Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Gracias por leer y comentar!!!! Parece que estan todos bastante preocupados por la salud de Castle... Mejor así...Jaajaajaacarly becket escribió:Pe.. pe.. pero.. PERO QUE LE HAS ECHO A CASTLEE??? Por tu propia seguridad espero que este bien...
Sobre el tema de Gina, a sido una bruja, que mala.. A pesar de que ya me imaginaba que aria alguna, no se puede estar nunca quieta, solo sabe meter problemas a la situcion
Espero que Kate i Castle esten perfectos (como relacion) en el proximo capi, que los pobres se merecen ser ya felices juntitos
Prefiero terminarlo antes que aburra de dar tantas vueltas!!! jajajacarly becket escribió:Ya es el ultimo capi?? Tan temprano??
Continua prontooooooo
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
AlwaysSerenity escribió:Pero como se te ocurre hacer sufrir a nuestro Rick... ARREGLALO en...
Graicas por leer y comentar!!! Necesitaba un poco de suspenso... jajaja
Saludos!!!!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
no me lo lisies mucho que le tiene quedar muchos arrumacos a Kate
no tardes con esta intriga apenas me quedan uñas
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choleck- Escritor - Policia
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Delta5- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
¿Para cuando un nuevo capitulo?
amnigl- Autor de best-seller
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Eso...para cuando uno nuevo?!
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Y el capi nuevo?......
Porfiiiiii
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silvanalino- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Espero ansioso el nuevo capitulo, esta genial
rubiodav- Actor en Broadway
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Ya quiero un nuevo capi...
Fanny_123- Autor de best-seller
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Localización : Chile!!! c:
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Yo tambiennn!!! No nos dejes con la intriga por mucho mas tiempo!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Hola a tod@s!!!!! Gracias por los nuevos mensajes y sobre todo por seguir leyendo!!!! Perdón por tardar tanto!!!! Hoy a la noche subo la primera parte y mañana la segunda y última. Ténganme un poquito más de paciencia!!!!! Estuve con mucho trabajo y poco tiempo para escribir! Saludos!!!!!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
No te preocupes!! Te esperamosSolexite escribió:Hola a tod@s!!!!! Gracias por los nuevos mensajes y sobre todo por seguir leyendo!!!! Perdón por tardar tanto!!!! Hoy a la noche subo la primera parte y mañana la segunda y última. Ténganme un poquito más de paciencia!!!!! Estuve con mucho trabajo y poco tiempo para escribir! Saludos!!!!!
cris_beckett- Autor de best-seller
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Hola, comencé a leer el fic anoche y lo termine... Me gusto mucho la historia y es muy interesante, quiero leer el final :)Espero que pronto lo subas, Exitos!!
Escribes muy lindo
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Maku_Stanathan- Policia de homicidios
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Delta5- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Hola!!! Acá les dejo la primera parte del último capítulo. Espero que les guste! Gracias por la paciencia!!!!!!
Capítulo XI PARTE I
El teléfono de Ryan sonaba insistentemente en su escritorio. Se acercó velozmente para atender. Eran los del laboratorio para avisarle que ya habían terminado de procesar las huellas del teléfono público y ya estaban cargadas en la base de datos. De inmediato se puso a compararlas con las de Roberto Valdéz. La lista era grande, así que se demoraría unos minutos.
-Quiero que averigües sobre el pasado de McDowell antes de mudarse a New York. Especialmente todo lo relacionado con su madre.- dijo Beckett dirigiéndose a Esposito.
-¡Enseguida!- respondió mientras se sentaba en la computadora.
-Yo llamaré a la fundación para ver si alguien recuerda el episodio de la olla de leche hirviendo…- Beckett agarró el teléfono sentándose en su silla. Mientras esperaba que la atiendan jugueteaba impaciente con una lapicera entre sus dedos.
Al cabo de media hora Ryan y Beckett se reunieron frente a la pizarra para contarse lo que habían averiguado.
-Las huellas del teléfono público coinciden con las de Roberto. Tendremos que soltarlo de inmediato y no tenemos nada concreto en contra de él…-
-Lo suponía, Ryan. Lo soltaremos en cuanto terminemos acá. Yo hablé con la presidenta de la fundación con respecto al accidente del niño. Recordaba el episodio, pero no podía afirmar que había pasado realmente. Según me contó fue un incidente bastante confuso y las dos únicas personas que se encontraban en el lugar eran McDowell y el niño. Nuestro sospechoso fue el que informó lo que había pasado y nunca pudieron obtener la otra versión del hecho porque la familia del niño se mudó sospechosamente días después. Eran extranjeros… - relató la detective.
-Déjame adivinar…-dijo Esposito uniéndose a la charla. –¿Eran latinos?
-Sí ¿Cómo lo sabes?- preguntó Beckett algo sorprendida.
-Lo sé porque parece que éste tío está más enfermo que lo que creíamos…-
-Explícate, Javi…- Ryan lo miraba intrigado.
Esposito les informó que al parecer la madre de McDowell murió ahorcada con una soga. La encontraron sobre la cama, pero los forenses determinaron que su cuello se había roto por el peso de su propio cuerpo, por lo que se determinó que se colgó y alguien después cortó la cuerda para depositarla en el lecho. Todo parecía indicar que se trataba de un suicidio, pero su hijo insistió tanto que la policía investigó un posible homicidio, ya que, según el joven Michel, no tenía ningún motivo para querer quitarse la vida. Todas las miradas recayeron entonces, en el último marido de la occisa, quien había resultado favorecido con una generosa suma de dinero producto del testamento, que lo tenía como principal heredero. Testamento que había cambiado recientemente.
-Antes, el principal beneficiado era McDowell, por supuesto, pero al parecer, ésta mujer amaba mucho a su marido…- Javi hizo una breve pausa.
-¿Entonces? –Ryan se impacientaba.
-Entonces, investigaron al entonces padrastro de nuestro “sospechoso estrella”, para descubrir que tenía importantes deudas de juego. Agregado a que era de nacionalidad Colombiana y todavía su residencia era provisoria. Migraciones lo estaba investigando para comprobar la veracidad de su casamiento con una ciudadana nativa norteamericana. Su coartada, en ese momento fue, estar bebiendo en el bar de siempre, lo cual fue comprobado. Pero, al parecer, no fue suficiente para el jurado, que lo encontró culpable. Seis meses después lo encontraron muerto en su celda con varios puntazos en los riñones y nunca se supo que pasó. McDowell heredó todo, se vino a vivir a New York a los pocos meses de la muerte de su madre y fin de la historia.-
-¿Crees que mató a su propia madre?- la mirada de Beckett se tornó oscura, pensando como alguien puede ser capaz de matar a la persona que te dio la vida.
-A estas alturas… ¡No me sorprendería en lo más mínimo! - contestó Espo. El teléfono de su escritorio comenzó a sonar interrumpiéndolo. Se dirigió a atenderlo. Beckett le pidió a Ryan que fuera a liberar a Roberto.
-Dile que no desaparezca; que podremos necesitar interrogarlo nuevamente, a él y a su hermano. Aunque no creo que verdaderamente sea necesario…-
Esposito terminó la comunicación y prontamente se ubicó en su silla a revisar el mail. Levantó la vista del monitor para mirar a su compañera y con una enorme sonrisa le dijo:
-¡Lo tenemos! Los del hotel me llamaron para avisarme que el hombre de la foto no era el mismo que se había alojado con el nombre de Michel McDowell. ¡Y lo mejor de todo es que me enviaron el video de la cámara de seguridad donde aparece un sujeto completamente diferente, registrándose como él!
-¡Perfecto! Tenemos de sobra para conseguir la orden de allanamiento. Hablaré de inmediato con el juez.
Gates se asomó desde su despacho preguntándole a Esposito por Ryan.
-Fue a liberar a Roberto Valdéz. En unos minutos estará de vuelta- informó el detective.
-En cuanto llegue que se presente en mi despacho. Necesito que me dé una mano con unos informes.
-¡Sí Capitana! Como usted ordene.
Beckett cortó con la secretaria del juez y le hizo señas a Javi para que se acercara.
-Pasaremos a buscar la orden por la oficina del juez camino a lo de McDowell. ¿No recibiste el informe del agente que custodia su casa?-
-No todavía. Es probable que todo siga igual. Lo llamaré de camino.-
-Ok. Vamos.- Beckett agarró su campera y se dirigió al ascensor. Ryan llegaba de soltar a Roberto y enseguida se enteraba por su amigo que Gates lo necesitaba.
-Ya sé. Le tengo que dar una mano con los informes ¿No?
