Localización : Murcia. Y en una de las 20 manzanas que hay entre la casa Rick y la de Kate :)
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Me acabo de leer todo tu FIC y tengo que decirte que ME ENCANTO! Por favor continualo pronto!
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 14/10/2012
Edad : 27
Localización : Málaga (Andalucia) España
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Hola a tod@s! Acá les dejo el nuevo capi:
Capítulo V
Estaba empezando a aclarar cuando el escritor recordó que lo único que tenía para ponerse era el disfraz de arlequín. No quería irse. Nunca más. Quería dormir a su lado todas las noches, ver su hermoso rostro al abrir los ojos por primera vez cada mañana, pero tenía que regresar a su casa antes que la ciudad se despertara para evitar el ridículo. Así todo, permaneció junto a ella un rato más, contemplándola, como si no lo dejase partir. Con algo de resignación decidió al fin levantarse, con mucho cuidado para no despertarla. Buscó las partes de su disfraz para empezar a cambiarse. Se detuvo un instante a pensar: -No puedo desaparecer así sin más, sin decirle nada. ¿Qué va a pensar de mí cuando se despierte y yo no esté? No sé que hacer…No quiero despertarla, pero tampoco quiero que se despierte sola y piense que hui como un cobarde… ¡Ya sé! ¡Voy a dejarle una nota!- se dirigió al living a buscar papel y lápiz que encontró rápidamente sobre la mesa de la cocina. Luego se sentó en el mismo sillón en el que había estado hacía un rato con ella sin poder evitar recordar ese maravilloso momento. Sacudió la cabeza y trató de concentrarse para escribir. Se levantó y se dirigió a la pieza para dejar la nota sobre la almohada, justo al lado de ella. Después agarró la sabana y la tapó cuidadosamente. Pensó en dejarle un beso en la mejilla, sólo para acercarse una vez más, para llevarse su perfume con él. -¡No, Castle! ¡Vas a despertarla!- se dijo se alejándose lentamente sin poder dejar de mirarla. -¡Concéntrate, Rick! Tienes que vestirte y largarte de aquí!- se decía mientras arrugaba el pantalón del disfraz para encajarlo en una pierna.
-No está bien huir en la mitad de la noche después de tener sexo con alguien que conoces. ¡No es propio de un caballero, Castle!- Kate apenas podía abrir los ojos, pero no dejaba de mirarlo. Sonreía. Todavía no terminaba de creerse todo lo que había pasado. Sorprendido, giró con su ya conocida y encantadora sonrisa y le dijo acercándose a ella:
-Estoy de acuerdo con usted, detective, pero en mi defensa debo alegar que le dejé una nota sobre la almohada con la debida explicación de mi temprana retirada.- Mientras le hablaba con voz seductora, se recostaba a su lado y le regalaba un dulce beso.
-¡Ah! ¡Pero muy bien, Rick! ¡Piensas en todo! Y dime… ¿Puedo leerla?- dijo divertida.
-Ya no es necesario. Te lo diré yo mismo. No tengo otra cosa que ponerme más que el disfraz y anoche cuando llegué aquí le dije al chofer de la limusina que se fuera, que yo me tomaría un taxi para regresar. Entonces quería irme antes de que amanezca por completo. ¡No me veo parando un taxi a las 12 del mediodía vestido de arlequín!- le dijo tirando a un costado la nota hecha un bollo.
-¡Te verías adorable!- Kate lo beso enternecida.
-¡Ríete si quieres, pero debo decirte que no te deseo estar en mi lugar!- divertido el escritor agregó. -De todos modos, era menos complicado irme mientras dormías. Ahora que estás despierta no va a ser tarea fácil- Se quedó mirándola un momento, en silencio, sonriendo. Él tampoco terminaba de creerse todo lo que había pasado.
-Quédate a dormir conmigo. Te prestaré un pantalón de gimnasia y una campera. Y puedo llamarte un taxi para que te recoja en la puerta. Sólo si quieres quedarte...-
-Sólo si la ropa no es de Josh…- la miró sonriente esperando su reacción.
-¿Y que problema hay si es de Josh? ¿Temes que te quede grande?- contestó desafiante.
-Estoy absolutamente convencido de que cualquier cosa que haya dejado Josh me queda chica. Lo digo en todo sentido…- dijo el escritor muy seguro de si mismo. Se acercó despacio y la besó largamente, con ternura, tratando de demostrarle cuanto la amaba con ese beso.
-Que no te quepa la menor duda…- susurró ella recibiéndolo con su boca. Le encantaban sus besos, el sabor de sus labios. Lo abrazó acercando su cuerpo al de él acariciándolo mientras lo saboreaba. Todavía sentía algo de sueño, pero no el suficiente como para no comenzar nuevamente a recrearse con el cuerpo de su escritor favorito. Mordisqueó suavemente su labio inferior sujetándolo unos segundos, clavándole una mirada incandescente. Ella parecía tener el control y a él le encantaba. Lo besó en el cuello mientras sentía como las manos de él la acariciaban cada vez con más intensidad, aumentando sus latidos, acelerando sus caricias. Sus cuerpos se pegaron aun más, deseosos de rozarse, empezando a arder lentamente. Él la tomó por la cintura dando medio giro poniéndola de espaldas debajo de su marcado cuerpo, deteniéndose un momento para mirar su hermosa sonrisa que asomó en el preciso instante en que la agarró. Siguió con sus caricias recorriendo sus brazos hasta llegar a entrelazar sus dedos con los de ella mientras su boca llegaba a su ombligo. Ella se fue incorporando lentamente sin soltarle las manos, lo agarró con sus piernas y en una excelente toma de Aikido lo tumbó boca arriba quedando encima de él.
-¡Por favor, detective! ¡Dime que ahora vas a esposarme a la cama!- dijo divertido acercándose a su boca.
-¡No será esta noche, Castle! ¡Pero será pronto! ¡Eso te lo prometo!- contestó atrapando su boca, exprimiendo su lengua. El escritor estaba alucinado con esa mujer que no terminaba nunca de sorprenderlo. Él mismo se sorprendía de las sensaciones que ella le provocaba. Nunca había tenido tanta piel con nadie. Nunca el sexo le había resultado tan placentero, tan mágico. Nunca. Entonces, extasiado, se dejó cabalgar por la bella amazona y se dejó llevar hasta estallar de placer.
Quedaron mirándose en silencio unos segundos mientras recuperaban el aliento. Kate se acurrucó contra el pecho de Rick. Se sentía protegida, con la certeza de que junto a él nada ni nadie podía lastimarla. Él la rodeó con sus brazos y le besó la frente dulcemente. Estaban inmersos en un halo de estupidez casi adolescente y a ninguno parecía importarle.
