VOLVER A VERTE, Último capítulo
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Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
me gusta mucho, espero que te sea posible continuarlo
rubiodav- Actor en Broadway
- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 04/03/2012
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
¡Hola! Aquí estoy de nuevo para dejaros un nuevo capítulo de mi historia. Aunque seguimos sin saber por donde anda Castle, hoy encontrarán una buena pista. Espero que os guste. Muchas gracias por leer y comentar.
Capítulo 10:
SÁBADO 4 DE FEBRERO
Becket se fue temprano en la comisaría. No quería que Alexis se quedara sola, así que la invitó a ir con ella. No había podido hablar con su abuela la noche anterior, pero si pudo comunicarse con ella esa mañana.
Martha se mostró preocupada y le dijo que volvería en cuanto pudiese. Después de hablar con su abuela la chica estaba más tranquila, aunque habían vuelto a hablar y Martha no había encontrado vuelo hasta el día siguiente.
Al llegar a la comisaría, Alexis le dijo a Becket que si podía ir a ayudar a la doctora Parish, no le apetecía estar allí. A Kate le pareció bien, si se enteraban de algo prefería que la chica no estuviera presente. Habló con Lanie que no puso ninguna pega en que Alexis fuera con ella.
Una vez allí lo primero que hizo fue llevarle el portátil de Castle al experto informático, explicándole lo que buscaban.
La noche anterior había estado cotilleando en los archivos de Castle, en el fondo de su alma había pensado que podía encontrar algo como fotos o películas subidas de tono y quiso borrarlas para no comprometerlo, pero si Castle consumía algún tipo de porno no lo guardaba en su ordenador.
Lo que encontró además del nuevo libro de Nikki Heat, eran muchos documentos con anotaciones e investigación para sus novelas. También encontró carpetas de fotos, pero estas eran todas familiares, la mayoría de Alexis, de Martha, de los tres y en una carpeta donde era evidente que descargaba las fotos del móvil además de fotos de Alexis y varias auto fotos sobre todo con su hija, le sorprendió encontrar algunas de ella, que le había tomado sin advertirlo, en comisaría, mientras hacía papeleo, hablando por teléfono, tomando café.
El experto informático le prometió que se haría cargo en seguida de eso. Ryan le comunicó que al preguntar en las comisarías de los diferentes distritos, una señora había denunciado haber visto el secuestro de un hombre hacía dos días, y que por la descripción que daba la mujer, coincidía bastante con Castle. Becket miró a su compañero.
- ¿Alguien le ha enseñado una foto de Castle a esa mujer? – preguntó con sorpresa.
- No, que yo sepa – contestó su compañero – pero según me ha dicho la sargento Ramírez, que fue quien la atendió, la señora dijo que el hombre que secuestraron era alto, buen mozo, con el pelo castaño, unos bonitos ojos azules y una sonrisa encantadora – si ese no es Castle debe ser alguien que se le parezca bastante.
- Hablaremos con esa mujer, ¿de qué comisaría llamaron? – preguntó Becket.
- De la 18th – respondió Esposito – voy a llamar para que la citen y cuando sepa algo, ya te digo.
Al rato los llamaron de la 18th, habían citado allí a la señora para que fuera por la tarde. Ellos dijeron que irían a hablar con ella.
Cuando llegaron a la comisaría, los atendió la sargento Ramírez, una hispana de cuarenta y tantos años, alta y de negros cabellos peinados en una trenza. La sargento les sonrió amable y mientras los llevaba a hablar con la testigo, les iba explicando que la señora Potter, fue el jueves a media mañana para denunciar que había visto como unos hombres se llevaban a un joven muy atento que acababa de conocer.
- ¿Se conocían? ¿Castle conocía a esta señora? – preguntó extrañada Becket.
- Mejor les dejo que hablen con ella – dijo la sargento Ramírez – y no se dejen engañar por ese aspecto de dulce abuelita.
La sargento no las llevó a la sala de interrogatorios sino a una acogedora salita de descanso, donde había un par de sofás, una mesa, varias sillas, y un mueble con la cafetera, además de una nevera y un microondas. La señora Potter era una anciana menuda, de cabellos blancos recogidos en un apretado moño. Estaba sentada en una silla y a sus pies dormitaba un perrito color canela.
- Buenas tardes señora Potter, soy la detective Kate Becket – se presentó – y estos son mis compañeros Kevin Ryan y Javier Esposito.
- Encantada jóvenes, pero siéntense, no se queden ahí de pie – dijo la anciana como si estuviera en su propia casa.
Se sentaron frente a ella y Kate le pidió amablemente que les contara lo que había visto. Al principio no estaba segura de lo fiable que podría ser la mujer, era bastante mayor, pero a medida que la señora iba hablando, los tres se dieron cuenta que decía la verdad.
- Verás hija – se dirigía especialmente a Becket – aunque tenga noventa y tres años, gracias a Dios poseo una vista y un oído excelentes. El pasado jueves saqué a pasear a Frida – señalaba al chucho, que por lo visto era una perra – la suelo sacar a una calle cerca de casa que no está muy transitada. Yo lo recojo todo después, ¿saben? , pero a Frida le gusta tener su intimidad.
Los tres se miraron pensando que a ver por donde les iba a salir la buena señora.
- Había por allí un muchacho que hablaba por teléfono. Iba de un lado a otro pero no terminaba de irse. Yo estaba esperando a que Frida terminara y se me cayeron las bolsas al suelo. El chico que hablaba por teléfono y que ya había terminado, se acercó a mí, y muy amablemente me dijo que no me agachara que él me las daba.
Era muy apuesto, con esos brillantes ojos azules y esa sonrisa tan agradable, pero ¿saben una cosa?, ese hombre debía de tener problemas, porque se le notaba preocupado.
- ¿Habló con usted? – preguntó Esposito – ¿Le dijo algo?
- Se puso a hacerle carantoñas a Frida, que ya había terminado de hacer sus cositas. A Frida no le cae bien cualquiera, pero ese hombre le resultó simpático, seguro que se trata de una buena persona.
- ¿Qué más vio usted? – preguntó Becket impaciente.
- Verá señorita, cuando el muchacho jugueteaba con Frida estuvimos conversando un rato, pero le volvió a sonar el teléfono, estos jóvenes de hoy todo el tiempo enganchados a esas máquinas, se despidió de nosotras y se alejó para hablar. Yo me fui en la otra dirección, pero escuché de pronto que se acercaba un coche, era una furgoneta negra con los cristales oscuros. Se paró al lado del muchacho, se abrió y salieron unos hombres que obligaron al muchacho a subir con ellos, me pareció que lo apuntaban con una pistola.
Al escuchar eso Becket se estremeció.
- ¿Está usted segura? – preguntó.
- Segurísima, como que me llamo Margaret Potter – respondió la anciana.