-¡Sí, bro! ¿Cómo adivinaste?- una sonrisa se le dibujó en el rostro.
-Le encanta mi letra. Me va a tener llenando planillas a mano toda la tarde… ¡Maldigo mis clases de caligrafía!- contestó dirigiéndose al despacho de su Capitana y agregó: -Manténganme al tanto. ¡Trataré de escaparme lo antes posible!
El celular de Esposito comenzó a sonar. Era el vigilante de McDowell informando que había dejado su casa hacía solo unos minutos y que lo estaba siguiendo.
-Ok. No lo pierdas de vista y avísame cualquier cosa sospechosa que veas.-
-¿Nuestro amigo salió a dar un paseo?- preguntó Beckett ingresando al ascensor.
-Así es. Tendremos la casa a nuestra entera disposición…
-A mi me hubiese gustado que esté presente. Sólo para verle la cara… En este momento no me queda casi ninguna duda de que él, es nuestro asesino.-
Escuchó al auto acelerar alejándose a gran velocidad. Escuchó corridas y gente gritando asustada. Él se encontraba de rodillas en la acera, hecho un bollo, aterrado. Levantó la cabeza lentamente mirando hacia ambos lados completamente desorientado. Instintivamente se llevó la mano derecha a su hombro izquierdo desesperado por el dolor, mientras se incorporaba de a poco. Sintió su propia sangre humedeciendo sus dedos y se asustó aun más. Recordó entonces los otros impactos que había recibido en el cuerpo y comenzó a mirarse extrañado de no sentir el ardor que sentía en su hombro. No tenía nada. Absolutamente nada, sólo la sensación del impacto.
Miró a su alrededor encontrando rápidamente una especie de perdigón de goma. Un caballero se le acercaba para asistirlo diciéndole que se tranquilice, que la ambulancia ya estaba en camino y que tratara de moverse lo menos posible. Le agradeció al desconocido mientras se guardaba en el bolsillo la munición de goma. Ahora, en lo único que pensaba era en su hija. Agradecía a Dios a cada instante por no permitir que Alexis estuviera al lado suyo al momento de la balacera.
En pocos minutos la ambulancia llegó al lugar. Los paramédicos insistieron en que se acostara en la camilla, pero el escritor se sentía lo suficientemente fuerte como para ir sentado
-Eso es producto de la adrenalina que le produjo la situación que usted acaba de sufrir, Sr. Castle. En un rato se sentirá algo débil por la pérdida de sangre.- dijo amablemente el más joven de los paramédicos.
-Voy a hacerles caso, pero ustedes tienen que prometerme que no le dirán a nadie lo que pasó hoy. Lo que menos quiero es a la prensa encima. No quiero preocupar a mi familia…-
-¡No se haga problema que nosotros mantendremos nuestras bocas bien cerradas!
-¡Gracias muchachos!- dijo recostándose sobre la camilla.
Al cabo de 10 minutos estaba en la sala de guardia con una enfermera de mediana edad ayudando a sacarle el saco y la camisa. En segundos un medico lo atendía limpiando la herida con abundante iodo mientras la enfermera le ponía una vía conectada al suero y le aplicaba calmantes, antibióticos y demás cosas necesarias para tratar la herida. Castle quedó sorprendido por tanto cuidado ya que él, salvo el fuerte dolor que tenía en el brazo, no consideraba estar tan grave. –¿Será la adrenalina?- pensó mientras se dejaba atender por el médico. En cuanto pararon la hemorragia lo trasladaron para hacerle una placa. El doctor quería asegurarse que el proyectil no hubiese impactado contra algún hueso dejando en su camino esquirlas de metal. En cuanto tuvo los resultados se acercó al escritor para informarle.
-Por suerte, Sr. Rodgers, la bala lo atravesó limpiamente. No tocó ningún órgano, hueso o tendón. Así que le recetaré unos antibióticos para evitar la infección y unos calmantes para el dolor.- dijo el médico mientras escribía una receta para comprar los medicamentos. –Por precaución lo dejaré en observación hasta mañana por la mañana, pero estoy seguro que no tendremos mayores inconvenientes. Trate de descansar lo más que pueda. Le va a venir bien el reposo.- concluyó gentilmente extendiéndole la receta.
-Muchas gracias por todo, Doc. ¡Le prometo que descansaré!
-¿Quiere que la enfermera le avise a su familia? ¿Saben que está usted aquí?
-No. No saben nada. Pero prefiero no preocuparlos. Llamaré yo personalmente. ¡Gracias de todos modos!- contestó pensando que no llamaría a Alexis ni a su madre. No tenía sentido amargarlas aun.
Al quedarse solo en la habitación comenzó a pensar en todo lo ocurrido. Agarró del bolsillo de su saco el perdigón de goma y lo observó detenidamente. Verdaderamente se podría decir que el hecho ocurrido hacía apenas una hora, era digno de una de sus novelas. Agarró su celular con toda la intención de llamar a Beckett para contarle lo ocurrido. Seguramente con su ayuda descubrirían rápidamente que demonios había pasado. Se detuvo un instante para pensar la mejor manera de decirle que estaba en un hospital y con un agujero en el hombro sin preocuparla demasiado.
Una llamada entrante postergó el llamado que pensaba realizar. Número desconocido figuraba en la pantalla. Respondió intrigado
-Hola ¿Quién habla?
-Sr. Castle. ¿Cómo se encuentra? Me acabo de enterar lo ocurrido…- El escritor quedó paralizado. ¡La maldita voz otra vez! ¿Por qué demonios me estará llamando ahora?- pensó.
-Estoy bien. No tiene por qué preocuparse. ¿Cómo se enteró de que estaba aquí?- inquirió
-Me imaginaba que se encontraba bien, sacando el agujero que le quedó como recuerdo, desde luego. Me enteré, en principio por el noticiero de la tarde. Decían que una “muy exitosa celebridad” había sido internada de urgencia después de haber sido baleado a la vuelta de una reconocida secundaria. Inmediatamente recibí una llamada con la confirmación de que era usted.
-No tengo idea que es lo que pretenden… Beckett abandonó la investigación. No entiendo porque quisieron asustarme de esa forma…-
-Pues, aparentemente, Beckett volvió a lo de Montgomery temprano en la mañana. Igualmente, nuestros “amigos” ya habían realizado una exhaustiva limpieza. Sólo por si acaso… De todos modos, hoy han llegado muy lejos con lo que le hicieron, pero entienda que es exclusivamente para lograr intimidar de una vez por todas a su amiga y no para atentar contra su vida directamente.-
-Me quedo más tranquilo…-
-Créame que ni esto ni nada parecido va volver a pasarle a usted o a su familia. Pero recuérdele una vez más a Katherine Beckett que piense muy bien cuál va a ser su siguiente movimiento de ahora en más. Le aseguro que no habrá un próximo llamado a modo de advertencia para ella otra vez. ¿Entendido?-
-Por supuesto. Aunque parece que yo no soy un buen mensajero…-
-Seguramente, este mensaje posee mucha más elocuencia que los anteriores. Adiós, Sr. Castle. Espero sinceramente no tener que llamarlo más. Cuídese esa herida.
.Adiós.- le dijo en un tono de voz prácticamente inaudible e inmediatamente después de cortar, apagó su celular
Castle no podría creer lo que acababa de escuchar. ¡¿Kate le había mentido? ¡¿Otra vez había vuelto a lo de Evelyn?! ¡¿Por qué? Estaba devastado, confundido. Una vez más había hecho oídos sordos a todas sus advertencias, con la diferencia que esta vez había arriesgado no solo su vida, sino que también había puesto en peligro la vida de él. Sentía que ya no tenía nada más que hablar con ella. Ya había agotado todo su arsenal de argumentos y todos habían fallado. Ya no tenía más nada que hacer a su lado.
Se sacó el suero para ponerse la camisa. Tenía decidido largarse de ahí lo antes posible. Quería estar en su casa, sólo. De ser posible con una botella de Whiskey. Agarró la chaqueta para ponérsela, pero se detuvo un segundo. Esa chaqueta que tantos recuerdos increíbles le traía, se había convertido en el agujereado recordatorio de la traición cometida por ella. La dejó junto a la silla que se encontraba al lado de la cama. Se terminó de vestir y esperó el momento justo para escabullirse del hospital sin que nadie lo viese.
El auto de los detectives se detuvo en la puerta de la casa de Michel McDowell, seguido por la camioneta del laboratorio. Tocaron el timbre, solamente como una simple formalidad, puesto que sabían que no se encontraba. Los del laboratorio abrieron la puerta con una barreta, segundos después se encontraban dando vuelta la casa junto con los detectives. Beckett se detuvo un momento, pensativa.