Los primeros rayos de sol empezaban a asomar tímidamente por el marco de la ventana. Se alegró de estar todavía ahí, abrazado a ella. Podía caerse muerto en ese mismísimo instante con la satisfacción absoluta de haberla disfrutado de principio a fin, pero más aun, habiéndose sentido gozado libremente por ella. No podía pedir nada más de esa inolvidable noche. Era feliz. El sueño los atrapó finalmente. Exhaustos y sin poder combatirlo se rindieron placenteramente a su dominio.
Beckett abrió los ojos apenas pasado el medio día. Giró su cabeza para comprobar con gran alegría que no había sido un sueño. Castle dormía plácidamente a su lado con una expresión de paz absoluta. Sonrió. Por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz y no quería dejar de estar así. Se levantó y fue a prender la cafetera antes de tomar una ducha para terminar de despertarse. Recordó que había quedado para almorzar con su padre y en una hora y media la pasaría a buscar. Tenía ganas de ver a Jim. Siempre disfrutaba muchísimo de su compañía, pero hoy era un domingo especial. Hoy hubiera preferido quedarse con Rick todo el día. Todavía sentía que debía hablar con él, sentía que le debía una explicación aunque él ya no la necesitase. Se metió en el baño cerrando cuidadosamente la puerta para no despertarlo, abrió el grifo y se metió debajo del agua para despabilarse.
Castle se despertó algo sobresaltado. Miró para ambos lados, todavía sin reconocer bien el lugar donde se encontraba. Sacudió la cabeza para despertarse y al instante le vino a la mente el recuerdo de ella y no pudo más que sonreír. Escuchó la ducha, e impulsado como un resorte se levantó de la cama y se dirigió al baño. Abrió la puerta muy despacio metiéndose rápidamente. Se acercó a la ducha y se metió sin esperar permiso.
-¿Necesitas que te enjabone la espalda, preciosa?- le dijo mientras la abrazaba desde atrás.
-¡Llegas tarde, grandote! Ya terminé de bañarme. ¡Estaba por salir!-
-Entonces podría ayudarte con algo más ¿no crees?- el escritor le apartó suavemente el pelo mojado y le besó la nuca provocándole cosquillas.
-¡Eres insaciable ¿no, Rick?!- le dijo ella con una enorme sonrisa tirando su cabeza para atrás, reposando unos segundos en su hombro.
-¡Me haces sentir como un adolescente! ¡Cada vez que te beso me prendo fuego! ¡No puedo evitarlo!- Castle la apretó contra su cuerpo y le mordió dulcemente el cuello.
-¡No sabes como me gustaría seguir con esto, pero tengo que ir a almorzar con mi padre! ¡Además las duchas son algo incomodas para tener sexo ¿No te parece?- dijo mientras se daba vuelta quedando frente a él.
-Yo puedo hacerte cambiar de opinión con respecto a las duchas…- le dio un corto beso levantando una ceja. -…pero no creo que cambies a tu papá por mí, así que ¿Qué te parece si vengo esta noche y seguimos?-
-¡Me parece genial!- dijo saliendo de la ducha. –Me voy a cambiar, ya es tarde. Te dejaré el pantalón de gimnasia sobre la cama y si te apuras tendremos tiempo de tomarnos un café-
-¡Gracias! ¡Saldré en dos minutos!-
Kate se dirigió a su habitación para cambiarse. Fue hasta el ropero y pisó sin darse cuenta la nota que Castle, supuestamente iba a dejarle en su almohada, la levantó y no pudo dejar de leerla:
"Princesa: No pienses que después de esta noche extraordinariamente única no hubiese querido quedarme a tu lado, contemplando tu exquisita belleza por el resto de mi vida, pero tú sabes que mi timidez no me permitiría irme a plena luz del sol aun disfrazado a casa. Llámame si aun quieres verme cuando te despiertes. Te amo. Nunca lo olvides. Rick"
-¿Puede ser alguien más dulce?- pensó mordiéndose el labio inferior. -¡Que lindo eres, Castle!- Con una gran sonrisa comenzó a vestirse, luego se dirigió a la cocina a servir dos tazas de café recién hecho.
Rick salió del baño y fue a cambiarse de inmediato. Quería estar con ella todo el tiempo posible antes de que saliera a almorzar. Se puso el pantalón. Le quedaba bastante justo, pero no le incomodaba. Kate, también le había dejado una remera blanca y una campera deportiva. ¡Parecía un profesor de educación física de secundaria! Se dirigió hasta dónde estaba ella y preguntó:
-¿Y? ¿Cómo me veo?-
-¡Como un profe de secundaria!- contestó divertida. En verdad le gustaba como le quedaba la ropa deportiva algo ajustada. Era raro verlo así vestido, pero le resultaba muy sexy. Se acercó a él con una taza humeante. Se la entregó y acto seguido le regaló un dulce beso en la mejilla diciéndole:
-Gracias.-
-¿Por?- preguntó él algo confuso.
-¡Por escribir tan bien!- contesto guiñándole un ojo.
-¡Ah! ¡Leíste la nota ¿no es así, tramposa?! ¡Se suponía que sólo debías leerla en mi ausencia!- dijo Castle fingiendo enojo.
-¡Entonces deberías de haberla tirado a la basura! Soy una mujer muy curiosa… Además ¿Por qué no querías que la leyera? ¡Lo que dice es muy bonito!-
-Lo que dice es verdad. Todo.- el escritor la besó en los labios dulcemente.
-¡Que lindo eres!- Kate lo abrazó y permanecieron unos segundos así. Luego le dijo:
-Esta noche cuando vuelvas tenemos que hablar. Creo que te debo una explicación y me gustaría dártela.
-No me debes nada. Pero sí estoy de acuerdo con que debemos hablar. Hay unas cuantas cosas que quiero decirte.- la voz del escritor adquirió seriedad y ella lo notó de inmediato.
-¿Por qué tan serio de repente, Rick?-
-¡Por que vamos a hablar de nosotros y eso para mi es serio…!- dijo disimulando un poco.
El teléfono de la detective sonó salvando al escritor de dar mas explicaciones sobre su cambio de semblante. Era Jim, quien esperaba a su hija en un restorán a un par de cuadras de su casa.
-¡Me tengo que ir! ¿Te espero tipo 7 de la tarde?- lo besó y rápidamente se dirigió hacia la puerta diciendo –Al lado del teléfono tienes el numero de un taxi. ¡Adiós!-
-¡Adiós, preciosa! ¡Nos vemos después!- Castle terminó su taza de café, llamó a un taxi y se dirigió a su casa.
Beckett regresó a su departamento alrededor de las 5 de la tarde con un par de bolsas de supermercado para prepararle una deliciosa cena a Castle. Sonó el teléfono. Era su amiga Lanie.
-¡Hola amiga! ¡Me estaba extrañando de que todavía no hubieses llamado!- dijo Beckett al contestar.