- ¿Y nadie más estaba por allí?, ¿No la vieron a usted? – preguntó Ryan
- Ya les he dicho que esa calle no está muy transitada, y yo soy bajita, supongo que el contenedor de basura me tapó, y ocurrió todo tan deprisa que seguro que ni notaron mi presencia.
- ¿Podría describirnos a los hombres? – preguntó Kate.
- Pues verás hija, solo los vi de espaldas, eran grandotes, uno calvo le sacaba por lo menos una cabeza y media al muchacho y casi era el doble de ancho. El otro, era un poco más bajo y más delgado y llevaba el cabello largo como una muchacha. Era rubio y lo llevaba recogido en una coleta. Los dos vestían de oscuro.
Apuntaron la dirección de la calle donde ocurrió el rapto y la dirección que tomó el vehículo. Siguieron interrogándola.
- ¿Le dijo algo más el hombre al que se llevaron? – preguntó Becket.
- Bueno, como ya le he dicho, estuvimos un rato hablando, sobre todo de perros, me dijo que le encantaban y que había estado a punto de adoptar uno con su compañera, ¿ustedes conocen a ese hombre?
- Es nuestro compañero – afirmó Esposito.
- ¿Su compañero? – preguntó extrañada – el muchacho me dijo que era escritor, no dijo nada de que fuese policía.
- Es escritor y asesor civil de la policía – dijo Kate ya segura de que la señora había sido testigo de primera mano del secuestro de Castle, y mientras le enseñaba una foto de éste que tenía en el móvil para que la anciana ratificara lo que ya sabían se despidió de ella, agradeciéndole su colaboración.
- ¿No quieren saber la matrícula de la furgoneta? – preguntó solícita – pensé que sería un dato importante.
- ¿Apuntó el número de matrícula? – pregunto Esposito nervioso – ¿Cómo no lo ha dicho antes?
- No me lo han preguntado, y no lo apunté porque no me hace falta, además de la vista y el oído, tengo una memoria excelente.
- No nos cabe la menor duda – dijo Ryan con una sonrisa.
Tomaron todos los datos, se despidieron de la anciana, diciéndole que volverían a contactar con ella si les hiciera falta. Además Kate le dio una tarjeta de visita con su número de teléfono por si recordaba algo más y así poder ponerse en contacto con ella.
- Caramba con la abuelita – dijo Esposito – nos ha ayudado bastante.
- Si – dijo Becket – ya tenemos algo por donde empezar.
CONTINUARÁ…
Capítulo 10:
SÁBADO 4 DE FEBRERO
Becket se fue temprano en la comisaría. No quería que Alexis se quedara sola, así que la invitó a ir con ella. No había podido hablar con su abuela la noche anterior, pero si pudo comunicarse con ella esa mañana.
Martha se mostró preocupada y le dijo que volvería en cuanto pudiese. Después de hablar con su abuela la chica estaba más tranquila, aunque habían vuelto a hablar y Martha no había encontrado vuelo hasta el día siguiente.
Al llegar a la comisaría, Alexis le dijo a Becket que si podía ir a ayudar a la doctora Parish, no le apetecía estar allí. A Kate le pareció bien, si se enteraban de algo prefería que la chica no estuviera presente. Habló con Lanie que no puso ninguna pega en que Alexis fuera con ella.
Una vez allí lo primero que hizo fue llevarle el portátil de Castle al experto informático, explicándole lo que buscaban.
La noche anterior había estado cotilleando en los archivos de Castle, en el fondo de su alma había pensado que podía encontrar algo como fotos o películas subidas de tono y quiso borrarlas para no comprometerlo, pero si Castle consumía algún tipo de porno no lo guardaba en su ordenador.
Lo que encontró además del nuevo libro de Nikki Heat, eran muchos documentos con anotaciones e investigación para sus novelas. También encontró carpetas de fotos, pero estas eran todas familiares, la mayoría de Alexis, de Martha, de los tres y en una carpeta donde era evidente que descargaba las fotos del móvil además de fotos de Alexis y varias auto fotos sobre todo con su hija, le sorprendió encontrar algunas de ella, que le había tomado sin advertirlo, en comisaría, mientras hacía papeleo, hablando por teléfono, tomando café.
El experto informático le prometió que se haría cargo en seguida de eso. Ryan le comunicó que al preguntar en las comisarías de los diferentes distritos, una señora había denunciado haber visto el secuestro de un hombre hacía dos días, y que por la descripción que daba la mujer, coincidía bastante con Castle. Becket miró a su compañero.
- ¿Alguien le ha enseñado una foto de Castle a esa mujer? – preguntó con sorpresa.
- No, que yo sepa – contestó su compañero – pero según me ha dicho la sargento Ramírez, que fue quien la atendió, la señora dijo que el hombre que secuestraron era alto, buen mozo, con el pelo castaño, unos bonitos ojos azules y una sonrisa encantadora – si ese no es Castle debe ser alguien que se le parezca bastante.
- Hablaremos con esa mujer, ¿de qué comisaría llamaron? – preguntó Becket.
- De la 18th – respondió Esposito – voy a llamar para que la citen y cuando sepa algo, ya te digo.
Al rato los llamaron de la 18th, habían citado allí a la señora para que fuera por la tarde. Ellos dijeron que irían a hablar con ella.
Cuando llegaron a la comisaría, los atendió la sargento Ramírez, una hispana de cuarenta y tantos años, alta y de negros cabellos peinados en una trenza. La sargento les sonrió amable y mientras los llevaba a hablar con la testigo, les iba explicando que la señora Potter, fue el jueves a media mañana para denunciar que había visto como unos hombres se llevaban a un joven muy atento que acababa de conocer.
- ¿Se conocían? ¿Castle conocía a esta señora? – preguntó extrañada Becket.
- Mejor les dejo que hablen con ella – dijo la sargento Ramírez – y no se dejen engañar por ese aspecto de dulce abuelita.
La sargento no las llevó a la sala de interrogatorios sino a una acogedora salita de descanso, donde había un par de sofás, una mesa, varias sillas, y un mueble con la cafetera, además de una nevera y un microondas. La señora Potter era una anciana menuda, de cabellos blancos recogidos en un apretado moño. Estaba sentada en una silla y a sus pies dormitaba un perrito color canela.
- Buenas tardes señora Potter, soy la detective Kate Becket – se presentó – y estos son mis compañeros Kevin Ryan y Javier Esposito.
- Encantada jóvenes, pero siéntense, no se queden ahí de pie – dijo la anciana como si estuviera en su propia casa.
Se sentaron frente a ella y Kate le pidió amablemente que les contara lo que había visto. Al principio no estaba segura de lo fiable que podría ser la mujer, era bastante mayor, pero a medida que la señora iba hablando, los tres se dieron cuenta que decía la verdad.
- Verás hija – se dirigía especialmente a Becket – aunque tenga noventa y tres años, gracias a Dios poseo una vista y un oído excelentes. El pasado jueves saqué a pasear a Frida – señalaba al chucho, que por lo visto era una perra – la suelo sacar a una calle cerca de casa que no está muy transitada. Yo lo recojo todo después, ¿saben? , pero a Frida le gusta tener su intimidad.