-Nuestro vigilante nos dijo que McDowell, antes de pasar por el precinto, hizo una parada en la fundación ¿Cierto?- preguntó mirando a Javi.
-Cierto ¿En qué estás pensando?
-En que hay que cubrir todas las bases. Llévate a alguno del laboratorio y pasen por la fundación. Hasta ahora se mostraron muy dispuestos a ayudar, así que no creo que tengas ningún problema en que te dejen revisar su oficina.- contestó mientras continuaba abriendo los cajones de un mueble antiguo.
-¡Excelente idea! ¡Te llamare en cuanto tenga novedades!-
Esposito salió de la casa escoltado por un muchacho robusto y aparentemente muy callado. Antes de subir al auto escucho la alerta de mensaje del celular. Era Lanie. Lo leyó de inmediato. “Prende la tv y pon el noticiero de inmediato” decía el mensaje. Javi no entendía muy bien que pasaba, pero al no tener una televisión cerca lo único que se le ocurrió es mandarle un mensaje a Ryan para que se fije y le cuente que está pasando. Subió al auto y se dirigió a la fundación.
La joven detective seguía hurgando entre los cajones sin encontrar nada que pudiese servirle. Metió la mano en el último cajón del mueble y descubrió que tenía doble fondo. Lo retiró encontrando debajo un sobre con fotografías. Tenía una colección que iba desde, fotos de la madre en plena juventud, pasando por fotos de Gina bastante recientes, algunas más de mujeres muy parecidas a su mamá, hasta unas cuantas de Margarita, vestida como solía hacerlo su progenitora décadas atrás, y con distintas pelucas color rubio.
-¡Vaya Edipo enfermizo!- dijo la detective verdaderamente sorprendida.
¡Detective Beckett! ¡Encontré algo!- gritó desde la habitación el joven del laboratorio. –Estaba dentro de una caja empotrada que hay debajo de la cama.- le decía mientras le mostraba una bolsa negra llena de pelucas similares a la encontrada en la cabeza de la víctima.
-¡Excelente! ¡Le avisaré a Esposito! ¿Qué más nos falta por revisar?- le preguntó Kate al joven.
-Sólo la cocina.- contestó mientras se dirigía hacia allí.
Javier llegó a la fundación rápidamente, ya que no había mucho transito en el camino. Tal y como había supuesto Beckett, lo dejaron revisar por completo el despacho. En unos minutos le conseguirían la combinación de la caja fuerte y con eso tendrían el acceso total al lugar de trabajo del sospechoso. Mientras revolvía el escritorio recibió una llamada de Ryan.
-Escucha. En el noticiero están diciendo que una famosa celebridad de New York fue baleada hace unas horas. No dicen el nombre, pero la balacera ocurrió a la vuelta del colegio de Alexis.- La voz de su compañero no era, precisamente, alentadora.
-¿Tú crees que… se trata de Castle, bro?-
-Espero equivocarme, pero… él se iba para allá ¿Recuerdas?
-Sí, lo sé. No sé como decírselo a Beckett… ¿Intentaste llamarlo al móvil o a la casa?- Esposito no sabía realmente como actuar, ya que ni siquiera tenía la certeza de que el herido fuese Castle.
- Por supuesto. Está apagado y en su casa no atiende nadie ¿Ella está ahí contigo?
-No. Yo ahora estoy en la fundación.
-No le digamos nada hasta estar seguros. Ya mismo voy a averiguar quién se está encargando de la investigación del hecho. Te mantendré al tanto.-
-Ok. Llámame de inmediato en cuanto sepas algo.
Javier cortó la comunicación con Ryan y le envió un mensaje a Lanie diciéndole que en cuanto tuviese más información le avisaría.
Trató de concentrarse nuevamente en su trabajo, aunque sabía que le iba a costar un poco hasta saber que había pasado con su amigo el escritor. Una señorita entró a la oficina minutos después con la combinación de la caja fuerte.
Otra llamada entró en el celular de Espo. Era Beckett, para contarle sobre el reciente hallazgo. Se alegró de escuchar la buena nueva y procedió a informarle que estaban por abrir la caja fuerte. Calló con respecto al tiroteo, tal como había acordado con Ryan.
-Te avisaré en cuanto la abra para informarte sobre su contenido.- Javi terminó de hablar y se paró junto al joven que se disponía a poner la combinación en el panel principal. En el instante que estuvo abierta empezaron a sacar todo lo que había adentro, principalmente, carpetas y papeles. Las revisaban ojeándolas rápidamente y dejándolas sobre el escritorio. Debajo de una carpeta tipo archivo, encontraron una caja de madera no muy grande, cerrada con un candado. El joven del laboratorio forzó el candado y la abrieron de inmediato.
-¡Te tengo!- dijo Esposito con una gran sonrisa en su rostro al ver el pedazo de soga cuidadosamente enroscado a modo de condecoración. Llamó a su compañera de inmediato para avisarle que se dirigía al precinto al llevar la cuerda para compararla con las fibras obtenidas en el cuello de Margarita. Beckett estaba feliz. Ya lo tenían acorralado. El caso estaba a punto de cerrarse. Quedó con Javi que se verían en el precinto en cuanto ella terminara ahí.
A penas ingresó a la comisaría, Esposito se dirigió al encuentro de sus compañeros
-¿Averiguaste algo, bro?
-Sí. Y no son muy buenas noticias… Castle es la “famosa celebridad” que está internada.- dijo Ryan apenado.
-¡No puede ser! ¿Cómo está?
-Aparentemente la bala le traspasó el hombro. No parece ser nada demasiado grave, pero al parecer lo dejarán en observación hasta mañana. Pero hay más…
-¿A qué te refieres?- inquirió Esposito frunciendo el entrecejo.
-Hablé con Conrad y Stevenson. Están asignados al caso. Todavía no le pudieron tomar declaración a Castle por que cuando fueron al hospital lo estaban atendiendo, así que pasarían mas tarde. De todos modos me contaron lo que sucedió y la verdad que es bastante extraño… Por lo que pudo ver un testigo que estaba a media cuadra, llegó un auto lleno de gente armada a toda velocidad, frenó enfrente de Castle y le dispararon varias ráfagas de proyectiles. Después, aceleraron a fondo y se marcharon nuevamente…
-¡¿Y solamente recibió un tiro en el hombro?! Vaya tipo afortunado…
-No, Javi. No fue suerte. Y aquí viene lo extraño de todo… Una sola de esas balas era de verdad, el resto eran de goma.
-¿Balas de goma? Increíble… Ese tipo de perdigones los utilizan las fuerzas antidisturbios en Sudamérica o algunos países de Europa… ¿Cómo diablos llegaron aquí?
-¿Fuerzas antidisturbios? ¿De qué están hablando, chicos?- Beckett sorprendió a los dos detectives que no la habían visto entrar.
Ryan y Esposito se miraron en silencio, pensando en cómo se lo dirían.
-Escucha, Beckett. Sucedió algo…- Ryan comenzó decidido y luego se detuvo.
-¿Qué está pasando? Me están empezando a asustar.- dijo la detective clavando la mirada en sus compañeros.
-Es sobre Castle…- lanzó Esposito.
-¡¿Castle?! ¡¿Qué pasó con él?!- el rostro de Kate cambió en un gesto de extrema preocupación. Sus amigos le contaron todo lo que sabían hasta el momento, tratando todo el tiempo de tranquilizarla con respecto al estado de salud del escritor. Ella escuchó atentamente sin poder creer aun, que él estaba en un hospital con una herida de bala.
-¿Intentaron comunicarse con él?
-Sí. Y no hubo forma. Pero quédate tranquila, Beckett. Estoy seguro de que está bien- Ryan se la quedó mirando con algo de tristeza comprendiendo como se sentía. El teléfono de Esposito interrumpió el amargo momento. Era el agente que vigilaba a McDowell informando que el sospechoso estaba a solo unas cuadras de la estación central. Estaba convencido de que se estaba dirigiendo hacia allí.
-Ya tenemos la orden de arresto. Quédate cerca mientras te enviamos refuerzos para arrestarlo. Nosotros estaremos por ahí en unos minutos.- Javi cortó la comunicación y les informó a sus compañeros. Ryan llamó a la estación central para que lo retuvieran con cualquier excusa si intentaba comprar un pasaje.