-¡Te juro que intenté abrir los ojos mas temprano, pero el dolor de cabeza insoportable que tenía no me permitió hacerlo! ¿Cómo estas, Kate? Imagino que no muy bien después de lo de anoche…- dijo Lanie algo afligida.
-¡De hecho, amiga, me siento muy bien el día de hoy!- contestó Kate con voz radiante.
-mmm…No termino de entender…-
-¡Verás! Castle apareció en mi departamento al rato de haberse ido de la fiesta…-
-¡No puedo creerlo! ¡¡¡¿Yyyy?!!!! ¿Qué pasó? Hablaron, me imagino…- Lanie no podía evitar su alegría.
-No exactamente…, pero se podría decir que arreglamos las cosas. Se quedó hasta el mediodía y quedamos en que vendría en un rato-
-¡Uy! ¡Muy bien, amiga! ¡Veo que no perdieron el tiempo!...-dijo con una gran carcajada su amiga Lanie.
-¡Si…bueno…podría decirse!- contestó divertida y algo avergonzada.
-Supongo que vas a preparar una cena deliciosa ¿No?-
-¡Al menos lo intentaré! Debo dejarte ahora, amiga. ¡Te prometo que mañana te contare todo con lujo de detalles!-
-¡Por supuesto que me contarás! ¡No puedo esperar a que lo hagas! ¡Pásenla muy lindo! ¡Ustedes se lo merecen!-
-¡Gracias, Lanie! ¡Te quiero mucho, amiga! ¡Nos vemos mañana!-
-¡Yo también te quiero mucho, Kate! ¡Adiós!-
Sin perder mas tiempo, Kate se abocó a preparar una carne al horno con papas. Ciertamente no era una comida demasiado sofisticada, pero era la receta favorita de su madre y lo primero que ella le había enseñado a cocinar. La había aprendido a hacer igual y era un plato que ella consideraba muy especial, lo preparaba con mucho amor para su padre. Nunca lo había hecho para nadie más, hasta hoy, que se lo prepararía a su apuesto escritor.
La hora pasó volando y sólo le quedó tiempo para una ducha antes de que él llegara. Decidió rápidamente que se pondría algo casual, una pollerita de jean, una camisa entallada y unas sandalias de taco bajo estarían bien. Terminó de cambiarse un minuto antes de escuchar el timbre.
Castle estaba del otro lado de la puerta con una botella de un exquisito Malbec que un amigo le había traído de Argentina y que guardaba para alguna ocasión especial y un hermoso ramo de flores en la otra mano. Kate abrió la puerta con una sonrisa.
-¡Estas preciosa!- le dijo dándole un dulce pico y agregó extendiendo su brazo con las flores: -¡Son para ti, pero en cualquier lado que las pongas quedaran opacadas con tu belleza!-
-Te estas volviendo cursi…-dijo ella divertida agarrando las flores para ponerlas en agua.
-Mmm…¡huele delicioso!- Castle cerró los ojos e inspiró llenándose del exquisito aroma de la comida. -¡No vas a decirme que lo cocinaste tú solita ¿no?-
-¡Por supuesto que sí! ¡Soy una excelente ama de casa! ¡Ya verás!- Kate le rodeó el cuello con sus brazos y lo besó.
-¡No puedo esperar a que me lo demuestres!-
-Ya casi está ¿Por qué no sirves una copa de vino mientras yo sirvo la cena?-
-¡Excelente idea!- Castle destapó el vino y lo sirvió en las copas que estaban en la mesa. Después se la quedó mirando mientras servía la comida y pensó como le gustaría que esto fuera cotidiano, de todos los días. Ciertamente, podría acostumbrarse de inmediato a tenerla cerca siempre.
Durante la cena, Castle no paró de halagar la deliciosa carne que ella había preparado. Terminaron de cenar y después de levantar la mesa se fueron a sentar al living.
-Bueno, creo que ha llegado la hora de hablar- dijo Kate tomando un largo trago de vino.
-Sí, ya es hora…- contestó él algo desanimado.
-Escucha, Rick. Te debo una explicación aunque tú no lo consideres necesario.- guardó silencio un segundo y siguió:- El día del disparo yo te escuché perfectamente cuando me dijiste te amo antes de perder por completo la consciencia. Cuando desperté y me encontré en un hospital con una cicatriz en el pecho me invadió una sensación de terror que no había experimentado nunca. Toda la fortaleza que había adquirido a lo largo de estos años se hizo añicos en el momento que esa bala me atravesó el pecho. A partir de ese momento mi vida se transformó radicalmente. Nunca estuve tan perdida en toda mi vida. Y cuando te vi, parado en la puerta con un ramo de flores y tu hermosa sonrisa y Josh a mi lado acariciándome la mano me sentí muy confundida con respecto a los sentimientos que tenía para con cada uno…no pude en ese momento hacerme cargo de tu confesión, no podía hacerme cargo de nada ni nadie. Hace un tiempo largo que veo a un terapeuta y el me ayudó mucho para que yo pudiera abrirme, ordenar mis sentimientos y lograr aceptar que puedo intentar ser feliz aunque todavía no termine de resolver el asesinato de mi madre. Sobre todo, me ayudó a darme cuenta que tú estuviste ahí todo el tiempo.-
-Yo…no sabía lo de la terapia…- dijo él apenado.
-No tenías por qué saberlo. Te pido perdón por demorar tanto en decirte todo esto. Debe haber sido difícil para ti también, pero necesitaba tiempo para curar las heridas, las internas claro,…Y bueno, finalmente aquí estamos…algo avanzamos ¿no?… - Una tímida sonrisa se dibujó en los labios de ella y un sabor amargo le invadió el alma a él.
-Sí…algo avanzamos…al menos hasta ahora.-
-No entiendo…¿Qué quieres decir?- La sonrisa de Kate se desvaneció por completo. Castle sabía que tenía que contarle todo lo que había guardado desde que le dispararon, que no podía dejar pasar más tiempo y que en cuanto ella lo supiera le iba a ser muy difícil de aceptar. Lo sabía, pero debía enfrentarlo. Aunque Beckett decidiera no volver a dirigirle la palabra nunca más, entendía que no podría comenzar una vida junto a ella con tremenda confesión enterrada. Y había más: aparte de no saber realmente como reaccionaría con él, no sabía como iba a reaccionar con la noticia de que alguien tiene la información que necesita para acercarse al asesino de su madre. ¿Cómo iba a lograr que ella dejara de una vez por todas de investigar? ¿De que manera iba a ser capaz de protegerla? Debía encontrar la forma de convencerla. No sabía como, pero debía encontrar la manera si no quería verla muerta.
-Yo también tengo algo que decirte, pero debes prometerme algo, Kate...- le dijo agarrando suavemente sus manos.
-Me estas asustando, Castle ¿Qué tienes que decirme?- el rostro de ella se ponía cada vez mas serio.