Los tres se miraron pensando que a ver por donde les iba a salir la buena señora.
- Había por allí un muchacho que hablaba por teléfono. Iba de un lado a otro pero no terminaba de irse. Yo estaba esperando a que Frida terminara y se me cayeron las bolsas al suelo. El chico que hablaba por teléfono y que ya había terminado, se acercó a mí, y muy amablemente me dijo que no me agachara que él me las daba.
Era muy apuesto, con esos brillantes ojos azules y esa sonrisa tan agradable, pero ¿saben una cosa?, ese hombre debía de tener problemas, porque se le notaba preocupado.
- ¿Habló con usted? – preguntó Esposito – ¿Le dijo algo?
- Se puso a hacerle carantoñas a Frida, que ya había terminado de hacer sus cositas. A Frida no le cae bien cualquiera, pero ese hombre le resultó simpático, seguro que se trata de una buena persona.
- ¿Qué más vio usted? – preguntó Becket impaciente.
- Verá señorita, cuando el muchacho jugueteaba con Frida estuvimos conversando un rato, pero le volvió a sonar el teléfono, estos jóvenes de hoy todo el tiempo enganchados a esas máquinas, se despidió de nosotras y se alejó para hablar. Yo me fui en la otra dirección, pero escuché de pronto que se acercaba un coche, era una furgoneta negra con los cristales oscuros. Se paró al lado del muchacho, se abrió y salieron unos hombres que obligaron al muchacho a subir con ellos, me pareció que lo apuntaban con una pistola.
Al escuchar eso Becket se estremeció.
- ¿Está usted segura? – preguntó.
- Segurísima, como que me llamo Margaret Potter – respondió la anciana.
- ¿Y nadie más estaba por allí?, ¿No la vieron a usted? – preguntó Ryan
- Ya les he dicho que esa calle no está muy transitada, y yo soy bajita, supongo que el contenedor de basura me tapó, y ocurrió todo tan deprisa que seguro que ni notaron mi presencia.
- ¿Podría describirnos a los hombres? – preguntó Kate.
- Pues verás hija, solo los vi de espaldas, eran grandotes, uno calvo le sacaba por lo menos una cabeza y media al muchacho y casi era el doble de ancho. El otro, era un poco más bajo y más delgado y llevaba el cabello largo como una muchacha. Era rubio y lo llevaba recogido en una coleta. Los dos vestían de oscuro.
Apuntaron la dirección de la calle donde ocurrió el rapto y la dirección que tomó el vehículo. Siguieron interrogándola.
- ¿Le dijo algo más el hombre al que se llevaron? – preguntó Becket.
- Bueno, como ya le he dicho, estuvimos un rato hablando, sobre todo de perros, me dijo que le encantaban y que había estado a punto de adoptar uno con su compañera, ¿ustedes conocen a ese hombre?
- Es nuestro compañero – afirmó Esposito.
- ¿Su compañero? – preguntó extrañada – el muchacho me dijo que era escritor, no dijo nada de que fuese policía.
- Es escritor y asesor civil de la policía – dijo Kate ya segura de que la señora había sido testigo de primera mano del secuestro de Castle, y mientras le enseñaba una foto de éste que tenía en el móvil para que la anciana ratificara lo que ya sabían se despidió de ella, agradeciéndole su colaboración.
- ¿No quieren saber la matrícula de la furgoneta? – preguntó solícita – pensé que sería un dato importante.
- ¿Apuntó el número de matrícula? – pregunto Esposito nervioso – ¿Cómo no lo ha dicho antes?
- No me lo han preguntado, y no lo apunté porque no me hace falta, además de la vista y el oído, tengo una memoria excelente.
- No nos cabe la menor duda – dijo Ryan con una sonrisa.
Tomaron todos los datos, se despidieron de la anciana, diciéndole que volverían a contactar con ella si les hiciera falta. Además Kate le dio una tarjeta de visita con su número de teléfono por si recordaba algo más y así poder ponerse en contacto con ella.
- Caramba con la abuelita – dijo Esposito – nos ha ayudado bastante.
- Si – dijo Becket – ya tenemos algo por donde empezar.
CONTINUARÁ…
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
MAS MAJA LA ABUELA
MIEDO ME DAN ESOS HOMBRES
QUE HAN COGIDO A CASTLE
MUY INTERESANTE TU FIC
MUCHAS GRACIAS POR OTRO CAPITULO GENIAL, INCREÍBLE
MIEDO ME DAN ESOS HOMBRES
QUE HAN COGIDO A CASTLE
MUY INTERESANTE TU FIC
MUCHAS GRACIAS POR OTRO CAPITULO GENIAL, INCREÍBLE
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Pues sí que la abuelita ha servido sí...no se parece a la mía...pobre!
Sigue pronto, me encanta tu historia!!
Sigue pronto, me encanta tu historia!!
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Yo quiero ser una abuelita asi de mayor....
muy bueno el capitulo, a ver por donde nos saldrá Castle
muy bueno el capitulo, a ver por donde nos saldrá Castle
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
es genial, espero que lo puedas continuar.
Gracias por hacer las tardes mas amenas
Gracias por hacer las tardes mas amenas
rubiodav- Actor en Broadway
- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 04/03/2012
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Quiero llegar asi de bien a los 93 años...
Gran cap, a ver si lo encuentran rapido a Castle :S
Gran cap, a ver si lo encuentran rapido a Castle :S
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Buenas noches, os dejo el siguiente capítulo de mi historia. Espero que os ayude a hacer más corta la espera hasta el episodio del lunes, aunque yo no podré verlo hasta el martes por la noche.
Muchas gracias a todos por leer y comentar. ¡Feliz fin de semana!
Capítulo 11:
Volvieron presurosos a la comisaría deseando empezar cuanto antes con las nuevas pistas que tenían. Prepararon café y empezaron a comentar lo que sabían.
- Lo que no termino de comprender – comentó Kate – es que si a Parker lo detuvieron el martes, como es posible que a Castle se lo llevaran el jueves.
- Muy fácil – comentó Gates a la que no habían oído llegar – la orden debía estar dada de antes, solo esperaron el momento oportuno. La detención de Parker no ha salido hasta ayer en los medios de comunicación. Los que secuestraron a Castle no debían de tener ni idea de que su jefe estaba en la cárcel, se limitaron a cumplir las órdenes que tenían.
- Entonces tenemos que encontrar como sea a esos tipos – dijo Ryan.
- Lo malo – continuó Gates – es que si se han enterado ya de la detención de su jefe, igual se han quitado de en medio y a ver como averiguamos donde tienen a este hombre.
- Lo averiguaremos – dijo Becket convencida – de cosas peores hemos salido.
- Entonces a trabajar – dijo Gates – si lo han dejado encerrado en algún lugar y nadie se ocupa de él, vamos contra reloj, cada minuto que tardemos es un minuto menos que le queda de vida.