-Beckett, nosotros nos encargaremos de esto. Tú mejor pasa por el hospital para ver como se encuentra. No nos quedaremos tranquilos hasta que no sepamos que está bien- Javi apoyó su mano en el hombro de la detective acariciándola comprensivamente. Sabía que si se iba con ellos a apresar a McDowell su cabeza estaría indefectiblemente situada en el estado de salud del escritor.
-Gracias, Espo. Los mantendré al tanto.
Los tres salieron del edificio apurados. Beckett subió de inmediato a su coche y fue lo más rápido que pudo hasta el hospital. Necesitaba llegar cuanto antes. Tenía que verlo, saber cómo se encontraba. Hacerle saber que ella estaba a su lado.
Fue directo a la recepción preguntando por Richard Castle mientras le mostraba su placa. La enfermera busco en el listado de pacientes ingresados.
-No hay ningún Richard Castle.- contestó secamente. Beckett pensó un instante.
-Pruebe con Alexander Rodgers.- dijo asomándose para espiar el listado.
-Sí. Aquí está. cama 22 de la sala de guardia. Al final del pasillo a la izquierda.- la enfermera le señaló con el dedo la dirección sin siquiera mirarla.
Sin más demora se dirigió a la guardia para encontrarlo. Avanzó a través de la sala buscando el número. Al llegar, se paró en frente y abrió la cortina. Estaba vacío. – ¡No puede ser!- pensó. –¡La enfermera se debe de haber equivocado!-
Preguntó a un medico que pasaba si recordaba haber visto al paciente de la cama 22. Éste le respondió que sí, que él en persona lo había atendido y que debería estar aquí mismo ya que le había ordenado quedarse en observación hasta mañana. No se explicaba que donde podía haber ido.
Después de hacerle algunas preguntas más sobre el estado de Castle volvió a entrar al box y vio la chaqueta del escritor sobre la silla. La reconoció inmediatamente. Le era imposible olvidar lo que pasó ese día en las duchas del gimnasio, y esa chaqueta hacía más vivo el recuerdo aun. La agarró mirando el agujero rodeado de una gran mancha de sangre que tenía en el hombro izquierdo. Introdujo su dedo índice en el hoyo abierto por la bala. Todavía no podía creer lo que le había pasado. –¿Dónde diablos estas, Castle?- se preguntó. -¿Te escapaste de hospital? Se le ocurrió entonces, que probablemente no quería que la prensa se entere de que estaba ahí y a lo mejor se había ido a refugiar a su casa. Iría para allá, esperando mejor tener mejor suerte.
Estacionó su vehículo a unos metros de la entrada del loft. Al bajar recibió una llamada de Esposito avisándole que ya habían arrestado a McDowell mientras trataba de comprar un boleto. Lo estaban llevando a la comisaría y la esperarían para interrogarlo.
-¡Excelente, Javi! ¡En un rato estaré por ahí!
-¿Qué sabes de Castle? ¿Pudiste verlo?
-No. No todavía. Se fue del hospital. Imagino que está en su casa, así que estoy por entrar.
-Mantennos al tanto. Nos vemos luego.-
Beckett se dirigió hacia la puerta impaciente y toco dos timbres cortos. Esperó unos segundos y al no recibir respuesta tocó una vez más.
-Castle, soy yo. Beckett… ¿Estás ahí?- La detective pegó la oreja a la puerta para ver si lograba escuchar algo.
Al otro lado de la puerta cerrada se encontraba parado el escritor, completamente inmóvil, en silencio y con sus ojos clavados en ella.
Su cabeza argumentaba todas las razones por la cual no debía abrir, pero cada fibra de su cuerpo le pedía a gritos que lo hiciera. Necesitaba verla, mirarla a los ojos y preguntarle por qué.
Su corazón estaba tan maltrecho que su débil voz no se hizo oír, su cerebro finalmente ganó la batalla y la puerta permaneció cerrada.
Sin embargo se quedó ahí, inmóvil como si sus pies estuviesen atornillados al piso. Escuchó entonces como los pasos de ella se alejaban por el pasillo. Le dio un puñetazo a la pared y abrió la puerta con violencia. Se odió a sí mismo por su poca convicción. Beckett giró al escuchar el ruido.
-Castle… ¿estabas…?- frunció el ceño confundida por encontrarlo adentro -¿Cómo te encuentras? No debiste haberte ido del hospital…- le dijo caminando hasta la puerta. Se la notaba muy preocupada. Hubiese querido abrazarlo en cuanto lo vio, pero algo no estaba como siempre. Richard no se movió. Al parecer no tenía ni la más mínima intención de hacerla entrar.
-Estoy bien. La bala me atravesó el hombro de lado a lado. Los calmantes ayudan bastante con el dolor, sólo arde un poco.- contestó secamente.
-Dos compañeros del precinto tienen el caso. Nos informaron que en la escena encontraron una cantidad importante de balas de goma, pero la verdadera no. Quería decirte que vamos a pedir que nos asignen el caso. Investigaremos esto, Castle. Vamos a descubrir que fue lo que pasó- Beckett lo observaba con extrañeza, sin entender muy bien esa actitud tan cortante con ella.
-No es necesario, Beckett.- Castle tenía una sensación indescriptible que le rodeaba el corazón. Era una mezcla de frustración, enojo, miedo, decepción y angustia; iba perdiendo el color poco a poco, tornándose lentamente oscuro.
-¿A qué te refieres con que no es necesario? Castle… estuviste en el medio de un tiroteo de balas de goma… alguien te pegó un tiro real…no lo entiendo… ¿No quieres saber qué diablos pasó?
-Ya sé que fue lo que pasó, Beckett. No quisieron matarme, de lo contrario lo hubiesen hecho.- la mirada del escritor estaba clavada en sus ojos. La decepción que él sentía era insostenible. –Recibí otro llamado del amigo de Montgomery… Me contó de tu nueva visita a lo de Evelyn.- Kate sintió como un escalofrío le recorría todo el cuerpo. No podía creer que hubiesen llegado tan lejos. Después de la pausa, el escritor continuó.- Debo estar en su discado rápido.- dijo con sobrado sarcasmo y sin ninguna sonrisa.
-No… lo puedo creer…- fue lo único que atinó a decir Kate. Sin querer había puesto en peligro a Rick al volver a la casa del Capitán. -Lo del robo en lo de Evelyn, entonces fue para hacer desaparecer evidencias- pensó. Casi todo le cerraba, pero ¿por qué le dispararon a él? ¿Por qué no le dispararon otra vez a ella? ¿Qué sentido tiene ponerlo en el medio de esa forma?- se preguntaba sin cesar.
-¡¿No?! Deberías… Después de todo nos avisaron a tiempo. Dile a los chicos que no va a ser necesario seguir investigando ya que no van a encontrar absolutamente nada.-
-Castle… déjame explicarte…no es como piensas…- La cara de angustia de la detective parecía no conmover al escritor.
-No. No esta vez, Beckett. Yo no tengo nada más que decirte y tampoco tengo intenciones de escucharte. Adiós, detective. Suerte con la investigación.- deslizó con ironía y sin dejarla reponerse del duro golpe que había recibido, le cerró la puerta en la cara y se dirigió a su escritorio.
Beckett intentó hablar, pero ningún sonido salió de su garganta. Permaneció mirando la puerta cerrada llorando en silencio. -¡¿Cómo pude dejar que esto pase?! Dios…lo podrían haber matado…¡¿Qué hice?!- pensaba mientras su llanto era cada vez mayor. Salió corriendo del edificio con los ojos nublados por las lágrimas. Se metió a su auto y permaneció ahí hasta que logró dejar de llorar. Toda esta situación se le había escapado de las manos. La había superado ampliamente. Después de pensar largo rato se dirigió hasta su casa. Había tomado una decisión. Quizá la más difícil de los últimos tiempos.
Continuara…
Gracias a tod@s por leer y como siempre espero los comentarios!!! A la noche subo la segunda y última parte. Saludos!!!!
Capítulo XI PARTE I
El teléfono de Ryan sonaba insistentemente en su escritorio. Se acercó velozmente para atender. Eran los del laboratorio para avisarle que ya habían terminado de procesar las huellas del teléfono público y ya estaban cargadas en la base de datos. De inmediato se puso a compararlas con las de Roberto Valdéz. La lista era grande, así que se demoraría unos minutos.
-Quiero que averigües sobre el pasado de McDowell antes de mudarse a New York. Especialmente todo lo relacionado con su madre.- dijo Beckett dirigiéndose a Esposito.
-¡Enseguida!- respondió mientras se sentaba en la computadora.