-Debes prometerme que escucharás todo lo que tengo para contarte y que después sólo intentarás pensar con la cabeza y no con el corazón ¿Puedes prometerme eso?-
-¿De que estas hablando? No lo sé… no se si puedo prometértelo…¡Dime que está pasando, Rick!- El escritor bajó la cabeza un segundo, respiró hondo, la miró directo a los ojos y comenzó a hablar.
-Antes de ir al hangar donde lo mataron, el Capitán Montgomery envió un paquete a un viejo amigo de confianza. El paquete contenía información que perjudica al responsable de la muerte de tu madre. Montgomery intentaba protegerte y la razón por la cual te dispararon fue que el paquete no llegó a tiempo a manos de su amigo. Apenas lo tuvo en sus manos llegó a un arreglo, si te dejaban en paz la información no saldría a la luz, pero había una condición: tenias que dejar de investigar. Esa es la razón por la cual aun sigues con vida, porque paraste de investigar.-
-No entiendo… ¿y tú?..¿Como sabes todo esto?- preguntó ella frunciendo el ceño confundida…
-Para que el acuerdo funcionara alguien debía asegurarse que tú no seguirías con la investigación.-
-No puedo creerlo… ¿Tú eres parte de esto? -La cara de asombro de Beckett se iba transformando en rabia pura.
-Kate, sólo quería mantenerte a salvo…-
-¿Mintiéndome… sobre la cosa que mas me importa en la vida?-
-Esa mentira es lo que preservó tu vida hasta ahora… ¿Es que acaso no escuchaste nada de lo que te dije recién? ¡Tienes que parar con esto, Kate! ¡Acabarás muerta!-
-¡Tú no escuchaste nada de lo que te dije hace unos minutos! ¡No entendiste lo duro que fue par mi afrontar todo lo que pasó? ¡Hace casi un año que estoy tratando de encontrar una pista ¿y tú me ocultas todo esto? ¿En que diablos estabas pensando, Castle? - Kate se levantó del sillón furiosa y caminó nerviosa por la habitación tratando de asimilar lo que estaba pasando. -¿Quién es este tipo? ¿Cómo lo encuentro?- le dijo mientras se daba vuelta para mirarlo.
-No sé quien es, Kate…Sólo es una voz en el teléfono, una sombra en un garaje…-
-¿Te reuniste con él? ¿Cuándo?.. ¿Cómo sabes que él no esta detrás del asesinato de mi madre? ¿Como sabes que no está detrás de todo esto, Castle?… ¡mas te vale que me digas todo lo que sabes de él!-
-¡No sé absolutamente nada! ¡Tienes que creerme!... -¡Kate, estaba tratando de protegerte… tienes que entender!- dijo levantándose también, siguiéndola.
-¡No necesito que me protejan, Castle! ¡Soy una mujer adulta, sin contar que soy policía, así que no me trates como si fuera una niña! ¡Y mas te vale que me entregues toda la información que tienes sobre este tipo o te juro que te hare arrestar por obstruir una investigación policíaca!-
-¡Ya te dije que no lo sé! ¡Y así lo supiera, tampoco te lo diría así me encarcelaras en Alcatraz! ¡De ninguna manera voy a ser cómplice de tu muerte!- El escritor alzó la voz.
-¡Maldito seas, Castle!¿Cómo puedes hacerme esto? ¡No puedo creerlo! ¿Con que derecho decides así sobre mi vida?
-¡Con el derecho que me dio el profundo dolor que sentí cuando te desangrabas! ¡¿Tienes idea de lo que sentimos todos los que te queremos cuando te vimos en esa camilla, Beckett? ¡Pregúntale a Jim como se sintió cuando te vio inconsciente en la ambulancia! ¡¿De veras piensas que tu padre podría continuar con su vida si a ti te pasa algo?!-
-No lo entiendes… ¡No puedo darme por vencida!... ¡Se lo debo a mi madre!-
-Lo único que le debes a tu madre es seguir con vida ¡¿Crees que ella querría que la desperdiciaras de esa manera?! ¡Y se lo debes a tu padre también! ¡Estoy seguro que no soportaría perderte como perdió a Johanna! Y… ¿que hay de mí, Kate? ¿Cómo crees que me sentiría yo si te perdiera? Te lo repito, por si no te acuerdas de lo que te dije ayer. Te amo. Como nunca amé a ninguna mujer y yo tampoco soportaría perderte ¡No seas necia! ¡Por favor! ¡Olvídate de esto!- Se acercó agarrándola por los hombros.
-¡No puedo hacerlo, Castle! ¡No me importa lo que pienses! ¡Voy a seguir con esto hasta que el culpable pague por lo que le hizo a mi madre!- le dijo mientras se soltaba del agarre del escritor.
- Esto ya no se trata de buscar justicia, se trata de obtener venganza. No puedes permitir que eso te suceda, no puedes permitir que la oscuridad te gane de esa manera. ¡Piensa! ¿que pasó con lo que me dijiste hace un rato?! Lo que hablaste con tu terapeuta... eso de “lograr aceptar que puedo intentar ser feliz aunque todavía no termine de resolver el asesinato de mi madre” ¿Eh? ¿Qué pasa con eso?-
-¡Eso fue antes de enterarme todo lo que me ocultaste hasta hoy! ¡Aun no puedo creerlo! ¡¿Cómo pudiste quedarte callado tanto tiempo sabiendo lo importante que era para mí?! ¿Cómo pudiste traicionarme de esa forma?- los ojos se le llenaron de lagrimas.-
-Vete, Castle. No quiero tenerte cerca…- dijo dirigiéndose a la puerta para abrirla de par en par.
-Ok. Me voy. Veo que no hay nada que pueda hacerte cambiar de opinión…- dijo con profunda angustia. -Déjame decirte una sola cosa más y te prometo que será lo último que escuches de mí. Asegúrate muy bien de que no lastimen a nadie cercano a ti para tratar de detenerte. Eso es algo con lo que estoy completamente seguro de que no podrías vivir. Adiós Beckett.- el escritor le dedicó una triste mirada, casi convencido de que podría ser la última vez que lo haría y se marchó.
Beckett cerró la puerta detrás de él. Se dejó caer con la espalda pegada a la pared y lloró en silencio, mientras pensaba en todo lo que había pasado ese fin de semana. Un torbellino de emociones la arrastraban de un lado al otro, y una sola pregunta volvía a su cabeza una y otra vez ¿Cómo seguiría adelante con todo esto? Ella sentía que la respuesta a ese interrogante estaba muy, muy lejos…
Continuará…
Ojalá que la espera haya valido la pena. Espero sus comentarios, críticas y sugerencias como siempre! Saludos y hasta la próxima!!!