Kate se estremeció al oír a su jefe y la miró.
- No me mire así detective – dijo la mujer – soy la primera interesada en encontrar a su amigo, pero también soy realista, no tenemos tiempo que perder.
Se dedicaron a mirar y remirar todo con lupa. Dieron con el modelo y propietario de la furgoneta en la que se habían llevado a Castle, era de uno de los secuaces de Parker, a quien todavía no habían logrado detener.
Consultaron las cámaras de tráfico de la ciudad y pudieron hacer un seguimiento bastante acertado, viendo que la furgoneta salía de la ciudad hacia el este.
Llegó el experto informático con el ordenador de Castle y pidió hablar con Kate.
- ¿Has encontrado algo Mark? – le preguntó impaciente.
- Estuve mirando en su correo, pude descifrar su contraseña, pero todo lo que hay en esa cuenta es estrictamente personal, correos a su hija, amigos, editorial, así que no me he detenido a mirarlos – le informó – pero seguí indagando y pude descubrir que se hizo una nueva cuenta en otro servidor de correo diferente, y con ésta es con la que ha accedido a la página de descarga de archivos. He descargado todo lo que guardaba ahí, que era bastante y te lo he grabado en estos CD – y le entregó varios discos – creo que ya no queda nada más que pueda ser útil para encontrar a Castle – toda la comisaría conocía y apreciaba al escritor y ya se había corrido la voz de que había desaparecido.
- Muchas gracias por todo Mark – le dijo Becket.
- No hay de que, ha sido un placer estamos para ayudarnos, por cierto ya se lo puedes devolver a la familia – y le dio el portátil cuidadosamente guardado en su funda.
Kate se llevó el portátil y lo puso con sus cosas, luego fue a donde estaban sus compañeros y le dio un CD a cada uno para que fueran mirando. La mayoría de lo que había era lo mismo que ya tenían, pero después de un exhaustivo trabajo pudieron encontrar algunas cosas que eras desconocidas para ellos, y que empezaron a investigar enseguida a ver si les aportaba algo nuevo.
Así estuvieron todo el día, hasta que llegó Gates para informarse de los progresos que habían hecho. Ella por su parte les dijo que seguían en contacto con el FBI y que estaban investigando todas las propiedades de las que tenían constancia que eran tanto de Parker como de alguno de sus compinches por si tenían a Castle en alguna de ellas.
Una vez que se hubieron puesto al corriente, los mandó a casa y les dijo que ella estaría al tanto y si había alguna novedad ya los avisaría, que el día siguiente que era domingo podían tomárselo libre si querían, pero los tres estuvieron de acuerdo en seguir trabajando, les daba igual el día que fuese.
Ryan se fue a su casa, Esposito y Becket fueron a por Lanie y Alexis.
Aprovechando las circunstancias la forense también estuvo haciendo horas extras, y había puesto a la hija de Castle a ayudarla.
- ¡Hora de cenar! – dijo Esposito a modo de saludo.
- ¿Habéis descubierto algo nuevo? – preguntó Alexis angustiada.
- Hemos hablado con una señora que nos ha confirmado que tu padre ha sido secuestrado – dijo Kate que no quería mentir a la chica – hemos avanzado bastante en la investigación, pero aún no sabemos mucho.
- ¡Vaya! – dijo Alexis aguantando las lágrimas.
- ¿Sabéis que me he conseguido una ayudante asombrosa? – dijo
Lanie tratando de animar a Alexis a la que tomó por los hombros cariñosamente abrazándola – esta jovencita es un potosí. Tu padre tiene toda la razón del mundo al estar tan orgulloso de ti – dijo en un intento de alegrar a la chica que lo que hizo fue entristecerse aún más ante la mención a su padre.
- He hablado con la abuela, llegará mañana en la tarde – dijo la pelirroja.
- Yo la llevaré al aeropuerto y recogeremos a Martha, supongo que vosotros seguiréis trabajando.
- Supones bien – dijo Kate – anda vamos a comer algo – mientras tomaba a Alexis de la mano y con la otra le secaba las lágrimas – anímate ya verás como lo encontramos.
Una vez que terminaron de cenar algo, porque la verdad es que ninguno tenía apetito, se despidieron hasta el día siguiente. Lanie se comprometió a recoger a Alexis para que no estuviera sola, hasta la hora de ir al aeropuerto por Martha.
Al llegar a la casa, Alexis sin decir palabra cogió las sábanas y mantas de donde estaban guardadas y se preparó la cama.
- Si no te importa, intentaré dormir algo – le dijo a Kate – era evidente que no tenía muchas ganas de hablar con nadie.
- Siéntete como en tu casa, y si necesitas algo, lo que sea, ya sabes donde estoy.
Ella se fue a su habitación, se puso el pijama y se metió en la cama. Había cargado todo el tiempo que duró la cena con el portátil en el bolso, sintió la tentación de abrirlo y seguir leyendo lo que había escrito del nuevo libro de Nikki Heat.
No podía evitar sentirse culpable de la desaparición de Castle, lo trató mal y lo echó de su vida, se arrepentía cada minuto de haberle dicho que no quería volver a verlo, cuando era lo que más deseaba en su vida. Ella tendría que haber sabido perdonarlo y haber estado con él durante la investigación. Castle solo había querido protegerla, y por eso se puso en peligro, también se sentía culpable por haberle mentido cuando le dijo que no recordaba nada de cuando le dispararon.
Ella no era persona de escribir, nunca había llevado un diario, ni nada por el estilo, pero en ese momento sintió la imperiosa necesidad de escribir sus sentimientos hacia él, no sabía si volvería a verlo con vida y todo eso la estaba quemando por dentro. Así que en el mismo archivo donde él escribía sobre ella en su nueva novela de Nikki Heat, una vez que terminó de leer todo lo que había escrito, empezó a escribir.
“Hola Castle
Te preguntarás que demonios hago con tu ordenador, pues entrometerme en tu vida, como haces tú constantemente en la mía. Pero no creas que te lo reprocho, desde que no estás conmigo me he dado cuenta que realmente me gusta que lo hagas y que te echo mucho de menos, porque ¿sabes una cosa?: Yo también Rick, yo también te quiero. Ahora soy yo la que te pide que no me dejes y que estés donde estés, aguanta porque vamos a encontrarte y a traerte de vuelta a casa. Lamento mucho haberte dicho aquellas palabras horribles de que no quería volver a verte porque no las sentía en absoluto, solo estaba muy enfadada y siento también no haberte dicho que recordaba cuando me dijiste que me querías, tuve miedo. Quiero que sepas que voy a cuidar de Alexis hasta que vuelvas…”
Ya no fue capaz de seguir escribiendo, las lágrimas no le dejaban ver y amenazaban con mojar el ordenador. Guardó el documento, lo apagó e intentó dormir un poco.
CONTINUARÁ…
Muchas gracias a todos por leer y comentar. ¡Feliz fin de semana!