-Yo llamaré a la fundación para ver si alguien recuerda el episodio de la olla de leche hirviendo…- Beckett agarró el teléfono sentándose en su silla. Mientras esperaba que la atiendan jugueteaba impaciente con una lapicera entre sus dedos.
Al cabo de media hora Ryan y Beckett se reunieron frente a la pizarra para contarse lo que habían averiguado.
-Las huellas del teléfono público coinciden con las de Roberto. Tendremos que soltarlo de inmediato y no tenemos nada concreto en contra de él…-
-Lo suponía, Ryan. Lo soltaremos en cuanto terminemos acá. Yo hablé con la presidenta de la fundación con respecto al accidente del niño. Recordaba el episodio, pero no podía afirmar que había pasado realmente. Según me contó fue un incidente bastante confuso y las dos únicas personas que se encontraban en el lugar eran McDowell y el niño. Nuestro sospechoso fue el que informó lo que había pasado y nunca pudieron obtener la otra versión del hecho porque la familia del niño se mudó sospechosamente días después. Eran extranjeros… - relató la detective.
-Déjame adivinar…-dijo Esposito uniéndose a la charla. –¿Eran latinos?
-Sí ¿Cómo lo sabes?- preguntó Beckett algo sorprendida.
-Lo sé porque parece que éste tío está más enfermo que lo que creíamos…-
-Explícate, Javi…- Ryan lo miraba intrigado.
Esposito les informó que al parecer la madre de McDowell murió ahorcada con una soga. La encontraron sobre la cama, pero los forenses determinaron que su cuello se había roto por el peso de su propio cuerpo, por lo que se determinó que se colgó y alguien después cortó la cuerda para depositarla en el lecho. Todo parecía indicar que se trataba de un suicidio, pero su hijo insistió tanto que la policía investigó un posible homicidio, ya que, según el joven Michel, no tenía ningún motivo para querer quitarse la vida. Todas las miradas recayeron entonces, en el último marido de la occisa, quien había resultado favorecido con una generosa suma de dinero producto del testamento, que lo tenía como principal heredero. Testamento que había cambiado recientemente.
-Antes, el principal beneficiado era McDowell, por supuesto, pero al parecer, ésta mujer amaba mucho a su marido…- Javi hizo una breve pausa.
-¿Entonces? –Ryan se impacientaba.
-Entonces, investigaron al entonces padrastro de nuestro “sospechoso estrella”, para descubrir que tenía importantes deudas de juego. Agregado a que era de nacionalidad Colombiana y todavía su residencia era provisoria. Migraciones lo estaba investigando para comprobar la veracidad de su casamiento con una ciudadana nativa norteamericana. Su coartada, en ese momento fue, estar bebiendo en el bar de siempre, lo cual fue comprobado. Pero, al parecer, no fue suficiente para el jurado, que lo encontró culpable. Seis meses después lo encontraron muerto en su celda con varios puntazos en los riñones y nunca se supo que pasó. McDowell heredó todo, se vino a vivir a New York a los pocos meses de la muerte de su madre y fin de la historia.-
-¿Crees que mató a su propia madre?- la mirada de Beckett se tornó oscura, pensando como alguien puede ser capaz de matar a la persona que te dio la vida.
-A estas alturas… ¡No me sorprendería en lo más mínimo! - contestó Espo. El teléfono de su escritorio comenzó a sonar interrumpiéndolo. Se dirigió a atenderlo. Beckett le pidió a Ryan que fuera a liberar a Roberto.
-Dile que no desaparezca; que podremos necesitar interrogarlo nuevamente, a él y a su hermano. Aunque no creo que verdaderamente sea necesario…-
Esposito terminó la comunicación y prontamente se ubicó en su silla a revisar el mail. Levantó la vista del monitor para mirar a su compañera y con una enorme sonrisa le dijo:
-¡Lo tenemos! Los del hotel me llamaron para avisarme que el hombre de la foto no era el mismo que se había alojado con el nombre de Michel McDowell. ¡Y lo mejor de todo es que me enviaron el video de la cámara de seguridad donde aparece un sujeto completamente diferente, registrándose como él!
-¡Perfecto! Tenemos de sobra para conseguir la orden de allanamiento. Hablaré de inmediato con el juez.
Gates se asomó desde su despacho preguntándole a Esposito por Ryan.
-Fue a liberar a Roberto Valdéz. En unos minutos estará de vuelta- informó el detective.
-En cuanto llegue que se presente en mi despacho. Necesito que me dé una mano con unos informes.
-¡Sí Capitana! Como usted ordene.
Beckett cortó con la secretaria del juez y le hizo señas a Javi para que se acercara.
-Pasaremos a buscar la orden por la oficina del juez camino a lo de McDowell. ¿No recibiste el informe del agente que custodia su casa?-
-No todavía. Es probable que todo siga igual. Lo llamaré de camino.-
-Ok. Vamos.- Beckett agarró su campera y se dirigió al ascensor. Ryan llegaba de soltar a Roberto y enseguida se enteraba por su amigo que Gates lo necesitaba.
-Ya sé. Le tengo que dar una mano con los informes ¿No?
-¡Sí, bro! ¿Cómo adivinaste?- una sonrisa se le dibujó en el rostro.
-Le encanta mi letra. Me va a tener llenando planillas a mano toda la tarde… ¡Maldigo mis clases de caligrafía!- contestó dirigiéndose al despacho de su Capitana y agregó: -Manténganme al tanto. ¡Trataré de escaparme lo antes posible!
El celular de Esposito comenzó a sonar. Era el vigilante de McDowell informando que había dejado su casa hacía solo unos minutos y que lo estaba siguiendo.
-Ok. No lo pierdas de vista y avísame cualquier cosa sospechosa que veas.-
-¿Nuestro amigo salió a dar un paseo?- preguntó Beckett ingresando al ascensor.
-Así es. Tendremos la casa a nuestra entera disposición…
-A mi me hubiese gustado que esté presente. Sólo para verle la cara… En este momento no me queda casi ninguna duda de que él, es nuestro asesino.-
***
Escuchó al auto acelerar alejándose a gran velocidad. Escuchó corridas y gente gritando asustada. Él se encontraba de rodillas en la acera, hecho un bollo, aterrado. Levantó la cabeza lentamente mirando hacia ambos lados completamente desorientado. Instintivamente se llevó la mano derecha a su hombro izquierdo desesperado por el dolor, mientras se incorporaba de a poco. Sintió su propia sangre humedeciendo sus dedos y se asustó aun más. Recordó entonces los otros impactos que había recibido en el cuerpo y comenzó a mirarse extrañado de no sentir el ardor que sentía en su hombro. No tenía nada. Absolutamente nada, sólo la sensación del impacto.
Miró a su alrededor encontrando rápidamente una especie de perdigón de goma. Un caballero se le acercaba para asistirlo diciéndole que se tranquilice, que la ambulancia ya estaba en camino y que tratara de moverse lo menos posible. Le agradeció al desconocido mientras se guardaba en el bolsillo la munición de goma. Ahora, en lo único que pensaba era en su hija. Agradecía a Dios a cada instante por no permitir que Alexis estuviera al lado suyo al momento de la balacera.
En pocos minutos la ambulancia llegó al lugar. Los paramédicos insistieron en que se acostara en la camilla, pero el escritor se sentía lo suficientemente fuerte como para ir sentado
-Eso es producto de la adrenalina que le produjo la situación que usted acaba de sufrir, Sr. Castle. En un rato se sentirá algo débil por la pérdida de sangre.- dijo amablemente el más joven de los paramédicos.
-Voy a hacerles caso, pero ustedes tienen que prometerme que no le dirán a nadie lo que pasó hoy. Lo que menos quiero es a la prensa encima. No quiero preocupar a mi familia…-
-¡No se haga problema que nosotros mantendremos nuestras bocas bien cerradas!
-¡Gracias muchachos!- dijo recostándose sobre la camilla.
Al cabo de 10 minutos estaba en la sala de guardia con una enfermera de mediana edad ayudando a sacarle el saco y la camisa. En segundos un medico lo atendía limpiando la herida con abundante iodo mientras la enfermera le ponía una vía conectada al suero y le aplicaba calmantes, antibióticos y demás cosas necesarias para tratar la herida. Castle quedó sorprendido por tanto cuidado ya que él, salvo el fuerte dolor que tenía en el brazo, no consideraba estar tan grave. –¿Será la adrenalina?- pensó mientras se dejaba atender por el médico. En cuanto pararon la hemorragia lo trasladaron para hacerle una placa. El doctor quería asegurarse que el proyectil no hubiese impactado contra algún hueso dejando en su camino esquirlas de metal. En cuanto tuvo los resultados se acercó al escritor para informarle.