Capítulo V
Estaba empezando a aclarar cuando el escritor recordó que lo único que tenía para ponerse era el disfraz de arlequín. No quería irse. Nunca más. Quería dormir a su lado todas las noches, ver su hermoso rostro al abrir los ojos por primera vez cada mañana, pero tenía que regresar a su casa antes que la ciudad se despertara para evitar el ridículo. Así todo, permaneció junto a ella un rato más, contemplándola, como si no lo dejase partir. Con algo de resignación decidió al fin levantarse, con mucho cuidado para no despertarla. Buscó las partes de su disfraz para empezar a cambiarse. Se detuvo un instante a pensar: -No puedo desaparecer así sin más, sin decirle nada. ¿Qué va a pensar de mí cuando se despierte y yo no esté? No sé que hacer…No quiero despertarla, pero tampoco quiero que se despierte sola y piense que hui como un cobarde… ¡Ya sé! ¡Voy a dejarle una nota!- se dirigió al living a buscar papel y lápiz que encontró rápidamente sobre la mesa de la cocina. Luego se sentó en el mismo sillón en el que había estado hacía un rato con ella sin poder evitar recordar ese maravilloso momento. Sacudió la cabeza y trató de concentrarse para escribir. Se levantó y se dirigió a la pieza para dejar la nota sobre la almohada, justo al lado de ella. Después agarró la sabana y la tapó cuidadosamente. Pensó en dejarle un beso en la mejilla, sólo para acercarse una vez más, para llevarse su perfume con él. -¡No, Castle! ¡Vas a despertarla!- se dijo se alejándose lentamente sin poder dejar de mirarla. -¡Concéntrate, Rick! Tienes que vestirte y largarte de aquí!- se decía mientras arrugaba el pantalón del disfraz para encajarlo en una pierna.
-No está bien huir en la mitad de la noche después de tener sexo con alguien que conoces. ¡No es propio de un caballero, Castle!- Kate apenas podía abrir los ojos, pero no dejaba de mirarlo. Sonreía. Todavía no terminaba de creerse todo lo que había pasado. Sorprendido, giró con su ya conocida y encantadora sonrisa y le dijo acercándose a ella:
-Estoy de acuerdo con usted, detective, pero en mi defensa debo alegar que le dejé una nota sobre la almohada con la debida explicación de mi temprana retirada.- Mientras le hablaba con voz seductora, se recostaba a su lado y le regalaba un dulce beso.
-¡Ah! ¡Pero muy bien, Rick! ¡Piensas en todo! Y dime… ¿Puedo leerla?- dijo divertida.
-Ya no es necesario. Te lo diré yo mismo. No tengo otra cosa que ponerme más que el disfraz y anoche cuando llegué aquí le dije al chofer de la limusina que se fuera, que yo me tomaría un taxi para regresar. Entonces quería irme antes de que amanezca por completo. ¡No me veo parando un taxi a las 12 del mediodía vestido de arlequín!- le dijo tirando a un costado la nota hecha un bollo.
-¡Te verías adorable!- Kate lo beso enternecida.
-¡Ríete si quieres, pero debo decirte que no te deseo estar en mi lugar!- divertido el escritor agregó. -De todos modos, era menos complicado irme mientras dormías. Ahora que estás despierta no va a ser tarea fácil- Se quedó mirándola un momento, en silencio, sonriendo. Él tampoco terminaba de creerse todo lo que había pasado.
-Quédate a dormir conmigo. Te prestaré un pantalón de gimnasia y una campera. Y puedo llamarte un taxi para que te recoja en la puerta. Sólo si quieres quedarte...-
-Sólo si la ropa no es de Josh…- la miró sonriente esperando su reacción.
-¿Y que problema hay si es de Josh? ¿Temes que te quede grande?- contestó desafiante.
-Estoy absolutamente convencido de que cualquier cosa que haya dejado Josh me queda chica. Lo digo en todo sentido…- dijo el escritor muy seguro de si mismo. Se acercó despacio y la besó largamente, con ternura, tratando de demostrarle cuanto la amaba con ese beso.
-Que no te quepa la menor duda…- susurró ella recibiéndolo con su boca. Le encantaban sus besos, el sabor de sus labios. Lo abrazó acercando su cuerpo al de él acariciándolo mientras lo saboreaba. Todavía sentía algo de sueño, pero no el suficiente como para no comenzar nuevamente a recrearse con el cuerpo de su escritor favorito. Mordisqueó suavemente su labio inferior sujetándolo unos segundos, clavándole una mirada incandescente. Ella parecía tener el control y a él le encantaba. Lo besó en el cuello mientras sentía como las manos de él la acariciaban cada vez con más intensidad, aumentando sus latidos, acelerando sus caricias. Sus cuerpos se pegaron aun más, deseosos de rozarse, empezando a arder lentamente. Él la tomó por la cintura dando medio giro poniéndola de espaldas debajo de su marcado cuerpo, deteniéndose un momento para mirar su hermosa sonrisa que asomó en el preciso instante en que la agarró. Siguió con sus caricias recorriendo sus brazos hasta llegar a entrelazar sus dedos con los de ella mientras su boca llegaba a su ombligo. Ella se fue incorporando lentamente sin soltarle las manos, lo agarró con sus piernas y en una excelente toma de Aikido lo tumbó boca arriba quedando encima de él.
-¡Por favor, detective! ¡Dime que ahora vas a esposarme a la cama!- dijo divertido acercándose a su boca.
-¡No será esta noche, Castle! ¡Pero será pronto! ¡Eso te lo prometo!- contestó atrapando su boca, exprimiendo su lengua. El escritor estaba alucinado con esa mujer que no terminaba nunca de sorprenderlo. Él mismo se sorprendía de las sensaciones que ella le provocaba. Nunca había tenido tanta piel con nadie. Nunca el sexo le había resultado tan placentero, tan mágico. Nunca. Entonces, extasiado, se dejó cabalgar por la bella amazona y se dejó llevar hasta estallar de placer.
Quedaron mirándose en silencio unos segundos mientras recuperaban el aliento. Kate se acurrucó contra el pecho de Rick. Se sentía protegida, con la certeza de que junto a él nada ni nadie podía lastimarla. Él la rodeó con sus brazos y le besó la frente dulcemente. Estaban inmersos en un halo de estupidez casi adolescente y a ninguno parecía importarle.
Los primeros rayos de sol empezaban a asomar tímidamente por el marco de la ventana. Se alegró de estar todavía ahí, abrazado a ella. Podía caerse muerto en ese mismísimo instante con la satisfacción absoluta de haberla disfrutado de principio a fin, pero más aun, habiéndose sentido gozado libremente por ella. No podía pedir nada más de esa inolvidable noche. Era feliz. El sueño los atrapó finalmente. Exhaustos y sin poder combatirlo se rindieron placenteramente a su dominio.