Capítulo 11:
Volvieron presurosos a la comisaría deseando empezar cuanto antes con las nuevas pistas que tenían. Prepararon café y empezaron a comentar lo que sabían.
- Lo que no termino de comprender – comentó Kate – es que si a Parker lo detuvieron el martes, como es posible que a Castle se lo llevaran el jueves.
- Muy fácil – comentó Gates a la que no habían oído llegar – la orden debía estar dada de antes, solo esperaron el momento oportuno. La detención de Parker no ha salido hasta ayer en los medios de comunicación. Los que secuestraron a Castle no debían de tener ni idea de que su jefe estaba en la cárcel, se limitaron a cumplir las órdenes que tenían.
- Entonces tenemos que encontrar como sea a esos tipos – dijo Ryan.
- Lo malo – continuó Gates – es que si se han enterado ya de la detención de su jefe, igual se han quitado de en medio y a ver como averiguamos donde tienen a este hombre.
- Lo averiguaremos – dijo Becket convencida – de cosas peores hemos salido.
- Entonces a trabajar – dijo Gates – si lo han dejado encerrado en algún lugar y nadie se ocupa de él, vamos contra reloj, cada minuto que tardemos es un minuto menos que le queda de vida.
Kate se estremeció al oír a su jefe y la miró.
- No me mire así detective – dijo la mujer – soy la primera interesada en encontrar a su amigo, pero también soy realista, no tenemos tiempo que perder.
Se dedicaron a mirar y remirar todo con lupa. Dieron con el modelo y propietario de la furgoneta en la que se habían llevado a Castle, era de uno de los secuaces de Parker, a quien todavía no habían logrado detener.
Consultaron las cámaras de tráfico de la ciudad y pudieron hacer un seguimiento bastante acertado, viendo que la furgoneta salía de la ciudad hacia el este.
Llegó el experto informático con el ordenador de Castle y pidió hablar con Kate.
- ¿Has encontrado algo Mark? – le preguntó impaciente.
- Estuve mirando en su correo, pude descifrar su contraseña, pero todo lo que hay en esa cuenta es estrictamente personal, correos a su hija, amigos, editorial, así que no me he detenido a mirarlos – le informó – pero seguí indagando y pude descubrir que se hizo una nueva cuenta en otro servidor de correo diferente, y con ésta es con la que ha accedido a la página de descarga de archivos. He descargado todo lo que guardaba ahí, que era bastante y te lo he grabado en estos CD – y le entregó varios discos – creo que ya no queda nada más que pueda ser útil para encontrar a Castle – toda la comisaría conocía y apreciaba al escritor y ya se había corrido la voz de que había desaparecido.
- Muchas gracias por todo Mark – le dijo Becket.
- No hay de que, ha sido un placer estamos para ayudarnos, por cierto ya se lo puedes devolver a la familia – y le dio el portátil cuidadosamente guardado en su funda.
Kate se llevó el portátil y lo puso con sus cosas, luego fue a donde estaban sus compañeros y le dio un CD a cada uno para que fueran mirando. La mayoría de lo que había era lo mismo que ya tenían, pero después de un exhaustivo trabajo pudieron encontrar algunas cosas que eras desconocidas para ellos, y que empezaron a investigar enseguida a ver si les aportaba algo nuevo.
Así estuvieron todo el día, hasta que llegó Gates para informarse de los progresos que habían hecho. Ella por su parte les dijo que seguían en contacto con el FBI y que estaban investigando todas las propiedades de las que tenían constancia que eran tanto de Parker como de alguno de sus compinches por si tenían a Castle en alguna de ellas.
Una vez que se hubieron puesto al corriente, los mandó a casa y les dijo que ella estaría al tanto y si había alguna novedad ya los avisaría, que el día siguiente que era domingo podían tomárselo libre si querían, pero los tres estuvieron de acuerdo en seguir trabajando, les daba igual el día que fuese.
Ryan se fue a su casa, Esposito y Becket fueron a por Lanie y Alexis.
Aprovechando las circunstancias la forense también estuvo haciendo horas extras, y había puesto a la hija de Castle a ayudarla.
- ¡Hora de cenar! – dijo Esposito a modo de saludo.
- ¿Habéis descubierto algo nuevo? – preguntó Alexis angustiada.
- Hemos hablado con una señora que nos ha confirmado que tu padre ha sido secuestrado – dijo Kate que no quería mentir a la chica – hemos avanzado bastante en la investigación, pero aún no sabemos mucho.
- ¡Vaya! – dijo Alexis aguantando las lágrimas.
- ¿Sabéis que me he conseguido una ayudante asombrosa? – dijo
Lanie tratando de animar a Alexis a la que tomó por los hombros cariñosamente abrazándola – esta jovencita es un potosí. Tu padre tiene toda la razón del mundo al estar tan orgulloso de ti – dijo en un intento de alegrar a la chica que lo que hizo fue entristecerse aún más ante la mención a su padre.
- He hablado con la abuela, llegará mañana en la tarde – dijo la pelirroja.
- Yo la llevaré al aeropuerto y recogeremos a Martha, supongo que vosotros seguiréis trabajando.
- Supones bien – dijo Kate – anda vamos a comer algo – mientras tomaba a Alexis de la mano y con la otra le secaba las lágrimas – anímate ya verás como lo encontramos.
Una vez que terminaron de cenar algo, porque la verdad es que ninguno tenía apetito, se despidieron hasta el día siguiente. Lanie se comprometió a recoger a Alexis para que no estuviera sola, hasta la hora de ir al aeropuerto por Martha.
Al llegar a la casa, Alexis sin decir palabra cogió las sábanas y mantas de donde estaban guardadas y se preparó la cama.
- Si no te importa, intentaré dormir algo – le dijo a Kate – era evidente que no tenía muchas ganas de hablar con nadie.
- Siéntete como en tu casa, y si necesitas algo, lo que sea, ya sabes donde estoy.
Ella se fue a su habitación, se puso el pijama y se metió en la cama. Había cargado todo el tiempo que duró la cena con el portátil en el bolso, sintió la tentación de abrirlo y seguir leyendo lo que había escrito del nuevo libro de Nikki Heat.
No podía evitar sentirse culpable de la desaparición de Castle, lo trató mal y lo echó de su vida, se arrepentía cada minuto de haberle dicho que no quería volver a verlo, cuando era lo que más deseaba en su vida. Ella tendría que haber sabido perdonarlo y haber estado con él durante la investigación. Castle solo había querido protegerla, y por eso se puso en peligro, también se sentía culpable por haberle mentido cuando le dijo que no recordaba nada de cuando le dispararon.
Ella no era persona de escribir, nunca había llevado un diario, ni nada por el estilo, pero en ese momento sintió la imperiosa necesidad de escribir sus sentimientos hacia él, no sabía si volvería a verlo con vida y todo eso la estaba quemando por dentro. Así que en el mismo archivo donde él escribía sobre ella en su nueva novela de Nikki Heat, una vez que terminó de leer todo lo que había escrito, empezó a escribir.