-Por suerte, Sr. Rodgers, la bala lo atravesó limpiamente. No tocó ningún órgano, hueso o tendón. Así que le recetaré unos antibióticos para evitar la infección y unos calmantes para el dolor.- dijo el médico mientras escribía una receta para comprar los medicamentos. –Por precaución lo dejaré en observación hasta mañana por la mañana, pero estoy seguro que no tendremos mayores inconvenientes. Trate de descansar lo más que pueda. Le va a venir bien el reposo.- concluyó gentilmente extendiéndole la receta.
-Muchas gracias por todo, Doc. ¡Le prometo que descansaré!
-¿Quiere que la enfermera le avise a su familia? ¿Saben que está usted aquí?
-No. No saben nada. Pero prefiero no preocuparlos. Llamaré yo personalmente. ¡Gracias de todos modos!- contestó pensando que no llamaría a Alexis ni a su madre. No tenía sentido amargarlas aun.
Al quedarse solo en la habitación comenzó a pensar en todo lo ocurrido. Agarró del bolsillo de su saco el perdigón de goma y lo observó detenidamente. Verdaderamente se podría decir que el hecho ocurrido hacía apenas una hora, era digno de una de sus novelas. Agarró su celular con toda la intención de llamar a Beckett para contarle lo ocurrido. Seguramente con su ayuda descubrirían rápidamente que demonios había pasado. Se detuvo un instante para pensar la mejor manera de decirle que estaba en un hospital y con un agujero en el hombro sin preocuparla demasiado.
Una llamada entrante postergó el llamado que pensaba realizar. Número desconocido figuraba en la pantalla. Respondió intrigado
-Hola ¿Quién habla?
-Sr. Castle. ¿Cómo se encuentra? Me acabo de enterar lo ocurrido…- El escritor quedó paralizado. ¡La maldita voz otra vez! ¿Por qué demonios me estará llamando ahora?- pensó.
-Estoy bien. No tiene por qué preocuparse. ¿Cómo se enteró de que estaba aquí?- inquirió
-Me imaginaba que se encontraba bien, sacando el agujero que le quedó como recuerdo, desde luego. Me enteré, en principio por el noticiero de la tarde. Decían que una “muy exitosa celebridad” había sido internada de urgencia después de haber sido baleado a la vuelta de una reconocida secundaria. Inmediatamente recibí una llamada con la confirmación de que era usted.
-No tengo idea que es lo que pretenden… Beckett abandonó la investigación. No entiendo porque quisieron asustarme de esa forma…-
-Pues, aparentemente, Beckett volvió a lo de Montgomery temprano en la mañana. Igualmente, nuestros “amigos” ya habían realizado una exhaustiva limpieza. Sólo por si acaso… De todos modos, hoy han llegado muy lejos con lo que le hicieron, pero entienda que es exclusivamente para lograr intimidar de una vez por todas a su amiga y no para atentar contra su vida directamente.-
-Me quedo más tranquilo…-
-Créame que ni esto ni nada parecido va volver a pasarle a usted o a su familia. Pero recuérdele una vez más a Katherine Beckett que piense muy bien cuál va a ser su siguiente movimiento de ahora en más. Le aseguro que no habrá un próximo llamado a modo de advertencia para ella otra vez. ¿Entendido?-
-Por supuesto. Aunque parece que yo no soy un buen mensajero…-
-Seguramente, este mensaje posee mucha más elocuencia que los anteriores. Adiós, Sr. Castle. Espero sinceramente no tener que llamarlo más. Cuídese esa herida.
.Adiós.- le dijo en un tono de voz prácticamente inaudible e inmediatamente después de cortar, apagó su celular
Castle no podría creer lo que acababa de escuchar. ¡¿Kate le había mentido? ¡¿Otra vez había vuelto a lo de Evelyn?! ¡¿Por qué? Estaba devastado, confundido. Una vez más había hecho oídos sordos a todas sus advertencias, con la diferencia que esta vez había arriesgado no solo su vida, sino que también había puesto en peligro la vida de él. Sentía que ya no tenía nada más que hablar con ella. Ya había agotado todo su arsenal de argumentos y todos habían fallado. Ya no tenía más nada que hacer a su lado.
Se sacó el suero para ponerse la camisa. Tenía decidido largarse de ahí lo antes posible. Quería estar en su casa, sólo. De ser posible con una botella de Whiskey. Agarró la chaqueta para ponérsela, pero se detuvo un segundo. Esa chaqueta que tantos recuerdos increíbles le traía, se había convertido en el agujereado recordatorio de la traición cometida por ella. La dejó junto a la silla que se encontraba al lado de la cama. Se terminó de vestir y esperó el momento justo para escabullirse del hospital sin que nadie lo viese.
***
El auto de los detectives se detuvo en la puerta de la casa de Michel McDowell, seguido por la camioneta del laboratorio. Tocaron el timbre, solamente como una simple formalidad, puesto que sabían que no se encontraba. Los del laboratorio abrieron la puerta con una barreta, segundos después se encontraban dando vuelta la casa junto con los detectives. Beckett se detuvo un momento, pensativa.
-Nuestro vigilante nos dijo que McDowell, antes de pasar por el precinto, hizo una parada en la fundación ¿Cierto?- preguntó mirando a Javi.
-Cierto ¿En qué estás pensando?
-En que hay que cubrir todas las bases. Llévate a alguno del laboratorio y pasen por la fundación. Hasta ahora se mostraron muy dispuestos a ayudar, así que no creo que tengas ningún problema en que te dejen revisar su oficina.- contestó mientras continuaba abriendo los cajones de un mueble antiguo.
-¡Excelente idea! ¡Te llamare en cuanto tenga novedades!-
Esposito salió de la casa escoltado por un muchacho robusto y aparentemente muy callado. Antes de subir al auto escucho la alerta de mensaje del celular. Era Lanie. Lo leyó de inmediato. “Prende la tv y pon el noticiero de inmediato” decía el mensaje. Javi no entendía muy bien que pasaba, pero al no tener una televisión cerca lo único que se le ocurrió es mandarle un mensaje a Ryan para que se fije y le cuente que está pasando. Subió al auto y se dirigió a la fundación.
La joven detective seguía hurgando entre los cajones sin encontrar nada que pudiese servirle. Metió la mano en el último cajón del mueble y descubrió que tenía doble fondo. Lo retiró encontrando debajo un sobre con fotografías. Tenía una colección que iba desde, fotos de la madre en plena juventud, pasando por fotos de Gina bastante recientes, algunas más de mujeres muy parecidas a su mamá, hasta unas cuantas de Margarita, vestida como solía hacerlo su progenitora décadas atrás, y con distintas pelucas color rubio.
-¡Vaya Edipo enfermizo!- dijo la detective verdaderamente sorprendida.
¡Detective Beckett! ¡Encontré algo!- gritó desde la habitación el joven del laboratorio. –Estaba dentro de una caja empotrada que hay debajo de la cama.- le decía mientras le mostraba una bolsa negra llena de pelucas similares a la encontrada en la cabeza de la víctima.
-¡Excelente! ¡Le avisaré a Esposito! ¿Qué más nos falta por revisar?- le preguntó Kate al joven.
-Sólo la cocina.- contestó mientras se dirigía hacia allí.
***
Javier llegó a la fundación rápidamente, ya que no había mucho transito en el camino. Tal y como había supuesto Beckett, lo dejaron revisar por completo el despacho. En unos minutos le conseguirían la combinación de la caja fuerte y con eso tendrían el acceso total al lugar de trabajo del sospechoso. Mientras revolvía el escritorio recibió una llamada de Ryan.
-Escucha. En el noticiero están diciendo que una famosa celebridad de New York fue baleada hace unas horas. No dicen el nombre, pero la balacera ocurrió a la vuelta del colegio de Alexis.- La voz de su compañero no era, precisamente, alentadora.
-¿Tú crees que… se trata de Castle, bro?-
-Espero equivocarme, pero… él se iba para allá ¿Recuerdas?
-Sí, lo sé. No sé como decírselo a Beckett… ¿Intentaste llamarlo al móvil o a la casa?- Esposito no sabía realmente como actuar, ya que ni siquiera tenía la certeza de que el herido fuese Castle.
- Por supuesto. Está apagado y en su casa no atiende nadie ¿Ella está ahí contigo?
-No. Yo ahora estoy en la fundación.
-No le digamos nada hasta estar seguros. Ya mismo voy a averiguar quién se está encargando de la investigación del hecho. Te mantendré al tanto.-
-Ok. Llámame de inmediato en cuanto sepas algo.