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Beckett abrió los ojos apenas pasado el medio día. Giró su cabeza para comprobar con gran alegría que no había sido un sueño. Castle dormía plácidamente a su lado con una expresión de paz absoluta. Sonrió. Por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz y no quería dejar de estar así. Se levantó y fue a prender la cafetera antes de tomar una ducha para terminar de despertarse. Recordó que había quedado para almorzar con su padre y en una hora y media la pasaría a buscar. Tenía ganas de ver a Jim. Siempre disfrutaba muchísimo de su compañía, pero hoy era un domingo especial. Hoy hubiera preferido quedarse con Rick todo el día. Todavía sentía que debía hablar con él, sentía que le debía una explicación aunque él ya no la necesitase. Se metió en el baño cerrando cuidadosamente la puerta para no despertarlo, abrió el grifo y se metió debajo del agua para despabilarse.
Castle se despertó algo sobresaltado. Miró para ambos lados, todavía sin reconocer bien el lugar donde se encontraba. Sacudió la cabeza para despertarse y al instante le vino a la mente el recuerdo de ella y no pudo más que sonreír. Escuchó la ducha, e impulsado como un resorte se levantó de la cama y se dirigió al baño. Abrió la puerta muy despacio metiéndose rápidamente. Se acercó a la ducha y se metió sin esperar permiso.
-¿Necesitas que te enjabone la espalda, preciosa?- le dijo mientras la abrazaba desde atrás.
-¡Llegas tarde, grandote! Ya terminé de bañarme. ¡Estaba por salir!-
-Entonces podría ayudarte con algo más ¿no crees?- el escritor le apartó suavemente el pelo mojado y le besó la nuca provocándole cosquillas.
-¡Eres insaciable ¿no, Rick?!- le dijo ella con una enorme sonrisa tirando su cabeza para atrás, reposando unos segundos en su hombro.
-¡Me haces sentir como un adolescente! ¡Cada vez que te beso me prendo fuego! ¡No puedo evitarlo!- Castle la apretó contra su cuerpo y le mordió dulcemente el cuello.
-¡No sabes como me gustaría seguir con esto, pero tengo que ir a almorzar con mi padre! ¡Además las duchas son algo incomodas para tener sexo ¿No te parece?- dijo mientras se daba vuelta quedando frente a él.
-Yo puedo hacerte cambiar de opinión con respecto a las duchas…- le dio un corto beso levantando una ceja. -…pero no creo que cambies a tu papá por mí, así que ¿Qué te parece si vengo esta noche y seguimos?-
-¡Me parece genial!- dijo saliendo de la ducha. –Me voy a cambiar, ya es tarde. Te dejaré el pantalón de gimnasia sobre la cama y si te apuras tendremos tiempo de tomarnos un café-
-¡Gracias! ¡Saldré en dos minutos!-
Kate se dirigió a su habitación para cambiarse. Fue hasta el ropero y pisó sin darse cuenta la nota que Castle, supuestamente iba a dejarle en su almohada, la levantó y no pudo dejar de leerla:
"Princesa: No pienses que después de esta noche extraordinariamente única no hubiese querido quedarme a tu lado, contemplando tu exquisita belleza por el resto de mi vida, pero tú sabes que mi timidez no me permitiría irme a plena luz del sol aun disfrazado a casa. Llámame si aun quieres verme cuando te despiertes. Te amo. Nunca lo olvides. Rick"
-¿Puede ser alguien más dulce?- pensó mordiéndose el labio inferior. -¡Que lindo eres, Castle!- Con una gran sonrisa comenzó a vestirse, luego se dirigió a la cocina a servir dos tazas de café recién hecho.
Rick salió del baño y fue a cambiarse de inmediato. Quería estar con ella todo el tiempo posible antes de que saliera a almorzar. Se puso el pantalón. Le quedaba bastante justo, pero no le incomodaba. Kate, también le había dejado una remera blanca y una campera deportiva. ¡Parecía un profesor de educación física de secundaria! Se dirigió hasta dónde estaba ella y preguntó:
-¿Y? ¿Cómo me veo?-
-¡Como un profe de secundaria!- contestó divertida. En verdad le gustaba como le quedaba la ropa deportiva algo ajustada. Era raro verlo así vestido, pero le resultaba muy sexy. Se acercó a él con una taza humeante. Se la entregó y acto seguido le regaló un dulce beso en la mejilla diciéndole:
-Gracias.-
-¿Por?- preguntó él algo confuso.
-¡Por escribir tan bien!- contesto guiñándole un ojo.
-¡Ah! ¡Leíste la nota ¿no es así, tramposa?! ¡Se suponía que sólo debías leerla en mi ausencia!- dijo Castle fingiendo enojo.
-¡Entonces deberías de haberla tirado a la basura! Soy una mujer muy curiosa… Además ¿Por qué no querías que la leyera? ¡Lo que dice es muy bonito!-
-Lo que dice es verdad. Todo.- el escritor la besó en los labios dulcemente.
-¡Que lindo eres!- Kate lo abrazó y permanecieron unos segundos así. Luego le dijo:
-Esta noche cuando vuelvas tenemos que hablar. Creo que te debo una explicación y me gustaría dártela.
-No me debes nada. Pero sí estoy de acuerdo con que debemos hablar. Hay unas cuantas cosas que quiero decirte.- la voz del escritor adquirió seriedad y ella lo notó de inmediato.
-¿Por qué tan serio de repente, Rick?-
-¡Por que vamos a hablar de nosotros y eso para mi es serio…!- dijo disimulando un poco.
El teléfono de la detective sonó salvando al escritor de dar mas explicaciones sobre su cambio de semblante. Era Jim, quien esperaba a su hija en un restorán a un par de cuadras de su casa.
-¡Me tengo que ir! ¿Te espero tipo 7 de la tarde?- lo besó y rápidamente se dirigió hacia la puerta diciendo –Al lado del teléfono tienes el numero de un taxi. ¡Adiós!-
-¡Adiós, preciosa! ¡Nos vemos después!- Castle terminó su taza de café, llamó a un taxi y se dirigió a su casa.
***
Beckett regresó a su departamento alrededor de las 5 de la tarde con un par de bolsas de supermercado para prepararle una deliciosa cena a Castle. Sonó el teléfono. Era su amiga Lanie.
-¡Hola amiga! ¡Me estaba extrañando de que todavía no hubieses llamado!- dijo Beckett al contestar.
-¡Te juro que intenté abrir los ojos mas temprano, pero el dolor de cabeza insoportable que tenía no me permitió hacerlo! ¿Cómo estas, Kate? Imagino que no muy bien después de lo de anoche…- dijo Lanie algo afligida.
-¡De hecho, amiga, me siento muy bien el día de hoy!- contestó Kate con voz radiante.
-mmm…No termino de entender…-
-¡Verás! Castle apareció en mi departamento al rato de haberse ido de la fiesta…-
-¡No puedo creerlo! ¡¡¡¿Yyyy?!!!! ¿Qué pasó? Hablaron, me imagino…- Lanie no podía evitar su alegría.