“Hola Castle
Te preguntarás que demonios hago con tu ordenador, pues entrometerme en tu vida, como haces tú constantemente en la mía. Pero no creas que te lo reprocho, desde que no estás conmigo me he dado cuenta que realmente me gusta que lo hagas y que te echo mucho de menos, porque ¿sabes una cosa?: Yo también Rick, yo también te quiero. Ahora soy yo la que te pide que no me dejes y que estés donde estés, aguanta porque vamos a encontrarte y a traerte de vuelta a casa. Lamento mucho haberte dicho aquellas palabras horribles de que no quería volver a verte porque no las sentía en absoluto, solo estaba muy enfadada y siento también no haberte dicho que recordaba cuando me dijiste que me querías, tuve miedo. Quiero que sepas que voy a cuidar de Alexis hasta que vuelvas…”
Ya no fue capaz de seguir escribiendo, las lágrimas no le dejaban ver y amenazaban con mojar el ordenador. Guardó el documento, lo apagó e intentó dormir un poco.
CONTINUARÁ…
Cata Castillo- Escritor - Policia
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Localización : Al sur del sur
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
continualoooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Síguelo pronto, necesito que avancen en la investigación! pobre Kate,lo pasa fatal aunque sabe que es su culpa...
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
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Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Me encanto lo que escribió, no puede ser mas tierna Kate.
Me gusto mucho el cap
Me gusto mucho el cap
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
muy bueno.
Sigue cuando puedas
Sigue cuando puedas
rubiodav- Actor en Broadway
- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 04/03/2012
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Leí tu fic de un tirón y me tiene muy intrigada. Tiene mucho suspenso y nos tienes en ascuas capítulo tras capítulo... Y por supuesto que nos ayuda a que el tiempo pase más rápido hasta el lunes... Gracias por escribir para nosotros!!! Me gusta mucho tu fic.
LauritaCastle- Actor en Broadway
- Mensajes : 160
Fecha de inscripción : 22/09/2011
Localización : Argentina
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Uyyyy ya me imagino como se va a sentir Castle cuando lea lo que escribió Kate...será una buena escena seguro. El fic está muy interesante, y desde luego gracias por subir los capítulos sin demoras!!!
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
¡Buenas tardes de domingo! Os dejo un nuevo capítulo. Espero que os guste, sigo intentando averiguar donde tienen a Castle, pero de momento no hay manera de encontrarlo, pero seguro que pronto sabremos algo de nuestro escritor favorito. Que disfrutéis del capítulo y muchas gracias por leer y comentar.
Capítulo 12:
DOMINGO 5 DE FEBRERO
Se despertó a las nueve de la mañana, salió del cuarto y la embargó el olor a café. Alexis ya se había levantado, recogido el salón y puesto la cafetera.
También estaba haciendo tortitas.
- ¡Buenos días! – dijo Kate.
- ¡Buenos días! – respondió la chica – espero que no te importe que haya puesto la cafetera y esté haciendo el desayuno.
- Claro que no, pero ¿por qué no me has avisado antes?, me hubiera levantado más temprano.
- Me dio apuro despertarte, debes estar muy cansada y como hoy es tu día libre y vas a ir la comisaría.
- Gracias Alexis, la verdad es que me ha venido bien descansar un poco más.
En ese momento llamaron al portero automático, Kate fue a contestar y era Lanie que venía a recoger a Alexis. La invitó a subir. La forense traía una bolsa con varios bollos y cuando entró y olió el café, no pudo menos que exclamar.
- ¡Humm que bien huele!, ya veo que he llegado justo a tiempo.
Se sentaron a desayunar hablando de cosas triviales, hasta que Kate las dejó para darse una ducha. Cuando salió ya preparada para irse, fue Alexis la que entró al baño.
- ¿Dónde iréis hoy? – le preguntó a su amiga.
- No sé, a ver que le apetece, había pensado en algún museo o un paseo por Central Park, ya veremos.
- Bueno, tengo que marcharme, despídeme de ella. ¿A qué hora llega Martha?
- A las 16:00 h. así que después de comer saldremos para el JFK.
- Pues avísame cuando la recojáis, ahora me marcho, te dejo aquí una copia de la llave por si necesitáis entrar para algo. Nos vemos luego – se despidió marchándose.
Cuando Kate llegó a la comisaría, ya estaban allí Gates y los chicos, llevaba tan mala cara que nadie se metió con ella por llegar tarde. Siguieron viendo la documentación que tenían, eran tantas carpetas y archivos que investigarlo todo estaba siendo una ardua tarea, y eso que Gates los había liberado de otros casos, podían seguir investigando la desaparición de Castle a no ser que hubiera mucho trabajo y los necesitasen.
Terminaron el día como empezaron. Lanie la llamó para decirle que Alexis ya estaba con su abuela en su casa, y que Martha le había pedido que le dijese que las tuviesen informadas en todo momento.
Después de hablar con su amiga, Kate le dijo al capitán que la hija y la madre de Castle estaban de vuelta en el loft. Antes de que ella pudiese sugerir nada, Gates cogió el teléfono y dio orden para que se estableciese un turno de vigilancia en casa de Castle.
Cuando Kate llegó a su casa, llamó a Martha para ponerla al día de lo poco que habían avanzado. Estaba desanimada y muy cansada. La madre de Castle le agradeció que hubiese cuidado de su nieta y también todo lo que estaba haciendo por encontrar a Richard. Kate se despidió prometiéndole que hablaría con ellas todas las noches al terminar la jornada.
Se ducho, se puso el pijama y se obligó a comer algo. Estaba tan cansada que decidió acostarse. Al meterse en la cama vio el ordenador de Castle en la mesilla. Lo encendió, pues sintió la necesidad de contarle lo que había pasado ese día.
“Buenas noches Castle. Aquí estoy otra vez y de nuevo quiero pedirte perdón. Entendería si no quisieras perdonarme, aunque me dolería porque sé que una de las muchas cualidades que tienes es la generosidad. Me siento tan mal, que necesito pedirte perdón una y mil veces más. Tú siempre has estado ahí para mí, y yo te mentí y te dije que no recordaba nada de cuando me dispararon. Aunque te necesitaba, te aparté de mi lado durante tres meses. Yo llevo unas semanas sin ti y se me están haciendo eternas.
Espero que donde sea que estés, estés bien y no te hayan hecho mucho daño. Alexis está muy triste pero es una chica fuerte y valiente. Ya está en casa con Martha, regresó hoy de Seattle. Tienes una gran familia que te quiere y te espera Castle y tienes que luchar por ella. Yo también te espero.
Llevamos todo el día en comisaría. Ni los chicos ni yo vamos a descansar hasta que te encontremos. Hasta tienes a Gates organizándolo todo y casi sin dormir, luchando y trabajando para que vuelvas. Quien lo iba a decir ¿eh?