Javier cortó la comunicación con Ryan y le envió un mensaje a Lanie diciéndole que en cuanto tuviese más información le avisaría.
Trató de concentrarse nuevamente en su trabajo, aunque sabía que le iba a costar un poco hasta saber que había pasado con su amigo el escritor. Una señorita entró a la oficina minutos después con la combinación de la caja fuerte.
Otra llamada entró en el celular de Espo. Era Beckett, para contarle sobre el reciente hallazgo. Se alegró de escuchar la buena nueva y procedió a informarle que estaban por abrir la caja fuerte. Calló con respecto al tiroteo, tal como había acordado con Ryan.
-Te avisaré en cuanto la abra para informarte sobre su contenido.- Javi terminó de hablar y se paró junto al joven que se disponía a poner la combinación en el panel principal. En el instante que estuvo abierta empezaron a sacar todo lo que había adentro, principalmente, carpetas y papeles. Las revisaban ojeándolas rápidamente y dejándolas sobre el escritorio. Debajo de una carpeta tipo archivo, encontraron una caja de madera no muy grande, cerrada con un candado. El joven del laboratorio forzó el candado y la abrieron de inmediato.
-¡Te tengo!- dijo Esposito con una gran sonrisa en su rostro al ver el pedazo de soga cuidadosamente enroscado a modo de condecoración. Llamó a su compañera de inmediato para avisarle que se dirigía al precinto al llevar la cuerda para compararla con las fibras obtenidas en el cuello de Margarita. Beckett estaba feliz. Ya lo tenían acorralado. El caso estaba a punto de cerrarse. Quedó con Javi que se verían en el precinto en cuanto ella terminara ahí.
***
A penas ingresó a la comisaría, Esposito se dirigió al encuentro de sus compañeros
-¿Averiguaste algo, bro?
-Sí. Y no son muy buenas noticias… Castle es la “famosa celebridad” que está internada.- dijo Ryan apenado.
-¡No puede ser! ¿Cómo está?
-Aparentemente la bala le traspasó el hombro. No parece ser nada demasiado grave, pero al parecer lo dejarán en observación hasta mañana. Pero hay más…
-¿A qué te refieres?- inquirió Esposito frunciendo el entrecejo.
-Hablé con Conrad y Stevenson. Están asignados al caso. Todavía no le pudieron tomar declaración a Castle por que cuando fueron al hospital lo estaban atendiendo, así que pasarían mas tarde. De todos modos me contaron lo que sucedió y la verdad que es bastante extraño… Por lo que pudo ver un testigo que estaba a media cuadra, llegó un auto lleno de gente armada a toda velocidad, frenó enfrente de Castle y le dispararon varias ráfagas de proyectiles. Después, aceleraron a fondo y se marcharon nuevamente…
-¡¿Y solamente recibió un tiro en el hombro?! Vaya tipo afortunado…
-No, Javi. No fue suerte. Y aquí viene lo extraño de todo… Una sola de esas balas era de verdad, el resto eran de goma.
-¿Balas de goma? Increíble… Ese tipo de perdigones los utilizan las fuerzas antidisturbios en Sudamérica o algunos países de Europa… ¿Cómo diablos llegaron aquí?
-¿Fuerzas antidisturbios? ¿De qué están hablando, chicos?- Beckett sorprendió a los dos detectives que no la habían visto entrar.
Ryan y Esposito se miraron en silencio, pensando en cómo se lo dirían.
-Escucha, Beckett. Sucedió algo…- Ryan comenzó decidido y luego se detuvo.
-¿Qué está pasando? Me están empezando a asustar.- dijo la detective clavando la mirada en sus compañeros.
-Es sobre Castle…- lanzó Esposito.
-¡¿Castle?! ¡¿Qué pasó con él?!- el rostro de Kate cambió en un gesto de extrema preocupación. Sus amigos le contaron todo lo que sabían hasta el momento, tratando todo el tiempo de tranquilizarla con respecto al estado de salud del escritor. Ella escuchó atentamente sin poder creer aun, que él estaba en un hospital con una herida de bala.
-¿Intentaron comunicarse con él?
-Sí. Y no hubo forma. Pero quédate tranquila, Beckett. Estoy seguro de que está bien- Ryan se la quedó mirando con algo de tristeza comprendiendo como se sentía. El teléfono de Esposito interrumpió el amargo momento. Era el agente que vigilaba a McDowell informando que el sospechoso estaba a solo unas cuadras de la estación central. Estaba convencido de que se estaba dirigiendo hacia allí.
-Ya tenemos la orden de arresto. Quédate cerca mientras te enviamos refuerzos para arrestarlo. Nosotros estaremos por ahí en unos minutos.- Javi cortó la comunicación y les informó a sus compañeros. Ryan llamó a la estación central para que lo retuvieran con cualquier excusa si intentaba comprar un pasaje.
-Beckett, nosotros nos encargaremos de esto. Tú mejor pasa por el hospital para ver como se encuentra. No nos quedaremos tranquilos hasta que no sepamos que está bien- Javi apoyó su mano en el hombro de la detective acariciándola comprensivamente. Sabía que si se iba con ellos a apresar a McDowell su cabeza estaría indefectiblemente situada en el estado de salud del escritor.
-Gracias, Espo. Los mantendré al tanto.
Los tres salieron del edificio apurados. Beckett subió de inmediato a su coche y fue lo más rápido que pudo hasta el hospital. Necesitaba llegar cuanto antes. Tenía que verlo, saber cómo se encontraba. Hacerle saber que ella estaba a su lado.
Fue directo a la recepción preguntando por Richard Castle mientras le mostraba su placa. La enfermera busco en el listado de pacientes ingresados.
-No hay ningún Richard Castle.- contestó secamente. Beckett pensó un instante.
-Pruebe con Alexander Rodgers.- dijo asomándose para espiar el listado.
-Sí. Aquí está. cama 22 de la sala de guardia. Al final del pasillo a la izquierda.- la enfermera le señaló con el dedo la dirección sin siquiera mirarla.
Sin más demora se dirigió a la guardia para encontrarlo. Avanzó a través de la sala buscando el número. Al llegar, se paró en frente y abrió la cortina. Estaba vacío. – ¡No puede ser!- pensó. –¡La enfermera se debe de haber equivocado!-
Preguntó a un medico que pasaba si recordaba haber visto al paciente de la cama 22. Éste le respondió que sí, que él en persona lo había atendido y que debería estar aquí mismo ya que le había ordenado quedarse en observación hasta mañana. No se explicaba que donde podía haber ido.
Después de hacerle algunas preguntas más sobre el estado de Castle volvió a entrar al box y vio la chaqueta del escritor sobre la silla. La reconoció inmediatamente. Le era imposible olvidar lo que pasó ese día en las duchas del gimnasio, y esa chaqueta hacía más vivo el recuerdo aun. La agarró mirando el agujero rodeado de una gran mancha de sangre que tenía en el hombro izquierdo. Introdujo su dedo índice en el hoyo abierto por la bala. Todavía no podía creer lo que le había pasado. –¿Dónde diablos estas, Castle?- se preguntó. -¿Te escapaste de hospital? Se le ocurrió entonces, que probablemente no quería que la prensa se entere de que estaba ahí y a lo mejor se había ido a refugiar a su casa. Iría para allá, esperando mejor tener mejor suerte.
Estacionó su vehículo a unos metros de la entrada del loft. Al bajar recibió una llamada de Esposito avisándole que ya habían arrestado a McDowell mientras trataba de comprar un boleto. Lo estaban llevando a la comisaría y la esperarían para interrogarlo.
-¡Excelente, Javi! ¡En un rato estaré por ahí!
-¿Qué sabes de Castle? ¿Pudiste verlo?
-No. No todavía. Se fue del hospital. Imagino que está en su casa, así que estoy por entrar.
-Mantennos al tanto. Nos vemos luego.-
Beckett se dirigió hacia la puerta impaciente y toco dos timbres cortos. Esperó unos segundos y al no recibir respuesta tocó una vez más.
-Castle, soy yo. Beckett… ¿Estás ahí?- La detective pegó la oreja a la puerta para ver si lograba escuchar algo.
Al otro lado de la puerta cerrada se encontraba parado el escritor, completamente inmóvil, en silencio y con sus ojos clavados en ella.
Su cabeza argumentaba todas las razones por la cual no debía abrir, pero cada fibra de su cuerpo le pedía a gritos que lo hiciera. Necesitaba verla, mirarla a los ojos y preguntarle por qué.