-No exactamente…, pero se podría decir que arreglamos las cosas. Se quedó hasta el mediodía y quedamos en que vendría en un rato-
-¡Uy! ¡Muy bien, amiga! ¡Veo que no perdieron el tiempo!...-dijo con una gran carcajada su amiga Lanie.
-¡Si…bueno…podría decirse!- contestó divertida y algo avergonzada.
-Supongo que vas a preparar una cena deliciosa ¿No?-
-¡Al menos lo intentaré! Debo dejarte ahora, amiga. ¡Te prometo que mañana te contare todo con lujo de detalles!-
-¡Por supuesto que me contarás! ¡No puedo esperar a que lo hagas! ¡Pásenla muy lindo! ¡Ustedes se lo merecen!-
-¡Gracias, Lanie! ¡Te quiero mucho, amiga! ¡Nos vemos mañana!-
-¡Yo también te quiero mucho, Kate! ¡Adiós!-
Sin perder mas tiempo, Kate se abocó a preparar una carne al horno con papas. Ciertamente no era una comida demasiado sofisticada, pero era la receta favorita de su madre y lo primero que ella le había enseñado a cocinar. La había aprendido a hacer igual y era un plato que ella consideraba muy especial, lo preparaba con mucho amor para su padre. Nunca lo había hecho para nadie más, hasta hoy, que se lo prepararía a su apuesto escritor.
La hora pasó volando y sólo le quedó tiempo para una ducha antes de que él llegara. Decidió rápidamente que se pondría algo casual, una pollerita de jean, una camisa entallada y unas sandalias de taco bajo estarían bien. Terminó de cambiarse un minuto antes de escuchar el timbre.
Castle estaba del otro lado de la puerta con una botella de un exquisito Malbec que un amigo le había traído de Argentina y que guardaba para alguna ocasión especial y un hermoso ramo de flores en la otra mano. Kate abrió la puerta con una sonrisa.
-¡Estas preciosa!- le dijo dándole un dulce pico y agregó extendiendo su brazo con las flores: -¡Son para ti, pero en cualquier lado que las pongas quedaran opacadas con tu belleza!-
-Te estas volviendo cursi…-dijo ella divertida agarrando las flores para ponerlas en agua.
-Mmm…¡huele delicioso!- Castle cerró los ojos e inspiró llenándose del exquisito aroma de la comida. -¡No vas a decirme que lo cocinaste tú solita ¿no?-
-¡Por supuesto que sí! ¡Soy una excelente ama de casa! ¡Ya verás!- Kate le rodeó el cuello con sus brazos y lo besó.
-¡No puedo esperar a que me lo demuestres!-
-Ya casi está ¿Por qué no sirves una copa de vino mientras yo sirvo la cena?-
-¡Excelente idea!- Castle destapó el vino y lo sirvió en las copas que estaban en la mesa. Después se la quedó mirando mientras servía la comida y pensó como le gustaría que esto fuera cotidiano, de todos los días. Ciertamente, podría acostumbrarse de inmediato a tenerla cerca siempre.
Durante la cena, Castle no paró de halagar la deliciosa carne que ella había preparado. Terminaron de cenar y después de levantar la mesa se fueron a sentar al living.
-Bueno, creo que ha llegado la hora de hablar- dijo Kate tomando un largo trago de vino.
-Sí, ya es hora…- contestó él algo desanimado.
-Escucha, Rick. Te debo una explicación aunque tú no lo consideres necesario.- guardó silencio un segundo y siguió:- El día del disparo yo te escuché perfectamente cuando me dijiste te amo antes de perder por completo la consciencia. Cuando desperté y me encontré en un hospital con una cicatriz en el pecho me invadió una sensación de terror que no había experimentado nunca. Toda la fortaleza que había adquirido a lo largo de estos años se hizo añicos en el momento que esa bala me atravesó el pecho. A partir de ese momento mi vida se transformó radicalmente. Nunca estuve tan perdida en toda mi vida. Y cuando te vi, parado en la puerta con un ramo de flores y tu hermosa sonrisa y Josh a mi lado acariciándome la mano me sentí muy confundida con respecto a los sentimientos que tenía para con cada uno…no pude en ese momento hacerme cargo de tu confesión, no podía hacerme cargo de nada ni nadie. Hace un tiempo largo que veo a un terapeuta y el me ayudó mucho para que yo pudiera abrirme, ordenar mis sentimientos y lograr aceptar que puedo intentar ser feliz aunque todavía no termine de resolver el asesinato de mi madre. Sobre todo, me ayudó a darme cuenta que tú estuviste ahí todo el tiempo.-
-Yo…no sabía lo de la terapia…- dijo él apenado.
-No tenías por qué saberlo. Te pido perdón por demorar tanto en decirte todo esto. Debe haber sido difícil para ti también, pero necesitaba tiempo para curar las heridas, las internas claro,…Y bueno, finalmente aquí estamos…algo avanzamos ¿no?… - Una tímida sonrisa se dibujó en los labios de ella y un sabor amargo le invadió el alma a él.
-Sí…algo avanzamos…al menos hasta ahora.-
-No entiendo…¿Qué quieres decir?- La sonrisa de Kate se desvaneció por completo. Castle sabía que tenía que contarle todo lo que había guardado desde que le dispararon, que no podía dejar pasar más tiempo y que en cuanto ella lo supiera le iba a ser muy difícil de aceptar. Lo sabía, pero debía enfrentarlo. Aunque Beckett decidiera no volver a dirigirle la palabra nunca más, entendía que no podría comenzar una vida junto a ella con tremenda confesión enterrada. Y había más: aparte de no saber realmente como reaccionaría con él, no sabía como iba a reaccionar con la noticia de que alguien tiene la información que necesita para acercarse al asesino de su madre. ¿Cómo iba a lograr que ella dejara de una vez por todas de investigar? ¿De que manera iba a ser capaz de protegerla? Debía encontrar la forma de convencerla. No sabía como, pero debía encontrar la manera si no quería verla muerta.
-Yo también tengo algo que decirte, pero debes prometerme algo, Kate...- le dijo agarrando suavemente sus manos.
-Me estas asustando, Castle ¿Qué tienes que decirme?- el rostro de ella se ponía cada vez mas serio.
-Debes prometerme que escucharás todo lo que tengo para contarte y que después sólo intentarás pensar con la cabeza y no con el corazón ¿Puedes prometerme eso?-
-¿De que estas hablando? No lo sé… no se si puedo prometértelo…¡Dime que está pasando, Rick!- El escritor bajó la cabeza un segundo, respiró hondo, la miró directo a los ojos y comenzó a hablar.