Estoy cansada y debería intentar dormir algo, pero no puedo dejar de pensar en ti. Me arrepiento de tantas cosas, de ser tan terca, de no haber reconocido que te oí ese día cuando me confesaste tu amor, de no haberte dicho que te quiero y sobre todo de no habernos dado una oportunidad.
Deseo tanto abrazarte Rick, espero que cuando vuelvas no sea demasiado tarde y sigas queriéndome, porque yo nunca voy a dejar de hacerlo. Me hubiera gustado tanto decirte esto a ti, y no de esta forma tan impersonal, pero ahora es la única manera que se me ocurre para sentirme más cerca tuya, aunque tú no puedas leerlo. Buenas noches amor”
*******************************************
Durante toda esa semana le dieron mil y una vueltas a toda la documentación que tenían. El FBI montó operativos de búsqueda en cada propiedad de la que tenían constancia, pero no daban con Castle. Ni siquiera una pista de que hubiera estado en alguno de esos lugares.
Gates había vuelto un par de veces a Sing Sing para hablar con Parker, siempre acompañada por Ryan y Esposito. A Becket le había prohibido terminantemente ir allí, aunque ella había protestado muchísimo, sabía que eso iba a ser demasiado fuerte para ella.
Parker tenía un cinismo y hablaba con una crueldad que sabía que Kate no iba a poder soportar y conociéndola, sabía positivamente que se abalanzaría sobre él, lo que sería bastante perjudicial pues lo podrían usar en su contra en el juicio donde no iba a tener más remedio que testificar.
Cada vez estaban más desanimados, nadie decía nada pero todos empezaban a pensar que quizás ya era demasiado tarde para encontrar con vida al escritor.
Cada día al terminar la jornada de trabajo, una agotada y ojerosa Becket acudía religiosamente al loft de Castle para informar a su madre y a su hija de como transcurría todo.
Estaba un rato con ellas, a veces incluso cenaba allí, luego iba a su casa, a intentar descansar y a llorar su pena.
Como cada noche cogía el ordenador y le contaba a Castle lo que habían hecho ese día, lo que lo echaba de menos y las ganas que tenía de verlo.
JUEVES 9 DE FEBRERO
Aquella noche Kate estaba especialmente sensible. Hacía ya una semana que se habían llevado a Castle y tres desde que ella lo echó de su vida. Se sentía tan culpable que casi ni dormía, ni comía.
Estaba totalmente convencida que si ella no hubiese sido tan desagradable con él, Castle no habría desaparecido.
Se culpaba constantemente y cada noche cuando iba a su casa y veía como la miraba Alexis, sentía como si se muriese por dentro. La chica no le había vuelto a reprochar nada, al contrario le agradecía todo lo que estaban haciendo por su padre pero la mirada triste y apagada de la pelirroja, así como la angustia que se reflejaba en el rostro de Martha la estaban consumiendo.
Como todas las noches y como era ya costumbre encendió el ordenador y buscando el documento del manuscrito de Nikki Heat empezó a escribir. Era como si estas conversaciones con Castle, abrir su corazón y poder expresar por escrito lo que había sido incapaz de decirle directamente le hubieran dado más confianza en sí misma, pues cuando empezó a escribir se dirigió a él de forma cariñosa.
“Buenas noches mi amor. Deseo con toda mi alma que estés bien, te echo de menos y a cada día que pasa siento que te quiero un poco más si es posible. No me acostumbro a no tenerte a mi lado, a que no me traigas mi café mañanero, a que no me vuelvas loca con tus absurdas teorías.
Ya te echaba de menos en Chicago ¡mira que quitarme de en medio y dedicarte tu solito a investigar todo esto!, pero ¿en qué pensabas?... si, supongo que en protegerme, mi fiel escudero. Nunca me alcanzará la vida para agradecerte lo que has hecho por mí, y por mi familia. Te quiero Richard Castle, así que vuelve pronto que tenemos que empezar nuestra nueva vida juntos”
CONTINUARÁ…
Capítulo 12:
DOMINGO 5 DE FEBRERO
Se despertó a las nueve de la mañana, salió del cuarto y la embargó el olor a café. Alexis ya se había levantado, recogido el salón y puesto la cafetera.
También estaba haciendo tortitas.
- ¡Buenos días! – dijo Kate.
- ¡Buenos días! – respondió la chica – espero que no te importe que haya puesto la cafetera y esté haciendo el desayuno.
- Claro que no, pero ¿por qué no me has avisado antes?, me hubiera levantado más temprano.
- Me dio apuro despertarte, debes estar muy cansada y como hoy es tu día libre y vas a ir la comisaría.
- Gracias Alexis, la verdad es que me ha venido bien descansar un poco más.
En ese momento llamaron al portero automático, Kate fue a contestar y era Lanie que venía a recoger a Alexis. La invitó a subir. La forense traía una bolsa con varios bollos y cuando entró y olió el café, no pudo menos que exclamar.
- ¡Humm que bien huele!, ya veo que he llegado justo a tiempo.
Se sentaron a desayunar hablando de cosas triviales, hasta que Kate las dejó para darse una ducha. Cuando salió ya preparada para irse, fue Alexis la que entró al baño.
- ¿Dónde iréis hoy? – le preguntó a su amiga.
- No sé, a ver que le apetece, había pensado en algún museo o un paseo por Central Park, ya veremos.
- Bueno, tengo que marcharme, despídeme de ella. ¿A qué hora llega Martha?
- A las 16:00 h. así que después de comer saldremos para el JFK.
- Pues avísame cuando la recojáis, ahora me marcho, te dejo aquí una copia de la llave por si necesitáis entrar para algo. Nos vemos luego – se despidió marchándose.
Cuando Kate llegó a la comisaría, ya estaban allí Gates y los chicos, llevaba tan mala cara que nadie se metió con ella por llegar tarde. Siguieron viendo la documentación que tenían, eran tantas carpetas y archivos que investigarlo todo estaba siendo una ardua tarea, y eso que Gates los había liberado de otros casos, podían seguir investigando la desaparición de Castle a no ser que hubiera mucho trabajo y los necesitasen.
Terminaron el día como empezaron. Lanie la llamó para decirle que Alexis ya estaba con su abuela en su casa, y que Martha le había pedido que le dijese que las tuviesen informadas en todo momento.
Después de hablar con su amiga, Kate le dijo al capitán que la hija y la madre de Castle estaban de vuelta en el loft. Antes de que ella pudiese sugerir nada, Gates cogió el teléfono y dio orden para que se estableciese un turno de vigilancia en casa de Castle.
Cuando Kate llegó a su casa, llamó a Martha para ponerla al día de lo poco que habían avanzado. Estaba desanimada y muy cansada. La madre de Castle le agradeció que hubiese cuidado de su nieta y también todo lo que estaba haciendo por encontrar a Richard. Kate se despidió prometiéndole que hablaría con ellas todas las noches al terminar la jornada.