Su corazón estaba tan maltrecho que su débil voz no se hizo oír, su cerebro finalmente ganó la batalla y la puerta permaneció cerrada.
Sin embargo se quedó ahí, inmóvil como si sus pies estuviesen atornillados al piso. Escuchó entonces como los pasos de ella se alejaban por el pasillo. Le dio un puñetazo a la pared y abrió la puerta con violencia. Se odió a sí mismo por su poca convicción. Beckett giró al escuchar el ruido.
-Castle… ¿estabas…?- frunció el ceño confundida por encontrarlo adentro -¿Cómo te encuentras? No debiste haberte ido del hospital…- le dijo caminando hasta la puerta. Se la notaba muy preocupada. Hubiese querido abrazarlo en cuanto lo vio, pero algo no estaba como siempre. Richard no se movió. Al parecer no tenía ni la más mínima intención de hacerla entrar.
-Estoy bien. La bala me atravesó el hombro de lado a lado. Los calmantes ayudan bastante con el dolor, sólo arde un poco.- contestó secamente.
-Dos compañeros del precinto tienen el caso. Nos informaron que en la escena encontraron una cantidad importante de balas de goma, pero la verdadera no. Quería decirte que vamos a pedir que nos asignen el caso. Investigaremos esto, Castle. Vamos a descubrir que fue lo que pasó- Beckett lo observaba con extrañeza, sin entender muy bien esa actitud tan cortante con ella.
-No es necesario, Beckett.- Castle tenía una sensación indescriptible que le rodeaba el corazón. Era una mezcla de frustración, enojo, miedo, decepción y angustia; iba perdiendo el color poco a poco, tornándose lentamente oscuro.
-¿A qué te refieres con que no es necesario? Castle… estuviste en el medio de un tiroteo de balas de goma… alguien te pegó un tiro real…no lo entiendo… ¿No quieres saber qué diablos pasó?
-Ya sé que fue lo que pasó, Beckett. No quisieron matarme, de lo contrario lo hubiesen hecho.- la mirada del escritor estaba clavada en sus ojos. La decepción que él sentía era insostenible. –Recibí otro llamado del amigo de Montgomery… Me contó de tu nueva visita a lo de Evelyn.- Kate sintió como un escalofrío le recorría todo el cuerpo. No podía creer que hubiesen llegado tan lejos. Después de la pausa, el escritor continuó.- Debo estar en su discado rápido.- dijo con sobrado sarcasmo y sin ninguna sonrisa.
-No… lo puedo creer…- fue lo único que atinó a decir Kate. Sin querer había puesto en peligro a Rick al volver a la casa del Capitán. -Lo del robo en lo de Evelyn, entonces fue para hacer desaparecer evidencias- pensó. Casi todo le cerraba, pero ¿por qué le dispararon a él? ¿Por qué no le dispararon otra vez a ella? ¿Qué sentido tiene ponerlo en el medio de esa forma?- se preguntaba sin cesar.
-¡¿No?! Deberías… Después de todo nos avisaron a tiempo. Dile a los chicos que no va a ser necesario seguir investigando ya que no van a encontrar absolutamente nada.-
-Castle… déjame explicarte…no es como piensas…- La cara de angustia de la detective parecía no conmover al escritor.
-No. No esta vez, Beckett. Yo no tengo nada más que decirte y tampoco tengo intenciones de escucharte. Adiós, detective. Suerte con la investigación.- deslizó con ironía y sin dejarla reponerse del duro golpe que había recibido, le cerró la puerta en la cara y se dirigió a su escritorio.
Beckett intentó hablar, pero ningún sonido salió de su garganta. Permaneció mirando la puerta cerrada llorando en silencio. -¡¿Cómo pude dejar que esto pase?! Dios…lo podrían haber matado…¡¿Qué hice?!- pensaba mientras su llanto era cada vez mayor. Salió corriendo del edificio con los ojos nublados por las lágrimas. Se metió a su auto y permaneció ahí hasta que logró dejar de llorar. Toda esta situación se le había escapado de las manos. La había superado ampliamente. Después de pensar largo rato se dirigió hasta su casa. Había tomado una decisión. Quizá la más difícil de los últimos tiempos.
Continuara…
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Última edición por Solexite el Dom Dic 09, 2012 5:15 am, editado 1 vez
Solexite- Policia de homicidios
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Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Maku_Stanathan escribió:Hola, comencé a leer el fic anoche y lo termine... Me gusto mucho la historia y es muy interesante, quiero leer el final :)Espero que pronto lo subas, Exitos!!
Escribes muy lindo
Muchas gracias por leer y comentar!!!! Ojalá que te haya gustado el nuevo capítulo!!! Saludos!!!
Solexite- Policia de homicidios
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Localización : America, debo estar en America del Sur ¡Bien al Sur!
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
genial, estoy intrigado por saber como continuara
rubiodav- Actor en Broadway
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Estos capítulos últimos son los mejores, son muy emocionantes, no puedo levantar la vista cuando empiezo a leer.
Cada vez me gusta más la chaqueta de Castle y la historia que hay detrás, aunque ahora para Castle no sea un buen recuerdo, seguro que al final de la segunda parte la historia de esa chaqueta le volverá a resultar preciosa.
Me da pena Castle y me da pena Beckett, por culpa de los que van tras ella ahora están enfadados.
Espero que la decisión que va a tomar Beckett se la acertada y no se vuelva a equivocar y a poner a Castle en peligro.
Estoy deseando leer la segunda parte, aunque eso signifique el final de la historia, tengo muchísimas ganas de saber como acaba.
Cada vez me gusta más la chaqueta de Castle y la historia que hay detrás, aunque ahora para Castle no sea un buen recuerdo, seguro que al final de la segunda parte la historia de esa chaqueta le volverá a resultar preciosa.
Me da pena Castle y me da pena Beckett, por culpa de los que van tras ella ahora están enfadados.
Espero que la decisión que va a tomar Beckett se la acertada y no se vuelva a equivocar y a poner a Castle en peligro.
Estoy deseando leer la segunda parte, aunque eso signifique el final de la historia, tengo muchísimas ganas de saber como acaba.
______________________
Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Continuará!? bien!!! es estupendo!!
choleck- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
rubiodav escribió:genial, estoy intrigado por saber como continuara
Muchas gracias por leer y comentar!!!! Yo también estoy intrigada!!! Jajaja No mentira… el final está casi listo!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Beckett_Castle_Alba escribió:Estos capítulos últimos son los mejores, son muy emocionantes, no puedo levantar la vista cuando empiezo a leer.
Cada vez me gusta más la chaqueta de Castle y la historia que hay detrás, aunque ahora para Castle no sea un buen recuerdo, seguro que al final de la segunda parte la historia de esa chaqueta le volverá a resultar preciosa.
Me da pena Castle y me da pena Beckett, por culpa de los que van tras ella ahora están enfadados.
Espero que la decisión que va a tomar Beckett se la acertada y no se vuelva a equivocar y a poner a Castle en peligro.
Estoy deseando leer la segunda parte, aunque eso signifique el final de la historia, tengo muchísimas ganas de saber como acaba.
Muchas gracias por leer y comentar! Aprecio mucho que no te vayas sin escribir nunca!!!! Espero no defraudar con el final! Saludos!!!!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
choleck escribió:Continuará!? bien!!! es estupendo!!
Por supuesto!!!! Esta noche subo el final. Pero, lamentablemente va a ser de madrugada.
Gracias por leer y comentar siempre!!!! Saludos!
Solexite- Policia de homicidios
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
No puedo creer que todo termine mal porque ella soló fue a desayunar!!!! Ya había elegido a el! Todo por la falta de comunicación entre ellos
Me das miedo por lo que puede hacer ella....
Madrugada Argentina o de Europa?
Seguiiiiii
Me das miedo por lo que puede hacer ella....
Madrugada Argentina o de Europa?
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silvanalino- Escritor - Policia
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Carnaval en New York-Capitulo I, Capitulo II Capitulo III, Capitulo IV, Capitulo V, Capitulo VI, Capitulo VII. Capitulo VIII, Capitulo IX, Capitulo X: PARTE II Cap XI ÚLTIMA PARTE (Terminado))
Me ha encantado este último capítulo!!! Espero que Castle y Beckett puedan hablar y arreglar las cosas
Un fic genial! Ya estoy deseando leer la segunda parte de este capítulo, aunque no quiero que se acabe
Estaré pendiente
Un fic genial! Ya estoy deseando leer la segunda parte de este capítulo, aunque no quiero que se acabe
Estaré pendiente
cris_beckett- Autor de best-seller
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