-Antes de ir al hangar donde lo mataron, el Capitán Montgomery envió un paquete a un viejo amigo de confianza. El paquete contenía información que perjudica al responsable de la muerte de tu madre. Montgomery intentaba protegerte y la razón por la cual te dispararon fue que el paquete no llegó a tiempo a manos de su amigo. Apenas lo tuvo en sus manos llegó a un arreglo, si te dejaban en paz la información no saldría a la luz, pero había una condición: tenias que dejar de investigar. Esa es la razón por la cual aun sigues con vida, porque paraste de investigar.-
-No entiendo… ¿y tú?..¿Como sabes todo esto?- preguntó ella frunciendo el ceño confundida…
-Para que el acuerdo funcionara alguien debía asegurarse que tú no seguirías con la investigación.-
-No puedo creerlo… ¿Tú eres parte de esto? -La cara de asombro de Beckett se iba transformando en rabia pura.
-Kate, sólo quería mantenerte a salvo…-
-¿Mintiéndome… sobre la cosa que mas me importa en la vida?-
-Esa mentira es lo que preservó tu vida hasta ahora… ¿Es que acaso no escuchaste nada de lo que te dije recién? ¡Tienes que parar con esto, Kate! ¡Acabarás muerta!-
-¡Tú no escuchaste nada de lo que te dije hace unos minutos! ¡No entendiste lo duro que fue par mi afrontar todo lo que pasó? ¡Hace casi un año que estoy tratando de encontrar una pista ¿y tú me ocultas todo esto? ¿En que diablos estabas pensando, Castle? - Kate se levantó del sillón furiosa y caminó nerviosa por la habitación tratando de asimilar lo que estaba pasando. -¿Quién es este tipo? ¿Cómo lo encuentro?- le dijo mientras se daba vuelta para mirarlo.
-No sé quien es, Kate…Sólo es una voz en el teléfono, una sombra en un garaje…-
-¿Te reuniste con él? ¿Cuándo?.. ¿Cómo sabes que él no esta detrás del asesinato de mi madre? ¿Como sabes que no está detrás de todo esto, Castle?… ¡mas te vale que me digas todo lo que sabes de él!-
-¡No sé absolutamente nada! ¡Tienes que creerme!... -¡Kate, estaba tratando de protegerte… tienes que entender!- dijo levantándose también, siguiéndola.
-¡No necesito que me protejan, Castle! ¡Soy una mujer adulta, sin contar que soy policía, así que no me trates como si fuera una niña! ¡Y mas te vale que me entregues toda la información que tienes sobre este tipo o te juro que te hare arrestar por obstruir una investigación policíaca!-
-¡Ya te dije que no lo sé! ¡Y así lo supiera, tampoco te lo diría así me encarcelaras en Alcatraz! ¡De ninguna manera voy a ser cómplice de tu muerte!- El escritor alzó la voz.
-¡Maldito seas, Castle!¿Cómo puedes hacerme esto? ¡No puedo creerlo! ¿Con que derecho decides así sobre mi vida?
-¡Con el derecho que me dio el profundo dolor que sentí cuando te desangrabas! ¡¿Tienes idea de lo que sentimos todos los que te queremos cuando te vimos en esa camilla, Beckett? ¡Pregúntale a Jim como se sintió cuando te vio inconsciente en la ambulancia! ¡¿De veras piensas que tu padre podría continuar con su vida si a ti te pasa algo?!-
-No lo entiendes… ¡No puedo darme por vencida!... ¡Se lo debo a mi madre!-
-Lo único que le debes a tu madre es seguir con vida ¡¿Crees que ella querría que la desperdiciaras de esa manera?! ¡Y se lo debes a tu padre también! ¡Estoy seguro que no soportaría perderte como perdió a Johanna! Y… ¿que hay de mí, Kate? ¿Cómo crees que me sentiría yo si te perdiera? Te lo repito, por si no te acuerdas de lo que te dije ayer. Te amo. Como nunca amé a ninguna mujer y yo tampoco soportaría perderte ¡No seas necia! ¡Por favor! ¡Olvídate de esto!- Se acercó agarrándola por los hombros.
-¡No puedo hacerlo, Castle! ¡No me importa lo que pienses! ¡Voy a seguir con esto hasta que el culpable pague por lo que le hizo a mi madre!- le dijo mientras se soltaba del agarre del escritor.
- Esto ya no se trata de buscar justicia, se trata de obtener venganza. No puedes permitir que eso te suceda, no puedes permitir que la oscuridad te gane de esa manera. ¡Piensa! ¿que pasó con lo que me dijiste hace un rato?! Lo que hablaste con tu terapeuta... eso de “lograr aceptar que puedo intentar ser feliz aunque todavía no termine de resolver el asesinato de mi madre” ¿Eh? ¿Qué pasa con eso?-
-¡Eso fue antes de enterarme todo lo que me ocultaste hasta hoy! ¡Aun no puedo creerlo! ¡¿Cómo pudiste quedarte callado tanto tiempo sabiendo lo importante que era para mí?! ¿Cómo pudiste traicionarme de esa forma?- los ojos se le llenaron de lagrimas.-
-Vete, Castle. No quiero tenerte cerca…- dijo dirigiéndose a la puerta para abrirla de par en par.
-Ok. Me voy. Veo que no hay nada que pueda hacerte cambiar de opinión…- dijo con profunda angustia. -Déjame decirte una sola cosa más y te prometo que será lo último que escuches de mí. Asegúrate muy bien de que no lastimen a nadie cercano a ti para tratar de detenerte. Eso es algo con lo que estoy completamente seguro de que no podrías vivir. Adiós Beckett.- el escritor le dedicó una triste mirada, casi convencido de que podría ser la última vez que lo haría y se marchó.
Beckett cerró la puerta detrás de él. Se dejó caer con la espalda pegada a la pared y lloró en silencio, mientras pensaba en todo lo que había pasado ese fin de semana. Un torbellino de emociones la arrastraban de un lado al otro, y una sola pregunta volvía a su cabeza una y otra vez ¿Cómo seguiría adelante con todo esto? Ella sentía que la respuesta a ese interrogante estaba muy, muy lejos…
Continuará…
Ojalá que la espera haya valido la pena. Espero sus comentarios, críticas y sugerencias como siempre! Saludos y hasta la próxima!!!
Solexite- Policia de homicidios
- Mensajes : 646
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
fantástico como siempre, es un lujazo leer tus fics porque te trasportan y te hacen estar dentro de las escenas. Continua pronto y gracias
oml- Ayudante de policia
- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 28/03/2012
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
madre miaaaaa recreaste el capi 4x23!!!!! siguee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Qué capítulo!!! La primera parte ha sido súper romántica! Ese despertar...
Y al final me has llevado directamente al capítulo final de la 4a temporada!
Espero ya la continuación y a ver si arreglan las cosas
Y al final me has llevado directamente al capítulo final de la 4a temporada!
Espero ya la continuación y a ver si arreglan las cosas
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 33
Localización : Madrid
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Madre mia! Esta genial! Sigue pronto! Por favor! No puedo esperar a asaber lo que va a pasar!
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