Se ducho, se puso el pijama y se obligó a comer algo. Estaba tan cansada que decidió acostarse. Al meterse en la cama vio el ordenador de Castle en la mesilla. Lo encendió, pues sintió la necesidad de contarle lo que había pasado ese día.
“Buenas noches Castle. Aquí estoy otra vez y de nuevo quiero pedirte perdón. Entendería si no quisieras perdonarme, aunque me dolería porque sé que una de las muchas cualidades que tienes es la generosidad. Me siento tan mal, que necesito pedirte perdón una y mil veces más. Tú siempre has estado ahí para mí, y yo te mentí y te dije que no recordaba nada de cuando me dispararon. Aunque te necesitaba, te aparté de mi lado durante tres meses. Yo llevo unas semanas sin ti y se me están haciendo eternas.
Espero que donde sea que estés, estés bien y no te hayan hecho mucho daño. Alexis está muy triste pero es una chica fuerte y valiente. Ya está en casa con Martha, regresó hoy de Seattle. Tienes una gran familia que te quiere y te espera Castle y tienes que luchar por ella. Yo también te espero.
Llevamos todo el día en comisaría. Ni los chicos ni yo vamos a descansar hasta que te encontremos. Hasta tienes a Gates organizándolo todo y casi sin dormir, luchando y trabajando para que vuelvas. Quien lo iba a decir ¿eh?
Estoy cansada y debería intentar dormir algo, pero no puedo dejar de pensar en ti. Me arrepiento de tantas cosas, de ser tan terca, de no haber reconocido que te oí ese día cuando me confesaste tu amor, de no haberte dicho que te quiero y sobre todo de no habernos dado una oportunidad.
Deseo tanto abrazarte Rick, espero que cuando vuelvas no sea demasiado tarde y sigas queriéndome, porque yo nunca voy a dejar de hacerlo. Me hubiera gustado tanto decirte esto a ti, y no de esta forma tan impersonal, pero ahora es la única manera que se me ocurre para sentirme más cerca tuya, aunque tú no puedas leerlo. Buenas noches amor”
*******************************************
Durante toda esa semana le dieron mil y una vueltas a toda la documentación que tenían. El FBI montó operativos de búsqueda en cada propiedad de la que tenían constancia, pero no daban con Castle. Ni siquiera una pista de que hubiera estado en alguno de esos lugares.
Gates había vuelto un par de veces a Sing Sing para hablar con Parker, siempre acompañada por Ryan y Esposito. A Becket le había prohibido terminantemente ir allí, aunque ella había protestado muchísimo, sabía que eso iba a ser demasiado fuerte para ella.
Parker tenía un cinismo y hablaba con una crueldad que sabía que Kate no iba a poder soportar y conociéndola, sabía positivamente que se abalanzaría sobre él, lo que sería bastante perjudicial pues lo podrían usar en su contra en el juicio donde no iba a tener más remedio que testificar.
Cada vez estaban más desanimados, nadie decía nada pero todos empezaban a pensar que quizás ya era demasiado tarde para encontrar con vida al escritor.
Cada día al terminar la jornada de trabajo, una agotada y ojerosa Becket acudía religiosamente al loft de Castle para informar a su madre y a su hija de como transcurría todo.
Estaba un rato con ellas, a veces incluso cenaba allí, luego iba a su casa, a intentar descansar y a llorar su pena.
Como cada noche cogía el ordenador y le contaba a Castle lo que habían hecho ese día, lo que lo echaba de menos y las ganas que tenía de verlo.
JUEVES 9 DE FEBRERO
Aquella noche Kate estaba especialmente sensible. Hacía ya una semana que se habían llevado a Castle y tres desde que ella lo echó de su vida. Se sentía tan culpable que casi ni dormía, ni comía.
Estaba totalmente convencida que si ella no hubiese sido tan desagradable con él, Castle no habría desaparecido.
Se culpaba constantemente y cada noche cuando iba a su casa y veía como la miraba Alexis, sentía como si se muriese por dentro. La chica no le había vuelto a reprochar nada, al contrario le agradecía todo lo que estaban haciendo por su padre pero la mirada triste y apagada de la pelirroja, así como la angustia que se reflejaba en el rostro de Martha la estaban consumiendo.
Como todas las noches y como era ya costumbre encendió el ordenador y buscando el documento del manuscrito de Nikki Heat empezó a escribir. Era como si estas conversaciones con Castle, abrir su corazón y poder expresar por escrito lo que había sido incapaz de decirle directamente le hubieran dado más confianza en sí misma, pues cuando empezó a escribir se dirigió a él de forma cariñosa.
“Buenas noches mi amor. Deseo con toda mi alma que estés bien, te echo de menos y a cada día que pasa siento que te quiero un poco más si es posible. No me acostumbro a no tenerte a mi lado, a que no me traigas mi café mañanero, a que no me vuelvas loca con tus absurdas teorías.
Ya te echaba de menos en Chicago ¡mira que quitarme de en medio y dedicarte tu solito a investigar todo esto!, pero ¿en qué pensabas?... si, supongo que en protegerme, mi fiel escudero. Nunca me alcanzará la vida para agradecerte lo que has hecho por mí, y por mi familia. Te quiero Richard Castle, así que vuelve pronto que tenemos que empezar nuestra nueva vida juntos”
CONTINUARÁ…
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Que lo encuentre pronto que se están muriendo lentamente todos sino...
Me encanta cada vez más la historia
Me encanta cada vez más la historia
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Que fuerte este capitulo Cata!!!!!!!!
Pero por favor no me hagas sufrir mas quiero de vuelta a Castle y que lo encuentre y lo cuide Kate!!!!!! El "buenas noches amor" ahhhhhhhhhhhhhhh me encanto!!!
Por favor continua escribiendo asiiiiii!!!
Esperamos pronto otrooooooo, sabes que esperamos muchoooooo capis tuyos.
Besos
Pero por favor no me hagas sufrir mas quiero de vuelta a Castle y que lo encuentre y lo cuide Kate!!!!!! El "buenas noches amor" ahhhhhhhhhhhhhhh me encanto!!!
Por favor continua escribiendo asiiiiii!!!
Esperamos pronto otrooooooo, sabes que esperamos muchoooooo capis tuyos.
Besos
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
espero que puedas continuar lo antes posible
rubiodav- Actor en Broadway
- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 04/03/2012
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
sigueee y trae a castle de vuelta prontoooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
por diossss ¿cuando van a enterarse de que kate y Rick van a ser padres?
que lindo sería que Kate lo grite a los 4 vientos trayendo felicidad a todos y dandole esto el impulso y fuerza extra para hallarlo
que lindo sería que Kate lo grite a los 4 vientos trayendo felicidad a todos y dandole esto el impulso y fuerza extra para hallarlo
mary angel 02- Escritor novato
- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 25/03/2012
Re: VOLVER A VERTE, Último capítulo
Necesito que lo encuentren ya!!! qué sufrimiento, pobre Kate! y lo que le escribe!! me encanta el capi!! sigue pronto!
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
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